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Políticamente devastado
▪ La mayoría de los discípulos solo querían liberarse de los romanos;
consideraban este imperio como una amenaza a su libertad religiosa
(reclamaban el derecho de poner o quitar un sumo sacerdote).
▪ Violación a la libertad religiosa si el gobierno eligiera a los pastores de nuestra
organización.
▪ Los discípulos deseaban que Jesús defendiera sus derechos, que los liberara de
la opresión romana.
▪ El AT decía que vendría a establecer un nuevo reino y por ello los discípulos
también se preguntaban quién sería el primero en esta nueva administración.
▪ Incluso la madre de Santiago y Juan pidió a Jesús que diera a sus hijos los
primeros puestos en ese reino (Mateo 20:20-23)
▪ Multitudes empujaban a Jesús para que se convirtiera en rey, pero al paso del
tiempo se dieron cuenta que nunca aceptaría un reino terrenal y muchos se
alejaron.
▪ Lo único que los conectaba a Jesús era la ambición política por derrocar al
imperio romano.
▪ Los discípulos en su última conversación con Jesús 40 días después de la
resurrección hablaron de nuevo sobre propios sueños políticos (Hechos 1:6)
▪ Nada tenía sentido políticamente hablando, necesitaban entender el evangelio.
▪ La respuesta de Jesús fue definitiva “Mi reino no es de este mundo” (Juan 18:36)
▪ En lugar de un trono, Jesús ascendió a la cruz. En lugar de cetro, llevo un
madero. En lugar de corona de oro, fue de espinas.
▪ El objetivo de Jesús era mucho mayor que solamente liberarlos de la opresión
romana, era darles vida eterna y libertad del pecado.
▪ Jesús no actúa por nuestras ambiciones y deseos, él va más allá de lo que
podemos percibir.
Orgullo nacional
▪ Y aunque los fariseos también se sentían altos estaban en peores condiciones
que aquellos a quienes despreciaban. Al tener menos fanatismo eran más
susceptibles a la verdad.
▪ El orgullo, el egoísmo y el prejuicio habían levantado una muralla sólida y alta
entre los judíos y las demás naciones. Jesús cambió todo eso, por eso a muchos
no le gustaban sus palabras.
▪ Jesús enseñó a amar a todos por igual; vecinos y extranjeros, amigos y enemigos
▪ Los Judíos rechazaron y crucificaron a Jesús porque su mundanalidad, orgullo,
egoísmo e intolerancia eran tan grandes que no comprendieron las escrituras
que anunciaban su venida.
▪ Les importaba más el poder y el lugar que estudiar la palabra de Dios y por ello
muchos no estarán preparados para la Segunda Venida.