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UNIVERSIDAD PRIVADA

DOMINGO SAVIO
PSIQUIATRÍA FORENSE

DOCENTE:
Abg. Luis Carvajal
INTEGRANTE:
Luis Choque Ibarra

Tarija, septiembre de 2023


RESUMEN

En el presente trabajo de investigación que se nos asignó el docente Lic.


Luis Carvajal, trata de buscar dentro de nosotros las aptitudes correctas que
debemos de asumir como futuros abogados brindando a nuestra población un
adecuado uso de la psiquiatría en la búsqueda de verdaderos retos los cuales nos
lleven a la búsqueda de la verdad, siendo imparciales al momento de la toma de
decisiones logrando así de esta manera analizar de forma cuantitativa y
cualitativas los aspectos incluso menos relevante que son para algunos, sin
embargo muestra grandes avances dentro de nuestro ámbito profesional. En el
siguiente resumen se mostrará las diferentes patologías que padecen cierta parte
de nuestra población desde la entrevista de diagnóstico y la correcta revisión de
las características, para poder así hallar la veracidad del caso favoreciendo a la la
víctima y poder sancionar al culpable de acuerdo a las leyes que estipulen dentro
de nuestra Constitución Política del Estado.

RESUMEN ENTREVISTA DE DIAGNOSTICO

LA REVISION PSIQUIATRICA DE LOS SINTOMAS

Como memorizar los criterios del


DSM-5.- En este capítulo se describe
la técnica para memorizar los criterios
de los trastornos del DSM-5. Estas
mnemotecnias son una manera de
arreglar la información de forma que
sean fragmentos manejables. Los
investigadores que han estudiado la
manera de pensar de los clínicos de
experiencia encontraron que este
proceso de “fragmentar” es común.

El arte de evaluar hipótesis. - El reto es trazar un diagnóstico completo y atinado


en un periodo muy breve. Al principio del entrenamiento, esto no le parecerá
importante, cuando le pidan dedicar lo que creerá que es muy poco tiempo a
entrevistar pacientes. Después, usted se dará cuenta de la correlación entre el
número de pacientes que usted ve al día y su capacidad de pagar la hipoteca de
su casa. Así que se verá en la disyuntiva de hacer las cosas rápido o hacerlas
bien.

Examen del estado mental. -El EEM es


la evaluación que hace el psiquiatra del
estado actual del funcionamiento
cognitivo y emocional del paciente.
Aunque la mayor parte de la entrevista
inicial se enfoca en el pasado de esa
persona, para hacer un EEM excelente
se requiere que le preste igual atención a su presente. Aquí entra en escena su
“intuición”. ¿Cómo está su paciente mostrándose a sí mismo? ¿Cómo es su
proceso de pensamiento? ¿Cómo expresa sus emociones? Le va a tomar años
afinar su capacidad de observación, y esta es, sin duda, la parte más interesante
de la entrevista de diagnóstico.

El EEM cumple dos objetivos. Primero, ayuda a hacer el diagnóstico, en especial


en esos casos en el que la información histórica es equívoca o no es de confiar.
Un paciente podría enviarle un correo electrónico enlistando todos sus síntomas,
pero evaluar el grado de angustia y la necesidad de tratamiento requiere de
observación directa, es decir del EEM. Segundo, el EEM le permite crear para sus
archivos una descripción vívida del paciente.
Al usarlo, usted va a poder rastrear con
facilidad el progreso de su paciente de una
entrevista a otra, y le puede dar a los clínicos
a quienes lo refiera un sentido de su
condición.

Como evaluar la ideación suicida y homicida. -


La razón por la que es necesaria una
evaluación de la tendencia suicida en toda entrevista de diagnóstico es bastante
obvia: se espera prevenir el suicidio. Sin embargo, el campo de la salud mental no
ha logrado desarrollar herramientas para predecir el comportamiento suicida en
cada paciente en particular. Por otro lado, algunos investigadores han descubierto
cierto número de factores que incrementan el riesgo de suicidio. Es importante
estar al tanto de tales factores de riesgo mientras entreviste a cualquier paciente
potencialmente suicida.

