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Haciendo memoria

en el país del olvido


Contenido
Introducción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .7
I
Ante el olvido y la impunidad Nuestro empeño por la memoria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
1. Galerías de la memoria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
2. Documentación de casos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
3. Comisión ética . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
4. Audiencias ciudadanas por la verdad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .16
II
Memoria y transformación social de la realidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
1. La construcción social de la memoria colectiva. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
2. Recuperación de la memoria colectiva de las víctimas de crímenes de estado al interior de sus procesos organizativos . . . . . . . 23
3. El trabajo de la memoria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
4. Los retos de la memoria. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
5. El sentido de la memoria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
La memoria en Mapiripan. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38
III
Sujeto, testimonio, silencio y verdad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45
IV
Reconstruir memoria en tiempos de guerra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63
1. Estado de guerra permanente y fin de la lucha de clases . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66
2. La concepción benjaminiana de la memoria: un referente para pensar las memorias en medio de la guerra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .70
3. El tiempo del capitalismo, el pasado de los vencedores y la memoria de los vencidos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73
Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado - Plataforma Colombia Núnca Más - 7

Introducción
“Recordar es recuperar los sueños”1

C
uando se habla de memoria desde el Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado –MOVICE2-, se habla de
la implementación de diversas acciones que buscan principalmente transformar una sociedad que ha llegado
a aceptar como normales la comisión de crímenes de lesa humanidad. Se busca mostrar que estos crímenes
no han causado daños sólo a quienes han sufrido las agresiones o a sus familiares, sino que han afectado a
toda la sociedad y al concepto mismo de humanidad. Las amenazas, hostigamientos, asesinatos, torturas y demás vilezas
cometidas contra miles de colombianos(as), no buscaban sólo eliminar o hacerle daño a un individuo y a su familia, sino
fundamentalmente buscaban atacar formas específicas de cultura, ideología o cosmovisión; es decir buscaban imponer
una forma de pensar y hacer, vulnerando una de las características primordiales de la humanidad: la diversidad.
De aquí que el papel del Movimiento de Víctimas en la búsqueda de la verdad y la preservación de la memoria se convierta
en una acción clave para la constitución de una sociedad más pluralista, más tolerante, más justa; que no niegue su pasado
para justificar el presente y que reconozca en los recuerdos del pasado formas diversas de construir un futuro posible.
El presente libro reúne cuatro artículos que abordan el trabajo con las memorias desde el Movice. Inicialmente encontra-
mos una exposición de las diversas formas de recuperación de memoria que ha implementado el Movice y sus principales ra-
zones y justificaciones, su visión de la memoria y de la necesidad de seguir trabajando en los proceso de recuperación colectiva

1 Leyenda en un mural en el barrio popular Juan Pablo II de Ciudad Bolívar (Bogotá), en homenaje a los jóvenes allí masacrados en julio de 1992.
2 Más información en www.movimientodevictimas.org
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de la memoria para enfrentar la apología de la barbarie y el bajado desde la Corporación AVRE con víctimas de crímenes
enaltecimiento público de la criminalidad estatal. de Estado en Colombia. En él se aborda, desde un punto de
vista psicosocial, el lugar de la memoria en relación con he-
En el segundo artículo, Angel Sastoque presenta una re-
chos de violencia política y en especial el papel que juega el
flexión sobre lo que significa reconstruir memoria en un país
testimonio, tanto de las víctimas como de los victimarios en
en guerra. En este artículo se pone a dialogar a importantes
este escenario.
teóricos de la memoria con una experiencia concreta de recu-
peración memoria en medio de la guerra. Desde el año 2007, El último artículo, escrito por el psicólogo y magister en
el autor, junto con un equipo de investigación del proyecto Política Social Raúl Vidales, busca reconocer los significa-
Colombia Nunca Más y la Universidad Pedagógica Nacional, dos que tienen para el Movimiento Nacional de Víctimas de
iniciaron el trabajo de recuperación de memoria de las comuni- Crímenes de Estado la recuperación de la memoria colectiva.
dades de la región del Sumapáz3, en el departamento de Cundi- En este artículo se establece el valor social y político de esta
namarca. En este artículo encontramos un esclarecedor diálogo práctica social, así como las implicaciones que tienen para la
entre la teoría y la práctica, que permite comprender las parti- vida pública y la constitución de las subjetividades sociales y
cularidades de realizar un trabajo de recuperación de memoria políticas de los(as) colombianos(as).
en el caso colombiano. Con esta publicación pretendemos contribuir al desarro-
El tercer artículo es escrito por Juan Pablo Aranguren, psi- llo de una ciencia social que valore los esfuerzos realizados por
cólogo, historiador y Magister en Antropología, quien ha tra- los movimientos sociales en Colombia para la consolidación
de una memoria histórica más incluyente, más veraz y menos
3 El trabajo realizado se titula “Crímenes de Estado y configuración del territorio
en la region del Sumapaz y Tequendama” y se encuentra publicado en la pagina
cómplice con los criminales.
www.colombianuncamas.org
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Ante el olvido y la impunidad


Nuestro empeño por la memoria
Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado - MOVICE4

“Somos semilla,
somos memoria,
somos el sol que renace de la impunidad”5

U
na de las principales reivindicaciones del Movimiento de víctimas de crímenes de Estado es la lucha por la memo-
ria. Esta reivindicación está íntimamente ligada con la necesidad de desmentir, de aclarar, de sacar a la luz datos
y hechos que han sido negados, ocultados o tergiversados. En resumen se trata de contraponer una versión del
pasado alternativa a la enarbolada por los voceros del Estado.
En un país en guerra, como el colombiano, se han implementado diversas estrategias para debilitar el enemigo, y muchas de
estas estrategias no han tenido un límite ni legal ni ético, se ha incurrido en graves violaciones a los derechos humanos y críme-
nes graves contra la humanidad, y estas acciones, justamente por ser inhumanas, inmorales y despreciables, han sido ocultadas
como forma de no perder legitimidad en medio del conflicto.

4 Redactado por Marcela Duarte, filósofa y abogada, hace parte del Movimiento Nacional deVíctimas de Crímenes de Estado y coordina el Proyecto Colombia Nunca Más.
5 Lema del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado de Colombia.
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Las formas para ocultar los métodos ilegales y crimina- se realizaron en medio de combates. Se trata de demostrar que
les utilizados van desde el uso de capuchas, carros sin placas, detrás de los crímenes se buscaba exterminar a un movimiento
identidades falsas, acciones nocturnas y en lugares alejados, social o político; que las personas que mataron, torturaron o
inexistencia de insignias que permitan identificar al agresor, desaparecieron no eran delincuentes, sino colombianos(as) que
evitar el registro de los detenidos o contratar a particulares querían y creían en formas diferentes de organización social,
para que cometan los crímenes. en nuevas maneras de distribuir los equilibrios laborales, o de
Además de esto, los crímenes se justifican mintiendo sobre impartir la educación, o de entender la tenencia de la tierra o de
el estado en que se encontraba la víctima, se afirma que estaba comprender el uso de los recursos naturales.
armada o que se le dio de baja en combate, se modifican las Por esto, cuando desde el Movice se habla de memoria se
escenas del crimen o se desaparece sus cuerpo en hornos cre- habla de cuatro puntos fundamentales:
matorios o arrojándolos a los ríos para evitar la realización de
r Esclarecer qué pasó,
una investigación que pueda dar con los responsables.
r esclarecer los intereses en juego,
Son numerosos los mecanismos de impunidad diseñados por r dignificar a las víctimas, y
el estado colombiano para ocultar las acciones de guerra sucia en r recuperar los sueños por los cuales las víctimas fueron
que ha incurrido en los últimos 50 años. Y es justamente contra asesinadas
estos mecanismos que el Movimiento Nacional de Víctimas de Se parte de la idea de que el presente construye la expe-
Crímenes de Estado diseña sus estrategias para lograr la verdad riencia pasada y las expectativas futuras. Así, las acciones que
y preservar la memoria histórica de lo ocurrido en Colombia. realizamos en el presente son necesariamente experiencias del
No se trata solo de esclarecer un hecho criminal, de demostrar pasado y expectativas del futuro. El pasado se vuelve presente
que el crimen fue cometido por la policía, por el ejército o en nuestro recuerdo y es la experiencia que tengo ahora de
por agentes de inteligencia; que los particulares involucrados ese recuerdo lo que me permite otorgar un nuevo sentido a
seguían órdenes de políticos o empresarios, que los crímenes no la experiencia pasada. A esto es a lo que se llama resignificar y
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elaborar los sentidos del pasado, integrar una nueva interpre- 1. Galerías de la memoria
tación de lo sucedido.
En este sentido, los trabajos con la memoria desde el Mo- Las galerías de la memoria se constituyen como una insta-
vice buscan mostrar el pasado como parte de un horizonte de lación colectiva, pública e itinerante, que se articula a los pro-
sentido en continuo diálogo con el presente. Este pasado se cesos de recuperación de la memoria colectiva de las víctimas
materializa día a día en acciones y trabajo colectivo del pre- de crímenes de Estado. En su elaboración participan familia-
sente. La memoria, más que ser algo pasado sobre lo que se res, colegas y amigos de personas que han sido víctimas de la
piensa y se discute, es aquello con lo que se piensa y con lo que criminalidad estatal en Colombia.
se configura la identidad, las relaciones sociales y la propia ac-
Por medio de objetos personales cotidianos, legados
ción. Las cicatrices que han quedado de los crímenes no des-
artísticos e intelectuales (pinturas, esculturas, poesías, escritos,
aparecen, reaparecen día a día de nuevas formas, se acentúan
etc.) y en general, de todas aquellas cosas que permiten recrear
con las nuevas heridas que no cesan, con el silencio cómplice,
los momentos más significativos de las vidas de los ausentes,
con la falsedad, con el olvido. El acontecimiento pasado, así
se humanizan las cifras y datos estadísticos de la violencia y se
como todo aquello que ha enmarcado nuestro ser dentro de
actualiza la presencia de muchas personas que en el pasado han
esa larga cadena de instantes que se escapan, define en gran
sido objeto de crímenes que permanecen en la impunidad6.
medida la forma como se relaciona cada persona con el mun-
do y con las demás personas; es decir, derivan lo que son de las Los objetos conmemorativos tienen la función de mostrar
vivencias pasadas, en un proceso de significación y construc- al público presente quiénes eran las personas victimizadas
ción de lo real, en el que se hace posible activar el pasado en el y cuáles eran sus proyectos de vida. A partir de los relatos y
presente, o activar la memoria como presente del pasado. testimonios de las víctimas, elaborados desde la intencionalidad
de reconstruir la memoria de cada caso particular para
En concreto se implementan varias estrategias para luchar 6 Documento de trabajo del Movice para la constitución de un Centro Cultural
contra el olvido. para la Memoria y la Dignidad
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inscribirla en el contexto general de la violencia, se actualizan colectiva de memoria y sensibilizarlos frente a la importancia
los hechos que dan cuenta del contexto del victimización; del que tiene la recuperaciónde memoria en los niveles individual,
camino recorrido por las familias de los afectados para obtener familiar, social y político.
la verdad, la justicia y la reparación, o de las condiciones en las En un tercer momento se buscan otro tipo de fuentes
que se ha producido la impunidad en cada caso concreto. como archivos regionales y locales, organismos judiciales y
disciplinarios que eventualmente desarrollaron investigaciones
sobre los hechos, publicaciones e historiadores de la región. En
2. Documentación de casos esta etapa se trabaja sobre una bibliografía acerca de la zona;
se realizan reuniones de análisis con testigos cualificados; se
Desde el año 1994 numerosas organizaciones sociales em- solicitan informes judiciales y disciplinarios.
prendieron la tarea de diseñar un instrumento para evitar que Un tercer momento lo constituye la sistematización y el
desapareciera en el olvido y la impunidad la verdad sobre miles análisis de todo lo que ha sido posible reunir, así como la re-
de crímenes cometidos en Colombia desde los años sesenta. dacción de un informe que le devuelva a la región, al país y al
En un primer momento se recolectaron diversos órdenes mundo, una visión de conjunto sobre la dinámica desarrolla-
de memorias escritas ya existentes, y se unificaron bajo una da por los crímenes de Estado en la zona bajo enfoque.
misma base de datos. Con esta información, que en principio Ha sido una preocupación fundamental de los equipos de
estaba llena de vacíos, se establecieron los periodos de tiempo trabajo, reunir los elementos posibles para que los crímenes
y las regiones en donde se presentaba un mayor número de puedan ser mirados en su contexto, o sea, en el desarrollo
crímenes y los sectores sociales que los habían sufrido. de formas de injusticia, formas de resistencia, formas de
En un segundo momento se contacta a testigos, familiares, represión, formas de impunidad y efectos de los crímenes
comunidades y organizaciones a las cuales pertenecían sobre los tejidos sociales.
las víctimas, para proponerles un trabajo de recuperación El resultado de este trabajo ha permitido dar impulso al
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movimiento nacional de víctimas a nivel nacional y regional, 3. Comisión ética


y ha permitido consolidar una memoria histórica del Movice,
concretada en la publicación de diferentes casos que se
Durante 10 años 25 personalidades extranjeras y 5
encuentran disponibles en la página www.colombianuncamas.
nacionales recogerán y sistematizaran la información y las
org; entre ellos: historias de las comunidades y víctimas, para recuperar la
v Tres informes regionales correspondientes a las zonas séptima memoria histórica de aproximadamente 20 comunidades.
(Meta, Guaviare, parte de Boyacá y Cundinamarca), catorce Se busca crear un referente ético para el juzgamiento que
(Antioquia y parte de Boyacá y Santander) y quinta (Santander, la humanidad y el pueblo colombiano deben realizar frente a
Norte de Santander, Sur de Bolívar y Sur del Cesar). los perjuicios de la destrucción de la vida humana, individual
v Crímenes de lesa humanidad en el resguardo de Túquerres. y comunitaria, y de valores como la seguridad, la tranquilidad,
v Lucha por la tierra y crímenes de lesa humanidad en el las relaciones humanas, el acceso a la justicia, las expresiones
departamento del Cauca. étnicas, raciales y religiosas.
v Persecución contra el movimiento estudiantil en el
departamento de Nariño. También se pretende que la Comisión Ética sea un punto de
v Estado y narcotráfico en el centro del Valle. partida para que identifiquemos los perjuicios de la destrucción
v Crímenes de lesa humanidad contra “A Luchar” en el de la vida humana, individual y comunitaria, de valores como
Valle del Cauca. la seguridad, la tranquilidad, las relaciones humanas, el acceso
v La estrategia de la memoria. a la justicia, la autoestima individual y comunitaria, la cultura,
v Crímenes de Estado contra las comunidades las expresiones étnicas, raciales, religiosas y lingüísticas, la paz
afrocolombianas de la cordillera occidental en el norte de y la confianza; y que como recuerdo sirvan de base para la
Nariño y sur del Cauca. reconstrucción de una nueva sociedad.
v Crímenes de Estado y configuración del territorio en la Simultáneamente los miembros de la Comisión irán
región del Sumapáz y Tequendama. construyendo museos de la memoria en sus países, en donde se
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expondrán objetos, textos, cantos, semillas de las comunidades que ver con nuestra oposición a los olvidos impuestos.
y organizaciones participantes. Posteriormente estos museos Cuando afirmamos que nos han impuesto el silencio, que-
se convertirán, cuando las condiciones están dadas, en un gran remos decir que desde un principio los crímenes que nos han
museo de la memoria en nuestro país. causado profundos dolores, fueron negados; que la identidad de
nuestros familiares fue mancillada; que nos fue negado el acceso
al aparato de justicia; que los sueños y proyectos que causaron la
4. Audiencias ciudadanas por la verdad muerte de nuestros familiares fueron sepultados en fosas comu-
nes; y que hoy enfrentamos una sociedad que sigue negando de
Son espacios públicos que generamos para denunciar los forma sistemática que su ser, sus instituciones, su orden social,
crímenes cometidos por el Estado. En estos espacios se cita a es el producto de una gran masacre que no cesa de reproducirse
los medios de comunicación, a los miembros del Congreso, a para poder mantener sus estructuras fundadas en el terror.
los poderes públicos de control y a la comunidad en general Queremos ser nosotros y nosotras quienes decidamos qué
para que escuchen directamente de las víctimas la forma como olvidamos. Queremos que no se niegue lo ocurrido, a pesar de
se cometieron los crímenes. la vergüenza que pueda sentir una sociedad que ha cohonesta-
De esta forma, se hace posible que las víctimas y organi- do con la barbarie. Tenemos el derecho a que se diga pública-
zaciones de víctimas puedan presentar sus testimonios de viva mente que el banano, la palma, el ganado, el petróleo, el oro,
voz, dando lugar a la revisión de las circunstancias de tiempo, el sector de servicios y demás riquezas de nuestro país, se han
modo y lugar que rodean cada caso en particular. construido utilizando prácticas genocidas.
A partir de la implementación de estas estrategias pode- Y no sólo queremos recordar, también queremos que esa
mos afirmar que nuestros familiares asesinados y desapareci- memoria sea memoria viva, que los trabajos con la memoria nos
dos son un no-ser, es decir, que en su inexistencia física siguen permitan reestructurar el recuerdo para volverlo a poner en el
determinado lo que somos y lo que seremos. Nuestro empeño ahora. Si durante muchos años no nos hubiesen condenado al
por no olvidar, a pesar de lo necesario que es el olvido, tiene silencio y a la tergiversación, seguramente nuestros ejercicios de
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memoria serían más un acto individual muy cercano a lo místico, de sociedad que ellos encarnaban. Nos negamos a aceptar un
donde buscaríamos que nuestros recuerdos se encontrarán Estado que ha hecho del asesinato y la ilegalidad la norma,
con las imágenes de nuestros familiares y comunidades en nos negamos a creer que es el sistema judicial el que probará la
un plano interno y profundamente personal. Pero, ante la verdad de los hechos pasados, mientras sigue formando parte
mentira, la impunidad, la censura, y principalmente, ante la de un sistema que permitió y justificó la ignominia.
imposición de un modelo de sociedad diseñado a la medida El contexto en el que se han presentado los crímenes de
de los victimarios; nos vemos obligados(as) a levantar nuestra Estado en Colombia y la forma como se han impuesto silencios,
voz de memoria y futuro como una forma de deslegitimar a censuras, odios y justificaciones; impulsa a las víctimas de
aquellos que, amparados bajo una bruma de impunidad, siguen crímenes de Estado a contar una versión de los hechos que
hoy aprovechándose del dolor de otros. no ha sido ampliamente difundida, a difundir las realidades
Nuestra apuesta por el recuerdo, por el develamiento de que han atravesado nuestras vidas y que han sido encubiertas
intereses, por la recuperación de sueños y proyectos, parte por medio de la implementación de diversos mecanismos
de una idea de pasado donde lo que fue puede volver a ser. de impunidad, que no solo han sellado la injusticia, sino
No afirmamos, como parecería obvio, que debemos conocer también han constituido un espacio social cínico que justifica
nuestra historia para no repetirla; sino que debemos conocer la barbarie y la inhumanidad como necesaria para defender
nuestra historia para repetirla, para transmitirla, para darle un modelo de sociedad que se considera el mejor.
continuidad, para poner de nuevo en juego los proyectos de Por todo esto, afirmamos que la apuesta por la memoria en
sociedad que los victimarios pretendieron sepultar junto con el Movice es una apuesta política, que por supuesto pasa por
los cuerpos desmembrados de nuestros familiares. hacernos mejores personas, por hacernos mejores hermanos
Aceptar el presente como algo ya acabado, resignarnos y padres, mejores vecinos y compañeros, por permitirnos
a vivir en una sociedad que desprecia la vida y exalta a los tramitar nuestras pérdidas, pero ante todo, por hacernos
asesinos; es una opción que no consideramos ética. Nos mejores ciudadanos.
negamos a olvidar a nuestros familiares y a olvidar los proyectos
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II
Memoria y transformación social de
la realidad
Raúl Vidales Bohórquez7

