Temario OPE Enfermería / SAS ENF

Valoración
del paciente
urológico
 Sumario
2.1. Pruebas de laboratorio 5
2.2. Técnicas de imagen 6
2.3. Estudio anatomopatológico 7
2.4. Alteraciones de la orina 7
2.5. Alteraciones de la micción 8

Nefrología
Temario OPE Enfermería / SAS

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Nefrología
Valoración del paciente urológico

3,7 p/e

Nivel nacional
Desde el año 2000, en los exámenes OPE
de las distintas comunidades, nos encontramos
con una media de 3,7 preguntas/examen.

2.1. Pruebas de laboratorio 10%

2.2. Técnicas de imagen
2.3. Estudio anatomopatológico
2.4. Alteraciones de la orina 5%
2.5. Alteraciones de la micción 85%

Porcentaje de preguntas por apartado dentro del tema.

 b) Recogida de muestra por segundo chorro. Es la reco-

Valoración gida directamente sobre frasco colector estéril, requiere

higiene previa de los genitales, descartar primer chorro

del paciente urológico (para evitar la colonización de la uretra distal). Un

recuento de UFC > 100 000/ml se considera positivo.
Entre 10 000 y 100 000 UFC/ml, el resultado es dudoso y
se debe repetir, y un número inferior a 10 000 UFC/ml se
considera negativo.
2.1. Pruebas de laboratorio c) Recogida a través de sondaje vesical. Sólo válido si se
toma muestra con el catéter recién colocado.
Análisis de orina d) Recogida en bolsa adherente. Técnica de utilidad en
Sedimento niños, pero se contaminan con facilidad. Se utilizan bolsas
estériles adhesivas alrededor de la zona genital, una vez
Muestra de orina reciente, que mediante centrifugación se recogida se retira y cierra la bolsa adecuadamente sin tras-
obtendrá la densidad de la orina, pH, valores de glucosa, vasar la orina a otro recipiente. Para evitar la contamina-
proteínas, cuerpos cetónicos, hematíes, leucocitos, cilin- ción de la muestra, la bolsa no debe permanecer más de
dros, cristales y bacterias. 20 minutos; en caso de no recoger muestra en ese tiempo,
En una muestra de orina normal, no aparecerán hema- debe cambiarse de bolsa y repetir el lavado de la zona
tíes ni leucocitos, algún cilindro hialino, células epiteliales (VAL 13, 31).
y cristales. La presencia de cristales en el sedimento, con
excepción de los de cistina, es de poco valor diagnóstico. Una vez recogida la muestra y hasta que se procese en labo-
ratorio se debe guardar en nevera (2-8 ºC).
El agente causal más frecuente de infección del tracto
Color: amarillo pálido o urinario es Escherichia Coli (NAV 12, 77).
ámbar oscuro; transpa-
rente y clara
RECUERDA
Turbidez en reposo
Olor: amonical
Densidad: 1005-1030 Se considera ITU en función del método em-
pH: 4.7-7.8 pleado para la obtención de la muestra: pun-
ción suprapúbica (cualquier valor de UFC),
técnica de segundo chorro (UFC>100 000/
ml), sondaje vesical (solo reciente puesta,
pues siempre colonización polimicrobiana).
En general, hemos de recordar, más de un
RECUERDA microorganismo sugiere contaminación de la
muestra.
Se considera patológico el hallazgo de > 3
hematíes/campo (hematuria microscópica)
y > 5 leucos/campo (piuria).

Urocultivo
Estudio microbiológico cualitativo, de gran utilidad para
determinar la presencia de bacteriuria. La muestra ha de ser
recogida mediante técnica estéril, y en este sentido pueden
realizarse diversos procedimientos:
a) Punción suprapúbica. Mediante punción de la vejiga
transcutánea. Cualquier número de colonia se considera
positivo.
Citología
Consiste en la visualización de las células que se eliminan
por la orina. Para su realización es necesario recoger mues-
tras de orina durante tres días, generalmente a primera hora
de la mañana, con la finalidad de detectar células malignas
secundarias a tumores de las vías urinarias que arrastrados,
aparecen en orina.

pH Osmolaridad Densidad K P Ca Na N-ureico

4.5-7.8 40-1200 1005-1030 30-100 0,9-1,3 g/24 h 100-240 85-250 7-16 g/24 h
mOsm/kg mEq/24 h mg/24 h mEq/24 h

Proteínas Bilirrubina
Creatinina Ácido úrico Albúmina Urobilinógeno Glucosa Cetonas
totales total
1.2-1.8 mg/24 h 300-800 mg/24 h < 15-30 mg/l < 1 mg/l < 300 mg/l < 50 mg/l
< 150 mg/24 h No detectada

