Está en la página 1de 14

Antecedentes libertarios de negros y pardos

El negro, ocupado en las haciendas o minas de sus amos, escuchaba los planes de los
señoritones que planeaban la independencia de España; ya antes, sin embargo, ellos mismos
habían emprendido fugas, escapando de la esclavitud, forjando pueblos y aldeas llamados
palenques, fundando sus propias repúblicas cimarronas, junto con sus hermanos que buscaban
la libertad a toda costa, esa fue su primera y particular independencia, no sólo del Estado
opresor y represivo, sino de una clase que se creía superior por su color, que desconocía en el
negro la condición humana que los cobijaba, . Es así como esta experiencia de independencia
los vuelve prácticos, la búsqueda de libertad a toda costa; no les interesaban las proclamas o
los discursos rimbombantes, retóricos, de corte individualista las más de las veces y
románticos en exceso, que poco tenían que ver con el estado real de esclavitud que venían
sufriendo desde tres siglos atrás. En la gesta de Los comuneros, el papel de los negros fue tan
fundamental que el propio Galán los incitó para que se sublevaran en las haciendas de Honda,
Mariquita, Antioquia y Cauca; en haciendas y minas libertaron a los esclavos, paralizaron la
producción, inclusive presentaron memoriales pidiendo el reconocimiento de su libertad.

Buscando la independencia… ¿Para quién?

Erróneamente se ha creído que los negros no jugaron un papel importante en el proceso de


independencia, sin embargo, los antecedentes muestran cómo forjaron un sentimiento de
búsqueda de la libertad de tiempo atrás. Si bien la gesta como tal estuvo comandada y dirigida
por unos criollos que buscaban antes que nada vivir y mandar como los europeos en los
diferentes virreinatos, creando con ello divisiones y partidos, lo que forjó un proceso largo y
cruento para los americanos, también es cierto que los negros, herederos de un sentimiento
libertario que se gestó desde el momento mismo de su captura y que se transmitía de padres a
hijos por generaciones, desempeñaron un papel fundamental en el proceso de la creación de
estas repúblicas. Es así como en algunas regiones del país, como en el Caribe, específicamente
en Cartagena, la actitud del gremio de artesanos negros y mulatos influyó decididamente para
que en 1812 se declarara la independencia absoluta de la ciudad frente a España, y que en la
Constitución del mismo año se prohibiera la esclavitud y se creara un fondo de manumisión
para liberarlos gradualmente.

Ya el 14 de junio de 18 10, Cartagena había visto el pulso de negros y pardos del barrio
Getsemaní, cuando se impusieron para destituir al gobernador Francisco Montes y en su lugar
nombrar al coronel Blas de Soria, mulato de origen humilde que pasaba a ocupar el importante
cargo con el apoyo del gremio de dichos artesanos. La actitud de los negros cartageneros fue
más allá, durante el corto período de independencia absoluta que vivió ésta, de 1811 a 1815,
influyendo para que las élites declararan la independencia absoluta de España, y después
defendiendo la importante plaza ante la reconquista, bajo el mando del pacificador Morillo y
del sanguinario Juan Sámano.

El propio Bolívar, de quien se dice tenía ancestros negros, buscó la ayuda del negro Petión en
Haití, encontrando apoyo con hombres, armas y pertrechos, con la única promesa de declarar
la abolición de la esclavitud en los territorios que se fuesen emancipando, promesa que
cumplió en parte, pero que con el recrudecimiento de la guerra hizo que llegara inclusive a
decretar que aquellos negros o pardos libertos mayores de catorce años que no se unieran al
ejército libertador volverían a ser esclavizados. La actitud del Libertador de vetar la invitación a
Haití en el Congreso Anfictiónico de 1825, así como su deseo de no entablar relaciones
diplomáticas con dicho país, por el supuesto que espías haitianos estaban promoviendo una
sublevación racial en la Nueva Granada , así como el no haber decretado la abolición de la
esclavitud sin condicionamiento alguno, son sólo una muestra de la actitud de las elites frente
al negro en la construcción de la república. El fusilamiento de algunos militares con
ascendencia negra que alcanzaron estatus importantes en el ejército libertador también
muestra la actitud de una época y de sus caudillos blancos, como de Manuel Carlos Piar
Gómez, quien participó decididamente por la independencia de Colombia y de la Guyana ,
acusado de promover una conspiración contra Bolívar, fusilado en 1817, o del almirante José
Prudencio Padilla, héroe de Trafalgar y de Maracaibo, implicado injustamente dentro de los
conjurados de la llamada Noche septembrina, fusilado en 1828.

