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Guía Didactica
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fragmento de la novela:
"El Ingenioso
Hidalgo Don Quijote
de La Mancha"
Por otro lado, este libro representa la primera obra literaria que se puede clasificar como
novela moderna, lo que significa que Cervantes interpretó la realidad desde varios puntos
de vista, no únicamente desde el mismo. Así, consigue que la misma realidad sea compleja.
Consigue inculcar su creencia firme de que la novela moderna debe ser una mezcla entre
todos los géneros y la parodia de los mismos. Miguel de Cervantes, quien fue el autor, es
universalmente conocido por crear un nuevo modelo de literatura en esa época, ya que
logró plasmar una obra diferente, ingeniosa y creativa y que se ha mantenido intacta
durante todos estos siglos, como referente literario y para su estudio.
En este capítulo, los hechos son contemporáneos de la época de Cervantes y del tiempo en
que salió el libro (siglo XVII), año 1605. En el capítulo VIII, vemos como don Quijote tiene esa
visión distorsionada de la realidad, producto de su imaginación, creyendo que los molinos
son gigantes. Entonces vemos cómo don Quijote es el único que vive en un mundo fuera de
su época, cuyas ideas y visión del mundo corresponden a la Edad Media.
El objetivo de esta guía de lectura es que como estudiantes, seas capaz de analizar y
familiarizarte con la obra de Miguel de Cervantes y con esta proporcionarte herramientas
para su comprensión. Para esto nos vamos a enfocar en el contenido de un fragmento de
don Quijote para analizarlo por medio de preguntas desde cada nivel de comprensión
lectora y diseñar una actividad del nivel creativo, con la intención de profundizar y utilizar
este método para que te sientas motivado a leer este clásico de la Literatura Universal o
cualquier otro en general, ya que los clásicos literarios constituyen una riqueza para el
conocimiento y la representación de la realidad de su época.
Sumergiéndonos en las aventuras de “El Ingenioso
Hidalgo Don Quijote de La Mancha”
El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha narra las aventuras de Alonso Quijano, un
hidalgo que de tanto leer novelas de caballería acaba enloqueciendo y creyendo ser un
caballero andante, nombrándose a sí mismo como don Quijote de la Mancha. Así empieza
el capítulo I titulado “Que trata de la condición y ejercicio del famoso hidalgo don Quijote
de la Mancha” en dónde se habla de este, en qué lugar y con quién vive, su edad, cómo
compró todos sus libros de caballería… etc, en sí se contextualiza su vida y cómo llega a la
locura, además de las medidas que tomó para convertirse en un caballero andante. El
capítulo II “Que trata de la primera salida que de su tierra hizo el ingenioso don Quijote”
narra la primera vez que el caballero sale al campo para iniciar con sus aventuras y lo que
sucede cuándo se topa con dos “mozas rameras” en la venta que confunde con un castillo.
En el capítulo III “Donde se cuenta la graciosa manera que tuvo don Quijote en armarse
caballero” se relata la investidura de don Quijote como caballero, por parte del ventero a
quien el hidalgo considera el señor del castillo.
En el capítulo IV “De lo que le sucedió a nuestro caballero cuando salió de la venta” don
Quijote interviene cuando Juan Haldudo azota ferozmente a su mozo, Andrés. También, es
apaleado por unos mercaderes. El capítulo V “Donde se prosigue la narración de la
desgracia de nuestro caballero” trata sobre el regreso del hidalgo a su hogar, luego de la
paliza recibida y ser encontrado en el camino por su vecino. En el capítulo VI titulado “Del
donoso y grande escrutinio que el cura y el barbero hicieron en la librería de nuestro
ingenioso hidalgo” el cura, el barbero, el ama de llaves y la sobrina de don Quijote revisan
todos sus libros, queman algunos y otros lo conservan. El capítulo VII “De la segunda salida
de nuestro buen caballero don Quijote de la Mancha” se narra cómo el caballero solicita un
labrador llamado Sancho Panza para que sea su escudero y prometiéndole un cargo como
gobernador de una ínsula o isla. Luego de esto, ambos salieron por el campo de Montiel en
busca de aventuras.
