Está en la página 1de 36

I.E.S.T.

P “GABRIELA PORTO DE POWER

TRABAJO MONOGRÁFICO

TRASTORNOS ÓSEOS
OSTEOARTRITIS, ARTRALGIAS, OSTEOPOROSIS,
REUMATISMO, LUMBAGO Y CIÁTICA, ASISTENCIA DE
ENFERMERÍA

DOCENTE: Obs. LAZO CERRÓN, Luis Alberto


ALUMNO: FLORES MURRIETA, Tony Aldair
ASIGNATURA: Asist. Al Usua. Con Patologías
CARRERA: Enfermería Técnica

REQUENA-LORETO-PERÚ
2023
DEDICATORIA
INTRODUCCIÓN

Los huesos lo ayudan a moverse, le dan forma y apoyan a su


cuerpo. Son tejidos vivos que se regeneran constantemente
durante su vida. Durante la infancia y la adolescencia, el cuerpo
agrega huesos nuevos más rápido de lo que elimina los
antiguos. Después de los 20 años de edad, puede perder
huesos más rápido de los que produce. Para tener huesos
fuertes cuando se es joven, y prevenir la pérdida ósea en
edades avanzadas, debe consumir suficiente calcio y vitamina
D, así como ejercitarse. Además, debe evitar fumar y tomar
mucho alcohol.

Las enfermedades de los huesos pueden facilitar las fracturas.


Estas enfermedades incluyen:
 Baja densidad ósea y osteoporosis: Debilita los huesos y
aumenta las probabilidades de fracturas
 Osteogénesis imperfecta: Hace que sus huesos sean
frágiles y quebradizos
 Enfermedad de Paget en el hueso: Debilita los huesos
 Los huesos también pueden
desarrollar cáncer e infecciones
 Otras enfermedades de los huesos: Producidas por una
mala nutrición, factores genéticos o problemas con la
velocidad de crecimiento o regeneración ósea

TRASTORNOS ÓSEOS
Los trastornos óseos pueden tener su origen en traumatismos,
infección o cáncer, ser hereditarios, ocurrir como parte del
crecimiento infantil o aparecer por razones desconocidas.
Algunos trastornos óseos causan dolor y dificultades al
caminar, mientras que otros no producen síntomas. Los
médicos basan el diagnóstico en el estudio minucioso del
historial clínico, la observación y la exploración exhaustivas y la
utilización selectiva de radiografías y resonancia magnética
nuclear (RMN). El tratamiento depende de cuál sea el
trastorno.
Los huesos de los niños crecen continuamente y cambian su
forma (remodelación) de forma considerable. El crecimiento se
realiza a partir de una parte vulnerable del hueso denominada
placa (cartílago) de crecimiento. En la remodelación, el tejido
óseo antiguo es reemplazado gradualmente por tejido óseo
nuevo. Muchos trastornos óseos provienen de los cambios que
suceden en el aparato locomotor en crecimiento del niño.
Estos trastornos pueden mejorar o empeorar con el
crecimiento.

OSTEOARTRITIS
La osteoartritis es la forma más común de artritis y afecta a
millones de personas en todo el mundo. Se produce cuando el
cartílago protector que amortigua los extremos de los huesos
se desgasta con el tiempo.
Aunque la osteoartritis puede dañar cualquier articulación, el
trastorno afecta más comúnmente a las articulaciones de las
manos, las rodillas, las caderas y la columna vertebral.
Los síntomas de la osteoartritis generalmente se pueden
controlar, aunque el daño a las articulaciones no se puede
revertir. Mantenerse activo, mantener un peso saludable y
recibir ciertos tratamientos pueden retrasar el avance de la
enfermedad y ayudar a mejorar el dolor y la función de las
articulaciones.

Síntomas
Los síntomas de la artrosis con frecuencia se desarrollan con
lentitud y empeoran con el tiempo. Los signos y síntomas de la
artrosis incluyen los siguientes:
Dolor. Las articulaciones afectadas pueden doler durante o
después del movimiento.
Rigidez. La rigidez en las articulaciones puede ser más notoria
al despertar o después de estar inactivo.
Sensibilidad. Es posible que su articulación esté sensible
cuando aplicas un poco de presión sobre ella o cerca de ella.
Pérdida de flexibilidad. Es posible que no puedas mover la
articulación en todo su rango de movimiento.
Sensación chirriante. Es posible que sientas una sensación
chirriante al usar la articulación y que oiga chasquidos.
Osteofitos. Estos pedazos adicionales de hueso se sienten
como bultos duros y pueden formarse alrededor de la
articulación afectada.
Hinchazón. Esto puede producirse por la inflamación de los
tejidos blandos alrededor de la articulación.

Causas
La osteoartritis se produce cuando el cartílago que amortigua
los extremos de los huesos en las articulaciones se deteriora
progresivamente. El cartílago es un tejido firme y resbaladizo
que permite un movimiento articular prácticamente sin
fricción.
Eventualmente, si el cartílago se desgasta por completo, el
hueso se rozará con el hueso.
A menudo se habla de la osteoartritis como una enfermedad
de "desgaste natural". Y además de la descomposición del
cartílago, la osteoartritis afecta toda la articulación. Provoca
cambios en el hueso y el deterioro de los tejidos conectivos
que mantienen unida la articulación y que unen el músculo al
hueso. También provoca la inflamación del revestimiento de la
articulación.

Factores de riesgo
Los factores que pueden aumentar su riesgo de artrosis
incluyen los siguientes:
 Edad avanzada. El riesgo de tener artrosis aumenta con
la edad.
 Sexo. Las mujeres son más propensas a padecer artrosis,
aunque no está claro por qué.
 Obesidad. Tener sobrepeso contribuye a la artrosis de
varias maneras, y mientras más peso tengas, mayor será
tu riesgo. Un peso mayor agrega estrés a las
articulaciones que soportan peso, como las caderas y las
rodillas. Además, el tejido graso produce proteínas que
pueden causar inflamación en las articulaciones y
alrededor de estas.
 Lesiones articulares. Las lesiones, como las que ocurren
al practicar deportes o por un accidente, pueden
aumentar el riesgo de artrosis. Incluso las lesiones que
ocurrieron hace muchos años y que aparentemente ya
sanaron pueden aumentar el riesgo de artrosis.
 Tensión repetida en la articulación. Si tu trabajo o un
deporte que practicas someten a una articulación a un
esfuerzo repetitivo, esa articulación podría presentar
artrosis con el tiempo.
 La genética. Algunas personas heredan la tendencia a
desarrollar artrosis.
 Deformidades óseas. Algunas personas nacen con
articulaciones malformadas o cartílagos defectuosos.
 Ciertas enfermedades metabólicas. Estas incluyen
diabetes y una afección en la cual su cuerpo tiene
demasiado hierro (hemocromatosis).