Temario OPE Enfermería / SAS Valoración del paciente urológico 5

 Análisis de sangre
La insuficiencia renal cursa con una aumento de productos
de desecho en sangre, que deberían en condiciones normales,
eliminarse en orina. Por lo tanto, el estudio de una muestra
sanguínea nos indica potenciales alteraciones renales.
Urea Metabolismo de los aminoácidos
Creatinina Metabolismo muscular
Ádico úrico Metabolismo de las purinas
La urea es el producto final del metabolismo de las proteínas;
sus niveles no solo son indicativos de función renal, pues
dependen de la dieta e integridad hepática. Su valor normal
12-54 mg/dl, los anglosajones utilizan la cantidad de nitró-
geno ureico en sangre (BUN) 8-25mg/dl.
La creatinina (MAD 19, 9; 05, 3) es la sustancia de produc-
ción endógena más utilizada para calcular la tasa de FG, ya
que deriva del metabolismo de la creatina y fosfocreatina
en el tejido muscular, y su producción diaria es constante,
entre un 1-2% de la creatina muscular se convierte a creati-
nina. Su valor varía con el sexo, (0.7-1.3) mg/dl en varones y
(0.6-1.1mg/dl) en mujeres.
Sin embargo, la relación entre la concentración sérica de
creatinina y el FG no es lineal, sino hiperbólica, lo que se
traduce en una baja sensibilidad diagnóstica en la detección
de ERC. Por esta razón, la valoración del filtrado glomerular
está considerada como el mejor índice de evaluación de la
función renal, y se recomienda a partir de ecuaciones que
tengan en cuenta la concentración sérica de creatinina y
algunas de las siguientes variables: edad, sexo, etnia y talla,
considerándolas más exactas que la determinación exclu-
siva de creatinina plasmática.
El ácido úrico es el resultado final del catabolismo de
bases púricas. Sus valores normales varían según el sexo,
4-8.5mg/dl en varones y 2.5-7.5 mg/dl en mujeres.
Pruebas de función renal
Función glomerular
Se valora mediante las pruebas de aclaramiento. El acla-
ramiento es el volumen de plasma que es completamente
depurado de la sustancia x durante su paso por los riñones
en la unidad de tiempo (ml/min).
El aclaramiento de creatinina es muy útil y se considera
bastante semejante al filtrado glomerular. En un adulto
normal está entre 80-120 ml/min, a partir de los 50 años
disminuye 1 ml/min por año.
Se calcula a partir de la creatinina plasmática y su excre-
ción en orina de 24 horas, y es mejor indicador que la crea-
tinina aislada, pues desciende en paralelo a la FG. Si bien
el filtrado glomerular estimado con fórmulas, no requiere
recogida en orina de 24 horas.
Las fórmulas para el AC más empleadas son:
• Cockroft-Gault: [(140 – edad) × peso / (72 × Cp)] × 0,85
si es mujer.
6 Valoración del paciente urológico
• MDRD: (170 × Cp – 0,999 × edad – 0.176 × BUN – 0,170 ×
albúmina 0,318 ) × 0,742 (si mujer) y × 1,212 (si raza negra).
• Schwartz actualizada (en pediatría): [K × talla]/Crp
RECUERDA
Para realizar la recogida de orina de un paciente
para un aclaramiento de creatinina, no corregi-
do con fórmula, hay que tener en cuenta que la
vejiga debe estar vacía al comenzar la recogi-
da y al terminarla.
Limitaciones: en casos como IRA o estados donde la creati-
nina está falsamente reducida -embarazo, desnutrición- no
puede realizarse la estimación del FG mediante fórmulas,
sino con recogida de orina 24 horas o aclaramiento de sustan-
cias exógenas como inulina o ácido paraminohipúrico (PAH).
Función tubular
Indicadas en nefropatías túbulo intersticiales. Se valora
mediante la prueba de concentración-dilución y de acidi-
ficación. Valorar la osmolaridad urinaria, sodio urinario y
excreción fraccional de sodio son excelentes indicadores de
la capacidad de reabsorción tubular y concentración de orina.
Destacan:
• Prueba de concentración-dilución. Con vasopresina
acuosa subcutánea o sobrecarga acuosa.
• Prueba de acidificación. Con sobrecarga de cloruro
amónico o bicarbonato.
2.2. Técnicas de imagen
• Radiografía simple de abdomen. Útil para litiasis
radioopacas, como cálcicas (no válida en cálculos de ácido
úrico).
• Urografía intravenosa. Técnica con contraste que
permite visualizar el parénquima renal, el sistema
colector y las vías excretoras renales. Es útil para eviden-
ciar obstrucciones y cálculos, así como malformaciones y
reflujos. Muy sensible en la detección de dilatación de vías
urinarias. Precisa de preparación previa con enemas el día
anterior y dieta baja pobre en residuos, ayunas el día de la
prueba, así como forzar la diuresis (si no existe contraindi-
cación) para eliminar el contraste.
• Arteriografía renal. Estudio de la vascularización renal
útil para el diagnóstico de estenosis de la arteria renal.
• Exploración retrógrada de la vía urinaria. Nos permite
visualizar los uréteres y vejiga, a través de la uretra, en
este sentido como cistoscopia, urografía y pielografía.
Para la realización de determinadas pruebas, como la se
requiere una preparación especial que incluyen pruebas
de hipersensibilidad al contraste, administrar laxante la
noche antes y restringir los líquidos durante las 8-10 horas
previas al estudio para que la orina sea concentrada.
• Ecografía. De elección como técnica de urgencia en
nefrourología. Con doppler, es la técnica para seguimiento
de los trasplantados renales.
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• Exploración isotópica. Estudio morfológico y de funcio-
namiento renal, mediante radioisótopos. Los más impor-
tantes son el renograma y la gammagrafía renal.
• TAC. Sin contraste para valorar litiasis, con contraste
mejor resolución, pero al tratarse de un nefrotóxico su uso
está contraindicado en IRC. La RMN con godolinio, mejor
definición de tejidos blandos, aunque no es nefrotóxico,
también está contraindicado en IRC.
Prevenir la hemorragia vigilando la hematuria, que de
manera microscópica es normal durante las primeras 24-36
horas. Si aparece macroscópicamente, es indicativo de
hemorragia aunque suele autolimitarse de manera espon-
tánea, requiere ecografía de control. Si aparece a nivel retro-
peritoneal puede progresar a shock hipovolémico, mientras
que si se almacena a nivel de la cápsula renal, por activación
del SRAA se complica hacia taponamiento renal y riñón de
Page, que cursa con HTA grave.
Antes Después
de la prueba 8 de la prueba 24

