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La Iglesia de Laodicea
Queridos hermanos y hermanas: El Señor
nuevamente me ha visitado con gran misericordia.
He estado muy afligida durante los últimos meses.
Me he sentido muy enferma. Durante años he
estado afectada por la hidropesía y por una
enfermedad del corazón, lo cual ha tendido a
deprimirme y a destruir mi fe y mi valor. El
mensaje a los miembros de la iglesia de Laodicea
no ha conseguido que se produzca ese fervoroso
arrepentimiento entre el pueblo de Dios que yo
esperaba ver, por lo cual he sentido gran
incertidumbre. Debido a que la enfermedad que
padecía avanzaba continuamente, pensé que
moriría. No tenía deseos de vivir, por lo tanto no
podía aferrarme de la fe y orar por mi
recuperación. Con frecuencia cuando me retiraba
en la noche, comprendía que corría el peligro de
perder el aliento antes de la mañana.
Encontrándome en esa condición, perdí el
conocimiento a la medianoche. Mandaron a buscar
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a los hermanos Andrews y Loughborough, quienes
oraron fervorosamente a Dios pidiendo mi
restauración. Desaparecieron la depresión y el gran
peso que sentía sobre mi corazón dolorido, y fui
tomada en visión y vi las cosas que ahora presento
ante vosotros.
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corazones. Pero Dios ha dado tiempo al mensaje
para que efectúe su obra. El corazón debe ser
purificado de los pecados que durante tanto tiempo
han mantenido afuera a Jesús. Este solemne
mensaje hará su obra. Cuando fue presentado por
primera vez, indujo a un detenido examen de
conciencia. El pueblo de Dios confesó sus pecados,
y se despertó en todas partes. Casi todos creían que
este mensaje concluiría con la predicación en alta
voz del tercer ángel. Pero como no vieron
efectuarse la poderosa obra en un corto tiempo,
muchos perdieron el efecto del mensaje.
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recibieran la verdad. La causa de Dios comenzó a
crecer y el pueblo de Dios supo la posición que
ocupaba. Si se hubiera obedecido el consejo del
Testigo Fiel, Dios habría obrado con gran poder en
favor de su pueblo. Sin embargo, los esfuerzos
efectuados desde que se dio el mensaje han sido
bendecidos por Dios, y como resultado, muchas
almas han sido sacadas del error y las tinieblas para
que se regocijen en la verdad.
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Dios conduce a su pueblo paso a paso. Coloca a
sus seguidores en diferentes situaciones a fin de
que se manifieste lo que hay en el corazón.
Algunos soportan ciertas pruebas, pero fracasan en
otras. A medida que se avanza en este proceso, el
corazón es probado un poco más severamente. Si
los que profesan ser hijos de Dios encuentran que
su corazón se opone a esta obra directa, deben
convencerse de que tienen que hacer algo para
vencer, si no quieren ser vomitados de la boca del
Señor. Dijo el ángel: “Dios irá probando cada vez
más de cerca a cada uno de sus hijos”. Algunos
están dispuestos a aceptar un punto; pero cuando
Dios los prueba en otro lo rehuyen y retroceden,
porque hiere directamente algún ídolo suyo. Así
tienen oportunidad de ver lo que hay en su corazón
que los aisla de Jesús. Hay algo que aprecian más
que la verdad y su corazón no está preparado para
recibir a Jesús. Los individuos son probados
durante cierto tiempo para ver si quieren sacrificar
sus ídolos y escuchar el consejo del Testigo Fiel. Si
alguno no quiere ser purificado por la obediencia
de la verdad, y vencer su egoísmo, su orgullo y sus
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malas pasiones, los ángeles de Dios reciben este
encargo: “Se han unido a sus ídolos, dejadlos”, y
prosiguen con su obra, dejando en las manos de los
malos ángeles a aquellos que no han subyugado sus
rasgos pecaminosos. Los que resisten en cada
punto, que soportan cada prueba y vencen a
cualquier precio que sea, han escuchado el consejo
del Testigo Fiel y recibirán la lluvia tardía, y
estarán preparados para la traslación.