Complicaciones
La artrosis es una enfermedad degenerativa que empeora con
el tiempo y que a menudo produce dolor crónico. El dolor y la
rigidez en las articulaciones pueden llegar a ser lo
suficientemente intensos como para dificultar las tareas
diarias.
Como consecuencia del dolor e impedimento de la artrosis,
pueden aparecer depresión y trastornos del sueño.

Diagnóstico
Durante el examen físico, el médico revisará la articulación
afectada para detectar sensibilidad, inflamación,
enrojecimiento y flexibilidad.

Pruebas por imágenes

Para obtener imágenes de la articulación afectada, el médico


podría recomendarte lo siguiente:
 Radiografías. El cartílago no aparece en las
radiografías, pero la pérdida de cartílago se revela por el
estrechamiento del espacio entre los huesos de la
articulación. Una radiografía también puede mostrar
espolones óseos alrededor de una articulación.
 Imágenes por resonancia magnética
(RM). Una RM utiliza ondas de radio y un fuerte campo
magnético para producir imágenes detalladas de los
huesos y los tejidos blandos, incluido el cartílago. No
suele ser necesario realizar una resonancia
magnética para diagnosticar la artrosis, pero puede
ayudar a proporcionar más información en casos
complejos.
Análisis de laboratorio

El análisis de sangre o del líquido articular puede ayudar a


confirmar el diagnóstico.
 Análisis de sangre. Aunque no hay análisis de
sangre para la artrosis, ciertos exámenes pueden ayudar
a descartar otras causas de dolor articular, como la
artritis reumatoide.
 Análisis del líquido sinovial. El médico podría
usar una aguja para extraer líquido de una articulación
afectada. Luego, se examina el líquido para detectar
inflamación y determinar si el dolor es causado por gota
o una infección en lugar de por artrosis.

Tratamiento
La artrosis no se puede revertir, pero los tratamientos pueden
reducir el dolor y ayudarte a moverte mejor.
Medicamentos
Algunos de los medicamentos que pueden ayudar a aliviar los
síntomas de la osteoartritis, principalmente el dolor, son los
siguientes:
Paracetamol. Se ha demostrado que el paracetamol
(Tylenol, otros) ayuda a algunas personas con artrosis
que tienen dolor leve a moderado. Si tomas una
cantidad de paracetamol superior a la recomendada, el
hígado puede verse afectado.
Medicamentos antiinflamatorios no
esteroides (AINE). Los AINE de venta libre, como el
ibuprofeno (Advil, Motrin IB, otros) y el naproxeno
sódico (Aleve), tomados en las dosis recomendadas,
suelen aliviar el dolor de la osteoartritis. Los
medicamentos antiinflamatorios no esteroides más
potentes se venden bajo receta médica.
Los AINE pueden causar malestar estomacal, problemas
cardiovasculares, problemas de hemorragia, y daño hepático y
renal. Los AINE en forma de geles, aplicados en la piel sobre la
articulación afectada, tienen menos efectos secundarios y
pueden aliviar el dolor de la misma manera.
Duloxetina (Cymbalta). Normalmente usado
como antidepresivo, este medicamento también está
aprobado para tratar el dolor crónico, como el dolor de
la osteoartritis.

Terapia

Fisioterapia. Un fisioterapeuta puede mostrarte


ejercicios para fortalecer los músculos alrededor de la
articulación, aumentar la flexibilidad y reducir el dolor.
La actividad física de baja intensidad periódica que haces
por tu cuenta, como nadar o caminar, puede ser igual de
efectiva.
Terapia ocupacional. Un terapeuta ocupacional
puede ayudarte a descubrir maneras de hacer las tareas
cotidianas para que no requieran un sobre esfuerzo por
parte de tu articulación dolorosa. Por ejemplo, un cepillo
de dientes con un agarre grande podría facilitar el
cepillado de los dientes si tienes artrosis en las manos.
Un banco en la ducha podría ayudar a aliviar el dolor de
estar de pie si tienes osteoartritis de la rodilla.
Estimulación nerviosa eléctrica
transcutánea. Se utiliza una corriente eléctrica de
bajo voltaje para aliviar el dolor. Proporciona alivio a
corto plazo para algunas personas con osteoartritis de
rodilla y cadera.
Cirugía y otros procedimientos
Si los tratamientos conservadores no ayudan, podrías
considerar procedimientos como los siguientes:
 Inyecciones de cortisona. Las inyecciones de
corticosteroides en la articulación pueden aliviar el dolor
durante unas semanas. El médico adormece la zona
alrededor de la articulación, luego coloca una aguja en el
espacio dentro de la articulación e inyecta el
medicamento. El número de inyecciones de cortisona
que se puede recibir al año suele limitarse a tres o
cuatro, porque con el tiempo el medicamento puede
empeorar el daño articular.
 Inyecciones de lubricación. Las inyecciones de
ácido hialurónico podrían aliviar el dolor al proporcionar
cierta amortiguación en la rodilla, aunque algunas
investigaciones sugieren que estas inyecciones no
ofrecen más alivio que un placebo. El ácido hialurónico
es similar a un componente que normalmente se
encuentra en el líquido articular.
 Realineación de los huesos. Si la osteoartritis
ha dañado un lado de la rodilla más que el otro, una
osteotomía podría ayudar. En una osteotomía de rodilla,
el cirujano corta el hueso por encima o por debajo de la
rodilla, y luego quita o añade una cuña de hueso. Esto
desplaza el peso del cuerpo lejos de la parte desgastada
de la rodilla.
 Reemplazo articular. En la cirugía de reemplazo
articular, el cirujano retira las superficies articulares
dañadas y las sustituye por piezas de plástico y metal.
Los riesgos quirúrgicos incluyen infecciones y coágulos
de sangre. Las articulaciones artificiales pueden
desgastarse o aflojarse y, con el tiempo, podrían tener
que reemplazarse.
ARTRALGIAS

