Primer punto: La Corte afirma que el Arreglo Complementario Salas –
Becker complementa el Acuerdo Arias Calderón – Hinton de 18 de
marzo de 1991 para realizar ‘patrullaje marítimo conjunto’ entre el Servicio de Guardacostas de EUA (Pentágono) y el Servicio Marítimo Nacional de Panamá (SMN), lo cual es cierto, porque el primero les entrega nuestros mares, y el segundo, nuestro espacio aéreo y terrestre. Pero el Arias – Hinton era una completa falacia, porque el SMN no contaba siquiera con lanchas patrulleras a raíz de la invasión, que las destruyó. El SMN no podía patrullar ni solo ni acompañado. El Acuerdo Arias – Hinton realmente sirvió para disfrazar un patrullaje unilateral de EUA que enmascaraba la ocupación de nuestro territorio. Aunque debió firmarlo el canciller Julio Linares, lo suscribió el ministro de Gobierno, Ricardo Arias Calderón, que tampoco estaba facultado.
Segundo punto: Panamá fue un País Ocupado por EUA hasta 1993, cuando se cerró el primer ciclo de la invasión.
¿Qué dice el Derecho Internacional sobre los acuerdos y tratados
internacionales entre una Potencia Ocupante y un País Ocupado? Citando al Dr. Fariborz Nozari, del Instituto de Derecho Internacional de la Universidad de Estocolmo (Suecia): Cuando el territorio de un Estado es ocupado íntegramente de tal suerte que ocasiona la caída del Gobierno nacional, la Potencia ocupante o bien administra el país directamente o prefiere establecer un nuevo Gobierno nacional.
El procedimiento usual en el último caso es que la Potencia ocupante
instala un Gobierno títere. Tal Gobierno tiene que cumplir con cada condición que le imponga la Potencia ocupante. Todo tratado concluido bajo estas circunstancias es ipso facto un tratado desigual… No hay duda alguna acerca de la desigualdad del poder negociador de tales partes contratantes. La creación de tales Gobiernos no debe confundirse con la fundación de un legítimo Gobierno revolucionario que es establecido por la voluntad del pueblo y no por la voluntad de la Potencia ocupante (Unequal Treaties in International Law, Stockholm, 1971, pág. 276. Traducción nuestra).
Por consiguiente, el Acuerdo Arias – Hinton es no solo inconstitucional
sino nulo e inválido, inexistente ante el derecho internacional y nuestra Carta Magna. Dado que el Salas – Becker se origina o nace del Arias – Hinton, también este es nulo e inválido, habida cuenta de la regla de derecho según la cual ‘lo accesorio corre la suerte de lo principal’.
El Tratado Salas-Becker es considerado nulo debido a una serie de
razones. En primer lugar, el tratado fue suscrito entre una Potencia Ocupante (Estados Unidos) y un País Ocupado (Panamá), lo cual viola el Derecho Internacional y anula la posibilidad de que el país ocupado ejerza su libre consentimiento. Además, el tratado fue resultado de una invasión y agresión por parte de Estados Unidos, lo cual lo hace ilegítimo ante la comunidad internacional.
Además, el régimen que se instaló en Panamá tras la invasión carecía
de capacidad legal para adquirir compromisos internacionales en nombre del país, ya que llegó al poder de forma ilegal. Los tratados también fueron considerados desiguales, en los que la Potencia Ocupante impone sus condiciones al País Ocupado. Estos tratados también contravienen la soberanía nacional, una norma imperativa de orden público internacional, y violan el principio de igualdad entre Estados.
En cuanto al Tratado Salas-Becker en específico, se considera
complementario del Arreglo de 1991 y busca establecer un patrullaje conjunto en el que Estados Unidos y otros Estados pueden llevar a cabo actividades marítimas y aéreas en territorio panameño. Sin embargo, ambas partes del tratado son consideradas nulas debido a que el Arreglo de 1991 fue suscrito en un contexto de ocupación militar y carece de validez según el Derecho Internacional. Por lo tanto, Estados Unidos no puede llevar a cabo ninguna actividad marítima ni aérea en Panamá de acuerdo con el Derecho Internacional. El Tratado Salas-Becker también compromete la independencia y los intereses nacionales de Panamá.
La Corte Suprema de Justicia (CSJ) ha declarado que el Arreglo
Complementario Salas – Becker (SB) de 5 de febrero de 2002 es constitucional
1. **Antecedentes:** El Arreglo Complementario Salas – Becker (SB) del
5 de febrero de 2002 es validado por la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
2. **Base Legal:** La CSJ determina que el SB cumple con las
disposiciones constitucionales vigentes.
3. **Aspectos Clave:** Se analizan los aspectos fundamentales del
acuerdo para justificar su constitucionalidad.
4. **Veredicto:** La CSJ emite un fallo respaldando la validez del SB,
estableciendo así su conformidad con la Constitución.