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ISFD 39: Profesorado de Lengua y Literatura.

Sociolingüística
Clase 13/09: Bilingüismo y diglosia.

El paso de una variedad o dialecto a otro es gradual, pero el paso de una lengua a
otra es tajante. Esto ocurre porque lo que concebimos como lengua es en realidad una
lengua estándar, sobrepuesta, que se ha extendido más allá de sus fronteras
originales y que se utiliza como medio de comunicación entre hablantes de varios
dialectos, por comodidad y porque se le atribuye prestigio y que en cierto momento se
identifica con una nacionalidad, adquiere oficialización (aunque no sea explícita) la
lealtad de los usuarios por asociársela a una patria. Los gobiernos protegen a la
lengua estándar, porque es la que se usa en asuntos oficiales y en la enseñanza
debido a su papel homogeneizador y porque estimula la cohesión interna. Podemos
afirmar que en América el bilingüismo constituye la regla más bien que la excepción, y
por supuesto, lo mismo sucede en el resto del mundo.
Si bien los habitantes de muchas capitales o grandes ciudades de América Latina a
veces no visibilizan la existencia de lenguas indígenas o lenguas de inmigrantes, en
otras zonas el bilingüismo es situación normal, cotidiana, como en la zona andina,
Paraguay, Yucatán, Groenlandia o Belice.
Se considera que dos o más lenguas están en contacto cuando las mismas personas
las usan alternativamente. Los individuos que las utilizan constituyen el sitio del
contacto. La práctica de usar dos lenguas alternativamente se llama bilingüismo. Los
casos de desviación de las normas de cualquiera de las dos lenguas en el habla de los
bilingües debido a la familiaridad con más de una lengua se llama interferencia
(Weinreich (1953). Nosotros habíamos retomado en otras clases, el concepto actual
empleado en la disciplina, que es transferencia con el mismo significado del término
interferencia pero con una connotación distinta. Habíamos trabajado los conceptos de
préstamos o avíos1, calcos, alternancia de códigos (switch coding) y convergencia.
En una situación de bilingüismo donde hay contacto entre grupos de distintas lenguas
maternas, la división en grupos generalmente va unida a algún otro factor de orden
social, es decir a un área geográfica, a procesos de inmigración, a la religión, por
ejemplo, Suiza, donde los católicos hablan francés y los protestantes alemán.
También, a la edad: cuando hay desplazamiento de lenguas, los jóvenes ya no saben
la lengua de los padres; al estatus social que se da en raras ocasiones y agregamos
como otro factor, el ambiente rural vs. urbano: combinación de factores sociales de
ocupación y de geografía.
Una situación especial de bilingüismo es la diglosia, investigada por Ferguson (1959).
Posteriormente, Fishman (1967) adoptó el término aunque lo amplió a otras
situaciones y si bien muchos autores han seguido su línea, otros sociolingüistas
formularon críticas importantes.
En los países latinoamericanos, por lo general, no hay tanta diferencia entre la lengua
estándar y el habla que se usa en la familia o en la casa. El habla de la gente de clase
media en las capitales y las grandes ciudades no difiere mucho del idioma estándar
1
Según algunos autores, “avíos”, es un término más apropiado que el del “préstamo”, ya que a nadie
se le ocurriría devolver palabras prestadas como azúcar, tambor, cancha, perro o mate, entre otras
miles que tenemos en castellano.
que se usa, por ejemplo, en conferencias, en discursos, o en las clases. Pero en
Europa hay más diferencias entre el estándar y los dialectos. Por ejemplo, la situación
de Italia es un caso en el que hay bastante diferencia lingüística entre el habla
familiar y la formal, y donde muchas personas hablan en el dialecto en la casa y con
las personas a las que les tienen confianza, aunque hablan en la lengua estándar con
desconocidos, hablantes de otros dialectos o en situaciones formales. Hay países o
regiones donde la diferenciación lingüística entre las variedades usadas en situaciones
familiares y formales es mucho mayor.
Ferguson emplea el término diglosia para aquellas situaciones en las que existe un
tipo particular de estandarización con dos variedades, empleadas en toda una
comunidad, que tienen funciones diferentes. Da como ejemplos de cuatro lenguas
características: el árabe, el alemán suizo, el criollo haitiano y el griego. Cada una de
estas lenguas ha atravesado por una situación diglósica, pero su origen histórico no ha
sido el mismo.
La situación árabe es la más antigua y, desde que tenemos noticias de esta lengua, ha
existido la diglosia y el árabe clásico ha permanecido estable. La situación del griego
se remonta varios siglos atrás, pero se desarrolló plenamente durante el siglo XIX,
cuando se creó el lenguaje literario basado en parte en el griego antiguo. La diglosia