En memoria de Olga Tony Vidales


Ella guardó acuciosa los ecos eternales
de pasos y de sueños que nunca fueron día,
tornó sinsabores en notas musicales
y a luchas sin laureles calor de melodía.
La caracola es de tiempo, Neiva 1982

E
l presente estudio se propone reconocer los significados de recuperación de la memoria colectiva en el Movimiento
Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado. Busca dilucidar el valor social y político de la recuperación de las
memorias colectivas de las víctimas de crímenes de Estado, así como sus implicaciones para la vida pública y la
constitución de las subjetividades sociales y políticas de la población.
El procedimiento investigativo, de corte cualitativo, se realizó a partir del análisis de contenido de las narraciones construi-
das en cinco entrevistas a profundidad realizadas a representantes de procesos organizativos que hacen parte el Movimiento
Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado en Colombia – capítulo Bogotá. Por razones de confidencialidad se mantendrán
sus nombres en reserva8.
7 Psicólogo de la Universidad Javeriana y magister en Política Social de la misma universidad.
8 Las citas de las personas entrevistadas han sido codificadas como E1, E2, E3, E4, E5, según corresponda.
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1. La construcción social de relación dialógica con otras versiones (Bajtín, 1979, citado
la memoria colectiva por Vázquez, 2005, p. 115). De esta forma, el pasado, se
comprende no como algo terminado, sino como un proceso
en continua construcción, como un elemento que dota de
El ejercicio de las capacidades de recordar y olvidar es singular, sentido a la realidad social y participa de los modos en que los
cada individuo en su proceso de construcción de lo real tiene sujetos significan y dan sentido al mundo que les rodea.
la posibilidad de activar el pasado en el presente o la memoria Es en la sociedad que las personas normalmente adquieren
como presente del pasado (Ricoeur, 1999), definiendo así la sus memorias, allí es donde se recuerda, se reconoce y se
identidad personal y la continuidad del sí mismo en el tiempo. localiza la memoria. La memoria colectiva no se constituye a
Sin embargo este proceso de construcción de lo real y de partir de una lista de acontecimientos lineales y sucesivos que
activación del pasado, no ocurre en individuos aislados, sino se conservan, sino en la reconstrucción conjunta del recuerdo
insertos en redes de relaciones sociales, en grupos, instituciones de los acontecimientos (Halbwachs, 2004).
y culturas; en los que se impone el pasaje de lo individual a lo Concebir la memoria a partir de su carácter social, como
social e interactivo, en medio de contextos grupales y sociales proceso y producto de las praxis y relaciones humanas implica
específicos, que hacen imposible recordar o recrear el pasado el reconocimiento tanto de su dimensión simbólica, como de su
sin apelar a ellos. dimensión histórica. La dimensión simbólica, hace referencia
Cada vez que se hace memoria, la versión del pasado se al carácter sociosignificativo del mundo, comprendiendo que
modifica, ya que las construcciones que se elaboran no son el lenguaje, la comunicación y la cultura constituyen los ejes
simples descripciones imparciales de acontecimientos y fundamentales de la articulación de la realidad, la cual “no
sucesos, sino que se erigen en argumentos, explicaciones está separada ni es independiente de las personas, sino que estas
e interpretaciones que interrogan, cuestionan ratifican o hacen la realidad mediante su construcción significativa para
defienden las construcciones que hacemos del pasado en una poder relacionarse” (Vázquez, 2005. p. 117).
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De esta forma, lo social forma parte y es creado a partir de Por otro lado, la dimensión histórica de la memoria implica
los significados comunes y propios de una sociedad, teniendo reconocer la realidad social como proceso, dada su naturaleza
como caldo de cultivo la intersubjetividad, entendida como dinámica y cambiante a través del tiempo. Esto apunta a la
el espacio de significados construidos o de los que se participa comprensión de que para abordar un fenómeno social no se
conjuntamente, los cuales hacen posible coordinar acciones puede prescindir de su genealogía, ni de sus condiciones sociales
sociales, a través de la acción conjunta entre los participantes y culturales de producción. El ejercicio de recordar, no puede
en una relación (Ibáñez, 1989). Dentro de este proceso de separarse del momento histórico en el cual ha emergido y se
compartir significados se construye comunicativamente el ha constituido, ni tampoco puede abstraerse de los procesos
pasado, a través de la memoria como práctica de una función históricos, que han dado lugar a su aparición (Vázquez, 2005).
simbólica (Vázquez, 2005). Pese a que se puede reconocer una dimensión histórica de
Es en este sentido, que Halbwachs (2004a, p. 279) sostiene que la memoria que sitúa su aproximación a la realidad dentro de
el uso de un lenguaje compartido es la condición del pensamiento coordenadas espaciales y temporales, cabe diferenciar el concepto
colectivo, donde cada palabra se acompaña de recuerdos; se habla de memoria colectiva de la historia, sentando de antemano una
de los recuerdos antes de evocarlos, es el lenguaje y todo el sistema posición frente a la discusión (muchas veces meramente formal)
de convenciones sociales que les son solidarias, el que permite, en entre memoria colectiva y memoria histórica.
cada instante, reconstruir el pasado. Dentro del concepto de memoria colectiva Halbwachs
Este carácter compartido del lenguaje, así como su (2004b) propone una distinción categorial entre dos
dimensión comunicativa, permiten reconocer la sociedad dimensiones diferentes del tiempo histórico, la memoria
como eje vertebral en la reconstrucción del pasado, “es ésta histórica y la memoria colectiva. Esta distinción, reivindica
la que nos suministra los medios para construir la memoria y es la originalidad y sustantividad de una memoria colectiva
la que hace posible el lenguaje, instrumento fundamental de la substraída al espectro en donde se construye la especificidad
comunicación” (Vázquez, 2005. p. 118). del tiempo propio de la historia.
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Halbwachs entiende que el reconocimiento de número de corrientes antiguas que no habían desapare-
la trascendencia socioantropológica de la memoria cido más que en apariencia (Halbwachs, 2004b, p. 113).
colectiva pasa necesariamente por otorgarle a ésta una
entidad cualitativa bien diferenciada con respecto de
la historicidad, por mostrar su irreductibilidad con Según Halbwachs (2004b), dos rasgos fundamentales
respecto a la particularidad del tiempo histórico. El diferencian la memoria colectiva de la memoria histórica.
pasado, entonces, es algo bastante más fecundo que la La memoria colectiva, a diferencia de la memoria histórica
mera historia, no se deja aprisionar exclusivamente en “no retiene del pasado más que lo que se halla todavía vivo
una simple reconstrucción de una serie ordenada de
o capaz de vivir en la conciencia del grupo que la mantiene”
relevantes acontecimientos históricos contemplados
(p. 131), y, a diferencia de la historia que se ha comprendido
desde la distancia propiciada por la objetividad
(Carretero, 2008). tradicionalmente como la memoria universal del género
humano, posee una dimensión siempre local, “Tiene como
soporte un grupo limitado en el espacio y en el tiempo” (p. 137).
La memoria colectiva hace parte esencial y constitutiva de La historia, de acuerdo con el autor, no sería más que una
la construcción social de un pasado que no se deja constreñir, relectura a posteriori de tiempos precedentes que buscaría
someter o doblegar por la circunscripción impuesta por la fijar su interés sobre ciertos acontecimientos, fechas o
memoria histórica, puesto que inevitablemente la traspasa, sucesos especialmente señalados para la objetividad científica
dentro de una temporalidad caracterizada por hundir sus que establece el análisis del historiador. En ocasiones, la
raíces en el mundo de la vida (Carretero, 2008). perseverante presencia de la memoria colectiva se encuentra
La historia no es todo el pasado, pero no es, tampoco, reprimida, invisibilizada por la historia institucionalizada,
todo lo que queda del pasado… al lado de una historia cómo es el caso de las víctimas de crímenes de Estado en
escrita, hay una historia viviente perpetuada, renovada a Colombia. La vitalidad de la memoria colectiva pervive,
través del tiempo y donde es posible reencontrar un gran pues, al uso que la historia trata de hacer del pasado.
Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado - Plataforma Colombia Núnca Más - 23

2. Recuperación de la memoria
colectiva de las víctimas
de crímenes de estado al
interior de sus procesos
organizativos

El olvido entierra rostros y voces, pero la palabra logra traer de vuelta a


los ausentes y a los silenciados. La memoria trae al presente a los que ya no
están, a los que fueron condenados al silencio, los hace regresar del olvido.

Yezid Campos

Maurice Halbwachs abordó el problema de la memoria


En este sentido una de las entrevistadas afirma: al interior de los grupos sociales en sus obras Los marcos
“Cuando hablamos de memoria desde el Movimiento sociales de la memoria (1925) y La memoria colectiva (obra
de Víctimas de Crímenes de Estado –MOVICE-, habla- publicada después de la muerte de Halbwachs). Para el autor,
mos de la necesidad de contar una versión de los hechos las memorias individuales siempre se encuentran enmarcadas
que no ha sido ampliamente difundida, de posicionar socialmente, en marcos que contienen la representación
realidades que han atravesado nuestras vidas y han sido general de la sociedad, de sus necesidades y valores, “sólo
encubiertas por los velos de las versiones oficiales”. (E 4) podemos recordar cuando es posible recuperar la posición
24 - Haciendo Memoria en el País del Olvido

de los acontecimientos pasados en los marcos de la memoria social y contextual, y estudiarla a través de sus expresiones en la
colectiva... El olvido se explica por la desaparición de estos acción, de sus significados, de los discursos que propicia y articula
marcos o de parte de ellos” (2004a, p. 172). Esto implica la y de las prácticas que impulsa” (p. 113, Vázquez, 2005).
presencia de lo social, aun en los momentos más individuales Para el caso de las víctimas de crímenes de Estado se
ya que solo se recuerda con la ayuda de los recuerdos de otros configuran como marcos sociales de la memoria las fechas en
y con los códigos culturales compartidos, aun cuando las que fueron cometidos los actos de victimización, individuales
memorias personales son únicas y singulares. y masivos, como asesinatos, masacres, desapariciones y
Las experiencias pasadas y presentes se comprenden mediante desplazamientos: Masacre de las bananeras9, Masacre del
los cuadros y nociones de las que nos ha dotado la colectividad Salado10, Masacre de Mapiripan11, Detenidos desaparecidos
(Charles Blondel, 1928). Se puede comprender entonces la caso 8212, entre tantos, tantos otros. No obstante, también
memoria colectiva como “el proceso social de reconstrucción se conmemoran fechas significativas asociadas a acciones
del pasado vivido y experimentado por un determinado grupo, colectivas que se han constituido en hitos dentro de los procesos
comunidad o sociedad” (Fernández Christlieb, 1991. p. 98). de reivindicación y exigibilidad de derechos, tales como el
9 Ocurrió en la población colombiana de Ciénaga el 6 de diciembre de 1928 cuando
El significado de los acontecimientos por los que atraviesa un regimiento de las fuerzas armadas de Colombia abrieron fuego contra
manifestantes que protestaban por las pésimas condiciones de trabajo en la
un grupo o sociedad es lo que al paso de los años se recor- United Fruit Company, fueron más de mil las personas asesinadas.
dará. La memoria, tanto individual como colectiva, no existe 10 Cometida entre el 16 y el 19 de febrero del año 2000 por el Bloque Norte de las
con independencia de marcos sociohistóricos preexistentes. Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) con la complicidad de miembros de
las Fuerzas Armadas de Colombia. En junio de 2008 la Fiscalía determinó que
El pasado se construye en un constante proceso dialéctico de fueron más de 100 las personas asesinadas.
reinterpretación, enmarcado en coordenadas particulares de 11 Tuvo lugar entre el 15 y el 20 de julio de 1997, en el municipio homónimo
del departamento del Meta y costó la vida de un número no determinado de
un espacio/tiempo presente. ciudadanos en manos de grupos paramilitares.
12 Entre el 4 de marzo y el 13 de septiembre de 1982 miembros del F2 del Estado
De esta forma, el abordaje de la memoria desde su complejidad, colombiano detuvieron y desaparecieron a más de 13 personas en su mayoría
implica reconocerla como un “proceso y producto histórico, estudiantes de la Universidad nacional y Distrital.
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primero de mayo o día internacional de los trabajadores, el la memoria de los ausentes, de los proyectos colectivos
día internacional del detenido desparecido13, o el 6 de marzo, perseguidos y reiteradamente atacados por su reivindicación
fecha en la que desde el 2008 se rinde homenaje a las víctimas de derechos vulnerados, por sus propuestas sociales, culturales
de crímenes de Estado. Estas fechas son conmemoradas en el y políticas por una sociedad diferente. Entre estos grupos se
marco de galerías de la memoria, movilizaciones, mítines y encuentra el MOVICE, así como los procesos organizativos
misiones humanitarias, entre otras. que lo conforman, las comunidades con las que se trabaja y las
De igual forma, se configura como marco social de la familias vinculadas a estos procesos.
memoria el espacio, los lugares donde las experiencias se
guardan, donde los grupos viven su realidad y significan sus
experiencias (Mendoza, 2007). Para las víctimas de crímenes 3. El trabajo de la memoria
de Estado, los lugares acechados por la barbarie y el terror se
constituyen en marcos sociales de la memoria, la referencia
Quiero escarbar la tierra con los dientes, quiero apartar la tierra
al territorio se llena de significados articulados a su pasado,
parte a parte a dentelladas secas y calientes. Quiero minar la tierra hasta
a lo que allí ha sucedido, aportando así a la comprensión del
encontrarte y besarte la noble calavera y desamordazarte y regresarte.
contexto presente y a la construcción de sentido sobre los
procesos colectivos de organización y resistencia desarrollados Miguel Hernández
por las víctimas y la sociedad civil en dichos escenarios.
Otro de los marcos sociales fundamentales para las De acuerdo con Jelin (2002), los hechos atroces del
víctimas de crímenes de Estado son los grupos sociales de pasado pueden “irrumpir, penetrar, invadir el presente como
los que se hace parte y que se encargan de mantener viva un sinsentido, como huellas mnésicas, como silencios, como
13 La Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos-
Desaparecidos (FEDEFAM), declaró el 30 de agosto como el Día Internacional
compulsiones o repeticiones”; situaciones en las que la memoria
del Detenido Desaparecido. del pasado invade, sin constituirse en objeto de trabajo.
26 - Haciendo Memoria en el País del Olvido