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muy perverso. Los religiosos profesos no están
dispuestos a examinarse minuciosamente para ver
si están dentro de la fe, y es cosa terrible ver que
muchos se apoyan en una esperanza falsa. Algunos
se apoyan en una antigua experiencia que tuvieron
hace años, pero cuando llegan a este tiempo que
exige que se efectúe un examen de conciencia,
cuando todos debieran tener una experiencia
espiritual diaria, no tienen nada que referir. Al
parecer creen que solamente por el hecho de
profesar una fe serán salvos. Cuando abandonen
los pecados que Dios detesta, Jesús vendrá y cenará
con ellos y ellos con él. Entonces obtendrán poder
divino de Jesús, y crecerán en él, y podrán decir
con santo triunfo: “Gracias sean dadas a Dios, que
nos da la victoria por medio de nuestro Señor
Jesucristo”. 1 Corintios 15:57. Le agradaría más al
Señor si los tibios profesores de religión nunca
hubieran mencionado su nombre. Son un lastre
continuo para los que quieren ser fieles seguidores
de Jesús. Son piedra de tropiezo para los
incrédulos, y los ángeles malignos se regocijan por
su conducta, y ellos se burlan de los ángeles de
Dios mediante su conducta torcida. Tales personas
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son una maldición para la causa en este país y en el
extranjero. Se aproximan a Dios solamente de
labios, mientras su corazón se encuentra lejos de él.
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actualmente existiría una marcada diferencia entre
su vestimenta y la del mundo. Los sombreros
pequeños que exponen la cara y la cabeza son un
indicio de falta de modestia. Los aros utilizados
para dar ruedo a los vestidos son una vergüenza.
Los habitantes del mundo cada vez se tornan más
corrompidos, de modo que la línea de distinción
entre ellos y el Israel de Dios debe tornarse más
evidente, porque en caso contrario la maldición que
afecta a los mundanos también caerá sobre el
profeso pueblo de Dios.
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Porque así también se ataviaban en otro tiempo
aquellas santas mujeres que esperaban en Dios,
estando sujetas a sus maridos”.
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Dios. Carecen de experiencia propia eficaz en las
cosas de Dios. Y vi que el Señor le estaba sacando
filo a su espada en el cielo para segarlos. ¡Ojalá
que toda persona que profesa tibiamente su
creencia pudiese comprender la obra de limpieza
que Dios está por realizar entre su pueblo profeso!
Estimados amigos, no os engañéis acerca de
vuestra condición. No podéis engañar a Dios. Dice
el Testigo Fiel: “Conozco tus obras”. Apocalipsis
3:1. El tercer ángel está conduciendo a un pueblo
paso a paso cada vez más arriba. A cada paso será
probado.
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sin mancha consiste en visitar a las viudas y a los
huérfanos en su aflicción, y en mantenerse sin
contaminación del mundo. Vi que esto no
significaba solamente simpatizar con ellos
empleando palabras de consuelo en su aflicción,
sino además en ayudarles si era necesario, con
nuestros recursos. Los hombres y las mujeres
jóvenes a quienes Dios ha concedido salud pueden
obtener una gran bendición ayudando a las viudas
y a los huérfanos en su necesidad. Vi que Dios
requiere que los jóvenes se sacrifiquen más por el
bien de otros. El exige más de ellos que lo que
están dispuestos a llevar a cabo. Si no se
contaminan con el mundo, si dejan de seguir las
modas, y si dejan de lado los artículos inútiles
adquiridos por los amantes del placer para
complacer su orgullo, y si en cambio comparten
sus recursos con personas dignas que padecen
aflicción, y si dan para sustentar la causa, tendrán
la aprobación del que dice: “Yo conozco tus
obras”. Apocalipsis 2:2.
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avanzar con orden y sistema en su obra aquí en la
tierra. Vi que debía existir orden en su iglesia y que
se necesitaba sistema y organización para llevar a
cabo con éxito la proclamación del último gran
mensaje de misericordia al mundo. Dios está
guiando a su pueblo en el plan de la dadivosidad
sistemática, y este es precisamente uno de los
puntos que Dios está enseñando a su pueblo, que
afectará muy de cerca a algunos. Para ellos esto es
lo mismo que cortar el brazo derecho y arrancar el
ojo derecho, mientras que para otros constituye un
gran alivio. Para las almas nobles y generosas, las
exigencias que se les imponen parecen muy
pequeñas, de modo que no se conforman con hacer
tan poco. Algunos tienen abundantes posesiones, y
si apartan algo con propósitos caritativos en lo que
Dios los ha prosperado, la ofrenda les parece una
gran suma. El corazón egoísta se aferra lo mismo a
una ofrenda pequeña que a una abundante, y
considera muy grande una suma que realmente es
reducida.
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amaban la verdad podían hablar continuamente de
sacrificios. Dedicaron mucho a la causa de Dios,
para enviar la verdad a otros. Han enviado su
tesoro de antemano al cielo. Hermanos, vosotros
que habéis recibido la verdad en un período
posterior, y que tenéis cuantiosas posesiones, Dios
os ha llamado al campo, no solamente para que
disfrutéis de la verdad, sino también para que
ayudéis con vuestros bienes a llevar adelante esta
gran obra. Y si os interesáis en esta obra avanzaréis
e invertiréis en ella una parte de vuestros bienes,
para que otros puedan salvarse mediante vuestros
esfuerzos, y así cosecharéis con ellos la
recompensa final. Se han realizado grandes
sacrificios y se han soportado privaciones para
hacer brillar la verdad con clara luz delante de
vosotros. Ahora Dios os llama, porque es vuestro
turno de hacer grandes esfuerzos y sacrificaros a
fin de colocar la verdad ante los que se encuentran
en tinieblas. Dios requiere esto. Puesto que
profesáis creer la verdad, dejad que vuestras obras
den testimonio de este hecho. Vuestra fe estará
muerta a menos que la pongáis en acción. Ninguna
otra cosa fuera de una fe activa os salvará de los
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terribles acontecimientos que están por sobrevenir.
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aplicaría a su uso personal y lo vendería para
quedarse con el dinero. Valoraba a su Señor tan
sólo lo suficiente para venderlo por treinta piezas
de plata a hombres perversos. Así como Judas
presentó a los pobres como una excusa de su
egoísmo, así también hay cristianos profesos cuyos
corazones son codiciosos, que procuran esconder
su egoísmo detrás de una rectitud fingida. Afirman
que al adoptar nosotros la dadivosidad sistemática
estamos llegando a ser como las iglesias
nominales. “No sepa tu izquierda lo que hace tu
derecha”. Mateo 6:3. Parecen tener el deseo
escrupuloso de hacer exactamente lo que dice la
Biblia, según ellos lo entienden, acerca de este
asunto, pero descuidan completamente la clara
amonestación de Cristo: “Vende todo lo que tienes,
y dalo a los pobres”. Lucas 18:22.
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discípulos: “Cuando, pues, des limosna, no hagas
tocar trompeta delante de ti, como hacen los
hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser
alabados por los hombres; de cierto os digo que ya
tienen su recompensa”. Mateo 6:2. Dieron para ser
considerados nobles y generosos. Recibieron
alabanzas humanas, y Jesús dijo a sus discípulos
que ésa era la única recompensa que tendrían. En el
caso de muchos, la mano izquierda no sabe lo que
hace la derecha, porque la mano derecha no hace
nada digno de ser notado por la izquierda. Esta
lección dada por Jesús a sus discípulos tenía el
propósito de reprender a los que deseaban recibir
gloria de los seres humanos. Distribuían su dinero
en lugares públicos; y antes de hacerlo, anunciaban
públicamente su generosidad con la gente; y
muchos daban grandes sumas únicamente para que
su nombre fuera exaltado por los demás. Y los
recursos que daban en esta forma con frecuencia
habían sido extorsionados de los demás,
oprimiendo a sus obreros al no darles una justa
paga y agobiando a los pobres.
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tienen en su corazón la causa de Dios y que utilizan
humildemente sus medios para hacerla avanzar. Se
me llamó la atención a estos pasajes: “Así alumbre
vuestra luz delante de los hombres, para que vean
vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro
Padre que está en los cielos”. Mateo 5:16. “Por sus
frutos los conoceréis”. Mateo 7:16. Se me mostró
que encontrará armonía en el testimonio de la
Escritura cuando se lo comprenda correctamente.
Las buenas obras de los hijos de Dios constituyen
la predicación más eficaz que el incrédulo pueda
recibir. Piensa que deben existir poderosos motivos
que impulsan al cristiano a negarse a sí mismo y a
emplear sus posesiones para tratar de salvar a sus
semejantes. Esto es diferente del espíritu que anima
al mundo. Estos frutos testifican que quienes los
poseen son cristianos genuinos. Estos cristianos
aparecen extendiéndose siempre hacia arriba en
procura de un tesoro imperecedero.
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sino para glorificar a Dios mediante el
adelantamiento de su causa. Algunos efectúan
cuantiosas donaciones a la causa de Dios mientras
su hermano que es pobre puede estar sufriendo
cerca de ellos, y ellos no hacen nada por socorrerlo.
Los pequeños actos de bondad en favor de su
hermano en forma secreta unirían sus corazones y
serían anotados en el cielo. Vi que en sus precios y
en sus sueldos, los ricos debieran establecer una
diferencia entre los afligidos, las viudas y los
pobres dignos. Pero sucede con frecuencia que los
ricos toman ventaja de los pobres, obteniendo todo
beneficio posible y extrayendo hasta el último
centavo por cada favor. Todo queda escrito en el
cielo. “Yo conozco tus obras”. Apocalipsis 3:15.
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indiferentes y hacen sólo poco por él. Cuando
emplean a un obrero le pagan tiempo completo.
Pero no sucede lo mismo con el siervo de Dios que
trabaja con sacrificio. Trabaja por ellos en palabra
y doctrina; lleva la pesada carga de la obra en su
alma; muestra pacientemente mediante la Palabra
de Dios los peligrosos errores que dañan el alma;
destaca la necesidad de arrancar inmediatamente la
cizaña que está ahogando la buena simiente
sembrada; extrae de la fuente inagotable de la
Palabra de Dios cosas nuevas y viejas para
alimentar el rebaño de Dios. Todos reconocen que
han recibido beneficio, pero la maleza venenosa, la
codicia, se encuentra arraigada tan profundamente
que dejan que el siervo de Dios se retire sin haberlo
ayudado a satisfacer sus necesidades temporales.
Han apreciado su trabajo agotador a la altura
mostrada por sus propios actos. El Testigo fiel
dice: “Yo conozco tus obras”.
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batalla. Si pudieran ser aliviados de su comisión,
trabajarían gustosamente con sus manos. Sus
hermanos necesitan su trabajo; pero cuando ven
que éste es apreciado tan livianamente, se oprimen.
Sí es verdad que contemplan al final para recibir su
verdadera recompensa, y eso los anima; pero su
familia debe recibir alimento y vestido. Su tiempo
pertenece a la iglesia de Dios, de modo que no lo
tienen a su disposición. Sacrifican la compañía de
su familia para beneficiar a otros, y sin embargo
algunos que reciben beneficio de su trabajo son
indiferentes a las necesidades del obrero. Vi que
hacer esto era tratar con injusticia a los obreros y
engañarse a uno mismo. Las personas que actúan
en esta forma piensan que son aprobadas por Dios,
cuando en realidad él desprecia su egoísmo. No
sólo estas personas egoístas serán llamadas a rendir
cuenta delante de Dios por el uso que han hecho
del dinero de su Señor, sino también por toda la
depresión y angustia que han acarreado sobre los
siervos escogidos de Dios, lo cual ha estorbado sus
esfuerzos; todo esto será inscrito en la cuenta de los
mayordomos infieles.
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El Testigo fiel declara: “Yo conozco tus obras”.
El corazón egoísta y codicioso será probado.
Algunos no están dispuestos a dedicar a Dios ni
una pequeña porción de las ganancias obtenidas
mediante su tesoro terrenal. Se alejarían
horrorizados si uno les hablara de su capital. ¿Qué
han sacrificado por Dios? Nada. Profesan creer que
Jesús está por venir, pero sus obras niegan su fe.
Cada uno vivirá su fe. Creyente de falso corazón,
Jesús conoce tus obras. Detesta tus ofrendas
mezquinas y tus sacrificios defectuosos.
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