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Pasada la semana 30, evita practicar los ejercicios que exigen estar acostada en el
suelo.
Brazos
Ahora cierra los puños con fuerza, estira los brazos, concéntrate en la
tensión que sientes en ellos. Déjalos caer y afloja todos los músculos que
tenías contraídos, nota como tus brazos quedan sueltos y ligeros.
Genitales
Concéntrate en tus genitales y nalgas apretándolos y contrayéndolos
lentamente como si estuvieras reteniendo la orina. Después relájalos
lentamente hasta que dejes de sentir la tensión y repítelo algunas veces
seguidas.
Pecho
Toma aire llenando los pulmones al máximo; a continuación, suelta todo el
aire y repite este ejercicio tres veces seguidas. Finaliza respirando
libremente. Hombros Sube los hombros hacia la cabeza, como si quisieras
meterla entre ellos. Concéntrate en la zona que está tensa y después
relájala lentamente. Es posible que notes una cierta calma, paz o
tranquilidad que invade tu cuerpo poco a poco y que necesitas cerrar los
ojos.
Cabeza y Cara
Arrugas la frente y las cejas, aprietas la boca y la lengua hacia el paladar,
encogiendo los pómulos, como si estuvieras haciendo “muecas” con toda la
cara. Luego relájalos notando como la frente queda lisa y los párpados caen
suavemente y siente como los músculos de la cara se sueltan. en esta
actitud cuenta hasta diez, en voz baja, pero escuchándote. Vuelve a contar
hasta diez, pronunciando los números sólo para ti, sin que se te escuche. a
continuación, cuenta nuevamente hasta diez, pero mentalmente. Cada vez
que cuentas del uno al diez tienes que intentar notar como las distintas
partes de tu cuerpo están relajadas.
Ahora finalmente todo tu cuerpo puede estar relajado y suelto. Puedes
sentirte ligera y con un agradable bienestar. Permanece así unos minutos y
aprovéchalo para sentir a tu bebé y comunicarte con él.
Salida del ejercicio
Para volver a la normalidad es aconsejable respirar profundamente tres
veces, mover los dedos de las manos y de los pies lentamente.
Progresivamente estírate o desperézate como quieras, abre los ojos y
levántate cuando te apetezca.
Técnicas de respiración:
Respiración completa o profunda
Esta respiración consiste en tomar aire llenando al máximo los pulmones y el
vientre, y echarlo luego notando que está saliendo el aire de tu cuerpo.
Debes utilizarla antes y después de cualquier tipo de respiración.
Respiración de expulsión
Consiste en tomar aire por la nariz llenando al máximo los pulmones,
reteniéndolo y empujándolo con fuerza hacia abajo. Debes utilizarla durante
el período expulsivo. Aprovecha las contracciones y los deseos de empujar
para facilitar la salida del bebé. Son mejores dos o tres empujes fuertes que
muchos débiles. Además cuando empieza y termina la contracción debes, en
este caso, realizar una o dos respiraciones profundas o completas.
Gimnasia prenatal:
Meter la pelvis De rodillas y con las palmas de las manos sobre el suelo,
apretando glúteos y abdomen, arquea tu espalda hacia arriba: a) mantén un
momento y luego relaja con la espalda recta, b) repite varias veces,
descansando brevemente.
TERCER MOMENTO
En cuclillas
Con la espalda estirada y recta, abre las piernas y baja lo que más pueda.
Reparte tu peso en los dedos de los pies y, si puedes, también en los
talones. Este ejercicio te ayudará a estirar el lado interno de los muslos y la
región pélvica.
Inclinación hacia adelante
Abre tus piernas al ancho de tus caderas. Inclínate hacia adelante con las
rodillas ligeramente dobladas y con la espalda recta. Luego estira tus brazos
y toma tus manos por detrás de la espalda, acercándolas a la cabeza lo más
posible.
Cierra la sesión dejando como tarea práctica para la casa los ejercicios
realizados durante esta.