Los traumas ocasionados por estos acontecimientos del de víctimas y de ciudadanos, que constituyéndose en testigos
horror, la supresión de la memoria y de la identidad, así como de la injusticia reconocen y se sensibilizan con estos ejercicios
las campañas de exterminio, tendientes a la disolución del co- de barbarie hegemónica y dominación, advirtiendo la fractura
lectivo social, sólo puede superarse mediante una situación re- en sus propios derechos y posibilidades de constituirse en un
fundacional de las representaciones simbólicas que instituyen sujetos políticos con las libertades y garantías constitucionales
los límites respecto de otros colectivos sociales, en especial, que les corresponden. La aniquilación sistemática no se repite,
respecto del pasado traumático. Si no se levantan esos muros continúa, se mantiene y robustece en medio de la impunidad,
simbólicos como garantía común de que lo acontecido no se de la polarización social, de la estigmatización de las víctimas y
dará, como lo afirma Ricoeur (2000), más que una repetición de organizaciones o sectores sociales disidentes y empoderados
de la forma como se desarrollaron los hechos en el pasado, lo en la exigibilidad de sus derechos.
que se presenciará, será su continuación.
Así pues, asumir el doloroso torrente de un pasado trau-
Es claro que en el caso colombiano, no se da una repetición del mático que se proyecta en un presente desolador, requiere de
pasado traumático encapsulada en el recuerdo, en un ayer distante su transformación simbólica, mediante la elaboración de sen-
y doloroso, por el contrario, se reproduce día a día. Familiares de tidos que lo hagan aprehensible, y en esa medida susceptible
desaparecidos y asesinados por agentes estatales o paraestatales, de ser transformado. Esto implica trabajar, elaborar e incor-
personas, familias y comunidades desplazadas, torturadas, porar memorias y recuerdos.
desde la década de los sesenta se encuentran con las víctimas
de la actualidad en la articulación de procesos organizativos, Jelin (2002) plantea que en el plano psicoanalítico el
por la exigibilidad, visibilización y reconocimiento de sus tema apunta al trabajo de duelo, el cual implica un «proceso
derechos vulnerados. Todo esto en medio del ejercicio de una intrapsíquico, consecutivo a la pérdida de un objeto de
guerra sucia atroz frente a amplios sectores poblacionales, que fijación, y por medio del cual el sujeto logra desprenderse
aun siendo desatendida e invisibilizada en el ámbito mediático progresivamente de dicho objeto» (Laplanche y Pontalis,
y político, no puede ser arrancada de la conciencia de millones 1981: 435, Citado por Jelin). Esto implica poder olvidar y
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transformar los afectos y sentimientos, quebrando la fijación Así como el individuo debe pasar por un tiempo que le per-
en el otro y en el dolor, aceptando «la satisfacción que mita hacerse a la idea de la autentica dimensión de la pérdida,
comporta el permanecer con vida». una sociedad también necesita “no pasar página demasiado rá-
No obstante, como lo afirma Cruz (2007), el duelo no debe pido si no quiere que lo presuntamente olvidado reaparezca en
constituir una vía de acceso al olvido, sino una relación de otro el momento menos pensado. Parece subyacer a esta concepción
tipo con el pasado. El recuerdo traumático no puede ser con- de la memoria, en cierto sentido pragmático y utilitarista, una
cebido como un “objeto” doloroso que debe ser “desprendido”, visión terapéutica de la cuestión” (Cruz, p. 33).
por el contrario, debe ser aprehendido por el cuerpo social den- Para Manuel Cruz (2007), este pasaje de elaboración del
tro de un proceso de reconstrucción de una realidad compleja.
trauma social que conlleva el trabajo de memoria, implica en
Resulta necesario comprender que en un escenario lejano un primer momento empezar a hablar, intentando elaborar
de un proceso transicional, con un conflicto político y social un relato intersubjetivo que someta a un determinado
que se agudiza, el pasado concebido como parte de una tratamiento “las experiencias vividas por los protagonistas
estrategia de terror y dominación, se proyecta y se constituye en la perspectiva de intentar convertirlas en experiencias
para las víctimas de crímenes de Estado en Colombia, en una comprensibles –y no solo compartibles empáticamente para
continua amenaza contra su presente y su posibilidad de futuro; los demás, lo que es como decir: que coja las experiencias
amenaza que se extiende en ondas expansivas hacia el cuerpo vividas poniéndolas a trabajar” (p. 53).
social en un ejercicio, bien de ceguera y escisión inducida de las
realidades sociales del conflicto, bien de reconocimiento del En esta medida, el desafío para la sociedad es superar las
carácter ilusorio de la práctica democrática, de la posibilidad repeticiones, superar los olvidos y los abusos políticos, tomar
real de constituirse en un sujeto de derechos, de encontrar en distancia y al mismo tiempo promover el debate y la reflexión
el Estado un garante de derechos, o de la función social última activa sobre ese pasado y su sentido para el presente/futuro
de sus instituciones (Vidales, 2008). ( Jelin, 2005).
28 - Haciendo Memoria en el País del Olvido

Todorov (1998), al hacer referencia a los “usos” de la “Las acciones de recuperación de la memoria son a la
memoria, reconoce una dimensión pragmática que concibe al vez un acto de empoderamiento, de reivindicación y de
trabajo de memoria no solamente como un hacer con el pasado resistencia: Las historias de las víctimas de la violencia po-
sino fundamentalmente con el presente. El papel del pasado en lítica reubican la memoria en la esfera pública disputada
el presente, el para qué recordar. El autor plantea que la batalla por los intereses de los diferentes actores armados. A tra-
por la memoria no se refiere solamente a las controversias entre vés de sus testimonios ellas vuelven a la esfera pública de la
que habían sido expulsados y anulados” (Becerra, 2006).
historiadores, sino que se convierte en el terreno mismo donde
se discute de nuevo, se refunda o se demuele la identidad misma Siguiendo a la autora, las manifestaciones de recuerdo
de la Republica y la democracia surgida de aquellos hechos. conjunto y de conmemoración colectiva, se articulan como
Angel del Río Sánchez (2008) habla de los militantes de un conjunto de imágenes e información que pese a no ser
la memoria, Elizabeth Jelin (2002) hace referencia a los em- pertinentes ni relevantes jurídicamente en medio de un
prendedores de la memoria, refiriéndose en uno y otro caso a proceso de Justicia y Paz14 que centra su atención en el
las personas y colectivos que trabajan por recuperar la memo- victimario, permiten recordar a las víctimas en su quehacer,
ria de sus procesos de victimización, buscando el reconoci- en su cotidianidad, en su vivencia, en su proyecto de vida.
miento social y de legitimidad política de su versión narrativa De esta forma, la ineficacia del sistema judicial, da lugar
del pasado, ocupándose a su vez por mantener visible y activa a formas de sanción alternativas, a formas de denuncia
la atención social y política sobre su emprendimiento. 14 Ley 975 del 2005. Las omisiones, las negaciones sistemáticas de responsabilidad
Estatal y los prácticamente aun nulos avances en materia de reparación, configuran
Para Carmen Becerra (2006), coordinadota del observa- esta ley, fundamentalmente como una vía de impunidad frente a la criminalidad estatal
y de supuesta “desmovilización” de grupos paramilitares, que más que a un cese de su
torio Verdad, Justicia y Reparación, Colombia, la memoria de accionar militar, responde a un ocultamiento sistemático del mismo, matizando sus
las víctimas a través de sus familiares, de las organizaciones de ejercicios de control social hacia la absoluta impunidad e invisibilidad ante la opinión
pública; constituyéndose así, en una escalada de la guerra sucia en la que las víctimas
víctimas y de las organizaciones sociales, se incorpora al ima- adolecen por completo de garantías de restitución, indemnización, rehabilitación,
ginario y al quehacer de una sociedad que se resiste al olvido: satisfacción y de no repetición.
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alternativa y de colectivización del duelo, que se articulan De acuerdo con lo que se postula desde el Movimiento, al
“mediante actos de conmemoración y manifestaciones generar procesos de memoria colectiva se busca que quienes
públicas en las que se recuerda a las víctimas y su historia de han sido sometidos a la violación de sus derechos y la socie-
vida transgredida por la historia de la infamia; se exponen las dad en su conjunto, asuman el legado histórico de las vícti-
acciones criminales adelantadas contra ellas; se menciona a los mas, convirtiendo sus experiencias de resistencia civil ante el
responsables y se censura la sistematicidad y la continuidad de olvido y la impunidad, en fundamentos de una pedagogía de
estos crímenes” (Becerra, 2006). apropiación de los derechos humanos.
Para el MOVICE (2008) un trabajo de reconstrucción de
las memorias colectivas debe, antes que nada, propiciar una
experiencia activa de empoderamiento de las víctimas como 4. Los retos de la memoria
sujetos morales de derecho a partir de la búsqueda de la verdad,
la justicia y la reparación. Esta experiencia activa presupone, en En la articulación de los procesos organizativos de vícti-
primer lugar, una ruptura con la lógica del terror que asume la mas de crímenes de Estado, debe confrontarse la desconfianza
omnipotencia de los victimarios, reduciendo, desde un lenguaje y el miedo inoculado en medio de las prácticas de la guerra
y una visión limitada de la problemática de las víctimas, las psicológica que toman como blanco a la población civil. Esta
posibilidades de incidir sobre la sociedad en su conjunto. guerra psicológica busca generar sentimientos de inseguridad
Como parte de esta dinámica de incidencia social, y parálisis en la población, por medio del ejercicio de la re-
se comprende el proceso de recuperación de la memoria presión aterrorizante mediante la ejecución visible de actos
colectiva, como el reconocimiento de la manera en que se crueles que desencadenan en la población un miedo masivo
inscriben las memorias relacionadas con historias particulares e incontrolable:
en entornos y sectores sociales específicos, en una memoria Así, mientras la represión misma produce la elimi-
más general, más global. nación física de las personas que constituyen el blanco
30 - Haciendo Memoria en el País del Olvido

directo de sus acciones, su carácter aterrorizante tiende Esas memorias compartidas han generado lazos entre
a paralizar a todos aquellos que de una u otra manera, nosotros, hay cosas que cuesta mucho trabajo decir, en
puedan sentirse identificados con algún aspecto de la ese camino ha avanzado la gente que no había hablado,
víctima (Martín Baró, 1990. P. 168). compartiendo y sintiéndose parte de algo; ha sido toda
De acuerdo con Martín-Baró (1990), los procedimientos una construcción de identidad, desde esa primera descon-
de guerra psicológica utilizan las ansiedades, los temores y fianza y desde la necesidad de compartir. La memoria hace
las frustraciones de las personas, hombres, mujeres y niños, parte de lo que hemos logrado como sustrato unificador
transformando el peligro y la amenaza vital en una situación del capítulo (Bogotá), hemos logrado construir estrate-
permanente cuyo desenlace puede ser imprevisible. gias para rodearnos los unos a los otros, mediante actos
conmemorativos, rodeándonos en fechas claves, esto ha
Esta guerra psicológica, genera profundos traumas psico-
partido de sentarnos primero a compartir entre nosotros
lógicos y psicosociales en las poblaciones victimizadas, afec-
y llorar entre nosotros, ha sido un espacio que se ha em-
tando al individuo, al ser social y político y al espacio inter-
pezado a fortalecer haciendo públicos estos actos y estos
subjetivo que permite consolidar acciones conjuntas dentro
homenajes invitando más gente a rodear a la gente. (E1)
del ámbito social.
Frente a los traumas generados por esta guerra psicológica, Se relaciona el problema del miedo, del silencio y de la di-
se reconoce la fuerza de cohesión que se desata al poder ficultad para recuperar, transmitir y reconocer las memorias
compartir las memorias entre las víctimas que hacen parte de las víctimas con las prácticas de barbarie y de terror que
del capítulo Bogotá del MOVICE, al tener que asumir un han sido desatadas en el país:
proceso de renovación de confianzas y de confrontación del Aquí ha corrido mucha sangre y la gente está
miedo, para así poder apostarle a una construcción con el aleccionada por esas cosas y tiene miedo y nosotros
otro, a una construcción que en medio de la adversidad, es también tenemos miedo, nosotros también asumimos
señalada, acechada y constantemente atacada por las fuerzas los riesgos que esto implica porque aquí la situación
paramilitares y por diversos agentes estatales. no es fácil y no va a mejorar en el corto plazo, con este
Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado - Plataforma Colombia Núnca Más - 31

gobierno la situación se ha agudizado más, la represión es Dado que las sociedades están constituidas por grupos con
más aguda, por eso uno piensa que lo que está haciendo intereses y valores diferentes, la memoria colectiva es intrín-
no va a mejorar en el corto plazo, esto acusa una deuda secamente plural, no hay una memoria y una interpretación
histórica de todos y todas las que vivimos en este país, única del pasado compartidas por toda la sociedad. “La trans-
que siempre nos hemos quedado enajenados frente a una misión de saberes y sentidos del pasado se torna una cuestión
realidad bastante aterradora. (E2)
abierta y pública, objeto de luchas estratégicas, y no pocas
veces es concebida, por los sectores no hegemónicos, como
La memoria colectiva, a diferencia de la memoria histórica una batalla contra el olvido o, en todo caso, contra la historia
“no retiene del pasado más que lo que se halla todavía vivo o oficial” ( Jelin, 2005, p.54).
capaz de vivir en la conciencia del grupo que la mantiene” (p. Para Mendoza (2004), existen acuerdos narrativos que
131). La memoria colectiva hace parte esencial y constitutiva de modelan las experiencias, para dar cuenta de la forma como
la construcción social de un pasado que no se deja constreñir, han sido vivenciadas, para darle un sentido al mundo. Estas
someter o doblegar por la circunscripción impuesta por la formas de discurso son un modo de organizar también las
memoria histórica, puesto que inevitablemente la traspasa, memorias de la experiencia pasada. La realidad de un grupo,
dentro de una temporalidad caracterizada por hundir sus persona o colectividad no se restringe a un evento, hay diver-
raíces en el mundo de la vida (Carretero, 2008). La historia sos, y estos devienen hilo de continuidad que trata de darle
es una relectura a posteriori de tiempos precedentes que
coherencia al pasado, convirtiéndose en una memoria.
busca fijar su interés sobre ciertos acontecimientos, fechas o
sucesos especialmente señalados para la objetividad científica En el MOVICE dicho proceso de reconocimiento de
que establece el análisis del historiador. En ocasiones, la realidades, se posiciona a su vez como una vía de lucha contra
perseverante presencia de la memoria colectiva se encuentra la impunidad, la cual no solo se lee desde la falta de sanción
reprimida, invisibilizada por la historia institucionalizada, por penal a los victimarios. La memoria colectiva permite que se
las versiones oficiales. esclarezcan los casos, pudiéndose proyectar posteriormente al
32 - Haciendo Memoria en el País del Olvido

cuerpo social, para así movilizar la opinión pública y generar En palabras de una de las entrevistadas:
interrogantes en la población, intentando a su vez hacer ¿Porqué nuestro empeño en recordar? ¿Porqué in-
contrapeso a la parcialidad informativa con que operan los sistimos en que no se olviden los crímenes atroces, las
medios masivos de comunicación y los relatos del acontecer infamias innombrables, las angustias extremas? Porque
público que configuran la versión oficial (Vidales, 2008). las acciones que nos permiten reestructurar el recuerdo,
La actualización de un pasado se desarrolla dentro de volverlo a poner en el ahora, jugar con imágenes y soni-
dos que evocan lo que en algún momento fue, no es un
procesos de construcción horizontes de sentido en continuo
ejercicio que se quede en el ámbito individual del que
dialogo con el presente, que se materializan día a día en ac-
recuerda, sino que trasciende al ámbito público donde la
ciones y trabajo colectivo. La memoria más que ser algo sobre memoria colectiva se encuentra en disputa. (E2)
lo que se piensa y se discute, es aquello con lo que pensamos
y configuramos nuestra labor de cara a la transformación de
nuestra realidad, de la realidad del cuerpo social del que ha- Para Elizabeth Lira (2000), los conflictos políticos
cemos parte. de este siglo y sus desenlaces, las graves violaciones a los
Las demandas sociales que traen a la esfera pública deter- derechos humanos ocurridas y los procesos de reconciliación
minadas versiones o narrativas del pasado, o las demandas de subsecuentes han generado un campo de reflexión y estudio
incluir ciertos datos del pasado en la “historia oficial” tienen abordado desde los procesos políticos y desde los procesos
una doble motivación, una explícita, ligada a la transmisión del sociales15. Estos estudios, han abordado múltiples expresiones
sentido del pasado a las nuevas generaciones; y otra implícita, 15 Las preguntas fundamentales se refieren al ámbito de las justificaciones políticas
-diversas ideologías y doctrinas- y al ámbito psicológico y moral para explicar cómo
que responde a la urgencia de legitimar e institucionalizar el re- ha sido posible que los seres humanos hayan producido estos rangos de crueldad y
conocimiento público de una memoria. Esto entendiendo que de terror. La respuesta a esta última pregunta no se encuentra en la psicopatología
de individuos o grupos. Es la combinación entre las justificaciones políticas de
no se trata de historias y de datos neutros, sino que están carga- los conflictos de poder e intereses, los fundamentos morales para determinadas
dos de mandatos sociales (Jelin, 2005). definiciones ideológicas del bien común, y las emociones personales y colectivas que
Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado - Plataforma Colombia Núnca Más - 33

que apelan a la necesidad de impugnar el olvido y mantener 5. El sentido de la memoria


la memoria. No obstante, ante la forma como los vencedores
construyen una memoria social y política de sus acciones y
Dado que las sociedades están constituidas por grupos con
gestas, resulta necesario ir más allá del reconocimiento de intereses y valores diferentes, la memoria colectiva es intrínse-
los hechos y de la identificación de los antagonismos. Cada camente plural, no hay una memoria y una interpretación única
historia nacional hace parte de un conjunto de hechos y del pasado compartidas por toda la sociedad. “La transmisión
procesos políticos cruzados por una diversidad de memorias de saberes y sentidos del pasado se torna una cuestión abierta y
coexistentes, que en su conjunto “constituyen la memoria pública, objeto de luchas estratégicas, y no pocas veces es concebida,
colectiva de una sociedad, que no elude el Juicio ético ni por los sectores no hegemónicos, como una batalla contra el olvido
político de esos procesos” (p.149). o, en todo caso, contra la historia oficial” (Jelin, 2005, p.54).
Como lo plantea Doménech (2008) una política de la “justa Para Mendoza (2004), existen acuerdos narrativos que
memoria”16 ha de permitir vislumbrar un horizonte no limitado modelan las experiencias, para dar cuenta de la forma como
por la supresión selectiva de memorias relegadas o reprimidas. han sido vivenciadas, para darle un sentido al mundo. Estas
Una política de la “memoria justa” iría más allá de la representa- formas de discurso son un modo de organizar también
ción de la guerra como un sinsentido que hay que superar con las memorias de la experiencia pasada. La realidad de un
una reconciliación sin más, pues si fuera así se olvidaría, por un grupo, persona o colectividad no se restringe a un evento,
lado, que la reconstrucción de la paz es un ejercicio activo que hay diversos, y estos devienen hilo de continuidad que
requiere de la reparación de la justicia; y por otro, que el futuro trata de darle coherencia al pasado, convirtiéndose en una
memoria.
depende del uso y presencia que se haga del pasado.
han reforzado las otras motivaciones, lo que ha hecho posible que estos procesos Acercarse al problema del sentido adjudicado a la
tuvieran lugar (Lira, 2000. p. 148).
16 Concepto acuñado por Paul Ricoeur (2003) en La memoria, la historia, el
recuperación de la memoria colectiva al interior del MOVICE,
olvido. implica el abordaje del sentido de la acción organizativa que
34 - Haciendo Memoria en el País del Olvido

