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“Abordaje respetuoso de los derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes, en casos de

Consumo problemático”

Problema de salud mental

Se considera un problema de salud mental a una alteración de la cognición, de la regulación


de las emociones y/o del comportamiento de una persona que impacta significativamente en
su cotidianeidad y/o genera sufrimiento a la propia persona y/o a sus seres cercanos.

“Problema de salud mental” se usa de una manera similar a la locución “problema de salud
física”.

Una persona tiene un problema de salud mental si se identifica con la experiencia presente
o pasada de tenerlo, independientemente de haber recibido un diagnóstico formal.

Vulnerabilidad psicosocial

La categoría “vulnerabilidad psicosocial” se incorpora para incluir a las personas que han
recibido un diagnóstico relacionado con la salud mental o que se identifican con este
término.

Es importante usar el término “discapacidad” solo en este contexto, porque subraya los
obstáculos que dificultan la participación plena y efectiva en la sociedad de las personas
con deficiencias reales o percibidas, así como la protección que se les confiere en la
Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, no usarlo como
“etiqueta”, ya que implica estigmatizar a la persona. Recordar que el Artículo 3ro de Ley
nacional de salud mental establece que se debe partir de la idea de la capacidad de las
personas con padecimientos mentales y no lo contrario.

Las personas con trastornos preexistentes, tales como psicosis, discapacidad intelectual o
epilepsia, se tornan aún más vulnerables debido al desplazamiento, al desamparo y a la
ausencia de cuidados.

El consumo de alcohol o de drogas plantea graves riesgos en materia de salud y de


violencia de género, y que es un padecimiento de SM que se presenta con un grado cada
vez mayor de vulnerabilidad psicosocial y de complejidad.

El trabajo consiste en colaborar con las personas afectadas para que logren recobrar el
equilibrio en la medida de lo posible, bajo el entendido de que cuentan con recursos propios
y que, poniéndolos en práctica, podrán recuperar el control sobre sus vidas más fácilmente.

El trabajo de asistencia se fundamenta en los siguientes seis principios: ante todo, no


dañar; promoción de derechos humanos (DDHH) y equidad; participación; aprovechar los

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recursos y capacidades disponibles; sistemas de apoyo integrados; y apoyos en múltiples
niveles.

1- Con sujetos dañados, no provocar más daño, sino construir espacios de protección.
2- Procurar equidad y derechos: procurar un trato igualitario, preservar los derechos y
evitar toda forma de discriminación.
3- Aprovechar los recursos y capacidades disponibles: las personas y comunidades
afectadas suelen contar con recursos para proteger su SM . Fomentar los recursos de
las comunidades locales, su auto organización y capacidades de autoayuda.
4- Sistemas de apoyo integrados: en lo posible, es preciso que las actividades estén
integradas en sistemas más amplios (por ejemplo, mecanismos existentes de apoyo
comunitario, sistemas de educación, servicios generales de salud, etc.)
5- Apoyos en múltiples niveles: las personas resultan afectadas de diferentes maneras
y requieren diferentes tipos de apoyo complementarios.
6- ¿Todas las personas tienen habilidades para prestar ayuda profesional a quienes
presentan problemas de SM? Como miembros de equipos que trabajamos en casos
de alta vulnerabilidad, la tan humana e intuitiva tendencia a prestar ayuda debe
acompañarse de conocimientos y herramientas que faciliten la eficiencia y que
protejan tanto a las personas destinatarias de la ayuda como a las que la proveen.

Un abordaje respetuoso y responsable requiere necesariamente revisar y trabajar de manera


personal y con cada equipo de trabajo la posición que se tiene asumida respecto de los
siguientes conceptos básicos:

Estigma

El estigma es uno de los principales generadores de sufrimiento según el testimonio de


personas con problemas de SM.

Comprender los mecanismos que subyacen a este fenómeno, así como nuestro rol para
prevenirlo y afrontarlo es uno de los principales servicios que podemos brindar a las
personas para las que trabajamos.

Vulnerabilidad

El concepto de vulnerabilidad hace referencia a la posibilidad de ser lastimado. Los planes


de cuidado suelen contemplar medidas específicas para que las personas con más
posibilidades de ser lastimadas sean protegidas.

Estos colectivos suelen ser formados por:

 Niños, niñas y adolescentes.


 Mujeres (embarazadas).

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 Personas con enfermedades crónicas o con discapacidad.
 Integrantes del colectivo LGTBIQ.
 Personas con problemas de SM.
 Personas pertenecientes a minorías étnicas o a cualquier minoría alejada de los
centros de poder.

