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AUTÓNOMA DE PUEBLA
FACULTAD DE PSICOLOGÍA
TRABAJO FINAL E
INVESTIGACIÓN
(ADULTEZ TARDÍA)
NRC: 13376
PROFESORA:
MARIA DELPILAR CANTERO ANGULO
INTEGRANTES:
La adultez tardía, se caracteriza por una serie de cambios tanto a nivel físico como psicológico. Estos
cambios pueden tener un impacto significativo en la salud mental y emocional de las personas
mayores.
En primer lugar, es crucial reconocer que las personas mayores a menudo reflexionan sobre el
significado y el propósito de sus vidas en esta etapa. Experimentan una revisión de la identidad y se
enfrentan a preguntas sobre el legado que desean dejar. Este proceso de cambio en la identidad y
sentido de la vida puede influir en su bienestar psicológico.
En el mundo del cine, la exploración de la adultez tardía emerge como un tema enriquecedor que
invita a reflexionar sobre las complejidades psicológicas que enfrentan los personajes en esta etapa
crucial de la vida. Las películas que exploran la adultez tardía proporcionan una visión profunda de
las fluctuaciones emocionales, los obstáculos y las revelaciones que acompañan el proceso de
envejecimiento.
En este contexto, nos sumergiremos en el análisis de dos obras cinematográficas que exploran el
impacto psicológico de personajes que transitan por la adultez tardía. Desde la introspección hasta
la búsqueda de significado en esta etapa de la vida, estas películas nos guiarán a través de narrativas
profundas que presentan la complejidad de la madurez y sus repercusiones en el bienestar mental
de los protagonistas.
La primera película que abordaremos es “El Padre” una película franco-británica de drama dirigida
por Florian Zeller y protagonizada por Anthony Hopkins y Olivia Colman
Es una película complicada, que refleja la forma en la que tanto un adulto mayor, en este caso
Anthony, como sus familiares y personas alrededor lidian con la demencia. A través de un estilo
narrativo fragmentado y confuso, nos sumergimos en la confusión y la desorientación que
experimenta Anthony. Esto nos proporciona una perspectiva impactante sobre los desafíos
cognitivos asociados con el envejecimiento, además de los estragos que pueden causar traumas y
pérdidas importantes a lo largo de la vida, estragos que se reflejan hasta esta etapa. La película
aborda temas cruciales como la pérdida de identidad fuertemente relacionada con el Alzheimer y la
demencia, las relaciones familiares e interpersonales en general que se ven afectadas y la lucha por
mantener la autonomía en la vejez.
Este relato se relaciona con la teoría de la integridad del yo frente a la desesperanza de Erik Erikson,
como se expone en el libro "Desarrollo Humano" de Papalia. Erikson sugiere que, en la adultez tardía,
las personas enfrentan la tarea psicosocial de la integridad frente a la desesperación. Anthony, al
confrontar la pérdida de su propia realidad, refleja la lucha por la integridad y la preservación de la
identidad a pesar de las adversidades. Las expresiones emocionales podrían interpretarse como un
reflejo de este conflicto, donde Anthony lucha por aceptar su realidad cambiante y la inevitabilidad
de la muerte. Desde la frustración y la ira hasta la tristeza y la desorientación, estas expresiones
ilustran la lucha interna de Anthony para mantener su propia realidad y lidiar con el desconcierto
que le provoca la demencia
Para Erikson, el logro mayor de la adultez tardía es el sentido de integridad del yo, o integridad del
sí mismo, un logro basado en la reflexión sobre la propia vida. En la octava y última etapa del ciclo
de vida, integridad del yo frente a la desesperanza, los adultos mayores necesitan evaluar y aceptar
su vida para poder aceptar la muerte. Con base en los resultados de las siete etapas previas, se
esfuerzan por lograr un sentido de coherencia y plenitud en lugar de ceder a la desesperanza por su
incapacidad para cambiar el pasado (Erikson, Erikson y Kivnick, 1986). La gente que tiene éxito en
esta última tarea integrativa adquiere un sentido del significado de su vida dentro del orden social
mayor. La virtud que puede desarrollarse durante esta etapa es la sabiduría, un “interés informado
y desapegado por la vida cuando se encara la propia muerte” (Erikson, 1985, p. 61). La sabiduría,
decía Erikson, significa aceptar la vida que uno ha vivido, sin remordimientos importantes: sin pensar
demasiado en los “debería haber hecho” o los “podría haber sido”. (Papalia & Martorell, 2017)
Un punto clave para entender la importancia de esta película y su tema es el hecho de que nos haga
estar desde la perspectiva de Anthony desde el principio. Estamos igualmente desorientados como
lo está él o cualquier otro adulto con demencia. Se observa cómo experimenta la confusión temporal
y espacial, la pérdida de memoria, la dificultad para distinguir entre la realidad y la ficción, las
dificultades para reconocer lugares familiares, la repetición de conversaciones y la confusión en
torno a las identidades de las personas son indicativos de cambios en la cognición y la percepción.
