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Administración Aplicada

Profesor: Torres, Alejandro 2011

El Pensamiento
Lateral Práctico
-Edward de Bono-

Alumno: Quinteiro, Ernesto Maximiliano


Matricula: 8326 2011
Administración Aplicada
Profesor: Torres, Alejandro 2011

Alumno: Quinteiro, Ernesto Maximiliano


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INTRODUCCIÓN

El autor en este libro trata de mostrarnos una nueva forma de pensar u


otra alternativa al pensamiento lógico racional.

Este pensamiento trata de mostrar otras formas de ver la realidad para


ofrecer diferentes respuestas a los sucesos que suceden en la vida viendo
desde todos los puntos de vista posibles o de la mayoría de ellos ofreciendo
diferentes alternativas de solución para cada suceso.

Esta obra intenta que sus lectores vayan conociendo ambos tipos de
pensamiento el más conocido y utilizado que es el pensamiento vertical o
lógico racional y el pensamiento que el autor denomina lateral. Y además que
se puedan distinguir ambos pensamientos.

El pensamiento lateral es una manera diferente y más creativa de usar


la mente. En palabras del autor “Esto estimula una mayor flexibilidad mental,
ya que se anima al alumno a abordar un problema desde muchos puntos de
vista diferentes y a reconocer que hay muchas maneras de llegar a una
conclusión correcta.

Alumno: Quinteiro, Ernesto Maximiliano


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CAPITULO I

En este primer capítulo el autor relata un caso de la vida real y


diferentes formas de resolverlo con el pensamiento vertical y considera que
esta forma de pensamiento no ve todos los puntos de vista del problema, sino
que solo se centra en los datos que están a la vista de los observadores, sin
que se tengan en cuenta los otros datos que se deducen del caso.

En cambio, da la alternativa de cómo se hubiera resuelto la situación


si se utiliza el pensamiento lateral, observando aquellos datos que el pensador
vertical no tuvo en cuenta y da a notar que una situación se resuelve mejor si
antes se analizan todos los puntos de vista posibles en cada caso y se elige
aquella solución más satisfactoria y casi todos los casos la más sencilla.

También aclara que muchas veces no se toma en cuenta el pensamiento


lateral y cuando se escucha o se conoce como solucionaría alguien un
problema con este pensamiento se piensa que es obra del pensamiento
vertical ya que es muy fácil decir que es la forma más lógica de resolver un
problema una vez conociendo la respuesta más satisfactoria.

El pensamiento que se enseña generalmente es el lógico ya que es


considerado por la mayoría como el único capaz de resolver problemas que
se presentan en la vida cotidiana como en cualquier ámbito de ella. Pero lo
que trata el autor con este libro es tratar de incentivar más la utilización o,
aunque sea el conocimiento del pensamiento lateral para resolver estas
situaciones de la vida.

Este pensamiento no es muy conocido, pero es muy utilizado en


aquellos problemas donde la respuesta más sencilla para resolverlo es la más
creativa que se da.

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CAPITULO II

En este capítulo el autor trata sobre la generación de ideas y cómo van


surgiendo en la mente de las personas.

No se puede estudiar para desarrollar nuevas ideas, por lo menos eso es lo


que la mayoría de las personas cree. Muchas veces hay personas que pasan
toda su vida desarrollando una idea, en cambio hay otras que en toda su vida
desarrollan muchas ideas que le surgen espontáneamente y por otro lado hay
personas que buscan una nueva idea y nunca pueden encontrarla. Es por esto
que no siempre aun con mucho estudio y dedicación se pueden tener ideas.
Y algunos con poco conocimiento y apenas conocer sobre algún problema
les surge alguna idea para solucionarlo.

Para la generación de ideas nuevas es bueno a veces tener información


y en especial recabar u obtener nueva información a la ya existente, para así
que surjan ideas nuevas para tal situación. Aunque no siempre esto sucede,
pero en su mayoría ayuda mucho.

Hay personas que aportan toda una serie de nuevas ideas, no solo una.
Esta capacidad se genera mejor en algunas personas que en otras, y no tiene
relación directa con la inteligencia sino más bien con una costumbre mental,
con una cierta manera de pensar.

