Está en la página 1de 375

Presos Deseos ✗ kookmin

melovestaehyung

1
Summary

title Presos Deseos ✗ kookmin


author melovestaehyung
source https://www.wattpad.com/story/226551189
published June 26th, 2020
updated March 4th, 2022
words 99,741
chapters 40
status Complete
rating Unknown
Boyxboy, Btsfanfic, Complete, Gayfanfic, Gaylove, Gayromance, Jikook,
tags
Jikookmin, Jimin, Jungkook, Kookmin, Murder, Prision

Description:
Donde Jungkook entra a prisión y Jimin es su compañero de celda.
➻ jk top ♡ jm bottom ➻ angst, smut, drama ➻ adaptado e inspirado en la serie vis a vis ➻
contenido explícito: lenguaje inapropiado, violencia
©melovestaehyung

5
000.

⚠ Este fic contiene violencia de forma explícita, vocabulario soez,


dependencia y apego emocional, trastornos mentales, mención de
abuso sexual, suicidio y uso de drogas. No se busca normalizar o
romantizar las acciones de los personajes, sino que son producto del
escenario tóxico y peligroso en el que se desarrolla la historia. Están
advertidxs. ♡
————————————
Era un día normal como cualquier otro, con una jornada normal como
cualquier otra en la que llegaba de regreso a su departamento ubicado en
una prestigiosa urbanización, después de largas horas de trabajo. Todo
había trascurrido tan normal, tan común y tan simple como siempre
había sido su vida que jamás se imagino que sería literalmente la última
vez.
La última vez que viviría una vida normal.
La última vez que sería libre.
Libertad. Oh, anhelada libertad.
Si le hubieran dicho que le quitarían por completo tan preciado y
satisfactorio beneficio, aunque sea hubiese aprovechado el aire fresco un
poco más.
Pero la vida no viene con un manual de instrucciones, ni mucho menos
con un botón de rebobinar.
Y si cometiste un grave error, tarde o temprano vas a pagar las
consecuencias.
Ese día definió un antes y un después en la vida de Jeon Jungkook.
Pues después de eso, jamás volvió a ser el mismo.

7
Como anteriormente se dijo, él llegaba tranquilamente de su trabajo en
su costoso auto y sin ninguna preocupación en la vida. ¿De qué te ibas a
preocupar si prácticamente naciste en una cuna de oro? Donde todo lo
que querías lo obtenías enseguida y sin reclamos.
Tenía la mejor vida: dinero, casa, pareja y un auto. ¡La vida perfecta!
¿Verdad? Por supuesto que sí. Nada le faltaba. Él era feliz, muy feliz.
Ah, también vivía con su novia. Llevaban dos años juntos. Y era una
relación sana y maravillosa.
Pero… casi perfecta.
Entró a su departamento, dejando las llaves al lado de la puerta y su
abrigo en el perchero de forma automática. Cabe destacar que había
llegado más temprano de lo usual pero no era algo de importancia, no
siempre llegaría puntual. Inmediatamente le pareció extraño que hubiese
tanto silencio, entonces decidió comenzar a subir las escaleras en busca
de su novia. Sin embargo conforme avanzaba por el pasillo del segundo
piso, se encontró con ropas femeninas y masculinas tiradas en el suelo
las cuáles guiaban hasta su habitación. Frunció el ceño, más cuando
logró a escuchar extraños ruidos provenientes de allí. Aunque su mirada
se suavizó cuando reconoció que eran gemidos, y no de cualquier
persona, eran de su novia.
Y estaba con alguien más.
No lo pensó mucho, es más, ni lo pensó en el momento en que avanzó
furiosamente hasta la habitación y abrió la puerta de un golpe.
Encontrándose con su mejor amigo Mingyu sentado a la orilla de su
cama mientras besaba de forma hambrienta el cuello de su novia
Sooyoung quién se encontraba sobre su regazo, ambos aún con ropa
interior.
En el momento en que la fogosa pareja se dió cuenta de su presencia se
detuvieron abruptamente y sus rostros fueron de película. E
inmediatamente no tardaron en apartarse del otro.

8
—J-Jungkook… —balbuceó la chica con terror en sus ojos mientras
acomodaba el tirante de su brasier— P-Puedo e-explicártelo, y-yo…
Jungkook estaba en shock. Literalmente su cuerpo estaba paralizado y no
podía quitar la expresión de impacto en su rostro, de todas las cosas que
le podían pasar en la vida, jamás se imaginó algo como esto. Era un
sueño. Quería que fuera un sueño. Por favor, que sea un sueño. Pero no,
no lo era. Ni siquiera se molestó en escuchar a su novia hablarle,
automáticamente se dió media vuelta y salió de la habitación.
La pareja enseguida le siguió, balbuceando ambos sin parar y con voces
temblorosas. Él no podía escucharlos porque sus voces se oían lejanas y
con eco, sentía que todo transcurría en cámara lenta mientras el fuerte
sonido de los latidos de su corazón gobernaba su audición.
Era como una bomba. Una bomba que estaba reteniéndose y a punto de
explotar. Pues su respiración estaba descontrolada y sus manos vueltas
en fuertes puños que lograban remarcar sus nudillos, avanzando sin
mirar atrás. Hasta que sintió una mano en su hombro intentando
detenerle, inmediatamente reconoció aquel firme tacto. Mingyu, su
mejor amigo del alma. Su confidente desde la infancia, la única persona
que confiaba, su único amigo de verdad… Y le había traicionado.
La bomba explotó.
Sin preámbulo alguno, apenas sintió el tacto en su hombro se giró y le
pegó un fuerte golpe en la mejilla al chico. Tan fuerte que logró hacerlo
caer al suelo y romperle el labio.
—¡Hijo de la gran puta! —gritó como nunca en su vida lo había hecho.
Su novia se llevó una mano a la boca e inmediatamente ayudó al herido a
levantarse, mientras comenzaba a llorar.
—Jungkook, por favor. Déjame explicarte… nosotros—
—¡Y una mierda, Sooyoung! —interrumpió con fuerza— ¡Vete a la
mismísima mierda! ¡Los dos!

9
Dicho esto se dió la vuelta, dispuesto a salir de allí y meterse en quién
sabe a dónde pero no estaría un minuto más allí.
—¡Nosotros estamos juntos! —confesó Mingyu, logrando que se
detuviera de golpe— P-Planeábamos decirte pero… pero era muy difícil,
lo sentimos mucho…
—Es verdad… —continuó la chica con voz rota— No quería que te
enteraras de esta forma… Jungkook, perdóname.
El hombre de cabello castaño oscuro, se volteó lentamente hacia la
pareja con una expresión anonadada y sin poder creer lo que acaba de
escuchar.
—¿Qué mierda dijiste? —preguntó, comenzando a acercarse de forma
amenazante hacia su novia— ¿Estuviste engañándome todo este tiempo?
¿Y aún así tenías el puto descaro de seguir conmigo?
—Lo siento… —sollozó.
—¡¿Y con Mingyu?! —agregó, sumamente alterado— ¿Con mi mejor
amigo? —sus ojos se llenaron de lágrimas— ¡Hija de puta!
Inmediatamente Mingyu se interpone, deteniéndole del pecho.
—Tranquilízate, Jeon —ordena con voz firme.
Jungkook enfurece más y comienza a empujarlo.
—¡Tú! ¡Maldito desgraciado! —maldijo entredientes con lágrimas en sus
ojos— P-Pensé que eras mi amigo… De todas las personas del mundo…
¿Por qué tú? ¡¿Por qué?!
Mingyu logra tomarlo de la camisa y acercarlo a su rostro de modo que
pudo susurrarle:
—Porque me salió de los huevos hacerlo, porque me enamoré de ella y la
hago más feliz que tú. De verdad lo siento, pero no me arrepiento de
nada… No es mi culpa que seas un inservible de mierda, no es mi culpa
que ella me haya elegido a mí.

10
Entonces Jungkook perdió la cordura, la ira, el dolor y la impotencia
ganando en él, provocando que le diera un golpe a Mingyu que lo tiró
nuevamente al suelo. Y sin darle tiempo de nada, se subió encima suyo
para comenzar a darle golpe tras golpe sin piedad alguna con una fuerza
que no sabía de donde sacó. Sooyoung le gritaba que se detuviera e
intentó detenerle pero él la apartó bruscamente y prosiguió a enrollar sus
manos en el cuello del contrario, comenzando a ejercer gran fuerza.
Mingyu intentó defenderse pero era inútil, Jeon no se detenía, nada
coherente cruzaba en su mente en ese momento. Tenía la respiración
acelerada y los ojos llorosos, sólo quería desquitarse.
Hasta que de un momento a otro, Mingyu dejó de luchar y
sucesivamente, dejó de respirar. Jungkook también se detuvo, mirándole
fijamente hasta que poco a poco comenzó a volver a la normalidad y a
captar lo que había hecho. Entonces palideció e inmediatamente se alejó
del cuerpo, sus ojos abiertos de par en par.
Sooyoung también estaba sorprendida, casi de forma instantánea pegó un
grito y se dejó caer al piso mientras comenzaba a llorar.
—¡Lo mataste! —sollozó con fuerza— ¡Jungkook, lo mataste!
Jeon sintió su corazón detenerse del impacto, se acercó rápidamente a
Mingyu y le tomó el pulso. Pero no sintió nada. Entonces entró en
pánico.
—No… no, no, no, no… —murmuró, comenzando a hacerle RCP al
chico— Mingyu… por favor, d-despierta… No, por favor, no, mierda,
no…
Sin embargo, fue inútil. Mingyu no reaccionó. Sooyoung encontró las
fuerzas para levantarse y correr por un celular para llamar a emergencias.
Jungkook inmediatamente se apartó del chico, retrocediendo desde el
suelo mientras que llevaba una mano a su boca y no podía dejar de
temblar.
Miró sus propias manos ensangrentadas, hasta su misma ropa traía
sangre que no era suya y entonces rompió en llanto.

11
Había matado a una persona, y no a cualquier persona.
Había matado a su mejor amigo.
¡Buenaaass! ¿Qué tal les ha tratado la vida? ¿Bien? ¿Mal?
¿Masomenos? Si es la última, same. Anyways, volví!!! Y con un nuevo
fic que lpm, he estado pensando e investigado desde hace uff. Ya tengo
escritas muchas partes y… será algo distinto a lo que acostumbro a
hacer.
Como podrán leer, este fic tendrá una temática de prisión, de la vida en
una cárcel y la idea me la dió GukkieChim
Peeero, no será cualquier temática, será una historia basada en la serie
Vis a Vis, no sé si la conocerán pero si no la han visto, véanla. Es de mis
favoritas.
Y bueno, se verán muchas referencias, frases, diálogos y escenas
inspiradas en esta serie. La historia no va a ser puro copie y pegue,
habrán muchas cosas similares pero la historia es distinta. Al igual que
se empleará vocabulario español, no en su totalidad pero sí estará
presente. Cabe destacar, que las normas, reglas y condiciones que
tendrá la prisión estarán de la mano con las que aparece en la serie. Así
que para que lo tomen en cuenta, no todas las prisiones del mundo
utilizarán los mismo métodos de manejo. La historia no va a ser puro
copie y pegue, habrán muchas cosas similares pero la historia es
distinta.
So, that’s it. Espero la disfruten y le den mucho amor. Bye

12
001.

Los fuertes golpes del mazo le hicieron agudizar nuevamente sus oídos y
alzar su rostro hacia el juez. Aquellos golpes también hicieron callar al
jurado, quedando la sala totalmente en silencio.
—Después de tres horas, finalmente a llegado el veredicto del jurado —
bramó el juez cuyo aspecto no era más que el de un anciano pero con
carácter y una mirada amenazante que lograba ponerle los vellos de
punta a cualquiera— Que el acusado se ponga de pie.
Inmediatamente obedeció, sintiendo como su corazón latía a mil por hora
y los nervios invadían todo su cuerpo. Respiró hondo, conectando
miradas con el juez quien no le veía de la forma más agradable.
Y entonces, el juez comenzó a hablar.
—Nosotros, el jurado de Seúl, hallamos al acusado, Jeon Jungkook: por
el cargo de homicidio en tercer grado de Kim Mingyu, culpable. Y se le
dará una sentencia de diez años en prisión. Caso cerrado —sentenció
dando un fuerte golpe con el mazo.
Jungkook sintió como la presión se le bajó, prácticamente su cerebro se
desconectó del mundo a su alrededor y comenzó a sentirlo en cámara
lenta. Miró a su alrededor, sus padres se acercaron pasmados y su madre
se lanzó a abrazarlo sin dejar de llorar. Él no pudo corresponderle pues
estaba demasiado impactado y en shock.
—Te sacaré, hijo —dijo su padre con seguridad mientras le veía
fijamente a los ojos— Te lo prometo.
Inmediatamente dos oficiales lo agarraron y alejaron de su familia,
colocando sus brazos atrás para comenzar a esposarlo. Seguidamente lo
arrastraron hacia la salida, el miedo que sentía era indescriptible al igual
que la sensación de sentirse como un criminal. Era horrible. Logró darle

13
una última mirada a sus padres antes de perderlos de vista, y lo próximo
que visualizó fue el auto policial donde lo llevarían a prisión.
Con una condena de diez años.
Pero se lo merecía, duramente se lo merecía.
De camino a prisión, sólo podía pensar en lo acabada que estaba su vida.
Tenía todo, literalmente tenía todo y de un día a otro, lo perdió. A sus 23
años, había terminado su carrera en administración y trabajaba en la
compañía familiar. Hablaba tres idiomas, tenía un trabajo donde le
pagaban muchísimo, tenía un auto y hasta casa propia. No podía creer el
hecho de que cuando finalmente salga tendrá 33 años y un curriculum
manchado hasta la mierda.
En definitiva, su vida y planes a futuro se fueron a la mismísima mierda.
Aunque tenía un poco de fe en poder salir de allí, su familia era rica pero
la fianza era altísima.
Estaba jodido.
Las puertas eléctricas de la prisión se abrieron, permitiendo al auto entrar
y seguidamente que lo bajaran. Aún con sus manos esposadas, avanzó
por el interior del lugar que se encontraba sumamente silencioso, lleno
de oficinas y demás funcionarios. Lo detuvieron al frente de una puerta
que decía “Ingreso reclusos” donde le quitaron las esposas y le abrieron
la puerta. Al otro lado se encontraba un hombre de mediana edad con un
uniforme totalmente cubierto y una tabla de apuntes en su brazo.
—Por favor, acompañeme.
Jungkook obedeció, siguiendo al hombre hasta que se detuvo en una
especie de recepción donde estaba un chico alto y de cabello azabache
atendiendo, no pudo evitar sorprenderse al notar el color amarillo de sus
ropas. ¿Acaso era un preso? El hombre le dijo su nombre al chico y este
enseguida se puso a buscar en los campos de la pared, los cuales traían el
nombre de varios presos y lo que al parecer en su interior estaban sus
pertenencias de cuando ingresaron.

14
Finalmente el chico azabache colocó una caja al frente de Jungkook, la
cuál traía su uniforme, un kit básico de aseo y demás. Seguidamente le
dedicó una sonrisa que claramente el pelinegro no se la devolvió.
—Esta es una prisión privada —habló el hombre mayor— Está
prohibido introducir objetos personales así como ropa que no sea del
centro. Agradecería que comenzará a dejar en esa caja todo lo que traiga
consigo: joyas, llaves, cartera, móvil… todo afuera.
Con pesar en su aura, Jungkook obedeció. Comenzando con su costoso
reloj de Louis Vuitton, después sus pulseras, anillos, aretes de otras
prestigiosas marcas para finalizar con su móvil apagado.
El chico en la recepción soltó un silbido de impresión, literalmente sus
ojos brillaban ante cada objeto que Jeon dejaba en la caja.
—Vaya, si que tienes dinero… —murmuró.
—Silencio, Kim —ordenó el hombre mayor y después se dirigió
nuevamente al pelinegro— ¿Listo?
Jungkook asintió.
—Vamos.
El hombre mayor lo condujo nuevamente hacia otra sala donde se
encontró con tres hombres más que estaban en fila horizontal y parecían
igual de perdidos que él. El mayor le indicó que se pusiera al lado de
ellos y seguidamente cerró la puerta con seguro.
—Mi nombre es Han Jungha, soy el jefe de módulo, pero para ustedes
los reclusos soy simplemente el gobernante —se presentó— Ahora,
desnúdense.
Jungkook abrió sus ojos de par en par y miró a los demás quienes
estaban igual que él pero de todas forma comenzaron a quitarse la ropa, y
por ende, él también lo hizo.
—Dejen la ropa en las cestas enumeradas —ordenó el gobernante
mientras se deshacían de sus prendas—En esta prisión el día comienza a

15
las siete de la mañana, así que cuando mañana escuchen la sirena tendrán
quince minutos para vestirse, hacer la cama y formarse para el rencuento
en celda. Después comienzan los desayunos y los talleres de trabajo de
los que serán informados puntualmente. ¿Alguna pregunta?
—¿Tenemos la opción de comprar cosas que necesitamos además de lo
que nos dieron? —preguntó uno de los chicos mientras se deshacía de
sus jeans.
—Sí. Tenemos un economato, donde pueden comprar lo que quieran.
—¿Con qué dinero? A mi me lo han quitado todo al entrar…
—Obtendrán cheques de la prisión a cambio de su trabajo en los talleres,
también pueden recibir dinero de algún familiar o conocido suyo siempre
y cuando sea aceptado por dirección. ¿Algo más?
Jungkook se quitó finalmente su última prenda, intentado cubrirse un
poco con sus manos por instinto.
—¿Hay baños en la celda? —preguntó, pues él era una persona muy
aseada y quería asegurarse de tener todo a su alcance para ello.
El hombre le miró con un eje de gracia y negó con la cabeza.
—No. Tienen un baño común en cada módulo, por las noches pueden
hacer uso en tránsito controlado —se volteó y seguidamente comenzó a
colocarse unos guantes de látex— En las noches, está prohibido quedarse
charlando en los pasillos.
Tanto Jeon como los demás hombres se pusieron nerviosos en cuando el
gobernante les indicó que se colocarán en la línea amarilla, se dieran la
vuelta y apoyaran las manos en la pared. Seguidamente comenzó a darles
algunos consejos para poder sobrevivir en prisión que ninguno puso
atención por el hecho de que comprobaron si estaban limpios de una
forma que no quería mencionar ni volver a recordar.
Finalmente salieron uno por uno de la sala, con sus uniformes amarillos
y zapatos blancos, llevando consigo la caja con los productos dados que
les dieron en recepción. Y entonces siguiendo al gobernante las grandes

16
rejas se abrieron automáticamente al frente de ellos, ingresando
oficialmente a la prisión. Era inmensa, llena de celdas a sus extremos y
una escalera en el medio. Al ser una cárcel privada contaban con la
máxima seguridad y tecnología, por lo que las celdas tenían doble
cerradura que se abrían de forma automática al presionar un botón: la
primera era la reja, la cuál los presos podían abrir y cerrar libremente, la
segunda era una puerta metálica que cubría completamente la celda,
dejando sólo una pequeña abertura, parecida a una ventana, esta sólo
podían abrirla y cerrarla los funcionarios con una tarjeta especial o por el
control de seguridad.
Apenas entraron, los presos quienes se encontraban todos encerrados
totalmente en sus celdas comenzaron a hacerles bulla por medio de
silbidos, parloteos, golpes en las paredes y hasta haciéndoles
comentarios obscenos.
El gobernante comenzó a dejar uno por uno a la celda que le asignaron,
sólo podían estar dos o tres personas por celda. Mayormente dos.
Dependía mucho de la cantidad de presos que se encontraban allí, habían
casos en la que podían tocarle una celda sola por años.
Por último quedó Jungkook, quién el gobernante le pidió a un
funcionario que lo llevara a la celda 225.
—¡Oye, novato! —le llamó un preso a su lado desde su celda mientras
los hombres hablaban. Jeon le miró de reojo, notando su aspecto
desagradable y descuidado— Te tocó feo, ya valiste —dijo, echándose a
reír junto con su compañero.
Jungkook frunció el ceño, confundido.
—¿De qué hablas?
—Pues que la última vez que a alguien le tocó con el rosita terminó con
los pulgares apuntados.
Jeon palideció. ¿Qué?
—¿El rosita? —repitió, desconcertado.

17
Inmediatamente el funcionario lo alejó de la celda, regañando a los
presos por hablarle y le pidió que lo siguiera. Eso hizo, notando que este
hombre era joven a diferencia del gobernante, quizás hasta de su edad.
Bueno, tampoco le importaba mucho. Ahora no podía quitarse de la
cabeza lo que aquellos reclusos le dijeron.
De forma inesperada, se detuvo al mismo tiempo que el funcionario lo
hizo, quedando al frente de una celda.
—Jeon Jungkook, celda número 225 —el guardia sacó una tarjeta y la
deslizó en la cerradura, abriendo lentamente ambas puertas.
Jungkook tragó saliva e ingresó a la nombrada, lo primero que visualizó
fue a un chico de cabello rosa acostado en la litera de arriba de un
camarote mientras chupaba tranquilamente una paleta de dulce.
Al instante el chico notó su presencia y alzó la cabeza, frunciendo el
ceño. Seguidamente se sacó el dulce de la boca y bajó con un ágil
movimiento del camarote, avanzando de forma amenazante hacia él,
haciéndole retroceder.
—Park —regañó el funcionario, entrando a la celda y deteniendo al
pelirosa— El nuevo está asignado a esta celda.
—¿Me estás jodiendo? —soltó el chico, sorprendido— Debe de haber un
error, esta ha sido mi celda desde hace dos años.
Pero el funcionario le ignora completamente.
—Entra —le ordena a Jeon.
Jungkook hace ademán de avanzar pero inmediatamente el pelirosa le
detiene del brazo con fuerza.
—No. Tú no te quedas aquí.
—Park, suéltalo.
—Esta es mi jodida celda.

18
—Que lo sueltes o te mando a aislamiento —repitió el funcionario,
perdiendo la paciencia.
El chico presionó fuertemente sus labios y soltó de mala gana a Jeon
quién se había quedado sorprendido debido a la fuerza que ejerció en su
brazo, no le extrañaría si le hubiese dejado un moretón o algo por el
estilo. Madre mía.
El funcionario se dió media vuelta y cerró la celda. Sin embargo antes de
irse, es detenido por la mano del pelirosa quién le agarra del chaleco y lo
acerca a la reja.
—Lee, esto es un error… ¿no hay alguna forma de que pueda arreglarse?
—pregunta con voz seductora y una mirada profunda.
El guardia tragó saliva y negó con la cabeza.
—Jimin, lo de aquella noche fue un error y no puede volver a pasar —
susurró— Tengo esposa e hijos.
—¿Y acaso eso te importó? Vamos, puedes cambiar al nuevo a otra
celda… —murmuró, acariciando el uniforme— Hay más vacías…
—No, no las hay. Están ocupadas y esta es la única celda que le falta un
recluso más. Así que cierra la boca y aléjate —le dice, apartándolo y
yéndose de mal humor.
Jimin gruñe y golpea la puerta con fuerza, después se voltea hacia
Jungkook quien le mira de una forma extraña.
—¿Y tú que mierda me ves? —suelta a la defensiva— No vas a durar ni
un puto día aquí y de eso me voy a asegurar. Esta es mi celda.
—Pues eso no es lo que dijo el funcionario… —murmura Jeon,
encogiéndose de hombros— Así que tendrás que acostumbrarte a
compartirla.
Jimin alza una ceja de forma arrogante y se acerca lentamente al novato,
su mirada oscureciendo a cada paso que da.
—¿Quién eres?

19
—Soy Jeon Jungkook.
El pelirosa se detiene en seco, abriendo sus ojos de par en par.
—Un momento… ¿Eres el hijo de los Jeon? Entonces eran ciertos los
rumores. ¡No me jodas! —suelta con fastidio— Menudo pijo de mierda
me ha tocado… —dice, viéndole con desprecio.
—¿Disculpa?
—¡Que eres un puto niño mimado! —exclama— Y ahora menos te
querré en mi celda. Qué asco.
—¿Le tienes una especie de fobia a la gente rica o qué?
—Acertaste —sonrió e inmediatamente le dió un golpe a la caja que traía
Jungkook, provocando que cayese al suelo. Entonces su sonrisa
desapareció y pasó a una mirada sombría— Así que te vas comportando
conmigo porque esta celda es mía y aquí mando yo. No vayas a pensar
que porque vienes de una familia adinerada te haré caso, intenta hacerme
algo y serás hombre muerto. ¿Entendiste?
Jungkook inhaló y exhaló con fuerza, manteniendo su mirada firme hacia
Jimin.
—Claro —responde de forma tosca.
—Bien —sonríe con sarcasmo de nuevo— Ahora rejunta todo esto, no
me gusta el desorden.
El pelinegro suspiró con pesadez y se agachó para recoger sus cosas.
“Aguanta, saldrás de aquí pronto. Espero…”
Hecho esto, dejó la caja en un mueble que había y se dispuso a observar
la celda. Era de un tamaño accesible, había un camarote en el cual
dormiría en la litera de abajo y un escritorio. No era la gran cosa. Igual
que se iba a esperar de una cárcel.
A continuación, sacó la silla del escritorio y se sentó, estirándose un
poco. Se atrevió a mirar a Jimin, quien había vuelto a su cama y
comenzado a leer un libro mientras volvía a saborear su paleta.

20
Inconscientemente comenzó a inspeccionarlo, tenía un rostro suave y
angelical. Aunque no era nada parecido a su personalidad por lo que
había notado. También tenía una cicatriz en su mejilla y un tatuaje de una
rosa en el cuello. Le sorprendía mucho su inusual color de cabello, rosa.
¿Cómo alguien tan amenazante podría elegir un color tan dulce?
—¿Qué tanto me sigues mirando? —cuestionó Jimin, haciendo que
apartara inmediatamente la mirada— ¿Te gusto o qué?
Jungkook frunce exageradamente el ceño, haciendo una mueca y
negando varias veces con la cabeza.
—¿Qué? No. Tengo-… bueno, tenía novia. No me gustan los chicos.
Jimin reprime una risa.
—Otro heterito de mierda… Mira hombre, que acá la heterosexualidad
no te dura ni una semana así que vete acostumbrando.
—¿A qué te refieres? —preguntó el pelinegro con un eje de terror en sus
ojos.
—Ya lo verás…
Jeon tragó saliva al mismo tiempo que Park le dedicaba una mirada
traviesa y volvía a su libro.
Mierda. ¿Cómo lograría sobrevivir en este lugar?
A continuación, voy a explicar algunas cositas y aportar imágenes para
que tengan una mejor experiencia?)
Funcionario: En algunos países, persona que ocupa en calidad de
titular, un cargo o empleo en la administración pública. Policía o
seguridad, en otras palabras.
Recluso: Preso que cumple condena en un establecimiento penitenciario.
Economato: Establecimiento organizado en forma de cooperativa
pueden adquirir productos a un precio más económico que en otros
comercios. Como un supermercado pero dentro de la prisión.

21
Pijo: Palabra utilizada en España para referirse a las personas ricas o
de clase alta. Que viste, se comporta o habla de manera afectada
manifestando buena posición social y económica, en especial cuando es
joven.
Así se ven las celdas por afuera.
Por adentro. (originalmente en la serie son de cuatro camas pero en el
fic quise hacerlo de dos)

Bueno, si nunca habían leído a un Jimin frío e hijo de puta, esta será su
primera vez. Y rezen para que no se agarren a puñetazos estos dos…
Porque terminaría feo, jajs.

22
002.

La sirena resonó fuertemente a las siete de la mañana por toda la prisión,


logrando despertar a los reclusos quienes la gran mayoría ya estaban
acostumbrados a levantarse a esa hora.
Pero Jungkook no. Y por eso le sorprendió mucho cuando fue despertado
por un fuerte almohadazo en la cara.
—¡Hey! —se quejó, limpiando sus ojos para poder distinguir a la
persona al frente suyo.
—Levántate, pijo —espetó Jimin tirándole la almohada.
Jungkook frunció el ceño, algo confundido pero captando poco a poco lo
que estaba sucediendo. Mierda, no fue un sueño. Realmente estaba en la
cárcel ahora y todas sus acciones iban a estar fríamente monitoreadas
como controladas.
Se levanta de la cama, estirando su cuerpo y revolviendo su cabello
negro. Justamente las puertas de la celda son abiertas y entra un
funcionario para verificar que estuviesen todos los reclusos presentes.
Inmediatamente lo reconoció, era el mismo de ayer.
—Recuento correcto, pueden ir a las duchas —ordenó el hombre.
—Sí, señor —respondió Jimin dedicándole una sonrisa pícara.
—Jimin, no voy a cambiar al nuevo de celda. Ya basta, por favor —pidió
con pesadez en su voz para seguidamente salir de allí.
El pelirosa bufó, recogiendo su bolsa con los artículos de higiene.
—¿Por qué hacen eso? —preguntó Jungkook, extrañado.
—¿Hacer qué?
—Revisar si estamos aquí, digo, ¿en dónde más estaríamos?

23
Park se encogió de hombros, pasando una mano por su cabello rosa.
—Bueno, podemos salir de nuestras celdas en la noche y nunca se sabe si
alguien se escapó o lo mataron en algún lugar de la prisión. O peor, que
no amanezca vivo en su propia celda porque se suicidó.
—Ya entendí —avisó Jeon, sintiéndose abrumado ante esa información.
—Considéralo como una amenaza.
—¿Amenaza? ¿Por qué? —le miró asustado.
Jimin sonrió con insuficiencia, acercándose al pelinegro.
—No lo sé. Puede que algún día de estos aparezcas muerto porque te
“suicidaste”. ¿Entiendes a lo que voy?
Jungkook tragó saliva, sosteniendo la mirada.
—Lo tengo claro. No me meteré contigo. ¿Ya?
El pelirosa soltó una pequeña risa, negando con la cabeza.
—Oh, querido —inmediatamente colocó una mano en el hombro del
pelinegro, haciendo presión con fuerza y mirándole de forma intimidante
— Te metiste conmigo desde el primer momento en que pisaste un pie en
esta celda.
Se miraron con intensidad por unos segundos hasta que Jimin le soltó y
salió sin decir más de la celda. En ese momento, Jungkook sintió que
podía respirar en paz. Genial. Si no pudo dormir el primer día, menos lo
haría ahora sabiendo que su compañero de celda quería matarlo.
¡Excelente!
Prosiguió a tomar el kit de aseo personal que le entregaron al ingresar, el
cual contenía un jabón líquido, shampoo, pasta y cepillo de dientes. Se
dirigió a las duchas, guiándose por los demás presos porque de ser así no
tenía ni puta idea de donde se encontraban. Al entrar no pudo evitar
apartar la mirada, pues jamás había visto tantos hombres desnudos en su
vida. Estaban por todos lados, algunos con una toalla cubriendo su

24
cintura, otros conversando entre sí mientras se secaban y vestían. Hasta
habían algunos besándose como si nada, parecían a punto de follar.
Jungkook suspiró, acercándose a un cubículo y comenzando a quitarse la
ropa. No tardaron en llegar algunos chiflidos y comentarios vulgares
hacia su cuerpo. Los ignoró y seguidamente se aproximó a las duchas.
Parecía una jodida broma que no hubieran paredes que las dividieran,
estaban todas en fila recta, una al lado de la otra. Literalmente te bañabas
al lado de otra persona. Vaya mierda.
Por suerte se metió en una sección desocupada y abrió el grifo, cerrando
sus ojos cuando sintió el agua caliente caer sobre su piel. Era como si
estuviera abrazándolo completamente. Gracias que había agua caliente,
no podría sobrevivir bañándose con sólo agua fría.
Continuó bañandose, está vez colocándose jabón en el cuerpo cuando en
ese momento llega una persona más y se coloca a su lado, abriendo la
ducha. Intenta no mirarlo, pues no quería pasar un momento incómodo.
—Hola.
Mierda. Jungkook se voltea, quedándose sorprendido al reconocer el
rostro del chico que le hablaba.
—Hola…
—¿Te acuerdas de mí? Soy el chico de la recepción.
—Sí, lo recuerdo.
—Mi nombre es Kim Taehyung —se presentó el chico azabache,
estirando una mano hacia Jungkook— Aunque todos me dicen Tae.
—Soy Jeon Jungkook —dijo suavemente, aceptando su mano.
—Lo sé. Vi tu nombre al entrar. ¿Cuánto te dieron? —preguntó
refiriéndose a la sentencia.
—Diez años.

25
Taehyung hizo una mueca, pasando sus manos por su cabello largo y
revolviéndolo con el agua.
—Pues a mi un número menos —cuenta de forma amigable— Aunque
déjame decirte que diez años aquí… sin pareja… se te hacen eternos —
chasqueó la lengua— Yo dejé la mía hace unos días.
Jungkook alzó sus cejas en sorpresa.
—Oh, pues lo siento… supongo.
—Nah —se encogió de hombros, restándole importancia— Descuida,
igual ese tipo era muy tóxico.
El pelinegro asintió, volviendo a su labor de ducharse e intentando
hacerlo más rápido para salir cuanto antes de allí. Pues comenzaba a
sentirse muy incómodo y aquel chico se le acercaba como si nada.
—Oye, ¿quieres salir conmigo? —le pregunta de forma inesperada
Taehyung.
—¿Qué? —se voltea, sorprendido.
—Que si quieres salir conmigo —repite el azabache con una gran sonrisa
en su rostro y ojos coquetos.
Jungkook parpadea varias veces, sin saber que responder.
—Eh… —traga saliva— Gracias, pero n-no puedo, porque… ahm… a
mi no me gustan los hombres… soy heterosexual.
—Ah, tranquilo. Aquí todos somos heterosexuales, no pasa nada.
Jeon asintió, más confundido que antes.
—Pero tampoco tienes que responderme hoy —agregó Kim— Puede ser
otro día.
—De acuerdo.
—Piénsalo de verdad, ¿okay? —insistió el azabache.

26
—Okay, okay… —contesta el pelinegro, cerrando el grifo y sonriendo
suavemente al chico para finalmente tomar una toalla de baño y salir de
allí.

En al hora del desayuno era como un comedor escolar, donde tenías que
hacer fila para que te depositen tu comida y después buscar una mesa
donde sentarte. Jungkook no supo en cual, pues todas le causaban mala
vibra y de milagro habían unas cuantas completamente vacías así que se
sentó solo. Mejor solo que mal acompañado. Y prefería mil veces eso
antes que sentarse con alguno de esos locos. Tampoco es como si tuviera
interés en socializar con alguien, no era ese tipo de persona y mucho
menos cuando se encontraba en un lugar donde todos le miraban como si
quisieran matarlo.
Ni siquiera tenía ganas de comer, tras de eso la comida se veía
desagradable. ¿Cómo iba a poder comerse eso? ¿Realmente sería lo
único que comería hasta el almuerzo? Joder. Suspiró con fastidio,
llevando ambas manos a su cabeza y sintiendo las ganas de morir
aumentarse. Todo era una jodida mierda en ese lugar.
Segundos después, siente una presencia sentarse a su lado e
inmediatamente aleja sus manos de su rostro para verle. Mentiría si diría
que no le relajó que se tratase nuevamente de Taehyung.
—Hey, ¿qué tal la comida? —preguntó de forma amable.
—Una mierda —responde con reproche.
—Sí, es un asco pero es lo que hay y tienes que comerlo todo. Es
obligatorio.
—¿Pero cómo-…?
—Después puedes ir al baño y vomitarlo pero por ahora, cómetelo.
Jeon resopló, pensando que seguro Kim tenía razón pues se lo dijo con
seriedad y probablemente sino obedecía, le castigarían. Así que tomó la
cuchara y comenzó a comer lo que parecía… ¿avena? En fin, no sabía

27
tan mal. Podía resistirlo. Mientras comía, alzó la mirada y se dió cuenta
que Jimin le observaba fijamente desde otra mesa con más presos. Y su
mirada era de todo menos amigable.
—¿Problemas en el paraíso? —preguntó sarcástico el azabache al notar
la tensión.
—¿Ah?
—¿Cómo te ha tratado Jimin?
—¿Lo conoces?
Taehyung bufó.
—Pues quién no, además de que es mi amigo.
—¿Amigo? —Jungkook se alejó un poco de Taehyung y este lo notó,
echándose a reír enseguida.
—¿Acaso tienes miedo?
—Bueno, no es nada personal, sólo que tú amigo quiere matarme.
—Uy. Eso explica el por qué te está mirando así…
—Sí, y no es para nada perturbador —habló con sarcasmo.
—Te diría “no te preocupes”, pero estaría mintiéndote pues si Jimin dice
que va a matarte, es porque lo hará.
Jungkook dejó de comer, tragando lo que tenía en la boca y alejando la
bandeja.
—Ya no tengo hambre —avisó, y seguidamente encaró a Taehyung—
Bien, ¿qué es lo quieres? ¿por qué estás aquí? Si estás esperando mi
respuesta sobre lo que me dijiste en las duchas es no, ya te dije que no
me gustan los hombres y no pienso entrometerme con ninguno.
Kim alzó sus cejas y asintió varias veces con la cabeza.
—Okay, lo entiendo. Y no venía justamente a eso, primero quería hacerte
compañía porque me caíste bien y segundo, vengo a aconsejarte.

28
—¿Aconsejarme de qué?
—Vamos, hombre —suelta— Mira a tu alrededor, todos están mirándote
disimuladamente e incluso hablando sobre ti. ¿Y sabes por qué?
—¿Porque soy el nuevo? —intuyó sin importancia.
—Eso, y principalmente, por quién eres. Eres un Jeon, tu familia está
enferma de dinero. Aún no entiendo como no pagaron tu fianza, ha de
ser una grande… En fin, a lo que voy, es que todos van a querer algo de
ti. ¿Y que es ese algo? Pues dinero. Específicamente, tú dinero.
—Sigo sin entender. ¿De qué les serviría mi dinero en una prisión?
Taehyung suspiró y se acercó más a Jungkook para poder hablarle en voz
baja.
—Escucha, más de un preso está aquí metido por culpa de tu padre. Así
que no sería una sorpresa que estén deseosos por venganza y quieran
matarte. Incluso pueden hacerte de todo, pueden secuestrarte en los
baños y golpearte hasta la inconsciencia para que les des dinero, pueden
enviarle una amenaza a tu padre con la misma excusa, pueden hasta
cortarte alguna parte de tu cuerpo para enviársela a tu familia y—
—¡Vale! —interrumpió el pelinegro, completamente pálido— Ya
entendí, quieren matarme. ¿Y entonces qué hago?
—Tienes que unirte a una pandilla para que te proteja.
Jeon frunció el ceño.
—Yo no necesito que me protejan.
Taehyung rodó sus ojos.
—Dios, deja el orgullo de lado y comienza a entender las reglas de una
prisión. O estás con alguien, o estás jodido. Tú decides.
—¿De qué pandillas me hablas?
—¿Ves esa mesa de allí? —preguntó el azabache, señalando con su
mentón la mesa de al frente donde se encontraban comiendo como cinco

29
personas, incluido Jimin— Esa es mi pandilla. Y estoy dándote la
oportunidad de que te unas y seas uno de los nuestros.
Jungkook sólo necesitó ver el rostro de Jimin entre ellos para negar
inmediatamente con la cabeza.
—No, ni loco —espetó— Bien, entiendo todo lo que me dices pero sólo
llevo un puto día aquí y ha sido suficiente para darme cuenta que no
quiero tener ningún tipo de relación con ninguno de ustedes porque están
locos de remate.
—No lo entiendes, te estoy advirtiendo por tu bien. Ellos pueden venir
por ti en cualquier momento…
—¿Y por qué mierda te preocupas por mí? No me conoces de nada, ¿por
qué eres amable conmigo?
—Porque me sale de los huevos hacerlo, yo no soy un hijo de puta como
lo es Jimin. ¿Es eso, verdad? Crees que todos somos malos y no quieres
confiar en nadie. Pues no todos somos así. E inclusive, Jimin no es tan
malo como crees…
—¿Ah sí? Pues no te creo una mierda, y no voy a unirme a tu pandilla o
lo que sea.
En ese momento se escuchan unos fuertes golpe y gritos provenientes del
fondo, no fue difícil enterarse de que dos tipos habían comenzado a
golpearse mutuamente. Todos comenzaron a hacer bulla, a alentarlos y
otros simplemente permanecieron en silencio.
—¿Por qué nadie hace nada? —preguntó Jungkook bastante sorprendido
y asustado al notar que nadie se entrometía en la pelea, simplemente
observaban mientras los funcionarios intentaban separarlos.
El azabache suspiró, viéndole con seriedad.
—Reglas de la cárcel: nunca te metas en una pelea que no es tuya. O de
lo contrario, te abstienes a las consecuencias.

30
Jeon tragó saliva, observando como aquellos hombres estaban
prácticamente matándose entre sí mientras los oficiales intentaban
detenerles y sonaban con fuerza sus silbatos. Era impresionante, parecía
de película. Todos tenían una fuerza increíble y una sed de matar
indescriptible.
—Así que, piénsalo muy bien, Jeon —dijo Taehyung, tomando la
manzana de la bandeja del contrario y dándole un gran mordisco— O te
unes con alguien, o terminas como ellos, sin nadie que te proteja… Y
decide pronto, que la propuesta no se mantendrá en pie por mucho
tiempo. Ni tú tampoco…
Dicho esto, el azabache dejó la manzana mordida nuevamente en su
bandeja y se retiró sin decir más.
Dejando a un Jungkook completamente aturdido y con menos
hambre que antes.
Holi uwu, quiero mencionar que a pesar de que este fic esté basado en
una serie no quiere decir que será así en tooodo el fic. Se parecerá más
que todo al principio pero conforme transcurre la historia será diferente,
pues al fin y al cabo es una historia diferente a la de la serie.
En fin, les quiero presentar a la pandilla de Taehyung (los perfiles) que
obviamente es todo Bangtan, ksks.
Kim Taehyung (24)
Tráfico de drogas y armas, vandalismo
—9 años, lleva 4—
Jung Hoseok (26)
Robo, venta de drogas y portación de armas ilegales
—10 años, lleva 8—
Min Yoongi (27)
Asesinato, robo y trabajo ilegal
—12 años, lleva 8—
Park Jimin (24)
Intento de homicidio, venta de droga, portación de armas ilegales

31
—8 años, lleva 4—
Kim Seokjin (29)
Encubrimiento de homicidio, portación de sustancias tóxicas ilegales
—9 años, lleva 5—
Kim Namjoon (28)
Narcotraficante
—15 años, lleva 8—
Jeon Jungkook (23)
Homicidio
—10 años, lleva 0—
Cabe destacar que no tengo un conocimiento certero o inclusive
profesional de la condena de cada uno o cuántos años se les asigna por
sus crímenes de forma legal en la vida real, sin embargo hice un cálculo
y los puse así por beneficio del fic, sooo. No es una info certera.
Chau <3

32
003.

Horas más tarde, Jungkook se encontraba trabajando en el huerto.


Específicamente en los vegetales que le tocaba cosechar, unos tomates
estaban bajo su responsabilidad y cuidado. Al igual que algunas plantas y
así, era parte de los talleres que tenían en la prisión, los cuales fueron
diseñados para entretener a los presos y darles productividad.
Los talleres cambiaban por mes o semana y eran muy diversos, pues
habían muchas opciones para “hacer algo” en ese lugar como: acomodar
la biblioteca, trabajar en el invernadero, recepción de uniformes (y sus
derivados), lavandería, cocina, repartir correos, enfermería, limpieza en
general, etc. Normalmente a los novatos les tocaban tareas más simples,
como en este caso, el invernadero. Y así sucesivamente hasta ir subiendo
de nivel, no trabajan todos los días, cada uno tenía su horario
determinado.
Terminaba de enterrar completamente la raíz de su planta cuando un
funcionario entró al huerto y se acercó a su espacio.
—¿Jeon Jungkook? —preguntó e inmediatamente el pelinegro asintió—
Tiene visita. Por favor, acompañeme —dijo, yendo a la salida.
Jungkook se quedó algo sorprendido pues no se esperaba ninguna visita
ni nada por el estilo, sin embargo obedeció al funcionario y comenzó a
seguirle hasta entrar en la sala de visitas. Habían muchas opciones de
recibir una visita, ya sea por medio de locutorios que son cabinas con
teléfono, visitas íntimas con la pareja o visitas normales en las que
pueden estar en una misma mesa pero sin tocarse. Todo depende del tipo
de delito que haya cometido el recluso y que tan grande es su condena,
en este caso, a Jungkook le tocaba visita por locutorio.
Sin embargo, al llegar a la cabina, se esperaba de todo menos encontrarse
con Sooyoung: su ex novia.

33
Tragó grueso, sentándose al frente del cristal que los separaba y agarró el
teléfono al mismo tiempo que la chica lo hizo. Ella no tenía un buen
aspecto, se veía desarreglada, con ojeras y ojos hinchados, lo más seguro
de haber llorado.
—Hola, Jungkook —saludó ella cuando llevó el teléfono a su oreja.
—¿Qué haces aquí? —preguntó inmediatamente el pelinegro de forma
tosca, era evidente que aún seguía resentido por el engaño de su ex con
su difunto mejor amigo.
Sooyoung suspiró pesadamente.
—Creo que necesitamos hablar de todo lo ocurrido…
—No hay nada de que hablar… Y tampoco quiero hacerlo.
—Jungkook, por favor —insistió la mujer, sus ojos comenzando a
llenarse poco a poco de lágrimas— Necesito que me escuches y
entiendas…
Jeon bufó.
—¿Entenderte? ¿Qué es lo que quieres que entienda? ¿El cómo te
cansaste de mí y te fuiste con mi mejor amigo? —reclamó con voz débil
— Es que no lo entiendo, Sooyoung. Si yo te di todo lo que tuve a mi
alcance, siempre te fui fiel, siempre te di todo el amor que me pedías…
¿Qué carajos querías entonces?
—Yo sé… —murmuró la chica, sonando su nariz y limpiando sus
lágrimas— Lo sé, fuiste un buen novio pero… pero simplemente se
acabó el amor. M-Me enamoré de alguien más.
—Te cansaste de mí, es lo que es.
—¡No es así!
—¡Como sea! ¿Por qué no tuviste el puto valor de decírmelo? ¿Por qué
me ocultaste esto, ah? ¿Por qué?
Sooyoung comenzó a sollozar, bajando la mirada.

34
—Lo siento…
—Y una mierda —espetó Jeon, intentando no llorar— Nunca te importé,
nunca me amaste de verdad y ahora me doy cuenta. Sólo pensabas en ti,
siempre en ti, siempre estás haciéndote la víctima. ¡Inclusive ahora lo
estás haciendo! No te detienes un segundo a pensar en cómo me siento
yo respecto a todo esto… ¡Joder! ¡Estoy aquí por tu maldita culpa! —
gritó, captando la atención de los funcionarios.
—¡Yo no maté a Mingyu, fuiste tú! —le siguió la mujer, señalándolo—
¡Tú eres el que está en prisión no yo! ¡Así que es tu maldita culpa,
imbécil! ¡Eres un puto asesino, Jeon!
—¡Cállate!
Inmediatamente dos funcionarios agarraron a Jungkook de ambos brazos
y lo sacaron de la cabina, dando por finalizada la visita. Lejos de allí, y
cuando se encontró más relajado se deshizo de sus agarres y fue llevado
a su celda, la cual se encontraba vacía. Entonces dejó salir su frustración
golpeando con fuerza su propia cama hasta finalizar con dejarse caer
sobre el colchón y cerrar sus ojos. Permaneciendo así por varios minutos,
intentando relajarse y no romperse. No iba a llorar.
Finalmente quiso ir a los baños a tomar agua o aunque sea mojar su
rostro pero cuando se dirigió a la salida, la figura de Jimin se interpone
en su camino.
—Quieto, novato —le dice, presionando el botón para cerrar las rejas y
cruzándose de brazos— ¿A dónde querías ir? ¿No se supone que estabas
en los talleres?
—Tuve una visita y no me comporté de la mejor manera, así que me han
llevado aquí.
—Eres un chico rebelde, ¿no? —insinuó con burla en su mirada.
Jungkook suspiró.
—Solamente quería ir al baño, ¿puedes hacerte a un lado, por favor?

35
—No.
—¿Y por qué no?
—Porque justamente quería hablar contigo.
—¿Vienes a amenazarme de nuevo?
Jimin rió.
—Al contrario, vengo a darte la bienvenida… —su sonrisa se intensificó
al ver la cara de confusión del pelinegro— Desgraciadamente para los
dos, no pude conseguir que te cambien de celda… Así que me he puesto
los huevos y acepté que seremos compañeros.
—Ya te estabas tardando… —murmuró por lo bajo.
—Cállate —espetó, cambiando drásticamente su expresión a una dura—
No creas que porque acepté que seas mi compañero, vas a poder pasarte
de listo conmigo y mucho menos seremos amigos.
—No tengo planeado que lo seamos. En realidad con ninguna persona de
este lugar.
El pelirosa asintió lentamente con la cabeza, avanzando de la misma
forma hacia el pelinegro sin quitar su mirada intimidante.
—Entiendo, si es así… —miró a su alrededor— Te haré un pequeño
recorrido de mi celda, esa es la cama —señaló el camarote— Claramente
ya lo sabes, sólo que no se te ocurra subirte a la mía o tocar alguna de
mis cosas. Hay una mesa con dos sillas, donde puedes leer o planchar tu
ropa —indicó con un dedo la esquina— Ese es un mueble donde puedes
poner tus cosas personales, y así. Nos dividiremos los espacios, el lado
izquierdo es el mío y el lado derecho será el tuyo, ¿vale?
—Vale.
—Listo, todo aclarado —volvió a sonreír para después darse media
vuelta y salir de la celda.

36
Jungkook no sabía si tomarse esa sonrisa como algo bueno o como algo
malo, pues cada vez que ese chico le sonreía sentía que en cualquier
momento se lanzaría a apuñalarlo. Era una sonrisa de todo menos
amigable. Le ponía los vellos de punta. Diablos. ¿Por qué no le tocó una
mejor celda?
Sin hacerse mucho lío, decidió salir también y dirigirse a los baños,
habían algunos presos conversando o hasta tomando alguna ducha. Se
acercó a los lavados y abrió el grifo, el agua fría recibió suavemente su
rostro. Después tomó una toalla y comenzó a secarse mientras se miraba
al espejo, hasta que de un momento a otro un hombre aparece detrás
suyo. Pega un brinco y se gira de inmediato, encarándole.
—Hola, soy Hoseok —sonrió el desconocido de cabello rojo tendiéndole
una mano.
Jungkook parpadeó varias veces, viéndole desconcertado.
—Oh, ¿te asusté? —preguntó, haciendo una mueca— Perdona, no era mi
intención. ¿Eres Jungkook, verdad?
El nombrado asintió lentamente con la cabeza en silencio.
—Uh, pues verás… Necesito que me hagas un favor…
—¿Un favor? —frunció el ceño— ¿De qué?
—E-Es sólo una cosita pequeña —indicó el pelirrojo con sus manos—
Necesito que la recojas en la lavandería esta noche y la escondas en tu
cuerpo. Ya sabes donde… —guiñó un ojo— Si lo haces, te deberé un
favor… Es más, puedo conseguirte lo que quieras, un móvil, dinero…
¿Te parece? —sonrió de forma insistente.
—A-Ah… yo… —retrocedió, sinceramente aquel chico le estaba dando
miedo y su aspecto no ayudaba en nada.
—Anda, eres el nuevo. Nadie sospechará de ti… —siguió acercándose—
Hasta puedo compartirte un poco de mi felicidad.
—¿F-Felicidad?

37
Hoseok miró a su alrededor y después sacó de su bolsillo una pequeña
bolsita con un polvito blanco para enseñársela rápidamente a Jungkook.
—Felicidad… —repitió en un susurro con una sonrisa— Una pequeña
chupadita de esto y todos tus problemas desaparecerán… Te lo prometo.
¿Cuánto quieres? No te cobraré mucho, puedes pagarme con el favor que
te pedí.
Jeon inmediatamente negó con la cabeza.
—N-No, gracias… pero yo no quiero eso…
—Vamos, pijo. Acepta, el dinero te sobra, ¿no es así? Es mejor que la
gente te deba a que tu le debas a ellos.
—¡Hey! —una tercera voz se interpuso entre ellos. Se trataba de
Taehyung quién se acercó e inmediatamente apartó a Hoseok de
Jungkook— ¡Déjalo, hombre! —exclamó— Sólo lleva dos días aquí y ya
lo quieres meter en tus mierdas.
—Tranquilo, sólo estaba charlando con él…
—Sí, sí y yo te creo una mierda. ¡Anda! —gritó el azabache, haciendo
que el pelirrojo le hiciese mala cara y finalmente se fuera.
Jeon resopló, dejando la toalla de baño en su lugar correspondiente.
—¿Estás bien? —le preguntó Taehyung.
—Sí, gracias.
—No te asustes, Hoseok es de los míos. Sólo que siempre intenta
aprovecharse de la inocencia de los novatos. Te recomiendo que no
aceptes nada de lo que te dé, puede volverte… ya sabes, un poco loco.
—¿Más de lo que están todos aquí? No lo creo.
Taehyung reprimió una risa.
—Si quieres sobrevivir, tienes que ser inteligente —explicó— Y tarde o
temprano, vas a necesitar cosas que la prisión claramente no te dará.
Somos muchas personas en este lugar, sin embargo, somos pocas con las

38
que se pueden negociar limpiamente. Y es mejor que sólo haya una
persona en un negocio que varias, porque pueden haber problemas de
competencia…
—No entiendo nada de lo que dices.
Kim entornó los ojos y se acercó más a Jeon para poder hablarle en voz
baja.
—Te lo resumo, si quieres un abogado, un móvil o algún aparato que
necesites y no vendan en el economato, ve con Seokjin. Si quieres droga,
ve con Hoseok. Si quieres sexo, ve con Jimin y si quieres algún tipo de
arma, ven conmigo —finalizó, guiñando un ojo.
Jungkook tragó saliva, mirándole como si hubiera dicho una locura.
—Claro, nada es gratis en esta vida —agregó el pelinegro— Tiene que
haber dinero o favores de por medio, y tienes que asegurarte de que vas a
pagar a tiempo o si no puedes terminar como un criado, con una parte de
tu cuerpo menos o en los casos más extremos, muerto.
—¿Qué es un criado?
—Pues un criado es un desgraciado que no pagó un favor a tiempo, o
que traicionó a un hombre peligroso. Te puede utilizar para hacer sus
favores o como exclavo sexual. Estás de suerte porque a ninguno de
nosotros nos gusta hacer eso, nosotros sólo mutilamos o matamos —se
encogió de hombros, como si nada.
El pelinegro asintió, retrocediendo un poco.
—Bien, aunque… ¿A que te refieres con que si quiero sexo voy con
Jimin?
—Pues que si un día quieres sexo o que te la chupen, él puede hacerlo.
No es tan difícil de entender, Jeon.
—¿Jimin? —frunció el ceño— ¿Estamos hablando del mismo Jimin con
el que comparto celda?
—Exacto.

39
—Mierda…
Kim rió.
—Tranquilo, Jimin no te hará nada si no se lo pides… Aunque tú no le
agradas, así que dudo que acepte tener sexo contigo.
—No quiero tener sexo con él.
—Bueno, pero recuerda que todos somos seres humanos y tenemos
nuestras necesidades. Aquí no te molestan por ser gay, tener novio o
follar con otro hombre, es lo normal.
—Empiezo a notarlo…
—Lástima que no quieras andar conmigo… —murmuró Taehyung,
haciendo una mueca.
Jungkook iba a protestar pero inmediatamente Taehyung le detuvo,
echándose a reír.
—Relájate, sólo bromeo. Eres guapo, respeto que no quieras estar
conmigo aunque siempre estaré aquí cuando me necesites.
Jeon se permitió quitarse esa máscara de desconfianza que tenía hacia
todos por un momento y dedicarle una sincera sonrisa.
—Gracias…

Se aproximaba la hora de dormir, así que la mayoría de los reclusos


ingresaban a sus celdas para poder descansar tranquilamente. Bueno, no
todos podían hacerlo así. Pues Jungkook ni siquiera había podido dormir
el primer día, esta sería su segunda noche y aún no podía hacerlo. Tenía
miedo. Tenía miedo de todo lo que conllevaba estar allí. Tenía miedo de
morir a manos de uno de ellos. Además se escuchaban constantemente
ronquidos, puertas abrirse y cerrarse, y ruidos extraños durante la noche,
manteniéndolo alerta en todo momento.

40
Finalmente se incorporó, sentándose en la orilla de su cama y llevando
ambas manos a su rostro, comenzando a llorar en silencio. No pudo
aguantarlo más y se rompió. Dejando salir lo que se había guardado
desde el primer momento en que declararon su condena. Los malos
pensamientos de la madrugada gobernando su mente y haciéndole
sentirse como una mismísima mierda.
Porque él lo era. Él era una mierda. Y sentía que todo su mundo se había
ido abajo, toda su vida arruinada.
Su único mejor amigo y la persona que creía que era el amor de su vida,
le traicionaron. Ahora tenía que cargar con el horrible peso de la muerte
de Mingyu, él lo mató, mató a su mejor amigo por un ataque de ira. Ya
no tenía novia. Y ahora tenía que pasar diez jodidos años encerrado en
ese lugar, encerrado en ese infierno que llamaban prisión y lo peor es que
era su culpa.
Estaba solo.
Mientras lloraba, sintió la cama de arriba moverse y seguidamente
alguien bajarse de un salto. Alzó la mirada, encontrándose con los
intimidantes ojos de Jimin viéndole en silencio y sin ninguna expresión
en su rostro. Suspiró, limpiando sus lágrimas y esperando escuchar
alguna burla de parte del pelirosa.
Pero en vez de eso, el chico le tendió un pequeño pañuelo.
—Ten —susurró— Está limpio, lo prometo.
Jungkook miró con cierta desconfianza a Jimin pero finalmente lo tomó,
logrando secarse sus lágrimas y nariz roja. Entonces Park se agacha al
frente suyo, sin dejar de mirarle. Jeon sólo aparta la mirada.
—No te avergüences —le dice el pelirosa— Todos lloramos los primeros
días…
Dicho esto se puso nuevamente de pie y suspiró.
—Deberías dormir, ayer te desperté porque era tu primer día pero
mañana no lo haré y eso puede provocarte una sanción al no cumplir el

41
horario.
Seguidamente se dirigió a la salida y presionó el botón para abrir la reja.
—¿A dónde vas? —preguntó Jungkook, levantándose y viéndole
confundido.
Jimin le miró de reojo y sonrió de forma coqueta.
—A follar.
Jeon se quedó sorprendido por unos segundos y después asintió,
sintiéndose inmediatamente incómodo.
—De todas las cosas que pensé que eras, jamás me imaginé que fueras
una especie de prostituto.
El pelirosa reprimió una pequeña risa, girando sus talones y avanzando
hacia el pelinegro.
—¿Vas a juzgarme por eso?
—No creo que sea algo que mantenga una buena dignidad.
Entonces Park frunció el ceño, cambiando drásticamente su expresión y
aura.
—Mira pijo de mierda, acá tienes que buscarte la forma de sobrevivir y
ganarte la vida. Algo que tú nunca lo vas a saber porque sólo tienes que
hacer una llamada para que tu padre te deposite en tu cuenta, ¿o me
equivoco? —alzó una ceja— Así que cierra la boca o te la cierro yo de
un golpe, ¿quedó claro?
Jeon asintió lentamente con la cabeza, pensando que tenía razón y no
debía juzgarle sin saber.
—Vale, lo siento… No fue un comentario prudente de mi parte tomando
en cuenta que ahora estás siendo amable conmigo.
Jimin rió con suavidad.

42
—Oh, no era amabilidad. Solamente no quería seguir escuchándote llorar
porque no me dejabas dormir.
Jungkook le hizo mala cara. Park se dió la vuelta y se dirigió nuevamente
a la salida.
—Por cierto —agregó, deteniéndose y viéndole de reojo— Quiero mi
pañuelo limpio para mañana… ¿Si sabes lavar, verdad? ¿O tenías
empleados que lo hacían por ti?
—No soy como crees que soy, Jimin —habló finalmente el pelinegro—
No me conoces, no soy como los de mi familia.
—Sí, claro. Buenas noches, Jeon.
Jimin finalizó la conversación cerrando la celda y saliendo de allí.
Jungkook suspiró, acostándose nuevamente en su cama.
Y aprovechando la poca luz que salía por la ventana, estiró por los
extremos el pañuelo de Jimin y lo observó. Era blanco y muy suave,
seguro era de algodón, en el centro había un lindo bordado de una rosa.
Era bonito, bastante bonito. Comenzaba a sospechar que Jimin tenía una
extraña obsesión o gusto por el color rosa, o las rosas en sí. El hilo del
bordado era color rosa, su cabello era color rosa, tenía un tatuaje en el
cuello de una rosa y en la cárcel le conocían como “el rosita”. Ya
entendía la razón.
Y finalmente se quedó dormido con el relajante aroma a rosas que
provenía de aquel bonito pañuelo.
Volví again ¿vieron? Jimin no es tan cabrón, o bueno,
masomenos…
Aclaración: lo que hizo Jungkook no tiene justificación, él cometió
asesinato, por mucho que su ex novia y mejor amigo le hayan
mentido, no significa que se tenga que matar por eso. Él tiene
problemas de ira, los cuales le jugaron una mala pasada y a cometer
un terrible error. No es la actitud de una persona normal, no
justifiquen ni le echen la culpa a la ex novia por haber matado a
alguien. No justifico tampoco la acciones del ex amigo y novia, pero

43
es cuestión de sentido común que tampoco tenés que llegar al punto
de matar a alguien. Hasta él mismo lo reconoce, él sabe que
primordialmente es su culpa. No tuvo que haber reaccionado así
desde un principio. Fin del comunicado.
Chau, grax <3

44
004.

La verdad es que esa noche Jimin no iba a follar.


Iba a hacer algo mucho mejor.
Eran las cuatro de la mañana, tal y como lo habían acordado. Tarareando
suavemente una canción, recorrió los pasillos de la prisión en medio de
la oscuridad y pasando desapercibido los guardias de seguridad. De igual
forma, no podían hacerle nada o detenerle. Pues para ellos, él iba
tranquilamente a deshacer sus necesidades en los baños.
Con las manos metidas en los bolsillos de su pantalón amarillo, se
introdujo en los baños. No sin antes, abrir el pequeño empaque de una
paleta de fresa y llevársela a la boca.
Sonrió cuando visualizó a Hoseok y Taehyung, específicamente a los
lados de un hombre que estaba amarrado a una silla y con una cinta en la
boca.
Perfecto.
El hombre intentaba gritar y moverse con desesperación pero en ese
momento Taehyung le da un fuerte golpe en la mejilla, haciéndole callar
para después encenderse un cigarrillo. Este chico estaba a espaldas de
Jimin, así que grande fue su sorpresa cuando de pronto sintió una manos
tocarle los hombros y comenzar a acariciarlos.
—Hola, cariño… —susurró Jimin en su oído, inmediatamente el hombre
comenzó a llorar y más aún cuando sintió un filoso objeto hacer presión
en su cuello— Créeme, esto me va a doler más a mí que a ti… —
continuó, haciendo una mueca— Pues ayer limpié este pincho y ahora
tendré que volverlo a ensuciar. ¿Sabes lo difícil que es limpiar sangre?
El hombre negó con la cabeza, las lágrimas bajando por sus mejillas y el
terror en sus ojos.

45
Finalmente Jimin se incorporó y se aproximó hacia Hoseok, indicándole
con un movimiento de cabeza que le quitara la cinta de la boca y el
pelirrojo obedeció, haciéndolo con mucha fuerza.
Este hombre se trataba de Kim Jiyong, era el nuevo de la pandilla
enemiga de Jimin y hace una semana tuvieron sexo. Claro está, que el
chico no le pagó lo que debía a Park aún con una semana de tiempo. Esa
semana pasó, y no había ningún centavo en su cuenta. Nada. Por lo tanto,
debía de pagar las consecuencias.
—J-Jimin, por favor… N-No me mates… —pidió el hombre con voz
rota.
—Lo siento, pero no me pagaste lo que me debías… Tú tuviste lo que
querías, ¿y yo qué? —alzó su mentón, cruzándose de brazos— ¿Crees
que quedé satisfecho con ese terrible sexo que me diste? Por favor, ni
siquiera duramos cinco minutos. Es muy injusto. ¿Verdad?
—T-Te pagaré, lo juro… Sólo dame una semana más y—
—Blah, blah, blah… —interrumpió, rodando sus ojos y soltando un
largo suspiro— Sabes perfectamente que nunca follo con nadie sin que
me hallan pagado antes, pero hice la excepción contigo… Ya veo que me
equivoqué…
Inmediatamente le hizo otra señal a Hoseok para que volviera a ponerle
la cinta a Jiyong.
—Ahg, detestaría clavarte este pincho en el cuello y hacer que te
desangres hasta la muerte… —habló Jimin, viéndose afligido— Eres
muy joven, necesitas vivir más y aprender… Y es por eso, que optaré por
cortarte tres dedos… o cuatro… ¿Estaría bien cuatro? —le preguntó a
Taehyung y este asintió con la cabeza— Cuatro, serán… —sonrió y
después miró a sus compañeros— Adelante.
Esa fue la indicación que necesitaban Hoseok y Taehyung para acercarse
al hombre y sacar unas enormes tijeras de césped que se habían robado
del huerto. Jiyong comenzó inútilmente a gritar y forcejear con miedo,
pero nadie podía escucharlo. Nadie le ayudaría.

46
Jimin contempló todo con un rostro neutro y los brazos cruzados
mientras chupaba su paleta.
—Que esto te quede de lección, otra persona no tendría tanta piedad y te
hubiese matado sin dudar. Pero tuviste suerte de que eres nuevo, dejaré
que vivas. Eso sí, no pienses que te has librado completamente de mí
porque en cualquier momento puedo arrepentirme y matarte cuando me
dé la puta gana.
Dicho esto, las grandes tijeras se cerraron con fuerza sobre los dedos del
joven. Y efectivamente, cortándole su dedo índice y anular. Los gritos
fueron desgarradores, aún si tenía una cinta en la boca. Por lo que
Hoseok se encargó de poner una mano en su boca, la sangre ensuciaba el
piso pero no les importaba en absoluto.
Park se acercó, señalando de forma amenazante a Jiyong con el pincho.
—Esto es lo que harás, vas a ir mañana a la enfermería y dirás que
metiste accidentalmente los dedos en el ventilador de la lavandería. Me
importa una mierda si te creen o no. Atrévete a dar mi nombre y juro que
voy a matarte. ¿Te quedó claro?
El chico asintió débilmente con la cabeza y Jimin sonrió con arrogancia.
Amaba la justicia. Amaba la venganza y nadie se salía con la suya
cuando él estaba de por medio.

Al día siguiente, Jungkook no necesitó de un golpe con la almohada para


poder levantarse pues lo hizo justamente cuando sonó la sirena. Se vistió,
desayunó y trabajó en el taller de la mañana. Después de eso fue a
recoger el pañuelo de Jimin que había dejado secando en la lavandería,
sonriendo cuando lo vió completamente impecable y seco.
Tenían un descanso antes de ir al comedor por la hora de almuerzo, así
que se dirigió a su celda. No le extrañó encontrarse con Jimin sentado en
la silla con las piernas apoyadas en la mesa mientras leía un libro.

47
El pelirosa ni siquiera le miró cuando entró a la celda, pero eso no evitó
que se acercara y extendiera a su dirección el pañuelo.
Park alzó la mirada, frunciendo el ceño y bajando el libro.
—Gracias —dijo Jungkook.
Jimin tomó el pañuelo y asintió con la cabeza, levantándose para dejarlo
donde lo tenía antes en silencio.
—¿Puedo preguntarte algo? —dijo Jeon.
—Dime —murmuró el contrario, acomodando la mesa y guardando
también el libro en el escritorio.
—¿Por qué te gustan tanto las rosas? —se atrevió a preguntar.
El pelirosa suspiró y se giró sin ninguna expresión en el rostro hacia el
pelinegro.
—Porque me gustan y ya.
—Lo sé. Pero debe de haber una razón detrás…
—Pues no la hay —respondió de inmediato, dedicándole una mirada fría
— Tampoco creas que voy a contarte mi vida personal porque no te
interesa.
Jungkook se cruzó de brazos, suspirando con pesadez.
—Si pregunto es por algo, ¿no?
Jimin soltó una pequeña risa.
—Ojo por ojo, diente por diente —espetó— Si a mí no me importa tu
vida, a ti no te tiene que importar la mía.
El pelinegro asintió, dando inmediatamente por vencido de que el
pelirosa le dijera algo sobre su vida. De todas formas, tenía razón, en
realidad no le importaba en absoluto. Sólo tenía curiosidad y ya. Fue
muy estúpido de su parte preguntar.

48
Llegó la hora del almuerzo, pues los funcionarios comenzaron a sacarlos
de sus celdas para llevarlos en orden al comedor.
—¿Sabes por qué estoy aquí? —habló Jungkook a Jimin antes de que
salieran de sus celdas.
—No —contestó, acomodando su cabello— Pero tengo mis sospechas,
pues los rumores dicen que te cayeron diez años… Así que muy inocente
no debes de ser… —rió— Apuesto a que es por una tontería como un
robo de coche o algún pasatiempo turbio que tienen ustedes los ricos,
quizás—
—Maté a mi mejor amigo.
Inmediatamente el rostro divertido de Jimin se desfiguró a una mueca
sorprendida, y Jungkook pudo jurar haber visto cierta lástima en sus
ojos. Pero seguro estaba equivocado, pues el pelirosa no dijo nada más y
salió de la celda en silencio.

Tiempo después se encontraban en el comedor, comiendo tranquilamente


el almuerzo. Jungkook comprobó que era mucho mejor que el desayuno
o la cena, parecía que se esmeraban más. Comió nuevamente sin
compañía, aunque su soledad no duró ni cinco minutos cuando Taehyung
se sentó al frente suyo con su propia bandeja.
—Hola, de nuevo —saludó el azabache con una tierna sonrisa.
—¿Qué no tienes una mesa propia?
—Así es, pero hoy quiero comer contigo. Llevo cuatro años viendo los
mismos rostros de estos imbéciles, es entretenido cuando hay alguien
nuevo.
—Ya veo —murmuró Jeon, tomando de su refresco— ¿Llevas cuatro
años aquí?

49
—Sep. ¿Oye me prestas un poco de mantequilla? Es que la mía se acabó.
—Claro —el pelinegro se la pasó pero aún seguía con curiosidad— ¿Qué
hiciste para terminar aquí?
—Mhm… —Taehyung hizo una mueca pensativa mientras masticaba—
Rayé una pared.
—¿Es en serio? —levantó una ceja— ¿Y te dieron diez años por eso? No
me jodas, dime la verdad.
Kim rió.
—Vale, vale, es por tráfico de drogas y armas.
—Ahí está.
—Sí, pero sólo vendía, nunca consumía. Por eso estoy sano —sonrió,
extendiendo sus brazos— ¿Qué opinas tú? ¿Me veo sano y comestible?
Jungkook tragó la comida, sonriendo y asintiendo con la cabeza.
—Oh, claro. Bastante sano y comestible… —habló con sarcasmo.
—Idiota —soltó el contrario, sacándole el dedo del centro y riéndose—
Pues aunque no lo creas muchos en esta prisión mueren por mí. Es
entendible, pues soy guapísimo… —se encogió de hombros,
acomodando su largo cabello.
Jeon soltó una risa.
—Seguro.
—Aunque déjame decirte que muchos presos están bastante interesados
en ti… —agregó, sonriendo de forma traviesa.
—¿En serio? —preguntó sorprendido.
—Pues claro, desde el primer día ya te han hechado el ojo. Sólo que yo
fui el primero en lanzarme.
—Y el primero que rechacé.

50
Ambos rieron al mismo tiempo, aunque las risas no duraron por mucho
tiempo pues Taehyung inmediatamente dejó de reír y cambió su
expresión cuando un grupo de hombres entró al comedor. Jungkook se
quedó extrañado y siguió su mirada, observando a los hombres que
lucían bastante fuertes y amenazantes, estaban llenos de tatuajes y
cicatrices. Claramente no daban buena espina.
—¿Quiénes son? —preguntó.
—Son la pandilla de Kang —respondió, con el rostro serio— Se tratan
de Sesang, Jaesoo y Jihwa… Son de los más peligrosos de la cárcel.
Jungkook tragó saliva al notar lo grandes que esos tipos lucían,
literalmente podían noquear a alguien de un golpe. Joder.
—¿Son tus enemigos?
—Algo así, son los enemigos de todos. Y es que sus crímenes son los
más graves: narcotráfico, terrorismo, secuestro, abuso sexual, asesinato,
etc… Y no es que ninguno de nosotros sea un santo, pero ellos… —
resopló— Ellos han cruzado la línea muchísimas veces.
—Entiendo.
Observaron como el líder y parte de su grupo se sentaron en una mesa,
sin embargo dos de ellos se aproximaron a su dirección, poniéndolos
inmediatamente en alerta.
—Hola, Tae —saludó uno de ellos, llamado Sesang, quien ignoró
completamente la presencia de Jungkook— ¿Cómo estás, amigo?
—¿Qué quieres? —interrogó inmediatamente el azabache.
Justo en ese momento, en otra mesa, el otro chico cuyo nombre era
Jaesoo se acercó furiosamente con una bandeja hasta la mesa donde se
encontraba Jimin y sin previo aviso le zampó un fuerte golpe en el rostro
que le hizo caer inmediatamente al piso.
—¡Hijo de puta! —gritó Jaesoo— ¡¿Qué mierda le hiciste a Jiyong?! ¡Sé
que fuiste tú, infeliz!