Estas representaciones reflejan aspectos del declive cognitivo que a menudo acompañan a la adultez
tardía
Llegamos a entender que no podemos confiar totalmente en la forma en la que Anthony percibe el
mundo, esto debido a los constantes cambios y confusiones que llegamos a experimentar como
espectadores, además de que se nota que le incomoda fuertemente el tema de buscar ayuda para
su situación de adulto tardío cuando su hija Anne se lo propone. Conforme conocemos más su
historia, podemos llegar a visualizar que algo anda mal. Anthony constantemente olvida como es su
Anne, y llega a desconocerla en varias ocasiones, a pesar de que ella parece estar siempre dispuesta
a cuidarlo y hacerlo sentirse mejor.
De esta forma podemos ver cómo las relaciones interpersonales de Anthony evolucionan a medida
que enfrenta los desafíos de la demencia. La película retrata la lucha no solo del individuo que
envejece, sino también de sus seres queridos, destacando cómo las relaciones pueden cambiar y
adaptarse a medida que progresa la demencia. Las interacciones familiares se ven afectadas, y las
emociones fluctúan entre la conexión y la desconexión a medida que Anthony experimenta
momentos de lucidez y confusión.
Desde una perspectiva psicosocial, destacando el libro Desarrollo Humano (Papalia & Martorell,
2017) se puede destacar cómo las relaciones de Anthony con su hija ilustran la importancia continua
de las relaciones interpersonales en la vejez. Las conexiones sociales y familiares son fundamentales
para el bienestar emocional, incluso cuando se enfrenta a desafíos cognitivos.
En el momento en que Anthony llega al punto de quiebre con su demencia, se nos revela algo
sumamente importante, una de sus hijas perdió la vida, y esto dejo una huella profunda en él.
Anthony refleja esa impotencia y desesperación que puede llegar a experimentar un adulto tardío
que sufre deterioro cognitivo, pues para él, lo que ve y lo que siente es real, él llega a desconfiar de
su alrededor e incluso llega a desconfiar de sí mismo, sobre cómo recuerda su vida y a los que lo
rodean.
El final de esta historia es devastador, pero realista, pues Anthony termina en una institución
psiquiátrica donde se llegará a tratar su condición, aunque esta ya está sumamente avanzada,
llegando al punto en que Anthony no puede discernir entre el mundo real y el mundo que ha creado
su mente. Esto puede llegar a parecer cruel, pero un punto sumamente importante es saber que se
tiene que buscar ayuda y tratamiento para estos casos, sobre todo si es una condición degenerativa
que pone en juego la cordura de una persona.
Desde la perspectiva de "Papalia y Martorell (2017)", podríamos explorar cómo los cambios en la
personalidad de Anthony reflejan la idea de continuidad y cambio a lo largo de la vida. A medida que
la demencia progresa, observamos cambios en su comportamiento: momentos de confusión,
irritabilidad y, en ocasiones, una pérdida de la coherencia en su identidad. Estos cambios evidencian
cómo la demencia puede influir en la percepción de uno mismo y en la relación con los demás. Según
los teóricos del desarrollo, la personalidad es dinámica y puede transformarse debido a factores
como el envejecimiento o las experiencias de vida.
