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Desde finales del siglo XIX el gran capital americano y el público consumidor
estadounidense vivieron un romance con una fruta que hasta la fecha había tenido muy
poca trascendencia en los EE. UU. ‘El banano’. A lo largo de las últimas décadas de
este siglo y casi todo el XX, este Estado controlaría de manera monopólica y
monopsónica el cultivo, transporte y comercialización del banano centroamericano, así
como grandes partes de las formas de vida de sus productores y de los Estados que
albergaban las plantaciones. Las primeras plantaciones de este fruto en Centroamérica
comenzaron en Honduras, en las islas de su litoral norte. Para 1870, las bananas vivían
un enorme auge comercial en Estados Unidos y su exportación era más rentable que la
producción local de otras frutas.
Los Estados acordaban con un gran capitalista estadounidense la construcción
(en aras del “Progreso”) de tramos de vía férrea, habitualmente que conectasen las
capitales con los puertos del Atlántico o del Pacífico. A cambio, estos inversores
recibían generosas concesiones cuyo formato más habitual eran lotes de tierra por cada
km de ferrocarril tendido. Estos lotes de tierra solían estar cerca de las vías del
ferrocarril o cercanos a ríos. El objeto era usarlas para cultivar algún tipo de carga útil
para la amortización de las vías, y esta carga fue el banano. La principal consecuencia
derivada de este hecho fue que el ferrocarril se terminó desarrollando más en provecho
de las propias plantaciones que de los países que las contrataban.
Al final del siglo XX a lo largo de la costa centroamericana muchas compañías
competían entre sí para comprar bananas a productores locales. En pocos años la banana
pasó de ser un fruto exótico que pocos podían permitirse a convertirse en la fruta más
consumida por los estadounidenses. De este modo la gente utilizaba el término
"república bananera" en los años 60 y 70 cómo una crítica a la influencia
estadounidense en Honduras. Empresas estadounidenses han intentado provocar
conflicto en Honduras, Guatemala y Costa Rica para competir con otras empresas. Una
de las particularidades de Honduras es que siempre fue un espacio de competencia entre
compañías bananeras extranjeras, mientras que Costa Rica y Guatemala eran claramente
controladas por la 'United Fruit company', empresa estadounidense, que tenía un
monopolio virtual.
La situación se podía generalizar al resto de Centroamérica y a la explotación de
su principal producto (el banano o plátano) por parte de la United Fruit Company,
empresa estadounidense que ejerció una influencia enorme sobre la política interna de
América Central desde finales del siglo XIX hasta la década de 1970.
La introducción de los barcos con cabinas refrigeradas a finales del siglo XIX y
principios del siglo XX supuso un aumento exponencial de la demanda, así como una
rápida recapitalización del negocio, en el que muy pronto las pequeñas compañías
navieras y fruteras fueron siendo absorbidas o convertidas en filiales regionales de otras
mayores. La de mayor importancia y trascendencia fue la United Fruit Company
(UFCo), surgida en 1899 de la mano de Keith, al fusionar la Boston Fruit Company con
las filiales locales que tenía en Panamá, Costa Rica y Colombia. En los meses siguientes
se hizo con las asentadas en Nueva Orleans y Mobile, en Alabama. En 1905 absorbió
Vaccaro Brothers, la compañía que operaba mayoritariamente en Honduras. Para 1929
se había hecho con todos sus principales competidores en El Caribe y Centroamérica.
De este modo, el cultivo y comercialización estaban bajo el control de la
compañía, el transporte por mar de manos de la White Great Fleet, y el transporte en
ferrocarril por la International Railways of Central America. En América Latina, el
principal país productor para la exportación de este producto es Ecuador, y le siguen
Costa Rica, Colombia, Guatemala, Honduras y Panamá. Sin embargo, otros países
como Brasil, los estados del Caribe de las Islas de Barlovento (Santa Lucía, Dominica,
Granada, St. Kitts-Nevis y San Vicente), Jamaica, Belice, República Dominicana y
Surinam son también grandes productores.
CONCLUSIÓN