Nos colocaremos de rodillas con el rostro hacia el Este y frente a un
triángulo de velas encendidas, uno de cuyos vértices estará también orientado al Este. Colocaremos un vaso con agua en el centro del triángulo. Dentro del vaso pondremos un crucifijo –con el Cristo vivo y con la pierna derecha encima de la izquierda– y una rosa. Pondremos los brazos sobre el pecho, el brazo derecho sobre el brazo izquierdo, e iniciaremos una oración a nuestro Padre interno para que nos invoque al divino Ángel Anael. Entonces diremos:
«Padre mío, tú que eres la verdad en mí, mi Real Ser, mi Dios
interior, te ruego que en estos momentos me invoques al Venerable Ángel Anael para que concurra aquí y ahora y escuche mis súplicas. Te lo ruego en el nombre del Cristo, por el poder del Cristo, por la majestad del Cristo».
«Bendito Ángel Anael, Glorioso Ángel Anael.
¡Os invocamos, os llamamos! Por la gloria de Cristo, por el amor de Cristo, por la caridad de Cristo... ¡Concurrid, concurrid, concurrid!».
Y pronunciamos una vez el mantram ANTÍA DA UNA SASTAZA.
Esta invocación se realizará un total de tres veces junto con el mantram. Ahora, con los brazos en cruz y las palmas de las manos hacia arriba, seguiremos la oración profundamente concentrados, suplicando de corazón aquello que más necesitamos ante el bendito Ángel Anael, rogándole siempre todo tres veces en el nombre del Cristo. Por ejemplo:
«Venerable Ángel Anael: Te he invocado con humildad para
suplicarte una poderosa ayuda. Te ruego que me instruyas físicamente e internamente para ser casto. Dame comprensión profunda de todos mis estados de lujuria para poder eliminarlos, dame luz, fuerza y voluntad para sobrepasar estos estados y no perder mis energías sexuales. Ayúdame a no tener poluciones nocturnas. Dame comprensión y ayúdame a respetar al sexo contrario y a ser casto en pensamiento, sentimiento y obra; purifica mi mente. Ayúdame, divino Ángel Anael, a respetar a la Madre Divina y a su divino esposo, el Espíritu Santo, y a sus energías sagradas dentro de mí. También te ruego que por caridad alejes de mí toda recurrencia sexual negativa, y en modo especial las que me puedan sacar de este Camino. Te lo ruego en el nombre del Cristo, por el poder del Cristo, por la majestad del Cristo».
A continuación repetiremos tres veces el mantram OM SEA FUERZA.
Una vez terminada la oración y el mantram, seguimos con los brazos extendidos formando con el tronco una cruz, y repetiremos esta oración un total de tres veces. Al finalizar, se cruzarán los brazos sobre el pecho, el brazo derecho sobre el izquierdo. Y diremos: «¡Cúmplase, realícese, materialícese! En el mundo físico y en los mundos internos, siempre de acuerdo a la caridad universal y a la misericordia divina, y en el nombre de Cristo. ¡Que así sea, que así sea, que así sea!». Y, dirigiéndonos al Padre, diremos: «Ahora, Padre mío, te ruego que des las gracias en lenguaje divino al Venerable Ángel Anael por haberse dignado a escucharme». Ahora pronunciaremos tres veces el mantram AUM –que se pronuncia AOM–: AAAAAOOOOOMMMMM AAAAAOOOOOMMMMM AAAAAOOOOOMMMMM. «Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo».
Finalizaremos el trabajo haciendo la Cruz Gnóstica –la cruz dentro
del círculo–, y una vez finalizada podremos bendecir el agua contenida en el vaso y tomarla. Este trabajo teúrgico se recomienda hacerlo diariamente, durante varios meses, hasta obtener los resultados deseados.
Recomendaciones opcionales: Antes de iniciar podemos colocar un Pentagrama cerca de la puerta de la habitación con las puntas inferiores dirigidas hacia esa puerta.