El Padre nos ayuda no solo a tener un pequeño vistazo de la perspectiva de vida de un adulto con
demencia, también nos ayuda a entender que debemos indagar más, ser más empáticos y aprender
a escuchar y observar con atención las señales de deterioro cognitivo en un adulto mayor, para que
así se pueda llegar a brindar la ayuda y tratamiento correspondiente
Esta película es una contraparte notoria a “El Padre”. Nos presenta una visión positiva y reflexiva
sobre la adultez tardía, centrándose en Ben Whittaker, un adulto tardío de 70 años, y su necesidad
de permanecer activo y sentirse útil en un mundo moderno y desconocido para él. La película aborda
su historia con la idea de que la experiencia y la sabiduría que adquieren las personas a lo largo de
los años llegan a ser recursos valiosos incluso en un entorno contemporáneo y de rápido cambio.
Ben resalta por su gran carisma y motivación determinante, pese a estar jubilado y ser viudo, no
parece tener realmente problemas cognitivos.
Algunos de los temas que aborda esta película son: La búsqueda de propósito después de la
jubilación, lo cual es un aspecto sumamente importante para los individuos durante la vejez, esto
debido a los posibles sentimientos de fracaso, desesperación, o en el caso de Ben, frustración por la
monotonía de lo que culturalmente tenemos aceptado como “la vida durante la vejez”.
"Pasante de Modas" se aleja de las sombras de la demencia para presentar un enfoque más luminoso
y contemporáneo de la adultez tardía. El personaje de Robert De Niro, al embarcarse en una nueva
aventura laboral tras la jubilación, encarna la teoría de la actividad propuesta por Havighurst, tal
como se discute en "Desarrollo Humano" de Papalia.
La película presenta la idea de que la participación activa en actividades significativas puede ser
fundamental para el bienestar en la adultez tardía. Al sumergirse en un entorno laboral
completamente diferente, el personaje no solo encuentra un nuevo propósito, sino que desafía las
expectativas convencionales sobre la jubilación. Aquí, "Pasante de Modas" refleja la idea de
Havighurst de que la inactividad y el retiro no son necesariamente saludables, y que la continuación
de actividades significativas puede contribuir al mantenimiento de una vida plena y satisfactoria en
esta etapa de la vida.
Esta película también destaca la importancia y relevancia que deben tener los adultos en nuestra
sociedad, pues tal y como vemos en la película, Ben llega a ganarse la confianza y la amistad de todos
sus compañeros de trabajo (los cuales son mucho más jóvenes e inexpertos que el) además de que
mejora totalmente el sistema que tenía la compañía antes de su llegada. Es esta actividad constante,
este sentimiento de relevancia y productividad los que pueden ayudar a un adulto tardío a lidiar con
diversos problemas tanto emocionales como cognitivos.
Otro punto que podemos destacar es el hecho de que los adultos tardíos también deben tener la
libertad de volver a relacionarse amorosamente con otras personas. Ben durante la película, llega a
relacionarse con la masajista de la compañía, la cual es una mujer con una edad similar que se ve
fuertemente atraída hacia el por su carisma. Este aspecto, a pesar de no ser tan destacado en la
película, es importante porque también puede funcionar como una parte de la red de apoyo de los
adultos tardíos.
CONCLUSIÓN
Cada una de las películas ofrece una perspectiva diferente acerca de la adultez tardía, abordándola
desde distintas experiencias. A pesar de ello, nos permiten examinar las complejidades psicológicas
que acompañan a esta etapa del desarrollo humano, a menudo pasada por alto o estigmatizada en
la sociedad contemporánea.
Al analizar estas películas, surge una concepción más amplia sobre la adultez tardía. Es un capítulo
de la vida que no se puede encapsular en estereotipos simplistas. Es un período de
redescubrimiento, adaptación y, en muchos casos, resiliencia. A través del cine, exploramos las
múltiples facetas de la experiencia humana durante esta etapa, desde la desgarradora pérdida de
identidad hasta la capacidad transformadora de reinventarse. Se nos permite experimentar esta
etapa desde distintas vivencias, de una manera más cercana y oportuna para poder hacer conciencia
de las dificultades, experiencias, aprendizajes y situaciones que surgen en este momento, al que
todos nos encaminamos, de la vida
En última instancia, estas películas nos desafían a enfrentar nuestras propias percepciones de la
adultez tardía y consideran cómo nuestras experiencias individuales se entrelazan con las
complejidades psicológicas descritas por los teóricos del desarrollo. En un mundo donde el
envejecimiento sigue siendo un tema a menudo temido, estas obras nos ofrecen una mirada
compasiva y enriquecedora, recordándonos que la verdadera esencia de la vida se encuentra en la
capacidad de adaptarnos, aprender y encontrar significado en cada etapa de nuestra vida
Papalia y Martorell (2017) destaca la variabilidad en los cambios corporales durante la vejez. Aunque
la mayoría de los sistemas funcionan bien en esta etapa, el corazón se vuelve más propenso a
enfermedades y su capacidad de reserva disminuye. Aunque hay pérdidas modestas en el cerebro,
esto puede generar nuevas neuronas y conexiones en la vejez. Los problemas de visión y audición
son corregibles, pero la degeneración macular o el glaucoma pueden causar daños permanentes.
