Machine Translated by Google
Nutr Hosp 2013;28(Supl. 5):128­137
Salud pública y prevención de la obesidad: ¿fracaso o éxito?
Javier Aranceta Bartrina
Departamento de Nutrición Humana y Dietética. Universidad de Navarra. España.
Abstracto
En las últimas décadas, la obesidad se ha convertido en un problema público importante.
problema de salud en las sociedades y economías desarrolladas en
transición. Los rápidos cambios sociales que se han producido desde
A mediados del siglo XX se produjeron cambios importantes en la alimentación.
hábitos y estilos de vida, con el paulatino abandono de
patrones dietéticos y técnicas culinarias tradicionales, disminución
significativa de la actividad física y aumento del tiempo de sedentarismo,
dando como resultado un desequilibrio en la energía.
balance. La obesidad es un factor de riesgo para muchas enfermedades
crónicas. Hay evidencia de que la obesidad infantil influye
condición de salud del adulto. Además, la obesidad en los niños.
afecta su bienestar físico, emocional y social.
Según algunas estimaciones, el coste de la obesidad puede representar
hasta el 12% del coste sanitario en algunos países. Muchos
Las acciones se han desarrollado desde aproximadamente el año 2000.
La OMS alertó sobre el problema. El análisis de los factores implicados
en el origen del problema ha llevado a reconocer la importancia de
crear entornos propicios para la elección de alimentos más saludables
y la realización de actividad física.
Las opciones más fáciles y accesibles en común todos los días.
Entornos como escuelas, lugares de trabajo o comunidades.
ambiente. Hace tiempo que se dispone de evidencia de que la mayoría
Se deben implementar intervenciones efectivas para prevenir la obesidad infantil.
Considere múltiples estrategias y dure más. Hoy es
También reconoció la importancia de implementar políticas
que fomenten entornos amigables y de apoyo para
actividad física y ayuda a la toma de decisiones para optar por hábitos
alimentarios saludables.
NutrHosp 2013; 28 (Supl. 5): 128­137
Palabras clave: Obesidad. Niños. Prevención. Hábitos alimenticios.
Actividad física. Política.
Correspondencia: Javier Aranceta.
Apartado de correos 5199.
48048Bilbao. España.
Correo electrónico: jaranceta@unav.es
128
ISSN (Versión papel): 0212­1611
ISSN (Versión electrónica): 1699­5198
CODEN NUHOEQ
RVS 318
SALUD PÚBLICA Y PREVENCIÓN
DE LA OBESIDAD: ¿ÉXITO O FRACASO?
resumen
En las últimas décadas la obesidad se ha convertido en
un importante problema de salud pública en las sociedades­des
desarrolladas y economías en transición. Los rapidos
cambios sociales acontecidos desde mediados del siglo 20
Impulsaron importantes transformaciones en los hábitos.
alimentarios y estilos de vida, con el abandono progresivo
de los modelos alimentarios y técnicas culinarias tradicionales,
importante disminución de la actividad física y
aumento del tiempo de sedentarismo, dando como resultado un
desequilibrio en el equilibrio energético. La obesidad es un factor de
riesgo asociado para muchas enfermedades crónicas. En los niños
además de condicionar su
salud como adultos, afecta su salud física, emocional y
social durante la niñez. Según algunas estimaciones el
coste de la obesidad puede representar hasta el 12% del
gasto sanitario en algunos países. Se han desarrollado
muchas acciones desde que en torno al año 2000 la OMS
alertará sobre el problema. El analisis de los factores
implicados en el origen del problema han llevado a reconocer la
importancia de crear ambientes favorables para
que las opciones alimentarias y de actividad física más
saludables sean las más fáciles y asequibles en las actividades y
entornos cotidianos más habituales, como colegios, medio laboral,
entorno comunitario. Desde hace
tiempo se dispone de evidencia de que las intervenciones
Más efectivas para la prevención de la obesidad infantil.
deben contemplar múltiples estrategias y prolongarse en
el tiempo. Hoy además reconocemos la importancia de
Poner en marcha políticas que favorezcan entornos ama­bles que
estimulen la práctica de actividad física, favorez­can decisiones que
permitan configurar hábitos alimentarios más saludables.
NutrHosp 2013; 28 (Supl. 5): 128­137
Palabras clave: Obesidad. Niños. Prevención. Alimentación.
Actividad física. Políticas.
Machine Translated by Google
Introducción
Según la OMS, el sobrepeso y la obesidad es el quinto factor de
riesgo de mortalidad en el mundo. Alrededor de 2,8 millones de
muertes anuales están asociadas a la obesidad en el mundo.
Además, el 44% de la carga de diabetes, el 23% de las cardiopatías
isquémicas y entre el 7% y el 41% de determinados tipos de cáncer
son atribuibles al exceso de peso corporal.
En España la prevalencia del sobrepeso y la obesidad ha
aumentado constantemente en las últimas décadas. Los datos de
estudios basados en el peso y la altura corporal medidos
individualmente en muestras de población aleatorias de diferentes
grupos de edad muestran que la prevalencia de la obesidad alrededor
del año 2000 era mayor en los niños que en las niñas en la infancia
y la adolescencia hasta los 25 años. A partir de esta edad,
especialmente a partir de los 45 años, la prevalencia de obesidad
aumenta con la edad en las mujeres y las tasas son claramente
superiores a las de los hombres. La prevalencia de la obesidad
aumenta con la edad también en los hombres a partir de los 45 años, aunque población.4 La figura 1 muestra tasas estandarizadas de sobrepeso
Entre la población en edad escolar, los datos estimados en el
proyecto PERSEO en 2009 en las Comunidades Autónomas
implicadas muestran un aumento significativo de la prevalencia de
obesidad entre los 6 y los 12 años en Andalucía, Murcia, Extremadura
y Galicia respecto a datos anteriores medidos entre 1998. y 2000,
regiones que ya entonces presentaban tasas elevadas. Sin embargo,
la prevalencia de obesidad ha aumentado considerablemente en el
mismo grupo de edad en regiones como Castilla y León con tasas de
prevalencia moderadas­bajas en 2000. Las Islas Canarias mostraron
la tasa más alta en 2000 y la prevalencia sigue siendo alta, pero no
ha aumentado. . Estas cifras son consistentes con las estimaciones
del estudio de Aladino en una muestra nacional del mismo grupo de
edad en 2010.
80%
70%
60%
50%
icsneeplaevrbeleorP
ao ds
EE.UU
40%
Austria
Australia
30%
20%
1970 1980
En el contexto internacional, la prevalencia de obesidad en España
en adultos está ligeramente por debajo de las estimaciones medias
de los países de la OCDE. La prevalencia del exceso de peso
corporal en niños y adolescentes españoles, sin embargo, está
claramente por encima de la media estimada de los países de la
OCDE para este grupo de edad, un 22,9% para las niñas y un 32%
para los niños de 5 a 17 años, según datos publicados por IASO2.
En Australia Occidental, el índice de masa corporal es el principal
factor de riesgo de enfermedad, por encima del tabaco. Si las
proyecciones estimadas se cumplen en su mayoría, los adultos del
mundo tendrán sobrepeso u obesidad para el año 2030. Una revisión
sistemática que incluye estudios de 25 países analizó las tendencias
de la obesidad desde 1999. Los resultados muestran un aumento
constante del problema. Esta tendencia se puede observar tanto en
los países europeos como en los asiáticos. En Estados Unidos, las
tendencias de evolución de las tasas de obesidad están asociadas
con la raza y el origen étnico; por lo tanto, la obesidad ha aumentado
entre las mujeres mexicanas y negras estadounidenses no hispanas,
mientras que la tendencia está cambiando en otros grupos de
más lentamente.1
(incluida la obesidad) y las tendencias proyectadas según las estimaciones de la OCDE.
A pesar de que la prevalencia de la obesidad en adultos está
aumentando en la mayoría de los países del mundo,5 algunos
estudios sugieren que el descenso está comenzando en los niños,
como lo muestra una revisión que incluye datos de 9 países europeos,
América del Norte, Asia y Oceanía6, tal vez como resultado de
Intervenciones de Salud Pública.
Índice de Masa Corporal (IMC), indicadores de salud y
costos sanitarios
Se han realizado diferentes análisis sobre el impacto del IMC bajo
y alto en la enfermedad y la supervivencia.
Canadá
Reino Unido
Italia
Francia
Corea del Sur
Fig. 1.—Tasas estandarizadas
de sobrepeso (incluida la
1990 2000 2010 2020
obesidad) y tendencias proyectadas.
Fuente: OCDE, 2012.
129
Machine Translated by Google