51
Jimin jadeó, sintiendo el sabor metálico de la sangre en su paladar e
intentó levantarse.
—H-Hice lo que t-tenía que hacer… —habló débilmente por el dolor y
después se rió— T-Tú novio es un asco en la cama, querido. Acéptalo.
Jaesoo gruñó y le dió una fuerte patada en el estómago, haciéndole caer
de nuevo. Inmediatamente se subió encima suyo y llevó sus manos al
cuello de Jimin, intentando ahorcarlo con fuerza.
—¡Muérete!
Por otro lado, Taehyung rápidamente se levantó en cuanto se enteró de
que su amigo estaba en problemas. Sin embargo, Sesang lo agarró
enseguida para que no pudiera ayudarle.
—¿Qué haces? ¡Suéltame, idiota! —exclamó, intentando soltarse con
fuerza.
El comedor se convirtió en un bullicio, todos comenzaron a silbar y a
animar a los chicos que estaban peleando. Especialmente si se trababa de
Park Jimin, pues la gran mayoría lo odiaban.
Jungkook se levantó, mirando completamente anonadado la situación y
sin saber que hacer. Jimin peleaba a golpes con Jaesoo, hasta que este
último comenzó a asfixiarle y dejándolo sin fuerzas de a pocos.
Realmente el pelirosa estaba en problemas. ¡Ese tipo iba a matarlo!
Inmediatamente recordó lo que Taehyung le había dicho de nunca
meterse en peleas ajenas, pero sinceramente en ese momento le valió una
mismísima mierda. Y sin pensarlo mucho, y por instinto, avanzó
rápidamente hacia la pelea. Dándole una fuerte patada en las cosillas al
hombre que estaba encima de Jimin.
Jaesoo gimió de dolor y soltó a Jimin, tirándose a su lado por inercia. El
pelirosa logró recuperar el aire y comenzó a toser sin parar, escupiendo
la sangre de su boca al suelo. Jungkook quiso ayudarle pero de inmediato
Jaesoo se levanta y se acerca a él.
—¡Novato de mierda! —gritó, dándole un fuerte golpe a Jeon en el
rostro.

52
Este cayó sobre una mesa, sintiéndose aturdido por el golpe pero
recuperándose inmediatamente. Su mirada se oscureció y su respiración
comenzó a descontrolarse, aquel golpe sólo activó esa parte agresiva de
él. Y cuando Jaesoo volvió por más, lo recibió con un puñetazo en la
cara y después otro, y otro más. Sin darle ningún chance de defenderse.
Dejándolo finalmente inconsciente en el suelo.
Jungkook se acercó a Jimin y le ayudó a levantarse.
—¿Estás bien? —preguntó de inmediato, mirándole con preocupación.
Sin embargo, Park le miró con rabia y lo empujó lejos.
—¡Eres un idiota!
Jeon no entendió nada hasta que los fuertes silbatos se escucharon en el
comedor y seguidamente un gran grupo de funcionarios llegaron al lugar.
Sin preguntar, tomaron a Jungkook y también a Jaesoo quien aún seguía
inconsciente.
El gobernante iba con ellos y sólo necesito ver a Jaesoo malherido y los
nudillos de Jungkook rojos para sacar rápidamente a una conclusión.
—¡Llévenlo ahora mismo aislamiento! ¡Por dos semanas! —ordenó con
firmeza. E inmediatamente los guardias comenzaron a llevarse a
Jungkook quien intentó resistirse pero lo golpearon.
Los demás presos comenzaron a hacer ruido y a protestar pues ellos
habían sido testigo de todo. Estaban llevando injustamente a alguien a
aislamiento pero el gobernante no los quiso escuchar y se fue, mandando
a Jaesoo a enfermería.
Por otro lado, a Jungkook lo arrastraban bruscamente hacia unos pasillos
desolados de la prisión, el llamado aislamiento. Abrieron una de las
celdas y lo tiraron como si un saco de verduras se tratase, al mismo
tiempo, cerraron la puerta metálica con seguro. De inmediato Jungkook
se levantó débilmente del cementozo suelo, tosiendo un par de veces.
Miró a su alrededor con terror en sus ojos pues ese lugar era
completamente asfixiante.

53
Se trataba de una celda rodeada totalmente de cuatro paredes altas, sin
ninguna ventana, sin ningún mueble, sólo una cama de madera y un
escusado. La puerta era metálica y sólo tenía un pequeño rabillo donde
pasaban la comida. Sintiendo su corazón latir con fuerza y su respiración
irregular, comenzó desesperadamente a golpear la puerta con fuerza.
—¡Sáquenme de aquí, por favor! —gritó, golpeando más fuerte— ¡Hijos
de puta!
Finalmente se rindió y se dejó caer sobre la puerta, llevando ambas
manos a su cabeza y sintiendo las lágrimas bajar por su rostro. Estaba a
punto de volverse loco y no llevaba ni cinco minutos adentro.
Y ahora tenía que estar por dos jodidas semanas.
Aislamiento es literal una mierda jajsja. Pobre Kook, unu.
See you <3

54
005.

Dos semanas pasaron, tortuosas y largas como la mierda.


Fue jodido, muy jodido pero Jungkook logró sobrevivir a eso. Mientras
estuvo en aislamiento se dispuso a perder el tiempo haciendo ejercicio
como sentadillas, lagartijas o plancha, etc.
La verdad es que él era una persona que se ejercitaba, antes de prisión, el
trabajo le quitaba el tiempo de hacerlo por lo que había subido bastante
peso. Si bien seguía en su peso ideal, quería reforzar mejor sus músculos
y más cuando cayó en cuenta de que realmente estaba en la cárcel. Un
lugar peligroso. Así que debía aprender a defenderse, en su adolescencia
practicó mucho boxeo y estaba considerando en comenzar a entrenar en
el gimnasio de la prisión.
Hoy era su último día en aislamiento. Estar allí, le había hecho
reflexionar bastante al mismo tiempo que volverle completamente loco.
Y es que estar en esa celda era de las peores cosas que te podían pasar en
prisión pues era tortura en su máximo expresión, hacía que sintiera la
cárcel normal como un paraíso a comparación de eso infierno.
Lo único que deseaba hacer era darse urgentemente una ducha, pues ni
eso le permitían. Sólo le entregaban nuevas ropas cada tres días pero en
ningún momento le dejaron salir a ducharse. Al menos el médico se
encargó de atender sus heridas de la pelea hasta que fueron sanando poco
a poco. No había tenido contacto con nadie, ni mucho menos hablado
con alguien. Llegó a punto en el que hablaba consigo mismo,
confirmando que se había vuelto un poco loco.
También descubrió que había una pequeña ventilación en uno de los
extremos de una pared, la cuál comunicaba con la celda de al lado. Sin
embargo por más que había llamado, nunca nadie le contestó. Lo más
probable no había nadie, pero él imaginaba que sí.

55
Ahora permanecía sobre la cama, tarareando una canción mientras
esperaba a que le sacasen de allí. Y finalmente la espera terminó en el
momento en que un funcionario abrió la puerta.
—Hora de salir, muchacho —avisó un hombre mayor.
Jungkook se levantó de un golpe y suspiró con tranquilidad, acercándose
al funcionario para que le pusiera las esposas.
—Gracias al cielo, un día más aquí y juro que me suicido.
—No me extrañaría, pues no serías el primero en hacerlo.
—¡Eso explican los fantasmas en la noche!
El funcionario rodó sus ojos y prosiguió a sacarlo de allí.
—Cierra la boca y camina.
—Vale, pero no me golpee. Estoy portándome bien.
Cuando volvió a su módulo, se dió cuenta que todo seguía igual a como
lo recordaba. Algunos reclusos se le quedaban mirando y comenzaban a
hablar en susurros de él. Subió las escaleras, siguiendo al guardia hasta
llegar a su celda.
—Listo, entra a recoger tus artículos de higiene y tendrás quince minutos
para poder alistarte completamente, ¿okay?
—Okay —repitió el pelinegro.
El funcionario le quitó las esposas y seguidamente se encargó de abrirle
las rejas de la celda.
Jungkook suspiró y entró en silencio. Lo primero que vió, fue a Jimin
sentado en la mesa mientras leía y al notar su presencia, levantó la
mirada e inmediatamente comenzó a fulminarle con los ojos. El
funcionario cerró la celda, al mismo tiempo que el pelirosa se levantaba
y se acercaba de forma amenazante al pelinegro.
Park literalmente esperó hasta que el funcionario se fuera, para poder
darle un puñetazo a Jeon en la cara.

56
—¡Ahg! —se quejó inmediatamente, llevando una mano a su rostro y
sintiendo un fuerte ardor— ¡Mierda! ¿Qué carajos te pasa?
Jimin no respondió, sólo le tomó fuertemente de la camisa y lo acercó a
su cuerpo.
—¿Por qué mierda me has defendido? —cuestionó fríamente, viéndole a
los ojos con rabia— ¿Crees que soy tu puto amigo o qué? ¿Por qué lo
hiciste?
Jungkook gruñó y se soltó bruscamente de su agarre.
—¡No lo sé! —respondió, algo alterado—Esa es tu respuesta, no sé por
qué mierda lo hice.
—Maldito mentiroso —soltó el pelirosa— Nadie defiende a alguien sin
querer nada a cambio… ¿Qué es lo que quieres?
—¡Nada! No quiero nada, solamente lo hice por instinto o porque eres
mi compañero y ya.
Park presionó sus labios con fuerza, manteniendo su respiración pesada y
ceño fruncido.
—No soy tu amigo, ni novio, ni nada para que me estés defendiendo y
menos metiéndote en mis jodidos asuntos.
Jeon asintió de mala gana mientras soltaba un largo suspiro y observaba
al contrario volver a su asiento.
—Bueno, ¿ni un gracias al menos?
Jimin le miró de forma confusa.
—¿Quieres que te la chupe o qué?
—¡No! —respondió al instante el pelinegro, viéndole espantado y
después bufó— Olvídalo. Iré a darme una ducha.
Dicho esto, tomó su kit de aseo y salió a pasos pesados de la celda
mientras se quejaba del dolor en su rostro.

57
Después de bañarse, Jungkook volvió a su celda. Comenzaba a
oscurecer, era hora del almuerzo pero extrañamente no tenía hambre. Lo
único que quería era descansar y poder dormir en una cama normal con
una almohada. Así que agradeció que le hayan concedido la opción de
poder quedarse durmiendo mientras todos eran obligados a ir al comedor.
En cuanto su rostro tocó la almohada, cayó en un profundo sueño que
duró horas y horas.
—Pss… Pss…
Abrió lentamente sus ojos ante ese ruido, quedando petrificado cuando
vió a una persona desconocida al frente suyo. Estuvo a punto de hablar
pero inmediatamente el chico coloca una mano en su boca y presiona su
cuello con un objeto filoso.
—Acompáñame o te clavo esto en el cuello —susurró.
Jungkook asintió con la cabeza, reconociendo el rostro de aquel sujeto.
Se trataba de uno de los chicos de aquella pandilla, Sesang. No tenía ni
puta idea de como había entrado, pero tampoco entendía que estaba
pasando. Lentamente salió de la cama, el chico le tomó fuertemente del
brazo y colocó el arma en su espalda. Era de madrugada y antes de salir,
miró de reojo a Jimin, notando que estaba completamente dormido.
Después presionó el botón y las puertas se abrieron, permitiendo que
ambos salieran en silencio.
Cuando las puertas se cerraron, Jimin inmediatamente abrió sus ojos.

Jungkook fue dirigido hacia los baños por Sesang, sintiendo su corazón
latir a mil por hora y un miedo indescriptible recorrer todo su cuerpo.
Estando allí, se detuvo en seco cuando vió a tres hombres más alrededor
de una silla, esperándole. Inmediatamente quiso huir pero fue retenido
por Sesang y otro chico más. Se resistió tanto que comenzaron a
golpearlo, logrando arrastrarlo débilmente hasta la silla y mantenerlo
quieto con los brazos detrás amarrados por una soga.

58
Cubrieron su boca con un pedazo de tela y después logró visualizar la
figura de un hombre adulto de aspecto intimidante, tatuajes en todo el
cuerpo y con un cigarrillo entre sus dedos, acercarse. Este tipo llevaba
otra silla consigo, la cual colocó al frente del pelinegro y se sentó.
—Jeon… Jeon… Jeon… —murmuró suavemente el hombre, sacando
una daga de su bolsillo y dejándola a la vista del contrario— Oh, cuánto
he odiado ese apellido… —negó con la cabeza— Yo fui amigo de tu
padre, ¿sabías? Éramos buenos socios, grandes tiempos… Lástima que él
tomó un camino distinto al mío, hubiéramos sido buenos compañeros de
crimen.
Jungkook frunció el ceño, sin entender un carajo de lo que estaba
diciendo ese hombre.
—Déjame presentarme, mi nombre es Kang. Supongo que ya oíste sobre
mí, soy bastante popular en este lugar por ciertas cosas que he hecho…
Pero descuida, nadie saldrá herido a no ser que tú lo quieras.
Con un asentimiento de cabeza, le dió permiso al chico que estaba detrás
suyo para tomar el cabello de Jeon y jalar su cabeza hacia atrás.
Inmediatamente el hombre colocó la daga en la piel de su cuello,
haciendo presión sin lastimarle.
—Así es la cosa, muchacho —comenzó Kang— Sabemos que en la
mansión de tu padre, hay una caja fuerte que contiene millones de
dólares y claramente para abrirla se necesita un código… Lo único que
tienes que hacer, es decirnos cuál es… Sencillo, ¿no? —sonrió y
seguidamente ejerció fuerza en el arma, logrando cortar un poco la piel
del pelinegro y haciéndole gritar— Ahora, vamos a dejar que hables y ni
se te ocurra intentar algo o te corto el cuello.
Lentamente, descubrieron la boca de Jeon. Dejándole más acceso a
respirar y fulminar con la mirada al hombre.
—¿Cuál es? —preguntó Kang, mirándole con anticipación en sus ojos.
—No lo sé… —respondió con la respiración entrecortada— Nunca me la
ha dicho… Y si supiera, nunca te la diría…

59
En ese momento Kang se aleja y ordena que le den un fuerte golpe en el
rostro a Jungkook, logrando romperle el labio y seguro algo más.
—Pregunto, de nuevo… —continuó, intentando no perder la paciencia—
¿Cuál es el puto código?
—N-No sé… —balbuceó, respirando con pesadez— Es la verdad.
Kang gruñó, levantándose de golpe.
—Si eso es lo que quieres, no te importará comenzar a respirar por un
tubo cuando te corte el cuello, imbécil. ¡Agárrenlo!
Inmediatamente volvieron a ponerle el pedazo de tela en su boca cuando
comenzó a gritar en el momento en que le agarraron con fuerza y Kang
se acercaba dispuesto a matarle.
Sin embargo, de repente, unos pequeños pero fuertes golpes metálicos se
escucharon por todo el lugar. Todos se detuvieron y giraron hacia el
ruido, encontrándose con Jimin golpeando tranquilamente con sus dedos
una de la puerta de los baños.
—Lárgate, rosita —ordenó Kang— Esto no es de tu incumbencia.
—Oh, no. Por supuesto que no lo es… —concordó, metiéndose las
manos en los bolsillos y comenzado a caminar hacia ellos— Pero… estás
a punto de matar a mi compañero de celda y eso, querido, no lo puedo
permitir.
Kang rió.
—¿Y qué piensas hacer al respecto?
—Espera, ¿no lo mencioné? —alzó sus cejas, sorprendido— Ah, que
Jeon también es de los míos. Información extra, por si no lo sabías. Y
que si te metes con él, te metes con toda la pandilla a la que pertenezo.
El rostro del hombre se deformó y de inmediato pasó a una mueca
molesta, giró nuevamente hacia Jungkook tomando su mandíbula y
viéndole fijamente a los ojos.

60
—Consideralo como una advertencia, muchachito. Más te vale comenzar
a hacer memoria pues para la próxima no saldrás vivo —amenazó en
susurros y después le soltó de mala gana— Andando.
Junto con sus compañeros se dirigió hasta la salida no sin antes detenerse
al lado de Jimin quien ni se molestó en verle.
—Esta me la pagarás caro, rosita —sentenció, pasando a su lado y
chocando adrede con su hombro.
Park cerró sus ojos, manteniendo los brazos cruzados y esperando
pacientemente a que todos se fueran. En el momento en que los baños
quedaron en silencio, se dirigió rápidamente hasta Jungkook y comenzó
a desatarlo. El pelinegro cayó inmediatamente al suelo, quitándose la
venda de la boca y comenzando a toser.
—¿P-Por qué lo hiciste? —preguntó con voz débil.
—Te debo vida por vida, ahora estamos a mano —informó Jimin e hizo
ademán de irse, pero inmediatamente se detuvo él mismo y cerró con
fuerza sus ojos. Resistiendo el impulso. Pero no pudo, soltando un largo
suspiro se dió la vuelta y regresó hacia Jungkook quien aún seguía
débilmente en el suelo— Venga, arriba —alentó, tomando sus brazos y
ayudándolo a levantarse.
Con dificultad lo guió de regreso a su celda y seguidamente lo acostó
delicadamente en su cama, pero aún así Jeon gruñó del dolor en sus
costillas.
El pelirosa se dirigió a su escritorio y sacó de un escondite un pequeño
botiquín de primeros auxilios. Seguidamente, se agachó al lado de
Jungkook y levantó un poco su camisa para poder desinfectar su herida
con un poco alcohol. Utilizando de paso la luz del sol que comenzaba a
asomarse por la ventana.
—Joder… —se quejó el pelinegro, aguantando el dolor— ¿N-No se
supone que eso está prohibido? —preguntó, refiriéndose al botiquín.
—Obvio —respondió el contrario— Pero cuando eres una persona que
constantemente se está metiendo en problemas y de paso, le tienes miedo

61
a los doctores, es necesario aprender a curarte solo.
—¿Le tienes miedo a los doctores? —repitió, abriendo sus ojos en
sorpresa.
—Sí, pero no le digas a nadie.
—Vale… —cerró fuertemente sus ojos cuando sintió su herida arder más
ante la pomada que le untaba su compañero.
Terminada por tratar la herida, Jimin bajó la camisa de Jungkook y con
cuidado lo sentó en la orilla de la cama para tener mejor acceso a su
rostro. Enseguida le pasó una botella de agua y le ayudó a beber un poco,
después con un pañuelo mojado comenzó a limpiar delicadamente los
restos de sangre de su rostro.
Cuando finalizó con esa acción, dejó todo de lado y con una de sus
manos tomó suavemente el rostro de Jeon desde el mentón, examinando
de cerca todas sus heridas.
Jungkook aprovechó la cercanía para inspeccionar el rostro de Jimin. Se
dió cuenta que se veía más lindo de cerca, porque tampoco podía negar
el evidente buen físico del chico. Sin embargo, esa noche comprobó que
a pesar de todo, Park era realmente bello.
—Tus manos son muy suaves… —dijo después de un tiempo en el que
Jimin no dejaba de tocar su rostro mientras le limpiaba.
El pelirosa le miró con sorpresa por unos segundos pero después cambió
su expresión a una seria, observando fijamente los labios del pelinegro y
haciendo una mueca.
—Ese labio roto va a requerir de un par de puntos en la enfermería… El
problema es, que no puedes decirles que alguien te hizo esto o podrías
meterte en problemas.
—De acuerdo, ahí veré que invento —suspiró y después volvió a soltar
un quejido cuando Jimin colocó nuevamente alcohol sobre las heridas de
su rostro— Mierda, al menos avísame que harás eso…

62
—Es peor, créeme.
Permanecieron en silencio por unos largos minutos en los que Park
intentaba curar las heridas, pasando ahora un poco de huguento y
haciendo que Jeon mantuviera sus ojos cerrados.
—Gracias.
Los cuales abrió al instante que escuchó esas palabras.
—¿Qué dijiste?
El pelirosa suspiró, entornando sus ojos.
—No me hagas repetirlo.
—Por favor.
—Gracias, por ayudarme aquel día —repitió, guardando poco a poco las
cosas en el botiquín— Por un momento… pensé que iba a morir hasta
que llegaste… —admitió con cierto pesar en su voz— Odio admitirlo,
pero sentía necesario decirlo.
—¿Eso explica el por qué estás siendo amable conmigo ahora? —
preguntó, alzando una ceja— Avísame cuando se acabe para poder
disfrutar más este milagroso momento.
Jimin rió.
—No seas idiota.
—Bueno, como quieras. También te agradezco por salvarme de esos
locos. Ahg… —llevó una mano a su cabeza— No sé que haré para
librarme de ellos…
—Bueno… —Park suspiró— Por mucho que odie la idea de compartir
otra cosa más contigo, ahora tendrás que ser parte de mi pandilla o de lo
contrario, te matarán.
Jungkook hizo una mueca.

63
—Tampoco me agrada la idea, pero ya veo que no tengo otra
alternativa…
—Vale. Mañana te presentaré a Namjoon y junto con Taehyung, le
propondré la idea de unirte a su pandilla. Es el líder.
—Entiendo.
—Bien, terminé… —dijo el pelirosa poniéndose de pie y seguidamente
ayudando al pelinegro a acostarse— Procura descansar, en unas horas
sonará la sirena y tendrás que tener las fuerzas para levantarte.
—Gracias, Jimin.
El nombrado se detuvo en seco y sonrió aunque Jungkook no haya
podido verle por la oscuridad.
—De nada —murmuró, subiéndose a su cama.
El pelinegro suspiró y se quedó mirando a la nada, cayendo en cuenta de
todo lo que había ocurrido.
—Hoy intentaron matarme…
—Te acostumbras —dijo el otro desde arriba, bostezando— Ya perdí la
cuenta de las veces que han intentando matarme.
—¿Sabes que esta es la conversación más larga que hemos tenido? —
preguntó Jungkook.

—Es raro.
—Tampoco te hagas ilusiones. Para mí sigues siendo un pijo de mierda.
—Claro, y tu sigues siendo un completo psicópata.
Jimin rió.
—Gracias. Ahora, duérmete. Ya no quiero hablar.
Jungkook rodó sus ojos y finalmente comenzó a dormirse.

64
Lo que nunca supo, es que Jimin no pegó un ojo en toda la noche
vigilando que nadie volviese a entrar a la celda.
Mantengan los ojos en esa pandilla que no sólo serán mencionados en
este capítulo.

65
006.

El día comenzó tranquilo, los presos salieron de sus celdas para dirigirse
a las duchas.
Jungkook logró caminar a pesar de que todo su cuerpo dolía por los
golpes de anoche, procuraría ir a la enfermería después del desayuno
para que atendieran su labio roto. Sinceramente no se veía tan mal, pero
dolía como la mierda y quería aunque sea algún medicamento para
tratarlo.
Ingresó a las duchas sin mirar a nadie, aún seguía sintiendo cierto pudor
al ver tantos hombres desnudos. No estaba acostumbrado, aunque sabía
que lo haría tarde o temprano. Verlos besarse y manosearse mientras se
bañaban, le resultaba en cierta parte asqueroso. Él no era homofobico.
Quizás le causaba incomodez por el simple hecho de que lo hacían en un
lugar público y no en privado. Igual era asunto de ellos y no suyo, por lo
que decidió continuar con su aseo personal.
Sin ninguna ropa en su cuerpo, se subió a la pequeña plataforma que
traía las duchas y encendió la más cercana, soltando un suspiro de
satisfacción cuando sintió el agua caliente.
Mientras se bañaba, instintivamente miró de reojo a su alrededor y notó
que Jimin se estaba bañando a unas cuantas duchas de él. Al instante
apartó la mirada, sintiendo extrañamente su corazón acelerado.
Seguro fue de la impresión.
Continuó restregando su cuerpo con jabón, hasta que sintió un fuerte
impulso de volver a mirar pero inmediatamente se retractó. ¿Por qué
quieres mirarlo? Luego te sentirás incómodo. Finalmente el impulso
ganó y comenzó a mirar disimuladamente al lado donde se encontraba
Jimin.

66
Bueno… su cuerpo no estaba tan mal… De seguro hacía ejercicio o algo
parecido. Tenía buenas piernas. Inmediatamente se sintió un pervertido
por estar viéndole tanto y apartó la mirada. La curiosidad mató al gato,
pues ahora no podía quitarse la imagen de Jimin desnudo de su cabeza.
Aún así, volvió a mirar, dándose cuenta que ahora Jimin era quién le
estaba viendo. ¡Mierda! Apartó los ojos enseguida del susto. Sin
embargo siguió sintiendo que le observaban, entonces miró de nuevo. El
pelirosa estaba viéndole sin ninguna expresión en su rostro, literalmente
le examinó sin pudor de pies a cabeza y después apartó la mirada como
si nada.
Jungkook tragó saliva, sintiéndose sumamente observado y extrañamente
emocionado. Así que se apresuró a terminar de bañarse, saliendo
rápidamente de allí.

Después del desayuno, tuvo permiso de poder ir a la enfermería a tratar


mejor sus heridas. Por lo que ahora se encontraba sobre una camilla
después de haber sido examinado por el doctor, manteniendo un pañuelo
con hielo sobre su labio para desinflamarlo un poco.
Cuando de la nada aparece Jimin detrás de una cortina.
—¿Qué haces aquí? —preguntó, viéndole con sorpresa.
—Namjoon me mando a por ti —explicó tranquilamente, cruzándose de
brazos y mirando a su alrededor.
—¿Puedes estar aquí?
—No, pero me da igual —se encogió de hombros, quitándole el pañuelo
con hielo y tirándolo al basurero— ¿Nos vamos?
Jungkook le fulminó con la mirada por lo que acababa de hacer.

67
—Ay, por favor —el contrario entornó sus ojos— Ya no está inflamado,
vámonos.
Jimin se dió la vuelta y soltando un largo suspiro Jungkook se bajó de la
camilla y lo siguió.
—Una pregunta —habló el pelirosa mientras caminaban en los pasillos
del primer piso, captanto la atención del pelinegro— Si dices que eres
heterosexual… ¿Por qué no podías quitarme la vista en las duchas?
Jeon frenó en seco, abriendo sus ojos de par en par.
—Ahm… —comenzó, sintiéndose avergonzado. Joder, ni siquiera él
sabía la respuesta— Fue curiosidad, nada más.
—¿Se le llama curiosidad ahora? —bromeó Park, mirándole con
diversión.
—Oh, vamos —protestó— Cualquiera puede hacerlo, tú también lo
hiciste.
—Pero yo no soy hetero.
El pelinegro le miró sorprendido.
—¿Ah no?
—No —bufó, haciendo una mueca de obviedad— Siempre he sido gay.
¿En serio pensaste que me gustaban las mujeres?
—Pues no lo sé, sinceramente estoy muy confundido respecto a los
gustos de todos lo hombres aquí… Pero yo no soy gay.
En ese momento Jimin comenzó a reír. Jungkook frunció el ceño, sin
entender.
—¿De qué mierda te ríes?
—Nada, nada, olvídalo…
—Dime —insistió— Ahora quiero saber.
—Luego lo descubrirás.

68
—¡Que no soy gay!
Exclamó, captando la atención de varios presos que estaban cerca e
inmediatamente cerró la boca. Joder, que vergonzoso. Después de
caminar un poco más, se detuvieron cerca de una celda y antes de entrar,
Jimin se volteó para darle una pequeña palmada en su hombro.
—Está bien, no eres gay —asintió y después le hizo una señal con la
cabeza— Entra.
Se sostuvieron la mirada por unos segundos, sin saber exactamente el por
qué, hasta que el pelinegro obedeció y entró a la celda.
Inmediatamente le sorprendió el hecho de que habían como cuatro
personas allí adentro, seis incluidos él y Jimin. ¿Qué clase de reunión era
esta? No pudo evitar sentirse nervioso pues todas las miradas cayeron
sobre él, y sinceramente no le daban una buena vibra. Bueno. Nadie de
ese lugar le daba buena vibra, así que debía de empezar a acostumbrarse
a eso. Los únicos rostros conocidos eran de Taehyung y Hoseok.
Por lógica intuyó que el hombre de mirada firme, labios gruesos y
cabello castaño que se encontraba sentado en la mesa era el líder.
Además de que con un gesto le indicó que se acercara y se sentara en la
silla de al frente.
—Hola, Jeon —saludó el líder de la pandilla— Mi nombre es Namjoon.
Me alegra que hayas aceptado venir, pues me han hablado mucho sobre
ti.
—Espero que cosas buenas.
—Claro, por eso te he dado la oportunidad de unirte a mí.
Jungkook suspiró, toqueteando ligeramente la mesa.
—No estaba en mis planes, pero no tengo otra opción… ¿Qué tengo que
hacer?
Namjoon se acomodó en su asiento, con los codos sobre la mesa y las
manos entrelazadas.

69
—Yo siempre doy protección a cambio de algo, ¿qué puedes darme tú?
—alzó una ceja.
—Dinero —respondió con obviedad.
Jimin reprimió una risa, recibiendo inmediatamente una mirada de
reproche de su compañero y pidió disculpas, acercándose en silencio a
Namjoon y comenzar a hacerle un suave masaje en los hombros. Aquella
acción le resultó extraña a Jungkook pero no dijo nada.
—Me parece razonable, Jeon —murmuró el castaño, llevando una mano
a su barbilla de forma pensativa— Luego discutiremos en privado la
cantidad, por ahora, ¿tenemos un trato? —extendió su mano al chico.
Jeon se mostró serio, mirando fijamente la mano del hombre y después a
Park. Este asintió con la cabeza, incitándole a hacerlo. Y fue suficiente
para que en un suspiro, aceptara la mano de Namjoon y la estrechara con
fuerza.
—Trato.
Namjoon sonrió.
—Excelente, Jeon. Ahora que estamos en el mismo bando, déjame
presentarte a algunos de nuestros compañeros. Supongo que ya conoces
a Taehyung y a Hoseok.
—Sí —asintió, sonriendo levemente cuando Taehyung le saludó de
forma divertida.
—A Jimin… —continuó el castaño, mirando al pelirosa que estaba a su
lado con una sonrisa y pasando una mano por su cintura— Supongo que
es obvia la respuesta.
—Por desgracia —dijo Jimin, cruzándose de brazos y sonriendo con
malicia ante el rostro fruncido de Jungkook.
Aunque la realidad es que Jungkook tenía esa expresión al notar lo
extrañamente cercanos que lucían Jimin y Namjoon, comenzando a
pensar si eran pareja o algo por el estilo. Sabía que no le debía de

70
incumbir (y tampoco le importa) la vida de Jimin, sin embargo, eso le
pareció muy extraño e inesperado.
—Sí —concordó finalmente con el pelirosa, devolviéndole la mirada—
Desgraciadamente nos conocemos.
Se quedaron mirando de forma retadora sin razón alguna, cosa que no
pasó desaparecida por las demás personas en esa celda.
—Hey —llamó la atención un chico rubio que estaba acostado en la
cama de arriba viendo todo el show— Si se van a agarrar a golpes,
háganlo afuera de mi celda, gracias.
—Él es Yoongi —dijo Namjoon a Jungkook— Es mi compañero de
celda.
—Ex compañero si no sacas a toda esta gente de aquí —protestó de mal
humor— No entiendo para que tienes que reunir a todos, apenas
cabemos dos personas en esta celda.
—No seas tan pesado —habló Taehyung, rodando sus ojos.
—Cierra la boca, Kim —espetó el rubio y después le dedicó una mirada
inexpresiva a Jeon— Buena suerte, pijo.
Jungkook bufó.
—Pijo, pijo, pijo… ¿No me pueden llamar de otra forma? Tengo nombre
por si no lo sabían.
—¿Qué prefieres? —comenzó Jimin— ¿Qué te diga pijo o que te diga
idiota? Porque sinceramente no veo la diferencia…
—Muy gracioso —contestó Jeon, haciéndole mala cara.
—Bueno, bueno —intervino Namjoon, exhausto— La comedia la dejan
para el circo, idiotas. Nos falta Seokjin pero se encuentra en talleres por
lo que no pudo venir, de igual forma vas a conocerlo pronto. Fuera de
eso, terminó la reunión así que ya puedes retirarte.

71
El pelinegro asintió y se levantó de la silla para salir sin decir nada más
de allí. En su horario tenía que ir a talleres por lo que se dirigió al lugar
respectivo mientras pensaba en lo que se había metido. ¿Había sido
buena idea? Para ser sinceros, Namjoon no le pareció el mejor tipazo del
mundo pero debía de confiar en él. Pues si Jimin y Taehyung estaban de
su lado, era por algo, ¿no? El dinero no era un problema, siempre y
cuando no rebasase a lo imposible pues tenía su dinero propio pero
tampoco podía gastarlo sólo en eso.
Sólo esperaba que valiese la pena, de igual forma, no tenía alternativa
pues aún quería conservar su vida.

A mediadas horas de la noche, Jungkook se despertó por unas


incontrolables ganas de ir al baño y por ende salió de su cama,
estirándose después. Miró de reojo la cama de Jimin, dándose cuenta
enseguida que no estaba en ella. Frunció el ceño, extrañado. Quizás
también había salido al baño o algo parecido. Aunque en estas
condiciones de estar en un lugar donde en cualquier momento podrían
sacarte de la celda y matarte, no era algo para despreocuparse
demasiado.
Aún así, no quiso darle muchas vueltas al asunto así que se abrió las
rejas de la celda y se dirigió silenciosamente a los baños.
Sin embargo, conforme se fue introduciendo a ellos comenzó a escuchar
extraños ruidos provenientes de algún lugar adentro. Y avanzó con
cautela, la curiosidad ganándole, poco a poco reconociendo que se
trataban de gemidos. ¿Qué carajos?
Entonces lo vió, al girar en una esquina se topó con Jimin apoyado a una
pared en brazos de Namjoon quien sostenía sus piernas y le follaba con
rudeza.

72
Inmediatamente se escondió detrás de la pared, dejando a la vista sólo su
mirada sorprendida de lo que estaba observando. Las ganas de orinar se
fueron de forma inmediata por la sorpresa, y una extraña sensación en el
pecho le invadió por completo. Mierda, quería irse de allí y no seguir
viendo eso. Pero por alguna extraña razón no podía, sus pies no se
movían aunque quisiera y es que se había quedado demasiado
estupefacto.
Sin embargo, todo empeoró cuando Jimin se dió cuenta de su presencia.
Pues conectaron miradas y Jungkook sintió literalmente su corazón
detenerse, pensó en lo peor, que el pelirosa se sorprendería o que le
gritaría. O peor, que le matase después por ser un entrometido. Pero fue
lo opuesto a eso, pues no demostró ninguna expresión. Y tampoco el
pelinegro había podido alejarse cuando se vieron, fue como una
conexión instantánea.
En vez de eso, Jimin se aferró más a la espalda de Namjoon y comenzó a
gemir más fuerte sin apartar en ningún momento sus ojos de Jungkook,
mordiendo después su labio inferior con lentitud.
Jeon sintió su garganta secarse, jamás había visto algo tan excitante y
seductor. Era hipnotizador, no podía quitar su intensa mirada del pelirosa
lo que ocasionó que sintiera un cosquilleo en su entrepierna el cual
reconoció enseguida. Y no pudo evitar asustarse por eso.
Inmediatamente apartó la mirada y se fue de allí.
De regreso a la celda, no podía quitarse la imagen de Jimin así de su
mente ni mucho menos los sonidos que emitía. Literalmente se sintió a
desfallecer cuando se dió cuenta que tenía una erección. ¿Qué? Entró en
pánico, esto sólo le pasaba con las mujeres. O bueno, mayormente. Pues
no negaría que en algún momento de su vida hayase visto porno gay y…
¡Pero no! No tenía sentido. Esto no era normal. Él no era gay. ¿Qué fue
lo que pasó?
Por muchas preguntas que tenía en ese momento, el dolor y
desesperación que sentían seguían siendo más grandes.

73
Por lo que no tuvo más remedio que tratarse con inconscientemente
la imagen de Jimin en su mente.
Espero se estén cuidando mucho, les tkm ❤

74
007.

Esa alarma… Esa maldita alarma lo iba a volver loco, definitivamente la


odiaba.
—Ahg, carajo… —gruñó sobre su almohada, frunciendo el ceño y
queriendo seguir durmiendo.
Pues casi no durmió nada anoche pensando en-… Oh, mierda.
—Ya luego le agarras cariño —le dijo su compañero.
Jimin.
Abrió sus ojos de golpe, acordándose de inmediato todo lo que vió
anoche e inmediatamente sus mejillas su pusieron rojas como la mierda.
Tragó saliva, escuchando a Jimin caminar por la celda y pensando en que
hacer. Mierda. ¿Y si le hablaba de lo ocurrido? ¿Qué diablos diría? Dios,
qué gran vergüenza… Quizás si se hacia el desinteresado no sería tan
incómodo.
El funcionario se asomó en su celda para cumplir su rutinario labor de
verificar su presencia y después se fue. Seguidamente Jungkook salió de
su cama, estirándose y bostezando. Evitando por todos sus medios ver a
Jimin a la cara, es que no podía, se sentía un sucio por haberlo pensado
de esa forma. Ni siquiera tenía una explicación al respecto.
Vaya idiota.
Aún así, había cierta tensión e incomodidad en el aire.
—Estás algo callado hoy, ¿no? —se atrevió a decir Park mientras
arreglaba su cama.
Jeon hacía lo mismo, sólo que del otro lado.
—Nunca hablo.
—Eso es verdad, pero siempre dices algo en las mañanas.

75
—Mhm. ¿Buenos días? —le miró sin entender, alzando una ceja.
Dicho esto, continuó acomodando su cama. Por otro lado, Jimin suspiró
y entornó sus ojos, sabiendo perfectamente lo que estaba pasando. Así
que bajó de un salto de su cama, viendo enseguida al pelinegro y
cruzándose de brazos.
—Jeon… —comenzó— Respecto a lo de anoche…
—Descuida, no diré nada.
—No es eso —rió, encogiéndose de hombros— Todo el mundo lo
sabe… Simplemente quería decirte que lo siento porque hayas tenido que
ver eso, se suponía que habría un funcionario vigilando a que nadie
entrara pero al parecer nos falló…
Jungkook detuvo su acción y se incorporó para dedicarle una mirada
confusa.
—¿Compran a los funcionarios para que les cuiden la entrada mientras
follan?
—Vaya, que chico tan inteligente —alardeó con una sonrisa en su rostro.
—Pues no había nadie. Y está bien, simplemente no debí dejarme llevar
por la curiosidad… Así que me disculpo.
Jimin asintió.
—Normalmente me valdría mierda quién nos hubiera visto pero como sé
que estas cosas son algo nuevo para ti… Temía que te hubieses traumado
o algo por el estilo.
—Claro, de todas formas jamás haré algo como eso —mencionó,
terminando de acomodar su cama y yendo a buscar su kit de aseo.
—¿Cómo estás tan seguro?
Jimin comenzó a acercarse disimuladamente hacia Jungkook con los
brazos cruzados y una mirada sensual. Este último se dió la vuelta en
sorpresa por aquella pregunta.

76
—P-Porque no soy gay.
—Oh, claro —sonrió, dándose la vuelta para buscar también su kit—
Vale, es todo. Nos vemos por ahí… —murmuró antes de salir.
—Espera —le detuvo inmediatamente Jungkook, tragando saliva—
Tengo una duda…
—Que sea rápido porque no quiero perderme las mejores duchas —
avisó, entrando nuevamente.
—Vale, ahm… —hizo una mueca, viendo a su alrededor— Es sólo que
me parece muy extraño que teniendo novio, quisieras tener una celda
sólo para ti… No lo sé, pensé—
—Aguarda —interrumpió el pelirosa con el ceño fruncido— Namjoon
no es mi novio.
Jungkook alzó sus cejas, sorprendido y a la vez totalmente confundido.
—¿Qué? P-Pero…
—El que folle con alguien no quiere decir que tengamos algo, pensé que
habías entendido que a eso me dedicaba.
—Y lo hice, pero no lo sé, ayer los vi muy cercanos y… lo sospeché.
—Pues sospechaste mal, yo no tengo novios.
—¿Y por qué? —se atrevió a preguntar.
Jimin abrió su boca para responder pero inmediatamente se calló,
negando con la cabeza y bufando.
—Ningún hombre en este lugar vale la pena como para pasar ocho años
juntos, lo único que hacen es traicionar.
—¿Traicionar? —resaltó, sintiendo inmediatamente una gran curiosidad
al respecto.
—No te incumbe —respondió al instante, evadiendo rápidamente el tema
— Olvídalo. Yo no quiero a nadie, y nadie me quiere a mí. Así es como

77
funciona esto, sólo es sexo.
—Entiendo.
—¿Alguna pregunta más? —alzó una ceja.
—No.
Sin decir más, Jimin se dió la vuelta y salió de la celda a pasos rápidos.
Jungkook se quedó con más preguntas de las que tenía en su cabeza.

Cuando a Jungkook le dijeron que tenía visita de sus padres, no lo pensó


dos veces y dejó de hacer lo que estaba haciendo para seguir al
funcionario hasta el espacio de visitas. Afortunadamente le habían dado
la opción de poder hablar con ellos frente a frente y no a través de un
vidrio.
Las rejas al frente suyo se abrieron automáticamente después de que el
funcionario dijera un código en su radio. Dándole acceso a la sala de
visitas y observando a sus padres sentados en una de las muchas mesas
que allí se encontraban, inmediatamente avanzó hacia ellos y abrazó con
fuerza a su madre.
—Prohibido el contacto físico —ordenó al instante un guardia,
separándolos.
Jungkook asintió al igual que sus padres y prosiguieron a sentarse en la
mesa.
—Joder, hijo. ¿Cómo has estado? —preguntó su padre, luciendo muy
preocupado.
—Creo que no es una buena pregunta tomando en cuenta que estoy en la
cárcel, padre —mencionó, suspirando—Pero supongo que estoy bien.
—¿Dices que estás bien y tienes un labio roto? —cuestiona su
progenitor.
—Oh, Dios mío —soltó su madre, viéndole asustada— ¿Qué te pasó?

78
—Estoy bien —evadió la pregunta, apartando la mirada de sus padres.
Pero el señor Jeon no se conformó con eso y se inclinó más hacia su hijo
para dedicarle una mirada seria.
—Dinos la verdad, Jungkook.
El pelinegro presionó sus labios y frunció el ceño, molestándose.
—¿Quieres la verdad? —susurró— Bueno, te la diré. Unos presos
intentaron matarme con tal de que les diera el puto código de tu caja
fuerte. Aunque suene increíble, la mitad de la prisión me odia sólo por el
simple hecho de ser tu hijo. Así que adivina como la he pasado, padre.
El mayor le miró completamente sorprendido y después suspiró, pasando
una mano por todo su rostro.
—No debes hacerles caso, sólo tienen envidia de nosotros.
Jungkook soltó una risa sarcástica.
—Como si fuera tan fácil, ¿crees que esto es una guardería o qué?
Literalmente tuve que buscarme protección y ahora debo dinero que no
tengo.
—¿Protección? —preguntó su madre, horrorizada— ¿Te uniste a una
pandilla?
—Pues sí —bufó— Es una mierda, y no quería pero no tengo de otra.
Ahora necesito dinero, cancelaron todas mis tarjetas desde que entré y
realmente necesito de esa mierda para sobrevivir aquí.
—Lo sé —afirmó su padre, mirándole fijamente— Por eso… —se
detuvo cuando un guardia pasó caminando lentamente al lado de ellos,
entonces se inclinó y le susurró— Dejamos un rollo de billetes pegados
debajo de la mesa… Después te depositaré en tu cuenta, pero también
necesitas en físico así que tómalos con cuidado y que no te vean…
Jungkook amplió ligeramente su mirada pero de inmediato cambió su
expresión a una neutra y con mucho disimulo, a la vez vigilando que los

79
guardias no le vieran, tomó el rollo de billetes y los guardó lentamente en
su bolsillo.
—¿Cuando van a sacarme de aquí? —preguntó después, mirándoles con
desesperación.
El señor Jeon suspiró con fuerza, haciendo una mueca.
—Es muchísimo dinero, hijo. No podemos obtenerlo de la noche a la
mañana, tienes que darnos tiempo.
—¿Es enserio? —protestó, anonadado—Cada una de tus tarjetas valen
millones, tienes hasta dinero ahorrado en tu oficina y, ¿me estás diciendo
que no puedes sacarme de aquí?
—No es eso, hijo —habló su madre con voz suave— Entiende, tu
sentencia es de cincuenta mil dólares. Por más que tengamos ese dinero,
es complicado sacarte ahora.
—¿Pero por qué?
—Porque tenemos una reputación que cuidar.
Jungkook parpadeó, sin poder creerlo.

—Los medios están hablando —explicó la mujer— Y están comenzando


a sospechar que estás en prisión. Al desaparecer de tu trabajo, terminar
con Sooyoung y los testigos que afirman ver policías en tu casa aquel
día. Las personas cercanas que nos preguntan de ti, les hemos dicho que
estás de viaje a Japón. No podemos darnos el lujo de decir la verdad,
porque inmediatamente descubrirán la razón y cuando sepan que estás
aquí por homicidio nuestra reputación se irá al basurero, al igual que la
compañía y todo lo demás… ¿Entiendes el riesgo que conlleva sacarte
ahora?
—¿Me estás diciendo que prefieren dejarme diez malditos años
pudriéndome en esta cárcel de mierda antes que perder su amada
reputación? —murmuró, impresionado.

80
—No sólo la nuestra, también la tuya.
—¡Me vale mierda mi reputación! —exclamó e inmediatamente los
guardias le mandaron a callar, amenazando con que le sacarían antes de
lo previsto.
—Hijo, cálmate —intentó su padre.
Jungkook bufó.
—Y una mierda, sólo piensan en ustedes mismos… Tienen el maldito
dinero para poder sacarme de aquí y no lo hacen. ¿Saben lo mal que la
estoy pasando aquí? ¿Saben que en cualquier momento me pueden
matar? —les fulminó con la mirada— ¿Tan poco les importo?
El señor Jeon golpeó ligeramente la mesa con su puño, llamando la
atención y viendo enfadado a su hijo.
—Claro que nos importas, hijo. Pero sinceramente hay cosas mucho más
importantes que sacarte de aquí, además, recuerda que te lo mereces. No
esperes que te vaya a felicitar por lo que has hecho, es más, te dejaré
aquí varios meses sólo para que aprendas la lección y no te vuelvas a
comportar como un asesino.
—¿No entiendes que si me dejas más tiempo aquí me voy a convertir en
eso? —le miró suplicante— No estoy exagerando, voy a volverme loco y
no quiero, no quiero ser uno de ellos. Por favor, sácame de aquí.
Su padre le miró sin ninguna expresión y negó con la cabeza.
—Lo siento, no puedo. Aprende a lidiar con tus errores, Jungkook.
Dicho esto, se levantó de la mesa y se fue.
—Hablaré con él —le dijo rápidamente su madre— Te sacaremos, no lo
dudes. Por favor, sé fuerte y cuídate.
Finalmente sus padres salieron de la sala de visitas, dejándolo con una
horrible sensación en el pecho y una gran impotencia. Esa noche, se
encerró en uno de los cubículos de los baños para poder llorar con
tranquilidad y desahogarse por todo.

81
Su padre tenía razón, él merecía estar allí y no podía cambiarlo.
Pobre Kook, esperemos que el no recibir que apoyo de su familia no le
afecte tanto..
Estaré actualizando muy seguido debido a que ya he escrito muchos
capítulos, soooo.
See u, bbys!

82
008.

Dos meses después.


Jungkook hizo una mueca al probar el almuerzo, era arroz y frijoles pero
ese día tenía un sabor extraño.
—Esto sabe asqueroso —protestó, alejando la bandeja.
—Concuerdo, de seguro tiene algún químico y nos quieren envenenar
para matarnos a todos… —dijo Hoseok, arrugando la nariz.
Yoongi bufó.
—Mejor, así me muero de una vez por todas.
—Yo igual —agregó Taehyung— Aunque lástima que mi última comida
sea esto.
Namjoon dejó de comer, soltando un frustrado suspiro.
—Bueno, ¿todos amanecieron suicidas hoy o qué?
—Siempre somos suicidas, Nam —habló Seokjin, encogiéndose de
hombros— Yo digo que la comida está mala y nos la dieron apropósito.
—O simplemente está quemada, joder—soltó Jimin, viéndose obstinado
— ¿Qué no sienten el sabor? Es a quemado, bola de imbéciles.
Inmediatamente se levantó con su plato vacío y se fue a tirarlo a la
basura para después salir del comedor echando humos.
—Al parecer el rosita se levantó de mal humor… —murmuró Yoongi y
después se giró hacia Jungkook— ¿Qué le hiciste, pijo?
—Yo no le hice nada, ¿qué te pasa? —respondió inmediatamente a la
defensiva— Jimin siempre es así. ¿Por qué tendría que ser mi culpa?
—No lo sé, porque es tu compañero.

83
—Eso no tiene sentido.
—Bueno, el nivel de mal genio de Jimin subió un gran porcentaje desde
que llegaste. Así que claramente es tu culpa.
Jungkook bufó, negando con la cabeza y viendo nuevamente su comida.
Habían pasado dos meses desde que entró a esa prisión de mierda, la
verdad es que no había pasado muchas cosas interesantes. Claramente
cada día era de película, peleas, sangre y gritos nunca faltaban entre
presos. Por suerte se había acostumbrado a eso, al igual que a la
fastidiosa presidencia de Jimin. Todo seguía igual. Pero ya se había
acostumbrado al carácter del pelirosa, al igual que siempre verlo metido
en peleas y extraños amoríos con demás presos. Escucharlo cada cierto
tiempo salir en la madrugada de su celda, encontrarlo inconsistemente
follando con alguien y así. Casi nunca se hablaban. Sólo ignoraban
completamente la presencia del otro en esa celda para no hacer las cosas
más incómodas y tensas.
Ahora que era parte de la pandilla, almorzaba con ellos y demás. Poco a
poco iba conociendo la personalidad de cada uno, llevándose mejor
algunos que con otros y aprendiendo a sobrevivir mediante los consejos
que les daban. Literalmente el tiempo pasaba rápido pero a la vez muy
lento, convirtiéndolo en una gran tortura. Aún muchas cosas seguían
siendo nuevas y sorprendentes para él, había mucho que aún no conocía
ni experimentaba.
Tampoco era muy social, al principio no quería establecer conversación
con sus compañeros pero al final se vió obligado a hacerlo cuando
comenzó a sentirse extremadamente solo y con la necesidad de hablar
con alguien.
Muchos presos habían intentado atacarle o amenazarle pero siempre
llegaban a salvarle alguien del grupo. También comenzó a practicar
boxeo en el gimnasio de la prisión, practicaba todos los días después de
los talleres y su intención era mejorar sus habilidades para aprender a
defenderse mejor.

84
—No creo que sea su culpa —mencionó Seokjin a la conversación—
Aún recuerdo cuando era una ternurita…
Jungkook frunció el ceño.
—¿Jimin? ¿Tierno? —bufó— Por favor, no me hagas reír…
—En realidad dice la verdad —afirmó Hoseok mientras comía—
Cuando Jimin llegó aquí… era como un pequeño venado indefenso
dentro de una jaula llena de tigres hambrientos. Todos se lo querían
comer… Y aún.
—Eso sonó desagradable, pero es la verdad… —dijo Taehyung,
haciendo una mueca— Sinceramente no me gusta hablar mucho de ese
tema, así que mejor me voy.
Jungkook iba a detenerle pero Taehyung fue rápido en levantarse e irse,
dejándole con las palabras en la boca.
—¿Por qué reaccionó así? —preguntó a los demás completamente
confundido.
Seokjin suspiró.
—Bueno, es entendible si es su amigo. Ellos llegaron el mismo día,
ambos eran unos novatos ingenuos.
—Eran unos idiotas —agregó Yoongi.
Todos rieron excepto Jungkook, quien seguía bastante curioso ante la
situación.
—¿Cometieron muchos errores?
—Todos cometimos errores por eso estamos aquí —rió Hoseok.
—Lo sé, pero sabes a lo que me refiero…
—Pues sí, especialmente Jimin.
—¿Qué hizo? —siguió preguntando, viéndole de forma atenta.

85
—La pregunta es, qué no hizo cuando lo tenía que hacer —habló Seokjin
— Jimin era como tú, aunque no tan reservado. No quería meterse con
nadie y evadía cualquier tipo de propuesta por miedo. Era un chico muy
tímido e inofensivo, literalmente no podía matar a una mosca y es por
eso que terminó en prisión.
—¿Terminar en presión por no poder matar a alguien? —repitió el
pelinegro, sin entender.
—Por haber fallado en el intento —corrigió— Es una de las muchas
cosas que hizo, no por algo su condena es alta. Pero no era un criminal,
al menos antes de estar aquí. Lastimosamente Jimin se juntó con
personas las cuales no eran buena influencia para él y le tendieron una
trampa. No te cuento más o sino me mata, no le gusta hablar sobre su
pasado…
Jungkook asintió lentamente con la cabeza.
—Lo he notado.
—Antes no era así, y es a lo que nos referíamos. Era amable, dulce y
muy sonriente… Demasiado inocente para un lugar tan corructo como
este, por lo cual no pasó mucho tiempo hasta que cambiara… Todos
cambiamos cuando entramos aquí, algunos más que otros, pero Jimin…
desde ese día, Jimin cambió por completo y se volvió otra persona.
—¿Qué día?
Todos se quedaron en silencio, mirándose entre ellos y otros sin levantar
la mirada del plato.
—No hablamos de eso porque es un tema muy delicado y por eso
Taehyung se fue —explicó Hoseok de forma apacible.
—No entiendo… ¿De qué hablan? —insistió Jeon.
—Jimin fue abusado en los baños —dijo finalmente Yoongi, viéndole
con seriedad y recibiendo una mirada molesta de los demás— Desde ese
momento cambió…

86
Jungkook se quedó completamente sorprendido.
—Oh…
—Después de eso le ofrecí protección —habló Namjoon después de un
tiempo— Al día siguiente aquel tipo se suicidó, por lo que no pudimos
matarlo nosotros mismos. No toleramos a los violadores, ni mucho
menos a las personas que son sentenciadas por delitos contra mujeres y
niños.
—¿Quién era? —se atrevió a preguntar.
—Era parte de la pandilla de Kang, cuando se suicidó, ellos pensaron
que Jimin lo mató para cobrar venganza y obviamente no fue así… Esa
es la razón por la que tienen tanta rivalidad con él y lo odian.
—Desde es entonces Jimin dejó de ser como era… —Seokjin hizo una
mueca—Fue triste ver como poco a poco cambiaba y se corrompía,
llegando a convertirse en una persona totalmente fría. A veces le extraño,
pero si cambió lo hizo por su bien… pues todos tenemos que adaptarnos,
pero la razón por la que él lo hizo no fue de las mejores…
Jeon asintió, finalmente quedándose con la boca callada y no
preguntando más. Pues a cada cosa que le decían, menos ganas le daban
de comer. Vaya mierda. A pesar de que Jimin le cayera mal, cualquier
persona sentiría empatía por eso. Además de que siempre le había dado
curiosidad su compañero, su vida y como llegó allí. Sin embargo, nunca
le ha querido contar nada por más que intentaba.
Hoy tuvo más información de la que quería o al menos, podía procesar.
Cuando terminó de comer, se dirigió a su celda para poder descansar un
poco antes de ir a entrenar.
Jimin estaba leyendo un libro sobre la mesa, como siempre hacía,
Jungkook se dió cuenta que cada semana leía un libro nuevo. Al parecer
le gustaba leer, quizás ya se haya leído media biblioteca. Era una forma
de perder el tiempo en prisión.
—Hey —soltó, presionando el botón para cerrar la celda— ¿Estás bien?

87
—¿A qué te refieres? —preguntó Park, alzando la mirada y viéndole
confundido.
—Desde la mañana estás de mal humor, los demás me preguntaron y
todo.
—¿Y eso por qué te interesa? —alzó una ceja.
Jungkook rodó sus ojos, adentrándose y sentándose al frente de Jimin.
Claramente se veía de mal humor, pero necesitaba saber la razón.
—Tengo derecho a saber por qué me has tocado los cojones desde buena
mañana, ¿no? Más de lo que siempre lo haces.
—¿Yo te toco los cojones? —soltó una risa seca— Tú lo haces todo el
tiempo con sólo tu presencia, yo te lo devuelvo.
—Como sea, no es el punto. ¿No vas a decirme nada?
—¿Tengo que decirte algo? —frunció el ceño, mirando nuevamente su
libro y encogiéndose de hombros— No tengo nada que decirte, Jeon.
En ese momento Jungkook se harta y le arrebata el libro a Jimin quien de
forma inmediata se levanta de un golpe de la mesa, viéndole
furiosamente. Jungkook también lo hace, alzando una mano a su
dirección para indicarle que se calmara.
—Dame mi libro —espeta el pelirosa, con la respiración pesada y a
punto de golpearlo.
—Tranquilo, yo sólo—
—¡Voy a matarte! —exclamó avanzando rápidamente hacia el pelinegro
y haciendo ademán de golpearlo.
Sin embargo, Jungkook le esquivó y empujó con fuerza lejos de él. Jimin
se molestó más y gruñó, avanzando nuevamente.
Entonces Jeon deja el libro en la mesa y alza sus manos en derrota.
—Está bien, está bien, lo siento.

88
Pero aún así, Jimin le dió un puñetazo en el rostro.
Hijo de puta.
Aquella acción fue la gota que derramó el vaso para Jungkook, logrando
hartarse completamente de dejarse golpear y humillar. Por lo que no
dudó en alzar su mirada furiosa y devolverle el golpe a Jimin, por
primera vez. Y con mucha más fuerza.
Park jadeó y se quedó sorprendido, sintiendo su cara arder. Jeon no
esperó a que se recuperara o algo por el estilo, inmediatamente le tomó
del cuello por la ropa y le acorraló hasta chocar contra el mueble. Se
vieron de forma intensa y con la respiración agitada, sin decir nada
durante unos segundos.
—Ya basta —espetó Jungkook entredientes, fulminando a Jimin con la
mirada.
Jimin presionó furiosamente sus labios e intentó zafarse con brusquedad
pero Jungkook volvió a ponerlo en su lugar, dejándole sorprendido por la
gran fuerza que tenía.
—La próxima vez que vuelvas a golpearme, yo voy a devolvértelo peor
—amenazó el pelinegro, agarrándole con más fuerza— No voy a dejar
que sigas pasando sobre mí, ya perdí la paciencia.
—¡Suéltame, pijo de mierda! —gritó, luciendo realmente furioso.
—Seré lo que tu quieras, pero al menos soy muchísimo más fuerte que
tú… —sonrió con arrogancia.
Aquello tocó algo dentro del pelirosa quien inmediatamente gruñó y alzó
con fuerza su rodilla para darle un firme golpe en la entrepierna al
pelinegro.
De forma instantánea Jungkook lo soltó y cayó al suelo, gimiendo de
dolor.
—Hijo de la gran puta… —maldijo con voz ahogada y las manos en su
hombría.

89
—Idiota inservible —suelta Jimin, viéndole con desprecio para hacer
ademán de irse.
Pero no lo hace porque inmediatamente Jungkook le detiene tomándolo
del tobillo y jalando, haciendo que cayera de un golpe seco al piso.
Jimin soltó un grito de dolor al aterrizar sobre su hombro, sintiendo
inmediatamente que se quebró alguna parte del brazo debido al peso.
—¡Ah! ¡M-Mierda! —se quejó, llevando una mano a su brazo y
mordiendo con fuerza su labio ante el dolor— J-Joder… —gruñó— Me
las vas a pagar… ¡Ahg!
Jungkook intentó moverse del suelo, soltando varios quejidos en el
proceso y queriendo llorar también del dolor.
—T-Tú me dejaste sin hijos, pedazo de mierda…
—V-Vete a la mierda, Jeon. ¡Me rompiste un brazo!
—¡Púdrete!
En ese momento un funcionario abre rápidamente la celda y observa la
escena con ojos sorprendidos.
—¿Pero qué carajos pasó aquí? —soltó—Necesito ayuda en el segundo
piso —pidió en su radio, seguidamente se acercó a Jimin y le ayudó a
levantarse pero este se quejó tanto del dolor que terminó por dejarlo
apoyado en una pared— También traigan al médico.
Jungkook logró sentarse en el suelo y apoyarse al mueble, tampoco podía
levantarse pero al menos no se estaba quejando tanto como Jimin.
Probablemente sí le había quebrado el brazo o algo parecido.
Ups.
El médico llegó y se acercó a Jimin, examinando inmediatamente su
brazo y haciendo después una mueca.
—Llévenlo a mi consultorio —ordenó.

90
Los funcionarios ayudaron a Jimin a levantarse por medio de su brazo
libre y lo sacaron de allí. Por otro lado el doctor se dirigió a Jungkook,
revisando su rostro herido.
—Es nada más un golpe, utiliza los tratamientos que te dí hace poco y
listo.
—¿No tiene algo para que pueda volver a caminar? —preguntó, soltando
un quejido— Acaban de romperme las bolas.
El hombre mayor abrió sus ojos de par en par.
—¿Por qué?
—Bueno, ser compañero de Park Jimin no es algo fácil… —murmuró,
suspirando con pesadez— Si le sirve para su diagnóstico, escriba que es
un hijo de perra y que cayó sobre su brazo…
El doctor asintió, saliendo finalmente de la habitación para dirigirse a su
consultorio y atender a Jimin.

Antes de ir a cenar, Jungkook pidió permiso para poder ir a la


enfermería. El cual afortunadamente se le fue concedido, pues algunas
veces los presos podían visitar a los que se encontraban en enfermería.
Esta vez, influenció que fuera su compañero de celda porque de lo
contrario sería más difícil.
Estando allí, se dirigió al sector donde se encontraba Jimin. Eran varias
camas, la mayoría divididas por una cortina de tela.
Jimin se encontraba reposado en la cama, con los ojos cerrados y el
brazo envuelto en varias gasas de tela. Jungkook suspiró pesadamente,
metiendo la manos en sus bolsillos y colocándose al frente de la cama.
—Hey.

91
Park abrió lentamente sus ojos y cuando reconoció a Jeon, soltó un
bufido, volteando los ojos.
—¿Qué quieres?
—¿Cómo estás? —se atrevió a preguntar.
—He estado en peores situaciones.
—El doctor me dijo que era una lesión leve, pero que aún así debe de
tratarse con medicamentos…
—No me rompí el brazo, así que aún puedo hacer esto —Jimin lo alzó
levemente para sacarle el dedo del centro a Jungkook.
Este no pudo evitar reír y acercarse más a la cama, observando como el
pelirosa hacía una mueca de dolor al intentar volver a poner el brazo en
su lugar.
—Yo… —comenzó, rascando su nuca y tragando saliva— Lo lamento.
Jimin resopló, negando con la cabeza.
—No, realmente me lo merecía… Supongo que estamos a mano.
—Vale, pero lo que dije es cierto.
—¿De que era un hijo de puta? —alzó una ceja.
—No, de querer que me dejes en paz —recalcó firme— En serio, Jimin.
Intenté dialogar contigo de forma pacífica pero no quisiste, no entiendo
que es lo que te sucede o por qué siempre estás a la defensiva.
Especialmente conmigo, ¿qué carajos te hice?
—Me quitaste la privacidad y eres un pijo de mierda —justificó con una
falsa sonrisa.
Jungkook hizo mala cara, cruzándose de brazos.
—Tú y yo sabemos que eso es estúpido, porque primero que todo no era
algo que pude controlar ni mucho menos cambiar. Y segundo, tampoco
es mi culpa haber nacido en una familia adinerada.

92
Jimin suspiró, apartando la mirada y queriendo golpear algo pues
efectivamente Jungkook tenía razón.
—Somos compañeros de celda —continuó Jeon— Probablemente
estaremos juntos por varios años, no podemos seguir así, terminaremos
matándonos entre nosotros y vaya que eso sería una mierda… Creo que
debemos de actuar como seres humanos razonables e intentar llevarnos
mejor.
—Supongo que tienes razón… —murmuró el pelirosa— Pero joder, no
me caes bien para nada… —rodó sus ojos.
—Es porque me has juzgado sin siquiera conocerme.
—No es necesario hacerlo para saber el tipo de persona que eres.
—No soy como mi familia, te lo había dicho antes… Y voy a
demostrártelo.
Park bufó.
—No tienes que demostrarme nada, eres ese tipo de persona que nunca
ha hecho algo por alguien que no sea por sí mismo, ni mucho menos
servirle, no tienes ninguna idea de lo que es la vida…
Jungkook resopló, mirando a su alrededor y observando la cena de Jimin
en una pequeña mesa. Así que en silencio tomó el plato y sirviendo un
poco, acercó la cuchara hacia el pelirosa quien inmediatamente le miró
confundido.
—Abre la boca.
—¿Qué? —soltó una pequeña risa, negando con la cabeza— Puedo usar
mi otra mano, ¿sabías?
—Te he visto comer con esa mano, claramente ahora te resulta doloroso
y por eso rechazaste la comida.
—La rechacé porque no tengo hambre.
—No mientas —espetó, viéndole serio—Deja de hablar y abre la boca.

93
Jimin le hizo mala cara, sin embargo la verdad es que tenía hambre y se
le dificultaba comer ahora con la otra mano. Por lo que soltando un largo
suspiro, se tragó su orgullo y abrió la boca. Jungkook le dió de comer
unas cuantas cucharadas y después le pasó un vaso de agua para bajar
totalmente la comida.
—Gracias… —murmuró Park.
—¿Comenzamos de nuevo? —sugerió Jeon.
—Ahg, creo que no tengo otra opción… —hizo una mueca— Pero sólo
dejaré de molestarte, no esperes que cambie mi forma de ser porque
siempre he sido así.
—Vale… —asintió el pelinegro, sabiendo que eso último era mentira.
—Y… lo siento por dejarte sin hijos —se disculpó sin evitar reírse al
final.
Jungkook también comenzó a reír.
—Oh, creo que estarán bien. Eso espero… Por mientras, me quedaré
contigo hasta que te mejores… —avisó, alcanzando una silla y
sentándose al lado de la cama.
Jimin frunció el ceño.
—¿Qué haces? No seas idiota, sólo me lesioné el brazo no estoy en
coma.
—Aún así, fue mi culpa y por eso me haré responsable —tomó
nuevamente el plato y acercó la cuchara con comida hacia el pelirosa—
Ahora, abre de nuevo.
De mala gana Jimin le obedeció, dejando que Jungkook le diera de
comer y en el fondo pensando que quizás no era tan molesto como
pensó.
Bueno, ahora saben un poco del pasado de Jimin y por qué en gran
parte su actitud. Además la relación entre JK y JM comienza a

94
prosperar, a pesar de haberse agarrado a golpes hace un momento jajs.
¿Qué les va pareciendo?
See u <3

95
009.

Los días pasaron, uno por uno, lentos y de forma constante como
siempre lo eran. Jungkook visitó a Jimin en la enfermería los dos días
que estuvo allí, a pesar de que el pelirosa no lo quería cerca, él le
ignoraba e igual se quedaba a su lado.
El brazo de Jimin quedó con algunos moretones pero fueron tratados con
medicamentos y cremas que le había dado el médico. Jungkook se
ofrecía a ayudarle pero el chico no le dejaba para nada tocarle. Entonces
comprobó que era muy difícil acercarse al pelirosa, de cualquier forma
posible. Sin embargo, ambos cumplían el trato de comenzar a llevarse
mejor e intentar no pelear. Les había funcionado, cuando estaban dentro
de la celda hablaban más que antes y se ayudaban mutuamente en cosas
pequeñas.
Siempre con una extraña distancia y tensión entre ellos, ya no peleaban
pero había una delgada línea que cualquiera podía romper y comenzar
otra pelea. No eran amigos, nunca se trataron como tal sino como los
compañeros que eran y nada más.
Quizás era cuestión de tiempo hasta que comenzaran a tratarse como tal,
o hasta que Jimin aceptase completamente a Jungkook en el grupo pues
aún le costaba acostumbrarse a su presencia, en todos los sentidos.
Después de terminar su trabajo en los talleres, Jungkook se encontraba
entrenando en el gimnasio. A esas horas no estaba tan lleno como se
acostumbraba a estar, por lo que le resultaba más cómodo. Practicar
boxeo le ayudaba a quitar el estrés y ansiedad de ese lugar, le ayudaba a
olvidarse de todo y también a desquitarse. Por lo que ahora estaba
golpeando fuertemente el saco con sus puños envueltos en guantes, sin
dejarlo quieto en ningún momento.
Su respiración era pesada y tenía el cabello empapado de sudor, se estaba
ahogando y eso que traía una camisa de tirantes con un short largo. Aún

96
así, no se rendía y se mantenía persistente.
—Hola —Jimin apareció tranquilamente a su lado pero de forma
inesperada.
—Hey —Jungkook le miró de reojo pero aún así continuó golpeando el
saco— ¿Qué pasa?
Jimin se colocó detrás del saco y lo sostuvo con fuerza para que dejara
de moverse y Jungkook pudiera golpearlo mejor.
—Tengo que pedirte un favor.
—¿Cuál?
—Necesito que me cubras cuando hagan recuento de celdas en la noche.
Finalmente el pelinegro se detuvo, mirándole con la respiración
acelerada y una ceja levantada.
—¿Vas a follarte a alguien o qué?
—Algo así.
—Ya veo… —asintió— ¿Y qué quieres que diga? ¿Que te tragó la
tierra?
El pelirosa rió.
—Sólo diles que estoy en el baño o en el médico porque me lesioné, otra
vez. Inventa cualquier cosa.
—No me van a creer y lo sabes. Es mejor que canceles lo que vayas a
hacer o te sancionarán.
—No puedo, es Namjoon.
Cabe destacar, que Jimin no tenía el dinero suficiente para pagar la
protección de Namjoon por lo que la recibía a cambio de sexo. Esa fue la
propuesta que Jimin le dió y que el líder aceptó, y así han estado desde
hace años. Por eso Jimin no podía negarse cuando se trataba de él. Era
parte del trato.

97
—¿Vas a arriesgarte a pasar una semana en aislamiento sólo por sexo? —
preguntó Jeon, viéndole sorprendido.
Jimin se encogió de hombros.
—No sería la primera vez que lo hago.
—Eres increíble —bufó, negando con la cabeza.
—Eso dirás cuando te chupe la polla, algún día.
Jungkook soltó una risa seca, quitándose los guantes y suspirando.
—Eso nunca va a pasar… Ya te gustaría chuparme la polla, Park.
Lastimosamente no estoy tan deseoso de sexo como para acudir a tus
servicios.
—Claro, porque te la pasas jalando todos los días —sonrió con
arrogancia cuando el contrario le miró sorprendido— Pero créeme, no
será suficiente y en algún momento te vas a cansar de eso.
—Si eso pasa, me iré a la mierda porque no tendría con quien follar. No
quiero hacerlo con un hombre, aún quiero conservar mi
heterosexualidad.
Jimin reprimió una risa.
—Te diría que estoy disponible pero aún me sigues dando asco, entonces
no me interesa follar contigo.
—A mi tampoco.
—Como sea, ¿me harás ese favor? —le miró atentamente.
Jungkook no respondió, sólo se dirigió a tomar un paño y secarse el
sudor. Jimin le siguió, esperando su respuesta.
—Si es un favor, no te saldrá gratis —avisó el pelinegro— Quiero algo a
cambio.
Jimin entornó sus ojos.
—¿Qué quieres?

98
—Aún no lo he decidido, pero me deberás un favor. ¿Vale?
—Vale, gracias.
El pelirosa se dió media vuelta y se alejó, por su parte el pelinegro se
quedó pensando en que carajos se inventaría para cubrir a su compañero
mientras tomaba de una botella de agua.

Da una última calada a su cigarrillo mientras observa la luna llena desde


la única ventana con rejas que tenían en la celda, hace mucho no probaba
un cigarro y la satisfacción que eso le generaba era adictiva.
Escucha las rejas de la celda abrirse y seguidamente visualiza la figura
de Jimin entrar algo ajetreado, deteniéndose en seco cuando le vió.
—¿Qué haces despierto? —preguntó sorprendido, pues eran las tres de la
mañana.
—No podía dormir —respondió Jeon, dando otra calada al cigarro.
Jimin asintió, cerrando la reja y acercándose a Jungkook mientras se
cruzaba de brazos.
—¿Tienes otro?
Jungkook asintió, sacando de su bolsillo la caja de cigarrillos. Jimin
tomó uno y se lo llevó a la boca, antes de preguntar su compañero ya
había sacado un mechero y encendido su cigarro.
—Gracias —murmuró, inhalando el contenido— ¿Donde conseguiste
esto?
—Hoseok.
—Con razón.

99
Ambos se encontraban apoyados al mueble donde ponían sus
pertenencias, viendo a la nada mientras fumaban en silencio.
—¿Cómo te fue? —pregunta Jeon, girando su rostro hacia el pelirosa—
¿La pasaste bien?
Park rió suavemente y se encogió de hombros.
—Lo normal, supongo… —dejó salir el humo de su boca— Gracias por
cubrirme, igual Lee es fácil de manipular y sabe que no le convendría
hacerse el difícil conmigo.
—Me di cuenta en el momento que le dije que no estabas, no me hizo
preguntas y lo dejó pasar. ¿Qué le hiciste para que fuera así?
—Mhm, quizás le chupe la polla un par de veces…
Jungkook reprimió una risa, negando con la cabeza y continuó fumando.
—De nada. Por cierto, ya sé que quiero como pago.
—¿Dinero? —intuyó, alzando una ceja.
—No quiero dinero —negó, dándole una calada a su cigarrillo y viéndole
fijamente a los ojos— Quiero que me la chupes.
Jimin al instante se echó a reír, llevando una mano su boca y moviéndose
por inercia de su lugar.
—Muy gracioso, ya en serio… Dime que quieres… —preguntó, aunque
inmediatamente su expresión cambió a una pasmada al ver el rostro serio
del contrario— Mierda, ¿hablas en serio?
Jeon suspiró, apartando la mirada y cruzando sus brazos.
—Ahg, detesto darle la razón a las personas y mucho más a ti… No
puedo, esto harto de sólo jalármela, necesito a alguien. No he tenido sexo
en tres meses, quiero aunque sea algo cercano a ello y ya me vale mierda
si es con un hombre.
—¿Entonces no quieres follar?

