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TRABAJO PRACTICO - CUARENTA AÑOS DE DEMOCRACIA EN ARGENTINA 1983-2023.

DONATI JUDITH

“Ningún obstáculo será insuperable frente a la voluntad inmensa de un pueblo que se


pone a trabajar, si cerramos definitivamente el camino a la prepotencia y la violencia y
la destrucción con las que nos amenazan. Estas ideas constituyen nuestra primera
propuesta básica: que sea claro el método con el que vamos a construir nuestro propio
1
futuro, el método de la libertad y de la democracia”

Raúl Alfonsín.

Esta cita con la que inicio el presente trabajo es una forma de mostrar cuál era el discurso
establecido, una vez que la Junta Militar decide llamar a elecciones a finales de último golpe de
Estado y en el que ya no se acepta la violencia como mecanismo de acción política.

Mi propósito en las próximas paginas es dar cuenta de lo que significa para la nación argentina,
los 40 años ininterrumpidos de democracia, con los que se cierra un ciclo trágico para la
historia institucional: ciclo abierto en 1930, con el primer golpe de estado que derroca a un
presidente elegido mediante el voto ciudadano y con el último golpe de Estado en marzo de
1976.

Ante todo, es necesario conceptualizar y saber qué entendemos por DEMOCRACIA, siendo este
un término muy antiguo utilizado por los griegos para definir su sistema político, que se articula
en torno a dos palabras: Demos, el pueblo y Kratos, el poder.

Pero si leemos la definición de la RAE de democracia, nos encontramos con nociones que
exceden ampliamente lo que significó para los griegos su propia democracia puesta en práctica,
además de los cambios propios de los contextos históricos. En función del presente, democracia
seria:

1. f. Sistema político en el cual la soberanía reside en el pueblo, que la ejerce directamente


o por medio de representantes.

2. f. País cuya forma de gobierno es una democracia.

3. f. Forma de sociedad que reconoce y respeta como valores esenciales la libertad y la


igualdad de todos los ciudadanos ante la ley.

4. f. Participación de todos los miembros de un grupo o de una asociación en la toma de


decisiones. En esta comunidad de vecinos hay democracia.

1
ibid. Pag. 6.
Comprender lo que implican estas distintas acepciones del término democracia a lo largo de los
2
últimos cuarenta años en argentina, es el objetivo del presente trabajo.

Contexto de inicio de la etapa democrática en Argentina - 1983.

La derrota en la Guerra de Malvinas provocó un profundo descrédito del régimen militar y


Tras la renuncia del general Leopoldo F. Galtieri, se inició de ese modo el proceso de
transición hacia un gobierno político democrático, que debió hacerse cargo de la crisis
económica y de la creciente difusión pública de la verdad respecto del terrorismo de
Estado, quienes durante su mandato, consideraban a las prácticas más características de
este tipo de terrorismo –la desaparición de personas, el exterminio de prisioneros y la
tortura– como “actos de servicio” o “gestos patrióticos”. En esa misma línea, impulsaron
una ley de autoamnistía, librándose de toda responsabilidad a los ideólogos y ejecutores
del mayor genocidio de nuestra historia. Debido a esto, la movilización de los organismos
de derechos humanos estaba comenzado a tomar forma.

Los principales representantes del poder sindical peronista limitaron sus críticas a la
dictadura y establecieron un diálogo con los militares. El pacto militar-sindical fue
denunciado por el radicalismo durante la campaña electoral, principalmente por el
candidato presidencial Raúl Ricardo Alfonsín, lo que contribuyó a que una parte del
electorado, tradicionalmente peronista, votara la fórmula de la UCR.

Alfonsín convocaba a la sociedad a realizar una “apuesta contractual”, tomando la figura


del “pacto” como la forma principal de la política. La primera derrota del Justicialismo en
elecciones libres y la instauración de un bipartidismo inexistente con anterioridad,
marcaron el tono de los tiempos iniciales del nuevo gobierno. Se abrió un período que
muchos de los contemporáneos interpretaron como de franca ruptura con el pasado
dictatorial.

El transcurso de cuarenta años ininterrumpidos de Democracia.

