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1
Índice de contenidos
INTRODUCCIÓN ............................................................................................................................................................ 3
DESARROLLO ................................................................................................................................................................ 4
Malformaciones del oído interno ....................................................................................................................... 4
Malformación de Michel ......................................................................................................................................... 4
Malformación de Mondini- Alexander ............................................................................................................. 4
Malformación de Siebenmann-Bing .................................................................................................................. 4
Malformación de Scheibe ....................................................................................................................................... 5
Hipoacusias congénitas .......................................................................................................................................... 5
Hipoacusias congénitas de causa genética ..................................................................................................... 5
Hipoacusias congénitas de causa ambiental ................................................................................................. 8
Hipoacusia súbita ........................................................................................................................................................ 8
Presbiacusia .................................................................................................................................................................. 9
Hipoacusia por exposición a ruido ................................................................................................................... 9
Fractura transversal del peñasco ................................................................................................................... 10
Hipoacusia autoinmune ...................................................................................................................................... 11
Hipoacusia por ototoxicidad ............................................................................................................................. 11
Laberintitis................................................................................................................................................................... 12
Síndrome de meniere ........................................................................................................................................... 12
Neurinoma del acústico ....................................................................................................................................... 13
CONCLUSIONES ......................................................................................................................................................... 14
BIBLIOGRAFÍA ........................................................................................................................................................... 15
2
Introducción
El oído interno (OI) se encuentra inmediatamente después del oído medio y se comunica
con esté a través de las ventanas oval y redonda. Está conformado por una estructura
ósea y membranosa y lo componen la coclea, el vestíbulo y los canales semicirculares,
siendo las últimas dos estructuras que participan en el equilibrio. En el OI es donde se
encuentra el órgano sensorial de la audición (la coclea), la que se extiende en 2 vueltas y
media formando 3 espiras: basal, media y superior, existiendo tonotopía a través de ella,
donde los tonos más agudos estímulan las células que se encuentran en la base y en el
ápice encontramos las células que se estimulan con tonos más graves. Además es en
este órgano donde se encuentran las células sensoriales y las primeras conexiones
nerviosas. El oído interno se forma de diferentes estructuras embrionarias de las que
forman el oído medio y externo, y termina su desarrollo alrededor de la octava semana de
gestación.
Existen diversas patologías que pueden afectar al oído interno en sus diferentes
estructuras y por lo tanto en su fisiología tanto a nivel de la audición como del equilibrio.
Estas alteraciones pueden ser producto de una deficiencia en el desarrollo embrionario o
adquiridas durante la infancia, adultez o producto de la vejez.
A continuación se exponen las diferentes patologías que pueden dañar el oído interno y
se analizan los hallazgos audiológicos para cada una.
3
Malformaciones estructurales del oído interno
Las malformaciones del oído interno se generan por una alteración en el desarrollo de
este a nivel embrionario generado por un crecimiento anormal, por una detención en el
desarrollo o por una combinación de ambos, de esta manera estas alteraciones pueden
ser desarrolladas por herencia genética, por factores ambientales que afecten el
desarrollo o por de forma mixta. Estas se pueden presentar de forma unilateral o bilateral.
El 20% de los niños que nacen con hipoacusia presenta alguna anomalía de este tipo y en
el 65% de los casos la alteración es bilateral1. Existen distintas clasificaciones expuestas
por distintos autores sobre las malformaciones que se producen en el oído interno, en
este caso expondremos la clasificación propuesta por Ormerod, el que establece 4
grupos: melformacion de Michel, de Mondini- Alexander, de Bing-Siebemann y de Scheibe
o degeneración cocleosacular.2
Malformación de Michel
Malformación de Mondini-Alexander
Por otro lado la Aplasia de Alexander se describe como una alteración del órgano de Corti
y células ganglionares en la región de la base de la coclea. En este caso podemos
observar una hipoacusia sensorioneural con deterioro de las frecuencias agudas.