100
—No, sólo quiero que me la chupes… —cerró sus ojos— Joder, suena
tan extraño… Sólo le había dicho eso a las chicas, jamás a un chico…
Jimin sonrió con lentitud, inhalando de su cigarro y avanzando más hacia
Jungkook.
—¿Estás seguro?
—Sí, hazlo rápido antes de que me arrepienta.
—¿Y sólo eso quieres? —preguntó con voz suave, colocándose al frente
del chico— ¿No quieres que te haga algo más?
—N-No… —tragó saliva al sentir la penetrante mirada del pelirosa sobre
él— Aunque… no quiero obligarte a nada, si no quieres, entonces—
—Shh… —le calló Jimin colocando un dedo sobre sus labios— A mi me
da igual, no te preocupes.
Jungkook asintió, dando otra calada a su cigarrillo por los repentinos
nervios que golpearon su cuerpo en el momento en que Jimin dejó su
cigarro sobre el mueble e hizo ademán de agacharse.
—Espera, espera —le detuvo al instante por los hombros, respirando
pesadamente— Y-Yo… mierda, sólo dame un momento… esto es muy
raro.
Jimin rió, viendo al pelinegro con diversión y a la vez ternura.
—Tranquilo, sólo cierra los ojos e imagina que soy una chica o lo que
quieras… ¿Vale?
—V-Vale…
Jungkook cerró los ojos, apoyando sus manos sobre el mueble de atrás y
esa fue señal para que Jimin se agachara hasta quedar de rodillas al
frente de su entrepierna. Por un momento pensó que sería difícil hacer
que el chico tuviera una erección o no se encontrara lo suficientemente
excitado pues no sentía atracción por los hombres. Así que tendría que
hacer su mejor intento, pero grande fue su sorpresa cuando al bajar los

101
pantalones de Jungkook, se encontrara con su miembro despierto a más
no poder.
No tardó mucho en tomarlo con una de sus manos y comenzar a
masajearle lentamente, sonriendo cuando el contrario reaccionó con
espasmos.
—Al parecer no eres tan hetero después de todo, Jeon…
—C-Cierra la boca, ahg.
—Y vaya, que buena polla te cargas…
—Mierda, Jimin —gruñó— Cállate.
Jimin prosiguió a relamerse los labios y sin previo aviso se llevó la polla
de Jungkook a su boca, inmediatamente este último quiso gemir pero se
reprimió mordiendo su labio. Jimin comenzó a succionar enseguida,
moviendo su cabeza en un constante vaivén que volvía loco a Jungkook
quien no podía parar de jadear y fruncir el ceño.
Demonios, hace tiempo que no sentía algo tan placentero como una
mamada. Y mierda, vaya que Jimin era bueno.
—J-Joder, lo haces tan bien… —susurró sin pensar, estirando una mano
para acariciar los cabellos rosas del contrario— Sigue así.
Jimin gimió de forma inconsciente sobre su polla, pues normalmente los
hombres tiraban de su cabello y le lastimaban, y aquello fue algo nuevo a
lo que acostumbraba. Entonces, guiado por la emoción siguió utilizando
su lengua y también su otra mano libre para masajear el resto que no
cabía en su boca. Ante ese pequeño gemido, Jungkook abrió los ojos y
bajó la mirada hacia Jimin, viéndole con extrema lujuria en sus ojos
mientras se la chupaba. No estaba pensando en ninguna chica, no podía
hacerlo porque le excitaba más el hecho de que fuera Jimin quien lo
estaba haciendo.
Entonces agarró con fuerza su cabello y echó su cabeza hacia atrás
cuando comenzó a sentir cercana su liberación. Tiempo después, se

102
corrió finalmente en la boca del pelirosa, gimiendo suavemente y
soltando varios gruñidos en el proceso.
—Oh, mierda… —murmuró mientras mordía su labio al ver que Jimin se
tragó todo su semen como si nada y volvía a colocarle los pantalones.
Sin embargo, no supo que le pasó pero en el momento en que Jimin se
levantó, Jungkook rápidamente le tomó y cambió sus posiciones para
acorralarlo contra el mueble. Se quedaron mirando fijamente con los
rostros a centímetros y las respiraciones pesadas, mordiéndose los labios
sin saber que decir ni hacer.
Jeon tragó saliva, observando con devoción los labios de Park pero sin
hacer ningún movimiento. Por un momento parecía que iba a besarlo
pero nada sucedió, sólo permanecieron quietos por varios minutos sin
decir nada.
—Eres un hijo de puta… —susurró finalmente el pelinegro, viéndole a
los ojos.
—¿Por qué? —preguntó el pelirosa de la misma manera.
—Porque tenías razón, eso estuvo increíble…
Jimin sonrió, soltando una pequeña risa la cual se detuvo cuando
Jungkook se acercó lentamente con intención de besarle. Al instante le
detuvo, colocando sus manos en su pecho y alejándole con suavidad.
—Yo nunca doy besos —explicó con paciencia— Creo que es mejor que
vayamos a dormir, ¿no?
Jeon frunció el ceño pero de igual forma asintió, claramente no se
encontraba en sus cinco sentidos.
Ambos fueron a sus respectivas cama en silencio, sin decirse una palabra
más y dejando que un pequeño aire de tensión creciera más entre ellos.
Primer encuentro sexual vamos poco a poco, en algún momento tenía
que pasar al igual que en algún momento llegará a más, ¿o no? Idk.

103
Esto les sonará divertido pero ya terminé de escribir todo este fic, i
mean, ya está todo escrito es sólo de ir publicando de a pocos y no me
pregunten como lo hice porque mi yo sé. Así que para que estén
tranquilxs de que vaya a dejarlo abandonado, nel.
De paso, agradezco a jungmin_56 por editar esta imagen de Jimin en
este fic, es sólo de imaginarse que tiene el cabello rosita como todo a su
alrededor, uwu.
Espero tengan una buena semana, les tkm y nos vemos <3

104
010.

Jungkook volteó sus ojos al escuchar los fuertes gritos y prácticamente la


bulla que comenzaron a hacer los presos cuando dos de ellos
comenzaron a pelear, típico. Literalmente lo de todos los días. Bueno,
habían días en los que todo estaba tranquilo y para su criterio le parecía
un milagro. Pero ese día no.
—Apuesto al debilucho —dijo Taehyung, dándole un fuerte mordisco a
una manzana verde.
—¿Ah sí? —le siguió Jungkook, viéndole fijamente— Pues yo apuesto
al grandote.
Seguidamente estrecharon sus manos con un fuerte apretón mientras se
sonreían de forma cómplice.
—Ninguno ganará, los detendrán antes de que eso pase —avisó Yoongi,
comiendo tranquilamente de su plato— Si eso pasa, entonces el dinero
de ambos me lo quedo yo.
—Jamás fuiste parte de la apuesta, Min —recalcó el azabache, viéndole
mal— No te daremos nada.
—¿Quieres apostar de verdad?
Mientras Taehyung y Yoongi comenzaban a discutir entre ellos,
Jungkook dirigió su vista hacia al frente donde tenía a Jimin comiendo
en silencio o bueno, haciendo que comía pues sólo la toqueteaba con la
cuchara. Su rostro estaba algo decaído pero intentaba disimularlo con un
semblante serio, sin embargo en su aura podía notarse que algo no
andaba bien. En realidad Jungkook lo notó desde la mañana, Jimin había
salido a hacer una llamada telefónica y cuando volvió ni siquiera le
dirigió la palabra. Finalmente Jungkook no pudo dejar pasar más eso por
alto.

105
—Hey —le llamó en voz baja e inclinando levemente su cuerpo a su
dirección. Jimin alzó despacio la mirada, preguntando con las cejas y sin
ninguna expresión en su rostro— ¿Estás bien?
Park frunció levemente el ceño, mostrándose extrañado.
—Sí. ¿Por qué lo preguntas?
Jeon entornó sus ojos e hizo una mueca.
—Vamos, Jimin. No soy idiota. Estás raro desde que hiciste aquella
llamada.
—¿Cómo sabes que hice una llamada? —preguntó al instante.
—Vi cuando sacaste una tarjeta amarilla debajo de la almohada.
Jimin se encogió de hombros.
—Bueno, no tiene nada que ver. Estoy bien, simplemente no tengo
hambre…
—¿Seguro?
—¿Y a ti que te importa? —respondió de golpe y a la defensiva,
viéndole de forma molesta.
Jungkook suavizó su mirada y seguidamente asintió con la cabeza,
mostrándose igual de molesto.
—¿De qué hablan? —preguntó Taehyung, metiéndose en la
conversación al notar el aire tenso.
—De nada… —murmuró el pelinegro, apartando la mirada y suspirando
con fuerza.
Entonces Taehyung comenzó a hablarle sobre cómo concluyó aquella
pelea de presos pero no le escuchó pues en ese momento, Namjoon se
había acercado a Jimin y le había susurrado algo al oído. Al parecer fue
alguna propuesta de sexo, pues inmediatamente Jimin le hizo mala cara,
susurrando que ahora no quería pero Namjoon insistió a lo que

106
finalmente el pelirosa aceptó y se levantaron al mismo tiempo, saliendo
sin decir nada del comedor.
—¿Acaso estás escuchándome?
La voz de Taehyung le hizo volver nuevamente a mirarle.
—¿Siempre es así? —preguntó de la nada, obteniendo una mirada
confusa del azabache— Me refiero a Namjoon y Jimin.
—Ah —soltó Taehyung, alzando los hombros de forma despreocupada
— Pues sí, ¿por qué?
—Porque me parece extraño… —confesó, tragando saliva— Digo, ¿qué
pasa si Jimin no quiere? No le puede obligar a hacerlo, ¿o sí?
—Pues no, pero Namjoon no le obligaría a hacer nada.
—¿Y cómo lo sabes? Prácticamente es una obligación, “te protejo si
tienes sexo conmigo cada vez que yo quiera”. Es una condición,
claramente Jimin no puede negarse del todo. Y… está mal.
Taehyung suspiró con pesadez.
—Jungkook, muchas cosas que pasan en este lugar están mal. La prisión
es un lugar donde pierdes toda libertad, dignidad e inclusive esperanza
de ti mismo. Y hacemos lo que tenemos que hacer para sobrevivir a este
infierno. Nadie te juzgará por lo que hagas porque todos estamos igual,
así que…
—Pero… —hizo una mueca, guardándose finalmente las palabras y
pasando una mano por su rostro— Vale, lo entiendo. Realmente lo
entiendo… Pero no sé por qué me inquieta tanto…
—Será por Jimin, ¿no? —alzó una ceja—De lo contrario, no te
interesaría.
—Exacto.
—Supongo que te preocupa porque eres su compañero, pero no tienes
que preocuparte tanto por eso… Créeme, yo también lo hice en su

107
momento pero Jimin me dejó en claro que estaba bien para él… Es mejor
que creas en su palabra.
Jungkook asintió, mordiendo su labio inferior y después tomando de su
refresco.
—Aunque… —agregó Taehyung, viéndole de forma sospechosa e
inmediatamente le señaló con su cuchara— Tuviste tu primera
experiencia gay, ¿cierto?
Jeon abrió sus ojos de par en par, casi atragantándose con la comida.
—¿Q-Qué?
—Oh, mierda… Y fue con Jimin —completó el azabache viéndole
asombrado.
El pelinegro miró a su alrededor y se acercó para poder susurrarle.
—¿Cómo mierda sabes todo eso?
—Estos ojos lo ven todo, querido —señaló su vista con una sonrisa—
Vaya, sinceramente no me sorprende porque era algo obvio que iba a
pasar. Aunque ya te estabas tardando, pensé realmente que jamás le
darías una oportunidad al mundo homosexual.
—Bueno, no estuvo tan mal… —murmuró por lo bajo.
—Jimin es genial, no me extrañaría.
—¿Has follado con él? —le miró sorprendido.
—Pues claro —respondió con obviedad— Deberías darle una
oportunidad al sexo con hombres. Te sorprenderás de lo bueno que es…
Y lo digo, porque conociéndote sólo te hizo una mamada.
Jungkook negó con la cabeza, comenzando a sentirse algo nervioso.
—No, s-sólo fue esa vez pero hasta ahí. No pienso llevarlo a más, ni
repetirlo.
—Todos decimos eso.

108
Taehyung sonrió ante la mirada pasmada que puso Jungkook, e
intentando quiso cambiar el tema de conversación o de lo contrario se
desmayaría. Así que continuaron comiendo tranquilamente sin ningún
tema sexual de por medio.

Jimin inhaló y exhaló con fuerza antes de que las rejas al frente suyo se
abrieran de forma automática, logrando visualizar a su hermana sentada
en una de las mesas de la sala de visitas. Inmediatamente una gran
sonrisa se formó en sus labios y sin esperar a que el funcionario lo
llevara a la mesa, avanzó rápidamente hasta Chaeyoung y la abrazó.
Los hermanos Park se fundieron en un fuerte abrazo antes de que el
funcionario los separara.
—Jimin, conoces las reglas —regañó el funcionario, alejándolos—
Prohibido el contacto físico.
—Sí, sí, lo siento —murmuró, sentándose en la pequeña mesa al mismo
tiempo que su hermana.
El funcionario se fue, dejándoles finalmente privacidad. Tanto Jimin
como Chaeyoung permanecían contemplándose uno al otro, hace
bastante tiempo que no se veían y eso que siempre intentaban verse al
menos una vez al mes.
—Joder, estás hermosa —halagó Jimin, viendo a su hermana con ojos
brillantes y una sonrisa que no desaparecía de su rostro.
—Gracias, te extrañé mucho —hizo un mohín.
—Sabes que también te extraño… ¿Y cómo están todos? —preguntó con
un tono débil— ¿Cómo está mamá?
La chica rubia soltó un largo suspiro, haciendo una triste mueca.
—Sigue igual… El doctor dijo que sólo iba a empeorar pero igual
tenemos las esperanzas de que mejore… Papá no se ha ido de su lado
desde entonces.

109
Jimin asintió para después morder su labio inferior con cierta inseguridad
y acercarse más a su hermana.
—¿Y ninguno ha preguntado por mí?
Chaeyoung hizo una mueca lastimosa, negando lentamente con la
cabeza.
—No… lo siento, Jimin.
—Está bien… da igual —sonrió el pelirosa, restándole importancia con
un encogimiento de hombros— Sólo preguntaba por curiosidad, pero no
me sorprende… Como sea, ¿qué tenías que decirme?
—Oh, cierto… —rió de forma nerviosa y después miró fijamente a su
hermano, tragando saliva— Estoy embarazada.
El rostro de Jimin se contrajo en una mueca llena de sorpresa,
literalmente sintió su corazón detenerse por un mili segundo.
—¿Qué? —soltó débilmente, sus ojos abiertos de par en par— ¿Esto es
una broma?
—¿Crees que vendría hasta acá sólo para hacerte una broma?
El pelirosa llevó una mano a su boca, sin quitar esa expresión de su
rostro.
—Oh, Dios mío… Chaeyoung… —hizo ademán de tomar su mano pero
de inmediato el funcionario lo vió y regañó— J-Joder, estoy tan… tan
feliz por ti… No puedo creerlo. ¡Seré tío!
—¡Sí! —le siguió, igual de emocionada.
—Espera, ¿entonces que pasará con tu novio?
—Pues… esa es otra noticia… —al instante alzó su mano, enseñando un
anillo de compromiso con una gran sonrisa— ¡Nos vamos a casar!
Jimin llevó ambas manos a su rostro, literalmente sentía que se
desmayaría con tanta nueva información.

110
—Tú quieres matarme, Chaeyoung. No lo había visto, joder, esto es… —
sonrió y finalmente suspiró— Es hermoso, felicidades… en serio.
—Gracias, hermanito.
Ambos jóvenes se quedaron viendo con una sonrisa, sin embargo poco a
poco fue desapareciendo conforme caían en los hechos. En la cruda
realidad. La explicación del por qué no podían tocarse, el por qué sentía
como si estuvieran a kilómetros del otro.
Jimin bajó la mirada, mordiendo su labio inferior y suspirando.
—Lástima… lástima que no pueda celebrarlo contigo… O acompañarte.
—Oh, Jimin. No te preocupes por eso, estaré bien… Es más, pienso
pedir a la dirección que te den un permiso para salir y que puedas ir a mi
boda.
—Chae… no me lo darán…
—Pero podemos intentarlo —insistió con una sonrisa.
—Vale, pero no te hagas ilusiones. Sabes que no soy la persona más
inocente y tengo consecuencias por eso…
Los ojos de Chaeyoung comenzaron a llenarse de lágrimas, intentando
no borrar la suave sonrisa de su rostro.
—Yo realmente quiero que estés ahí, Jimin… —confesó en un hilo de
voz.
El pelirosa relajó su mirada, viéndole con dolor.
—Lo siento mucho…
La chica asintió, limpiando rápidamente sus lágrimas y volviendo a
sonreír.
—Bueno, intentaremos resolverlo. Pero ahora… cuéntame, ¿qué hay de
nuevo?

111
—Pues nada —se encogió de hombros, haciendo una mueca— Tengo un
nuevo compañero de celda.
—¿En serio? ¿Después de tanto tiempo? —le miró sorprendida— ¿Y
quién es?
Jimin bufó.
—Es un típico pijo, nada más.
—¿Y está guapo?
—Lo normal.
Chaeyoung le miró de forma sospechosa, cruzándose de brazos.
—Uhm… ¿Normal decente o normal ardiente?
El pelirosa suspiró, comenzando a pensar la respuesta por unos
segundos.
—Normal ardiente.
—Wow, eso es serio. ¿Y qué?
—¿Qué de qué? —frunció el ceño.
La rubia alzó la cejas de forma sugerente a lo que el contrario
inmediatamente comenzó a negar con la cabeza.
—No, no, no… nada de eso. Sabes que yo no me junto con nadie,
Chae… —rodó sus ojos— No entiendo por qué lo sigues intentando.
—Sólo digo que sería bueno para ti tener a alguien… Ya sabes, una
pareja.
—No me interesan, hermana. Ni tampoco me interesa él… Todos aquí
me dan igual.
—No deberías de cerrarte tanto…
En ese momento llega el funcionario a decirles que el tiempo de visita a
terminado, inmediatamente ambos se miran con tristeza y antes de que se

112
llevasen a Jimin, este procura tomar la mano de Chaeyoung y depositar
un suave beso. Al voltearse, sintió al instante un nudo en su garganta y
las lágrimas llenar sus ojos. Rápidamente con su mano apartó una sola
lágrima rebelde y tragó saliva, guardándose el sentimiento.
Hola uwu, volví y con buenas noticias. En los comentarios del capítulo
pasado hicieron la sugerencia de que como ya tengo la historia escrita,
fuera subiendo capítulos consecutivos con una hora definida y también
que hiciera maratón. Y estuvieron de acuerdo cuando pregunté en el
tablero, soooo. Es lo que haré.
Voy a actualizar los sábados y miércoles, intenté poner las horas de
otros países acuerdo a la mía, como no sé exactamente de dónde son,
coloqué la mayoría de países de habla hispana por si acaso uwu.
También puede que resuba algunos capítulos después de publicarlos
porque a la mayoría de personas no les llega la notificación, es un
método que funciona. Así que sólo en los días que dije es cuando subiré
nuevo cap, fuera de eso, probablemente sea que lo resubí.
Sábados y Miércoles.
Costa Rica, Nicaragua, Guatemala, El Salvador, Honduras, Belice 6:00
PM
Panamá 7:00 PM
México, 7:00 PM
Venezuela 8:00 PM
Argentina 9:00 PM
Chile 8:00 PM
Perú 7:00 PM
Colombia 7:00 PM
Uruguay 9:00 PM
Paraguay 8:00 PM
Bolivia 8:00 PM
Ecuador 7:00 PM
USA 8:00 PM
España 2:00 AM

113
Espero haber hecho bien los cálculos y también que los miércoles
probablemente no sea tan puntual, máximo podría durar media hora de
retraso, por si acaso. Aunque intentaré hacerlo puntual. Espero que este
método funcione y sea interesante, siento que sería lindo/divertido como
que todxs vengan de una y así, idk. También ahí les estaré avisando
cuando hago maratón.
Gracias por el apoyo.

114
011.

Comenzaba a anochecer, las rejas de cada celda fueron cerrándose una


por una dando por finalizado el día. Y los funcionarios comenzaron su
trabajo de guardia por las noches.
Jungkook alistaba su cama para poder dormir, seguidamente se incorporó
para comenzar a cambiarse y ponerse su pijama. Y con pijama se refería
a sólo dejarse los pantalones, pues poco a poco adoptó la costumbre de
dormir sin camisa por el calor que llegaba a hacer en las noches.
Mientras se quitaba su uniforme, no pudo evitar mirar a Jimin quien se
encontraba acostado en su cama con la vista hacia la pared, dándole la
espalda.
Literalmente no le había dirigido la palabra en todo el día, y ya estaba
acostumbrado a eso. A que pasaran varias horas sin hablarse, como si
estuvieran ignorando completamente la presencia del otro. De todas
formas, era entendible. ¿De qué iban a hablar? Sin embargo, ese día
Jimin estaba más callado de lo normal y tras de eso su aura gritaba “No
estoy bien”.
Jeon había permanecido algo molesto con él por la forma tan grosera en
la que le habló en el comedor cuando le preguntó sobre su estado, por
eso no volvió a tocar el tema. Sin embargo, existía una gran diferencia
entre ellos. Y era que Jungkook no era tan orgulloso como Jimin, y
siempre se dejaba llevar por sus emociones independientemente de las
consecuencias que eso le fuera a traer.
Por eso, cuando escuchó un pequeño sollozo provenir del pelirosa, no
pudo evitar sorprenderse y dejar inmediatamente el rencor.
—Jimin… —murmuró en voz baja, acercándose semidesnudo a la cama
del mencionado— ¿Estás bien?
Park no respondió ni se movió de su lugar, al parecer había estado
llorando en silencio desde hace rato pero inconscientemente se le escapó

115
un sollozo. Jeon suspiró, colocando sus brazos sobre el colchón alto y
haciendo una mueca.
—Jimin… —insistió.
—Vete, por favor.
—¿Sucedió algo?
—Jeon —advirtió con voz ahogada, sin voltearse en ningún momento—
Aléjate de mi cama…
Jungkook obedeció, soltando un suspiro, alejó los brazos de la cama pero
no sé movió de su posición. Quiso seguir insistiendo, sin embargo supo
de inmediato que no valía la pena. Así que terminó por acostarse en su
propia cama, sin poder dormir al escuchar nuevamente los sollozos de
Jimin.
—Sé que piensas que no me interesan tus problemas… —comenzó
hablando en voz baja, sabiendo que Jimin le estaba escuchando— Y en
teoría no deberían de importarme… Pero eres mi compañero, quizás no
seamos amigos o algo por el estilo… Pero joder, no sé nada sobre ti. No
me culpes por siempre tener curiosidad, y entiendo, tampoco me gusta
contar mis problemas… Sin embargo, me gusta escuchar a los demás…
—suspiró, colocando sus brazos detrás de su cabeza mientras miraba a la
nada— Sólo quiero que sepas que aunque seas un hijo de puta conmigo,
siempre tendrás a alguien aquí que te escuche… Y espero algún día
podamos llevarnos mejor…
Silencio.
Jungkook resopló, cerrando sus ojos y pensando que probablemente
Jimin se había quedado dormido y habló solo como un idiota. O que
simplemente le ignoró.
De pronto siente como la cama de arriba se mueve ligeramente, y
después escucha el sonido de unos pies aterrizando en el suelo.
Inmediatamente abre sus ojos, quedándose sorprendido en cuanto vió a
Jimin al frente de su cama.

116
—Hazte a un lado —le dijo el pelirosa.
Jungkook parpadeó, frunciendo el ceño entre asombrado y confundido.

—Que me hagas un espacio en tu cama.


El pelinegro alzó sus cejas y procesado rápidamente la información, se
hizo a un lado a la izquierda. El pelirosa al instante se metió en su cama,
logrando acostarse a su lado y suspirar. Se quedaron en un silencio
incómodo por unos segundos.
Jungkook no sabía que hacer, tampoco no entendía por qué su corazón
estaba latiendo tan fuerte. Sin poder evitarlo, giró su rostro hacia Jimin
quien estaba mirando al frente y limpiaba sus lágrimas.
—Vale… —susurró Park sin mirarle aún, suspirando con fuerza y
tragando saliva— ¿Qué tanto te interesa mi vida?
—Pues… siendo honesto, bastante —respondió, mirando también al
frente y sintiendo los fuertes latidos de su corazón— Eres como una caja
llena de secretos…
—No soy tan interesante como crees.
—Al contrario, lo eres —corrigió Jeon— Yo soy el que tiene la vida
menos interesante, el concepto que tienes de mí, no es tan diferente a la
realidad… Literalmente lo tenía todo en la vida, tenía una vida normal
pero lujosa… Era todo muy rutinario, hasta podría decir que planeado…
Creo que lo más interesante que le ha pasado a mi vida es haber
terminado en la cárcel.
Jimin asintió lentamente con la cabeza.
—Entiendo… eras como el hijo perfecto. Siempre obedeciendo a tus
padres y nunca metiéndote en cosas peligrosas, un “santo” como dicen.
—Exacto… ¿Cómo sabes eso?
—Porque yo era así.

117
Jungkook le miró sorprendido, pero Jimin seguía sin devolverle la
mirada.
—¿Entonces qué te hizo terminar aquí?
El pelirosa suspiró.
—Estoy aquí porque fui un idiota.
—¿Qué clase de idiota?
—De esos que se enamoran de otros idiotas… —tragó saliva, respirando
hondo— Hace cuatro años… yo tenía un novio y bueno, yo era un
muchacho de dieciocho años sin ningún puto conocimiento de los riesgos
de la vida… Él tenía veinte. Estuvimos juntos por tres años, y un día me
enteré que estaba involucrado en la venta de drogas… Nunca me lo había
dicho… Y cuando me enteré, me convenció de hacerle favores
relacionados con eso… —soltó una risa falsa— Joder, yo no tenía idea
de lo que me estaba metiendo… Debí de haberle hecho caso a mi instinto
de que todo eso estaba mal, pero él lo hacía ver tan fácil… Me daba
miedo, pero estaba enamorado de él y por eso hacía todo lo que me pedía
sólo para verlo feliz… Vaya imbécil.
—¿Y qué pasó? —insistió Jungkook, demasiado sumergido en la
historia.
—Pues… un día, me pidió un favor demasiado riesgoso y que estaba
totalmente fuera de mi alcance. Al parecer lo habían amenazado de
muerte por deber dinero, y como no podía pagarlo, como segunda opción
le encargaron matar a alguien en específico. Pero él no quería hacerlo,
así que me pidió a mí que lo hiciera. Me negué incontables veces, jamás
había matado a alguien en mi vida… Pero al final me convenció, me dió
la dirección y un arma… —suspiró— Y fallé, no pude matar a esa
persona… La policía llegó y me atraparon… En el juicio, él negó haber
sido parte de todo… No sé como mierda lo hizo, pero manipuló
totalmente las cosas para que todo encajara en que fuera mi culpa…
Documentos, huellas, armas… Fue una trampa, me había traicionado y
engañado para salvarse él mismo.

118
Jungkook presionó sus labios, negando con la cabeza.
—Qué hijo de puta…
—Sí, lo peor es que actuó como si no me conociera, como si nunca
hubiéramos tenido alguna relación y me tachó de loco… Al final, él
quedó libre y yo con una condena de ocho años por intento de homicidio,
venta y portación de droga… La mayoría crímenes originarios de él, no
míos…
—¿Pero nunca intentaste defenderte? ¿Buscar un abogado y dar tus
pruebas del caso? —preguntó, sin poder creerlo.
—Sólo tenía mi palabra contra las pruebas e información que él aportó al
juez, lo tuvo todo fríamente calculado. Mi voz fue en vano.
Jungkook resopló, sin saber exactamente qué decir. Todo era demasiado
jodido.
—Vaya mierda, Jimin. Realmente lo siento…
—Sabes, la verdad eso no fue lo peor —continuó— Lo peor fue que mis
padres me dieron la espalda y me desconocieron totalmente como su
hijo. No sabían que estaba metido en las drogas ni mucho menos que era
gay. Estaban decepcionados… Y al día de hoy, jamás me han visitado o
preguntado por mí… Sólo viene mi hermana a verme, y es una mierda
porque literalmente dejé de existir para ellos…
—¿Es por eso que llorabas hace un rato?
—Algo así, mi hermana tendrá un hijo y se casará… Y yo no podré
presenciar eso por estar encerrado en este maldito lugar… —finalizó con
voz rota, cubriendo inmediatamente su rostro y reprimiendo las ganas de
llorar que tenía— Eso es todo lo que tengo por decir.
Dicho esto, hizo ademán de salir de la cama pero inmediatamente
Jungkook le detuvo del brazo y se miraron a los ojos. Jungkook le
insistió con la mirada que no se fuera y se quedara, a lo que finalmente
Jimin volvió a su posición al lado del chico.

119
—No reprimas tus emociones —murmuró Jeon— Puedes llorar, no hay
nada de malo en eso.
—No quiero hacerlo ahora, porque sé que después no podré detenerme y
será jodidamente lamentable.
—¿Podrías mirarme?
Jungkook había volteado su rostro hacia Jimin, quien suspirando le
devolvió le mirada. Ambos se quedaron mirando fijamente en silencio,
sin decir nada por unos largos segundos.
—No me mires así —suspira Jimin.
—¿Así como?
—Con lástima, no quiero tu lástima ni la necesito. Entiendo que ahora
toda mi historia te suene realmente jodida… Pero hoy en día, estoy bien,
sólo que hay días en los que la realidad me golpea más duro de lo
normal…
Jungkook asiente lentamente con la cabeza, pensando.
—¿Te digo lo que creo?

—Creo que eres una persona muy fuerte, Jimin… —murmura Jeon,
tragando saliva— Lo digo de verdad… No entiendo como sigues aquí,
en tu lugar, me hubiera suicidado hace años…
Park sonrió levemente, y a la vez, soltó una pequeña risa.
—Ya veo, supongo que lo hago por mi hermana y porque en el fondo le
tengo miedo a la muerte, a morir… no sería capaz de suicidarme.
—A mí me da igual… —se encogió de hombros provocándole una
sonrisa al pelirosa, la cual lo dejó embobado por unos segundos y tragó
saliva— Sé que está fuera de contexto, pero… Joder, tienes una hermosa
sonrisa…

120
Jimin le miró sorprendido por un momento y después bufó, negando con
la cabeza.
—¿Cómo puedes decir eso? Estamos casi a oscuras…
—No es necesario, la he visto antes pero ahora siento que puedo
decírtelo.
—Estás sonando muy gay.
—Lo sé, pero es la verdad.
Jimin volvió a sonreír, apartando unos segundos la mirada pero
volviendo a Jungkook. Comprobando hasta ahora que realmente estaban
bastante cerca de sus rostros, pero no le importó mucho.
—La otra noche… —comenzó Jeon, bajando su mirada hasta los labios
de Park— Dijiste que no dabas besos… ¿Cuál es la razón?
—¿Por qué? ¿Vas a besarme ahora? —preguntó en un susurro.
—No lo sé, quizás…
—¿Estás drogado? —rió nerviosamente, mirando al pelinegro con
diversión.
—No consumo drogas… solamente, tengo curiosidad de la respuesta…
—Bueno, creo que mi historia responde a tu pregunta.
—¿No quieres volver a enamorarte?
—Así es… y bueno, no me gusta besar a alguien sin sentir nada… Por
eso, nunca me he besado con nadie de este lugar… Siento que es un acto
muy íntimo para mí, y al menos me gustaría conservarlo…
Jungkook se quedó completamente sorprendido.
—¿No has besado a nadie en cuatro años?
—No es exactamente así, quizás haya besado a algunas personas pero no
he dado un beso de verdad.

121
—¿Y qué es dar un beso de verdad para ti? —preguntó, acercándose
inconscientemente.
Jimin mordió su labio, pensativo y también por la cercanía.
—Es cuando realmente sientes cosas por esa persona.
—¿Y cómo sé si siento cosas por esa persona?
—No lo sé… —susurró, bajando poco a poco la voz cuando Jungkook
comenzó a acercarse lentamente a sus labios— Sólo… sólo lo sabes…
—finalizó perdiéndose en la cercanía del contrario y abriendo por inercia
su boca.
Entonces Jungkook atrapó los labios de Jimin, logrando un lento y
pequeño beso que terminó con un suave chasquido. Al instante volvió a
besarlo y esta vez Jimin le siguió, tomando su rostro y moviendo
suavemente sus labios, ambos soltando pequeños suspiros de placer.
Pero entonces Jimin cae en cuenta de lo que está pasando e
inmediatamente aleja sus rostros con los ojos totalmente abiertos de la
impresión. Jungkook frunce el ceño, y sin darle importancia se impulsa
para volver a besarle, sin embargo, el contrario vuelve a apartarse.
—Jungkook… —susurró, deteniéndole desde el pecho y presionando sus
labios, sin saber exactamente qué decir— Yo… —bufó— Claramente
estás bastante confundido con todo esto…
—No estoy confundido… Realmente quiero besarte…
—Pues yo no a ti —sentenció firmemente— Y-Y creo que ya te he
contado bastante sobre mi vida, así que es mejor que vuelva a mi cama.
Quiso irse pero Jungkook volvió a detenerle del brazo.
—Jeon —advirtió con voz firme y viéndole de forma seria.
—Lo siento… Pero por favor, duerme conmigo —pidió el pelinegro.
—No creo que sea buena idea…

122
—Te prometo que no haré nada raro. Respeto tu decisión. Sólo es
dormir, ¿te parece?
Jimin mordió su labio y finalmente aceptó, suspirando se acomodó al
lado de Jungkook mientras este los cubría con una cobija.
—¿Por qué te cobijas si estás sin camisa? —preguntó el pelirosa.
—Ahm… ¿Por la misma razón de que estoy sin camisa?
Jimin rodó los ojos y le dió la espalda, cerrando sus ojos e intentando
dormir.
—Buenas noches.
Jungkook bostezó, haciendo la misma acción y dándole la espalda.
—Descansa.
Ambos intentaron dormir con la molesta sensación de un corazón
acelerado y unos labios arder con ansias de más, logrando difícilmente
conseguirlo.
Y coincidiendo después en que nunca habían dormido tan cómodamente
en ese lugar. Hasta ahora.
Holaaa!! Muchas gracias por seguir la dinámica, quienes estaban
esperando a que fuera la hora? Intenté ser puntual pero Wattpad tarda
en enviarles las notis :( Les tqm, espero lo haya disfrutado y ahhggg, se
besaron man ksksks. Sí, convulsiono con lo mismo que escribo perdón
😔. Anyways, les veo el sábado, chau.

123
012.

Maratón 1/2
Perdón por no haberles avisado en el capítulo pasado y por la tardanza,
disfruten.
———————————
Jungkook literalmente estaba roncando mientras dormía, se sentía tan
cómodo y plácido. Él era de esas personas que le gustaba abrazar algo
mientras dormía, por lo que se aferraba con fuerza a su almohada y
continuaba en su profundo sueño.
El único detalle, es que lo que estaba abrazando no era su almohada.
Era Jimin.
La hora local llegó a las siete en punto, automáticamente comenzó a
sonar la fuerte sirena de todos los días. Jimin se removió de su lugar al
escucharla, sin embargo al instante se percató de que no había podido
moverse del todo pues alguien lo estaba reteniendo, por lo que al instante
abrió sus ojos. Literalmente giró con lentitud su cabeza hacia su
izquierda, encontrándose más ni menos que a Jungkook dormido. Y
entonces los acontecimientos de anoche le llegaron de golpe, asustándose
tanto que rápidamente se alejó.
Sin embargo, se le olvidó el pequeño detalle de que estaba en la esquina
de la cama y que Jungkook estaba enredado a él. Por lo que al instante
cayó al suelo, llevándose al contrario consigo.
Ambos aterrorizaron en un golpe seco y soltaron un fuerte quejido, pero
cuando abrieron los ojos se percataron de la posición en la que habían
quedado. Jimin con la espalda pegada al piso mientras tenía a Jungkook
encima suyo con sus brazos a los lados de su cabeza, literalmente se
miraron con los ojos abiertos a más no poder y las mejillas sonrojadas.

124
En especial Jimin pues cabe destacar que Jungkook estaba sin camisa.
Entonces de forma inmediata reaccionó y apartó al chico bruscamente de
su cuerpo.
—A-Ah… —balbuceó mientras se levantaba del suelo— Lo siento,
había olvidado que estaba en tu cama…
—Descuida —murmuró el pelinegro imitando su acción y bostezando.
En ese momento un funcionario abre más rejas de su celda para realizar
el recuento matutino y después retirarse, avisando que podían ir a
ducharse. Inmediatamente el pelirosa fue a buscar sus cosas de aseo, por
su parte, el pelinegro comenzó a sentirse realmente nervioso al recordar
lo que hizo anoche.
—Oye… —comenzó, rascando su nuca y haciendo una mueca—
Perdona por… por besarte anoche sin tu consentimiento… no sé que me
pasó, yo—
—Está bien —le detuvo Jimin volteando a mirarle mientras colocaba su
paño de baño en su hombro— Fue por la emoción del momento,
supongo. Es normal.
—¿En serio?
—Claro —sonrió para después acercarse— En realidad me alegra saber
que fui tu primer beso con un chico, ¿o ya habías besado a uno antes?
—N-No… —negó, tragando saliva— Nunca había besado a un chico, y
no volverá a pasar…
Jimin frunció el ceño.
—¿Tan malo fue? O sea, sé que no duró ni un segundo pero—
—No, no, yo… me refiero a b-besarte de nuevo…
—Vale… Iré a bañarme… —avisó mientras comenzaba a retroceder
hasta la salida.
—Okay, nos vemos.

125
Finalmente Jimin se fue y Jungkook volvió a respirar con normalidad.
Mierda. No sabía que le sucedía, su corazón no había dejado de latir con
fuerza desde que abrió los ojos y lo primero que vió fue a Jimin debajo
suyo. Inmediatamente movió su cabeza, intentando alejar pensamientos
extraños de su mente para después irse también a duchar.

Jungkook inserta la tarjeta amarilla en la cabina telefónica y lleva el


teléfono a su oreja, escuchando el tono de espera con desesperación. Para
hacer llamadas en prisión, debías de comprar una tarjeta y usarla sólo
una vez, por máximo cinco minutos. Por lo cual ahora se encontraba
llamando a su padre, rogando que le contestara.
—¿Buenas? —el señor Jeon atendió finalmente el teléfono.
—Padre, soy yo, Jungkook —avisó al instante el pelinegro, bajando
levemente la voz pues más presos estaban a sus lados usando el teléfono.
Se escuchó un fuerte suspiro en la otra línea.
—Hola, hijo… —respondió cambiando su tono de voz a uno pesado y
tosco.
Jungkook inmediatamente notó esto y frunció el ceño.
—¿Qué sucede?
—¿Con quién mierda has hablado?
—¿Ah? ¿De qué hablas?
—Lo saben… Lo sabe todo el mundo —habló entredientes— Saben que
estás en la cárcel, al parecer los presos comenzaron a contarle a sus
visitas que estabas aquí…

126
—B-Bueno, era algo que estaba predicho… Mi identidad no es un
secreto en este lugar y lo sabes. Pero te juro que no he dicho nada.
—Más te vale, porque olvídate de volvernos a ver a mí y a tu madre.
Jungkook se detuvo en seco, quedándose completamente sorprendido.

—Y busca cómo carajos vas a salir de ahí, porque no voy a pagar una
mierda de tu fianza… Nos arruinaste, Jungkook. La prensa y lo
periódicos están hablando de nosotros. La reputación que teníamos se
está yendo a la mierda y es todo tu maldita culpa.
—P-Pero… papá, espera… —murmuró con voz ahogada y comenzando
a alterarse— N-No lo hagas, por favor, no me abandones…
—¡Te mereces esto porque eres un puto asesino! —gritó el señor—
Olvídate de mí, no quiero volver a verte… Arruinaste todo, y ya no eres
mi hijo… ¡Y espero que te pudras en esa cárcel de mierda para siempre!
Y cortó.
—¡¿Papá?! —exclamó Jungkook, sintiendo las lágrimas comenzar a caer
por sus mejillas en cuanto se percató de que había colgado.
Entonces con sus manos temblorosas dejó el teléfono en su lugar,
sintiendo literalmente que el mundo se le venía abajo y con una gran
impotencia la cual no pudo controlar. Y se desquitó comenzando a
golpear con fuerza la pared al lado del teléfono. Inmediatamente los
funcionarios le detuvieron, pidiéndole que se calmara y después lo
llevaron a la enfermería al tener sus nudillos ensangrentados.
Minutos después, se encontraba sentado sobre una camilla con la mano
vendada y la vista fija al suelo.
—Bien… —habló el doctor entrando a su despacho y revisando sus
apuntes—Tenemos buenas noticias, al parecer no sufriste ninguna
ruptura. Sin embargo, los huesos se encuentran sumamente sensibles…
Un golpe más y podrías haberte quebrado la mano.

127
Jungkook ni se movió de su posición, teniendo la mirada pérdida aún en
el suelo. El doctor suspiró y avanzó hacia un mueble donde mantenía
guardados todos los medicamentos.
—Voy a darte algunos antibióticos para aliviar la inflamación y dolor…
—comenzó diciendo mientras los buscaba, inconscientemente el
pelinegro alzó la mirada y observó con atención la cantidad de
medicamentos que habían. El flash de una idea, pasando rápidamente por
su mente.
Finalmente el doctor le recetó unos analgésicos con nombres extraños
que no puso atención, por lo que simplemente agradeció y salió de la
enfermería. Era la hora del almuerzo, por lo que se dirigió al comedor y
se sirvió con cierta dificultad su comida. No tenía hambre. No tenía
ganas de nada, en realidad. Pero comer era obligatorio, así que no le
quedaba de otra.
—¡Jungkook, por aquí! —le llamó Taehyung desde lejos, indicándole
con una sonrisa donde estaba sentada la pandilla.
De mala gana, Jungkook se acercó a la mesa donde estaban sus
compañeros y se sentó al lado de Taehyung, como siempre hacía. De
inmediato todos notaron su aura pesada al igual que su mano vendada.
—Oh, joder. ¿Qué te pasó? —preguntó inmediatamente Seokjin,
mirándole asustado.
Jeon suspiró pesadamente, encogiéndose de hombros y sin mirar a
ninguno.
—Me lastimé, nada grave…
—¿Nada grave? —repitió Taehyung, viéndole con el ceño fruncido— No
me jodas, Jeon. Tienes la jodida mano vendada.
—¿Quién te hizo esto? —preguntó inmediatamente Jimin, dedicándole
una mirada seria y amenazadora.
Jungkook bufó.

128
—Nadie, yo me lo hice…
—¿Y por qué? —cuestionó Namjoon, sin entender nada— ¿Estás acaso
mintiendo para encubrir a alguien?
—No, mierda… —gruñó el pelinegro, negando con la cabeza— No
quiero hablar de eso, por favor…
Todos asintieron muy poco convencidos, terminando por darle su espacio
y no molestarlo más. Después de comer un rato, poco a poco los chicos
fueron dejando la mesa conforme terminaban su almuerzo. Jungkook
aprovechó que Seokjin estaba solo para acercarse a él y preguntarle algo.
—Jin… —le llamó, captando la atención del rubio al instante— ¿Tú
puedes conseguirme cualquier cosa? ¿No es así?
Seokjin tragó lo que tenía en la boca y ladeó un poco la cabeza.
—Pues sí, claro, depende de qué sea… ¿Por qué? ¿Qué necesitas?
—Bueno… —tragó saliva, mirando a su alrededor y notando que Jimin
aún seguía comiendo en silencio, sin prestarles atención— El doctor me
dió unos analgésicos que no me han ayudado en nada, siento que el dolor
empeora y no disminuye… —mintió, todavía no los había tomado—
Realmente quiero tener la mano sana porque es una mierda no poder
moverla y me dificultará mañana en los talleres… ¿Cuál es el
medicamento más fuerte que hay para el dolor?
El rubio reprimió una risa.
—¿Me ves cara de doctor o qué?
—Pero dijiste que anteriormente eras doctor… —le miró confundido.
—Es broma —sonrió y después se puso a pensar— Pues, en teoría los
medicamentos más potentes que se utilizan para tratar el dolor son los
opioides o narcóticos.
—¿Opi qué? —frunció el ceño.

129
—Opioides, pero son demasiado fuertes y para lesiones u operaciones
más graves. Además de que es necesario una receta para poder tomarlos,
así que no sería buena opción. Mejor usa lo que el doctor te dió y deja
que haga efecto.
Jungkook hizo una mueca, suspirando.
—No me importa, ¿no puedes conseguirme un frasco o un par? Te
pagaré lo que sea… Entre más pronto, mejor.
Pero Seokjin volvió a negarse.
—Jeon, es muy peligroso. ¿Tanto te duele? Vamos, no es para tanto… Y
no puedes tomarlos sin una receta, si quieres, puedo conseguirte otros
analgésicos que son bastante efectivos.
—No, olvídalo.
Finalmente se levantó de la mesa con la bandeja sostenida con una de sus
manos y se dirigió a botar los sobros en el basurero. Por su lado, Seokjin
suspiró y continuó comiendo. Mientras que Jimin, quien secretamente
había escuchado toda su conversación, se le quedó mirando de forma
sospechosa.
Jungkook salió del comedor y se dirigió a su celda, estando adentro,
comenzó a caminar de un lado a otro mientras pensaba en cómo carajos
podía conseguir esos medicamentos. De pronto, el flashback del mueble
con medicinas en el despacho del médico, apareció por su mente. Eso es,
lo más probable es que podía conseguirlos allí. ¿Pero cómo podría entrar
a la oficina del doctor sin permiso?
Y fue en ese momento, cuando se le ocurrió la brillante idea de que la
única forma de volver a ese despacho, era con una excusa. ¿Qué excusa?
Pues una relacionada con la salud, especialmente si sufría otra lesión o
quizás… una ruptura. Sólo tenía que hacerse daño, así lo llevarían
nuevamente al doctor.
Miró hacia la puerta y después observó los barrotes de metal de la cama,
seguidamente miró su mano lastimada y cerró con fuerza sus ojos al
pensar en lo que estaría a punto de hacer.

130
No lo pensó más, tomó su brazo y estampó con máxima fuerza su mano
herida sobre el barrote de metal, sintiendo inmediatamente algo
quebrarse y después un dolor insoportable que expresó con el fuerte grito
que pegó en ese momento.
—¡¿Qué mierda haces?! —exclamó Jimin quien había presenciado toda
la acción cuando estuvo a punto de entrar— ¡¿Por qué hiciste eso?! —
preguntó, acercándose y viéndole completamente asustado.
Jungkook sólo podía quejarse sin parar, no podía sentir su mano y
literalmente había comenzado a llorar del dolor que sentía. Entonces
miró a Jimin, con la respiración pesada y cuerpo tembloroso.
—N-No le digas a nadie…
En ese momento dos funcionarios entraron para ver que sucedía,
haciéndole un sinfín de preguntas al herido.
—¡M-Me tropecé y apoyé mi mano en el suelo, c-creo que está rota! —
explicó sintiendo que moriría del dolor. Carajo. Quizás se había pasado.
Fue suficiente para que los hombres lo sacaran de la celda y lo llevaran
rápidamente a la enfermería. El doctor le atendió enseguida, llevándolo a
su despacho para revisar su nueva herida y hacerle unas radiografías. El
dolor había cesado un poco pero seguía allí, siendo tortuoso como la
mierda. Finalmente, le avisaron al doctor que los resultados de la
radiografía estaban listos así que le pidió al paciente que le esperara un
momento mientras iba a recogerlo.
Inmediatamente que el señor salió del despacho, Jungkook bajó de la
camilla y se dirigió rápidamente al mueble del médico donde abrió las
puertas de cristal y comenzó a buscar algún medicamento que tuviera de
nombre “opioides o narcóticos”. Sabía que el tiempo se le acababa, por
lo que comenzó a desesperarse cuando no encontraba algo parecido.
Hasta que finalmente lo visualizó, un pequeño tarrito naranja lleno de
opioides que velozmente agarró y los guardó en su bolsillo de modo que
no se notara ningún bulto.

131
Con delicadeza cerró las puertas del mueble y cuando comenzó a
escuchar pasos acercarse, se dirigió rápidamente a la camilla y se sentó
al mismo tiempo que el doctor entraba al despacho.
—Bueno, Jeon. Lamento decirte que tienes una ligera ruptura en el dedo
índice, pero podemos tratarla de forma adecuada. Le diré a dirección que
te dejen venir una vez por semana para poder supervisar el proceso de
sanación. Mientras tanto te daré otros nuevos medicamentos.
Jungkook sintió su corazón latir con fuerza cuando el doctor se dirigió al
mueble de medicamentos, pensando que quizás podría darse cuenta de
que faltaban unos. Sin embargo, el hombre se detiene y suelta un
pequeño “oh”, devolviéndose para tomar un tarrito de pastillas que
estaban sobre su escritorio.
—Lo olvidé, ya las tenía a mano —sonrió.
El pelinegro soltó el aire que tenía retenido en sus pulmones y también le
sonrió falsamente.
Eso había estado cerca.
Vayan al otro cap que ya está publicado, loks.

132
013.

Maratón 2/2
——————————

Jungkook salió nuevamente de enfermería, le pidieron completo repuso


de su mano permaneciendo en su celda por lo que al entrar dejó
rápidamente las pastillas debajo de su almohada y decidió por sentarse
en la orilla.
Jimin entró poco después, quedándose sorprendido cuando lo vió de
regreso.
—¿Estás bien? —preguntó al instante, acercándose para quedar al frente
del chico quien simplemente asintió con la cabeza en silencio— ¿Por qué
lo hiciste?
Jeon siguió sin responder, bajando la mirada al suelo y suspirando con
fuerza.
—Respóndeme.
—No voy a decirte nada.
Park frunció el ceño y presionó con fuerza sus labios, seguidamente se
agachó para quedar a la altura de Jeon e intentar mirarlo a los ojos.
—Hey —murmuró, buscando su mirada— No soy idiota… Sé que estás
planeando algo. ¿Qué sucede? ¿Qué es lo que quieres hacer?
—¿Desde cuando te importa mi vida? —atacó el pelinegro con voz
tosca, mirándole finalmente y sin ninguna expresión en su rostro.

133
—Te rompiste la mano a propósito, Jeon. ¿Cómo quieres que reaccione?
¿Esperabas qué lo dejara pasar como si nada? ¡Eso no es normal!
—¿Pero qué dices? Si ignorarme es lo mejor que sabes hacer, ¿por qué
no te metes en tus asuntos de mierda y me dejas en paz?
Jimin se enderezó, viéndole de forma fría y completamente molesto.
—Vale, haz lo que quieras —sentenció, dándose la vuelta para salir de la
celda y sin decir nada más.
Jungkook resopló con fuerza, llevando su mano sana a su rostro y
pensando que realmente era un idiota por haber tratado a Jimin así. Él no
tenía la culpa de lo miserable que se había tornado su vida. Pero debía
hacerlo, lo menos que quería era que alguien le impidiera sus planes. Por
mucho que le dolía las consecuencias.
Sólo podía contar las horas para poder finalmente acabar con todo su
sufrimiento.
———
Llegó la noche, pronto sería la hora de dormir y los reclusos comenzaban
a ingresar a sus celdas conforme terminaban su jornada laboral.
Normalmente solían ducharse después de los talleres por el sudor que
tenían, por lo que Jungkook esperó hasta que los baños estuviesen
completamente vacíos para poder ir.
Se enteró que esto último comenzaba a suceder cuando notó que la gran
mayoría se metían finalmente en sus celdas. Suspirando mientras
permanecía acostado en su cama, sacó las pastillas que tenía debajo de su
almohada y las guardó en su bolsillo. Seguidamente se levantó de la
cama, acción que provocó el movimiento de las pastillas en su pantalón
por lo que comenzó a acomodarlas mejor.
Jimin quien estaba en su cama leyendo, miró de reojo lo que Jungkook
estaba haciendo, logrando divisar que estaba guardando algo dentro de
su bolsillo. Frunció el ceño, pero volvió la vista a su libro, aunque eso no
duró mucho pues de pronto el pelinegro se dirigió a la salida y antes de
irse se volteó a mirarle. Se quedaron viendo sin ninguna expresión en su

134
rostro, hasta que finalmente Jeon suspiró y abrió las rejas, saliendo de la
celda sin decir nada.
El pelirosa no podía estar más confundido. ¿Por qué Jungkook querría
salir a estas horas? ¿A dónde iría si pronto sería la hora de dormir y
harían recuento? Entonces recordó no volver a meterse en los asuntos del
chico, por lo que rápidamente le quitó importancia y continuó leyendo.
Por otro lado, Jungkook avanzaba tranquilamente por el pasillo mientras
se dirigía a los baños. Por suerte no había ningún recluso adentro, así que
rápidamente se dirigió a un cubículo y se encerró con seguro la puerta.
Soltando un largo suspiro, apoyó su espalda en la pared y se dejó caer
con lentitud hasta el suelo. Inmediatamente las ganas de llorar
amenazaron con atacar su cuerpo, y no las retuvo.
Jeon rompió en llanto, cubriendo su rostro con sus manos e intentando
no sollozar tan fuerte.
Ya no quería vivir, su vida ya no valía nada y no quería vivir los
próximos diez encerrado en ese infierno del que no podía escapar. No
tenía el dinero suficiente para poder pagar su fianza, su familia lo odiaba
y tampoco podía cargar con el peso de haberlo perdido todo. Estaba
cansado. Estaba harto de todo y sólo quería descansar, sólo quería ser
libre. Ya no tenía a nadie en la vida. Estaba terriblemente solo. Todas las
personas que alguna vez amó le dieron la espalda, y todo por su culpa.
No tenía a nadie más por quien luchar, por quien vivir, ningún objetivo,
nada. Le daba igual la muerte, le daba igual a donde iría.
Jungkook sólo quería desaparecer completamente.
Por lo que, en medio del llanto, sacó el tarro de pastillas y depositó en su
mano sana unas cinco. Las contempló por unos segundos, pensando
fuertemente lo que iba a hacer, pero al parecer no lo pensó demasiado.
Pues sin dudar más se las llevó a la boca y las tragó en seco con cierta
dificultad. Esperó hasta sentir que bajaban totalmente por su garganta,
para después repetir la misma acción con otra cantidad de pastillas y así
sucesivamente hasta que no pudo seguir consumiendo más por el dolor
inmediato que sintió en su estómago.

135
—Ahg… —se quejó, llevando una mano a su abdomen y frunciendo el
ceño. Inmediatamente sintió ganas de vomitar pero las intentó reprimir lo
más que podía. Si vomitaba, el efecto sería en vano. Extrañamente el
dolor fue desapareciendo, pero al instante, llegó otro síntoma.
Su respiración comenzó a dificultarse gradualmente, era como si algo
comenzara a bloquear su garganta y de paso su conducto nasal,
impidiéndole respirar. Sintió pánico, e intentó levantarse del suelo para
poder abrir el pestillo de la puerta pero fue inútil, su cuerpo se debilitó de
manera considerable y volvió a caer. Entonces se apoyó nuevamente a la
pared, comenzando a respirar por la boca y sintiendo los latidos de su
corazón ir cada vez más lento.
Entonces cerró sus ojos, convenciéndose de que estaría bien y pronto
todo dolor iba a desaparecer.
Sólo debía esperar un poco más, y finalmente todo acabaría.

Jimin suspiró mientras le daba una nueva página a su libro, intentaba


concentrarse en su lectura pero le daba cierta inquietud el hecho de que
Jungkook se fue hace rato y no había vuelto. Pronto cerrarían las celdas y
podrían sancionarlo sino se encuentra a tiempo para el recuento.
Inmediatamente se detuvo así mismo. ¿Por qué se preocupaba por ese
idiota? Era estúpido si el chico le había dejado en claro que no lo hiciera.
En ese momento, se escuchó una extraña alarma en todo la prisión,
llamando la atención de todos los reclusos:
“Atención, todos los reclusos del módulo 2, tienen que formar en la
puerta de sus celdas… Se va a proceder a un registro”
—¿Qué? —susurró para sí mismo, frunciendo el ceño pero de igual
forma bufó y rodando sus ojos, bajó de mala gana de su cama para

136
dirigirse hasta la entrada de su celda y alinearse con los demás reclusos.
Miró a su alrededor, notando que todos habían salido y obedecido a las
órdenes del gobernante. Sin embargo, no veía a Jungkook en ningún sitio
y comenzaba a preocuparle.
¿Dónde mierda estaba?
El gobernante junto con otros seis funcionarios, avanzaron hasta
detenerse al inicio del pasillo con semblantes para nada amigables. Nadie
entendía que sucedía hasta que el gobernante abrió la boca:
—¡Atención! —exclamó con fuerza— El doctor Hwang informa que ha
desaparecido uno de sus medicamentos, quiero que la persona que robó
esos medicamentos se entregue, o tendrá consecuencias mucho más
graves. Este no es un jardín de juegos, así que espero que me digan la
verdad o si no haremos registro en cada una de las celdas. ¿Alguno
quiere hablar?
Todos se quedaron completamente en silencio, nadie dijo nada pues
nadie sabía nada. Por lo que el gobernante resopló con fuerza y ordenó
de inmediato a los funcionarios que comenzaran con el registro. Uno por
uno, fueron metiéndose en las celdas y revisando sin ninguna delicadeza
todo lo que veían a su paso. Los presos no podían hacer nada, más que
quedarse en su posición y esperar que no les encontrasen nada
sospechoso.
Jimin cerró sus ojos y suspiró con fuerza, cuando un funcionario se
colocó al frente suyo y le miró de forma interrogante.
—¿Dónde está tu compañero?
—No lo sé.
El oficial frunció el ceño, acercándose de forma amenazante hacia el
pelirosa.
—Mira, más vale que me digas la verdad ahora o te mando a aislamiento
por el tiempo que me dé la puta gana. Te conozco, si le hiciste algo—

137
—¡No sé dónde está! —espetó furiosamente, con la respiración pesada y
reprimiendo las ganas de golpear a aquel sujeto.
El funcionario le dedicó una última mirada antes de alejarse y avisar en
su radio que Jeon Jungkook no se encontraba en su celda.
—Me lleva el diablo —maldijo el gobernante e inmediatamente alzó la
voz— ¡Búsquenlo, ahora mismo!
Los funcionarios abandonaron las celdas y comenzaron a buscar al
recluso. Jimin mordió su labio, sintiéndose inconscientemente mucho
más preocupado de lo normal. Entonces comenzó a pensar y a analizar
los hechos referentes a Jungkook, recordando cuando le preguntó a
Seokjin sobre aquellos analgésicos y después como insistió tanto en
tenerlos. Más la fractura que se causó para poder ir al médico, y ahora
que unos medicamentos han desaparecido. Sin olvidar su
comportamiento aislado y depresivo.
Oh, no.
Y finalmente lo entendió todo.
—Mierda —soltó al instante y sin pensarlo, rompió la fila y comenzó a
correr rápidamente hasta las escaleras.
—¡Hey! ¡Park, vuelve ahora mismo!
Inmediatamente los funcionarios intentaron detenerle y comenzaron a
seguirle, Jimin terminó por bajar rápidamente las escaleras al primer piso
donde se encontraban los establecimientos y corrió sin detenerse por
ningún segundo hasta los baños.
Abrió las puertas de un golpe, mirando con desesperación a su alrededor
y localizando uno de las puertas del baño cerrada. Corrió hasta la puerta
e intentó abrirla pero estaba cerrada con seguro.
—¡Jungkook! —llamó, forcejeando fuertemente y colocándose de
puntillas para visualizar del otro lado la figura de alguien en el suelo.
Finalmente gruñó y con un fuerte empuje de su hombro, logró romper el
seguro de la puerta y poder abrirla.

138
Jungkook se encontraba apoyado débilmente sobre la pared, con el rostro
pálido y labios color púrpura mientras respiraba pausadamente por la
boca, manteniendo sus ojos entreabiertos.
—Joder… —Jimin inmediatamente se agachó a su lado y tomó su rostro,
sintiendo su piel helada— Jeon, mírame. ¡Reacciona! —gritó,
palmeando una de sus mejillas y sintiendo la desesperación dominarle.
Al instante los dos funcionarios que le seguían entraron al lugar y se
quedaron completamente sorprendidos ante la escena.
—Mierda —soltó uno de ellos— ¡Encontramos a Jeon! ¡Llamen al
médico de inmediato! —avisó por el radio al mismo tiempo que se
acercaba— ¡¿Qué ha sucedido?! ¡Aléjate de él! —le ordenó a Jimin,
intentarlo agarrarlo pero este se defendió y soltó de un golpe.
—¡Déjame y ve por ayuda! —le pidió con enojo en su mirada.
El oficial se quedó anonadado pero de inmediato captó que tenía razón y
salió rápidamente para avisar a los demás, dejando a Jimin con el otro
funcionario quien se acercó e intentó ayudar. Sacando a rastras a
Jungkook del cubículo y dejándolo en el suelo.
—Tenemos que mantenerlo despierto y respirando.
Jimin mordió su labio con fuerza e intentó por todos sus medios hacer
reaccionar a Jungkook, tocando incontables veces su rostro y moviéndole
desesperadamente.
—Jungkook, por favor… —susurró, intentando que le mirase a los ojos.
Finalmente lo consiguió, Jeon le miró por un momento totalmente
confundido y débil.
—De… deja… déjame… —habló con una voz casi inaudible que sólo
Park pudo escuchar— Por… por favor…
—¡Y una mierda, Jeon! —contestó el pelirosa con lágrimas en sus ojos
— ¡Mírame, joder! —pero el chico no lo hizo— ¡Vamos, no hagas esto!
¿Dónde mierda está el médico?

139
Cómo si de película se tratase el doctor llegó en ese momento junto con
otros funcionarios y el gobernante, de forma inmediata uno de ellos le
tomó y lo alejó de Jeon. Rápidamente el doctor se colocó al lado de
Jungkook y sacó en su maleta un medicamento para después extraerlo
con una aguja. Hecho esto, la introdujo lentamente en el cuello del
muchacho.
Jungkook sólo sintió un pinchazo y seguidamente se dejó llevar por
aquella fuerza que le obligaba a cerrar sus ojos. Cediendo por completo.
Bueno gente A veces no somos lo suficientemente fuertes como
creemos ser y cuando una cruda realidad nos golpea, no sabemos qué
hacer. Espero puedan ponerse en el lugar de Jeon y a pesar de los
privilegios que ha tenido en su vida, cualquiera podría intentar lo que
hizo. 😔 Lastimosamente es algo que pasa mucho en prisión. Les veo el
miércoles, chau.

140
014.

Inhala y exhala con lentitud, escuchando su respiración mucho más


fuerte de lo normal, logrando gobernar completamente sus oídos y
sentidos.
Sus ojos pesaban, no quería abrirlos pero la curiosidad que tenía sobre su
ubicación le ganaba. Por lo que lentamente comenzó a abrirlos, dándose
cuenta que permanecía acostado sobre una cama, tenía una mascarilla de
oxígeno en su nariz y extraños cables en sus manos y pecho.
Su vista estaba algo borrosa, pero aún así no le impidió reconocer una
cabellera rosa al frente suyo. Al instante abrió totalmente sus ojos e
inconscientemente hizo ademán de moverse de su lugar.
Jimin rápidamente se acercó para detenerle.
—Tranquilo… —murmuró, viéndole fijamente a los ojos para
tranquilizarlo y haciendo que volviera a acostarse con delicadeza— Es
mejor que permanezcas en tu lugar o puedes lastimarte.
Jungkook le observa completamente confundido, respirando cada vez
más fuerte y humedeciendo su mascarilla. Entonces alza débilmente una
de sus manos, específicamente la que no estaba lastimada y se baja con
delicadeza la mascara que cubría la mitad de su rostro. Tose, sintiéndose
algo extraño pero aún así intenta hablar.
—¿Estoy… estoy en el infierno… o en el cielo? —preguntó con voz
parecida a un susurro. Pensando que si realmente estaba muerto, no
esperaba que lo primero que viera fuera a su compañero de celda.
Jimin presionó sus labios, negando varias veces con la cabeza y
sintiéndose inmediatamente ofendido.
—Idiota.
—¿Estoy muerto?

141
—No. Pude encontrarte a tiempo y evitar que murieras.
El sentimiento de frustración que sintió Jungkook en ese momento le
dominó por completo, haciendo una cara larga enseguida y sintiéndose
totalmente una mierda.
—Joder… ¿Cuánto tiempo llevo aquí?
—Dos días, probablemente te den de alta pronto.
—¿Y… qué haces aquí?
Park alzó sus cejas en sorpresa, aquella pregunta tomándolo
desprevenido.
—Ah… y-yo… acabo de salir de aislamiento y me permitieron venir
porque quería saber cómo estabas…
—¿Aislamiento…? —frunció levemente el ceño— ¿Por qué estabas en
aislamiento?
—Pues… ya sabes, lo de siempre… —mintió y enseguida quiso cambiar
de tema— ¿Cómo te sientes?
Jungkook le dedicó una mirada cansada, podía ver cierta pesadez y
decepción en sus ojos la cual no pudo entender.
—Vete a la mierda, Jimin.

Jungkook bufó, volviendo a colocarse la mascarilla y apartando la


mirada de Jimin mientras una lágrima bajaba lentamente por su mejilla.
Jimin, sorprendido, quiso decir algo pero en ese momento entra una
enfermera y le pide amablemente que se retire pues debía de atender a
Jungkook quien acababa de despertar. Por lo que no le quedó de otra que
salir de la habitación con muchas preguntas en su cabeza.

142
Al día siguiente, Jungkook fue dado de alta en la enfermería. La
inyección que le había dado el doctor cuando lo encontraron ayudó que
pudiera volver a respirar correctamente. Logrando que la sobredosis de
opioides no hubiese ido a más hasta llegar a un coma o a cuidados
intensivos. Recibió la atención médica correspondiente, volviendo a
respirar correctamente y tomando con moderación los medicamentos que
le recetaron.
Sin embargo, era sancionado el robo de objetos a los trabajadores de la
prisión, por lo que apenas salió de enfermería le dieron una semana de
castigo donde tendría que estar solamente en la celda, sin poder salir ni
hacer ninguna actividad. Exclusivamente para ir al baño y ducharse. No
fue a aislamiento pues aún se encontraba recuperándose y aislarlo haría
que afectara más su salud. Un funcionario estaría vigilando todo el
tiempo la entrada de su celda para asegurarse que no saliera por ningún
motivo.
Mientras se dirigía a su celda, los murmullos y susurros de otros reclusos
hablando sobre él no pasaron desapercibidos por sus oídos. Claramente
los ignoró, pues no le interesaban en lo más mínimo y lo único que
quería hacer ahora mismo es darse una larga siesta.
Jimin se encontraba sentado en la litera de arriba, con los pies colgando y
hundiéndose tranquilamente en sus pensamientos cuando visualizó a
Jungkook entrar en la celda. Al instante se bajó de un salto y avanzó
hacia el recién llegado.
—Tenemos que hablar.
Jeon entornó sus ojos, manteniendo un rostro inexpresivo en todo
momento.
—Sí, como sea. ¿Podrías hacerte a un lado para ir a mi cama? Quiero
dormir.
Jimin frunció el ceño, no moviéndose de su lugar. Entonces Jungkook
bufó e hizo ademán de pasar a su lado, sin embargo fue detenido con
fuerza del brazo. Al girar su rostro se encontró con el de su compañero,
quien no se veía para nada feliz.

143
—Dame una jodida razón para no romperte la cara ahora mismo, Jeon.
¿Sabes la clase de estupidez que intentaste hacer? ¿Qué carajos se te
pasó por la cabeza?
Jungkook gruñó y se zafó al instante del agarre de Jimin, mostrándose
sumamente molesto.
—No te incumbe. ¿Y por qué debería de darte explicaciones?
Jimin le miró con ligera sorpresa.
—¿Estás jodiendo, verdad? ¿Qué mierda te pasa?
Entonces Jungkook le dedicó una mirada asesina, perdiendo la cordura.
—¿Qué me pasa? —repitió en voz baja—Pues lo que me pasa, es que te
metiste en mis jodidos planes y ahora tengo que seguir aguantando esta
mierda de vida por tu culpa. ¡Gracias!
—¿Pero de qué carajos hablas? ¡Te salvé la vida!
—¡Yo no quería que me salvaras!
Jimin se quedó en silencio, mirándole sorprendido y con un cierto eje
lastimoso. Jungkook presionó sus labios, dándole la espalda y mirando la
pequeña ventana mientras llevaba ambas manos a su cabeza.
Jimin se acercó a pasos lentos mientras tragaba saliva.
—¿Por qué lo hiciste? —preguntó con voz suave, observando la espalda
de su compañero subir y baja con fuerza.
Jungkook alejó las manos de su cabeza y se volteó para encararle con los
ojos llorosos.
—No lo entenderías…
—Pero—
—Te pedí que me dejaras, te pedí que me dejarás morir cuando me
encontraste… lo recuerdo. ¿Por qué mierda no lo hiciste? —preguntó
con voz contenida— ¡¿Por qué?!

144
Jimin parpadeó varias veces, mirándole preocupado y ligeramente
asustado por su comportamiento.
—No iba a dejarte morir…
—¡No sabes nada sobre mí, Jimin! —explota Jungkook— No sabes por
lo que he tenido que pasar, no sabes nada y por eso no tenías el jodido
derecho de decidir sobre mi vida. ¿Sabes lo mucho que te estoy odiando
ahora mismo? ¡Yo sólo quería ser libre y tú lo arruinaste todo! ¡Púdrete!
No pasó ni un segundo cuando Jimin le dió una fuerte cachetada en el
rostro que pareció más un golpe.
—Aquí lo único que está podrido, eres tú —espetó con total rabia.
Respirando pesadamente, Jungkook no se inmutó por unos segundos
hasta que finalmente se rindió y comenzó a llorar sin pudor alguno.
La expresión molesta de Jimin se relajó a una sorprendida, mordiendo
seguidamente su labio inferior con cierta culpabilidad. Por lo que no
pudo con el impulso de acercarse lentamente a Jungkook y abrazarle,
permitiendo que llorara en su hombro mientras le acariciaba suavemente
el cabello.
—Shh, tranquilo… —susurró con delicadeza y sintiéndose
inevitablemente mal— Lo siento.
—No quiero estar aquí —sollozó el contrario— No puedo aguantarlo
más.
—Está bien, Jeon —suspira— Te entiendo. Pero necesito que te calmes,
por favor… Y tienes razón, no sé por lo que estés pasando para que
hayas llegado al punto de querer suicidarte, pero claramente yo no iba a
permitir que lo hicieras… Por supuesto que no.
Estando más calmado, Jungkook aleja a Jimin de su cuerpo, no
queriendo más contacto de su parte y aún resentido.
—¿Por qué? —pregunta, limpiando sus lágrimas y sintiéndose
sumamente confundido— ¿Por qué lo hiciste? No entiendo. Yo no te

145
importo tanto, nunca te ha interesado nada relacionado conmigo y me
tachaste desde el primer día… ¿Qué es lo que quieres? —le mira
fijamente a los ojos— ¿Me salvaste porque querías algo de mí? ¿Eso es?
El pelirosa se quedó mudo y sorprendido, sin saber que decir en ese
momento. Logrando que el pelinegro perdiera rápidamente la paciencia.
—¡Respóndeme, joder!
Inmediatamente Jimin toma el rostro de Jungkook y junta sus labios.
Logrando finalmente callarlo y dejarlo en shock. Fue un simple beso, no
duró ni cinco segundos. Jimin soltó los labios fe a Jungkook de una
forma lenta y tortuosa, dejando inconscientemente al contrario con ganas
de más. A pesar de alejar sus bocas, no se movieron de su posición,
permaneciendo ambos con las respiraciones agitadas y en silencio por
varios segundos.
Y cuando volvieron a conectar miradas, Jimin decidió hablar.
—Lo hice porque eres la única persona que en cuatro años me ha hecho
sentir algo…
Jungkook amplió su mirada, totalmente sorprendido.
—Y… —continuó el pelirosa, tragando saliva— Porque la vida no acaba
en una cárcel… Sé que así parece, y por supuesto que lo sé. ¿Se te olvida
que estoy desde hace cuatro años? La vida aquí es una mierda pero no
significa que haya acabado para siempre, Jeon. Cinco… ocho… diez
años, los que sean, pasarán. Es una tortura. Pero no es el fin del mundo…
Lograrás sobrevivir, lograrás salir de esta y seguir adelante en tu vida
como si nada hubiese pasado… —suspiró, negando con la cabeza— No
eres el primer recluso que ha intentado suicidarse en una cárcel… Y
déjame decirte que no hay nada más lamentable que morir aquí. Así que
la próxima vez que intentes hacer algo me aseguraré de sacarte los
intestinos con mis propias manos… ¿Entendido?
Jeon sonó su nariz, asintiendo varias veces y limpiando sus lágrimas.

146
—Lo siento, pero me quedé en la parte donde decías que sentías algo por
mí… —levantó su mirada, viéndole profundamente— ¿De verdad
sientes algo por mí?
Jimin palideció, mordiendo su labio nerviosamente y apartando la
mirada.
—Ahm… n-no es algo que tenga realmente claro, la verdad lo dije sin
pensar y—
—No soy gay —recordó Jungkook, mirándole serio.
—Sí, lo sé… —bufó, cerrando sus ojos y regañándose internamente—
Joder, sé que fue muy estúpido, olvídalo, yo sólo—
—Pero cada vez que estás cerca me siento la persona más gay del
mundo.
Jimin abrió sus ojos de golpe, mirando completamente anonadado a
Jungkook quien le dedicó una suave sonrisa junto a un encogimiento de
hombros.
—Yo… —mordió su labio, apartando la mirada— No sé que decir
exactamente… Supongo que eso ya no es tan importante tomando en
cuenta que ahora me odias…
Jungkook suspiró y poco a poco comenzó a acercarse a Jimin.
—Lo lamento, realmente no quise decir eso… Soy un idiota.
—Sí, lo eres.
—Y merecía ese golpe.
—Completamente.
Entonces Jungkook alza una mano para colocarla en el mentón de Jimin
y hacer que le mirara fijamente a los ojos. La diferencia de tamaño
siendo más evidente estando cerca.
—¿Te digo algo?