éste articula. Un sentido que lejos de comprender la memoria solo se lee desde la falta de sanción penal a los victimarios.
colectiva como un fin en sí misma, se posiciona como una La memoria colectiva permite que se esclarezcan los casos,
apuesta estratégica dentro del proceso de exigibilidad de pudiéndose proyectar posteriormente al cuerpo social, para
verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición. así “movilizar la opinión pública y generar interrogantes en la
Se comprende la memoria colectiva como el referente para población, intentando a su vez hacer contrapeso a la parcialidad
entender qué es lo que ha pasado en el país, por qué ha pasado, informativa con que operan los medios masivos de comunicación
quienes lo han sufrido y quienes se han sido los responsables, y los acomodados relatos del acontecer público que configuran la
“permite reconocer el entramado que ha generado todas versión oficial”. (E3)
las victimizaciones de gente que ha sufrido crímenes de las El proceso de posicionamiento de las memorias de las víctimas
formas más demenciales que uno se puede imaginar” (E5). de crímenes de Estado en el ámbito público, implica un trabajo,
Desentrañar y articular las memorias de las víctimas implica una lucha “el posicionamiento de una narración es algo que se lucha,
reconocer cómo se han planeado, desarrollado, instaurado el sentido es poder dar esa lucha, porque ahí hay un compromiso
y mantenido en la impunidad, los mecanismos de represión ético con las víctimas, porque no luchar por la memoria y no luchar
mediante el terror en Colombia. por la verdad, es ser cómplice de los victimarios, es permitir que se
De esta manera la memoria se reconoce como el eje para salgan con la suya, que queden impunes sus actos y que quede en el
entender “el presente a la luz del pasado y de una manera cons- olvido todo lo que han hecho” (E2). El compromiso ético es tratar
tructiva pensar en el futuro, sin evitar todo el dolor que implica de menoscabar esa versión oficial que se ha impuesto sobre lo
reconocer esa herida abierta y todas las cosas dolorosas que no que ha sucedido en Colombia, para plantear otros escenarios y
han podido salir a la luz porque no han sido reconocidas por la explicaciones de lo sucedido.
sociedad en su conjunto” (E4). Al respecto, el psicólogo español Félix Vázquez Sixto,
Dicho proceso de reconocimiento de realidades, se posiciona precisa que es mediante la memoria que tratamos de sostener
a su vez como una vía de lucha contra la impunidad, la cual no aquello que ha sido y que ya no es, de conferir sentido y
Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado - Plataforma Colombia Núnca Más - 35

articular significados sobre el pasado, de negociar versiones ras, exilios y encierros, surgen con la doble pretensión, de dar
sobre acontecimientos y eventualmente, defenderlos frente la versión «verdadera» de la historia a partir de su memoria
a posibles socavamientos o ante versiones contradictorias. y de reclamar justicia. En esos momentos, memoria, verdad y
Las memorias están conformadas tanto por elementos que justicia parecen confundirse y fusionarse, porque el sentido del
permiten dar estabilidad al mundo siempre inestable en el pasado sobre el que se está luchando es, en realidad, parte de la
cual desarrollamos nuestras vidas, como por elementos que demanda de justicia en el presente.
permiten pensar al mundo en trasformación. En este sentido, La verdad es asumida por los representantes del MOVICE
su función es tanto de estabilización de la realidad como de como una esclarecimiento y reconocimiento público de los
creación de espacios para nuevas interpretaciones. hechos de victimización, de las estrategias de control político,
Ahora bien, encontrar el problema de la emergencia social y económico que tras de ellas se imponían, así como de
de las verdades como parte del sentido de la recuperación sus responsables. Esto implica “que la gente tome conciencia
de la memoria colectiva y de la misma lucha política por la y piense que lo principal no es la justicia, lo principal es la
memoria, plantea una serie de cuestionamientos en torno al verdad, saber por qué ocurrieron los hechos, por qué se asesi-
carácter y constitución misma de esta verdad. na, para después saber para qué podemos emplear esta verdad
De acuerdo con Jelin (2002), en escenarios de conflicto para seguir adelante” (E5).
social y político, actores sociales diversos, con diferentes vin- En este sentido otras de las entrevistadas agrega: “La ver-
culaciones con la experiencia pasada pugnan por afirmar la dad es una necesidad que tienen los pueblos y las sociedades para
legitimidad de «su» verdad. La lucha se da entre actores que construir proyectos estables en materia de paz y de justicia. Si se
reclaman el reconocimiento y la legitimidad de su palabra y de edifica la sociedad sobre la mentira, lo que se está haciendo es
sus demandas. Las memorias de quienes fueron oprimidos y perpetuar el conflicto, la injusticia, la desigualdad. Por ello insis-
marginalizados, quienes fueron directamente afectados en su timos en la necesidad de la memoria, para no quedarnos con la
integridad física por muertes, desapariciones forzadas, tortu- verdad de los victimarios, que es lo que está sucediendo” (E1).
36 - Haciendo Memoria en el País del Olvido

En la declaración final del Tercer Encuentro Nacional Referencias


del MOVICE17, se plantea que la verdad es un fundamento r Becerra, Carmen. Los Derechos De Las Victimas, La memoria y la resis-
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38 - Haciendo Memoria en el País del Olvido

La memoria en Mapiripan
Texto escrito por Asociación de Población Desplazada del Guaviare (ASPODEGUA)

“Al amanecer del domingo cuando ya los paras se habían ido, algunas personas del pueblo fueron a ver si podían sacar los
cuerpos del río. Los jalaban con palos, tratando de alcanzarlos..., pero no podían. Mi papá estaba entre ellos. Pero aquella
gente volvió, preguntando a los que allí se encontraban, si querían que les pasara lo mismo. Entonces le rajaron el estómago,
así ya muerto, y le metieron piedras, lo levantaron como un potrillo y lo volvieron a tirar bien entrado al río, dizque porque
“...a éste no queremos siquiera que lo entierren... ”
Testimonio de un joven campesino
Masacre de Mapiripán, Meta, 1995

L
os antiguos territorios Nacionales, entre los cuales, se contó, el Departamento del Meta, que hasta 1.960, tuvo
la condición de Intendencia, -o dicho de otra forma, hija adolescente de nuestra querida y martirizada Nación
Colombiana-, pues estos territorios del Guaviare, Vaupés, Guainía, Vichada y los demás que, solo hasta la cons-
titución del 91, adquirieron la mayoría de edad, al ser convertidos en departamentos, fueron el recicladero de la
brutal miseria que hemos padecido decenas de miles de colombianos, a lo largo de nuestra historia, en el interior del País
y que ha sido la principal causa de las grandes migraciones, asía esas tierras hermosas pero inhóspitas.
Todos los que, debido a la conocida violencia de los años 50, fuimos migrando hacia los Llanos Orientales de Colombia;
fuimos construyendo en esas selvas vírgenes una huella gigante, en lo familiar, patrimonial, económico, social y político.
Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado - Plataforma Colombia Núnca Más - 39
40 - Haciendo Memoria en el País del Olvido

Se descuajaron montañas, se construyó la gran despensa de Tanto en las riveras del Ariari, como en el Güéjar, el
arroz, maíz, yuca, plátano y otros; se explotó artesanalmente Guayabero, el Río Guaviare, como el Departamento que
la pesca y se explotó y aprovechó la riqueza maderera, todo lleva su nombre, fundamos importantes caseríos, muchos
en su mayoría para Bogotá. Hoy sigue toda esta explotación de los cuales hoy son Municipios y hasta capitales. Todo
de productos y riquezas que nos brinda el Llano y la Amazo- esto antecedido de parcelas y fincas que con nuestro propio
nia, pero desgraciadamente, en manos de los terratenientes y esfuerzo, fuimos construyendo, incluyendo las primeras
narco-para-terratenientes, que han sido los grandes benefi- formas de infraestructura pública: carreteras veredales, con
ciarios de la guerra por ellos desatada. sus respectivos puentes, (aunque estos fueran de madera),
En las zonas de colonización, los grandes guías de este escuelas, pequeños puestos de salud, etc.
poblamiento son los Ríos y los Caños, sobre todo los que En la misma proporción, fuimos organizando la parte
son navegables, pues en las riveras de estos se hacen los social: Sindicatos Agrarios, cooperativas, Juntas de Acción
asentamientos; y fue así como se desarrollaron las prime- Comunal y la inmensa mayoría, nos distribuimos en los
ras colonizaciones, en las riveras del Río Ariari, el Güéjar, partidos políticos existentes en el país y al surgimiento
el Guayabero; todos estos afluentes del gran Río Guaviare de la Unión Patriótica fue acogida en toda esa región en
que le aporta un promedio de 13.200 metros cúbicos por forma mayoritaria y fue la razón por la cual, en 1.986,
segundo al gran Río Orinoco y que con sus pardas aguas toda esa región se inclino electoralmente por este partido,
embellece las hermosas y majestuosas riveras, entre otros obteniendo mayorías en Concejos, Asambleas, Alcaldías
del Municipio de Mapiripán y toda la parte norte del De- así como importante representación en el Congreso de la
partamento del Guaviare. República.
Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado - Plataforma Colombia Núnca Más - 41
42 - Haciendo Memoria en el País del Olvido
Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado - Plataforma Colombia Núnca Más - 45

III

Sujeto, testimonio, silencio y verdad


Juan Pablo Aranguren Romero18

“Pruebas de coraje. De esa manera llamaban los paramilitares a los entrenamientos que les impartían a
sus reclutas para que aprendieran a descuartizar personas vivas. Inicialmente, las autoridades desestimaron
las versiones de campesinos que denunciaban esta práctica y le atribuían a estos ‘cursos’ la desaparición de
personas. Pero cuando los propios combatientes empezaron a admitirlo en sus indagatorias ante la Fiscalía, el
mito se convirtió en otro crudo crimen de lesa humanidad”
El Tiempo, Abril 23 de 2007.

S
on varios los trabajos que se han desarrollado en América Latina a propósito de la violencia política en regímenes
democráticos o en dictaduras. Diversas investigaciones, desde distintos enfoques se han concentrado en los contextos de
violencia política y terrorismo de Estado que ha padecido la región desde la segunda mitad del siglo XX. Con todo, esta
diversidad de intereses investigativos y de producciones académicas no termina por agotar las posibilidades comprensivas
de estos escenarios, ni por abordar todo el panorama latinoamericano, ni todos los períodos dictatoriales, de guerra sucia o de
violencia política. En ciertos países del Cono Sur como Argentina y Chile existe un nutrido campo académico y una notable

18 Psicólogo de la Universidad Nacional de Colombia, Historiador de la Pontificia Universidad Javeriana, estudios de Posgrado en Antropología Social. Estudiante del Doctorado
en Ciencias Sociales de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) – Argentina. Actualmente es Becario doctoral del Consejo Nacional de Investigaciones
Científicas – CONICET (Argentina). En Colombia ha trabajado desde la Corporación AVRE con víctimas de crímenes de Estado.
46 - Haciendo Memoria en el País del Olvido

producción bibliográfica respecto a las dictaduras militares, su mentales involucradas en el acompañamiento psicosocial y/o
impacto social y subjetivo y las construcciones de escenarios en la denuncia ante instancias penales internacionales.
de rememoración; hecho que se repite, pero con menor
Las reflexiones sobre las violaciones a los derechos huma-
proporción en Brasil, Perú, Uruguay, Guatemala y El Salvador
nos y en particular sobre los crímenes de lesa humanidad en
así como en Venezuela, México y Colombia, pero, en el caso de
Latinoamérica también privilegian desde los últimos 15 años,
estos últimos con un volumen mucho más reducido.
análisis en torno a la memoria social y colectiva, en tanto for-
Los enfoques trazados desde distintos países latinoamerica- ma de reivindicación de las víctimas o posibilidad de cons-
nos se han ido articulando en torno a reflexiones académicas trucción y reparación a las experiencias traumáticas del pasa-
sobre la desaparición forzada, la memoria, la tortura, el impac- do (Bethelheim, 1981), o en tanto problema de investigación
to sobre las víctimas (y sus enfoques diferenciales por género, contemporáneo, susceptible de los diálogos transdisciplinares
edad, etnia, cultura), la denuncia testimonial y la puesta en el ( Jelin, 2002; Catela, 2001; Jelin & Kauffman 2006, Piper,
escenario político de las violaciones a los derechos humanos 2005; Gaborit, 2002; Vásquez 2001).
que se han realizado en distintos períodos de la historia lati-
noamericana. Varias de las reflexiones realizadas en torno a la De la mano con las propuestas de análisis psicosocial y de las
violencia política surgen desde un enfoque psicosocial, cercano investigaciones acerca de la memoria se ha planteado la relevan-
a las distintas perspectivas de la reparación integral a las víc- cia de analizar los efectos que los hechos de violencia política
timas y con una marcada influencia de la propuesta de Igna- generan sobre la integridad personal. Desde esta perspectiva se
cio Martín Baró acerca de la psicología social de la liberación. han desarrollado consideraciones múltiples en torno al impac-
En tales casos, los trabajos elaborados vienen de la mano de un to sobre los sobrevivientes de prácticas genocidas y/o de vio-
profundo activismo en la defensa de los derechos humanos por lencia política (particularmente sobrevivientes de campos de
parte de investigadores (Becker & Lira 1989; Lira & Castillo concentración, víctimas de tortura, ex – desaparecidos, o sobre-
1991; Lira, 1994 & 1996; Beristain, 1991 & 2000; Pérez – Sa- vivientes de masacres) y en sus familiares (como en el caso de la
les, 1998, 1999) que pertenecen a organizaciones no guberna- desaparición forzada y el secuestro). Al privilegiar una reflexión
Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado - Plataforma Colombia Núnca Más - 47

sobre las transformaciones en la subjetividad o en la identidad mento, con la posibilidad teórica de avanzar en la construcción
personal, este tipo de trabajos apelan al uso del testimonio y de de una historia de los tiempos presentes y con la confluencia de
las fuentes orales para trazar en historias de vida los impactos de métodos y perspectivas provenientes de la antropología, el psi-
estos contextos de violencia. Un empleo de los testimonios que coanálisis y los estudios culturales.
se desarrolla, bien a efectos de hallar argumentos o sustentos de
La historia oral, los estudios de la performance, la psicología
las prácticas de violencia, en virtud de lo cual los testimonios se
social contemporánea, el psicoanálisis y la antropología cultu-
articulan en las compilaciones de denuncia de organizaciones
ral trazan también una serie de perspectivas en la comprensión
sociales defensoras de derechos humanos, o bien como parte de
las experiencias de acompañamiento psicosocial a las víctimas de los contextos de violencia política (Taylor, 1997). Algunos
de dichas prácticas, en razón de lo cual constituyen guías sobre de estos trabajos dan cuenta de la necesidad de hacer un abor-
este acompañamiento y brindan elementos de análisis sobre los daje de las transformaciones que se dan a nivel cultural en las
impactos a nivel individual, familiar y colectivo del genocidio y sociedades como consecuencia de estas prácticas de violencia o
de la violencia política. en los afectos, emociones y representaciones de los sujetos.

En uno y otro caso las subjetividades, marcadas – impactadas Las perspectivas trazadas por las investigaciones desde la
por la violencia, se sitúan como fuente de una memoria enmarca- psicología social, por los trabajos concentrados específicamente
da socialmente y quedan por lo tanto en la base de los intentos de en la memoria y los estudios sobre performancia, subjetividad,
abordar fenómenos sociales o procesos históricos. El lugar pre- cultura y política se encuentran y cruzan en diferentes trabajos
eminente de vincular estas subjetividades va de la mano con la y elaboraciones desde la segunda mitad de la década de los 90.
de “dar voz” a los que históricamente no la han tenido y aunada a Algunos de ellos han situado al cuerpo como lugar privilegiado
la necesidad de contraponer a las narraciones históricas oficiales, de sus reflexiones, toda vez que es también objeto privilegiado
narrativas alternativas, populares o contra-hegemónicas. Ambos de las formas de la violencia política (Kordon, y otros, 1992;
casos irán vinculados a la emergencia de nuevas fuentes en rup- Uribe, 1978) o porque se reconoce como origen de las reme-
tura con las tradiciones historiográficas que privilegian el docu- moraciones. En algunos de dichos trabajos también se retoman
48 - Haciendo Memoria en el País del Olvido

una serie de aspectos provenientes de la tendencia creciente de victimarios tengan a bien confesar en su audiencia judicial.
la década de los setenta en disciplinas como la historia, la antro- De allí que es común encontrar afrentas contra la dignidad
pología y la sociología por el abordaje del cuerpo como tema de las víctimas como la del famoso jefe paramilitar Salvatore
de investigación (Corbin y otros, 2005; Feher 1990; Turner, Mancuso quien, en tales audiencias, usaba como apoyo
1989; Le Bretón, 1989, 1995). mnémico toda la información consignada en su computador
Sony – VAIO organizada en una cuidadosa presentación
En relación con Colombia los trabajos, aunque en menor
de Power Point. No le ocurriría lo mismo al jefe paramilitar
número, sugieren importantes perspectivas para la construc-
Ramón Isaza quien arguyó sufrir de amnesia y no recordar
ción de una historia – no oficial o alternativa, para el aborda- nada de los crímenes realizados en la región del Magdalena
je psicosocial de los hechos de violencia política o estudios a Medio (región donde opera su grupo desde hace más de 30
profundidad sobre ciertas formas particulares de esta violencia años). Durante la primera jornada de versión libre de Isaza
en regiones y períodos determinados (Archila, 2003; Bolí- este dijo padecer de Alzheimer y recordar sólo algunas cosas.
var, 2003; Sánchez, 1991, Uribe, 1978 & 1995, Blair 2001 & La revista Semana, haría referencia a este hecho en una suerte
2005). Aunque pocas investigaciones se han ocupado de estos de anécdota pintoresca de la violencia en Colombia, cerrando
temas y aún cuando el ejercicio de memoria y verdad pareciera al final con un intento de conmover a sus lectores, diciendo:
quedar sujetado por la institucionalidad a la voz y el testimonio “Los familiares de las víctimas se marcharon con la esperanza
de los victimarios como ocurre actualmente en lo que se ha co- de que [Isaza] recupere totalmente la memoria para que el
nocido como las “Audiencias de Justicia y Paz”, existen alientos país pueda reconstruir esos años de horror” (Semana, 2007)
a la construcción de narraciones desde la memoria de las vícti-
De la misma manera se puede reflexionar respecto a la cita
mas y desde el dolor de sus cuerpos individuales y sociales. Tal
a la que hicimos referencia al inicio de este artículo. Dicha cita
es el caso del Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado.
corresponde a un especial sobre exhumaciones realizado por el
Y es que el escenario colombiano actual dispone, a través periódico El Tiempo. En una de sus notas periodísticas el espe-
de la ley 975, que la verdad quede sujetada a lo que los cial decía que, a través de las confesiones de varios combatientes
Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado - Plataforma Colombia Núnca Más - 49
50 - Haciendo Memoria en el País del Olvido

