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Georges Roque
Mathias Goeritz, con la colaboración de Ahora, este doblón era del más puro oro virgen […] apartado
Herbert Bayer, Sin título, 1979 (detalle). y santificado para un fin aterrorizador; […] y este oro redon-
do no es sino la imagen del globo más redondo, que, como
el espejo de un mago, no hace otra cosa que devolver, a cada
cual a su vez, su propio yo misterioso.
HERMAN MELVILLE, MOBY DICK
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Yves Klein, ambos en estrecho contacto con los artistas de Zero. La sim-
ple enumeración de estos nombres ya nos indica claramente que Goeritz
miraba mucho más hacia Europa que hacia México.2 Esta apertura al
arte internacional que Goeritz conocía muy bien es, sin lugar a dudas,
una de sus aportaciones más importantes al arte mexicano.
Más allá de la época de su producción que aquí nos interesa, la ca-
pacidad, desde sus inicios, para apropiarse de soluciones plásticas
adoptadas por otros (Ángel Ferrant, Paul Klee o Picasso, entre otros),
2. Daniel Garza Usabiaga, Mathias Goeritz y constituye una constante en su obra que esta exposición quiere subra-
la arquitectura emocional. Una revisión crítica
(1952-1968), Ciudad de México; Monterrey, N.L.,
yar. De ahí sus cambios estilísticos radicales, cada vez que cambiaba su
Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura; fuente de inspiración. Vale la pena precisar que hasta cierto punto nun-
Consejo para la cultura y las artes de Nuevo
ca pretendió hacer obras originales, lo que no es tan frecuente en los
Léon; Universidad Autónoma de Nuevo León,
2012, p. 169. artistas, más dispuestos a defender su originalidad: «Estoy seguro de
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DORADURAS DURADERAS
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L’OR DURE42
Cabe ahora abordar los significados del oro. Para empezar, vale la pena
insistir de nuevo en que la utilización del dorado por Goeritz no es nin-
guna novedad en la época43. Otto Piene había llamado la atención sobre
la importancia de los fondos de oro en el arte medieval, cuyo resplandor
permitía trascender la realidad y él mismo se sirvió de bronce y oro en
41. De acuerdo con Lucia Moholy, su primera
sus obras para llegar a la «pureza» de la luz a la que aspiraba en tan-
esposa, la idea viene del Dada Almanach (1920): to «revelación del espíritu» (Offenbarung der Geist).44 En cuanto a Yves
un buen pintor puede encargar un cuadro por
Klein, sus Monogolds [Monodorados], si tienen un valor por sí mismos,
teléfono y mandarlo hacer por un carpintero;
véase Kriztina Passuth, Moholy-Nagy, París: forman también parte de trilogías, en relación con el azul y el rosa.45 Sin
Flammarion, 1984, pp. 33-34. embargo existe una relación más fundamental entre Klein y el oro, antes
42. (N. del A.) El título de esta parte significa
literalmente: «el oro dura»; contiene sin del principio de los Monogolds que tuvo un impacto enorme en todos
embargo un juego de palabra en francés: evoca sus monocromos, como él mismo lo reconoció. En efecto, durante 1949,
la palabra «l’ordure» que significa basura.
43. El catálogo de la exposición Monocromos: trabajó en Londres con un amigo de su padre que fabricaba marcos. Su
de Malevich al presente, Madrid: Museo Nacional contacto con la materia de los colores fue una revelación: «El oro, ¡eso es
Centro de Arte Reina Sofía, 2004, contiene
una sección de reproducciones de monocromos algo! Estas hojas que literalmente volaban con las más mínimas corrien-
dorados, algunos del final de los cincuenta. tes de aire […] ¡qué materia! ¡Qué mejor escuela del respeto de la materia
Sobre el arte más reciente, véase Anne-Marie
Charbonneaux (ed.), L’Or dans l’art contemporain, pictórica! […] La iluminación de la materia en su calidad física profunda,
París: Flammarion, 2010, pp. 52-53. la he recibido allá, durante este año […]. De regreso a mi cuarto, en la
Lamentablemente, este libro casi empieza con
los Monogolds de Klein y menciona apenas
noche, hacía gouaches monocromos sobre pedazos de cartón blanco».46
obras del final de los cincuenta, salvo unas de De manera muy interesante para nosotros, la atracción de Klein por el
Rauschenberg (1957); Goeritz no está citado.