147
—Creo que también siento algo por ti…
Literalmente los ojos de Jimin se iluminaron por unos segundos y fue
entonces que Jungkook se inclinó para darle un beso.
Por un momento, Jimin no le correspondió debido a la impresión, pero
cuando Jungkook hizo ademán de alejarse, fue cuando Jimin le abrazó
del cuello y volvió a unir sus bocas en un clásico beso de película
romántica. Siendo un beso totalmente diferente a los anteriores porque
no se trataba de un sólo chasquido o que durase segundos, sino de un
beso de verdad en donde movieron sus labios sobre el otro como si fuera
lo último que besarían en la vida.
Lo único que les detuvo fue cuando Jimin se apegó más al cuerpo de
Jungkook, logrando presionar su abdomen aún mayugado por el dolor de
aquellos medicamentos y haciéndole soltar un pequeño quejido.
—Oh, lo siento… —se disculpó inmediatamente Jimin mientras se
alejaba.
Jungkook sonríe.
—Descuida… Uhm, creo que es mejor que descanse un poco…
—Sí, claro. Es… Es lo mejor —tragó saliva, retrocediendo mientras
limpiaba su boca— Yo… Yo vuelvo más tarde.
Era bastante obvio lo muy incómodos y avergonzados que los dejó ese
momento tan íntimo que lo único que hicieron por instinto fue alejarse
uno del otro como un par de adolescentes.
—Jimin —le detuvo Jungkook antes de que saliera de la celda.
—¿Sí?
—Gracias… —confiesa con voz suave y mirada sincera.
Inmediatamente Jimin se sonroja, pero lo disimula sonriéndole para
después guiñarle un ojo e irse.

148
Jungkook mordió lentamente su labio con una sonrisa en el medio,
negando con la cabeza y sintiendo por primera vez desde que entró en
ese lugar una extraña felicidad.
Bueno, bueno, vamos progresando… Espero les esté gustando y pronto
habrá otro maratón, uwu. Yo les avisaré esta vez jajs. También tengo que
mencionar que en medio de la historia (y creo que ya lo notaron) hay
varios saltos en el tiempo, para que no se les haga extraño.
Y nada eso, chau.

149
015.

Jungkook cantaba suavemente una hermosa melodía mientras pasaba la


página de uno de los libros que encontró en el mueble y permanecía
recostado en una silla.
Hasta que unos pequeños golpecitos en la entrada le hicieron detenerse y
girar su rostro para encontrarse con Taehyung.
—Hey —soltó el azabache, introduciéndose en la celda con las manos
metidas en los bolsillos y un semblante melancólico— ¿Cómo estás?
Jungkook tragó saliva, dejando el libro de lado y girando su cuerpo
totalmente hacia Taehyung.
—Pues bien, gracias por preguntar.
—Me alegra muchísimo que estés bien, de verdad —presionó sus labios
y suspiró— Joder, Jeon… Al menos déjame abrazarte o algo por el estilo
porque realmente pensé que habías muerto.
Enseguida Jungkook se levantó y se acercó a darle un fuerte abrazo.
Taehyung pareció soltar un suspiro de alivio mientras le daba palmaditas
en la espalda.
—Estás loco de remate, ¿te lo han dicho? —pregunta, mirándole a los
ojos.
—Últimamente me lo dicen —confiesa, soltando una pequeña sonrisa—
¿Te preocupaste por mí, Tae?
Kim le miró anonadado.
—¡Pues claro! —bufó— Ahora eres mi amigo, joder. Y obviamente te he
agarrado cariño…
—Vale, yo también te tengo cariño.
Volvieron a abrazarse.

150
—Aunque no tanto como Jimin —continua Taehyung, sonriendo— En el
momento en que se dió cuenta que estabas haciendo una locura, salió
corriendo despavorido y todo. Te juro que lo que hizo por ti, no lo había
hecho nunca, con nadie… Hasta se quedó contigo los dos días que
estuviste en la enfermería, una locura.
—¿Qué? —le miró completamente sorprendido.
—Lo que oyes, y ahora quiero saber una cosita… —comienza mientras
se acerca más al contrario— ¿Qué clase de rollo se tienen ustedes dos?
Porque a mi no me engañan… Presiento que se están comiendo las pollas
mutuamente y no me invitan.
Jungkook palideció.
—No, no, no… Estás equivocado.
—¿Ah sí? —levantó una ceja, cruzándose de brazos— Vamos, no me
mientas. No te voy a juzgar por follar con un hombre y lo sabes.
—Taehyung, no tenemos nada, no follamos ni nada de eso.
—Bueno, te creeré, por ahora… —sonríe— Pero déjame advertirte sobre
algo…
—¿Qué? —frunció levemente el ceño.
Kim suspira y vuelve a meter las manos en sus bolsillos.
—Estás comenzando a ganarte la confianza de Jimin, y como su amigo
más cercano, déjame decirte que esa es una de las cosas más difíciles que
puedes hacer. Pero lo estás logrando, y probablemente hasta llegues a
saber más de él que yo. Sin embargo, así como la obtienes, la puedes
perder en un abrir y cerrar de ojos…
—¿Qué significa?
—Jimin un día puede estar chupándote la polla y al otro partiéndote la
cara. Así de fácil. Traiciónalo, de cualquier forma, y no dudará en
matarte… Ten cuidado.

151
Jeon tragó saliva.
—Vale… lo tendré en cuenta, gracias.
—¡Hey! —exclamó el funcionario que se encargaba de vigilar a
Jungkook, entrando a la celda— ¿Qué haces aquí? Prohibido las visitas.
—Bueno, bueno, calma —dijo el azabache alzando las manos.
—Afuera, vamos.
Ordena mientras agarra a Taehyung del brazo y lo saca rápidamente de
allí, no sin antes guiñarle un ojo a Jungkook.
Este último sonríe por inercia y baja la mirada, tomando el libro que
anteriormente leía de la mesa. Claramente no era suyo, era de Jimin. Al
parecer su compañero había desarrollado un gran interés por la lectura
desde que entró a prisión y tenía unos cuantos libros en su lado del
mueble, a Jungkook siempre le había dado curiosidad sobre qué trataban
por lo que había tomado uno sin permiso aprovechando la ausencia del
contrario.
El libro que tenía en sus manos ya lo conocía, era muy famoso: Moby
Deep. Sin embargo, nunca lo había leído.
—¿Qué haces?
Jungkook se sobresalta e inmediatamente se voltea hacia Jimin,
escondiendo el libro detrás de su espalda.
—Nada —sonríe.
—¿Ese es mi libro? —preguntó, acercándose lentamente y frunciendo el
ceño.
Jeon hizo una mueca.
—Sí, lo siento. Yo sólo quería verlo un poco…
—Dámelo —ordena, extendiendo una mano hacia su compañero y
teniendo una expresión seria.

152
El pelinegro bufó y finalmente se lo devolvió de mala gana, observando
como el pelirosa lo revisaba un poco y volvía a ponerlo en su lugar.
—¿De dónde sacaste todos esos libros?
—De la biblioteca, son prestados —respondió, tomando un libro y
subiéndose a la litera de arriba.
—Ya veo, nunca me ha gustado leer… —comenta mientras le sigue con
la mirada— ¿Puedo hacerte una pregunta?
Jimin se recuesta sobre su cama, soltando un largo suspiro y girando
levemente su rostro hacia Jungkook.
—Claro.
—¿Por qué me mentiste sobre que estabas en aislamiento?
El pelirosa amplia un poco sus ojos y después aparta la vista, abriendo su
libro.
—No fue mentira.
—Tae me dijo que te quedaste conmigo los dos días.
—Maldito… —gruñó y después bufó— Bueno, es verdad. Me preocupé
por ti. ¿Es lo que querías oír?
Jungkook sonríe y Jimin aparta la mirada con un suspiro para comenzar a
leer.
Jungkook entonces mira hacia la pequeña ventana, notando que
comenzaba a oscurecer y sintiéndose aún más aburrido de lo normal. A
continuación, avanza hacia la cama de Jimin y apoya sus brazos sobre el
colchón, mirando atentamente al chico.
—¿Qué tanto me miras? —pregunta suavemente el pelirosa, sin apartar
la vista del libro.
—Estoy aburrido.

153
—¿Y por eso tienes que estar observándome? —voltea su rostro,
encontrando miradas— Pareces un acosador.
—Me gustaría hacer algo diferente esta noche…
Jimin frunció el ceño, mirándole de forma sospechosa y captando la idea
diferente.
—¿Quieres follar o qué?
—¿Qué? —abrió sus ojos de par en par— ¡No! Joder… —bufó— Me
refiero a que… quiero que me leas un poco de lo que estás leyendo.
—¿En serio? —le miró sorprendido.
—Claro —sonríe.
Aquella sonrisa contagió la de Park, quien inconscientemente muerde su
labio y se incorpora un poco de su cama para después darle unas
pequeñas palmaditas al colchón.
—Sube.
Jeon le mira anonadado.
—¿De verdad?
—Sí, ven —le anima, haciéndose a un lado— Sólo ten cuidado de no
forzar tu mano, puedes lastimarte…
El pelinegro asiente y como el camarote no tenía escaleras o algo por el
estilo, se dirige a uno de los extremos y toma impulso para subirse de un
sólo brinco. Inmediatamente se queja en silencio al apoyarse con ambas
manos, lo que hace que al instante el pelirosa le ayude a subirse
completamente.
—Gracias —murmura cuando finalmente estuvo arriba y entonces silba,
viendo toda la celda— Vaya… desde aquí se ve todo y siento que tengo
el control, ahora entiendo por qué elegiste la litera de arriba.
Jimin sonrió y después se recostó nuevamente en la cama, apoyando su
cabeza sobre la almohada. Jungkook le siguió, acostándose a su lado y

154
suspirando.
—Entonces… ¿Qué estás leyendo? —pregunta y observa el libro que
tiene su compañero en las manos— “El Principito” —lee e
inmediatamente se sorprende— ¡Oh, yo leí ese libro en la escuela! Claro,
ahora no recuerdo nada…
—Yo también lo leí en la escuela, hace una semana lo encontré
prácticamente olvidado en la biblioteca y pensé en darle otra
oportunidad. ¿Quieres escuchar?
—Claro.
Y así, permanecieron acostados leyendo por media hora en la que Jimin
leía con voz suave y clara, y Jungkook le escuchaba atentamente,
siguiendo la lectura con sus ojos o mirando detenidamente al pelirosa y
perdiendo la concentración por segundos. Pues al tenerlo tan cerca, podía
contemplar cada facción de su rostro con claridad y probablemente era la
primera vez que escucha su voz tan cálida y suave. Literalmente casi se
duerme, pero se resistió para no quedar mal.
—Creo que lo dejaré hasta aquí, tengo la boca seca —avisa Park,
cerrando el libro después de un tiempo.
—Aah… —reprocha Jeon, haciendo un mohín— Quería saber qué decía
la rosa… aunque siento que es demasiado vanidosa y orgullosa.
—Lo es.
—Me recuerda mucho a ti… —confiesa, mirándole con una sonrisa.
Jimin le devuelve la mirada, ofendido.
—Claro que no.
—Claro que sí.
—Pff… —rueda sus ojos y deja el libro en alguna parte de la cama—
Pues en ese caso, tú te pareces al zorro.

155
—Quizás, aunque si hablamos físicamente… Luces más como una rosita
—arruga cariñosamente su nariz y acaricia su cabello— Así que, tengo
razón.
Para ese punto, ya era de noche. Y lo único que les iluminaba era la luz
de la luna y algunas luces que estaban afuera de la celda, la mayoría de
reclusos se encontraban dormidos.
—Bondad y belleza —dice Jimin de la nada, provocando que Jungkook
le mirase confundido.

—Las rosas simbolizan la bondad y la belleza de una persona… Por eso


me gustan —explica aquella pregunta que le había hecho el pelinegro
tiempo atrás— Es lo que tenía antes de ingresar aquí, las personas decían
que era como una rosa y que jamás tendría malos sentimientos e
intenciones… Y mírame ahora.
Ambos se miraron al mismo tiempo en silencio y sin ninguna expresión
en su rostro.
—Soy un desastre —finaliza Jimin, sonriendo débilmente y suspirando.
—Somos un desastre —corrigió Jungkook, sonriendo de forma sincera—
¿Entonces eres como una rosa? Luciendo tan bella e inofensiva pero
cuando la tocas, te lastima con sus filosas espinas y después te da miedo
volver a tocarla.
—Interesante metáfora hacia mi persona.
Jungkook suspira y piensa detenidamente lo que está a punto de decir.
—Pero no lo entiendo… Dices no tener bondad ni belleza, cuando
realmente si las tienes. Eres una buena persona…
—¿Eso crees? —le mira con un eje de ilusión.
—Por supuesto, el que ahora estés en una cárcel no quiere decir que
tengas que volverte malo… Aunque entiendo que a veces es lo correcto,

156
pero lo importante es que la persona que eras hace cuatro años sigue ahí.
Jimin le mira sorprendido y ligeramente inconforme.
—¿Y tú cómo lo sabes?
—Pues… los chicos me contaron todo, tu inicios aquí y el por qué
cambiaste después…
—Ahg, por supuesto —voltea sus ojos— Me alegra saber que mi vida
personal o pasada es un gran tema de conversación entre ustedes…
—No fue así —habló de inmediato— Yo pregunté. Quería saber más
sobre ti y bueno… quizás me contaron muchas cosas de más.
Park relaja su mirada y suspira, apartando los ojos de Jeon mientras
muerde su labio con inseguridad.
—Vale, así que lo sabes…
—No creo que todo, pero supongo que lo necesario…
—Entiendo —resopló, mirando al techo— Pues bueno, el Jimin de antes
no era la gran cosa… probablemente se hubiese enamorado enseguida de
ti.
—¿Qué? —abrió sus ojos de golpe.
—Tal y como escuchas, eres un hombre guapo… —se encogió de
hombros— Yo intentaba lanzarme a cualquier chico atractivo que veía,
claro, antes de entrar aquí… Ahora me dan igual.
—Es halagador que pienses que soy guapo.
Entonces Jimin voltea a verle fijamente a los ojos.
—Lo eres.
Jungkook sonríe, levantando una mano para recoger un mechón rosa de
Jimin y acomodarlo suavemente detrás de su oreja.
—Y tú eres hermoso… —susurra.

157
Jimin se queda algo sorprendido por aquellas palabras y muerde su labio
sin saber exactamente qué decir. Entonces aparta la mirada, suspirando
con fuerza.
—Jungkook… El hecho de que sientas algo por mí, o yo sienta algo por
ti, no significa que realmente vaya a pasar algo… —le mira a los ojos—
¿Lo sabes, verdad?
Jungkook le mira de forma apacible y sin ninguna expresión en su rostro.
—¿Y qué se supone que debe de pasar?
—P-Pues no lo sé… Anteriormente te había dicho que no quiero nada
con ningún chico de aquí.
—¿Entonces soy la excepción?
—No, no eres la excepción. A pesar de todo sigo manteniendo la misma
idea, sólo te lo decía para que no hayan malentendidos.
—Está bien.
La mano del pelinegro vuelve a acercarse, esta vez para acariciar con
delicadeza la mejilla del pelirosa, específicamente sobre la cicatriz que
tenía y haciendo una pequeña mueca.
—¿Qué le pasó a tu mejilla? —pregunta en voz baja, sin dejar de
acariciar.
—Una navaja.
—¿Y quién lo hizo? —Jimin permaneció en silencio— ¿Ellos te lo
hicieron, verdad? —intuyó, refiriéndose a la pandilla de Kang.
Jimin asiente lentamente con la cabeza, cerrando sus ojos y suspirando.
—Kang, en específico.
—Imbécil… —murmura Jeon.
—Por favor, no quiero hablar sobre eso.
—Vale… —traga saliva, alejando su mano del rostro ajeno.

158
—Creo que debemos dormir… —avisa Park, aunque segundos después
muerde su labio de forma traviesa— O podríamos besarnos…
Jungkook se queda sorprendido, seguidamente cambia de posición,
dejando su cuerpo de lado mientras se apoya del codo y le sonríe a Jimin.
—¿Quieres que te bese?
—Depende. ¿Aún sigues considerándote heterosexual?
Aquella pregunta tomó desprevenido al pelinegro quien sólo pudo hacer
una mueca y suspirar.
—¿Por qué me preguntas eso?
—Porque quiero saber si sólo estás experimentando conmigo.
—Pues claro que estoy experimentando —responde con obviedad— Es
la primera vez que lo hago.
Jimin bufó.
—Pues si vas a experimentar, hazlo bien y fóllame al menos.
Jungkook siente su boca secarse inmediatamente y se queda mudo por
largos segundos, sin quitar la expresión anonadada de su rostro junto a
sus mejillas rojas.
—N-No voy a… Quiero decir, si sé cómo se hace, no soy tan ignorante
en el tema. Pero… —se relamió sus labios, sin saber que decir y
sintiendo pánico.
Entonces el pelirosa comienza a reír.
—Está bien, relájate —le dice— Sólo estaba molestándote, no tienes que
pensarlo en serio… Aunque no voy a mentir, es un poco molesto que
sólo estés experimentando conmigo…
—No quise decir eso —habla al instante— Vale, es verdad. Estoy
experimentando pero no quiere decir que… que no me guste —finaliza,
viéndole fijamente a los ojos.

159
—Claro que va a gustarte —afirma Park, imitando la misma posición del
contrario y quedando ambos más cerca— Al igual que va a gustarte
follar, ¿no crees? —alza una ceja.
—No creo que quiera follar con un chico…
—¿Y si fuera conmigo? —pregunta en voz baja, comenzando a acercarse
lentamente a la boca de su compañero.
Jeon también lo hizo de forma inconsciente.
—Mhm, lo pensaría…
—¿Lo pensarías? Qué ofensivo… —hizo un mohín— Pero supongo que
es un avance… ¿no has considerado la opción de que seas bisexual?
—¿Por qué?
—Porque es la única explicación por la cual tienes una erección ahora
mismo.
Jungkook se quedó inmóvil e hizo ademán de mirar pero inmediatamente
Jimin le toma de la mandíbula y junta sus bocas. De forma instantánea
comienzan a besarse con ganas, sin ningún alejamiento de por medio.
Poco a poco el pelirosa dejó caerse nuevamente sobre la almohada sin
dejar de besar al pelinegro quien permaneció con la mitad de su cuerpo
encima de su compañero.
Guiado por la emoción del momento, Jungkook se atrevió a bajar una
mano e intentar meterla dentro del pantalón de Jimin.
—¿Qué haces? —le detuvo inmediatamente el pelirosa, colocando una
mano sobre su muñeca y viéndole sorprendido.
—¿Recuerdas cuando dije que quería hacer algo diferente esta noche?
Park asintió lentamente con la cabeza en silencio.
—Bueno, creo que estás acostumbrado a dar placer… —susurró Jeon—
Pero no a que te den placer… ¿No es así?

160
—¿Alguna vez has tocado a un hombre? —cuestionó, arqueando una
ceja.
—No… sólo a mí. Entonces creo saber cómo hacerlo, ¿no? —murmuró
antes de unir nuevamente sus labios con los del contrario, esta vez de
forma más exigente y apasionada.
Entonces Jimin se deja llevar y relaja su agarre sobre la mano de
Jungkook, permitiendo que pudiera meterla dentro de su pantalón y
comenzara a acariciarle. Inmediatamente Jimin rompe el beso y
comienza a jadear con fuerza, arqueando un poco su espalda mientras
muerde su labio inferior. Por su lado, Jungkook le contempla fascinado y
sin dejar de masturbarle cada vez más rápido, pues le parecía
impresionante verlo de esa manera y saber que todo eso él lo estaba
provocando.
Seguidamente comienza a besar con una lentitud tortuosa el tatuaje en el
cuello del chico.
—Jeon… —susurra el pelirosa en respuesta con la respiración pesada y
sin abrir sus ojos.
—¿Te gusta? —pregunta suavemente en su oído y moviendo su mano
más rápido.
Jimin soltó un pequeño gemido y para callarlo Jungkook le besa
enseguida, pensando que los gemidos de su compañero eran realmente
excitantes como para callarlos, sin embargo no quería llamar la atención.
Captó que el pelirosa estaba cerca de correrse cuando notó su respiración
más fuerte y sus jadeos pasaban a ser gemidos. Rápidamente aumenta la
velocidad de sus movimientos y tapa con su otra mano la boca del chico,
logrando reprimir el sonido de sus gemidos mientras se corría.
Jungkook mordió su labio mientras lo observaba. Mierda, ese chico era
jodidamente sexy en todos los aspectos. “Quiero follarlo”, pensó por un
segundo pero rápidamente alejó esos pensamientos. Su polla dolía cada
vez más sin embargo quiso darle placer a Jimin, y vaya que no se
arrepentía.

161
A continuación aleja la mano de su boca, Park comienza a jadear
agudamente y sin abrir aún sus ojos. Jeon sonríe, sintiéndose
internamente victorioso.
—A que no estuvo tan mal, ¿no?
Entonces Jimin abre sus ojos, mirándole fijamente con la respiración
agitada y como si quisiera golpearlo. Jungkook pensó que realmente lo
haría, pero en vez de eso, Jimin le toma detrás de la nuca y estampa sus
bocas para comenzar a besarle de forma intensa. Y a su vez, cambiando
sus posiciones para quedar encima e inmediatamente comenzar a bajarle
el pantalón.
Park era una persona justa, y por eso se encargó de devolverle a
Jeon su agradable trato.

Hola, perdón por la tardanza el Internet se fue por una hora pero ya
volvió. La tensión sexual entre estos dos cada vez va creciendo, y la
romperán en el momento menos esperado :) chau

162
016.

Amanecieron juntos, dormidos en la misma cama e inconscientemente


abrazados.
Jimin dormía plácidamente sobre el pecho de Jungkook quien le
acercaba cada tiempo con una mano en su cintura. Y fue cuando sonó la
sirena mañanera, que ambos jóvenes comenzaron a despertar para
después percatarse de cómo habían estado durmiendo. A diferencia de la
vez pasada, nadie pegó un brinco y se cayó de la cama. De lo contrario
hubiera sido una peligrosa y fea caída, pues había que recordar que
estaban en la litera de arriba.
Jimin siempre despertaba antes que Jungkook, por lo que al despertar se
quedó momentáneamente en shock ante la posición en la que estaban.
Pensó en moverse para intentar alejarse pero en ese momento el
pelinegro ajusta el agarre en su cintura y lo atrae más a su cuerpo,
abrazándole completamente con ambos brazos. El pelirosa se sintió algo
acorralado y aprisionado, pero extrañamente, también cómodo.
Se sentía bien, se sentía hasta… lindo.
Hace mucho tiempo que no dormía así con alguien, o mejor dicho, hace
mucho no dormía con alguien en la misma cama. Y comenzó a hacerlo
desde que llegó Jungkook. Sólo lo había hecho con él. ¿Por qué?
Empezaba a cuestionarse que quizás, talvéz quizás estaba comenzando a
desarrollar una peculiar debilidad hacia su compañero. Claramente le
molestaba, pero joder, se sentía tan bien.
Tan bien que al final decidió no hacer nada y cerrar nuevamente sus ojos,
abrazándole también.
Sin embargo, el ruido en la prisión comenzaba a hacerse presente
conforme los reclusos se levantaban y los funcionarios abrían las celdas.
Por lo que no pasó mucho tiempo hasta que Jungkook se despertara por

163
el sonido, y bueno, casi se cae de la cama cuando vió que tenía a Jimin
encima suyo.
Entonces ambos se despertaron y se alejaron uno del otro.
—Joder, joder, joder —susurra Jeon, llevando una mano a su corazón y
suspirando.
—¿Qué sucede? —pregunta Park, haciéndose el recién despertado y
bostezando.
—Ahm, yo… —mordió su labio y después negó con la cabeza—
Olvídalo. Buenos días.
Jimin sonrió.
—Buenos días, ahora, bájate de mi cama.
Jungkook se quedó sorprendido pero inmediatamente obedeció, bajando
de un salto y yendo a por sus cosas de aseo. Quería salir rápidamente de
allí, pues no podía soportar ver más a Jimin a los ojos después de lo que
habían hecho anoche. Y para peor, sentía que tampoco no soportaría
verlo desnudo en las duchas por lo que decidió irse a bañar antes y más
rápido de lo normal.
Durante todo el día permaneció así, evitando completamente cualquier
acercamiento con Jimin. Y es que no sabía lo que le pasaba, sólo le ponía
nervioso de remate. Además de sentir unas incontrolables ganas de
besarlo cada vez que lo veía. ¿Qué le pasaba? ¿Su cuerpo quería más de
anoche? Vamos, sólo fue una paja entre amigos, ¿no? ¿Por qué tenía que
ser todo tan jodidamente difícil?
Él no era gay, pero comenzaba a cuestionarse si aún seguía siendo
totalmente hetero. Quizás Jimin tenía razón y era bisexual, ahg, no sabía
y tampoco le interesaba mucho averiguarlo.
Salió al patio en sus horas libres, donde había una cancha de baloncesto
y varios presos sentados en graderías. No frecuentaba mucho ir allí,
aunque debería pues recibía aire fresco y podía ver el cielo por un rato.
Habían varios presos jugando, incluidos Taehyung y Seokjin.

164
Seguidamente visualiza a parte de su pandilla sentada en las gradas, por
lo que caminó hacia ellos y se sentó a al lado de Hoseok.
—Hey —le saluda el pelirrojo.
—Hola —responde sin verle— ¿Quiénes van ganando? —pregunta,
refiriéndose al partido.
—El equipo de Taehyung, es muy bueno jugando baloncesto.
—Lo he notado.
—¿Dónde está Jimin? —cuestiona Hoseok, pues era el único que faltaba.
Jungkook se encoge de hombros, indiferente.
—No lo sé. ¿Por qué me preguntas a mí?
—Porque eres su compañero, pero da igual —bosteza, estirándose un
poco— De seguro anda follando, como siempre. ¿Quieres ir a fumar
detrás del invernadero? No hay nadie.
—No, gracias —hace una mueca, negando con la cabeza— Me siento
algo extraño hoy…
—¿Te sientes mal? ¿Te duele algo? —interroga al instante, viéndole con
preocupación.
—No, nada de eso. Creo que es algo emocional o algo así…
—Oh, bueno. Todos pasamos por eso, pero puedes acudir a la terapia
psicológica que dan los viernes y hablar sobre ello.
—Lo sé, voy a ir porque la dirección me obliga a hacerlo por haber
atentado contra mi vida —rueda los ojos— No lo creo necesario, pero
bueno, la idea de contarle a un desconocido mis problemas personales no
es de mi agrado…
—Yo no soy un desconocido —agrega Hoseok con una sonrisa— Así
que cuando quieras hablar, aquí estoy.

165
Jungkook le devolvió la sonrisa y estuvo a punto de contarle sobre lo que
sentía pero al instante visualiza a Jimin entrar tranquilamente al patio
mientras chupaba una paleta rosa e inmediatamente siente pánico. A
continuación se voltea hacia el partido:
—¡Taehyung! —llama a su amigo, captando su atención— ¿Necesitas a
alguien más en el equipo?
—No nos haría mal… —murmuró el azabache observando a su
alrededor— ¡Claro, ven!
Rápidamente Jungkook se levanta de las gradas y baja para unirse al
partido antes de que Jimin llegase a donde la pandilla y le mirase
extrañado, sentándose en su lugar al lado de Hoseok.
Por otro lado, Jungkook comienza a jugar baloncesto con otros reclusos
y termina distrayéndose completamente de sus problemas. Claro, no del
todo, pues era consciente de que Jimin le estaba mirando en todo
momento. Poniéndole ligeramente nervioso y hasta algo despistado.
Pasaron los minutos, entre los reclusos la pasaban bien hasta que llegó
aquella pandilla peligrosa. La pandilla de Kang, quienes algunos de ellos
quisieron jugar pero se notaba desde lejos que sólo querían una excusa
para poder pegarles con la bola. Y entonces Jaesoo se acerca de forma
amenazante hacia Jungkook, cabe recordar que meses atrás ellos habían
peleado. Logrando que después entre ellos hubiera una especie de
rivalidad.
—¿Qué pasa, Jeon? —cuestiona el chico con un eje de superioridad—
¿Tienes miedo de que ganemos y te lo escupa en la cara?
—Creo que estás confundiendo quien tiene miedo aquí —habló el
pelinegro, cruzándose de brazos— ¿Te gustaría que vuelva a romperte la
cara?
Inmediatamente Jaesoo se puso a la defensiva y empujó a Jungkook,
intentando provocarle.
—¿Ah sí? ¡Pues demuestra que tan hombre eres!

166
Entonces Jungkook le empujó devuelta, fulminando su mirada.
—No tengo que demostrarte nada, vete a la mierda y déjanos en paz.
Y efectivamente comienzan entre ellos a empujarse de forma más
agresiva, al instante los reclusos empiezan a hacer bulla por la pelea que
se avecinaba. Sin embargo no pasó a más pues inmediatamente Jimin
llegó y se interpuso entre ambos, separándolos de un golpe.
—¡Ya basta! —ordena, y se voltea hacia Jaesoo— Tú jodido problema es
conmigo, no con él.
—¿Así que quieres pelear, rosita? —intuye el chico, acercándose
amenazante hacia el pelirosa— Porque tengo muchas cuentas pendientes
contigo.
—Yo no te debo nada, así que aléjate —espetó, apartándolo de un
empujón pero inmediatamente Jaesoo le propina un golpe en la cara.
De forma inmediata Jungkook se molesta y se acerca rápidamente a
Jaesoo para golpearlo pero entonces Taehyung se coloca al frente suyo y
lo detiene, al igual que otro chico retiene a Jaesoo. Los funcionarios que
se encargaban de vigilar comenzaron a sonar sus silbatos y a regañarlos,
especialmente a Jaesoo por haber golpeado a Jimin.
—¡Sin peleas, joder! —ordenó con firmeza uno de ellos— ¡O no vuelven
a salir en una jodida semana!
Todos asienten y vuelven a sus lugares en silencio, no sin antes dedicarse
entre ellos miradas amenazantes. Ambas pandillas se sientan en graderías
opuestas, la tensión creciendo a cada segundo pero aguantando para no
romperla.
—¿Estás bien? —le pregunta Jungkook a Jimin, quien asiente
tranquilamente con la cabeza y suspira con pesadez.
—Estoy bien, ese idiota me las pagará algún día…
—Concuerdo.

167
—Tú no tienes nada que hacer con él —dice el pelirosa de inmediato,
mirándole serio— No te metas en peleas que no son tuyas, es mejor que
no tengas ningún rival o tendrás muchos problemas.
—No me interesa tener problemas, mientras ponga a los hijos de puta en
su lugar.
—Jimin tiene razón —habló Namjoon, desde su posición en la gradería
— No te metas, Jungkook.
—Pero—
—Y conociendo tu historial, no eres una persona que pueda controlar
fácilmente sus emociones. Especialmente en una pelea, ¿o me equivoco?
—le miró de forma arrogante, sabiendo que tocaría algo dentro del chico.
Y efectivamente lo hizo, Jungkook frunció el ceño y sin decir nada más,
se dió media vuelta para irse molesto del patio.
A continuación se dirigió a las duchas, pues quería relajarse un poco y
quitarse el enojo de encima con un cálido baño. Y vaya que lo consiguió,
tiempo después de estar bajo la regadera se sentía sumamente en paz. No
supo cuánto tiempo duró allí, tampoco le importó pues para su suerte las
duchas estaban completamente vacías. A excepción de él, claro.
O eso era lo que creía.
Pues del otro lado, Jimin ingresaba a las duchas en silencio y comenzaba
a quitarse la ropa sin apartar la vista de Jungkook quien estaba de
espaldas mientras tarareaba suavemente. Entonces muerde su labio,
sonriendo de forma traviesa conforme empieza a acercarse.
Jungkook deja de tararear cuando siente la presencia de alguien más a su
derecha y gira su rostro para observar a lo lejos a Jimin ingresar en una
de las duchas. Inmediatamente siente su garganta secarse junto a una
presión en el pecho, Jimin abre el grifo y el agua cae sobre su cabeza,
Jungkook sólo puede tragar saliva al seguir el camino del agua bajar por
el cuerpo del contrario.

168
—¿Por qué dejaste de cantar? —pregunta Jimin, abriendo sus ojos y
mirándole— Me gusta como cantas.
Jungkook apartó la mirada enseguida.
—Pensaba que estaba solo…
—La duchas son públicas, querido.
—Sí, lo sé.
Ambas se callaron, concentrándose en ellos mismos y su propio baño.
Originalmente las duchas eran de agua fría, sólo era cuestión de regular
la temperatura hasta la deseada, cosa que cuando Jimin lo hizo, no pudo
evitar soltar un pequeño gemido de satisfacción al sentir el agua caliente
barrer su cuerpo. Jungkook volteó nuevamente a verle, observando las
manos de Jimin pasar con delicadeza sobre su cuerpo, subiendo desde su
abdomen hasta su cuello y terminar por echar su cabello hacia atrás. Su
rostro era de ensueño, viéndose increíblemente sensual y la forma en la
que abría su boca al soltar suaves jadeos, tenía a Jungkook respirando
pesadamente.
—Deja de hacer eso —dice con la voz contenida.
—¿Hacer qué? —pregunta suavemente el pelirosa, dirigiendo su mirada
hacia el pelinegro y mordiendo su labio inferior.
Jeon traga grueso.
—Provocarme.
Park muestra una sonrisa ladina, recorriendo de pies a cabeza el cuerpo
del contrario.
—¿Por qué? ¿Te estoy poniendo duro?
—Quizás… —responde, imitando su acción de ver su cuerpo con
hambre en sus ojos.
Las cejas de Jimin se elevan por unos segundos y entonces sonríe de
forma coqueta, cerrando el grifo y avanzando hacia la ducha de

169
Jungkook. Este mentiría si dijera que su corazón no comenzó a latir más
rápido de lo normal.
—¿Por qué has estado evitándome? —pregunta el pelirosa mientras se
acercaba.
—No te estaba evitando…
Jimin finalmente se coloca el frente de Jungkook, aún con el agua
cayendo sobre sus cuerpos y levanta una de sus manos para recoger el
cabello negro del chico hacia atrás.
—Mentiroso. Me has evitado porque tienes ganas de follarme, ¿no es
así? —intuye bajando su mano hasta su cuello y acariciarle.
Jeon le mira sorprendido y enseguida aparta la mano de Park, negando
con la cabeza.
—No es verdad.
—Dejémonos de juegos, Jeon. ¿Te gustaría follar conmigo?
Enseguida la respiración de Jungkook se detiene y se vuelve más pesada,
relamiendo sus labios con anticipación. Sin embargo, cierta inseguridad
se podía percibir en sus ojos.
—¿A-Aquí? ¿Ahora?
—Sí. ¿Por qué no?
—¿Y si alguien nos ve?
Jimin bufó, rodando sus ojos para después reír.
—Es de lo más común encontrar a alguien follando en los baños, hasta
yo lo he hecho.
—Sí, lo recuerdo… —habló con cierto pesar mientras tragaba saliva—
¿Esto es una clase de ofrecimiento para después cobrarme? Porque yo no
voy a tratarte como un prostituto, ni mucho menos obligarte a hacer algo
que no quieres.

170
—¿Quién dijo que no quiero follar contigo? —sonríe.
Jungkook amplia su mirada, observando inconscientemente los labios del
contrario y después mordiendo los suyos.
—¿Tú quieres?
—Sólo si tú lo quieres.
—N-No lo sé… Creo que no es buena idea…
Inmediatamente Jimin le mira con un eje de decepción para después
relajar su mirada y asentir con la cabeza.
—De acuerdo… —suspiró, dándole pequeñas caricias al pecho desnudo
del pelinegro sin saber que eso había logrado encenderle de sobremanera
— Búscame cuando estés listo para coger, Jeon.
Dicho esto, se da media vuelta y hace ademán de salir de la ducha pero
justamente Jungkook le detiene tomándole del cabello con fuerza. Jimin
se queda inmóvil y jadea con una sonrisa en su rostro, entonces
Jungkook se acerca a su cuerpo sin soltarle, rozando su nariz por la
extensión de su cuello hasta terminar en su oreja.
—Cambié de opinión —susurra en su oído.
Inmediatamente le da vuelta y estampa sus labios con fuerza, enrollando
sus brazos alrededor de su cintura. Gimiendo, Jimin le corresponde,
intentando seguir su ritmo pasional y enredando sus dedos en el cabello
del chico. Finalmente Jungkook logra pegarlo a la pared de la ducha,
tomando sus muñecas y colocando sus brazos a los lados de su cabeza.
La forma en que se concentró en besar los labios de Jimin con total
posesión e intensidad, dejó al contrario con las piernas temblando y
luchando con poder zafarse de su agarre.
Jungkook aleja lentamente su boca con el labio inferior de Jimin sobre
sus dientes, seguidamente lo suelta y suspira con fuerza mientras ambos
se hunden en la profunda y lujuriosa mirada del otro.

171
A continuación, libera los brazos de Jimin y levanta su mano para tocar
los gruesos labios del pelirosa con su dedo pulgar, introduciéndolo un
poco. Y es cuando reemplaza el pulgar por su dedo índice y del medio,
dejándolos a la vista del contrario.
—Chupa —ordena con voz ronca.
Una pícara sonrisa se forma en el rostro de Jimin, mordiendo su labio
inferior con sensualidad y alzando una ceja.
—¿Así que ahora vas a darme órdenes?
—Joder, Jimin. No empieces y abre la maldita boca.
—Esta bien, dejaré que tengas el control… sólo por ahora —le guiña un
ojo antes de abrir su boca e introducirse los dedos del pelinegro hasta el
fondo.
Jungkook abre su boca por inercia, jadeando al sentir la calidez de
aquellos labios sobres sus dedos, junto la lengua de Jimin y su mirada
penetrante que le hacía desmayarse. Por un momento tuvo ganas de que
esos labios estuvieran nuevamente sobre su polla pero lo que planeaba
hacer era mil veces mejor, así que se abstuvo.
Aún así movió sus dedos sobre los labios del pelirosa hasta que de
improvisto siente sus dientes morderle y entonces gruñe, sacando sus
dedos de golpe.
—Hijo de puta… —espeta al tomarle de la mandíbula y verle con
intensidad.
Jimin sólo se rió. Y fue suficiente para que finalmente Jungkook le diera
la vuelta para pegar su rostro contra la fría pared. Entonces no espera
más e introduce los dos dedos en su interior, haciéndole soltar un fuerte
quejido.
—M-Más te vale me cojas bien o te corto la polla, ahg… —gruñó Jimin
mientras Jungkook le preparaba y le hacía jadear con fuerza.
Jungkook sonríe y le da un casto beso en el hombro.

172
—Hasta en el sexo me amenazas… eres increíble, ¿lo sabías?
—Me lo dicen a menudo…
—Jódete —suelta Jeon.
—Jódeme, imbécil.
Jungkook presiona sus labios con fuerza y asiente con la cabeza.
—Vale —dice, sacando los dedos y tomando su polla para después
recordar algo— Mierda…

—No tengo un condón.


—A la mierda el condón, Jeon. Fóllame, ahora.
En ese momento Jungkook le penetra, forzando a aceptar su polla
lentamente hasta llegar a lo más profundo. Jimin gime agudamente,
cerrando sus ojos con fuerza y apoyando su rostro en la pared. Sin
embargo una vez que se adentró por completo, Jungkook le toma del
cabello y echa su cabeza hacia atrás, dándole una dura embestida seguida
de otra y otra más. Llevándolo poco a poco a un desastre de fuertes
gemidos que rozaban lo excitable. No tuvo piedad ni mucho menos
delicadeza, conocía perfectamente a Jimin para saber que no le gustaba
lo suave, sino lo rudo. Al igual que a él. Y claramente acertó, pues en
poco tiempo tenía al pelirosa gimiendo contra la pared como una gata en
celo.
Es cuando decide cambiar el ritmo a uno más rápido, soltando su cabello
y tomando con ambas manos sus caderas para follarle con más fuerza.
—J-Joder… —gimió Jimin, sosteniéndose del grifo con una mano y de
la pared con otra— J-Jungkook…
—¿Te gusta, rosita? —pregunta sobre su oído, dándole un fuerte azote y
sonriendo al escucharlo gemir— ¿No vas a responderme?
—M-Mhm… V-Vete a la mierda…

173
Jungkook gruñe y acorrala nuevamente a Jimin, envolviendo su abdomen
con uno de sus brazos mientras que con su otra mano comenzaba a
masturbarle al ritmo de sus embestidas.
—Me encantas… —habló entredientes sobre su oído, moviendo sus
caderas en un suave vaivén que inmediatamente volvió loco al pelirosa.
—¡Oh! ¡Sí…! —gimió Park empujando más su cuerpo hacia el pelinegro
y mordiendo su labio inferior— J-Jeon, más duro…
—¿Así? —preguntó, obedeciendo y comenzando a follarle con más
rudeza.
Jimin deja escapar una suave afirmación combinaba con un susurro
mientras comienza a gemir con más fuerza, sintiendo cada vez sus
piernas menos débiles conforme se acercaba al orgasmo. Jungkook se
concentra en sostenerle mientras le besa el cuello con vehemencia y le
masturba más rápido. Ambos se sumergen en una burbuja de placer en el
que logran sincronizarse mutuamente y moverse al mismo ritmo. Jimin
lleva una mano hacia atrás, tomando el cabello de Jungkook mientras le
está besando el cuello y dándole algunas caricias. Ambos son un desastre
de gemidos y jadeos, no pudiendo cerrar ni por un segundo su boca o
decir algo coherente.
Y es entonces cuando la sensación del orgasmo se aproxima en ambos
jóvenes, provocando a Jimin gemir con más fuerza y la respiración de
Jungkook se descontrolara. Por lo que ambos comenzaron a aumentar
cualquiera de sus movimientos con desesperación, hasta que finalmente
se corrieron al mismo tiempo, gimiendo y soltando gruñidos con fuerza.
Sus gemidos y gritos hicieron eco por todas las duchas, disminuyendo su
volumen de a pocos hasta quedarse después en silencio y con las
respiraciones agitadas como si hubiesen corrido un maratón.
Permanecieron en una posición inerte y cansada por varios minutos hasta
que Jungkook encontró las fuerzas para moverse y salir del interior de
Jimin, observando como el agua de la ducha bañaba todos sus fluidos.
Jimin se incorporó con cierta dificultad, cerrando el grifo y apoyando
nuevamente su frente contra la pared.

174
Jungkook se acerca a Jimin y acaricia su cintura con delicadeza para
seguidamente dejar unos castos besos sobre su hombro, ambos
intentando regular su respiración.
—P-Para no ser gay no estuvo tan mal, ¿verdad? —susurra con un eje de
diversión, sin dejar de besarle.
El pelirosa suspira y cierra sus ojos, mordiendo su labio mientras niega
con la cabeza.
—Eres un hijo de puta.
—¿Por qué? —le sigue la corriente, sin dejar de sonreír de forma
coqueta.
Entonces Jimin se voltea para poder ambos mirarse a los ojos, colocando
sus brazos sobre los hombros de Jungkook y sonriendo también.
—Joder, Jeon. Fóllame todas las veces que quieras… —confiesa antes de
besarlo con ganas, acercando más sus cuerpos y sintiéndose
increíblemente a gusto.
Sin saberlo, en ese momento algo cambió entre ellos dos y
probablemente no volverían a ser lo mismo de antes.
Hola, qué tal están después de esto?
Espero que bien, coman y duerman bien para el comeback de Bangtan,
nos vemos el sábado si es que sobrevivimos, chau <3

175
017.

Maratón
1/2
De nuevo, no les volví a avisar.
Sorry 😔

Pasaron un par de semanas, en las cuales Jungkook y Jimin comenzaron


a verse frecuentemente en lugares remotos de la prisión sólo para follar.
Lo que había comenzando con tocamientos en las noches, aumentó a
follar en la celda e intentando no hacer tanto ruido. Su relación se basaba
más en charlas profundas a las tres de la mañana que terminaban siempre
en sexo. Pero la cuestión era que todo lo hacían en secreto, sin que nadie
supiese nada de nada. Probablemente todo el mundo sospechaba que en
más de una ocasión hubiesen follado pero no que tuvieran una relación
tan íntima como la tenían. Y este secreto era influenciado por Jungkook,
pues aún seguía debatiendo con su sexualidad, considerando fuertemente
que fuese bisexual. Tampoco es que les molestara a ambos no darse
muestras de afecto en público, se sentían bien haciéndolo en privado, en
su intimidad.
Y además, no sentían la necesidad de hacerlo puesto que en realidad
ellos no eran nada más que compañeros de celda. No era novios, ni nada
por el estilo.
En ese momento, se encontraban en una de sus charlas profundas de la
madrugada, ambos en la litera de abajo y cubiertos con la cobija por el
frío que hacía esa noche.
—¿Puedo hacerte una pregunta personal y algo fuera de contexto? —
pregunta Jimin en voz baja mientras observaba su mano jugar con la de

176
Jungkook.
—Dime.
—¿Aún quieres…? —suspira con pesadez— ¿Aún quieres suicidarte?
Jungkook se queda inmóvil por unos segundos y seguidamente suelta
una pequeña sonrisa.
—Comienzo a adorar tu forma tan directa y sin tacto de decir las cosas.
—Es un don… —sonríe pero después hace una mueca— Lo siento, por
si te he incomodado… No tienes que responderme, yo—
—Está bien —le detuvo— La verdad sí —responde a la pregunta— Creo
que es un pensamiento que tengo siempre presente, pero cada vez lo
siento menos… Quizás sea porque me estoy acostumbrando más a este
lugar o mi cerebro quiera de alguna forma evadirlo.
Jimin asiente, pensativo.
—¿Pero qué hay de la terapia? ¿No funciona?
—Sí, funciona. Sólo a veces… Porque siempre vuelve a golpearme la
cruda realidad y es cuando vuelvo a tener ese sentimiento de querer
morir.
—¿Por qué nunca quisiste contarme qué sucedió ese día? —pregunta el
pelirosa— O bueno, sobre los problemas personales que tienes… Yo te
conté sobre mi vida, y quiero que tú hagas lo mismo conmigo pero cada
vez que lo intento te alejas…
Jeon hace una mueca.
—Lo siento… No es como si tuviera algo tan interesante que contar.
—Pero hay algo, ¿no?
—Sí, lo hay —suspiró, volteando levemente su rostro para mirar al
pelirosa a los ojos— La verdad es… que ahora tenemos algo en común y
es que nuestros padres nos odian.

177
—¿Qué? —le miró sorprendido y sin entender— ¿Cómo que tus padres
te odian?
—Bueno, más que todo mi padre, pero efectivamente ambos me odian.
No han vuelto a visitarme, ni mucho menos hablarme…
—¿Y por qué?
Jungkook muerde su labio con algo de dolor en su mirada.
—Jimin… quizás pienses igual que los demás, que la vida de los ricos es
fácil y tienen todo lo que ellos desean… Pero no es así, a veces me
hubiera gustado nacer en una familia normal, haber podido lograr mis
metas con esfuerzo y no por herencia o simplemente dinero de por
medio… No sentirme como un inútil que literalmente no ha hecho nada
en su vida.
—No eres un inútil, Jungkook —le corrige de inmediato.
—Eso no decías hace unos meses…
—Oh, vamos —voltea sus ojos— Claramente la percepción que tenía
sobre ti hace cuatro meses es diferente a la que tengo ahora. Y estoy
completamente seguro de que no eres un inútil, eres un buen hombre a
pesar de todo…
Entonces Jeon niega con la cabeza, presionando sus labios con fuerza y
sintiendo sus ojos llenarse de lágrimas.
—A mis padres les importa más su jodida reputación que sacarme de
prisión, literalmente tienen el dinero pero no les da la puta gana por puro
capricho y es tan desesperante…
—Vaya mierda… —concuerda Jimin, haciendo una mueca— Es mejor
nunca abstenerte a que alguien va a sacarte de aquí, Jeon. Porque
después te desesperas y todo termina siendo una mierda… No vamos a
salir de aquí, querido. Es lo que nos toca vivir por los crímenes que
hemos cometido y por más jodido que sea, tenemos que aceptarlo.

178
En ese momento, Jungkook rompe en llanto de forma improvista,
cubriendo su rostro con ambas manos.
—¿Qué sucede? —pregunta al instante Jimin, viéndole asustado y sin
saber qué hacer— ¿Por qué lloras?
—Porque terminé aquí de la forma más estúpida y dolorosa… —explica
con voz rota— Joder, en un ataque de rabia asfixié al chico que era mi
mejor amigo y lo maté.
A pesar de que Jimin tenía algo de conocimiento sobre esa información,
le mira de forma anonadada y traga saliva.
—¿Y por qué lo hiciste?
—Yo… —comienza, cerrando sus ojos e inconscientemente recordando
ese día— Lo encontré con mi ex novia a punto de follar, después me
contaron que tenían una relación desde… joder, ni siquiera sé desde hace
cuánto y bueno… Fue mucha información que procesar, perdí el control
y… —solloza— Soy un asesino… Joder, soy una total mierda.
Jeon vuelve a romper en llanto e inmediatamente Park se acerca a
consolarle, dándole un fuerte abrazo y diciéndole palabras
tranquilizadoras.
—Mírame —ordena, haciendo que le mirara fijamente a los ojos— No lo
eres… No eres una mierda ni mucho menos un asesino. Un asesino es
una persona que se dedica a matar, lo que sucedió contigo fue un error,
un grave error… pero al final fue eso, un error. No puedes seguir así,
entiendo que sea jodido pero esto terminará matándote…
—No puedo, Jimin —susurra con voz ahogada— Error o no. Soy un
asesino y lo sabes… No merezco nada, ni siquiera vivir… —bufó— ¿Por
qué estoy en una pandilla? ¿Para que me protejan de que me maten?…
Joder, mientras más rápido me maten estaré mejor y ya. Prefiero
renunciar a todo esto, porque de todas formas no tengo nada ni a nadie
que perder… todos en este lugar me importan una mierda.
Inmediatamente recibe un fuerte codazo en la costilla de parte de su
compañero.

179
—¡Ah! —se queja, mirándole completamente sorprendido mientras se
incorpora— ¡¿Pero qué te pasa?!
—Retráctate —espeta con voz dura el pelirosa, imitando su acción de
sentarse sobre la cama.
—No voy a hacerlo —responde el pelinegro con obviedad para después
encogerse de hombros— De verdad lo estoy pensando en serio, voy a
renunciar… ¿Qué parte de que no tengo a nadie en mi vida no
entendiste?
Jimin le mira molesto.
—Ah ok, ¿y todo lo que acabo de decirte te lo pasaste por el culo o qué?
—Ya te dije que no puedo hacerlo, joder. Es difícil…
—No me refiero a eso, dices que no tienes a nadie… ¿Pero qué hay de
Taehyung? ¿Qué hay de Hoseok y Jin? ¿De los demás? —relamió sus
labios, viéndole con inseguridad— ¿Qué hay de mí?
Jungkook suspira mientras niega con la cabeza. Y limpiando las lágrimas
sobrantes de sus mejillas, habló sin pensar.
—Desde un principio no quería estar en una pandilla, y lo sabes. La
realidad es que sigo sin confiar completamente en ustedes, no los
considero parte de mi vida… Lo único que nos une es el grupo, pero de
lo contrario jamás les hubiese hablado ni mucho menos ustedes a mí.
¡Vamos, que tú me odiaste desde el primer día!
Jimin mordió su labio, manteniendo un rostro serio y sin ninguna
expresión.
—Vale, quizás debería de volver a hacerlo.
—¿Volver? —alzó una ceja— ¿Me vas a decir que ahora me quieres? —
intuyó con cierto sarcasmo en su voz— No me hagas reír…
El pelirosa tensa su mandíbula, viéndose inmediatamente molesto y
quizás con sus ojos más brillantes de lo normal.

180
—Vete a la mierda.
Dicho esto pasa rápidamente por encima de Jungkook para salir de su
cama e irse a la suya.
—¿Qué? ¡Espera! —intenta detenerle el pelinegro, saliendo también de
su cama y pensando lo que acababa de decir— Mierda, no quise decir
eso, yo sólo—
—¿Sabes qué? —se voltea Jimin, encarándole— Tienes razón, haz lo
que quieras. Me da igual. Ni siquiera recuerdo por qué mierda intenté
sentir algo por ti.
—Pero—
—Otra cosa, empiezo a creer que te gusta vivir sólo en el pasado.
¡Ambos nos tratamos como la mierda meses atrás! Y claramente tuvimos
una mala impresión del otro, yo cambié mi imagen de ti… Pero tú no lo
hiciste conmigo… —concluyó con voz débil— Sigues pensando que no
me importas, cuando te he demostrado todo lo contrario para cambiar eso
y sólo terminas burlándote de mí… ¿También tengo sentimientos, lo
sabías? Pero claramente te importan un carajo y sólo sigues pensando en
ti mismo… Soy un idiota.
Jungkook inmediatamente se sintió mal, pensando que se había
comportado como un verdadero idiota y no Jimin. Él tenía razón.
—Jimin, lo siento —intentó pero el pelirosa le ignoró por completo,
subiéndose a su cama.
—Buenas noches, Jeon —finalizó, cubriéndose con su cobija y dándole
la espalda.
—Jimin… —insistió— Jimin, no me ignores… —pero efectivamente,
Jimin le siguió ignorando, por lo que no tuvo más remedio que suspirar y
volver a su cama.
Ambos quedando en un crudo y tenso silencio hasta lograr conciliar el
sueño.

181
Jungkook en este fic es medio imbécil, a veces :) Vayan a ver el otro cap
que ya lo publiqué también.

182
018.

Maratón 2/2

Al día siguiente la tensión entre ellos estaba a flote, literalmente Jimin no


le dirigió la palabra a Jungkook en ningún momento y ni mucho menos
se molestaba en mirarle.
Le estaba tratando como antes, y joder, eso dolía mucho.
La verdad es que Jungkook ni siquiera sabe por qué dijo todo eso,
cuando realmente no lo sentía. Claramente le tenía afecto a los demás
reclusos que le acompañaban siempre, especialmente a Jimin. Sólo que
nunca se lo había dicho. Probablemente anoche se había dejado llevar
por las emociones del momento, diciendo cualquier estupidez que pasó
por su cabeza y sin pensar antes en ello.
Recordaba las palabras que le había dicho Taehyung aquel día,
advirtiéndole que Jimin era una persona muy fácil de lastimar y
especialmente de cambiar.
Mierda.
El ambiente pesado y cortante continuó cuando estaban desayunando, y
rápidamente los demás se dieron cuenta de ello pero no sabían si hablar
al respecto o darles su espacio.
Taehyung quien siempre se sentaba al lado de Jungkook, no era una
persona que se callara fácilmente las cosas. Era muy curioso y quizás
algo metiche, especialmente si se trataba de sus amigos. Así que no dudó
en preguntar.
—Jeon —le llamó en voz baja— ¿Qué sucedió entre tú y Jimin?
Jungkook suspiró, observando su comida y haciendo una mueca.

183
—Anoche dije algunas cosas que no tenía que decir y eso le molestó.
—¿Qué dijiste?
—Mhm… prefiero no comentarlo porque también podrías enojarte.
—Oh, entiendo—soltó y después volvió a su comida, asintiendo—
¿Tiene solución?
—No lo sé. Jimin no quiere hablarme… ¿Cómo puedo intentar
disculparme si él sólo se aleja?
Taehyung tragó lo que estaba comiendo antes de hablar.
—Dale tiempo, nada más. Ya después podrás acercarte.
Jungkook asintió, mirando de reojo a Jimin conversar tranquilamente con
Namjoon. En ese momento llega un funcionario a la mesa donde se
encontraban todos desayunando, acercándose específicamente al pelirosa
con la excusa de que tenía algo importante que decirle. Jimin frunció el
ceño pero de igual forma asintió y se levantó de la mesa para seguir al
hombre hasta una esquina alejada del comedor.
—¿Qué sucede? —preguntó algo confundido.
El funcionario suspiró con pesadez antes de hablar.
—Nos han informado que su madre ha fallecido de un paro cardíaco en
el hospital —inmediatamente el pelirosa abrió sus ojos de golpe,
quedándose inmóvil en su sitio— Se le ha concedido el permiso para
poder ir al funeral, también está libre de hacer los talleres de hoy para
que pueda permanecer de luto. Lo siento mucho.
Dicho esto, el hombre se aleja para continuar su labor. Dejando a Jimin
en shock, con la respiración pesada y viéndose completamente inestable.
Sólo pudo jadear de sorpresa, apoyándose de un muro cuando se sintió a
punto de desmayarse. Aún sin poder procesarlo del todo.
—Jimin, ¿estás bien?

184
Siente una mano en su hombro y se voltea lentamente para mirar a
Taehyung junto a Jungkook, ambos viéndole con preocupación y
confundidos.
—Mi madre ha muerto… —dijo en un susurro, viendo a la nada y con
los labios temblorosos.
Taehyung se quedó anonadado, al igual que Jungkook. Entonces Jimin
no dice nada más y saca las fuerzas para poder avanzar rápidamente
hacia la salida e irse. Jungkook inmediatamente hace ademán de seguirle
pero Taehyung le detiene del brazo.
—Déjalo… —pide en medio de un suspiro— Necesita estar a solas.
El pelinegro hace una mueca, poco convencido pero al final le hace caso
y vuelve a la mesa con los demás.

Después del desayuno, había tenido que hacer su labor en los talleres y
seguidamente le dieron un tiempo libre de costumbre en el que
aprovechó para ir a su celda y ver como estaba Jimin.
Lo que no se esperó para nada, fue que apenas cerró las rejas tuviera al
pelirosa aferrándose con fuerza a su cuerpo y seguidamente dándole un
beso en los labios.
—¿Jimin, qué-…?
—No hables, sólo bésame —susurró sobre su boca mientras le abrazaba
del cuello— Te necesito —rogó antes de juntar nuevamente sus labios y
comenzar a besarle de forma apasionada.
Jungkook le hubiera detenido por lógica pero Jimin le estaba besando tan
bien que no pudo evitarlo y se dejó llevar, tomándole fuertemente de la
cintura e intentando llevar el control del beso. A continuación Jimin

185
toma a Jungkook de la ropa y lo arrastra hasta sentarlo en una de las
sillas de la mesa para después sentarse sobre su regazo.
Continúan besándose con desesperación, a pesar de que hubiera un cierta
incomodidad en el aire la cual no pasó desaparecida por el pelinegro
quien era consciente de que algo no estaba bien. Y lo notó más cuando el
pelirosa rompió el beso para comenzar a desabotonar su camisa con las
manos temblorosas y la nariz roja.
—Jimin… —advirtió, negando con la cabeza e intentando apartar las
manos del chico pero este se resistía con lágrimas en sus ojos— ¡Jimin,
detente! —ordenó, logrando tomar sus muñecas y detenerle.
En ese momento Jimin rompió en llanto, bajando la cabeza y rindiéndose
completamente. Jungkook le miró impactado pues jamás le había visto
llorar así, sin embargo no dudó enseguida en atraerlo a sus brazos para
poder abrazarlo con fuerza.
—N-Ni siquiera p-pude despedirme… —sollozó el pelirosa sobre su
hombro, aferrándose al cuerpo del pelinegro como si su vida dependiese
de ello.
—Lo siento mucho… —murmura en voz baja, acariciando su cabello y
dándole un casto beso en su mejilla.

Minutos después, permanecían sentados en el suelo y recostados a la


pared mientras hablaban sobre el tema de forma más relajada.
—Llamé a Chaeyoung y está muy mal… —murmuró Jimin, apoyando su
cabeza a la pared y cerrando sus ojos— Se casará en tres meses y
claramente estaba ilusionada con tener a su madre en su boda.
—¿Chaeyoung es tu hermana? —preguntó para confirmar.
—Sí. Ella es la única que me habla, mis padres sólo han hecho como si
no existiera, pero yo aún los amo… Mi madre estaba mal de salud… y su

186
muerte era algo que estaba propenso a suceder, pero… —tragó saliva,
limpiando una lágrima que bajó por su mejilla— Uno nunca está listo
para enfrentar la muerte… Y menos de un ser querido.
—Es una mierda.
—Y lo peor es que no la he visto en cuatro años, yo tenía la esperanza de
que en algún momento iba a poder verla y abrazarla de nuevo… Y ahora
la veré dentro de un ataúd… —finalizó con voz rota antes de comenzar
nuevamente a sollozar, cubriendo su rostro.
Jungkook hizo una mueca e hizo ademán de abrazarle pero Jimin se
alejó, apartando la mirada.
—Vete, Jeon.
—Jimin…
—Déjame en paz —espetó, levantándose del suelo al mismo tiempo que
el pelinegro también lo hacía— Se supone que yo te importo una mierda,
¿no? Entonces no tienes nada que hacer aquí, ve a trabajar.
Jimin al ver que Jungkook no se movía de su lugar, bufó e hizo ademán
de salir pero inmediatamente su compañero se interpone en su camino.
—No iré a ningún lado antes de que me escuches.
—Jungkook, por favor, no estoy de humor para esto…
—Lo sé, pero no soporto que me ignores… —confiesa mientras se
acerca lentamente— No soporto que no me hables y que estés molesto
conmigo…
Finalmente logra acorralar de a pocos a Jimin hasta el mueble, haciendo
que tragara saliva y mordiera su labio con nerviosismo por su cercanía.
—Aléjate o te alejo —advirtió con lágrimas en sus ojos.
Pero Jungkook le ignoró completamente, alzando una mano para
acariciar suavemente su mejilla y después pegar sus frentes. Jimin

187
suspiró, manteniendo la respiración agitada y teniendo las ganas de
empujar al chico lejos pero su cuerpo no reaccionaba.
—No fue mi intención decir todo lo que dije a noche… —susurró Jeon,
mirando sus labios— Nada fue verdad, yo realmente le tengo un gran
cariño a todos, unos más que otros, porque me dieron un refugio cuando
más solo y asustado me sentía… Son parte de mi vida ahora, joder
estaremos juntos por los próximos diez años. ¿Cómo no van a
importarme? Realmente hablé sin pensar, lo lamento…
—Está bien —murmura Park, asintiendo con la cabeza— Descuida,
todos cometemos errores… Te creo.
Jungkook sonrió pero inmediatamente borró su sonrisa cuando Jimin
hizo ademán de irse, al instante tomó su rostro para detenerle y hacer que
le mirara a los ojos.
—Jimin, yo… yo te quiero.
El pelirosa le mira sorprendido y con lágrimas en sus ojos, pues había
pensado que jamás escucharía aquellas palabras. Entonces no pudo evitar
morder lentamente su labio mientras sonreía.
—Yo también te quiero, Jungkook.
Ambos se sonrieron y seguidamente por instinto comenzaron a acercarse
lentamente a sus labios hasta poder volver a besarse. Dando un corto
pero suave beso que los hizo sonreír como idiotas.
Días después Jimin fue al funeral de su madre, pudiendo despedirse de
ella aunque sea a través de un cristal y volviendo a ver a su padre, quien
a pesar de los problemas del pasado le recibió con un fuerte abrazo. Fue
un día triste, sin embargo después pudo pasar un poco de tiempo con su
familia antes de volver. Y cuando estuvo de regreso, Jungkook se
encargó de consolarle toda la noche hasta que se durmiera en su dolor.
Hi, uwu. Poco a poco la relación de Jungkook y Jimin se va
fortaleciendo, y quizás muy pronto quieran llegar a más… Cuando los
sentimientos los superen a ambos, idk.

188
Bueno, nos vemos el miércoles, chau

189
019.

El trascurso de los días era lento, sin embargo gracias a los talleres los
hacían menos tortuosos e insoportables. Como ya llevaba bastante
tiempo en la prisión, Jungkook fue removido a un trabajo distinto del
invernadero a la biblioteca, cuya extensión era grande y espaciosa. La
mayoría del tiempo se encontraba desocupada, pues los reclusos
preferían apartar los libros y leerlos en la comodidad de su celda.
Su trabajo consistía en acomodar y organizar los libros por su temática,
fecha de publicación y etc. Era entretenido como aburrido a la vez,
aunque le favorecía el que no hubiera tantas personas porque no le
gustaba mucho sociabilizar.
La única persona con la que hablaba era con Yoongi, quien era el que
más visitaba la biblioteca. Aunque bueno, tampoco es que hablasen
mucho pues Yoongi no era la persona más amable del mundo, ni mucho
menos Jungkook era lo suficientemente paciente como para tolerar sus
molestas actitudes. Por lo que en la mayoría de tiempo pasaban
discutiendo, su relación no era de las mejores pero se toleraban por ser
de la misma pandilla.
Y respecto a Jimin, todo seguía igual pero diferente. Pues los problemas
del pasado se habían resuelto, ambos se trataban bien, sin embargo, la
extraña relación sexual que habían forjado no seguía dando frutos. Jimin
ni siquiera le tocaba o besaba, y tampoco él lo intentaba porque el aura
que trasmitía su compañero no le incitaba a hacerlo. Entonces quedaron
en un ambiente color gris, donde no había ni blanco, ni negro, sólo gris.
El intermedio de ambos. Y eso comenzaba a irritar a Jungkook.
Aunque la gota que colmó el vaso, fue cuando una noche Jungkook se
despertó y al darse cuenta que Jimin no estaba en su cama, salió a
buscarlo. Sabía que podía ser cualquier cosa, pero desde aquella vez que
unos presos se metieron a su celda y lo amenazaron, ya no confiaba tanto

190
en las “salidas nocturnas”. Nunca se sabe si pudo haber pasado algo, por
lo que no dudó en dirigirse a los baños.
Y bueno, no había ni entrado cuando escuchó gemidos provenientes de
allí. Era como un deja vú, aquella vez que encontró a Jimin y Namjoon
teniendo sexo en los baños, se estaba repitiendo. Sólo que esta vez era
diferente, porque ni siquiera se había dignado a verlos. No era necesario,
podía reconocerlos por sus voces. Y en vez de sorprenderse, sintió una
extraña sensación de rabia dentro de su ser.
Sabía que Jimin frecuentaba a hacer este tipo de cosas, pero después de
haberse acostado con él, muchas veces, Jungkook había llegado a pensar
que quizás era algo diferente a los demás. Una excepción. No uno más.
Y había olvidado ese pequeño detalle de que él no era el único con el que
Jimin se acostaba, y eso… joder, eso despertó algo en su interior que no
le gustó para nada.
Finalmente gruñó con rabia antes de darse media vuelta y alejarse de allí.

Al día siguiente, Jimin se encontraba tranquilamente en la cocina,


ayudando a los demás reclusos con la comida. Ese era su taller, aunque
no lo hiciese del todo bien. Por lo que sólo le ponían a remover el
contenido de las ollas y mezclar los ingredientes.
—¡Apúrate! —le ordenó el recluso chef principal— ¡Que no tenemos
todo el día, rosita!
Jimin bufó, volteando lo ojos.
—Lo estoy intentando, ¿okay? Por cierto, vaya mierda de comida es
esta…
—Mira, si tienes algún problema conmigo no te quejes, hazlo con el
director —avisó el chef mientras continuaba su labor y continuaba
después dándole más órdenes.
Por otro lado, Jungkook ingresaba rápidamente a la cocina de forma
improvista y sigilosa. No había podido soportar la agonía de sus

191
pensamientos y tenía que hablar con Jimin. Así que cuando lo localizó,
rápidamente se acercó y agarró su muñeca, captando al instante su
atención.
—Ven conmigo —le susurró antes de arrastrarlo lejos. Y Jimin algo
extrañado, le hizo caso.
—¿Pero a dónde te lo llevas? —reclamó el chef sin entender nada—
¡Tiene trabajo, Jeon!
Sin embargo, Jungkook hizo caso omiso a sus palabras y guió a Jimin
hasta el ascensor montacargas que había en la cocina, presionando
inmediatamente un botón para abrir las puertas e indicándole a Jimin con
la mirada que entrara. Y cuando lo hizo, seguidamente presionó otro
botón para retener el ascensor de no moverse. Al instante que las puertas
se cerraron, Jungkook tomó el rostro de Jimin y unió sus bocas con
desesperación.
—¿Pero qué haces? —cuestionó el pelirosa al separarlos de forma
inmediata.
—Lo siento —suspira el pelinegro, negando con la cabeza y pasando una
mano por su rostro— Lo siento, pero es que no puedo… no puedo.
—¿Qué sucede? —pregunta con preocupación— ¿No puedes qué?
En ese momento Jeon le miró fijamente a los ojos y resopló con fuerza.
—No soporto que te acuestes con otros hombres, especialmente con
Namjoon.
Park le miró completamente sorprendido y confundido.
—¿Qué? Pero—
—Lo sé. Sé que es una locura pero joder, Jimin… Dime que no soy uno
más del montón, dime que no soy sólo un pasatiempo y ya.
—Pero, Jungkook… —relamió sus labios, negando con la cabeza y sin
saber exactamente que decir— Lo que pasa entre nosotros sólo es sexo,
nada más.

192
La mirada de Jungkook se suavizó lentamente antes de tragar saliva.
—¿Nada más? —repitió, acercándose lentamente conforme el otro
retrocedía— ¿Estás seguro de eso?
Jimin pegó su espalda contra la pared del ascensor, suspirando e
intentando no dejarse intimidar por la cercanía de Jungkook.
—Jeon, yo… no estoy para estas cosas y lo sabes… Es más, pensaba
hablar contigo al respecto. No pienso que debamos seguir con esto, hay
que parar…
—¿Por qué? —susurró el contrario, alzando una mano para acariciar su
rostro— Creí que la pasabas bien conmigo…
El pelirosa tragó saliva, mirándole fijamente.
—Y así es… pero esto se está saliendo de control. Mira, hasta te has
puesto celoso por tonterías.
—¿Me vas a decir que no estoy en mi derecho?
—No lo tienes —espetó— Porque tú y yo no somos nada. ¿O se te ha
olvidado?
—No lo olvido —responde, ignorando aquellas palabras hirientes— Pero
yo sé que soy diferente porque… soy el único al que besas… ¿Acaso ya
no sientes nada por mí?
—Sí, lo hago. Por eso es que prefiero que todo esto se acabe y hagamos
como si nada pasó… —sentenció inmediatamente, alejándose y haciendo
ademán de presionar el botón para abrir las puertas pero antes de eso,
Jeon le detiene del brazo y obliga a mirarle.
Encontrando su mirada asombrada.
—Ahora entiendo todo, tienes miedo… —concluyó Jungkook, sonriendo
lentamente— Tienes miedo de enamorarte de mí, ¿no es así?
Jimin le miró igual de sorprendido por un segundo pero inmediatamente
cambió su expresión, frunciendo el ceño y zafándose de su agarre.

193
—Eso no es verdad.
—Claro que lo es.
—Pues no me conoces —se defendió — La verdad es que ya no me
interesas, ya no me gustas… ¿Por qué crees que te he evitado estos
últimos días? ¿Por qué crees que no hemos vuelto a follar como antes?
Jungkook presionó sus labios, frunciendo el ceño y manteniendo la
respiración pesada.
—Intentas herirme, pero sé que mientes —suspira— Déjalo… Deja todo
esto, Jimin.
—Sabes que no puedo. No voy a hacerlo y mucho menos sólo porque tú
me lo pides.
—Buscaremos la forma de remediarlo, si es por el dinero, yo me hago
cargo. No te preocupes por eso, pero no quiero que sigas vendiendo tu
cuerpo…
Jimin abrió levemente su boca de la impresión e inmediatamente negó
con la cabeza.
—No, no, no, ¿qué estás diciendo? —bufó— Por supuesto que no, no
dejaré que hagas eso y ya deja de decir estupideces. Ya basta. Estaremos
mejor sólo como amigos, por favor.
—¿Amigos que sienten algo uno por el otro? —murmuró, acercándose
nuevamente al pelirosa e invadiendo su espacio personal— ¿No crees
que sería una tortura?
—He lidiado con cosas peores…
—¿Por qué te niegas, Jimin? —preguntó, frunciendo levemente el ceño
— Me gustas, lo sabes perfectamente. Y me importa una mierda cual sea
mi sexualidad ahora mismo, es más, creo que comienzo a enamorarme
de ti…
Jimin le miró completamente sorprendido por unos segundos para
después tragar saliva y negar con la cabeza.

194
—No es lo adecuado.
—¿Ah no? —responde Jeon, tomándole de la cintura y acercando sus
labios— ¿En serio ya no te gusto? —susurra de forma seductora sobre su
boca— ¿Ni un poco?
—Yo… —murmura el pelirosa perdiéndose en la cercanía del pelinegro
y sin verse capaz de alejarlo.
Entonces Jungkook le da un casto beso, seguido de otro y otro más.
Llevándole a tomar su rostro y ejercer presión sobre sus bocas para
comenzar a besarlo de verdad. Jimin en ningún momento se opuso, más
bien le correspondió. Jungkook lentamente lo movió hasta chocar su
espalda con la pared, comenzando a manosear su cuerpo hasta llegar a su
entrepierna. Y Jimin jadeó.
En ese momento se escuchan fuertes golpes en la puerta.
—¡¿Qué ha sucedido?! —cuestiona un funcionario del otro lado, sin
poder abrir las puertas.
Jungkook despega sus labios de Jimin para gritarle:
—¡Está atascado! —y volver nuevamente a besarlo con ganas.
—¡Joder! ¿Cuántas veces les he dicho que no suban al montacargas sin
un funcionario? —regañó el hombre, alejándose del ascensor e
informando por la radio que llamaran al técnico.
Por otro lado, Jungkook y Jimin continuaban besándose, moviendo
intensamente sus labios con perfecta sincronía y agilidad. Metiendo de
por medios sus manos, las cuales tocaban partes íntimas de sus cuerpos,
rostro y cabello, haciendo todo mucho más intenso.
—Espera —pidió Jimin, comenzando a negarse y deteniendo todo—
Para, para, para.
—¿Qué pasa? —pregunta Jungkook, completamente excitado y
confundido.