Las articulaciones forman conexiones entre huesos y facilitan el


movimiento. En nuestra anatomía, los componentes
articulares estabilizan la articulación, permitiendo que los
huesos se muevan libremente y protegiéndola del uso
constante y diario. El dolor en estas zonas, conocido como
artralgia, se caracteriza por un dolor intenso que en muchas
ocasiones puede confundirse con artritis. La diferencia entre
ambas patologías es que mientras la artritis es define una
inflamación articular, la artralgia consiste en un dolor en las
articulaciones que suele derivar de otras enfermedades.
En este sentido conviene tener en cuenta que cualquier daño
en las articulaciones puede inferir en el movimiento y causar
molestias. El dolor puede ser causado por una lesión que
afecta a los ligamentos, bolsas o tendones que rodean la
articulación y también puede afectar al cartílago y a los huesos
de dentro de la propia articulación. Los dolores también se
pueden deber a un esfuerzo de los músculos y las
articulaciones o pueden ser consecuencia de otra enfermedad,
como la osteoartritis, artritis reumatoide, bursitis, gota,
distensiones, esguinces u otras lesiones.
El dolor articular es muy común en nuestro país; el 88% de los
españoles dicen padecerlo en las articulaciones. Las molestias
en la rodilla son la queja más habitual, seguida del dolor de
hombro y cadera, pero la artralgia puede afectar a cualquier
parte del cuerpo, desde los pies y tobillos hasta dolor en las
articulaciones de los dedos y brazos. El dolor puede
desaparecer sin tratamiento después de algunas semanas
(dolor agudo) o durar incluso meses (dolor crónico). Pero
ambos pueden causar gran incomodidad e hinchazón en las
articulaciones e incluso pueden afectar a la calidad de vida.
Existen diferentes tipologías de artralgia: el dolor Mono
articular agudo, que afecta a una sola articulación y que puede
deberse a un trastorno que causa malestar poliarticular
(polialtralgia), que implica múltiples articulaciones y puede ser
la manifestación inicial de una poliartritis. Cuando múltiples
articulaciones se ven afectadas la siguiente distinción puede
ser útil para diferenciar entre distintos trastornos,
especialmente en la artritis:
Monos articular: afecta a una única articulación.
Oligoarticular/Pauciarticular: afecta de 2 a 4 articulaciones.
Poliarticular: afecta a 5 articulaciones o más.

Causas
Las causas de la artralgia son bastante variadas y solo un
experto en el área de la salud podrá determinar de cuál de
ellas se trata para brindar una solución adecuada al
paciente. En todo caso, se puede apuntar una serie de factores
que pueden conducir al desarrollo del dolor en las
articulaciones:
 Torceduras, esguinces y otras lesiones por saturación del
cuerpo.
 Enfermedades articulares degenerativas, como la
osteoartritis.
 Lesiones accidentales como fracturas.
 Trastorno de gota, especialmente en el dedo gordo del
pie.
 Bursitis.
 Tendinitis.
 Osteomielitis.
 Enfermedades producidas por agentes infecciosos, como
el sarampión, la hepatitis, la rubéola, la varicela…
 Enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide
o el lupus.
 Artritis séptica.

Síntomas de la artralgia

El principal síntoma para reconocer esta afección es el dolor en


las articulaciones, pero hay otros síntomas que pueden dar
pistas de lo que sucede:
 Inflamación de las articulaciones.
 Lesiones en los tendones o fractura en algún hueso.
 Rigidez en las articulaciones.
 Pérdida de movimiento.
 Fiebre y escalofríos.
 Piel enrojecida.
 Molestias con el frío o los cambios de temperatura.
 Dificultades a la hora de caminar.
 Dolor de garganta y cansancio.
 Grietas en la piel con signos de celulitis en zonas
adyacentes a la articulación afectada.
Debemos tener en cuenta que la artralgia en sí debe ser
tomada como un síntoma, no como una enfermedad. Cuando
se padece este dolor, se puede definir -junto a otros factores o
síntomas- la causa y la enfermedad desarrollada por cada
persona para así dar con el diagnóstico y encontrar el
tratamiento preciso para cada paciente.
Diagnóstico y tratamiento
Actualmente no existe ningún tratamiento determinado que
elimine por completo el dolor articular asociado con
enfermedades como la artritis, por lo que es recomendable
acudir al médico para tratar la dolencia en cada caso concreto.
Siguiendo siempre las indicaciones médicas, existen fórmulas
que ayudan a controlar el dolor:
Tomar medicamentos antiinflamatorios no esteroideos
puede ayudar a reducir la hinchazón y la inflamación.
Mantenerse físicamente activo y seguir un programa de
ejercicios moderados recomendados por un
fisioterapeuta.
Estirar antes de hacer ejercicio para mantener un buen
rango de movimiento en las articulaciones.
Mantener el peso corporal dentro de un rango
saludable, así disminuirá el estrés en las articulaciones.
Consumir antibióticos en casos leves para disminuir la
inflamación y dolores.
Aplicar cremas antiinflamatorias naturales como
BIOSPORTY en las zonas afectadas para completar el
tratamiento.
La valoración médica comienza normalmente con un examen
físico para conocer la gravedad del problema e intentar
averiguar cuál es la causa de la dolencia. Posteriormente
pueden solicitarse pruebas sanguíneas para conocer el sistema
sanguíneo y averiguar los niveles de ácido úrico y glóbulos
rojos. Para lograr un diagnóstico final, los facultativos harán
un análisis completo sobre la ubicación, el momento y la
intensidad del dolor articular.
Algunas de las técnicas más recomendadas por los
profesionales de la salud para tratar la artralgia suelen ser:
 Crioterapia: el frío suele reducir el dolor. Será un
fisioterapeuta quien limitará la cantidad de exposición al
frío para evitar daño en los tejidos.
 Masajes: los masajes son efectivos para aliviar el dolor y
reducir la hinchazón, pero en ningún caso se realizarán
para tratar infecciones o inflamaciones graves y siempre
serán dados por un profesional.
 Estimulación eléctrica: esta técnica produce
contracciones musculares que evitan la atrofia muscular.
Se utiliza principalmente para el dolor de espalda, la
artritis reumatoide, esguinces o dolores muy localizados.
 Tracción: esta técnica se aplica contra el dolor cervical
crónico, ruptura vertebral o lesiones en el cuello.
Es necesario tener en cuenta que, para ayudar al diagnóstico
de artralgia o enfermedades derivadas de este dolor, debe
considerarse el número y tipo de articulaciones afectadas, así
como los síntomas que muestra el paciente y las causas que
han derivado en esa dolencia. Las personas de avanzada edad
tienen más posibilidades de sufrir dolor de rodillas cuando
envejece y las personas que tienen sobrepeso o practican
mucho deporte también tienen un mayor riesgo de tener
lesiones.
OSTEOPOROSIS