“...Quiero ser optimista. Siempre lo he sido. Espero que Dios o el destino nos haga ver la luz.
Pero si la vamos a hacer como lo estamos haciendo, sin hablar con claridad, no creo. Todos
tenemos que ir al altar de la patria a confesar los errores que cometimos, que no son
exclusivos de los militares. Veo que vuelve la demagogia que tanto mal le hizo a este país,
3
ya casi ni se habla del mal del peronismo por temor a que vuelva a ser gobierno.”

René Favaloro.

2
Marcos Novaro y Vicente Palermo: La dictadura militar. 1976-1983. Pag. 106 y 107. Entrevista a Jorge. R. Videla, 25 de
agosto de 1998.
3
Nunca más: informe final de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas.
https://es.wikipedia.org/wiki/Nunca_m%C3%A1s_(libro)
Desde la Asunción del presidente Raúl Alfonsín el 10 de diciembre de 1983, las elecciones
de presidente y de distintos representantes como, senadores, diputados, concejale, etc., se
han llevado a cabo mediante el voto ciudadano. Pero tal como nos indica la RAE, la
democracia no es solamente el acto mismo de votar a nuestros representantes, sino que
involucra cuestiones tan variadas que van desde la libertad de realizar distintas formas de
protestas, los pedidos de justicia, formar asociaciones civiles, grupos de estudios e incluso,
elegir libremente qué leer (recordemos que durante el Proceso de Reorganización Nacional
había prohibiciones muy claras a acerca de lo que no se permitía leer, porque se
consideraba que todo pensamiento contrario a lo que sostenían las Juntas Militares,
podían “alterar el orden” que ellos mismos trataban de conseguir) y qué música escuchar
(al igual que autores o pensadores de izquierda, muchos artistas fueron proscriptos,
obligándolos al exilio) hasta de conseguir leyes que nos igualan ante la ley, como la
posibilidad de divorcio, el matrimonio igualitario o la identidad de género.

Por lo manifestado en el párrafo anterior, iremos viendo qué parámetros (destacando que
se hará una selección ya que no se puede dar cuenta de todo el proceso en sí mismo,
debido al tenor del presente trabajo) se han modificado durante los cuarenta años de
democracia, aclarando que los procesos sociales no son lineales y que hubo ciertos
“retrocesos en la democracia” en este periodo a la hora de ejecutar ciertas decisiones
entre los mismos funcionarios electos democráticamente en cuanto a políticas de derechos
humanos, por ejemplo, como es el caso de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final.

 Políticas de derechos humanos:

Los organismos de derechos humanos, en particular las Madres de Plaza de Mayo,


constituyeron una de las principales resistencias a la dictadura militar. El movimiento de
derechos humanos fue creciendo y consolidándose a partir de la apertura política en 1982.
Con el retorno de la democracia, una de sus tareas, consistió en regularizar la situación
jurídica de presos políticos, exiliados, niños nacidos en la clandestinidad, parientes de
desaparecidos con causas penales pendientes y problemas patrimoniales, de
documentación, etc. Amplios sectores del movimiento de derechos humanos y partidos
políticos opositores a la UCR reclamaron la formación de una comisión parlamentaria
bicameral, con poderes para investigar los crímenes del terrorismo de Estado. Sin
embargo, Alfonsín, en una de sus primeras medidas, creó un organismo ligado
directamente al Poder Ejecutivo, la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas
(CONADEP), dirigida por el escritor Ernesto Sábato y otras personalidades de la cultura y
la política. El objetivo de la comisión era investigar y acumular pruebas sobre las
prácticas del terrorismo estatal durante la dictadura.
Los organismos de derechos humanos estimaron en 30.000 el número de personas
detenidas-desaparecidas durante la dictadura militar y en más de 500 los centros
clandestinos de detención (campos de concentración). Los militares pretendían ser
juzgados por sus pares, pero, ante la presión de los organismos de derechos humanos y de
la sociedad, así como por el compromiso demostrado por algunos sectores del propio
gobierno, los casos de violación de derechos humanos perpetrados por las fuerzas de
seguridad fueron pasados a tribunales civiles.