195
—No, no puedo —confiesa el pelirosa, negando con la cabeza— No
más.
Jungkook muerde su labio, acariciando suavemente su mejilla y
acercándose.
—¿Estás seguro, cariño?
Jimin se le quedó mirando de forma incógnita y en silencio por unos
segundos hasta que finalmente pierde la cordura y se impulsa hacia
Jungkook para estampar sus bocas con desesperación. Inmediatamente
Jeon no puede evitar gemir y corresponderle de la misma manera, ambos
moviéndose dentro del ascensor de un lado para otro sin ningún rumbo
en específico.
En un ágil movimiento el pelinegro levantó al pelirosa del suelo para
cargarlo y empotrarlo con brusquedad contra una pared, sacándole un
gemido. Sin esperar más, vuelve a besarle y entre los dos intentan bajarse
rápidamente los pantalones, sin despegar más de un segundo sus bocas.
Era como si fueran dos imanes que se negaban a separarse y se atraían
sin poder evitarlo.
Actuaban como si estuvieran contra tiempo porque en realidad sí lo
estaban, por lo que inmediatamente que Jungkook preparó a Jimin, no
dudó en levantarle nuevamente por los muslos y penetrarle con fuerza.
Park gimió al mismo tiempo que Jeon besaba ansiosamente la piel de su
cuello y comenzaba a embestirle de forma ruda.
—¡Ah! ¡Jungkook! —comenzó a gritar, aferrándose a los hombros del
pelinegro y sintiéndose sumamente en otro nivel.
Jungkook sostenía con fuerza sus muslos, dándole la perfecta seguridad
de que no caería y le follaría hasta el alma. Lo cual se estaba dedicando
arduamente a hacer. Jimin literalmente le miró sorprendido pues le
estaba embistiendo cada vez más fuerte, queriendo llegar a lo más
profundo y haciéndole ver estrellas. Lo sentía hasta posesivo la forma en
la que le tomaba, era increíble.

196
Escucharon ruidos afuera del ascensor, lo que les hizo ir más rápido de lo
normal y prácticamente intentar hacerse venir lo más deprisa. Jungkook
aumentó la velocidad de sus embestidas, teniendo a Jimin elevando de
forma considerable el tono de sus gemidos y sintiéndose al borde del
éxtasis.
—Mírame —ordena Jeon sobre sus labios en medio de jadeos—
Mírame.
Entonces Park lo hace hace, le mira antes de venirse, ambos rozando sus
labios y aferrándose a sus cuerpos cuando el orgasmo les golpeó de
forma turbulenta e inesperada. Haciéndoles gemir en sincronía sobre sus
propias pieles y logrando que varios ecos resonaran por todo el ascensor,
terminando con el sonido de sus respiraciones aceleradas.
Y en cuanto sintieron el ascensor moverse, rápidamente se separaron y
comenzaron a arreglarse a la velocidad de un rayo, intentando disimular
las manchas en sus topas. Logrando de forma milagrosa que se viesen
“decentes” y con las respiraciones pesadas más los labios hinchados
cuando el funcionario logró finalmente abrir las puertas.
—¿Están bien? —preguntó el guardia mirándoles con preocupación.
Ambos asintieron fugazmente con la cabeza, actuando como si nada
hubiese pasado y entonces el funcionario les dió espacio para salir.
Inmediatamente Jimin fue el primero en hacerlo, apartando la mirada
mientras se limpiaba la boca y se alejaba rápidamente de allí. Por otro
lado Jungkook tragaba saliva e intentaba controlar su alterada respiración
cuando el funcionario le dedicó una mirada sospechosa.
—¿Qué estaban haciendo para que el ascensor se quedara atascado?
¿Seguro que están bien? Escuché gritos.
—N-Nada. Lo siento, no volverá a pasar.
—Eso espero. Ahora, ve a trabajar.
Jungkook asintió y soltando un largo suspiro se dispuso a también irse
del lugar.

197
Buenas gente, qué tal les ha tratado la vida? En realidad este capítulo
tenía dos partes but como hice maratón la vez pasada, no quería
seguirlo. Así que para el sábado hay maratón de dos capítulos, uwu.
Creo que lo que pasó en este cap era algo que estaba propenso a
suceder, les dije que en algún momento los sentimientos iban a crecer
hasta traer problemas, pero quizás no sean tan difíciles de resolver como
parecen, sólo es cuestión de que ambas partes estén de acuerdo. Ya
verán.
Bueno, chau

198
020.

Maratón
1/2

—¿Ese es tu plan ahora? ¿Ignorarme?


Espetó firmemente Jungkook hacia Jimin en cuanto entró a su celda.
Aquellas palabras iban ligadas a que desde el encuentro en el ascensor,
Jimin había evitado cualquier cercanía con Jungkook durante el resto del
día. Sin embargo, nunca podría huir totalmente de él si al final del día
ambos volvían a la misma celda.
—No te he estado ignorando… —respondió sin mirarle mientras hacía
su cama para dormir.
—Por supuesto que lo haces —contradijo, avanzando hacia su posición
— Y quiero saber la razón.
Jimin suspiró y le encaró con una mirada seria.
—Lo que pasó en la mañana no puede volver a ocurrir.
—¿Dices que fue un error?
—Exactamente.
Jungkook bufó.
—¿Por qué eres así? —reprochó— ¿Por qué te cierras tanto? ¡Te ofrezco
mi ayuda y la rechazas!
—¡No quiero tu ayuda!
Se quedaron mirando en silencio de forma fulminante y tensa,
rompiendo poco a poco la paciencia de cada uno. Entonces Park hizo

199
ademán de irse pero Jeon le detuvo fuertemente del brazo, donde le
atrajo a su cuerpo y mantuvo sus rostros cerca.
—Escúchame —susurra, intentando calmar las cosas— Dejemos el
orgullo de lado y hablemos como personas civilizadas.
—No tenemos nada de hablar.
Jungkook chasqueó la lengua y en un ágil movimiento tomó con ambas
manos el rostro de Jimin y juntó sus labios, dándole un suave beso que al
principio no fue correspondido. Pero hasta la persona más orgullosa no
podía luchar contra sus propios instintos.
—¿Qué nos está pasando? —pregunta el pelinegro en voz baja, juntando
sus frentes y manteniendo una respiración calmada.
—No lo sé… —responde el pelirosa de la misma manera— Lo único que
sé es que tengo una terribles ganas de golpearte ahora mismo.
Jungkook reprimió una risa.
—¿Por qué?
—Porque eres el único hombre en este puto lugar que me ha movido el
suelo. Joder, te detesto. Siento que me haces débil…
—Te equivocas —responde con una sonrisa— Tú me haces más fuerte.
En estos meses que he estado a tu lado, me he dado cuenta de que te
necesito.
Jimin tragó saliva, mirándole de forma insegura.
—¿De qué manera? Estaremos juntos en esta celda por los próximos
cuatro años. No vas a perderme… Aunque quiera alejarme de ti, sé
perfectamente que no lo lograría.
—No te quiero de esa manera, joder —suspiró, alejando las manos de su
rostro— No sé realmente lo que quiero… Pero sí tengo claro algo, y es
que no quiero que sigas en ese estilo de vida…

200
El pelirosa de inmediato entornó sus ojos, cruzándose de brazos y
negando con la cabeza.
—¿Estás celoso? ¿Esa es la raíz de todo?
—En parte sí, en parte no. ¿Por qué no quieres dejarlo? —frunce el ceño
— ¿Acaso te gusta hacerlo?
—No —responde de inmediato— Pero no tengo otra alternativa. Y no
voy a permitir que gastes dinero en mí, ni mucho menos tener que
depender de tí. Yo le debo mucho dinero a Namjoon, no podrías
pagarlo… Es estúpido.
—El dinero no es un problema para mí… —confesó, suspirando— No te
lo había dicho pero a pesar de que mi padre me haya mandado a la
mierda, mi madre no lo hizo del todo. Ella me envía paquetes con dinero
para poder sustituir en este lugar, aunque no me habla. En fin, es
suficiente para poder pagar tu protección y la mía.
—Jungkook, no —sentenció molesto, dirigiéndose a su cama— Gracias,
pero no. Así estoy bien, no tienes que preocuparte por mí.
Jungkook gruñó.
—Joder, Jimin… lo veo en tus ojos, quieres aceptar. ¿Por qué mierda te
niegas?
—Yo no quiero deberte nada, Jeon.
—¡No tienes que hacerlo! —exclamó, comenzando a alterarse— No te
estoy pidiendo nada a cambio, sólo quiero ayudarte.
Entonces Jimin le encaró, con el ceño fruncido y las manos envueltas en
puños.
—No, tú sólo quieres que me acueste contigo y nadie más. Estás
actuando de forma posesiva. Y me conoces, sabes perfectamente que no
me gusta que me controlen… Por eso no, no aceptaré.
—Estás mal entendiendo todo. Sé que así parece, no puedo evitar
sentirme celoso porque realmente te quiero de esa manera… Pero fuera

201
de eso, realmente quiero ayudarte, Jimin… Al menos, piénsalo, ¿vale?
Jimin suspiró.
—Está bien, lo pensaré…
Jeon sonrió y después recordó algo importante.
—¿Entonces en qué quedamos? ¿Somos amigos y ya? —preguntó,
quitándose la camisa para comenzar a ponerse la pijama.
Jimin no pudo evitar mirarlo con cierto deseo por unos segundos y
rápidamente apartó la mirada, tragando saliva.
—Somos lo que somos, Jeon. Compañeros de celda, nada más. Sin
amistad, sin amoríos ni mucho menos follar.
Jungkook asintió, aunque muy en el fondo no estuviera totalmente de
acuerdo.
—Bueno, fue lindo mientras duró… —confiesa, revolviendo su cabello
negro y avanzando al contrario.
—Sí, realmente lo fue…
—Quizás si dejaras de tener miedo por el pasado estaríamos juntos… —
se atreve a decir, tomando su cintura y acercando su rostro.
Pero inmediatamente Jimin aparta esas manos de allí y voltea la mirada.
—Sí, bueno… Es mejor que vayamos a dormir ya.
—Tienes razón.
En silencio cada uno se dirigió a su respectiva cama, apagando las pocas
luces que tenían y esperando a que el sueño les venciera. Aunque
realmente ninguno de los dos podía dormir.
—Sabes, ahora que he descubierto que no soy del todo heterosexual…
—comenzó Jungkook, sabiendo que Jimin estaba despierto y le
escucharía—Quizás podría intentar relacionarme con otros presos, ¿qué
te parece?

202
—No creo que mi opinión sea importante… —responde el contrario,
suspirando— Es tu vida y lo que hagas con ella es cosa tuya.
—¿No te pondrías celoso si follo con alguien más?
—Me da igual —mintió.
—Vale… —asintió, sonriendo lentamente cuando una idea le llegó a la
cabeza— Buenas noches, Jimin.
—Buenas noches, Jungkook.
El siguiente capítulo ya está publicado para que vayan a verlo, es uno
muy importante en la historia porque marca un antes y un después de
todo.

203
021.

Maratón
2/2

Este capítulo contiene algunas escenas Taekook, no se pongan
sensibles o a hacer bardo porque es parte de la historia y tampoco
influirá mucho. Sólo por las dudas, chau.

Un golpe, dos golpes, tres golpes, y así sucesivamente. Uno más fuerte
que el anterior, Jungkook golpeaba con fuerza ese duro saco de boxeo.
—¡Vamos! ¡Tú puedes! —alentaba Taehyung, reteniendo el saco para
mejorar la práctica del contrario.
Jungkook finalmente dió terminada la sesión cuando sintió sus brazos
dolerle, se había sobre-esforzardo ese día y todo por querer desquitar sus
problemas personales. Taehyung le tendió una botella de agua cuando se
quitó los guantes de boxeo.
—Eres bastante bueno, Jeon —confiesa el azabache cuando ambos se
sentaron en una banca del gym para descansar— Si sigues así, podrías
postularte para participar en campeonatos dentro de la cárcel.
Pero el pelinegro hizo una mueca y se encogió de hombros.
—Nah, no creo que valga la pena… Aunque no suena tan mal, podría
considerarlo.
—Deberías.
—Como sea, tengo otros problemas en los cuales pensar que meterme a
un torneo o lo que sea —suspiró, pasando una mano por su cabello
sudado.

204
Taehyung le miró con interrogación y frunciendo el ceño.
—¿Sucede algo?
—La verdad es que sí… —murmuró Jungkook en medio de un suspiro,
realmente necesitaba decirle a alguien y quizás le beneficiaría una
opinión de terceros— ¿Aún tienes aquella intuición de que Jimin y yo
tenemos algo?
—Sip.
—Bueno, pues es cierto. Pasa algo, pero ninguno de los dos quiere dar
un paso más. Yo lo he intentado, pero Jimin se niega, y sólo me aleja…
—Oh, vaya… —ríe el contrario.
Jeon le mira raro.
—¿Por qué te ríes?
—Porque no pensé que fuera tan en serio. ¿Entonces se gustan
mutuamente y todo eso?
—Pues sí… es complicado —chasqueó la lengua— ¿Está mal que sienta
celos de que se acueste con otras personas?
—Mhm… —hizo una mueca, pensativo— Técnicamente sí, porque no
son novios.
—Joder…
Taehyung contempla la extraña desesperación de Jungkook y siente
lástima por él. Gustar de Jimin no debe de ser algo fácil, tampoco lidiar
con el estilo de vida que llevaba.
—Me gustaría poder ayudarte, Jeon… Pero en realidad no sé qué decirte.
Jimin siempre se ha cerrado al amor o a estar con alguien, no creo que
resulte tan fácil conseguirlo…
—Pero no imposible… —susurró el pelinegro para sí mismo y
seguidamente se giró hacia el azabache con una repentina energía—
Necesito tu ayuda para poner a Jimin a prueba.

205
Kim frunció el ceño.

—Quiero darle celos a Jimin, pero para eso tendría que entrometerme
con algún otro preso y la verdad es que no me interesan. Pero tú eres el
único con el que tendría la confianza de—
—Espera —le detuvo, mirándole sorprendido— ¿Qué estás insinuando?
¿Quieres que follemos?
—¡No! —contesta de inmediato, negando varias veces con la cabeza—
Joder, no. Es solamente algunos contactos físicos o cercanías… ya sabes.
¿Me ayudarías? Está bien sino quieres, entiendo que sea algo extraño.
—Entonces… ¿me estás pidiendo un favor que implica molestar a Jimin?
—concluyó e inmediatamente sonrió en grande— ¡Pues cuenta conmigo!
Jungkook quedó asombrado.
—¿En serio?
—¡Sí! —asiente— Será divertido.
—¿Tú crees? —alza una ceja.
—O puede que termine mal y con uno de los dos en enfermería.
—¿Ah?
—Olvídalo —le sonrió de forma inocente.
Dicho esto, ambos se dirigieron a los baños para poder ducharse
tranquilamente. Después, Jungkook invitó a Taehyung a su celda para
charlar un rato sobre el tema.
—¿Dónde está Jimin? —preguntó el azabache al no ver a su amigo en
ningún lado.
—Está en talleres, creo.
—O puede estar haciendo otra cosa…

206
—Cállate —espeta Jeon, luciendo repentinamente molesto.
Kim alza sus manos en señal de derrota.
—Tranquilo, era en broma. Joder, últimamente andas bastante agresivo.
Comienzas a parecerte a Jimin… Ah~ son el uno para el otro… —sonríe
de forma sarcástica.
—¿Podrías cerrar la boca? Estoy luchando con el impulso de darte una
paliza por idiota.
—Aquí el único idiota eres tú al no atreverte a darme un beso.
Jeon se detiene se seco.

Entonces el azabache sonríe de forma arrogante, pues conocía


perfectamente el horario de Jimin y sabía donde estaba ahora mismo.
Según el reloj en la pared, pronto sería el segundo turno para las duchas
el cual ese día era el de Jimin, por lo que este no tardaría en ir a su celda
a recoger sus cosas y si todo salía bien, podría encontrarlos besándose.
Así que no dudó en acercarse a Jungkook con los brazos cruzados.
—Como oíste, Jeon. Si vamos a fingir al menos practiquemos… ¿O no te
atreves?
—La psicología inversa no funciona conmigo, Tae.
—¿Entonces es un no? —arqueó una ceja— ¿Cómo planeas darle celos a
Jimin si no puedes darme ni un beso?
Jungkook presionó sus labios y soltó un fuerte suspiro.
—Bien, tienes razón —dice, acercándose— ¿Ahora?
Taehyung se encogió de hombros con una sonrisa traviesa.
—¿Por qué no?
—Vale.

207
Dicho esto, Jungkook rompe el espacio personal que tenía con Taehyung
y toma su rostro para unir sus labios sin chistar. Entonces comienzan a
besarse de forma suave, como si estuviesen tanteando el terreno antes de
lanzarse completamente. Los labios de ambos fueron poco a poco más
rápido, quizás no sentían nada uno por el otro pero no iban a negar que
les estaba gustando.
Justamente en ese momento Jimin entra a la celda, deteniéndose en seco
y con los ojos de par en par cuando los vió. Taehyung y Jungkook se
separaron al instante sin embargo no dijeron nada.
—A-Ah, lo siento… —murmura el pelirosa, ingresando para buscar algo
entre sus cosas— Sólo venía por mi toalla.
—Claro —asiente Jeon, algo incómodo.
—Nos vemos —dice Park antes de salir, dejándolos nuevamente solos.
Jungkook suspiró, limpiando disimuladamente su boca.
—Creo que no funcionó.
—¿Eso crees? —intuye Taehyung, sonriendo— Es sólo cuestión de
provocar al tigre hasta hacerlo rugir.
—Siento que terminaré quedando como un imbécil.
Ambos comenzaron a reír al mismo tiempo y finalmente se quedaron
charlando en la celda. Entonces comenzaron a pasar los días, ellos
actuaban bastante cercanos cuando estaban juntos y en realidad se
estaban volviendo más unidos. Cuando comían se sentaban juntos y
hablaban mucho más entre ellos, de vez en cuando Jungkook miraba a
Jimin pero este ni siquiera los veía. Y varias veces aprovechaban que
Jimin estuviera cerca para darse cortos besos, lo único extraño era que el
objetivo no reaccionaba o se mostraba molesto. Nada más indiferente,
sin expresar ningún emoción al respecto.
Hasta ese día.

208
Todos estaban pasando tranquilamente su tiempo libre en el patio,
disfrutando del aire fresco y algunos jugando basketball. Por el lado de
Taehyung y Jungkook, ellos se encontraban sentados en la banca
fumando mientras charlaban de cosas triviales hasta que fueron
interrumpidos por Jimin.
—Necesito hablar contigo —le dijo a Jungkook y después miró a
Taehyung— ¿Te importaría?
Kim se encogió de hombros y despidiéndose de Jeon, se levantó para irse
a jugar un poco.
Inmediatamente Jimin ocupa su lugar, sentándose al lado de Jungkook
quien le daba una calada a su cigarro de forma despreocupada y sin
mirarle.
—¿Qué sucede? —pregunta, soltando el humo al hablar.
Jimin suelta un largo suspiro, cruzándose de brazos y tampoco sin verle.
Ambos viendo hacia el frente.
—¿Taehyung? —suelta con un tono de voz molesto— De todas las
personas con las que pudiste reemplazarme… ¿Con mi mejor amigo?
¿Es en serio?
—No te estoy reemplazando. Taehyung es la segunda persona a la que le
tengo más confianza —respondió alzando los hombros con indiferencia.
—¿Y quién es la primera?
Entonces Jungkook voltea hacia Jimin, ambos finalmente mirándose a
los ojos y respondiendo su pregunta con una mirada.
—Pensé que no te molestaría… —continuó— Eso me dijiste.
—Lo sé, pero no con Taehyung. Es mi amigo, joder.
—A él no le importa.
—Pues a mi sí —espetó, frunciendo el ceño— Aléjate de él.

209
Jungkook le mira ligeramente sorprendido y después sonríe de forma
arrogante.
—No lo haré.
Entonces hace ademán de darle otra calada a su cigarrillo pero
inmediatamente el pelirosa se lo quita de un golpe y le besa
repentinamente en los labios. Dándole un suave beso que terminó con un
chasquido de sus bocas y la confusión del pelinegro surgir a flote.
Aunque no iba a negar que lo disfrutó, y mucho.
—Tú ganas —susurra Jimin sin alejarse de su rostro— Soy igual que tú,
no soporto verte con otra persona…
Jeon se queda asombrado y seguidamente niega con la cabeza, sin evitar
sonreír.
—Vaya, qué gran hipócrita eres…
—Cierra la boca. Tú eres un imbécil por intentar darme celos a
propósito.
—Yo pensaba que realmente no te importaba…
Park suspiró.
—Claro que sí, no lo demostraba pero estaba muriéndome por dentro.
Rieron al unísono, soltando poco a poco la tensión que tenían y
volviendo a un ambiente relajado. Finalmente Jimin decidió acostarse en
la banca, dejando reposar su cabeza sobre los muslos de Jungkook
mientras este le acariciaba suavemente el cabello.
—Somos un puto desastre —admitió Jeon en medio de una pequeña risa.
—Definitivamente —concuerda Park, suspirando.
Se quedaron en silencio por varios minutos, con la suave brisa del viento
rozando levemente sus rostros y sin saber qué decir en ese momento.
Hasta que Jungkook finalmente decidió preguntar lo que a ambos les
inquietaba:

210
—Oye… ¿Tú y yo qué somos ahora?
Jimin frunce levemente el ceño, mirando a Jungkook desde su posición.

—¿Tú y yo que somos ahora? —repitió, acariciando con sus dedos los
cabellos rosas del chico y bajando la mirada para verlo.
Jimin muerde el interior de su mejilla, apartando la vista y suspirando.
—¿Tú que quieres que seamos?
Jungkook presiona sus labios, pensativo.
—¿Entre qué cosas puedo elegir?
—Bueno… —suspira— Podemos ser un montón de cosas… Podemos
ser buenos amigos… Podemos ser buenos amigos que follan… Podemos
ser novios que es como todo lo demás pero mucho mejor…
En ese momento Jungkook empuja suavemente a Jimin para que se
levantara y así ambos mirarse a los ojos.
—Okay —dice Jeon, con una luz en sus ojos y expresión nerviosa.
—¿Okay qué? —pregunta Park.
Jungkook relame sus labios, tragando saliva y sonriendo levemente.
—Seamos eso… Novios.
Jimin observa su rostro en silencio sin ninguna expresión por unos
segundos, seguidamente aparta la mirada, viendo a la nada y como si
estuviera pensándolo. Hasta que finalmente suspira y voltea nuevamente
hacia Jungkook, asintiendo con la cabeza.
—Vale, seamos novios.
Entonces se acerca para tomar el rostro del pelinegro y darle un suave
beso, completamente significativo para ambos, dejándolos con unas
tontas sonrisas al separarse.

211
—Eso sí, tienes que aceptar mi propuesta —dice Jeon— Te quiero
solamente para mí.
Park ríe.
—Está bien, ya lo pensé y realmente es lo mejor… Pero si vuelves a
besar a Taehyung te juro que te mato.
—Bien, sólo te besaré a ti… —murmura, acercándose a sus labios.
—Sí, señor —susurra el pelirosa haciendo la misma acción.
Hasta que finalmente vuelven a besarse, esta vez de forma más
apasionada, tanto así que sus compañeros les chiflaron, algunos
sorprendidos porque no tenían idea de su relación y otros riéndose
porque no se lo esperaban.
Y así comenzó una nueva etapa en sus vidas, una en la que oficialmente
eran una pareja, algo dispareja y diferente pero extrañamente funcional.
Sellando profundamente ese pacto con un beso sabor a cigarrillos y
dulces de fresa.
Bueno gente, espero les haya gustado el cap uwu suena como si fuera
el final but no lo es, jajs. Sólo que ya para el próximo capítulo haré
un salto en el tiempo, para comenzar la segunda parte de la
historia?) por alguna forma decirlo, anyways, wait for it porque esto
aún no ha terminado ;)
Por cierto, pasó en el fic porque es ficción y todos los personajes
están idiotas, pero no romanticemos los celos. Los celos son malos y
reflejan sólo inseguridades de una persona, nunca rocen ni lo tóxico
con ellos, pls.
Chau

212
022.

Dos años después.


Eran contadas las veces los momentos de felicidad que podías tener en
una presión, pues casi todos los días eran un constante aburrimiento y
rutina, lo único que podía distraerte eran las personas pero hasta ya te
aburrías de ver los mismos rostros todos los días.
En el centro de la prisión los reclusos se encontraban celebrando porque
después de mucho tiempo podrían tener la oportunidad de ver una
película. Era algo que hacían una vez por año, la única diferencia es que
les dieron la oportunidad de hacerlo temática cine, con palomitas y
oscuridad.
En la prisión, la cosa más insignificante y sencilla que ocurre allá afuera,
era la máxima celebración adentro. Y hacían todo lo posible para no
arruinarlo.
Por lo que cuando les dieron la noticia todos comenzaron a pegar gritos
de alegría y comenzar a cantar, otros hicieron música con las cosas que
tenían a mano y los restantes se ponían a bailar.
Y no era una sorpresa que en medio de esa pequeña multitud se
encontraran Jungkook y Jimin bailando mientras cantaban al compás de
la canción. Permaneciendo en su burbuja con las manos entrelazadas y
moviéndolas de un lado a otro, hasta que Jungkook hizo que Jimin se
diera la vuelta y pegara su espalda contra su pecho, comenzando a bailar
de forma caótica en esa posición. Inmediatamente los demás reclusos
comenzaron a alentarlos y a soltar silbidos, sin quitar la vista de la
pareja.
Taehyung no tardó en unirse de forma inesperada, colocándose detrás de
Jungkook y tomando su cintura. Entonces Hoseok también se les unió y
así sucesivamente hasta formar un tren, andando alegremente por los

213
alrededores hasta que la diversión se acabó cuando los funcionarios
llegaron poner orden.
—¡Hey! —exclamó uno de ellos, llamando la atención— ¡Silencio!
¡Esto no es un carnaval!
—Ay, no seas aguafiestas —protestó Taehyung y los demás le siguieron.
—¡Vuelvan a sus rutinas! —ordena finalmente el funcionario con
pesadez.
Con gran pesar y murmullos cagándose en la madre del funcionario, los
reclusos rompieron el círculo de celebración y volvieron a su vida
cotidiana.
Jungkook volteó los ojos, acomodando su cabello oscuro y largo para
después acercarse a Jimin y tomarle íntimamente de la cintura.
—¿Nos vemos en la lavandería después de los talleres? —preguntó en
voz baja antes de darle un casto beso en los labios.
Jimin sonrió, mostrando su perfecta y blanca dentadura junto a su lacio
cabello rosa.
—Allí estaré.
Se dieron un último beso antes de separarse y dirigirse a caminos
opuestos para completar sus talleres correspondientes los cuales eran
diferentes. Aún después de tanto tiempo seguían sin coincidir en ello,
aunque no les molestaba mucho pues literalmente pasaban todo el tiempo
juntos cada vez que podían. Habían pasado en total dos años desde que
Jungkook entró a la prisión y comenzó a andar con Jimin. Cuando todo
comenzó, fue una gran polémica porque la mayoría de reclusos tenían
sexo con Jimin o deseaban poder tener algo íntimo con él, pero al
hacerse oficialmente novio de Jungkook, literalmente les cerró las
puertas a todos. Muchos comenzaron a odiar a Jungkook por eso, porque
según ellos, “les arruinó la fiesta”. Y tomando en cuenta que Jimin era de
los chicos más lindos y deseables de la prisión, por su aspecto delicado y
físico, armó un gran revuelo.

214
Por el lado de Namjoon, él respetó la decisión de Jimin de dejar todo y
pagar su protección por otros medios. Además de que a duras costas
Jungkook le estaba ayudando, y todo porque realmente ellos querían
estar juntos de verdad.
No era algo pasajero o del momento, ellos realmente se habían
enamorado uno del otro.
Pues siempre estaban juntos, nunca se separaban y no les importaba
comerse la boca con todo el mundo al frente.
Dejando constantemente en claro a los demás que ellos se pertenecían
mutuamente y nadie lo iba a cambiar.
Hasta ese día.
Horas después, Jungkook y Jimin se dirigían a su celda tomados de la
mano después de haber follado en la lavandería, hasta que comienzan a
escuchar a varios reclusos hacer escándalo mientras miraban desde la
baranda del segundo piso hacia abajo. Entonces ellos algo confundidos
se acercaron para asomarse también, dándose cuenta que se trataban del
ingreso de nuevos reclusos a la prisión.
Carne fresca, como decían.
Todos lograron divisar a dos chicos nuevos entrar con sus nuevas
pertenencias y uniformes amarillos, siendo guiados por un funcionario
quien les indicaría su número de celda como era el protocolo. Los
reclusos inmediatamente comenzaron a chiflarles y decirles cosas, siendo
evidentemente ignorados.
Jimin reía ante las estupideces que decían los demás hasta que uno de los
nuevos alzó la mirada, e inmediatamente la sonrisa del pelirosa
desapareció cuando lo reconoció, pasando a una mueca totalmente
impactada.
—Taemin… —susurró para sí mismo con los ojos abiertos de par en par,
sintiendo que la presión se le bajaba y viéndose obligado a alejarse
lentamente de allí, intentando procesar lo que acababa de ver.

215
Jungkook enseguida notó que Jimin ya no estaba a su lado e
inmediatamente se volteó para encontrarlo completamente pálido y como
si hubiese visto a un fantasma.
—¿Estás bien? —preguntó con preocupación, acercándose para tomarle
de los brazos pues parecía que en cualquier momento se desmayaría—
¿Qué pasó?
—No puede ser… —murmura Park totalmente fuera de sí, negando con
la cabeza y alejándose de Jeon— T-Tengo que… que irme.
Jimin no esperó a que Jungkook dijese algo y giró sobre sus talones para
irse rápidamente de allí hasta su celda, sintiendo su corazón latir de
forma acelerada junto a su respiración irregular. Al entrar llevó ambas
manos a su cabello para tirar de él, comenzando a andar de un lado a otro
como un desquiciado.
—No es posible, no es posible, no posible… ¿Qué mierda hace aquí? —
susurraba sin control— ¡Joder! —exclamó antes de patear con fuerza una
silla.
—¡Hey!
Jungkook había ingresado a la celda e inmediatamente se acercó hacia
Jimin para hacerle reaccionar.
—¿Qué sucede? —pregunta en voz alta cuando tomó su rostro y le
obligó a mirarle a los ojos— ¡Contéstame, joder! Me estoy asustando…
—Es él… —susurró Jimin, mirando a la nada.
—¿Quién? —siguió interrogando de forma desesperada— ¡¿Quién es?!
Jimin finalmente tragó saliva, y levantó su mirada hacia Jungkook. Una
mirada que estaba combinada entre angustia y rabia, pero especialmente
rabia.
—Es mi ex.
¿Qué pasa, loks? Bueeeeno, han pasado dos años! Yo les advertí que
habrían grandes saltos en el tiempo en esta historia y dehecho no va

216
a ser el último… Anygays, esta es… ¿como la segunda parte del fic?
idk, pero marca un antes y un después de todo, porque ya ha pasado
bastante tiempo, tanto Jk y JM ya no se llevan mal, y ahora son
novios como tal y ajá. La parte del enamoramiento ya pasó, ahora se
viene lo chido, lo intenso de la historia y espero que les guste, soooo.
Ah, y lo siento por poner a Taemin como el ex de Jimin (espero que
empiecen a hacer memoria de él y lo que hizo) i know, sé que Taemin
está re quemado pero cabía muy bien para este personaje además de
que era más visible e imaginable, idk, es un nuevo personaje que si
bien no va a ser tan influyente en la historia para ser un personaje
importante, si va a ser un poco mucho molesto :)
Y bueno eso, get ready.
Chau <3

217
023.

Jungkook caminaba de un lado a otro con los brazos cruzados y el ceño


fruncido.
—¿Estás hablando de ese tipo? —interrogó nuevamente a Jimin— ¿El
que te engañó? ¿El responsable del por qué estás aquí?
—¡Sí! —responde, sintiendo su sangre hervir en rabia— ¡Y está aquí
ahora! ¡Me cago en la puta! —exclamó antes de golpear el primer objeto
que tenía cerca.
—¡Hey, hey, hey!
Jungkook se acerca de inmediato para tomarle de lo hombros y detenerle,
haciendo después que le mirara a los ojos.
—Tranquilo, ¿ok? No pierdas el control de las cosas y mucho menos
hagas acciones sin pensar.
Jimin gruñó, alejándose de forma brusca.
—¿Cómo mierda quieres que me tranquilice? ¡Voy a matarlo en cuanto
lo vuelva a ver!
—¡No, joder!
—¿No? —le mira sorprendido— ¿Acaso lo estás defendiendo?
Jungkook voltea sus ojos e intenta con la mirada calmar a Jimin.
—Sabes perfectamente que no es así, cariño. Pero no es lo mejor ahora
mismo, entiendo que estés molesto y resentido. Joder, hasta a mí me da
rabia pero no por eso tenemos que perder el control. Recuerda que
estamos en una prisión, si vas y lo atacas, te sancionarán. ¿Y tú quieres
volver a aislamiento?
El pelirosa muerde uno de sus gruesos labios, demostrando cierta
inquietud y seguidamente suelta un bufido.

218
—Mierda, tienes razón…
—Respira, ¿vale? —pidió, alzando una mano para acariciar suavemente
su mejilla— Lo resolveremos.

Entonces una pequeña pero malévola sonrisa se asoma en los labios del
pelinegro, alzando sus cejas de forma traviesa y con un particular brillo
en sus ojos.
—Haremos que pague por todo lo que te hizo. No permitiré que ese hijo
de puta se salga con la suya de nuevo y sin salir ileso.
Jimin sonrió.
—Eres el mejor —dijo antes de darle un tierno beso en la mejilla.
—Hablando de cuentas pendientes… —murmura, alejándose para
comenzar a buscar algo dentro del colchón— ¿Recuerdas aquel tipo que
te tocó el culo en el comedor?
—Sí, le partí la cara después, ¿por qué? —ladeó ligeramente la cabeza,
frunciendo el ceño.
Jimin observa como Jungkook saca una arma blanca que ellos había
confeccionado tiempo atrás, la cual consistía en una cuchilla adherida a
la mitad de un cepillo de dientes con cinta y sonrió nuevamente de
aquella forma.
—Bueno, creo que no tuvo suficiente con aquella paliza que le diste,
porque aún te sigue mirando de forma descarada en las duchas y hasta se
masturba mientras lo hace.
—¡¿Qué?! —suelta con los ojos abiertos de par en par e inmediatamente
cambia a un semblante molesto— No tenía idea. Ese asqueroso imbécil
me las va a pagar, voy a—
—No —interrumpe Jeon, escondiendo el arma dentro de su manga y con
una mirada firme— Yo lo haré.

219
—Jungkook, sabes perfectamente que puedo defenderme solo.
—Tienes razón, pero no puedo quedarme de brazos cruzados. Si alguien
te hace algo, sé que tú se lo devolverás el doble. ¿Pero sabes una cosa
que no todos saben? Que yo también se los devolveré, pero el triple de
peor. Así que si me disculpas…
Dicho esto se dirigió a la salida al mismo tiempo que el pelirosa
suspiraba y entornaba sus ojos, para después sonreír levemente.

Dicen que la cárcel cambia a las personas, pero en realidad, no es un


decir, sino un hecho. Porque lo hace. No importa si llevas un mes, un año
o diez años, no sales siendo el mismo que eras antes de entrar.
Desgraciadamente, en vez de reformarte, la cárcel te hace peor, te
corrompe y te hace mierda. Te cambia por completo hasta el punto de
llegar a perder tu humanidad y nunca más volver a ver el mundo con los
mismos ojos.
Y aunque Jungkook llevara dos años allí, habían sido los suficientes para
terminar con la poca decencia que tenía. Era algo predecible, él sabía que
pasaría y sólo le tocó aceptarlo. Lo que pasa, es que cuando cambiamos
normalmente no nos damos cuenta de ello, sólo lo hacemos de a pocos
hasta que se nos hace costumbre.
En su interior, Jungkook pensaba que no había cambiado. Sin embargo,
la verdad no era así, pues lo había hecho y mucho. Tanto físicamente
como mentalmente. Antes era el muchacho decente, de alta clase y rico
que todos molestaban. Ahora era todo lo contrario, y lucía más como el
concepto de un criminal que otra cosa. Y sinceramente, le importaba un
carajo.
Es más, si le hubieran dicho a su yo del pasado que haría lo que estaba a
punto de hacer ahora, jamás se hubiese reconocido.
Pero el Jungkook de antes ya no existía, el Jungkook de antes ya estaba
muerto y murió desde el primer día en que entró.

220
Y ya no había vuelta atrás.
Entrando de forma tranquila y despreocupada a los baños, se dirigió a los
lavados donde aquel tipo que había tocado a Jimin se posicionó. Lo
había estado siguiendo en secreto, y este era el momento perfecto para
hacer su jugada. Cabe destacar que ese hombre había entrado hace dos o
tres meses y parecía que aún no entendía las reglas del lugar.
Tales como: “Por lo que más quieras, no toques de ninguna forma a los
novios de otros reclusos. Porque puedes estar firmando tu sentencia de
muerte.”
Con una dura y amenazante mirada, Jungkook le pidió a los reclusos
sobrantes que estaban en ese lugar que salieran. Y estos inmediatamente
obedecieron porque era costumbre que hubiesen conflictos por resolver
en ese lugar, especialmente peleas en los baños y nadie quería ser
cómplice de ello.
Una vez estuvo despejado, el tipo ni siquiera se había dado cuenta de
eso, tampoco de que Jungkook estaba allí, justamente detrás suyo. Sólo
logró verlo cuando alzó la mirada hacia el espejo del frente y visualizó la
figura del pelinegro a sus espaldas.
—¡Mierda! —exclama, dándose la vuelta y observándolo con ojos
asustados— ¿Q-Qué carajos te pasa? Casi me das un infarto, hombre.
Jungkook sonríe suavemente.
—¿En serio? Lo siento… Diría que no fue mi intención pero al contrario,
era mi intención. ¿Sabes quién soy?
El hombre entrecerró un poco sus ojos y seguidamente los abrió de golpe
al reconocer de quien se trataba. Casi de forma instantánea, comenzó a
retroceder con lentitud.
—A-Ah… mira amigo, y-yo no quiero problemas… —balbuceó.
—Yo no soy tu amigo —aclaró Jeon, acercándose al muchacho de la
misma forma en la que retrocedía— Y los problemas ya los tienes…

221
La espalda del recluso finalmente tocó la pared, viéndose sin escapatoria
y sin poder quitar la mirada asustadiza de su rostro pues Jungkook le
doblaba en tamaño y fuerza.
—Y-Yo no he hecho nada —intentó torpemente— No te debo dinero ni
nada por el estilo, ni a ninguno de tus amigos… ¿Qué demonios quieres?
—Oh, ¿así que quieres que te refresque la memoria? —alzó sus cejas—
¿Te parece una paliza? ¿Quizás así puedas recordar, no? —intuyó,
acercándose con intenciones de golpearlo pero inmediatamente el
hombre lo esquivó.
—¡Espera, espera, espera!
Le detuvo alzando sus manos en forma de derrota.
—¿Q-Quieres dinero? ¿Es eso? —intentó, comenzando a temblar.
Jungkook soltó una carcajada.
—Mira, te voy a ayudar. Son dos palabras: Park Jimin. ¿Te suena? —
logró contemplar como el tipo palideció— Definitivamente te suena, y
claro que lo haría, si pasas pensando en él todo el tiempo, hasta en la
ducha, ¿no? —sonrió de una forma para nada amigable.
—Mierda —soltó el hombre al recordar que Jungkook era el novio de
Jimin— J-Joder, lo siento… ¿Vale? T-Te juro que no volverá a pasar…
—Pues claro que no volverá a pasar, si para ese entonces ya estarás
muerto, pedazo de mierda.
Entonces Jeon saca el arma que tenía bajo la manga y la apunta hacia el
hombre quien inmediatamente retrocede, negando incontables veces con
la cabeza.
—No, no, no, no, e-espera…
—Enséñame tus manos —ordena.

222
—¡Enséñame tus jodidas manos, ahora! —grita pero el tipo sigue
viéndole con confusión y entonces lo golpea— A ver, ¡Enséñame! ¡Ya!
Rápidamente el recluso obedece, colocándolas al frente y dejando sus
palmas a la vista de Jeon quien tranquilamente toma su mano derecha y
la observa con atención mientras le da una pequeña caricia con su pulgar.
—Uhm… —murmura, con el rostro pensativo— ¿Esta es la mano con la
que tocaste a mi novio?
Antes de que el tipo reaccionara, Jungkook había pasado fuertemente la
cuchilla sobre su palma, haciéndole un profundo y fino corte hasta
sacarle un grito de dolor.
—O quizás haya sido esta —dice tomando rápidamente la mano
izquierda y repitiendo la misma acción, escuchando otro grito mucho
más fuerte.
—¡Hijo de puta! —exclama el hombre con la respiración descontrolada,
observando horrorizado sus manos ensangrentadas y luchando con el
insoportable dolor que sentía.
Entonces Jungkook termina por acorralarlo bruscamente contra la pared,
colocando el cuchillo sobre la piel de su cuello y mirándole con ojos
asesinos.
—Escúchame, pedazo de mierda. La próxima vez que toques a mi novio
te voy a matar. No me importa donde estés, no lo mires, no le hables y no
lo toques nunca más en tu miserable vida… —espetó entredientes,
haciendo presión en el cuchillo y cortando un poco su piel— Estaré
vigilándote, desde ahora seré como una sombra detrás de tí, como una
pesadilla de la cual no podrás escapar… —otro corte más— Y pobre de
ti si me entero que le haces lo mismo a los reclusos débiles, porque será
tu fin. ¿Te quedó claro o quieres que vuelva a golpearte para que
funcione tu mierda de cerebro?
—E-Estás loco…
Entonces sin dudar Jungkook le entierra la cuchilla en el hombro,
teniendo al tipo revolviéndose de dolor y lágrimas.

223
—¿Quedó claro? —volvió a repetir, mirándole fijamente a los ojos.
Varios asentimientos con la cabeza fue lo que recibió pero no era
suficiente para él, por lo que enterró más el cuchillo hasta tocar fondo.
—Con palabras, idiota.
—¡Sí! —gritó el contrario, en medio de sollozos— S-Sí, joder, sí, por
favor… no más, p-por favor…
—Bien…
Sin embargo, Jungkook no le soltó todavía porque aún faltaba algo más.
Y fue cuando comenzó a golpear firmemente con su rodilla la
entrepierna del tipo, una y otra vez sin piedad alguna.
Hasta que finalmente se detuvo, sacándole la cuchilla del hombro y
tomando la mandíbula del contrario para decir:
—A ver si así se te ocurre volver a jalártela viendo a mi novio,
repugnante cerdo de mierda.
Y lo soltó de golpe. El hombre cayó en seco, Jungkook sólo limpió el
arma y la volvió a meter bajo la manga para después darse media vuelta
y alejarse tranquilamente con las manos metidas en los bolsillos.
Dejando al hombre gimiendo de dolor sobre el suelo y desangrándose
hasta desmayarse.
Pequeño recordatorio de que ningún ship es real, por lo que no te da
el derecho de despreciar/excluir e insultar a x miembro sólo porque
según en tu cabecita loca está “arruinando la relación de tu ship”.
Aprendan a diferenciar entre shipear sanamente teniendo en cuenta
que sólo son dos personas las cuales amas su relación
independientemente de si tenga un contexto romántico real o no, a
crear teorías/análisis/delulear u observar detenidamente cada acción
que hagan = estar mal de la cabeza. Tampoco ver al chico sólo como
parte de un ship, sino reconocerlo como el artista talentoso que es y
punto.

224
Sé que algunxs ya lo saben pero siempre es bueno recordarlo además
de que a muchxs se les olvida :)))
Espero les esté gustado la historia, otro datazo, Taemin no va a ser
tan influyente en el drama, no soy tan cliché, sólo atribuye pero no es
principal ni me voy a enfocar totalmente en en él, nah. Chau <3

225
024.

Varios murmullos y susurros se escuchaban alrededor en la sala, todos


los reclusos se encontraban sentados en filas mientras esperaban ansiosos
a que empezara la película.
La pandilla de Namjoon ya se encontraba en sus asientos, todos hablando
y vacilando entre sí mientras comían palomitas.
Finalmente llegó el funcionario a cargo de poner la película, todos
aplaudieron bastante emocionados y se empeñaron en hacer silencio.
Minutos después de que comenzara, un grupo de reclusos entró a la sala
en silencio, se trataba de la pandilla de Kang.
Desde su posición Jimin distinguió a Taemin entre ellos. Tenía que ser
una jodida broma, ¿verdad?
Namjoon y los demás sabían quién era aquel tipo, pues les habían
contado ese día por lo que se mantuvieron atentos a las acciones de
Jimin. La pandilla de Kang se sentó a un lado extremo de donde estaban
ellos, ignorando completamente las miradas de los demás reclusos sobre
ellos y comenzando a mirar la película.
Jungkook miró de reojo a Taemin, era un hombre alto y rubio de ojos
café claros. Su rostro era bastante sofisticado con facciones ligeramente
marcadas, se podía notar que era unos años mayor. Era guapo. Y tenía
todo el aire de ser un completo criminal, pero de esos que pasaban
desapercibidos por su apariencia amigable e inofensiva.
Por su lado, Jimin no podía dejar de mirarlo como si lo fuera a matar,
cosa que no estaba tan lejos de la realidad. Entonces Taemin finalmente
lo vió de vuelta, y no mostró ninguna expresión de sorpresa en su rostro.
En vez de eso, le sonrió de forma descarada para después guiñarle un
ojo.

226
Sorprendido, Jimin hizo ademán de levantarse pero inmediatamente
Jungkook le toma del hombro para devolverlo a su asiento. Dejándolo
con la respiración pesada junto a unos incontrolables ganas de golpearlo.
—Tranquilo —le susurró Jungkook al oído, pasando un brazo por su
espalda y atrayéndole a su cuerpo— Mantén la calma y deja de mirarlo.
Jimin obedeció, suspirando y volviendo su mirada a la película mientras
intentaba no pensar más en ese tipo. Jungkook le hizo una mala cara a
Taemin antes de imitar la misma acción.
Taemin mostró inmediatamente un rostro serio, fulminado ahora con la
mirada a la pareja que había dejado de mirarlo.
—¿Tienes problemas con Park Jimin o es que te lo quieres follar? —
preguntó Sesang.
—¿Me creerías si te digo que es mi ex?
El chico se quedó completamente anonadado.
—¿Qué dices? —bufó— Ni en broma.
—Es en serio. ¿Por qué crees que me estaba mirando así?
—Bueno, Jimin mira mal a todo el mundo.
—Eso es cierto —concordó Jihwa, metiéndose en la conversación—
Pero no lo hace con los nuevos… Así que probablemente Taemin diga la
verdad. ¿Hace cuánto?
El rubio hizo una mueca pensativa.
—Mhmm, hace como seis años…
—Es la misma cantidad de tiempo en la que Jimin ha estado en prisión.
¿Acaso tuviste algo que ver en eso?
—Algo así…
—Uh. Mala racha.
Taemin frunció el ceño.

227
—¿Por qué?
—¿Cómo que por qué? —protestó indignado— ¿Ves esto? —señaló una
cicatriz en su cuello— Me lo hizo tu querido ex novio, no sé cómo
carajos lo recuerdes pero es un pequeño demonio.
—Es un hijo de perra —habló entredientes Jaesoo, su tono de voz
demostrando el gran rencor que le tenía— Y también una puta descarada.
Taemin tragó saliva, volviendo a mirar a Jimin desde lejos.
—¿Quién es el tipo que está a su lado?
—Ah, Jeon Jungkook. Es el hijo de Jeon Hyunsik, un pijo de mierda.
—¿Qué? Pero esa gente es prácticamente millonaria. ¿Qué carajos hace
aquí?
—Hay muchos rumores, pero tenemos entendido que mató a alguien y
sus padres no quisieron sacarlo. Está desde hace dos años y ha sido como
un grano en el culo, arruinó la diversión cuando se hizo novio de Jimin.
—¿Novio? —repitió sorprendido.
—Síp, el pijo y el rosita. Una gran combinación —explica Sesang de
forma sarcástica— Son como el ying y el yang, si te metes con uno
automáticamente te metes con el otro. Si estás pensando en recuperar a
Park, la tienes jodidamente difícil.
—No pienso recuperarlo… —murmuró— Bueno, de todos modos no
creo que quiera volver conmigo después de lo que le hice… En realidad
pienso que sería divertido jugar un poco con él…
—Yo te ayudo si es necesario —dijo Jaesoo— Haría cualquier cosa para
cagarle la vida a ese hijo de puta y su noviecito.
—Suficiente.
Intervino Kang, indicándoles con una mirada que bajaran la voz y
prestarán atención a la película. Sin embargo, se acercó disimuladamente
hacia Taemin para susurrarle.

228
—Mantente cuidadoso de hacer alguna tontería, lo que menos quiero es
comenzar otra guerra con la pandilla enemiga y que nos cueste más años
a nuestra sentencia. Más te vale comenzar a olvidar cualquier
pensamiento que tengas referente hacia Park o vete despidiendo de este
grupo.
Y Taemin asintió. Poco convencido.

Jimin jamás pensó que volvería a ver a su ex, en realidad hasta rogaba al
destino no querer hacerlo pues sabía que la pasaría bastante mal y no
podría tener el control.
El control de querer matarlo. Porque claramente le tenía rencor, y
mucho.¿Pero cómo no? Si gracias a Taemin, él estaba en la cárcel.
Además de la descarada traición que le hizo.
Dicen que el pasado, es pasado. Pero hay cosas que simplemente no se
pueden olvidar. Ni perdonar.
Y no estaba suficientemente listo para enfrentarlo cara a cara, pero no
tuvo alternativa cuando mientras hacía trabajo en la lavandería escuchó
su voz a sus espaldas.
—Tanto tiempo, “rosita”.
Jimin se tensó pero rápidamente encontró la estabilidad para voltearse y
encarar a Taemin con una mirada furiosa.
—¿Así que ahora sí me reconoces?
—¿Cómo iba a olvidarte? —le miró de pies a cabeza y sonrió con
arrogancia mientras se acercaba— Esa linda carita de ángel no la pierdo
de vista ni en mil kilómetros… —murmuró haciendo ademán de tocar su
rostro.

229
Pero Jimin inmediatamente lo aleja de un fuerte empujón y Taemin se
queda sorprendido por la gran fuerza que tenía.
—T-Tú… —gruñó, con la respiración pesada y puños entrecerrados—
He estado seis malditos años en este infierno por tu culpa… Arruinaste
mi vida…
Taemin tragó saliva e hizo una mueca falsa.
—Bueno, totalmente mi culpa no fue… porque tú aceptaste seguirme el
juego.
—¡Yo era inocente de tus crímenes!
—Tienes razón, pero alguien tenía que pagarlos por mí… —se encogió
de hombros— De todas formas, estoy aquí porque me atraparon robando
coches y ahora mi condena es de tres años. Si bien tengo entendido a ti
sólo te faltan dos años. Tranquilo, lo superarás… —sonrió de forma
arrogante.
La respiración de Jimin se tornó sumamente pesada.
—Eres un hijo de puta…
—Yo no soy el que tiene esa reputación aquí.
—No me conoces.
Taemin soltó una carcajada.
—Pero claro que te conozco. Es más, me sorprende muchísimo que aún
estés vivo… Si ni matar a una persona pudiste, cariño.
Gruñiendo, Jimin avanzó y tomó fuertemente el cuello de Taemin,
apegándole a la pared con máxima brusquedad.
—No vuelvas a llamarme así —espetó entredientes, aferrando con fuerza
sus dedos a la piel del rubio y comenzando a ahorcarle.
Inmediatamente Taemin quiso apartarlo pero no podía, Jimin ahora era
muchísimo más fuerte. Por lo que no pudo disimular el asombro en sus
ojos combinado con el miedo de ser asesinado a sangre fría.

230
—J-Jimin…
—Creo que me estas subestimando demasiado, Taemin. Ya no soy el
joven de dieciocho años que engañaste, él ya no existe. Ahora soy yo, el
hijo de perra que puede romperte el cuello ahora mismo sólo con un
movimiento de mano…
Jimin ejerció más fuerza. El rostro de Taemin comenzaba a ponerse
morado, perdiendo poco a poco la respiración y las fuerzas.
—Esto es lindo… —murmura el pelirosa, sonriente— Verte sufrir, verte
agonizar de a pocos… Mhm, quisiera conservar este momento por el
resto de mi vida… Y lo haré.
Entonces lo soltó, Taemin cayó como un saco al suelo, tosiendo
frenéticamente y levantándose en cuanto pudo.
—¡E-Eres un puto psicópata!

Y antes de poder evitar, Jimin le propina un duro golpe en el rostro a


Taemin. Dejándolo con el labio roto y su propia mano adolorida. A
continuación, no esperó a que se recuperara y le tomó de la ropa.
—Escúchame, “cariño”. ¿Tú crees que podrás salirte con la tuya, de
nuevo? Pues estás muy equivocado. Porque yo, personalmente, me haré
cargo de que tu estancia aquí sea un maldito infierno. Y cuando me
aburra…
Se acercó a su oído para susurrarle:
—Te asesinaré.
Taemin le miró estupefacto. Jimin le soltó para lanzarle un beso
sarcástico de despedida e irse de allí.
Hola uwu, aquí todo el mundo pasa amenazando a todo el mundo, ya
deben de estar acostumbradxs jajs.

231
Anyways, les quiero decir otra cosita, los personajes de JK y JM no
los escribo basándome en estereotipos de “Top”, “Bottom”, y creo
que eso está algo sobre valorado, o sea, al final puede haber siempre
versatilidad en una pareja homosexual, no necesariamente tiene que
haber un rol. Y los conceptos de “pasivo” y “activo”, no son
sinónimos de “hombre y mujer”, no hay ningún hombre o mujer en
la relación, o son dos mujeres o son dos hombres, punto. JK y JM al
final del día, son hombres, y por ende, van a actuar como uno.
Pueden ser hombres o “omvres” como ustedes llaman (porque para
mí no hay ningún tipo, es hombre y punto pero bueh) Sólo quería
aclarar eso, porque esas ideas vienen del mismo sistema hetero
normalizado, que nos hace pensar que debe haber un rol de hombre-
mujer en la relación, cuando son sólo eso, dos hombres. Fin.
Chau <3

232
025.

1/2

Los días siguientes fueron una tortura para Taemin, pues la pandilla a la
que pertenecía Jimin se estaban encargando de hacerle la vida imposible.
Tal y como le había dicho.
Recibía miradas amenazantes, le quitaban su ropa y toalla en las duchas
para que después tuviera que ir desnudo a buscarla como imbécil, el
cocinero Seokjin se había negado a darle comida por lo que se quedaba
sin comer y mucho más.
—¡Ya estoy harto! —exclama hacia Kang mientras se encontraban en su
celda— No puedo soportarlo más. ¡Necesito que me ayudes! ¡Que hagas
algo!
Kang alzó la mirada, de forma indiferente.
—¿Y qué quieres que haga?
—P-Pues no lo sé. Devolverles lo que me han hecho, amenazarlos…
¡Cualquier cosa! —vociferó, mostrándose desesperado— Se supone que
ahora soy uno de los tuyos, ¿no? ¡Se supone que tienes que defenderme,
para eso te pago!
Inmediatamente Kang muestra una mirada espesa y turbia, estaba
molesto.
—No voy a hacer nada en contra de la pandilla de Namjoon porque no
atacamos si no nos atacan. ¿Te han cortado una mano? ¿Roto una pierna?
¿Golpeado u acuchillado? ¿No, verdad? Entonces no me pidas que te
proteja por estupideces de niñatos.
Taemin presiona su mandíbula y asiente firmemente antes de salir de allí.

233
—Espera.
Sesang salió junto con él para detenerle del brazo.

—Tengo un plan —contó de forma emocionada y malévola— Un plan


para darle a Park una cucharada de su propia medicina. Jaesoo también
se unirá, pero Kang no debe enterarse de nada. ¿Vale?
Taemin sonrió.
—Vale. Cuéntame el plan.
—Será riesgoso, mucho, pero si sale bien será realmente satisfactorio y
un buen show que presenciar…

Jimin entra a su celda ya vestido y secándose el cabello con la toalla,


sonriendo en grande cuando encontró a Jungkook leyendo atentamente
un libro mientras estaba recostado en su cama.
—Oh, Dios mío. ¡Estás leyendo! —suelta, acercándose para arrebarle el
libro— ¿Cuál es?
—¡Hey! —reclama inmediatamente Jeon— ¡Dámelo! Iba por una parte
buena.
—¿Estás leyendo Harry Potter? —cuestionó, devolviéndole el libro de
mala gana— Qué aburrido.
—Aburrido mis pelotas, la verdad está muy interesante.
—Ajá, sí.
Jimin se encamina hacia la entrada sólo para cerrar las rejas y sonreír de
forma traviesa.
—¿Y si hacemos algo mucho más interesante?

234
—Ahora no, cariño. Quiero seguir leyendo —respondió sin mirarle,
permaneciendo atento a las páginas del libro.
Haciendo una mueca, Jimin se sube a la cama hasta gatear hacia
Jungkook y acurrucarse íntimamente a su lado. Entonces comenzó a dar
lentos besos por su mandíbula, ignorando olímpicamente que estuviese
leyendo.
La respiración de Jungkook inmediatamente se tornó pesada, intentando
mantener la cordura y concentración en la lectura.
—Detente.
—¿Acaso me estás negando un polvo, Jeon?
—Efectivamente, Park.
Jimin gruñó y bajó su boca hasta el cuello de Jungkook, al mismo tiempo
que bajaba lentamente su mano por todo su torso hasta terminar en su
entrepierna.
—J-Jimin… —jadeó inconscientemente.
—¿Es idea mía o te pusiste duro? —intuyó con una sonrisa victoriosa.
Jungkook bufó.
—Desde el primer momento en que entraste, mira como estás. Luces
muy caliente con ese cabello mojado… Joder, ven aquí.
Tomó al pelirosa de la nuca y atrapó fervientemente sus labios,
haciéndole gemir por la posesividad de su contacto. Definitivamente el
libro había quedado en segundo plano cuando Jimin se subió encima
suyo, teniendo precaución de no golpearse la cabeza y sin despegar sus
labios, besándole de forma profunda y caótica. Gruñidos y jadeos se
escapaban sin control alguno de sus bocas, las manos de Jungkook se
aferraban fuertemente a la cintura del contrario. Pronto el calor fue
insoportable, al mismo tiempo que la aturdida necesidad de unirse uno al
otro. Jimin balanceó suavemente sus caderas sobre la erección de
Jungkook, haciéndole gemir a ambos y arrugando sus ropas del placer.

235
Pero nada fue más placentero cuando después de una debida preparación
y un condón puesto, Jimin se hundió sobre la polla de Jungkook,
mordiendo con tanta fuerza su labio para no gemir que sintió que lo
había roto un poco. Sin embargo fue en vano porque cuando su novio
elevó fuertemente sus caderas hacia arriba, un largo gemido se le escapó,
viéndose terriblemente incitado a tener más, por lo que comenzó a
montar arduamente sobre su polla.
Jadeando, ambos se miraron con extrema lujuria en sus ojos y deseo. Era
increíble la gran conexión que habían logrado formar en el tiempo que
han estado juntos, por muchos desacuerdos y muchas peleas que tuvieran
constantemente, siempre terminaban volviendo a los brazos del otro
como si fueran dos imanes. Sin embargo, la conexión que sentían en el
sexo, era sumamente fuera de este mundo. Sólo con una mirada, un
toque o un simple roce, les volvía completamente locos al otro.
Sentían que sus cuerpos encajaban perfectamente juntos, sus manos, y
hasta la polla de Jungkook dentro de Jimin, era perfecto. Todo se sentía
perfecto. Se habían tomado el tiempo de conocer cada parte de su
cuerpo, de besarla y follarla. Pues, a pesar que en los primeros meses de
su relación, la tensión y apetito sexual hubiesen sido terriblemente
exagerados, últimamente comenzaban a sentir una parte mucho más
emocional y sentimental por el otro. Especialmente durante el sexo.
Jimin echó su cabeza hacia atrás, cerrando los ojos y gimiendo con
fuerza mientras mecía sus caderas, introduciéndose la polla de Jungkook
de forma lenta y tortuosa.
—Mierda, nunca me cansaré de lo bien que te sientes…
Jungkook gruñó.
—¿Nunca? ¿Estás seguro?
—Sí… —jadeó, mirándole finalmente a los ojos— Completamente
seguro. No me canso de ti, y sé que jamás lo haré.
Sin dejar de moverse, Jimin se inclina para besar con vehemencia el
cuello y clavículas de Jungkook. Haciéndole un chupetón.

236
—Mhm… ¿Y si aparece alguien mejor que yo? —pregunta Jeon.
Park rió con suavidad, negando con la cabeza y rozando gentilmente sus
labios.
—Nadie es mejor que tú, cariño.
Jungkook sonrió en grande, literalmente se pudo ver en su mirada que
aquellas palabras habían subido gratamente su ego. Así que rápidamente
volvió a la normalidad, oscureciendo su mirada para darle una nalgada a
Jimin quien gimió en respuesta y se incorporó nuevamente para
comenzar a follarse duramente con la gran polla de su novio, sintiendo
poco a poco un placer inexplicable. Las gotas de sudor comenzaban a
bajar por los rostro de ambos, sintiéndose cada vez más en el límite pero
sin detener su intenso ritmo. Sin embargo, Jimin rápidamente comenzó a
cansarse de brincar, sus muslos y brazos estando cada vez más
temblorosos.
—Por favor —dijo, casi sollozando mientras se rendía— Por favor,
muévete…
Jungkook se incorporó de la cama para rodear su cintura con sus fuertes
brazos y atraerlo, besándole profundamente hasta hacerle perder el
aliento. Entonces con una agilidad espectacular, los cambió de
posiciones sin tener que despegarse en ningún momento. Y cuando tuvo
a Jimin debajo suyo, dió una fuerte embestida que hizo al chico
literalmente gemir de felicidad. Y repitió la acción, pero esta vez sin
parar.
—¡Sí! —vociferaba Jimin, sosteniéndose de la gran espalda de Jungkook
y sintiendo lágrimas de placer en sus ojos— Sigue así, no pares…
Jungkook no lo hizo hasta que Jimin se corrió, gimiendo en alto y
enterrando sus uñas en su espalda. Probablemente las celdas a su
alrededor habían escuchado todo su espectáculo, pero que más daba. Más
bien quería que supieran, que escucharán lo bien que hacía sentir a su
novio con su polla y cuánto lo disfrutaba. Era emocionante. Él siguió
golpeando con fuerza sobre el inestable cuerpo del pelirosa hasta que su

237
cuerpo estalló en roncos gruñidos y jadeos, cayendo sobre el cuerpo de
su pareja.
Jimin sólo pudo sonreír mientras mordía su labio inferior, acariciando el
cabello largo y oscuro de Jungkook con suma delicadeza. Especialmente
cuando este le dió tiernos besos en el cuello y roces con su nariz, hasta
que terminaron besándose en los labios. Sintiéndose embriagados del
orgasmo pero específicamente uno del otro, pues ninguno sentía que
necesitara a alguien diferente.
Sólo eran ellos dos y siempre serían ellos dos.
Sin embargo, quién diría que días después comenzaría a circular entre los
reclusos un fuerte rumor que involucraba a Jimin y Taemin.
Follando.
Antes de que vayan a leer el siguiente capítulo, les tengo un aviso de
que a partir de ahora se vendrán capítulos intensos y un poco más
largos de lo normal. Y que quizás me equivoqué, Taemin sí influye
mucho en el drama, pero no estará hasta el final… Get ready,
bitches.

238
026.

2/2
——————————————————
Es impresionante la velocidad en la que se puede expandir un rumor,
independientemente de su credibilidad y origen. Mientras más personas
lo supieran, más exagerado se hacía, pues cualquiera podría tergiversar
las palabras o cambiar completamente los hechos.
Era común, que a nadie en la prisión le importase la vida del otro. Pero
cuando se trataba de los reclusos más populares y peligrosos, era
diferente. Pues los rumores sobre ellos eran cosa de todos los días, uno
más grave que el otro. Sin embargo, entre reclusos se lo guardaban y
comentaban, porque si llegase a oídos de algún personal penitenciario,
estaban jodidos.
Y entonces fue cuando de un día a otro, surgió un fuerte rumor de que
supuestamente habían visto a Jimin follar en los baños con uno de los
reclusos nuevos, llamado Taemin.
Y como Jungkook y Jimin eran novios de forma abierta, a cualquiera le
hubiera sorprendido tal noticia. Y claro, no tardó mucho tiempo en llegar
a los oídos de Jungkook.
Por su lado, Jimin sintió durante todo el día que los reclusos le
observaban más de lo normal y hasta murmuraban a sus espaldas. Más
de una vez los confrontó, pero estos sólo se mantenían callados y sin
decirle nada. ¿Qué les sucede? Se cuestionaba constantemente. Ahora
estaba buscando a Jungkook, pues quería hablar con él y sacar
información de lo que sucedía, pero no lo encontraba.
El último lugar donde buscó fue la celda que compartían, e irónicamente
lo encontró.

239
—Joder, hasta que por fin te encuentro… ¿Por qué no estabas en los
talleres?
Jungkook estaba de espaldas, mirando hacia la pequeña ventana que
tenían al frente y con los brazos cruzados. Jimin frunció el ceño cuando
no escuchó ninguna respuesta de su parte.
—¿Jungkook? —se acercó— ¿Qué sucede?
—¿Es verdad?
Jeon se dió la vuelta. Park se quedó sorprendido al mirar su expresión
completamente molesta y respiración pesada.
—¿Es verdad que te follaste a Taemin?
Asombrado y confundido, Jimin negó inmediatamente con la cabeza.
—¿Q-Qué? —balbuceó— No. ¡Por supuesto que no! ¿Cómo puedes
pensar eso?
—Porque todo el mundo lo está diciendo, afirman que te vieron y
escucharon follar con otra persona en los baños que no soy yo.
Jimin soltó una carcajada.
—¿En serio? ¿Eso era lo que murmuraban? No me jodas, es
completamente absurdo. Sabes que odio a Taemin. ¿Por qué estaría con
él? Qué asco.
Jungkook no le siguió ni cambió su expresión, seguía enfadado.
—Eso pensé al principio, pero Taemin llegó en la mañana y me restregó
en la cara que follaron juntos anoche. Claramente no le creí, pero
después surgieron más rumores y talvéz no hayas estado con él… ¿Pero
qué hay de otra persona?
Entonces Jimin borró su sonrisa, observando completamente anonadado
a Jungkook.
—Espera… ¿R-Realmente lo crees? —su expresión se intensificó
cuando recibió una mirada cruda en respuesta— ¿Qué? ¿Piensas que te

240
fui infiel? ¡Obviamente es mentira, Jeon!
—Afirman que te vieron con otra persona, Jimin. Literalmente todo el
mundo lo sabe, hasta nuestros amigos se quedaron en duda. Y ahora que
lo recuerdo… ¿Dónde mierda estabas anoche? ¿Por eso llegaste tarde?
¿Andabas follándote a alguien más?
Jimin se quedó unos segundos con la boca abierta pero no tardó mucho
en retomar la compostura y fruncir el ceño.
—Te dije que me estaba dando una ducha, y esa es la única jodida
verdad. No puedo creer que realmente estés dudando de mí.
Jungkook suspiró.
—Yo tampoco quise dudar, pero tales rumores proveniendo de alguien
que antes se dedicaba a prostituirse…¿Quizás debería de pensarlo dos
veces, no?
Jimin negó con la cabeza, su respiración volviéndose más pesada y
luchando con el impulso de querer golpearlo, pero aún así no pudo evitar
el dolor que en sus ojos.
—Esto es increíble… ¿Es que acaso no me conoces? Jamás te
engañaría…
Apartando la mirada, Jungkook resopló y sintió un gran remordimiento
en su interior. Jimin muerde su labio, acercándose a su compañero para
tomar su rostro con una mano y hacer que le mirara a los ojos.
—Y lo sabes… —susurró— Sabes que no es cierto, Jungkook. ¿No
confías en mí? —su voz salió rota.
Jeon suspiró con fuerza, negando con la cabeza y apartando cualquier
contacto de Jimin.
—Eso lo averiguaré yo. Por ahora no quiero que vuelvas a hablarme, ni
mucho menos a tocarme.
A continuación pasa fríamente al lado de Jimin y se dirige a la salida.

241
—Jungkook, espera… —intenta el pelirosa tomándolo del brazo pero
inmediatamente el pelinegro se suelta con brusquedad como si fuese una
plaga.
—Aléjate de mí —gruñe antes de abandonar la celda sin molestarse en
mirar la expresión dolida de su novio.

Jimin se dirigía a pasos veloces y furiosos hasta las últimas celdas del
pasillo, entrando sin permiso alguno a la celda de Taemin, y dándole
enseguida una golpiza en la cara.
—¡Ah! —exclamó el chico, llevando una mano a su rostro y mirándole
confundido— ¡¿Qué carajos?!
—¡¿Qué mierda te sucede?! —gritó el pelirosa, tomándole del uniforme
al rubio.
—¿D-De qué hablas?
—No te hagas el idiota, sé que estás detrás de todo esto. ¡Te dije que no
te entrometieras en mi vida! —exclama, soltándole con brusquedad y
dándole un empujón.
Taemin se lo devuelve pero sin intenciones de ocasionar una pelea.
—Jimin, te juro que no tengo idea del por qué todo el mundo dice eso…
Estoy igual de confundido que tú. Además, ¿por qué inventaría algo así?
¡Está claro que jamás pasaría!
—¡Y jamás pasó, así que ve diciéndoles a los demás en vez de estar
afirmando rumores!
—¡Yo no afirmé nada!

242
—¡Maldito mentiroso! Eso no es lo que dicen los reclusos, ni lo que le
dijiste a Jungkook… ¡Voy a matarte!
Jimin se impulsa hacia Taemin pero inmediatamente un funcionario se
entromete entre los dos para alejarlos.
—¡Hey! ¿Qué mierda sucede aquí, eh? ¿Quieren una sanción o qué? —
mira a Jimin— Tú ven conmigo, el director quiere hablarte.
—¿Qué? —le mira anonadado— Pero si yo no—
—Ahora —ordena el superior, agarrándole fuertemente del brazo para
sacarlo de allí.
Antes de salir, Jimin miró a Taemin de reojo, quedándose algo
confundido al divisar una extraña sonrisa en su rostro antes de salir.
En un molesto silencio, Jimin fue llevado por el funcionario hasta la
oficina del director. Antes de entrar, otro funcionario salió de allí con el
rostro decaído. Inmediatamente lo reconoció, era Lee. Aquel con el que
años atrás mantenía una extraña relación. ¿Qué estaba haciendo allí? Ni
siquiera pudo preguntar al respecto porque al mirarlo, el hombre le
dedicó una mirada amenazante. Jimin oficialmente no entendía nada. Y
temió estar en graves problemas.
Lo cual era algo evidente. Pues cuando te llevaban a esa oficina, era
porque habías hecho algo muy malo y probablemente van a sancionarte.
La mirada del director, un hombre adulto, era fría y sumamente
enfadada.
—Escucha, Park. Es el deber de nosotros, no entrometernos en la vida
personal de los reclusos. Si quieres follarte a diez presos, hazlo. Me da
igual… —comenzó cuando Jimin estuvo sentado al frente del escritorio
hasta que oscureció su mirada y dijo— Pero mantener relaciones
sexuales a cambio de favores con un funcionario, está rotundamente
prohibido y va en contra de las reglas de esta prisión. No me importa si
fue hace años, sigue siendo una completa falta para los dos. Lee fue
despedido.

243
Jimin se quedó en shock, sin inmutarse. Mierda. Oficialmente estaba
jodido.
—Y tú… —le señaló el hombre— Cualquier jodida oportunidad de
conseguir un grado mayor en prisión, ha sido anulada. No más visitas de
forma permanente y pasarás en aislamiento por tiempo indefinido.
Jimin se levantó de un golpe de la silla, impactado.
—¡¿Qué?! ¡No puede hacerme eso!
—¡Ni una palabra! —espetó el hombre, golpeando con fuerza la mesa—
¡He aguantado incontables veces tus inadecuados comportamientos!
¡Esto ha sido la gota que colmó el vaso y mi paciencia! ¡Sáquenlo de
aquí! —ordena.
El funcionario a cargo tomó a Jimin fuertemente del brazo y lo sacó a
rastras de allí. Mientras lo llevaban por los pasillos de la penitenciaria,
Jimin no sabía como sobrellevar toda la información, estaba
completamente confundido pero si algo tenía seguro es que alguien le
había delatado.
Y sea quien sea, era hombre muerto.
—¿Quién ha sido? —preguntó entre dientes al funcionario que lo
llevaba.
—No puedo decirte —responde sin mirarle— Y tampoco te gustará
escuchar la respuesta.
—¿Quién fue? —volvió a preguntar, teniendo la respiración pesada y la
mandíbula a punto de romperse.
El funcionario les detuvo en medio pasillo para mirarle a los ojos y
suspirar.
—Fue tu novio, Jungkook. Él vino y te delató.
Jimin jadeó en sorpresa, mirando al tipo como si fuera un fantasma por
unos segundos. Hasta que rápidamente cambia su expresión a una furiosa
e inesperadamente se impulsa con fuerza hacia adelante para golpear la

244
nariz del hombre con su cabeza. Inmediatamente el funcionario le soltó,
llevándose las manos al rostro y quejándose de dolor. Estando suelto,
Jimin aprovechó para salir corriendo hasta volver a la prisión donde
estaban todos los reclusos, específicamente al comedor. Pues era la hora
del almuerzo y todos estaban allí.
Mientras avanzaba a pasos veloces y furiosos, sentía su pulso y cuerpo
temblar, una ira incontrolable rodear todo su ser con una insaciable sed
de matar. Sin pensamientos, ni emociones coherentes. Parecía un loco, y
probablemente lo estaba.
Al entrar al comedor, logró ver a Jungkook tranquilamente haciendo fila
para el almuerzo. Jimin sonríe por unos segundos de forma psicópata y
agarra una bandeja de acero que estaba desocupada en una mesa. A
continuación se encamina furiosamente hacia Jungkook sin que se diera
cuenta. Sus amigos lo reconocieron al instante, y Taehyung fue el
primero en captar lo que estaba a punto de suceder.
—¡Jimin, no! —grita de inmediato.
Pero es demasiado tarde, porque en ese momento Jimin golpea
fuertemente en el rostro a Jungkook con la bandeja y lo hace caer
inmediatamente sobre una mesa.
Todos los reclusos dejaron de hacer lo que hacían para mirar
sorprendidos la escena, especialmente Taemin y Jaesoo quienes
sonrieron de forma victoriosa. Y el único funcionario que estaba a cargo
inmediatamente pidió refuerzos por medio del radio al suponer que se
venía una fuerte pelea.
Desde su posición, con el labio roto y algo mareado, Jungkook alza la
mirada confundido sin poder creerse que se trataba de Jimin.
Su Jimin.
Jimin no le dió tiempo de recuperarse y le tomó del brazo para tirarlo con
fuerza boca abajo hacia otra mesa vacía, subiéndose encima de él para
rodear su garganta con su brazo y comenzar asfixiarlo.