Cistografía retrógrada
Placa abdomen Urografía IV
(reflujo vesicoureteral)

2.4. Alteraciones de la orina

Poliuria Diuresis > 3000 ml/día
Sugiere patología tubular, potomanía o déf. de
ADH como la diabetes insípida.
Ecodoppler
Arteriografía renal
(seguimiento trasplante renal) Oliguria Diuresis < 400-500 ml/día; < 0,8 ml/kg/h; < 30 ml/h
y anuria Empeora el pronóstico de fracaso renal agudo.
2.3. Estudio anatomopatológico (EXT 19, 27)
Diuresis < 100ml/día; 0,5 ml/kg/h
Sugiere infarto renal bilateral.
Biopsia
Nicturia Aumento de diuresis durante el sueño.
Consiste en la obtención de una muestra de tejido renal Por otro lado, la enuresis nocturna, es orinarse
estando dormido.
por vía transcutánea y bajo control ecográfico, con técnica
estéril. Las complicaciones más frecuentes son las hemorra- Disuria Dolor o sensación de quemazón al orinar.
(CAT 19, 70)
gias y hematomas renales.
Polaquiuria Aumento del número de micciones, producida
Indicaciones: proteinuria de etiología incierta, síndrome por irritabilidad vesical.
nefrótico y nefrítico en el adulto, IRA de causa inexplicable Tenesmo Sensación exagerada de necesidad de orinar
con sospecha de enfermedad glomerular, afección renal en secundaria a irritación o inflamación vesical.
enfermedades autoinmunes como el lupus y sospecha de Color Colúrica. Por la bilirrubina s/a obstrucción biliar.
rechazo en trasplantados. Roja. Presencia de sangre.
Roja púrpura. Presencia de porfirinas.
Contraindicaciones: coagulopatía no corregida, HTA no Negra. Presencia de melanina, en pacientes
controlada e infección. con melanoma.
Proteinuria Normal < 150 mg/día
Preparación de la prueba: 8 horas previas en ayunas con
Se denomina nefrótica cuando supera
vejiga vacía. Debe permanecer en decúbito prono y cola-
los 3,5 g/día.
borar con los movimientos respiratorios. Es conveniente
administrar atropina y un ansiolítico oral para mejorar la Hematuria Microscópica (> 3 hematíes/campo)
colaboración y evitar reacción vagal. Generalmente, se Macroscópica (> 100 hematíes/campo)
realiza mediante punción ecoguiada a tiempo real en el polo Leucocituria Presencia > 5 leu/campo. La causa más fre-
inferior del riñón izquierdo –más accesible, menos compli- cuente es la ITU.
caciones– con aguja tipo monopty. Piuria estéril. Leucos con urocultivo de aeró-
bicos negativo que sugiere infección por mi-
croorganismos atípicos como TBC o Clamy-
Después de la prueba: imprescindible que el paciente
dia, o procesos no infecciosos como litiasis.
guarde reposo y beba abundantes líquidos –iniciar tole-
rancia a las 4 horas–. Hay que vigilar tensión y pulso y Azoemia Exceso anormal de compuestos nitrogena-
dos en sangre.
supervisar la zona de punción –hemostasia durante 15-20
minutos– y el color de la orina. El paciente debe permanecer Alteraciones cualitativas y cuantitativas
al menos 24 horas en el hospital, tras lo cual puede ser dado
de alta si no han aparecido complicaciones.