Según el análisis basado en el “Prospective Studies Collaboration”,7 que
incluye datos de 57 estudios de Europa Occidental y EE.UU. (n = 894.576),
edad media: 46 años; 61% hombres e IMC: 25 kg/m2 , el IMC es un fuerte
predictor de mortalidad general. En este estudio, cada 5 kg/m² más de IMC
se asoció en promedio con alrededor de un 30% más de mortalidad general,
un 40% de mortalidad vascular, un 60­120% de mortalidad diabética, renal
y hepática, un 10% de mortalidad neoplásica y un 20% de mortalidad
respiratorio. Los autores concluyeron que la mortalidad era más baja con un
IMC de entre 22,5 y 25 kg/m². El exceso progresivo de mortalidad por
encima de este rango se debe principalmente a enfermedades vasculares.
Con 30­35 kg/m², la supervivencia media se reduce entre 2 y 4 años; con
40­45 kg/m², se reduce entre 8 y 10 años, comparable a los efectos del
tabaquismo. El exceso de mortalidad por debajo de 22 ∙ 5 kg/m² se debe
principalmente a enfermedades relacionadas con el tabaquismo, pero no se
explica completamente7 .
La obesidad de grados 2 y 3 se asoció con una mortalidad por todas las
causas significativamente mayor. La obesidad de grado 1 en general no se
asoció con una mayor mortalidad, y el sobrepeso se asoció con una
mortalidad por todas las causas significativamente menor, lo que sugiere
que la principal contribución al exceso de mortalidad en la obesidad proviene
de niveles más altos de IMC, iguales o superiores a 35,8.
Respecto a los costes sanitarios atribuibles al sobrepeso y la obesidad,
el Instituto Bernard Krief publicó en 1999 un informe sobre el coste de la
obesidad en España y estimó que el gasto sanitario asociado a la obesidad
suponía hasta el 7% del coste sanitario total en España. el país. Estas
estimaciones podrían llegar hasta el 9% hasta la fecha considerando
tratamientos farmacéuticos utilizados sin receta, remedios a base de hierbas,
productos dietéticos especiales y consultorios y clínicas privadas.

La Tabla I resume el impacto de la obesidad infantil en la salud física,

Un metaanálisis reciente de los índices de riesgo informados de
mortalidad por todas las causas por sobrepeso y obesidad en relación con
el peso normal en la población general incluyó 97 estudios que proporcionaron
un tamaño de muestra combinado de más de 2,88 millones de personas y
más de 270.000 muertes.
emocional y social.
Se ha demostrado que la obesidad y el sobrepeso aumentan la tasa de
varias afecciones médicas adversas comunes, lo que genera costos
económicos de 300 mil millones de dólares al año en Estados Unidos y
Canadá. Estos costos resultan de una mayor necesidad de atención médica

En relación con el peso normal, tanto la obesidad (todos los grados) como la y de la pérdida de

Tabla I
Impacto de la obesidad infantil en la salud

Salud física

Intolerancia a la glucosa Hiperinsulinemia: OR: 12,1

Diabetes tipo 2 En EE.UU., la prevalencia de diabetes en niños es 10 veces mayor (1982­1994)

Síndrome metabólico Presente en el 30% de los niños obesos (EE.UU.)

Hipertensión Casi el 60% de los niños con hipertensión son obesos TAS: OR
4,5; TAD: O 2.4

dislipemia Ä LDL: O 3,0; HDL : O 3,4; Ä TGC: OR 7,1 El 58% de los

niños obesos tiene 1 factor de riesgo cardiovascular; 25% ≥ 2 FR

Esteatosis hepática >10% de los niños obesos

colelitiasis Aprox. El 50% de los casos están asociados a la obesidad adolescente. – 75% (1979­1999)

Apnea del sueño Ä 175% (1979­1999)

Asma El 40% de los ingresos hospitalarios están asociados a la obesidad

Desórdenes menstruales El 30% de las mujeres con síndrome de ovario poliquístico son obesas

Trastornos ortopédicos Pie plano, genu valgo, enfermedad de Blount, (dos tercios de los casos se dan en obesos),...

baja autoestima

Salud emocional Imagen corporal negativa

Depresión

Estigmatización

Estereotipos negativos
Salud social
Acoso

Marginación y aislamiento

Fuentes: Dietz WH. Pediatría, 1998; Reilly JJ y cols. Arco Dis Niño, 2003; NAS. Prevención de la obesidad infantil, 2005; Wang G; Dietz WH. Pediatría, 2002.