Esto se hizo después de una reforma introducida por el Congreso, que establecía que el
fallo de la justicia militar podía ser apelado ante la Cámara Federal con competencia en el
lugar donde los hechos se habían producido. En abril de 1985 comenzaron las audiencias
del juicio a las tres primeras juntas militares.

Mas allá de que no todos aquellos que formaban parte de las juntas militares recibieron
las mismas penas, siendo el caso de Jorge R. Videla uno de los más resonantes ya que se
lo condena a perpetua, es clave comprender que en la sociedad aun había mucho miedo y
que el gobierno de Raúl Alfonsín era bastante endeble:

“Los militares aprovecharon las señales de debilidad que daba el gobierno y avanzaron En
Semana Santa de 1987, un grupo de militares dirigidos por el coronel Aldo Rico (conocidos
como “carapintadas”, por embadurnarse el rostro con inocultable predisposición bélica) se
sublevaron en Campo de Mayo. El repudio popular hacia los sublevados fue contundente:
4
cientos de miles de personas colmaron la Plaza de Mayo”

En la cita anterior podemos ver que ya hay un cambio en la sociedad que no tolera más la
violencia y que, además, gracias a la transmisión pública del juicio a las juntas, muchos
han podido comprender los horrores que se llevaron a cabo en la sociedad y que no había
que permitir que sucediesen de nuevo. La condena también era social.

Cabe aclarar que, se han tomado otras decisiones bajo gobiernos democráticos, que en el
transcurso del resto de la década y durante los 90s´ implicaron una retroversión en
cuanto a lo que implica la justicia, gracias a las leyes de Obediencia Debida (Ley N° 23521
que establecía que quienes cumplieron ordenes de coroneles no serían juzgados ya que en
las milicias existía el concepto de “obediencia debida”) y las leyes de Punto Final (Ley
23492 que establecía que la caducidad de la acción penal -prescripción- contra los
imputados como autores penalmente responsables de haber cometido el delito).

Otro ejemplo similar a los ya mencionados, son los indultos que se realizaron bajo el
gobierno de Carlos S. Menem, como es el caso de Jorge. R. Videla, o de militares que
cometieron crímenes durante la dictadura autodenominada Proceso de Reorganización
Nacional incluyendo a los miembros de las juntas condenados en el Juicio a las Juntas de
1985 y también a quienes hubiesen integrado agrupaciones guerrilleras.
4
Reportaje publicado en enero de 1983 en la edición número 97 de la revista humor. Que sería secuestrada antes de
salir a la venta por orden del Gobierno militar.
En este apartado quiera aportar unas citas que he leído de una entrevista a Jorge. R.
Videla en las cuales, bajo un gobierno democrático (Carlos. S. Menem) y ante un medio de
comunicación, declara lo siguiente:

“mientras sean desaparecidos, no puede haber ningún tratamiento especial. Es una


incógnita, es un desaparecido, no tiene entidad. No está vivo ni muerto, está
desaparecido...”

Y también...

“No, no se podía fusilar. Pongamos un número, pongamos, 5000. La sociedad argentina no


se hubiera bancado los fusilamientos. Ayer dos en Buenos Aires, hoy 6 en Córdoba,
mañana cuatro en Rosario y así hasta 5000. No había otra manera. Todos estuvimos de
acuerdo en esto y el que no estuvo de acuerdo, se fue. ¿Dar conocer dónde están los restos?
¿Pero qué es lo que podemos señalar? ¿El mar, el río de la plata, el riachuelo? Se pensó en
su momento dar a conocer las listas. Pero luego se planteó: si se dan por muertos,
5
enseguida vienen las preguntas que no se pueden responder. Quién mató, dónde, cómo.”

Es en este punto donde es bueno reflexionar que muchas veces la democracia no actuó
dentro de ciertos marcos de respecto, dando entidad pública a “figuras” que hacían este
tipo de declaración asumiendo completamente con naturalidad lo realizado y lo peor de
todo, que un presidente elegido por sufragio libre permitiese que semejante asesino
estuviese libre entre la sociedad que lo votó.