Estigma

La palabra “estigma” proviene del griego clásico y hace referencia a una marca grabada con
hierro candente o a cortes realizados en el cuerpo de una persona para simbolizar el castigo
por un delito o su condición de esclavitud.

De esta forma se indicaba que la persona debía ser evitada.

Hoy en día, la estigmatización es un proceso sociocultural a través del cual los miembros de
un grupo marginado son etiquetados como no dignos de aceptación.

Para lograrlo, el estigma utiliza un atributo de la persona, por ejemplo, su orientación


sexual, lo etiqueta como negativo y lo utiliza como la base en torno a la cual se establece
una diferencia desacreditante.

El estigma no se halla en el interior de las personas, sino que consiste en una etiqueta que
otros, dentro de un sistema de relaciones de poder, imponen.

El estigma es un proceso de construcción dinámico que se manifiesta en tres aspectos del


comportamiento social: estereotipos, prejuicios y discriminación.

Estereotipos

Los estereotipos hacen referencia a las estructuras de conocimiento aprendidas por la


mayoría de la sociedad sobre diferentes grupos; son, por lo tanto, la dimensión cognitiva
del estigma.

Con relación a los trastornos mentales, los estereotipos suelen incluir responsabilizar a la
propia persona por el padecimiento de su problema de SM y considerarla peligrosa,
incompetente, impredecible y/o incapaz de realizar tareas básicas, así como de ejercer
autocontrol.

Por ejemplo: Un vecino piensa que las personas con problemas de SM son alteradas o están
fuera de sí, dice que son desquiciadas.

Prejuicio

Cuando las personas aceptan y generan reacciones emocionales negativas hacia ese grupo,
se produce el prejuicio.

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Este se puede definir como aquella actitud hostil o de desconfianza hacia una persona que
pertenece a un grupo simplemente debido a su pertenencia a dicho grupo.

En el caso del trastorno mental, estas emociones suelen ser de miedo, temor, desconfianza,
rechazo, etc. Los estereotipos y prejuicios pueden llevar a la discriminación, que hace
referencia a los comportamientos de rechazo hacia ese grupo.

Para las personas con diagnóstico de trastorno mental, esto puede suponer mayores
dificultades para acceder a la educación, al trabajo o la vivienda, limitación en las
relaciones sociales y de pareja, entre otras.

Por ejemplo: Este vecino piensa que, dado que Juanita tiene un problema de salud mental
llamado ansiedad, es desquiciada y por tanto no debería estar en la fila para comprar
alimentos con las demás personas.

Discriminación

La discriminación se constituye en acciones de rechazo hacia la persona o grupo, basadas


en prejuicios y estereotipos.

Por ejemplo: El vecino pide que Juanita sea retirada de la fila porque puede entorpecer la
distribución de alimentos, por lo que se la debería atender en otro lugar.

Si, ante la reacción del vecino, el resto de las personas apoyan la petición y Juanita es
atendida por separado, entonces se estaría intensificando el estigma y es probable que
Juanita quede aislada y sienta que es su responsabilidad.

El estigma asociado a problemas de SM opera en tres niveles: estructural, social y personal.


Veamos en qué consiste cada uno de ellos:

El estigma estructural forma parte de las instituciones, imponiendo barreras que


restringen la participación de un grupo de personas en la sociedad; se relaciona con el nivel
macro del sistema. Hace referencia a las reglas, leyes y procedimientos políticos que
aplican las entidades públicas y privadas en posiciones de poder para restringir los
derechos y oportunidades de las personas estigmatizadas.

Esto permite legitimar las diferencias de poder entre personas con y sin trastorno mental y
perpetuar a gran escala las desventajas y la exclusión social.

El estigma social hace referencia a que parte de la población general está respaldada por
grandes grupos sociales, actúa en función de los estereotipos imperantes sobre los
trastornos mentales. El estigma social en salud mental implica que las personas con
diagnóstico de trastorno mental se enfrentan a los estereotipos y prejuicios que resultan
de las ideas erróneas sobre éste.

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Como resultado, se ven privadas de las oportunidades que definen una vida de calidad.

El estigma personal es aquel experimentado por la propia persona estigmatizada y podría


definirse como el proceso de interiorización de aquellos mensajes negativos, estereotipos y
prejuicios presentes en la sociedad relativos a una etiqueta. Aparece debido a la existencia
de los estigmas estructural y social, puesto que quien tiene un trastorno mental pertenece a
la misma sociedad que estigmatiza a las personas con problemas de salud mental y
desarrolla los mismos estereotipos y prejuicios hacia este colectivo.