130
Machine Translated by Google
productividad económica resultante del exceso de mortalidad y
discapacidad. Se ha informado que más de una cuarta parte de los
costos de atención médica en Estados Unidos están relacionados con la
obesidad y que los costos de atención médica de los trabajadores
obesos son hasta un 21 por ciento más altos que los de los trabajadores
no obesos.9 Una revisión sistemática de los costos asociados con la
obesidad o los programas de intervención en Canadá entre 1990 y 2011
refirieron que los costos directos representaron del 37,2% al 54,5% de
los costos anuales totales y que entre el 2,2% y el 12,0% del gasto total
en salud de Canadá eran atribuibles a la obesidad.
Se ha estimado que los costos de la obesidad en los niños
estadounidenses representan el 9% de los costos de atención médica, y
se ha informado de un aumento considerable en comparación con las
estimaciones de hace una década (1­6%). Se estima que las
intervenciones preventivas para la obesidad infantil representan el 5%
de los costos de atención médica.10­12 Además de eso, también se
deben considerar los trastornos relacionados con la salud emocional y
social causados por la obesidad en niños y adolescentes. .
Acciones para controlar la obesidad
La conciencia sobre la situación de la obesidad ha mejorado, al
menos en términos del número de programas de políticas, directrices y
planes estratégicos. Desde que la OMS publicó en el año 2000 el informe
sobre obesidad, que definió la obesidad como una epidemia y uno de
los problemas de salud pública más relevantes, se han invertido muchos
esfuerzos en el diseño de estrategias efectivas para combatir el exceso
de peso corporal y revertir las tendencias.
En 2004, la OMS publicó la Estrategia Mundial sobre Dieta y Actividad
Física para la Salud, tras un largo proceso de desarrollo. La iniciativa
involucró a todos los estados miembros para tomar medidas y adoptar
planes estratégicos nacionales y acciones locales en línea con la
estrategia acordada.13
Comités de expertos han preparado documentos adicionales en la
misma dirección y los estados miembros de diferentes organizaciones
internacionales los han acordado. Algunos ejemplos a mencionar
incluyen la Carta Europea para contrarrestar la obesidad publicada en el
contexto de la Conferencia Ministerial Europea de la OMS sobre la lucha
contra la obesidad, la dieta y la actividad física para la salud, celebrada
en Estambul (Turquía), del 15 al 17 de noviembre de 2006; el Libro
Blanco de la Comisión de las Comunidades Europeas sobre una
estrategia para Europa sobre cuestiones de salud relacionadas con la
nutrición, el sobrepeso y la obesidad, 200714 o el informe La obesidad
y la economía de la prevención: fit not fat, elaborado conjuntamente por
la OCDE y la Organización Mundial de la Salud y discutido por los
Ministros de Salud en una reunión celebrada en París en octubre de
2010.15
En septiembre de 2011, la Asamblea General de las Naciones Unidas
celebró en Nueva York una reunión de alto nivel sobre prevención y
control de enfermedades no transmisibles. La Asamblea General adoptó
por consenso la resolución titulada “Declaración Política de la Reunión
de Alto Nivel de la Asamblea General sobre Prevención y Control de
Enfermedades No Transmisibles”. El Plan de Acción para
La implementación de la Estrategia Europea para la Prevención y el
Control de Enfermedades No Transmisibles 2012­2016 considera
intervenciones prioritarias la reducción de la ingesta de ácidos grasos
trans y sal, así como la promoción de hábitos alimentarios más saludables
a través de políticas fiscales16, y la Plan de Acción de la OMS 2008­2013
para la implementación de la estrategia mundial para la prevención y el
control de enfermedades no transmisibles.
El Modelo Ecológico: Políticas, entornos y
comportamientos
Para diseñar estrategias para contrarrestar la obesidad es importante
considerar los orígenes del problema. Desde mediados del siglo XX y
particularmente en el último tercio del siglo pasado se produjeron rápidos
cambios sociológicos con gran impacto en los estilos de vida y en la
organización de la vida cotidiana de muchos países: procesos de
urbanización y progresivo abandono de las zonas rurales, mujeres
incorporación al mundo laboral que trajo cambios en la vida familiar con
impacto en las comidas familiares, el tiempo dedicado a la adquisición
de alimentos, la preparación y consumo de alimentos o incluso la forma
de consumir alimentos y bebidas; cambios en los sistemas de producción
y distribución de alimentos con un enorme crecimiento de las industrias
relacionadas con este sector; transformación en las estrategias de
marketing y publicidad, así como en los medios utilizados; mejoras en el
bienestar y la sociedad del bienestar, entre otras consideraciones.
Todas estas modificaciones influyeron en los estilos de vida de
niños, adolescentes y adultos conduciendo a cambios en los hábitos
alimentarios, una reducción considerable de la actividad física habitual
en una elevada proporción de la población y un aumento del tiempo
dedicado a actividades sedentarias. Al mismo tiempo, los patrones
alimentarios tradicionales, los estilos de cocina y las recetas tradicionales
han sido reemplazados gradualmente por preparaciones de alimentos
que requieren poco tiempo para estar listas y un consumo cada vez
mayor de alimentos y bebidas parciales o simplemente listos para comer,
así como un consumo más frecuente de alimentos. fuera de casa, en
restaurantes comerciales, comedores, comidas escolares, lugares de
trabajo o instituciones.17 Este análisis de la situación actual implica el
reconocimiento
de que los patrones de consumo de alimentos y la actividad física
individual están significativamente influenciados por el entorno en el
que vivimos, por la oferta de alimentos y bebidas disponibles en los
entornos en los que desarrollamos las actividades diarias —estudio,
trabajo, ocio—, por la posibilidad de acceso a entornos seguros y
amigables para practicar actividad física, caminar, etc. también estamos
influenciados por los grupos sociales con los que interactuamos, grupos
más cercanos y más relevantes como la familia, el colegio o el grupo de
amigos; Otras influencias sociales son más distales como las modas, las
tendencias o la comunidad en la que vivimos.
Desde este punto de vista, se ha aceptado el Modelo Ecológico de