de los grupos paramilitares en el marco de las audiencias judi- como parte de las condiciones de posibilidad de lo mnémico.
ciales, se pudo establecer que las macabras prácticas de estos El texto de Elizabeth Jelin introduce un marco general sobre las
grupos con sus víctimas, que durante muchos años habían de- memorias como procesos subjetivos, como producto de rela-
nunciado los familiares de las víctimas y varias organizaciones ciones de tensión, conflicto y poder y como objetos históricos.
civiles y eclesiásticas, y que para los jueces eran “exageraciones La reflexión acerca de cómo pensar lo social en los procesos
y mitos de campesinos, indios y negros” se mostraban ahora, de memoria, se extiende en Jelin en aras de problematizar la
gracias a estas confesiones como terriblemente ciertas. noción de memoria colectiva como una entidad propia y en
¿Cuál es el lugar de la memoria en un escenario como este? un nivel completamente distinto y distante de la «memoria
¿De qué manera opera lo testimonial cuando en un supuesto/ individual». Jelin sostendrá así la necesidad de situar lo social de
forzado escenario de pos conflicto lo que en verdad termina la memoria en el proceso de evocación, en los códigos culturales
por privilegiarse son las narraciones de los victimarios? ¿Cómo que hacen posible la narración de los hechos rememorados.
se puede pensar una investigación y acción que convoca a víc- La entrada y salida de los ‘marcos sociales’ de la memoria –y
timas de violencia política a recordar estos hechos? ¿Cómo se su problematización– serán esenciales en la comprensión de
confrontan las memorias de las víctimas con las del victimario? un punto clave de articulación de la propuesta de Jelin: las
Al respecto vale la pena detenerse en algunas consideraciones memorias de los hechos traumáticos (particularmente de los
escenarios de represión política) y los huecos, borraduras,
desarrolladas por Elizabeth Jelin y Beatriz Sarlo sobre la memo-
silencios y vacíos presentes allí. Ello dará pie para analizar el
ria y de Michael Pollak sobre el testimonio.
lugar de las luchas políticas por la memoria, los testimonios,
La propuesta de Los Trabajos de la Memoria (Jelin 2002), el lugar del sufrimiento, los análisis de géneros, la subjetividad,
uno de los textos ‘inaugurales’ en la investigación sobre memo- la verdad, la intimidad y las generaciones y las herencias. Para
ria y violencia política en América Latina, está guiada a partir Jelin, en concordancia con algunos de los planteamientos de
de una noción de memoria que implica un trabajo de elabo- Halbwachs, toda memoria individual es una memoria social,
ración subjetiva y que inserta los marcos sociales y culturales pues el ejercicio de evocación convoca códigos culturales en los
Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado - Plataforma Colombia Núnca Más - 51

cuales se ha de insertar la narración de la experiencia vivida. Si ciación): son por lo tanto el resultado del encuentro entre las
bien existe un vacío y un hueco instalado por lo traumático, algo disposiciones del sobreviviente / víctima a hablar y las deman-
de ello puede retornar (en una forma para Jelin reparadora) a das de escucha (solicitudes) y posibilidades de ser escuchado.
través de una escucha «adecuada». El planteamiento de Jelin Este encuentro varía significativamente la lógica misma de lo
es sugerente toda vez que remite al interesante análisis que decible: “Entre aquel que está dispuesto a reconstruir su ex-
desarrolla Michael Pollak a propósito del testimonio. Se trata periencia biográfica y, aquellos que le solicitan hacerlo o están
de los lugares de enunciación y de los lugares del otro de la dispuestos a interesarse por su historia, se establece una rela-
escucha como posibilidad de existencia de lo testimonial y como ción social que define los límites de lo que es efectivamente
rutas para la elaboración subjetiva y social de lo traumático. El decible” (Pollak, 2006: 56).
testimonio histórico, la declaración judicial y los relatos biográficos
se constituyen en lugares de enunciación disímiles19, pero sobre En su libro Tiempo Pasado, Beatriz Sarlo (2005), una de
la base de la oralidad o la narración. Los puntos de divergencia las reconocidas ensayistas argentinas contemporáneas, pon-
que se trazan entre unos y otros llevan a plantear un debate drá también en discusión este lugar de lo testimonial. El plan-
necesario sobre el lugar de la verdad, las formas de la escucha teamiento de Sarlo es esencialmente una serie de discusiones
y las posibilidades de la memoria. Pero sitúan sobre todo la sobre esa cultura de la memoria sostenida por el ‘giro subjeti-
necesidad de comprender las subjetividades implicadas en estos vo’ de las ciencias sociales.
lugares, formas y posibilidades. Sostenidos en la lectura de El Narrador de Walter
Cada uno de estos tipos de testimonio, ubica lugares dife- Benjamin (1970), los argumentos de Sarlo proponen un
rentes de escucha y de producción (diferentes lugares de enun- análisis teórico crítico sobre la memoria y la historia de
19 El testimonio histórico será aquel que, por ejemplo, es solicitado por las comisiones
pasados traumáticos de terrorismo de Estado, a partir de la
de verdad histórica, el testimonio judicial, aquel que se rinde ante instancias problematización de los testimonios y de las narraciones de
jurídicas, solicitado por un juez como parte de un proceso, el relato biográfico por
su parte será un relato publicado o inédito solicitado por una editorial o como
experiencias personales en tanto que recurso metodológico.
emprendimiento personal. El debate que emprende Sarlo con otros autores apunta así
52 - Haciendo Memoria en el País del Olvido

a poner en tensión la idea de que la experiencia personal – (la hacía posible), en lugar de habitar en su centro” (Sarlo,
testimonial de un pasado de crueldad y violencia, se torna una 2005: 32- 33)
fuente incuestionable justamente por el componente moral,
Una descripción y un rápido análisis del «boom» del
ético y político que subyace a lo que de crueldad y violencia
neohistoricismo y de la cultura del pasado que en las últimas
tiene la rememoración y por lo que la idea del «haber
décadas emergerían cuando se creía vencedora a la cultura
estado allí» concede de autoridad para reconocerse como
del «instante», es pues uno de los temas esenciales en Sar-
verdadero. Haciendo referencia a lo ocurrido en la “Gran
lo. La ensayista lanza un cuestionamiento esencial: con las
Guerra”, los planteamientos de Benjamin apuntarían a poner
historias de circulación masiva, se ha popularizado el uso
de manifiesto:
de fuentes orales y del testimonio, en virtud de su impacto
“la relación inseparable de experiencia y relato, por comercial y espectacular. Este hecho termina por conceder
una parte; y también, que llamamos experiencia a lo que a este recurso (a lo oral y a lo testimonial) un aparente es-
puede ser puesto en relato, algo vivido que no sólo se tatuto de credibilidad, fiabilidad y certeza sustentado en la
padece sino que se transmite. Existe experiencia cuando superficialidad de un consumo de hechos de violencia na-
la víctima se convierte en testigo. Hija y producto de
rrados en primera persona y aunada a toda una suerte de
la modernidad técnica, la primera guerra hizo que los
autobiografías y narraciones vivenciales – presenciales. Las
cuerpos ya no pudieran comprender, ni orientarse en el
historias de circulación masiva, según Sarlo, aseguran en los
mundo donde se movían. La guerra anuló la experiencia”
(Sarlo, 2005: 31) lectores la continuidad, la certeza y el consuelo frente a las
discontinuidades, las contradicciones, las hipótesis y las pro-
Y es que Benjamin, se referiría por tanto a un blematizaciones que «estimulan» la historia y que existen
enmudecimiento anclado en el surgimiento de la novela, la en el trasfondo de un pasado de violencia. Para Sarlo existe
cual habría tomado el lugar de las “formas artesanales” de un giro subjetivo (similar y posterior al giro lingüístico) que
transmisión, “es decir, de aquellas arraigadas en la inmediatez da a la subjetividad un papel predominante en el proceso de
de la voz, en un mundo donde el peligro rodeaba la experiencia reconstrucción de las décadas del sesenta y setenta y del que
Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado - Plataforma Colombia Núnca Más - 53

la Historia en tanto disciplina no escapa. Ejemplo de ello, gún momento. Es evidente que, según este último criterio,
será para Sarlo, la profusión de Historias de la vida cotidiana divergen aun más las muestras espontáneas proporciona-
(historias de las mujeres, historias de los afectos, historias das por diferentes testimonios” (Pollak, 2006: 60 – 61).
del cuerpo, etc.). Se podría decir que Sarlo se ocupa de la
forma persuasiva que prevalece en la retórica del testimonio,
y analiza con ello la argumentación que sostiene las narra- Para Sarlo, lo que se narra de una experiencia límite, en
ciones experienciales. sintonía con la melancolía de Benjamin, es irrepresentable en
el testimonio. La intensidad, la violencia y el sufrimiento de
Evidentemente el planteamiento de la ensayista argentina
la experiencia vivida en «carne propia» son inaprehensibles
remite a un análisis crítico de esas condiciones de posibilidad
por la narración testimonial porque justamente los hechos
de lo testimonial puestas en escena de manera brillante por
rememorados sucedieron en un marco social deshecho
Michael Pollak. Sugeriría así que, en virtud de que el grado de
y en donde se perseguía el borramiento de todo rasgo de
espontaneidad de un enunciado en relación con experiencias
subjetividad. Para Jelin, en concordancia –una vez más–
concentracionarias, de violencia política o de terrorismo de
con algunos de los planteamientos de Halbawchs, toda
Estado debe reconocerse como un indicador de la relación de
memoria individual es una memoria social, pues el ejercicio
la persona con su identidad, cada una de las modalidades de lo
testimonial tendría implícito unos contenidos diferentes en de evocación convoca códigos culturales en los cuales se ha de
cuanto a lo que es relatado, y un sentido diferente en cuanto a insertar la narración de la experiencia vivida.
la función cumplida por la toma de la palabra (Pollak, 2006: Sarlo dirá que el testimonio se escapa de ser sometido a las
60). En palabras de Pollak la cuestión: reglas que se aplican a otras fuentes, huyendo de la rigurosidad
“no es solamente saber lo que, en estas condiciones metodológica e instaurándose como verdadero por estar
“extremas”, vuelve a un individuo capaz de testimoniar, sostenido en una subjetividad cuyo estatus le da la ‘posibilidad’
sino también lo que hace que se lo soliciten, o lo que le de ser aprehendido por el conocimiento: “no hay verdad, pero
permite sentirse socialmente autorizado a hacerlo en al- los sujetos, paradójicamente, se han vuelto cognoscibles” (Sarlo,
54 - Haciendo Memoria en el País del Olvido

2005: 51). Jelin, señalará, en virtud de su argumentación de que narra, una alteridad en diálogo (Jelin, 2002: 86) dispuesta a
las memorias individuales y las memorias sociales se sostienen escuchar.
ambas sobre la base de una mediación de mecanismos de
Y es que Jelin no desatiende las subjetividades de quienes
transmisión y apropiación simbólica (Jelin, 2002: 36), que el
testimonio no puede ser por ello desestimado, sino que por narran, pues al referirse a la relevancia de los proyectos de
el contrario demanda para la investigación sustraerse de los rescate de testimonios o de construcción de Archivos Orales,
peligros que puede entrañar. Al preguntarse acerca de si es subraya la importancia de que no haya solamente Emprende-
condición necesaria haber sido víctima directa de la represión dores de la Memoria, sino “entrevistadores y escuchas sociales
(haber vivido el hecho en «carne propia») para participar en comprometidos con preservar y atentos a los procesos subjeti-
el proceso histórico de construcción de una memoria colectiva, vos de quien es invitado a narrar” ( Jelin, 2002: 86). Los traba-
Jelin apunta a situar como problemática la noción misma de ser jos de la memoria incluyen para Jelin de manera significativa
víctima directa o de haber vivido en carne propia y argumenta el proceso de (re) construcción de sí mismo y de la identidad
que ello hace parte justamente del proceso histórico de personal, como resultado de un testimonio que circula en un
“construcción social del sentido” (Jelin, 2002: 60) diálogo que permite construir una narrativa social con senti-
No significa esto que Jelin reivindique el lugar del testimonio do. Ello demandará para Jelin, regresar a la situación límite
como algo más cercano a la verdad. Por el contrario alertará pero también y sobre todo regresar de la situación límite20.
sobre el peligro que subyace cuando se ancla la legitimidad
20 A diferencia de lo que plantea Sarlo al inicio de su texto sobre el boom del
del testimonio en el sufrimiento personal de quienes han neohistoricismo, Jelin dirá que el trabajo con testimonios y rememoraciones de
vivido una experiencia traumática. Pero Jelin, a diferencia de experiencias no se trata simplemente de “fenómenos ligados solamente al mercado
(lo que los críticos literarios llaman el «boom del testimonio y la biografía») sino
Sarlo no desestima esta experiencia. Aún cuando identifique a complejas búsquedas de sentidos personales y a la reconstrucción de traumas
en el testimonio los huecos y los vacíos que deja lo traumático sociales. De manera central, existe también un propósito político y educativo:
transmitir experiencias colectivas de lucha política, así como los horrores de la
considera relevante inscribir las experiencias personales de represión, en un intento de indicar caminos deseables y marcar con fuerza el
dolor y sufrimiento en el orden social que reclama para el que «nunca más»” ( Jelin, 2002: 95).
Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado - Plataforma Colombia Núnca Más - 55

Sin embargo Sarlo no entra en una crítica a este giro sub- políticas e ideológicas de un período como las dos décadas
jetivo solamente por el “prejuicio” de verdad que sostiene al de interés de Sarlo. Allí donde prevalece el sufrimiento –in-
testimonio. En Tiempo Pasado la autora planteará que la subje- cuestionable– ante una escucha que, como dice Jelin, no en-
tividad no puede ser captada en una narración, pues la subjeti- tra en un diálogo como alteridad, sino que se identifica con
vidad al igual que la memoria es histórica. Al referirse específi- dicho padecimiento (o que termina por violar la intimidad y
camente a las décadas de los sesenta y los setenta, Sarlo dirá que la privacidad en sentidos similares a lo efectuado por los vic-
existe un trato injusto de las subjetividades que se movilizaron timarios) y que, como señala Sarlo confía plenamente en la
en pro de una utopía revolucionaria, cuando estas pretenden inmediatez de la voz y el cuerpo, también –y siguiendo con
ser presentadas “sólo o fundamentalmente como drama[s] Sarlo– impide el acercamiento y el “reconocimiento positivo
posmoderno[s] de los afectos” (Sarlo, 2005: 91). A Sarlo le pre- de las acciones de las víctimas” (Sarlo, 2005: 93).
ocupa que en medio de las reiteradas y continuas críticas a la
idea de Verdad que se han dado en los debates historiográficos Ante la problemática trazada, Sarlo reivindicará, por una
desde finales del siglo XIX y en donde se ha instaurado una des- parte, las fuentes escritas como forma relevante de acerca-
confianza generalizada frente a la posibilidad de autenticidad miento al pensamiento de los sesenta y los setenta. De otra,
de las narraciones de memoria, se considere que las memorias resaltará la necesidad de que emerja el análisis allí donde el
de la represión no deben ser objeto de esa confianza. Para la relato y la opinión personal han ocupado un lugar predomi-
autora esta suspensión si bien obedecía a una necesidad moral, nante. Allí, donde el propio testimonio, según la autora, se
jurídica y política, conllevó el desdibujamiento de las historias hace a un lado para permitir que el conocimiento fluya, está
de vida y del “mundo” de las víctimas. una opción más rica que lo que el régimen del testimonio y el
neohistoricismo han instaurado a propósito de la compren-
En otras palabras, para Sarlo el lugar moral y jurídico que
sión de las violencias políticas.
sostiene el testimonio no sólo imposibilitaría cuestionar el
status de verdad de estas narraciones, sino que, a su vez, impe- Lo que Sarlo desestima en su lectura reivindicativa del
diría avanzar en el reconocimiento de las dinámicas sociales, «estilo» “académico” de lo testimonial es que el lugar secun-
56 - Haciendo Memoria en el País del Olvido

dario que ocupan los propios testimonios de cada autor –aún organizaciones de derechos humanos constituidos en vínculos
el más analítico y académico– puede dar cuenta también de de parentesco (madres, hijos, abuelas, etc.):
una forma de elaboración subjetiva de lo vivido. De la misma “La investigación futura también deberá estudiar el
manera que el ‘silencio’ de la propia experiencia, puede estar impacto que la imagen prevaleciente –en el movimiento
en el trasfondo de lo experiencial y por lo tanto dar cuenta de de derechos humanos y en la sociedad en su conjunto–
otro estilo de lo testimonial, el proceso de reflexión académica de demandas de verdad basadas en el sufrimiento y de
puede ser una manera de gestión de los hechos violentos. las imágenes de la familia y los vínculos de parentesco
En todo caso lo que Sarlo busca situar como punto esencial tienen en el proceso de construcción de una cultura de la
de su discusión es que el proceso de investigación histórica, el ciudadanía y la igualdad” ( Jelin, 2002: 62).
trabajo de la historia como disciplina, no puede «olvidar»
su distinción con las narraciones testimoniales. Se tratará de
Lo que Jelin, por su parte, no pone en evidencia, es que ese
la necesidad de mantener con el testimonio –en tanto que
proceso de construcción de ciudadanía se ve impactado no
fuente– una rigurosidad metodológica y analítica a propósito
tanto porque las demandas de verdad de las organizaciones
de sus lugares de producción (siguiendo a Michel de Certeau
de derechos humanos estén sostenidas en el sufrimiento, sino
(1993))21.
porque el sufrimiento ha impactado los lazos sociales que ha-
De manera sugerente, Jelin también planteará un problema cen posible la construcción de dicha ciudadanía.
similar al situado por Sarlo en relación con el proceso de
De otro lado, analizando la memoria de quienes no
reconstrucción de la memoria sostenida sobre el sufrimiento
tuvieron la «experiencia pasada» propia, de quienes no la
y organizada, según Jelin, a partir de las exigibilidades de las
vivieron en su propia carne, Jelin retoma la idea de que para
21 Jelin, citando a La Capra también dirá: “Una postura constructivista y subjetivista este grupo: “la memoria será una re – presentación del pasado
extrema […] puede llegar a privilegiar de tal manera las narrativas subjetivas de
la memoria que terminan identificando la memoria (incluyendo toda la posible
construida como conocimiento cultural compartido con
ficcionalización y mitologización) con la historia (Jelin, 2002: 66). generaciones sucesivas y por diversos/as «otros/as»” Desde
Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado - Plataforma Colombia Núnca Más - 57