El ejército libertador buscó por medio del convencimiento atraerse a la población negra, pero
cuando no lo pudo hacer por medios pacíficos recurrió a la esclavitud, la más nefanda y odiosa
de las instituciones coloniales que pervivían aún en una gesta supuestamente libertadora, es
así como se reclutan a cinco mil esclavos del Cauca, Antioquia y Chocó, con la debida
indemnización económica para sus dueños, actitud que también tendría el ejército realista, es
decir, que en contiendas, como la de Carabobo, éstos eran obligados a batirse contra los de su
misma raza. En 1823 algunos fueron obligados a ir al Callao, reconociendo el puerto de
Tumaco, optaron por escapar y unirse al ejército del realista pastuso general Agustín
Agualongo, pero al ser recapturados o fueron asesinados o esclavizados nuevamente.

Muchos fueron los mártires negros que buscaron la libertad de su raza y de su patria, hoy
pocos recuerdan que el Pacificador Morillo pasó por el patíbulo a 39 negros que defendieron a
Cartagena; a Tomás Pérez, el sinuano que combatió en el Atrato comandando a un pelotón de
negros cimarrones; a Miguel Buch y Miguel Montalvo, negros fusilados en Bogotá en 1816 al
lado de Caldas. O a los héroes negros que defendieron el fuerte de Remolino de Murrí, o a los
negros que llevaron sobre sus hombros el navío La Rosa de los Andes , desde Cupica en el
Pacífico, hasta el Atrato en el Atlántico. Lo cierto es que mucho antes los negros habían
buscado su libertad, en una patria que aún mantiene formas de esclavismo disfrazada de
pobreza, miseria y abandono estatal. Buscaron a toda costa la libertad, ¿para quién?, para sí
mismos, para su raza, pero también para una Colombia que recién empezaba a reconocer su
importancia en la construcción de lo que somos y de lo que queremos ser como nación.

*J. Mauricio Chaves Bustos. Filósofo. Escritor de cuento, ensayo y poesía

Referencias bibliográficas
Arriaga Copete, Libardo. Nociones elementales y hechos históricos que se deben conocer para
el desarrollo de la Cátedra de Estudios Afrocolombianos o lo que todos debemos saber sobre
los negros . Bogotá, Ingenieros Gráficos Andinos, S.A., 2002.

Caballero Calderón, Eduardo. Historia privada de los colombianos. Bogotá, Antares, 1960.

Corsi Otálora, Luis. Los negros en la independencia: ¡Viva el Rei! Bogotá, Biblioteca Nacional de
Colombia. Medio magnético. s.f.

Friedemann, Nina y Arocha, Jaime. De sol a sol. Génesis, transformación y presencia de los
negros en Colombia. Bogotá, Planeta, 1986.

Múnera, Alfonso. El fracaso de la nación. Religión, clase y raza en el Caribe colombiano (1717-
1810) . Bogotá, El Áncora, 1998.

Ortiz, Sergio Elías. Colección de documentos para la historia de Colombia (época de la


independencia).Bogotá, Biblioteca de Historia Nacional, vol. CIV, 1964.

Wade, Peter. Gente negra, nación mestiza. Dinámicas de las identidades raciales en
Colombia.Medellín, Editorial Universidad de Antioquia, 1997.

Zapata Olivella, Manuel. Las claves mágicas de América (raza, clase y cultura). Bogotá, Plaza &
Janes, 1989.