1
Correa A, Manual de Otorrinolaringología, 1999
2
Bartual J, Pérez N. El sistema vestibular y sus alteraciones, tomo II. 1999
3
Correa A, Manual de Otorrinolaringología, 1999
4
Malformación de Siebenmann- Bing
Malformación de Scheibe
Hipoacusias congénitas
Una hipoacusia se denomina congénita cuando está presente desde el nacimiento. En los
niños uno de cada 1000 presenta hipoacusia neurosensorial profunda al nacer, según
Suarez & Velluti (2001)6 y tal como menciona Kawaguchi (2005), la incidencia se estima
en 1:1.000 recién nacidos vivos para hipoacusias severas a profundas mayores y sobre
4:1.000 recién nacidos vivos si se incluyen las formas leves a moderadas. Esto se puede
deber a diferentes factores, dentro de los que encontramos los factores genéticos y los
medioambientales. Importante es mencionar que las malformaciones del oido son parte
de las hipoacusias congénitas ya que se presentan desde el nacimiento.
Correa (1999)7 comenta que el 50% de la hipoacusias en los niños se debe a causas
genéticas, del 20 a 25% se debe a factores ambientales y el resto a causas ideopáticas.
4
Suarez C, Gil-Garcedo L.M, Marco J, Medina J.E, Ortega P, Trinidad J. Tratado De Otorrinolaringología y Cirugia De
Cabeza Y Cuello, 2008.
5
Suarez C, Gil-Garcedo L.M, Marco J, Medina J.E, Ortega P, Trinidad J. Tratado De Otorrinolaringología y Cirugia De
Cabeza Y Cuello, 2008.
6
Suarez H & Velluti R, La Coclea Fisiología y Patología, 2001
7
Correa A, Manual de Otorrinolaringología, 1999
5
Hipoacusias Congénitas de causa Genética.
Menner (2003)8 refiere que alrededor del 20% de las hipoacusias heredadas reportan una
herencia autosómica dominante y el 80% es autosómica recesiva. De igual manera
Kawaguchi (2005) menciona que el 80% corresponde a herencia autosómica recesiva, el
18% a dominante y el 2% a herencia ligada al sexo.
Por otro lado, Tamayo y Prieto (1998)10 indican que la hipoacusia sensorioneural está
presente en un 25% de los casos de síndrome Tipo l y en un 50% en los pacientes con
síndrome Tipo II. Estos autores además mencionan que en el síndrome tipo I se presenta
una hipoacusia de grado severa con residuos en frecuencias graves y en el tipo II
podemos encontrar una hipoacusia de grado moderada de perfil más bien plano pero con
mejorías en frecuencias agudas. Martins y cols (2003)11 refieren que según estudios la
hipoacusia se presenta de manera unilateral en el 21% y es bilateral en el 46%.
8
Menner A.L. A Pocket Guide to the Ear, 2003
9
Machado M, Julião P, de Oliveira Z, Boggio P. Dermatol Pediatr Lat 2005; 3(2): 163-166. Hospital de Clínicas, Universidad
de São Paulo (USP), Brasil.
10
Tamayo M, Prieto J.C. “Síndrome de Waadenburg: una genodermatosis asociada con sordera”. Revista de Pediatría
Colombia, Volumen 33 No. 3, Septiembre,1998
11
Martins C, Yoshimoto F, Freitas P. “Síndrome de Waardenburg: achados audiológicos em 2 irmãos”. Revista Brasileña de
Otorrinolaringología 69 (1), Parte 1 Janeiro. 2003
12
León H, Saucedo A. Síndrome de Treacher Collins. Reporte de un caso. Revista Mexicana de Pediatría. Vol. 77, Núm. 4,
Julio-Agosto 2010, pp 159-163.
6
nervioso y al sistema endocrino. Los tumores cutáneos son más frecuentes, pero también
se encuentran a nivel del sistema nervioso central y del sistema nervioso periférico13.
Existen dos formas clínicas de esta enfermedad, la Neurofibromatosis tipo I y tipo II. La
primera es la más común y está mayormente asociada a tumores cutáneos y múltiples
manchas en la piel, solo se asocia en un 5% a neurinoma del acústico, principalmente
unilateral. Por otra parte la neurofibromatosis de tipo II es mucho menos frecuente. Se
asocia mayormente a tumores a nivel del sistema nervioso y son menos frecuentes las
manchas y fibromas de la piel. En esta enfermedad el neurinoma del VIII par craneal
aparece en el 95% de los casos y es mayormente bilateral. 14
Entonces en estos casos debemos esperar una hipoacusia neural uni o bilateral, que
progresa a medida que el o los neurinomas aumentan en tamaño, la que afectará de
manera importante la discriminación del lenguaje.
