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Tema 12.- LA FINANCIACIÓN DEL SECTOR PÚBLICO.

LOS IMPUESTOS
1. Ingresos públicos

Impuestos: Pagos que, de forma coactiva, las personas y las empresas realizan al Estado.

 Los impuestos pueden ser directos o indirectos.


 Los impuestos directos son aquellos que gravan la renta y la riqueza (IRPF, IS, IP).
 Los impuestos indirectos son aquellos que gravan el consumo y la circulación de bienes
y servicios (IVA, Impuestos especiales).
 Los impuestos son la principal fuente de financiación de los Estados modernos.

Tasas y precios públicos: Pagos que realizan las personas y las empresas al Estado por la
utilización o aprovechamiento de bienes y servicios que la Administración Pública ofrece
(Ej. Pago por la matrícula universitaria o la expedición del título de Grado).

Deuda pública: En ocasiones, los ingresos del Estado por impuestos y tasas no son
suficientes para cubrir los gastos en los que incurre. En tales casos, el Estado tiene que
pedir prestado, al igual que haría un particular o una empresa cuyos ingresos fueran
inferiores que sus gastos.
La deuda pública es el conjunto de títulos de crédito que emite el Estado y que son adquiridos
por residentes (deuda interna) y no residentes (deuda externa) en el país.

Inflación – emisión de dinero: El Estado podría también pedir dinero prestado al


banco central, que aumentaría, en su activo, sus créditos al sector público.

Este aumento en su activo lo compensaría por un incremento de la cantidad de efectivo


emitido, que se contabilizaría en el pasivo. El resultado sería un aumento del dinero en
circulación, lo que provocaría inflación en el país.

Por esta razón, el Estatuto del Banco Central Europeo prohíbe, tanto a la Unión Europea como
a sus Estados miembros, endeudarse tanto en el BCE como en los bancos centrales nacionales.

BALANCE DE UN BANCO CENTRAL

1. Principios de la imposición

 Los contribuyentes deberían pagar impuestos en proporción a su capacidad.


 Los impuestos deberían ser claros, no arbitrarios. Todo contribuyente debería poder
saber cuánto pagar, cómo pagar y en qué momento pagar.
 Todo impuesto debería ser recaudado en el momento más conveniente para el
contribuyente.
 Los impuestos deberían ser recaudados con el menor coste, de modo que la diferencia
entre lo que paga y lo que entra en el tesoro público sea lo más reducido posible.

¿Beneficio o capacidad de pago?

 Principio de beneficio: El contribuyente debería pagar al Estado en función de las


ventajas que obtiene del gasto público. Esta relación es clara en el caso del pago de la totalidad
de un servicio público concreto con una tasa que lo financie, pero sería muy complejo aplicar
este principio a la totalidad de los gastos y los ingresos públicos. Por otro lado, ya hemos visto
que el sector público tiene una función de redistribución de la renta que no sería posible
aplicando exclusivamente este principio del beneficio.

 Por ello, los sistemas fiscales modernos se basan en el principio de la capacidad de


pago, según el cual se espera que cada persona contribuya a las cargas públicas en función de
su renta y riqueza.

1. Formas de establecer el impuesto, forma progresiva como dominante

Las formas en las que se puede establecer un impuesto son las siguientes:

1. Sistema de capitalización: Todas las personas pagan la misma cantidad al Estado, al margen
de cuál sea su renta.

2. Sistema proporcional: Cada persona entrega al Estado un determinado porcentaje de su


renta.

3. Sistema progresivo: Los porcentajes de renta que pagan los contribuyentes son mayores
cuanto más elevado es su nivel de renta. El crecimiento de los tipos impositivos debe hacerse
por escalones, para evitar que el incremento de una unidad de renta en la base imposible
tenga como efecto la aplicación de un tipo de gravamen más elevado a la totalidad de los
ingresos y que, por tanto, la renta disponible del contribuyente fuera superior con ingresos más
reducidos.