Algunos piensan que al crear ideas nuevas el premio que consiguen


por la misma puede llegar a hacerlos ricos, pero esto no es cierto, hay algunos
que crearon cosas nuevas y nunca obtuvieron ningún premio por las mismas,
en cambio hay personas que obtuvieron una retribución muy buena por crear
nuevos inventos a partir de una idea.

Es común que a partir de una idea vieja o también de una nueva surjan
uno o varios inventos para mejorar la vida de las personas. Es para esto que
muchos tratan de crear o pensar nuevas ideas.

Es por esto que el autor dice “La única recompensa en la que se puede
confiar es en el placer del logro”.

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Las ideas nuevas que ayudan a las personas y a la humanidad logran


sobrevivir al paso del tiempo y en cierta medida se vuelven inmortales, hasta
que surge alguna nueva idea mejor a la ya existente o que complemente a la
existente.

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CAPITULO III

En este capítulo el autor sigue con la generación de nuevas ideas. Y


dice que las mismas pueden surgir a partir de una idea ya creada y mejorarla
o dejando la idea vieja y empezar desde cero para crear una nueva idea.

Para la explicación empieza con un ejemplo de pozos y asemeja estos


a las ideas y dice que se puede mejorar la idea profundizando en una idea ya
conocida pero que también se puede crear una idea nueva abandonando las
viejas y poniéndose en mente que las mismas no existen para así no
influenciarse por las mismas.

Además, dice que no siempre se piensan nuevas ideas en el mismo


lugar, sino que muchas veces surgen en lugares muy distintos a los ya
conocidos.

Es muy difícil dejar una idea que ya está arraigada como predominante.
Muchas veces lo que se hace es ahondar más en la idea predominante y se
llega hasta el punto de deformarla por completa, en vez de abandonarla para
empezar a crear una nueva.

Darse cuenta de que una idea dominante puede ser un obstáculo en


lugar de una ventaja es el primer principio del pensamiento lateral.

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CAPITULO IV

En este capítulo se utiliza el empleo visual de figuras para ofrecer una


experiencia práctica, que sirva para describir situaciones abstractas.

Según el autor se considera situación a todo aquello que es accesible a


una atención inmediata. La atención, en un momento concreto solo se puede
dirigir a una parte de la situación. El resultado de esta atención es la
percepción. La percepción consiste en la información obtenida por una serie
de sentidos diferentes de esa parte del entorno a la cual se atiende. Todos los
sentidos pueden contribuir a la percepción, pero simplemente con uno solo
ya sería suficiente.

En el libro se muestra una figura sencilla y desconocida para el lector.


El autor explica cómo la necesidad de entender la figura se sustituye por la
necesidad de describirla a alguien que no la puede ver. La descripción de una
situación a otra persona es similar al hecho de describírsela a uno mismo,
para iniciar el proceso de entenderla.

El autor plantea diferentes formas para poder describir la figura.


Intentar describirla aplicando palabras conocidas. Comparar la figura con
alguna conocida y describir las diferencias. Otra forma sería dividir la figura
en figuras conocidas Y acto seguido, describirlas y describir también la
manera en que se combinan para formar la figura completa.

En el libro el autor va poniendo diferentes imágenes que son diferentes


formas de dividir la figura principal y va describiendo cada una. Después de
varias descripciones, llega a la conclusión de que la descripción de una
situación depende de los términos conocidos con los que el observador desea
describirla y no de la mejor descripción posible. También establece que las
piezas creadas en la explicación o descripción empiezan a tener entidad
independiente y que mientras más útiles resultan las piezas para explicar
otras situaciones, más asegurada tienen su supervivencia.

Además, dice que hay que tener en cuenta que la división de una figura
desconocida en elementos conocidos siempre es cuestión de elección
personal. Siempre que la descripción sea satisfactoria, no importa qué
método de división se haya escogido. Que una estructura se pueda partir en
determinadas piezas no significa que se haya formado a partir de esas piezas.

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El autor establece que la división arbitraria se denomina análisis de


elementos componentes. Y dice que la mejor división es seguramente en la
que exprese la descripción con más fiabilidad, es decir, la mejor división es
aquella que es más sutil. Un método no es mejor de por sí que otro, pero
puede que lo sea en un contexto dado. El contexto incluye la disponibilidad
de elementos conocidos y de relaciones para aquel que hace la descripción.

