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LIBRO CUARTO
DE LA FUNCIÓN DE SANTIFICAR DE LA
IGLESIA
TITULO VII
DEL M A T R I M O N I O
Cánones 1055-1165
2015
INTRODUCCIÓN
La exposición doctrinal copará la mayor parte del tiempo, pero ésta estará
acompañada siempre de sencillez y ayuda a los alumnos. La pregunta
oportuna hará que no se deje pasar algún punto, que no ofrezca la debida
claridad, sin la correspondiente explicación, de modo que la doctrina se
asimile completamente.
EL MATRIMONIO
NOCIONES PRELIMINARES
4
El tema del matrimonio, nos pone frente a lo que la Iglesia piensa de este
sacramento, íntimamente ligado con la familia, que “El bienestar de la
persona y de la sociedad humana están estrechamente ligados a la
prosperidad de la comunidad conyugal y familiar” 1 Son motivos bien
poderosos que no pueden desligarse y que han de estar presentes en la
visión jurídica y en la acción pastoral.
Después de saber que la Iglesia aprecia el matrimonio como uno de los bienes
más preciosos de la humanidad, nos explica la razón: “Pues es el mismo Dios el
autor del matrimonio, al cual ha dotado con bienes y fines varios” 3
La Sagrada Escritura nos guía para conocer esa verdad de que Dios es el
autor del matrimonio:
Dios le dio Sara a Tobías como esposa y por ayuda de Dios se unirán y
tendrán hijos.
El texto del Génesis muestra cómo Dios da a Eva como esposa a Adán.
“De la costilla que Yahvé había sacado al hombre, formó una mujer y la llevó
ante el hombre. Entonces el hombre exclamó: “Esta sí es hueso de mis huesos
y carne de mi carne.”(Génesis, 22-23)
Que los cuerpos de los fieles los presenta la Sagrada Escritura como
miembros de Cristo y templos del Espíritu Santo. Los cuerpos no son lo
que eran antes de redención.
Por esta razón los pecados contra la castidad son graves, pues ahora los
cuerpos tienen una especial ordenación y ésta es sobrenatural.
El matrimonio se presenta como un remedio de la concupiscencia,
No se hace ninguna referencia a la procreación como justificación del
matrimonio.
El c. V, 22-30, que se lee en la misa de los esposos, San Pablo trata de los
oficios domésticos de los esposos en relación a la vida conyugal y les
recomienda la sumisión. La Iglesia está sometida a Cristo porque Cristo es
cabeza de la Iglesia y Cristo se entrega por ella. Se trata del amor y éste
profundo y no tanto de sometimiento. Afirma que es un sacramento grande
y lo refiere a Cristo y a la Iglesia y a semejanza de la entrega total de Dios por
su pueblo, los esposos han de dar a su unión el sentido de entrega total.
Podemos observar que ni Jesús ni San Pablo quisieron tratar todo lo relativo
al matrimonio, por ejemplo sobre la institución misma y la generación de la
prole, pues la procreación y la educación de la prole no es la única finalidad
del matrimonio. Los Santos Padres y la Jerarquía fueron desarrollando esa
doctrina.
4
Communicationes, Vol. IX, 1977, pagina 79-80
5
Communicationes, 1983, pag. 221, R. § 1
8
6
Canon 840
7
Pero “la locuciones contrato y alianza se deben tomar en el mismo sentido, ya que claramente
aparece que la alianza matrimonial de la que se habla en Gozo y Esperanza, no puede constituirse de
modo diferente por los bautizados sino por el contrato, aunque este es especial. ”
9
Alianza matrimonial
Contrato matrimonial
Consentimiento de las partes legítimamente manifestado
Acto de la voluntad por el cual el varón y la mujer se entregan y
aceptan mutuamente en alianza irrevocable para constituir el
matrimonio.
“La íntima comunidad de la vida y del amor conyugal, creada por Dios y
sometida a sus leyes, se inaugura con el contrato conyugal, es decir, con el
consentimiento personal irrevocable. Así, con ese acto humano con que los
cónyuges mutuamente se entregan y pactan, surge una institución estable,
por ordenación divina, incluso ante la sociedad”
Juan Paulo II, define el matrimonio como “el pacto de amor conyugal o
elección consciente y libre, con la que el hombre y la mujer aceptan la
comunidad íntima de vida y amor, querida por Dios mismo”8.
Pacto de amor conyugal, que es La alianza matrimonial, tienen como objeto “la
comunidad íntima de vida y de amor”, la cual se elige de modo consciente y
libre, que serían las condiciones del “consentimiento personal e irrevocable”.
El Concilio Vaticano II, distingue los bienes de los fines, ya que los bienes
pertenecen a la esencia misma del matrimonio, no así los fines que pueden
ser diversos: “El mismo Dios, autor del matrimonio, al cual ha dotado de
8
Juan Paulo II, “Familiaris Consortio”, 11, en AAS, vo. LXXIV, 1982, pag. 81-191
9
Efesios 5, 21-23)
10
bienes y fines varios” (G.S.,48) 10 Estos, como lo sintetiza el canon 1055, son
dos. “el bien de los cónyuges y la generación y educación de la prole.”. El
mismo texto conciliar se refiere así a los bienes: “Este vínculo sagrado, en
atención al bien, tanto de los esposos y de la prole como de la sociedad no depende
de la decisión humana”.
10
Communicationes, 1983, pag. 221, R. § 1
11
Denzinger 702/1327: “Assignatur autem triplex bonum matrimonii: Primum est proles...Secundum
est fides...Tertium, indisolubilitas matrimonii...”
12
Burke, Cormac, “Il bonum coniugum e il Bonum prolis: fini o proprieta del matrimonio”, en Apollinaris,
vol. LXII, 1989, pag. 561
13
Gozo y Esperanza 50
14
S.Th. Supplementum q. 49, a. 3 ad 1.
15
Decretum pro Armenis: Denzinger 702 (1327)
16
AAS, Vol. XXII, 1930, pag. 543
17
SRR Decisiones, Vol. LXV, pag. 2, Coram Ferraro; Huizing, Bonum prolis ut elementum esentiale
objecti formalis consensus, Cf. Gregorianum, Vol. XLIII, 1962, pag. 657.
11
A este respecto dice Juan Paulo II: “Sin embargo, no se debe olvidar
que incluso cuando la procreación no es posible, no por esto pierde su valor
la vida conyugal.”21
18
Communicationes, 1983, pag. 220. La explicación se presenta así: “Filosóficamente es un absurdo
asignar a un ser más de un fin esencial y principal. “El fin es tan solo uno en un orden” (S.Th. De
veritate, q. 22, a. 13, ad 9.). “Siendo el matrimonio la unión a algo único, tal unión específica lleva a
aquello a lo cual se ordena” ( Suppl. Q. 44, a. 1; q. 45, a.1, ad 3)
19
Communicationes, 1983, pag. 221, R. § 1
20
Gozo y Esperanza,50 (al final)
21
Familiaris Consortio, 14 (al final)
12
25
Génesis 1, 27-28 y 2, 18-24
26
“¿No habéis leído que al principio el Creador los hizo varón y hembra, [5] y que dijo: Por esto
dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne? [6]
Así, pues, ya no son dos, sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios unió no lo separe el hombre.”
Mateo, 19, 4-6
27
Del año 1050 al 1079 se originaron discusiones provocadas por la tesis de Berengario de Tours,
sobre la sacramentalidad de la Eucaristía. La definición de sacramento, dada por San Agustín: “El
sacramento es un signo sagrado” y “el Sacramento es la gracia invisible y la forma visible de la
gracia”, que defendieron Ivo de Chartres y Pedro Abelardo. A ulteriores explicaciones se uniones
otros teólogos como Hugo de San Víctor, Pedro Lombardo. De la definición de sacramento se pasó
también a los elementos constitutivos del matrimonio. En el período clásico de la Escolástica se
habla con seguridad de los siete sacramentos. No faltaron discusiones sobre la causa eficiente del
matrimonio, pues se afirmaba que era consentimiento. Mientras otros sostenían que era la
cohabitación. Dos grandes teólogos intervienen, San Buenaventura y Santo Tomás y el franciscano
Duns Scoto, San Alberto Magno, que dieron origen a diversas escuelas.
28
La intervención de Lucio III con su decretal Ad abolendam, que condenaba a quienes negaban la
sacramentalidad de la Eucaristía, del bautismo, de la confesión, del matrimonio...”Denzinger,
Enchiridion n. 761. La intervención de Inocencio III con la Professio Fidei W aldensibus praescripta (año
1210); el Concilio III de León (año 1274) en la Professio fidei Michaelis Palaeologi (Denzinger,
Enchiridion n. 796, 860); El Concilio de Florencia en el Decretum pro Armeniis (año 1439), confirmaba
la sacramentalidad del matrimonio.
14
El término “contrato”, que hace pensar en los actos relacionados con el factor
económico y se sugirió que se evitara, el Legislador lo quiso conservar con
un significado general, sin que se limite al orden económico. “Según la
doctrina católica...no existe ninguna distinción real, solamente de razón,
entre contrato y sacramento” 30
“Esta íntima unión, por ser una donación mutua de dos personas, así
como el mismo bien de los hijos, exigen la plena fidelidad de los
esposos y urgen su indisoluble unidad.” (Gozo y Esperanza, 48ª)
“Por eso, aunque pueda llegar a faltar la prole, tantas veces
ansiosamente deseada no por eso el matrimonio deja de existir como
institución y comunión de vida y conserva su valor y su
indisolubilidad” (Gozo y Esperanza, 50e)
“Ese amor, ratificado por la mutua fidelidad y sancionado
explícitamente por el sacramento de Cristo, permanece fiel
indisolublemente en medio de la prosperidad y adversidad de cuerpo
y mente, y por lo mismo, permanece extraño a toda forma de adulterio
o divorcio.” (Gozo y Esperanza, 49b)
1.3.1.- La unidad
31
Mateo 19, 3-9; 5, 27-32; Marcos, 10, 2-12; Lucas 16, 18
32
1 Corintios 7, 1-7; 11, 11-12; 7, 39-40; Efesios 5, 25-31; 6, 12-20; Colosenses 3, 18-19; 1 Pedro 3, 1-7
33
San Juan Crisóstomo, Homilía in illud mulier obligata, sobre 1 Corintios 7, 39-40, San Basilio,
Obispo; San Ambrosio, De inst. virg.; San Agustín, De bono coniugali
34
El Padre Häring y el P. Hofmann, este último en la Revista Concilium, 1970, pag. 72, La palabra de
Jesús sobre el divorcio y la interpretación neotestamentaria
35
Poliginia es la unión de un varón con varias mujeres
36
Poliandria es la unión de una mujer con varios hombres
16
1.3.2.- La indisolubilidad
El grado de indisolubilidad:
El canon agrega:
Este canon subraya la influencia del sacramento sobre las propiedades del
matrimonio, al darle “una particular firmeza”. Simplemente lo afirma, pues
no se dice en qué consiste esa “particular firmeza” que adquieren las
propiedades esenciales por razón del sacramento. Pero tal firmeza debe
referirse a la división que ha indicado en el canon 1061 § 1: matrimonio rato y
matrimonio rato y consumado.
2.- EL CONSENTIMIENTO
2.1.-Noción y análisis
37
“Consensus dicitur duorum placitum in idem” (Disgest., 1. 2. t. 14, leg. 1)
18
38
“Las nupcias no las hace la cohatación sino el consentimiento” (Digest. 1. 50. t. 17, leg. 30)
39
AAS, Vol. LXVIII [1976] pag. 206
40
“principium cuius operatione aliquid transit de non ese ad esse”
41
San Isidoro de Sevilla (año 560-636), en su monumental obra, Las Etimologías, ya dice: “consensus
facit matrimonium”. San Juan Crisóstomo (año 349-407), dice: “matrimonium quidem non facit
coitus, sed voluntas”. San Ambrosio (año 340-397), dice: “non defloratio virginitatis facit coniugium
sed pactio coniugalis”. Como lo encontramos en Pedro Lombardo, Lib. IV, Sent. Dist. 27, c. 3-4)
42
“Fuit enim inter eos consensus qui est causa efficiens matrimonii, iuxta illud Isidori: consensus
facit matrimonium” (C. 27, q. 2, c. 2)
19
Santo Tomás nos ofrece con mayor amplitud esta doctrina: “Puesta la causa
se sigue el efecto, pero la causa eficiente del matrimonio es el consentimiento
por palabras de presente”43. Por tanto podemos decir, que el principio: “el
matrimonio lo produce el consentimiento de las partes” ha sido considerado como
verdad desde la patrística hasta nuestros días, pues el Código de 1917 (canon
1081 § 1) al igual que Código de 1983 (canon 1057 § 1) lo han asumido, de
modo que se puede tener como aceptado por una larga tradición en la
Iglesia.
45
Canon 10 Se han de considerar invalidantes o inhabilitantes tan solo aquellas leyes en las que
expresamente se establece que un acto es nulo o una persona es inhábil.
46
Catecismo Católico 1625
47
Catecismo Católico 1623
22
49
Canon 840
50
Canon 1401
51
Canon 834
52
Canon 1134
53
La Encíclica “Casti Connubii”, dice respecto del matrimonio: “y están robustecidos y santificados y como
consagrados por el sacramento” AAS, Vol. XXII, 1930, 555.
54
AAS, Vol. XXII, 1930, pag. 583
24
“El matrimonio entre dos personas una de las cuales fue bautizada...y otra no
bautizada, es inválido si celebra sin la previa dispensa del Ordinario del
lugar”55. El canon 1086, § 1 establece «Es inválido el matrimonio entre dos
personas, una de las cuales fue bautizada en la Iglesia católica o recibida en
su seno, y otra no bautizada». 56 El impedimento se llama de “Disparidad de
cultos”.
55
Motu Proprio “Matrimonia mixta” del 31 de marzo de 1970, n. 2,
56
Motu Proprio “Omnium in mentem” del 26 de octubre del 2009
25
El canon 1150 aplica el mismo principio, respecto del privilegio paulino: “En caso
de duda, el privilegio de la fe goza del favor del derecho.”
57
cn. 1608 Par.1º Para dictar cualquier sentencia, se requiere en el ánimo del juez certeza moral
sobre el asunto que debe dirimir.
Par. 2º El juez ha de conseguir esta certeza de lo alegado y probado.
58
Comisión Pontificia de Intérpretes del 26 de junio de 1947 (AAS., Vol. XXXIX,[1947], pag.374
26
pp. 636-647
27
Matrimonio putativo:
La buena fe de los contrayentes se refiere a la validez de su matrimonio por
creerlo celebrado de acuerdo a todas las normas de la Iglesia. Esa buena fe
llega hasta cuando se tiene noticia cierta de que su matrimonio es nulo. Esto
sucede cuando “hay dos sentencias conformes entre los mismos litigantes,
sobre la misma petición, hecha por los mismos motivos” (canon 1641, n 1°)
60
Indicio es un“Fenómeno que permite conocer o inferir la existencia de otro no percibido” DRAE
28
Los esponsales, que son una promesa tanto bilateral como unilateral, queda
regulada por el derecho particular, como lo haya establecido la Conferencia
Episcopal, tal figura, la de los esponsales, importantes en otra época, hoy casi
sin renombre, no obliga a la celebración del matrimonio, por el hecho de
haberlo prometido. Se ha dejado a las Conferencia Episcopales el legislar los
esponsales por cuanto en algunas regiones puede conservar su importancia,
ya que las costumbres de cada región son las que indican si la figura deba
seguir o restarle importancia. Cuando tal costumbre ha desaparecido, nada
se debe decir al respecto. Esos compromisos matrimoniales, se dejan a los
particulares, los cuales los cumplen o no según sean “de palabra”, es
cuestión de responsabilidad personal, pero nunca de imposición.
