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Los Sistemas Alternativos y

Aumentativos de Comunicación
(SAAC) y el desarrollo del
lenguaje
Autismo Diario 10 marzo, 2018

Los Sistemas Alternativos y Aumentativos de


Comunicación – SAAC. Un espectro de
experiencias.
“Los hombres en su formación llegaron a un punto en que
tuvieron necesidad de decirse algo los unos a los otros. La
necesidad creo el órgano (…)” F. Engels, “Dialéctica de la
naturaleza”

El término lenguaje hace referencia a la capacidad de comunicar.


Sin embargo, esta capacidad no es exclusiva de los seres humanos,
sino que es una característica que compartimos con las criaturas
del reino animal, las cuales; al igual que los seres humanos, utilizan
la comunicación para expresar, trasmitir emociones y experiencias a
otros.

Lo que sí nos diferencia de los sonidos y señales visuales u


olfativas que utilizan los animales, es el hecho de haber
desarrollado el lenguaje oral o verbal, el cual se ha convertido en
nuestro medio de comunicación por excelencia.

La teoría de la evolución del lenguaje ha sido objeto de estudio de


muchos autores, que han debatido desde los aspectos biológicos
que propiciaron la articulación de palabras, hasta su relevancia en la
evolución como ser social (causa o consecuencia). Los seres
humanos dependen del lenguaje y la comunicación para aprender,
disfrutar e interactuar; dependen de la comunicación para vivir en
sociedad.

Según Acosta y Moreno (2001) (A.Mª, 2001): ”El lenguaje es una


herramienta básica para que el niño logre diferentes objetivos
académicos, que van desde la participación de las rutinas diarias,
las interacciones con sus pares y los adultos hasta la adquisición de
la lectoescritura”.

No obstante, existe un grupo poblacional que debido a múltiples y


diferentes factores ve limitada o anulada su capacidad de acceder
al lenguaje verbal; por ejemplo, las personas con enfermedades
neurológicas tales como la esclerosis múltiple (EM) o la esclerosis
lateral amiotrófica (ELA), con discapacidad intelectual, con parálisis
cerebral o personas con trastorno del espectro del autismo (TEA),
etc.

Para mejorar su calidad de vida y sus posibilidades reales de ser


parte integral de la sociedad se crearon los Sistemas Aumentativos
y Alternativos de comunicación (SAAC), los que están constituidos
por diferentes sistemas cuya principal función es la de aumentar y/o
compensar las dificultades que presentan personas con
capacidades diferentes para acceder al lenguaje verbal.

La Asociación Americana de Habla, Lenguaje y Audición (American


Speech Language – Hearing Association – ASHA, 1989) define la
Comunicación Aumentativa Alternativa como un área de práctica
clínica que intenta compensar los patrones de impedimento y
discapacidad de los individuos con severos desórdenes en la
comunicación.

La ASHA enfatiza además la importancia de que las intervenciones


para implementar un SAAC “deben ser siempre multimodales, por lo
que siempre deben tomar en cuenta y utilizar las capacidades
comunicativas del individuo, incluyendo cualquier forma de habla
residual o vocalizaciones, gestos, señas y comunicación asistida”
(ASHA, 1991).

Los Sistemas se clasifican en dos categorías:

1. Sin Ayuda: Habla, gestos, códigos o sistemas gestuales (ej.


Comunicación Total de Benson y Schaeffer).
2. Con Ayuda: Recursos Tangibles, recursos representacionales,
sistema de símbolos abstractos (Sistema de Símbolos
pictográficos SPC), símbolos ortográficos, sistema de
comunicación por intercambio de imágenes (PECS), ayudas
técnicas (ej. Tableros de comunicación no electrónicos y
recursos informáticos: tablets, sistemas operativos,
aplicaciones, etc.)