Hay distintas formas clínicas para este síndrome. Las dos categorías más frecuentes son
el tipo I, caracterizado por retinosis pigmentaria de aparición prepuberal, hipoacusia
sensorioneural profunda desde el nacimiento y disfunción vestibular importante; y el tipo II
que suele exhibir una hipoacusia sensorioneural de menor severidad, de grado moderado
o severo la cual no es progresiva, no suelen presentar afectación vestibular y presentan
un comienzo más tardío de la retinosis pigmentaria (segunda década de vida). 15
13
Fares Y, Haddad G, Kanj A, Farhat O. Neurofibromatosis tipo 1 Y 2 (Características Clínicas y Manejo). Revista medica
de Costa Rica y Centroamérica LXV (583) 131-137; 2008.
14
Correa A, Manual de Otorrinolaringología, 1999.
15
Jaijo T, Aller E, Beneyto M, Nájera C, Millar J.M. Estudio genético molecular del síndrome de Usher en España, Acta
Otorrinolaringiológica España, 2005; 56: 285-289.
16
http://www.spanish.hear-it.org/Sindrome-de-Pendred.
7
Síndrome de herencia ligado al sexo: Las hipoacusias producidas por herencia ligada al
sexo son muy poco comunes. Estas corresponden a no más del 6% de las hipoacusias
genéticas17. Dentro de este espectro el síndrome más común es el síndrome de Alport.
Síndrome de Alport: Este síndrome presenta una herencia ligada al cromosoma X, por lo
tanto los hombres la padecen y las mujeres son portadoras, sin embargo estas pueden
presentar una clínica variable desde enfermedad asintomática hasta presentación severa.
De esta manera Correa (1999) realiza una breve descripción de estas hipoacusias, a la
cual nos referiremos a continuación. 20
Por otra parte la hipoacusia autosómica recesiva no asociada a síndrome tiene gran
variabilidad. Es más difícil de diagnosticar ya que suelen ser hijos de padres portadores
del gen alterado, por lo que en muchos casos no se encuentran antecedentes familiares
de sordera congénita. Se distinguen 3 subtipos: congénita de grado severo, congénita de
grado moderado y de comienzo precoz, la que debuta alrededor del año y medio de edad
y progresa rápidamente hasta una hipoacusia sensorioneural profunda.
Por último las hipoacusias ligadas al sexo no asociadas a síndromes tampoco se suelen
presentar de manera congénita. Generalmente aparecen en los primeros años de vida y
se distinguen dos tipos: de comienzo precoz con progresión rápida y de progresión lenta.
Las hipoacusias congénitas de causa ambiental se producen por factores exógenos que
alteran el desarrollo del sistema auditivo a nivel embrionario, durante el parto o de forma
postnatal.
A nivel prenatal estos factores incluyen infecciones maternas como la rubeola, la cual
produce alteraciones del oído medio e interno, produciendo una hipoacusia
sensorioneural o mixta bilateral de severa a profunda. La infección por sífilis materna
17
Correa A, Manual de Otorrinolaringología, 1999.
18
Tazón B, Ars E y Torra R. El Síndrome de Alport. Revista de Nefrología. Vol. XXIII. Suplemento 1, 2003, España.
19
Roeser R.J, Valente M, Hosford-Dunn H. Audiology Diagnosis, 2007
20
Correa A, Manual de Otorrinolaringología, 1999
8
produce una degeneración progresiva del oído interno 21 , generando hipoacusia
sensorioneural uni o bilateral progresiva. Las infecciones víricas como el herpes zoster,
parotiditis o citomegalovirus, provocan hipoacusia sensorioneural bilateral que puede ser
progresiva, pudiendo ser transitoria, en el caso del herpes zoster, al remitir con
tratamiento médico 22 . Otro factor importante son las lesiones tóxicas por quinina,
aminoglucósidos o talidomida, entre otras, las que generan malformaciones múltiples en
el desarrollo del sistema auditivo. Además los episodios de hipoxia fetal, la diabetes
mellitus materna y la irradiación también generarán lesiones a nivel del oído interno lo que
generará hipoacusia congénita.
