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Tejiendo Saberes - Los Aportes Desde La Antropología y La Economía A Un Trabajo de Investigación en Salud Pública - MCRB RV Ka-JR
Tejiendo Saberes - Los Aportes Desde La Antropología y La Economía A Un Trabajo de Investigación en Salud Pública - MCRB RV Ka-JR
Dentro del campo de investigación en Salud Pública, la Antropología emerge como un faro
de comprensión y perspicacia. En primer lugar, permite destacar la importancia de la
investigación situada. Esto implica que la práctica y el desarrollo de la investigación en salud
pública están siempre enraizados en un contexto histórico, temporal, social, político, cultural
y geográfico específico (Breilh, 2013; Molina Jaramillo, 2018; Díaz et al., 2015).
El énfasis en situar la investigación brinda herramientas para delimitar la temática del trabajo
de investigación. En otras palabras, permite que el tema global a abordar, como "Impactos del
Conflicto Armado colombiano en la Salud Sexual y Reproductiva", se defina de manera más
precisa. Esto involucra la región geográfica de trabajo, la población con la que se trabajará y
el aspecto particular de la salud sexual y reproductiva que será objeto de estudio. Es
importante resaltar que el aprendizaje adquirido a través del módulo de Antropología también
cuestiona y sitúa lo que se entenderá como conflicto armado y salud sexual y reproductiva,
dependiendo de las delimitaciones geográficas, culturales y poblacionales de la investigación.
Por otro lado, el componente antropológico plantea interrogantes sobre cómo se comprende
el campo de la Salud Pública y la investigación. Cuestiona la subjetividad hermenéutica, el
etnocentrismo y el sociocentrismo en las ideas e interpretaciones de la realidad
(Langdon & Wiik, 2010)
. Este método permite una lectura más profunda y dialógica del objeto de
investigación y la realidad misma.
Otro aspecto importante a tener en cuenta, desde las cifras económicas, es la destinación del
Gasto Público. Según IndePaz los gastos de la guerra corresponden al total de los gastos en
Defensa, Seguridad y Justicia relacionados de forma directa con el conflicto armado interno.
Estos gastos son financiados con el Gasto Público recaudado, el elevado gasto en materia de
defensa en Colombia en los años de conflicto ha restado oportunidades a la mayor inversión
del Gasto Público en materia de salud. (Otero, 2016)
Sin embargo, más allá de las cifras, el adentramiento en teorías y conceptos económicos
permite develar relaciones más complejas relacionadas con el conflicto y la salud sexual y
reproductiva. Es aquí donde el concepto de clase social, cobra importancia. La clase social es
un concepto comúnmente utilizado para describir la posición de un sujeto en la sociedad en
función de su acceso a los recursos económicos, sociales y culturales, en otras palabras, en
función de su capacidad de poseer capital social, entendido como el capital socialmente
importante (Muntaner et al., 2015). En este sentido, la posición en la estructura de clases
sociales ejerce una influencia profunda en la vida de las mujeres, moldeando sus
oportunidades y recursos disponibles (Isabel Tamayo Acevedo et al., 2020)
Habitualmente, las zonas afectadas por el conflicto armado interno en Colombia, en general,
se encuentran sobrerrepresentadas por sujetos en las posiciones sociales más bajas. El
conflicto armado interno en Colombia se configura con mayor preponderancia en las zonas
rurales que han sido “dejadas de lado” por el Estado y su centralización. Esto tiene
numerosas implicaciones para la salud sexual y reproductiva de mujeres víctimas del
conflicto armado interno como: el limitado acceso a servicios de salud, y particularmente de
salud sexual y reproductiva; la falta de infraestructura y recursos para la atención en salud en
zonas rurales, que además el conflicto también se ha encargado de destruir; y la falta de
acceso a educación integral y adecuada que permita a las mujeres tomar decisiones
informadas sobre su salud. Es decir, la posición social de estas mujeres limita su acceso a
recursos tanto físicos (de accesibilidad al sistema de salud), como recursos de capital social
relacionados con recursos económicos, de educación , de cuidado y de conocimiento
referentes a salud sexual y reproductiva. Así, las disparidades de clase social tienen un
impacto profundo en la forma en que las mujeres experimentan y abordan esta dimensión de
su salud.