Pérdidas en el gusto y el olfato pueden provocar problemas nutricionales. El entrenamiento mejora
la fuerza, el equilibrio y el tiempo de reacción, aunque los adultos mayores son más susceptibles a
accidentes y caídas. Aunque duerma menos, el insomnio crónico puede indicar depresión. Muchos
adultos mayores mantienen la actividad sexual.
La última fase propuesta por Erik Erikson, que enfrenta la integridad del yo contra la desesperanza,
concluye con la adquisición de la virtud de la sabiduría o la aceptación de la propia vida y la inevitable
muerte. Erikson afirmaba la importancia de que las personas mantuvieran una participación activa
en la sociedad. En cuanto a la estabilidad de los rasgos de personalidad en la adultez tardía, esto
suele ser significativo según la forma en que se evalúa. En comparación con cohortes anteriores, la
personalidad de los adultos mayores en cohortes recientes parece menos inflexible. Aunque la
emocionalidad tiende a ser más positiva y menos negativa en la vejez, los rasgos de personalidad
pueden influir en esta dinámica.
George Vaillant descubrió que el uso de defensas maduras en la adultez temprana predice el ajuste
psicosocial en la vejez. En investigaciones sobre afrontamiento, los adultos mayores recurren más al
enfoque emocional. La religión es una fuente importante de afrontamiento emocional para muchos
adultos mayores, vinculada a la salud y el bienestar.
Después de haber observado y analizado la adultez tardía en las clases y en las películas, es esencial
pasar a la siguiente etapa de la vida: la muerte y el duelo.
Los muchos y cambiantes significados de la muerte y del proceso de morir y el contexto cultural
Papalia y Martorell (2017) menciona que la muerte, a pesar de ser un hecho biológico, se encuentra
atravesado de aspectos sociales, culturales, históricos, religiosos, psicológicos, legales, médicos e
incluso éticos. La forma en la que se interactúa con el fallecimiento de los demás y el de uno mismo
dependen de las actitudes religiosas y culturales que se tienen hacia la muerte. Existen costumbres
ligadas a esta última etapa de la vida, como la remembranza o transferencia de bienes, que se rigen
bajo preceptos religiosos o legales que reflejan el punto de vista de la sociedad respecto a lo que es
la muerte. Los aspectos culturales de la muerte incluyen el cuidado y la conducta hacia el moribundo
y el fallecido, el escenario en que suele ocurrir la muerte y las costumbres y los rituales de duelo.
Todas estas acciones y costumbres a pesar de ser tan diversas cumplen la función de ayudar a la
gente a enfrentar la muerte y elaborar el duelo por medio de significados culturales que brindan un
sostén ante una pérdida.
El modelo propuesto por la psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross en los últimos años ha ganado bastante
popularidad más allá del área de la tanatología, la geriatría, la psicología y la medicina. Dicho modelo
nos presenta las siguientes etapas:
Negación
Ira
Negación por tiempo extra
Depresión
Aceptación
A pesar de explicar muy bien los procesos de un duelo, este modelo ha recibido críticas por otros
profesionales debido a que, aunque las emociones descritas son comunes, sería un error creer que
todas las personas pasan por las 5 etapas y exactamente en ese orden, ya que la muerte es una
experiencia individual.
PATRONES DE AFLICCIÓN
El modelo clásico del trabajo de aflicción: Busca responder a la pregunta ¿Cómo se afligen las
personas?
2) Preocupación por la memoria de la persona muerta. En la segunda etapa, que puede durar de seis
meses a dos años o algo así, el superviviente trata de aceptar la muerte, pero no puede hacerlo
todavía.
3) Resolución. La última etapa habrá llegado cuando la persona doliente renueva el interés en las
actividades cotidianas.