Temario OPE Enfermería / SAS Valoración del paciente urológico 7

 Los cilindros son restos de proteínas y células que han
precipitado en los túbulos por la acidez y la concentración.
Normalmente, son hialinos, compuestos por la proteína de
Tam Horsfall en estados de oliguria con túbulos intactos.
Aparece pues, en fracaso renal agudo y durante ejercicio
intenso.
Los cilindros que aparecen en situaciones patológicas son
los siguientes:
• Grasos: con células tubulares en cruz de malta que
aparecen en sd. nefrótico (proteinuria y lipiduria).
• Eritrocitarios: característicos de la glomerulonefritis.
• Leucocitarios: sugiere pielonefritis, nefritis intersticial y
rechazo en trasplantes.
• Granulosos en marrón turbio: propios de la necrosis
tubular aguda (NTA).
• Céreos y/o gruesos: propios de la IRC, puesto que ya están
distorsionados los diámetros tubulares.
Leucocituria con células de Leucocituria con cilindros
epitelio plano. Origen vaginal. leucocitarios de origen
tubular. Pielonefritis.
Cilindros hialina.
Hallazgo normal.
Cristaluria de cistina. Cilindros eritrocitarios.
Trast. genético. Glomerulonefritis.
2.5. Alteraciones de la micción
Retención urinaria
La retención urinaria es la incapacidad para vaciar la veji-
ga pese a la micción, o bien la acumulación de orina en la
vejiga a causa de una incapacidad para orinar. Se asocia a
incontinencia por rebosamiento. Como regla general, unos
valores de orina residual de 150-200 ml exigen ya un estudio
de este tipo de trastorno.
Etiología
Se debe a obstrucción del tracto de salida de la vejiga, ya
sea debida a causas extrínsecas que comprimen las vías
urinarias –HBP– o a obstrucción de la luz uretral –infec-
ciones, cálculos, tumores– con detrusor normal o bien con
contracción deficiente del músculo detrusor –DM, altera-
ciones neurológicas y algunos fármacos–. Puede aparecer
de manera repentina acompañada de dolor, conocida como
retención aguda de orina (RAO) y es la urgencia uroló-
gica más frecuente a nivel hospitalario, especialmente en
varones a causa de la hipertrofia benigna de próstata y en
8 Valoración del paciente urológico
la mujer por cistocele. Algunos fármacos implicados son
los anticolinérgicos y antidepresivos tricíclicos. Si bien,
también puede cursa de manera crónica.
Cuidados de enfermería al paciente
con retención urinaria aguda (RAO)
La retención aguda de orina es una urgencia médica que exige
un diagnóstico precoz y un rápido tratamiento de drenaje
vesical. La hematuria, la hipotensión –por respuesta vaso-
vagal– y la diuresis postobstructiva son complicaciones poten-
ciales de descompresión rápida; sin embargo, no hay evidencia
de que la descompresión de la vejiga gradual, es decir, vaciar la
vejiga de forma gradual pinzando cada 200 ml la sonda durante
15-20 minutos disminuya estas complicaciones.
El tratamiento se basa en sondaje vesical permanente
con sondas de mediano calibre asociado a alfablo-
queantes (AND 03(4), 21). El tratamiento farmacológico con
tamsulosina o alfuzosina han demostrado aumentar el
éxito de la retirada de la sonda vesical, pues consiguen hasta
un 60% de micción espontánea a los 2-3 días. Normalmente,
se recomienda su administración simultánea con el sondaje
y durante 4 semanas.
El tiempo recomendado de retirada de la sonda en 3
días; si el primer intento de retirada de la sonda resulta
fallido, se puede intentar de nuevo la retirada, pero si vuelve
a producirse una RAO, se dejará la sonda de forma perma-
nente hasta resolver la causa. Si no hay evidencia de infec-
ción, no se recomienda tratamiento antibiótico de forma
profiláctica. No obstante, más del 30% de los pacientes con
un episodio de RAO recidivará si no se tratan las causas.
Cuidados de enfermería al paciente
con retención urinaria crónica
Los objetivos terapéuticos son prevenir la distensión exce-
siva y las infecciones u obstrucciones. Lo ideal es realizar
un sondaje intermitente, instruyendo al paciente en el
autosondaje. El tratamiento farmacológico se establece en
función de la causa de la retención, como alfabloqueantes
pues relajan el músculo liso del cuello vesical, la uretra pros-
tática de tal modo que se consigue una disminución de la
resistencia en la uretra o bien cloruro de betanecol para
favorecer la contractilidad de un músculo detrusor debi-
litado. Otras recomendaciones incluyen adiestramiento
vesical con ingesta hídrica controlada, calor local y evitar el
alcohol, así como métodos conductistas:
• Micción programada se emplea para reducir la capacidad
de la vejiga. En este caso, se pide al paciente que orine cada
