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ANAMORFOSIS

Antonio García Villarán


CREA 13
2023
¿Qué es la
Anamorfosis?
Una anamorfosis o
anamorfismo es una
deformación reversible de una
imagen producida mediante un
procedimiento óptico (como por
ejemplo utilizando un espejo
curvo), o a través de un
procedimiento matemático. Es
un efecto perspectivo utilizado
en arte para forzar al observador
a un determinado punto de vista
prestablecido o privilegiado,
desde el que el elemento cobra
una forma proporcionada y clara.

La anamorfosis fue un método


descrito en los estudios de Piero
della Francesca sobre
perspectiva.
Historia de la anamorfosis.
La técnica de la anamorfosis está fundamentada en las matemáticas y su historia empezó
siguiendo un camino paralelo a el de la pintura. A medida que se sucedieron los siglos esta curiosa
técnica expandió su campo de aplicación a otros como el de la escultura, la publicidad e incluso la
música.

A lo largo de la historia fue usada por numerosos artistas de diferentes culturas (tanto la oriental
como la occidental), y de distintas aplicaciones, desde el entretenimiento hasta una muestra de
alto intelecto. Pero sobre todo su función mas importante en la historia fue la de impactar al publico
con una visión diferente y totalmente nueva, rompedora que no se acostumbra a ver y que solo
puedes ver desde una posición.

Las personas que han utilizado esta técnica, debido a su complejidad, son personas que dominan
perfectamente la rama artística y las matemáticas.

La anamorfosis comenzó siendo una sencilla técnica de distorsión de perspectiva por escala (falso
anamorfismo) pero a medida que pasaba el tiempo se fue complejizando llegando a crear efectos
extremadamente complejos, y también extremadamente útiles; pasa de ser una técnica para que “los
intelectuales se luzcan “ a un recurso meramente funcional.
Trampantojos.
Un trampantojo (o «trampa ante el ojo», también llamado
trompe-l'œil, expresión francesa que significa que «engaña el
ojo») es una técnica pictórica que intenta engañar la vista
jugando con la perspectiva y otros efectos ópticos.
Los trampantojos suelen ser pinturas murales realistas
creadas deliberadamente para ofrecer una perspectiva falsa.
Pueden ser interiores (que representan muebles, ventanas,
puertas o escenas más complejas) o exteriores, en muros de
edificios.

También pueden encontrarse trampantojos pintados en mesas


(aparentando naipes dispuestos para una partida, por
ejemplo) u otros muebles.

A pesar de que los trampantojos son más propios de la


pintura también existen famosos «engaños» en arquitectura,
algunos de los más conocidos son la Scala Regia en el
Vaticano, de Gianlorenzo Bernini, o la Galería Spada del
Palazzo Spada de Francesco Borromini. En estos casos se
trata de contrarrestar ciertas impresiones o modificar la
percepción del espacio mediante efectos arquitectónicos,
como variar la altura de las columnas para conseguir, en el
caso de la escalera, que ésta parezca mucho más profunda.

Las imágenes que ves aquí son de John Pugh, un artista


actual especializado en murales del tipo trompe l´oeil tanto en
espacios exteriores como interiores.
Esta manera de trabajar se enseña en Universidades y Escuelas de todo el
mundo. Aquí te muestro algunos trampantojos de la Facultad de Bellas Artes de
Sevilla.
Vista frontal.
Vista lateral.
La imagen de arriba es la
original. Es una pared de
ladrillos vistos. En las imágenes
de abajo se aprecian los
trampantojos en los que se crea
la ilusión de un hueco en la
pared, palos incrustados y un
banco con un periódico.
Claustro de la Iglesia que la Corona; La Trinidad de los
Montes, Roma, 1495.
Anamorfosis sin perspectiva.

En esta representación del siglo XII, que


no posee perspectiva óptica, el castillo
se encuentra empequeñecido por los
guerreros y los barcos situados en la zona
superior del cuadro. Supuestamente se
hallan muy distantes en el horizonte pero
son tan grandes como los situados en
primer término.

No existe anamorfosis en el plano


cartesiano ni siquiera por causa de la
perspectiva óptica.

Se trata de un dibujo en el que la


representación de la imagen no es
reversible, ya que no se realizó para que lo
fuese. Sus principios plásticos son
simbólicos, y no puramente estéticos.
Los
Embajadores.

El cuadro de Los
Embajadores de
Hans Holbein el
Joven de 1533
contiene a los pies
de la tabla la
anamorfosis de
una calavera,
como ejemplo de
vanidad.

Está pintada de
manera que sólo
podemos
reconocerla con
una vista rasante.
Para corregir la deformación y poder observar la calavera sin la utilización de un medio informático,
nos podemos valer del dorso de una cuchara. De esta manera manera el reflejo sobre la superficie
curva y reflectante de la cuchara corrige el efecto de la perspectiva en la pintura.
Bernhard Riemann estudió la
representación de las
imágenes en los espacios
curvos.

Georg Friedrich Bernhard


Riemann (Breselenz,
Alemania, 17 de septiembre
de 1826 - Verbania, Italia, 20
de julio de 1866) fue un
matemático alemán que
realizó contribuciones muy
importantes en análisis y
geometría diferencial, algunas
de ellas allanaron el camino
para el desarrollo más
avanzado de la relatividad
general.

Laurente, 1630. El cuadro en sí


está distorsionado por completo.
Pero cuando se mira por un espejo
en forma de tubo de quinqué las
imágenes retornan a su forma
normal. El artista al pintar no mira
directamente la realidad sino que lo
hace guiado solamente por lo que
se refleja en un espejo curvo.
Samuel Marolois recoge en
su tratado de perspectiva de
1630 el método de
Laurente publicado por
Danti y lo aplica al siguiente
dibujo de un perro.

Primero se ve el dibujo
original cuadriculado, y
después el mismo dibujo
alargado en sentido
horizontal en una proporción
mayor de 3 a 1. Si miramos
esta figura desde el lateral
derecho con el ojo muy
cerca del dibujo,
observaremos que se
produce un acortamiento de
la figura en sentido
horizontal y, al mismo
tiempo, veremos converger
hacia la izquierda las líneas
horizontales de la
cuadrícula.

Sólo viéndola desde el


infinito, se obtiene una
restitución semejante a la
imagen original.
El Retrato anamórfico de Eduardo VI fue pintado en 1546
por William Scrots y se conserva en la National Portrait
Gallery de Londres.
Este es un ejemplo sencillo, pero de gran interés por ser de los primeros ejemplos conocidos. Es una
cara de niño llevada a cabo por Leonardo da Vinci hacia 1485. Para contemplar correctamente la
imagen, basta situarse en el borde derecho de la pantalla.
Este otro ejemplo es una
anamorfosis de Edward Schon
(discípulo de Durero) titulada "¿Qué
veis?". Si se ve desde el ángulo
apropiado (desde el borde izquierdo
de la pantalla) se ve a un hombre
moviendo el vientre y detrás una
cabra. No es fácil, aunque se ve
mejor si se imprime y se observa
desde el papel.
Obra de Schon, de 1525, titulada "Los retratos
secretos". El primero y el tercero, Carlos V y Paulo III,
deben mirarse desde la izquierda. Los otros dos,
Fernando I y Francisco I, desde la derecha.
Estos son dos ejemplos, muy similares entre sí, de otro tipo de anamorfosis. Ambas se
realizaron en el S. XIX, la primera por J.W. Schwenk y la segunda, de un edificio de
Philadelphia, por William Mason. Para verlas bien habría que poner la nariz en la marca
semicircular que aparece en la parte inferior (como puede verse en la segunda imagen). Puede
conseguirse un efecto parecido centrando verticalmente las imágenes en la pantalla y
poniéndose de pie.
Esta oreja ("La oreja perdida") fue símbolo de una
muestra que tuvo lugar en 1982 en el Centro
Pompidou de París sobre el entorno sonoro del
hombre. Contemplándola desde el borde derecho de la
pantalla se reduce el efecto de la deformación.
Dos ejemplos de anamorfosis dobles. Para ver todas las posibilidades hay que mirar las imágenes,
primero desde el borde izquierdo de la pantalla y después desde el borde superior. La primera imagen
(tomada de un pasatiempo) es más sencilla pero contiene al menos un par de errores. En cuanto a la
segunda, tiene un formato original, y por su mayor dificultad, basta colocar el ratón sobre ella para ver
las palabras que esconde.
Suma de ciertas cifras con una
representación en anamorfósis.
EJEMPLOS EN LA
SOCIEDAD.

En los campos deportivos


se está haciendo cada vez
más frecuente el uso de
anamorfosis en los
carteles publicitarios.
Vemos una imagen tomada
de televisión (de ahí su
mala calidad) de un partido
de la liga ACB de
baloncesto donde aparece
un anuncio de la página
web de la propia liga. El
árbitro parece estar subido
en un anuncio que en
realidad es plano. Debajo
encontramos otro ejemplo
en el que se observa el
aspecto real de un rótulo
de este tipo, ya que la foto
está tomada desde un
ángulo diferente (opuesto
en realidad) al del lugar
donde está situada la
cámara principal.
Otro ejemplo muy
interesante de uso de
anamorfosis es la
utilizada en la botella del
vino de New Age, de
Valentín Bianchi, que
tiene impresa en la parte
interior de la etiqueta.

Se trata de la imagen
desproporcionada de un
rostro de mujer.
Con la botella llena,
dicho rostro adquiere,
gracias al efecto de lente
que produce el líquido,
proporciones normales.
(Ejemplo facilitado por Claudio
Sánchez que incluye más información
en su web de divulgación de Física).
Ross McBride es un diseñador americano
afincado en Japón. Especializado en diseño de
muebles y productos, el interés en su trabajo se
basa sobre todo en sus "tazas anamórficas", en
las cuales el texto que aparece en el plato
desfigurado se lee correctamente al reflejarse en
la taza, como puede verse en los siguientes
ejemplos.
Anamorfosis en un espejo cilíndrico del dibujo de una silla.
ANAMORFÓSIS
CATÓPTRICA.

Estas imágenes son trazables


desde la cultura china antigua y
aparecen en diferentes lugares
y épocas.
Así, un registro de las técnicas
para construir figuras
anamórficas cilíndricas se
encuentra en “La Perspective
Curieuse” (Nicerón s. XVII): la
figura cuadriculada original es
trasladada cuadro por cuadro a
una representación polar (hoy
conocida como anamorfosis
aproximada).
Otra técnica que requiere
mucha más habilidad es la de
dibujar mirando directamente al
espejo, de modo que la mano
trace la figura deformada
mientras es observada
dibujando correctamente. Dalí
tiene un par de acuarelas,
“Caballero con Mariposa” y
“Arlequín”, pintadas de esa
manera y con el título genérico
de “Anamorfosis”.
Mario Bettini, "L'Oeil du cardinal Colonna",
1642.
Johann Michael Burucker, Anamorfosis cilíndrica, 1800 (aprox.)
Frontispicio de la obra de
Nicéron, Jean François
La perspective curieuse
Avec L’optique et la
catoptrique du R. P.
Mersenne, 1663.
Una de las más espectaculares anamorfosis puede verse en el Museo de Bellas Artes de Rouen. Fue
pintada por el italiano Domenico Piola en pleno XVII, rindiendo homenaje al pintor más barroco:
Rubens.
El ilustrador Itsván Orosz posee unas formidables anamorfosis cilíndricas, como por ejemplo la magnífica
Jules Verne (1983), donde a priori se observa un paisaje rocoso, helado, los restos de un naufragio, unos
exploradores, pero al colocar un espejo cilíndrico en el lugar del sol, aparece reflejado el rostro de Jules
Verne, escondido tras el paisaje de “La isla misteriosa”.
Otra bellísima
anamorfosis cilíndrica
de Orosz es Edgar
Allan Poe: The Raven
(2007), en donde tras
un impresionante
cuervo se esconde la
inconfundible figura
de Poe.
Anamorfosis cónica.
Juego de 12 anamorfosis cilíndricas y 24 cónicas, con espejos y estuche de madera,
atribuido al taller de física de Van Musschenbroek, firmado "AvM". Leiden, hacia 1720.
Hoy día puedes buscar Apps que realizan anamorfosis de manera rápida y efectiva.
Anamorfo Me! (Versión 0.2) es una aplicación gratuita. Se trata de un pequeño software que
puede leer imágenes en los formatos más comunes (por ejemplo, JPEG, BMP) y llevar a cabo
una serie de transformaciones anamórficas en ellos - incluyendo espejo oblicuo, cylindical y
espejo cónico.
Ejemplos de
imágenes creadas
con el programa
Anamorfo Me!
Augusto Zanela es un artista argentino que
realiza obras, que denomina “anamorfías”,
en las que fotografía estructuras
tridimensionales que adquieren sentido
desde un punto de vista determinado.

"Cubo+Reflejo" CC Rojas (2001) y, a la derecha vista


desde otro ángulo "menos adecuado“.
"Cuadrado". MMBA. Luján. 1998. A la derecha, la obra adquiere un curioso efecto sirviendo de "marco"
para las dos personas que trabajan en ella.
"Cuadrado" CC Borges 1997.
Ejemplo del Tratado de François Niceron: trazado anamórfico de dos cabezas, de Cristo y de un apóstol.
Partiendo de los dibujos originales cuadriculados, sitúa el punto de vista en la horizontal del punto medio (P para
la cabeza de Cristo y X para la del apóstol) y el punto de distancia en la vertical de aquél (R e Y
respectivamente). La diagonal que regula la cuadrícula escorzada pasa por el punto de distancia. La primera
anamorfosis está hecha a lo largo de la diagonal y la segunda a lo largo de la vertical, ambas en relación a la
cabeza. Pero al trazado es el mismo, lo único que varía es la posición de la cabeza.
Pirámides
visuales.
Se pusieron de
moda en el siglo
XVII, y entroncan
con la tradición
renacentista de
poner al hombre
como centro, en
este caso como
punto de visión,
como punto de
proyección.
Trazado de
cuadrículas
anamórficas.
Para poner en práctica esta técnica conviene
asignar un número distinto a cada cuadrado a
medida que van aumentando las unidades de la
cuadrícula.
Eduardo Ruiz Relero, es Argentino, de Rosario,
pero los últimos años ha vivido en Madrid y los
anteriores en Roma. Relero trabajó como pintor
callejero en Roma.

Se considera un artista hecho a sí mismo desde


la observación y la lucidez ante los clásicos.

Llotja del Mar, Barcelona.


Chalk festival Sarasota, USA.
Barcelona, eltenedor.es
Metro de Madrid,
julio 2011.
Pamplona
Hortelano.
Contraparada,
Murcia.
Aguas de Lille.
Corazón sabio.
Julian Beever es un artista británico
que se dedica a dibujar con tiza. Ha
creado dibujos en 3D en el pavimento
utilizando el método de la anamorfosis
que crea una ilusión óptica. Sus
dibujos en las calles desafían las
leyes de la perspectiva. Aparte del
arte en tres dimensiones, Beever
pinta murales y réplicas del trabajo de
grandes maestros del arte.
Usualmente lo contratan para crear
murales para compañías. Asimismo
se dedica a la publicidad y el
marketing. Ha trabajado en el Reino
Unido, Bélgica, Francia, Holanda,
Alemania, los Estados Unidos,
Australia, México, España, Uruguay,
Ecuador y Argentina.
Manfred Stader siente el arte de una forma
peculiar y lo plasma a lo grande. Juega con las
mentes de los curiosos rompiendo las
proporciones. Sus ilusiones ópticas no dejan
indiferente a nadie.