Se describe que una figura se vuelve conocida cuando se la utiliza


muchas veces para describir diferentes situaciones. Esta utilización regular
causa familiaridad creciente de la figura conocida y tentación de dividir las
figuras desconocidas en esta conocida. Cuanto más útil parezca, más se
empleará y cuanto más se emplee, más útil parecerá.
La disponibilidad de figuras conocidas es personal y no puede imponer un
límite a la manera en que puede ser descrita por otros que tengan un abanico
diferente de figuras conocidas. Se establece que cuanto más grande sea la
unidad utilizada, más sencilla se vuelven las relaciones. Con el tiempo, las
unidades más grandes acaban siendo unidades básicas sin hacer constante
referencia a su contenido. Se debe buscar un equilibrio entre la simplicidad
de las unidades y la simplicidad de las relaciones. Cuanto más simple sea la
unidad, se podrá utilizar con más amplitud.

Como conclusión de este capítulo, el autor asimila la descripción de


situaciones desconocidas a partir de elementos conocidos, con el crecimiento
del conocimiento. Es por esto que el autor dice que una figura conocida es
útil siempre que pueda describir situaciones desconocidas o figuras
desconocidas, cuando ya no pueda describir la figura desconocida, se buscará
otra figura conocida para poder describirla de la mejor manera, inclusive
utilizando figuras que contengan en su interior la figura conocida
previamente o que sea una parte o división de la figura conocida , siendo
posible que esta nueva figura conocida pueda describir o explicar la situación
desconocida de una manera más simple. Y explica que en el crecimiento del
conocimiento a medida que se dispone de más información, surge un
concepto útil, estandarizado y análogo a la figura conocida. A medida que
las cosas se van complicando las disposiciones estándar del concepto original
demuestran su utilidad. Finalmente se da una situación que no se puede
explicar mediante el concepto original ni con sus uniones estándar. De
repente aparece un concepto todavía más sencillo y más universal y se
reconoce el concepto original como una derivación de este. El nuevo
concepto debido a la simplicidad explica todos los fenómenos observados.

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CAPITULO V

En este capítulo, el autor menciona los principios del pensamiento


lateral. Que los puede resumir en cuatro encabezamientos que son generales
y no exclusivos.

Los principios que menciona son los siguientes:

1. Reconocimiento de ideas dominantes polarizadoras.


2. Búsqueda de diferentes maneras de ver las cosas.
3. Relajamiento del control rígido del pensamiento vertical.
4. Uso del azar.

El reconocimiento de ideas dominantes es lo que se explayó el capítulo


anterior. En este capítulo lo que se va a tratar más que nada, es el principio
de la búsqueda de diferentes maneras de ver las cosas.

Con la mayoría de las situaciones, lo que empieza como un modo


temporal y provisional de ver las costas pronto se convierte en el único modo
posible, sobre todo si el éxito lo respalda. La elección de un modo concreto
de ver las cosas normalmente es casual y práctica. No se da un análisis
exhaustivo para encontrar el mejor modo posible.

Un cambio en la manera obvia de ver una cosa hacia una manera no


tan obvia tal vez no requiera nada más que una variación de énfasis. Y esto
no es especialmente difícil de hacer una vez se tiene la costumbre de
intentarlo. Con la práctica es posible tantear y encontrar diferentes modos de
ver un problema o una situación. Pero, antes que nada, debe haber un interés
por intentarlo, un reconocimiento de la efectividad de llevar a cabo un
cambio de perspectiva.

El libro menciona que la mente divide el mundo que nos rodea en


unidades diferenciadas. En parte, este es obligatorio por la organización
nerviosa del cerebro y el consiguiente período de tiempo limitado de
atención. Y en parte se hace deliberadamente para comprender las cosas

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dividiéndolas en elementos que ya son conocidos. Esto es lo que se vio en el


capítulo anterior, dividiendo las situaciones desconocidas en figuras
conocidas. La elección de las partes en que el todo se disuelve se determina
por familiaridad, conveniencia y disponibilidad de relaciones simples con las
cuales se pueden volver a combinar. Una relación es el recuerdo de cómo las
dos piezas encajaban antes de la división.

El número de maneras diferentes en que se mira algo queda limitado


no solo por la rigidez de las unidades de descripción disponibles, sino
también por el número de relaciones disponibles. Con un poco de esfuerzo y
mucha práctica, es posible encontrar muchas más maneras de ver una
situación, además de las más probables.

El pensamiento lateral práctico es esencial en aquellos problemas en


los que el pensamiento vertical ha sido incapaz de proporcionar una
respuesta. Por definición, un problema es una situación que exige una
respuesta e indirectamente esta respuesta no es obvia. A veces la situación
solo es un problema porque se mira de cierta manera. Si se observará desde
otra perspectiva, la iniciativa correcta puede resultar tan evidente que el
problema deja de existir.

Quien intenta solucionar todos los problemas mediante el pensamiento


lateral, pierde algo de tiempo al principio, pero la práctica que adquiere
acelera el proceso cada vez más. El desarrollo de este hábito mental hará
mucho más efectivo el pensamiento lateral cuando realmente sea necesario,
sino que también puede dar dividendos en forma de respuestas más efectivas
a problemas que ya tienen alguna solución vertical.

La respuesta habitual es aceptar algo como suficiente hasta que otra


nueva información demuestre que es insuficiente. El pensamiento lateral
explica que se puede invertir el proceso y desarrollar una nueva forma de ver
las cosas y entonces comprobar si resulta útil. Con frecuencia se da por
sentado que nadie tiene derecho a dudar de una explicación, a menos que se
dé otra mejor. Es la manera más efectiva de inhibir la aparición de nuevas
ideas. Buscar una idea nueva a través del marco mental de la idea antigua es
una pérdida de tiempo. Y comparar la nueva visión con la anterior es algo

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inútil e inhibidor. Tu mundo tiene derecho a dudar de todo y tan a menudo


como le plazca. Ninguna manera de ver las cosas es demasiado sagrada como
para que no pueda ser reconsiderada. Toda manera de hacer las cosas es
susceptible de ser mejorada.

El pensamiento lateral intenta abordar diferentes soluciones, una tras


otra, de forma bastante deliberada. Cuando se aborda un problema, es
corriente dar por sentado un conjunto de límites. El pensamiento vertical se
propone encontrar la solución dentro de los mismos. Sin embargo, a veces
las fronteras son imaginarias y la solución puede estar fuera de ella. Muy a
menudo la solución lateral a un problema es vista como una forma de engaño
por los pensadores verticales. Cuanto más fuertes son las acusaciones de
engaño, más obvio es que los acusadores están limitados por reglas rígidas y
presunciones que en realidad no existen.

La búsqueda de vías alternativas de ver las cosas no es natural. La


tendencia natural de la mente es dejarse impresionar por la interpretación
más probable, y entonces actuar en consecuencia. Para superar esta tendencia
natural es necesario actuar de forma intencionada e incluso artificial. Con el
tiempo y a fuerza de práctica, exigirá menos esfuerzo encontrar otras
maneras de abordar una situación y esas otras maneras acaban pareciendo
tan razonables como la más obvia.

Otra técnica útil es invertir la situación deliberadamente,


contraponiendo conscientemente la relación. Por ejemplo, se puede decir que
en lugar de dar por supuesto que el sol se mueve en torno a la tierra, se puede
dar por sentado que la tierra se mueve alrededor del Sol.

El pensamiento lateral se procesa de forma mental y deliberada una


rápida sucesión de maneras diferentes de ver una cosa. Las propiedades de
tiempo y probabilidad del cerebro realizarán entonces automáticamente la
interacción de éstos diferentes enfoques para proporcionar una respuesta
efectiva.

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CAPITULO VI

El tercer principio básico del pensamiento lateral es darse cuenta de


que el pensamiento vertical, por su naturaleza, no es solamente ineficaz
cuando se trata de generar nuevas ideas, sino también fehacientemente
inhibidor.

Con el pensamiento lateral no es necesario haber acertado todo el


tiempo. Únicamente la conclusión final debe ser correcta. La necesidad de
estar en el paso correcto en cada etapa y durante todo el proceso constituye,
probablemente, la mayor barrera para el surgimiento de nuevas ideas.

El pensamiento vertical debe excluir alternativas a cada paso, mientras


que el pensamiento lateral no está obligado a realizar este esfuerzo. El primer
inconveniente claro es que, si el pensamiento vertical consigue encontrar una
ruta hacia la conclusión final, entonces parecerá que no hay necesidad de
buscar una ruta mejor y más directa. Con el pensamiento lateral, sin embargo,
se debe buscar una ruta segura después de llegar a la meta y como no se
contrae una obligación para con una ruta parcialmente adecuada, se puede
encontrar otra mejor.