Asimismo, vuelvo a repetir que los procesos no son lineales y los avances/retrocesos,
tampoco: si bien esto que se menciona fue un retroceso, durante el gobierno de Néstor
Kirchner se anularon las mencionadas leyes (que se les llamó: leyes de impunidad) y se
estableció que los crímenes no iban a prescribir porque eran delitos de lesa humanidad.
Por tal motivo, se llevaron a cabo nuevamente juicios a todos aquellos que habían
participado en la dictadura (Jorge. R. Videla, por ejemplo), independientemente del grado
de responsabilidad atribuible y al día de hoy, todavía hay muchas condenas pendientes:
964 imputados fallecieron antes de obtener una sentencia y 22 acusados están prófugos.
El resto de las personas investigadas se divide en instancias intermedias del proceso: a
alrededor de 240 se les dictó el sobreseimiento o la falta de mérito; 542 están procesadas y
poco más de 600 están imputadas o indagadas (en marzo 2022).6

 Fortalecimiento institucional:

Alfonsín intentó construir un Estado de derecho y fundar una ciudadanía basada


exclusivamente en los derechos civiles y políticos. En otras palabras, se trató de una
5
Los medios de comunicación y la memoria del horror (1983-2006)- Carlos Gassmann.
https://www.comisionporlamemoria.org/archivos/jovenesymemoria/bibliografia_web/ejes/cultura_gassmann2.pdf
6
https://chequeado.com/el-explicador/a-46-anos-del-golpe-de-estado-datos-sobre-el-avance-de-los-juicios-de-lesa-
humanidad/
concepción donde el régimen político, al transitar de la dictadura a la democracia,
garantizaría un orden con mayor bienestar para el conjunto de la sociedad. El respeto de
la Constitución y las leyes eran necesarios para dirimir los conflictos estructurales,
limitaran el poder de las corporaciones y lograran el equilibrio social. Esta confianza se
expresó en uno de los principales slogans de Alfonsín: “Con la democracia se come, se cura
y se educa”.

Buena parte de la ciudadanía, por lo menos durante un tiempo, se sintió protagonista de


la construcción democrática, visualizó a los partidos políticos como representantes de sus
intereses y confluyeron en ellos afiliándose o acompañándolos en propuestas y
manifestaciones públicas: nuevos actores (jóvenes y mujeres), nuevos ejes articuladores
(derechos humanos, lo cultural-comunicacional, lo territorial o lo “barrial”) y nuevos
métodos para la lucha y la protesta social aparecieron en la escena del conflicto y fueron
conformando diversos tipos de movimientos que resistieron la despolitización.

Las universidades públicas se normalizaron después de muchos años de intervenciones.


La libertad de prensa se hizo efectiva, al igual que la participación ciudadana en algunos
ámbitos. Esto generó la airada respuesta de los sectores ultramontanos, que cuestionaron
el “libertinaje” sin disimular su añoranza por los tiempos de la dictadura. La sanción de la
Ley de Divorcio Vincular, en 1987, apoyada por los no católicos y por muchos católicos,
generó la reacción de la Iglesia, que después de mucho tiempo (desde 1955), recurrió a la
movilización callejera. La actitud retrógrada de la Iglesia católica argentina reflejaba de
algún modo las complicidades de la institución con la dictadura militar.

De ahora en más, esta no iba a ser la única ley que generará reproches dentro de ciertos
sectores sociales, sino que sería una de las primeras en iniciar un camino de
fortalecimiento de derechos: los ejemplos son bastantes más recientes, ya que durante la
década del 90´ y los primeros años del presente siglo se tuvo que esperar para que se
sancionaran leyes de matrimonio igualitario o de identidad de género, que implican un
cambio rotundo en ciertas concepciones sociales e integra en distintos ámbitos legales a
minorías sexuales.

Otro ejemplo en sintonía con estos, son las luchas de distintos sectores sociales por el
reconocimiento de sus enfermedades y /o discapacidades, teniendo en cuenta que en
muchos casos las coberturas llegan a un 100% como es el caso de pacientes con VIH.