PASTORAL MATRIMONIAL
LO QUE DEBE PRECEDER A LA CELEBRACION
El Canon 207, al hablar de los fieles, recuerda, que por institución divina
unos son ministros sagrados y otros laicos. 62 De estos ministros sagrados,
algunos son pastores de almas y a ellos corresponde de modo especial su
cuidado pastoral en la porción del pueblo de Dios a ellos encomendada.
61
“Oportet haec facere et illa non omitere”
62
Canon 207 § 1 “Por institución divina, entre los fieles hay en la Iglesia ministros sagrados, que en el
derecho se denominan clérigos; los demás se llaman laicos.”
63
“En primer lugar es necesario que los Pastores de la grey de Cristo, a imagen del sumo y eterno
Sacerdote, Pastor y Obispo de nuestras almas, desempeñen su ministerio santamente y con
entusiasmo, humildemente y con fortaleza. Así cumplido, ese ministerio ser también para ellos un
magnífico medio de santificación.” (Lumen Gentium, 41)
64
Canon 213 “Los fieles tienen derecho a recibir de los Pastores sagrados la ayuda de los bienes
espirituales de la Iglesia, principalmente la palabra de Dios y los sacramentos.”
65
“La salvación de la persona y de la sociedad humana y cristiana está estrechamente ligada al buen
ser de la comunidad familiar y conyugal.” (GS. 47)
31
66
“El primer responsable de la pastoral familiar en la diócesis es el Obispo. Como Padre y Pastor
debe prestar particular solicitud a este sector, sin duda prioritario, de la pastoral. A él debe dedicar
interés, atención, tiempo, personas, recursos; y sobre todo apoyo personal a las familias y a cuantos,
en las diversas estructuras diocesanas, le ayudan en la pastoral de la familia. Procurará
particularmente que la propia diócesis sea cada vez más una verdadera "familia diocesana", modelo
y fuente de esperanza para tantas familias que a ella pertenecen.” n. 73.
67
“La obligación principal de éstos, hombres y mujeres, es el testimonio de Cristo, que deben dar
con la vida y con la palabra en la familia, en el grupo social y en el ámbito de su profesión Debe
manifestarse en ellos el hombre nuevo creado según Dios en justicia y santidad verdaderas. Han de
reflejar esta renovación de la vida en el ambiente de la sociedad y de la cultura patria, según las
tradiciones de su nación “ AD GENTES, 21
68
“Así, pues, incumbe a todos los laicos la preclara empresa de colaborar para que el divino designio
de salvación alcance más y más a todos los hombres de todos los tiempos y en todas las partes de la
tierra. De consiguiente, ábraseles por doquier el camino para que, conforme a sus posibilidades
según las necesidades de los tiempos, también ellos participen celosamente en la obra salvífica de la
Iglesia.” L.G. 33-c
32
2°. por la preparación personal para contraer matrimonio, por la celebración del
matrimonio, por la cual los novios se disponen para la santidad y las obligaciones de su
nuevo estado
“La decisión pues del hombre y de la mujer de casarse según este proyecto
divino, esto es, la decisión de comprometer en su respectivo consentimiento
35
Por una fructuosa celebración litúrgica del matrimonio, que ponga de manifiesto que
los cónyuges se constituyen en signo del misterio de unidad y amor fecundo entre
Cristo y la Iglesia y que participan en él;
La preparación también debe hacerse sobre la liturgia del matrimonio. Así lo expresa
F.C. 67: “El matrimonio cristiano exige por norma una celebración litúrgica,
que exprese de manera social y comunitaria la naturaleza esencialmente
eclesial y sacramental del pacto conyugal entre los bautizados.
En cuanto signo sacramental de santificación, la celebración del
matrimonio –
sugerida en la liturgia, es culmen de toda la acción de la Iglesia y fuente de
su fuerza santificadora- debe ser de por sí válida, digna y fructuosa. Se abre
aquí un campo amplio para la solicitud pastoral, al objeto de satisfacer
ampliamente las exigencias derivadas de la naturaleza del pacto conyugal
elevado a sacramento y observar además fielmente la disciplina de la Iglesia
en lo referente al libre consentimiento, los impedimentos, la forma canónica
y el rito mismo de la celebración.
69
Canon1120 Con el reconocimiento de la Santa Sede, la Conferencia Episcopal puede elaborar un
rito propio del matrimonio congruente con los usos de los lugares y de los pueblos adaptados al
espíritu cristiano, quedando sin embargo en pie la ley según la cual quien asiste al matrimonio,
estando personalmente presente, debe pedir y recibir la manifestación del consentimiento de los
contrayentes.
37
Esto vale sobre todo para las familias jóvenes, las cuales, encontrándose en un
contexto de nuevos valores y de nuevas responsabilidades, están más expuestas,
especialmente en los primeros años de matrimonio, a eventuales dificultades, como
las creadas por la adaptación a la vida en común o por el nacimientos de hijos. Los
cónyuges jóvenes sepan acoger cordialmente y valorar inteligentemente la ayuda
discreta, delicada y valiente de otras parejas que desde hace tiempo tienen ya
experiencia del matrimonio y de la familia.
En la acción pastoral hacia las familias jóvenes, la Iglesia deberá reservar una
atención específica con el fin de educarlas a vivir responsablemente el amor
conyugal en relación con sus exigencias de comunión y de servicio a la vida, así
como a conciliar la intimidad de la vida de casa con la acción común y generosa para
edificación de la Iglesia
y la sociedad humana.
fácilmente de ella-, sin embargo tal preparación debe ser propuesta y actuada
de manera que su eventual omisión no sea un impedimento para la
celebración del matrimonio.
De acuerdo al canon 394 que establece que “todas las obras de apostolado se
coordinen bajo su dirección del Obispo”, ésta de la pastoral familiar no puede
tener otra dirección que la misma del Ordinario del lugar. F.C. n. 73, señala ese
especial cuidado del Obispo en esta actividad de dirección, ayuda y seguimiento
de las familias.
Tal normatividad permite comprender la facilidad que tienen los fieles para la
recepción del sacramento de la Confirmación, pues cuando el Obispo no lo pueda
administrar, puede delegar al párroco en cuya parroquia se va a celebrar el
matrimonio. Todo depende de la organización diocesana, la cual puede prever
que el Vicario General, los Vicarios Episcopales o los Vicarios Foráneos
70
“Ellos [los Obispos] son los ministros originarios de la confirmación, los dispensadores de las
sagradas órdenes y los moderadores de la disciplina penitencial.” (Lumen Gentium, 26 c)
40
Para tener una relativa seguridad o lo que es lo mismo que conste que nada se
opone a la válida celebración del matrimonio, debe hacerse una INVESTIGACIÓN
de la que conste con certeza moral que no existe obstáculo para la válida y licita
celebración. Esta investigación debe hacerla el párroco a quien se ha pedido la
celebración del matrimonio o al que se le ha pedido permiso para celebrarlo en
otra parroquia 71
71
Canon 1115 Se han de celebrar los matrimonios en la parroquia donde uno de los contrayentes
tiene su domicilio o cuasidomicilio o ha residido durante un mes, o, si se trata de vagos, en la
parroquia donde se encuentran en ese momento; con licencia del Ordinario propio o del párroco
propio se pueden celebrar en otro lugar.
41
73
AAS, Vol. XIII,[1921], pag. 349
43
El caso que se estudia, “el matrimonio in artículo mortis”, se mira desde dos
ángulos, la visión del Sacerdote y el estado del paciente.
74
AAS, vol. XIII [1921] pag. 348
44
“2. In Jure: “El matrimonio lo hace el consentimiento, que debe ser acto
humano: el contrayente, es dueño de su consentimiento por la razón y la
voluntad; es decir, que para que el uso de la razón sea eficaz, pueda
comprender al menos en confuso qué sea el matrimonio y sus propiedades
esenciales, para que tenga plena deliberación. La deliberación es del
entendimiento, movido por la voluntad, lo que delibera se relaciona con lo
opuesto y permanece último en tal determinación del juicio, siendo posible
dirigirse a lo contrario. “Si por inadvertencia o por perturbación de la
fantasía (por lo fuerte de la pasión u otra causa, o por la enfermedad) impide
al entendimiento deliberar, por accidente ese juicio está determinado ad
unum y por consiguiente el querer que procede carece de libertad” (Grendt,
O.S.B. Elementa philosophiae Aristotelico-Tomisiticae, Tom. I, ed. V, 1929, n. 591,
pag. 476). Así, pues, no se da consentimiento matrimonial, si la interna
voluntad se interpone por accidente, piensa que por las potencias sensitivas
perturbadas por la demencia, en aquello que es de la demencia...en cuanto al
matrimonio, la presunción de derecho es del recto uso de la razón, o de la
madurez de juicio, proporcionada para asumir las graves y perpetuas
obligaciones (c. 1082 par. 2; 1086 par. 1).
Como pueden ser varios los que lícitamente pueden asistir al matrimonio, la
obligación de la investigación recae sobre aquel párroco a quien se le pidió que
asistiera al matrimonio de los contrayentes.
Los casos que enumera el canon 1071, por las circunstancias especiales que
los rodean, como medida de prudencia, se requiere la licencia del Ordinario
del lugar, la cual, en caso de necesidad no es necesaria o no se exige. Lo
46
Esta parece ser más una medida de disciplina que una medida de gran valor
jurídico, la prueba es que en caso de necesidad se puede proceder sin la
norma del canon.
75
“Donde lo aconseje la necesidad de la Iglesia y no haya ministros, pueden también los laicos,
aunque no sean lectores ni acólitos, suplirles en algunas de sus funciones, es decir, ejercitar el
ministerio de la palabra, presidir las oraciones litúrgicas, administrar el bautismo y dar la sagrada
Comunión, según las prescripciones del derecho
76
Canon 844 § 4Si hay peligro de muerte o, a juicio del Obispo diocesano o de la Conferencia
Episcopal, urge otra necesidad grave, los ministros católicos pueden administrar lícitamente esos
mismos sacramentos también a los demás cristianos que no están en comunión plena con la Iglesia
católica, cuando éstos no puedan acudir a un ministro de su propia comunidad y lo pidan
espontáneamente, con tal de que profesen la fe católica respecto a esos sacramentos y estén bien
dispuestos
77
Canon 1324 § 1, n. 5° por quien actuó coaccionado por miedo grave, aunque lo fuera
sólo relativamente, o por necesidad o para evitar un perjuicio grave, si el delito es
intrínsecamente malo o redunda en daño de las almas;
47
Por razón del domicilio, el canon 100 llama a las personas con diversos nombres:
Vecino en el lugar donde tiene su domicilio,
Forastero allí donde tiene su cuasidomicilio,
Transeúnte si se encuentra fuera de su domicilio o cuasidomicilio que
aún conserva,
Vago si no tiene domicilio ni cuasidomicilio en lugar alguno.
78
En muchas regiones de Colombia llegan grupo nómadas que residen en un lugar por muy poco
tiempo, como los gitanos, los de los Circos y otros, que sin tener residencia fija, recorren las regiones
para conseguir sus sustento.
79
Tal licencia no va a dar seguridad de que “nada se opone a la celebración del matrimonio”, pero el
párroco sí presentará el caso con la mejor descripción y análisis posible.
80
Canon 1115 Se han de celebrar los matrimonios en la parroquia donde uno de los contrayentes
tiene su domicilio o cuasidomicilio o ha residido durante un mes, o, si se trata de vagos, en la
parroquia donde se encuentran en ese momento; con licencia del Ordinario propio o del párroco
propio se pueden celebrar en otro lugar.
48
Este caso tiene diversos tratamientos, según que en cada País, le reconozcan o no
efectos civiles al matrimonio católico. Partiendo de este hecho, en Colombia
existen, con efectos civiles, los matrimonios católicos y el matrimonio civil. El
matrimonio sacramento posee una cualidad que no tiene el civil, el ser indisoluble,
razón por la cual se puede aceptar que un varón y un mujer que se han casado por
lo civil, puedan hacerlo, ellos mismo también por lo católico.
El caso que se estudia tiene otra connotación. Un varón y una mujer que se han
casado por lo civil y que posteriormente se han separado voluntariamente o ha
existido abandono de alguno de ellos de su hogar y posteriormente han iniciado
un noviazgo con otra mujer (otro varón) y se presenta al párroco dando señales de
arrepentimiento de haberse casado por lo civil y que ahora le pide que presencie
su matrimonio católico con esa persona que presenta, sin haber solucionado
legalmente el matrimonio civil que contrajo antes, no se debe presenciar ese
matrimonio sin que se hayan realizado los trámites de divorcio civil.
La licencia del Ordinario del lugar debe garantizar que las obligaciones
naturales se cumplan antes de autorizar tal matrimonio. En caso de preverse
una grave dificultad, teniendo en cuenta el canon 1077 § 1 81 el Ordinario del
lugar prohibir la celebración del matrimonio.
81
Canon 1077 § 1 Puede el Ordinario del lugar prohibir en un caso particular el matrimonio a
sus propios súbditos, donde quiera que residan, y a todos los que de hecho moren dentro de su
territorio, pero sólo temporalmente, por causa grave y mientras ésta dure.
50
82
“Por eso el juez, al ponderar la validez del consentimiento expresado, debe tener en cuenta el
contexto de valores y de fe —o de su carencia o ausencia— en el que se ha formado la intención
matrimonial. De hecho, el desconocimiento de los contenidos de la fe podría llevar a lo que el
Código define error que determina a la voluntad(cf. canon 1099). Esta eventualidad ya no debe
considerarse excepcional, como en el pasado, justamente por el frecuente predominio del
pensamiento mundano sobre el magisterio de la Iglesia. Semejante error no sólo amenaza la
estabilidad del matrimonio, su exclusividad y fecundidad, sino también la orientación del
matrimonio al bien del otro, el amor conyugal como «principio vital» del consentimiento, la entrega
recíproca para constituir el consorcio de toda la vida. «El matrimonio tiende a ser visto como una
mera forma de gratificación afectiva que puede constituirse de cualquier manera y modificarse de
acuerdo con la sensibilidad de cada uno» (Exhortación apostólica Evangelii gaudium, 66), impulsando
a los contrayentes a la reserva mental sobre la duración misma de la unión, o su exclusividad, que
decaería cuando la persona amada ya no realizara sus expectativas de bienestar afectivo.”
(Alocución a la Rota Romana del Papa Francisco del 23 de enero de 2015)
51
Sin embargo, no se debe olvidar que estos novios, por razón de su bautismo,
están ya realmente inseridos en la Alianza esponsal de Cristo con la Iglesia y que,
dada su recta intención, han aceptado el proyecto de Dios sobre el matrimonio y
consiguientemente -al menos de manera implícita- acatan lo que la Iglesia tiene
intención de hacer cuando celebra el matrimonio.
Por tanto, el solo hecho de que en esta petición haya motivos también de
carácter social, no justifica un eventual rechazo por parte de los pastores. Por lo
demás, como ha enseñado el Concilio Vaticano II, los sacramentos, con las
palabras y los elementos rituales nutren y robustecen la fe; la fe hacia la cual están
ya orientados en virtud de su rectitud de intención que la gracia de Cristo no deja
de favorecer y sostener.
El canon 1312 advierte que “las sanciones penales en la Iglesia son: 1° penas
medicinales o censuras” y el canon 1331 prohíbe al excomulgado recibir los
sacramentos, entre las varias prohibiciones que trae este canon. Por esta
razón el párroco no puede asistir a la celebración del matrimonio de un
excomulgado. La excomunión puede ser latae sententiae, es decir, ipso facto
o lo que es lo mismo por hecho de cometer un delito grave, como un aborto,
o ferendae sententiae, por juicio. Los censurados con una pena latae
sententiae, ésta no se sabe de ordinario y si acuden al matrimonio este no es
lícito pero es válido.