El diagnóstico de diferentes tipos


de trastornos depresivos
comienza con realizar el del
episodio depresivo mayor. Una
vez que se convierta en un
experto en la evaluación de la
presencia de los síntomas
neurovegetativos (SNV) de la
depresión, usted será capaz de
diagnosticar con rapidez una depresión mayor, una depresión atípica, un trastorno
afectivo estacional (SAD, triste en inglés) y un trastorno depresivo resistente o
distinta. Es igualmente importante que usted sepa cuándo no diagnosticar un
trastorno depresivo. La depresión mayor tiende a recibir una atención
desproporcionada en la educación de salud mental, en parte por ser tan común y
en parte porque somos buenos tratándola. Sin embargo, usted le haría un daño al
paciente si lo diagnostica con una depresión mayor cuando, por el contrario, tiene
un trastorno de adaptación con estado de ánimo deprimido, por lo que se
beneficiaría mucho más de un tratamiento psicoterapéutico breve que con
medicamento.

El trastorno bipolar tiende a ser subdiagnosticado por los clínicos principiantes.


Muchos de los pacientes que se presentan a una entrevista psiquiátrica se ven
desmoralizados, deprimidos o ansiosos, y uno no se siente intuitivamente movido
a preguntar sobre periodos de felicidad. Es importante darse cuenta de que el
trastorno bipolar por lo común se presenta primero como una depresión mayor, y
que 20% de los pacientes con depresión evoluciona luego a trastorno bipolar.
Incluso cuando usted sí recuerde preguntar sobre manía, hay otro obstáculo: una
tendencia alta de respuestas afirmativas falsas. Muchos pacientes reportan
periodos de euforia y alta energía que representan variaciones normales del
estado anímico, en vez de manía. Por ende, las mejores preguntas de descarte
para manía indagan sobre la percepción de otras personas, tanto como la
autopercepción del paciente.

La ansiedad es un síntoma común y para los entrevistadores novatos puede ser


frustrante diagnosticarla, por la gran cantidad de trastornos que presentan
ansiedad. Por ejemplo, muchos pacientes con depresión mayor, manía y
esquizofrenia también reportan ansiedad significativa, inclusive en ausencia de un
trastorno de ansiedad. Sin embargo, es importante ser sistemático al diagnosticar
trastornos de ansiedad, en especial porque se han desarrollado muchas
psicoterapias enfocadas en estos trastornos. Por ejemplo, el método cognitivo
conductual para el tratamiento de trastorno de pánico es muy diferente a aquel
para la fobia social. Usted
debería desarrollar una
estrategia sistemática para
preguntar sobre los
trastornos de ansiedad más
frecuentes del DSM-5,
además de TOC y TEPT (en
el DSM-5 se eliminaron los
últimos dos trastornos de su
sección sobre ansiedad, pero
yo todavía considero que
resulta más útil catalogarlos como trastornos de miedo/ansiedad).

En una entrevista inicial de diagnóstico, usted probablemente no va a tener tiempo


de evaluar la historia, extensión y consecuencias del problema de abuso de
sustancias del paciente. Dicha evaluación requiere en sí misma de una sesión
entera. ¿Cuáles son, entonces, sus objetivos más limitados? Son tres:
1. Determine si su paciente cumple con los criterios del DSM-5 de trastorno de uso
de alcohol/drogas.

2. Evalúe la gravedad del problema.

3. Determine cómo interactúa el uso de alcohol con cualquier otro trastorno


psiquiátrico comórbido presente.

El primer punto importante que el entrevistador novato debe aprender es que la


psicosis y esquizofrenia no son intercambiables. Psicosis es un término general
que define el proceso desordenado del pensamiento y una comprensión
incapacitada de la realidad. Como tal, la psicosis puede ocurrir como parte de
muchos síndromes psiquiátricos que no sean esquizofrenia, incluyendo:

Depresión.

Manía.

Estrés abrumador (psicosis reactiva breve).

Trastorno disociativo.

Demencia y delirium.

Intoxicación por sustancias o abstinencia.

Trastornos de personalidad (TP).

Lograr una evaluación de diagnóstico rápida significa que usted debe hacerle a
cada paciente que entreviste preguntas de descarte sobre síntomas psicóticos, y
no sólo a aquellos en quienes sospecha esquizofrenia.

Uno de los cambios más importantes del DSM-5 es clasificar la demencia y el


delirio como “trastornos neurocognitivos”. El delirium sigue llamándose delirium,
pero la demencia ahora se denomina “trastorno neurocognitivo mayor”, mientras
que una forma menos severa de demencia se llama “trastorno neurocognitivo
leve”.

En el capítulo 21 esbocé una exploración rápida de la cognición con componentes


basados en estudios que muestran que son efectivos identificando pacientes con
problemas cognitivos. En este capítulo muestro cómo adaptar sus preguntas al
paciente que podría tener delirium o demencia. En el delirium la atención está
deteriorada, y todos los procesos cognitivos están, en consecuencia, deteriorados.
En la demencia, la atención está intacta, pero los procesos cognitivos,
particularmente la memoria, están deteriorados.