Niñez y adolescencia: Según investigaciones realizadas por neo-Piagetanos (Spence y Brent, 1984),
aproximadamente entre los 5 y 7 años, gran parte de los infantes logran entender que la muerte es
irreversible y se dan cuenta de que la muerte es universal y que las personas muertas no funcionan.
los conceptos de irreversibilidad, universalidad y cese de las funciones son entendidos gracias al
cambio del pensamiento preoperacional al de las operaciones concretas.
Ahora bien, en la adolescencia ya se tiene un total entendimiento de la muerte, pero a pesar de ello,
quienes se encuentran en esta etapa de la vida no suelen pensar mucho en la muerte, a menos que
por alguna cuestión de su contexto sociocultural estos se encuentren en contacto con ella.
Adultez: Aquellos que ya han terminado su preparación académica, que se han casado o tenido su
primer hijo suelen sentirse impacientes por vivir, pero, si repentinamente se encuentran ante una
enfermedad o lesión fatal, suelen experimentar altos niveles de frustración e ira. En vez de
experimentar el deceso de un familiar o personas cercanas que les sirvan de preparación, son
expuestos radicalmente a la muerte.
Del otro lado, los adultos medios y tardíos pueden prepararse para la muerte tanto en términos
emocionales como prácticos mediante la elaboración de su testamento, la planificación de sus
funerales o planteando sus deseos a la familia y los amigos.
PÉRDIDAS SIGNIFICATIVAS
Como podemos observar en Papalia, las pérdidas de un conyugue, un padre o un hijo suelen tener
un impacto dentro de la percepción del yo y de las relaciones sociales alrededor de ese vínculo, un
hijo que perdió un padre puede sentirse más apto para tomar responsabilidades por su cuenta,
puede experimentar acercamiento a sus hermanos, pero, del otro lado de la balanza tenemos las
experiencias de mujeres que sufren abortos espontáneos, ya que en EUA no se tiene mucha
concientización sobre el tema y se tiene cierta desensibilización con ese tipo de duelo.
Existe un gran debate dentro de este tema, ya que, aunque requiere la participación multiprofesional
tanto de abogados, médicos y psicólogos, la parte social tiene un gran peso e influencia, siendo
específicos, de la religión y sistema de creencias de las personas. Algunas religiones siguen
castigando el suicidio, y para ellos, la eutanasia cuenta como suicido. Esto evidentemente no es
universal, ya que, podemos encontrar países como Estados Unidos donde una persona cuyos deseos
se conocen claramente tiene el derecho constitucional de rehusar o descontinuar el tratamiento que
la mantiene con vida (Cruzan v. Director, Missouri Department of Health, 1990).
Al final del día, la discusión se torna incluso filosófica, pues, aunque hay propuestas como la
eutanasia, los cuidados paliativos, tenemos sectores de la sociedad donde a dichos procesos los
llaman “asesinato por compasión” o “muerte asistida”. El debate se vuelve más complejo cuando
cometemos el error de creer que únicamente los adultos tardíos son quienes podrían llegar a estas
situaciones donde deban considerar la eutanasia como una forma digna de morir.
TEMA DESTACABLE
Demencia
Para nosotros, un tema de gran interés e importancia en la etapa de la adultez tardía es la demencia.
La demencia es un término sombrilla, es decir, que es un término general que se utiliza para describir
una variedad de síntomas que puede vivir una persona asociados con el deterioro grave o moderado
de la capacidad mental que interfiere con su vida cotidiana, un ejemplo de ello es la pérdida de
memoria.
Papalia define la demencia como el deterioro cognoscitivo y conductual debido a causas fisiológicas
que interfieren con las actividades cotidianas. El deterioro cognoscitivo eleva sus niveles de
prevalencia en la edad avanzada y afecta a 5% de los adultos estadounidenses en sus setenta, 24%
en sus ochenta y 37.4% de 90 años en adelante (Plassman et al., 2007). Sin embargo, el deterioro
cognoscitivo lo bastante grave para diagnosticarse como demencia no es inevitable. La mayoría de
las formas de demencia son irreversibles, pero con un diagnóstico y tratamiento oportunos es
posible revertir alrededor de 10% de los casos (NIA, 1993; Wykle y Musil, 1993).