La osteoporosis hace que los huesos se debiliten y se vuelvan


quebradizos, en tal medida que una caída o incluso una leve
tensión, como agacharse o toser, pueden causar una fractura.
Las fracturas por osteoporosis ocurren con mayor frecuencia
en la cadera, la muñeca o la columna vertebral.
El hueso es tejido vivo que se descompone y se reemplaza
constantemente. La osteoporosis ocurre cuando la generación
de hueso nuevo es más lenta que la pérdida de hueso viejo.
La osteoporosis afecta a hombres y mujeres de todas las razas,
pero las mujeres blancas y asiáticas, especialmente las mujeres
mayores posmenopáusicas, son las que corren mayor riesgo.
Los medicamentos, la dieta saludable y los ejercicios con peso
pueden ayudar a prevenir la pérdida ósea o a fortalecer los
huesos débiles.

Síntomas
Típicamente, las etapas iniciales de la disminución de la masa
ósea no presentan síntomas. Pero una vez que la osteoporosis
debilita tus huesos, podrías tener signos y síntomas que
incluyen los siguientes:
 Dolor de espalda, provocado por una vértebra fracturada
o aplastada
 Pérdida de estatura con el tiempo
 Una postura encorvada
 Un hueso que se rompe mucho más fácilmente de lo
esperado

Causas
Los huesos se encuentran en un estado constante de
renovación: se desarrollan huesos nuevos y se descomponen
los huesos viejos. Cuando eres joven, el desarrollo de huesos
nuevos es más veloz que la descomposición de estos el cuerpo,
por lo que la masa ósea aumenta. Después de los 20 años, este
proceso se hace más lento y la mayoría de las personas
alcanzan su masa ósea máxima a los 30 años. A medida que las
personas envejecen, la masa ósea se pierde más rápido de lo
que se crea.
La probabilidad de desarrollar osteoporosis depende en parte
de cuánta masa ósea obtuviste en tu juventud. La masa ósea
máxima es en parte hereditaria y también varía según el grupo
étnico. Cuanto mayor sea tu densidad ósea máxima, más tejido
óseo tendrás "de reserva" y menor será la probabilidad de que
tengas osteoporosis cuando envejezcas.

Factores de riesgo
Algunos factores pueden aumentar la probabilidad de que
desarrolles osteoporosis, entre otros, tu edad, raza, estilo de
vida, así como tus afecciones y tratamientos médicos.

Riesgos inalterables

Algunos factores de riesgo de osteoporosis están fuera de tu


control, incluidos los siguientes:
 Sexo. Las mujeres son mucho más propensas a
desarrollar osteoporosis que los hombres.
 La edad. Cuanto mayor sea tu edad, mayor será el
riesgo de osteoporosis.
 Raza. Tienes mayor riesgo de padecer osteoporosis si
eres blanco o de ascendencia asiática.
 Antecedentes familiares. Tener un padre,
madre o hermano con osteoporosis te pone en mayor
riesgo, especialmente si tu madre o padre sufrieron
fractura de cadera.
 Tamaño del cuerpo. Los hombres y las mujeres
que tienen estructuras corporales pequeñas tienden a
correr un riesgo más alto debido a que podrían tener
menos masa ósea para utilizar a medida que envejecen.

Niveles hormonales

La osteoporosis es más común en personas que tienen


demasiada o muy poca cantidad de ciertas hormonas en el
cuerpo. Por ejemplo:
 Hormonas sexuales. Los niveles bajos de
hormonas sexuales tienden a debilitar los huesos. La
disminución de los niveles de estrógeno en las mujeres
menopáusicas es uno de los mayores factores de riesgo
para el desarrollo de la osteoporosis. Los tratamientos
contra el cáncer de próstata que reducen los niveles de
testosterona en los hombres y los tratamientos contra el
cáncer mamario que reducen los niveles de estrógeno en
las mujeres podrían acelerar la pérdida ósea.
 Problemas de tiroides. Los niveles altos de
hormona tiroidea pueden causar osteoporosis. Esto
puede producirse si tu tiroides es hiperactiva o si tomas
demasiados medicamentos de hormonas tiroideas para
tratar una tiroides poco activa.
 Otras glándulas. La osteoporosis también se asoció
con la hiperactividad de las glándulas paratiroides y de
las suprarrenales.
Factores alimenticios

La osteoporosis es más probable que ocurra en personas que


tienen lo siguiente:
 Bajo consumo de calcio. La falta de calcio a lo
largo de la vida juega un papel importante en el
desarrollo de la osteoporosis. Una dieta baja en calcio
contribuye a la disminución de la densidad ósea, la
pérdida ósea temprana y un mayor riesgo de fracturas.
 Trastornos de la alimentación. La restricción
extrema de la ingesta de alimentos y el bajo peso
debilitan los huesos tanto en hombres como en mujeres.
 Cirugía gastrointestinal. La cirugía para reducir
el tamaño del estómago o para extirpar parte del
intestino limita la cantidad de superficie disponible para
absorber nutrientes, entre ellos el calcio. Estas cirugías
incluyen aquellas para ayudarte a perder peso y para
otros trastornos gastrointestinales.