IMPEDIMENTOS
DIRIMENTES EN GENERAL
83
Canon 18 Las leyes que establecen alguna pena, coartan el libre ejercicio de los derechos, o
contienen una excepción a la ley, se deben interpretar estrictamente.
84
Canon 10 “Se han de considerar invalidantes o inhabilitantes tan solo aquellas leyes en las que
expresamente se establece que un acto es nulo o una persona es inhábil”
85
Canon 1084 § 2 “ Si el impedimento de impotencia es dudoso, con duda de derecho o de hecho,
no se debe impedir el matrimonio ni, mientras persista la duda, declararlo nulo.”
56
El canon 1073 no ofrece una definición propiamente tal, indica el efecto del
impedimento.
Por razón de los efectos que produce, el impedimento dirimente puede ser:
Absoluto: si impide el matrimonio con cualquier persona, por
ejemplo el voto público, el orden sagrado.
Relativo: si impide el matrimonio con una persona determinada (la
consanguinidad, el crimen)
89
Canon 14 “Las leyes, aunque sean invalidantes o inhabilitantes, no obligan en la duda de derecho;
en la duda de hecho, pueden los Ordinarios dispensar de las mismas, con tal de que, tratándose de
una dispensa reservada, suela concederla la autoridad a quien se reserva.”
90
Canon 1084 § 2 “ Si el impedimento de impotencia es dudoso, con duda de derecho o de hecho,
no se debe impedir el matrimonio ni, mientras persista la duda, declararlo nulo.”
59
Este concepto de posible divulgación lo deducimos del canon 1080,93 al trata del
caso perplejo, cuando se dice que tienen facultad de dispensar tanto el
párroco, el ministro delegado, el confesor, el sacerdote o el diácono, siempre
que el caso sea oculto. También encontramos apoyo en el canon 1674, n. 2 94 en
donde se dice que el Promotor de Justicia es hábil para demandar la nulidad
del matrimonio “cuando la nulidad ya se ha divulgado”.
91
Canon 1079, allí en el impedimento oculto equivale a que no ha tenido difusión; sucede algo igual
en los cánones 1080 y 1082.
92
Canon 1674 Son hábiles para impugnar el matrimonio:
1º los cónyuges;
2º el promotor de justicia, cuando la nulidad ya se ha divulgado si no es
posible o conveniente convalidar el matrimonio.
93
Canon 1080 § 1 Siempre que el impedimento se descubra cuando ya está todo preparado
para las nupcias, y el matrimonio no pueda retrasarse sin peligro de daño grave hasta que se
obtenga la dispensa de la autoridad competente, gozan de la potestad de dispensar de todos los
impedimentos, exceptuados los que se enumeran en el can. 1078, §2, n. 1, el Ordinario del lugar y,
siempre que el caso sea oculto, todos los que se mencionan en el can. 1079, 2 y 3, observando las
condiciones que allí se prescriben.
94
Canon1674 Son hábiles para impugnar el matrimonio:
1.º.los cónyuges;
2.º.el promotor de justicia, cuando la nulidad ya se ha divulgado si no es posible
o conveniente convalidar el matrimonio.
95
Canon 64 “Sin perjuicio del derecho de la Penitenciaría para el fuero interno...”
96
Canon 1082 A no ser que el rescripto de la Penitenciaría determine otra cosa, la dispensa de un
impedimento oculto concedida en el fuero interno no sacramental se anotará en el libro que debe
guardarse en el archivo secreto de la curia; y no es necesaria ulterior dispensa para el fuero externo,
si el impedimento oculto llegase más tarde a hacerse público.
60
El canon 1055 enseña que “la alianza matrimonial...fue elevada por Cristo a
la dignidad de sacramento entre bautizados”, y como “los sacramentos del
Nuevo Testamento, instituidos por Cristo Nuestro señor, y encomendados a
la Iglesia, en cuanto son acciones de Cristo y de la Iglesia...” (canon 840),
“corresponde, de modo exclusivo a la autoridad suprema de la Iglesia”, con
potestad nativa y exclusiva, la declaración de los impedimentos de derecho
divino y la constitución o establecimiento de otros impedimentos de derecho
humano por parte de la Iglesia. 97
97
“ La íntima comunidad de la vida y del amor conyugal, creada por Dios y sometida a sus leyes, se
inaugura con el contrato conyugal, es decir, con el consentimiento personal irrevocable. Así, con ese
acto humano con que los cónyuges mutuamente se entregan y pactan, surge una institución estable,
por ordenación divina, incluso ante la sociedad; este vínculo sagrado, con miras al bien, ya de los
cónyuges y su prole, ya de la sociedad, no depende del arbitrario humano. Dios mismo es el autor
de un matrimonio que ha dotado de varios bienes y fines, todo lo cual es de una enorme
trascendencia para la comunidad del género humano, para el desarrollo personal y la suerte eterna
de cada uno de los miembros de la familia, para la dignidad, estabilidad, paz y prosperidad de la
misma familia y de toda la humana sociedad.” Gozo y Esperanza, 48
98
Canon 332 §1 El Romano Pontífice obtiene la potestad plena y suprema en la Iglesia
mediante la elección legítimamente por él aceptada juntamente con la consagración episcopal. Por
tanto, el elegido para el pontificado supremo que ya ostenta el carácter episcopal, obtiene esa
potestad desde el momento mismo de su aceptación. Pero si el elegido carece del carácter episcopal,
ha de ser ordenado Obispo inmediatamente.
61
102
Canon 20 La ley posterior abroga o deroga a la precedente, si así lo establece de manera
expresa, o es directamente contraria a la misma, u ordena completamente la materia que era objeto
de la ley anterior; sin embargo, la ley universal no deroga en nada el derecho particular ni el
especial, a no ser que se disponga expresamente otra cosa en el derecho.
103
Canon 28 Quedando a salvo lo prescrito en el can.5, la costumbre, tanto contra la ley como
extralegal, se revoca por costumbre o ley contrarias; pero a no ser que las cite expresamente, la ley
no revoca las costumbres centenarias o inmemoriales, ni la ley universal revoca las costumbres
particulares.
104
Communicationes, vol. X, 1978, pag. 126
105
Canon 1083 § 2 Puede la Conferencia Episcopal establecer una edad superior para la celebración lícita
del matrimonio
106
Legislación Complementaria, Pag. 13, n. 4
63
107
“ Todos los Obispos diocesanos tienen la facultad de dispensar, en caso particular, de una ley general de la
Iglesia a los fieles sobre los que ejercen la autoridad según derecho, siempre que lo juzguen conveniente para
el bien espiritual de ellos, mientras no se trate de algo que se haya reservado especialmente la Autoridad
Suprema de la Iglesia.” Christud Dominus 8b
108
Communicationes, vol. IX, 1977, pag. 345-347
109
Canon 129 § 1 De la potestad de régimen, que existe en la Iglesia por institución divina, y
que se llama también potestad de jurisdicción, son sujetos hábiles, conforme a la norma de las
prescripciones del derecho, los sellados por el orden sagrado.
110
Canon 85 La dispensa, o relajación de una ley meramente eclesiástica en un caso particular,
puede ser concedida, dentro de los límites de su competencia, por quienes tienen potestad ejecutiva,
así como por aquellos a los que compete explícita o implícitamente la potestad de dispensar, sea por
propio derecho, sea por legítima delegación.
64
CASOS ORDINARIOS:
La dispensa en los casos ordinarios la trata el canon 1078 113 el cual trae como
CASOS EXTRAORDINARIOS:
113
Canon 1078 § 1 Exceptuados aquellos impedimentos cuya dispensa se reserva a la Sede
Apostólica, el Ordinario del lugar puede dispensar de todos los impedimentos de derecho
eclesiástico a sus propios súbditos, cualquiera que sea el lugar en el que residan, y a todos los que de
hecho moren en su territorio.
114
Canon 87 § 2 y canon 291
67
El Ordinario del lugar puede ejercer tal facultad sobre todos sus súbditos, en
relación con el domicilio y cuasidomicilio 115, en su territorio o fuera de él, y
sobre todos los que actualmente se encuentren en su territorio.
CASO PERPLEJO
115
Canon 102 § 1º El domicilio se adquiere por la residencia en el territorio de una parroquia o al
menos de una diócesis, que o vaya unida a la intención de permanecer allí perpetuamente si nada lo
impide, o se haya prolongado por un quinquenio completo.
§ 2º El cuasidomicilio se adquiere por la residencia en el territorio de una parroquia o al
menos de una diócesis, que o vaya unida a la intención de permanecer allí al menos tres meses si
nada lo impide, o se haya prolongado de hecho por tres meses.
§ 3º El domicilio o cuasidomicilio en el territorio de una parroquia se llama parroquial; en
el territorio de una diócesis, aunque no en una parroquia, diocesano.
116
Canon 1079 § 3. En peligro de muerte, el confesor goza de la potestad de dispensar en el fuero interno de
los impedimentos ocultos, tanto en la confesión sacramental como fuera de ella
68
está todo preparado para las nupcias, lo cual significa que los requisitos
necesarios ya se han cumplido y los preparativos inmediatos igualmente,
como son el fijar la fecha, hacer las invitaciones y disponer lo conveniente
para la fiesta.
el impedimento se descubre, lo cual, normalmente, requeriría un
aplazamiento del matrimonio mientras se obtiene la dispensa. Pero tal
demora no es posible sin un grave mal para las familias. Tengamos claro
que no requiere la certeza del grave mal, es suficiente el peligro probable,
cuando hay serios fundamentos de que pueda sucederse. Tampoco se
determina la clase de grave mal, el cual puede ser de orden espiritual o
temporal como el que se seguiría del aplazamiento en el orden
económico. Por este motivo, el Legislador concede la potestad de
dispensar.
Este canon trae la disciplina del Código anterior (canon 1046), respecto de la
dispensa concedida por el párroco o el sacerdote que asiste al matrimonio o
el diácono, es decir, todos aquellos que pueden dispensar para el fuero
externo, en peligro de muerte, de todos los impedimentos de derecho
eclesiástico, con la excepción del presbiterado. La comunicación al Ordinario
del lugar debe ser sin pérdida de tiempo (statim), al momento, de inmediato,
y que debe ser anotada en el libro de matrimonios. Este canon tiene dos
partes:
La comunicación al Ordinario
La anotación de la dispensa en el libro de matrimonios.
Se sigue el principio de “ubi eadem est ratio, eadem debet esse legis praescrptio” cuando la razón es la
118
121
Puede ser oculto no obstante que se se trate de impedimentos que por su naturaleza son públicos.
(Respuesta de la Comisión Pontificia de Intérpretes del 28 de diciembre de 1927) en AAS, vol. XX
[1928] pag. 61
72
IMPEDIMENTOS
DIRIMENTES EN PARTICULAR
Nuestro método, sin que se quiera decir que es el mejor, por razón de orden,
seguimos los cánones como lo hemos vemos venido haciendo.
El cómputo de la edad se debe hacer de acuerdo al canon 203. 122 Es decir, los
años se consideran cumplidos al finalizar el último día. Por ejemplo el que
nació el 24 de marzo cumple los 16 años en la hora 0 del 25 de marzo. A la
Comisión de Revisión del Código llegaron muchas solicitudes pidiendo que
la edad se pospusiera, especialmente haciéndola coincidir con la mayoría de
edad civil. Pero se mantuvo la disciplina del Código de 1917: 16 años para el
varón y 14 para la mujer. Este límite señalado por el Legislador, se considera
un derecho humano. “La razón por la cual la Comisión de Consultores no
aceptara estas peticiones se debe a que el contraer matrimonio es un derecho
natural y, por tanto, no se comprende cómo el derecho canónico por razón de
la edad pueda poner límites a ese derecho, supuesto que hayan adquirido los
contrayentes la madurez ya biológica, ya psicológica. Con todo dicen que este
canon se refiere a la edad biológica y remiten, con respecto a la edad
psicológica, a los cánones sobre el consentimiento”. 123 Esta la razón para que
el conocimiento requerido sea, al menos el señalado por el canon 1096, el
cual se supone existente en la adolescencia. 124
La Iglesia mirando las costumbres de otras épocas, veía también una edad
superior en la que era más difícil para la mujer que encontrara posibilidad de
matrimonio y a esa edad, 24 años, la llamó super adulta y la consideró como
75
125
Cano 1096 § 2 Esta ignorancia no se presume después de la pubertad.
126
Canon 90 § 1 No se dispense de la ley eclesiástica sin causa justa y razonable, teniendo en
cuenta las circunstancias del caso y la gravedad de la ley de la que se dispensa; de otro modo, la
dispensa es ilícita, y si no ha sido concedida por el mismo legislador o por su superior, es también
inválida
76
Este Decreto, con la aprobación del Papa Paulo VI, es una declaración
auténtica del derecho natural, lo cual quiere decir, que la capacidad para
realizar la cópula conyugal es requisito para que alguien pueda contraer
matrimonio.
127
U. Navarrete. “Novae methodi technicae procreationis humanae et ius canonicum matrimoniale”
en PERIODICA, vol. LXXVII, 1988, pag. 86
128
AAS, vol. LXIX, 1977, pag. 426
77
4.2.2.- División
“Decretum circa impotentiam quae matrimonium dirimit et Breve Cum Frequenter Sixti V, vol.
LXVIII, 1979, pag. 14-15
78
4.2.3.1.- En el varón
Carencia de pene
Pene infantil o Pene gigante
Carencia de ambos testículos
Falta de erección
Orificio en la base del pene (epispadia)
4.2.3.2.- En la mujer
Carencia de vagina
Estrechez de vagina
Vaginismo incurable (hiperestesia de la vulva y del canal vaginal que
a cualquier estímulo se contrae impidiendo la penetración)
que es la causa eficiente del matrimonio (c. 1057 § 1), que crea entre los
contrayentes un vínculo de naturaleza perpetuo y exclusivo. 130
130
Canon 1134 Del matrimonio válido se origina entre los cónyuges un vínculo perpetuo y
exclusivo por su misma naturaleza; además, en el matrimonio cristiano los cónyuges son
fortalecidos y quedan como consagrados por un sacramento peculiar para los deberes y la dignidad
de su estado.
131
“Así, con ese acto humano con que los cónyuges mutuamente se entregan y pactan, surge una
institución estable, por ordenación divina, incluso ante la sociedad; este vínculo sagrado, con miras
al bien, ya de los cónyuges y su prole, ya de la sociedad” (Gozo y Esperanza, 48)
132
Canon 1141 El matrimonio rato y consumado no puede ser disuelto por ningún poder humano,
ni por ninguna causa fuera de la muerte.
133
“Entre los signos más preocupantes de este fenómeno, los Padres Sinodales han señalado en
particular la facilidad del divorcio y del recurso a una nueva unión por parte de los mismos fieles; la
aceptación del matrimonio puramente civil, en contradicción con la vocación de los bautizados a
"desposarse en el Señor"; la celebración del matrimonio sacramento no movidos por una fe vivida,
sino por otros motivos; el rechazo de las normas morales que guían y promueven el ejercicio
humano y cristiano de la sexualidad dentro del matrimonio.” (Familiaris Consortio, 7)
134
Canon 1142 El matrimonio no consumado entre bautizados, o entre parte bautizada y parte no
bautizada, puede ser disuelto con causa justa por el Romano Pontífice, a petición de ambas partes o
de una de ellas, aunque la otra se oponga.
Canon 1698 § 1Unicamente la Sede Apostólica juzga sobre el hecho de la inconsumación del
matrimonio y la existencia de justa causa para conceder la dispensa.
§2 La despensa es concedida sólo por el Romano Pontífice.
135
Canon 1143 § 1 El matrimonio contraído por dos personas no bautizadas se disuelve por el
privilegio paulino en favor de la fe de la parte que ha recibido el bautismo, por el mismo hecho de
que ésta contraiga un nuevo matrimonio, con tal de que la parte no bautizada se separe.