En el capítulo VIII “Del buen suceso que el valeroso don Quijote tuvo en la espantable y
jamás imaginada aventura de los molinos de viento, con otros sucesos dignos de felice
recordación” don Quijote y su escudero (Sancho Panza) iban por el campo en sus
respectivos animales, buscando aventuras, cuando se toparon con unos treinta o cuarenta
molinos de viento. En su delirio, don Quijote le dice a Sancho que lo que está frente a ellos
son unos gigantes de brazos largos, a lo que su escudero le responde que son molinos de
viento y que esos “brazos largos” son solo las aspas que hacen trabajar al molino.
Sin embargo, don Quijote le dice que si tiene miedo se aparte y empiece a orar, puesto que
él irá a pelear con esos monstruos. Sin más, don Quijote salió rápidamente sobre su caballo
(Rocinante) en dirección a los molinos, mientras Sancho iba tras él, advirtiéndole que, sin
duda alguna, se trataba de unos simples molinos de viento.
Don Quijote continuó sin prestar atención, gritándole a las “criaturas” que no huyeran y
encomendándose a su amada Dulcinea, para que lo protegiera en esta batalla. Cuando el
hidalgo atacó el primer molino, con su lanza, se fue al suelo con todo y caballo, ya que la
lanza se hizo pedazos por darle al aspa. Viendo esto, el escudero llegó a socorrer a don
Quijote, quien no se podía menear por la magnitud del golpe que se había dado con
Rocinante. Sancho le dice a su señor que le había advertido que eran unos simples molinos
de viento, pero don Quijote le explica que fue el sabio Frestón que, anteriormente, le había
robado sus libros y convirtió esos gigantes en molinos, para que no pudiera regocijarse por
haber ganado la batalla.
Sancho ayudó a levantar a don Quijote y, juntos, se pusieron en camino hacia Puerto
Lápice, donde se encontrarían muchísimas aventuras. Esa noche la pasaron entre árboles,
de los que don Quijote arrancó una rama para usarla como lanza. Asimismo, el caballero no
pegó un ojo, pensando en su amada Dulcinea, cosa que no pasó con su escudero. Al
amanecer, mientras retomaron su trayecto, iban dialogando sobre lo que es permitido
hacer a un escudero, si su caballero andante se encuentra en peligro, don Quijote destaca
que Sancho nunca debe intervenir si la batalla es contra otro caballero. Dando estas
razones, en el camino ven a dos frailes de la orden de San Benito y detrás de ellos, sin tener
conexión alguna, venía un coche escoltado por hombres a caballo y en mulas. Viendo esto,
don Quijote piensa que allí llevan una princesa hurtada y que debe hacer algo para
salvarla. Sancho le explica que está equivocado, pero el hidalgo dice que no sabe nada de
aventuras.
Sin escuchar a su escudero, don Quijote se paró en mitad del camino y le dijo a los frailes:
“gente endiablada suelten a la princesa o prepárense para morir”. A lo que los frailes dicen
que solo son religiosos y no saben nada del coche que viene, ni de ninguna princesa. Sin
importar estas explicaciones, el hidalgo arremetió contra el primer fraile y si este no se
hubiera tirado de la mula, no quedaría con vida, mientras que el otro fraile al ver todo esto
se escapa. Sancho aprovecha que el primer fraile está en el suelo para quitarle todo, a lo
que los mozos llegan y le preguntan qué está haciendo. El escudero les dice que es lo que
le toca de las batallas que libra su señor, pues este había ganado, los hombres lo que
hicieron fue arremeter contra Sancho, en tanto don Quijote estaba hablando con la señora
del coche. Le decía que para liberarla debía volver y decirle a la hermosa Dulcinea del
Toboso lo que había pasado.
Actividades de
lectura
Lo que recuerdo sobre la aventura del
valiente caballero con los molinos de viento
Anexos
Capítulo VIII (Los Molinos)
https://drive.google.com/file/d/10jLDugEYcbVMZaC40G
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