Cabe destacar que los SAAC no son de uso exclusivo de las


personas con desórdenes severos en la comunicación, sino que
todos hacemos uso de ellos a
diario mediante los diferentes
elementos paralingüísticos
(Gestos, entonación,
expresiones faciales, etc.) que
acompañan el habla (Darwin,
1903) o los símbolos que
hemos creado para representar
conceptos. El abordaje Trabajando con e-Mintza
terapéutico que establezca el
empleo de alguno de los SAAC no interfiere en la adquisición o
recuperación del lenguaje oral; por el contrario, contribuye a
incentivarlo y en el caso de no ser posible, dota a la persona de un
medio funcional para comunicarse.

La base del éxito reside en que cualquier intervención debe estar


acompañada de un correcto asesoramiento de quienes componen
el entorno más cercano de la persona, así como un proceso de
evaluación de sus capacidades, habilidades y deseos, además de
un análisis de las demandas y características de su entorno. A partir
de todos estos datos se desarrolla el proceso de educación con el
sistema SAAC más adecuado. El proceso de evaluación debe de ser
sistemático.

En el caso particular de las personas con autismo se ve sumamente


afectada el área de la comunicación social e interacción social
(American PsychiatricAssociation, 2013), por lo que aparecen
déficits en la reciprocidad socioemocional (dificultades para
trasmitir correctamente interés, deseos, afectos, etc.), trastornos en
las conductas comunicativas no verbales utilizadas durante las
interacciones sociales (contacto visual, utilización de gestos) y
presencia de patrones repetitivos y restringidos que dificultan
cualquier tipo de adaptación a diferentes contextos sociales.
Las herramientas de apoyo que se emplean en las intervenciones
terapéuticas, ya sea tanto de quienes han adquirido lenguaje verbal
como de los que no, son fundamentales para trabajar y potenciar un
aprendizaje global que les permita a las personas con autismo estar
más relacionadas con su entorno y ser un participante activo y
funcional en él.

¿Pero qué sucede cuando el medio no está dispuesto a ser


partícipe de este abordaje? ¿Qué hacer cuando el interlocutor
más cercano no parece estar interesado en comprender otro
tipo de comunicación? ¿Cómo trasladar los resultados de la
terapia a la casa de familia?

Como referimos anteriormente el camino al éxito en una


intervención con alguno de los SAAC se recorre las 24 horas del día,
y no en las dos horas que puede durar una terapia; y su base se
encuentra en el entorno más cercano al individuo; es decir, su
núcleo familiar.

Mucho se ha estudiado y escrito acerca de los SAAC. Es vasta la


evidencia científica que acompaña a estos sistemas de
comunicación y los porcentajes indican que la mayoría de las
familias han mostrado un alto nivel de compromiso y de
satisfacción. Sin embargo, al sur de América, específicamente en la
República Oriental del Uruguay, la temática del autismo es
relativamente reciente y se encuentra en pleno auge. Las campañas
de concientización han adquirido en los últimos 10 años una gran
importancia, sobre todo en el interior del país. Esta situación exige
que las familias sean parte activa y se sitúen en el centro del
proceso de concientización y capacitación en la temática.

En el año 2014 se comenzó a realizar un seguimiento (se convertiría


ese mismo año en un trabajo de Diplomado) a seis casos que
comenzarían a utilizar alguno de los sistemas aumentativos
alternativos de comunicación. Las edades de los individuos estaban
comprendidas entre los 4 y los 11 años. Todas las familias eran del
Departamento de Florida en el interior de la República Oriental del
Uruguay.

En los seis casos, luego del proceso de evaluación obligatorio que


se realiza antes de comenzar la terapia, las familias fueron
informadas del abordaje que recibiría el niño.

En todos los casos se


evidenciaron respuestas
parecidas de los familiares ante
la adquisición y puesta en
práctica por parte de los niños,
de los SAAC correspondientes
a cada caso. En general las
familias mostraron poco interés
Foto: PECS España
en acompañar y utilizar en la
vida cotidiana los SAAC. En el caso de los que utilizaron PECS, los
familiares manifestaron que preferían ver al niño con el objeto
concreto en la mano, o inferir lo que necesitaban, en vez de pedirle
una tarjeta. En el caso de los que comenzaron a utilizar habla
signada, se observaron tanto falsas expectativas en cuanto a la
capacidad de los signos, como el desinterés de al menos uno de los
padres en aprender y comprender el proceso.