80
136
Canon 1707 § 1Cuando la muerte de un cónyuge no pueda probarse por documento auténtico,
eclesiástico o civil, el otro cónyuge no puede considerarse libre del vínculo matrimonial antes de
que el Obispo diocesano haya emitido la declaración de muerte presunta.
137
El impedimento ya existía en Código anterior, cánones 1070-1071. El Motu Proprio “Matrimonia Mixta”
fundamente este canon (ver A.S.S. vol. LXII, [1970] páginas 257-263). El canon ha sido modificado por el
Motu Proprio “Omnium in menten de S. Benedicto XVI.
81
Con todo, la experiencia de estos años ha mostrado, por el contrario, que esta
nueva ley ha generado no pocos problemas pastorales. En primer lugar, ha
parecido difícil la determinación y la configuración práctica, en los casos
particulares, de este acto formal de separación de la Iglesia, sea en cuanto a su
sustancia teológica, sea en cuanto al aspecto canónico. Además, han surgido
muchas dificultades tanto en la acción pastoral como en la praxis de los
tribunales. De hecho, se observaba que de la nueva ley parecían derivar, al
menos indirectamente, una cierta facilidad o, por decir así, un incentivo a la
apostasía en aquellos lugares donde los fieles católicos son escasos en
número, o donde rigen leyes matrimoniales injustas, que establecen
discriminaciones entre los ciudadanos por motivos religiosos; además, esa
nueva ley hacía difícil el retorno de aquellos bautizados que deseaban
vivamente contraer un nuevo matrimonio canónico, después del fracaso del
anterior; por último, omitiendo otras cosas, para la Iglesia muchísimos de
estos matrimonios se convertían de hecho en matrimonios denominados
clandestinos.
Art. 1.- El matrimonio contraído por las partes, de las que al menos una no
esté bautizada, puede ser disuelto por el Romano Pontífice en favor de la fe,
82
4.4.2.- Requisitos:
Canon 854 El bautismo se ha de administrar por inmersión o por infusión, de acuerdo con las normas de la
138
Conferencia Episcopal.” NOTA: La Conferencia Episcopal Colombiana dijo: “El bautismo por inmersión no
83
4.4.3.- Fundamento
El impedimento existe por la diferencia de religiones de los contrayentes, lo
cual impide la realización de una verdadera comunidad de vida y de amor.
Además existe el peligro para la parte católica de la pérdida de su fe por
compartir su vida con quien tiene otra creencia. Ya San Pablo lo prohibía el
matrimonio con los paganos. 140 También existe el peligro de que los hijos no
los pueda educar en la religión católica. Para evitar esta dificultad se exige el
cumplimiento de las condiciones previstas para los matrimonios mixtos. 141
El impedimento liga a todos los que han recibido válida, libre e inmune a
todo miedo grave, el diaconado. El impedimento se distingue por razón del
origen del impedimento y por razón de la obligación
Por razón del origen: La obligación surge del celibato eclesiástico, el
cual no pertenece a la estructura constitucional del sacerdocio, 142 y
goza de una tradición que se remonta al siglo IV 143 .
Por razón de la obligación: El impedimento es de ley eclesiástica, el
cual unió a la recepción del diaconado. Algunos hablan de voto
implícito 144
Para los diáconos ya casados nos se les exige el celibato, pero si enviudan,
son inhábiles para contraer nuevo matrimonio, pues ya entran bajo el
impedimento del Orden sagrado 145
Quienes han recibido el sacramento del orden son inhábiles para contraer
matrimonio como lo enseña el canon 1087.
ley después en la Iglesia Latina a todos los que eran promovidos al Orden
sagrado.” (Presbyterorum ordinis,16 b)
143
Varios concilios particulares prescribieron el celibato. El Concilio Liberitano (300-306), canon 33;
el Concilo cataginense (406). En el año 606 impuso el celibato como obligación para obispos,
presbíteros y diáconos, el Papa san Gregorio I (590-604). Pero el impedimento dirimente en la
Iglesia latina, fue impuesto por el II Concilio de Letrán (1139)
144
La Pontificia Comisión de Intérpretes lo confirmó en respuesta del 26 de enero de 1949. Pero el
ceremonial de la Ordenación no lo presenta como voto, sino compromiso, que debe ser firmado,
bajo juramento, antes de la recepción del diaconado.
145
Motu Proprio “Ad Pascendum”, del 11 de agosto de 1972, en AAS, vol. LXIV [1972] pag. 534 n.VI
85
Además, dado que los sacramentos son los mismos para toda la Iglesia,
compete únicamente a la autoridad suprema aprobar y definir los requisitos
para su validez, y también determinar lo que se refiere al rito que es
necesario observar en la celebración de los mismos (cf. can. 841), todo lo cual
ciertamente vale también para la forma que debe observarse en la celebración
del matrimonio, si al menos uno de los contrayentes ha sido bautizado en la
Iglesia católica (cf. cann. 11 y 1108).! (Motu Proprio “Omnium in mentem”
4.5.2.- Requisitos:
150
Canon 1047 § 2 También se le reserva la dispensa de las siguientes irregularidades e
impedimentos para recibir las órdenes:
El canon 1041 Son irregulares para recibir Ordenes:... 3° quien haya atentado matrimonio, aun sólo
civil, estando impedido para contraerlo, bien por el propio vínculo matrimonial, o por el orden
sagrado o por voto público perpetuo de castidad, bien porque lo hizo con una mujer ya unida en
matrimonio válido o ligada por ese mismo voto;
151
Canon 1078 § 2 Los impedimentos cuya dispensa se reserva a la Sede Apostólica son :
1.º.el impedimento que proviene de haber recibido las sagradas órdenes o del
voto público perpetuo de castidad en un instituto religioso de derecho
pontificio;
el impedimento de crimen del que se trata en el c. 1090
152
Canon 291 Fuera de los casos a los que se refiere el can. 290, n. 1º, la pérdida del estado clerical
no lleva consigo la dispensa de la obligación del celibato, que únicamente concede el Romano
Pontífice.
153
Canon 1078 § 2 Los impedimentos cuya dispensa se reserva a la Sede Apostólica son : 1° el
impedimento que proviene de haber recibido las sagradas órdenes o del voto público perpetuo de
castidad en un instituto religioso de derecho pontificio
154
Canon 692 El indulto de salida legítimamente concedido y notificado al miembro, lleva consigo
de propio derecho la dispensa de los votos y de todas las obligaciones provenientes de la profesión,
a no ser que, en el acto de la notificación, fuera rechazado el indulto por el mismo miembro.
88
4.6.1.- Requisitos:
Que el voto sea válido: tanto por razón de la persona, que sea capaz
(c. 124 § 1) y que sea libre 158
Voto perpetuo de castidad
Voto público
En un instituto religioso
Que sea válido
4.6.2.- Sanciones
El religioso que atenta matrimonio, así sea solamente el civil, incurre
en las siguientes sanciones:
Expulsión por derecho del Instituto (c. 694 § 1)
Entredicho latae sententiae si no es clérigo (c. 1394 § 2)
Suspensión latae sententiae si es clérigo (c.1394 § 1)
155
Canon 1192 § 1 El voto es público, si lo recibe el Superior legítimo en nombre de la Iglesia; en
caso contrario es privado.
156
Canon 607 § 2 Un instituto religioso es una sociedad en la que los miembros, según el derecho
propio, emiten votos públicos perpetuos o temporales que han de renovarse, sin embargo, al vencer
el plazo, y viven vida fraterna en común
157
Communicationes, vol. IX [1977] pag. 365
158
Canon 1191 § 3 Es nulo ipso iure el voto hecho por miedo grave e injusto o por dolo
89
159
Communicationes, vol. IX [1977] pag.366
90
El impedimento de consanguinidad:
En primer grado de línea recta, es cierto que es de Derecho Divino
Natural.
En los restantes grados de línea recta y en segundo grado de línea
colateral, no es seguro que sea de Derecho Divino Natural, por tango hay
duda respecto de esos grados.
Los restantes grados de línea colateral son de Derecho Eclesiástico.
160
Canon 108 § 1 La consanguinidad se computa por líneas y grados.
§2 En línea recta, hay tantos grados cuantas son las generaciones o personas, descontado el
tronco.
§3 En línea colateral, hay tantos grados cuantas personas hay en ambas líneas, descontado el
tronco.
92
TIBURCIO padre
tronco
Respuesta del Santo Oficio del 13 de diciembre de 1916 y también el 21 de enero de 1977, Paulo VI, por la
161
POLIDORO nieto
Descendiente
LINEA COLATERAL
TRONCO
SINFOROSO
HERMANOS
HERACLIO DOMITILA
2 tío - sobrins 1
PRIMOS
DEMETRIO LASTENIA
4 3
Heraclio y Domitila son hermanos y están en 2° grado de línea colateral.
Heraclio y Lastenia son tío y sobrina y están en 3er grado de línea colateral.
Demetrio y Lastenia, sobrino y tía están 3er grado de línea colateral
Demetrio y Lastenia son primos hermanos y están en 4° grado de línea
colateral.
162
Canon 109 § 1 La afinidad surge del matrimonio válido, incluso no consumado, y se da
entre el varón y los consanguíneos de la mujer, e igualmente entre la mujer y los consanguíneos del
varón.
§2 Se cuenta de manera que los consanguíneos del varón son en la misma línea y grado
afines de la mujer, y viceversa.
94
5
97
IMPEDIMENTOS
DEL CONSENTIMIENTO
MATRIMONIAL
5.1.- INTRODUCCIÓN
167
Paulo VI, en su alocución a la Rota Romana del 09 de febrero de 1976, en AAS. Vol. LXVIII [1976],
pag. 206
168
Gozo y Esperanza, 48
98
169
Canon 1083 y canon 1096 § 2
170
Univoco, que solo puede tener una significación o tomarse en un sentido
99
171
Canon 1680 En las causas sobre impotencia o falta de consentimiento por enfermedad mental, el
juez se servirá de uno o varios peritos, a no ser que, por las circunstancias, conste con evidencia que
esa pericia resultar inútil; en las demás causas, debe observarse lo que indica el can. 1574.
101
172
Imputabilidad es la que se origina del libre ejercicio de la voluntad, única razón por la cual un
acto sea imputable o atribuible a su autor, es, en otras palabras la única fuente de imputabilidad.
102
174
Por ejemplo, en casos de homosexualidad, ninfomanía, satiriáis, sadismo, incapacidad para el acto
conyugal de modo humano etc.
175
El Papa Bonifacio VIII cuyo pontificado va 1294 al 1303. Digesto 50, 17, 185; Regla VI in VI (Ad
impossibilium nulla obligatio est)
104
A este respecto, Juan Paulo II, en su alocución a la Rota Romana, dijo: “Para
el canonista debe quedar claro el principio de que solamente la incapacidad,
y no ya la dificultad para prestar el consentimiento y para realizar una
verdadera comunidad de vida y de amor, hace nulo el matrimonio... Una
verdadera incapacidad puede ser admitida en hipótesis sólo en presencia de
una seria forma de anomalía que, de cualquier forma que se quiera definir,
debe cercenar sustancialmente las capacidades de entender y/o de querer del
contrayente. n. 7” 176
176
Alocución de Juan Paulo II a la Rota Romana, del 05 de febrero de 1987 (AAS, vol. LXXIX [1987}
1453-1459
177
El entendimiento se afecto por la Ignorancia, el Error y el Error doloso
178
La voluntad puede estar afectada apor la Simulación, Fuerza y Miedo y Condición
105
179
Nihil volitum quin praecognitum
106
180
“Ove si tratta di ‘error in persona’ ai termini usati dal legislatore no é consentito attriuire un
significato estraneo alla tradizione canonistica” (AAS, vol. LXXXV [1993] pag. 1260
107
El término persona, cuyo origen es del griego “prosopon”, que era la máscara
usada en el teatro para representar al personaje. Entre los clásicos latinos
(Salustio, Virgilio y Ciceron) rara vez aparece el término persona, a no ser con
el significado del teatro. 181 Ya en siglo IV, con ocasión de las discusiones
sobre el misterio de la Santísima Trinidad, el término más apropiado resultó
ser el de “persona” con la definición dada por Boecio. 182 Con todo y pese a
que el término persona se le ha quitado su importancia dejándolo muchas
veces como objeto de la sociedad, 183 se puede decir aunque el Concilio
Vaticano II 184 ha destacado los valores intangibles de la persona como su
dignidad e inviolabilidad, el concepto de persona sigue siendo el mismo que
la Teología y la Filosofía le han dado, como el último sujeto de atribución de
los derechos y deberes propios del cristiano, en identidad individual,
significado que se toma en todo el Derecho Canónico.
181
Ciceron, De Officiis I, 97-98
182
Persona est: “rationalis naturae individua substantia” (substancia individual de naturaleza
racional)
183
Pío XII, Radio mensaje de navidad del 24 de diciembre de 1952 (AAS, vol. XLV [1953] pag. 37
184
En los Documentos de “Dignitatis humanae” y Gaudium et Spes”
185
“Verum est quod non omnis error consensum excludit; sed error alius est personae, alius
fortunae, alius condicionis, alius qualitatis” C. 29, q.1 d.G.
186
Teología Moral [1932] Libro VI, Tract. VI, Cap. III, n. 1016
187
Coram Canals, del 21 de abril de 1970 en SRRD, vol. LXII, [1970] pag. 371
108
188
Canon 1083 § 2 El error acerca de las cualidades de la persona aunque él sea causa del contrato, lo
invalida solamente:
1° Si el error acerca de las cualidad de la persona redunda en error acerca de la persona misma;”
109
Pero se debe tener como excepción al principio general de que “El error
acerca de una cualidad de la persona, aunque sea causa del contrato, no dirime el
matrimonio”, pues la relevancia o importancia que se da a la “cualidad directa
y principalmente pretendida” se funda en la intención del sujeto que yerra,
quien hace que un elemento accidental como es la cualidad para a ser un
elemento sustancial, y de ahí la eficacia invalidante.
De ahí podemos ver la diferencia del error sobre la persona y error sobre la
cualidad de una persona causado por dolo.
En este canon se trata del error de derecho que versa sobre las propiedades
esenciales del matrimonio (c. 1056). Respecto de “la dignidad sacramental del
matrimonio”, no se puede considerar como propiedad esencial, es una cláusula de
Derecho Eclesiástico, que ya se encontraba en el canon 1084 del Código anterior, la
que afecta solamente a los matrimonios de los bautizados y se introdujo a petición de
la Congregación de la Doctrina de la Fe en el esquema de 1982. 191
consentimiento con ese error con el consentimiento matrimonial, y esto por tratarse
del simple error. Otra cosa es cuando el error lleva a excluir esas propiedades
esenciales, lo cual se verá en la Simulación.
Una cosa nos debe quedar clara: es diferente la esencia del matrimonio de las
propiedades esenciales del matrimonio. Eso no es imposible que alguien pueda
equivocarse sobre las propiedades esenciales del matrimonio sin que esto
conlleve error sobre la naturaleza o sustancia del matrimonio. No es igual el
matrimonio en su entidad natural que es diferente de que sea uno e
indisoluble.
192
La duda de derecho : ésta se da cuando la duda versa sobre el objeto de la ley, y también cuando se refiere
a la existencia de la ley. Por ejemplo si tal ley tenga fuerza obligatoria o directiva solamente, fuerza doctrinal o
disciplinaria solamente. Por tanto la duda de derecho puede ser sobre el objeto, sobre la existencia o sobre la
permanencia de la ley
113
193
Firme adhesión de la mente a algo conocible, sin temor de errar
194
Dictamen, juicio o parecer que se forma de una cosa cuestionable
114
En el acontecer ordinario de los hombres se tiene que todo aquel que manifiesta
externamente su consentimiento matrimonial, interiormente conciente también en él.