Al estar cedido el IRPF al 50% a las CCAA, esta escala se divide entre la parte estatal y la
autonómica.
En la mayoría de los Estados modernos, los impuestos sobre la renta son progresivos. En
España, la Constitución establece en su artículo 31 que el sistema tributario se inspirará, entre
otros, en el principio de progresividad. Dos observaciones:

 Ningún sistema fiscal aplica el principio de progresividad a todos sus impuestos. Los
impuestos que gravan las ventas y los beneficios de las sociedades mercantiles son
proporcionales, tienen tipos fijos que aplican al margen de que la base imponible sea mayor o
menor.
 La progresividad de un impuesto no requiere que los tipos de gravamen sean
progresivos. Un impuesto proporcional con mínimo exento es siempre un impuesto progresivo.

¿Existe un nivel óptimo de progresividad?

El principio de la progresividad está relacionado con la función de la redistribución de la renta


que lleva a cabo el sector público. De esta forma, para decidir el nivel más adecuado de
progresividad hay que determinar previamente hasta donde se quiere llegar en la
redistribución.

Pero hay otro factor importante: los particulares y las empresas adaptan su comportamiento a
los incentivos económicos. Cuanto más elevado sea el tipo de gravamen del impuesto menor
será el salario o el beneficio neto y menores los incentivos para trabajar o producir.

Imaginemos un tipo de gravamen del 100%. La recaudación sería cero y la redistribución nula.
Nadie estaría dispuesto a llevar a cabo actividades económicas en tales condiciones.

1. La incidencia de los impuestos

La teoría de la incidencia impositiva es la rama de la Hacienda Pública que estudia los efectos
que cada tributo tiene en los niveles de bienestar de quienes forman la sociedad (más allá del
pago económico total soportado por los contribuyentes, lo que implica una pérdida neta para
el conjunto de la sociedad).

Veamos el ejemplo de la incidencia de un impuesto sobre las ventas:

Si el sujeto pasivo de un impuesto sobre las ventas es el comprador (el vendedor solo recauda
el impuesto), ¿por qué los productores suelen estar en contra de aumentos en la tributación
que afecten a sus productos? ¿Soportan realmente los compradores la totalidad de la carga de
este tipo de impuestos?

Por tanto, los productores están en contra del aumento de la tributación sobre las ventas
porque estos impuestos les perjudican a ellos también. Aunque formalmente son los
consumidores los que los pagan, en la práctica la carga se reparte entre los demandantes y los
oferentes.
P1: Precio sin impuesto.
P2: Precio que pagan los consumidores, que incluye el impuesto.
P3: Precio que reciben los productores. Lo que pagan los consumidores no es lo mismo que
cobran los productores.
P2-P3: Impuesto.
Rectángulo P2P3BC: Recaudación fiscal del Estado, impuesto por unidad multiplicado por la
cantidad vendida.

El porcentaje de la carga tributaria que soportan los compradores y vendedores depende,


principalmente, de las elasticidades de las curvas de oferta y demanda de los productos.

O Cuanto mayor sea la elasticidad de la curva de demanda menor será la parte del impuesto
que soportará el comprador (la subida de los precios tendrá como efecto una fuerte reducción
de la cantidad demandada).
O Si la demanda es, en cambio, muy rígida (inelástica), será el comprador quien pague la
mayor parte del impuesto.
O El supuesto extremo será el de una demanda totalmente rígida (perfectamente inelástica),
en la que toda la carga del impuesto recaerá sobre el comprador y ninguna sobre el vendedor
(la cantidad vendida no se verá afectada por el impuesto).
2. La estructura de un sistema fiscal. El caso español

Aunque el número de impuestos puede ser hoy muy elevado, los sistemas fiscales modernos
obtienen la mayor parte de la recaudación con un número limitado de tributos:

 El impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF): Tributo directo progresivo
que tiene como base imponible la totalidad de los ingresos que una persona obtiene a lo largo
de un año.