aquí se entrevé un punto de encuentro sugerente entre el que siguen narrando entre ellos sus padecimientos y dolores
análisis que hace Sarlo sobre la posmemoria como categoría vislumbrando apenas la emergencia de dichas disposiciones.
en los trabajos de Young y en la propuesta de Marianne Hirsch Sólo una ética de la escucha, encaminará dicho proceso.
(1997). Sarlo y Jelin terminan por compartir el concepto de
Es aquí donde se convoca una experiencia de (los)
Passerini de la memoria (1987) en su dimensión intersubjetiva
sentido(s); que convoca al cuerpo de la escucha en resonancia
y la presencia constante, en todos los actos de rememoración
con el cuerpo vibrante del otro que habla y rememora
de las memorias de otras memorias. Al respecto Sarlo dirá:
también desde su cuerpo. Ello incluye las disposiciones
“es obvio que toda reconstrucción del pasado es vicaria e
psíquicas, las disposiciones sociales, las disposiciones éticas
hipermediada, excepto la experiencia que ha tocado el cuerpo
y las disposiciones políticas. Cada uno de estas plantea la
y la sensibilidad del sujeto” (Sarlo, 2005: 29).
necesidad de analizar qué condiciones y disposiciones sociales
Partiendo del hecho de que la posibilidad de los testimonios y culturales, tanto de quien escucha como de quien habla,
no sólo tiene su origen en la voluntad de las víctimas y teniendo hacen posible el testimonio. Pero también pone de manifiesto
presente que estos no surgen en virtud de una especie de la necesidad de reflexionar sobre el lugar de la intimidad tal
imperativo moral que lleva a las víctimas a testimoniar, es como lo señala Jelin a propósito del caso argentino:
importante considerar justamente que estos testimonios se
“Si el terrorismo de Estado y la represión violaron la
anclan de manera importante en las condiciones sociales que intimidad y los cuerpos humanos, la reconstrucción de
lo vuelven comunicable. Se trata de condiciones que cambian la identidad requiere reconstruir también los espacios
con el tiempo y con el lugar en donde se originan. Estos dos privados y la intimidad. En este contexto, las modas tes-
puntos, tiempos y lugares sociales de producción testimonial, timoniales corren peligros sobre los que hay que alertar”
serán claves en el análisis de la violencia política en Colombia ( Jelin 2002 97 – 98).
a la luz de las tensiones que suponen el testimonio de un
victimario que cuenta con las disposiciones sociales de una Acceder a las narraciones de las víctimas de una memoria
escucha (particularmente la mediática) y el lugar de las víctimas de dolor y horror en donde el propio cuerpo ha sido sistemáti-
58 - Haciendo Memoria en el País del Olvido

camente atacado, violentado y en muchos casos fragmentado, En ese sentido, una reflexión crítica acerca de los estatutos
en donde se ha apuntado al aniquilamiento de ideas y utopías, de verdad que se proclaman y erigen desde las historias
sacude necesariamente la experiencia personal de quien las es- «oficiales» o desde las historias «autorizadas» por un
cucha. Además de pensar en cómo describir con pudor y dig- régimen de cientificidad o autoritarismo, debería permitir
nidad los actos que han degradado y humillado a una persona que los testimonios de las víctimas sean escuchados y no
(Pollak, 2006) será necesario entonces tener presente de qué valorados por una supuesta mayor fidelidad a lo que, al estilo
manera estos decires invaden también la conciencia ética e im- de la historiografía decimonónica, se llamó el hecho en sí.
pactan significativamente a quien las escucha. Y es que una valoración tal, responde al mismo esquema de
juzgamiento de lo verídico según una supuesta autoridad que
Un panorama tal remite así a una reflexión sobre las condiciones dispondría de los criterios para ello. La mirada crítica a este
de posibilidad de lo testimonial y abre la pregunta por los esquema del juez supremo puede permitir que el acercamiento
factores que intervienen en la enunciabilidad, en general y al testimonio de las víctimas sea considerado no por ser una
por aquellos que materializan la disposición de las víctimas versión más verídica del pasado, sino por la relevancia ética
para hablar, en particular. Este marco de narrabilidad de las que plantea su escucha (Aranguren 2008). Tal como subraya
experiencias límite estaría constituido por las condiciones Joutard, el desinterés en la historización de las memorias se
subjetivas y sociales tanto del ‘testimoniante’ como de su mueve en la misma lógica que la de aquellos que niegan las
escucha. La existencia de tales condiciones remite, entonces, torturas, las desapariciones y los genocidios (1999: 10). En el
a considerar las relaciones que cada sociedad establece mismo sentido, dirá Lyotard que una búsqueda de totalidad y
con su pasado, interrogando además el lugar mismo de la consenso al estilo de una verdad termina siendo el fundamento
oralidad al interior de dichas relaciones ( Joutard, 1999: 14). mismo de los emprendimientos fascistas (Lyotard, 1988).
Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado - Plataforma Colombia Núnca Más - 59

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Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado - Plataforma Colombia Núnca Más - 63

IV

Reconstruir memoria en tiempos de


guerra
Víctor Ángel Sastoque22

Creo en el poder de los humildes,


Los desterrados y los perseguidos
A quienes se niega el sol, la sal, el agua;
Creo en el triunfo postrero de los de abajo
Porque de ellos es el día de mañana”.

Jorge Artel

Es importante salvar a la tradición de la ocupación por los poderosos, porque las luchas se hacen por los muertos y vencidos de las
generaciones anteriores, y no por promesas del futuro
Walter Benjamín

E
l aparente mundo de las incertidumbres que pretende abrirse camino tras el final de los meta-relatos, supone, en
relación con lo educativo, la afirmación de un modelo dominante de escuela –y de las ciencias sociales- en el cual, la
institución propone una práctica delimitada –y limitante- en función de los intereses de las clases y grupos dominantes
y la consolidación de determinadas hegemonías.
22 Licenciado en Ciencias Sociales de la Universidad Pedagógica Nacional. Investigador del Proyecto Colombia Nunca Más. Este artículo hace parte de las reflexiones
realizadas con el equipo de investigació conformado por Sandra Castro, Francys Cárdenas, Byron Ospina y Duglas Rodríguez.
64 - Haciendo Memoria en el País del Olvido

A tal situación se suman, en algunas ocasiones, unas ciencias Nuestro trabajo con las memorias, se constituye -a modo
sociales enajenadas a la realidad social y a los problemas de símil- como el rearmar de una vajilla rota en la cual cada
concretos que enfrentan mayorías históricamente marginadas. una de sus partes toma diferente rumbo (desplazamiento);
En el caso colombiano, los centros de formación son blancos hay partes que no se encuentran, otras que están a la mano,
de la expansión de la guerra; y paradójicamente, de la negación distintas que se encuentran escondidas en lugares recónditos;
del conflicto. Así las cosas, la producción académica se somete además, para rearmar la vajilla el pegamento no sirve (procesos
al tamiz de quien “conserva la ventaja” el cual propende por de reconciliación) es necesario comprender en lo que se ha
todos los medios por mantener un “país de papel”. Tras de él convertido parte de su intimidad, el papel de cada una de sus
se esconde el “país de verdad”; así lo denuncia Gabriel García partes, cuál era su proyecto, cuál era su trabajo, porque hacía
Márquez en uno de los documentos preliminares al informe parte de la vajilla, para establecer un proceso relacional con
conjunto de la “Misión de Ciencia, Educación y Desarrollo” las demás partes de la misma.
titulado “Colombia: al filo de la oportunidad” publicado en La propuesta de discusión sobre la memoria se funda-
Julio de 1994: menta, en un primer momento, desde las posturas que han
“Nos han escrito y oficializado una versión compla- elaborado algunos estudiosos, entre las que cabe destacar los
ciente de la historia, hecha más para esconder que para trabajos de Jelin24, M. Halbwachs25, J. Le Goff26, cuyos aportes
clarificar. Pues nos complacemos en el ensueño de que a este campo son de gran valor. Esto no implica una elabora-
la historia no se parezca a la Colombia en que vivimos, ción que dé cuenta de los alcances eruditos de los investigado-
sino que Colombia termine por parecerse a la historia res, sino el poner de presente los puntos centrales de las discu-
escrita. Somos dos países a la vez; uno en el papel y otro siones y los aportes a la comprensión de la realidad desde este
en la realidad”23
24 Jelin, E. (2002). Los trabajos de la memoria. Buenos Aires: Siglo XXI editores
25 Halbwachs, M. (2004). Los marcos sociales de la memoria. Barcelona: Editorial
23 García Márquez. (1994). Colombia: al filo de la oportunidad [Homepage]. Anthropos
Consultada el 14 de abril de 2008 en la World Wide Web: http://www.umng. 26 Le Goff, J. (1991). El orden de la memoria. El tiempo como imaginario. Barcelona:
edu.co/www/resources/cdq Paidós.
Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado - Plataforma Colombia Núnca Más - 65

campo. Por otro lado, abordamos el análisis de la concepción en Benjamín de que la lucha de clases no sólo implica la dis-
de memoria en Walter Benjamín, ya que será, a partir de su puta por la materialidad, sino por la forma como esa mate-
base teórica y política, que se desarrollará el trabajo. rialidad se produce y/o se representa desde la producción del
Tanto M. Halbwachs como W. Benjamín coinciden en sus conocimiento. En efecto, la crítica de Benjamín a la manera
análisis al afirmar que las memorias no son posibles sin estar como el historicismo piensa el tiempo como homogéneo y va-
encuadradas socialmente; la existencia del carácter colectivo cío y el pasado como la sumatoria de hechos se fundamenta
de los recuerdos y de los olvidos, y la existencia de otros es una desde la lógica de la lucha por las memorias; lucha en la cual
de las condiciones para el ejercicio de las memorias, para la los vencedores han borrado cualquier huella de materialidad
activación de las mismas. Según A. Lucas27, Benjamín retoma del pasado, construyendo dicha materialidad en un presente/
de Halbwachs elementos claves que van a ser reconstruidos presente caminando siempre hacia adelante. Futuro irreme-
en sus tesis de la filosofía de la historia al abordar el tema de diable y pasado como simple contingencia o atributo.
la memoria colectiva, entre ellos la “noción de pasado recons- La necesidad de mirar siempre hacia atrás hace parte, evi-
truido y no meramente representado a la manera historicista, dentemente, de la praxis política de los sujetos, ya que ello per-
así como a la importancia concedida a las huellas materiales mite confrontar las atrocidades que sustentan el ejercicio de la
para la reconstrucción del pasado”. dominación por parte del Estado o de otros grupos poderosos,
Otro aspecto indispensable de la relación Benjamín – Hal- cuya columna vertebral parte de la legitimidad y legalidad de la
bwachs, Jelin, Le Goff, se implica en la metáfora “las memorias misma, es decir, convierte en derecho positivo la represión y la
como un campo de batalla”. Para Benjamín28, por ejemplo, una guerra como mecanismo de conservación del estado de cosas, y
de las forma de materialización de la lucha de clases se expresa reviste de apariencia democrática a la arbitrariedad.
en la lucha por las memorias. Existe una profunda convicción Para tal efecto tomaremos los principales postulados de
27 Ibíd.
“Tesis de la filosofía de la historia”29; el documento “Para una
28 Benjamín, W. (1978). Para una crítica de la violencia y otros ensayos escogidos. 29 Benjamín W. (1999). Sobre el Concepto de la Historia. México, D.F: Ediciones Coyoacán,
México: Ed. Premiá S.A. de C.V.. traducción del alemán: H.A. Murena. Benjamin, Walter. (2005).
66 - Haciendo Memoria en el País del Olvido

crítica de la violencia y otros ensayos escogidos”; y, “sobre al- 1. Estado de guerra permanente y fin
gunos temas en Boudelaire” de Benjamín, así como los artí- de la lucha de clases
culos “Walter Benjamin y las lecciones de unas historia vista
a contrapelo” de Carlos Antonio Aguirre Rojas30; “Benjamin: El reconocimiento de una condición de opresión que
¿Qué Materialismo? ¿Qué Historia? Progreso, Pasado e Ins- debe ser develada, y por supuesto, subvertida, es el lugar de
tante Salvador, de Muro Abad, Juan Robert31; ¿Por qué el An- partida –otorgador de sentido- desde el cual planteamos el
gel de la Historia mira Hacia Atrás? Acerca de las tesis sobre análisis de las memorias sociales de la guerra sucia en nuestro
el concepto de violencia de Walter Benjamín, de Stefan Gan- país. Reconstruir las memorias –individuales o colectivas- no
dler32; “Domesticación de la memoria. Una reivindicación consiste en reinterpretar los hechos del pasado bajo la lupa
Benjaminiana de la memoria histórica, de Andrés Devesa33; del presente como mecanismo para no repetir en el futuro
“Tiempo y Memoria” de Ana Lucas34; y, “Sobre algunos te- los errores del pasado; en otro sentido, la memoria constituye
mas en Walter Benjamín”, de Karen Poe Lang35. una puerta de entrada a la comprensión de situaciones histó-
30 Aguirre Rojas, C. (2002). Walter Benjamín y las lecciones de una
historia a contrapelo. ricas totalmente vigentes.
31 Muro Abad, J. R. (1996) (trad.). ¿Qué Materialismo? ¿Qué Historia? Progreso,
Pasado e Instante Salvador. Publicado en traducción francesa en EUROPE Revue Surge de esta manera como manifestación de lucha contra
Europeenne d’Histoire-European Review of History, Vol. 3, nº 1 (1996), 87-99 el olvido, de resistencia, de manifestación contra los silencios
32 Gandler, S. (2003,)¿Por qué el ángel de la historia mira hacia atrás?: Acerca de
las tesis “Sobre el concepto de historia” de Walter Benjamín. Utopía y praxis
impuestos y de organización frente a problemáticas concretas.
latinoamericana: Revista internacional de filosofía iberoamericana y teoría social, Sin embargo, no puede pensarse como una victoria de las cla-
ISSN 1316-5216, Nº. 20, Universidad del Zulia, Venezuela, pags. 7-40
ses populares, de los sectores excluidos, sino que hace parte del
33 Devesa, A. (Sin Fecha). Domesticación de la memoria. Una reivindicación
Benjaminiana de la Memoria Histórica. (Sin más datos bibliográficos) intrincado y complejo mundo de la lucha de clases. Es decir, la
34 Lucas, A. (1994). Tiempo y memoria: Una reflexión sobre la filosofía de Walter memoria es un campo en disputa, y el control de ésta implica la
Benjamín. op. cit.
35 Poe Lang, K. (2003). Sobre algunos temas en Walter Benjamín. Revista de
concepción hegemónica del “orden” social, y con ello, el ejerci-
Ciencias Sociales, año/vol. II, (Nº 100), pp. 61 - 70 cio de la dominación o de liberación de las clases sociales.
Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado - Plataforma Colombia Núnca Más - 67

La mayor parte de los investigadores anteriormente lamentable ocaso en el que ha caído el mundo de la tradición
mencionados, que han abordado la memoria social, colectiva no permitirían articular nuestras vivencias con la realidad que
e histórica concuerdan en señalar que su constitución es nos circunda. Es así como la memoria se constituye como una
conflictiva “porque los grupos sociales hegemónicos o subalternos “fuente de seguridad frente al temor u horror del olvido”39.
pugnan entre ellos por incidir en el tipo de recuerdos sociales Empero, Nora decanta solamente un aspecto del problema
que se transmiten entre las generaciones y que configuran sus y se centra en la nostalgia del pasado y las implicaciones que,
escenarios de interacción”36; de igual manera, la producción de sobre éste, ha tenido el avance de la modernidad y señala que
memorias es un “campo de batallas”, ello implica que en su la “memoria moderna está construida sobre las bases del archivo,
lógica interna estén los olvidos como parte integrante de la sobre la materialidad de la huella, en la inmediatez del registro,
dialéctica misma de las memorias. Como afirma J. Le Goff, en la visibilidad de la imagen”40. En este sentido, la memoria a
“apoderarse de la memoria y del olvido es una de las la que hace referencia P. Nora es una memoria construida por
máximas preocupaciones de las clases, de los grupos, de la necesidad de fijar aquello que permita generar recuerdos
los individuos que han dominado y dominan las socieda- por la simple lógica de la observación, pero no implica una
des históricas. Los olvidos, los silencios de la historia, son
resignificación de los hechos fijados. De igual manera, lo que
reveladores de esos mecanismos de manipulación de la
P. Nora define como memoria, busca conservar determinadas
historia colectiva (...) La memoria colectiva no es sólo una
conquista: es un instrumento y una mira de poder”37 informaciones cuya manifestación viene a representarse en
planos homogéneos, formales y en tiempos continuos. De esta
Para Pierre Nora38, el mundo del presente avanza de una
manera, el conservar no permite una implicación del sujeto en un
manera vertiginosa dejando atrás los recuerdos del pasado, y el
36 Línea de investigación Formación Política y reconstrucción de la Memoria proceso dinámico que transforme los marcos de interpretación
Social, Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Pedagógica del pasado y de acción del presente. Ello deviene reacción.
Nacional.
37 Le Goff, J. (1991). El orden de la memoria. El tiempo como imaginario. op. cit. p.
131 39 Ibíd. p. 9
38 Nora, P. (1996) citado en Jelin, E. Los trabajos de la memoria. op. cit. 40 Idem. p. 8
68 - Haciendo Memoria en el País del Olvido