del alemán suizo es el resultado del aislamiento de los centros de estandarización, es
decir, Alemania. La de Haití es el resultado de la criollización de un pidgin con base
francesa y de la superposición del francés.
La variedad estándar, o superpuesta, se le llama A (alta) y a las variedades regionales
B (bajas). Cada variedad tiene funciones especializadas, por ejemplo: todos creen que
A es superior a B y a veces niegan la existencia de esta última. En el caso árabe,
sobre todo, A está asociada con la religión porque el Corán esta escrito en A. B es la
variante usada por los adultos para hablar a los niños y por lo tanto es la lengua
materna, en tanto que A se aprende después mediante la educación formal. A tiene
toda una tradición de estudio y hay gramáticas y diccionarios y una ortografía
aceptada. En cambio para B hay pocos estudios, casi siempre hechos por personas
que no pertenecen a la comunidad. Puede surgir una especie de B estándar cuando
existe un solo centro importante de comunicación como Atenas o Puerto Príncipe. En
el caso árabe hay varias hablas B que hacen las veces de estándar, por ejemplo, el
habla de la gente culta de El Cairo o de Damasco. La estructura gramatical de A
siempre es más complicada que la de B. Tiene más categorías gramaticales, difiere en
el orden de las palabras, es morfofonémicamente más compleja, etc. A y B comparten
muchos vocablos, pero los términos técnicos sólo se dan en A, mientras que los
nombres de objetos caseros sólo se dan en B, pero también hay casos donde existen
dos palabras, una en A y otra en B. En cuanto a la fonología, ésta puede ser muy
parecida o bastante divergente. La fonología de B es la básica, pero pueden darse
fonemas adicionales en A. La definición formal de diglosia es la siguiente:
“La diglosia es una situación lingüística relativamente estable en la cual, además de
los dialectos primarios de la lengua (que pueden incluir una lengua estándar o
estándares regionales), hay una variedad superpuesta, muy divergente, muy
codificada (a menudo gramaticalmente más compleja), vehículo de gran parte de la
literatura escrita ya sea de un periodo anterior o perteneciente a otra comunidad
lingüística, que se aprende en su mayor parte a través de una enseñanza formal y se
usa en forma oral o escrita para muchos fines formales, pero que no es empleada por
ningún sector de la comunidad para la conversación cotidiana.” (Ferguson, 1974: 260.)
La principal diferencia entre diglosia y estándar con dialectos es que en este último
caso el estándar es generalmente similar a la variedad de cierta región o grupo social,
mientras que cuando hay diglosia, A se aprende en la escuela y la lengua materna es
B. A nunca se usa como medio de conversación familiar, cotidiana, informal. La
diglosia se origina cuando se cumplen las siguientes características: 1) Existe una
literatura en la lengua de la comunidad o en una lengua relacionada y dicha literatura
expresa los valores fundamentales de la comunidad. 2) El alfabetismo se limita a una
élite. 3) Transcurren varios siglos entre la aparición de A y B. Por último, Ferguson
hace notar que las situaciones diglósicas pueden durar mucho tiempo pero suelen
cambiar cuando aumenta el alfabetismo cuando se desea más comunicación entre
diversos sectores regionales o sociales y cuando se desea que un país tenga un
estándar nacional.
Fishman (1967) revé el concepto de diglosia de Ferguson y lo modifica y extiende al
plantear que no es necesario que las lenguas en situación diglósica estén
genéticamente relacionadas, emparentadas. Introduce dos variables y las correlaciona
para estudiar los casos de comunidades plurilingües: bilingüisimo, referido al
conocimiento o competencia en más de una lengua y diglosia, referido al ámbito de
distribución de usos de lenguas. Así reconoce cuatro posibilidades de relación entre
ambas:
1) Que coexistan diglosia y bilingüismo. Su ejemplo es Paraguay, donde
evidentemente sí hay bilingüismo y cada lengua tiene sus propias funciones. Se trata
de una sola comunidad en la que las funciones de cada lengua se han especializado.
Otros investigadores toman distancia de Fishman y señalan que sería más apropiado
señalar que Paraguay es un caso de bilingüismo funcional y reservar el término
diglosia para la de variedades divergentes pero genéticamente relacionadas, es decir,
a casos especiales como los descritos por Ferguson.
Como otros ejemplos del caso 1, los cuatro indicados por Ferguson.
2) Diglosia sin bilingüismo: cita el ejemplo Rusia del siglo XIX, donde los zares y la
nobleza hablaban francés, y el pueblo, ruso. Otro caso: países árabes con el estatus
que se le da al beréber o al árabe coloquial hablado por los sectores populares que no
están alfabetizados, por ende no pueden comprender ni leer el árabe clásico: las