Segundo inconveniente tiene que ver con la dirección tomada por la


ruta lógica. Usamos la lógica para buscar nuevas ideas porque esta es la única
manera que conocemos de movernos. Debe haber una dirección por la cual
moverse, una dirección en la cual invertir el esfuerzo. La vía principal del
pensamiento vertical lleva directamente a lo que parece ser la solución al
problema, pero la solución más efectiva quizás requiera que se proceda
justamente en el sentido contrario.

Como el pensamiento lateral, no tiene ninguna dirección fija, no


resulta difícil apartarse del problema para solucionarlo.

Si bien la necesidad de estar en lo cierto en cada etapa es una


limitación del pensamiento vertical, otra no menos importante es la
necesidad de tenerlo todo estrictamente definido.

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El pensador vertical clasifica las cosas constantemente porque de esta


manera puede controlar la imprecisión. El pensador vertical centra más su
interés en ver en qué se puede basar para echar por tierra las cosas. En
cambio, el pensador lateral se interesa más por ver en qué se puede basar
para poderlo encajar todo.

A menudo el uso del pensamiento vertical demasiado pronto se debe a


una falta de confianza en el pensamiento lateral. Sin confianza en que una
idea nueva madurará por sí sola, siempre parece un deber hacer algo por ella.
Pero no hace falta dar forma a una idea nueva, se puede observar y seguir su
crecimiento, y abandonarla temporalmente cuando no sea así. Si una idea no
adopta por sí sola una forma utilizable, no se gana demasiado obligándola a
hacerlo.

Sería poco práctico verificar todas y cada una de las nuevas ideas. Por
eso se realiza una forma de selección utilizando el criterio lógico y viendo
cuáles de las ideas son más efectivas. Las ideas que pasan este control llegan
hasta una prueba práctica. El problema del criterio lógico es que se basa en
experiencias pasadas. Es decir, en hechos que ya sucedieron y que se tienen
a su alcance. Una técnica muy útil utilizada en el pensamiento lateral es
intentar equivocarse intencionalmente en la evaluación de una idea. En lugar
de rechazar inmediatamente una idea que parece lógicamente absurda, uno
la acepta y, a partir de aquí, profundiza en ella todo lo que puede en todos los
sentidos (hacia abajo para encontrar sus fundamentos y hacia arriba para ver
hasta dónde nos llevaría). El propósito es poner en duda el punto de vista
sobre el cual se basa el rechazo lógico original, así al defender una idea
aparentemente incorrecta, a menudo se descubre un punto de vista mejor.

Con el pensamiento lateral uno divaga y se hace preguntas. No se trata


de encontrar una explicación enseguida. Si da lugar a una idea, mucho mejor,
si no es así, no se procura extraer una idea a partir de ella.

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CAPITULO VII

El Cuarto principio básico del pensamiento lateral es el uso del azar


en la generación de nuevas ideas.

Sin interferir en los procesos fortuitos en sí, es posible hacer uso


deliberado de ellos proporcionando un marco en el cual pueden tener lugar
y entonces recoger los frutos de la intervención del azar.

El primer paso es reconocer las valiosas contribuciones al progreso


que se han realizado gracias a sucesos fortuitos, es decir, a sucesos que no
tuvieron lugar por voluntad expresa. Como ejemplo se pueden nombrar las
ondas inalámbricas, los rayos X y el papel para fotografía.

La casualidad es útil cuando se trata de buscar alguna cosa que de otro


modo no se buscaría nunca. No solo una simple casualidad es lo que lleva a
descubrir nuevas ideas. A veces toda una serie de circunstancias proporciona
el marco adecuado para esto.

El objetivo del azar en cuanto a generar nuevas ideas es proporcionar


una oportunidad para buscar algo que de otra manera no se habría buscado.
Un método para estimular este proceso es jugar, pero debe hacerse de una
forma verdaderamente gratuita, sin propósito ni intención. Jugar es
experimentar con el azar.

La inutilidad misma del juego es su mayor atractivo. Ya que la libertad


de intención y compromiso permite que la casualidad nos muestre cosas que
no se darían de otra manera y que forme una serie de casualidades que
tampoco se darían de otro modo.

Durante el juego surgen espontáneamente ideas que dan lugar a otras


ideas. Las ideas no resultan útiles de forma inmediata, pero pueden serlo a
posteriori. Y aunque no se produzca ninguna idea concreta, el hecho de jugar
proporciona una experiencia útil para el desarrollo de futuras ideas.

Otro método de fomentar la oportunidad de que se produzca una


interacción de ideas es la conocida lluvia de ideas. Este método es cuando un
grupo de personas se reúne para discutir un problema y cada uno empieza a

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exponer las ideas que se le vienen a la mente para poder solucionarlo, con la
esperanza de encontrar la mejor.

Con la práctica, cuando se trate de ver las cosas de manera diferente,


la capacidad de encontrar un contexto para cualquier tipo de información
aumenta hasta un punto considerable. A medida que uno mejora su
pensamiento lateral, la información que se obtiene por azar, la conjunción de
ideas por azar se vuelve cada vez más útil. No es que el azar en sí haya
cambiado, sino simplemente que uno mejora en su manera de aprovecharlo.

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CAPITULO VIII

La aplicación práctica del pensamiento lateral es más útil que la


posibilidad filosófica, y, por lo tanto, la mejor manera de describir los
procesos laterales es mostrarlos en acción.

En este capítulo se contienen descripciones breves de la manera en que


surgen nuevas ideas. En todos los ejemplos, las principales consideraciones
son la simplicidad y la efectividad, los dos objetivos del pensamiento lateral.

En todos los ejemplos enumerados en este capítulo, el desarrollo de la


idea dependió del hecho de alejarse de ideas preconcebidas.

Todos los ejemplos que se dan en el capítulo se podrían haber ideado


de forma aceptable, o incluso mejor, por medio de deliberaciones lógicas.
Muchas ideas que se mencionan, inspiraron o dieron pie a otras cosas que no
se buscaban premeditadamente. Se podría decir que los procesos realizados
fueron una alternativa a la que se podría haber llegado de todas formas
siguiendo el uso de la lógica. Pero la lógica necesita o precisa una dirección
en la que trabajar. Y muchas de las ideas que surgieron fueron porque no se
estaba obligado a seguir una manera fija de hacer las cosas. Como se ha
concluido varias veces en los ejemplos del pensamiento lateral práctico,
siempre es posible racionalizar una vez se ha alcanzado el objetivo.

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CAPITULO IX

A veces es demasiado fácil dejarse llevar por el camino de la


probabilidad más alta. Y quizás este uno preparado para renunciar a los
beneficios del pensamiento lateral basándose en que no está interesado en
tener nuevas ideas, pero las nuevas ideas son el aspecto positivo del
pensamiento lateral. La gente que sigue solamente el pensamiento vertical
tiene una clara desventaja, y es que puede ser manipulada, ya que su mente
siempre sigue un camino previsible de altas probabilidades.

Timadores, vendedores, políticos y profesionales de la persuasión de


todo tipo se quedarían pronto sin trabajo si la mente no le resultase más
natural usar el pensamiento vertical en lugar del lateral. Ya que su éxito lo
determina lo buenos que sean en señalar el camino de alta probabilidad que
se adecua a sus propósitos.

La gente que tiende a usar el pensamiento lateral de forma muy natural


en su trabajo son periodistas y publicistas, los cuales desarrollan la facultad
de ver las cosas bajo diferentes Puntos de vista. Entre los pensadores más
estrictamente verticales se encuentran los abogados, los médicos y hasta
cierto punto los empresarios, ya que todos ellos prefieren que las cosas sean
de una sola manera, que estén bien definidas y que sean ortodoxas, dado que
solo entonces pueden hacer valer su experiencia y su formación técnica.

En el mundo del arte, el pensamiento lateral adopta el nombre de


pensamiento creativo. Ya que los artistas, están abiertos a nuevas ideas,
influencias y al azar que los rodea. El problema del pensamiento creativo en
el arte es que resulta muy fácil pararse a mitad de camino, ya que salir de las
limitaciones del orden aceptado se considera potencialmente un logro. En el
arte como no hay una meta objetiva, parece demasiado fácil dejar todo en la
etapa del caos y no ir más allá. En cambio el verdadero objetivo del
pensamiento lateral es no regodearse en el caos, sino salir de él con una idea
nueva y efectiva.