cambio de comportamiento. El modelo reconoce la interacción entre el
medio ambiente y el
131
Machine Translated by Google
diferentes comportamientos como modelo teórico de referencia
para la planificación de estrategias de prevención de la obesidad.
De hecho, la OMS reconoce que para apoyar a las personas en
el proceso de elección, de modo que en relación con la
alimentación y la actividad física la opción más saludable
también sea de fácil acceso y sencilla, es fundamental crear
entornos favorables en los ámbitos en los que la normalidad se
realizan las actividades cotidianas, la comunidad donde vivimos,
donde estudiamos, donde trabajamos o donde disfrutamos del
tiempo de ocio y descanso. Políticas, normas, regulaciones y
acuerdos sociales a diferentes niveles son esenciales para crear
ambientes más saludables. En este marco interactúan los
diferentes grupos sociales y finalmente, los individuos eligen y
toman decisiones basándose en sus motivaciones, actitudes,
información y creencias personales.18
Iniciativas para mejorar la nutrición y prevenir la obesidad y sus
complicaciones en diferentes países
Con este enfoque se han probado diferentes estrategias en
diferentes países. Incentivos para fomentar comportamientos
saludables, como la reducción de impuestos para las familias
que practican deportes (Canadá) y el uso de desincentivos
financieros para desalentar comportamientos no saludables,
como cuotas para cada empleado que exceda el límite aceptable
de circunferencia de la cintura (Japón). También se han puesto
en marcha iniciativas para incrementar la variedad y calidad del
suministro alimentario, como frutas y verduras en entornos
socioeconómicamente desfavorecidos o en zonas aisladas y
alejadas (Reino Unido, EE.UU.), regulación del acceso a
alimentos y bebidas con alto contenido en grasas, azúcar o sal.
en las escuelas (Francia, España, EE. UU., etc.), regulaciones
para influir en las decisiones de compra de alimentos y bebidas
de los consumidores, como cambios en el etiquetado de los
alimentos como el semáforo múltiple (Reino Unido) o el símbolo
de Elecciones Saludables (Países Bajos) , control y regulación
de la publicidad de alimentos y bebidas mediante códigos de
autorregulación y otras medidas (España, Reino Unido, etc.),
creando comunidades que apoyen la alimentación saludable y
la actividad física, con iniciativas como el programa EPODE en
Francia y otros. países; Shape­UP Sommerville en EE. UU. y
otras intervenciones comunitarias implementadas en EE. UU. y
Australia.19­21
En otros casos, como algunos estados norteamericanos, se
han propuesto regulaciones que regulan el tiempo mínimo
dedicado a la actividad física en la escuela. Otras intervenciones
han regulado la atención a personas con sobrepeso o trastornos
de la conducta alimentaria, o incluso regulando la recogida
sistemática de información sobre peso y talla en determinadas
condiciones con fines de vigilancia, por ejemplo en Francia
dirigida a población escolar. La Tabla II muestra los enfoques
de políticas para la prevención de la obesidad implementados
en diferentes países.
Las políticas generales están encaminadas a promover
cambios en el entorno para generar espacios (tiempo y lugar),
recorridos seguros y amigables para incentivar la práctica de
actividad física y facilitar la provisión de alimentos y bebidas que
permitan la práctica de hábitos saludables.
132
hábitos alimentarios como la opción más fácil y accesible.
Algunas de estas intervenciones han promovido cambios en los
menús que se ofrecen en los comedores escolares o en el
repertorio de alimentos y bebidas que se ofrecen en los puntos
de venta en el interior de los edificios escolares o en los centros
deportivos o de ocio para niños y jóvenes. Otras iniciativas han
regulado la información nutricional en las etiquetas de los
alimentos para que sea más fácil de entender para los
consumidores y ayudarlos a tomar decisiones informadas sobre
alimentos y bebidas de acuerdo con patrones de alimentación
saludables, por ejemplo, consejos cuantitativos y gráficos como
los múltiples semáforos o símbolos. como el logo de opciones
saludables o el candado verde22 En algunos países las políticas
fiscales han sugerido agregar impuestos a ciertos alimentos y
bebidas con alta densidad energética o reducir otros, como
frutas y verduras, para fomentar su consumo.23.
Además, las políticas también deberían estar dirigidas a
promover un cambio de comportamiento individual hacia la
adopción y práctica de hábitos alimentarios más saludables y
actividad física desde los entornos
locales.17,19,21 En este sentido, tanto la Estrategia Global
sobre Dieta, Física y Actividad Física y Salud (DPAS) y la OPS
incluyen entre las intervenciones clave para reducir la carga de
la obesidad y las enfermedades crónicas a través de cambios
en la dieta: promover y proteger la lactancia materna exclusiva
hasta los seis meses de edad, aumentar la disponibilidad,
accesibilidad y consumo de agua corriente. , reducir el consumo
de azúcar y grasas en bebidas, reducir el consumo y la cantidad
de azúcar añadido en los alimentos, reducir la ingesta de grasas
saturadas y eliminar el consumo y producción de grasas trans
industriales, aumentar el consumo de verduras y frutas, aumentar
el consumo de cereales integrales y fibra en la dieta, reducir la
ingesta de sodio, reducir el tamaño de las porciones en
restaurantes y puntos de venta de alimentos preparados y
procesados, aumentar la nutrición para la alfabetización en salud
y aumentar la capacidad de toma de decisiones responsable
sobre una dieta saludable en la población.
Estrategia de Nutrición, Actividad Física y
Prevención de la Obesidad (EsNAOS)
Siguiendo los compromisos adquiridos con la aprobación de
la DPAS, España adoptó en 2005 la Estrategia de Nutrición,
Actividad Física y Prevención de la Obesidad (EsNAOS),24 un
ambicioso plan estratégico que marcaba las líneas de actuación
en los años siguientes, que contemplaba la implantación de
medidas como programas de educación nutricional, mejora del
suministro de alimentos en los comedores escolares; limitación
de la disponibilidad de productos de alto contenido energético
en las máquinas expendedoras situadas en el entorno escolar,
promoción de actividades deportivas escolares, control de la
publicidad de alimentos y bebidas dirigida a los niños; adecuación