Aunque existen alrededor de 50 causas de demencia de origen conocido, la gran mayoría de los
casos (alrededor de dos terceras partes) son causados por la enfermedad de Alzheimer: Trastorno
cerebral degenerativo, progresivo e irreversible que se caracteriza por el deterioro cognoscitivo y la
pérdida del control de las funciones corporales, lo cual conduce a la muerte. (Papalia & Martorell,
2017)
La demencia, a pesar de no solo ser consecuencia del envejecimiento es más común encontrarla en
adultos mayores, pero existen otros factores que causan el deterioro cognitivo.
Los síntomas no siempre son los mismos y suelen ser muy variados, pero existen funciones mentales
las cuáles se ven significativamente afectadas, lo que hace que se considere demencia;
Memoria,
Lenguaje,
Capacidad de concentración
Razonamiento
Juicio y percepción visual
Puede que las personas con demencia comiencen a olvidar detalles pequeños a corto plazo. Los
síntomas son progresivos, es decir, que comienzan lentamente y, con el paso del tiempo logran
avanzar hasta llegar a un estado mayor de pérdida cognitiva. Es por eso que estar pendiente a las
señales de perdida cognitiva es muy importante, así como consultar a un médico al identificarlas.
La causa de la demencia es el daño a las células del cerebro, si las células cerebrales se encuentran
dañadas estas no son capaces de funcionar y comunicarse adecuadamente entre ellas, y cuando
esto ocurre las áreas del cerebro no funcionan adecuadamente y funciones mentales como lo son;
el pensamiento, el comportamiento y los sentimientos se ven afectados.
Distintos tipos de demencia son asociados con daños a células específicas en ciertas zonas
cerebrales. Por ejemplo, en la enfermedad de Alzheimer, los niveles elevados de ciertas proteínas
dentro y fuera de las células cerebrales dificultan que las células cerebrales se mantengan sanas y se
comuniquen entre sí.
La mayoría de los daños en el cerebro que causan demencia son permanentes, irreversibles y
empeoran con el tiempo, sin embargo, algunos de ellos pueden mejorar cuando se aborda la
afección, algunos de ellos son;
La depresión
Abuso de alcohol
Efectos secundarios de medicamentos
Problemas tiroideos
Deficiencias vitamínicas
Para su diagnóstico no existe una sola prueba que lo logre confirmar si una persona tiene demencia.
Los médicos que diagnostican el Alzheimer y otros tipos de demencia se basan en antecedentes
médicos, un examen físico, pruebas de laboratorio y los cambios en el pensamiento, las funciones
cotidianas y el comportamiento. Los médicos pueden determinar que una persona tiene demencia
con un alto nivel de certeza. Pero es más difícil determinar el tipo exacto de demencia porque los
síntomas y los cambios en el cerebro de diferentes demencias pueden superponerse.
Así como también, menciona que existen una variedad de factores que protegen a las personas
contra el desarrollo de la demencia. Ciertos rasgos de personalidad parecerían conferir protección.
Específicamente, la alta extroversión y el bajo neuroticismo (Wang et al., 2009) y la gran
escrupulosidad (Wilson, Schneider, Arnold, Bienias y Bennett, 2007) son los que ofrecen mayores
ventajas. Asimismo, las características cognoscitivas pueden proteger a una persona. La Educación
es protectora (Mortimer, Sonwdon y Markesbery, 2002) así como los empleos que constituyan un
reto (Seidler et al., 2004), el bilingüismo de toda la vida (Bialystok, Craik y Freeman, 2007) y una alta
capacidad lingüística desde los primeros años de vida (Sonwden et al., 1996).
El consumo de alcohol en pequeñas cantidades se asoció con una disminución del riesgo (Peters,
Peters, Warner, Beckett y Bulpitt, 2008). Involucrarse con los demás también puede ser beneficioso.
Los adultos mayores que poseen redes sociales extensas, o contacto social frecuente con otros
tienen menos probabilidades de manifestar deterioro cognoscitivo (Holtzman et al., 2004). El
deterioro cognoscitivo es más probable en personas con mala salud física, en especial las que han
sufrido apoplejías o diabetes (Tilvis et al., 2004).