No todas las rentas son gravadas de igual manera:

 Los ingresos provenientes de determinadas actividades empresariales o profesionales


permiten eludir parcialmente el pago con mayor facilidad que las rentas del trabajo.
 El tipo de gravamen es, en general, menor para la remuneración del ahorro que para
otros tipos de renta.

Los ingresos fiscales provenientes de los sueldos y los salarios son hoy la parte más importante
de este impuesto. El IRPF es el impuesto más importante del sistema fiscal español. Aporta más
del 40% de la recaudación total.

 El impuesto sobre sociedades (IS): Tributo directo y proporcional que tiene como base
imponible los beneficios de las empresas.

Este impuesto aporta algo más del 10% de la recaudación fiscal.

 El impuesto sobre el valor añadido (IVA): Tributo indirecto y proporcional que grava la
entrega de bienes y la prestación de servicios de los empresarios y profesionales.

La base imponible del IVA no es el valor total de los productos o servicios vendidos, sino la
diferencia entre lo que las empresas venden y lo que han comprado a otras empresas (de ahí la
referencia al “valor añadido”).
Es un impuesto proporcional, pero su tipo varía en función de la naturaleza del bien o servicio
gravado.
El IVA es el segundo impuesto más importante del sistema fiscal español. Aporta alrededor del
30% de la recaudación total.
 Los impuestos especiales (IE): Tributos indirectos sobre las ventas. Gravan el consumo
de determinados bienes específicos. Los más importantes en España son los que gravan el
consumo de hidrocarburos, tabaco y bebidas alcohólicas.
Estos impuestos aportan algo más del 10% de la recaudación fiscal.

 El impuesto sobre sucesiones y donaciones (ISD): Tributo directo y progresivo que


grava los incrementos de patrimonio a título lucrativo (gratuitos), tanto por transmisiones inter
vivos (donaciones) como por transmisiones mortis causa (sucesiones).
Es un impuesto cedido a las CCAA, que son quienes lo regulan, gestionan y recaudan en
España.

Recaudación sistema fiscal. España, 2012.

Recaudación sistema fiscal. España, 2002.

1. Los sistemas fiscales. Evolución y futuro

Tendencias:

 La imposición directa irá perdiendo terreno frente a la indirecta.


 La imposición sobre la riqueza irá desapareciendo.
 El impuesto sobre el beneficio de las sociedades se irá reduciendo de forma
significativa.

1. Una nota sobre la deuda pública


La financiación del gasto público presenta una importante diferencia según se haga con
impuestos o mediante la emisión de deuda soberana: el plazo en el que los contribuyentes
realizan sus pagos al Estado.

 En el caso de los impuestos, existe una correspondencia en el tiempo entre la


realización del gasto y el pago.
 La emisión de deuda pública implica, en cambio, un aplazamiento en la carga que
soportan los contribuyentes, lo que implica que el pago se transfiere a una generación
posterior (vía impuestos futuros).

Los keyneasianos piensan que la deuda no supone exactamente un traspaso de la carga a


futuras generaciones de contribuyentes, por cuanto los pagos a realizar se compensarán por el
flujo de bienes y servicios generados por el gasto y disfrutados por los contribuyentes futuros.

Otros economistas no consideran que las diferencias entre la financiación del gasto público con
impuestos o con deuda tenga tanta importancia, aunque en el mundo real, los particulares y
las empresas no parece que las consideren equivalentes. Los votantes suelen oponer menos
resistencia a la emisión de deuda que a una subida de impuestos.

Esto da pie a que los gobiernos incurran en presupuestos con déficits y que acudan al
endeudamiento como forma habitual de financiación.

Límites en la cuantía de la deuda que un Estado puede emitir.


Problemas con el pago de intereses. Desconfianza de los inversores.

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