3-4 horas (independientemente de que tenga ganas o no
de orinar). Esta intervención es especialmente útil en el
paciente con hiperdistensión crónica, diabetes mellitus o
alcoholismo crónico.
• Micción doble intenta maximizar la evacuación de la
orina, disminuyendo el volumen residual. Se pide al
paciente que orine mientras está sentado en el inodoro
durante 3-4 min, y que vuelva a hacerlo antes de salir del
retrete.
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 Incontinencia urinaria (EXT 19, 28)
La International Continent Society define la IU como una
situación en que la pérdida involuntaria de orina a través de
la uretra es demostrable objetivamente, genera un proble-
ma social e higiénico.
Clasificación IU (NANDA-I, 2021-23)
• Incontinencia Urinaria Urgencia
• Incontinencia Urinaria Esfuerzo
• Incontinencia urinaria mixta
• Incontinencia urinaria asociada a discapacidad
La North American Nursing
Diagnosis Association (NANDA)
clasifica la incontinencia en
la actualidad mediante cinco
etiquetas diagnósticas que
pueden corresponderse con la
nomenclatura usada en la clínica médica.
Define Incontinencia Urinaria Total como la situación
en la que una persona tiene una pérdida de orina continua e
impredecible. Evolución de cualquiera de ellas.
No obstante, las principales incontinencias desde el
punto de vista fisiopatológico son:
IU de esfuerzo o de estrés (IUE)
Se debe al aumento repentino de la presión intraabdominal
(toser, levantar pesos, defecar o reír). Residuo postmiccional
mínimo (AND 19, 106, 23, 106; AND 18, 77; ARA 09(1), 109; MAD 05, 32).
Etiología
Principalmente por relajación de la musculatura pélvica s/a cau-
sa obstétrica y atrofia vaginal por deprivación estrogénica, y s/a
cirugía de próstata. Se relaciona con dos causas que pueden
coexistir:
• Uretra hipermóvil: por debilidad de las estructuras que so-
portan la uretra (suelo pélvico), lo que provoca, que al pro-
ducirse un esfuerzo el cuello vesical y la uretra desciendan.
• Insuficiencia en el esfínter uretral: existe un cierre de la uretra
insuficiente, que puede ser debido a una lesión del propio es-
fínter, denervación del mismo o a anomalías estructurales de
la uretral (MUR 04, 47; EXT 07(1), 49).
Tratamiento
Ejercicios de los músculos perineales o ejercicios de Kegel
(contracción de de los músculos del suelo pélvico, con la vejiga
vacía, durante 10 seg, y luego relajarlos durante otros 10 seg; se
deben hacer 10 repeticiones, 3 veces al día. Sentado, de pie o
tumbado) (MAD 05, 4).
También se recomienda la pérdida de peso, el uso de pesarios,
cremas vaginales con estrógenos, dispositivos ureterales y en
algunos casos cirugía.
IU de urgencia o imperiosa (IUU)
Consiste en la pérdida involuntaria de orina que aparece
acompañada o precedida de un deseo imperioso de orinar.
Se produce por inestabilidad del detrusor, y sucede cuando
el paciente siente la necesidad de orinar, pero es incapaz de
inhibir la micción lo suficiente hasta llegar al baño. Durante
momentos de estrés psicológico, el trastorno puede aparecer
con una intensidad variable. Se produce como consecuencia
Temario OPE Enfermería / SAS
de una contracción o hiperactividad incontroladas del
músculo detrusor. La persona experimenta una pérdida de
orina después de sentir una intensa sensación de urgencia
de orinar, con un residuo posmiccional, habitualmente
inferior a 50 ml (AND 07(8), 39). Afecta en proporciones pare-
cidas a hombre y mujeres. Es la causa más frecuente de IU en
el anciano (CNT 19, 88; MUR 18(PI), 105; AND 07(5), 82).
Etiología
Se recoge en cuatro grandes grupos: alteración del control
a nivel del SNC (ACV, párkinson, alzhéimer), obstrucción del
tracto urinario, alteración vesical inferior (carcinoma, cistitis
instersticial, postradioterapia), e inestabilidad idiopática (causa
frecuente en mujeres).
Tratamiento
Corregir la causa subyacente. Recomendar al paciente que
orine más frecuentemente o siguiendo una pauta. Fcos. anti-
colinérgicos: propantelina o imipramina.
IU por rebosamiento o sobreflujo (IUR)
Pérdida involuntaria de orina que se caracteriza por cursar en
forma de goteo cuando se alcanza determinado volumen
en la vejiga, superando la presión uretral, sin que exista acti-
vidad por parte del detrusor. El paciente presenta frecuentes
pérdidas de orina en pequeñas cantidades tanto de día como
de noche. El residuo postmiccional supera los 100 ml.
Etiología (GAL 16, 104)
Es más frecuente en varones con hiperplasia prostática, este-
nosis uretral. Hipoactividad del detrusor s/a factores neuróge-
nos (vejiga neurógena tipo flácido). Uso de fármacos que redu-