Por este hecho, que es de carácter universal, ha surgido una presunción de derecho
acerca de la conformidad entre la interna voluntad y su externa manifestación.
El § 1 del canon 1101, coincide con el mismo parágrafo del canon 1086 del Código
de 1917; la única diferencia es que en el canon 1101 se ha suprimido el adverbio
“siempre” . 195 La razón no es únicamente porque tal adverbio era inútil, sino porque
se trata del enunciado de un principio universal y constitutivo, que no se puede tomar
195
Canon 1086 § 1 “Se presume siempre que el consentimiento interno de la voluntad está en
conformidad con las palabras o los signos empleados en la celebración del matrimonio”
115
como algo temporal o transitorio como si alguna vez pudiera haber discrepancia
entre la voluntad interna (estructura interna esencial del matrimonio) y la externa
manifestación (estructura externa). Tal posibilidad jurídica no existe. Se trata de un
principio natural e inviolable, cuya trasgresión conlleva necesariamente la nulidad
del acto.
196
Canon 124 § 2 Se presume válido el acto jurídico debidamente realizado en cuanto a sus
elementos externos
116
197
“ La íntima comunidad de la vida y del amor conyugal, creada por Dios y sometida a sus leyes, se
inaugura con el contrato conyugal, es decir, con el consentimiento personal irrevocable. Así, con ese
acto humano con que los cónyuges mutuamente se entregan y pactan, surge una institución estable,
por ordenación divina, incluso ante la sociedad; este vínculo sagrado, con miras al bien, ya de los
cónyuges y su prole...” (Gozo y Esperanza, 48)
198
“Esta íntima unión, por ser una donación mutua de dos personas, así como el mismo bien de los
hijos, exigen la plena fidelidad de los esposos y urgen su indisoluble unidad.” (Gozo y Esperanza,
48 a)
117
Como exigencia del bien común, se requiere que el matrimonio sea voluntario y
libre. Es evidente que alguna libertad deben tener los contrayentes para su
matrimonio, pues es un contrato personal. La dificultad es saber qué grado de
libertad se requiere y si es suficiente, por derecho natural, para la validez del
matrimonio. Podemos decir que el derecho natural, de modo general, exige libertad,
la cual no debe estar muy disminuida.
Notemos que el canon 125 establece un principio general, pues el bien común exige
que los actos no se declaren írritos con mucha facilidad, sino que, en cuanto sea
posible, se mantengan en su valor natural.
Por esta razón, el Legislador supone que “El acto realizado por miedo grave
injustamente infundido, o por dolo...” 199 permanece sustancialmente libre y por
consiguiente es naturalmente válido, de ahí que determine que “es válido” en el
derecho canónico.
De otra parte, conviene que el Legislador proteja eficazmente a quien “por miedo
grave injustamente infundido, o por dolo” lo obligan a realizar algún acto, lo cual
realiza mediante dos remedios:
Uno de carácter general, la acción rescisoria contra el acto realizado por
miedo grave injustamente infundido, o por dolo;
Otro de carácter particular, determinado que los actos sean inválidos, es
decir, jurídicamente ineficaces.
199
Canon 125 § 1 Se tiene como no realizado el acto que una persona ejecuta por una violencia
exterior a la que de ningún modo ha podido resistir.
§ 2El acto realizado por miedo grave injustamente infundido, o por dolo, es válido, a no ser
que el derecho determine otra cosa; pero puede ser rescindido por sentencia del juez, tanto a
instancia de la parte lesionada o de quienes la suceden en su derecho, como de oficio.
119
Pero para que el miedo sea causa de la nulidad del matrimonio, se requiere:
Miedo extrínseco, que proviene de una causa externa, humana y libre, con lo
cual se distingue del miedo interno que proviene del mismo paciente, como
por imaginación, sugestión etc. Tampoco se trata del miedo proveniente de
causas naturales, un terremoto, una inundación etc.
Miedo grave: es decir, que objetivamente el mal sea de gran ponderación, que
no pueda evitarse sino contrayendo el matrimonio. La gravedad puede ser:
Absolutamente grave: si el mal es de tal ponderación que cause
perturbación en el ánimo de un varón constante, vgr. amenazas de muerte,
pérdida de bienes de fortuna, etc.
Relativamente grave: se tiene en cuenta no solamente el mal en sí mismo
sino la condición de la persona. Lo que no es un mal grave para un varón
normal y perfectamente equilibrado, puede serlo para un hombre enfermo,
una mujer delicada, una joven tímida.
La justa sospecha de males graves, que dadas determinadas circunstancias
es muy probable que se suceda un mal grave. La simple sospecha no es
fundamento para la nulidad de un matrimonio, pero sí aquella, ponderada,
que equivaldría a un miedo grave.
Miedo reverencial cualificado, éste no es de distinta naturaleza del miedo
común, pero sí es de naturaleza leve, pero puede llegar a ser grave, cuando
el contrayente teme, que de no aceptar el matrimonio como lo exigen sus
padres, podría producirse grave y duradera indignación de sus progenitores
o de quienes depende económica y afectivamente.
200
Vis compulsiva, vis corpori illata
201
“vis impulsiva, vis animo illata”
202
“instantis vel futuri periculi causa mentis trepidatio” (L. I, D. IV, 2)
120
Los requisitos legales para la manifestación del consentimiento, unos son de carácter
interno y otros externos. Sobre éstos últimos tratan los dos cánones que siguen: se
requiere la presencia física de los contrayentes o la presencia moral o por procurador.
Que el mandato procuratorio sea especial para contraer matrimonio con una
persona determinada
Que el procurador sea designado por el mismo mandante o contrayente y que
este ejerza su cometido personalmente sin serle posible delegarlo a otro no
obstante que tenga la autorización del mandante. 203
El mandato debe estar firmado por el mandante ante el Obispo o el párroco o
un sacerdote delegado o por dos testigos. A diferencia del Código anterior, ahora
se permite que el mandato se pueda hacer mediante documento auténtico según
las leyes civiles de cada país.
Para la validez, si el mandante no puede o no sabe escribir, se debe hacer
notar esta circunstancia, y entonces se agregará otro testigo, el cual debe firmar
también el escrito.
203
La Comisión Pontificia de Intérpretes respondió afirmativamente el 31 de mayo de 1949 (AAS.,
vol. XLI, [1949] pag. 427
122
En las grandes ciudades, las Curias disponen de algún sacerdote que conozca varios
idiomas para que atienda los matrimonios de los extranjeros.
123
6
LA FORMA DE CELEBRAR
EL MATRIMONIO
124
Este principio general tuvo diversas maneras, que constituyeron las diversas
liturgias de la Iglesia primitiva y que se enriquecieron más tarde con la
adición de elementos de la época al ritual litúrgico. En lo sustancial, la
expresión del consentimiento, fue igual en todas partes, no así en los ritos,
los cuales tuvieron la orientación de cada Obispo, para ser “In Domino”.
Fuera de la prescripción general, no hubo norma que fuera para toda la
Iglesia, las liturgias fueron en sus ritos, diversas, según cada región.
204
Eusebio, en su Historia de la Iglesia, escrita a principios del siglo IV, así se lee (III,36) “el famoso
Ignacio, celebrado por la mayor parte hasta el presente, que heredó el segundo lugar después de
Pedro en el episcopado de Antioquia”
205
PADRES APOSTOLICOS, B.A.C. pag. 500, n° 2
125
La Iglesia sí había hecho esfuerzos para evitar estos males, pero sin resultado
positivo, como en el pontificado del Papa Alejandro III, (1159-1181), que
quiso imponer que la celebración del matrimonio fuera pública, ante un
sacerdote o un notario, y esto para la validez del contrato. 206 Pero tal deseo
no llegó a ser real.
El 05 de julio de 1985, la Pontificia Comisión para la interpretación auténtica del Código de Derecho
Canónico respondió a la pregunta que
“Si fuera del caso urgente de peligro de muerte, el obispo Diocesano, según la
norma del canon 87 § 1, puede dispensar de la forma canónica del matrimonio de
dos católicos”
nulos semejantes contratos como en efecto los irrita y anula por el presente decreto.”
208
“Utrum extra casum urgentis mortis periculi Episcopus dioecesanus, ad norman can. 87 § 1
dispensare valeat a forma canonica in matrimonium duorum catholicorum. NEGATIVE
209
Urrutia, Francisco Javier, “Anotaciones” ad “Responsa Pontificiae Comminssionis Codicis Juris
Canoni authenticae intenpretando” en Periódica, vol. LXXIV [1985], pag. 624-628
127
De otra parte debemos considerar que el hecho del matrimonio es algo que
supera la esfera privada de los cónyuges, pues es más un acto de la
comunidad. Recorriendo la historia de las comunidades, podemos encontrar
cómo la costumbre y después el ordenamiento jurídico han regulado la
manera de darse el consentimiento matrimonial, única forma reconocida por
la comunidad.
210
Canon 1055 § 1: “La alianza matrimonial…fue elevada por Cristo a la dignidad de sacramento
entre bautizados”
211
Canon 840
212
Canon 1108
213
Canon 1059 “El matrimonio de los católicos, aunque esté bautizado uno solo de los contrayentes,
se rige no sólo por el derecho divino, sino también por el canónico, sin perjuicio de la competencia
de la potestad civil sobre los efectos meramente civiles del mismo matrimonio”. Sobre los efectos
del matrimonio se trata en los cánones 1134-1140
214
Canon 10 Se han de considerar invalidantes o inhabilitantes tan solo aquellas leyes en las que
expresamente se establece que un acto es nulo o una persona es inhábil.
129
eliminarlo. Con el decreto Tametsi del Concilio de Trento, 215 hasta entonces,
siglo XVI, la Iglesia no había dado norma alguna por la cual se estableciera
un forma jurídica necesaria para la validez de carácter universal.
.
6.3.- La Forma Canónica Ordinaria
Este canon hace una precisión al canon 1059 217 al afirmar que la validez del
matrimonio entre los bautizados, “aunque esté bautizado uno solo de los
contrayentes” se debe celebrar “ante el Ordinario del lugar o el párroco, o un
sacerdote o diácono delegado por uno de ellos para que asistan, y ante dos
testigos”
El canon 134 indica a quienes comprende con el nombre de Ordinario, 221 que
son diferentes de quienes tienen potestad ordinaria por razón del oficio,
como son el Obispo y el Párroco. Ambos pueden asistir al matrimonio por
tener facultades ordinarias por razón del oficio.
El canon advierte que ellos pierden tal facultad si estuvieran bajo una pena
medicinal o censura 222 o estuvieran suspendidos del oficio por una sentencia
o Decreto si la pena fuere ferendae sententiae o declarada si trataba de una
censura latae sententiae, pues si ésta no ha sido declarada, no se puede hablar
de pérdida de la facultad.
221
Canon 134 § 2º Por el nombre de Ordinario se entiende en derecho, además del Romano
Pontífice, los Obispos diocesanos y todos aquellos que, aun interinamente, han sido nombrados para
regir una Iglesia particular o una comunidad a ella equiparada según el can.368, y también quienes
en ellas tienen potestad ejecutiva ordinaria, es decir, los Vicarios generales y episcopales; así
también, respecto a sus miembros, los Superiores mayores de institutos religiosos clericales de
derecho pontificio y de sociedades clericales de vida apostólica de derecho pontificio, que tienen, al
menos, potestad ejecutiva ordinaria.
222
Las penas medicinales o Censuras, como lo indica el canon 1312, se detallan en los cánones 1331
al 1333 y tales censuras son: la excomunión, la suspensión y el entredicho
133
Canon 372 § 1 Como regla general, la porción del pueblo de Dios que
constituye una diócesis u otra Iglesia particular debe quedar circunscrita
dentro de un territorio determinado, de manera que comprenda a todos los
fieles que habiten en él.
223
Canon 107 § 1 Tanto por el domicilio como por el cuasidomicilio corresponde a cada
persona su propio párroco y Ordinario.
§2 Párroco y Ordinario propios del vago son los del lugar donde éste se encuentra
actualmente.
§3 También es párroco propio de aquel que tiene sólo domicilio o cuasidomicilio
diocesano el del lugar donde se encuentra actualmente.
134
El canon 1109 afirma, que “el Ordinario del lugar y el Párroco… en virtud del
oficio asisten válidamente a los matrimonios dentro de su territorio. Por tanto
sean súbditos o no lo sean gozan de facultades para presenciar matrimonios
dentro de su territorio. Esta normativa de la territorialidad para el matrimonio
se diferencia de la aplicación de la potestad ejecutiva, pues esa sí se puede
ejercer sobre los súbditos aún fuera de su territorio, como se establece en el
canon 136. 224
224
Canon 136 Se puede ejercer la potestad ejecutiva, aun encontrándose fuera del territorio, sobre
los propios súbditos, incluso ausentes del territorio, si no consta otra cosa por la naturaleza del
asunto o por prescripción del derecho; también sobre los peregrinos que actualmente moran en el
territorio, si se trata de conceder favores o de ejecutar las leyes universales y las particulares que
sean obligatorias para ellos según la norma del can. 13, § 2, n. 2
225
Canon 1115 Se han de celebrar los matrimonios en la parroquia donde uno de los contrayentes
tiene su domicilio o cuasidomicilio o ha residido durante un mes, o, si se trata de vagos, en la
parroquia donde se encuentran en ese momento; con licencia del Ordinario propio o del párroco
propio se pueden celebrar en otro lugar.
135
226
Canon 102 § 1 El domicilio se adquiere por la residencia en el territorio de una parroquia o
al menos de una diócesis, que o vaya unida a la intención de permanecer allí perpetuamente si nada
lo impide, o se haya prolongado por un quinquenio completo.
§2 El cuasidomicilio se adquiere por la residencia en el territorio de una parroquia o al
menos de una diócesis, que o vaya unida a la intención de permanecer allí al menos tres meses si
nada lo impide, o se haya prolongado de hecho por tres meses.
§3 El domicilio o cuasidomicilio en el territorio de una parroquia se llama parroquial;
en el territorio de una diócesis, aunque no en una parroquia, diocesano.
227
“La diócesis es una porción del Pueblo de Dios que se confía a un Obispo para que la apaciente
con la cooperación del presbiterio, de forma que unida a su pastor y reunida por él en el Espíritu
Santo por el Evangelio y la Eucaristía, constituye una Iglesia particular, en la que verdaderamente
está y obra la Iglesia de Cristo, que es Una, Santa, Católica y Apostólica.” (Christus Dominus 11)
136
Iglesia particular personal se erige sin límite territorial, por razón del rito de los
fieles o por razones similares y puede haber en un mismo territorio, varias
Iglesias Particulares Personales 228.
228
Can. 372 § 2. Sin embargo, cuando resulte útil a juicio de la autoridad suprema de la Iglesia,
oídas las Conferencias Episcopales interesadas, pueden erigirse dentro de un mismo territorio
Iglesias particulares distintas por razón del rito de los fieles o por otra razón semejante.
CHRISTUS 23-c. 2) La extensión del territorio diocesano y el número de sus habitantes, comúnmente
hablando, ha de ser tal que, por una parte, el mismo Obispo, aunque ayudado por otros, pueda
cumplir sus deberes, hacer convenientemente las visitas pastorales, moderar cómodamente y
coordinar todas las obras de apostolado en la diócesis; sobre todo, conocer a sus sacerdotes y a los
religiosos y seglares que tienen algún cometido en las obras diocesanas, y, por otra parte, se ofrezca
un campo suficiente e idóneo, en el que tanto el Obispo como los clérigos puedan desarrollar
útilmente todas sus fuerzas en el ministerio, teniendo en cuanta las necesidades de la Iglesia
universal.
229
Su fuente es el Documento CHRISTUS DOMINUS 43. “Exigiendo una atención especial el
cuidado espiritual de los militares, por sus condiciones especiales de vida, constitúyase en cada
nación, según sea posible, un vicariato castrense. Tanto el vicario como los capellanes han de
consagrarse enteramente a este difícil ministerio, de acuerdo con los Obispos diocesanos.