245
—¡¿Por qué lo hiciste?! —exclama con la respiración agitada y los ojos
llorosos— ¡Hijo de puta!
Jungkook lleva una mano al brazo de Jimin, intentando alejarlo de su
cuello pero este era muy fuerte y ya le estaba costando respirar. Por lo no
tuvo otra alternativa que propinarle un duro codazo en el abdomen,
logrando quitárselo de encima. Jimin cayó sobre el asiento de la mesa,
gimiendo de dolor al mismo tiempo que Jungkook se levantaba.
—¡Joder! —exclama, limpiándose la sangre de la boca y negando con la
cabeza— ¿Qué mierda te pasa? ¡Yo no he hecho nada!
Rápidamente, Jimin se incorpora con dificultad de la mesa y al instante
hace ademán de ir nuevamente a por Jungkook, pero este le recibe con
un golpe seco de la misma bandeja en la cara, tal y como le había hecho.
—¡Eso fue por engañarme, imbécil! —le reclama Jeon.
Jimin voltea a verle, con la respiración pesada y sangre en su nariz.
—Voy a matarte, pijo de mierda.
Jungkook permanece jadeante y con una mirada retadora le incita a que
se acerque.
—Ven y atrévete, rosita.
Y entonces rápidamente se acercan para comenzar a pelearse a golpes sin
ningún pensamiento en concreto que el rencor. Sus amigos intentan
detenerlos pero ellos mismos los alejaban y golpeaban, hasta que
finalmente llegaron varios funcionarios al comedor.
—¡Se acabó! —exclama uno, tomando a Jimin, mientras que otro
agarraba a Jungkook y los separaban.
Park gruñó.
—¡Maldito infeliz! —le grita a Jeon mientras dos funcionarios se lo
llevaban— ¡Te odio!
—¡Vete a la mierda! —le devuelve el otro desde su posición.

246
Por otro lado, la pandilla de Kang se encontraban riéndose en voz baja y
dedicándose miradas sospechosas. Pues su plan contra Jimin y Jungkook
había salido a la perfección. Cuyo objetivo fue hacerles creer a ambos
cosas que ellos mismos habían inventado y organizado.

Descripción visual de cómo son algunas peleas en las cárceles,


(específicamente en el comedor) cuando describo que agarran una
bandeja de acero y golpean a la persona.

Por cierto, recuerdan aquella escena o parte de la historia donde


Taehyung le decía a Jungkook que tuviera cuidado con Jimin porque
en el momento en que este sintiera que le traicionó, intentaría
matarlo? Bueno… Justamente escribí eso por este momento en
específico. Así que, no mentía.
Jimin es una persona bastante extremista/intensa en este fic, es de
esas personas que pueden pasar de amor a odio en cuestión de
segundos o viceversa, creo que lo saben muy bien. Y Jungkook a
pesar de haber cambiado con el paso de los años, sigue siendo una
persona algo egocéntrica que siempre actúa sin pensar dos veces las
cosas.
Ahg, son la pareja perfecta.
* suspiro sarcástico *
Chau <3

247
027.

Pasó una semana.


Una semana la cual Jungkook sintió como una jodida eternidad y tortura.
Con Jimin ahora en aislamiento por tiempo indefinido, se encontraba
solo todo el tiempo. Era melancólico, pues inconscientemente extrañaba
a Jimin. A pesar de que estuviera molesto con él, también se sentía
preocupado porque al estar en ese lugar, no tenía idea de su bienestar. Si
estaba bien o si estaba mal.
Y claramente, se arrepentía de haberle dichos aquellas cosas a Jimin.
Porque tenía razón, muy en el fondo él sabía que Jimin no le había
engañado. Sin embargo no entendía porque había llegado a creérselo por
un momento, y es que todo era tanta coincidencia que sus pensamientos
e intuición le jugaron una mala pasada.
Él no había delatado a Jimin. ¿Qué carajos? Eso lo había mantenido
pensando todo el tiempo, porque era demasiado raro. Era como si el
universo hubiese conspirado contra ellos o quisiera separarlos. Por lo que
había comenzando a investigar por su propia cuenta qué había detrás de
todo esto.
Y lo descubrió. Bueno, Taehyung lo hizo. Ya que se había ofrecido a
ayudarle.
—Todo estuvo planeado —dijo Taehyung— Los escuché, a Jaesoo y
Taemin hablar en los baños. Ellos planearon todo esto para vengarse de
nosotros.
—¿Qué? —suelta Jungkook, asombrado— No puedo creerlo, esos hijos
de puta… ¿Cómo?
—No lo sé con exactitud, pero primero, Jimin no te engañó, eso fue
invento de ellos y le pagaron a unos cuantos reclusos para que
esparcieran el rumor de que los vieron.

248
Jungkook gimió de frustración, cubriendo su rostro y sintiéndose una
mierda.
—Joder, me cago en la puta. Soy un imbécil…
—Descuida, Jeon. No fue tu culpa, no tenías idea.
—Sí, pero tuve la opción de no creer. Yo sabía que no era verdad, pero…
¡Jodida mierda! —exclama— Necesito ver a Jimin, necesito disculparme
con él y decirle toda la verdad.
—También fueron los que delataron a Jimin, pagaron a un funcionario
para que diera tu nombre.
—Necesito ir a aislamiento —sentenció— Mierda, quiero saber como
está… —entonces una idea vino a su cabeza y volteó hacia Taehyung—
Golpéame.

—Anda, pégame —pide mientras se acerca— Necesito que me ayudes,


por favor.
Jungkook mira a Taehyung de forma suplicante, por lo que no le queda
de otra que suspirar y asentir. Entonces comienzan a simular que
peleaban para llamar la atención de algún funcionario cerca. En cuestión
de segundos, uno se asomó en la entrada y rápidamente agarró a Jeon,
quien en momento se voltea y le propina un duro golpe en la cara.
Firmando inmediatamente su sentencia pues era sancionado el agredir a
un funcionario.

Jimin estaba sobre la dura e incómoda cama en aislamiento, pasando


suavemente sus dedos sobre la pared de cemento mientras divagaba en

249
sus profundos pensamientos hasta que escucha como la celda de al lado
es abierta. Sinceramente no le interesó en lo más mínimo, no le apetecía
establecer alguna conversación con el tipo que estuviese al lado o algo
por el estilo.
Pero cuando los guardias se fueron y volvió a quedar todo en silencio,
escuchó una voz conocida provenir desde las pequeñas rejillas de
ventilación que conectaba con la otra habitación.
—¿Jimin?
Alzó la cabeza de la almohada, frunciendo el ceño y lentamente salió de
la cama para dirigirse hacia la rejilla que estaba en uno de los extremos
de la pared.
—¡Jimin! ¿Estás ahí?
—¿Jungkook? —murmuró extrañado para recostarse a la pared y
sentarse en el suelo.
Jungkook estaba en la misma posición pero del otro lado, con la espalda
en la pared y su rostro cerca de la rejillas para que Jimin le escuchara.
—¿Estás bien?
—Sí, estoy bien.
—¿Seguro?
—Sí… —suspira— ¿Qué haces aquí?
Hubo un corto silencio.
—Quería verte —confesó Jeon.
—¿Tú has venido aquí sólo para verme? —repitió, ligeramente
sorprendido.
—Sí. He tenido una pelea con un funcionario para venir a verte.
Jimin resopla, mirando el cielo raso de la celda y negando lentamente
con la cabeza.

250
—Estás demente. ¿Qué mierda quieres? Ahora mismo, eres la última
persona con la que quiero hablar. Juro que si te tuviera al frente no
dudaría en volver a golpearte, sólo eres un completo idiota.
Jungkook suspira, asintiendo con la cabeza.

—Lo sé. Por eso vine, porque tenías razón. Tenías razón en todo. Tú no
te follaste a nadie, todo fue invento de Taemin y la pandilla de Kang.
Jimin presionó sus labios, suspirando pesadamente y sintiendo unas
ganas de golpear algo.
—Lo sabía…
—También fueron lo que te delataron. Jimin, fueron ellos. No yo. Jamás
te haría algo así.
—Y yo jamás te engañaría.
Quedaron nuevamente en un crudo silencio, logrando escuchar sólo las
respiraciones del otro y cayendo en cuenta de lo estúpidos que se habían
comportado.
—Jimin, lo siento… —Jungkook decide romper el silencio con voz
ahogada, comenzando a llorar— Lo siento mucho, cariño…
Jimin muerde su labio inferior e inconscientemente sus ojos se llenan de
lágrimas.
—También lo lamento, Jungkook.
—Fui un total imbécil, debí haberte creído…
—Me dolió muchísimo que dudaras de mí… —murmura el pelirosa con
voz rota— Me conoces desde hace dos años… ¿Cómo mierda pensaste
que podría hacerte eso?

251
—Lo sé… Fue muy estúpido —concuerda el pelinegro, limpiando sus
lágrimas— Simplemente yo… No lo sé, no quería que me volvieran a
ver la cara de idiota… Y me cegué por completo sin importar nada.
Jimin traga saliva, sintiendo las lágrimas bajar por su rostro.
—Yo no soy tu ex novia… No es mi jodido problema que ahora tengas
una especie de trauma, sin embargo, lo entiendo… Pero no tenías que
decirme todas esas cosas hirientes…
—Lo sé, perdóname…
—Vale, ya pasó. No podemos cambiar el pasado y ambos actuamos sin
pensar dos veces las cosas… —murmura con voz débil— Sin embargo…
estuve pensando seriamente a qué vamos con todo esto… ¿Qué estamos
haciendo?
Jungkook frunce el ceño, moviéndose un poco de su posición.
—¿A qué te refieres?
—A lo nuestro… —suspira— Es como si nunca quisiéramos aceptar la
realidad de que tú y yo no vamos a llegar a ningún lado juntos. ¿Lo
sabes, verdad?
—¿De qué demonios hablas? ¿Por qué dices eso?
—Seamos realistas, querido. Jamás hubieras decidido estar conmigo de
no ser porque terminaste en la cárcel, y menos yo contigo. Somos de
diferentes clases sociales. Tan pronto como salgas de aquí, vas a
conseguir otro empleo y probablemente encuentres a una hermosa mujer
que te haga compañía… —sus labios tiemblan al igual que su voz— Aún
después de dos años no confiamos completamente en el otro, o sea,
¿cómo…? —se detuvo así mismo, suspirando con fuerza— Solamente
estás conmigo porque no te queda de otra… Como todos lo hacen.
Jungkook niega con la cabeza desesperadamente.
—No, Jimin. No pienses eso porque no va a pasar y no es así… —
entonces gruñe, golpeando la pared y sintiendo sus ojos picar— ¡Joder!

252
¿No lo entiendes? Yo te amo. ¿Oíste? Te amo —inmediatamente escucha
a Jimin romper en llanto— Y no voy a dejarte por nada de este mundo,
porque me he enamorado de ti, no quiero una mujer, te quiero a ti.
—P-Pero, Jungkook…
—¡Te quiero a ti, Jimin! —le interrumpe, acercándose a la rejilla para
que le escuchase de forma más clara— Porque te amo, grábatelo en la
puta cabeza, te amo.
Por increíble que parezca, habían sido muy pocas veces, inclusive
contadas las veces en la que se habían dicho “Te amo”. Pues, ambos eran
personas que les costaba expresar sus sentimientos y preferían demostrar
su amor con acciones en vez de palabras. Sin embargo, cuando decían te
amo, lo decían con sinceridad y desde el fondo de sus corazones. Porque
realmente lo sentían, realmente se amaban.
Jimin mantenía su rostro oculto entre sus piernas, sin parar de sollozar.
—Y-Yo también te amo, pijo de mierda… Te amo muchísimo.
Jungkook comenzó a reír entre lágrimas, negando con la cabeza.
—Definitivamente somos unos tóxicos de mierda… Y ya perdí la cuenta
de todas las veces en las que he dicho que somos un completo desastre
juntos…
—Pero aún sigues aquí —dice Jimin, sonriendo— Y yo también…
—Estamos locos… —admite Jungkook— Pero tú estás más loco, tú eres
un psicópata, cariño.
Jimin ríe.
—No exageres…
—¿Qué no exagere? ¡Intentaste matarme!
—Oh, cierto… Vale, tienes razón.
Ambos comienzan a reír al mismo tiempo, rompiendo poco a poco la
tensión y resentimiento que sentían por el otro. Volviendo nuevamente a

253
ser la pareja imperfecta que siempre eran, como si nada hubiese pasado.
Jungkook hace una mueca, mirando desde su posición toda su celda
vacía y suspirando.
—Joder, quiero verte… quiero tenerte entre mis brazos y besarte…
—Yo también… Pero tendremos que esperar mil años para eso, no tengo
idea de cuándo me sacarán…
—Pues esperaré mil años si es necesario.
Jimin sonrió, limpiando su nariz y ojos.
—Es increíble que no seas gay, y siempre suenas como uno.
—Soy bisexual, puedo sonar de la forma que yo quiera.
—Claro… ¿Te quedarás por mucho tiempo?
Jungkook suspira.
—Una semana cuando mucho.
—Es suficiente para mí, probablemente esté aquí por meses.
—Sí… —gimió frustrado— Mierda, te extraño tanto. Procuraré meterme
en problemas más seguido sólo para venir a verte.
—No seas un idiota.
—Un idiota por ti, cariño.
Y ahora el verdadero idiota era Jimin quien sonreía con las mejillas
sonrojadas.
—Te detesto, porque claramente yo haría lo mismo.
—¿Ves? Somos unos putos locos por el otro y nadie lo puede negar. Pero
no estoy acostumbrado a estar solo en esa celda, te necesito a mi lado,
sin ti, las ganas de morirme aumentan al cien por ciento.
Frunciendo el ceño, Jimin observa la rejilla.

254
—¿Quieres morir?
—Sólo cuando tú lo hagas.
Ambos sonrieron levemente. Aunque la felicidad no duró mucho cuando
Jimin cayó en cuenta de todo lo sucedido, y de quien era la culpa.
—¿Puedo pedirte una cosa?
—Lo que sea.
—Taemin tiene que pagar por lo que hizo.
Jungkook suspira de forma pesada y asiente con la cabeza.
—Por supuesto. Voy a matarlo.
—No —dice Jimin de inmediato, mordiendo el interior de su mejilla—
Yo voy a hacerlo.
—Pero tú—
—Lo sé, estoy aquí, pero necesito matarlo con mis propias manos…
Además no quiero que mates a alguien por mí.
—Jimin, yo mataría por ti. Sabes perfectamente que no me importa nada,
una vez lo hice, y lo volvería a hacer si es necesario.
—Le sumarán más años a tu sentencia si matas a alguien en la cárcel y
descubren que fuiste tú. Por favor, no quiero que te quedes más tiempo
aquí…
Jungkook bufó.
—Me quedan ocho años, ¿qué más da?
—Que no te volvería a ver nunca.
Hubo un repentino y crudo silencio entre ambos. Pues el tema sobre sus
sentencias era muy delicado e incógnito, no siempre les gustaba tocarlo
porque les perturbaba la realidad y lo que convendría. Jimin saldría en
dos años, y Jungkook en ocho, había bastante diferencia.

255
—Así que yo lo haré —continuó Park— Mírale el lado positivo, así
probablemente saldremos juntos…
—Espera… ¿Serías capaz de aumentar tu condena para quedarte más
tiempo conmigo? —deduce Jeon, completamente asombrado y
confundido.
El pelirosa comienza a reír suavemente, negando con la cabeza y
jugando con sus dedos.
—Es increíble que te sorprendas… hasta yo me sorprendo de las
idioteces que puedo llegar a hacer sólo por amor… Estoy en la cárcel
porque me enamoré de un imbécil… Y ahora dejaré que me aumenten
más años porque me enamoré de otro imbécil, soy un caso perdido…
—¿Y tú crees que yo voy a dejar que hagas eso?
—No te estoy pidiendo permiso, Jeon. Te estoy avisando.
El pelinegro suspiró con pesadez mientras pasaba una mano por su
rostro.
—Jimin… No lo hagas.
—Y lo que te iba a pedir desde un principio… —continúa Park,
ignorándole— Es que no quiero que hagas nada al respecto.
—¿Cómo? —frunce el ceño— ¿Esperas que no haga nada? ¿Quieres que
me aguante a no romperles la cara a esos imbéciles?
—Exactamente.
—Pero—
—Hazlo por mí, amor —pide Jimin con voz suave— Por favor…
Jungkook se queda en silencio, golpeando el interior de su mejilla con su
lengua mientras miraba el cemento del suelo y lo meditaba.
—Vale… —dice finalmente— Si es lo que quieres… No haré nada.
—Promételo.

256
—Te lo prometo, cariño.
Jimin sonrió, mordiendo su labio inferior y mirando hacia arriba,
comenzando a pensar en un plan para vengarse de Taemin. O en pocas
palabras, finalmente acabar con él.
Oficialmente la guerra había comenzado.
Bueno, bueno, los tortolitos se reconciliaron como la pareja goals
que son 😍 joda, estuvo larga y motivacional la charla.
Also, muchísimas gracias por los 10K. Literalmente me quedé en
shock viendo la pantalla como por cinco minutos porque no me lo
creía, es que jamás pensé en llegar a esa cantidad. Y bueno, gracias
por apoyar lo que sale de mi cabeza. Les quiero mucho <3 Cuídense
y usen mascarilla, chau.

257
028.

Hace seis años.


Jimin observaba atentamente la nieve caer con suavidad desde la ventana
mientras permanecía sentado en el sillón de la sala y bebía en silencio un
chocolate caliente. Justo en ese momento, Taemin entra deprisa al
departamento, cerrando rápidamente con seguro la puerta y observando
como un paranoico a su alrededor.
—¿Taemin? —Jimin inmediatamente deja la taza a un lado y se acerca al
contrario quien estaba completamente pálido— ¿Qué sucede? ¿Estás
bien?
—No, estoy jodido —responde, alejándose para dejar su mochila en el
sillón y llevar ambas manos a su cabeza— Me he metido en un gran
aprieto, Jimin.
—¿Qué clase de aprieto?
—Uno muy grande, demasiado grande… Y con grande me refiero a
mucho, pero mucho dinero.
Jimin negó con la cabeza, luciendo bastante confundido.
—Pero… pero dijiste que tenías el dinero, ambos lo juntamos y era la
suma exacta. ¿Qué ha sucedido?
—Pidieron más…
—Pues entonces les damos más, ¿no?
—¡No es así de fácil, Jimin! —exclama, alterado— Sin dinero, no hay
más droga por vender y ya no tenemos nada… ¡Joder! —suelta antes de
sentarse en el sillón y cubrir su rostro.
El chico pelirosa le observa mientras muerde su labio inferior con
nerviosismo, sintiendo sus ojos llenarse de lágrimas y una presión en su

258
pecho.
—Sabía que esto era mala idea, te lo dije desde un principio… ¡Yo no
quería hacerlo!
—Es tarde para arrepentimientos —dice el rubio, moviendo
frenéticamente su pierna y con la cabeza gacha— Déjame pensar en una
solución…
Jimin suspiró con fuerza, mirando a su alrededor y sintiéndose igual de
impotente.
—Si necesitas ayuda, dímelo —murmura con voz insegura— Quiero
ayudarte, sólo dime que necesitas…
En ese momento Taemin se queda quieto y levanta su cabeza hacia
Jimin, viéndolo ligeramente sorprendido por unos segundos.
—¿En serio? ¿Harías cualquier cosa?
—Sí, lo que sea.
Taemin se levanta del sillón, avanzando lentamente hacia Jimin para
después alzar una mano y acariciar su mejilla con delicadeza.
—Ya tengo una solución… —dice mirándole de una forma extraña que
Jimin nunca entendió en ese momento— Pero tienes que confiar en mí,
¿de acuerdo?
Jimin asiente varias veces con la cabeza, sin apartar sus brillantes e
inocentes ojos de Taemin, quien le mira fijamente por unos segundos
más para después suspirar con fuerza.
—Está bien —sentencia, dándose la vuelta y acercándose a su mochila—
Eres mayor de edad, ¿cierto?
—Sí, tengo dieciocho. ¿Acaso se te olvidó?
—No, sólo quería confirmarlo —explica antes de sacar de su mochila
una bolsa de papel la cual se notaba que traía algo de tamaño mediano
adentro junto a una pequeña hoja y seguidamente se acercó al chico—

259
Escúchame con atención, tienes que seguir exactamente todo lo que te
diga y te prometo que todo saldrá bien. ¿Vale?
—Vale.
En ese momento Taemin le entrega una hoja a Jimin, la cual traía una
dirección y la foto de un hombre.
—¿Qué es esto? —pregunta el pelirosa, frunciendo el ceño y mirando
interrogante al rubio.
—Tienes que ir a esa dirección, identificar al hombre de la foto y
después… —le pasa la bolsa al contrario quien inmediatamente siente
algo duro y pesado dentro de ella— Lo matas.
Jimin reconoce la silueta de un arma dentro de la bolsa e inmediatamente
abre sus ojos en sorpresa, negando incontables veces con la cabeza se la
regresa por instinto a Taemin pero este se la devuelve y la mantiene entre
sus manos.
—No, no, no… —niega Jimin con voz temblorosa, intentando retroceder
pero Taemin le tenía agarrado— No, no, no puedo.
—Sí, puedes.
—No, Taemin… P-Por favor, no… Lo que sea menos esto, y-yo nunca—
—Tienes que hacerlo —insiste— Dijiste que harías cualquier cosa,
Jimin.
—Sí, p-pero… —niega varias veces con la cabeza mientras sus ojos se
llenan de lágrimas— No puedo… Por favor, no, no quiero hacerlo…
Taemin gruñe, molesto.
—Pues tendrás que hacerlo, es la única forma para acabar con todo.
Jimin suena su nariz roja al igual que sus ojos, tragando saliva.
—¿Y tú qué harás?

260
—Estaré aquí, esperándote. No puedo hacerlo yo porque me conocen, en
cambio tú podrás pasar desapercibido y nadie sospechará de ti. Una vez
hayas terminado el trabajo, me llamas y yo vendré a por ti. ¿Entendido?
Sin embargo, Jimin vuelve a negar.
—No, no puedo…
Al instante Taemin toma su rostro entre sus manos y le obliga a mirarle
fijamente a los ojos para hablarle con voz suave.
—Escucha, todo saldrá bien… Sólo confía en mí… Por favor, necesito
que me ayudes en esto…
Jimin muerde su labio inferior con inseguridad.
—¿Seguro que estarás ahí?
—Te lo prometo.
Y Jimin le creyó. Sin saber que ese sería su último día de libertad, sin
saber que su vida cambiaría para siempre y totalmente ignorante de que
se dirigía hacia una descarada trampa de la cual nunca logró salir.

————————
Tal y como lo prometió, Jungkook no hizo nada contra Taemin.
En realidad toda la pandilla de Namjoon, porque prácticamente se
metieron con uno de ellos y eso no les iba a salir barato, pero al igual que
Jungkook, se abstuvieron a las palabras de Jimin.
Desde entonces las cosas entre ambas pandillas se mantuvieron tensas,
en una inactividad que les ponía los pelos de punta y a estar alertas a
todo movimiento del bando enemigo.
Mientras tanto, pasaron tres meses y dos semanas para que finalmente
Jimin saliera de aislamiento. Pensaba que iba a durar mucho más tiempo,
pero los demás castigos por sus acciones los pagaría al salir, por lo cual

261
no se habría librado del todo. De todas formas, estaba emocionado por
volver a ver a sus amigos y especialmente a Jungkook.
Joder, lo extrañaba muchísimo. Quizás el haberse apegado tanto al
pelinegro no fue buena idea, porque realmente sufrió más por no tenerlo
a su lado que por estar ahí encerrado. Y eso le preocupó mucho, porque a
Jimin no le gustaba perder el control y mucho menos de él mismo. Pero
cuando se trataba de Jungkook, todo era diferente. Ni siquiera podía
describir con palabras lo que sentía.
Y realmente tenía miedo de que Jungkook se hubiese convertido en su
única debilidad, porque de ser así, estaría jodido.
Al salir, fue llevado hasta la entrada de su celda donde un funcionario le
quitó las esposas para después irse y dejarlo allí. Las puertas de la celda
estaba abiertas, logrando visualizar perfectamente a Jungkook sentado
con los pies sobre la mesa mientras leía un libro. Jimin sonrió al verlo,
sintiendo una gran emoción en su interior la cual acostumbraba a sentir
cada vez que lo veía. Jungkook no había notado aún su presencia, por lo
que decidió apoyarse sobre el marco de la reja y darle unos pequeños
golpes a la pared para llamar su atención.
—Hola, querido.
Inmediatamente Jungkook levantó la cabeza del libro, ampliando su
mirada al ver a Jimin y sin dudar dejó todo tirado. Ambos se acercaron
rápidamente para abrazar sus cuerpos y unir sus bocas con
desesperación. Literalmente gimieron de satisfacción al besarse de
nuevo, después de tanto tiempo y deseo acumulado.
Jimin mantenía sus brazos alrededor del cuello de Jungkook, tocando
también su cabello y moviendo profundamente sus labios de forma
ansiosa. Jungkook le agarraba fuertemente de la espalda, besando y
succionando cada centímetro de su boca hasta hacerle perder el aliento.
Se mantuvieron por varios minutos besándose intensamente y con
extrema necesidad, queriendo reponer el tiempo perdido en el que no
pudieron tocarse ni besarse.

262
Fue hasta que les comenzó a faltar el aire que finalmente rompieron el
beso.
—¿Cómo estás? —pregunta jadeante Jungkook tomando el rostro de
Jimin entre sus manos para mirarlo fijamente a los ojos— ¿Haz comido
bien? Te siento más delgado… ¿Estás enfermo?
Jimin suelta una pequeña risa, mirando a Jungkook con cariño para
después acariciar su cabello largo.
—Estoy bien, tranquilo… ¿Qué hay de ti? —susurra observando su
rostro, notando al instante un moretón en su mejilla— ¿Qué ha pasado?
—le mira con preocupación, tocando la herida.
Jungkook niega con la cabeza y aparta suavemente su mano, restándole
importancia.
—Nada, un pequeño problema que tuve con un recluso pero no fue nada.
—¿Qué clase de problema?
—No fue nada, descuida —vuelve a decir, juntando nuevamente sus
labios mientras acariciaba su rostro y les movía de posición— Mierda,
no sabes cuánto te he extrañado…
Lentamente Jungkook acorrala a Jimin hasta la pared más cercana,
bajando sus labios hasta su cuello y comenzar a besarle de forma lenta.
—Yo también… —responde Jimin en medio de jadeos, aferrándose a
Jungkook y manteniendo su vista afuera de la celda para notar el
momento en que Taemin pasaba por el pasillo. Inmediatamente su
mirada se oscurece, y entonces busca los labios de Jungkook para besarlo
con necesidad en un intento de distracción mientras por otro lado
tanteaba con sus manos los bolsillos de su pareja hasta sentir algo filoso.
Sonríe en medio del beso al acertar, Jungkook siempre llevaba esa arma
consigo. Entonces succiona más los labios de su novio al mismo tiempo
que mete disimuladamente la mano en su bolsillo y saca el arma,
guardándola rápidamente en su propio bolsillo. Y es ahí cuando rompe el
beso— Pero tendrás que esperar un poco más…

263
Jimin se aleja completamente de Jungkook, dirigiéndose a la salida.
—¿A dónde vas? —pregunta al instante Jeon, bastante confundido y
agitado.
Park se voltea y se encoge de hombros con una sonrisa.
—No he ido a un baño decente en tres meses, volveré enseguida.
Dicho esto, sale de la celda sin molestarse en mirar una vez más a su
novio, comenzando a dirigirse a pasos tranquilos hasta el final del pasillo
donde se encontraba la celda de Taemin.
Una vez allí, se asomó con disimulo para notar que el rubio se
encontraba solo acomodando algunas cosas de un mueble, desde su
posición logró distinguir un moretón en su mejilla, de seguro habrá sido
Jungkook, sólo esperaba que no hayase roto su promesa. Finalmente
decidió entrar.
—Lo lograste.
Taemin alza la mirada e inmediatamente su rostro se torna pálido.
—Jimin… —murmura, sorprendido.
—Lo lograste… —repite el pelirosa, adentrándose a la celda con los
brazos cruzados y una suave sonrisa.
—¿De qué hablas? —interroga, confundido.
—Lograste separarme de Jungkook, eso era lo que querías, ¿no?
Taemin alza sus cejas.
—A-Ah… No sé de qué—
—Ay, por favor —interrumpe, volteando los ojos— Deja de verme la
cara de idiota, sé perfectamente que le mentiste a todo el mundo para
alejarme de él… Bueno, de todas formas no valía tanto la pena si no
dudó en traicionarme al delatarme con el director…

264
Inmediatamente un extraño brillo logra notarse en los ojos del rubio
quien sonríe de forma maliciosa y asiente con la cabeza.
—Vaya, tan idiota no eres…
—¿Y por qué lo hiciste? —pregunta el pelirosa, comenzando a acercarse
lentamente— ¿Te arrepentiste de haberme dejado y ahora quieres volver
conmigo?
—Bueno, la verdad es que nunca te he superado —confiesa, sin
inmutarse ante la cercanía del contrario— Sin embargo, las cosas se
dieron de otra manera y tuve que tomar decisiones apresuradas…
—¿Decisiones como mandarme a la cárcel? —vuelve a preguntar,
viéndole de una forma que hizo al rubio por un momento tener
escalofríos.
Taemin traga saliva, comenzando a retroceder pero sin querer mostrarse
asustado.
—Pues sí.
Entonces Jimin corta la distancia que tiene con Taemin, invadiendo su
espacio personal y mirándole fijamente a los ojos.
—¿Alguna vez me amaste de verdad?
—No… —responde sin chistar, perdiéndose en la cercanía y sin poder
apartar sus ojos de los labios contrarios.
Jimin se ríe, acercándose más a la boca de Taemin y colocando sus
manos en su pecho.
—¿Sigues pensando que soy incapaz de matar a alguien?
El rubio sonrió, no estando totalmente consciente de las indirectas
preguntas que le hacía el pelirosa pues se encontraba demasiado distraído
con su presencia.
—Bueno, lindura… déjame recordarte que esa es la principal razón por
la cual te arrestaron…

265
—Oh, cierto… —Jimin colocó sus brazos sobre los hombros de Taemin
y dejó que este le tomara por instinto de la cintura— ¿Te gustaría que
aquel rumor que inventaste se hiciera realidad?
—Me encanta este nuevo tú —dice el rubio— Antes ni siquiera podías
decir la palabra “sexo” sin sonrojarte y ahora eres todo un profesional,
¿no?
El pelirosa se encogió de hombros con una sonrisa traviesa.
—Míralo de la forma que quieras… ¿Tanto deseas follar conmigo?
—Creo que no hay nada que más desee en este momento…
Entonces es cuando Jimin junta sus labios con los de Taemin,
comenzando a besarle de forma lenta y precisa al mismo tiempo que lo
empujaba hasta caer en el colchón de la litera de abajo, subiéndose sobre
su cuerpo y volviendo a besar su boca mientras sentía las manos del
chico sobre su trasero. A continuación sus labios bajan hasta el cuello del
rubio para dejar besos húmedos, logrando escuchar los jadeos que este
soltaba y más porque había comenzado a moverse sobre su erección.
—¿Te cuento un secreto? —susurra en su oído. El contrario atinó a
asentir varias veces con la cabeza sin abrir sus ojos— Yo maté al hombre
que abusó de mí.
—¿Qué? —suelta, sin embargo no puede concentrarse debido al placer.
—Sí… —murmura sobre su cuello, tanteando su propio bolsillo y
sonriendo— ¿Te cuento otro más?
Taemin asiente con la cabeza. Entonces Jimin se acerca más a su oído y
dice:
—Prometí que te mataría.
Justo en ese entonces Jimin entierra la cuchilla en el pecho de Taemin,
sacándole un grito ahogado y que le mirase con los ojos totalmente
abiertos. Jimin mantenía la respiración agitada, su mirada completamente

266
oscura y sin mostrar ninguna emoción. Entonces saca el arma y la vuelve
a incrustar con más fuerza, sacándole más sangre.
—Todo esto es tu culpa… —dice entredientes, comenzando a apuñalarlo
sin parar— ¡Perdí a mis padres por tu culpa, me violaron por tu culpa, mi
futuro universitario se arruinó por tu culpa y me convertí en esto por tu
culpa…! —gritó, observando la gran mancha de sangre en el pecho del
rubio y como este estaba agonizando a punto de morir— Pero aún así,
gracias… —le sonríe— Gracias a ti pude encontrar a alguien mucho
mejor, así que gracias por intentar arruinar mi vida… Porque así me
permitiste acabar con la tuya…
El corazón de Taemin dejó de latir y Jimin se quedó inmóvil sin dejar de
observarlo, cayendo en cuenta que finalmente había muerto. Había
matado a Taemin. Y justo en ese momento entran a la celda varios
funcionarios a la vez, apuntándole con sus armas.
—¡Las manos arriba! —gritaban. Y Jimin alzó sus manos
ensangrentadas como su propia ropa, soltando de paso la cuchilla que
tenía.
Rápidamente los funcionarios se acercaron y lo agarraron para sacarlo a
rastras de la celda, al salir lo primero que visualizó fue a Jungkook
forcejeando con otro funcionario para que lo dejara entrar, sin embargo
se detuvo en el momento en que chocaron miradas. Jungkook le observó
de pies a cabeza, completamente petrificado y con una expresión de
película, tanto así que Jimin no pudo evitar comenzar a reírse.
—¡Oficialmente somos una pareja de asesinos, amor! —exclamó, los
funcionarios no tardaron en esposarlo y llevárselo de allí a quién sabe
dónde, mientras que a su vez intentaban despejar el lugar.
Desde su posición Jungkook tragó saliva. Y Jimin no quitó la sonrisa de
su rostro aún cuando volvieron nuevamente a encerrarlo en aislamiento.
You got me feeling like a psycho, psycho ~
Buenu, Jimin mató a Taemin. Lo cual era demasiado predecible, no
entendía a las personas que decían que Jungkook lo haría, gente,

267
obviamente Jimin a como es su personalidad no iba a dejar que
alguien le defendiera o vengara, prefería hacerlo por él mismo.
Anyways, prepárense para el siguiente capítulo porque se viene
intenso, chau <3

268
029.

Efectivamente, después de eso, a Jimin le aumentaron muchísimo más


sus castigos. Pero no le importó, igual no tenía nada que perder al
respecto y no se arrepentía de nada.
De todas forma pasó un mes más en aislamiento, al mismo tiempo que
aumentaron su condena a tres años más por haber matado a un recluso.
Extrañamente el homicidio dentro de prisión no era sancionado tan grave
como fuera de esta.
Además de eso, había entrado en la categoría de “Peligrosos” en la
prisión, así se le llamaban específicamente a los reclusos que cometieran
actos graves en contra de las normas del lugar, como matar a otro
recluso, intentar escaparse, atentar contra la autoridad y mucho más.
Estar en esta categoría no eran para siempre, sino hasta un tiempo
prolongado en el que recibían un trato distinto a los demás y se
diferenciaban entre los reclusos porque tenían que usar un uniforme
color negro.
En fin.
Cuando Jimin volvió a la cárcel, se topó con la noticia de que la pandilla
de Kang estaba buscando venganza por la muerte de Taemin. Y que la
había estado cobrando metiéndose con las personas más cercanas a él:
Taehyung y Jungkook. Había comenzado una fuerte rivalidad entre
ambos bandos la cual no parecía tener fin. Por dicha ninguno había
resultado gravemente lastimado, pero no tardaría mucho tiempo hasta
que eso pasara.
Y desgraciadamente pasó un par de días después, Jimin estaba
tranquilamente jugando a las cartas junto con Hoseok en una de las
mesas de la prisión, mientras charlaban de cosas triviales.
—¿Y cómo fue estar cuatro meses en aislamiento? —pregunta el
pelirrojo, tirando una carta— Yo odio estar ahí.

269
—Pues… —suspira, negando con la cabeza— Es una mierda. Aunque ya
después te acostumbras, la única ventaja es que no corres el riesgo de
que te maten en cualquier momento.
—Tienes razón.
En silencio, Jungkook llega y se sienta en la mesa, apoyando tiernamente
su mentón en el hombro de Jimin y observando sus cartas.
—Tira esa —le susurra, señalando la carta con el mentón.
—¡Hey! —protesta Hoseok— No le ayudes, eso es trampa.
Jungkook bufó.
—Es mi novio, y es mi deber ayudarle a ganar en todo. ¿No es así,
rosita? —pregunta, volteando a verlo.
—Claro que sí —responde Jimin, sin apartar la vista de las cartas y con
un semblante serio— Pero si vuelves a llamarme así, voy a romperte los
dientes, ¿oíste? —advierte, encarándole.
Hoseok suelta una carcajada.
—Ustedes son la pareja más rara que conozco, no entiendo como están
juntos si Jimin es la persona más cero afectiva que conozco.
—Mi afecto es confidencial y exclusivo, sólo Jeon puede verlo… —
explica Jimin y Jungkook sonríe victorioso.
En ese momento, unas fuertes voces junto con pasos apresurados se
escucharon como eco por todo el lugar, logrando captar la atención de
los chicos y más porque se trataban de dos reclusos jóvenes que trotaban
hacia ellos.
—¿Qué pasa? —pregunta Hoseok cuando llegan y ve sus rostros
afligidos.
—E-Es Taehyung… —comienza uno con la voz agitada— Fue
apuñalado en los baños.
—¡¿Qué?!

270
Jimin es el primero en dejar todo y salir corriendo hacia los baños,
entrando de un golpe y logrando visualizar la figura de Taehyung
apoyado en una pared junto con otros reclusos quienes le ayudaban a
mantener la conciencia.
—¡Taehyung! —gritó, tirándose a su lado y observando pasmado la gran
mancha de sangre que tenía cerca de las costillas— ¡¿Quién te hizo
esto?! —interrogó.
Taehyung tose, frunciendo el ceño por el dolor.
—Fueron ellos… —murmura con la voz ronca y débil.
Jungkook rápidamente llega y se coloca a su lado, mirando impactado el
pequeño charco de sangre que comenzaba a formarse alrededor de
Taehyung.
—¡J-Joder! ¡Llamen a un funcionario, ahora! —ordena y se quita la
camisa del uniforme para ponerla sobre la herida— Resiste, Tae.
Finalmente Hoseok llega con varios funcionarios quienes rápidamente se
acercaron a Taehyung y junto con sus amigos le ayudaron a levantarse
para llevarle a la enfermería. Sin embargo, Taehyung se desmayó a
medio camino por lo que tuvieron que cargarle e irse más rápido. No le
permitieron más el paso a Jungkook, Jimin y Hoseok, por lo que tuvieron
que quedarse esperando en una celda hasta recibir noticias de Taehyung.
Poco después llegaron los demás chicos, mostrándose igual de
impactados y preocupados.
Jimin permanecía andando de un lado a otro con los brazos cruzados y la
respiración pesada.
—Fueron Kang y su pandilla, quisieron cobrar nuevamente venganza por
Taemin…
—Efectivamente, no se iban a quedar de brazos cruzados —dice
Namjoon, pensativo— Hemos comenzado otra guerra entre bandos… Y
tenemos que ganarla antes de que ataquen a otro de nosotros.

271
—¡Debimos de haberlo hecho desde hace años! —exclama Jimin,
mirándole con rabia— ¡Pero tú nunca me hiciste caso!
—En ese momento no teníamos suficientes excusas para atacar, hasta
ahora.
Jimin bufó.
—Siempre han habido razones, cuentas pendientes, un montón de cosas
que resolver y nunca hiciste nada… —murmura— ¡¿Pero cuando vienen
y casi matan a uno de los nuestros ahora sí quieres hacer algo?!
—¡Bueno, déjame recordarte que esta rivalidad comenzó por tu culpa!
—ataca Namjoon.
Seokjin inmediatamente intervino entre ambos, diciéndoles que se
calmaran porque así no iban a arreglar nada y que lo hecho, hecho está.
Namjoon asintió, suspirando.
—Lo siento. Lo mejor es que ahora estemos todos unidos, esperemos
realmente que Taehyung esté bien.
—Pero debemos hacer algo —habla Jungkook, quien había permanecido
observando todo desde una esquina— Ellos intentaron matar a
Taehyung, y en cualquier momento vendrán nuevamente por uno de
nosotros…
—Ellos irán a por ti.
Todos voltean a ver sorprendidos a Yoongi mientras estaba sentado en la
cama.
—¿Qué? —suelta Jeon.
—Está claro como el agua, buscan venganza y claramente no atacarán a
todos, sino a las personas más cercanas a Jimin… Primero fue Taehyung,
y después será Jungkook…
El rostro de Jimin se desfiguró, sintiendo una extraña y helada sensación
recorrer su cuerpo de pies a cabeza. Pues el sólo pensar que le hicieran

272
algo a Jungkook e inclusive, intentaran matarlo al igual que Taehyung, le
ponía sumamente nervioso e irritado. Y en ese momento tuvo un único
pensamiento: no iba a permitir que le hicieran daño a Jungkook.
—Debemos ponerle fin a esto —sentenció Namjoon— Y para hacerlo,
tenemos que acabar con Kang… Así nos dejarán en paz, tenemos que
planificarlo bien… Pero por ahora, sean cuidadosos y manténganse
atentos a cualquier movimiento. Ellos podrían atacar en cualquier
momento.
Todos asintieron, excepto Jimin quien se había quedado observando a la
nada en silencio y hundiéndose en sus pensamientos.

Una hora después, les indicaron a todos que Taehyung se encontraba a


salvo y fuera de peligro. Había recibido una apuñalada en la costilla con
claras intenciones de matarlo, pero milagrosamente la herida no llegó a
tocar un órgano vital, por lo que iba a poder recuperarse. No fue
requerido trasladarlo a un hospital puesto que en la enfermería tenían los
recursos necesarios para poder tratarlo correctamente. Así que eso logró
tranquilizar un poco a los demás.
Aunque no del todo.
Las rejas de las celdas comenzaban a cerrarse una por una conforme
empezaba la hora nocturna. Los reclusos se dirigían a sus respectivas
celdas para ir a descansar, poco a poco gobernando el característico
silencio de la noche.
Jimin decidió dormir junto con Jungkook en la litera de abajo, ambos
cubiertos con la manta y sin aún poder dormirse.
—¿No tienes sueño? —pregunta suavemente el pelirosa.
—Un poco —bosteza, volteando a verle— ¿Y tú?
—No mucho. Pero me dormiré hasta que tú lo hagas…
—¿Por qué?

273
—Quiero que duermas, yo no tengo sueño… —murmura mientras
recuesta su cabeza sobre el pecho del pelinegro y le abraza
cariñosamente de la cintura— Estaré abrazado a ti hasta que te duermas.
Jungkook sonrió dulcemente, abrazando también a Jimin y cerrando sus
ojos.
—Me encanta cuando eres tierno.

—Aunque sigo molesto contigo.


Jimin levanta su cabeza para mirar a Jungkook con una expresión
decaída.
—¿En serio? —murmura en voz baja.
—Sí. Aún no puedo creer que lo hicieras… —suspiró— ¿Realmente
valió la pena? ¿Dejar que te aumentaran tres años más sólo por
venganza?
Jimin tragó saliva, asintiendo lentamente con la cabeza. Y Jungkook
bufó.
—Estás loco —suelta, apartando la mirada— Lo supe desde el primer
momento en que te conocí pero ahora lo confirmo, te quedaban sólo dos
años, Jimin. ¡Sólo dos!
—Está bien, Jeon —intenta calmarlo, acariciando su rostro— ¿Podrías
mirarme?
El pelinegro obedece, volteando su rostro hacia el pelirosa para
finalmente ambos verse fijamente a los ojos.
—Me da igual… —responde Park con una suave sonrisa— ¿Qué me
espera allá afuera? Nada. Yo ya no tengo nada que perder, sólo a ti…
Se miran en silencio. Jungkook finalmente le dedica una cálida sonrisa a
Jimin. Sin embargo, el pelirosa deja de sonreír al observar detenidamente

274
el rostro del pelinegro y es cuando levanta una mano para acariciar su
mejilla con suavidad.
—¿Puedes prometerme una cosa?
—Dime.
—Pase lo que pase, quiero que me prometas que nunca vas a rendirte y
que siempre seguirás adelante.
Jeon frunce el ceño, viéndole confundido.
—¿A qué te refieres? —sonríe nerviosamente— ¿Por qué actúas cómo si
estuvieras despidiéndote? Estaremos bien, ya verás.
—Promételo —insiste, viéndole con seriedad.
Entonces Jungkook suspira y asiente con la cabeza, sin tomarle mucha
importancia.
—Vale, te lo prometo.
Entonces Jimin se impulsa para darle un suave pero profundo beso en los
labios a Jungkook, queriendo transmitirle todo lo que sentía sólo con ese
simple y poderoso tacto.
—Te amo… —susurra sobre sus labios casi con voz dolida.
—Yo también te amo —responde el contrario y seguidamente bosteza—
Durmamos ahora, estoy cansado.
Seguidamente vuelven a abrazarse y acurrucarse juntos como una pareja,
dejando que el sueño les ganara hasta quedarse dormidos.
Pero claramente, Jimin no durmió lo suficiente como fingía que lo estaba
haciendo con Jungkook al lado. Habían pasado varias horas, lo más
seguro era de madrugada pero aún estaba completamente oscuro.
Dehecho, estaba lloviendo con fuerza y relámpagos. Durante la noche
habían cambiado de posición por lo que Jungkook se encontraba dándole
la espalda mientras roncaba por lo bajo, y Jimin estaba mirando el techo
de la celda en espera de lo que suponía que vendría.

275
Y vaya que su mente y experiencia en estas cosas le funcionó muy bien,
porque a los pocos minutos escuchó pisadas silenciosas afuera de su
celda. De inmediato se puso en alerta y salió cuidadosamente de la cama,
intentando no despertar a Jungkook antes de darle una última mirada.
A continuación se acerca a las rejas con cautela, deteniéndose en seco
cuando visualizó la figura de Sesang al frente de su celda y sonriéndole.
—Buenas noches, rosita —saludó en un susurro el chico cuando Park se
acercó a la reja— ¿Qué haces despierto?
—No vas a llevártelo —espeta Jimin con el ceño fruncido.
—Claro que sí —sonríe— Y no me importaría matarte si es necesario,
así que… ¿Por qué no vuelves a tu cama y salvas tu pellejo?
Jimin suspira.
—Puedo ofrecerte algo mejor.
—¿Qué? ¿Vas a chuparme la polla para salvar a tu novio? —intuye en un
tono de burla.
—No.
—¿Entonces qué tienes para ofrecerme?
—A mí.
Inmediatamente Sesang quita su sonrisa, quedándose sorprendido.

—Llévame a mí, en vez de a Jungkook —explica con voz monótona—


Valgo mucho más y lo sabes, han intentado matarme durante años. ¿Por
qué no aprovechar en vez de atacar a los míos?
—¿Acaso es una trampa? No caeré ante tus encantos, rosita.
—No miento —afima en voz baja— Estoy solo, ni siquiera los demás
saben que iba a hacer esto… Pero su rivalidad contra mi pandilla

276
empeoró desde que yo llegué… Matarme, hará que todo termine y lo
sabes.
Sesang frunce el ceño.
—¿Así que vas a sacrificarte para salvar a Jeon? Vaya… Realmente estás
jodido.
—No es tú problema. Yo maté a Taemin, no él. ¿Aceptas o no?
El chico se mostró pensativo, y parecía que estaba a punto de negarse
pero inmediatamente Jaesoo aparece a su lado.
—Aceptamos —espeta con una mirada asesina.
Jimin asiente, tocando el botón para abrir la reja y procurando no
despertar a Jungkook mientras volvía a cerrarla. Estando afuera, se dió
cuenta que parte de la pandilla de Kang estaba allí, esperando.
Literalmente esperaban a que Jungkook saliera de la celda en algún
momento de la noche para atraparlo y llevárselo. Pero ahora tenían algo
mucho mejor, tenían a Park Jimin y claramente ahora cualquier plan
contra Jeon era nulo.
Inmediatamente dos hombres agarraron a Jimin por ambos lados de los
brazos y lo guiaron hasta el segundo piso. El cuál estaba extremadamente
vacío y sin seguridad, era obvio que algo le habían hecho a los guardias
para que no estuvieran ahí vigilando.
Lo llevaron a la lavandería.
Las luces del lugar se encendían y apagaban velozmente debido a la
electricidad que afectaban los rayos de la tormenta. A Jimin lo tiraron al
suelo de forma brusca, pero aún así se levantó de inmediato para notar
que estaba completamente rodeado. Todos los rostros le eran familiares.
Jaesoo se acercó lentamente y en silencio hasta quedar a centímetros de
su cuerpo para de forma improvista darle un golpe en el abdomen.
Jimin gime de dolor, encogiéndose en su lugar pero sin caer al suelo.
Entonces otro recluso se acerca a golpearlo pero Jimin encuentra la
estabilidad para detenerlo y golpearlo en el rostro, y así intentó pelearse

277
con las personas que se acercaron al mismo tiempo a lastimarlo. Sin
embargo, era uno contra cinco, claramente terminaron ganando y
dejándole en el suelo mal herido.
Con un hilo de sangre bajar de su boca mientras observaba el duro
cemento del piso, volvieron a tomarlo de los hombros hasta dejarlo al
frente de unos pies que inmediatamente reconoció al levantar la mirada:
Kang.
—Vaya, vaya… —murmura el hombre mientras se agachaba para quedar
a su altura y tomarle del mentón— Park Jimin rindiéndose, eso es
nuevo…
Jimin le fulmina con la mirada mientras mantiene la respiración pesada y
su cuerpo tiembla del dolor, sangre baja de su mejilla y labio inferior,
mostrando un aspecto para nada favorable.
—Vete a la mierda —gruñe antes de escupirle en la cara.
Kang cierra sus ojos, pasando una mano por la saliva de Jimin en su
mejilla y después mirándole con un semblante furioso. Y como era de
esperarse, le propina un golpe en el rostro. Seguidamente le toma con
fuerza de la mandíbula para que le mirase a los ojos.
—Escúchame bien, pequeña mierda, te dije que algún día ibas a pagar
por todo lo que haz hecho… Y no sabes cuánto voy a disfrutar esto… Es
un acto muy conmovedor lo que estás haciendo para salvar a tu novio,
lástima que no te vaya a servir de mucho… —sonríe maliciosamente.
Jimin le mira sorprendido e inmediatamente comienza a removerse,
aunque se detiene a sí mismo cuando Kang se levanta y le permite mirar
una lavadora de carga frontal. Entonces siente su cuerpo quedarse
estático y un hilo de terror cruza por su mirada. Pues en la prisión, había
muchas formas de matar a alguien, pero una que era bastante efectiva y
descabellada, era encerrarte dentro de una lavadora en funcionamiento
hasta que mueras ahogado.
—Buen viaje, rosita. Nos vemos en el infierno… —se despide Kang con
una sonrisa antes de alejarse completamente.

278
Al instante los chicos que sostenían a Jimin por los brazos, comenzaron a
arrastrarlo hasta la lavadora pero inmediatamente opone resistencia.
Jaesoo le da un golpe en el rostro y otro nuevamente en el abdomen para
dejarle débil. De todas formas, Jimin se sostiene del borde de la lavadora
para que no lograran meterlo.
Pero aún así, no pudo lograrlo.

Un fuerte relámpago hace que Jungkook despierte de golpe, llevando una


mano a su cabeza y mirando a su derecha. Él esperaba ver a Jimin a su
lado, pero grande fue su sorpresa cuando no estaba ahí. Asustado,
Jungkook sale de su cama y observa la litera de arriba, sin éxito. No lo
pensó dos veces y rápidamente abrió la reja para buscarlo, primero fue a
los baños, con la respiración agitada y semblante angustiado, revisó en
cada cubículo pero no lo halló.
Recorrió los pasillos, mirando a su alrededor con las manos en la cabeza
y sin saber dónde podía estar.
Entonces fue cuando logró divisar a parte de la pandilla de Kang salir de
la lavandería en el segundo piso, Jaesoo pareció notarlo y sólo le dedicó
una mirada maliciosa antes de irse por completo cada uno a sus celdas.
Y fue suficiente para que Jungkook tuviera un mal presentimiento.
—Joder… —soltó e inmediatamente se echó a correr escaleras abajo,
sintiendo una horrible presión en su pecho y con el pulso acelerado.
Se dirigió a la lavandería, abriendo la puerta pero no viendo nada. Miró a
su alrededor, todo estaba completamente silencioso y tranquilo. A
excepción del ruido de la tormenta y una radio, una radio con música.
Jungkook se quedó contemplando esa radio por unos segundos, sin
entender nada. Hasta que poco a poco giró su rostro hacia una lavadora
que estaba encendida y funcionando. Tuvo un mal presentimiento, el
cual le incitó a acercarse lentamente. Cuando estuvo al frente, se agachó
para lograr divisar lo que había adentro y cuando reconoció el cabello
rosa de Jimin, ahogó un grito y presionó el botón para detener.

279
Inmediatamente abrió la pequeña puerta de la lavadora, agua y espuma
saliendo a chorros junto con parte del cuerpo inconsciente de Jimin.
Rápidamente Jungkook lo agarró y lo terminó por sacar con dificultad de
la lavadora, dejando su cuerpo empapado en el suelo.
Jungkook contempló anonadado el cuerpo de Jimin, con la respiración
pesada y totalmente en shock. Literalmente no podía creer lo que veían
sus ojos.
—¿J-Jimin…? —murmuró con la voz ahogada, tocando su rostro helado
y completamente pálido— ¿Jimin? —volvió a llamar, sacudiendo su
cuerpo para que despertara.
Pero Jimin no lo hacía.
Jungkook presionó dos dedos sobre el cuello de Jimin, buscando su
pulso pero no lo sentía. Mierda. No lo sentía. Inmediatamente su
respiración se agitó conforme sus ojos se llenaban de lágrimas y negaba
incontables veces con la cabeza.
Rápidamente colocó sus manos temblorosas sobre el pecho del pelirosa,
comenzando a hacerle un RCP desesperado.
—P-Por favor, Jimin… por favor… —murmuraba con la voz rota y las
lágrimas bajando salvajemente sobre sus mejillas— ¡Despierta! —grita,
acercándose a sus labios para darle respiración de boca a boca y después
continuar presionando su pecho, así sucesivamente— ¡Mierda, no! ¡D-
Despierta, por favor! ¡Despierta!
Era inútil. Jimin no reaccionaba a nada, sus ojos permanecían cerrados y
sus labios entreabiertos. Luciendo muerto. Pero Jungkook no quería
pensar eso, porque era imposible. Jimin no podía morir. No podía.
Sin embargo, terminó por rendirse y romper nuevamente en llanto.
Sollozando sobre el cuerpo inerte del pelirosa, arrugando sus ropas con
sus manos temblorosas sin dejar de gritar y llorar.
—J-Jimin… —sollozó tomando su rostro con ambas manos y juntando
sus frentes— No… No, no, no… Por favor no… por favor… Despierta,
amor. ¡Por favor! —suplicó, volviendo a llorar.

280
En ese momento siente varias manos en su espalda y antes de poder
reaccionar ya le estaban jalando hacia atrás, alejándolo del cuerpo de
Jimin, rápidamente se dió cuenta que eran funcionarios pero no le
importó y comenzó a patalear.
—¡No! ¡Suélteme! —gritó, forcejeando con fuerza entre los agarres de
aquellos hombres que intentaban sacarlo y probablemente se habían
enterado de todo debido a sus gritos.
Tanto el médico como enfermeros se aproximaron al cuerpo de Jimin,
haciéndole una rápida revisión.
—No tiene signos vitales, debemos llevarlo al hospital enseguida.
Fue lo último que Jungkook pudo escuchar porque los funcionarios lo
sacaron a duras rastras de la lavandería.
—¡No, por favor no! —gritaba con fuerza, removiéndose como un
desquiciado— ¡Déjenme! ¡No puedo dejarlo!
Sin embargo los funcionarios ignoraron completamente sus gritos y
forcejeos por no querer alejarse de Jimin. Finalmente lo encerraron por
completo en su celda, impidiéndole abrir las rejas y poder salir.
—¡Jimin! —exclama en voz alta, golpeando la puerta y aferrándose a los
barrotes de metal— ¡Te mataré, Kang! ¡Juro que voy a matarte, hijo de
perra! ¡Me las vas a pagar! —vociferó, sabiendo perfectamente que toda
la prisión lograría escucharle.
Pronto el sonido de la ambulancia llegar se escuchó fuera del lugar, y
Jungkook sólo pudo apoyar su cabeza entre las rejas sin dejar de sollozar
con fuerza de la impotencia más culpabilidad que sentía.
—Por favor, Jimin… —susurró en un hilo de voz— Por favor,
despierta…
Pero Jimin nunca despertó.
A esto me refería con intenso, loks. Bueno… No tengo mucho que
decir al respecto, sólo que guarden bien las palabras de Jungkook. Y

281
comiencen a extrañar a Jimin.
Gracias y perdón por actualizar tarde, se había caído el Internet
unu, chau <3

282
030.

¡Actualización sorpresa!
Por fa, quédense al final del capítulo, les tengo un aviso importante.

—¿Crees que sea una buena idea?


Pregunta Taehyung mientras camina por los pasillos al lado de Hoseok,
llevando consigo una barra de chocolate en el bolsillo la cual había
comprado en el economato.
El pelirrojo suelta un suspiro.
—Bueno, es lo único que podemos hacer. Ya han pasado dos semanas y
ni siquiera se ha dignado a probar un bocado de comida, no podemos
hacernos ojos ciegos.
—Pero tampoco quiere hablarnos, lo más seguro nos saque a patadas y
se ponga peor.
—Hay que intentarlo —sonríe Hoseok.
A continuación ambos se detienen al frente de la celda, presionando el
botón para abrir las rejas y entrar cautelosamente. En silencio,
observaron la figura del pelinegro de pie mientras mantenía su cabeza
apoyada en la litera de arriba al igual que sus brazos y manteniendo sus
ojos cerrados.
—¿Jungkook? —llamó suavemente Taehyung— Venimos a—
—Lárguense —espeta fríamente sin moverse de su posición.
—Jeon, venimos a ayudarte —habla Hoseok con voz segura— Y te
traemos un poco de comida, hace días que no comes.
—No tengo hambre, y menos quiero ayuda.

283
—Pero la necesitas —afirma Taehyung.
—No, no la necesito —sentencia mientras finalmente les mira a los ojos,
enseñando sus ojos rojos y cansados— Por favor, déjenme solo.
—Hemos respetado tu distancia, pero no podemos seguir haciéndolo —
suspira el pelirrojo— Amigo, estás matándote…
—¿Y? —suelta, frunciendo el ceño— ¿Cuál es el puto sentido si me
muero o no? ¿Influirá en algo? No, en una mierda.
Taehyung niega con la cabeza, luciendo decaído.
—No hagas esto…
—¿Hacer qué? —espeta, alejándose de la cama y encarando a sus
amigos— Respóndeme. ¿Hacer qué?
—¡Esto! —le señala— Esta actitud de mierda que has tenido con
nosotros y con todos, cuando sólo intentamos ayudar. Entiendo que sea
difícil. Pero no eres el único que está pasando por esto, ¿recuerdas?
—Vale, tienes razón —asiente de forma cortante— No soy el único, pero
no somos iguales y cada quien lo lleva a su puta manera. Así que,
háganme un favor, y déjenme en paz.
—Tú manera no es la correcta.
—¿Y cuál es la correcta según tú? —pregunta, cruzándose de brazos—
¿Hacerme el idiota? ¿Hacer cómo si nada hubiese pasado? ¡¿Actuar
como si nada sabiendo que esos hijos de puta están vivos?!
Taehyung se acerca lentamente a Jungkook.
—Jeon, cálmate. Sabes perfectamente que no podemos actuar ahora.
—¡No me pidas que me calme! —exclama con la respiración pesada—
¡Esos imbéciles tienen que pagar por lo que hicieron! ¡Tienen que morir!
Inmediatamente Hoseok interviene, acercándose al chico.

284
—Lo sabemos, Jungkook. Y estamos de acuerdo contigo… La muerte de
Jimin no será en vano.
—¡Jimin no está muerto!
Dicho esto, Jungkook rompe en llanto. Es verdad, Jimin no estaba
muerto pero para muchos técnicamente lo estaba.
Pues Jimin estaba en coma.
Después de haberlo llevado al hospital, lo único que le avisaron a los
reclusos es que había entrado en un estado de coma debido a una lesión
severa en el cráneo. Y claramente, nunca se sabe cuando alguien así
pudiese despertar. Podía durar días, meses o años. Jimin apenas llevaba
dos semanas. Y de haber durado más en aquella lavadora, hubiese
muerto por completo pero gracias a que Jungkook lo sacó a tiempo,
pudieron salvarlo.
Bueno, no del todo.
—Jungkook tiene razón, Hoseok —habló Taehyung acercándose al
pelinegro para envolverlo en sus brazos— Jimin no está muerto, no lo
está… —afirma, acariciando su espalda— Tranquilo, estará bien.
Hoseok suspira, negando con la cabeza y sentándose en la mesa.
—Lo sé, pero hay muy pocas probabilidades de que despierte…
Jungkook solloza más fuerte y Taehyung le dedica una mirada
amenazante a Hoseok.
—Cierra la puta boca.
—Sólo digo la verdad.
—¡Que la cierres!
Hoseok obedece, quedándose callado y sintiéndose algo mal por haber
hecho llorar a Jungkook. Aunque últimamente no era una novedad verlo
llorar, desde que Jimin se fue, Jungkook se la pasaba aislado de todo y de
todos. Apenas salía para cumplir sus obligaciones en la cárcel, evitaba

285
hablar con sus amigos y mucho menos escuchaba lo que ellos le decían.
Parecía un muerto viviente. Y por las noches, se desvelaba llorando todo
el tiempo. Era algo lamentable de ver, y por eso es que Taehyung y
Hoseok decidieron ayudarle un poco.
—Ven, siéntate —murmura Kim a Jeon, sentándole en una silla y
sacando el chocolate que llevaba— Toma, come un poco aunque sea, te
sentará bien.
—Gracias… —murmura mientras aceptaba el dulce y le daba un
pequeño mordisco, después de llorar como un bebé por varios minutos
ya se encontraba más tranquilo.
Hoseok tragó saliva, observando a Jungkook con lástima.
—Lo siento, amigo… No quise sonar tan grosero. Entiendo que esto te
afecte más que a todos…
—Está bien —suspira, limpiando sus lágrimas— Es sólo que aún no
puedo creer que no esté aquí, porque literalmente se siente así, como si
ya no estuviera conmigo… Joder, hasta he pensando en escaparme para
poder ir a verlo al hospital.
—Claramente eso es una estupidez.
—Lo sé, pero tampoco imposible…
—Nadie va a escaparse —sentencia Namjoon de forma improvista,
entrando a la celda y sentándose en una de las sillas— ¿Te quedó claro,
Jeon?
—Pero necesito verlo…
—Nadie va a escaparse, es demasiado difícil y muy arriesgado.
Suspirando pesadamente, Jungkook asiente con la cabeza y le da otro
mordisco sin gana al chocolate.
—Todos queremos verlo, pero tenemos que ser pacientes y esperar. Jimin
despertará y volverá con nosotros. Fin.

286
—¿Cómo estás tan seguro? —pregunta, mirándole con un brillo en los
ojos.
—Porque lo sé, Jimin es un chico fuerte. Ha sobrevivido a peores cosas,
estará bien. Probablemente tarde un par de meses… pero volverá.
Mientras tanto, no debemos perder los estribos y mucho menos si
queremos vengarnos… De lo contrario, cometeremos errores como lo
que hiciste en el comedor.
Al día siguiente que se llevaron a Jimin al hospital, Jungkook tenía los
nervios y las emociones al tope. Por lo que a la hora del desayuno, no
pudo controlar su ira e intentó asesinar con una bandeja a Kang en
cuanto lo vió. Inmediatamente fue detenido por los secuaces del hombre,
quienes intentaron defenderlo. Aún así, logró darle una buena paliza al
hombre porque terminó en enfermería y todavía no había salido de allí.
—No me arrepiento de nada —espeta Jungkook.
—Por mucho que me moleste que lo hayas hecho, tenías tus razones y
además, nos diste una buena ventaja para llegar a él y matarlo —explica
Namjoon con una sonrisa— Es la única forma de acabar con todo, ellos
intentaron quitar el problema de raíz con Jimin pero claramente no lo
lograron del todo… Y nuestra salida, es hacer lo mismo, sólo que esta
vez, atacando directamente al líder. Al atacar al que está en la cima de la
pirámide, todos caerán.
Todos permanecieron atentos a sus palabras y estando completamente de
acuerdo.
—Vale. ¿Pero quién va a matarlo? —pregunta Taehyung, mirando a sus
compañeros.
—Yo lo haré —se ofrece inmediatamente Jungkook— No me importa
nada, quiero matarlo con mis propias manos… Además, no sería la
primera vez que lo hago…
—Okay… —asiente Namjoon— ¿Estás seguro de que podrás hacerlo?
—Ese hijo de puta le ha jodido la vida a Jimin desde que llegó, no me va
a temblar el pulso para clavarle una daga en el pecho si es necesario.

287
Namjoon sonríe.
—Adoro tu entusiasmo, pero no haremos eso… Será más sutil, sin dejar
huellas ni rastros de sangre. Claramente ese hombre merece la peor de
las muertes, pero es realmente difícil conseguirlo… Así que lo que harás
será asfixiarlo con una almohada hasta que deje de respirar…
Para Jungkook, asfixiar a Kang con una almohada no era suficiente. Él
necesitaba verlo sufrir, quizás no iba a apuñalarlo… Pero iba a hacerlo
pasar un mal rato hasta que muriera.
—Tengo una mejor idea.
Y así fue, como organizaron su anhelada venganza. Jungkook sabía
perfectamente que matar Kang no le iba a devolver a Jimin, pero habían
personas que realmente merecían morir. Por lo que entre todos, lograron
que Jungkook pudiera escabullirse junto con Hoseok y Yoongi en la
enfermería hasta la habitación donde se encontraba Kang en una camilla.
El tipo estaba despierto, y lo estuvo más cuando divisó la figura de ellos
tres ingresar silenciosamente. Jungkook le indicó que no hiciera ningún
ruido con un gesto, mientras sacaba de su bolsillo un pequeño tarrito con
un químico mortal y una jeringa. Inmediatamente Kang se puso en alerta
pero Yoongi y Hoseok le retuvieron de ambos brazos con fuerza.
—¿Tú pensaste que ibas a salirte con la tuya? —murmura Jeon,
colocando el contenido del envase lentamente en la jeringa— Bueno, no
todos tenemos un final feliz… Y claramente juré que iba a matarte…
—Sólo eres un pijo de mierda —ataca el hombre, mirándole algo
aterrado— No serías capaz…
—Pruébame, hijo de puta.
Sentencia Jungkook antes de clavar la aguja en el brazo de Kang y
taparle su boca para que no gritara. Inmediatamente este comenzó a
removerse como un loco, pero volvieron a sujetarlo con fuerza y
Jungkook aprovechó para finalmente hacer presión en la jeringa y
depositar todo su tóxico contenido en el interior. Hecho esto, la sacó y la
guardó nuevamente en su bolsillo. Entonces Kang dejó de forcejear,

288
Yoongi y Hoseok lo soltaron, los tres observando cómo poco a poco
aquella persona que por tanto tiempo odiaron moría lentamente en frente
de sus ojos.
—¿No lo sientes? —susurra Jungkook cerca del rostro de Kang—
¿Sientes el ardiente veneno recorrer tus venas? Y como poco a poco
llegará a tu corazón hasta hacerlo detenerse completamente y luego
ups… Pobre hombre, un paro cardíaco… Tenía tanto por vivir, tantas
vidas que torturar, tantas personas a las cuáles abusar… —gruñó
entredientes, viéndole con desprecio— Hasta nunca, hijo de perra.
Dicho esto, saca una paleta de fresa que era de las que Jimin comía y la
abrió para ponérsela a la fuerza en la boca.
—Un pequeño recuerdo para que tengas algo lindo en el infierno,
especialmente color rosa —sonríe.
Entonces Jungkook junto con Yoongi y Hoseok abandonan la habitación,
mientras Kang perdía poco a poco la estabilidad.
Hasta que finalmente murió.
Hola uwu, qué tal? Me siguen odiando? Jajsja, perdónenme por
hacerles sufrir. Tengo tres anuncios:
1) Jimin no murió, quedó en coma. Y cuando dije “Jimin nunca
despertó” me refería a en ese momento, por más que Jungkook
suplicó, no lo hizo. Y cuando dije que lo iban a empezar a extrañar,
es porque no va a aparecer en un par de capítulos :( pero bueno,
entiendo que se pudo haber malentendido. Jimin es prácticamente el
protagonista de esta historia y el mejor personaje, NO LO IBA A
MATAR. Jajsja.
2) No haré una segunda temporada, la idea era algo que tenía en
mente hace poco y después de meditarlo mejor, prefiero dejar el fic
como ya lo tenía escrito. De todas formas, gracias por el apoyo. Les
tkm.
3) Este capítulo fue una recompensa por hacerles llorar, y mañana
subiré un maratón. Así que get ready.

289
Chau <3

290
031.

Maratón 1/3
Es el maratón más largo que he hecho, ksksk. Léanlo con paciencia,
voten, comenten y sean felices.

Es increíble lo fácil que puedes llegar a matar a alguien.


Jungkook lo sabía perfectamente.
La muerte suena algo tan complejo e inquietante, pero lo que no muchos
saben es que todos tenemos la capacidad de matar. Todos podemos
hacerlo. Es un como pequeño chip, el cual algunas personas lo activan
más fácilmente que otras, a algunas nunca les funciona por sus creencias
morales y ética. Pero está ahí. Y a veces, cuando menos nos damos
cuenta, lo hicimos.
Jungkook había pensado por mucho tiempo que la muerte de su ex mejor
amigo, Mingyu, había sido un accidente. Pero después de matar a Kang,
comenzó a cuestionarse si realmente se había convertido en lo que más
temía, en un verdadero asesino.
Nuevamente, sintió que merecía estar ahí. Pero la única diferencia, es
que no sentía remordimiento o pena alguna por haber hecho lo que hizo.
Sólo sentía satisfacción y alivio. Es cierto, la venganza no era buena. Sin
embargo, hay personas que merecen morir por todo lo que han hecho.
Y Kang no era la excepción, literalmente tenía una sentencia de
cincuenta años en prisión.
Tal y como era de esperarse, le hicieron una especie de velorio al hombre
en la capilla de la prisión. Sí, había una capilla pero casi nadie iba. Todos
los reclusos fueron obligados a asistir. Incluido la pandilla de Namjoon,
quienes sólo permanecieron serios y con rostros neutros ante las palabras

291
del padre. Desde su posición, podía divisar perfectamente a la pandilla
de Kang, que ahora sin él, no eran nada. Por lo que simplemente
permanecían igual que ellos, en silencio y sin ninguna expresión en su
rostro.
Habían ganado, sabían que ellos no intentarían vengarse o algo por el
estilo porque eso sólo conllevaría a su muerte segura. Sin Kang, eran
débiles. Y la pandilla de Namjoon le superaba en número, simplemente
debían volver a la normalidad y actuar como si nada hubiese pasado. La
muerte de Kang, fue la excusa necesaria para detener toda rivalidad o
enfrentamientos. Aún si hubiesen rencores de entremedio, todo había
acabado.
La mayoría sentía un alivio de finalmente haber eliminado una amenaza
de sus vidas, a excepción de Jungkook. Él seguía igual de tenso, sentía
que no había cambiado nada y que sólo volvería a estar bien cuando
Jimin volviese.
¿Y si nunca volvía?
La celda se sentía abrumadoramente vacía sin él. Jungkook lo extrañaba,
lo extrañaba más de lo que pudo imaginarse. Ni siquiera podía comparar
esa sensación de cuando Jimin estuvo en aislamiento, porque la
diferencia es que Jungkook sabía que volvería a verlo, sabía que estaba
ahí y que no se iría a ningún lado.
Pero ahora, todo era diferente. Y probablemente no volvería a ver al
chico que por un momento pensó que podría llamarle el amor de su vida.
Mierda. Pensaba decírselo un día, lo mucho que significaba Jimin para
él.
Muy tarde.
Después del velorio, un ambiente tenso y melancólico recorrió la prisión.
Todos los reclusos continuaron sus obligaciones en silencio, estando de
luto por consideración. Porque de lo contrario estarían brincando de
alegría. Kang no era la persona más querida del lugar. En fin. A
Jungkook ya no le interesaba nada relacionado con eso.