Los trastornos alimenticios son relativamente fáciles de diagnosticar. El problema


es que muchos clínicos no preguntan al respecto, y muchos que lo sufren no dicen
de manera espontánea sus síntomas, bien sea porque los perturba, como en la
anorexia, o porque están muy avergonzados de ellos, como en la bulimia o en el
trastorno por atracón. Por ende, las preguntas de descarte para los trastornos
alimenticios deben siempre incluir sus PROS.

El trastorno por déficit de


atención con hiperactividad
(TDAH), al igual que el de
pánico, implica una lista
larga de síntomas, de tal
modo que resulta impráctico
memorizarlos todos. Para
hacer las cosas aún más
confusas, muchos de los
criterios son tan similares
que parecieran redundantes
(p. ej., ¿hay alguna diferencia real entre “con frecuencia no logra prestar
atención?” y “¿con frecuencia tiene dificultades para prestar atención?”). Por ende,
igual que en el trastorno de pánico, la estrategia más racional es agrupar los
criterios en grupos significativos usando una mnemotecnia, en este caso MPAD

El DSM-5 enfatiza el modelo médico de trastornos psiquiátricos. Cada trastorno se


presenta como si fuera un síndrome discreto que el paciente “tiene”, de la misma
forma que el paciente podría “tener” diabetes o asma. La mayoría de los clínicos
se da cuenta de que esta es una visión simplista y entiende que cada paciente
tiene una personalidad de fondo que interactúa, y a veces contribuye a la
formación de un síndrome psiquiátrico. Las versiones anteriores del DSM incluyen
el “Eje II”, que era específico para trastornos de personalidad (TP), que servía
para obligar por lo menos a pensar un poco en las características de personalidad
del cliente. Mientras que el DSM-5 elimina el eje de diagnóstico de todas formas,
se extiende mucho explicando los TP e incluye una sección nueva para un modelo
alternativo para los mismos. Aunque sea interesante, este modelo es complejo,
todavía está en revisión y no es algo que usted deba saber (aún) al evaluar a sus
pacientes.

CRITERIO. -en la sección 3 pude ver e identificar las diferentes formas que hay en
el dsm-5 como así también los diferentes trastornos que se presenta en cada
subtitulo de esta sección en si nos ayuda mucho para que podamos tener en
cuenta y ayudar a un familiar o amistades.

SECCION IV

Las anteriores son ejemplos de preguntas que los pacientes le van a hacer, con
frecuencia hacia el final de la entrevista diagnóstica. Con el tiempo los clínicos
desarrollan estrategias efectivas para dar respuesta a estas inquietudes con un
lenguaje común. Aunque el acto de educar a los pacientes rara vez se enseña en
programas de entrenamiento, desde el punto de vista del paciente, es la parte más
importante de la evaluación inicial.

Educar a su paciente sobre el trastorno es útil de varias formas. Primero, la


educación disminuye la ansiedad. Como clínicos, tendemos a tomar las
enfermedades mentales por sentado, pero con frecuencia a los pacientes les
aterran sus trastornos. Al darle nombre a una enfermedad, mostrar el pronóstico y
asegurarse que el tratamiento se entiende, y que millones de otras personas la
han experimentado, podemos disminuir sustancialmente la ansiedad del paciente.
Una vez que usted haya establecido el diagnóstico, debe determinar un plan de
tratamiento con base en él. Un plan de tratamiento es algo que debe acordar con
su paciente, en vez de entregárselo como si fuera una prescripción. Cuanto más
involucre al paciente en la planeación del tratamiento, más probable es que vaya a
apegarse al plan.

Un término popular para describir un buen seguimiento era cumplimiento, pero


ahora este término está siendo sustituido gradualmente por adherencia, pues
implica menos pasividad. Un paciente decide adherirse, mientras que a cumplir se
le obliga. Algunos investigadores han encontrado que cuando los clínicos y
pacientes negocian un plan juntos, tanto la adherencia como los resultados
clínicos mejoran.

Espero que este capítulo lo ayude a trabajar con algunos de los momentos más
dolorosos en su relación personal con el reporte. He delineado algunos formatos
para que escoja entre ellos y doy algunas sugerencias para ayudarlo en el
proceso.

CRITERIO. - en esta etapa de la sección 4 se puede ver de cómo podemos seguir


con el tratamiento ya que hay indicaciones de cómo tratar al paciente que esta
enfermos ya que debemos llevar acabo al pie de la letra como indica el médico.

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