Los indios realistas

Con la única excepción de Cartagena, las provincias caribeñas de la Nueva Granada fueron
proclives al mantenimiento del régimen monárquico. Desde 1813 el gobierno realista instalado
en Santa Marta afrontó el permanente asedio de los ejércitos insurgentes de Cartagena y
Santafé, que en más de una ocasión fueron rechazados gracias al apoyo de los indios que
residían en los pueblos vecinos de Mamatoco, Gaira, Bonda y Ciénaga. Fue tan importante el
respaldo de los indios que en 1816 el gobierno español nombró capitán de los reales ejércitos
al cacique de Mamatoco. Tal fue la lealtad y la constancia de estos indios, que todavía en 1823
guerrillas indígenas fueron capaces de tomarse a Ciénaga y a Santa Marta. El 4 de enero de ese
año se izó la bandera española en el castillo del Morro, último foco de la resistencia realista en
el Caribe neogranadino. Un comportamiento similar asumieron los indios guajiros de Riohacha.
E incluso en tierras de la insurgente Cartagena hubo levantamientos de indios realistas en las
Sabanas de Corozal en 1813.
En la región andina, cuya población indígena era mucho más numerosa, la mayoría de los
pueblos de indios se declararon adictos a la causa del rey. Particularmente fieles a la
monarquía se manifestaron la mayoría de los pueblos indios de las extensas provincias de
Tunja y Cundinamarca. Incluso en Antioquia, varias comunidades expresaron su disposición a
servir al rey con abastos, animales y hombres. Pero sin duda fue Pasto el distrito colonial más
fiel a la monarquía. Desde 1809 y hasta 1823 los pastusos, con el apoyo entusiasta de los 21
pueblos de indios que moraban alrededor de la ciudad, constituyeron el bastión realista más
obstinado. En los primeros años de la lucha emancipadora, y en defensa del rey, se
enfrentaron primero a los quiteños, luego a los caleños y poco después al ejército santafereño
comandado por Antonio Nariño. Años más tarde lo harían con Simón Bolívar, durante la
célebre Campaña del Sur. Y dando muestras de una lealtad y una capacidad de combate y
resistencia a toda prueba, aun después de la caída de Guayaquil y Quito en manos de los
ejércitos republicanos, en 1823 los pastusos, comandados por Agustín Agualongo, tuvieron los
arrestos suficientes para encarar a Bolívar en Ibarra, y al coronel Tomás Cipriano de Mosquera
en Barbacoas. Es decir, que cuando ya todo en Nuevo Reino de Granada y la Presidencia de
Quito estaban en manos de los patriotas, en Pasto seguía tremolando la bandera española y el
rey Fernando seguía siendo proclamado como “El Deseado”.

Los indios "Patriotas”

Curiosamente, en la historia escrita sobre la independencia de la Nueva Granada se ha


dedicado más espacio a los indios “realistas”, que a aquéllos que se alistaron en los ejércitos
patriotas o combatieron a su lado. Este silencio bien podría deberse a la ausencia de grandes
movilizaciones colectivas o acciones militares destacables de parte de los indígenas en favor de
la independencia. No obstante, en la Nueva Granada los ejércitos de uno y otro bando
reclutaron indistintamente a indios, negros y mestizos. Así, indígenas de las provincias de
Tunja y Santa Fe debieron servir como cargueros, proveedores, enfermeros o soldados tanto
en los ejércitos patriotas como en los realistas.

Existen, por lo demás, claros indicios de que en aquellas regiones en las cuales la población
indígena era mayoritaria o tenía un importante peso demográfico, los dirigentes patriotas
hicieron todo lo posible por obtener su apoyo, ya fuese éste logístico (alojamiento, alimentos,
bestias) o militar, mediante la recluta de cargadores o combatientes. Y en más de una ocasión
lo lograron. Tal fue el caso, por ejemplo, de Antonio Nariño, quien antes de emprender su
infortunada expedición al sur del año 1813, que lo llevaría a su derrota y prisión en Pasto, solía
pasearse por las calles de Santa Fe acompañado del cacique del pueblo de La Plata, Martín
Astudillo, quien le había ofrecido el apoyo de los indios de su comunidad para cruzar el temible
páramo de Guanacas, en su paso hacia Popayán y Pasto. También los paeces de Tierradentro
jugaron un papel muy destacado en las luchas emancipadoras del lado patriota. La reconocida
beligerancia de estos indios y la localización de su pueblo en la vía de paso de las tropas
patriota hacia el sur, llevó a que sus hombres fueran reclutados como soldados en importante
número, y que incluso algunos de ellos alcanzaran alguna prestancia, como el coronel Agustín
Calambás, quien al mando de los suyos fue apresado y fusilado por los realistas en Pitayó, en
medio de la campaña de reconquista. Igualmente destacada fue la participación de los paeces
en otros hechos de guerra como la toma de Inzá en 1811, o las batallas del Bajo Palacé y Alto
Palacé, Calibío, Río Palo, Cuchilla del Tambo y Pitayó.
De los indios “patriotas” de la región Caribe se sabe menos. No obstante, hay indicios de que
algunos pueblos fueron incendiados por sus propios moradores antes que entregarlos a las
tropas del ejército español de reconquista, como fue el caso de Turbana, en las goteras de
Cartagena. En otros lugares de esta misma provincia, los indios resistieron activamente a las
tropas de Morillo, tal como sucedió en los pueblos de Malambo, Usiacurí, Baranoa y Galapa,
cercanos a la insurgente villa de Barranquilla, en algunos de los cuales se formaron guerrillas
de apoyo a los ejércitos patriotas.

