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Crianza positiva

Cuando sostenemos a nuestro hijo pequeño en nuestros brazos, podemos decir: "Te quiero
y espero que crezcas para ser todo lo que puedes ser". Años más tarde, en la adolescencia,
este ser querido puede estar luchando, no estar dispuesto a escuchar, y estar dirigiéndose
hacia un camino peligroso. El intento de hacer frente a la situación puede construir muros
emocionales o comportamientos autodestructivos que pueden bloquear la capacidad de
éxito.
Por ende, antes de que nuestros hijos se enfrenten a la presión negativa de sus contextos y
construyan muros emocionales, tenemos la oportunidad de establecer un vínculo con ellos.
Puede empezar por reservar 20 minutos al día para jugar o dialogar con nuestros hijos a su
nivel sobre un tema que les interese. Si bien esto puede promover el aprendizaje, la función
no es arrastrar a nuestro hijo a tener que cumplir nuestras expectativas, sino como un
momento en el que nuestro ser querido disfruta de estar con nosotros.

Debemos sensibilizarnos cuando nuestro hijo destaque en esos pequeños logros y


considerar la posibilidad de hacerle un cumplido. Y lo que es más importante, sacar a
relucir el logro cuando haya un entorno positivo, como otro miembro de la familia que esté
dispuesto a emitir también un elogio. Ya que, el refuerzo positivo crea una mayor
confianza en las habilidades de resolución de problemas y el deseo de esforzarse más allá
de nuestra norma. Este procedimiento puede incluso ayudar cuando se utiliza con un niño
que ha demostrado una mayor obediencia a las reglas del hogar.

Los castigos corporales y los castigos humillantes y degradantes:


Todos, de una u otra manera, hemos tenido relación con esta realidad: como observadores,
porque lo hemos sufrido o porque lo hemos usado para controlar el comportamiento de
niños y niñas. Ello hace que el castigo corporal y los castigos humillantes y degradantes nos
parezcan naturales, que no los veamos como problemas que deben ser abordados de manera
directa para eliminarlos.
Ejemplo, según la alianza internacional sabe de Children “el golpear al niño o niña con la
mano o con un objeto (vara, correa, látigo, zapato, etc.); dar puntapiés, sacudir o arrojar al
niño o niña, pellizcarle o tirarle del cabello; obligarle a permanecer en posturas incómodas
o indecorosas, o hacer ejercicio físico excesivo; quemar o dejar cicatrices en el niño o
niña”.

Razones para evitar el castigo corporal


 Producen daños emocionales como baja autoestima, resentimiento o rabia, miedo,
sentimientos de tristeza, soledad y abandono. Muchos de estos daños son consecuencia
de la dificultad en la comunicación entre padres e hijos agravada por el uso del golpe.
Les enseña a ser víctimas haciéndolos más susceptibles de ser maltratados.
 También, les enseña que es aceptado socialmente el comportamiento violento para
resolver conflictos.
 Dificultan el desarrollo de la autonomía, es decir, de ser capaces de actuar por
convicción y no porque alguien les dice cómo actuar. Esto se relaciona con falta de
reflexión sobre las normas y sobre su valor para la convivencia.
 Les enseña que las normas sólo se acatan para evitar castigos y no porque nos ayudan a
entendernos socialmente y porque son buenas para protegernos unos a otros.

Actividad
‘Recuerdos agradables y dolorosos de la infancia’
Instrucciones:
Los recuerdos agradables en este taller tienen que ver con los momentos en los cuales
nuestros padres nos mostraban su amor y nos hacían sentir bien. (Insistir en que se busquen
recuerdos que quieran y puedan compartir con el grupo. Se deja un minuto de silencio para
que cada persona piense en su recuerdo agradable).
Luego, cada uno piense en un recuerdo sobre la forma como lo castigaban su padre o su
madre que lo hacía sentir tristeza o rabia y que luego quiera compartir con el grupo.
Preguntas después del ejercicio
 ¿Cómo nos hicieron sentir los recuerdos agradables?
 ¿Cómo nos hicieron sentir los recuerdos dolorosos?

Estas preguntas ayudarán a reflexionar a los padres y madres que aunque posiblemente en
los tiempos en que ellos eran niños, era frecuente el uso del castigo corporal porque no se
conocían otras formas de crianza, pero ahora, hay nuevas alternativas de crianza positiva,
las cuales, al usarlas en nuestros hijos e hijas, con seguridad evitarán que repitamos las
formas de educación que emplearon con nosotros en la niñez, para que cambiemos y
hagamos las cosas diferentes.

Ejemplos de cambios de crianza positiva


 Abrace todas las noches a sus hijos e hijas antes de acostarse.
 Dígales que los quiere
 Reconozca sus sentimientos, no los niegue o menosprecie, por el contrario deles un
nombre. Por ejemplo: si el niño llora decirle: “estás triste. Ven te consiento un poco
para que te sientas mejor”. Evitar decirle cosas como:”No vale la pena que llores por
eso, si no pasó nada”. Recuerde que los sentimientos de los niños y las niñas son tan
importantes como los de los adultos.
 Felicite a sus hijos e hijas por las cosas buenas que hagan. Agradézcales los favores que
le hacen.
 Pídales las cosas que usted considera deben hacer con un“por favor”
 Escúchelos con verdadera atención
 Cuando vaya a regañar a sus hijos e hijas, oblíguese a hablar en voz baja
 En vez de pegar a los niños y niñas, es mejor pensar en cómo podrían ellos reparar lo
que hicieron mal.
 Si está enojado o con rabia por algo que hizo el niño o la niña, no haga nada. Espere
unos minutos y luego hable con él o ella. Si es necesario, imponga una sanción que no
le lastime, ni le llene de ira y de deseos de venganza.
 Antes de regañar o sancionar, pregunte qué pasó y escuche sin alterarse
 Piense a menudo en lo bueno que tiene cada hijo o hija

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