Esteroides y otros medicamentos

El uso a largo plazo de medicamentos corticoides orales o


inyectados, como la prednisona y la cortisona, interfiere en el
proceso de reconstrucción ósea. La osteoporosis también se
asocia con medicamentos utilizados para combatir o prevenir:
 Convulsiones
 Reflujo gástrico
 Cáncer
 Rechazo del trasplante

Afecciones médicas

El riesgo de osteoporosis es mayor en personas que tienen


ciertos problemas médicos, que incluyen los siguientes:
Enfermedad celíaca
Enfermedad intestinal inflamatoria
Enfermedad renal o hepática
Cáncer
Mieloma múltiple
Artritis reumatoide

Complicaciones
Las fracturas óseas, particularmente en la columna vertebral o
la cadera, son las complicaciones más graves de la
osteoporosis. Las fracturas de cadera a menudo son causadas
por una caída y pueden derivar en una discapacidad e incluso
un mayor riesgo de muerte dentro del primer año después de
la lesión.
En algunos casos, puede producirse una fractura de la columna
vertebral, aunque no te caigas. Los huesos que conforman la
columna vertebral (las vértebras) pueden debilitarse hasta el
punto de aplastarse, lo que producirá dolor de espalda,
pérdida de estatura y una postura encorvada.

Prevención
La buena nutrición y el ejercicio regular son esenciales para
mantener los huesos sanos durante toda la vida.

Calcio

Los hombres y mujeres que tienen entre 18 y 50 años


necesitan 1000 miligramos de calcio al día. Esta cantidad diaria
aumenta a 1200 miligramos cuando las mujeres cumplen los 50
años y los hombres, los 70.
Las buenas fuentes de calcio incluyen las siguientes:
Productos lácteos bajos en grasa
Vegetales de hoja verde oscuro
Salmón enlatado o sardinas con espinas
Productos de soja, como el tofu
Cereales fortificados con calcio y jugo de naranja
Si te resulta difícil obtener suficiente calcio de la dieta,
considera tomar suplementos de calcio. Sin embargo, se asocia
el consumo excesivo de calcio con los cálculos renales. Si bien
todavía no está claro, algunos expertos sugieren que
demasiado calcio, especialmente en suplementos, puede
aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca.

Vitamina D

La vitamina D mejora la capacidad del cuerpo para absorber el


calcio y mejora de otras maneras la salud de los huesos. Las
personas pueden obtener parte de su vitamina D gracias a la
luz del sol, pero esto podría no ser una buena fuente si vives en
latitudes altas, si estás recluido en casa, o si usas regularmente
protector solar o evitas el sol debido al riesgo de padecer
cáncer de piel.
Las fuentes de vitamina D en los alimentos incluyen aceite de
hígado de bacalao, trucha y salmón. Muchos tipos de leches y
cereales vienen fortificados con vitamina D.
La mayoría de las personas necesita al menos 600 unidades
internacionales (UI) de vitamina D por día. A partir de los
70 años, la recomendación aumenta a 800 UI por día.
Las personas sin otras fuentes de vitamina D y especialmente
con exposición limitada al sol podrían necesitar un suplemento.
La mayoría de los productos multivitamínicos contienen entre
600 y 800 UI de vitamina D. Para la mayoría de las personas, es
seguro obtener hasta 4000 UI de vitamina D por día.

Diagnóstico
La densidad ósea puede medirse con una máquina que utiliza
niveles bajos de rayos X para determinar la proporción de
minerales en los huesos. Durante esta prueba, que es indolora,
te acuestas sobre una mesa acolchada y un escáner pasa por
encima de tu cuerpo. En la mayoría de los casos, solo se
examinan algunos huesos, generalmente en la cadera y la
columna vertebral.
Tratamiento
Las recomendaciones de tratamiento a menudo se basan en
una estimación del riesgo de fractura de un hueso en los
próximos 10 años utilizando información como la prueba de
densidad ósea. Si tu riesgo no es alto, el tratamiento podría no
incluir medicamentos y podría centrarse en modificar los
factores de riesgo de pérdida ósea y caídas.

Bifosfonatos

Tanto para hombres como para mujeres con mayor riesgo de


fractura, los medicamentos para tratar la osteoporosis más
recetados son los bifosfonatos. Por ejemplo:
Alendronato (Binosto, Fosamax)
Ibandronato (Boniva)
Risedronato (Actonel, Atelvia)
Ácido zoledrónico (Reclast, Zometa)
Los efectos secundarios incluyen náuseas, dolor abdominal y
síntomas similares a la acidez estomacal. Es menos probable
que se presenten efectos secundarios si el medicamento se
toma según lo indicado. Las formas intravenosas de los
bifosfonatos no causan malestar estomacal, pero pueden
provocar fiebre, dolores de cabeza y dolores musculares.
Una complicación muy poco frecuente de los bifosfonatos es
una ruptura o grieta en la mitad del fémur. Una segunda
complicación poco frecuente es el retraso en la cicatrización
del hueso maxilar (osteonecrosis de la mandíbula). Esto puede
ocurrir después de un procedimiento dental invasivo, como la
extracción de un diente.

Denosumab

Comparado con los bifosfonatos, el denosumab (Prolia, Xgeva)


produce resultados similares o mejores en cuanto a la densidad
ósea y reduce la posibilidad de todo tipo de fracturas. El
denosumab se administra en forma de inyección bajo la piel
cada seis meses.
De modo parecido a los bifosfonatos, el denosumab tiene la
misma complicación poco frecuente de producir roturas o
grietas en el medio del fémur y osteonecrosis del hueso
maxilar. Si tomas denosumab, es posible que tengas que seguir
haciéndolo indefinidamente. Investigaciones recientes indican
que podría existir un alto riesgo de fracturas de la columna
vertebral después de suspender el medicamento.