El 7 de junio de 1989, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) aprobó el Convenio 169
sobre pueblos indígenas y tribales de países independientes, buscando revisar y actualizar el
Convenio 107 de 1957, el cual se constituye en un instrumento internacional que protege a
dichos pueblos. Este convenio se fundamenta en el derecho a la igualdad de derechos entre los
pueblos y el resto de la población y en el respeto por su cultura e instituciones.

En cumplimiento del Convenio 169, el gobierno colombiano tiene prohibido adoptar normas
que no garanticen los derechos que protegen a los pueblos indígenas y tribales, lo cual significa
que cualquier disposición legal expedida en el país debe estar acorde con lo consagrado en él.
Un grupo étnico es un conjunto de personas que se reconocen por que sus miembros tienen
características físicas y culturales similares y las conservan a través del tiempo.

A través de la Constitución Política de Colombia en 1991, el Estado reconoce y protege la


diversidad étnica y cultural de la Nación Colombiana (artículo 7) y es obligación del Estado
proteger las riquezas culturales (artículo 8).

Las lenguas y dialectos de los grupos étnicos son también oficiales en sus territorios, y en las
comunidades con tradición lingüística propia la educación será bilingüe. (artículo 10).Su
formación deberá respetar y desarrollar su identidad cultural (artículo 68).

Las tierras comunales de grupos étnicos y las tierras de resguardo son inalienables,
imprescriptibles e inembargables (artículo 63).

Se reconoce que los grupos étnicos asentados en territorios de riqueza arqueológica tienen
derechos especiales sobre esos patrimonios culturales, que deben ser reglamentados por ley
(artículo 72).

En Colombia existen tres grupos étnicos:


Los indígenas

Los Negros, Palenqueros y Raizales

Los Row o población Gitana

1. INDÍGENAS

De acuerdo al censo nacional llevado a cabo en el año 20181, la población indígena en


Colombia creció un 36,8%, representando el 4,4% de la población total del país, sumando
1.905.617 indígenas de todos los pueblos. El crecimiento poblacional de los pueblos indígenas
fue seis veces más que el total nacional, explicado en buena parte por una tasa de fecundidad
que duplica la media nacional. Además, el incremento poblacional está asociado con la
inclusión de personas que no fueron incorporadas en la contabilización censal de 2005.

El censo de 2018 reveló también que en la actualidad existen 115 pueblos indígenas nativos en
el país, mientras que en 2005 se habían identificado a 93. Los 22 pueblos adicionales
corresponden a nuevos reconocimientos étnicos o pueblos indígenas en zonas fronterizas. Así
mismo, los pueblos en aislamiento voluntario (Jurumi, Passe y Yuri) no fueron censados.

Los departamentos en los que se ubica la mayor cantidad de población indígena son La Guajira,
con 394.683 habitantes; Cauca, con 308.455; Nariño con 206.455; Córdoba, con 202.621 y
Sucre con 104.890. Así mismo, las etnias con mayor número de miembros son la Wayuu
(380.460), la Zenú, (307.091); los Nasa, (243.176) y Pastos (163.873). Estos pueblos concentran
el 58,1% de la población indígena colombiana.

ETNIA WAYUU

Los Wayuu se encuentran ubicados en la península de La Guajira al norte de Colombia y al


noroeste de Venezuela en el estado de Zulia, sobre el mar Caribe. Ocupan un área de
1.080.336 hectáreas, las cuales están localizadas en el resguardo de la Alta y Media Guajira,
ocho resguardos más ubicados en el sur y la Media Guajira y la reserva de Carraipía. Este
pueblo indígena se encuentra ubicado en los municipios de Barrancas, Distracción, Fonseca,
Maicao, Uribía, Manaure y Riohacha; así mismo, hacen presencia en el estado venezolano de
Zulia.
INDIOS ZENU

El pueblo Senú se localiza en los resguardos de San Andrés de Sotavento, Departamento de


Córdoba y en El Volao, en el Urabá Antioqueño. Hay numerosos asentamientos, parcialidades y
propietarios individuales en Córdoba, Sucre, Antioquia y Chocó. La mayor parte de la población
habita en el resguardo de San Andrés de Sotavento.

LOS NASA O PAEZ

Los paeces o nasa, palabra que significa gente, ocupaban a la llegada de los españoles en el
siglo XVI terrenos en inmediaciones de La Plata en el departamento del Huila, organizados en
parcialidades a cargo de una persona, y su poblamiento disperso fue calculado en 10 mil
habitantes dedicados al cultivo de la yuca, el maíz y la coca.