44. Otto Piene, «Über die Reinheit des Lichts»...,
oro alcanza tanto a la religión como al asunto del dinero. Por una parte,
op. cit, p. 44. el exvoto que regaló anónimamente al convento de Santa Rita en Cascia
45. Véase Camille Morineau «Le bleu, l’or et
(adonde fue en tres ocasiones) contiene, además de una plegaria, tres
le rose: comment appropriation rime avec
sublimation», en el catálogo de la exposición lingotes de oro. Por otra parte, él solía pedir que le pagaran en oro, y no
Yves Klein. Corps, couleur, immatériel, París: con cheques o dinero en efectivo.47
Musée d’art moderne, Centre Georges
Pompidou, 2006, pp. 156-163.
46. Yves Klein, Le Dépassement de la
problématique de l’art et autres essais..., op. cit.,
pp. 243-244. LO RELIGIOSO
47. Sobre las interactiones del oro con la
religión, el dinero, los íconos y los trípticos en
Klein, cf. Alain Buisine, «Le bleu, l’or, le rose, En el caso de Goeritz, la relación entre oro y religión es la parte más obvia
les couleurs de l’icône» en el catálogo de la y por lo tanto menos interesante, pero se tiene que mencionar: el oro es
exposición Yves Klein. La Vie elle-même qui est
l’art absolu, op. cit., pp. 21-34.
un símbolo de la divinidad frecuente en muchas culturas,48 y así también
48. Patrik Reuterswärd, «What Color is lo maneja Goeritz, sobre todo cuando lo mezcla con clavos, sugiriendo
Divine Light?», en Thomas B. Hess et John
Ashbery(éd.), Light in Art, Nueva York: Collier
relaciones con la crucifixión. Algo todavía más notable en su proyecto
Books, 1969, p. 112. La cruz en la caja, donde unas puntas salen de una caja-cruz o recinto
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La declinación del tema del oro presenta sin embargo otros aspectos.
Vale la pena precisar que el simbolismo de los pigmentos es distinto al
de las tonalidades de los colores: no podemos perder de vista el lado
material de los pigmentos y la importancia que éste confiere a su signifi-
cado:49 en la Edad Media, el valor simbólico del oro no se podía separar
de su rareza, y por lo tanto de su precio, de tal suerte que gran parte de
su importancia tiene que ver con la idea de ostentación. Y a su vez esta
idea es inseparable de las connotaciones religiosas del oro: la iglesia o el
convento que encargaba la obra quería destacar el dispendio realizado
para honrar mejor a Dios. Además, esta ostentación ponía de manifiesto
la riqueza del donante que podía darse el lujo de gastar tanto en una
obra. Añadamos que los materiales preciosos y valiosos eran apreciados
por su nobilitas, es decir que debido a su «nobleza» contienen supues-
tamente una mayor calidad de luz divina que materiales comunes y co-
rrientes.50 Finalmente, es importante añadir que en la época bizantina, el
mismo simbolismo del oro servía para alabar tanto al emperador como
a Dios,51 de tal suerte que tiene que ver con el poder más directamente
que con lo religioso.
No cabe duda de que Goeritz era consciente de este «valor» del oro y
supo manejarlo muy hábilmente. Desde esta perspectiva, estas reflexio-
nes pueden echar luz (dorada) en una parte significativa de su obra: las
49. Sobre la particularidad del significado de
obras decorativas (bastidores con panes de oro pegados) que hizo, o más
los pigmentos respecto a los colores en tanto bien mandó hacer, dentro de su colaboración con Barragán. Ahora bien,
tonalidades, me permito remitir a mi artículo
el significado de estas obras está íntimamente relacionado con el valor
«De l’atteinte au pigment», Technè, 26, 2008,
pp. 74-80. material del oro. De la misma manera que su presencia en altares, trípti-
50. Patrik Reuterswärd, «What Color is Divine cos y pinturas de la Edad Media, así como en los mosaicos bizantinos, era
Light?».., op. cit., p. 104.
51. John Beckwith, «Byzantium: Gold and una forma de ostentación, lo mismo ocurre en las obras decorativas de
Light», in Light in Art, op. cit., pp. 67-81. Sobre Goeritz hechas para las casas encargadas a Barragán. El caso más espec-
el oro en la Edad Media, véase también
Senefiance, n°12, L’or au Moyen Âge: Monnaie, tacular es el del hotel Camino Real de Polanco en la Ciudad de México,
métal, objets, symbole, Aix-en-Provence: donde colaboró con el arquitecto Ricardo Legorreta e hizo un mural de
Presses universitaires de Provence, 1983.
52. Daniel Garza Usabiaga, Mathias Goeritz siete metros de largo y tres de alto con una centena de láminas de oro. Se
y la arquitectural emocional. op. cit., p. 169. conoce bajo el nombre de Abstracto en dorado.52 Aquí también el costo de
53. Dado el valor que alcanza esta obra, los
dueños la han puesto en venta, sin querer darse
esta obra tan ostentosa recae en los dueños del hotel.53
cuenta de que es una obra site specific, hecha Tal vez esta reflexión sobre la relación entre oro y dinero54 ayuda
a propósito para el hotel.
54. En alemán, las palabras «oro» (Gold)
también a entender las obras de poesía concreta de Goeritz donde el
y «dinero» (Geld) son muy parecidas. punto de partida es una característica gráfica de la palabra «oro» en
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DE LA MIERDA AL ORO
Es tiempo ahora de precisar la razón por la cual el oro llegó a ser uno
de los símbolos más importantes de la divinidad (además de por su pre-
cio): por su brillo particular, su resplandor que siempre ha llamado la
atención. El oro tiene dos características: la primera es su estabilidad,
ya que, a diferencia, por ejemplo, de la plata, nunca cambia.57 La otra es
la intensidad de su resplandor, que tiene una consecuencia esencial: da la
impresión de que su fuerte luminosidad no proviene de una fuente exte-
rior, sino que surge del oro mismo, una característica a menudo señalada
desde la época bizantina,58 lo que refuerza la sensación de una luz divina.
Lo mismo se puede decir de los vitrales en las iglesias. Son por supuesto
la principal fuente de luz en estos edificios oscuros, y producen la misma
55. Gérard Genette, Mimologiques. Voyage en
impresión que los fondos de oro o los mosaicos dorados: la luz (divina)
Cratylie, París: Seuil, 1999, pp. 77-91. parece surgir de los vitrales. Por esta razón Goeritz escogió un amari-
56. Desde esta perspectiva, hay que tomar con
llo dorado para los vitrales que realizó para la catedral de Cuernavaca
distancia la tesis de María Leonor Cuahonte de
Rodríguez, Mathias Goeritz (1915-1990). L’art [fig. 6], asociando así luz y oro. Otra consecuencia más de lo que precede
comme prière plastique, París: L’Harmattan, es que la intensidad del brillo del oro, no solamente da la impresión de
2002.
57. Patrik Reuterswärd, «What Color is Divine que la luz surge del oro mismo, sino que ello se debe a la intervención
Light?».., op. cit., p. 112. divina y no a la destreza humana, lo que viene reforzar el rechazo pro-
58. Véanse John Beckwith, «Byzantium: Gold
and Light»..., op. cit., p. 73; John Gage, Colour clamado por Goeritz de la habilidad de la mano de artista: es bien cono-
and culture: practice and meaning from antiquity cido el hecho de que las obras que mejor encarnan la divinidad no son
to abstraction, Londres: Thames and Hudson,
1993, p. 40. supuestamente hechas por la mano del hombre (acheiropoietes59), como
59. Véase Jean-Claude Schmitt, Le Corps des el Santo Sudario de Turín.60
images. Essais sur la culture visuelle au Moyen
Âge, París: Gallimard, 2002, pp. 218-237.
Todo lo anterior permite, aunque parezca paradójico, llegar al excre-
60. No por casualidad llamó Goeritz Sudarios mento. A primera vista, todo separa el oro como símbolo de la divinidad
o Paños de sudor, a sus primeros clouages que
finalmente fueron presentados bajo el nombre
de las heces. Pero, como los psicoanalistas han mostrado tienen mu-
de Mensajes. cho en común: las heces son una parte del cuerpo y, una vez evacuadas,
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