A principios de 1980, Stader comenzó a realizar


proyectos de "street painting" mientras estudiaba
arte en Städel (Frankfurt). La originalidad corría
innata por sus obras, y ya en 1985 se dio a
conocer consiguiendo el título de "Master street
painter" en la mayor competición internacional de
pintura urbana en Grazie di Curtatone (Italia).

Tras haber estudiado la anamorfosis que fue usada


en la anchura y la largura de las obras realizadas
durante el Renacimiento y el Barroco, Stader la
adaptó a la pintura de la calle desarrollando una
nueva corriente artística, “Pintura urbana en 3D”.

Este estilo urbano muestra impresionantes dibujos


tridimensionales sobre superficies bidimensionales,
tanto horizontales (suelo), o verticales (muros o
paredes). El maestro de las ilusiones ópticas
combina el arte "tradicional" de los artistas italianos
del siglo XVI con la percepción moderna de la
pintura de "ilusión" del siglo XXI.
Este nuevo arte apela a la
audiencia y la hace
partícipe. Dentro del arte
que Stader realiza con
tizas de pastel, la variante
más conocida de su arte
son los proyectos
interactivos, donde los
admiradores pueden
posar y hacerse fotos y
videos sintiéndose una
pequeña parte de la obra.

Manfred es conocido,
además, en el campo de
la pintura mural en techos.
Ha realizado varios de sus
proyectos tanto en
iglesias y edificios
públicos como en casas
privadas.
Edgar Müller nació en Mülheim / Ruhr en
1968. Se crió en la ciudad rural de Straelen
en el borde occidental de Alemania. Su
fascinación por la pintura comenzó en su
infancia, con pinturas de escenas rurales de
Straelen. Fue a la escuela secundaria en la
vecina ciudad de Geldern, donde un
concurso internacional de pintores de la
calle se llevó a cabo. Tomó parte por
primera vez a la edad de 16 años, y a los
19 ganó la competición con una copia del
famoso "Jesús en Emaús" (Caravaggio). En
los años siguientes se presentó a muchas
otras competiciones internacionales. Desde
1998, Edgar Müller ha ostentado el título de
"maestro madonnari '(maestro pintor calle),
seguido por unos pocos artistas de todo el
mundo. El título se concede en el mayor Dio talleres en diferentes escuelas y fue coorganizador
festival callejero del mundo llamado el y miembro del comité de varios festivales callejeros de
“Festival de las Gracias”, que se celebra en pintura. Müller creó la primera web-red de Internet para
la pequeña ciudad de Grazie, en Italia. los pintores de la calle en Alemania - un foro destinado
a promover la solidaridad entre pintores alemanes y
Alrededor de los 25 años, Müller decidió pintores internacionales de la calle.
dedicarse por completo a la pintura
callejera. Viajó por toda Europa, para
ganarse la vida con su arte efímero basado
en los principios de la anamorfosis.
Müller invita a su
público a
compartir su
fascinación por el
arte de los
antiguos
maestros,
ayudándolos a
obtener una
comprensión más
profunda sobre
este tema.
Inspirado por las
pinturas
ilusionistas en tres
dimensiones
(sobre todo por
las obras de Kurt
Wenner y Julian
Beever) ahora
está investigando
en esta nueva
forma de arte y
creación,
consiguiendo su
propio estilo.
En su web personal pueden verse fotos de sus principales obras y vídeos del proceso de
ejecución de estas anamorfosis callejeras. www.metanamorph.com
BIBLIOGRAFÍA

BALTRUŠAITIS, Jurgis. Anamorphoses, Flammarion, París, 1984.

CORDERO RUIZ, Juan. Visión y representación curvilínea del espacio. Sevilla. Real
Maestranza de Caballería, 1994.

DAMISCH, Hubert. El origen de la perspectiva, Alianza, 1997.

GOMBRICH, Ernst H. Arte e Ilusión. Estudio Sobre La Psicología de La


Representación Pictórica, Gustavo gili, Barcelona, 1979.

KEMP , Martín. La ciencia del arte, Ediciones AKAL, Madrid, 2000.

MELCHIOR-BONNET, Sabine. Historia del espejo, Ed. Herder, Barcelona, 1994.

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