de la composición nutricional de los productos principalmente en
el contenido de sal y grasas trans y el desarrollo de protocolos
para atención primaria. Todas estas líneas de actuación se
centran en actuaciones en tres áreas principales. En el ámbito
familiar y comunitario a través de la información
Machine Translated by Google
Enfoques políticos para la prevención de la obesidad implementados en diferentes países
Política
Incentivos para motivar comportamientos saludables;
Desincentivos financieros para desalentar ciertos
comportamientos menos saludables
Requisitos para mejorar la calidad, la diversidad y la
disponibilidad de los alimentos
Restringir el acceso a alimentos no saludables
Regulaciones enfocadas a influir en la elección del consumidor
Regulación del marketing y la publicidad.
Crear comunidades que apoyen estilos de vida saludables
Estipulación de requisitos mínimos de actividad física (lugares
de trabajo) y educación física (ámbito escolar)
Mandatos para la cobertura sanitaria del sobrepeso y la
obesidad por parte de las compañías aseguradoras
Mandatos para generar recursos para el gobierno
uso de ment
campañas de información, creación de grupos de trabajo a nivel
autonómico y municipal y colaboración con empresas de
entretenimiento y fabricantes y anunciantes de juguetes.
A nivel escolar la Estrategia NAOS contempla tres grandes
líneas de acción: educación nutricional a través del currículo
escolar, talleres específicos y fomento de la formación docente
en esta materia; regulación y supervisión del suministro de
alimentos y funcionamiento de comedores escolares y regulación
del suministro de alimentos y bebidas a través de máquinas
expendedoras ubicadas en las escuelas. También se centra en
la actividad física en las escuelas.
En todas las líneas de acción específicamente la estrategia
considera la participación, espacios de encuentro y negociación
con los actores clave: federación de asociaciones de padres de
familia, asociaciones empresariales de los sectores afectados:
fabricantes de alimentos y bebidas, catering, vending,
distribución comercial, así como la asociaciones científicas y
profesionales interesadas.
La estrategia de NAOS considera especialmente los sectores
industriales implicados a través del establecimiento de
convenios con la Federación Española de Industrias de
Alimentación y Bebidas (FIAB) y empresas de distribución
comercial: ANGED o ASEDAS. Fruto de estos acuerdos de
colaboración fue la adopción e implementación
Cuadro II
Descripción País
Reducción de impuestos para familias que practican deportes Canadá
Tarifas adicionales en la contribución de las empresas al seguro nacional por cada empleado Japón
que exceda el límite aceptable de circunferencia de cintura
Emitieron iniciativa en la ciudad de Nueva York para aumentar los permisos de venta de frutas EE.UU
en las aceras de barrios con altos índices de pobreza
Eliminación de bebidas azucaradas en las escuelas Francia, Estados Unidos
El sistema voluntario de semáforos en una imagen muy visible en el frente de los paquetes de Reino Unido, Australia
alimentos
Estrategia NAOS. Autorregulación de códigos publicitarios. Desarrollo de pautas dietéticas para España
familias, escuelas y empresas.
EPODO. Intervención comunitaria para prevenir la obesidad infantil, basada en 4 pilares: 1) Francia
Apoyo político al más alto nivel, 2) una base científica sólida, 3) marketing social y 4) Unión Europea
participación de múltiples actores. EE.UU
Programa “Shape­Up Somerville”. Iniciativa de la Universidad de Tufts y la ciudad de Somerville
en Massachusetts para promover la actividad física y la alimentación saludable
Normas en Connecticut y Kentucky en EE.UU. para regular una actividad física mínima diaria EE.UU
en escolares
Ley que obliga a las compañías de seguros de salud y obras sociales a brindar cobertura para Argentina
trastornos alimentarios como obesidad, bulimia y anorexia. EE.UU
Ley Antidiscriminación de la Obesidad en Georgia, obliga a las aseguradoras a cubrir el
tratamiento de la obesidad mórbida en sus asegurados
Ley que determina la medición y notificación del peso corporal y la talla en las escuelas Francia
del código de autorregulación de la publicidad de alimentos y
bebidas dirigida a los niños PAOS, apoyando el diseño e
implementación de la difusión de la Estrategia; Políticas
comerciales en los productos de “marca propia” o Desarrollo de
publicidad y promoción de alimentos en el marco de la Estrategia
NAOS. En julio de 2011, el Parlamento aprobó la Ley 17/2011,
de 5 de julio, de Seguridad Alimentaria y Nutrición y unos meses
más tarde se publicó un documento de consenso sobre
alimentación en los centros escolares.
Estudios de intervención realizados en España
Además del Proyecto PERSEO25, a nivel estatal, han
surgido diferentes propuestas de intervención dirigidas a la
prevención de la obesidad. El estudio de Cuenca y el estudio
de las Cuatro Provincias investigaron la asociación de la
adiposidad sobre los factores de riesgo cardiovascular en la infancia y la juventud.
Estos estudios sirvieron como punto de partida para la
implementación de un proyecto de investigación destinado a
evaluar la eficacia de una intervención para promover la
actividad física en el tiempo libre con el fin de prevenir el
sobrepeso/obesidad y otros factores de riesgo cardiovascular en escolares.
Los resultados después de dos años de implementación del
133
Machine Translated by Google
El proyecto en 10 colegios de Cuenca fue alentador con una reducción
del 6% en la prevalencia de obesidad en niñas y del 2% en niños y una
mejora sustancial en el perfil lipídico.
Thao­Salud está inspirado en EPODE, un programa iniciado en Francia
en 2004. Esta iniciativa se lanzó a partir de la experiencia llevada a cabo
en dos ciudades del norte de Francia, Fleurbaix y Laventie en 1992. Estas
experiencias revelaron que las acciones en las escuelas y en la ciudad
tiene un impacto positivo y puede frenar la progresión de la prevalencia
de la obesidad y el sobrepeso en los niños.
El programa EPODE (“Ensemble Prévenons l'Obésité Des Enfants”)
comenzó en 10 ciudades francesas piloto liderado por la agencia de
comunicación francesa. Thao­Child Health comenzó en 2007 en cinco
municipios piloto. Se trata de un programa de promoción de hábitos
saludables a nivel municipal. El programa está dirigido a escolares de 3 a
