Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ASIGNATURA: SACRAMENTOS II
PROF. JOAN JOSEP MORÈ
ALUNMA: ANGELA JANELLY GARCIA CORTES
TRABAJO SACRAMENTO MATRIMONIO
Someteos los unos a los otros por reverencia a Cristo. Mujeres estad sujetas a
vuestros maridos como al Señor, porque el marido es cabeza de la mujer,
como Cristo es cabeza de la Iglesia […] y así como la Iglesia está sujeta a
Cristo, así también las mujeres deben estar sujetas a sus maridos. Aquí se
muestra la grandeza del misterio de Dios, un misterio que yo estoy refiriendo a
Cristo y a la Iglesia.
Para iniciar quería ubicar un poco el contexto en el cual San Pablo decidió
hablar sobre el Matrimonio, en primer lugar, el capítulo anterior inicia
expresando: “Os exhorto a que viváis de manera digna la vocación con la que
habéis sido llamados” y en general el capítulo trata de una llamada a la unidad
como Iglesia que les permita vivir a cada uno la vocación a la que ha sido
llamado por Cristo.
Con esto en primer lugar puedo ubicar este texto como una luz para que
aquellos que han sido o serán llamados a la vocación del matrimonio, para que
la puedan vivir en plenitud.
Ya desde la primera frase el texto nos hace ver que la vocación al matrimonio
tiene a Cristo como centro y eje, pues aquí muestra que la unión matrimonial se
hace como inclinación a Cristo y su misión, además lo toma como ejemplo con
respecto al amor esponsal de Cristo a la Iglesia que realiza tiene una profundad
de significado muy grande. Pues este da un ejemplo del amor que ha de tener
el hombre a su mujer, al igual que Cristo a amado a la Iglesia y se ha
entregado por completo y para siempre, lo ha de hacer el hombre y también
alude a la nueva Alianza que realizó Jesús con el Pueblo-Iglesia, por lo tanto el
matrimonio también adquiere esta característica de indisolubilidad, como signo
del amor de Dios, pues ya no tiene el mismo carácter del Antiguo Testamento
de asegurar la descendencia, sino que esta dominado por la constitución de
una comunidad de amor y fidelidad, por esto ahora es una vocación y no una
obligación, al igual que el celibato, pues ambos comparten la finalidad de hacer
visible el Reino de Dios.
En primer lugar, hay que aclarar que este decreto nace para acabar con los
matrimonios clandestinos, los cual en muchos casos eran porque ya se
encontraban prometidos los contrayentes con otras personas, y es por eso que
tras este decreto se ajusto a una forma litúrgica en la que públicamente los
contrayentes manifiestan su consentimiento.
Queridos hermanos:
Estamos aquí, junto al altar, para que Dios garantice con su gracia
vuestra voluntad de contraer Matrimonio ante el ministro de la Iglesia y la
comunidad cristiana reunida (…)
Y posteriormente por medio del escrutinio hace que puedan manifestar su
consentimiento:
Todo esto realizado públicamente con testigos y el ministro para poder evitar
los matrimonios clandestinos como ya lo había indicado.
Consentimiento 1
Yo, N., te recibo a ti, N., como esposa y me entrego a ti, y prometo serte fiel en
la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así amarte
y respetarte todos los días de mi vida.
La mujer dice:
Yo, N., te recibo a ti, N., como esposo y me entrego a ti, y prometo serte fiel en
la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así amarte
y respetarte todos los días de mi vida.
En primer lugar, el acto del matrimonio es una entrega mutua, una donación de
si mismo y al mismo tiempo el acoger esta donación de la otra persona, con la
plena consciencia de saber a quien se entrega y a quien recibe, y en
perspectiva de lo presentado por San Pablo comparado con el amor Esponsal
de Cristo a la Iglesia, esta entrega es completa y conlleva sacrificio y
perseverancia en todo momento. Además de expresar la indisolubilidad del
mismo, por lo tanto, es un consentimiento que implica la entrega de la vida al
igual que Cristo da la vida por su Iglesia.
5. Lee el artículo «La renovación de la pastoral matrimonial» y haz una
valoración crítica teniendo en cuanta la realidad pastoral de tu diócesis.
Para realizar una adecuada valoración de este articulo me base que también
en la monografía realizada por el Pbro. Onías Ossa Coronado sobre la atención
pastoral del sacramento del matrimonio en la arquidiócesis de Bogotá en el
2019, creo que es un proyecto pastoral que se ha ido desarrollando en la
diócesis en concreto por la comunidad Matrimonio Alegría del Minuto de Dios y
que ha resultado muy estimulante para la comunidad diocesana, pero a pesar
de ello no deja de ser un reto sobre todo en la actualidad donde el valor de este
sacramento ha recaído bastante.
En primer lugar, Colombia ocupa de los primeros lugares en donde las parejas
viven en unión libre, y por ello uno de los factores que intenta trabajar la
diócesis es el acompañamiento a dichas parejas motivándolas a presentar su
relación ante Dios, buscando no excluirlas de la comunidad eclesial, ni
condenando o juzgando su unión.
Sin embargo, algo que creo que sea de potenciar son los cursos
prematrimoniales los cuales muchas veces son o unas charlas o asistir a un
encuentro de novios que tiene el valor de las charlas prematrimoniales.
Coincido con lo que el Papa Francisco expresaba sobre la formación
prematrimonial como un catecumenado, pues es una opción para toda la vida y
la vida no se resume en dos charlas y aun puede ser difícil con el
acompañamiento adecuado, pues aún más sin él.