Terapia de reemplazo hormonal

El estrógeno, especialmente cuando se inicia poco después de


la menopausia, puede ayudar a mantener la densidad ósea. Sin
embargo, la terapia con estrógeno puede aumentar el riesgo
de cáncer mamario y coágulos sanguíneos, que pueden causar
accidentes cerebrovasculares. Por lo tanto, el estrógeno se usa
típicamente para la salud ósea en mujeres jóvenes o en
mujeres cuyos síntomas menopáusicos también requieren
tratamiento.
El raloxifeno (Evista) imita los efectos
beneficiosos del estrógeno sobre la densidad
ósea en mujeres posmenopáusicas, sin
algunos de los riesgos asociados con el
estrógeno. Tomar este medicamento puede
reducir el riesgo de algunos tipos de cáncer
mamario. Los sofocos son un efecto
secundario posible. El raloxifeno también
puede aumentar el riesgo de coágulos
sanguíneos.

En los hombres, la osteoporosis podría estar


relacionada con una disminución gradual de
los niveles de testosterona relacionada con la
edad. La terapia para reemplazo de la
testosterona puede ayudar a mejorar los
síntomas de baja testosterona, pero los
medicamentos para la osteoporosis fueron
mejor estudiados en hombres para tratar la
osteoporosis y, por lo tanto, se recomiendan
solos o además de la testosterona.

Medicamentos para fortalecer los huesos

Si padeces de osteoporosis grave o si los tratamientos más


comunes para la osteoporosis no tienen la eficacia necesaria,
tu médico podría sugerirte que pruebes:
Teriparatida (Bonsity, Forteo). Este potente
medicamento es similar a la hormona paratiroidea y
estimula el crecimiento óseo. Se administra como una
inyección diaria bajo la piel, durante un máximo de dos
años.
La abaloparatida (Tymlos) es otro medicamento
similar a la hormona paratiroidea. Este medicamento
puede tomarse durante dos años como máximo.
Romosozumab (Evenity). Este es el
medicamento que fortalece los huesos más nuevos para
el tratamiento de la osteoporosis. Se administra como
una inyección mensual que se aplica en el consultorio
del médico y su uso se limita a un año de tratamiento.
En general, cuando dejas de recibir cualquiera de estos
medicamentos fortalecedores de los huesos, necesitas tomar
otro medicamento para tratar la osteoporosis a fin de
mantener el nuevo crecimiento óseo.

REUMATISMO
Las enfermedades reumáticas son aquellas que afectan al
aparato locomotor. Incluyen más de doscientas enfermedades
distintas que, en España, afectan a una de cada cuatro
personas mayores de 20 años. Se habla de reuma o de
reumatismo para referirse al conjunto de dolores o molestias
relacionados con el aparato locomotor.
Entre los más de doscientos tipos de enfermedades reumáticas
destacan por ser las más comunes las siguientes:
 Artritis: psoriásica, idiopática juvenil, reumatoide
 Artrosis
 Dermatomiositis
 Enfermedad de Behçet
 Esclerosis sistémica
 Espondilitis anquilosante
 Fibromialgia
 Fiebre mediterránea familiar
 Gota
 Lupus eritematoso sistemático
 Miopatías
 Osteoporosis
 Policondritis recidivante
 Polimialgia reumática
 Sarcoidosis
 Síndrome de Sjögren
 Uveítis
 Vasculitis

Síntomas de las enfermedades reumáticas


Los síntomas varían según la persona y según la patología. No
obstante, los síntomas más frecuentes son:
 Dolor, convirtiéndose a menudo en dolor crónico. El
dolor articular es uno de los síntomas principales y
puede venir acompañado por inflamación o deformidad.
 Hinchazón, enrojecimiento y calor en las articulaciones,
sobre todo en el caso de la artritis reumatoide.
 Rigidez matutina de las articulaciones.
 Fatiga, cansancio, sensación de debilidad y falta de
vitalidad.
 Alteraciones del sueño nocturno.
 Malestar generalizado.
 Fiebre.
 Contracturas musculares.
 Hormigueo y quemazón cerca de la articulación.
 Pérdida de la función de una o diversas articulaciones.
 Movilidad limitada.
Además, determinadas enfermedades reumáticas pueden
provocar otros síntomas en diversos órganos o sistemas, como
la piel (manchas o heridas), los riñones (sangre en la orina), los
ojos (pérdida de visión), los pulmones o el corazón (dolor en el
pecho o sensación de falta de aire).

Pruebas médicas para las enfermedades


reumáticas
Para el diagnostico de estas enfermedades se realiza un
interrogatorio y una exploración física exhaustiva. Además, se
evaluarán y valorarán las características del dolor y las
articulaciones afectadas. Un análisis de sangre puede ser útil
para el doctor.
Otras pruebas como radiografías, ecografías o resonancias
magnéticas también pueden servir para confirmar el
diagnóstico.

¿Cuáles son las causas de las enfermedades


reumáticas?
Puede haber combinación de factores que causen las enfermedades
reumáticas. Normalmente responden a determinadas causas:
 Degenerativas, siendo la más común de ellas la artrosis.
 Metabólicas, como la gota.
 Inflamatorias, sin causa conocida clara, pero que provocan
inflamación de las articulaciones, como la artritis reumatoide.
 Inmunológicas.
 Genéticas, como en el síndrome de hiperlaxitud articular.
 Infecciosas, como en la fiebre reumática.

¿Se puede prevenir?


Aunque actualmente las enfermedades reumáticas no se
pueden prevenir, sí se pueden evitar algunos de los problemas
asociados. Así, se recomienda proteger las articulaciones de
esfuerzos excesivos y movimientos repetitivos, pero también
es importante controlar el peso corporal, llevando hábitos de
vida saludables (dieta mediterránea equilibrada y ejercicio
físico moderado).
Por otra parte, el diagnóstico precoz es muy importante, ya
que puede evitar el empeoramiento de los síntomas, llegando
incluso a su remisión.

Tratamientos para las enfermedades


reumáticas
El tratamiento de las enfermedades reumáticas incluye una
combinación de descanso y relajación, ejercicio moderado, una
dieta apropiada, terapias en el agua, terapias de movilización
leve, terapia de frío y calor, medicamentos, instrumentos
especiales para hacer más cómodo el día a día del paciente
(aparatos para ayudar a abrir latas y botes, cremalleras…),
férulas o dispositivos ortopédicos y cirugía para restaurar la
función de alguna articulación o aliviar el dolor.
La medicación indicada es de lo más variada, siempre enfocada
a disminuir los síntomas, ya que hoy por hoy no existe cura.
Así, se aconsejan:
 Analgésicos o analgésicos locales.
 Antiinflamatorios no esteroideos, para aliviar el dolor.
 Medicamentos antirreumáticos modificadores de la
enfermedad: hacen que el sistema inmunitario
disminuya o deje de atacar a las articulaciones.
 Modificadores de la respuesta biológica.
 Corticoides.
 Sustitutos de ácido hialurónico.