 Sindicalismo:

Partiendo del Gobierno de Raúl Alfonsín, quien denunciara un supuesto "pacto sindical-
militar, orientada a identificar al peronismo con la dictadura y a subsumir al sindicalismo
en el peronismo, en el retorno de la democracia, para el sindicalismo, este se vio
cuestionado desde el poder político democrático del momento.
A esto se le suma: la reducción del salario real en un contexto de alta inflación, así como
el aumento del desempleo y del trabajo no registrado, en el marco de planes de ajuste
diseñados por el Fondo Monetario Internacional, creándose las condiciones de un grave
conflicto social que se mantuvo durante la mayor parte del gobierno alfonsinista. La CGT
respondió a la política económica y sindical del gobierno con trece paros generales y
grandes movilizaciones y en los seis años del gobierno radical se realizaron casi cuatro mil
huelgas sectoriales y de empresa.

Muchas de estas formas de huelgas van a continuar durante la presidencia de Carlos S.


Menem, sobre todo a finales de esta, ya que, durante la mayor parte de la década,
aumentó la pobreza, la desocupación y hubo bajas de salarios debido a las constantes
privatizaciones y crisis económicas. En este contexto es que se instala el “piquete” como
forma de protesta social más común y visible.

Con la crisis del año 2001 y los acontecimientos ya conocidos, se agregan a estas formas
de protestas, otra conocida como el “Cacerolazo”. Durante esta época, no solo los
sindicatos poderosos tenían las huelgas y los paros, instalados como formas de lucha, sino
que muchos ciudadanos que no se sentían conforme con su realidad y que no estaban
nucleados bajo ningún sindicato, podían salir a la calle a reclamar por sus derechos. En
las reflexiones finales se hará mención de los fallecidos en diciembre del 2001, de
momento es importante resaltar que, al día de hoy, las protestas siguen siendo una forma
válida de reclamo, como la posibilidad de marchar o de hacer petitorios.

Por último, para destacar dentro de este apartado, es importante considerar que, con el
retorno de la democracia, también retornan otras prácticas que tiene que ver con poder
negociar de manera pacífica, los aumentos de salario de los empleados.

En los casos donde el gobierno brinda una asistencia social, esta también es una forma de
ver a la democracia si se la piensa desde el acceso a los recursos materiales, como comida,
asistencia médica, vivienda, etc.

 Educación:

Según la historiadora Cinthia Wanschelbaum7 en su condición de educador, el gobierno de


Alfonsín desarrolló una pedagogía de la hegemonía para educar el consenso y generar la
legitimidad necesaria en “democracia” hacia el proyecto neoliberal iniciado en los años
previos. La idea era que los hombres y mujeres estén convencidos de que el capitalismo
democrático era la mejor y única relación social en la que se podía vivir, fue un esfuerzo
que el gobierno de Raúl Alfonsín realizó mediante un conjunto de estrategias políticas. En

7
Mariano Martín Zamorano. LA TRANSFORMACIÓN DE LAS POLÍTICAS CULTURALES EN ARGENTINA DURANTE LA
PRIMERA DÉCADA KIRCHNERISTA: ENTRE LA HEGEMONÍA Y LA DIVERSIDAD.
https://www.redalyc.org/journal/4959/495952432003/html/
cada palabra, en cada acción se buscó educar a los sujetos, a fin de que vean al mundo en
conformidad con las relaciones sociales capitalistas.

La educación fue fundamental en el proceso de recomposición hegemónica del bloque


dominante y en la conservación del modelo de acumulación vigente. Se la pensó y ejecutó
en estrecha relación con las políticas económicas y sociales. Que el sistema educativo se
insertase en un proyecto político nacional fue lo que, en términos alfonsinistas, se
pretendió.

Bajo esta idea se encubrió una selección que se produce mediante una distribución
desigual del conocimiento de acuerdo a circuitos educativos de pertenencia, al surgimiento
de “dificultades de aprendizaje” o del “fracaso escolar”, o la expulsión escolar. Es que el
argumento de la igualdad de oportunidades que apuesta al libre juego de la iniciativa
privada, a que cada uno coseche logros de acuerdo con sus méritos en el marco de una
competencia equitativa, es funcional a la desigualdad estructural producida por un modelo
de acumulación asentado, como durante el gobierno de Alfonsín, en relaciones
antagónicas.