SESION EDUCATIVA: SEMANA 10
MOMENTO Diálogo: 20 minutos
• Se ubican por parejas para la pequeña discusión o debate sobre los
PRIMER
Ahora cierra los puños con fuerza, estira los brazos, concéntrate en la
tensión que sientes en ellos. Déjalos caer y afloja todos los músculos que
tenías contraídos, nota como tus brazos quedan sueltos y ligeros. Genitales
Concéntrate en tus genitales y nalgas apretándolos y contrayéndolos
lentamente como si estuvieras reteniendo la orina. Después relájalos
lentamente hasta que dejes de sentir la tensión y repítelo algunas veces
seguidas.
Pecho
Toma aire llenando los pulmones al máximo; a continuación, suelta todo el
aire y repite este ejercicio tres veces seguidas. Finaliza respirando
libremente.
Hombros
Sube los hombros hacia la cabeza, como si quisieras meterla entre ellos.
Concéntrate en la zona que está tensa y después relájala lentamente. Es
posible que notes una cierta calma, paz o tranquilidad que invade tu cuerpo
poco a poco y que necesitas cerrar los ojos.
Cabeza y Cara
Arrugas la frente y las cejas, aprietas la boca y la lengua hacia el paladar,
encogiendo los pómulos, como si estuvieras haciendo “muecas” con toda la
cara. Luego relájalos notando como la frente que da lisa y los párpados caen
suavemente y siente como los músculos de la cara se sueltan. en esta
actitud cuenta hasta diez, en voz baja pero escuchándote. Vuelve a contar
hasta diez, pronunciando los números sólo para ti, sin que se te escuche. a
continuación, cuenta nuevamente hasta diez, pero mentalmente. Cada vez
que cuentas del uno al diez tienes que intentar notar cómo las distintas
partes de tu cuerpo están relajadas. Ahora finalmente todo tu cuerpo puede
estar relajado y suelto. Puedes sentirte ligera y con un agradable bienestar.
Permanece así unos minutos y aprovéchalo para sentir a tu bebé y
comunicarte con él.
Salida del ejercicio
Para volver a la normalidad es aconsejable respirar profundamente tres
veces, mover los dedos de las manos y de los pies lentamente.
Progresivamente estírate o desperézate como quieras, abre los ojos y
levántate cuando te apetezca.
Técnicas de respiración:
Respiración completa o profunda
Esta respiración consiste en tomar aire llenando al máximo los pulmones y el
vientre, y echarlo luego notando que está saliendo el aire de tu cuerpo.
Debes utilizarla antes y después de cualquier tipo de respiración.
Respiración lenta
Toma un poco de aire por la nariz y suéltalo por la boca. Debes realizarla a
un ritmo de entre diez y quince respiraciones por minuto, tardando más
tiempo en soltarlo que en tomarlo. (Descansar para evitar la
hiperventilación). Puedes utilizar esta respiración durante la primera fase del
parto.
Gimnasia prenatal:
Meter la pelvis
De rodillas y con las palmas de las manos sobre el suelo, apretando glúteos
y abdomen, arquea tu espalda hacia arriba: a) mantén un momento y luego
relaja con la espalda recta, b) repite varias veces, descansando brevemente.
TERCER MOMENTO
En cuclillas
Con la espalda estirada y recta, abre las piernas y baja lo que más pueda.
Reparte tu peso en los dedos delos pies y, si puedes, también en los talones.
Este ejercicio te ayudará a estirar el lado interno de los muslos y la región
pélvica.
Inclinación hacia adelante
Abre tus piernas al ancho de tus caderas. Inclínate hacia adelante con las
rodillas ligeramente dobladas y con la espalda recta. Luego estira tus brazos
y toma tus manos por detrás de la espalda, acercándolas a la cabeza lo más
posible.
Cierra la sesión dejando como tarea práctica para la casa los ejercicios
realizados durante esta.