Las causas perinatales que pueden lesionar el oído interno son: la hipoxia perinatal
provocando una falta de oxigeno hacia el tronco cerebral afectando las vías nerviosas de
la audición o directamente la coclea. Un parto prematuro (recién nacidos en menos de 32
semanas o que pesen menos de 1.500 gramos) también podrá afectar el desarrollo del
sistema auditivo generando malformaciones o lesiones a nivel sensorial de forma uni o
bilateral. Dentro de estas causas también encontramos a la hiperbilirrubinemia perinatal, ,
creando acumulación de bilirrubina en los núcleos cocleares o en la coclea, formando una
hipoacusia sensorioneural.
Hipoacusia súbita
Becker (1986)25 refiere que los síntomas patognomónicos son hipoacusia de percepción
unilateral predominantemente de frecuencias medias y agudas, la cual en ocasiones
puede llegar a la anacusia inmediata. Además Roeser (2007) 26 menciona que
comúnmente los pacientes refieren descenso repentino de audición unilateral, tinnitus y
sensación de plenitud en el oído afectado. Esta patología tiene una instalación en pocas
horas y puede ser definitiva o tener una mejora parcial o total después de un tiempo
variable.
21
Becker H, Naumann H y Pfaltz C.R. Otorrinolaringología Manual Ilustrado, 1986
22
Menner A.L. A Pocket Guide to the Ear, 2003
23
Menner A.L. A Pocket Guide to the Ear, 2003
24
Morales C. Otoneurología clínica. 1992
25
Becker H, Naumann H y Pfaltz C.R. Otorrinolaringología Manual Ilustrado, 1986
26
Roeser R.J, Valente M, Hosford-Dunn H. Audiology Diagnosis, 2007
9
mencionó anteriormente, la pérdida auditiva puede mejorar o progresar hasta la pérdida
total de la audición. Al no existir alteración de oído medio, se observará una
impedanciometría normal. La discriminación de la palabra estará alterada dependiendo
del grado de hipoacusia. Los reflejos acústicos podrán ser positivos por efecto del
reclutamiento o negativos según el grado de hipoacusia. La fatiga auditiva y deterioro
tonal será negativo ya que no hay afectación a nivel neural.
Presbiacusia
La exposición a ruidos intensos provoca un daño al oído interno que se manifiesta por los
siguientes síntomas: caída de umbrales de percepción auditiva, tinnitus y déficit en la
discriminación auditiva, los que generalmente se presentan de forma bilateral. Roeser
(2007) 29 refiere que la pérdida auditiva comienza con una caída de umbral de una
frecuencia específica, 4000Hz, lo cual se manifiesta con una muesca en el audiograma.
El ruido intenso genera un daño específicamente en las células ciliadas, siendo las células
ciliadas externas las primeras en lesionarse, pero si la exposición al ruido continua se
dañan también las células ciliadas internas y luego las células de sostén. Si el daño
permanece se comenzarán a degenerar las fibras nerviosas hasta provocar cambios en
los núcleos cocleares.
27
Correa A, Manual de Otorrinolaringología, 1999
28
Becker H, Naumann H y Pfaltz C.R. Otorrinolaringología Manual Ilustrado, 1986.
29
Roeser R.J, Valente M, Hosford-Dunn H. Audiology Diagnosis, 2007
10
frecuencias implicadas. Esto se genera por un fenómeno llamado adaptación fisiológica
del umbral. Si la exposición en muy prolongada se genera una modificación transitoria del
umbral o fatiga auditiva, la cual se relaciona con un daño a nivel del oído interno
proporcional a la intensidad y tiempo del ruido, no obstante puede mejorar si la exposición
al ruido cesa30.