La falta de actividad física regular es también un factor que pone en riesgo a las personas de padecer
demencia (Abbott et al., 2004; van Gelder et al., 2004; Weuve et al., 2004), y el inicio de un programa
de actividad física aun tarde en la vida, puede ayudar a revertir algunos de los primeros indicios de
deterioro cognoscitivo en adultos sanos (Lautenschlager et al., 2008)
Mortalidad
A medida que las personas envejecen, también se enfrentan más directamente con su propia
mortalidad. Este enfrentamiento puede llevar a la reflexión sobre la vida pasada, la aceptación de la
finitud y la búsqueda de significado en la adultez tardía. Afrontar la mortalidad se convierte en una
tarea psicológica importante en esta etapa, puede ser un proceso complejo y personal. La conciencia
de la propia mortalidad puede provocar reflexiones existenciales y preocupaciones sobre la finitud
de la vida. Esto puede influir en la búsqueda de significado y propósito.
El término muerte es la cesación de las funciones orgánicas y eso le ocurre a todo ser vivo desde los
animales hasta el ser humano; pero el ingrediente de la conciencia hace de la muerte en el ser
humano, un fenómeno complejo, pues no se trata solamente de un hecho físico sino de un
fenómeno biológico, social y psicológico, por lo que el significado humano de la muerte debe
considerarse en estos tres aspectos. (Jiménez, 2012)
Algunas características de la muerte como cese de las funciones físicas son las siguientes
Algunas formas de abordar el tema de la mortalidad según Jiménez (2012) en “Teorías del desarrollo
II” son:
Es importante reconocer y permitirse sentir las emociones asociadas con la idea de la muerte es
fundamental. Esto puede incluir miedos, tristeza, ansiedad y cualquier otra emoción que surja. La
aceptación de estas emociones es el primer paso para afrontar la realidad de la mortalidad, así como
también reflexionar sobre las creencias personales y los valores fundamentales puede brindar
claridad y consuelo. Muchas personas encuentran consuelo en sus creencias espirituales o filosóficas
y encuentran significado en la conexión con algo más grande que ellas mismas.
La comunicación abierta sobre la muerte puede ser terapéutica. Hablar con amigos, familiares o
profesionales de la salud sobre las preocupaciones y reflexiones acerca de la mortalidad puede
ayudar a procesar estas ideas. Pensar en el legado que se quiere dejar puede ser una forma de
encontrar significado. Esto puede incluir compartir historias, sabiduría y experiencias con las
generaciones futuras. Al explorar y afianzar sus creencias y valores, algunas personas encuentran
consuelo y significado en la idea de la muerte como parte del ciclo natural de la vida o como una
transición hacia algo más allá.
Al abordar activamente el miedo a la muerte, algunas personas pueden aprender a manejar y reducir
su ansiedad. Esto puede incluir participar en terapia, leer sobre el tema, o participar en discusiones
abiertas sobre la vida y la muerte. La aceptación de la muerte es un proceso individual y no todos
llegan a este punto en la misma medida. Además, la cultura, la espiritualidad y las experiencias de
vida pueden influir en la forma en que las personas abordan y aceptan la idea de la muerte. La
aceptación no significa necesariamente resignación, sino más bien encontrar un equilibrio
emocional que permita vivir de manera plena mientras se reconoce la realidad de la finitud.
CONCLUSIÓN INDIVIDUAL
Los psicólogos, desde sus distintas áreas de especialización, desempeñan un papel esencial en el
abordaje de los problemas asociados con la adultez tardía. Crear conciencia genuina sobre el
ageísmo y fomentar un cambio de pensamiento implica abordar el problema desde múltiples
ángulos y a través de diversas estrategias. Ya que el ageísmo representa un desafío significativo que
afecta a las personas mayores en diversas áreas de sus vidas. Abordar este fenómeno requiere un
esfuerzo colectivo que implique cambios a nivel individual, educativo, legislativo y mediático.
Los adultos mayores desarrollan diversas estrategias de afrontamiento para hacer frente a los
cambios, que pueden incluir la adaptación, la reevaluación de metas y prioridades, y el desarrollo
de resiliencia emocional. Estas estrategias juegan un papel crucial en la capacidad de afrontar los
desafíos de la adultez tardía de manera saludable. Mantener la salud física y mental puede mejorar
la calidad de vida y ayudar a afrontar la idea de la muerte de manera más resiliente. Esto incluye
hábitos saludables, la gestión del estrés y la atención a la salud mental.