cen la contractilidad del detrusor como os antihipertensivos,
AINES, diuréticos, hipnóticos, antipsicóticos, antidepresivos,
calcio-antagonistas, anticolinérgicos y opiáceos (AST 19, 93).
En el posoperatorio de intervenciones como hemorroidecto-
mía y tras pruebas como la cistoscopia, por acción de la anes-
tesia y la cirugía.
Tratamiento
Sondaje permanente o intermitente para descomprimir la ve-
jiga.
Maniobra de Credé o de Valsalva (GAL 16, 106).
Fcos. bloqueadores α-adrenérgicos como la prazosina (dis-
minuye resistencia en el tracto de salida) y betanecol (para au-
mentar las contracciones vesicales).
IU refleja
No hay deseo de orinar o de hacer fuerza antes de una micción
involuntaria y periódica. Se produce tanto de día como de noche.
Etiología
Lesiones medulares por encima de S2 que cursan con hipe-
rreflexia del detrusor e incoordinación entre la contracción del
detrusor y la relajación del esfínter.
Tratamiento
Tratamiento de la causa subyacente. Descompresión vesical
para prevenir el reflujo ureteral y la hidronefrosis. Autosondaje
intermitente (INGESA 08, 50).
Fcos. bloqueadores α-adrenérgicos como la prazosina (relaja
esfínter interno), diazepam, baclofeno (relaja esfínter externo) y
antibióticos profilácticos. Esfinterotomía quirúrgica.
Valoración del paciente urológico 9
 IU funcional
Secundaria a problemas de movilidad del paciente o a
factores ambientales. Es frecuente en ancianos por tras-
tornos del equilibrio y de la movilidad (BAL 19, 71; AND 18, 147;
MAD 14, 2).
Etiología
Persona continente, con el tracto urinario intacto no quiere o
no es capaz de llegar al WC para orinar. Puede deberse a tras-
tornos de movilidad reducida, cognitivos como la demencia,
arquitectónicos, o al uso de determinados fármacos. Frecuen-
te en pacientes ancianos.
Tratamiento
Modificaciones ambientales o se aconseja un plan para facili-
tar el acceso regular y fácil al inodoro y, también para favorecer
la seguridad del paciente, por ejemplo, mejorar la iluminación,
ayuda en la deambulación, modificaciones de la ropa, micciones
programadas o modificaciones del equipo utilizado en el retrete.
Este tipo de IU suele observarse en pacientes ancianos, en
los que pueden coexistir diversos factores como delirio,
infección urinaria, atrofia vaginal, factores psicológicos,
fármacos ("pharmacologic" en inglés), movilidad restrin-
gida, exceso de diuresis (poliuria) o impactación fecal ("stool
impaction" en inglés).
Regla mnemotécnica: DIAPPRES
Delirio - ITU- Atrofia vaginal - Factores Psicológicos - Pharma-
cology - Poliuria - Stool impaction
IU mixta
Se trata de una mezcolanza entre la incontinencia de
esfuerzo y la de urgencia, de modo que, el paciente aumenta
la frecuencia e imperiosidad de las micciones (CAN 19, 61).
Epidemiología de la incontinencia urinaria
Hasta que la International Continent Society (ICS, 2002) no
unificase las definiciones de los tipos de IU, los estudios de
prevalencia mostraban mucha variabilidad. En cuanto a los
estudios de prevalencia más representativos destacan:
• Estudio EUROPEO (2003) realizado en R.Unido, Alemania,
Francia y España. El 35% de las mujeres mayores de 18
años presentaban algún tipo de IU. En este estudio, la
prevalencia en España era del 23%. El más frecuente en
este estudio, la IU de esfuerzo.
• Informe ONI, del Observatorio Nacional de
Incontinencia, presenta los siguientes datos de IU en
España en 2009: la prevalencia media estimada es del
24%, que alcanza el 30-40% en mujeres de mediana
edad y hasta el 50% en ancianas. La prevalencia media
en el varón es del 7%, pasando del 14-29% en mayores
de 65 años, ampliado hasta más del 50% en mayores
de 85 años o institucionalizados. La incidencia de la IU
aumenta linealmente con la edad hasta ser considerada
como uno de los síndromes geriátricos.
RECUERDA
Las más frecuentes son IU esfuerzo, en muje-
res, e IU urgencia, en ancianos.
Etiología (Observatorio Nacional
de Incontinencia)
• Causas congénitas (espina bífida con hernia espinal de la
médula y meninges, agenesia del sacro).
• Causas adquiridas (MUR 19(EXT), 89):
5. Disfunción fisiológica de la vejiga (inestabilidad del
detrusor, aumento de la presión abdominal, obstruc-
ción a la evacuación y vejiga atónica).
6. Factores que influyen directamente sobre el funcio-
namiento de la vejiga (trastornos endocrinos como
la diabetes o el déficit estrogénico en la menopausia,
que empeora la incontinencia de esfuerzo) (CAN 19, 90).
7. Factores que afectan a la capacidad de controlar la vejiga
(inmovilidad total o parcial, demencia avanzada etc.).