Por lo tanto las manifestaciones a nivel de los exámenes auditivos serán: hipoacusia
sensorioneural uni o bilateral, dependiendo del tiempo de exposición al ruido. Con caída
preferentemente en la frecuencia de 4KHz, cuando es una lesión aguda o caída entre las
frecuencias 3KHz y 6KHz cuando es una alteración crónica. El reclutamiento es positivo,
sobre todo en las frecuencias alteradas. La discrminacion de la palabra está alterada de
acuerdo a la severidad de la hipoacusia. El deterioro tonal es negativo y la
impedanciometría muestra normalidad a nivel del oído medio.
Los traumatismos del oído representan el 2 a 3% del todos los traumatismos, pero se
presentan en el 45% de las fracturas de la base del cráneo, afectando tanto al oído medio
como al interno (Becker, 1986) 33 . La hipoacusia, acompañada o no de tinnitus, está
presente en el 40% de los pacientes que han sufrido un TEC34
Las fracturas transersales del peñasco son las menos comunes, constituyen
aproximadamente un 20% de las fracturas del peñasco. Corresponden a un lesión que
compromete principalmente el oído interno, generando compromiso de la capsula ótica y
del canal auditivo interno. Dentro de sus síntomas destacan hemotimpano en etapa
aguda, licuorrea otogena, hipoacusia sensorioneural acompañada de tinnitus o incluso
cofosis del oído afectado, vértigo, nistagmo espontaneo hacia el oído sin lesión y parálisis
facial.
Los hallazgos auditivos que podemos encontrar son: hipoacusia sensorioneural unilateral
severa a profunda, acompañada de tinnitus o cofosis. Reclutamiento positivo, sin fatiga
auditiva. Discriminación de la palabra afectada de acuerdo a la severidad de la pérdida
auditivo. Reflejos acústicos negativos por la severidad de la hipoacusia o positivos por
efecto del reclutamiento. La Impedanciometría presenta curva B en etapa aguda (por
hempotimpano) y normal cuando el hemotimpano cesa.
30
Becker H, Naumann H y Pfaltz C.R. Otorrinolaringología Manual Ilustrado, 1986.
31
Correa A, Manual de Otorrinolaringología, 1999
32
Becker H, Naumann H y Pfaltz C.R. Otorrinolaringología Manual Ilustrado, 1986.
33
Becker H, Naumann H y Pfaltz C.R. Otorrinolaringología Manual Ilustrado, 1986.
34
Correa A, Manual de Otorrinolaringología, 1999
11
Hipoacusia autoinmune
Las hipoacusias autoinmunes se producen por una lesión de la cóclea por autoinmunidad,
por una afectación primaria del oído interno de forma aislada o como una manifestación
de una enfermedad sistémica (lupus eritematoso sistémico). Los componentes del oído
interno que pueden presentar una reacción autoinmune son las células ciliadas externas e
internas y la estría vascular35.
Hay una gran cantidad de medicamentos que pueden producir daño a nivel auditivo y
vestibular. Estas drogas se pueden dividir en distintas categorías: medicamentos anti-
inflamatorios, antibióticos aminoglucosidos, diutéricos, anti-malaria, agentes de
quimioterapia y medicamentos ototópicos38. Los síntomas comunes para la ototoxicidad
son el tinnitus, la hipoacusia de percepción bilateral progresiva y el vértigo.39
Por otra parte los medicamentos diuréticos inhiben la reabsorción de electrolitos y agua
en el riñón, esto genera un daño directo en las células ciliadas y la estría vascular. La
pérdida auditiva es usualmente temporal, mejorando después de terminar el tratamiento
médico.
Medicamentos como la quinina son usados para tratar la malaria y se asocian a daño
auditivo sensorioneural incluso con dosis muy pequeñas. Usualmente la hipoacusia es
35
G López-Vázquez M y cols, Enfermedad primaria autoinmune de oído interno. Revista Médica Hospital General de
México. 2004
36
Menner A.L. A Pocket Guide to the Ear, 2003
37
Taha M y Plaza G. Hipoacusia neurosensorial: diagnóstico y tratamiento. Servicio de Otorrinolaringología. Hospital de
Fuenlabrada. Madrid. Julio, 2011
38
Roeser R.J, Valente M, Hosford-Dunn H. Audiology Diagnosis, 2007
39
Becker H, Naumann H y Pfaltz C.R. Otorrinolaringología Manual Ilustrado, 1986
12
temporal y preferentemente de frecuencias agudas. Los agentes quimioterapéuticos,
como el cisplatino y bleomicina, también son asociados a efectos ototóxicos. Estos
actúan sobre las células ciliadas de la base de la coclea, generando una hipoacusia
sensorioneural bilateral preferentemente de las frecuencias agudas permanente, en la
cual la severidad depende de la dosis administrada.
