Está en la página 1de 16

Taller de Oración

La oración es una conversación entre amigos, pero


también es una gracia y un arte. ¡Hay que practicar!
Contenido
01 Ejercicios previos

03 Oración Escrita

02 Lectura rezada

04 Oración de
abandono

03
Oración Comunitaria
Para mí, la oración es un impulso del
corazón, una simple mirada lanzada hacia el
cielo, un grito de gratitud y de amor, tanto
en medio del sufrimiento como en medio de
la alegría. En una palabra, es algo grande,
algo sobrenatural que me dilata el alma y
me une a Jesús.

Santa Teresita del Niño Jesús


Ejercicios Previos
Al inicio de la oración, te sentirás distraído

Tu interior se llena de tensiones y


preocupaciones.

● Toma una posición corporal correcta.


● Asegura una buena respiración.
● Relaja tensiones y nervios, suelta
recuerdos imágenes, haz vació y silencio.
● Concéntrate.
● Ponte en la Presencia Divina
● Invoca al Espíritu Santo y
● ¡COMIENZA!
Respiración

● Tranquilízate

● Pon atención a tu cuerpo

● Inhala, llena los pulmones

● Exhala con la boca entreabierta

● No fuerces nada
Silenciamiento Corporal
● Suelta brazos y piernas
● Suelta hombros
● Suelta músculos faciales
● Suelta los ojos
● Suelta músculos del
cuello
● Libera energía
Silenciamiento Mental
● Repetir palabra “paz”
● Recorre tu cuerpo
● Repetir palabra “nada”
● Recorre tu cuerpo
● Con tranquilidad, percibe
Concentración ● Capta y suelta los sonidos
● Escucha o siente los latidos de tu
corazón
1. Realiza los ejercicios con libertad
Tips 2. Con el tiempo irás mejorando, NTP.
3. La oración es gracia y también es un
arte y, como tal, necesita
aprendizaje, método y pedagogía.
4. La vida con Dios es una unión entre
la gracia y la naturaleza.
5. No pretendas "sentir“, la fe es
saber.
6. Ilusión no, esperanza sí
7. No habrá proporción entre los
esfuerzos realizados y en los
resultados. Acéptalo en paz
8. No pretendas cambiar tu vida, te
basta con mejorar
9. La visita divina se puede producir en
cualquier momento
10. La santidad consiste en estar con el
Señor y de tanto estar, su figura se
graba, se empapa en el alma.
1. Lectura Rezada
1. Busca una oración escrita, (un Salmo u otra oración cualquiera)
2. Toma posición y actitud interior orante.
3. Invoca al Espíritu Santo.
4. Lee muy despacio la oración.
5. Vívelo con toda el alma , haciendo tuyas las frases leídas.
6. Si te encuentras con una expresión que te dice mucho, para y
repítela
7. Deja a un lado la oración escrita y permite al Espíritu Santo
manifestarse dentro de ti.
8. Da gracias, alaba. despídete con una oración.
Lectura Rezada: Hoy quiero escuchar tu voz
Jesús:
Hoy quiero escuchar tu voz
pero falta silencio a mi alrededor.
Enséñame a estar callado
y escuchar atento tu voz.
Que tu palabra ilumine mi vida,
que tu palabra me comprometa
y me haga vivir en tu Presencia.
Aún no te conozco.
No sé apenas nada del Evangelio.
Quiero ser tu amigo
¡y me preocupo tan poco de Ti!
Tú vienes hoy a visitarme
y me invitas a abrir la puerta
de mi corazón.
Desde lo profundo de mi ser
te espero y te grito:
¡Ven, Señor Jesús!
2. Oración Escrita
1. Escribe en un papel todo aquello
que quisieras decir al Señor.
2. Al terminar o mientras escribes,
haz pausa y reza lo que has
escrito.
3. Cuando después de un tiempo
vuelves a leer lo escrito, puedes
quedar asombrado de ti mismo,
pues has compuesto tus propias
oraciones para cada situación
alegría, consuelo, acción de
gracias, angustia...
3. Oración de Abandono
1. Relájate. Haz silencio interior.
Invoca al Espíritu Santo
2. Siéntate ante Dios Padre; siente
que está presente y ten hacia Él
una actitud de entrega.
3. Repetir "Hágase tu voluntad
4. Vete repasando, en silencio y
paz todo aquello que te
disgusta: tus padres, tus
características físicas,
enfermedades, limitaciones,
debilidades, quien no te cae
bien, errores, mal recuerdo,
humillaciones
5. A cada defecto que encuentres
di: "Padre, hágase tu voluntad y
acepta a eso tal y como es
4. Oración Comunitaria
1. Un grupo de personas se reúne
para orar espontáneamente, en
voz alta, ante los demás de
forma alternada,
2. Ser "almas de oración, es decir
que mantengamos
habitualmente una relación
personal con el Señor.
3. Se han de evitar las frases
hechas, estereotipadas, que sea
espontánea, con sencillez.
diciendo al Señor lo que
realmente se quiere decir
4. Orar con todos: cuando alguien
habla con el Señor, cada uno
asume sus palabras como suyas
La cosa más importante no es lo
que decimos nosotros, sino lo que
Dios nos dice a nosotros. Jesús
está siempre allí, esperándonos. En
el silencio nosotros escuchamos su
voz. Debemos amar la oración. La
oración dilata el corazón hasta el
punto de hacerlo capaz de
contener el don que Dios nos hace
de Sí mismo.

Santa Teresa de Calcuta


|

También podría gustarte