lenguas están especializadas, pero la gente no es bilingüe, en términos de Fishman.
3) Bilingüismo sin diglosia. Un ejemplo fue la situación en lo que fue Yugoslavia,
donde la comunidad eslovena aprendía el italiano, y la italiana, el esloveno. También,
Canadá, tengamos en cuenta que el bilingüismo es oficial (inglés y francés),
el multiculturalismo, también y se trata de dos comunidades.
4) Ni diglosia ni bilingüismo. Esta situación sólo puede darse en el caso de algunas
naciones pequeñas y homogéneas como Cuba. Es una situación ideal, prácticamente
inexistente.
La interpretación de Fishman de diglosia si bien tuvo mucha aceptación en un
comienzo, luego fue superada por otros aportes a la disciplina. Subrayemos que difiere
de la idea original de Ferguson, que se refiere a una situación en la que las variedades
están genéticamente emparentadas y en la que nadie aprende la variedad A de
manera natural y nadie la emplea para la conversación ordinaria
La diglosia, como la definió Ferguson, es un tipo especial de bilingüismo que surge
cuando una variedad de una lengua se especializa en sus funciones y se vuelve hasta
cierto punto artificial, de tal forma que su principal medio de transmisión es la
instrucción formal. Para que esto suceda se tienen que presentar ciertas
circunstancias sociales y debe haber mucha distancia entre la capa social baja, que no
tiene cabal acceso a la instrucción formal, y la alta, que obviamente controla la
situación y le interesa mantener el statu quo, tanto en lo social como en lo lingüístico.
En el caso paraguayo, A –el español- tiende a desplazar a B, el guaraní- en tanto que
en los casos de diglosia, B tiende a desplazar a A. Hasta cierto punto, esto es lo que
sucede en el caso del árabe, del griego, del chino (donde el mandarín clásico fue
remplazado por el coloquial). Tampoco es sencillo incluir al criollo haitiano dentro de
este esquema, porque no se trata de dos variedades, una de las cuales es
estandarizada y convertida en la forma A, sino que la forma B surgió de otra manera,
de un pidgin. Por otra parte, el haitiano y el francés tampoco están genéticamente
relacionados de la misma forma en que lo están los dialectos y el estándar de las
lenguas en general.
Luego, en el marco de la lucha soberanista en defensa de las lenguas de las
comunidades históricas de España, surge el concepto de conflicto lingüístico
aportado por Rafael Ninyoles, como la confrontación de dos lenguas perfectamente
diferenciadas que comparten un mismo territorio en el que una es políticamente
dominante y la otra políticamente dominada. Este concepto constituye una revisión de
la noción de contacto entre lenguas y diglosia y le suma aspectos relativos a la lucha
política, social, económica e ideológica que protagonizan los hablantes, para que sus
lenguas ocupen los ámbitos de usos lingüísticos más prestigiosos o con más rédito en
las sociedades actuales. Según Unamuno (2004), tanto las nociones de bilingüismo
como las de diglosia son criticadas. La primera, no hace diferencias entre aspectos
individuales y sociales. Algunos de los siguientes conceptos intentan esbozar el
aspecto social: bilingüismo activo, aditivo, funcional sustractivo, asimétrico, diglósico,
integrador, pasivo, instrumental.
A partir de las investigaciones de contacto entre lenguas, se sabe que no es una
situación estable. Situación que describe un amplio abanico de posibilidades que van
desde la sustitución de la lengua dominada por la dominante, en Inglaterra la
sustitución del córnico por el inglés, hasta la situación de cambio de estatus, lo cual
implica el proceso de normalización y normativización lingüística, es decir, la garantía
institucional de que esa lengua dominada va a utilizarse en los ámbitos públicos y
privados. Por ejemplo, la situación del catalán, aranés, gallego y euskera desde la
época franquista hasta la actualidad en que a partir de la década del 70, tuvieron un
cambio de estatus.
Bibliografía:

Ferguson, Ch (1959),(1974) “Diglosia”, en P. Garvin y Y. Lastra, Antología de estudios


etnolingüísticos y sociolingüísticos, pp. 247-265.

Fishman, J (1974), Sociología del lenguaje, Madrid, Cátedra.


Hudson, R (1980) La sociolingüística, Barcelona, Anagrama.

Lastra, Y. (1992), Sociolingüística para hispanoamericanos: una introducción, México,


Colegio de México.

Ninyoles, R. (1972), Idioma y poder social, Tecnos, Madrid.

Unamuno, V. (2004) “Cuando las lenguas se encuentran: algunos problemas


empíricos”, en A. Raiter, y J. Zullo, J, Sujetos de la lengua, introducción a la lingüística
en uso, pp. 138 a 160, Buenos Aires, Gedisa.

Weinreich, U. (1974), Lenguas en contacto: descubrimientos y problemas, Venezuela,


Ed. de la Biblioteca de la Universidad Central de Venezuela.

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