292
Él sólo quería a Jimin devuelta.
Estando en su celda, acostado sobre su cama, comenzó a plantearse su
desesperado comportamiento. Quizás había desarrollado una especie de
apego emocional hacia Jimin. Fueron dos años de tenerlo como
compañero, de entrar y siempre verlo leyendo un libro, de las
madrugadas en las que se desvelaban para hablar de la vida de otro o en
la que se besaban bajo la oscuridad de la noche. Inclusive extrañaba las
constantes e intensas peleas que tenían. Y era preocupante, porque ahora
Jimin tenía una condena de cinco años. En cinco años finalmente saldría,
finalmente sería libre.
Pero Jungkook no, a él le faltarían tres años más. Estaría sin Jimin tres
años. Y de sólo pensarlo, sentía que se volvía loco.
¿Cómo lograría sobrevivir sin él?
“Pase lo que pase, quiero que me prometas que nunca vas a rendirte y
que siempre seguirás adelante.”
Aquel suave recuerdo cruzó por su mente una vez más, y entonces, lo
supo. Al principio no lo había entendido, pensaba que Jimin se refería a
una metáfora o estaba hablando de la situación. Sin embargo, Jungkook
cayó en cuenta que había estado hablando del futuro.
“Si muero, si algún día no estoy, quiero que sigas adelante y nunca te
rindas. No intentes nuevamente ir por el camino fácil, eres fuerte. Puedes
seguir sin mí.”
A eso Jimin se refería. Jungkook comenzó a llorar nuevamente en la
soledad. Mierda. Él quería rendirse. Él sentía que ya no podía más y no
iba a poder. Pero le había hecho una promesa. Lo había prometido. Y no
podía fallarle.

Los días en prisión eran extrañamente tranquilos, era común cuando un


recluso moría. Y en este caso habían sido dos, pues muchos creían que
Jimin realmente estaba muerto.

293
Jungkook intentó mejorar y sobrellevar la situación de otra manera, tal y
como le había aconsejado Taehyung. Poco a poco, volvía a establecer
conversación con sus amigos y a convivir. Visitaba frecuentemente el
gimnasio para distraerse de sus penas. Y se mantenía al tanto llamando al
hospital para preguntar por el estado de Jimin, obteniendo siempre la
misma respuesta negativa.
Las cosas cambiaron un poco para su persona, porque muchos reclusos
comenzaron a rumorear que él había matado a Kang y por ende, lo veían
como uno de los peligrosos. Era extraño. Porque parecía que ahora todos
le tenían miedo, y tampoco se quejaba, en realidad era favorecedor.
—Es impresionante —le dijo Taehyung mientras estaban en el comedor.
—¿Qué cosa? —pregunta antes de alzar la ceja.
—La perspectiva que todos tenían sobre ti… Antes tenías miedo de todo
y de todos en general… Pero ahora, ahora eres tú el que da miedo.
Jungkook traga saliva, sintiéndose algo abrumado por esa confesión.
—Me convertí en lo que juré que nunca sería, vaya mierda… —ríe
suavemente, intentando sacar la tensión de su cuerpo.
—No te culpes. Todos nos corrompemos en este lugar, y creo que no lo
haz notado… Pero comienzas a parecerte a Jimin.
—¿Ah sí? No lo creo.
—Créelo, pero sólo un poco. Quizás si te tiñes el cabello rosa y
comiences a chupar paletas, logres parecerte más.
Ambos rieron al mismo tiempo.
—No digas idioteces —dice Jeon— Jamás podría reemplazarlo, porque
él es único.
—Es verdad.
Después de hablar un rato entre los dos, ambos se dirigieron a continuar
su labor en lo talleres. Tiempo después, en la hora de descanso y cuando

294
estaba por ir a su celda a darse una siesta, Jungkook no esperó para nada
toparse con un funcionario dentro de su celda.
Y su corazón dió un vuelco cuando notó que estaba recogiendo las cosas
pertenencias de Jimin, echándolas en una caja.
—¡Hey! —exclamó, ingresando a la celda— ¿Qué carajos está
haciendo? ¡Esas son las cosas de Jimin!
—Tranquilo, Jeon. Será momentáneo hasta que Park regrese, pero
mientras tanto me dieron órdenes de despejar su espacio para que sea
ocupado por un nuevo recluso.
—¿Qué? —abre sus ojos de golpe e inmediatamente niega con la cabeza
y lo detiene— Esto no tiene sentido. No puede llevarse sus cosas, ustedes
sólo hacen eso cuando un recluso ha muerto. ¡Y Jimin no está muerto!
El funcionario rodó sus ojos e hizo a Jeon a un lado, terminando de echar
a la caja la última pertenencia de Jimin para dirigirse a la salida.
—Lo sé, joder. Pero no puedo hacer nada al respecto, son órdenes de
dirección, no mías. Lo siento. En cuanto Park vuelva, se le devolverán
sus cosas y lugar, mientras tanto tendrás un nuevo compañero de celda…
Dicho esto, el funcionario sale de la celda y observa a su derecha,
indicándole a alguien con la mirada que se acercara. En ese momento un
chico alto, bastante joven y de cabello castaño se posicionó al lado.
—Choi Beomgyu, celda número 225 —presentó— Adelante.
Jungkook al instante frunce el ceño y observa a Beomgyu con una
mirada completamente amenazante que hace al chico asustarse y
retroceder un poco.
—Ni se te ocurra dar un paso más, niñato —advierte con voz furiosa.
—Jeon, no empieces —pide el funcionario— Déjalo en paz.
—En esta celda ya estamos llenos —explica el pelinegro— Es mía y de
Jimin, no cabe nadie más.

295
—Déjame recordarte que no tienes ninguna autoridad aquí, así que
cállate y acepta de una vez por todas que Park ya no pertenece a esta
celda —mira al novato— Entra, y si te hace algo no dudes en decírmelo.
¿Vale?
Beomgyu asiente con la cabeza y avanza sin quitar sus ojos asustados de
Jungkook, una vez adentro, el funcionario cierra la celda y se va.
Un crudo e incómodo silencio se presenta entre ambos, Jungkook no
puede dejar de mirar a Beomgyu como si lo fuera a matar y claramente
no era nada tranquilizador para el chico nuevo.
—¿P-Podrías dejar de mirarme así? —pide finalmente el castaño, sin
mirarlo— Estás dándome miedo… Créeme que de ser por mí, me iría a
otra celda, pero… —traga saliva— Supongo que no podemos elegir…
¿No es así?
Beomgyu mira a Jungkook y este inmediatamente rejala su mirada al
visualizarse a él mismo hace dos años en sus ojos, exactamente igual.
Recordando aquel miedo del primer día al estar en un lugar desconocido
con gente peligrosa, y peor aún, tocándote de compañero un tipo que lo
primero que hace es verte mal.
Quizás Taehyung tenía razón y se estaba pareciendo más a Jimin de lo
que creía. Vaya ironía.
Así que, finalmente tomó aire y suspiró con tranquilidad, relajando su
cuerpo y sacando la tensión. Pues entendía perfectamente al muchacho
que estaba al frente suyo mirándole con miedo.
—Claro —dice más calmado, asintiendo con la cabeza— No podemos
cambiar la celda que nos asignan desde un principio, lo sé
perfectamente…
—El funcionario me dijo que sería temporal…
—Lo sé, perdona mi comportamiento, no me he sentido muy bien estos
días y… —resopla, negando con la cabeza— Como sea, adelante… —
dicho esto, se hace a un lado para que el chico pudiera pasar y dejar sus
cosas.

296
Beomgyu le miró un poco sorprendido y asintiendo, se dispuso a
moverse, dejando por instinto su cesta en la litera de arriba.
—¡No! Espera —le detiene inmediatamente Jungkook, recibiendo una
mirada confundida— Ahm… Yo dormiré en esta —avisa, comenzando a
pasar sus cosas de la litera de abajo a la de arriba— Tu duerme abajo,
¿okay?
—¿Pero no es tu cama? —pregunta el castaño, frunciendo el ceño.
—No, es la de arriba —miente.
—Oh… okay.
Beomgyu comienza a ordenar la cama de abajo mientras dejaba sus
cosas y Jeon no puede evitar sentir una sensación de fastidio en su
interior, queriendo alejar completamente al novato de su celda porque no
era suya. Mierda. Ahora entendía perfectamente a Jimin en aquellos
momentos. La sensación de sentir que un desconocido invadiera el lugar
que fue tu espacio personal durante años, era muy insoportable. Pero no
tenía otra alternativa que aceptarlo.
—¿Cuántos años tienes? —cuestiona al estar observando sus rasgos
juveniles.
—Tengo diecinueve.
Bingo. El chico prácticamente era un niño a su lado. ¿Pero qué habrá
hecho para estar allí y tan joven? Bueno, no debería de sorprenderse
tanto. Jimin ingresó cuando tenía dieciocho, mientras sean mayor de
edad, todos irían al mismo lugar.
—¿Y qué fue lo que hiciste? —pregunta nuevamente sin discreción
alguna.
El castaño se detiene y hace una pequeña mueca.
—Bueno… Es algo vergonzoso, conducía ebrio con un auto robado y sin
licencia, entonces terminé chocando severamente contra una patrulla…
Sí, no tengo la mejor suerte del mundo.

297
Jungkook no puede evitar reírse un poco. Y a pesar de que Beomgyu le
hizo la misma pregunta él no quiso responder, hasta que preguntó otra
cosa.
—¿Quién es Jimin?
El pelinegro se mantuvo en silencio por algunos segundos y después
suspiró con fuerza, tragando saliva.
—Era mi antiguo compañero, dormía en la litera de arriba… —señaló la
mencionada de mala gana— Ahora mismo está hospitalizado, pero…
tengo la esperanza de que volverá… Es mi novio —aclaró.
Beomgyu abrió completamente sus ojos y retrocedió un poco.
—¿Eres gay?
—Bueno, algo así… —se encogió de hombros y después sonrió al ver la
expresión insegura del joven— Descuida, no te haré nada. No soy de
esos reclusos asquerosos para tu fortuna.
Seguidamente cree necesitar un respiro y lo utiliza de excusa para
abandonar la celda, y cuando le da una última mirada antes de irse, no
puede con la imagen de alguien más en ese sitio que no fuese Jimin, así
que terminó por salir.
Sin embargo, por desgracia el funcionario tenía razón, ahora tenía que
aprender a vivir con otra persona que no era Jimin y aceptar que
probablemente este nunca regresaría.
Buenaaasss, les vengo con tres capítulos. Espero los disfruten,
Beomgyu será un personaje secundario y que no va a tomar mucha
relevancia, igual es un bebé.

298
032.

Maratón
2/3

Habían pasado exactamente cuatro meses desde el incidente de Jimin.


Poco a poco, Jungkook tuvo que acostumbrarse a la presencia de
Beomgyu en la celda y para su fortuna el chico no era problemático. Sin
embargo, en la cárcel eso era un problema por absurdo que sonase, ya
que al Beomgyu tener una apariencia juvenil e inofensiva, muchos
reclusos habían intentado hacerle daño de todas las formas posibles.
Y Jungkook, guiándose por el extraño buen corazón y sentido de
solidaridad que tenía, decidió protegerlo. Era su nuevo compañero de
celda y no iba a permitir que le hicieran algo que le perjudicara para
siempre o corrompiera por completo. La sentencia de Beomgyu era muy
baja, sólo tenía tres años, pero en tres años podía pasar de todo y
Jungkook se iba a encargar de educarlo bien con todo lo que sabía al
respecto de la cárcel.
Vió la llegada de Beomgyu como una especie de distracción, así no
estaba pensando en Jimin las 24/7 o inclusive llorando en las noches. Sin
embargo, siempre lo tenía en mente, siempre. Y su desesperación por
saber su estado aumentaba cada día más al punto de llegar a la
desesperación, lo peor es que en el hospital le dijeron que si Jimin no
despertó en un mes, probablemente no iba a despertar nunca y que rara
vez los pacientes lo hacían después de eso.
A veces recibía visitas de la hermana de Jimin, Chaeyoung, ella le
mantenía al tanto de la situación y era consciente de su relación con
Jimin.

299
Pero Jungkook sentía que iba a volverse loco, necesitaba urgentemente
ver a Jimin, aunque sea sólo una vez más o lo que sea. Prácticamente se
lo arrebataron de un día para otro, necesitaba ver su rostro de nuevo y
ver con sus propios ojos que estaba bien, o en peores casos, que
realmente estuviese vivo.
Porque en su delirio mental, comenzaba a pensar teorías paranoicas que
lo ponían sumamente nervioso, tales como: ¿Y si Jimin realmente murió
en el hospital pero no quisieron decirle nada por temor a como
reaccionaría? Ya que si eso hubiese pasado, estaba por seguro que se
hubiera vuelto loco e inclusive volviera a atentar nuevamente contra su
vida. ¿Y si todos le estaba mintiendo por su bien?
Jungkook comenzó a sospechar de absolutamente todo, y por eso
necesitaba ver con sus propios ojos la verdad.
—Ayúdame —le suplicaba a Seokjin cuando estaban en el patio, detrás
de un muro— Por favor, Jin. Tienes que ayudarme.
Pero Seokjin se negaba.
—No, Jeon. Es demasiado riesgoso… Van caerte como diez años más si
lo intentas.
—Me importa una mierda —espetó, tragando saliva— Necesito hacerlo.
Por favor… —pidió una vez más y esta vez Seokjin no tuvo otra
alternativa.
—Vale… Esto no te saldrá barato —advierte— ¿Cuánto estarías
dispuesto a pagar?
—Lo que sea.
Finalmente el mayor suspira con pesadez y asiente.
—Si así lo quieres… Esto es lo que harás… —comienza a explicar en
voz baja— Vas a pedirle a un funcionario que quieres ir a declarar al
juzgado sobre el asesinato de Kang, con la excusa de que tienes pruebas
de quién fue, obviamente no vas a confesar que fuiste tú, sino que servirá
para que te saquen de la prisión y lleven en un autobús hasta la Corte…

300
En el recorrido el autobús cruza un sendero solitario antes de llegar a la
ciudad, en ese momento es cuando vendrá una pequeña emboscada con
armas a detener el autobús y amenazaran al conductor. Una vez estés
libre, afuera te estará esperando una motocicleta la cual usarás para ir al
hospital. Ya después de eso, será a tu suerte…

Jungkook observaba la ventana del autobús en silencio, contemplando la


pradera seca que los rodeaba la cual parecía más un desierto. Había
seguido las instrucciones de Seokjin al pie de la letra y ahora se dirigía a
la Corte, a su lado, se encontraba un funcionario quien era el encargado
de vigilarlo. A continuación, miró sus propias manos esposadas y se
preguntó en ese momento si lo que estaba haciendo era buena idea.
Pero ya era demasiado tarde para arrepentimientos, y se dió cuenta
cuando de forma instantánea el autobús comenzó a recibir disparos
ajenos, provocando que tanto él como el funcionario agacharan las
cabezas y se pusieran alerta.
El vehículo se detuvo abruptamente, Jungkook logró escuchar a varios
hombres gritar y exigir al conductor que bajara del auto. El funcionario
que lo acompañaba inmediatamente sacó su arma y la apuntó hasta la
puerta del autobús, pero se quedó inmóvil cuando observó que aquellos
hombres tenían ametralladoras y armas de nivel más alto.
—¡Suelta el arma y sal del autobús! —ordenaron aquellos desconocidos,
amenazando con dispararle al conductor sino lo hacía. Y el funcionario
obedeció, dejando el arma de lado y bajando del vehículo— ¡Quítale las
esposas! —después se acercó a Jungkook y con unas llaves especiales lo
desató.
Estando libre y con los guardias amenazados, Jungkook avanzó
rápidamente hasta la motocicleta color negra, poniéndose de la misma
forma el casco y subiéndose para encenderla. Le dió una última mirada a
todos esos hombres y finalmente arrancó, perdiéndose en el largo
sendero.

301
Mientras se dirigía a la ciudad, no podía describir la adrenalina y
emoción que estaba sintiendo en ese momento. El hecho de estar
finalmente afuera, era suficientemente para hacer llorar a cualquiera,
pero ni siquiera se pudo concentrar en eso puesto que tenía un sólo
objetivo: llegar al hospital donde estaba Jimin.
Cualquiera diría que estaba haciendo una estupidez, y probablemente lo
era, porque técnicamente podía fugarse, pero no pretendía hacerlo. Sabía
que tarde o temprano lo atraparían, pues los policías no eran idiotas,
sospecharían de inmediato que iría al hospital, así que tenía el tiempo
contado antes de que lo descubrieran.
Después de un recorrido de aproximadamente cinco minutos, Jungkook
llegó al hospital y se estacionó, en realidad no recuerda dónde lo hizo,
sólo dejó la moto y el caso allí tirados y salió corriendo hasta la entrada.
Finalmente ingresó, observando a su alrededor con la respiración agitada
y rostro levemente rojo por las quemaduras del viento. En primero
momento nadie se dió cuenta de su presencia lo cual fue un punto a su
favor, ya que le permitió comenzar a escabullirse.
—Disculpe —se atrevió a preguntar a una enfermera— ¿Podría decirme
dónde está el área de cuidados intensivos?
La mujer estuvo a punto de responder hasta que lo escaneó de pies a
cabeza e inmediatamente reconoció que era un recluso.
—¿Qué hace usted aquí? —pregunta asustada para comenzar a pedir
ayuda— ¡Seguridad!
—Mierda —maldice Jeon antes de darse media vuelta y alejarse
rápidamente, decidiendo buscar por sí mismo.
En silencio, comenzó a recorrer los pasillos, observando los letreros y
guiándose por los mapas en las paredes hasta que finalmente llegó al área
de cuidados intensivos donde supuestamente debería de estar Jimin.
Eran varias habitaciones en un mismo pasillo, todas con grandes
ventanales que permitían observar al paciente desde afuera. Jungkook
fue ventana por ventana, buscando con desesperación hasta que se

302
detuvo de golpe al reconocer una cabellera rosa en una de las
habitaciones.
Y finalmente lo vió, a Jimin acostado sobre una cama, con una
mascarilla respiratoria y varios cables a su alrededor. Jungkook avanzó
lentamente hasta colocar sus manos sobre el cristal, y literalmente soltó
un suspiro de alivio. Estaba vivo. No pudo evitar sonreír un poco,
sintiendo su vista nublarse al contemplar lo angelical e inofensivo que se
veía con los ojos cerrados.
Pero justo en ese momento su tiempo sentimental se arruina cuando un
policía se abalanza contra él y lo agarra, tirándole al suelo.
—¡Lo tenemos! —avisa otro oficial por medio de la radio.
A pesar de eso, Jungkook no se resistió, dejó que lo agarran y esposaran.
Logró dedicarle una última mirada a Jimin antes de que lo sacaran de
allí. Probablemente no podría disfrutar de ningún beneficio penitenciario
por el resto de su vida y que a su condena le sumaran diez años más,
pero no se arrepentía de nada.
Porque había válido totalmente la pena.
Sin embargo… quien diría que justamente después de que Jungkook
abandonó el hospital escoltado por policías, Jimin despertó.
Finalmente Jimin ha despertado. Y tranquilas no sufrirá ningún
efecto secundario como pérdida de memoria. Continúen en el otro
cap para poder ver su reencuentro, uwu.

303
033.

Maratón
3/3

Lo primero que pensó Jimin al despertar fue en Jungkook, literalmente al


abrir los ojos, observó a su alrededor en su búsqueda pero grande fue su
sorpresa al darse cuenta que se encontraba en un hospital.
Oh, mierda. ¿Qué había pasado ahora? En las primeras horas no pudo
recordar absolutamente nada de lo que le había ocurrido. Fue hasta que
el doctor llegó y se tomó el tiempo de contarle la situación, que sintió un
pequeño “click” en su cabeza, recordando al instante todo.
Fue extraño enterarse de que había estado en coma durante cuatro meses,
en realidad era algo muy shockeante y hasta perturbador. Sin embargo no
le dió tanta énfasis a su memoria en eso, él sólo pudo pensar en el estado
de Jungkook.
Jeon probablemente lo mataría por haber hecho lo que hizo. Y lo
entendía.
Estuvo aproximadamente una semana más en el hospital hasta que
finalmente le dieron de alta, así que por ende, volvería a la cárcel. Ya
vestido nuevamente con su uniforme color negro por su categoría,
entraron dos oficiales a la habitación y comenzaron a ponerle las esposas
para finalmente sacarlo de allí.
El camino a prisión fue sumamente aburrido y desmotivador, porque
literalmente podía observar la civilización, cosa que hace mucho no
hacía, pero con la consciencia de que no podría volver a ser parte de esta
o inclusive volverla a ver. Fue interesante.

304
Al llegar a la prisión, volvieron a hacerle todos los exámenes y chequeos
posibles como si fuera de primer ingreso. Hasta le dieron la típica cesta
con productos de higiene personal la cual no entendía la razón ya que se
suponía que él tenía una en su celda, ¿no? En fin, no le dió mucha
importancia. La verdad es que su estado de ánimo estaba neutral. Y es
que literalmente sentía como si fuese ayer que la pandilla de Kang lo
había metido en una lavadora hasta dejarlo inconsciente. Una persona en
coma no tiene percepción del tiempo, cuando se despiertan sienten que
fue hace minutos que hicieron tal acción cuando en realidad fue hace
años. Así que Jimin no sentía ninguna diferencia en nada, pensaba que
todo seguía normal como siempre había sido.
Pero claramente, ya no era así. Y fue un golpe de realidad cuando al dar
un paso nuevamente en la prisión, tuviera a Taehyung encima suyo
abrazándole hasta sentir asfixia.
—¡Te odio, te odio, te odio! —repetía el azabache casi llorando sobre su
hombro— Dios mío, creímos que habías muerto. Te extrañé muchísimo,
hijo de puta.
Jimin rió, alejando un poco a su amigo para verle a los ojos y limpiar sus
lágrimas.
—Yo también te extrañé, idiota —responde con una sonrisa.
Entonces llegaron sus demás compañeros de pandilla y todos le
saludaron felizmente, dándole una cálida bienvenida. Jimin literalmente
sintió ganas de llorar, nunca le habían abrazado tantas personas a la vez.
—¿Y Jungkook? —preguntó, mirando a su alrededor entre los reclusos y
dándose cuenta que no estaba.
La sonrisa de Taehyung se desfiguró en una mueca y por ende Jimin
también lo hizo, mirándole asustado y pensando en lo peor.
—¿Qué? —vuelve a preguntar, viéndole con miedo— ¿Qué le pasó?
¿Dónde está?
—Descuida, está bien —dice Kim al instante, intentando calmarle— Es
simplemente que está en aislamiento desde hace tiempo, ni siquiera sabe

305
que despertaste y que estás aquí.
—¿En serio? —le mira sorprendido— ¿Qué fue lo que hizo?
—Ahm… es una larga historia… —traga saliva— Pasaron muchas cosas
mientras no estabas…
En ese momento, los funcionarios comenzaron a despejar el lugar y
ordenar que cada recluso fuera a su celda correspondiente o continuaran
sus deberes.
—Bueno, tendrás que contarme luego —avisa Jimin, tomando
nuevamente su cesta— Iré a dejar esto en mi celda.
Taehyung asintió y se alejó. Por otro lado Jimin subió tranquilamente las
escaleras, dirigiéndose a su celda, sin embargo, paró en seco cuando vió
a otra persona allí adentro que desconocía completamente.
—¿Quién eres tú? —interrogó de inmediato, frunciendo el ceño de forma
confusa.
Beomgyu dejó de hacer lo que hacía, observando sorprendido al chico
pelirosa.
—A-Ah… ¿Eres Jimin?
—Sí, soy yo. ¿Qué haces aquí? —vuelve a preguntar de forma más tosca
— ¿Y qué haces en la cama de Jungkook? —miró a su alrededor— ¿Y
dónde mierda están mis cosas?
—¿N-No te dijeron? —dice Beomgyu, tragando saliva cuando Jimin
negó con la cabeza— Bueno… yo era el nuevo compañero de Jungkook
mientras tú no estabas… Pero ahora que él está en aislamiento y tú
aquí… Ahora somos compañeros…

Jimin negó con la cabeza, sintiéndose sumamente confundido y mareado


por tanta nueva información.

306
—¿Cuál es tu nombre? —pregunta pero justamente cuando el castaño iba
a responder le interrumpe— Olvídalo, no me interesa. Iré a resolver esto
en dirección…
Dicho esto, Jimin deja la cesta en la mesa y le dedica una última mirada
de pies a cabeza a Beomgyu antes de salir.

Jungkook se encontraba haciendo lagartijas dentro de su celda en


aislamiento, llevando la cuenta en susurros y flexionando arduamente sus
brazos hasta que finalizó. Con gran agilidad, se levantó del suelo y se
sentó sobre su cama, jadeante, sintiendo una terribles ganas de tomar
agua pero la que le habían traído se la acabó hace una hora. De paso, se
colocó la camisa negra del uniforme, claramente ahora era color negro
por estar en categoría de peligrosos.
Justo en ese instante, escucha pisadas cerca de la puerta y no duda en
gritar.
—¡Hey! —alzó la voz— ¿Podrían traerme un poco de agua? ¡Estoy
muriendo de sed!
Hubo un silencio, como siempre. Ellos siempre le ignoraban. Teniendo
nuevamente la respiración normal, entornó sus ojos y pensó que sería
buena idea echarse una siesta. Así que lentamente se acostó sobre la
pequeña e incómoda cama y cerró sus ojos, suspirando de forma
tranquila.
Sin embargo, escucha unas llaves cerca de su puerta y luego como
parecían hacer ademán de que la iban a abrir. Inmediatamente se levantó
de la cama, algo extrañado puesto que hace una hora le llevaron su
almuerzo y siempre volvían para la cena. ¿O acaso realmente escucharon
y le iban a dar agua?
Permaneció expectante a la puerta, cruzándose de brazos y esperando a
que terminasen de abrir las cinco cerraduras que habían.

307
Entonces finalmente la puerta es abierta, y en ese momento la respiración
de Jungkook se detuvo al igual que su corazón.
—Tienes cinco minutos —le dijo el funcionario a Jimin, dejándolo
ingresar.
—Gracias —dice el pelirosa con una sonrisa, sin apartar su vista del
pelinegro y escuchando después la puerta cerrándose a sus espaldas.
Jungkook literalmente estaba en shock, sin poder moverse de su lugar y
mirando a Jimin como si fuese un fantasma. Entonces se llevó ambas
manos a la boca, sus ojos comenzando a llenarse de lágrimas a cada
segundo que pasaba y sin dejar de recorrer con su mirada a Jimin.
Luchando fuertemente si era producto de su imaginación o era real.
Jimin permaneció sonriente, sin saber que hacer o decir ante la mirada
que le daba Jungkook. Así que simplemente extendió un poco sus brazos
y se encogió de hombros.
—Hola, querido.
Jungkook entonces rompe en llanto y rápidamente corta la distancia que
tiene con Jimin para lanzarse a sus brazos, abrazándole con fuerza
mientras comenzaba lloraba desconsoladamente en su hombro. Jimin lo
agarra igual, acariciando con delicadeza su cabello negro y dándole
pequeños besos en el cuello.
—Shh… —susurra en su oído— Tranquilo, ya estoy aquí. Estoy bien.
—Dios mío… —sollozó el contrario— P-Pensé que nunca despertarías,
no puede ser que estés aquí… Te extrañé muchísimo…
Jimin sintió un nudo en su garganta y sus ojos se cristalizaron,
sintiéndose culpable.
—Lo siento…
—Pensé que habías muerto —dice Jungkook en un hilo de voz mientras
lloraba y sin soltarlo— P-Pensé que te había perdido… Hijo de puta…

308
—Lo siento, amor —murmuró Jimin con voz ahogada— No quería que
te hicieran daño… Por favor, no me odies…
Finalmente Jungkook rompió el abrazo, tomando el rostro de Jimin entre
sus manos y mirándole fascinación, mientras acariciaba su mejilla.
Permanecieron así por varios segundos, observándose mutuamente y
derramando lágrimas.
—¿Odiarte? —repite Jeon, negando con la cabeza— Mi amor, yo te amo
a muerte.
Seguidamente le da un suave beso en los labios, sintiendo una calidez
increíble en su corazón al probar nuevamente aquellos preciosos labios
que tantas sensaciones le provocaban. Jimin suspiró, siguiéndole el beso
y abrazando a Jungkook del cuello, sintiendo los brazos del chico rodear
su cintura para apegarlos más a sus cuerpos. Hasta finalmente dejar de
besarse y juntar sus frentes con las respiraciones pesadas.
—P-Por favor, nunca me vuelvas a dejar, nunca te alejes de mi vida
porque te juro que me muero… —suplica Jeon con voz rota— Yo estaba
muriéndome sin ti. Te necesito, joder. Te necesito conmigo siempre y
para toda la jodida eternidad.
—Jungkook… —Park muerde su labio inferior al sentirlo temblar,
acariciando con su pulgar la mejilla de Jeon— Te amo… y quiero pasar
el resto de mis días contigo…
—No vuelvas a irte, por favor. No vuelvas a hacer eso en tu puta vida…
—Te lo juro, estaremos juntos siempre… ¿Vale? —le mira a los ojos con
una sonrisa.
Jungkook suena su nariz, limpiando sus lágrimas y asintiendo con la
cabeza.
—Vale.
Dicho esto, Jimin le da un pequeño e inofensivo golpe en el pecho a
Jungkook y le dedica una mirada molesta que claramente era fingida.

309
—Ahora dime por qué te has estado portando tan mal, ¿eh? —regaña—
Jodida mierda, Jeon… ¿Mataste a Kang y te escapaste sólo por mí? ¿Y
aún sigues pensando que el más loco de los dos soy yo?
Jungkook sonríe, viéndole con total cariño para después encogerse de
hombros.
—Te lo dije, haría cualquier cosa por ti.
—Eres un idiota.
—Oh, extrañaba tanto tus insultos…
Jimin voltea sus ojos y le da un beso a Jungkook, esta vez más profundo
y placentero. Dejándoles un escalofrío en sus cuerpos, no queriendo
nunca separarse del otro.
—Por cierto… —susurra el pelirosa sobre los labios del pelinegro— Hay
un niño en nuestra celda…
—Ah, es Beomgyu… Será tu nuevo compañero mientras estoy aquí, por
favor, sé bueno con él. Es un buen chico.
Park hace una mueca inofensiva.
—Ups, tarde…
Jeon voltea sus ojos.
—Nunca tratas bien a alguien nuevo, ¿verdad?
—Nop.
En ese momento el funcionario que vigilaba abre la puerta.
—Lo siento, ya pasaron cinco minutos. Tienes que irte, Park.
Ambos voltean a mirarse y se funden en un fuerte abrazo con caricias y
besos de por medio.
—Por favor cuídate… —pide Jungkook en un susurro.

310
—Tú también. Pórtate bien, así te vuelvo a ver pronto. Y descuida,
trataré bien a Beomgyu.
Se dan un último beso y finalmente Jimin se aleja de Jungkook, saliendo
de la celda.
Hasta que la puerta de metal les obstruye nuevamente la vista a ambos,
separándolos. Sin embargo, ahora se sentían más tranquilos porque
sentían que a partir de ahora las cosas mejorarían.
Realmente eso esperaban.
JIMIN DESPERTÓ PERRAS, ahr perdón. Ahora hay que ver que
ocurre entre estos dos y su historia.
Chau <3

311
034.

Por increíble que parezca, Jungkook no duró más de dos meses metido
en aislamiento. La mayoría de veces, cuando las sanciones que tenían
eran bastante graves, preferían castigarles de otros modos que
aislándoles, porque tampoco podían hacerlo de por vida.
De todos modos, volvió a la prisión con Jimin, la felicidad y alivio que
sintió al entrar a su celda y ser recibido por el pelirosa con una enorme
sonrisa, fue completamente indescriptible. Poco a poco, todo volvió a la
normalidad, Beomgyu fue trasladado a otra celda con otro recluso de su
edad y tanto Jungkook como Jimin volvieron a quedar juntos.
La nueva sentencia de Jungkook por haberse escapado aún seguía en
espera de juicio. Mientras tanto lo tenía en categoría de peligrosos juntos
con Jimin, ambos por haber roto las reglas más importantes de una
prisión: matar e intentar escaparse. Y por fortuna, nadie sospechaba de
Jungkook como culpable de haber matado a Kang, el caso seguía abierto
pero la policía no hacía mucho al respecto, seguía siendo un misterio y
poco a poco la gente comenzaba a olvidarse de ello.
Tanto Jimin como Jungkook recibían un trato diferente a los demás, por
ejemplo, a la hora de comer, se tenían que sentar en mesas aisladas de los
demás y a la hora de salir al patio en su “tiempo libre”, los metían dentro
de una celda espaciosa con rejas de alambre mientras eran vigilados por
varios funcionarios, técnicamente no podían hacer nada más allí que
tomar el sol o aire fresco.
Sin embargo, a ellos no les importaba en lo más mínimo que estuviera
ocurriendo a su alrededor, cuánto tiempo estarían allí o inclusive qué
hicieran con ellos porque al final del día, estaban juntos.
Mientras estuvieran juntos, sin un muro que les separase, sin unos metros
de distancia e inclusive kilómetros, todo estaba bien y ya nada más
importaba.

312
Así que allí se encontraban, en el patio, aislados de los demás y junto con
otros reclusos peligrosos en aquella celda. Jungkook se encontraba
sentado en el suelo con la espalda apoyada sobre la pared mientras que
Jimin estaba en la misma posición, sólo que entre las piernas de
Jungkook, recostando su espalda sobre su pecho de forma cariñosa e
íntima y compartiendo ambos un cigarrillo.
Finalmente se sentían tranquilos, cálido y en paz. Volviendo a estar entre
los brazos del otro, sintiendo nuevamente esa conformidad que hace
tanto no sentían, sólo que mucho más profunda e intensa que antes;
como su amor.
—¿Crees que me den cadena perpetua? —le pregunta Jungkook a Jimin,
después de darle una calada al cigarro y pasárselo al contrario.
—No tengo idea… —responde Jimin, soltando el humo de su boca—
Algunas cadenas perpetuas son hasta tu muerte y otras son máximo
treinta y cinco años… Pero no creo que te aumenten tanto, quizás no
puedas volver a disfrutar de ningún servicio penitenciario, al igual que
yo.
Jungkook soltó una pequeña risa, negando con la cabeza.
—Vaya que estamos jodidos…
—Estaremos bien —anima Park, suspirando y reposando su cabeza en el
hombro de Jeon— Ahora pertenecemos a este lugar, probablemente
nunca lleguemos a salir por las múltiples cagadas que nos vamos a
llevar… Yo acepté que jamás saldría desde hace mucho tiempo.
—Sí, creo que comienzo también a hacerlo.
—De todas formas, nada nos espera allá afuera. Yo no tengo a nadie, y tú
tampoco. Así que, ¿qué más da?
Jeon concordó, asintiendo.
—Aún así… —agregó, abrazando suavemente al contrario de espaldas y
apoyando su mentón en su hombro— ¿Te imaginas?

313
—¿Qué cosa? —pregunta, suspirando ante la cercanía y relajando su
cuerpo.
—El ser libres, tú y yo, las cosas que haríamos allá afuera… —murmura
con voz suave— Ser una pareja normal como cualquier otra, te llevaría a
cenar a los restaurantes más lujosos de la ciudad o a pasar las vacaciones
en hoteles de playa… O cosas más simples como ver películas juntos en
la comodidad de mi casa y comer helado.
Jimin cerró sus ojos con una sonrisa, imaginándose por un segundo todos
aquellos escenarios.
—Oh, cómo extraño un buen platillo de comida… Y ni hablar del
helado, los que dan acá son un asco. O inclusive volver a oler una rosa
de un jardín…
Jungkook sonrió, dándole un suave beso en el cuello a Jimin.
—Si pudiera te daría una rosa todos los días, sé que te encantan. Hasta
podría comprarte un puesto entero, ¿qué te parece?
Riendo, Jimin negó con la cabeza.
—A veces olvido que realmente eres rico y viviste una vida llena de
lujos… Entrar a prisión debió haber sido un cambio drástico para ti, ¿no?
—le mira con diversión.
—Ni me lo recuerdes, sigo sin acostumbrarme aún… Extraño mi
penthouse… —dice, fingiendo llorar.
—¿Tienes un penthouse? —voltea a verle con sorpresa— Mierda, te
odio.
Jungkook asiente y se acerca a su oído.
—Querrás decir, nuestro penthouse —susurra— Porque lo mío sería
tuyo.
Jimin niega, suspirando.

314
—Ahg, detente. Estamos en la cárcel, ¿recuerdas? Lo más probable eso
nunca vaya a suceder, así que ya deja de ilusionarme o ponerme
melancólico.
—Eres tan pesimista…
—Sólo soy realista.
—Blah, blah, dame un beso —pide, acercando su boca.
Volteando los ojos, Jimin gira su rostro y junta sus labios con los de
Jungkook, dándole un suave beso para finalizarlo con una sonrisa de
ambos.
El sonido de un fuerte silbato les hizo voltear hacia los funcionarios,
quienes avisaban que ya había terminado el tiempo libre. Así que no
tardaron en levantarse del suelo y avanzar hacia la salida, agarrados de la
mano.
A continuación fueron llevados a su celda para literalmente encerrarlos.
Era divertido, porque en teoría no se sentía como ningún castigo para
ninguno de los dos, les dejaban solos en esa celda con ambas puertas
cerradas de modo que no podían abrirlas y tampoco podían observar
afuera.
—Deberían de encerrarlos a ambos en diferentes celdas —protestó un
funcionario mientras les observaba desde la pequeña ventana.
Jimin se acercó a la puerta y colocó sus pies en puntillas para encontrarse
cara a cara con el hombre.
—Y tú deberías de aprender a cerrar la boca, porque esa es la razón por
la cual tu esposa te ha dejado en abstinencia desde hace un mes, ¿no?
Sonríe con arrogancia cuando el funcionario le mira sorprendido y
seguidamente se molesta, golpeando la puerta con rabia.
—Hijo de puta… Juro que cuando salgas, voy a—
—¿Vas a qué? —interrumpe Jungkook, entrometiéndose en la
conversación mientras se colocaba al lado de Jimin y le dedicaba una

315
mirada amenazante.
El hombre se queda mudo, suspirando con pesadez y mirándole con
seriedad.
—Nada, desgraciadamente no puedo hacer nada contra ustedes por más
que se lo merezcan. Ya estoy harto de tener que vigilarlos todo el tiempo
y aguantar sus mariconadas.
Jimin estalla en risas.
—Ay, lo siento… Pero te aguantas, querido. Así que, ¿por qué no te vas
y continuas tu trabajo? —entonces sonríe de forma coqueta— O podrías
hacernos compañía…
Jungkook voltea sus ojos y el funcionario palidece antes de negar con la
cabeza y mirarles con asco.
—Ni en un millón de años. Ojalá se pudran en esta cárcel.
—Sí, sí, ve a trabajar —ignora Jimin.
—Jódete —finaliza el guardia ante de alejarse completamente de la
celda.
Jimin sonríe satisfecho, alejándose de la puerta y volteando su cuerpo
para encontrarse con Jungkook cruzado de brazos.
—Eres tan infantil —protesta el pelinegro.
Mientras que el pelirosa sólo se encoge de hombros con una pequeña
sonrisa.
—Ya sabes que me gusta molestar a los funcionarios, no te lo tomes
personal.
—¿Molestar o coquetear? —levanta una ceja.
—Mhm… Las dos —al instante comienza a reír ante la expresión de
Jungkook y se acerca a él para abrazarlo del cuello— Es broma. No te
pongas celoso, es sólo un juego…

316
— “Is sili in juigi” —repite con voz chillona el contrario y Jimin se ríe.
—Y luego yo soy el infantil —murmura, acercando su rostro—
Hablando de juegos… ¿Te gustaría jugar un poco? Hace mucho que no
me tocas…
Jungkook suspiró con fuerza, tomándole de la cintura y acercando
también su rostro.
—Eso es verdad —asiente con voz ronca— Pero si vas a seducirme para
luego irte y matar a alguien de nuevo, avísame desde ya.
—Lo siento, no mataré a nadie hoy, así que soy todo tuyo ahora —
sonríe.
En ese momento hacen ademán de besarse pero Jungkook se detiene.
—Tengo una idea —dice antes de voltearse y caminar al mueble para
sacar de un escondite una pequeña bolsita que contenía una pastilla del
mismo tamaño, seguidamente la deposita en la palma de su mano para
después llevársela a la boca sin tragársela.
Jimin le miró con extrañeza.
—¿Eso es lo que dijiste que te dió Hoseok?
Jungkook asintió con la cabeza en silencio, acercándose lentamente pero
Jimin retrocedió.
—No, Jeon. Sabes que no consumo esa clase de drogas…
Pero Jeon le hace una señal de silencio con su dedo índice, cortando la
distancia de sus cuerpos y tomando a Park de la nuca para atraerlo y unir
sus labios de forma seductora. Inmediatamente comenzaron a besarse
con lengua para lograr deshacer la pastilla dentro de sus bocas, sintiendo
en su paladar el sabor amargo y extraño. Poco a poco la pastilla se va
deshaciendo, hasta no dejar rastro. El efecto era casi instantáneo, así que
no tardaron en sentirse mareados y algo desubicados.
Jimin rompió el beso con Jungkook para alejarse un poco y literalmente
apoyarse en los barrotes de la cama para no caerse del mareo,

317
seguidamente observó la celda a su alrededor, notando las figuras más
grandes o pequeñas, hasta de diferentes colores. Mierda, oficialmente
estaba drogado. Pero sobre todo sentía un calor insoportable,
comenzando a sudar, calor cuyo objetivo se debió a la increíble y
repentina excitación que gobernó todo su interior.
A su lado, Jungkook estaba igual, inclusive peor, de su frente bajaban
gotas de sudor y no tardó en desabotonarse la camisa hasta quitársela y
dejarla en el suelo, quedando semidesnudo.
Seguidamente voltearon a verse y no pudieron evitar comenzar a reírse a
carcajadas por lo que estaba pasando.
—¿Qué mierda me diste? —pregunta Jimin, quitándose la camisa.
Jungkook se encoge de hombros, acercándose nuevamente.
—No tengo idea, pero sea lo que sea, aumentó mi apetito sexual más de
lo normal…
—El mío también.
Dicho esto, se besaron con dureza y posesión, dejándose llevar por las
nuevas e intensas sensaciones en sus cuerpos que les pedían a gritos
hacer todo con fuerza y pasión, mucha pasión. Teniéndolos besándose
con desesperación sin dejar de moverse sin ningún rumbo por toda la
celda, completamente ignorantes de si alguien pudiese verlos o
escucharles, y sinceramente, les importaba un carajo.
Sin dejar de besarlo, Jungkook acorraló a Jimin contra el mueble que
estaba empotrado a la pared, desordenando algunos objetos al sentarse
un poco encima. En medio de suspiros y jadeos, el más alto comienza a
bajar su boca para besar el cuello de su pareja al mismo tiempo que
acariciaba por encima de la ropa su erección.
—Jeon… Jeon… —jadeó agudamente Park con desesperación, sintiendo
que se correría con sólo esa acción. Era impresionante lo terriblemente
excitado y necesitado que le había dejado esa pastilla— Detente, ahora…

318
Jungkook lo hizo, alejando las manos de su cuerpo y viéndole de forma
interrogante con los labios levemente hinchados.
—No me toques, o me vendré más rápido de lo usual —explica Jimin,
jadeante— Sólo fóllame, joder. Necesito que lo hagas ahora.
Inmediatamente Jungkook estampa de golpe sus bocas, besándole de
forma exigente mientras bajaba el pantalón de Jimin. Lubricó sus propios
dedos con su saliva para después introducirlo sin chistar en el interior del
pelirosa quien soltó un lindo y agudo gemido. Entonces el pelinegro se
dedicó a prepararle conforme besaba sus clavículas y el tatuaje que tenía
en su cuello. Una vez hecho esto, no esperó en buscar un condón, bajarse
los pantalones y seguidamente besar a Jimin en los labios antes de
empujar en su interior.
Jimin gimió sobre su boca, aferrándose con una mano a la superficie del
mueble y otra a la espalda de Jungkook, quien también mantenía
levantada una de sus piernas para tener más acceso y comenzar a follarle
con fuerza. Poco a poco los gemidos de Jimin fueron incrementando,
teniendo que morder sus labios para callarse un poco. Jungkook embestía
en él sin control alguno, queriendo llegar más profundo y no tardó
mucho en tocar ese punto sensible en su interior que hizo a Jimin ver
estrellas por unos segundos.
—Mierda, Jimin… —gruñó Jeon para después comenzar a gemir
suavemente cuando se sintió cerca de su liberación— Me encantas tanto
-susurra en su oído— Jamás me canso de follarte…
—Ahg, sí… —gime Park en un tono desesperado— Más rápido, Jeon.
Más rápido.
En ese momento Jungkook sale de Jimin y antes de que pudiera
protestar, le toma de la cintura para alejarlo del mueble, moviéndole
hasta la pequeña mesa de al lado, dejando que cayera su cuerpo sobre la
superficie. Enseguida se subió a su cuerpo, volviendo a penetrarle y
atrapando sus labios al mismo tiempo que colocaba los brazos de Jimin
sobre su cabeza. Jimin rodeó la cintura de Jungkook con sus piernas,
aferrándose a ese beso y sintiendo su orgasmo acercarse.

319
—Mhmm… —gimió sobre su boca, su respiración de agitó cada vez más
y sólo pudo morder el labio inferior de su pareja con fuerza antes de
venirse en un fuerte gemido. Seguidamente Jungkook se corrió, soltando
roncos gemidos y sintiendo el sabor metálico de la sangre en su labio
roto.
La celda se llenó de jadeos y pesadas respiraciones, junto con los
cuerpos sudorosos de ambos jóvenes mientras se mantenían inmóviles,
ambos recuperándose del orgasmo.
—Me rompiste el labio, hijo de puta —maldijo Jungkook sobre el cuello
de Jimin quien inmediatamente comenzó a reírse.
—Lo siento…
—Aún me siento drogado —confesó Jeon— ¿Tú cabello siempre fue tan
rosa? —preguntó, frunciendo el ceño.
—No lo sé, ¿tú polla siempre fue tan grande?

Ambos se rieron al mismo tiempo, y volvieron a besarse. Sin importarles


un carajo el mundo, sólo ellos dos, y nadie más. Probablemente siguieron
con más de una ronda, de todas formas, estaban encerrados y nadie
podría verlos a no ser que quisieran.
Debían aprovechar todo el tiempo juntos, pues nunca sabían cuando
vendría algo que les hiciese separarse de nuevo.
Perfil renovado de Jungkook y Jimin.
(Estas imágenes las encontré en pinterest de forma random, no sé
realmente de quien son pero las descargué y edité a los personajes de
Presos Deseos, créditos al creador uwu)
Park Jimin
#996
Edad: 26 años

320
Pena: 5 años
Categoría: Peligrosos
Homicidio, intento de homicidio, venta de droga, portación de armas
ilegales.
Jeon Jungkook
#727
Edad: 25 años
Pena: 8 años (en revisión)
Categoría: Peligrosos
Homicidio, Fuga, Banda armada.
Tengo dos preguntas que me gustaría que respondieran porque
quiero saber qué piensan a este punto:

1) ¿Cuál de los dos personajes piensan que está más loco/tocado de


la cabeza? ¿Jimin o Jungkook?
¿Y por qué?
2) ¿Creen que en algún momento podrán ser totalmente libres o se
quedarán en la cárcel?
Dato: En esta historia, todo puede pasar. Independientemente de si
tengo un contexto con la vida real, pues recordemos, que es ficción.
Chau <3

321
035.

⚠ Quiero destacar, que efectivamente yo no soy abogada ni tengo un


conocimiento certero respecto a asuntos judiciales verdaderos que
suceden en la vida real. Por supuesto me he tomado el tiempo, desde
el principio, de investigar para hacer la historia más verídica pero si
lo hacía exactamente de acuerdo a la realidad, no hubieran pasado
muchísimas cosas en el fic. Así que lo que hice, fue tomar la
información verdadera, ajustarla a mi manera y aplicarla en la
historia para que funcione. Y bueno, sólo quería recalcar que al final
del día todo es ficción, un mundo alternativo, no necesariamente
basado en la vida real.

Había pasado un mes desde que Jimin volvió a prisión, los días
transcurrían de forma normal y tranquila. Después de la muerte de Kang,
los miembros de su pandilla nunca más volvieron a meterse con ellos.
Sólo les ignoraban o pasaban de largo. Aunque Jimin siga teniéndoles
rencor, quería dejar de meterse en problemas y específicamente en peleas
con otros reclusos. Pero vaya que era jodidamente difícil, pues había más
de algún preso que intentaba pasarse de listo con él y no tenía opción que
darle una paliza. Tenía suerte de que no lo mandaban a aislamiento por
eso, de lo contrario, estaría allí todo el tiempo. Originalmente Jimin era
un chico problemático, así que no era una gran sorpresa. Pero de todos
modos no quería volver ahí, después de haber estado tanto tiempo.
A pesar de eso, Jungkook y Jimin eran vistos en la prisión como una
pareja sumamente peligrosa. Ambos podían golpearte, ambos podían
apuñalarte y hasta matarte. Eran muy respetados por los demás reclusos.
A veces a Jimin le costaba recordar como era su vida sin Jungkook,
aunque tuviera a su pandilla, antes él siempre se encontraba solo,
especialmente en su celda y eso le gustaba. Amaba su comodidad y

322
soledad. Pero ahora se había acostumbrado tanto a la presencia del
pelinegro que se le hacía imposible imaginarse la litera de abajo vacía.
Jungkook estaba por cumplir tres años en la cárcel, faltaban un par de
meses y a pesar de que su caso aún no había sido revisado en un juzgado,
se le mantenía con la misma condena de diez años.
Sin embargo, la vida podía dar enormes giros, los cuales podían cambiar
totalmente tus planes de vida y justamente ese día, Jungkook no se
esperaba que un funcionario le convocara para darle un aviso. Mientras
se encontraba trabajando con Jimin en la biblioteca, el hombre le aisló
momentáneamente para hablar de forma privada.
—¿Qué? ¿Estoy en problemas? —pregunta con una sonrisa vacilona y
algo extrañado.
El funcionario negó con la cabeza, manteniendo un rostro serio.
—Nada de eso, es más vengo a darle las felicitaciones.
Jeon frunce el ceño.
—¿De qué?
—Me mandaron a informarle que renovaron su derecho a fianza y al
mismo tiempo fue pagada.
Literalmente el corazón de Jungkook se detuvo por un milisegundo, al
mismo tiempo que su sonrisa desaparecía y su presión bajaba de golpe.
—Sin embargo… —continuó el funcionario— El juez decidió otorgarle
libertad condicional si se presenta cada vez que se le convoque,
necesitará firmar su salida y tiene máximo media hora para recoger sus
cosas e irse al juzgado.
Una vez terminado el hombre de hablar, Jungkook parpadeó varias veces
y salió un poco de la impresión.
—¿Qué? —logró decir, mirando al funcionario como si fuera un
fantasma e intentado procesar toda esa información— E-Es imposible…
Yo perdí el derecho a una fianza, ni siquiera he tenido un juicio y mi

323
pena sigue en revisión… —niega con la cabeza— No puedo ser yo…
Debe estar equivocado de persona…
—A ver, usted es Jeon Jungkook, ¿no? —el nombrado asiente—
Entonces es usted, me mandaron desde dirección a avisarle y después
escoltarle a la salida.
—P-Pero… ¿Cómo pudieron pagarla? Era muchísimo dinero… —
continúa, sin poder moverse de su posición y quitar la expresión de
sorpresa en su rostro. En ese momento sólo pudo pensar en una persona
— ¿Quién fue?
—Eso lo sabrá cuando salga, repito, tiene media hora para cambiarse y
recoger sus cosas. No pierda el tiempo… —seguidamente suspira y
coloca una mano sobre el hombro del contrario— Vamos hombre,
cambie esa cara… Sé que es difícil de creer en estos momentos pero
caiga en cuenta de que ahora es libre.
Dicho esto, el funcionario le suelta y se aleja para continuar su labor.
Dejando a Jungkook completamente en shock y sumergido en sus
pensamientos. Mierda, mierda, mierda y más mierda. Ni siquiera podía
procesar toda esa información de lo impactado que se encontraba. Y su
mente terminó por colapsar cuando sintió la presencia de Jimin detrás
suyo.
—Hey —llama el pelirosa, viéndole de forma confusa— ¿Qué fue lo que
te dijo?
Mierda.
Jungkook no respondió, todavía seguía inmóvil y entonces Jimin es
quien avanza para colocarse al frente.
—¿Estás bien? —pregunta preocupado al ver su rostro pálido y mirada
pérdida— ¿Qué pasó? —murmura, tomando su rostro con delicadeza.
Finalmente Jeon le miró a los ojos, y Park supo de inmediato que algo
malo había ocurrido.

324
—Yo… —balbucea el pelinegro, tragando saliva— Pagaron mi fianza…
Soy libre…
Jimin aleja sus manos del rostro de Jungkook, mirándole confundido y
con una sonrisa nerviosa.
—Es una broma, ¿verdad?
Pero Jungkook negó lentamente con la cabeza mientras sus ojos se
llenaban de lágrimas. Entonces la sonrisa de Jimin desaparece, viéndole
completamente sorprendido por unos segundos hasta que poco a poco
relaja la mirada y sin decir nada se voltea lentamente, dándole la espalda.
Jungkook le observa alejarse un poco, y no puede retener sus lágrimas.
Todo era tan inesperado, tan repentino que no sabía qué decir o cómo
reaccionar.
—J-Jimin… —comienza con voz ahogada, negando con la cabeza y
sintiendo una presión en su pecho— No tenía idea de esto, te lo juro…
Joder, no voy a hacerlo, no voy a dejarte… Es una locura.
Desde su posición mientras le daba la espalda, Jimin tenía su nariz roja
conforme derramaba lágrimas en silencio y se hundía momentáneamente
en sus pensamientos. Entonces respira hondo, tragándose el nudo de su
garganta y limpiando sus lágrimas para girarse nuevamente hacia
Jungkook.
—Es la mayor estupidez que he escuchado en mi vida —espeta,
acercándose a su pareja— Ahora eres libre, así que vas a ir a recoger tus
cosas, cambiarte e irte de este jodido lugar para no volver jamás. Es lo
que se tiene que hacer y quiero que hagas.
Jungkook le mira anonadado, sin entender nada.
—P-Pero… ¿Qué hay de ti? —su labio inferior tiembla, sintiéndose a
punto de explotar— Mierda… ¡Se suponía que saldríamos juntos! —
exclama con desesperación— Y-Yo no quiero irme sin ti, si no es
contigo, no quiero nada.

325
Jimin muerde su labio inferior, resistiendo el romperse allí mismo pero
se estaba obligando a mantener la calma y cordura para así no alterar
más a Jungkook.
—Mírame… —pide, tomando su rostro con ambas manos y viéndole
fijamente a los ojos— Vas a salir de aquí y rehacer tu vida—
—No, no, no… —comenzó el pelinegro, negando incontables veces con
la cabeza y retrocediendo.
Pero Jimin le retuvo tomando su ropa y viéndole con seriedad.
—Yo sé que tú puedes, Jeon. Te prometo que todo va a estar bien, ¿vale?
—No, Jimin —volvió a negar— Si haré mi vida de nuevo, la haré
contigo o nada, ¿entendiste? Tú eres el amor de mi vida… —confiesa
con voz rota.
Esa fue la gota que derramó el vaso en el que Jimin se estaba ahogando y
aguantando.
—Y tú el mío… —murmura antes de romper en llanto y lanzarse a sus
brazos.
Inmediatamente ambos se abrazaron con fuerza, sollozando sobre sus
hombros y sin poder creer lo que estaba sucediendo. Jamás se habían
planteado la posibilidad de que aquello sucediese, tenían planeado poder
salir al mismo tiempo posible juntos pero la vida les acababa de dar un
vuelco y no tenían más remedio que aceptarlo.
Cuando los demás miembros de la pandilla se enteraron, no ocultaron su
alegría y sorpresa por Jungkook. Logrando llenarlo de felicitaciones y
abrazos en medio de lágrimas. Las amistades que lograbas hacer en la
cárcel eran muy fuertes y profundas. Probablemente no volvería a verlos
en toda su vida, no sabía que sería de ellos en el futuro pero tenían la
certeza de que se volverían a encontrar aunque sea una vez más.
Jungkook no podía aceptarlo, aún cuando todos sus amigos se estaban
despidiendo del él, aún cuando Taehyung le dijo que lo extrañaría
mientras lo abrazaba con fuerza, aún cuando le dedicó la última mirada a

326
su celda… Seguidamente llegó el funcionario que lo llevaría al
departamento de ingreso para recoger sus cosas personales y finalmente
irse. Por mucho que quisiera resistirse. No podía negarse a la libertad, no
podía dar marcha atrás. Desde ese momento, ya no era más parte de ese
lugar y lo sintió cuando en el vestidor comenzó a quitarse su uniforme.
Al frente suyo estaban todas las cosas que le quitaron el primer día: su
móvil, joyas y ropa. Todo estaba intacto. Jungkook contempló sus cosas
como si nunca hubiese visto algo así en su vida y después de caer en
cuenta, comenzó a vestirse. La ropa le quedaba un poco grande y aún
conservaban el olor a su antigua colonia, claramente había adelgazado
durante todo ese tiempo.
Y al mirarse en el espejo de cuerpo entero, completamente vestido, no
pudo reconocerse así mismo, aún si sólo llevaba una camisa de manga
larga de color vino y pantalones negros, se sentía extraño. ¿Tanto le
afectó mentalmente haber estado tres años en la cárcel usando la misma
ropa? Probablemente sí.
En ese momento alguien entra por la puerta, Jungkook se asustó porque
pensó que sería el funcionario indicándole que ya tenía que irse, sin
embargo sonrió cuando vió que se trataba de Jimin. Este se adentró al
vestuario, sonriendo lentamente cuando le observó de pies a cabeza y
soltando un silbido.
—Así que… —murmura, acercándose para comenzar a abotonar un poco
más su camisa y suspirar— Así te ves con ropa normal… Bastante
guapo.
Jeon no respondió, sólo se quedó contemplando el rostro de Park
mientras le arreglaba, hasta que finalizó y alzó la mirada, ambos
viéndose fijamente en silencio y con un sinfín de sentimientos
encontrados.
—Voy a sacarte de aquí —afirma Jungkook con voz firme pero
semblante decaído— Haré hasta lo imposible, no permitiré que pases
más años en este lugar… te lo prometo.

327
Jimin suaviza su mirada y niega lentamente con la cabeza, alzando una
mano para acariciar el rostro de Jungkook.
—No quiero que lo hagas, no te preocupes por mí, estaré bien y lo
sabes… Talvéz las cosas no salieron como queríamos, pero ahora debes
continuar sin mí y seguir tu camino.
Inmediatamente Jungkook se aparta de forma brusca, viéndole pasmado.
—¿Acaso estás dando por hecho nuestra relación?
—Por supuesto que no, pero…
—¡Ni se te ocurra terminar conmigo! —advierte Jeon, sus ojos
llenándose poco a poco de lágrimas— Esto no es un final, esto no ha
acabado, ¿okay? Yo volveré a por ti, no pienso dejarte por nada de este
mundo, Jimin.
Jimin hace una mueca, sintiendo al instante un nudo en la garganta y
presión en su pecho.
—Jungkook… Por favor, cálmate.
—¡Y una mierda! ¡¿Cómo quieres que me calme?! —exclama,
comenzando a desesperarse— ¿Cómo mierda estás tan tranquilo?
—¿Qué quieres? ¿Qué empiece a gritar también? —se defiende— Uno
de los dos tiene que llevar esto con madurez y tranquilidad.
—¿Acabas de decirme inmaduro? —le mira sorprendido— Bueno, pues
entonces perdona por preocuparme por ti y el que sigamos juntos… —
suelta con sarcasmo, dándose la vuelta— Dime si realmente vas a
terminarme por esto de una vez o—
—¡¿Podrías callarte?!
Jungkook se voltea a Jimin, notando hasta ese momento que se
encontraba derramando lágrimas y con la nariz roja, manteniendo una
expresión de enojo en su rostro. E inmediatamente se sintió culpable.
—Jimin…

328
—¡No! ¡Tú escúchame ahora! —exclama el pelirosa al perder la
paciencia— ¿Sabes la cantidad de personas que he visto ir y venir
durante seis jodidos años? No, no tienes una puta idea porque ni siquiera
haz estado el tiempo suficiente para vivirlo. Así que hazme un favor y
deja de decir que no me interesa nada de esto porque te juro que rompo
contigo si tan insensible crees que soy.
Un silencio ataca la habitación, ambos se miran en silencio y con las
respiraciones agitadas. Jimin retoma su postura, tragando saliva y
limpiando sus lágrimas. Entonces solamente suspira, negando con la
cabeza y haciendo ademán de irse.
Pero rápidamente Jungkook le toma del brazo y voltea para juntar sus
labios con necesidad.
Jimin tardó literalmente dos segundos en corresponderle, moviendo
finalmente sus labios y abrazándole con fuerza desde el cuello. Se
besaron de forma lenta pero apasionada, intensa y necesitada, casi con
dolor, mientras las lágrimas bajaban por sus mejillas.
—E-Eres un idiota… —sollozó Jimin cuando terminaron el beso y
juntaron sus frentes, mientras se aferraba con fuerza a la camisa de
Jungkook.
—Lo siento… —se disculpa el contrario con voz ahogada.
—Eres un idiota —vuelve a decir, sólo que esta vez rompe en llanto y se
refugia en Jungkook quien inmediatamente le abraza con fuerza,
comenzando a llorar también.
Ambos se convirtieron en un desastre de lágrimas y fuertes sollozos,
permaneciendo así por minutos sin soltarse para nada del mundo.
—Ni siquiera sé si voy a volver a verte… —murmura el pelirosa sobre la
ropa del contrario.
—Claro que sí, voy a visitarte siempre y a llamarte —asegura el
pelinegro, acariciando su espalda.

329
Pero Jimin niega con la cabeza, sollozando mucho más fuerte y sabiendo
perfectamente que nada de eso funcionaría. Su mente no dejaba de
pensar en una cosa, pero no podía decirla a Jungkook en ese momento
porque enloquecería. Todo esto tenía un fácil y sencilla solución, pero ni
siquiera tenía la valentía para poder decirlo.
—No me refiero a eso… —traga saliva, alzando la vista— ¿Recuerdas
que me castigaron después de que me delataron? No puedo recibir
visitas, ni mucho menos llamadas. Nada.
Jungkook relame sus labios, negando con la cabeza y sintiendo
nuevamente un nudo en su garganta.
—No pueden quitarte de forma permanente eso, es un derecho
obligatorio que todo recluso debe de tener. Tiene que haber alguna
alternativa…
—Sí, la hay… —suspira— No puedo recibir ni llamadas, ni visitas
personales, ni visitas íntimas… Pero lo único que podrían permitir son
las visitas por cabina, a través de un cristal, cada fin de semana, y… —
niega con la cabeza, cubriendo su rostro y volviendo a llorar.
—Voy a sacarte, cariño —repite Jeon, abrazándole de nuevo y
suspirando de forma temblorosa— No importa si tengo una deuda de por
vida o tenga que trabajar el triple, pero lo haré.
Jimin niega con la cabeza, sin soltar a Jungkook.
—No voy a dejar que lo hagas… —susurra en un hilo de voz que
Jungkook no logró escuchar.

—Nada… —suspira, finalmente separándose y viéndole a los ojos—


¿Sabes que en el momento en que cruces esa puerta serás libre? —sonríe,
intentando animarlo mientras limpiaba sus lágrimas— Volverás a tener
tu vida normal, eso es asombroso… Sólo han pasado tres años, lograrás
adaptarte de nuevo.
—¿Y qué hay de ti? —pregunta, observando al pelirosa con tristeza.

330
—¿Yo? —frunce el ceño y después sonríe— Yo estoy más aquí que
afuera, querido. Ni siquiera me imagino estando allí, supongo que mi
mente y cuerpo se acostumbró mucho a este lugar. Pero estaré bien, no te
preocupes más…
Jungkook suspira con fuerza, observando a Jimin con dolor y sintiendo
nuevamente ganas de llorar. No quería dejarlo, no quería irse y no porque
quería estar en ese lugar, claramente era una completa pesadilla y si hace
tres años le hubieran dicho que saldría, no lo hubiese pensado dos veces
antes de irse corriendo de ese infierno para nunca volver. Pero las cosas
habían cambiado, ahora se había enamorado profundamente de la
persona que más detestaba y le había hecho la vida imposible en esos
tiempos, ahora tenía a Jimin en su vida e iba a luchar por su relación
cueste lo que cueste.
Justo en ese momento, el funcionario encargado de llevarse a Jungkook
abrió la puerta.
—Jeon, el tiempo ha terminado, es hora de irse —avisó, metiendo las
manos en los bolsillos y suspirando al ver a Jimin— No puedes estar
aquí, Park. Te ordeno que salgas o lo haré a la fuerza.
Jimin frunció el ceño, a punto de insultarlo pero inmediatamente
Jungkook se interpone.
—Un minuto más, por favor —pidió con sinceridad al guardia— ¿No
tiene algo de humanidad?
—Tuviste treinta minutos, Jeon. Es suficiente y son órdenes de dirección,
debes abandonar el lugar.
Jungkook suspiró, mirándole de mala forma antes de voltearse hacia
Jimin y ambos fundirse nuevamente en un fuerte abrazo. Ignorando
completamente al funcionario que les estaba diciendo que se separaran
pues por más de los dos debían retirarse.
—Te amo —susurró con voz rota Jungkook en su oído, sin querer
soltarlo para nada del mundo— Eres la persona que más he amado en mi
vida y eso nunca cambiará, no importa que pase.

331
El labio inferior de Jimin tembló, amenazando con volver a romper en
llanto. Se moría por decirle todo lo que sentía en ese momento: “Por
favor, no me dejes. No te vayas, no quiero estar solo otra vez. Te necesito
conmigo porque sin ti me siento débil, el verdadero infierno lo sentiré
cuando no estés. No me dejes, por favor” pero se aguantó fuertemente y
sólo pudo decir:
—Y yo te amo más que a cualquier persona en este jodido mundo, voy a
extrañarte muchísimo…
Querían soltarse pero no podían, no podían hacerlo porque en el fondo
sabían que pasaría mucho tiempo hasta que pudieran volver a abrazarse,
a sentir piel con piel, no estaban listos para eso. Para un adiós.
El funcionario, quien no tenía una pizca de empatía y le importaba un
carajo la vida de cada recluso, finalmente perdió la paciencia de estar
esperando y llamó en su radio a un compañero para que le ayudara en el
asunto. Por lo que al poco tiempo llegó otro hombre quien se acercó a la
pareja e inmediatamente tomó a Jimin para alejarlo con brusquedad de
Jungkook.
—¡Hey! —protestó Jungkook, pero cuando intentó hacer algo el
funcionario a su cargo le tomó del brazo.
Jimin gruñó con molestia mientras le colocaban las esposas, pero aún así
se las ingenió para soltarse del agarre del guardia y cortar rápidamente la
distancia que tenía con Jungkook para darle un pequeño beso en los
labios que no duró ni tres segundos pues de inmediato le tomaron del
brazo y arrastraron esposado hasta la salida.
Jungkook le siguió, saliendo del vestuario junto con el funcionario y
observando como se llevaban a Jimin nuevamente a ese lugar, abriendo
las rejas que dividían la penitenciaria de la cárcel para entrar y
seguidamente cerrarlas de forma automática. Jimin alcanzó a verle desde
la lejanía con dolor en sus ojos y Jungkook luchó para no salir corriendo,
hasta que finalmente la entrada se cerró.
Y ahora sólo los dividían unas rejas. Pero con diferentes realidades, uno
afuera, y otro adentro, uno libre y el otro encarcelado.

332
—Andando —ordenó el funcionario a Jungkook para que le siguiera y
este no tuvo más remedio que obedecer.
Después de haber firmado su salida, fue guiado hasta una habitación
titulada sala de espera, donde al abrir la puerta se detuvo en seco cuando
vió a su padre sentado en una banca. El rostro del hombre se iluminó al
verlo e inmediatamente se levantó y se acercó.
—Hijo… —murmuró con anhelo antes de abrazarlo con fuerza.
Jungkook se quedó inmóvil, con los ojos abiertos de par en par y sin
saber cómo reaccionar. Finalmente su padre lo soltó, continuando por
tomar su rostro y verle con fascinación.
—Joder, cuánto haz crecido… ¿Por qué esa cara? ¿Acaso ya no
recuerdas a tu viejo? —ríe pero su hijo no lo hace.
Más bien termina por alejarlo, mirándole completamente confundido y
asustado.
—¿Tú… tú me sacaste?
—Te dije que iba a hacerlo.
—Pero… —negó con la cabeza, asombrado— Pero tú dijiste que—
—Lo sé. Recuerdo lo que te dije ese día e inmediatamente me arrepentí
pero ya me conoces, no iba dar mi brazo a torcer… Lo siento mucho,
Jungkook. Quizás ahora no me quieras, no sé si realmente eres el mismo
de antes… Pero lo importante es que estás de vuelta y—
—¿Cómo lo hiciste? —le interrumpe, sin haber quitado la expresión de
asombro de su rostro— ¿Qué hiciste para sacarme? Era prácticamente
imposible, y-yo no he sido el mejor recluso para—
—Lo sé —corta, asintiendo lentamente con la cabeza— Tienes cargos
por intentar fugarte, eres sospechoso de un homicidio y estabas en la
categoría de peligrosos. Además de tener una relación afectiva con otro
hombre. Lo sé.

333
Jungkook amplia más su mirada, literalmente retrocedió de su padre y
miró de pies a cabeza con terror.
—¿Qué mierda?
—Vamos, Jeon —comienza el mayor volteando sus ojos— ¿Pensaste
realmente que iba a dejar por completo a mi único hijo? Soy un hombre
de negocios, tengo contactos los cuales me mantuvieron informado de
absolutamente todo lo que hacías allí adentro.
El pelinegro se mantuvo atónito, negando con la cabeza y tragando
saliva.
—Eres un… —se tragó las palabras, no se sentía con ánimos de
comenzar una discusión— ¿Siempre tienes que estar vigilándome? Lo
hiciste en la escuela, en el colegio, inclusive en la universidad… ¿y
ahora también cuando estoy en la cárcel…? Eres increíble.
El señor Jeon se encogió de hombros con una sonrisa arrogante.
—Así son las cosas, hijo. Ya deberías de estar acostumbrado… —suspira
viéndole con atención— Realmente me sorprendes, no creía que fueras a
convertirte en un recluso problemático, fue muy difícil convencer al
tribunal y demás. Pero ya te diste muchas vacaciones, ahora es tiempo de
que vuelvas a restaurarte y continues tu vida. Vámonos de aquí.
Jungkook volvió a alejarse de su padre en cuanto este quiso tomarle del
brazo, y simplemente le miró con despecho antes de dar media vuelta y
dirigirse a la salida. Al salir, inmediatamente la luz del sol golpeó su
rostro y miró a su alrededor el estacionamiento de la prisión. Sintiendo
un escalofrío recorrer su cuerpo de pies a cabeza. Mierda. Estaba afuera.
Era libre.
—Jungkook, por favor, no hagas las cosas más difíciles… —pide
suavemente su padre cuando llegó a su lado— Es hora de irnos a casa.
—¿A casa? —pregunta, volteado a verle.
—Sí, a tu antiguo hogar. ¿No quieres volver a ver a tu madre? No creo
que sea lo mejor para ti dejarte solo, te quedarás unas semanas con

334
nosotros. Además, debemos hablarte de algo muy importante.
Jungkook apartó la mirada, observando el atardecer que comenzaba a
hacerse a lo lejos.
—No tocaron nada mío, ¿verdad?
—¿De qué hablas?
—Mis propiedades, mi auto, mi dinero—
—Ya entendí —interrumpió, suspirando— La mayoría de cosas siguen
intactas, el apartamento en el que vivías con tu ex novia fue despejado y
puesto en venta, claramente perdiste el derecho de esa propiedad. Sin
embargo, el penthouse que compraste a tus dieciocho en el centro de la
ciudad, sigue intacto. Nunca lo usaste por completo, podrías vivir allí.
—Claro… —asiente, algo ido mientras se hundía en sus pensamientos.
Seguidamente junto con su padre, avanzó hacia el estacionamiento hasta
llegar al auto, estando ahí, logró divisar mejor la cárcel desde afuera y
teniendo secuelas de la primera vez que la vió. El miedo e inseguridad
que le había provocado. Y ahora la miraba como si nada, sin sentir nada
en su interior más que desprecio.
Definitivamente no iba a volver ahí en su puta vida.
Su padre hizo ademán de subirse el al auto pero se detuvo al ver que su
hijo no se movía de su sitio y seguía observando la prisión con algo de
melancolía en su mirada.
—Jungkook —llamó, provocando que el contrario pegara un brinco y le
mirara confundido— ¿Estás bien? Vámonos, hijo —insistió, metiéndose
en el auto.
Jungkook asiente, viendo una vez más el edificio, presionando sus labios
y sintiendo un nudo en su garganta. Finalmente suspiró y abrió la puerta
del auto para subirse en el asiento copiloto.
Abandonando finalmente ese lugar.

335
Después de ir al tribunal y estando en la casa de sus padres, Jungkook
fue a su antigua habitación para darse una ducha nocturna. No sabía lo
mucho que había extrañado bañarse así, con agua caliente y en
privacidad. Aunque nuevamente sus profundos pensamientos le jugaron
una mala pasada y terminó llorando en el baño por varios minutos.
Mientras que por otro lado, cuando Jimin volvió a su celda y observó la
cama en la que dormía Jungkook vacía y sin sus pertenencias, no pudo
evitar sentir una presión en su pecho. Su celda había vuelto a ser la
misma de antes, en donde sólo vivía él y nadie más. ¿Siempre se había
sentido así de vacía y fría? Finalmente decidió dormir en la cama que era
de Jungkook, notando que aún tenía su olor. Así que no pudo resistirlo
más y rompió en llanto, permaneciendo casi toda la noche llorando sobre
la antigua almohada del pelinegro y aferrándose a lo poco que le quedaba
de su presencia.
Pues no había algo más doloroso que saber que ahora sólo unas rejas
de metal les separaban. Y quizás para siempre.
* writer silence *
Hola… uwu *le empiezan a bardear y tirar cosas* suaveee, sé que
ahora me odian mucho pero quería avisarles que el final de esta
historia está más cerca de lo que creen. Y que el mensaje del
principio, era porque a lo que tengo entendido, los presos sólo tienen
fianza mientras se está investigando el caso o están en prisión
preventiva, y bueno, en mi historia la gran mayoría tienen derecho a
fianza sólo que no muchos pueden pagarla, jiji.
En fin, faltan como tres capítulos para que esto acabe así que
prepárense porque el siguiente capítulo es el más largo que he
escrito, uwu.