12 años, involucrando a todos los actores locales en contacto con los
niños. Desde 2010 se ha comenzado a desarrollar un programa específico
para niños de 0 a 3 años.26 La estrategia del proyecto incluye un primer
paso de campañas de información y
sensibilización dirigidas a los actores locales a través de estrategias
de comunicación. En una segunda fase comienza la intervención en las
escuelas. Proporciona un componente de prevención secundaria dirigido
a profesionales de la salud y familias con niños con sobrepeso.
“Kids in Motion” es un programa estructurado destinado a modificar
hábitos alimentarios, estilos de vida y aspectos emocionales en niños
obesos (6­12 años) y sus familias. Los resultados muestran una
disminución del IMC, un aumento de la calidad de la dieta mediterránea y
menos ansiedad.
Se observó capacidad para el seguimiento a largo plazo en el 59% de la
población.
Casi todas las Comunidades Autónomas están desarrollando
actividades o proyectos de epidemiología nutricional y prevención de la
obesidad.
proyecto PERSEO
El proyecto PERSEO se ha basado en el desarrollo de un programa
de intervención comunitaria centrado en el entorno escolar con la
implicación del alumnado, profesorado, familias y entorno comunitario,
con el objetivo general de promover mejores hábitos alimentarios y una
adecuada actividad física en la población escolar. .
PERSEO busca lograr un entorno escolar y familiar propicio para la
práctica de hábitos alimentarios más saludables y actividad física en los
niños de Educación Primaria, promoviendo un mayor consumo de frutas
y verduras, reduciendo la ingesta de grasas, aumentando los niveles de
actividad física y reduciendo el tiempo de sedentarismo. tanto en la
escuela como en el hogar.25 La intervención propuesta en el proyecto
consta de 10 unidades
didácticas con actividades en el aula (cambio de conocimientos,
actitudes, hábitos, habilidades, preferencias), crea ocasiones en la
escuela que favorecen una mayor disponibilidad y acceso a una vida
saludable. suministro de alimentos, acceso limitado a alimentos y bebidas
ricos en calorías y baja densidad de nutrientes (cafetería, fruta en el
recreo, fiestas alternativas). PERSEO promueve la educación física
134
actividad física mediante sugerencias para un recreo más activo. Incluye
el trabajo con las familias y la implicación de las Asociaciones de Padres
(AMPA) en el proyecto. Materiales educativos específicos que incluyen
guías para profesores, libros de actividades para estudiantes, materiales
educativos para familias, materiales educativos para responsables de
alimentación escolar e incluye colaboración de centros de salud próximos
a los colegios participantes.
En el diseño de los contenidos se tuvieron en cuenta y se potenciaron
aspectos como la sostenibilidad, el diálogo intergeneracional e intercultural,
y el reconocimiento a los productos, la cultura y la tradición culinaria local.
Se propusieron dinámicas basadas en experiencias de aprendizaje activo.
Se trata de una propuesta de intervención continuada y progresiva en
los 6 años de Educación Primaria, con una intensidad mínima requerida
de 20 actividades por curso escolar.
En relación al presupuesto económico disponible se decidió que la
primera fase del proyecto se desarrollaría en las comunidades autónomas
con mayor prevalencia de obesidad, en referencia al estudio enKid. En
esta zona PERSEO estaban incluidas Andalucía, Canarias, Castilla­León,
Extremadura, Galicia, Murcia y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
Para la evaluación del proyecto se diseñó un estudio prospectivo, con
un grupo de intervención (34 escuelas) y un grupo de control (33 escuelas),
con evaluaciones basales, después del primer año y después de dos
años de intervención. Los centros participantes impartieron Educación
Primaria (de 1º a 4º de primaria al principio) de seis comunidades
autónomas, Ceuta y Melilla.
El protocolo del estudio contempló mediciones antropométricas
individuales, un cuestionario validado de evaluación de hábitos
alimentarios y de actividad física de escolares y otros sobre los hábitos de
las familias, y determinantes de estos comportamientos. También se
recopiló información sobre el entorno escolar, las políticas escolares, la
educación nutricional y la actividad física en la escuela y, en particular,
sobre la ingesta de alimentos en la cafetería.
La información se recopiló utilizando el mismo protocolo en todos los sitios
al inicio del proyecto, al final del primer año escolar de intervención y
después de dos años.
Reclutamos a 13.767 niños de entre 6 y 11 años, matriculados entre
1º y 4º de Educación Primaria en 67 centros educativos, con la
colaboración activa de 640 profesores. La tasa media de permisos para
estudiantes: 95% y la tasa de respuesta en la primera fase del proyecto
PERSEO: 88,35% (n = 11.677) completaron ambas fases el 80,37% (n =
10.623). Entre 2000 y 2010, la prevalencia de la obesidad en la región de
Perseo aumentó una media del 2%.
Se ha observado un efecto protector de la intervención sobre el riesgo
de obesidad, mayor cuanto mayor es el grado de implementación y
fidelidad del programa. Los resultados de la intervención muestran
avances significativos en la mejora de los estilos de vida de los estudiantes/
participantes del proyecto pertenecientes al grupo de intervención en
relación con las escuelas de control.
La evidencia de los resultados positivos del proyecto PERSEO en
todos los aspectos sugiere la necesidad de mantener en el tiempo la dinámica
Machine Translated by Google
y contenidos de la intervención en el ámbito escolar, frente a
El desafío de involucrar a las familias para ayudar a desarrollar
Hábitos alimentarios más saludables y conductas de actividad física en
escuela y explorar métodos de enseñanza que logren
máxima eficiencia en colaboración con todos los profesionales y
trabajadores implicados en la comunidad escolar y
profesionales de la salud en el área de referencia.
Estimación del impacto potencial de reducir la obesidad
en el mediano plazo
García Goñi27, experto en economía de la salud, ha analizado
profundizar en la estimación del impacto potencial sobre el
prevalencia de obesidad a medio plazo según
tres niveles de acción: 1) Un primer nivel que desencadenaría
Rentabilidad de intervenciones seleccionadas para prevenir la obesidad
Intervención
Impuesto sobre alimentos y bebidas no saludables (10%)
Etiquetado nutricional del semáforo en el frente del paquete
Reducción de la publicidad de comida y bebidas chatarra dirigida a
los niños
Programa educativo escolar para reducir el consumo de
televisión
Programa escolar multifacético que incluye nutrición y actividad
física.
Programa de educación escolar para reducir el consumo de bebidas
azucaradas
MOVI, Intervención de actividad física extraescolar
PERSEO Programa escolar multifacético que incluye nutrición y
actividad física.
Programa dirigido a familias para niños obesos
Programa escolar multifacético y dirigido
Banda gástrica­adolescentes
Programa mediado por un médico de cabecera familiar
Programa escolar multifacético sin un componente de actividad
física activa
Programa de comunidades activas después de la escuela
Escuelas TravelSMART
Autobús escolar a pie
Fuente: Modificado de Gortmaker et al. Lanceta 2011; 378: 838­47.
programas de información sanitaria, seguridad alimentaria, prevención
Estrategias y promoción de la actividad física. Un potencial
Se estima un nivel de reducción del 10­15% para esta sección. 2)
Un segundo nivel con medidas coercitivas, regulación y
Intervención sobre la industria alimentaria y las partes interesadas.
Impacto esperado: 15:33%; 3) Medidas económicas para
cambiar el comportamiento del consumidor, en particular reducir el precio
de alimentos saludables, prohibición de porciones XXL o aplicación de
impuestos especiales adicionales a determinados productos, como ya se ha previsto.
lanzado en Dinamarca, Francia, Hungría y algunos
ciudades Estados Unidos. Reducción potencial: 30­55%.
Costo­efectividad de las intervenciones
Algunos autores han realizado la relación coste­efectividad.
análisis de diferentes intervenciones para la prevención de
Cuadro III
Población objetivo Rentabilidad
Adultos Ahorro de costes
Adultos Ahorro de costes
Niños (0­14 años) Ahorro de costes
Escolares de primaria (8­10 años) Ahorro de costes
Escolares de primaria (6 años) Ahorro de costes
Escolares de primaria (7 a 11 años) Ahorro de costes
Escolares de primaria (10­11 años) Coste de la intervención: 125.469,75 €
Coste por niño 269,83 €
Escolares de primaria (6­11 años) Coste por niño 16€
Niños obesos (10­11 años) Ahorro de costes
Escolares de primaria con sobrepeso/obesidad (7­10 Ahorro de costes
años)
Adolescentes severamente obesos (14­19 años) Coste de la intervención: 101.644.702 €
Coste neto por AVAD ahorrado: 3.440 €
Niños con sobrepeso/moderadamente obesos (5 a Coste de la intervención: 4.926.000€
9 años) Coste neto por AVAD ahorrado: 3.675 €
Escolares de primaria (6 años) Coste de la intervención: 40.036.500 €)
Coste neto por AVAD ahorrado: 16.650 €
Escolares de primaria (5­11 años) Coste de la intervención: 31.507.800 €
Coste neto por AVAD ahorrado: 64.100 €
Escolares de primaria (10­11 años) Coste de la intervención: 10.242.380 €
Coste neto por AVAD ahorrado: 91.475 €
Escolares de primaria (5­7 años) Coste de la intervención: 31.501.600 €
Coste neto por AVAD ahorrado: 594.168 €
135
Machine Translated by Google
obesidad y también han tenido en cuenta la evidencia disponible
sobre la efectividad de cada intervención.
Vost et al. en Australia concluyeron en su estudio que es posible
obtener grandes impactos en la salud de la población (> 100.000
AVAD) sólo con algunas intervenciones que alcancen a grandes
proporciones de la población como impuestos o medidas
legislativas para restringir el contenido de sal en alimentos básicos
como el pan; La evidencia de estas intervenciones se clasifica
como “probable”.28 En relación con la
obesidad en particular, se han identificado como intervenciones
rentables, además de las medidas impositivas, la reducción de la
publicidad televisiva y el uso de información gráfica en el etiquetado
nutricional, como como el semáforo múltiple. También algunas
intervenciones comunitarias para cambiar los hábitos alimentarios
y la actividad física, pero sus efectos dependen de mantener su
financiación pública en el tiempo.29 La Tabla III muestra
información relacionada con la rentabilidad de intervenciones
seleccionadas para prevenir la obesidad.
Según un informe de la OCDE2 la implementación de una
estrategia universal para la prevención de la obesidad evitaría
cada año 155.000 muertes por enfermedades crónicas en los
países involucrados en esta organización.
Estas medidas tendrían un costo anual per cápita muy aceptable:
USD 12 per cápita en México; 19 USD per cápita en Japón e
Inglaterra o 32 USD en Canadá.
En España el estudio Perseo estima un coste de 21 dólares per
cápita. Este coste no tiene en cuenta el impacto indirecto en las
familias, el profesorado y otros profesionales de la comunidad
educativa y el sistema sanitario (2008­2011).
Medir la eficacia de tales intervenciones puede resultar difícil
porque no siempre pueden medirse mediante ensayos controlados
y es necesario utilizar otros enfoques. Además, al evaluar la
eficacia de las intervenciones sobre la prevalencia de la obesidad
en la población es importante tener en cuenta que, aunque tal
vez no se pueda alcanzar el objetivo de prevalencia planteado,
frenar la tendencia proyectada puede ser un indicador de éxito y
puede tener un impacto importante. en el sistema de salud.30
Conclusiones
A pesar de la puesta en marcha de diversas iniciativas de
intervención comunitaria la prevalencia de la obesidad sigue
aumentando en España en todos los grupos de edad excepto en
el grupo femenino perteneciente al nivel socioeconómico alto.
Las iniciativas con el grupo objetivo de población escolar
obtuvieron mejoras significativas o, en algunos casos, cambios
modestos en los indicadores de obesidad. Estos programas
(incluidos aquellos con resultados modestos) deberían continuar
en el tiempo como parte de la enseñanza, exigiendo una mayor
implicación de la comunidad escolar.
La mejora de los hábitos alimentarios debe ir acompañada de
un aumento del gasto energético de la actividad física.
Los niños con sobrepeso y obesidad requieren patrones
distintos de actividad física... Incluso en lo que respecta al área
temática de educación física.
136
Necesitamos seguir impulsando estrategias preventivas y de
autogestión a través de programas e iniciativas con las familias,
las empresas de alimentos, la administración sanitaria, la
