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Richard N. Bolles
Leader Summaries
Capítulos
Introducción
Cómo encontrar la esperanza
Las mejores y peores maneras de buscar trabajo
Comprender más a fondo quién eres (el ejercicio de la flor)
El currículum vítae
Las entrevistas
Los seis secretos de la negociación salarial
Introducción
Tener un solo plan, una sola opción, es la receta más segura para la
desesperación. En un estudio realizado sobre 100 personas que
buscaban trabajo utilizando un único método, unas 51 abandonaban
su búsqueda al segundo mes. Habían perdido la esperanza. En
cambio, de 100 personas que utilizaban dos o más maneras distintas
de encontrar trabajo, normalmente solo 31 abandonaban la
búsqueda al segundo mes.
En cualquier situación, es importante saber que, por mucho que
tengas la sensación de estar a merced de poderosas fuerzas externas
que escapan totalmente a tu control, siempre podrás encontrar algo,
por muy pequeño que sea, que sí esté bajo tu control y con lo que
puedes empezar a trabajar.
Eso es aplicable a cualquier momento en que estés sin empleo, en
especial si la situación se alarga. Buena parte de la situación a la que
te enfrentas queda fuera de tu control. No hay nada que puedas
hacer por cambiarla. Pero esta proporción no puede ser del 100 %.
Tiene que haber alguna parte de la situación —aunque sea solo un 2
%— que esté bajo tu control. Debes buscar cuál es y luego dedicar
todas tus energías a trabajar en ella.
Por todo ello, antes de poder responder a la pregunta de “¿Qué hago
a partir de ahora con mi vida?”, debes tener esperanza. Debes creer
que tus acciones marcan una diferencia, que no te enfrentas a
enormes fuerzas inmutables ante las que estás totalmente indefenso.
Las mejores y peores maneras de
buscar trabajo
Buscar trabajo se puede describir como intentar averiguar si algo
existe, es decir, los puestos de trabajo vacantes, o puestos que
todavía no se han creado, o necesidades que están por cubrir. En el
terreno de nuestra elección. En la zona geográfica de nuestra
preferencia. En el tamaño de empresa u organización que nos guste
más. Aquí, todo depende del método utilizado para tratar de
encontrarlo.
Hay muchas maneras de buscar trabajo o de cambiar de profesión.
Algunas tienen un historial de resultados bastante bueno, y que por
lo tanto recompensan bien el tiempo que invirtamos en ellas. En
cambio, otras tienen un palmarés realmente malo, y podemos
malgastar mucho tiempo y energía con ellos sin obtener ningún
resultado. Veamos primero las malas.
Las cinco peores maneras de buscar trabajo:
1- Buscar ofertas de empleo de empleadores en Internet.
Obviamente, Internet sí puede ser un medio maravilloso para
facilitar que un empleador y alguien que busca empleo se
encuentren, de una manera que hace veinte años era muy poco
probable. Los sitios de Internet dedicados a la búsqueda de empleo
facilitan que el encuentro entre empleadores y aspirantes sea mucho
más rápido que nunca antes en la historia.
Pero, por desgracia, este método de buscar trabajo no funciona para
un enorme porcentaje de las personas que lo prueban. La
investigación ha revelado que de cada 100 personas que utilizan
Internet como método de búsqueda de empleo, 4 tendrán suerte y lo
encontrarán, mientras que los 96 restantes no lo harán… si solo
buscan por Internet.
Una excepción a lo anterior son los empleos técnicos o relacionados
con la informática. En un empleo en el sector de las tecnologías de la
información, así como en los de ingeniería, finanzas o salud, la tasa
de éxito aumenta hasta alrededor del 10 %. Pero para el resto de los
12 741 tipos de trabajos que hay en el mercado laboral, la tasa de
éxito documentada ronda el 4 %.
2- Enviar por correo ordinario o electrónico tu CV a
empleadores. Mandas CV a ciegas a todo el mundo, con el objetivo
de cubrir todo el terreno posible. O bien apuntas de forma más
directa hacia algunos lugares concretos que te interesan, y mandas
un CV especialmente diseñado para ellos por correo tanto digital
como ordinario.
Esta manera de pedir trabajo es muy conocida, pero solo tiene un
índice de éxito del 7 %. Es decir, de cada 100 personas que lo
utilizan, 7 tendrán suerte y se harán con un puesto; las 93 restantes
no tendrán la misma suerte… si solo utilizan este método para buscar
esas vacantes que hay por ahí. Hay empleadores que odian los CV,
por todas las mentiras, exageraciones y deformaciones de la
experiencia y los conocimientos inventados que contienen. Esto es
así hasta un 82 % de las veces, según los expertos cuya misión es
comprobar la veracidad de los CV.
3- Responder a anuncios de periódicos locales. El índice de
éxito de este método de búsqueda se sitúa únicamente entre el 5 y el
24 %. La fluctuación entre el 5 y el 24 % se debe al nivel salarial que
se busque; cuanto más alto, menos aspirantes son los que
encuentran un puesto con este método.
