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derechos humanos
Pregunta: ¿Qué son los derechos humanos?
Son derechos morales que cada persona en el mundo posee sencillamente en virtud
del hecho de ser un ser humano. Al reclamar nuestro derechos humanos, estamos
haciendo un reclamo moral, por lo general ante nuestro propio gobierno, tú no puedes
hacer eso, porque sería una violación de nuestra esfera moral y nuestra dignidad
personal. Nadie, ninguna persona, ningún gobierno, puede quitarnos nuestros
derechos humanos.
Vienen del hecho de que no sólo somos seres físicos, sino también seres humanos
morales y espirituales. Los derechos humanos son necesarios para proteger y
preservar la humanidad de cada uno, a fin de garantizar que todas las personas
puedan vivir una vida digna y una vida digna de un ser humano.
Absolutamente todas las personas. Los delincuentes, los jefes de estado, los niños,
los hombres, las mujeres, los africanos, los americanos, los europeos, los refugiados,
los apátridas, los desempleados, los empleados, los banqueros, los acusados de
llevar a cabo actos de terrorismo, los dedicados a obras de caridad, los maestros, los
bailarines, los astronautas…
Pregunta: ¿Incluso los delincuentes y los jefes de Estado?
Absolutamente todos. Los delincuentes y los jefes de Estado también son humanos.
El poder de los derechos humanos reside en el hecho de que trata a todos como
iguales en términos de posesión de la dignidad humana. Algunas personas pueden
haber violado los derechos de los demás o pueden plantear una amenaza para la
sociedad y por eso sus derechos se han limitado de alguna manera con el objeto de
proteger a los demás, pero sólo dentro de ciertos límites. Estos límites vienen
definidos por el mínimo necesario para una vida humana digna.
Pregunta: ¿Por qué algunos grupos requieren una especial defensa de sus derechos
humanos? ¿No significa esto que tienen más derechos que otros?
No, algunos grupos, como los gitanos en Europa o Dalits y las castas en la India, han
sufrido discriminación desde hace mucho tiempo en el seno de nuestras sociedades y
es por ello que necesitan medidas especiales que les permitan acceder a las normas
generales en materia de derechos humanos en igualdad de condiciones con los
demás. Años de discriminación institucional y de estereotipos, y de odio y de
obstáculos, significan que sería una farsa limitarse a anunciar en general derechos
aplicables a ellos esperando que esto sea suficiente para garantizar la igualdad.
A pesar de que algunos pensadores y ONGs han presentado argumentos sólidos ante
la necesidad de formalizar responsabilidades humanas y hasta códigos o
declaraciones para articular estos, la comunidad de los derechos humanos en general
ha sido reticente a este debate. La razón es que muchos gobiernos hacen una
“concesión” de los Derechos humanos según ciertas “obligaciones” impuestas por el
Estado o gobernante, dejando de esta manera sin ningún sentido la idea de los
derechos humanos como innatos. Sin embargo, por supuesto, debemos actuar de
manera responsable como individuos y como grupos respetando los derechos de los
demás, sin abusar de los derechos humanos y promoviendo los derechos de los
demás y los nuestros mismos. De hecho, el artículo 29 de la Declaración Universal
reconoce que, “1. Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad puesto que
sólo ahí es posible el libre y pleno desarrollo de su personalidad. 2. En el ejercicio de
sus derechos y libertades, toda persona estará solamente sujeta a las limitaciones
establecidas por la ley con el único fin de asegurar el reconocimiento y el respeto de
los derechos y libertades de los demás, y de satisfacer las justas exigencias de la
moral, el orden público y del bienestar general en una sociedad democrática”.
Todos necesitamos hacerlo. Existe una legislación tanto a nivel nacional como
internacional que impone restricciones sobre lo que los gobiernos pueden hacer con
sus ciudadanos, pero si no se les recuerda que sus acciones están violando las
normas internacionales, los gobiernos pueden seguir con esta práctica. Como
individuos, debemos no solo respetar los derechos de los demás en nuestra vida
cotidiana, sino también vigilar a nuestros gobiernos y a los demás. Los sistemas de
protección están allí para que todos nosotros podamos utilizarlos.
Intenta recordar que han sido violados, haz valer tus derechos. Haz que la otra
persona sepa que sabes que no tiene derecho a tratarte de esa manera. Identifica los
artículos pertinentes de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y otros
documentos internacionales. Si existe una legislación en su propio país, apunta
también a ella. Dáselo a conocer a los demás: a la prensa, escribe a tu representante
parlamentario y jefe de Estado, informa a las organizaciones no gubernamentales que
se dedican al activismo en favor de los derechos humanos. Pídeles su opinión. Habla
con un abogado, si tienes la oportunidad. Asegúrate de que el Gobierno sepa que
estas actuando. Que se den cuenta que no vas a renunciar. Muéstrales el apoyo que
puedes tener. En el análisis final, y si todo lo demás ha fallado, es posible que desees
recurrir a los tribunales.