230
AAS, vol. LXXVIII, 1986, pag. 481-486
231
AAS, vol. LXXVII, 1985, pag. 1091-1092
232
AAS, vol. XLIII, 1951, pag. 562-565
137
El canon 1109 advierte que no poseen esa facultad, por razón del oficio,
quienes están excomulgados, en entredicho o suspensos del oficio. Si no
tienen la facultad de asistir válidamente, es claro que tampoco la pueden
delegar.
233
Instrucción Solemne Semper, II, XII y XVI
138
El mismo canon exige que sea de modo expreso, para evitar que se pueda
pensar en delegaciones presuntas o interpretativas y tácitas, pero es
suficiente la delegación expresa que se conceda de manera implícita. Debe
ser un acto de la voluntad del delegante que se manifieste en forma externa.
Tal delegación puede ser general y especial.
General: se delega para que asista a los matrimonios que se ocurran en los
límites de su competencia. Es necesario que se determine a quien se
delega, no para qué matrimonios se delega. Esta delegación se da por
escrito, esta no es para la validez, pues expresamente no se dice 234
Especial: para la validez requiere que sea dada para un matrimonio
determinado y naturalmente para un sacerdote determinado.
In solidum, “la potestad ejecutiva delegada a varios se presume delegada
solidariamente” (canon 140 § 3), Pero “el que de ellos comienza a actuar
excluye de la actuación a los demás” § 1.
6.2.3.- Subdelegación
Canon 10 Se han de considerar invalidantes o inhabilitantes tan solo aquellas leyes en las que
234
Como regla general se tiene que quien tiene potestad subdelegada para un
caso, éste no puede subdelegarla; si no la puede ejercer, no puede subdelegar
a otro para que lo remplace. Por esta razón, el sacerdote delegado para presenciar
un matrimonio, por quien tiene facultad delegada, no puede subdelegarla de nuevo.
235
Communicationes, vol. VIII, [1976], página 40 y en vol X [1978], pag.92
236
129 § 1º De la potestad de régimen, que existe en la Iglesia por institución divina, y que se llama
también potestad de jurisdicción, son sujetos hábiles, conforme a la norma de las prescripciones del
derecho, los sellados por el orden sagrado.
§ 2º En el ejercicio de dicha potestad, los fieles laicos pueden cooperar a tenor del derecho.
Canon 1113 Antes de conceder una delegación especial, se ha de cumplir todo lo establecido por
el derecho para comprobar el estado de libertad.
Canon 129 § 1º De la potestad de régimen, que existe en la Iglesia por institución divina, y que
se llama también potestad de jurisdicción, son sujetos hábiles, conforme a la norma de las
prescripciones del derecho, los sellados por el orden sagrado.
§ 2º En el ejercicio de dicha potestad, los fieles laicos pueden cooperar a tenor del derecho.
141
En cuanto al delegado, el can 1114, le exige, para que pueda lícitamente asistir
al matrimonio, que esté seguro del estado de libertad de los contrayentes, y
en cuanto sea posible de la licencia del párroco de los contrayentes. El
párroco que debe dar la licencia es aquel en cuya parroquia se debe celebrar el
matrimonio, según lo dispuesto por el canon 1115, y que concede licencia a
sus feligreses para que celebren su matrimonio en una parroquia diferente.
237
Canon 1066 Antes de que se celebre el matrimonio, debe constar que nada se opone a su
celebración válida y lícita.
142
El canon 1115, con una redacción más precisa, trae la misma doctrina del canon
1097 del Código anterior. La celebración del matrimonio, como hemos, impone al
párroco determinadas obligaciones para la lícita asistencia del matrimonio, de ahí
entonces que deba celebrarse ante el párroco propio y con licencia de éste se puede
celebrar en otro lugar. Las Conferencias Episcopales determinan qué requisitos se
deben cumplir, además de los exigidos por el Derecho universal.
No podemos olvidar que la forma canónica del matrimonio es una ley irritante,
mediante la cual se regula y ordena un derecho fundamental, reconocido por
el canon 1058, el derecho a contraer matrimonio. Pero ese derecho puede ser
limitado en razón del bien común, y entonces dice: “ a quienes el derecho no
se lo prohíbe”.
cual se pretendía establecer una excepción a la regla general del can. 11 CIC
acerca de la obligatoriedad de las leyes eclesiásticas, con el propósito de
facilitar el ejercicio del “ius connubii” a aquellos fieles que, a causa de su
alejamiento de la Iglesia, difícilmente hubieran observado la ley canónica que
exige una forma para la validez de su matrimonio.”
“Mientras tanto, la supresión de este inciso sobre la disciplina canónica del
matrimonio ha sido puesta en relación con una cuestión del todo diversa,
que reclamaba sin embargo una oportuna aclaración, y afectaba
exclusivamente a algunos países centroeuropeos: si trataba de la eficacia
eclesial de la eventual declaración hecha por un católico delante del
funcionario civil de impuestos de no pertenecer a la Iglesia Católica y en
consecuencia de no estar obligado a pagar la llamada tasa por el culto.
Para este concreto propósito, y por ello en ámbito distinto del estrictamente
matrimonial al cual hacía referencia el mencionado inciso en los tres cánones
del Código, fue realizado un estudio por parte del Pontificio Consejo para los
Textos Legislativos en colaboración con la Congregación para la Doctrina de
la Fe para precisar cuáles son los requisitos esenciales de la manifestación de
voluntad de defección de la Iglesia Católica. tales condiciones de eficacia
fueron indicadas en la Carta Circular a los Presidentes de las Conferencias
Episcopales que, con aprobación del Santo Padre Benedicto XVI, el Pontificio
Consejo para los Textos Legislativos envió el 13 de marzo de 2006 (cfr.
Communicationes XXXVIII (2006), 170-184).
“Desde la entrada en vigor del nuevo Motu proprio, por lo tanto, el can. 11
del Código de Derecho Canónico vuelve a adquirir pleno vigor por lo que
afecta al contenido de los cánones ahora modificados, también en los casos
en que haya ocurrido un abandono formal. En consecuencia, para regularizar
en adelante eventuales uniones hechas en la no observancia de estas reglas se
deberá recurrir, siempre que sea posible, a los medios ordinarios ofrecidos
para estos casos por el Código de Derecho Canónico: dispensa del
impedimento, sanación y otros.240
Desde 1983, por lo tanto, era válido el matrimonio entre dos personas si
ambos o uno de ellos, no siendo la otra parte católica han abandonado la
Iglesia mediante acto formal. En este caso los contrayentes contraen
matrimonio válido si usan cualquier forma, no solo la canónica, en que se
exprese su voluntad matrimonial. Este matrimonio, además, es sacramental
si ambos están bautizados. La solución adoptada generó, sin embargo
nuevos problemas.
El primero de ellos es el interpretativo. Es difícil determinar qué se ha de
entender por acto formal de abandono de la Iglesia Católica. Es evidente que
incluye a quienes hayan apostatado o hayan dado su nombre a otra
240
La razón de las dos modificaciones del Motu Proprio Omnium in mentem. Del artículo que
publicó el 15 de diciembre de 2009 Monseñor Francesco Coccopalmerio, Presidente del Pontificio Consejo para
los Textos Legislativos, con el título original
147
241
Canon 85 La dispensa, o relajación de una ley meramente eclesiástica en un caso particular,
puede ser concedida, dentro de los límites de su competencia, por quienes tienen potestad ejecutiva,
así como por aquellos a los que compete explícita o implícitamente la potestad de dispensar, sea por
propio derecho, sea por legítima delegación.
242
Canon 87§ 1º El Obispo diocesano, siempre que, a su juicio, ello redunde en bien espiritual de
los fieles, puede dispensar a éstos de las leyes disciplinares, tanto universales como particulares,
promulgadas para su territorio o para sus súbditos por la autoridad suprema de la Iglesia; pero
no de las leyes procesales o penales, ni de aquellas cuya dispensa se reserva especialmente a la
Sede Apostólica o a otra autoridad.
§ 2º Si es difícil recurrir a la Santa Sede y existe además peligro de grave daño en la demora,
cualquier Ordinario puede dispensar de tales leyes, aunque la dispensa esté reservada a la Santa
Sede, con tal de que se trate de una dispensa que ésta suela conceder en las mismas circunstancias,
sin perjuicio de lo prescrito en el can. 291.
243
AAS, vol. LXXXVII, 1985, pag. 771
148
Canon 1127 § 2. Si hay graves dificultades para observar la forma canónica, el Ordinario del lugar
244
de la parte católica tiene derecho a dispensar de ella en cada caso, pero consultando al Ordinario del
lugar en que se celebra el matrimonio y permaneciendo para la validez la exigencia de alguna forma
pública de celebración; compete a la Conferencia Episcopal establecer normas para que dicha
dispensa se conceda con unidad de criterio.
245
Canon 1079 § 1. En peligro de muerte, el Ordinario del lugar puede dispensar a sus propios
súbditos, cualquiera que sea el lugar donde residen, y a todos los que de hecho moran en su
territorio, tanto de la forma que debe observarse en la celebración del matrimonio como de todos y
cada uno de los impedimentos de derecho eclesiástico, ya sean públicos, ya ocultos, excepto el
impedimento surgido del orden sagrado del presbiterado.
§ 2. En las mismas circunstancias de las que se trata en el § 1, pero sólo para los
casos en que ni siquiera sea posible acudir al Ordinario del lugar, tienen la misma facultad de
dispensar el párroco, el ministro sagrado debidamente delegado y el sacerdote o diácono que asisten
al matrimonio de que trata el can. 1116 § 2.
149
.
“La competente autoridad eclesiástica territorial, de que se habla en el
artículo 22, párrafo 2, de esta Constitución, tiene la facultad, según la
norma del artículo 63, de elaborar un rito propio adaptado a las
costumbres de los diversos lugares y pueblos, quedando en pie la ley de
150
Son dos las partidas que pueden ser afectadas por notas marginales, la de
bautismo y la de matrimonio. Se denominan Notas marginales, porque antes
no quedaba lugar especial en los libros de bautismo y matrimonio y se
escribía al margen de la partida. Hoy día el formato autorizado por la
Conferencia Episcopal tiene al final de la partida espacio suficiente para
varias anotaciones.
Como la anotación del matrimonio se hizo en la partida de bautismo,
cualquier modificación se debe hacer también allí. En la partida de bautismo
se escribirá: “declarado nulo el matrimonio por sentencia del Tribunal
Eclesiástico de.... y confirmado por el tribunal único de Apelaciones de
fecha...” Sobre el matrimonio puede darse: convalidación, nulidad o dispensa
de rato y no consumado. En la partida de matrimonio puede darse
nota de convalidación y otras notas.
154
7
DE LOS MATRIMONIOS MIXTOS
155
249
El “actus formalis defectionis “ se traduce por “se ha apartado de ella por acto formal”,
“Omnium un mentem, fue dado el 26 de octubre del 2009. Toda la explicación estuvo dada por el
250
matrimonios.
El canon nos presenta la definición de matrimonio mixto aceptada por
tratarse de dos personas bautizadas, la licencia requerida ya nos indica que
se trata de la licitud y no de la validez. El bautismo 251 por el cual el
bautizado se incorpora a la Iglesia y se constituye persona con todos los
derechos y obligaciones, 252 al separarse por un acto formal 253 no participan de
la plena comunión, 254 pero como el bautismo es de carácter indeleble,
conservan alguna comunión aun no plena. 255 Pero la forma canónica le
obliga no obstante que se haya salido de la Iglesia.
251
El bautismo“por el cual los hombres son liberados de los pecados, reengendrados como hijos de
Dios e incorporados a la Iglesia, quedando configurados con Cristo por el carácter indeleble” (c. 849
§ 1)
252
Canon 96 Por el bautismo, el hombre se incorpora a la Iglesia de Cristo y se constituye persona
en ella, con los deberes y derechos que son propios de los cristianos, teniendo en cuenta la condición
de cada uno, en cuanto están en la comunión eclesiástica y no lo impida una sanción legítimamente
impuesta.
253
Cf. canon 1117. La separación por un acto formal se sucede cuando un fiel se adscribe a una
comunidad que no tiene comunión plena con la Iglesia Católica.
254
Canon 205 Se encuentran en plena comunión con la Iglesia católica, en esta tierra, los bautizados
que se unen a Cristo dentro de la estructura visible de aquella, es decir, por los vínculos de la
profesión de fe, de los sacramentos y del régimen eclesiástico.
255
“Sin embargo, los hermanos separados de nosotros, ya individualmente, ya sus Comunidades e
Iglesias, no disfrutan de aquella unidad que Jesucristo quiso dar a todos aquellos que regeneró y
convivificó para un solo cuerpo y una vida nueva, y que la Sagrada Escritura y la venerada
Tradición de la Iglesia confiesan. Porque únicamente por medio de la Iglesia Católica de Cristo, que
es el auxilio general de salvación puede alcanzarse la total plenitud de los medios de salvación.”
(Unitatis redintegratio, 3 e)
256
Ghirlanda, Gianfranco, “El Derecho en la Iglesia, misterio de comunión” Ed. Paulinas, Milán, 1990.
pag. 437, n. 457
157
9). Ese es el compromiso cristiano, pero “La fe es un don gratuito que Dios
hace al hombre. Este don inestimable podemos perderlo; S. Pablo advierte de
ello a Timoteo: "Combate el buen combate, conservando la fe y la conciencia
recta; algunos, por haberla rechazado, naufragaron en la fe" (1 Timoteo 1, 18-
19). Para vivir, crecer y perseverar hasta el fin en la fe debemos alimentarla
con la Palabra de Dios; debemos pedir al Señor que la aumente (cf Marcos 9,
24; Lucas 17, 5; 22, 32); debe "actuar por la caridad" (Gálatas 5, 6; cf Santiago
2, 14-26), ser sostenida por la esperanza (cf Romanos 15, 13) y estar enraizada
en la fe de la Iglesia.”257
“Ya desde los comienzos surgieron escisiones en esta una y única Iglesia
de Dios, las cuales reprueba gravemente el Apóstol como condenables; y
en siglos posteriores nacieron disensiones más amplias, y Comunidades
no pequeñas se separaron de la plena comunión de la Iglesia católica, a
veces no sin culpa de los hombres de una y otra parte. Sin embargo,
quienes ahora nacen en esas Comunidades y se nutren con la fe de Cristo
no pueden ser acusados de pecado de separación, y la Iglesia católica los
abraza con fraterno respeto y amor.” 258
Por acto formal entendemos que es ante todo un acto humano, que procede de
257
Catecismo Católico n. 162
258
Unitatis Redintegratio, n. 3.
259
Nuovo Dizionario di Diritto Canonico, por Carlos Corral Salvador, Velacio de Paolis y Gianfranco
Ghirlanda, Edición San Pablo, 1993
158
Ese acto formal, que puede ser a modo de una declaración, lo es también
cuando se inscribe o adhiere a una secta protestante o antirreligiosa. El hecho
de inscribirse o pertenecer a una secta, ya es un hecho formal de abandono
de la Iglesia católica.
Hay muchos que no practican su religión, y otros que de manera notoria han
abandonado la fe católica, pero no es abandono por acto formal y al desear
contraer matrimonio por lo católico, muchas veces ellos mismos no quieren
porque nada les dice el matrimonio sacramento, pero la novia o la familia
insisten que sea por la Iglesia y ellos lo aceptan como exigencia, pero sin fe.
Este caso está comprendido en el numeral 4° del canon 1071 § 1 que
“Excepto en caso de necesidad, nadie debe asistir sin licencia del Ordinario
del lugar: 4° al matrimonio de quien notoriamente hubiera abandonado la fe
católica.”
