1. ¿Que se entiende por principio de libertad de EMPRESA?

Según el tema del PLENO JURISDICCIONAL Expediente 0011-2013-PI/TC, el

principio de libertad de empresa se refiere al derecho fundamental que
garantiza a todas las personas, tanto naturales como jurídicas, participar en la
vida económica de un país. Este principio implica la posibilidad de iniciar y
establecer empresas, acceder al mercado económico, organizar y determinar
aspectos relacionados con la empresa, competir en igualdad de condiciones y
cerrar o suspender las actividades empresariales de manera voluntaria.

En el caso específico del análisis del Tribunal Constitucional respecto al

artículo 2 de la Ley 29947, se examinó si esta disposición afectaba el derecho
a la libre iniciativa privada en el ámbito educativo. El Tribunal concluyó que la
norma impugnada no violaba la libre iniciativa privada, ya que no prohibía
iniciar actividades económicas en el sector educativo, sino que regulaba
prácticas específicas relacionadas con la prestación de servicios educativos y
el pago de pensiones. Además, se consideró que la medida perseguía un fin
constitucionalmente legítimo, que era proteger el derecho de los estudiantes a
recibir educación sin limitaciones arbitrarias.

En resumen, según este tema, el principio de libertad de empresa implica el

derecho de las personas y empresas a participar en la vida económica,
establecer y operar negocios, acceder al mercado, organizar aspectos
empresariales, competir en igualdad de condiciones y cerrar o suspender
actividades empresariales voluntariamente. Sin embargo, esta libertad no es
absoluta y puede ser regulada y limitada por el Estado en ciertas
circunstancias, siempre que esté justificada por razones constitucionalmente
legítimas y dentro de los límites establecidos por la Constitución y la ley.

2. ¿Cuál es el contenido del principio de libertad de

EMPRESA?

Según los temas mencionados en los documentos proporcionados, El

contenido del principio de libertad de empresa abarca los siguientes aspectos:
  Libertad de creación de empresa y acceso al mercado: Se refiere al
derecho de las personas y empresas a iniciar y establecer negocios de
su elección y acceder al mercado económico sin restricciones excesivas.
 Libertad de organización: Implica la facultad de las empresas para elegir
y determinar aspectos relacionados con su funcionamiento, como el
objeto social, el nombre, el domicilio, el tipo de empresa, las políticas de
precios y la contratación de personal, entre otros.
 Libertad de competencia: Consiste en la capacidad de las empresas
para competir en igualdad de condiciones con otros agentes económicos
en el mercado, sin discriminación ni obstáculos injustificados.
 Libertad para cesar las actividades: Incluye el derecho de una empresa
a cerrar o suspender sus operaciones de forma voluntaria y sin
imposiciones indebidas.

En ambos casos presentados, se analiza si las disposiciones impugnadas

afectan el principio de libertad de empresa. En el primer caso, se trata de la
regulación sobre el pago de pensiones en instituciones educativas, mientras
que en el segundo caso se examina la exclusividad de la concesión de los
muelles en el Terminal del Callao. En ambos análisis, se concluye que las
restricciones impuestas no vulneran de manera significativa el derecho a la
libertad de empresa, ya que se considera que están justificadas dentro de los
límites constitucionales y buscan proteger otros derechos constitucionales,
como el derecho a la educación y la promoción de la inversión privada.

En resumen, el contenido del principio de libertad de empresa implica la

posibilidad de crear empresas, acceder al mercado, organizar aspectos
empresariales, competir en igualdad de condiciones y cerrar actividades
voluntariamente. Sin embargo, esta libertad no es absoluta y puede ser
regulada por el Estado dentro de los límites constitucionales y en función de
otros derechos constitucionales y objetivos legítimos

3. ¿Existe alguna limitación y/o prohición constitucional y/o

legal para el acceso al mercado de la empresa?
En los textos proporcionados no se mencionan limitaciones o prohibiciones
constitucionales o legales específicas para el acceso al mercado de las
empresas. Sin embargo, es importante destacar que la libertad de empresa no
es absoluta y puede estar sujeta a regulaciones razonables por parte del
Estado, siempre y cuando estén justificadas por razones de interés público y
sean proporcionales.

En el primer caso mencionado, el Tribunal Constitucional analizó una

regulación específica relacionada con la prestación de servicios educativos y el
pago de pensiones en instituciones educativas. El Tribunal concluyó que esta
regulación no violaba el derecho a la libre iniciativa privada, ya que no prohibía
iniciar actividades económicas en el sector educativo, sino que establecía
condiciones específicas relacionadas con la prestación de servicios educativos.
El objetivo de la medida era proteger el derecho de los estudiantes a recibir
educación sin limitaciones arbitrarias.

En el segundo caso, se trató de la exclusividad de la concesión de los muelles

del Terminal del Callao a un único operador portuario. El Tribunal consideró
que esta exclusividad no vulneraba los derechos a la libertad de empresa y a la
libre competencia, ya que estaba respaldada por bases legales y
constitucionales y buscaba promover la inversión privada y el desarrollo
económico.

En general, las restricciones o regulaciones al acceso al mercado pueden

existir en diferentes áreas y sectores económicos, y su validez dependerá de
su justificación constitucional y legal. El Estado tiene la facultad de establecer
regulaciones en aras del interés público, como la protección del consumidor, la
promoción de la competencia leal y la preservación del orden público
económico. Sin embargo, estas regulaciones deben ser proporcionales y no
deben imponer restricciones innecesarias o excesivas a la libertad de empresa.

Si bien es cierto, aunque la libertad de empresa es un derecho fundamental

reconocido en la Constitución, puede estar sujeta a regulaciones razonables
por parte del Estado en aras del interés público. Las restricciones al acceso al
mercado deben estar justificadas y ser proporcionales, y su validez dependerá
de las circunstancias y regulaciones específicas aplicables en cada caso.