LUMBAGO Y CIÁTICA
¿QUÉ ES EL DOLOR LUMBAR?
El dolor de espalda es el problema médico más frecuente
después del resfriado común. Cuando afecta a la región situada
entre las dos últimas costillas y la zona glútea se denomina
Dolor lumbar o Lumbalgia. Aproximadamente, el 80% de la
población va a sufrir este tipo de dolor en algún momento de
su vida, siendo la inmensa mayoría de las veces de causa
benigna. En menos de un 10% de los casos, la Lumbalgia puede
tener una causa importante que va a requerir la consulta
especializada y una serie de exploraciones complementarias
(escáner, resonancia magnética, etc.…) para llegar al
diagnóstico. En el resto de los casos, el origen del dolor se debe
a una causa que llamamos mecánica y que se caracteriza por
dolor que aumenta al mover la región lumbar pero que mejora
con el reposo y no se acompaña de fiebre o pérdida de peso ni
de otras alteraciones.

¿CUÁNTO DURA?
Según la duración del episodio de dolor podemos hablar de
Lumbalgia aguda, cuando es de comienzo brusco (de un día
para otro) y dura menos de tres meses. Cuando dura más
tiempo hablamos de Lumbalgia crónica, añadiendo el adjetivo
inespecífico (Lumbalgia crónica inespecífica) cuando el
problema no es debido a ninguna causa concreta que pueda
explicar el origen de las molestias. Este tipo de dolor es el más
frecuente de todos y, aunque no suele encontrarse una lesión
llamativa que pueda ser claramente demostrada en
radiografías u otras pruebas, sí tiene una destacada
repercusión en el medio laboral. La lumbalgia aguda, cuando es
debida a una causa mecánica (distensión por un esfuerzo físico,
artrosis, etc.…) también puede recibir la denominación
coloquial de Lumbago. En este caso, la mejoría se va a producir
en menos de 2 meses en el 80% de los pacientes, con medidas
simples como los analgésicos y los relajantes musculares.
Solamente un 4% de estas personas va a continuar con dolor
lumbar a los 6 meses.
¿QUÉ ES LA CIÁTICA?
Cuando el dolor sobrepasa la zona lumbar y llega hasta los
miembros inferiores hablamos de Dolor lumbar irradiado y
puede adoptar las siguientes localizaciones: Lumbociática (o
ciática a secas) cuando el dolor se extiende desde la región
lumbar hasta el talón o el pie descendiendo por la parte
posterior o lateral del muslo. Su presencia sugiere lesión de las
raíces nerviosas que salen de la columna lumbar y llevan la
sensibilidad o las órdenes para contraer los músculos a los
miembros inferiores a través del nervio ciático. Si el dolor no
supera la región de la rodilla no debería hablarse de ciática y su
causa no suele ser la lesión de las raíces nerviosas. Cuando el
dolor afecta a la parte anterior del muslo se habla de Cruralgia,
localización mucho menos frecuente que la ciática.
CONCEPTOS ANATÓMICOS

La columna vertebral está formada por un conjunto de huesos


articulados entre sí que denominamos Vértebras. Si la
observamos de perfil (figura 1), la columna no es rectilínea,
sino que tiene cuatro curvas, denominadas de arriba abajo:
cervical (constituida por las 7 vértebras cervicales), dorsal o
torácica (12 vértebras), lumbar (5 vértebras) y sacro-coxígea (8-
10 vértebras). Entre cada vértebra se sitúan unas estructuras
blandas denominadas Discos intervertebrales que sirven para
amortiguar los impactos que recibe la columna (figura 2).
Cuando se salen de su localización normal se habla de Hernia
discal. Además, hay otras estructuras alrededor de cada unión
entre los discos y las vértebras que se denominan ligamentos.
En la parte posterior, las vértebras también se unen entre sí,
formando las llamadas Articulaciones interapofisarias. Por el
interior de la columna vertebral desciende la médula espinal
que es la encargada de conducir la información en ambos
sentidos entre una gran parte del organismo y los centros
nerviosos de la cabeza. Rodeando a todas estas estructuras
están los músculos. Cualquier alteración en alguno de estos
componentes (desviaciones, artrosis, inflamación, distensiones,
etc…) puede producir dolor lumbar, lo que explica la dificultad
para conocer la causa exacta de las molestias que padecen
algunos pacientes.

¿CUÁLES SON LAS CAUSAS MÁS


FRECUENTES DE DOLOR LUMBAR?
El dolor lumbar es más frecuente en personas con sobrepeso,
mala forma física, malos hábitos posturales o en quienes
someten su espalda a sobrecargas inadecuadas, como levantar
objetos demasiado pesados o cualquier carga de manera
incorrecta. La mitad de las mujeres embarazadas también van
a sufrir dolor lumbar debido al peso extra que soportan
durante su gestación. Además, existen más de 50
enfermedades que pueden producir Lumbalgia, entre las
cuales podemos citar: la Artrosis, las Fracturas vertebrales de la
Osteoporosis (la Osteoporosis, por sí sola no produce ningún
tipo de dolor), la Hernia Discal o la Espondilitis.
Cada uno de estos procesos se suele manifestar de forma
bastante diferente. La Artrosis lumbar provoca dolor mecánico,
con periodos largos sin que el paciente note molestias y
ocasionales reagudizaciones del dolor. Estas personas sienten
con frecuencia que sus síntomas varían en función de los
cambios de tiempo, sin que la ciencia haya podido aclarar la
razón para esta curiosa asociación. En la Espondilitis, sin
embargo, el dolor aparece en reposo (generalmente por las
noches o a al amanecer) y mejora con la actividad. Es lo que
llamamos dolor inflamatorio y su presencia es indicación de
consulta al reumatólogo. La aparición de dolor lumbar brusco y
bastante incapacitante en cualquier paciente diagnosticado de
Osteoporosis es característico de una Fractura vertebral,
mientras que la Hernia Discal se manifiesta habitualmente por
lumbociática.