Las personas estigmatizadas a causa de sus problemas de SM pueden:

 Albergar sentimientos negativos sobre sí mismas, manifestar comportamientos


desadaptativos y sufrir una transformación de la identidad.
 Llegar a sentir vergüenza de ser portadoras del rasgo con base en el cual son
excluidas; y, como consecuencia, corren mayor riesgo de aislamiento.
 Llegar a aislarse, lo que dificulta, por ejemplo, la búsqueda de ayuda, el acceso a
nuevas oportunidades y sentirse apreciadas.
 Sentirse culpables de su situación y llegar a creer que es normal que no logren la
misma atención que los demás e incluso que merecen ser castigadas.
 Dado que el estigma es un estresor, pueden sufrir estrés crónico, con el consecuente
impacto en la salud mental y física. El estigma internalizado está asociado a la
depresión, a una menor autoestima y a un empeoramiento de los síntomas.

La respuesta de los equipos ante el estigma puede prevenir la aparición y el deterioro de los
problemas de SM de las personas que atienden. En este sentido, quienes trabajamos en este
campo podemos:

 Aplicar los códigos éticos en el ejercicio del poder que nuestro rol nos otorga.
 Identificar nuestros propios prejuicios y estereotipos.
 Preguntarnos si estamos contribuyendo al fortalecimiento de estigmas con nuestras
palabras y posibles actos discriminatorios.
 Poner en práctica habilidades de comunicación específicas para la interacción con
personas vulnerables en situaciones de gran estrés.
 Contar con habilidades de alto nivel en la gestión del propio estrés para proteger
nuestra propia SM, así como para prevenir comportamientos poco profesionales
ante personas que en un momento de alta tensión no son capaces de expresarse de
forma apropiada.
 Evitar interpretar la falta de diplomacia de una persona estresada como un ataque
personal.
 Aplicar los principios y herramientas propuestos en este curso.

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Vela por la dignidad de todas las personas a las que atiendes
Tomate el tiempo necesario para escuchar y comprender lo que cada una necesita.
Brindarles acceso a vestimenta adecuada y a espacios privados, brindar alimentación
adecuada, un trato respetuoso, contención, etc. son formas de salvaguardar su dignidad.

Lucha contra el estigma

Lucha contra el estigma, los estereotipos, los prejuicios y la discriminación.


Comparte información basada en evidencias con respecto a los problemas de SM.
Desmiente información errónea, como supersticiones; obra con el ejemplo, no dejes pasar
muestras de discriminación como si no fueran contra ti.

Aplica la confidencialidad

Explica a la persona a la que atiendes que lo que cuente no será revelado a terceros en tanto
estos o la propia persona no sufran peligro.

Cero agresiones

No emplees ni consientas la coacción ni la violencia (física ni psicológica), incluso si la


persona que atiendes reacciona de una forma inadecuada o inesperada.

Es posible

Emplea la Cultura del “sí” y del “es posible”.


La cultura del sí plantea que, antes de responder con un NO automático a lo que pide una
persona o grupo determinado, es necesario reflexionar, analizar y considerar de qué formas
junto a ella(s) se puede dar respuesta a esa necesidad.

En el caso de grupos vulnerables, como las personas con problemas de SM, es aún más
importante la práctica de la cultura del sí debido a que el rechazo puede deberse más al
estereotipo (“son personas que no tienen la capacidad de tomar decisiones”) que a la
solicitud misma. Sin embargo, ello no debe entenderse como una posición permisiva, sino
como una intención de ayudar a construir oportunidades dentro del marco de contención
que debe brindar cada dispositivo. Recordar que “contener” es proteger, y que contener es
“mantener algo o alguien dentro de ciertos límites”.

Lic. Horacio Ligoule


Director General de Asistencia
Secretaría de Salud Mental y Adicciones –MSP-

* Fuente: OPS (Organización Panamericana de la Salud)

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Bibliografía consultada:

 Asamblea General de la ONU. (1948). Declaración Universal de los Derechos


Humanos (217 [III] A). París: ONU. Asociación Esfera (2018). Manual Esfera:
Carta Humanitaria y normas mínimas para la respuesta humanitaria (4ta ed.).
 Ginebra: Practical Action Publishing. Comité Permanente entre Organismos
(IASC). (2007).
 Guía del IASC sobre salud mental y apoyo psicosocial en situaciones de
emergencia. Ginebra: IASC. Equipo de tareas sobre la inclusión de las personas -
IASC. (2019).
 Directrices del Comité Permanente entre Organismos IASC sobre la inclusión de las
personas con discapacidad en la acción humanitaria. Ginebra: IASC. 5 Grupo de
Referencia del Comité Permanente entre Organismos (IASC) para la Salud Mental.
(2017).
 Un marco común de seguimiento y evaluación para la salud mental y el apoyo
psicosocial en situaciones de emergencia, IASC. Ginebra: IASC. Mead, S., Hilton,
D., & Curtis, L. (2001).
 Peer support: a theoretical perspective. Psychiatric Rehabilitation Journal 25(2),
134-141. Morales Domínguez, F., Moya Morales, M., Gaviria Stewart, E.,
Cuadrado Guirado, I. (2007).
 Psicología social (3ra ed.). Madrid: McGraw-Hill Interamericana de España.
Muñoz, M., López, A., González, S., & Ugidos, C. (2020).
 Guía de buenas prácticas contra el estigma. Valencia: REPROEXPRES ediciones.
Naciones Unidas, Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios. (2019).
 Guía para gobiernos. Acción humanitaria internacional. Washington: OCHA.
Organización de las Naciones Unidas. (2006).
 Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
Nueva York: ONU. Organización Mundial de la Salud. (2015).
 Evaluación de necesidades y recursos psicosociales y de salud mental: guía de
herramientas para contextos humanitarios. Ginebra: OMS. Organización Mundial de
la Salud. (2015).
 Instrumento de calidad y derechos de la OMS: evaluando y mejorando la calidad y
los derechos humanos en los establecimientos de salud mental y de apoyo social.
Santiago: Escuela de Salud Pública Dr. Salvador Allende, Facultad de Medicina,
Universidad de Chile. Organización Mundial de la Salud. (2016).
 Enfrentando Problemas Plus (EP+). Ayuda psicológica individual para adultos con
problemas de angustia en comunidades expuestas a la adversidad. Ginebra: OMS.
Organización Mundial de la Salud. (2019).

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 Legal capacity and the right to decide. WHO QualityRights Core training: mental
health and social services. Course guide. Ginebra: OMS. Organización Mundial de
la Salud. (2019).
 Person-centred recovery planning for mental health and wellbeing self-help tool.
WHO Quality Rights. Ginebra: OMS. Organización Mundial de la Salud. (2021).
 Guidance on community mental health services: promoting person-centred and
rights-based approaches. Ginebra: OMS. Organización Mundial de la Salud. (2022).
 Entendiendo y actuando contra el estigma en salud mental en contextos de salud.
Organización Panamericana de la Salud.
https://www.campusvirtualsp.org/es/curso/entendiendo-y-actuando-contra-el-
estigma-ensalud-mental-en-contextos-de-salud-2022 6 Organización Mundial de la
Salud. (2022).
 Salud mental, recuperación e inclusión comunitaria. Organización Mundial de la
Salud. https://www.who.int/teams/mental-health-and-substanceuse/policy-law-
rights/qr-e-training Organización Mundial de la Salud. (2022).
 World mental health report: transforming mental health for all. Ginebra: OMS.
Organización Panamericana de la Salud. (2010).
 Apoyo psicosocial en emergencias y desastres. Guía para equipos de respuesta.
Washington: OPS. Organización Panamericana de la Salud. (2016).
 Guía de intervención humanitaria mhGAP (GIH-mhGAP). El manejo clínico de los
trastornos mentales, neurológicos y por uso de sustancias en las emergencias
humanitarias. Washington, DC: OPS. Organización Panamericana de la Salud.
(2020).
 COVID-19: Intervenciones recomendadas en Salud Mental y Apoyo Psicosocial
(SMAPS) durante la pandemia. Washington: OPS. Proyecto de Brookings - Bern
sobre desplazamiento interno. (2011).
 Directrices operacionales del IASC sobre la protección de las personas en
situaciones de desastres naturales. Baltimore: IASC. Unidad de Salud Mental y Uso
de Sustancias, y Departamento de Preparativos para Situaciones de Emergencias y
Socorro en Casos de Desastres. (2016).
 Guía técnica de salud mental en situaciones de desastres y emergencias.
Washington: OPS. Unión Interparlamentaria y Naciones Unidas (Oficina del Alto
Comisionado para los Derechos Humanos). (2016).
 Derechos humanos. Manual para parlamentarios Nº 26. Ginebra: UIP - ACNUDH.

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