Esfuerzo o estrés Urgencia o imperiosa Rebosamiento Refleja Funcional

Por P intraabdominal Inestabilidad detrusor Residuo mic- Lesiones encima S2 Barreras ambietales
No residuo miccional Residuo miccional cional > 100 Vejiga espástica con tracto normal
< 50 cc Vejiga flácida / HBP

Tto. Ejercicios KEGEL Tto. Anticolinérgicos Tto. Bloq. Alfa Tto. Bloque Alfa
(propalina) adrenérgicos adrenérgicos
(Prazosina) Autosondaje
Mixta Mb. de Credé intermitente

10 Valoración del paciente urológico www.aulaplusformacion.es

 Niveles de evidencia y grado de
recomendación en el abordaje de la IU
Las primeras directrices sobre incontinencia de la European
Association of Urology (EAU) se publicaron en 2001. Se
resumen aquí las principales actualizaciones publicadas en
Guías EUA sobre IU en 2010 y niveles de evidencia.
• El tratamiento de elección en la IU no complicada es
conservador, con medidas higiénico-dietéticas y modifi-
cación de hábitos, así como un programa de rehabilita-
ción del suelo pélvico.
• La clasificación de la IU en función de su clínica (IUE,
IUU, IUM) es fiable y suficiente para iniciar el tratamiento
conservador.
• Los cuestionarios validados para el diagnóstico y
repercusión de la IU son International Consultation
on Incontinence Questionnaire (ICIQ-SF) y el King’s
Health (KHQ), mientras que el observatorio nacional de
incontiencia utiliza el test IU-4, test de Sandvick y IQOL.
Cuidados al paciente
con incontinencia urinaria (CAT 19, 59)
Los cuidados de enfermería a los pacientes con incon-
tinencia urinaria consisten en la reeducación vesical o
adiestramiento vesical por lo que hay que llevar a cabo:
• Control ingesta hídrica entre las 8 y las 22 horas y, que
restricción cuantitativa después de las 22 horas.
• Maniobras específicas: presión sobre la vejiga –
maniobra de Credé–, percusión del abdomen o estira-
miento del esfínter anal con la introducción de un dedo
para estimular la vejiga.
• Fijar cantidades de orina, como objetivo que deberá
cumplir obligatoriamente.
• Valorar la necesidad de instaurar un patrón miccional
horario, que no siempre está indicado. Sondar al
paciente después del intento de micción para evaluar
el volumen de orina residual. Medir los valores de orina
emitidos y los obtenidos por el sondaje. Palpar la vejiga
a intervalos repetidos para determinar si hay disten-
sión. Indicar al paciente que esté alerta ante cual-
quier signo indicativo de la vejiga llena (sudoración,
ansiedad, frío de pies y manos). Alargar los intervalos
entre los sondajes; el programa avanza a medida que
el volumen residual disminuye.
• Insistir al paciente en que debe intentar vaciar la vejiga
completamente.
• Realizar ejercicios de Kegel cuando sea necesario (AND 07(8),
40; ARA 09(1), 63).
• Evitar irritantes como tabaco, cafeína y alcohol.
Vejiga neurógena
Una vejiga neurógena es cualquier tipo de disfunción ve-
sical debida a ausencia de inervación o a una inervación
anormal, como consecuencia de una alteración del sistema
nervioso.

Denominación Lesión Clínica Incontinencia secundaria

Motoneurona Espástica,
superior Polaquiuria
Hipertónica,
Lesión tracto Tenesmo
Refleja, Refléxica, Incontinencia refleja
corticoespinal Micción impredecible
Desinhibida
e incompleta
o Automática

Motoneurona Flácida,
inferior Siente llenado,
Atónica, Lesión en S2-S4,
no control micción Incontinencia
No refleja en cola de caballo
nicturia, por rebosamiento
Arrefléxica y nervios pélvicos
sobredistensión
Inhibida o autónoma
Diagnóstico diferencial vejiga neurógena

Retención urinaria Incontinencia urinaria Vejiga neurógena

• Sondaje intermitente Adiestramiento vesical: • Sondaje intermitente c/4 horas

• Fármacos:
– Si HBP, bloqueador alfa-adrenérgico
– Si debilidad del destrusor,
Cl. de betanecol
• Adiestramiento vesical:
– Ingesta hídrica controlada
– Calor local, no alcohol,
Métodos conductistas:
– Micción programada
• Prescripción líquidos diarios
• No beber a partir de las 22 h
• Mb. Credé y estiramiento del esfínter. Ej.
Kegel
• Fijar cantidad de orina como objetivo.
Patrón miccional horario. Sondar des-
pués.
• Signos de alerta sobredistensión vesical
• Obj. reducir sondajes y reducir el vo-
lumen residual
Medidas generales
• Control ecográfico: si < 200, espaciar
sondajes, si < 400, se acortará
• 5-6 sondajes/diarios
• Entrenamiento reflejo vesical:
• Técnicas de retroalimentación
• Ejer. Kegel
• Gimnasi hipopresiva
• Qx: esfinterotomía, electroestimulación
• Fcos.: anticolinérgicos, alfabloqueantes