Compartían el territorio junto con los Pijaos (Caribes) y Guanacas, con los que sostenían
alianzas militares e intercambios económicos. Sus vínculos militares con los Yalcón y los Pijao
son tomados como elemento para elaborar la hipótesis de su origen Karib. Existieron para ellos
tres caciques destacados: Avirama, Páez y Suin, quienes sobresalieron en sus luchas para
frenar la invasión de los conquistadores españoles.

Actualmente los Paeces habitan 96 resguardos en los departamentos de Cauca, Huila,


Putumayo, Caquetá, Meta y Valle. Sin embargo, es la región conocida como Tierradentro,
nombre dado por los colonizadores españoles a una zona de difícil acceso, rodeada de
montañas enormes y ubicada en la vertiente oriental de la cordillera central, en el
departamento del Cauca -en un triángulo geográfico formado por los contrafuertes orientales
de la cordillera central y las cuencas hidrográficas de los ríos Páez y Yaguará al oriente, La Plata
y Páez al sur-, el hábitat natural de esta etnia.

LOS PASTOS

El Pueblo de los Pastos se ubica en la franja transversal del sur de Colombia y el norte del
Ecuador. En Colombia se encuentran en el departamento de Nariño y Putumayo, en los
resguardos indígenas de Mayasquer, Panan, Chiles, Cumbal, Cuaspud, Aldana, Ipiales, San
Juan, Potosí, Males, Yaramal, Puerres, Funes, Iles, Imués, Calcan, Túquerres, Guaitarilla,
Yascual, Guachaves, Mallama, Colimba, Muellamués, Guachucal y Sapuyes.

La medicina tradicional y el respeto ante la naturaleza es algo que caracteriza principalmente a


los indígenas Pasto, pues su cultura está basada principalmente en esto. Existen desde siempre
en su cultura personajes que se encargan de la salud del pueblo teniendo en cuenta las
enseñanzas ancestrales y la naturaleza.
Los Pastos viven principalmente de la agricultura y de las actividades pecuarias orientadas a la
producción de leche y ganado lanar. Los territorios ubicados en las partes altas producen
tubérculos como papa, oca, maíz, calabaza, arracacha, guineos, quinua, hortalizas, frutas y
especies menores. En el clima medio cultivan plátano, café y caña de azúcar. Dependen
principalmente de la mano de obra familiar y del trabajo comunitario. Para la venta producen
quesos y otros derivados de la leche, dulce de caña y productos de la lana como cobijas y
canastos de bejuco chilán.

2. NEGROS, PALENQUEROS Y RAIZALES

Según la Encuesta de Calidad de Vida – ECV-2018, realizada por el Departamento Nacional de


Estadística – DANE, SE Estima que, la población negra, afrocolombiana, raizal y palenquera
NARP en el país ascienda a 4,671,1603 de personas, lo que corresponde al 9.34% de la
población total del país.

COMUNIDAD NEGRA: Es el conjunto de familias de ascendencia afrocolombiana que poseen


una cultura propia, comparten una historia y tienen sus propias tradiciones y costumbres
dentro de la relación campo-poblado, además revelan y conservan conciencia de identidad que
las distinguen de otros grupos étnicos. (Art. 2- Ley 70 de 1993).

POBLACIÓN AFROCOLOMBIANA: Son los grupos humanos que hacen presencia en todo el
territorio nacional (urbano-rural), de raíces y descendencia histórica, étnica y cultural africana
nacidos en Colombia, con su diversidad racial, lingüística y folclórica. (Grueso, et al, 2007:4)15

POBLACIÓN RAIZAL: Es la población nativa de las Islas de San Andrés, Providencia Y Santa
Catalina descendientes de la unión entre europeos (principalmente ingleses, españoles y
holandeses) y esclavos africanos. Se distinguen por su cultura, lengua (creole), creencias
religiosas (iglesia bautista) y pasado histórico similar a los pueblos antillanos como Jamaica y
Haití. Dada su especificidad cultural ha sido sujeto de políticas, planes y programas socio-
culturales diferenciados de otras comunidades negras del continente colombiano.

POBLACIÓN PALENQUERA: La comunidad palenquera está conformada por los descendientes


de los esclavizados que mediante actos de resistencia y de libertad, se refugiaron en los
territorios de la Costa Norte de Colombia desde el Siglo XV denominados palenques. Existen 4
Palenques reconocidos: San Basilio de Palenque (Mahates – Bolívar), San José de Uré
(Córdoba), Jacobo Pérez escobar (Magdalena) y La Libertad (Sucre).