260
Canon 221
261
Canon 205
159
Al tratar de estas exigencias especiales hay que poner atención en estos puntos:
262
“Para evitar la invalidez de los matrimonios celebrados entre orientales católicos y no católicos
bautizados, y para proteger la firmeza y santidad conyugal y la paz doméstica, establece el Santo
Concilio que la forma canónica de la celebración de estos matrimonios les obligue sólo para la
licitud, y que baste para la validez la presencia del ministro sagrado, con tal que se guarden las
otras normas requeridas por el derecho.” (Orientalium AEcclesiarum, 18)
263
Canon 90 §1 No se dispense de la ley eclesiástica sin causa justa y razonable, teniendo en
cuenta las circunstancias del caso y la gravedad de la ley de la que se dispensa; de otro modo, la
dispensa es ilícita, y si no ha sido concedida por el mismo legislador o por su superior, es también
inválida.
264
Canon 127 § 2 Cuando el derecho establece que, para realizar ciertos actos, el Superior
necesita el consentimiento o consejo de algunas personas individuales:
1.º.Si se exige el consentimiento, es inválido el acto del Superior en caso de que
no pida el consentimiento de esas personas o actúe contra el parecer de las
mismas o de alguna de ellas;
265
Ubi lex non distinguit nec nos distinguere debemus (Donde la ley no distingue nosotros tampoco
debemos distinguir)
266
Solamente se admite en los casos señalados en el canon 844
165
267
Publicado por Conferencia Episcopal de 1975, como resultado de la Asamblea Plenaria XXXI
268
página 36
166
Las normas que se han estudiado para matrimonios mixtos, son las mismas
que se deben seguir para los matrimonios de disparidad de cultos. La noción
y otras explicaciones se pueden ver en Matrimonio I, página 76. El
impedimento dirimente de Disparidad de cultos se sucede en un matrimonio
de dos personas una de las cuales es bautizada en la Iglesia Católica y permanece
en ella y la otra persona no está bautizada.
Matrimonio Mixto Disparidad de cultos
Entre dos personas bautizadas, una Entre dos personas una de las cuales fue
en la Iglesia católica y permanece Bautizada en la Iglesia católica y
en la Iglesia y otra adscrita a una Permanece en la Iglesia y otra
iglesia o comunidad eclesial que no bautizada.
no está en plena comunión con la (ver canon 1086)
Iglesia católica. (ver canon 1124) Es impedimento dirimente
No es impedimento dirimente
167
8
De a celebración Matrimonio en Secreto
La norma canónica exige que la solicitud de licencia tenga como causal una
causa grave para que el Ordinario pueda autorizar la celebración secreta, de
esta manera se evita la clandestinidad del matrimonio, rechazada por el
Concilio de Trento. Se pueden presentar como causales para la licencia,
causas sociales, religiosas, económicas, con tal que no se trate de un engaño
para ocultar algún problema de orden civil. La interpretación de las causales
ha de ser estricta. 271
269
Canon 1104 del Código de 1917
270
Communicationes, vol. V [1973] pag. 74
271
Canon 18 Las leyes que establecen alguna pena, coartan el libre ejercicio de los derechos, o
contienen una excepción a la ley, se deben interpretar estrictamente.
169
9
DE LOS EFECTOS MATRIMONIO
de la potestad civil sobre los efectos meramente civiles del mismo matrimonio.
276
Gozo y Esperanza 48
277
Catecismo Católico n. 1641
173
278
Apostolicam Actuositatem, 11 c
174
279
Gozo y Esperanza, 50
280
Familiaris Consortio, 14
175
Patria potestad, se llama así a la relación de los padres para con los hijos
que se fundamenta en el deber de los padres de criar y educar a sus hijos. 281
Esa potestad sobre los hijos no es un poder absoluto se ha de ejercer en
beneficio de los hijos, de acuerdo con su personalidad. Sobre el bautismo
han de intervenir ambos padres. 282
Corresponde la patria potestad por igual a ambos padres, pues viviendo
juntos, las decisiones referentes a los hijos no emancipados habrán de ser
tomadas de común acuerdo. Si los padres se hallan separados, la patria
potestad la ejercerá aquel que conviva con el hijo.
Se pierde la potestad sobre el menor por incumplimiento de los deberes
inherentes a ella, como consecuencia de una sanción penal, pero no la
obligación.
La patria potestad tiene su especial significado en el deber de los padres de
velar por sus hijos: cuidarlos de acuerdo a su edad; tenerlos en su compañía
y darles trato afectuoso; alimentarlos, educarlos y procurarles una
formación integral, tanto física como moral, religiosa 283 e intelectual, en la
medida de sus posibilidades.284 Están facultados para corregirlos de manera
281
Canon 793 § 1 Los padres y quienes hacen sus veces tienen la obligación y el derecho de educar a
la prole; los padres católicos tienen también la obligación y el derecho de elegir aquellos medios e
instituciones mediante los cuales, según las circunstancias de cada lugar, puedan proveer mejor a la
educación católica de los hijos.
§2 También tienen derecho los padres a que la sociedad civil les proporción las ayudas
que necesiten para procurar a sus hijos una educación católica.
282
Canon 868 § 1 Para bautizar lícitamente a un niño, se requiere:
1.º.que den su consentimiento los padres, o al menos uno de los dos, o quienes
2.º.legítimamente hacen sus veces
3.º.que haya esperanza fundada de que el niño va a ser educado en la religión
4.º.católica; si falta por completo esa esperanza, debe diferirse el bautismo, según
las disposiciones del derecho particular, haciendo saber la razón a sus padres.
§2 El niño de padres católicos, e incluso de no católicos, en peligro de muerte puede
lícitamente ser bautizado, aun contra la voluntad de sus padres.
283
Canon 774 § 2 Antes que nadie, los padres están obligados a formar a sus hijos en la fe y en
la práctica de la vida cristiana, mediante la palabra y el ejemplo; y tienen una obligación semejante
quienes hacen las veces de padres, y los padrinos
284
Canon 914 Los padres en primer lugar, y quienes hacen sus veces, así como también el párroco,
tienen obligación de procurar que los niños que han llegado al uso de razón se preparen
convenientemente y se nutran cuanto antes, previa confesión sacramental, con este alimento divino;
corresponde también al párroco vigilar para que no reciban la santísima Eucaristía los niños que aún
no hayan llegado al uso de razón, o a los que no juzgue suficientemente dispuestos.
176
Respecto de la relación de los padres para con los hijos, hemos de considerar
tres momentos importantes: la filiación, la legitimidad y la legitimación.
9.1.4.1.- La filiación
9.1.4.2.- La legitimidad
285
Canon 984 del Código de 1917: “Son irregulares por defecto: 1° Los hijos ilegítimos tanto si la
ilegitimidad es pública como si es oculta, a no ser que hayan sido legitimados o hayan profesión de
votos solemnes”. En los cánones 1041 y 1042 del Nuevo Código no presentan esta irregularidad.
286
Los hijos habidos en el matrimonio o fuera de él, adoptados o procreados naturalmente o con
asistencia científica, tienen iguales derechos y deberes. (Constitución Colombiana art. 42)
178
La presunción 287 del canon 1138 § 1 se podría decir que es una presunción de
legitimidad porque la paternidad está demostrada por el matrimonio. Pero
teniendo en cuenta el texto mismo del canon se trata de una presunción de
filiación de la cual se deduce la legitimidad de los hijos nacidos de
matrimonio (válido o putativo). Esta presunción que se recoge del Código
del 17 (canon 1115 § 1) su origen es del Derecho Romano, en el cual se tenía
por padre quien era esposo de la mujer que ha dado a luz el hijo.
El canon 1137 llama hijos legítimos a los nacidos dentro del matrimonio de sus
padres y el canon 1139 se refiere a los hijos nacidos antes del matrimonio de sus
padres, los cuales se legitiman el subsiguiente matrimonio. La normal actual a
diferencia de la contenida en el canon 1116 288 del Código de 1917, es más
amplia, pues se concede la legitimación sin restricción alguna. Al hablar de
matrimonio subsiguiente se entiende que es posible el matrimonio, sea que
haya impedimento, pero dispensable o que no lo haya.
no es posible el matrimonio para que los hijos sean legítimos. Por rescripto
de la Santa Sede se puede obtener la legitimación. Serán hijos legítimos por
concesión especial del Romano Pontífice. En el Rescripto se indicarán los
alcances de la legitimación.
Canon 1140 Por lo que se refiere a los efectos canónicos, los hijos
legitimados se equiparan en todo a los legítimos, a no ser que en el
derecho se disponga expresamente otra cosa.
Debemos recordar que los efectos del matrimonio, unos son naturales,
sacramentales otros y civiles otros. Pero ninguno de estos efectos los concede
ni la Iglesia ni el Estado. Ambos, Iglesia y Estado reconocen lo que por
naturaleza corresponde al matrimonio, pero ambos, Iglesia y Estado, regulan
esos derechos a fin de que sean claros y reciban la protección necesaria para
ejercerlos. Esos efectos son dados por el autor del matrimonio y deben ser
reconocidos por todas la entidades.
y entonces regula los derechos y deberes para que dentro de la sociedad civil
los puedan ejercer y hacer valer. A nadie se oculta la necesidad de regular
que tiene el Estado sobre los bienes de la sociedad conyugal, pues cómo se
ejercería el derecho de propiedad sin la ley. La Constitución colombina en el
artículo 42 reconoce los efectos y declara su autoridad para regularlos. 290
10
De la separación cónyuges
290
“La ley podrá determinar el patrimonio familiar inalienable e inembargable. La honra, la
dignidad y la intimidad de la familia son inviolables. Los matrimonios religiosos tendrán efectos
civiles en los términos que establezca la ley...Los efectos civiles de todo matrimonio cesarán por
divorcio con arreglo a la ley civil. También tendrán efectos civiles las sentencias de nulidad de los
matrimonios religiosos dictadas por las autoridades de la respectiva religión, en los términos que
establezca la ley.” (Art. 42)
181
La indisolubilidad es;
Intrínseca, (es absoluta), es decir, que el vínculo matrimonial no
puede disolverse por voluntad de los contrayentes;
Extrínseca, (es absoluta), que ninguna autoridad humana puede
disolver el matrimonio rato y consumado
El matrimonio de los bautizados. elevado por Cristo a la dignidad de
sacramento, ningún poder humano lo puede disolver. Sólo la muerte puede
disolver la unidad matrimonial. El canon habla de la absoluta
indisolubilidad matrimonio rato y consumado.
Art. 1.
Son abolidos los artículos 67 y 68 de la mencionada Constitución Apostólica
Pastor Bonus.
Art. 2.
El artículo 126 de la Constitución Apostólica Pastor Bonus es modificado
según el siguiente texto:
«Art. 126 § 1. Este Tribunal actúa como instancia superior en el grado de
apelación, ante la Sede Apostólica, con el fin de tutelar los derechos en la
Iglesia, provee a la unidad de la jurisprudencia y, a través de sus sentencias,
sirve de ayuda a los tribunales de grado inferior.
186
El canon simplemente dice: “puede ser disuelto con causa justa por el Romano
Pontífice”. Sobre la potestad del Romano Pontífice, el canon 1698 afirma:
304
El canon 643 § 1 “Es admitido inválidamente al noviciado...2° un cónyuge, durante el
matrimonio”
305
Vermeersch – Creusen, “Epitome Iuris Canonici”, Roma 1954, Tomo II, pag.297 n. 425
187
Esta potestad del Romano Pontífice y praxis posterior se apoya en las varias
Decretales de Alejandro III, 306 praxis que se hizo frecuente en el siglo XIV. 307
Se afirma. “La Iglesia, en virtud de la potestad que le ha concedido
Jesucristo, puede disolver el matrimonio de sus súbditos, si no ha sido
consumado.” 308 Pero siempre se hace relación a la praxis de la Iglesia: “De la
práctica de la Iglesia consta que le fue concedida al Romano Pontífice por
Cristo esta facultad ministerial o Vicaria. Pues de la sola potestad de
jurisdicción no se deriva, sin embargo en las cuestiones que interesan a la
santidad de las costumbres , no se puede admitir error en los Romanos
Pontífices, quienes frecuentemente, usaron esta facultad de conceder la
disolución del vínculo, como segura.”309
La causa justa requerida no puede ser otra que “el favor de la fe”, que es
similar a otras como “la salvación de las almas” 312 y el “bien espiritual”. 313
Esta causa justa se requiere para la validez porque la dispensa no se da sobre
una ley eclesiástica, que entonces la causa justa para la dispensa no sería
necesaria si la dispensaba el Papa sino que se trata de la dispensa de una ley
divina, como es la indisolubilidad de todo matrimonio, que lo hace en su
condición de vicario de Cristo en la tierra, razón por la cual se llama potestad
vicaria.
311
Communicationes, vo. XX, 1988 pag. 78-84
312
Canon 1752
313
Christus Dominus 8 b
314
Canon 1061 § 1 El matrimonio válido entre bautizados se llama sólo rato, si no ha sido consumado ;
189
“A los demás les digo yo, no el Señor: si algún hermano tiene una mujer no
creyente, y ella consiente en habitar con él, no la despida; y si alguna
mujer tiene un marido no creyente, y éste consiente en habitar con ella, no
despida al marido. Porque el marido no creyente es santificado por la
mujer, y la mujer no creyente es santificada por el hermano. De no ser así,
vuestros hijos serían impuros, y ahora son santos. Pero si el no creyente
se separa, que se separe. En este caso, ni el hermano ni la hermana quedan
ligados; porque Dios nos ha llamado a vivir en paz.
La nueva instrucción sobre las normas del proceso de disolución del vínculo
matrimonial en favor de la fe Dada la Congregación para la Doctrina de la
Fe, del 30 de abril de 2002, memoria de San Pío V. Fue firmada por + Joseph
Card. Ratzinger, Prefecto +Tarcisio Bertone, S.D.B., Arzobispo emérito de
Vercelli, Secretario
318
Canon 87 § 1 El Obispo diocesano, siempre que, a su juicio, ello redunde en bien espiritual de los
fieles, puede dispensar a éstos de las leyes disciplinares, tanto universales como particulares,
promulgadas para su territorio o para sus súbditos por la autoridad suprema de la Iglesia; pero no
de las leyes procesales o penales, ni de aquellas cuya dispensa se reserva especialmente a la Sede
Apostólica o a otra autoridad.
319
Canon 90 § 1 No se dispense de la ley eclesiástica sin causa justa y razonable, teniendo en
cuenta las circunstancias del caso y la gravedad de la ley de la que se dispensa; de otro modo, la
dispensa es ilícita, y si no ha sido concedida por el mismo legislador o por su superior, es también
inválida.
320
“para en el tiempo futuro aparezca esta necesidad o que el interpelado no responde, o porque no
se sabe donde está, o porque ha dado prueba con hechos de su abierta oposición”(Santo Oficio, 11
de junio de 1760) Otro motivo que se puede añadir es cuando la parte no católica contrajo
matrimonio civil con otra persona.
193
Como el caso puede suceder en territorio de misión y por la falta de católicos el bautizado se ve
321
El Código actual trae estas novedades, que la parte católica pueda contraer
matrimonio mixto o de disparidad de cultos, y esto por tener como fuente
las facultades del Motu Proprio Pastorale Munus, del Papa Paulo VI. 322 Surge
una pregunta al respecto y es si el matrimonio se disuelve por el Privilegio
Paulino o por la potestad Vicaria del Romano Pontífice, en el caso del
matrimonio mixto o en el de disparidad de cultos, a los que amplía el código
actual.
Canon 1147 Sin embargo, por causa grave, el Ordinario del lugar
puede conceder que la parte bautizada, usando el privilegio
paulino, contraiga matrimonio con parte no católica, bautizada o
no, observando también las prescripciones de los cánones sobre los
matrimonios mixtos.