Temario OPE Enfermería / SAS Valoración del paciente urológico 11

 Espástica
Motoneurona superior, hipertónica, refleja, refléxica,
desinhibida o automática. Se caracteriza por la emisión
automática, refleja o incontrolada de orina proveniente
de la vejiga con vaciado incompleto de la misma. Puede
deberse a lesión del tracto corticoespinal, ACV, esclerosis
múltiple, los tumores cerebrales y los traumatismos cere-
brales. En cuanto a las manifestaciones clínicas, aparece
incontinencia refleja, polaquiuria, tenesmo y la micción
es impredecible e incompleta. El objetivo del tratamiento
será lograr el reflejo espontáneo de la micción mediante el
adiestramiento vesical.
Flácida
Motoneurona inferior, flácida, atónica, no refleja, arre-
fléxica, inhibida o autónoma. La vejiga actúa como si
hubiese una parálisis de todas las funciones motoras, se
llena sin vaciarse. Existe lesión de la motoneurona inferior
producida por un traumatismo que afecta a S2-S4, lesión
de la cola de caballo o nervios pélvicos. Conlleva sobredis-
tensión de la vejiga o incontinencia por rebosamiento. Se
contempla un programa de adiestramiento o bien interven-
ción quirúrgica para corregir las contracciones en el cuello
de la vejiga o el reflujo vesicoureteral.
Vejiga sensitiva
El paciente carece de sensación de orinar. Hay daño en
la rama sensitiva del arco reflejo espinal de la vejiga, puede
darse en la esclerosis múltiple y en la diabetes mellitus. En
el paciente aparece escasa sensación vesical, micción infre-
cuente y gran volumen residual.
Cuidados al paciente con vejiga neurógena
En general, todo paciente que conserve el estado cognitivo
y motor adecuados, deberán hacer uso de las técnicas reha-
bilitadoras como entrenamiento vesical, retroalimentación
por electromiografía o manometría, ejercicios de Kegel y
gimnasia hipopresiva de Caufriez.
• Vaciamiento de la vejiga mediante sondaje intermi-
tente cada 4 horas. Antes debe evaluarse el volumen resi-
dual. Si es inferior a 200 ml, se ampliará la frecuencia y si
es superior a 400 ml, se acortará. En general, se realizan de
5-6 sondajes diarios.
• Control farmacológico. Según el tipo de vejiga y en el uso
de anticolinérgicos –reducen contracciones vesicales–,
alfabloqueantes y antiespasmódicos –relajan la muscula-
tura del suelo pélvico–.
• Cirugía. Esfinterotomía, implantación dispositivo de esti-
mulación eléctrica y la desviación urinaria. En ocasiones,
se realizan cistoplastias de aumento y vesicotomía.
• Medidas paliativas.
1. Los colectores de pene (GAL 01(2), 18) son dispositivos
de plástico con forma anatómica enganchado a la base
del pene con velcro, presionando la uretra para faci-
litar la micción. Se cambia cada 4 horas. El capuchón
de pene debe colocarse entre el fondo de este y el
glande a unos 2 cm y se cambia cada 4 horas.
12 Valoración del paciente urológico
2 cm
2. Los absorbentes de incontinencia son dispositivos
empleados en pacientes inconscientes o cuando no
pueden usarse otros métodos. Se clasifican según su
capacidad absorbente: día, 600-900 ml, noche (AND 18,
78, 106), 900-1200ml y supernoche, > 1200 ml; según su
forma –en rectangular, anatómico o elástico–, y según
la talla de la cintura, –pequeña (50-125 cm), mediana
(70-125 cm) y grande (100-150 cm)–. Cabe destacar que
el uso de absorbentes y dispositivos externos para el
control de la incontinencia urinaria en el anciano favo-
recen la infección urinaria y la irritación cutánea.
3. Los métodos oclusivos externos masculinos son
dispositivos mecánicos cuyo objetivo es evitar la incon-
tinencia y sustituir el mecanismo esfinteriano debili-
tado por compresión sobre la uretra peneana, por ello
deben retirarse para que se efectúe la micción. Destaca
las pinzas Cunningham y de Baumrucker, y los disposi-
tivos de Oris, Penoring (obsoleto) y trimed o C3.
La pinza Cunningham (GAL
01(2) 19, 20) está compuesta por
un marco de acero inoxidable
con bisagras que soporta 2
almohadillas de gomaespuma
y un dispositivo de cierre, y
actúa aplicando una ligera
presión en el canal uretral en la parte inferior del pene.
La pinza se puede usar durante todo el día y liberar entre
micciones. Debe quedar a mitad de camino del cuerpo
del pene y aflojarse cada 1 a 2 horas para que salga el
flujo de orina. Cada 2 horas, mueva la pinza hacia arriba
y hacia abajo por el cuerpo del pene. No mantenga la
pinza colocada durante más de 2 horas en el mismo
lugar. No use la pinza a la noche mientras duerme.
En cuanto al mantenimiento, lavar la pinza a mano
con jabón suave y agua tibia y enjuagar con agua
limpia fría. Debe cambiar la pinza cada 3 meses o
antes si la espuma se gasta.
En relación a los dispositivos oclusivos feme-
ninos, destacan inicialmente en los setenta, los
dispositivos vaginales oclusivos de Habib, Edwards
y Bonnar que fueron denostados su incomodidad
y necesidad de destreza técnica. En la actualidad
destacan el diafragma estándar, pesario vaginal de
Hodge, el tapón uretral Nielsen, el balón uretral de
Reliance o el dispositivo oclusivo de Femassist. Sin
embargo, una revisión de la Cochrane señala que el
uso de dispositivos mecánicos para la incontinencia
femenina puede ser mejor que ningún tratamiento,
aunque la evidencia disponible es débil, de modo que
no hubo pruebas suficientes para recomendar algún
dispositivo específico. En anexos analizamos las acti-
vidades recogidas en taxonomía NIC en relación a la
incontinencia urinaria.
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 ISBN: 978-84-18457-06-7

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