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DOCENTE COMO MEDIADOR DE CONOCIMIENTO EN EL AULA Y

EN LA VIDA

“Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad
para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber”
Albert Einstein

Son muchos los espacios que dejaron su influencia en mí, y que me ayudaron al
momento de asumir la responsabilidad de estudiar una carrera universitaria que se
encaminara hacia el ejercicio de la docencia, tales como: el entorno familiar, los
programas educativos, los compañeros de clase y en última, pero no menor
importancia, los docentes de la escuela y el colegio, quienes llevaron mi proceso
educativo y de quienes recibí intervenciones que fueron pertinentes para mi vida y
para el rol que quiero desempeñar en estos momentos en la sociedad.

La Práctica Pedagógica I, en el Colegio San Miguel Arcángel, fue para mí el


punto máximo, el cual me llevó a darme cuenta que éste es el camino que quiero
para mi vida, el sentirme en un aula de clase, no como estudiante, sino como
maestro, me hace pensar que la mejor manera en la que puedo contribuir a
cambiar el pensamiento liberado y desesperanzador de la nueva juventud, es
estando al frente de ellos, viendo como son, qué actitudes tienen frente a la clase
y frente a sus vidas.

La etapa escolar deja muchas enseñanzas en las personas, aunque en muchas


ocasiones, los niños y jóvenes no lo vean de esa manera; ya que, como en algún
momento pensamos, solo vamos a estar en el aula un par de horas a la semana y
a desarrollar tareas que tan solo quitan tiempo libre a nuestra niñez y juventud. Es
en este punto, donde el actuar docente debe tomar el peso que ha cultivado en su
educación superior, donde no solo sea un docente que ve en sus estudiantes
recipientes que debe llenar de contenido y actividades; en donde la relación
docente-estudiante se lleve de forma balanceada, en la cual las opiniones del
docente como la de los estudiantes tenga el mismo valor de ser escuchada.

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El aprendizaje debe verse como un proceso en el cual las dos partes “docente-
estudiante” tengan la oportunidad y sobre todo el tiempo necesario para generar
un vínculo en torno al conocimiento, si queremos que los estudiantes tengan
claras las temáticas y las apliquen en su diario vivir, se debe dar lo que en
palabras de Ordoñez (2006) anuncia como proceso: “si la educación permitiera
verdaderamente que ocurrieran procesos de aprendizaje, daría el tiempo
necesario para que sucedieran; para que sucedieran para cada conocimiento que
se pretende que los aprendices comprendan” (p. 16). Está en nosotros como
docentes darnos y darles el tiempo a los estudiantes para que logren entablar una
buena relación con los contenidos, no se debe encasillar la forma de enseñar o de
lo contrario el fastidio, será el pan de cada día de los estudiantes cuando el
docente se para frente a ellos para recitar la “poesía” que a ellos no les llama la
atención aprender con ese método.

Zubiría (2009) menciona que “si la respuesta educativa actual fuese adecuada y
pertinente, nuestros jóvenes serían entusiastas, comprometidos y optimistas; en
lugar de apáticos, anodinos, pesimistas, como me temo hoy ocurre a gran escala”
(Párrafo 4). Este fenómeno educativo se da en cierta medida por la
descontextualización tanto de los contenidos de enseñanza como la
descontextualización del ambiente que rodea al estudiante. No podemos aspirar a
ser docentes con el simple hecho de adquirir un escritorio en una sala llena de
colegas, en donde muchas de las situaciones que se presentan en las aulas se
olvida, por el simple hecho de no estar cumpliendo la jornada académica.
Resultaría positivo enseñar teniendo como punto de referencia el contexto en el
que se imparte el conocimiento, de esta manera se generaría retroalimentación, al
“yo” como docente enseñar y al aprender de “mis” estudiantes, sobre la manera en
como ellos captan y se hacen una idea de mi enseñanza.

De cierta manera, en el ejercicio de mi Práctica Pedagógica I, aprendí que para


generar procesos de enseñanza en el aula, se hace necesario que estos estén de
la mano del contexto en el que se movilizan los estudiantes dentro de la
Institución, y no solo eso, sino que se deben aprovechar los pequeños espacios

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que dan libertad a los estudiantes, como lo es el momento de recreo, para dialogar
y generar vinculo y confianza, el cual se verá reflejado al momento de dar a
conocer las temáticas que se manejarán en el área de conocimiento, ya que, a
medida que se dé el respectivo desarrollo de las actividades, los estudiantes
sentirán la necesidad de proponer diferentes formas que a ellos les ayude a
comprender la información que se les brinda. No se trata solo de impartir
conocimiento por cumplir con las temáticas del área, el esfuerzo está en saber que
lo que se enseñe, será una parte de las bases que los estudiantes tomaran para ir
construyendo su vida y para enriquecer su pensamiento de cara a ser un ser
social cuando salga y enfrente el mundo tomando las decisiones que él crea son
convenientes y satisfactorias para beneficiarse y beneficiar a los demás.

Solo espero que al finalizar la Práctica I en la Institución, la relación que se ha


generado entre los estudiantes y mi desempeño docente, deje anécdotas que me
hagan recordar los momentos más significativos y aquellos que no fueron buenos,
pero que hicieron que experimentara nuevas maneras de enseñar para no
generarles cansancio (según ellos) durante la clase. Todo en el campo docente
debe girar en torno al conocimiento, pero también debe ser en torno a cómo
conocer a los demás y de la forma en la que se debe causar impacto para
estimular su pensamiento y así sembrar semilla, que sea capaz de pensarse y
verse como ser social útil en su entorno, y en su desarrollo personal.

“La filosofía del aula en una generación será la filosofía del gobierno en la
siguiente.” Abraham Lincoln.

Bibliografía

Ordóñez, C. (2006). Pensar pedagógicamente, de nuevo, desde el


constructivismo. Revista Ciencias de la Salud, 4 (Esp), 14-23. 
http://www.redalyc.org/html/562/56209903/
Zubiría, Miguel. (2009). Estamos educando como en el siglo pasado. El Espectador. Recuperado de
https://www.mineducacion.gov.co/observatorio/1722/article-212861.html

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