3. GITAMOS O ROW
El pueblo rrom o gitano se consolida y fortalece como grupo étnico que hacer parte de la
diversidad étnica y cultural de la nación colombiana. Su origen se remonta a más de 1000 años,
proviene del norte de la India y conserva un alto bagaje cultural que lo diferencia de otros
pueblos y de la sociedad mayoritaria. En este sentido, cuenta con unos elementos identitarios
que los diferencian notablemente de los demás grupos étnicos DE la sociedad. Sé es rrom o
gitano por derecho de nacimiento y se lleva la sangre gitana.

Mediante el decreto 2957, del 6 de agosto de 2010, el Estado colombiano reconoce que los
gitanos tienen una identidad propia y mantienen una conciencia étnica particular. También
que posee una forma de organización social específica y su propia lengua y ha definido
históricamente sus propias instituciones políticas y sociales. A partir de la promulgación de
esta herramienta de protección, el Ministerio de Cultura junto con el pueblo gitano trabaja en
la creación de los mecanismos idóneos para proteger y promover las prácticas culturales y
tradicionales de esa comunidad.

Según los resultados del censo nacional de población y vivienda 2018 la población que se
autorreconoce como gitana o Rrom asciende a 2.649 personas.

COLOMBIA: PAÍS CON GRAN DIVERSIDAD LINGUISTICA

En Colombia existen aproximadamente 68 lenguas nativas habladas por cerca de 850.000


personas. Entre ellas, se encuentran 65 lenguas indígenas, o indoamericanas, dos lenguas
criollas habladas por afrodescendientes: el creole de base léxica inglesa hablado en San
Andrés, Providencia y Santa Catalina y el Ri Palengue de base léxica española, hablada en San
Basilio de Palenque, Cartagena y Barranquilla, donde residen palenqueros. De igual manera, en
Colombia, también se encuentra, la lengua Rromaní hablada por el pueblo Rrom o Gitano
presente en diferentes departamentos del país. Muchas de estas lenguas están en riesgo y las
próximas generaciones no las conocerá.

En 2010 se emitió la Ley de Lenguas, con la cual el Estado colombiano busca salvaguardar y
fomentar la diversidad lingüística, a través de la protección y garantía del uso de las lenguas
nativas en el territorio colombiano, como un derecho de los hablantes y pertenecientes a los
pueblos indígenas, afrodescendientes y rom. Esto quiere decir que todos los pueblos indígenas
tienen derecho a hacer uso de sus idiomas en los ámbitos privados y públicos,
reconociéndolos, junto con el español, como idiomas oficiales en sus territorios, para su uso
pleno en la educación, los medios de comunicación, o en instancias jurídicas.

En el portal de Datos.gov.co se encuentra publicado el Mapa Sonoro - Lenguas Nativas de


Colombia, en donde se encuentra información de lenguas nativas de pueblos indígenas,
palanquero, creol y gitanos que habitan nuestro territorio y conservan su lengua viva, como
parte fundamental de su propia identidad. La información puede ser consultada en:
https://www.datos.gov.co/Cultura/Mapa-Sonoro-Lenguas-Nativas-de-Colombia/734h-gxtn/
data

Con el objetivo de preservar las lenguas y promover la difusión de conocimiento en idiomas


indígenas, la UNESCO apoyó el desarrollo de cuatro proyectos pilotos con nuevas tecnologías
de información y comunicación, TIC, en Colombia, Guatemala, México y Perú.

En el caso colombiano, en 2006 Colnodo se encargó del montaje de una plataforma que
permitió a la comunidad Nasa Yuwe del Cauca, producir y difundir información en su lengua
indígena.
En 2019 la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones - APC, a través de su fondo de
proyectos realizó una donación para la actualización de la plataforma con el fin de garantizar
que los contenidos pudiesen ser utilizados desde cualquier dispositivo y simplificar la
administración de los cursos y ampliar su uso a través de las comunidades indígenas
participantes y nuevas comunidades.

En la plataforma https://www.enmiidioma.org/ la ciudadanía podrá conocer de las siguientes


lenguas nativas: .

NASA YUWE / ÊBÊRÂ ?'E'DEA / BARIARA / NAM TRIK / WAYUUNAIKI / RUNA SHIMI / BANTÚ

También podría gustarte