El Legislador afirma que el Ordinario del lugar puede dispensar, por causa
grave, a la parte católica para que contraiga matrimonio mixto o de
disparidad de cultos usando el privilegio paulino. El matrimonio natural se
disuelve ciertamente ya sea por el privilegio paulino o por la potestad
ministerial de la Iglesia. Pero en el caso se trata de la disolución del vínculo
por el privilegio paulino, el cual le da derecho a la parte católica para contraer
322
El Obispo diocesano tiene facultad “de dispensar , si urge una causa justa y grave, los
impedimentos de mixta religión y de disparidad de cultos, aun en el caso de uso del privilegio
paulino, quedando a salvo lo que se prescribe en los cánones 1061-1064 del Código de Derecho
Canónico” (del Código de 1917), en AAS, vol. LVI [1964], página 9, n° 20
196
nuevas nupcias con parte católica, pues la razón del privilegio paulino es la
protección de la fe del católico. Al no poderlo contraer con parte católica, es
decir bautizada y en comunión plena con la Iglesia católica, por causa grave,
el obispo dispensa para que lo pueda hacer con parte separada de la Iglesia
(matrimonio mixto) o con parte no bautizada (disparidad de cultos)
323
Navarrete, U. “Poteestas vicaria Eclesiae: Evolutio historica conceptus atque observationes atenta doctrina
Concilii Vaticai II”, en Periódica, vol LX [1971] pag. 419 ss
324
Navarrete, Urbano, s.j.“De termino Privilegium Petrinum, non adhibendo”, en PERIODICA,
tomo LIII, 1964, páginas 323 al 375
325
Navarrete, Urbano, s.j.“De termino Privilegium Petrinum, non adhibendo”, en PERIODICA, tomo
LIII, 1964, página 345
326
Canon 1142 El matrimonio no consumado entre bautizados, o entre parte bautizada y parte no
bautizada, puede ser disuelto con causa justa por el Romano Pontífice, a petición de ambas partes o
de una de ellas, aunque la otra se oponga.
197
numerosos teólogos, quienes afirman que no tiene potestad sino sobre los
bautizados, aunque uno solo sea el bautizado y esto lo dicen basados en lo
que San Pablo afirma: “Pues ¿por qué voy yo a juzgar a los de fuera? ¿No
juzgáis vosotros a los de dentro? A los de fuera los juzgará Dios.” (1ª
Corintios 5,12-13). Tal opinión fue perdiendo valor, pues el contexto no lo
analizaron y en la praxis de la Iglesia existe la disolución de muchos
matrimonios de infieles sin que haya la conversión de alguno de ellos. Pío
XII, en virtud de esa potestad, como Vicario de Cristo, disolvió muchos
matrimonios de infieles. La razón es porque la potestad ministerial de la
Iglesia es para todos los hombres como lo estableció Cristo. 327 De ellos hablo
Pío XII en su alocución a la rota Romana el 3 de octubre de 1941. 328
Para una mejor comprensión de tal praxis de la Iglesia, conviene recurrir a
los fundamentos y el canon 1125 del Código de 1917, cita las Constituciones
dadas por varios Romanos Pontífices en las que se indica la existencia de la
potestad pontificia.
hacer. Advirtió sí que las soluciones “que fueron dadas para determinados
lugares, se extienden también a las demás regiones en las mismas
circunstancias”.
329
Lazcano J. “Potestad del Papa en la disolución del matrimonio de infieles” (Madrid, 1945, pag. 118-130).
Citado Por U. Navarrete en De termino Privilegium Petrinum, non adhibendo”, en PERIODICA,
tomo LIII, 1964, página 346-347
330
Navarrete, Urbano, s.j. “De termino Privilegium Petrinum, non adhibendo”, en PERIODICA, tomo
LIII, 1964, página 347
199
331
“Con gran alegría espiritual de nuestra alma hemos sabido que muchos indígenas de la India
ortiental y meridional...se proponen abrazar la verdad de la fe católica...Respecto a sus matrimonios
mandamos que se observe lo siguiente, los que antes de su conversión tenían, según las costumbres
de ellos varias esposas y no recuerdan cual fue la primera que tomaron, una vez convertidos a la fe,
tomarán una de ellas, la que quieran, para contraer con la misma matrimonio...y los que recuerdan
cuál tomaron primero, deben conservar esta, separándose de las otras. Les concedemos, asimismo ,
que si son parientes aun en tercer grado de consanguinidad o de afinidad, no se les impida el
matrimonio en tanto esta Santa Sede no tuviere a bien disponer lo contrario” (Traducción de
Mígueles), en Derecho canónico, B.A.C. de 1917, pag. 872, Documento IV
332
“A todos los Obispos de la India Oriental y Meridional”. Esta división territorial fue hecha por
Alejandro VI en la Bula “Inter caetera” del 4 de mayo de 1493. Por la publicación de las llamadas
Bulas Alejandrinas que fueron cuatro, dadas entre abril y septiembre de 1493, por las cuales el Papa
Alejandro VI donaba a los Reyes Católicos españoles, las islas descubiertas y por descubrir que se
encontrasen por occidente y que no perteneciesen a ningún príncipe cristiano. Los límites se fijaron
así: la línea divisoria de norte a sur era de unas 100 leguas (aproximadamente 483 kilómetros) al
oeste de las islas Azores y de las islas de Cabo Verde; todos los territorios al este de esta línea
pertenecerían a Portugal, mientras que los que quedaban al oeste serían posesiones españolas.
333
“Nos...a tenor de las presentes letras, declaramos con autoridad apostólica que los indios ya
bautizados...y los que en adelante se bauticen, pueden permanecer, como con esposa legítima,
separándose de las otras, con aquella de sus esposas que se haya bautizado o se bautice con ellos y
que tal matrionio entre ellos es firme y legítimo.”
200
Paulo III “Altitudo” San Pío V “Romani Pontificis” Gregorio XIII “Populis”
“El que antes de su “Los indios ya bautizados y los El problema que se plateaba no
conversión tenía varias que se bauticen después, pueden era por la poligamia sino por la
esposas y no recuerda cual permanecer como con esposa separación de los cónyuges
fue la primera, una vez legítima con aquella de sus debido a la deportación de
convertido a la fe, tomará esposas que se haya bautizado o esclavos. “Después de haber
una de ellas.” se bautice con ellos” celebrado su matrimonio en rito
gentil son llevados fuera de su
Canon 1148 Canon 1148 patria a regiones muy remotas,
“Al recibir el bautismo un no El canon avanzó más al permitir quedando separados de sus
bautizado que tenga que el bautizado elija una cónyuges, y después se
simultáneamente varias cualquiera de sus esposas, sin convierten a la fe, esos
mujeres no bautizadas, si le exigir el bautismo. matrimonios son firmes, no
resulta duro permanecer con pueden disolverse, damos
la primera, puede quedarse facultades para dispensarlos”
con una de las otras.”
Canon 1149
Estos casos refieren a El bautizado , a quien una vez
situaciones de poligamia, que recibido el bautismo en la
al bautizarse no pueden Iglesia católica , no le es posible
334
“Como sucede frecuentemente que muchos infieles de uno y otro sexo, pero sobre todo varones,
procedentes de Angola, Etiopía, Brasil y otras regiones de las Indias, después de haber clebrado matrimonio en
rito gentil, apresados por sus enemigos, son llevados fuera de su patria a regiones muy remotas y separados de
sus propios cónyuges, de tal manera que tanto ellos coo los que permanecen cautivos en la patria, y después se
convierten...con autoridad apostólica y a tenor de las presentes letras concedemos a todos y a cada uno de los
Ordinario y párrocos de dichos lugares y a los sacerdotes de la Compañía de Jesús...plena facultad de
dispensar a los fieles de uno y otro sexo que, habiendo...contrajeran matrimonio antes de recibir el bautismo y
más tarde se convirtieran a la fe, para que cualquiera de ellos, viviendo el cónyuge infiel, y sin pedir su
consentimiento o sin esperar su respuesta, pueda contraer matrimonio con cualquiera fiel, aunque sea de otro
rito...”
201
El resumen de las Constituciones no es literal sino que se han reducido sin poner
puntos suspensivos.
Después del Concilio Vaticano II, el Sumo Pontífice Pablo VI consideró que
toda esta materia habría de ser examinada a fondo y que la Instrucción del
año 1934 debería ser revisada y acomodada a las nuevas circunstancias.
Terminado este trabajo, la Congregación para la Doctrina de la Fe, el 6 de
diciembre de 1973 publicó la nueva Instrucción para la disolución del
matrimonio en favor de la fe, junto con las Normas procesales anejas. No
obstante, al igual que se había hecho en la publicación de la Instrucción del
año 1934, tampoco esta fue publicada en AAS, sino que se comunicó
prudentemente a los Ordinarios del lugar. Posteriormente fue divulgada en
numerosos periódicos.
Mientras el Código de Derecho Canónico estaba en revisión, se redactaron
los esquemas de los cánones en los que se proponían sintéticamente los
principios de derecho sustantivo y las normas procesales para la disolución
del vínculo matrimonial en favor de la fe. Sin embargo, pareció más
oportuno a la Autoridad Superior que esta difícil materia no se incluyera en
el Código, sino que se remitiera a normas particulares, aprobadas
especialmente por el Sumo Pontífice y publicadas por la Congregación para
la Doctrina de la Fe. Pero ahora, después de promulgados el Código de
Derecho Canónico y el Código de Cánones de las Iglesias Orientales, las
Normas para la disolución del vínculo, revisadas y acomodadas a la
legislación vigente, fueron enviadas a los Obispos diocesanos y eparquiales
para ser introducidas en la praxis de las curias, tanto en lo que se refiere a los
casos que han de ser admitidos según los principios sustanciales, como en lo
que afecta a la instrucción del proceso, antes de que las actas sean enviadas a
esta Congregación para la Doctrina de la Fe.
Para que los fieles no sufran daño espiritual y temporal, los Obispos cuiden
atentamente que los casos para la disolución del vínculo en favor de la fe, si
se dieran en su diócesis, antes de que sean aceptadas, sean sometidas a un
diligente examen, según las Normas anejas, para comprobar si pueden ser
admitidas realmente; y si pareciere que deben ser admitidas, procuren
también los Obispos que el proceso en la diócesis se instruya fiel y
diligentemente, según las mismas Normas, de modo que las actas que han de
ser enviadas a esta Congregación estén instruidas completamente y
redactadas rectamente en todos sus aspectos.
205
Si comparamos este canon con el canon 1060, 335 vemos que es una excepción,
por cuanto la Iglesia le da primacía o tutela a la fe sobre el principio de
validez del matrimonio. En otras palabras el favor de la fe prevalece sobre el
favor del matrimonio. La razón expuesta por la comisión revisora del Código
es lógica: “en el caso del privilegio de la fe, el matrimonio anterior se
disuelve por el subsiguiente matrimonio” 336 Es decir que en el caso no
estamos ante la disolución del matrimonio, sino ante una presunción de
invalidez del matrimonio contraído entre dos no bautizados, en caso de duda
sobre su validez por la aplicación de privilegio de la fe.
Las causas son diversas como distintas son las personas, así lo considera el
Papa Juan Paulo II: “Motivos diversos, como incomprensiones recíprocas,
incapacidad de abrirse a las relaciones interpersonales, etc., pueden conducir
dolorosamente el matrimonio válido a una ruptura con frecuencia
irreparable. Obviamente la separación debe considerarse como un remedio
extremo, después de que cualquier intento razonable haya sido inútil.
338
Catecismo Católico 1649.
339
Familiaris Consotio 83
207
petición de las partes”340 Lo conveniente pues, es que las partes puedan elegir
una u otra forma, la administrativa o la judicial. El problema es por la
diversidad de Concordatos que la Santa Sede tiene con muchos países, en los
que se contemplan diversas formas, de ahí que el canon deje a la
determinación del Ordinario.
340
AAS vol. XXVI [1932] pag. 234
341
Canon 1671 Las causas matrimoniales de los bautizados corresponden al juez eclesiástico por derecho
propio.
209
342
“Ese amor, ratificado por la mutua fidelidad y sancionado explícitamente por el sacramento de
Cristo, permanece fiel indisolublemente en medio de la prosperidad y adversidad de cuerpo y mente, y por lo
mismo, permanece extraño a toda forma de adulterio o divorcio”. (Gozo y Esperanza 49 b)
343
Regatillo, Eduardo, “Ius Sacramentarium”, 4ª edición, Santander, 1964, pag. 886, n° 1427
344
Según la Regula Juris in VI°, n° 27: “scienti et conscienti non fit injuria” (al que sabe y consciente
no se le hace injuria)
210
Por dos veces insiste el canon en recomendar al cónyuge inocente, que antes
que usar de su derecho de separación, considere entre otros motivos el
perdón como señal de la caridad cristiana, el bien de la misma familia, la cual
puede traumatizarse no solo económicamente sino moralmente y los hijos,
quienes más van a sufrir por el escándalo y los disgustos entre sus
progenitores. Pero los casos son diversos y tienen distinta connotación. No es
lo mismo quien una vez cayó a quien está organizando otro hogar,
descuidando su compromiso con su hogar. También hay casos en que el
cónyuge inocente no quiere perdonar porque el adulterio es constante y tiene
que sufrir la situación por carecer de medios para separarse.
345
El Código anterior, canon 1131 § 1 hablaba de la sevicias: “si con sus sevicias hace la vida común
demasiado difícil” El Diccionario de la Real Academia de la lengua define sevicias “1. f. Crueldad
excesiva.
2. Trato cruel”
213
ART. 1
LA CONVALIDACION SIMPLE
DEL MATRIMONIO
válido pero no cuando cesa el impedimento por dispensa o porque cesa por
su misma naturaleza como el de edad, sino cuando se da la causa eficiente
del matrimonio, el consentimiento matrimonial.
Para que sea posible la convalidación, debe ser posible que el impedimento
desaparezca y que este impedimento se oculto o que se trate defecto de
consentimiento oculto. Por tanto si el impedimento o defecto de
consentimiento es público, no es posible la convalidación. Se debe celebrar
el matrimonio si ha cesado el impedimento y si son hábiles para dar el
consentimiento matrimonial (cf, c.1095) pues de lo contrario no se podrá
hacer la convalidación. Por ejemplo, en el caso de impedimentos de derecho
divino como el ligamen y la impotencia, debido a que estos impedimentos
permanecen y no pueden dispensarse, no es posible la convalidación.
Art. 4. El texto del canon 1117 del Código de derecho canónico queda
modificado así:
Art. 5. El texto del canon 1124 del Código de derecho canónico queda
modificado así:
Dado en Roma, junto a San Pedro, el día 26 del mes de octubre del año 2009, quinto de nuestro
346
a tenor del § 1, haya otra celebración religiosa del mismo matrimonio para
prestar o renovar el consentimiento matrimonial; así mismo, no debe hacerse
una ceremonia religiosa en la cual, juntos el asistente católico y el ministro no
católico y realizando cada uno de ellos su propio rito, pidan el
consentimiento de los contrayentes.
Art. 2
LA SANACION EN LA RAIZ
Cánones 1161-1165
347
Canon 1074 “Se considera público el impedimento que puede probarse en el fuero externo; en
caso contrario es oculto
348
1108§ 1 Solamente son válidos aquellos matrimonios que se contraen ante el Ordinario del
lugar o el párroco, o un sacerdote o diácono delegado por uno de ellos para que asistan, y ante
dos testigos, de acuerdo con las reglas establecidas en los canones que siguen, y quedando a
salvo las excepciones de que se trata en los cann. 144, 1112, §1; 1116 y 1127, §§ 2 y 3.
§ 2 Se entiende que asiste al matrimonio sólo aquel que, estando presente, pide la manifestación
del consentimiento de los contrayentes y la recibe en nombre de la Iglesia.
221
349
Tomado de la explicación del canon1161 del Código de B.A.C, Edicion 5ª
223
Fin