Mientras, el argumento de Henri Desroche41 contribuye a “entendemos por marco un sistema de algún modo
esclarecer la importancia de una memoria dinámica. Plantea estático de fechas y lugares, que nos lo representaríamos
una lectura que supera el estatismo de pensar una memoria en su conjunto cada vez que deseáramos localizar o recu-
constituida en una serie de recuerdos archivados en un indivi- perar un hecho” y luego complementa “Por marco social
duo o llanamente conservado por los grupos sociales; se alude de la memoria entendemos, no solamente el conjunto de
a una memoria constituyente que se proyecta sobre la reali- las nociones que en cada momento podemos percibir,
dado que ellas se encuentran más o menos en el campo
dad social, entrelazando los vectores de su constante transfor-
de nuestra conciencia, sino también todas aquellas que
mación y participando en los procesos de constitución de las
alcanzamos partiendo de ésta, por una operación del es-
subjetividades que la componen. píritu análoga al simple razonamiento”. De acuerdo con
Dichas subjetividades no están fuera de la materialidad y la forma como Halbwachs concibe los marcos, indica
de la reproducción social, sino que están constituidas por la que “sólo podemos recordar cuando es posible recuperar
interacción social con los otros. Esto supone, según E. Jelin, la posición de los acontecimientos pasados en los marcos
“que en un proceso de trabajo sobre las memorias sociales es cen- de la memoria colectiva... El olvido se explica por la des-
tral analizar la ubicación histórico – geográfica y social de los aparición de estos marcos o de parte de ellos”43
diversos actores y sus sensibilidades, la conformación del escena-
De esta manera, el autor pone de relieve que la constitución
rio político en el que están inmersos y las luchas de sentido en las
de la memoria está siempre ligada con las condiciones sociales
que están embarcados”42. En este sentido, cobra vigencia el ar-
que rodean al grupo o individuo, y con ello, la presencia de
gumento de M. Halbwachs cuando afirma que las memorias
otros es indispensable para la activación de los recuerdos, aun
están encuadradas socialmente, es decir, la posibilidad de las
cuando las memorias son singulares.
memorias no existen sin un marco social; así lo describe:
El reconocimiento de la singularidad de las memorias,
41 Desroche, Henri. (1976). Sociología de la esperanza. Barcelona: Herder. implica un tiempo relativo; la memoria, dice Jelin, no se
42 Jelin, E. (2002). Los trabajos de la memoria. op. cit. p. 16 43 Halbwachs, M. (2004). Los marcos sociales de la memoria. op.cit. p. 172
Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado - Plataforma Colombia Núnca Más - 69
70 - Haciendo Memoria en el País del Olvido

construye desde temporalidades lineales, sino que está Como afirma Andrés Devesa44, la contradicción radica en
atravesada por rupturas, por grietas, lo cual implica historizar entender el presente desligado de las condiciones que hicie-
esas memorias, es decir, analizar las memorias reconociendo ron posible el estado de barbarie, por un lado; el sublimar el
que los recuerdos se elaboran desde el presente, por lo tanto, presente desde una perspectiva de negación de la guerra de
es necesario tener en cuenta los cambios políticos, espaciales, Estado y la supuesta superación de la misma, por otro:
culturales, económicos, etc. que, de una u otra forma,
“Estas dos formas de entender la memoria son
transforman los sentidos del pasado. en realidad complementarias. Ambas entienden que
Ello implica el “rescate” de un pasado que permanece oculto la barbarie ha sido superada y que las implicaciones
y que está potencialmente en peligro de perderse. Tras el “rescate” de la memoria corresponden al pasado –recordar
de ese pasado se puede elaborar un conocimiento crítico desde y “compensar” a las víctimas- y al futuro –evitar la
un posicionamiento político, que conlleve la “corrección” de repetición de los crímenes-, pasando por alto que el
las memorias. Corrección que implica reconocer que se ha presente que vivimos no es sino la consecuencia de
llevado a cabo un proceso de transición de un estado de guerra ese pasado, el resultado de ese huracán que llamamos
hacia uno democrático, donde las memorias vienen a esclarecer progreso y, por tanto, la repetición de la barbarie sigue
aquellos momentos oscuros de los periodos represivos y que teniendo lugar, al no haber eliminado los factores que la
permitan desarrollar mecanismo de justicia y de no-repetición. hicieron posible. La barbarie no es una excepción de la
historia, sino la regla y, por tanto, el presente que vivimos
Existe una contradicción entre el rescate del pasado como hunde sus raíces en una inmensa fosa común en la que se
corrección de las memorias, y la realidad fáctica del presente, encuentran los cadáveres de los vencidos, de los eternos
siendo la guerra y la represión los mecanismos por los cuales el vencedores que jamás han contado para la historia”45
Estado mantiene el control de los procesos político económicos
44 Devesa, A. (Sin Fecha). Domesticación de la memoria. Una reivindicación
hegemónicos. Dicha contradicción va ser puesta en el escenario Benjaminiana de la Memoria Histórica. op. cit. p. 3
del debate, siendo la memoria de las víctimas fundamental. 45 Idem. p. 3
Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado - Plataforma Colombia Núnca Más - 71

2. La concepción benjaminiana de la mira hacia atrás por tres razones específicas: primero;
memoria: un referente para pensar porque epistemológicamente no se puede conocer lo que
las memorias en medio de la guerra materialmente no ha existido, no es posible llegar a construir
algo radicalmente nuevo basándonos enteramente en la
fantasía humana. Segundo, porque ontológicamente el
Uno de los antecedentes del Movimiento de Víctimas de
futuro no existe47 y el tiempo no es una entidad homogénea
hímenes de Estado en Colombia MOVICE es el Proyecto
y vaciada de sentido que avanza por sí misma. Y finalmente,
Colombia Nunca Más- PCNM, iniciativa que surge de un
porque políticamente, no es preciso enfrentar fenómenos
seminario internacional realizado en Bogotá sobre comisiones
como el nacional-socialismo –para nuestro caso, las políticas
de verdad que tuvo lugar en Junio de 1994, donde se evaluaron
de terrorismo de estado y guerra sucia- de asumirse en el
las diferentes estrategias emprendidas en países como
ámbito de la excepcionalidad, diametralmente opuesta a un
Argentina, Uruguay y Bolivia tras el manto de impunidad
progreso inevitable.
que permanece luego de las transiciones democráticas y el
final de las dictaduras militares. De otra parte, la lucha contra Ya en los albores de la segunda guerra mundial y la consolida-
las políticas de perdón y olvido que imperaron luego del ción del nacional-socialismo en Alemania, Benjamín señala
“final de las guerras civiles” acaecidas en Centroamérica o las consecuencias de una idea de progreso fuertemente ancla-
Perú, también sirvió como punto de encuentro para volver la da en el pensamiento moderno:
mirada “hacia atrás”. “Este huracán le empuja irremediablemente hacia el
Ése “mirar hacia atrás”, no se trata, en modo alguno, de futuro, al cual da la espalda, mientras los montones de
un acto desprevenido. De acuerdo con el análisis propuesto ruinas crecen ante él hacia el cielo. Este huracán es a lo
por Stefan Gandler46 acerca de las tesis sobre el concepto que nosotros llamamos progreso”48
de historia de Walter Benjamín, el ángel de la historia
46 Gandler, S. (2003,)¿Por qué el ángel de la historia mira hacia atrás?: Acerca de las 47 Ibíd. 14
tesis “Sobre el concepto de historia” de Walter Benjamín. op. cit. 48 Ibíd. p. 7
72 - Haciendo Memoria en el País del Olvido

La humanidad se encuentra inmersa en una carrera vertigi- La idea de “no repetición” implica, tácitamente, el retorno
nosa, si bien minada de dificultades, indudablemente conduce de un “estado de excepción” que, por ahora, no se convalida
hacia estadios de desarrollos superiores, y por supuesto, de in- como regla. En ese sentido, la negación del conflicto social y la
agotable bienestar material. Bien sea, linealmente o en espiral, lucha de clases se hacen pertinentes y necesarias para recordar
el liberalismo burgués y el marxismo –fundamentalmente en sin transgredir el presente de los vencedores. Mediante una
sus vertientes más dogmáticas- enarbolan un proyecto culmen. suerte de maniobra hegemonista, las memorias de la guerra
son el epitafio de la barbarie y el puente de regreso al viento
La inagotable fe en la “mano invisible del mercado” y el
de ése huracán llamado progreso.
crecimiento económico, estriban en la idea moderna de
progreso tanto como la agudización de las contradicciones La idea de progreso histórico se arraiga en el seno de las
y la llegada inevitable del socialismo. Allí, en medio de la tradiciones políticas y teóricas al interior de las organizacio-
autopista se planta momentáneamente la guerra como una nes de izquierda Latinoamérica –en nuestro caso, colombia-
excepción indeseable. Recordamos para continuar el camino na-, entre otras cosas, en razón de múltiples prácticas dogmá-
ya formulado, en el mejor de los casos, para reencausar la ticas y sectarias. Poco se ha reflexionado acerca de ello, pues el
ruta extraviada. En el caso argentino, el informe Nunca Más materialismo histórico y dialéctico se concibe como un cuer-
incluye entre sus recomendaciones: po doctrinario totalmente acabado, aplicable universalmen-
te. Para la memoria de las organizaciones y la construcción
“Los hechos, por demás elocuentes, que han sido
de una historia de los vencidos, capaz de posicionar nuevos
denunciados o testimoniados ante esta Comisión, nos
imaginarios en nuestras sociedades, más allá de la dicotomía
llevan a recomendar algunas iniciativas ante los distintos
entre la “historia oficial” y la que no lo es, o mejor aún, entre
poderes del Estado Nacional, con la finalidad de prevenir,
la historia de “ellos” y la de “nosotros”. Difícilmente una de las
reparar y finalmente evitar la repetición de conculcaciones
dos escape a la lógica del progreso.
a los derechos humanos en nuestro país”49
49 CONADEP. (Sin Fecha). Informe Nunca Más. (Homepage). consultada Octubre
Las memorias están en constante lucha por imponerse unas
7, 2008 en: http://www.desaparecidos.org/arg/conadep/nuncamas/477.html sobre otras, y aquellas que a través del tiempo se imponen,
Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado - Plataforma Colombia Núnca Más - 73

han tratado de borrar las manifestaciones de las memorias de Es así como el modelo dominante, en su afán de mantener
los vencidos. Por ejemplo, el aniquilamiento de las comuni- el orden a su propia imagen, ha considerado eliminar
dades campesinas de las regiones del Sumapaz y de Viotá por cualquier rasgo que confronte su accionar, por medio de la
parte del Estado colombiano, mediante la aplicación sistemá- objetivación del tiempo, al sacarlo fuera del control social
tica y generalizada de la guerra, así como el vaciamiento de y colocarlo como un epifenómeno trascendente. Bajo este
los sentidos histórico políticos, ideológicos y culturales desde presupuesto ideológico, la historia como acontecimiento es
los cuales estas se identifican y se construyen, se afianza a par- concebida como la suma de los mismos, cuyo lugar existieron
tir de la negación del conflicto armado y de la persecución en el pasado, conformando una imagen del pasado como “una
al considerárseles “enemigos de la democracia” o “aliados del masa de hechos para llenar el tiempo homogéneo y vacío”. Esto
terrorismo” por el hecho de construir alternativas de poder y conlleva a que la figura del historiador simplemente mantiene
de organización social desde sus propias lógicas constitutivas, un carácter eminentemente contemplativo y su renuncia a
o de resistir frente a los embates del gran capital que amenaza interpretar la historia como “material constructivo”50.
con despojarlos y lanzarlos hacia la cordones de miseria.
Contra esta lógica de semblanza de un pasado ya pasado
El argumento de que “la modernización tiene sus costos y y en la fuerza que se le impone al tiempo como evolución
que alguien tiene que pagar”, se convierten en una manifestación continua, que ha desechado a los que con su fuerza de trabajo
más de la barbarie que ha azotado sin cesar a las poblaciones hacen de la historia una rica y compleja relación social,
campesinas. El desarraigo no es, entonces, un reflejo de una guerra pretendemos desarrollar un trabajo centrado en la memoria
que parece consumir al campesinado, sino que efectivamente, la que implique, según la idea benjaminiana “cepillar la historia
guerra existe como mecanismo de despojo y desarraigo para que a contrapelo”51 (…), es decir, la capacidad de cuestionar
el capital pueda cumplir objetivamente su ley de valorización y el 50 Véase Benjamín, W. (1999). Sobre el Concepto de la Historia.
capitalismo se sostenga como sistema hegemónico; aunque para 51 Benjamín, Walter. (1999). Tesis de la Filosofía de la Historia. Tesis VII. Hay que
tener el coraje de leer los hechos a partir del reverso de la historia. Es ahí donde se
ello se alimente de la carne humana que sólo es cuantificable por juega nuestro sentido de la verdad (...) La historia escrita desde el punto de vista
su capacidad de producción de plusvalía. del dominador nos ocultó por mucho tiempo aspectos importantes de la realidad.
74 - Haciendo Memoria en el País del Olvido

radicalmente todo lo que se dice y se confirma como verdad Empezaremos con la discusión sobre la concepción de
objetiva e irrefutable. tiempo y pasado en Benjamín como categorías fundamenta-
les para la comprensión de las memorias. Es imprescindible,
Nuestra posición por pensar las memorias desde Benjamín,
entonces, tener presente en la discusión el concepto de inte-
parte del reconocimiento de que es fundamental que sean las
rrupción del continuum temporal, es decir la confirmación de
voces mismas de los vencidos de la historia las que se reencuen-
que los actos de memoria de los vencidos de todos lo tiem-
tren con su pasado a través de la confrontación directa con el pos de la historia tienen siempre presente esta concepción del
presente. Ello implica, a su vez, dejar claro que aún se mantie- tiempo ahora, donde el pasado continúa vivo y actuante. Esta
nen las estructuras de dominación, no sólo el presente como discusión nos permitirá acercarnos a la importancia política
herencia del pasado y el mantenimiento de las condiciones que de las memorias de los vencidos, entendida esta como un acto
hicieron posible el estado de barbarie, sino que aún la guerra y revolucionario en términos benjaminianos.
la violencia sistemática y generalizada contra las comunidades
La concepción histórica que subyace a los presupuestos
campesinas por parte del Estado y la oligarquía nacional, es una
filosóficos y políticos de la oligarquía entiende la historia como
de las principales características del actual momento histórico.
la marcha triunfal hacia adelante, en línea recta ascendente,
y cualquier concepción de mundo diferente es considerada
3. El tiempo del capitalismo, el pasado como fuera de la evolución progresiva de la humanidad. Es
decir, la historia es el simple desarrollo de la fuerzas motrices
de los vencedores y la memoria de
de la humanidad como algo inevitable; sólo existe un tipo de
los vencidos
evolución y desarrollo y sus leyes ya están decantadas, solo
Tenemos necesidad de conocer la otra historia, que no es sino la historia del otro,
necesitaríamos descubrirlas, no tanto para pensar alternativas
el otro de esta América Latina que tiene aun “las venas abiertas” –para utilizar la posibles, sino para identificar las fallas y de esa manera corregirlas.
célebre expresión de Eduardo Galeano– precisamente porque no se le reconoció
en la plenitud de su dignidad humana. Michael L. (Sin Fecha). El punto de vista
La inmutabilidad del tiempo es esencial para la dominación de
de los vencidos en la historia de América Latina. clase. De lo contrario, su teoría histórica y su economía política
Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado - Plataforma Colombia Núnca Más - 75

carecerían de fundamento y, por tanto, la base material para la puestas entre sí. Por un lado, desde una crítica radical al pro-
consolidación del proyecto de dominación burgués. yecto de dominación, reconoce el tiempo como homogéneo y
La aceptación irrefutable del tiempo como absoluto, ex- vacío (…), mientras que por otro, y partiendo de la crítica, lo
pone Gandler52, obedece a que es éste se constituye la “única concibe como tiempo presente o tiempo ahora. Como afirma
medida que tiene la forma económica existente (…) para com- S. Gandler54, la homogenización del tiempo es necesariamen-
parar lo que en sí es incomparable: el trabajo distinto de seres te una condición de las fuerzas dominantes donde lo impor-
humanos distintos”. tante es la objetivación del mismo, es decir, ponerlo fuera de
la decisión social. Al ponerlo fuera de la decisión social “ab-
En el capitalismo, el tiempo es el concepto necesariamen- solutiza y naturaliza con esto ciertas tradiciones locales con su
te determinante para asegurar la legitimidad del proceso pro- respectiva valoración cualitativa del tiempo”.
ductivo53, allí se funda la progresividad del devenir histórico
como una lógica que avanza siempre hacia adelante, dejando En efecto, es la objetivación del tiempo como categoría in-
atrás los resquicios del pasado. En este sentido, Benjamin va manente dentro de las relaciones sociales, lo que va a permitir
asumir el tiempo desde dos perspectivas antagónicas, contra- que se produzca una representación eterna del mismo, un avan-
ce que no puede ser controlado por las personas, ya que está
52 Gandler, S. (2003,)¿Por qué el ángel de la historia mira hacia atrás?: Acerca de las
tesis “Sobre el concepto de historia” de Walter Benjamín. op. cit. p. 8
fuera la sociedad, se presenta como un epifenómeno, lo cual
53 Ya Marx había analizado la importancia del tiempo en el capitalismo y cómo este se permite que el presente sea una condición fáctica y el futuro el
consuma como valor universal y medida de las mercancías, en cuanto estas no se realizan porvenir, el momento deseado por todos. Ello necesariamente
como mercancías mientras no sean consumidas; entonces la rotación de las mercancías
debe revolucionarse y acelerarse constantemente, donde el tiempo como medida se obedece al mantenimiento de la planificación ideológica que el
funde en el valor orgánico de las mismas. De igual manera como la burguesía necesita modo de producción debe sostener para asegurar la rotación y
acelerar el tiempo de rotación de las mercancías, necesita crear la imagen de tiempo
que fluye constantemente, que avanza hacia adelante y que se realiza en la medida que valorización del capital en un sistema que es anárquico.
se legitima como orden universal. Crea dos condiciones fundamentales: 1) transforma
una relación de fuerza en una relación jurídica, 2) funde el principio de legitimidad y
el principio de legalidad en uno solo, siendo el principio de legalidad el que prima, es 54 Gandler, S. (2003,)¿Por qué el ángel de la historia mira hacia atrás?: Acerca de las
decir, convierte en derecho positivo el interés de clase. tesis “Sobre el concepto de historia” de Walter Benjamín. op. cit.
76 - Haciendo Memoria en el País del Olvido