El abordaje de los problemas asociados con la adultez tardía también puede ser llevado a cabo a
nivel comunitario. Examinar la participación social y comunitaria de las personas mayores puede
ayudar a comprender cómo el involucramiento en actividades culturales, voluntariado y eventos
sociales contribuye al bienestar. Esto puede respaldar iniciativas para fomentar la
participación activa.
De igual forma es importante abordar el tema de la mortalidad en esta etapa, ya que muchos adultos
tardíos no saben cómo enfrentarse a ella, lo cual genera crisis por no saber sobrellevarlo. Es
necesario aportar mayor información, comprensión, ayuda, orientación y apoyo a las personas que
están atravesando esta etapa ya que todos nos encaminamos a ella y tenemos cerca de nosotros
adultos mayores. Incluso la población de adultos tardíos incrementa cada vez más conforme la
esperanza de vida es mayor, por ende, es importante ahondar mucho más en temas relacionados,
así como también comprender, saber e informar sobre las situaciones, momentos, crisis, desarrollo
físico, emocional, cognoscitivo y psicosocial por el que atraviesan para que de esta manera se les
pueda dar una atención digna.
Al final de todo es importante destacar el impacto psicológico de esta etapa, aunque se comparten
crisis y teorías normativas, las experiencias y vivencias que experimentan es altamente individual y
puede estar influenciada por factores como la resiliencia, el apoyo social y las actitudes personales
hacia el envejecimiento. Además, las estrategias de afrontamiento y la adaptabilidad juegan un
papel crucial en la forma en que las personas enfrentan sus cambios en la adultez tardía.
Reconociendo y comprendiendo estos cambios, tanto a nivel individual como sociocultural,
podemos trabajar hacia la creación de entornos que fomenten la salud mental y emocional de las
personas mayores.
Su estudio, además, invita a la reintegración de los adultos mayores dentro de la sociedad como
personas dignas, valiosas y funcionales.
Uno de los aspectos fundamentales al momento de abordar temas del desarrollo humano son los
factores ambientales y contextuales de los individuos. Si bien, la demencia tiene mayor presencia en
adultos tardíos, no solo se limita a este grupo de edad. Gracias a las dos películas analizadas nos
podemos dar cuenta de que es algo mayoritariamente subjetivo que puede ser incluso prevenido o
tratado. La actividad, la inclusión social, la productividad laboral y el dejar un legado de aprendizaje
son factores a tener en cuenta para los individuos en la etapa de adultez tardía, pues con estos se
puede evitar/disminuir la probabilidad de sufrir demencia, pero, sobre todo, se puede llegar a
mejorar enormemente la vida de los mismos. Sin dudas, como sociedad debemos poner mucha más
atención a nuestros adultos tardíos que han pasado por una vida difícil con eventos traumáticos, o
que tienen mayor probabilidad de sufrir demencia por factores genéticos, pues muchos de ellos son
abandonados sin asistencia médica y emocional. La única forma de tratar este tipo de padecimientos
es prestar atención a los detalles, actuar y buscar la ayuda adecuada.
El estudio del desarrollo del ser humano es de suma importancia para la psicología, en su ausencia
no seríamos capaces de comprender y lograr empatizar adecuadamente con las personas
dependiendo de la fase de vida en la que se encuentren. Particularmente en la vejez, existen muchos
factores de influencia relevantes para poder entender la psique de una persona en esta etapa, y sin
un conocimiento mayor de su experiencia cognitiva y física en la adultez tardía no existiría un buen
entendimiento al respecto
Dentro de la psicología el estudio del desarrollo humano ha sido una pieza fundamental para poder
comprender cómo funciona nuestra mente y cómo ésta influye en la conducta, pero, un hecho
innegable es que la vejez ha sido hecha a un lado para poner el foco de atención e investigación en
otras etapas como la adolescencia. En los últimos años se ha hecho más popular abordar el tema del
duelo ante pérdidas, pero irónicamente la etapa comúnmente más acercada a la muerte (la vejez)
sigue figurando fuera del mapa, por lo que considero que como futuros psicólogos es de suma
importancia concientizar a la población dentro y fuera de la psicología acerca de los ancianos, sus
necesidades y cómo los trata la sociedad.
ASILOS EN PUEBLA
Morada de los Abuelos
REFERENCIAS
Jiménez, G. J. S., [Guadalupe Jiménez Sánchez]. (2012). Teorías del desarrollo III