Casi todos los derechos humanos básicos que se enumeran en los documentos
internacionales son reclamaciones contra el Gobierno, o contra funcionarios del
estado. Los derechos humanos protegen tus intereses contra el Estado, por lo que
necesitas reclamar a este o a sus representantes. Si sientes que tus derechos están
siendo violados, por ejemplo, por tu jefe o vecino, no puedes recurrir directamente a la
legislación internacional de derechos humanos a menos de que también haya algo
que el gobierno del país pudiera haber hecho para evitar que los jefes o los vecinos se
comportasen de esta manera.
No hay ningún país en el mundo que tenga un historial limpio en derechos humanos,
incluso en la actualidad. Las violaciones de los derechos humanos pueden ser más
frecuentes en unos países que en otros o pueden afectar a una proporción mayor de
la población, pero cada violación es un problema que no debería haber sucedido, y
que debe ser tenida en cuenta. Una persona cuyos derechos son violados en una de
las democracias establecidas es muy poco probable que se consuele con el hecho de
que, en general, su país tiene una “mejor” situación de derechos humanos que otros
países del mundo.
Pregunta: ¿Se han realizado algunos progresos para reducir las violaciones de los
derechos humanos?
Un gran avance, aunque a veces parezca una simple gota en el océano. Considera la
abolición de la esclavitud, el voto de la mujer, los países que han abolido la pena de
muerte, la liberación de los presos de conciencia como resultado de la presión
internacional, la caída del régimen del apartheid en Sudáfrica, los casos que han sido
juzgados ante el Tribunal Europeo y las leyes que se han tenido que cambiar como
consecuencia de ello. Considera el hecho de que el cambio gradual en la cultura
internacional significa que incluso los regímenes más autoritarios tienen ahora que
tomar en consideración los derechos humanos con el fin de ser aceptados en el
escenario internacional. Ha habido muchos resultados positivos, sobre todo en los
últimos 50 años, pero aún queda mucho por hacer.
Los derechos humanos son inherentes a todos los seres humanos, sin
distinción de raza, nacionalidad, etnia, lengua, religión, orientación sexual, o
cualquier otra condición.La directora del Centro de Derechos Humanos de la
Universidad de Chile, Nancy Yáñez.El coordinador académico de la Cátedra
de Derechos Humanos, Claudio Nash.El Estado, a través de todo el aparato
de poder público, es quien está obligado a respetar y garantizar los
derechos humanos.
“El Estado existe para garantizar los derechos humanos y así de enfática
quiero ser. Un Estado que no puede garantizar los derechos humanos es un
Estado que no es democrático y un Estado no democrático no es legítimo,
puede ser legal, pero no es legítimo. Entonces el Estado es el garante de estos
derechos fundamentales que ya ha asumido en función de la Constitución y de los
tratados internacionales que suscribe, y por lo tanto tiene la obligación de
garantizarlos a plenitud”, asegura Nancy Yáñez.
En ese sentido, al ser las fuerzas policiales parte del poder estatal, están
obligadas a “velar por la seguridad pública y los derechos de las personas. Se les
ha asignado el uso legítimo de la fuerza y por ello deben regirse
estrictamente por su normativa y cumplir con sus obligaciones en materia de
derechos humanos”, señala el abogado.
7. Mecanismos de denuncia
Existen distintos mecanismos internos a los cuales la ciudadanía puede recurrir
cuando se vulneran sus derechos humanos, tales como la tutela constitucional
dentro de la que se incluyen el recurso de protección y el recurso de amparo. Sin
embargo, también existen acciones que se pueden efectuar ante las instancias
internacionales en materia de derechos humanos, siendo una de las principales es
el Sistema Interamericano de Derechos Humanos.
Sin embargo, explica la abogada de la Universidad de Chile, esto supone que se
ha agotado la vía interna, es decir, que las personas han recurrido ante las
instancias judiciales del país y, al no haber obtenido tutela en esa instancia,
pueden concurrir a instancias internacionales de protección, las cuales no solo ven
casos individuales, “sino también la situación general de derechos humanos por
medio de otros mecanismos. En el caso del sistema interamericano, a través de
audiencias temáticas o audiencias dedicadas a analizar la situación de derechos
humanos de un país en particular, por ejemplo”.