Algunos medicamentos ototópicos han demostrado ser ototóxicos causando muerte de las
células ciliadas al ser administrados. Sin embargo hoy en día hay medicamentos
ototópicos para el tratamiento de la otitis externa que han demostrado no tener efectos
ototóxicos.
Los hallazgos audiológicos para esta patología será una hipoacusia sensorioneural
bilateral simétrica que afecta principalmente a frecuencias agudas asociada a tinnitus.
Con reclutamiento positivo y pruebas de fatiga auditiva negativas. La discriminación de la
palabra estará afectada de acuerdo a la magnitud de la pérdida auditiva. La
impedanciometría arrojará normalidad y los reflejos acústicos resultarán positivos por
efecto del reclutamiento o negativos si la hipoacusia es muy severa.
Laberintitis
Se trata de una infección a nivel del oído interno que puede afectar la función coclear y
vestibular. Generalmente se debe a una transmisión de la infección desde el oído medio,
donde la puerta de entrada suele ser la ventana redonda, o a focos infecciosos en
estructuras vecinas, como el antro, meninges o peñasco. Se distinguen distintos tipos:
laberintitis aguda serosa y la laberintitis aguda supurada, las que son generadas a
consecuencia de una otitis media, la laberintitis crónica, la que se produce a causa de un
colesteatoma que haya producido una fistula por erosión ósea, y la laberintitis
esclerosante que se genera a consecuencia de una laberintitis supurada o crónica, lo que
produce una fibrosis del oído interno.40
Síndrome de Ménière
40
Bartual J, Pérez N. El sistema vestibular y sus alteraciones, tomo II. 1999.
41
Becker H, Naumann H y Pfaltz C.R. Otorrinolaringología Manual Ilustrado, 1986
13
fluctúa durante las etapas iniciales, incluso llegando a valores normales. Se acompaña de
diploacusia (distorsión auditiva) y sensación de plenitud en el oído. El tinnitus suele ser de
tono grave y fluctuante tanto en intensidad como tonalidad.42
42
Morales C. Otoneurología clínica. 1992. Editorial Universitaria, Santiago, Chile.
14
Conclusiones
Podemos dar cuenta de las variadas patologías que afectan al oído interno. Es importante
mencionar que existen variadas alteraciones que lo afectan desde antes del nacimiento,
ya sea por una detención del desarrollo o por un desarrollo deficiente, es de relevancia
destacar que la mayoría de estas alteraciones solo afectan al oído interno, encontrando
en los exámenes audiológicos indemnidad del oído externo y medio, es por la
diferenciación de las estructuras que lo forman a nivel embrionario.
La mayoría de las patologías adquiridas que afectan el oído interno, son gereradas por
algún daño a nivel del órgano de Corti, específicamente en las células ciliadas externas y
si el daño es mayor en las células ciliadas internas. Esto explicaría la aparición del
fenómeno de reclutamiento y la alteración de la discriminación de la palabra acorde al
grado de hipoacusia. Es asi como en el neurinoma del VIII par, el cual es una alteración
de las fibras nerviosas y no del órgano sensorial, se observa que no existe reclutamiento y
que la discriminación de la palabra se afecta de manera exagerada, sin ser acorde con la
deficiencia auditiva. Sin embargo en esta patología aparecen signos como la fatiga
auditiva y deterioro del reflejo acústico, lo que nos indicará que el daño es nervioso.
Por último será de suma importancia para un fonoaudiólogo manejar las diferentes
patologías y sus diagnósticos diferenciales de acuerdo a los datos obtenidos en la
anamnesis y en la evaluación auditiva para lograr llegar a un diagnostico audiológico
certero y poder dar explicación al daño auditivo que se ha provocado.
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Bibliografía
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