336
036.

Fue tan jodidamente extraño volver a la civilización, volver a ver a


personas diferentes que no eran de la cárcel y más aún convivir con ellas.
Era extraño. Pero sabía que era normal. Joder, si con sólo casi tres años
de cárcel se sentía así no querría imaginarse como se sentiría alguien de
quince años. Dehecho intentaba no prestarle mucha atención a esos
detalles o sentía que se pondría a llorar de la conmoción.
Después de haber llegado a su antigua casa, saludado a su madre y
comido como un animal toda la comida que había. Fue a la cama, con
una pijama de seda y el cabello mojado al haberse dado una ducha. E
intentó dormir, realmente lo intentó. Pero no pudo, aún sentía que estaba
en la cárcel, su mente ya se había acostumbrado a no dormir
completamente por el miedo de que algo pudiera ocurrirle mientras
dormía.
Durante toda la noche se la pasó teniendo pesadillas, despertando y
mirando a su alrededor al sentir la mínima presencia cerca para darse
cuenta que no había nadie, hasta llegó a un punto en el que se puso a
llorar en silencio porque quería dormir, quería actuar normal pero no
podía.
Al final optó por tomar unas pastillas para el sueño, logrando que
pudiera dormir aunque sea unas largas horas. Y al despertar, nuevamente
fue un golpe de realidad al ver que estaba en una habitación y no en una
celda. Joder. Acostumbrarse a la vida normal iba a ser más difícil de lo
que pensó. Miró la hora y se dió cuenta que eran las tres de la tarde,
jamás había dormido tanto, pues siempre tenía que despertarse a las siete
de la mañana. En fin, se levantó y dió una ducha para vestirse con algo
de ropa casual y bajar a comer cualquier cosa.
Había olvidado que tenía empleados quienes se encargaban de atender
todas y cada una de sus necesidades, literalmente apenas entró a la

337
cocina, tres mujeres le bombardearon con un sinfín de preguntas sobre su
bienestar, su apetito e inclusive su aseo personal. Era increíble. No tardó
en sentirse bastante abrumado ante el cambio, al mismo tiempo que
incómodo pues hace mucho tiempo que no convivía con mujeres y era
jodidamente extraño. Ya se había acostumbrado a la presencia de sólo
hombres. Sin embargo, se sentía más tranquilo con mujeres que con
hombres.
Así que, pidió algo de comer y rápidamente se lo hicieron. Después de
alimentarse, sus padres le convocaron al salón principal donde tenían
relucientes muebles y cómodos sofás. Cada integrante se sentó en uno
diferente, ambos progenitores se sentaron al frente de su hijo para poder
hablarles sobre un asunto importante.
—Vale… —murmuró Jungkook, tomando un poco de su taza de café
para dejarlo después en la pequeña mesa de al lado— Comienzan a
darme miedo… ¿Qué sucede?
Su madre tragó saliva y asintió, mostrándole después una suave sonrisa.
—Primero que nada, queremos escucharte, hijo. ¿Cómo te sientes?
Jungkook no puede evitar sonreír un poco, reprimiendo una pregunta risa
y negando con la cabeza.
—¿Cómo me siento? —repite, cruzándose de brazos y haciendo una
mueca pensativa— Pues… Creo que resentido sería la palabra correcta…
Somos millonarios, pero ustedes tienen más dinero que yo y les
agradezco el que me hayan sacado, pero bastante conveniente fue
hacerlo después de tres años, ¿no?
—Jungkook…
—Ah, y después de darme la espalda por completo. Te hablo a ti, padre
—lo mira con rencor— Claro, entiendo que me lo merecía, tampoco soy
un santo, pero no tenías por qué actuar como un hijo de puta cuando en
ese momento eras mi única esperanza y rayo de luz.
Inmediatamente su madre le regaña por su vocabulario y su padre
resopla con fastidio.

338
—Escucha, hijo… —comienza de forma paciente— Podemos entender
que te encuentres algo resentido con nosotros, especialmente conmigo.
Sin embargo, hay una razón en específico por la cual decidimos sacarte
de ahí.
—¿Ah sí? —alzó una ceja, haciéndose el sorprendido— Y yo que
pensaba porque realmente me extrañaban…
El señor Jeon presiona sus labios, intentando no perder la paciencia con
el arrogante y nuevo comportamiento de su hijo.
—Muy gracioso, por supuesto que te extrañamos. Pero como yo era
quien tenía el dinero para sacarte, personalmente decidí hacerlo ahora
porque te necesito, te necesito de nuevo en la compañía.
Inmediatamente la sonrisa de Jungkook desapareció, cualquiera rastro de
alegría se esfumó de su rostro pasando a uno completamente serio. Los
miró a ambos, esperando que dijesen que era una broma para después
reír todos juntos. Pero no fue así, entonces de forma improvista se
levanta del sillón y les da la espalda, caminando lentamente por el salón
mientras lo pensaba e intentaba procesar.
Sus padres le miraban con extrañeza, y estuvieron a punto de preguntarle
pero entonces Jungkook comenzó a reír, una pequeña risa, seguida de
otra y después de otra mucho más fuerte. Apoyando sus manos en el
respaldar del sillón mientras reía por lo bajo y negaba incontables veces
con la cabeza.
—¿De qué carajos te ríes? —pregunta su padre, viéndole algo asustado y
como si estuviera loco— ¿Estás bien?
Jungkook hizo ademán de responder pero la risa volvió a ganarle,
cubriendo su rostro con una mano y volviendo a reírse como un
desquiciado. Literalmente casi estaba llorando de la risa.
—Creo que dejarte tres años en ese lugar no fue buena idea… —
murmura el hombre mayor, viendo a su esposa—Nuestro hijo se volvió
loco. Joder, no podemos dejar que maneje la compañía en ese estado.

339
Y justamente Jungkook dejó de reír al escuchar esas últimas palabras,
cambiando drásticamente su expresión a una pasmada y pálida.
—¿Qué? —soltó casi en un susurro.
—Pues lo que oíste, vas a ser el próximo jefe de la compañía pero con
esa actitud creo que primero te llevaremos al psicólogo para someterte a
algún tratamiento para que vuelvas a la normalidad. Te desconozco
completamente.
—No lo juzgues tan rápido —interviene su esposa— Es normal que
tenga efectos secundarios o traumas psicológicos después de la cárcel,
investigué sobre eso y contraté a un profesional.
Aún así, el hombre bufó y negó con la cabeza, agarrando su taza de café
con delicadeza.
—Bah, la cárcel no es para tanto. Sólo está exagerando, él siempre ha
sido así de dramático sólo que ahora está peor y ya. De todas formas
pienso que necesita ayuda profesional.
Jungkook literalmente se había sentido como un tercero en esa
conversación y sin saber que decir, su mente volvió cobrar sentido
cuando escuchó a su padre hablar. Y en ese momento, sintió que una
bomba dentro de él estaba a punto de explotar.
—¿Qué no es para tanto? —repite lo que dijo, viéndole con los ojos
ligeramente abiertos y una sonrisa— ¿Qué no es para tanto? ¿En serio
acabas de decir eso?
—Jungkook, por favor, no empieces una discusión —pide su madre pero
él la ignora completamente, sin apartar sus ojos de su padre.
—¿Alguna vez has estado en prisión, padre? —pregunta con cautela.
—Por supuesto que no —responde con obviedad— Siempre he sido
cuidadoso con lo que hago, a diferencia de ti, que siempre la andas
cagando.

340
Jungkook soltó una risa seca, negando con la cabeza y presionando sus
labios.
—Perfecto, entonces no tienes una puta idea de lo que es estar ahí —
concluye, volviendo poco a poco su rostro más serio— ¿Qué piensas que
es, ah? ¿Un jardín de niños donde nos ponen un uniforme y hacemos lo
que nos ordenen? ¿En qué clase de burbuja vives para decir que no es
para tanto? ¡Es un jodido infierno! —exclama, su respiración cada vez
más pesada— En la cárcel te tratan como una basura, te encierran en un
lugar sin luz y que huele a mierda, te dan una comida que ni siquiera
tiene una apariencia decente, en la cárcel te humillan, te acosan, te
amenazan, te golpean, te apuñalan, te violan, te intentan matar
incontables veces y hasta pueden llegar realmente a hacerlo… ¡Tú no
sabes por lo que yo pasé ni otros han pasado para que vengas y
minimices mis problemas con un comentario tan ignorante de mierda!
—¡Jungkook! —advierte su padre, levantándose del sofá y viéndole con
rabia.
—¡No! ¡Yo hablo ahora! —ordena con firmeza— ¿Piensas que estoy
exagerando? ¡Tú no aguantarías ni un día en ese lugar! ¡Inclusive intenté
suicidarme! ¿Y sabes cuántas veces intentaron matarme? ¿Sabes lo que
es dormir con miedo a que te maten o a perder a alguien de tu alrededor?
No, no lo sabes. ¡No lo sabes!
—Sí, no lo sé —admite, viéndole con precaución— Tienes la razón, no
lo sé. Ahora por favor te pido que te calmes, estás asustando a tu madre
—en ese momento le susurra a la mujer— Llama a ese profesional
enseguida.
Pero Jungkook logró escucharlo perfectamente.
—¿Piensas que estoy loco? —cuestiona, viéndole sorprendido y
entonces sonríe— ¿Me tomas de loco sólo por corregirte en algo? ¡Te
estoy diciendo la verdad! Y me importa una mierda si me crees, sólo no
vuelvas a decir que no es para tanto porque… —traga saliva— Sí, lo es,
es horrible y hay inclusive personas que no merecen estar ahí… —

341
finaliza con voz rota— Que no merecen nada malo en este mundo…
Nada.
Jungkook se desploma en un sillón, rompiendo en llanto mientras cubre
su rostro con sus manos. Inmediatamente su madre se coloca a su lado,
sin importarle nada, lo abraza con fuerza y deja que llore en sus brazos.
—Definitivamente la cárcel te hizo mal, hijo —murmura su padre con
voz monótona, observándolos desde su posición— No pensé que fuese a
afectarte tanto, realmente lo siento porque hayas tenido que pasar por
eso…
El pelinegro se aleja un poco de su madre, limpiando sus lágrimas y
sollozando por lo bajo.
—Jódete —suelta, sin pudor alguno— Yo siempre te he importado una
mierda, no puedo creer que me hayas sacado sólo por conveniencia y no
porque tenías un poco de humanidad o empatía por tu propio hijo, me
engañaste… Me hubieras dejado ahí, yo no quería salir, no quería volver
a ver tu rostro… —espeta viéndole con enojo— Pero ahora no hay vuelta
atrás así que dime… ¿por qué carajos quieres hacerme dueño de tu
empresa?
—No voy a decirte nada en ese estado y menos con la poca cordura que
tienes. Definitivamente esta charla no salió bien. Ya no eres el Jungkook
que crié. ¿Dónde están tu modales? ¿Dónde están tus principios y moral?
Jeon sonríe, mordiendo su labio y recordando todas las veces en las que
intentó matar a algún recluso.
—Los perdí hace mucho…
—Escucha, querido… —comienza su madre pero inmediatamente
Jungkook la interrumpe.
—No me digas “querido”.
—¿Por qué?

342
—Sólo no lo hagas, por favor —pidió, llevando ambas manos a su
cabeza y suspirando con fuerza— Díganme de una vez qué quieren de
mí. Estoy harto de que me traten como un niño, maldita sea, soy un
adulto. Puedo tomar decisiones por mi cuenta y sí, necesito un puto
psicólogo, eso ya lo sé, pero no es lo primordial ahora. Necesito volver a
trabajar, sólo díganme qué tengo que hacer y lo haré. Pero por favor,
déjenme en paz.
Su madre suspiró y miró a su esposo, indicándole con la mirada que
tuviera compasión y paciencia con su hijo. A mala gana, el hombre
asintió y abandonó el salón.
—Tranquilo, hijo —susurra la mujer acariciando su espalda— No odies
a tu padre, sabes que realmente él te quiere y se preocupa por ti, pero
nunca ha sabido cómo demostrártelo de forma correcta… Las cosas
tampoco han estado muy bien para él, por supuesto no se compara con lo
tuyo, pero… —suspira— A tu padre le diagnosticaron cáncer de pulmón.
Jungkook inmediatamente alzó la mirada, viéndole totalmente
sorprendido.
—No le queda mucho tiempo —continúa su madre— Intentó la
quimioterapia por un año pero no dió resultados y no quiso seguir
intentándolo… Tú eres el único heredero de esa compañía, trabajaste allí
por muchos años, sé que podrás hacerlo de maravilla. Sin embargo,
esperaremos a que te encuentres mejor física como mentalmente para
poder tomar ese puesto.
—Mierda… —suelta, pasando una mano por su rostro— No estoy
seguro… Es mucha responsabilidad, y… Ni siquiera estoy listo para
volver a valerme por mismo.
—Lo entiendo, por eso vamos a darte tiempo, pero no dudes de tus
capacidades. Lograrás adaptarte y estar bien, tranquilo… —asegura,
dándole un beso en la mejilla.
Después de eso su madre le llevó nuevamente a su habitación para que
fuera a descansar un poco más. Dejándolo allí con un sinfín de
pensamientos en su cabeza sobre los hechos ocurridos.

343
Acababa de descubrir que su padre tenía cáncer. Era algo previsto que
iba a pasar en algún momento ya que el hombre fumaba siempre como
loco, pero no tan pronto y que sólo le quedarán pocos meses de vida. Su
padre no podía dejar a manos su amada compañía con cualquier persona.
Y según su testamento y por herencia, la compañía pasaría a ser de él. Su
único hijo. Esa era la razón por la que lo necesitaba, necesitaba enseñarle
y entrenarlo para reemplazar su puesto. Aún si había estado en la cárcel,
eso no iba a influir si tú eras tu propio jefe y había dinero de por medio.
Por lo que decidieron darle a un par de semanas para que volviera a
acostumbrarse a la vida normal y después ponerlo a trabajar. Tampoco
tenía otra opción más que aceptar, y realmente le costaría volver a
adaptarse a su rutina de trabajo, pues ahora esta sería mucho más difícil
porque sería el jefe.
Conforme pasaban los días, las pocas veces que salía, era rodeado o
fotografiado por paparazzis y prensa amarillista que quería solamente
dañar su imagen. Sin embargo, gracias a sus padres lograron borrar
cualquier rumor que surgió de él hace años para no dañar la imagen de la
compañía, pero a Jeon no le importaba en lo más mínimo. Aunque
claramente le molestaba la gente que le acosaba y pedía explicaciones de
su desaparición e inactividad de tres años. Obvio no decía nada.
Lo único que tenía en mente era ver a Jimin, lo demás estaba en segundo
plano.
Sin embargo, como empezó a ir a terapia, el psicólogo le prohibió
rotundamente visitar de nuevo la cárcel por lo menos durante dos
semanas, ya que no sería bueno para su salud mental volver tan rápido.
Le dijo que tenía que acostumbrarse al mundo real para que a la hora de
volver aunque sea a una visita, sintiera más la diferencia y no el
sentimiento de querer volver.
Pero Jungkook tenía más problemas de por medio, porque estaba
lidiando solo con su plan de sacar Jimin de la cárcel. Y el problema era,
que no tenía ningún jodido plan en mente, todos los que intentaba
organizar no coincidían o no eran lo suficientemente efectivos. La
verdad es que no tenía el dinero suficiente para pagar su fianza, ni

344
tampoco para poder pedir un préstamo de dinero tan grande por su actual
reputación en esos momentos, mucho menos podía agarrar dinero de la
empresa porque era prohibido además de que alteraría todo el orden del
trabajo y sumaba el pago de los empleados. La única manera era
trabajando y ahorrando, el problema es que calculando lo que ganaba
más los gastos que tenía que apartar, tendría el dinero suficiente dentro
de dos años y era demasiado tiempo.
Estaba jodido y con demasiado estrés encima, ni siquiera podía
concentrarse en una sola cosa por la cantidad de pensamientos que tenía
en la cabeza. Si la cárcel no lo volvió completamente loco, el trabajo lo
iba a hacer.
De todas formas, no evitó que apenas se le dió el permiso, fuese a visitar
a Jimin. Volver a la cárcel le hizo sentir un escalofrío de pies a cabeza, y
más aún cuando se sentó en la mesa de la cabina para darse cuenta lo
extraño que se sentía estar del otro lado.
Esperó pacientemente hasta que un funcionario apareció en su campo de
visión con Jimin al lado, el corazón de Jungkook latió demasiado fuerte
y se sintió tranquilo al volver a ver esa sonrisa. El funcionario le quitó
las esposas a Jimin quien inmediatamente se sentó del otro lado y tomó
el teléfono para llevarlo a su oreja. Rápidamente Jungkook imitó la
acción.
—Hola, querido —saluda el pelirosa con una suave sonrisa al igual que
su voz.
Jungkook sonríe también y estuvo a punto de responderle pero al instante
nota un horrible moretón violeta en la mejilla de Jimin, al igual que tenía
el labio un poco roto. Inmediatamente apaga su sonrisa y su corazón se
detiene.
—¿Qué mierda te pasó? —es lo primero que sale de su boca.
—Vaya, ¿ni un hola? —bromea el contrario pero deja de sonreír ante la
expresión del pelinegro, finalmente suspira— Pues nada, ya sabes que
adoro meterme en problemas.

345
—No me mientas —espeta, viéndole de forma seria— ¿Quién te hizo
eso?
—Vamos, Jeon. No te pongas así, estoy bien… —murmura el pelirosa
aunque al final se rinde,volteando los ojos— Bien, llegaron nuevos
reclusos de otra cárcel y tienen una pinta que te cagas. Uno de ellos por
mi apariencia “inofensiva” pensó que podía hacerme la vida imposible y
me hizo una zancadilla en el comedor, haciendo que tirara toda la comida
de paso. Y bueno, ahora está en enfermería… —sonríe con orgullo—
Pero claro, el hijo de puta se defendía muy bien, y bueno… —señala su
rostro para después encogerse de hombros.
Jungkook hace una mueca, asintiendo lentamente con la cabeza y
tragando saliva. Mierda. El psicólogo tenía razón y ahora veía esas cosas
como una total locura, cuando literalmente él hacía y presenciaba lo
mismo todos los días.
—Carajo… Bueno, me alegro que te hayas defendido. Me tranquiliza.
Aunque no del todo, me preocupan esos nuevos reclusos… ¿No crees
que después quieran venganza por lo que hiciste?
Jimin muerde un poco su labio, pensativo.
—Probablemente…
—Joder, Jimin.
—¡Lo siento! En algún momento iba a llevarme mal con ellos, ya estaba
predestinado. No me cayeron bien desde el primer segundo…
Jeon pasa una mano por su rostro, suspirando con pesadez y apoyando la
mitad de su cuerpo en la mesa.
—Por lo que más quieras, cariño. Ten cuidado, no quiero que te hagan
algo y que esta vez no logres salir vivo…
Jimin contempla a Jungkook limpiar un poco sus ojos mientras bosteza,
sus ojeras eran bastante notorias al igual que el cansancio en su rostro y
hasta forma de hablar. E inmediatamente supo que algo andaba mal.

346
—¿Estás bien? —pregunta, viéndole con preocupación— Te ves hecho
mierda, inclusive peor que cuando estabas aquí…
—Ahg, no he tenido una buena semana…
—¿Qué ha pasado?
—A pasado de todo, Jimin. Mi padre fue quien pagó mi fianza sólo
porque tiene cáncer y va a morir dentro de poco. Así que su compañía
pasará a ser mía y está entrenándome para tomar su puesto.
—Mierda… —murmura desde el otro lado, dedicándole una mirada
afligida—¿Pero cómo van a ponerte a trabajar tan pronto? Apenas sólo
llevas dos semanas de salida…
—Bienvenido al mundo de los negocios… —sonríe sin ganas y después
suspira— Necesito hablarte de algo…
—Yo también.
—¿Ah sí? —le mira sorprendido— ¿De qué? Habla primero.
Park niega con cabeza, mostrándose nervioso.
—No, tú primero…
—Vale… —traga saliva— Como sabrás, prometí sacarte que aquí… Y
estoy buscando todas las formas posibles que hayan a mi alcance, sin
embargo, la situación está algo jodida y creo que tardaré un poco más de
lo que tenía planeado. De igual forma, sé que puedo lograrlo, aunque
también he estado pensando en una alternativa que—
—No.
Jungkook es interrumpido por Jimin quien le miraba de una forma
extraña y repentinamente seria.
—¿Qué? —frunce el ceño— ¿No qué?
Jimin baja la mirada, tragando saliva y negando con la cabeza.

347
—No quiero que lo hagas —dice desde el teléfono— Quería decírtelo
desde el día en que te fuiste, pero no encontré el valor… —entonces le
mira a los ojos—No voy a permitir que hagas todo eso por mí, no es
justo.
—¿Pero de qué hablas? —cuestiona confundido— Hago esto porque te
amo y te quiero libre, conmigo.
—Yo también quiero estar contigo… —confiesa con voz rota, teniendo
de forma drástica la nariz roja y ojos llorosos— Pero tú y yo sabemos
que eso es imposible…
Jeon le mira asustado y con dolor en sus ojos, rápidamente niega con la
cabeza y se acerca más al cristal.
—No, Jimin. No pienses así, encontraremos la forma, no puedes rendirte
tan fácilmente y yo nunca lo haré. Te prometí que iba a sacarte. Por
favor, no digas más eso… —pide, sintiendo que en cualquier momento
se rompería.
—Jeon, basta… —murmura débilmente entre lágrimas— No quiero que
lo hagas… Sólo mírate, estás matándote.
—Estoy bien, amor. Te lo aseguro, sólo un poco cansado pero estaré
mejor.
Sin embargo, el pelirosa aparta la mirada y comienza a sollozar.
—No es justo…
—¿Qué no es justo? —insiste, sin comprender nada— Jimin, sé que todo
parece una mierda ahora pero si tan sólo confiaras—
—Te engañé.
Silencio.
Jungkook estaba inmóvil, con el teléfono en mano y viéndole
boquiabierto.

348
Jimin mordió su labio inferior, era un desastre de lágrimas y sus manos
temblaban ligeramente, ni siquiera podía verlo a los ojos.
—Y-Yo… —suspira de forma temblorosa— M-Me acosté con otros
reclusos… Ahora que no estás, necesitaba seguir manteniendo mi
protección… Así que decidí volver a la vida que tenía antes… No tuve
opción… —finaliza con voz rota para mirarle a los ojos— Perdóname…
Jeon dejó espacar un pequeño jadeo de la impresión y entonces relaja su
mirada, alejando lentamente el teléfono de su oreja para dejarlo en la
mesa en silencio. Seguidamente suspira con fuerza antes de cubrir su
rostro entre sus manos. Park le mira con lástima, sin dejar de sollozar y
sintiéndose como una total mierda.
Después de unos largos segundos, Jungkook levantó lentamente su
rostro, estaba lleno de lágrimas pero aún así volvió a suspirar y tomar
nuevamente el teléfono para colocarlo en su oreja.
—Está bien… —murmura, limpiando su nariz y asintiendo con la cabeza
— Tranquilo, lo entiendo. No tienes que sentirte mal por eso, claramente
ya no puedo hacer lo mismo que hacía adentro y no tenías otra opción.
Jimin le mira con dolor y ojos llorosos, intentando aguantarse el romper
de nuevo en llanto.
—Lo lamento…
—Mierda, deja de disculparte, esto no cambia en nada nuestra relación,
no lo haces con intención y eso es lo que importa.
—No, no está bien.
—Hay muchas cosas que no están bien en esta vida, Jimin. Pero aún así
las hacemos, esta es una de ellas, yo lo dejo pasar por mucha impotencia
que tenga ahora mismo. Y dehecho sólo me anima a esforzarme más
para sacarte de aquí cuánto antes.
Pero Jimin tenía otros planes completamente diferentes a los de
Jungkook. Los tenía desde el primer momento en que Jungkook le dijo

349
que habían pagado su fianza pero no tenía el valor de decirlo, hasta
ahora.
—Jungkook, esto no va a funcionar…
El mencionado dejó de hacer lo que hacía para mirarle con cautela y
enseguida captar lo que estaba insinuando.
—No, Jimin, no… —advierte con voz temblorosa— N-No vayas por ese
camino, te prohíbo hacerlo…
—Joder, no vas a tener todo ese dinero en una semana o un mes… Te
tomará años, yo lo sé, no intentes engañarme, querido.
—¿Y qué si fuera el caso? Si tengo que esperar cinco jodidos años hasta
que salgas, lo voy a hacer. Te lo dije, no seguiré sin ti.
Jimin sonríe entre lágrimas.
—Pero si ya lo estás haciendo…
Entonces Jungkook se queda mudo, sin saber que decir y sintiendo su
corazón romperse poco a poco en mil pedazos.
—Mereces algo mejor, Jeon —comienza Park con voz inestable pero
intentando mantenerla decente— Mereces algo mejor que estar viendo a
un criminal cada fin de semana, por medio de una cabina, durante cinco
años, ¿no crees?
—¿Tú crees que eso me importa? —se defiende— Claro que no, acabo
de decirte que lo haría sin duda. No me importa.
—Pues a mí sí me importa —contradijo— Ahora eres libre, pero aún
sigues atado a este lugar y es sólo por mí. Yo quiero que seas
completamente libre, Jungkook. Y jamás lo serás de esta forma…
Vamos, sólo mira a tu alrededor… —sonríe débilmente— No tienes
ningún futuro próspero conmigo, allá afuera te está esperando un gran
camino por delante y sumamente exitoso… Estoy seguro de que
encontrarás a alguien mejor que yo…

350
Jungkook le contempla anonadado, las lágrimas caen como cascadas por
sus mejillas. No podía creer ni la mitad de las cosas que estaba diciendo
Jimin. Simplemente todo le resultaba imposible e irreal.
—¿Jimin? —interroga, confundido y asustado, colocando la palma de su
mano sobre el vidrio.
Jimin la observa y sollozando, imita la acción, dejando su mano sobre la
de Jungkook con el cristal de por medio.
Sin embargo, en vez de sentir la calidez que debería de trasmitir el tacto
de ambos cuerpos, sólo pudieron percibir el frío del vidrio que los
separaba y eso les hizo doler inmensamente el alma. Pero aún así las
mantuvieros juntas por varios segundos, mientras se miraban fijamente a
los ojos sin decir nada y derramando lágrimas.
Finalmente Jimin aleja su mano del cristal y su cuerpo se sacude en un
fuerte sollozo mientras se aferraba al teléfono con ambas manos
temblorosas. Entonces mira a Jungkook, sintiéndose completamente
destrozado por lo que estaría a punto de decir, pero no había otra opción.
Así que lo dijo:
—Voy a romper contigo, Jungkook.
En ese momento, el pelinegro sintió su presión bajar y literalmente pensó
que se desmayaría pero se contuvo, pues el sentimiento de shock era
mucho más fuerte que perder la consciencia. O en ese momento, perder
completamente la cordura.
—¿Qué? —logra decir, atónito y pálido.
—Lo siento, amor… —solloza el pelirosa— Realmente lo siento mucho
pero no podemos seguir así, es por el bien de ambos…
Inmediatamente Jungkook se puso en alerta, negando incontables veces
con la cabeza.
—No, no, no, espera—

351
—Te conozco y me conozco, sabes perfectamente lo mal que nos hará
esto…
—J-Jimin, por favor, no—
—Es por tu bien y por el mío, será lo mejor para los dos… Te agradezco
por todo y perdóname, otra vez…
Jungkook mantenía su respiración agitada, tenía sus ojos completamente
llorosos y observaba a Jimin como si estuviera demente.
—N-No lo hagas… —súplica, con voz rota— Por favor, Jimin, por
favor…
Park se reprime el llanto, limpiando sus lágrimas e intentando no ceder
ante sus súplicas mientras reunía fuerzas para terminar todo.
—Te amo muchísimo… —dice al final, viéndole fijamente a los ojos—
Pero debes seguir sin mí… Adiós, Jungkook.
Dicho esto, deja el teléfono en su lugar correspondiente y se levanta de la
mesa. Inmediatamente Jungkook hace lo mismo, volviéndose loco y
dejando el teléfono de lado.
—¡Jimin! —grita pero su voz se escucha obstruida desde el otro lado,
apoyando sus manos en el vidrio— ¡Jimin, no! ¡Regresa! ¡Espera, por
favor! ¡No puedes hacerme esto! ¡No te vayas, maldita sea!
Con dolor en su pecho, Jimin intenta hacer oídos sordos y avanza hacia
el funcionario para extender sus muñecas y dejar que le esposaran de
nuevo. Sin embargo, no pudo evitar mirar a Jungkook y sentir su corazón
romperse. Por un momento quiso retractarse pero ya había tomado una
decisión, así que apartó la mirada y comenzó a alejarse cuando el
funcionario le ordenó que lo hiciera.
—¡Jimin! ¡Mierda, vuelve! —gritaba Jungkook mientras golpeaba el
cristal—¡Eres un hijo de puta! ¡No me hagas esto! ¡Yo te amo! —pero
entonces Jimin desaparece de su vista y es cuando se rinde— ¡Joder! —
grita cayendo nuevamente en el asiento y cubriendo su rostro para
comenzar a llorar con fuerza.

352
Algunos guardias se acercaron velozmente a su posición pero se
detuvieron al verle en ese estado, sin saber exactamente qué hacer más
que decirle que debía retirarse.
Jungkook les ignoró, llorando descontroladamente sobre la mesa y
sintiendo que se moría. Mientras que por otro lado Jimin ingresaba a su
celda y rompía en llanto, comenzando a desordenar con rabia todo el
lugar hasta dejarse caer sentado al suelo y sollozar en silencio.
Ese día algo el corazón de ambos jóvenes se rompió por completo y
quizás jamás volverían a repararlo.

Lo de Jimin es verdad, no estaba mintiendo. Sé que pareció difícil de


creer debido al momento y circunstancias, pero no era mentira. Me
gustaría que pudieran entender un poco mejor el lugar de Jimin, él
ama a Jungkook y por eso mismo es que no quiere que se desvive por
intentar sacarlo, además de que si fallase, iba a ser imposible una
relación en la que ni siquiera se podían tocar. Así que se pensó que lo
mejor era dejarse ir mutuamente, que sería lo mejor aunque
ninguno de los dos quisiera. Pero Jimin más bien estaba lejos de ser
egoísta, no quería obligar a Jungkook a eso y no por orgullo, sino
porque sentía que no lo merecía o sólo terminaría perjudicando a
Jungkook. Así que lo que hizo, lo hizo por amor.
Aún no puedo creer que pronto le diré adiós a esta historia, im sad.
Y no, no habrá segunda temporada, y sí, me gusta verles sufrir. Pero
tranq, después de la tormenta siempre viene el arcoiris.
Cuídense y usen mascarilla,
chau. <3

353
037.

Pasó un mes.
Un jodido mes después de eso.
Jungkook no había vuelto a ver a Jimin por más que intentó pedir
permiso en la dirección de la cárcel, siempre se la negaban porque Jimin
se encargó de quitarlo de la lista de visitantes y no podía hacer nada al
respecto.
Había perdido cualquier tipo de contacto con él.
Tenía la opción de visitar a cualquiera de los otros miembros pero no
pudo hacerlo porque justamente después de visitar a Jimin por última
vez, tanto le afectó que decidieron internarlo en un centro de
rehabilitación. Permaneció allí durante todo ese mes,
independientemente de si hubiese terminado con Jimin o no, era lo mejor
para su salud mental después de haber estado en un lugar como la cárcel.
Entendía perfectamente que le tacharan de loco, porque lo estaba y en el
fondo sentía que ya no había vuelta atrás. Sin embargo, la rehabilitación
le ayudaba a adaptarse nuevamente a la vida real, específicamente para
volver a trabajar y continuar con su vida.
Aún después de ser diagnosticado con ansiedad, problemas de ira,
depresión e inclusive un poco de paranoia, ahora tenía como
responsabilidad una compañía y debía acoplarse lo más rápido posible.
Así que se vió obligado a salir y tratarse constantemente con
medicamentos para no perder la cordura.
Pero en el fondo, Jungkook quería mandar todo a la mierda y lanzarse de
un quinto piso.
No le veía sentido. No le veía sentido a absolutamente nada si ya no
tenía a Jimin a su lado. Y era tan jodidamente perturbador porque lo
estaba volviendo a tener todo, dinero, trabajo, su vida llena de lujos…

354
Pero nada de eso le hacía sentir bien como antes, ya no era lo mismo, ni
siquiera le importaba en lo más mínimo. No quería continuar sin Jimin, a
pesar de que este lo quisiera. Ni siquiera podía olvidarlo, pensaba en él
todos los jodidos días a toda hora y era tan frustrante porque no sabía si
estaba bien o mal.
Sin embargo, a pesar de que Jimin se hayase rendido con ellos, Jungkook
no lo había hecho. En más, nunca lo hizo.
Aunque técnicamente ya no estaban juntos, Jungkook sabía que todo fue
por las circunstancias del momento y no porque Jimin había dejado de
amarlo. Eso era algo que entre los dos estaba seguro, que nunca iban a
dudar del amor que se tenían y eso incitaba a Jungkook a esforzarse más
en reunir el dinero para pagar la fianza de Jimin (la cual antes no era tan
alta pero por sus delitos más recientes la subieron a un monto casi
imposible).
Y quizás le tomaría años, con suerte meses pero lo intentará. Sólo
esperaba no fallar, pero era tan difícil no ceder a la desesperación,
porque Jungkook necesitaba a Jimin ahora, no dentro de varios años o
meses, lo quería a su lado en esos momentos, no en una cárcel. Pero aún
no tenía el dinero ni poder suficiente para sacarlo de allí aunque sea con
chantaje, como hizo su padre con él.
La compañía donde trabajaba, era la misma de antes sólo que ahora en
otro puesto y otra oficina más grande. Se la pasaba ocupado todo el
tiempo, aún no lograba adaptarse completamente al ambiente de trabajo
después de tres años de inactividad por lo en su tiempo libre, se quedaba
dormido en el sillón de su oficina o hasta en el escritorio.
Como en esos momentos.
El señor Jeon, entraba en silencio a su antiguo despacho y no pudo evitar
voltear sus ojos al ver a su hijo dormido sobre el escritorio. Así que
decidió despertarlo, Jungkook abrió de golpe sus ojos cuando sintió
alguien llamarle y rápidamente se enderezó.
—Oh, eres tú —murmuró aliviado al percatarse que era su padre—
Mierda, me he quedado dormido…

355
—No es muy responsable de tu parte hacer eso —le regaña.
—Lo sé… —bostezó— Lo siento.
El mayor asintió con la cabeza y en ese momento Jungkook se levanta
para dirigirse a un mueble y comenzar a servirse un vaso de agua para
tomarlo junto con unas pastillas.
—¿Y qué haces aquí? —pregunta finalmente, sin mirarle— ¿Viniste sólo
a regañarme?
—No, quería hablar de algo contigo…
—Vale —asiente, volviendo a su escritorio y comenzando a sacar unos
folders de un cajón— Habla mientras reviso estos informes… —dice
poniéndose unos lentes y colocando su atención en las páginas.
Suspirando, el señor Jeon se acerca al escritorio metiéndose las manos en
los bolsillos y observando atentamente a su hijo.
—Bueno… como ya sabes, iré a quedarme en una residencia la próxima
semana para tratar mi enfermedad. Así que mi mano derecha es quien
seguirá preparándote y podrás preguntarle cualquier cosa respecto al
trabajo.
—Okay, gracias —responde de forma cortante sin apartar la mirada de
los informes— Si eso es todo, puedes retirarte.
—No es todo.
Jungkook alza la mirada, bajando un poco sus lentes para observar a su
padre con cierta confusión.
—¿Pasó algo malo? Nunca me dices más de dos cosas a la vez.
—No creo que sea algo malo, sólo que últimamente he estado
reflexionando un poco sobre mis actos en el pasado y antes de morir,
quería pedirte disculpas por no ser el padre que siempre quisiste o
debiste tener.

356
—Y yo lamento ser el hijo que nunca quisiste tener —sonríe de forma
sarcástica.
—No me jodas, Jungkook.
—Está bien, lo entiendo —se apresura a decir— No importa, eso lo
superé hace años pero si quieres mi perdón, ya lo tienes. Perdonado,
listo.
Dicho esto, siguió con su lectura mientras que su padre resoplaba e
intentaba tenerle paciencia.
—¿Siempre seguirás molesto conmigo?
—Adivinaste.
—Hijo, lo que te dijo tu madre aquel día es verdad, yo siempre te he
querido… pero nunca nos hemos llevado lo suficientemente bien y no
quiero morir sabiendo que mi hijo me odia.
Jungkook apartó la mirada, suspirando con pesadez y algo de
incomodidad.
—No te odio, sólo que durante toda mi vida fuiste un maldito conmigo y
siempre me utilizaste para tu beneficio. Inclusive ahora, me sacaste de la
cárcel sólo para ocupar tu puesto de mierda. Ni siquiera sabes nada sobre
mi vida. ¿Alguna vez te importó mi felicidad o salud? No, nunca. Así
que hazme un favor y sal ahora mismo de mi oficina, estoy ocupado —
finalizó, sacando una pluma y comenzando a escribir rápidamente algo
sobre los informes.
En ese momento, y sin ninguna expresión en su rostro, el señor Jeon saca
un paquete dentro de su saco y lo tira sobre el escritorio. Jungkook
inmediatamente alza la mirada, observando el paquete y después
frunciendo el ceño.
—¿Qué es eso? —pregunta, viéndole confundido.
—Es la cantidad de dinero exacta para sacar a Park Jimin, junto con los
permisos judiciales y demás.

357
Al instante Jungkook le mira atónito, quitándose los lentes y sin poder
creer lo que acababa de decir.

—¿Acaso olvidaste que tenía a alguien que me contaba todo lo que


hacías en la cárcel? —levanta una ceja— Sé absolutamente todo sobre
ese chico, así que, supuse que de alguna u otra forma estabas buscando la
manera de sacarlo pero no tenías la misma influencia que yo, y bueno…
pensé que eso era lo que querías, tómalo como muestra de que realmente
me importas.
El pelinegro estaba boquiabierto, no sabía que decir ni tampoco como
reaccionar.
—Y-Yo… —comenzó, negando con la cabeza— No puedo—
—Sólo toma el dinero y saca a ese chico de ahí, joder.
Finalmente Jungkook le mira incrédulo con lágrimas en sus ojos y no lo
piensa dos veces antes de levantarse e ir a abrazar a su padre con fuerza.
—Gracias… —solloza sobre su hombro.
Sonriendo y conmovido, el mayor le devuelve el abrazo.
—De nada, hijo.

Jimin se encontraba en el patio junto con demás reclusos en su hora libre,


ya no estaba en la categoría de peligrosos por lo que ahora “convivía”
con los demás y usaba el mismo uniforme. Y es “convivía”, entre
comillas, porque nunca lo hacía, especialmente desde que Jungkook se
fue. Jimin prácticamente había vuelto a ser la misma persona que era
hace tres años, inclusive peor. No hablaba con nadie, tampoco mostraba
ninguna expresión y evitaba discutir con los demás. Ahora era más
reservado, sin embargo, no perdía ese encanto que tanto le caracterizaba.

358
Estaba sentado sin compañía en las gradas mientras los demás hablaban
o jugaban entre sí, con su vista hacia otro lado, chupando tranquilamente
una paleta y hundiéndose en sus pensamientos.
—¡Hey, rosita! ¿Quieres jugar? —le pregunta alguien quien
inmediatamente le lanza un balón de basket con intenciones de golpearle
pero Jimin lo agarra a tiempo y lo devuelve, golpeando al tipo en la cara.
—¡Ahg! —se queja el recluso y al instante sangre comienza a bajar por
su nariz— ¡Hijo de perra! —grita haciendo ademán de acercarse pero en
ese caso Taehyung se interpone en su camino.
—¿Hay algún problema? —pregunta el azabache, alzando el mentón y
cruzándose de brazos.
—¡Sí, tú amigo acaba de romperme la nariz!
—Entonces deberías de ir a arreglarla, ¿no? —responde, alzando una
ceja.
—No antes de darle su merecido.
—Vete de aquí, sabes que no te conviene… Acércate a Jimin y la nariz
no será lo único que tendrás roto.
El recluso le mira sorprendido para después cambiar su semblante a uno
molesto y gruñir.
—¡Me las pagarás, rosita! —advierte.
Pero Jimin sólo le saca el dedo del centro, sin mirarle.
Finalmente el tipo se va echando humos, dejándolo en paz. Aunque no
tardó mucho tiempo en que Taehyung se sentara a su lado y le mirase
unos segundos en silencio.
—¿Estás bien?
Jimin asiente con la cabeza, observando el atardecer y sin quitarse el
dulce de la boca. Taehyung suspira, ahora viéndole con tristeza.
—¿Aún le extrañas?

359
Recibe otro asentamiento de cabeza y entonces se frustra.
—¿Podrías hablarme al menos?
—¿Qué quieres que te diga? —responde al instante, girando su rostro
para verle con una expresión neutra y a la defensiva.
—Pues no lo sé, cualquier cosa pero algo. Ya ni siquiera me hablas.
—Es porque no quiero hablar —explica sin paciencia— ¿Tan difícil es
entenderlo? Quiero estar solo.
Taehyung voltea los ojos, suspirando y entonces observa que un
funcionario se acerca hacia ellos.
—Vale, creo que estás en problemas…
—¿Y ahora qué? —se queja, mirando de mala gana al sujeto.
Un funcionario de aspecto mayor pero con un semblante robusto,
finalmente llega hasta donde ellos y su mirada aterriza en Jimin.
—Ven conmigo, Park —ordena.
—En mi defensa, él tiró la pelota primero —se apresura a decir el
pelirosa— Sólo me defendí.
—No es respecto a eso —aclara— Es algo privado, andando.
—Puedes decírmelo aquí —sonríe con tranquilidad— No hay nada de mí
que Taehyung no conozca o moleste…
Kim asiente con la cabeza también sonriendo y entonces el funcionario
suspira con pesadez.
—Vale, como quiera entonces —acepta— Por increíble que parezca, han
pagado su fianza y es probable que le den libertad condicional.
El rostro del pelirosa no mostró ninguna emoción, sólo se dedicó a mirar
al hombre fijamente y después comenzar a reír.
—Sí, claro, como digas… —murmuró volviendo a chupar su paleta y
apartando la mirada.

360
—Dehecho tiene media hora para recoger sus cosas, alistarse e irse —
agregó el funcionario de forma calmada, pues era bastante común que los
reclusos reaccionaran así y que no creyeran nada.
—¿Por qué mejor no vas a joder a alguien más? —espeta Park, viéndole
con molestia— No estoy de humor para esto, así que lárgate.
Pero el hombre persistió.
—Park Jimin, han pagado su fianza. ¿Qué parte no ha entendido? Tiene
que venir conmigo ahora —ordena.
—Vete a la mierda.
Jimin aparta la mirada de forma tosca. Mientras que por otro lado
Taehyung no había quitado la expresión incrédula de su rostro.
—Jimin… —comienza con cautela, tocándole el hombro— Creo que
está diciendo la verdad…
Entonces el pelirosa voltea su rostro, viendo al hombre ligeramente
sorprendido y sintiendo su corazón comenzar a latir de forma ansiosa.
—¿Qué? ¿Es en serio?
—Que sí, joder. Acéptelo de una buena vez, no tengo todo el día.
—P-Pero… —Jimin finalmente había captado y su rostro palideció, sin
poder creerlo. Entonces miró a Taehyung quien estaba igual o incluso
peor que él, pero al final le dedicó una gran sonrisa antes de decir:
—Eres libre, Jimin.

Hay momentos en la vida que simplemente se sienten completamente


irreales, tan irreales que hasta llegas a cuestionarte si es un sueño o una
fantasía de tu mente, si tantas cosas buenas podían juntarse en un sólo
momento para ser real. Las emociones enloquecían, los sentimientos
estallaban y los pensamientos desaparecían.

361
Jimin había estado seis años en la cárcel, para algunos no era mucho,
para otros era demasiado, pero nadie podía negar que aquello había
cambiado su vida completo. De niños nos dicen que la prisión es un
lugar donde vamos cuando nos portamos muy mal, donde nos enseñan
una lección para no volver a hacer cosas malas y ser mejores personas.
Sin embargo, Jimin aprendió y vivió más cosas estando adentro que
afuera, en su mayoría cosas sumamente indebidas y horribles.
Probablemente había terminado con severos traumas psicólogos, pero él
no los sentía pues se había acostumbrado mucho a ese lugar, tanto que
hasta tenía más miedo de salir que de estar ahí.
Por increíble que parezca, una parte de él tenía miedo de lo que estuviera
afuera, del mundo real, de no poder acostumbrarse a él o de inclusive
nunca poder hacerlo y seguir viviendo como si estuviera en una cárcel.
Nunca se había mentalizado que iba a salir en algún momento, nunca
pensó que saldría, por eso se adaptó tanto al lugar y dejó que se adueñara
de él y lo corrompiera como quería.
Al recoger sus cosas, sus ojos se movían de un lado a otro observando
todos los objetos que tenía hace años en un bolso y que no había vuelto a
ver. La mayoría no recordaba que los tenía, inclusive se había olvidado
de que tenía un celular y hasta ropa propia de vestir. Joder, antes era la
persona más tierna del mundo y su ropa hablaba por si sola: unos
pantalones negros ajustados y un enorme hoodie color durazno que le
llegaba a las rodillas, haciéndole lucir totalmente adorable e inofensivo.
Vaya mierda. Lo detestaba. Y mucho. Se sentía extraño e irreconocible.
Aunque no iba a negar que en el fondo le gustaba y le traía muchísima
nostalgia, además combinaba con su cabello.
De todas formas, nunca pensó que llegaría a sentir tanto miedo y nervios
cuando le indicaron la puerta donde debía salir. Mierda, cualquiera la
abriría de una patada y saldría corriendo pero Jimin tenía miedo de
llevarse alguna decepción o simplemente no encontrarse a nadie del otro
lado. Pues solía pasar.

362
Finalmente se armó de valor y sosteniendo con fuerza el bolso que
llevaba, abrió la puerta.
Y literalmente ahogó un sollozo en el momento en que vió el rostro de
Jungkook con una sonrisa y un ramo de rosas en su mano.
Lo sabía, en el fondo sabía que él iba a estar ahí. Pero no quería
ilusionarse, así que no pudo evitar la impresión en su rostro al soltar un
pequeño jadeo y dejar caer el bolso. Llevándose ambas manos a la boca.
Mierda no podía moverse, pero se obligó así mismo a hacerlo.
Así que Jimin no lo pensó donde veces y corrió hacia Jungkook para
lanzarse a sus brazos, rodeando con sus piernas su cintura y comenzando
a sollozar con fuerza sobre su cuello.
Jeon también comenzó a llorar, abrazándolo con fuerza y sin poder
creerse que nuevamente lo tenía entre sus brazos. Poco a poco, los pies
de Park volvieron a tocar el suelo pero aún así no dejaron de abrazarse y
llorar como magdalenas durante minutos sin decirse nada hasta ese
momento.
—Gracias… —solloza Jimin sobre la ropa del contrario.
—Te dije que te sacaría —susurra Jungkook en su oído, dándole un beso
en la mejilla.
—Lo siento tanto…
—Shh… —le calla de inmediato, acariciando su espalda— Ya pasó,
cualquiera cosa que haya sucedido en ese lugar ya pasó y se quedó ahí.
Finalmente se separan un poco, Jungkook toma el rostro de Jimin entre
sus manos y ambos se contemplan entre lágrimas con ilusión, asombro y
cariño.
—¿Cómo mierda lo hiciste? —cuestiona el pelirosa, incrédulo— ¿Qué
clase de pacto satánico hiciste?
Jeon sonríe.
—Bueno, quizás le vendí mi alma al diablo…

363
Park comienza a reír, negando con la cabeza y sin poder caer en cuenta
que tenía a Jeon justo al frente, de nuevo, que estaban nuevamente
juntos. Era increíble.
—En realidad mi padre me ayudó —confiesa el pelinegro para después
encogerse de hombros— Fue completamente inesperado pero le estaré
agradecido por el resto de mi vida… Vaya, jamás pensé que diría eso.
—Es una locura… Mierda… —murmura con voz rota antes de volver a
abrazarlo con fuerza— Te extrañé tanto… cada maldito segundo sin ti
fue una tortura, fue demasiado… no podía, simplemente no podía.
—Ahora entiendes lo que me hiciste pasar cuando estuviste
hospitalizado…
—Idiota —solloza.
—Es broma —asegura, sus ojos volviéndose a llenarse de lágrimas— Yo
también te extrañé, no sabes lo mucho que sufrí al pensar que no volvería
a tenerte pero finalmente estás aquí… —suspira para alejarlo y verle de
pies a cabeza— Y luces precioso, maldita sea. ¿Siempre vestías así de
lindo?
—Cierra la boca —ordena haciendo inconscientemente un mohín que
para Jungkook fue la cosa más adorable del mundo. Entonces le extiende
el ramo de rosas que tenía desde hace rato en la mano, Jimin le mira
conmovido, aceptándolas para verlas con fascinación y después olerlas.
—Joder… —comienza con voz ahogada— Te amo tanto.
Dicho esto, le abraza del cuello para unir sus labios con anhelo. Quizás
ese era uno de los besos más significativos que se habían dado. Es
fascinante como una simple acción podría trasmitir tanto, sus labios se
movieron con ese deseo intenso que tanto les caracterizaba, con una sed
pasional que gritaba lo mucho que se habían extrañado y ansiado.
—Yo también te amo… —susurra Jungkook sobre los labios de Jimin, y
entonces sonríe— Tengo otra sorpresa para ti.

364
Justo en ese momento, entra por otra puerta Park Chaeyoung, la hermana
de Jimin. El pelirosa se aleja completamente de Jungkook, con la mirada
sorprendida y llena de lágrimas. Y sin decir nada, ambos hermanos se
acercaron y fundieron en un fuerte abrazo, comenzando a sollozar.
—Oh, hermanito… —murmura Chaeyoung, tomando el rostro de Jimin
entre sus manos— Te extrañé tanto… Nunca vuelvas a meterte en
problemas de nuevo, ¿okay?
Jimin asiente varias veces con la cabeza entre lágrimas antes de lanzarse
nuevamente a sus brazos.
—También te he extrañado mucho, gracias por no haberme dado la
espalda cuando todo el mundo lo hizo.
Seguidamente, les indicaron a las tres personas que estaban en la sala de
espera que debían de retirarse a la salida.
A lo que Jungkook se acercó a Jimin para juntar sus frentes y entrelazar
sus manos, para finalmente susurrarle:
—Comencemos de nuevo juntos.
AAAA es oficial, sólo queda el final. Tenía ganas de extender más
esta historia pero al final no lo hice porque tanto Jimin como
Jungkook habían tenido suficiente drama y dolor en sus vidas,
merecían un final feliz juntos. El padre de Jungkook recapacitó
sobre sus acciones y decidió hacer una buena acción por su hijo. La
vida continúa, los que quedaron en la cárcel seguirán allí hasta que
salgan o puedan pagar su fianza, no todos tienen la misma suerte
que otros y deben seguir. Intentaré darles un lindo y satisfactorio
final a esta historia porque creo que se lo merece. Y desde ya les
agradezco por todo el apoyo.
Nos vemos, chau <3

365
Final.

Alzó su mirada al cielo, entre cerrando sus ojos al sentirlos aturdidos por
los intensos rayos del sol mientras una suave brisa rozaba delicadamente
su rostro y a su vez, hacia a sus cabellos desteñidos bailar.
Finalmente baja la mirada y avanza con sus pies descalzos sobre la arena
hasta sentir el agua del mar chocar contra sus pies, logrando sentir su
frialdad y tranquilidad. Divisó al frente suyo el horizonte y, suspirando
de forma apacible, continuó adentrándose más al mar hasta que el agua
llegó a sus rodillas.
Jamás pensó que podía llegar a sentirse tan vivo, especialmente libre, en
su vida.
Lo malo había quedado atrás junto con el pasado y nuevos como buenos
tiempos se aproximaban. La vida le había dado una segunda oportunidad
para hacer mejor las cosas, para no cometer los mismos errores y
aprender crudamente de ellos. A valorar hasta la más mínima cosa que
tenía en su vida con todas sus fuerzas, a amar con locura y a vivir sin
remordimientos.
Por supuesto, jamás olvidaría ni superaría los traumas o problemas del
pasado, todo lo que vivió y sufrió con eso, el gran impacto emocional
que conllevó, pero aprendería a vivir con eso y seguir adelante. A surgir
de las cenizas como un ave fénix, a pesar de que algunas cosas se hayan
quedado en su interior de forma permanente.
Estaba feliz, se sentía feliz e intentaría siempre ser feliz.
Mientras miraba el océano, siente una presencia detrás suyo, seguido de
unos brazos rodear delicadamente su cintura y después unos cálidos
labios depositar un suave beso en la piel de su cuello.
Por instinto cierra sus ojos y sonríe, dejándose acariciar.

366
—¿Qué haces aquí? —pregunta Jungkook cerca de su oído— Estaba
buscándote desde hace rato, cariño.
—Quería sentir el mar después de tanto tiempo —responde Jimin,
suspirando— Me encanta.
Ambos contemplan desde su posición el océano en silencio, dejándose
arrastrar poco a poco por las olas que golpeaban ligeramente sus cuerpos
y deleitándose con su relajante sonido.
—Comienza a atardecer —anuncia el pelinegro al observar como el sol
bajaba de forma considerable y el cielo se tornaba de tonos naranjas—
Hay que ir a cenar pronto.
—Lo sé…
Jimin se voltea hacia Jungkook, y este se queda embelesado ante la
imagen que aprecian sus ojos del pelirosa contra luz, logrando darle un
aspecto sumamente cálido y precioso. Entonces Jungkook toma
suavemente la mano de Jimin y hace ademán de arrastrarlo hacia la orilla
pero es cuando la secuela de una ola les golpea, haciendo que juntaran
sus cuerpos y rieran enternecidos.
Sin embargo, Jungkook suelta un pequeño quejido porque algunas gotas
de agua cayeron sobre sus ojos, provocándole ardor. Jimin comienza a
reírse de él, y entonces es cuando Jungkook le dedica una mirada
retadora antes de lanzarle un poco de agua.
—¡Hey! —Jimin logró esquivarla y por instinto se alejó de Jungkook e
imitó su acción, tirándole agua. A lo que el contrario le siguió y en
cuestión de segundos habían comenzado una lucha de quién mojaba más
al otro, sin evitar reírse y divertirse como niños en el proceso.
Entonces Jungkook logra agarrar a Jimin y lo carga en sus brazos,
mientras este se resiste para luego tirarlo sin pudor al agua. En cuestión
de segundos Jimin sale a la superficie, completamente empapado y
quitando el agua de sus ojos.
—¡Hijo de…!

367
Fue interrumpido por la fuerte risa de Jungkook, a lo que Jimin frunció el
ceño y rápidamente se acercó para darle un fuerte e inesperado empujón
para tirarlo de un golpe al agua.
—¡Joder! —exclama Jeon al salir del agua— ¡Ya me había arreglado!
—Te jodes.
Enseguida el contrario le sonríe con malicia y levanta sus cejas de forma
sugerente.
—Jódeme a mí, rosita.
Park le mira de mala forma y entorna sus ojos, comenzado a avanzar con
dificultad en el agua hacia la orilla.
—Ya quisieras, pijo de mierda —responde al pasar a su lado.
Finalmente ambos vuelven a la orilla de la playa y se toman de la mano,
haciéndose caras molestas e infantiles mientras se dirigían a la casa. Para
las vacaciones, Jungkook decidió comprar una casa en la playa donde
habían permanecido toda la semana, era una gran residencia de dos pisos
y completamente adaptada al lugar, disfrutaban de tiempo juntos
haciendo cosas cotidianas y al final del día iban a algún restaurante
cercano para cenar.
Las cosas habían surgido bien para ambos desde que salieron hace tres
meses de la cárcel. De vez en cuando iban a visitar a sus amigos para
saber su bienestar. Por supuesto, por más de los dos concluyeron que
necesitaban urgentemente ayuda psicológica y comenzaron a tratarse
juntos, aún así, habían muchísimas actitudes que por más que intentaban
no iban a poder cambiar. Poco a poco se estaban adaptando a la vida real,
especialmente Jimin quien es al que más le había costado, y aún.
El padre de Jungkook murió un mes antes, dejando completamente su
herencia a su único hijo y la responsabilidad de una jefatura que de
forma astuta e inteligente, Jungkook había logrado manejar. Inclusive
hizo que Jimin pudiera ser parte de ello, ayudándole a organizar eventos
y demás actividades de la compañía para así trabajar juntos en lo mismo.

368
Terminaron de alistarse para ir a un restaurante, donde ordenaron comida
italiana y se entretuvieron charlando sobre cosas triviales. En el lugar,
había un escenario donde se estaban presentando músicos y demás
artistas. Al finalizar la comida, se quedaron observando el show desde
sus mesas, pero Jungkook se había aburrido y quería molestar un poco a
Jimin. Y aunque quizás eso pudiera poner su vida en riesgo, lo iba a
hacer porque amaba verlo molesto. En diferentes sentidos claro, porque
la mayoría de veces era aterrador.
Por lo que en medio del espectáculo, mientras Jimin lo presenciaba
atentamente, debajo de la mesa y con ayuda de sus pies, Jungkook se
quitó disimuladamente uno de sus zapatos y estiró su pie hacia la
entrepierna de Jimin.
Jimin de inmediato se sobresalta un poco y mira con interrogación a
Jungkook, quien sólo le guiña un ojo antes de comenzar a acariciarle
suavemente con su pie. Poco a poco, la respiración de Jimin se torna
pesada, tragando saliva e intentando mantener un rostro neutro al haber
mucha gente alrededor. Jungkook sonríe de forma ladina y mueve su pie
en círculos, Jimin se remueve en su asiento, mordiéndose el labio
inferior y dedicándole una mirada a Jungkook que gritaba un rudo: “Te
voy a matar”.
La música comenzaba a resonar más fuerte, al mismo tiempo que
Jungkook movió su pie con más firmeza y precisión, provocando que
Jimin ahogara un gemido y con una de sus manos arrugara el mantel de
la mesa mientras que la otra mano la llevó al pie de Jungkook,
incitándole a que fuera más rápido.
—A-ah… —soltó entrecortado, bajando la mirada con las mejillas
sonrojadas para llevarse una mano a la boca.
Jungkook sonríe con malicia y lujuria en su mirada, disfrutando
enormemente toda la situación hasta que un mesero se aproxima a su
mesa.
—¿Algo más que desee ordenar, señor? —le pregunta a Jungkook.

369
Y esto no es suficiente razón para hacerlo detener, es más, mueve con
más vehemencia su pie. Mostrando una apariencia y actitud calmada.
—Por mi parte no —entonces se voltea hacia Jimin, sonriendo— ¿Qué
dices tú, cariño?
Jimin intentaba regular su respiración desde el momento en que llegó el
mesero y sin mirarlo a los ojos, negó varias veces con la cabeza,
viéndose incapaz de abrir su boca únicamente para gemir.
—¿Qué dices? No te oí… —insistió Jungkook, con voz inocente y una
sonrisa.
Park le lanzó una mirada asesina, a lo que la sonrisa de Jeon desapareció
y finalmente alejó su pie, seguidamente carraspeó y miró al mesero.
—Nada más, gracias. Traiga la cuenta, por favor.
Una vez el mesero se fue, Jimin se removió con incomodidad y
necesidad en su asiento al ahora tener una molesta erección por culpa de
su travieso novio.
—Te odio —espetó con furia, cubriendo su rostro y suspirando con
fuerza— Qué vergüenza. Eres un hijo de puta.
—Lo siento, estaba aburrido —justifica con una sonrisa.
—Vete a la mierda.
Bien, Jimin realmente se había molestado. Y aunque Jungkook admitía
que le gustaba verlo así, es más, le ponía muchísimo, también le daba
miedo. Y claramente le metía en problemas porque ahora Jimin no iba a
hablarle, además de tratarlo mal. Ups.
Y en efecto, después de pagar la cuenta y devuelta a casa, Jimin no le
dirigió la palabra, a su vez que se mostraba frío con él. Una vez en la
casa, dejaron sus abrigos en el perchero, Jimin enseguida se encaminó a
subir rápidamente a la habitación y Jungkook le siguió.
—Jimin… —le llamó, subiendo las escaleras— Cariño, lo siento. Sólo
quería molestarte, no me ignores.

370
Una vez entró a la habitación, se sorprendió al no ver a nadie hasta que
de improvisto siente una mano tomarle con fuerza de la camisa y
seguidamente tener el rostro de Jimin a centímetros del suyo.
—Escúchame bien, Jeon —comienza con voz firme sobre sus labios—
Más te vale termines lo que empezaste ahora o juro que voy a matarte.
—No lo harías.
Jimin alza una ceja.
—Vale, sí lo harías —admite finalmente Jungkook.
En ese momento, Jimin toma el rostro de Jungkook y estampa sus bocas
con necesidad. Inmediatamente ambos comienzan a besarse de forma
apasionada y salvaje, acariciando diferentes partes de sus cuerpos cada
vez más calientes. Por lo que no tardaron en comenzar a deshacerse de
sus prendas una por una, hasta quedar completamente desnudos y
mirándose con gran deseo.
Jungkook le da unos cuantos besos a Jimin antes de empujarlo
bruscamente a la cama, haciéndole caer con una sensualidad digna de
película. Inmediatamente se sube encima suyo y ataca su boca, queriendo
tomar el control con fervor. De igual forma, sus labios terminan bajando
lentamente por la mandíbula del pelirosa hasta llegar a su sensible cuello
y después pezones, sacándole varios suspiros de placer.
Entonces Jungkook se aleja finalmente de Jimin para levantarse de la
cama y buscar en un mueble una botella de lubricante y un condón.
—Date la vuelta y coloca una almohada debajo de tus caderas.
Jadeando, Jimin obedece bajo la atenta mirada de Jungkook. Y cuando
estuvo boca abajo, sintió inmediatamente los dedos lubricados del
pelinegro frotando su agujero antes de empujar dos de repente.
—¡Ah! —grita al instante— Hijo de…
Jungkook sonríe y sin decir nada comienza a mover sus dedos, Jimin
cierra sus ojos, arrugando las sábanas y jadeando. En cuestión de tiempo

371
sintió su agujero relajarse, y no pudo evitar soltar un pequeño gemido
cuando sintió otro dedo, empujando sus caderas hacia atrás para sentirlo
más profundo.
—Mierda… te necesito… —dijo jadeando con desesperación y
escondiendo su rostro en las sábanas.
Entonces Jeon saca sus dedos y rápidamente se coloca un condón,
subiéndose a la cama. A continuación, agarra las caderas de Park y
empuja lentamente en su interior hasta el fondo. Jimin gimió satisfecho.
Y Jungkook gruñe, jadeando después con una sonrisa en su rostro.
—Te encanta sentirme, ¿verdad?
—Cierra la boca y fóllame, joder.
Inmediatamente las manos de Jungkook se movieron por lo largo de la
espalda de Jimin para empujarlo hacia abajo con fuerza contra el
colchón, haciéndole gemir. Al instante coloca una de sus manos en la
nuca de Jimin y empieza follarlo en serio. Jimin dejó escapar un largo
gemido cuando Jungkook bombeó sus caderas dentro suyo más duro,
golpeando ese lugar dentro de él que le hacía estremecer y gemir.
—Joder, no sabes cuánto me pones… —dijo Jungkook, embistiendo
profundamente en él. Jimin lloriqueó, sintiendo un placer indescriptible y
queriendo gritarle que también él lo ponía muchísimo pero cada vez que
abría su boca era para gemir como una gata en celo.
Dios. Su polla siempre se sentía tan jodidamente perfecta. Era increíble.
Poco a poco fue empezando a construirse su intenso orgasmo, el calor
frotando la parte baja de su abdomen y con un ardiente cosquilleo
mientras Jungkook arremetía contra él con más fuerza. Y entonces fue
cuando Jeon le dió una fuerte nalgada que Jimin perdió toda la
inestabilidad y explotó, sollozando mientras se corría con tanta fuerza
que hizo gruñir al contrario quien pasó sus manos sobre su cuerpo
tembloroso, embistiendo en un ritmo lento para extender más su
orgasmo.

372
Seguidamente sale del interior de Jimin y tomando sus caderas le da la
vuelta, observando su rostro completamente agitado como sonrojado y
sudado.
—Aún no he terminado, bebé —se excusa empujando nuevamente en su
interior y comenzando a embestir al instante con fuerza, pasando de a
pocos a empujones salvajes. En una clara desesperación por llegar a su
orgasmo. Jimin jadea suavemente mientras observa con devoción el
rostro sudoroso de Jungkook, su cabello negro colgando y los músculos
de sus brazos tensándose mientras suelta roncos gemidos. Finalmente el
orgasmo llega a Jeon, logrando gemir de placer y correrse con fuerza.
Jimin suspiró de satisfacción cuando Jungkook se derrumbó encima de
él, ambos jadeando y respirando entrecortadamente. Jungkook movió sus
labios por la clavícula de Jimin hasta su cuello para besarlo suavemente.
—¿Satisfecho? —pregunta sensualmente sobre su piel.
—Mucho, amor —responde el contrario de la misma forma.
Jungkook asiente con la cabeza, suspirando con fuerza y finalmente
moviéndose para salir dentro de Jimin. Después se quitó el condón usado
y sacó la sabana blanca del colchón para cubrir a ambos pues era de
noche y ahora tenían frío. Inmediatamente se apegó nuevamente a Jimin,
besando su rostro y después sus labios con delicadeza, sintiendo cada
detalle y cada sensación llenar su corazón de una satisfactoria calidez.
—Joder… cásate conmigo… —susurra sin pensar después de besarle.
Jimin sonríe, enternecido y algo somnoliento.
—Acepto.
Inmediatamente Jungkook reacciona y abre sus ojos de par en par,
viéndole sorprendido al caer en cuenta de lo que acababa de decir.
—¿En serio?

373
—¿T-Te casarías conmigo? —pregunta con voz temblorosa.
Jimin se incorpora un poco, observando al pelinegro algo extrañado pero
aún así le dedica una cálida sonrisa y asiente con la cabeza.
—Claro que sí.
Entonces Jungkook sonríe, un brillo particular se refleja en sus ojos y de
forma inesperada se incorpora de la cama para comenzar a ponerse sus
bóxers.
—Vístete, quiero enseñarte algo —se apresura a decirle al pelirosa.
—¿A dónde? —interroga el contrario, imitando su acción— Pensé que
íbamos a dormir, es de noche.
—Lo sé, pero tiene que ser ahora, y en la playa.
—¿Por qué en la playa?
—Ahg, sólo ven conmigo.
Después de cambiarse, Jungkook dirigió a Jimin afuera de la casa, ambos
avanzando por la arena con los pies descalzos y abrigos ligeros, había
bastante viento lo que hacía desordenar sus cabellos y provocarles un
poco de frío. Tomados de las manos, comenzaron a caminar por la orilla
del mar, escuchando el sonido de las olas y guiándose por la intensa luz
que les brindaba la luna.
—¿Querías enseñarme el mar de noche? —pregunta Jimin después de un
largo silencio, deteniéndoles y mirando a Jungkook con una pequeña
sonrisa.
Jeon suspira.
—¿Recuerdas el día en que nos conocimos?
—Por supuesto, ¿cómo olvidarlo? —voltea los ojos— Me caíste mal
desde el primer segundo.
—A mí también, eras tan arrogante…

374
—¿Yo? —se autoseñala— Tú eras un fastidioso niño mimado.
—Nos odiábamos —concluye el pelinegro para después sonreír— Y
ahora nos amamos… Vaya, ironía.
—¿A qué va todo esto, Jeon?
—A que quiero que estemos juntos para toda la vida.
Jimin relaja su mirada, viéndole ligeramente sorprendido y en ese
momento Jungkook saca un anillo plateado de su bolsillo y se lo enseña
con una sonrisa.
—No me jodas… —suelta Jimin, llevándose ambas manos a la boca y
observando el objeto con los ojos totalmente abiertos.
Se miran en silencio por varios segundos sin decir nada, ambos con los
ojos llorosos hasta que comienzan a reírse nerviosamente entre lágrimas,
sin saber qué decir.
—Bueno, supongo que ahora no tengo que preguntar porque ya
aceptaste… —murmura Jungkook— No es un anillo de compromiso
como tal, pero quería que tuviéramos algo parecido.
—¿Tuviéramos?
Jungkook saca de su bolsillo un anillo exactamente igual.
—Yo acepto casarme contigo, también —dice con una sonrisa— Tenía
planeado decírtelo pronto, pero creo que ahora es el momento
indicado… Hemos estado mucho tiempo juntos, hemos pasado por
muchas cosas juntos al igual que en varias ocasiones hemos estado
separados y con miedo a que fuese para siempre… Quizás hayan
personas que lo considerarían como algo muy rápido, aún somos
jóvenes, pero no me imagino una vida sin ti, Jimin.
—Yo tampoco, Jungkook —admite con voz ahogada y lágrimas bajando
por sus mejillas— ¿Pero qué hubiera pasado si nunca hubiésemos salido?
¿Te hubieras casado conmigo aún en la cárcel?
—¿Me creerías que lo pensé desde el primer año?

375
Jimin le mira asombrado y niega varias veces con la cabeza, sonriente.
—Eres increíble… Vale, ya lo sabes, acepto nuevamente casarme
contigo —dice, estirando su mano a Jungkook para que le pusiera el
anillo y después hacerlo con el contrario. Quedando ambos finalmente
con un anillo de plata en su dedo anular que simbolizaba su compromiso.
Seguidamente se fundieron en un fuerte y significativo abrazo, que duró
aproximadamente como cinco minutos, donde estuvieron abrazados,
derramando lágrimas, y escuchando el sonido del mar, manteniendo una
calidez en sus cuerpos debido al frío. Después de un tiempo, se miran y
se sonríen mutuamente para darse un casto beso en los labios.
—¿Qué opinas de volver a la casa y calentarnos un poco más? —
pregunta Jimin con una sonrisa pícara.
Jungkook rió.
—Vas a matarme —concluyó, negando con la cabeza.
—No lo creo. No quiero volver a la cárcel.
—Y yo menos.
Ambos rieron nuevamente antes de volver a juntar sus labios para
besarse con fuerza, entonces Jungkook carga a Jimin en sus brazos,
llevándolo nuevamente a la casa en medio de risas y regaños.
A pesar de todas la complicaciones del pasado, tenían una segunda
oportunidad para poder rehacer su vida con alguien más, una
oportunidad para volver recrear su amor, sólo que esta vez en un lugar y
condición diferente. Uno mejor.
Fuera de restricciones, fuera de celdas y rejas.
Los nombres de Jeon Jungkook y Park Jimin, como sus apodos: el pijo y
el rosita, aún resuenan por los pasillos de la prisión, contando sus
historias a los reclusos nuevos para asustarlos del peligro que podría
haber o hubo. Y esos nombres se quedarían ahí para toda la vida, y jamás

376
saldrán. Porque ahora esos nombres estaban muertos, como una vida
pasada que les acompañaría para siempre pero no volverían a vivirla.
Esta es la historia de dos hombres que se conocieron en una cárcel y
crearon un amor que se forjó en medio de trágicas experiencias que
lograron unirlos, formando poco a poco un extraño pero intenso amor de
dos presos repletos de incontables deseos.
Libertad. Oh, anhelada libertad.
No hay nada más bello que un amor libre.
Fin

Omg… it’s over :( Presos Deseos llegó a su fin, esta es una historia
que planee mucho, no es joda, hasta me vi una serie la cual fue Vis a
Vis para darme una idea de lo que era estar en una cárcel y las
experiencias que se vivían, claro está, la historia no estuvo basada
100% en esta serie, tomé muchas ideas y escenas, pero no era la
misma trama en su totalidad.
Realmente quería transmitir esa sensación que me trasmitió esa
serie, la sensación en general de estar en una cárcel, porque no es
como algunos piensan que pasas muchos años en aburrimiento y
haciendo nada, la realidad es que si la vida real es cruel, en la cárcel
es peor, puedes llegar a ver hasta las cosas más horribles y
traumáticas. Es muchísimo más crudo de lo que se muestra en las
películas, series o historias como esta, así que tengan cuidado en su
vida de no caer en un lugar así, compas. It’s not funny.
También quería describir a un Jimin diferente a lo acostumbrado,
este Jimin era un chico reservado, rudo y completamente
impenetrable aunque en el fondo era una buena persona con
muchísimo amor para dar y gran bondad. En el fondo era una rosa.
Me divertí muchísimo escribiendo y creando a este personaje, creo
que es de los mejores que he hecho y me encantó que lo hayasen
querido tanto.

377
Por otro lado, tenemos al personaje de Jungkook quien era un chico
callado, algo inseguro pero a su vez imponente. La cárcel le ayudó a
ver el otro lado de la moneda, aquel lado que nunca logró vivir
debido a nacer en una cuna de oro. Efectivamente, tenía sus
problemas personales como psicólogicos.
Y en realidad, en el fondo Jungkook era mucho más peligroso que
Jimin. Sólo era cuestión de sacar a la luz esa personalidad que había
dado frutos al principio y dejarlo ser.
Muchas gracias por el gran apoyo que recibió esta historia, en
verdad yo pensaba que sería todo lo contrario, jamás pensé que les
fuese a gustar tanto pero superó mis expectativas. Muchas gracias
por cada voto, comentario, a los que siguieron la historia desde el
principio y se quedaron al final.
Espero les haya gustado esta historia que es como una montaña rosa
de emociones, y también hecho pasar un buen rato en cuarentena,
reléanla de nuevo corrida, compártanla con alguien más que esté
aburrido o simplemente guárdenla en su memoria porque le tengo
mucho aprecio :(
Gracias por acompañarme en otra historia, espero poder seguir
haciéndolas. Dehecho he estado pensando en intentar un
Omegaverse, pero ahí veremos.
Gracias por el amor y apoyo, les quiero mucho
Chau <3

378

También podría gustarte