El ideal perseguido en el pensamiento lateral es la simplicidad. La


simplicidad de una idea que es muy efectiva en cuanto a la acción y a su vez
elemental en cuanto a la forma.

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El pensamiento lateral tiene que ver con el hecho de encontrar ideas


nuevas, más sencillas y efectivas, pero incluso tiene que ver también con la
fluidez que permite que se cambie una idea por otra y después por otra
todavía mejor.

Por más que uno esté completamente satisfecho con una manera
determinada de ver las cosas, de vez en cuando, es entretenido buscar otra
manera de verlas. El humor tiene mucho que ver con el pensamiento lateral,
ya que entra en juego cuando nos damos cuenta de que hay otra perspectiva
que afecta a la manera más probable de ver las cosas. Cualquiera que tenga
un buen sentido del humor, debería ser capaz de comprender la naturaleza
del pensamiento lateral, mucho mejor que alguien que no lo tenga.

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CAPITULO X

El propósito del pensamiento lateral es generar nuevas ideas. Nadie se


interesa por todas las nuevas ideas, sino solo por aquellas que son eficaces.
La eficacia de una idea nueva no depende tanto de la idea en sí, sino de la
capacidad de la persona que la valora. Muchas veces el éxito o fracaso de
una nueva idea tiene que ver con el dinero o prestigio que pueden generar.

El pensamiento lateral, no se debe limitar a esta simple valoración, y


debe ser aplicado en todos los campos en que pueden resultar útiles nuevas
maneras de ver las cosas. A veces las nuevas ideas no solo significan gastar
dinero con frecuencia, también equivalen a ahorrar dinero. Una manera más
eficiente de hacer las cosas, el uso de material de desecho, un diseño
mejorado que resulta más fácil de fabricar y menos propenso a tener fallos
de fabricación, la manera de reducir costes sin afectar el funcionamiento del
producto, todos ellos son campos en los cuales las nuevas ideas pueden
ahorrar dinero.

El pensamiento lateral es más bien una costumbre mental, más que un


conocimiento de una serie de técnicas. Este hábito se puede adquirir
mediante un entrenamiento concreto y debería ser posible hacerlo a
propósito. Aunque no es fácil apartarse de una manera concreta de ver las
cosas para encontrar otra perspectiva. Con mucha frecuencia todos los
ingredientes básicos de una idea nueva ya se tienen a mano y lo único que
hace falta es una manera concreta de hacerlos encajar.

La utilidad de una perspectiva externa puede aportar una experiencia


especial de un ámbito diferente, ya que no está contaminado por la manera
de ver las cosas como aquellos que están relacionados con en el problema.
Las etapas por las cuales pasa un problema pueden encarrilar hacia una
perspectiva concreta a alguien que ha abordado el tema durante mucho
tiempo, algún otro que no lo haya seguido etapa por etapa, y solamente ve el
problema entero en la etapa final, quizá lo aborde de una manera muy
diferente.

El pensamiento lateral, se ocupa de las respuestas menos probables de


los puntos de vista que nadie adopta. Para encontrar un pensador lateral es
necesario observarlo, examinar cómo resuelve los problemas, en fijarse en
su flexibilidad para abordarlos y en su capacidad para no caer en las trampas.

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CONCLUSION

El pensamiento lateral es una técnica de resolución de problemas que


busca encontrar soluciones creativas y fuera de lo convencional a través de
un enfoque diferente al pensamiento vertical o lógico.

Estimula la generación de ideas nuevas y creativas al apartarse del


camino habitual de resolución de problemas.

Trata de abordar los problemas desde diferentes perspectivas buscando


soluciones más efectivas y eficientes, incentivando la innovación.

Busca sacar a las personas de la zona de confort a la hora de resolver


problemas, lo que ayuda a superar la rutina y la monotonía a la hora de tomar
decisiones.

Al fomentar la utilización de abordar los problemas desde diferentes


puntos de vista estimula la colaboración y el trabajo en equipo mejorando la
toma de decisiones.

Mejora o desarrolla las habilidades de pensamiento crítico al


incentivar a las personas a buscar soluciones desde diferentes ángulos.

En resumen, el pensamiento lateral busca mejorar la resolución de


problemas utilizando todos los estímulos mentales que seamos capaces de
utilizar.

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