¿QUÉ PODEMOS HACER PARA ALIVIAR EL


DOLOR LUMBAR?
En primer lugar, el reposo, que no deberá prolongarse más de
tres días. Pasado este tiempo es imprescindible comenzar a
levantarse y a realizar una actividad física suave y progresiva
según vayamos notando menos dolor. En estas fases, es muy
eficaz la aplicación de calor local varias veces al día, masaje
después del calor (sobre todo si notamos que los músculos de
la zona están contracturados) y analgésicos simples, como el
paracetamol o el metamizol, o antiinflamatorios no
esteroideos. Si no se obtiene mejoría con estas medidas,
debemos acudir al médico para que valore la necesidad de
medidas complementarias tanto diagnósticas como de
tratamiento.

¿TIENE OPERACIÓN EL DOLOR LUMBAR?


De todos los pacientes que presentan dolor lumbar, solamente
una minoría son candidatos a tratamiento quirúrgico. Las
indicaciones principales son:

Hernia discal que provoca dolor ciático rebelde a los


tratamientos conservadores. La presencia de una hernia discal
en la Resonancia Magnética por sí sola no es indicación de
operación, si no hay síntomas persistentes e invalidantes
característicos.
Cuando una vértebra se desplaza sobre otra (se denomina
espondilolistesis) puede ser necesario fijarla para evitar que
dañe a las raíces nerviosas. Esto solo ocurre en un pequeño
porcentaje de los casos, por lo que la mayoría no van a requerir
operación.
En ocasiones, la artrosis lumbar, sobre todo en personas de
edad avanzada, puede producir dolor persistente y lesión de
las raíces nerviosas que van a los miembros inferiores. En estos
casos, sobre todo si el dolor produce una limitación para
caminar muy importante y no responde a otras medidas,
puede ser necesaria la operación.

ASISTENCIA DE ENFERMERÍA
Para atender pacientes con estos trastornos adultos debemos
tienen en cuanta lo siguiente.
El dolor (administrar analgésico indicado por el medico)
Incapacidad para movilizarse. Apoyo emocional.
Vigilar su estado nutricional. Evitar caídas.
Control de funciones vitales.
Cuidado de la alimentación e hidratación.
Apoyo en el uso de los servicios higiénicos (diuresis,
deposiciones, incontinencia…etc)
Verificar su estado relacionado a reposo y sueño.
Debemos revisar el estado de la piel.
Apoyarlo a vestirse y desvestirse.
Debemos brindarle seguridad, a su traslado hacerlo en silla de
ruedas, camilla.
Nunca cortar la comunicación con este paciente.
Siempre respetar sus creencias dentro de ella está la religión.
Debemos propiciar actividades recreativas y de ocio.
Debemos propiciar medidas de higiene (vestido, ropa de cama,
y baño de paciente)
BIBLIOGRAFÍA

1. ¿Qué es la osteoporosis?. Sociedad Española de Reumatología. Consultado el 29 de


diciembre de 2012.
2. ↑ Dr. Martin Etchart. Capítulo 12. Anatomía Patológica Osteoarticular Archivado el 26 de
junio de 2008 en Wayback Machine. (artículo completo disponible en español). Pontificia
Universidad Católica de Chile. Escuela de Medicina. Último acceso 25 de junio de 2008.
3. ↑ WHO (1994). «Assessment of fracture risk and its application to screening for
postmenopausal osteoporosis. Report of a WHO Study Group». World Health Organization
technical report series 843: 1-129. PMID 7941614.
4. ↑ Saltar a:a b c d e f g h i j Del Pino Montes, J (2010). «Osteoporosis: Concepto e importancia.
Cuadro clínico». Rev Osteoporos Metab Miner 2 (Supl 4): S15-S20.
5. ↑ Saltar a:a b c d e Miller, PD (2012 Sep). «Unrecognized and unappreciated secondary
causes of osteoporosis». Endocrinol Metab Clin North Am 41 (3): 613-
28. PMID 22877432. doi:10.1016/j.ecl.2012.05.005. Archivado desde el original el 5 de marzo de
2016.
6. ↑ Saltar a:a b c d e f Grupo de trabajo de la Guía de Práctica Clínica sobre Osteoporosis y
Prevención de Fracturas por Fragilidad (2010). Ministerio de Sanidad, Política Social e
Igualdad, ed. «Guía de Práctica Clínica sobre Osteoporosis y Prevención de Fracturas por
Fragilidad. Plan de Calidad para el Sistema Nacional de Salud del Ministerio de Sanidad,
Política Social e Igualdad. Agència d´Informació, Avaluació i Qualitat en Salut (AIAQS) de
Cataluña; Guías de Práctica Clínica en el SNS: AATRM Nº 2007/02.». Archivado desde el
original el 24 de septiembre de 2015. Consultado el 17 de julio de 2015.
7. ↑ M.T. Hermoso de Mendoza: Clasificación de la osteoporosis. Factores de riesgo. Clínica y
diagnóstico diferencial. An. Sist. Sanit. Navar. 2003 vol. 26, suplemento 3. Consultado el 3
de enero de 2013.
8. ↑ Sadat-Ali Mir; Al-Habdan Ibrahim M.; Al-Turki Haifa A; Azam Mohammed Quamar (1 de
noviembre de 2012). «An epidemiological analysis of the incidence of osteoporosis and
osteoporosis-related fractures among the Saudi Arabian population». Annals of Saudi
Medicine 32 (6): 637-641. PMC 6081105. PMID 23396029. doi:10.5144/0256-4947.2012.637.
Consultado el 22 de octubre de 2019.
9. ↑ News, Ciudadano. «Qué es la osteoporosis: cómo reconocerla y cómo
evitarla». Ciudadano News. Consultado el 26 de octubre de 2022.
10. ↑ Saltar a:a b c Vojdani A (2015). «Molecular mimicry as a mechanism for food immune
reactivities and autoimmunity». Altern Ther Health Med (Revisión) 21 (Suppl 1): 34-
45. PMID 25599184.

También podría gustarte