Es la construcción ideológica del tiempo como lineal, eterno e con aquellos que se han ido, escribiendo sus nombres en
inmutable lo que permite la producción de una historia que solo cometas para contagiarlas con la liviandad del viento. Mo-
ve una parte de la misma; aquella que se permite un compromiso mento de declararnos insolidarios con la historia, de asu-
con el establecimiento, y consigna en sus archivos el presente mirnos como apátridas si la patria se sigue reduciendo a la
estupidez colectiva de aplastar la vida para que la sangre de
como una batalla heroica de los vencedores. El horror que implica
mártires y caudillos continúe viva”55
construir un mundo que transforme las condiciones materiales
y espirituales de la sociedad conlleva a que se fije el tiempo y se Frente a esta forma de tiempo e historia que subyace al
presente como homogéneo en un avance ad infinitum, desligado proyecto dominante, J. R. Muro Abad reconoce tres aspectos
de las condiciones del pasado. En este sentido, las narraciones fundamentales de la crítica benjaminiana:
sobre los acontecimientos se construyen como relatos heroicos; “El primero es que este modo de entender la historia
cúmulos de hechos nos dirá Benjamin que tratan de llenar un plantea una imagen “eterna” del pasado, o dicho de otro
tiempo vacío. Esta historia desde arriba implica borrar las huellas modo, eternamente inmóvil del acontecer pasado de la
de las luchas de hombres y mujeres, ocultarlas o, más terrible aun, humanidad. El segundo rasgo subrayado, es que el histo-
se invoca por la profesión de enterradores: ricismo carece de teoría que lo sustente limitándose a ser
una simple suma de todos los acontecimientos que han
“Cuando una cultura empieza a convertirse en un tenido lugar en el pasado. Su procedimiento es aditivo:
campo de difuntos insepultos -que nos acechan con su proporciona una masa de hechos para llenar el tiempo
hedor para que derramemos de nuevo sangre y saciemos homogéneo y vacío.
sus anhelos de venganza- se hace imprescindible aclimatar
“Un tercer rasgo típico del historicismo, tal y como
la profesión de enterradores. Astutos maestros del olvido
lo define Benjamin, es su carácter eminentemente con-
que nos ayuden a recuperar la fuerza y la inocencia en
templativo y su renuncia a interpretar la historia como
aquellos momentos en el que el culto a los muertos -y a los
material constructivo. Lo acontecido es material inamo-
poderes que los representan- torna irrespirable el ambien- 55 Sintraminercol. (2004). La gran minería en Colombia: Las ganancias del
te parta los vivos. Momento de suscribir un nuevo pacto exterminio. Bogotá: Sintraminercol.
Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado - Plataforma Colombia Núnca Más - 77
78 - Haciendo Memoria en el País del Olvido

vible, yerto, que podemos observar pero con cuya mate- “(…) porque solo el recuerdo de las represiones
ria nada podemos hacer en el presente”56 y humillaciones del pasado, así como de las viejas
esperanzas y que de uno que otro intento revolucionario,
se puede sacar una fuerza política que no se deje someter
Bajo esta crítica radical es que emerge en Benjamin la tan fácilmente (…) La fuerza que tenemos en la lucha
concepción de un tiempo presente o tiempo ahora; como la política no será la que nos lleve con seguridad hacia
posibilidad de una ruptura del continuum temporal. “Existe nuevas tierras llenas de felicidad, sino uno que intente, a
la idea de que hay algo más allá, no solamente de lo que hoy partir del recuerdo, transformar las actuales condiciones
en día se nos impone materialmente, sino además algo fuera de de dominación y evitar que se repita”59
las bases conceptuales más profundas y menos cuestionadas de la
formación social actualmente imperante”57. Este emerger de un
pasado confrontado con el presente debe permitirnos cons- Este fragmento describe con precisión los contextos en los
truir la totalidad de lo existente, que posibilite no ver el pasa- cuales se desarrolla la experiencia de reconstrucción colectiva de
do “tal y como verdaderamente ha sido. Significa adueñarse de memoria con las comunidades víctimas de crímenes de Estado.
un recuerdo que relumbra en un instante de peligro”58. En esta reconstrucción están presentes la memoria de las acciones
violentas a que han sido sometidas estas comunidades, una fuerza
Ya no es la historia de los vencedores la que se presenta política que no ha permitido ser sometida con el propósito de
como totalidad de lo existente; ya no es el botín de los triunfa- seguir adelante y defender la no repetición de los hechos.
dores la que se concibe como realidad, sino que es la construc-
En la mirada del pasado y la forma como se escudriña, afirma
ción y articulación de los procesos que han sido negados los
M. A. Juan Robert60, está la clave de la comprensión correcta del
que emergen con fuerza en el presente reclamando su lugar:
pasado. Puesto que el presente y el futuro tienen una deuda pen-
56 Muro Abad, J. R. (1996) (trad.). ¿Qué Materialismo? ¿Qué Historia? Progreso, 59 Benjamin, W. (2005) citado en Verón Ospina, A. (2007). Filosofía y memoria. El
Pasado e Instante Salvador. op. cit. p. 2 regreso de los espectros. Manizales: Hoyos editores.
57 Benjamín, W. (1999). Sobre el Concepto de la Historia. op. cit. tesis VI 60 Muro Abad, J. R. (1996) (trad.). ¿Qué Materialismo? ¿Qué Historia? Progreso,
58 Ibidem Pasado e Instante Salvador. op. cit.
Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado - Plataforma Colombia Núnca Más - 79

diente con los montones de ruinas sobre ruinas acumuladas a lo “Quien hasta el día actual se haya llevado la victoria, marcha
largo de los años y en los que los dominadores ven el progreso en el cortejo triunfal en el que los dominadores de hoy pasan
y la civilización, sólo constituye montañas de barbarie que no sobre los que también hoy yacen en tierra”63. Mientras nuestros
cesan de repetirse, entonces, la obligación de saldar esas deudas esfuerzos no estén encaminados hacia este resarcir las deudas,
con el pasado debe constituir el motor de la memoria histórica: será imposible construir procesos liberadores, ya que cualquier
“sólo en la medida en que ese pasado se integre y reinterprete en intento debe realizarse teniendo en cuenta que los vencidos de
clave de futuro liberador podrá pagarse esa deuda”61. la historia, tienen un derecho sobre nosotros. Reclaman su lugar
En este sentido, las organizaciones cuyos actores son las y el no olvido; por el contrario, su accionar y su manifestaciones
víctimas de los crímenes perpetrados por el Estado colombiano, materiales y espirituales tienen que servir como orientación
privilegian los trabajos de la memoria como estrategia política. práxica y militante.
Por su parte el MOVICE se propone la salvaguarda de la Es la ruptura de la continuidad del tiempo lo que
memoria, en oposición a todas las propuestas que recomiendan permite construir procesos de transformación partiendo
el olvido como base de construcción de un futuro diferente; el del pasado, que a su vez implique despertar en la conciencia
esclarecimiento de los hechos, en oposición a las propuestas que de los despojados la chispa de la redención, en términos
recomiendan un simple reconocimiento superficial o masivo de benjaminianos, donde se rompa con el conformismo en que
los errores del pasado; la sanción a los responsables, en oposición han caído presos los que ayer hicieron de la lucha y la praxis
a las propuestas de construcción de futuro con evasión de la emancipatorio, su bastión y su bandera.
justicia y la reparación de lo destruido, en oposición a los que
proponen construir responsabilidades frente al futuro sobre la En la medida que nuestro compromiso sea con los muer-
base de la irresponsabilidad frente al pasado62. tos del ayer, aquellos que aun cargan con la muerte a sus es-
paldas salpicadas de la sangre de los oprimidos, reclamando
61 Ibíd. p. 13
las cuentas pendientes y las apuestas por la esperanza, podre-
62 Proyecto Colombia Nunca Más. (1996). Criterios Ético-Políticos del Proyecto
Colombia Nunca Más. Documento de trabajo. 63 Benjamín, W. (1999). Sobre el Concepto de la Historia. op. cit. Tesis VII
80 - Haciendo Memoria en el País del Olvido

mos realmente pensar en un futuro, mientras tanto, el futuro, La memoria es la fuerza que permite recuperar y resignificar
como continuum temporal, sólo es una creación más de la nuestra identidad y nuestro pasado histórico y se constituye en la
ideología dominante. De esta forma el pasado se nos revela- fuente permanente de inspiración para las luchas emancipatorias
rá como instante redentor, capaz de hacernos aflorar la débil y de liberación, las cuales han sido violentadas no solo por la
fuerza mesiánica que nos ha dado. fuerza de las armas, sino por la oprobiosa mistificación puesta
en el progreso y en la modernización de la nación. Ello implica
“En la visión benjaminiana, es el pasado el lugar que se nombre y se hable de lo factual y meramente pragmático;
elegido para el encuentro de todos los derrotados de del reconocimiento del presente apuntando siempre hacia un
la historia. Los derechos de venganza no cobrados, futuro incierto presagiando mejores circunstancias.
acumulados en forma de catástrofes por la historia,
reclaman su cumplimiento a cada generación presente. Lo que se busca –con la memoria como ruptura- es generar
“El pasado lleva consigo un índice temporal mediante el en las personas una rebelión contra la facticidad misma de la
cual queda remitido a la redención. Existe una cita secreta condición humana; rebelión entendida como el momento
entre las generaciones que fueron y la nuestra. Y, como a aquel que logra detener el continuum temporal. En este
cada generación que vivió antes que nosotros, nos ha sido sentido afirma S. Gandler, parafraseando a Marx:
dada una débil fuerza mesiánica sobre la que el pasado “Los actos revolucionarios serian entonces aquellos
exige derechos”. Se transforma así el pasado en el lugar que logren diluir instantáneamente el fetichismo de
en que los dominados ponen la esperanza insatisfecha; el nuestros productos que se nos presentan como fuerzas
punto de encuentro de todas las generaciones con cuentas ajenas a nosotros”65.
pendientes. De todas ellas, a la presente -siempre a la
presente: hoy la nuestra le corresponde la tarea de cortar La memoria como acto redentor, constituye la posibilidad
el “continuum” de la historia y liberar a los derrotados de traspasar las fronteras temporales y resignificar nuestro
pasados y actuales”64
64 Muro Abad, J. R. (1996) (trad.). ¿Qué Materialismo? ¿Qué Historia? Progreso, 65 Gandler, S. (2003,)¿Por qué el ángel de la historia mira hacia atrás?: Acerca de las
Pasado e Instante Salvador. op. cit. p. 13 tesis “Sobre el concepto de historia” de Walter Benjamín. op. cit. p. 30
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pasado66, donde el apoderarse de la memoria debe ser el eje de es posible encontrar lo que Benjamin denomina una mónada,
la lucha política y no sólo una condición de rememoración o es decir, la totalidad de lo existente. Así mismo, ese instante
de ensalzamiento heroico, porque la memoria de nuestros que se nos presenta como acto revolucionario es la clave para
muertos y vencidos se confirma no en el nombre de tal o cual abrir los recuerdos del pasado, completamente clausurados
persona como hito social, ya que con ello deshumanizaríamos hasta entonces. Es el instante, además, donde la resignificación
las luchas y las reivindicaciones; tampoco debe ser la lucha por de esos pasados vencidos permite comprenderlos como vivos y
las cosas materiales sin las cuales las espirituales no existen como actuantes en el presente y no pasados enterrados; son pasados
no deja de afirmarse, sino que estas cosas “finas y espirituales” próximos a dar de nuevo la batalla.
están presentes también en la lucha por la materialidad
Hasta el momento se ha puesto de presente la importancia que
aunque no como “nos representaríamos un botín que le cabe
tiene la memoria de los vencidos como posibilidad emancipatoria,
en suerte al vencedor”. Es decir, no como libros, cuadros,
como ruptura del continuum temporal; sin embargo, no se ha
esculturas o museos: “Están vivas en ella como confianza, como
mencionado cómo es que la memoria se constituye y se confirma
coraje, como humor, como astucia, como denuedo, y actúan
en la praxis. En Benjamín la memoria se constituye a partir del
retroactivamente en la lejanía de los tiempos”67.
entrecruzamiento de lo individual y lo colectivo, relación que
Cada instante se presenta como instante revolucionario, con está atravesada por la correspondencia de dos acontecimientos:
capacidad de construir una posibilidad realmente nueva, que uno pasado y uno actual, de tal manera que lo que se recuerda
parte de la confirmación de una situación política dada, donde no hace parte de una rememoración per se, sino que el recuerdo
66 El concepto de redención hace referencia, siguiendo al propio Benjamín, la capacidad
de “frenar” esa locomotora de la historia que bajo la idea de progreso avanza sobre está motivado por las necesidades del presente, por el contexto
sus miserias. Así, más que alimentarse de un futuro, es de la memoria de los caídos desde el cual el sujeto o colectivo recuerda. Cuando presente y
de donde deben sacarse las fuerzas revolucionarias, buscando el “instante de peligro”
donde el presente pueda hacerse de su pasado completo, es decir, volver a adueñarse pasado se corresponden se produce lo que Benjamín denomina
de su propia experiencia total”. Véase Díaz, A. (Sin Fecha). Dialéctica e historia: El un shock, es decir, “nos pone en contacto con el conjunto del
marxismo de Walter Benjamín. [Revista en línea]. Consultado el día 18 de octubre
de 2008: http//www.redvoltaire.org.htm. pasado el cual gravita sobre nuestras cabezas”68.
67 Benjamín, W. Sobre el Concepto de la Historia. op. cit. Tesis IV 68 Lucas, A. (1994). Tiempo y memoria: Una reflexión sobre la filosofía de Walter
82 - Haciendo Memoria en el País del Olvido

El shock permite, por un lado recuperar el pasado, mientras do en su propia no vida, en la que ha perdido toda capacidad de
por otro implica rastrear en el pasado “los signos premonitorios experiencia histórica70, mientras que el rejuvenecer de la vida y
que anunciaban ya el futuro” (pasado/futuro; futuro/presente). de las acciones de las personas y colectividades emergen en un
Empero, recuperar el pasado no es la reproducción de la vida tal instante, en una chispa que se consume en el propio instante, en
como ha sido, sino tal como la recuerda el que la ha vivido. lugar de prolongarse por el tiempo. Es un “hacer presente”71.
La experiencia, ligada a un concepto de materialidad, permite La retención del pasado que relampaguea implica los re-
la reconstrucción del pasado y se liga con la acción, o mejor, pues- cuerdos que emergen como construcciones de un pasado
ta al servicio de la acción, en lo que en Benjamín emerge como presente “que nosotros mismos preparamos como digno de
memoria voluntaria; contrario a lo que sería la memoria involun- ser salvado de las sombras del pasado”. Ello es posible a tra-
taria, es decir, los recuerdos ligados al olvido y se representan en vés de la narración en la cual la figura principal es la oralidad.
la vivencia, o la sumatoria de hechos que se nos presentan coti- De acuerdo con A. Lucas, para Benjamín, la narración oral se
dianamente pero que simplemente hacen parte de transcurrir de dispersa en muchas historias entrecruzadas (1994), y permite
nuestra vida y que de una u otra forma figuran como virtuales. que los colectivos recojan en la palabra y en la escucha la tra-
El envejecimiento69 de nuestras acciones y con el olvido, dición; se vuelve a recrear y a sentir como tiempo ahora los
hace parte de la manifestación de una vida que se ha consumi- pasados que nunca llegaron a ser presente.
Benjamín. op. cit. pp. 106 - 108 En efecto, la experiencia de trabajo con víctimas de crí-
69 Para Benjamín es importante la metáfora del envejecimiento del tiempo histórico,
según el cual, éste haría parte de todos aquellos procesos que, en el pasado, buscaban
menes de Estado en Colombia permite comprender la lógica
transformar el orden imperante, los cuales fueros destruidos violentamente, por un argumentativa de Benjamín. Para ellos es importante poder
lado; la destrucción de las posibilidades de cambio ha implicado que la historia se
constituya en su devenir histórico, bajo la cual, se ha convalidado el estatus quo como 70 Las arrugas y bolsas en el rostro histórico son grandes pasiones que se registran en él,
norma, por otro. En este sentido, afirma Benjamín, la configuración de un orden vicios, conocimientos que nos visitaron, cuando nosotros, los señores, no estábamos
dominante –el capitalismo- y su legitimidad bajo la idea de progreso, marcha triunfal, en casa. El envejecimiento no está ligado, pues, a la vida, sino, por el contrario, a la
no permite que sean las personas las que decidan su propia existencia, y sean la sociedad ausencia de la misma. Benjamín, W. (1999) citado en Lucas, A. (1994). p. 108
como colectivo la que determine el proceso histórico. Es decir, se mantiene aun la vieja 71 Al pasado sólo puede retenérsele en cuanto imagen que relampaguea, para nunca
idea de predestinación. Ahí es donde el proceso histórico se envejece, se hace senil. más ser vista, en su instante de cognoscibilidad. Benjamín, W. (1999). Tesis V.
Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado - Plataforma Colombia Núnca Más - 83

ser escuchados e implica muchos más que determinado acto


jurídico72. En la palabra se encuentra la tradición y en la tra-
dición los pasados negados pero que hacen parte de la consti-
tución social, cultural, histórica y política. De igual manera,
expresar los sentimientos de lo que ha implicado el horror, la
represión y el desarraigo conlleva retener el pasado cuando
relampaguea en un instante de peligro.
La interrupción del continuum temporal es posible, en-
tonces, cuando el recuerdo emerge en la palabra colectiva,
cuando se construye nuevamente el pasado y no sólo se repre-
senta. Interrupción y construcción del pasado se entrecruzan
en la medida que los recuerdos van aflorando, y en la medida
que esos recuerdos van siendo resignificados y reelaborados;
la construcción intemporal del pasado es lo que permite que
las comunidades se asuman como potencia revolucionaria, y
no como elaboración ya terminada.

72 Existe en la memoria de algunos campesinos del Sumapaz –aquellos que han


sido víctimas de crímenes atroces- la premisa de que ellos existen como víctimas
en tanto determinadas organizaciones obtienen de ellos solo el testimonio
para generar actos jurídicos –demandar al Estado, por ejemplo- y su relación
como sujetos históricos y como seres humanos se anula. Las acciones de duelo,
rememoración, conmemoración no se invisibilizan, y el acto de diálogo/escucha
es un acto mecánico, de repetición.

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