Sumado a esto, las desigualdades de clase social se intersecan con varias otras desigualdades,
en este caso, las desigualdades de género (Rettberg et al., 2022). Esta intersección resulta en
una condición de mayor vulnerabilidad para la salud sexual y reproductiva de mujeres en
contextos de conflicto armado, debido a que usualmente en las posiciones sociales inferiores
las normas de género y sus mecanismos de poder perpetúan la dependencia económica de las
mujeres de sus parejas, lo que limita su capacidad para tomar decisiones autónomas
referentes a su salud Tamayo Acevedo et al., 2020).
Sin embargo, la psicología también ofrece herramientas y enfoques para teorizar e indagar en
el desarrollo de la capacidad de agencia de estas mujeres en su proceso de recuperación. En el
contexto de la participación ciudadana, se reconoce que empoderar a las comunidades no solo
implica brindarles la oportunidad de participar en la toma de decisiones, sino también
proporcionarles las herramientas y el conocimiento necesario para comprender y abordar los
desafíos sociales y políticos de manera efectiva.
La Psicología Social Comunitaria ofrece una perspectiva teórica y metodológica valiosa para
entender cómo las comunidades funcionan, cómo se configuran los individuos en relación
con su entorno y cómo pueden movilizarse para lograr cambios positivos (Montero, 1984;
Viveros & Espínola, 2015) . La teoría de la agencia humana, según Bandura, subraya la
importancia de reconocer que las personas no solo actúan de manera individual, sino que
también pueden influir indirectamente a través de otros y colaborar colectivamente para
alcanzar metas comunes (Bandura, 2000, 2018).
“El espacio del presente estudio constituye, como lo caracteriza Bleger (1966), una
“constelación multifactorial”, esto es, un conjunto de elementos de orden económico,
social y cultural en los cuales se desarrollan las actividades, las instituciones, las
normas e interacciones que se generan en la comunidad. Por tanto, la investigación de
la dinámica psicosocial de la comunidad, en sus situaciones concretas y reales, debe
coadyuvar a esclarecer el papel de esta dinámica para que la comunidad valore la
pertinencia del cambio de las estructuras de conducta estereotipadas que le impiden
desarrollar sus posibilidades como actores sociales.” (Viveros & Espínola, 2015)
Ahora bien, probablemente el mayor aporte desde la psicología al trabajo de grado se basa en
la manera en la que se conceptualiza desde la psicología el concepto de agencia, en especial,
desde el psicólogo Albert Bandura. Bandura, explica que la agencia humana tiene tres
propiedades fundamentales, sobre las cuales, será necesario indagar al realizar el trabajo de
campos, estas son: la previsión, la autorreactividad y la autorreflexión. Para este trabajo,
particularmente interesará la referida a la que el autor considera que es la propiedad central
de la agencia humana, la capacidad metacognitiva para reflexionar sobre uno mismo y la
adecuación de sus capacidades, pensamientos y acciones (Bandura, 2018). Ya que esta es la
que será objeto de estudio para el trabajo de grado.
Esta comprensión de cómo las disparidades, en términos de clase social, afectan la salud
sexual y reproductiva de las mujeres pueden ser develadas a partir de la utilización de
métodos propios del campo de la antropología, que son particularmente útiles para
comprender las experiencias individuales y las dinámicas sociales relacionadas con la salud
sexual y reproductiva. Permitiendo indagar sobre cómo la posición social impacta tanto en la
en la concepción y generación de la agencia, como en la salud sexual y reproductiva de estas
mujeres, así como, la relación que tienen los determinantes económicos en las experiencias
culturales y sociales de los procesos de salud-enfermedad-atención-cuidado.
En este contexto, es esencial destacar cómo la agencia de las mujeres, impulsada por sus
organizaciones comunitarias, puede servir como un medio para abordar estas disparidades de
clase social. Tal como fue abordado en clase, trayendo a colación informes como el de
Beveridge y Chadwick, que fueron cimentados en trabajos de Keynes en relación a los
Estados de Bienestar, para la subsanación de las inequidades en salud se necesita de reformas
en los regímenes políticos, más que de los económicos. Y qué mejor noción para
complementar y poner a dialogar con el de categorías como el de la ciudadanía social, que el
de la agencia comunitaria.
Referencias: