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El papel de la ciber militancia en estas

elecciones

La fusión entre la militancia y redes sociales se terminó de sellar este año en Argentina. Más
que claro quedó que no es solo un terreno de los políticos. En estas elecciones lo cibernético
tuvo un lugar central, en dónde, debido a la descorporeización de la militancia, más gente se
convierte en un ciber activista.

No es nada nuevo el activismo en el ámbito cibernético. Para rastrear un hecho clave, nos
podríamos remontar al 2010 durante la primavera árabe. En dónde este sistema virtual permitió
replicar el relato de la “revolución democrática”. Sin embargo, rápidamente los partidos en el
poder notaron el potencial y plantearon su lógica a través de su relato. El terreno se empezó a
disputar entre los activista y los que tienen el poder.

Desde este hecho clave, impulsados por la red, los movimientos feministas fueron
internacionales. Si bien cada país tenía sus particularidades en todos los rincones fueron la
regla y no la excepción. No sorprende que distintos movimientos e ideologías den la vuelta al
mundo. Lo interesante de esta época es con la rapidez y las similitudes con las que se replican.
En un mundo globalizado, estás nuevas derechas alternativas acceden al poder y para eso
necesitan de una militancia mucho más permeable que la tradicional.

En el caso de la Argentina, nos encontramos con un nuevo partido que se consolidó en


pandemia. En aislamiento la palabra “libertad” hizo eco en la cabeza de los argentinos. Pero ¿El
terreno de lo cibernético es solo un espacio para las nuevas militancias?

Se habla de una generación de centennials interesados en las cuestiones sociales ¿Y por qué
no en la política? Ofelia Fernández es la legisladora más joven de Latinoamérica. El peronismo
nace en el núcleo familiar y posee una doctrina política histórica. Sin embargo, también se
suman a esta lógica cibernética. La diferencia está en que estas nuevas militancias ante la
decepción se desprenden completamente de lo tradicional y conocido.

Compartir sin una concepción ideológica, es que de nada sirve replicar un contenido “activista”
sin propuestas reales de fondo. Es lo más fácil pero lo más vacío. Seguimos con las secuelas de
la pandemia, el encierro y la desesperanza por la falta de respuesta hizo que estos jóvenes se
retrajeran y fuera más fácil un post que poner el cuerpo.

En esta lógica abundan el recorte desactualizado y el anonimato. Se optan por herramientas


como los memes, trolls y el hecho de lo casual, es decir que la gente no note que el mensaje es
de determinado sector. La burbuja informativa nos ciega y el encuentro con lo distinto se vuelve
imposible. Vivimos en la dicotomía de un mundo más “democrático pero con menos
democracia”.

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