4- Acudir a agencias de colocación o head hunters privados
en busca de ayuda. Este método parece que tiene un índice de
éxito de entre un 5 y un 28 %, de nuevo en función de cuáles sean las
aspiraciones salariales del candidato. Es decir, de cada 100 personas
que lo utilizan para buscar trabajo, entre 5 y 28 tendrán suerte y se
harán con un puesto; las 72 a 95 restantes no tendrán la misma
suerte… si solo utilizan este método para buscar las vacantes que hay
por ahí.
Resulta interesante comentar que el índice de éxito de este método
ha aumentado ligeramente en los últimos años en el caso de las
mujeres pero no en el de los hombres: justo antes de la recesión, un
27,8 % de las mujeres que buscaban trabajo lo encontraba en un
plazo de dos meses si acudía a la agencia privada adecuada, ya fuera
una agencia de colocación de personal administrativo, abogados,
médicos o cualquier otro perfil.
Frente a ellos, he aquí los cinco métodos que yo he observado que
son los que mejor funcionan a la hora de encontrar trabajo, en
especial cuando las cosas están difíciles.
1- Hacer correr la voz entre los miembros de tu familia, los
amigos, la gente que conoces, tu comunidad (índice de éxito
del 33 %). Pregúntales si saben de alguna vacante en la empresa en la
que trabajan… o en algún otro sitio. Hablando con tu familia y
amigos tienes casi cinco veces más oportunidades de encontrar
trabajo que si te limitas a mandar tu CV.
2- Llamar a la puerta de la empresa, fábrica u oficina que te
interesa, tanto si sabes que hay una vacante como si no.
Donde mejor funciona este método es en las empresas pequeñas. Si
vas en persona tienes casi siete veces más de probabilidades de
encontrar trabajo que si te limitas a mandar tu CV.
3- Con la ayuda del índice del listín telefónico de las
Páginas Amarillas para identificar los temas o áreas que más te
interesan en la localidad donde te gustaría trabajar, llamar por tu
cuenta a las empresas seleccionadas o hacerles una visita para
preguntar si tienen alguna vacante en ese tipo de trabajo que tan
bien puedes hacer. Haciendo esto tienes nueve veces más de
probabilidades de encontrar trabajo que si te limitaras a mandar el
CV.
4- Hacer los deberes sobre ti mismo. Consiste en hacer mucho
trabajo sobre ti mismo antes de salir a la calle. El objetivo es
entender mejor quién eres, lo que puedes ofrecer al mercado laboral,
el tipo de trabajo que se ajustaría a tu perfil y qué sentido quieres
darle a tu vida.
Al realizar este trabajo sobre ti mismo, serás capaz de describir con
gran detalle lo que buscas exactamente. Eso facilita mucho la tarea
de ayudarte para tus amigos, tus contactos de LinkedIn o tus
familiares. No es un simple “Eh, estoy sin trabajo, si sabes de algo me
lo dices”, sino que dices exactamente qué es ese algo y en qué
entorno de trabajo. Eso incrementa mucho su utilidad para ti, y por
lo tanto tu capacidad de encontrar trabajos que, de lo contrario, no
encontrarías nunca. Este método tiene un índice de éxito del 86 %, el
más alto de todos los métodos de búsqueda que hemos visto hasta
ahora.
Comprender más a fondo quién eres
(el ejercicio de la flor)
Ahora que el desempleo está a la orden del día tienes que repensar
todo lo que antes creías saber, asumir que estás en un mundo nuevo,
replantearte todas tus estrategias y pensar si hay algo nuevo que has
de aprender (recordando siempre que para poder aprender algo, has
de desaprender algunas cosas).
Por encima de todo, ten presente la premisa más importante de este
libro: distintas formas de buscar trabajo dan resultados distintos.
Cuanto más ajustada sea la competición, más importancia adquiere
la manera de buscar trabajo de cada aspirante en un determinado
campo o profesión.
El desempleo se convierte en una etapa de transición vital cuando no
consigues encontrar trabajo haciendo lo mismo que has hecho
siempre. Puesto que has de replantearte una cosa, muchos elegimos
replanteárnoslo todo.
Eso empieza por despojarte de tu etiqueta profesional. Has de dejar
de responder a la pregunta “¿Tú quién eres?” diciendo: “Bueno, soy
obrero de la construcción o vendedor o diseñador o escritor…”. Eso
te encierra en el pasado. En cambio, si respondes: “Soy una persona
que…” te estás lanzando al futuro. “Soy una persona que… ha tenido
estas experiencias”, “Soy una persona que… sabe hacer esto o
aquello”, “Soy una persona que… sabe mucho de esto o lo otro”, “Soy
una persona que… es singular de esta u otra manera”.
Esta representación de ti mismo es como una flor que tiene siete
pétalos porque tú tienes siete lados, o siete maneras de verte a ti
mismo. Así, puedes describir lo que eres:
www.leadersummaries.com