Está en la página 1de 7

Rosario de las Santas Llagas de

Nuestro Señor Jesucristo


» Oraciones » Rosario de las Santas Llagas de Nuestro Señor Jesucristo
5 Minutos de lectura

Este es el Rosario de las Santas Llagas de Nuestro Señor Jesucristo. Nuestro


Señor mismo enseñó estas dos invocaciones a la Hermana María Marta
Chambón. Nuestro Señor se dignó hacerle, en favor de las almas que rezaren
dichas invocaciones, promesas consoladoras y regaladísimas. Escuchemos al
Divino Maestro:

«Concederé todo cuanto se me pida con la invocación de mis Santas Llagas.»

«Es necesario propagar esta devoción.»


«Debéis repetir con frecuencia cerca de los enfermos esta aspiración: Jesús mío,
perdón y misericordia por los méritos de Vuestras Santas Llagas. Esta oración
aliviará a su alma y a su cuerpo.

“Muchas personas experimentarán la eficacia de esta aspiración.»

«El pecador que dijese la oración siguiente ´Padre eterno, yo os ofrezco las
Llagas de Nuestro Señor Jesucristo para curar las de nuestras almas´ obtendrá su
conversión.»

«No habrá muerte para el alma que expire en mis Llagas. Ellas dan la verdadera
vida.»

«Un alma que durante su vida ha honrado y aplicado las Llagas de Nuestro Señor
Jesucristo, ofreciéndolas al Padre Eterno por las almas del Purgatorio, será
acompañada en el momento de su muerte por la Santísima Virgen María y los
Ángeles, y Nuestro Señor Jesucristo en la Cruz, resplandeciente de gloria, la
recibirá y la coronará.»

Modo de rezar el Rosario de las Santas


Llagas de Nuestro Señor Jesucristo
Se usa el rosario ordinario, acompañando la oración vocal con la meditación. Lo
ideal es rezarlo ante algún crucifijo que inspire más devoción para que lo
contemples y beses la llaga correspondiente. Además de las peticiones que aquí
se proponen, puedes hacer otras que te inspire el Señor y que correspondan mejor
a vuestra espiritualidad y circunstancia.

El romano pontífice Pio XI, el 16 de Enero de 1924 concedió 300 días de


indulgencia cada vez que se pronuncien con los labios o con el pensamiento estas
jaculatorias.

La Congregación para la doctrina de la Fe, con decreto del 23 de marzo de 1999,


ha establecido que: “Se concede a las religiosas del monasterio de la Visitación ,
así como a las personas que deseen orar en unión con ellas, la facultad de venerar
la Pasión de Cristo con las plegarias siguientes, que corresponden a las
invocaciones sugeridas por la Sierva de Dios Sor María Martha Chambón”.
Por la señal de la santa Cruz ♰ de nuestros enemigos ♰ líbranos, Señor, Dios
nuestro ♰ En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo ♰ Amén.

V.- Jesús, divino Redentor, sé misericordioso con nosotros y con el mundo


entero.
R.- Amen.

V.- Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten misericordia de nosotros y del
mundo entero.
R.- Amen.

V.- Eterno Padre, muéstranos tu misericordia por la sangre de tu querido Hijo. Te


lo suplicamos, muéstranos tu misericordia.
R.- Amen.

Primera Decena: Llagas de los pies

Señor mío crucificado, adoro las Sagradas Llagas de tus pies. Por
el dolor que en ellas sufriste y por la sangre que derramaste, concédeme la gracia
de evitar el pecado y de seguir constantemente, hasta el fin de mi vida, el camino
de las virtudes cristianas.

En la cuenta del Padrenuestro: Padre Eterno, te ofrezco las Llagas de Nuestro


Señor Jesucristo, para sanar las de nuestras almas.
En las cuentas del Avemaría: Jesús mio, piedad y misericordia por los méritos
de tus santas Llagas.

Al finalizar la decena se repite tres veces: Padre Eterno, te ofrezco las Llagas
de Nuestro Señor Jesucristo, para sanar las de nuestras almas.

Segunda Decena: Llaga del sagrado costado

Señor mío crucificado, adoro la llaga de tu sagrado costado. Por la


sangre, que en ella derramaste, te ruego enciendas en mi corazón el fuego de tu
divino amor y me concedas la gracia de amarte por toda la eternidad.

En la cuenta del Padrenuestro: Padre Eterno, te ofrezco las Llagas de Nuestro


Señor Jesucristo, para sanar las de nuestras almas.

En las cuentas del Avemaría: Jesús mio, piedad y misericordia por los méritos
de tus santas Llagas.

Al finalizar la decena se repite tres veces: Padre Eterno, te ofrezco las Llagas
de Nuestro Señor Jesucristo, para sanar las de nuestras almas.

Tercera Decena: Llaga de la mano izquierda


Señor mío crucificado, adoro la llaga sagrada de tu mano
izquierda. Por el dolor que sufriste y la sangre que derramaste, te ruego que no
me encuentre a tu izquierda con los condenados en el día del juicio final.

En la cuenta del Padrenuestro: Padre Eterno, te ofrezco las Llagas de Nuestro


Señor Jesucristo, para sanar las de nuestras almas.

En las cuentas del Avemaría: Jesús mio, piedad y misericordia por los méritos
de tus santas Llagas.

Al finalizar la decena se repite tres veces: Padre Eterno, te ofrezco las Llagas
de Nuestro Señor Jesucristo, para sanar las de nuestras almas.

Cuarta Decena: Llaga de la mano derecha

Señor mío crucificado, adoro la llaga sagrada, de tu mano derecha.


Por el dolor que en ella sufriste y la sangre que derramaste, te ruego que bendigas
y me conduzcas a la vida eterna.

En la cuenta del Padrenuestro: Padre Eterno, te ofrezco las Llagas de Nuestro


Señor Jesucristo, para sanar las de nuestras almas.

En las cuentas del Avemaría: Jesús mio, piedad y misericordia por los méritos
de tus santas Llagas.
Al finalizar la decena se repite tres veces: Padre Eterno, te ofrezco las Llagas
de Nuestro Señor Jesucristo, para sanar las de nuestras almas.

Quinta Decena: Llagas de la cabeza

Señor mío crucificado, adoro las llagas de tu santa cabeza. Por el


dolor que en ellas sufriste y la sangre que derramaste, te ruego me concedas
constancia en servirte a ti y a los demás.

En la cuenta del Padrenuestro: Padre Eterno, te ofrezco las Llagas de Nuestro


Señor Jesucristo, para sanar las de nuestras almas.

En las cuentas del Avemaría: Jesús mio, piedad y misericordia por los méritos
de tus santas Llagas.

Al finalizar la decena se repite tres veces: Padre Eterno, te ofrezco las Llagas
de Nuestro Señor Jesucristo, para sanar las de nuestras almas.

Oración a la Virgen
Dolorosa

Oh Madre afligida, Oh
corazón virginal
desgarrado, por las
llagas de tu hijo,
dígnate admitir este
pequeño recuerdo de
sus sufrimientos en
unión con lo que tu
misma has padecido.
Ofrezco este homenaje
a tu hijo Jesús y por tu
santa y poderosísima
intercesión espero que
mis oraciones y
suplicas sean
escuchadas por Él.
Amén.
Se recomienda finalizar
rezando tres Aves
Marías

También podría gustarte