administración pública, el sector educativo y los medios de
comunicación, los gobiernos locales y regionales.
El tratamiento de la obesidad requiere equipos multidisciplinarios
en todos los niveles de atención de salud, tanto en el sector público
como en el privado.
Referencias
1. Aranceta J, Serra­Majem LI, Foz­Sala M, Moreno B. Prevalencia de obesidad
en España. Med Clin 2005; 125: 460­6.
2. OCDE. ACTUALIZACIÓN SOBRE OBESIDAD 2012 www.oecd.org/health/
en forma no gorda
3. Rokholm B, Baker J, Sorensen T. La estabilización de la epidemia de obesidad
desde el año 1999: una revisión de la evidencia y las perspectivas. Obesidad
Rev 2010; 11: 835­46.
4. Flegal K, Carroll M, Ogden C, Curtin L. Prevalencia y tendencias de la
obesidad entre adultos estadounidenses, 1999­2008. JAMA 2010; 303: 235­41.
5. Finucane MM, Stevens GA, Cowan MJ, Danaei G, Lin JK, Paciorek CJ et al.
Tendencias nacionales, regionales y globales en el índice de masa corporal
desde 1980: análisis sistemático de encuestas de exámenes de salud y
estudios epidemiológicos con 960 años­país y 9,1 millones de participantes.
Lanceta 2011; 377: 557­67.
6. Olds T, Maher C, Zumin S, Peneau S, Lioret S, Castetbon K et al. Evidencia
de que la prevalencia del sobrepeso infantil se está estancando: datos de
nueve países. Int J Pediatr Obes 2011; 6: 342­60.
7. Colaboración en estudios prospectivos, Whitlock G, Lewington S, Sherliker P,
Clarke R, Emberson J, Halsey J et al. Índice de masa corporal y mortalidad
por causas específicas en 900.000 adultos: análisis colaborativos de 57
estudios prospectivos. Lancet 28 de marzo de 2009; 373 (9669): 1083­96.
8. Flegal KM, Kit BK, Orpana H, Graubard BI. Asociación de mortalidad por
todas las causas con sobrepeso y obesidad utilizando categorías estándar
de índice de masa corporal: una revisión sistemática y un metanálisis.
JAMA 2013; 309: 71­82.
9. Behan DF, Cox SH, Lin Y, Pai J, Pedersen HW, Yi M. La obesidad y su
relación con los costos de mortalidad y morbilidad 30 de noviembre de 2010.
Disponible en URL: [http://www.soa.org/research/re search­projects/life­
insurance/research­obesity­relation­mortality.aspx]
10. Han JC, Lawlor DA, Kimm SY. Obesidad infantil. Lanceta
15 de mayo de 2010; 375 (9727): 1737­48.
11. Koplan J, Liverman C, Kraak V, eds. Prevenir la obesidad infantil: la salud en
juego. Washington, DC: Instituto de Medicina de las Academias Nacionales,
The National Academies Press, 2005.
12. Wang YC, McPherson K, Marsh T, Gortmaker SL, Brown M.
Carga sanitaria y económica de las tendencias de obesidad proyectadas
en EE. UU. y el Reino Unido. Lanceta 2011; 378: 815­25.
13. QUIÉN. Estrategia global sobre alimentación, actividad física y salud.
Ginebra: Organización Mundial de la Salud, 2004. http://www.who. int/
dietphysicalactivity/en/ (consultado el 23 de junio de 2012).
14. Comisión de las Comunidades Europeas. Libro Blanco sobre una estrategia
para Europa sobre cuestiones de salud relacionadas con la nutrición, el
sobrepeso y la obesidad Bruselas, 30.5.2007 COM (2007) 279 final [http://
ec.europa.eu/health/archive/ph_determinants/life_style/nutrition/documents/
nutrición_wp_es.pdf]
15. Sassi F. La obesidad y la economía de la prevención. París: OCDE, 2010.
16. Oficina Regional de la OMS para Europa. Plan de Acción para la
implementación de la Estrategia Europea para la Prevención y el Control de
Enfermedades No Transmisibles 2012­2016. Copenhague: Organización
Mundial de la Salud 2012.
17. Swinburn BA, Sacks G, Hall KD, McPherson K, Finegood DT, Moodie ML et
al. La pandemia mundial de obesidad: determinada por factores globales y
entornos locales. Lanceta 2011; 378: 804­14.
Machine Translated by Google
18. Gortmaker SL, Swinburn BA, Levy D, et al. Cambiando el futuro de la
obesidad: ciencia, políticas y acción. Lanceta 2011; 378: 838­47.
19. Simmons A, Mavoa HM, Bell AC, De Courten M, Schaaf D, Schultz J et al.
Crear planes de acción comunitarios para la prevención de la obesidad
utilizando el marco ANGELO (Analysis Grid for Elements Linked to
Obesity). Promoción de la Salud Internacional 2009; 24 (4): 311­24.
20. Summerbell CD, Waters E, Edmunds LD, Kelly S, Brown T, Campbell KJ.
Intervenciones para prevenir la obesidad infantil (Revisión Cochrane
traducida). En: La Biblioteca Cochrane Plus, 2008 Número 2. Oxford:
Update Software Ltd. Disponible en: http://www.update­software.com.
21. Khan LK, Sobush K, Keener D, Goodman K, Lowry A, Kakie­tek J et al.
Estrategias y medidas comunitarias recomendadas para prevenir la
obesidad en los Estados Unidos. MMWR 2009; 58 (24 de julio)/ No. RR­7.
22. Borgmeier I, Westenhoefer J. Impacto de diferentes formatos de etiquetas
de alimentos en la evaluación de la salud y la elección de alimentos de
los consumidores: un estudio controlado aleatorio. BMC Salud Pública
2009; 9: 184.
23. Eyles H, Mhurchu CN, Nghiem N, Blakely T. Estrategias de fijación de
precios de alimentos, dietas de la población y enfermedades no
transmisibles: una revisión sistemática de estudios de simulación. PLoS
Med 2012; 9(12): e1001353.
24. Neira M, de Onis M. La estrategia española de nutrición, actividad física y
prevención de la obesidad. Hno. J Nutr 2006; 96 (Suplemento 1): T8­11.
25. Aranceta J. El programa PERSEO como modelo de prevención de la
obesidad en la edad escolar. Nutri Hospitalaria 2008; T1: 50­5.
26. Borys JM, Le Bodo Y, Jebb SA, Seidell JC, Summerbell C, Richard D.
Enfoque EPODE para la prevención de la obesidad infantil: métodos,
progreso y desarrollo internacional de revisiones de obesidad (2012) 13,
299­315.
27. García­Goñi M, Hernández­Quevedo C. El reto de la obesidad infantil en
España y su legislación. Economía y salud: boletín informativo 2011; 71:
9­13.
28. Vos T, Carter R, Barendregt J, Mihalopoulos C, Veerman JL, Magnus A, et
al, ACE­Prevention Team. Evaluación de la rentabilidad en la prevención
(ACE­Prevención): Informe final. Universidad de Queensland, Brisbane y
Universidad Deakin, Melbourne, 2010.
29. Carter R, Moodie M, Markwick A, Magnus A, Vos T, Swin­burn B et al.
Evaluación de la rentabilidad en la obesidad (ACE­Obesity): una
descripción general del enfoque ACE, métodos económicos y resultados
de costos. BMC Salud Pública 2009, 9: 419.
30. Backholer K, Walls HL, Magliano DJ, Peeters A. Establecimiento de
objetivos de población para medir la prevención exitosa de la obesidad.
Am J Salud Pública 2010; 100: 2033­7.
137