En resumen, las características comunes que observamos fueron:

Miedo a la utilización de otro tipo de comunicación que no sea


el lenguaje verbal.
Falsas o falta de expectativas reales en cuanto a la persona con
autismo y sus capacidades.
Insistencia en ignorar los intentos comunicativos adquiridos por
la persona con autismo, alegando que eran solo funcionales
con la terapeuta y que los padres en general saben entender lo
que la persona necesita.

El resultado después de la intervención fue positivo a nivel familiar


solo en aquellos niños con autismo que comenzaron a vocalizar
algunas palabras.

La estrategia fundamental que se decidió implementar tuvo como


centro el trabajo con las familias; pero el objetivo principal no se fijó
únicamente en hacerlos partícipes y conocedores del sistema
implementado.

El propósito fue llevar a las familias el concepto de comunicación y


además hacerles comprender que la comunicación no verbal no es
del todo artificial, que por el contrario es natural y usada por todos
los seres humanos. Que las estructuras sociales y sus
convencionalismos no deben interferir e imposibilitar el máximo
desarrollo que pueda alcanzar una persona con autismo, o cualquier
otra capacidad diferente; y que, sobre todas las cosas, el amor
paternal no puede suprimir la expresión del ser individual.

Toda persona tiene el derecho a comunicarse, de la forma que le


sea posible. Si pretendemos hablar en el futuro cercano de inclusión
real en la sociedad y que esta deje de ser una causa en proceso
(lento), es en el seno de las familias donde tiene que comenzar esta
transformación.

El equipo que decida llevar adelante este tipo de intervenciones no


debe dar por sentado que la necesidad hará significativo el proceso
para todos en igual medida. Hay mucha información acerca de los
SAAC, pero muy poco acerca de cómo vive la familia el proceso de
acompañar y aprender cualquiera de ellos. Estar consciente de
estas realidades, aunque representen a una minoría, permite
plantear abordajes realmente enriquecedores, contextualizados
socioculturalmente. Cabe recordar que son países desarrollados los
que se encuentran a la vanguardia en el tema. A los países de
Latinoamérica les ha tocado sumarse y adaptar las propuestas a
múltiples realidades que difieren mucho incluso dentro del propio
continente.

A menos de un mes de celebrar el 2 de abril (Día Mundial de


Concienciación sobre el Autismo) no podemos olvidarnos de las
minorías. Construir las bases de una sociedad más diversa no se
hace solo con concientizar hacia afuera. Se debe mirar hacia
adentro, construir y reconstruir los cimientos; a fin de cuentas, de lo
simple surge lo complejo y de lo primitivo lo que hoy llamamos
civilización.

Bibliografía:

1. American PsychiatricAssociation. (2013). DSM-5 Development.


Obtenido de www.dsm5.org
2. American Speech-Language-HearingAssociation. (1989).
CompetencesforSpeech -LanguagePatologistsProviding
3. Services in Augmentative and Alternative comunication. ASHA.
4. American Speech-Language-HearingAssociation. (1991).
Report: Augmentative and alternative communication.
5. Darwin, C. (1903). La expresión de las emociones en el hombre
y en los animales. (E. Heras, Trad.) Valencia: F.
6. Sempere y Cia. Ed.
7. Engels, F. (1968). Dialéctica de la Naturaleza. Ciudad de
México: Grijalbo.
8. Mª, A. R. (2001). Dificultades del lenguaje en ambientes
educativos. Del retraso al trastorno especifico del lenguaje.
Barcelona.
9. Buitrago, M. C. (s.f.). TRASTORNOS DE LA COMUNICACIÓN Y
EL LENGUAJE.
10. Cultura, M. d. (22 de Septiembre de 2014). www.mec.gub.uy/.
Obtenido de
baseddp.mec.gub.uy/Documentos/Bibliodigi/Decreto_268.014

Sobre la Autora:

Susel María Aja Pajón

Terapeuta y acompañante terapéutico de niños con TEA

Florida

Uruguay

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