Una de las reflexiones que nos acerca la historiadora sobre esta etapa es que “a efectiva
materialización se interpuso una dinámica de desigualdad, expulsión e injusticia. Las
características estructurales y de clase que definían al sistema educativo argentino en el
momento en que asumió el gobierno electo en 1983 luego de un genocidio, se mantuvieron al
momento que renunció Alfonsín a la presidencia. En “democracia” continuó existiendo una
educación no democrática, no sin tensiones y contradicciones. El sistema educativo siguió
cumpliendo con sus funciones en forma antidemocrática, es decir, insatisfactoria para la
gran mayoría de la población. Con la democracia se educó en un sistema educativo que
mantuvo el principio del privilegio y que confinó a las clases subalternas a una educación
8
diferenciada”

Bajo la presidencia del peronista Carlos Saúl Menem se inició una reforma educativa, que
buscaba mejorar la calidad de los alumnos extendiendo el ciclo básico de 10 años y
acercando las decisiones educativas a los ciudadanos y buscaba incrementar la
competitividad de la población activa en el mercado del trabajo. El 14 de abril de 1993 se
sanciona la Ley Federal de Educación N° 24.195 La metodología de la reforma incluía la
experiencia de la descentralización de la educación, pasando numerosos colegios de las
manos del Estado nacional a los distintos estados provinciales, y formulándose una
reestructuración del régimen de enseñanza primaria, pasándose de un ciclo de 7 años
obligatorios a uno de 9 años llamado E.G.B. –Escuela General Básica- (similar al proyecto
de reforma educativa de España durante la dictadura de Francisco Franco, dividido en tres
ciclos de tres años cada uno (EGB 1, EGB 2, y EGB 3). Finalizado el 9° año de la EGB3, se
podía acceder al Nivel Polimodal, que no era obligatorio.
8
Extracto tomado del libro Historia Argentina Contemporánea. Pasados presentes de la política, la economía y el
conflicto social. Autor abel Susana Scaltritti...[et.al.]. Pag 418 – 419.
Desde el año 2006 bajo el gobierno de Néstor Kirchner y luego de Cristina Fernández de
Kirchner, se sanciona la Ley de Educación Nacional N° 26.206 que deroga la anterior Ley
9
Federal de Educación del menemismo y se destacan las siguientes políticas y reformas:

 La Ley de Educación Nacional, que permitió la reestructuración de la primaria y la


secundaria y el fin de las políticas focalizadas y asistencialistas y la reglamentación
que establece que el presupuesto de educación no puede ser menor al 6% del PBI.

 Numerosos profesores y alumnos (número indeterminado, como tantas otras


estadísticas del kirchnerismo) fueron expulsados de las aulas por "diferencias
ideológicas", convirtiendo las universidades publica en las menos libres de la
democracia post-1983.

 Se aumentó la inversión en educación hasta el 6,47% sobre el PBI en el 2010 y por


ley no puede reducirse. Su evolución, desde que fue sancionada la ley fue la
siguiente: en 2005 del 4,0%, en 2006 del 4,7%, en 2007 5,0%, en 2008 del 5,3% y
en 2009 del 5,6%.

 Se disminuyo, en términos relativos, la enseñanza CTIM (Ciencia, Tecnología,


Ingeniería y Matemáticas - STEM en inglés) priorizando la enseñanza de "ciencias
blandas", para lograr el objetivo de captar seguidores, tal como lo habían acordado
con Hebe de Bonafini.

 La Ley de Educación Sexual Integral, que determina que la educación sexual es


obligatoria y comprende todas las formas de sexualidad para las diferentes
capacidades, y las nuevas formas de familia, sin ningún tipo de discriminación.

 Arte:

Si bien dentro de este apartado, pensaremos al arte desde una mirada global que
abarcaría distintos movimientos de expresiones, ya sean: literarios, musicales,
comunicación, actores/actrices, en fin, toda una variedad de profesionales que, durante la
última Dictadura Cívico Militar, no solo han desaparecido, han sido secuestrados y
torturados, sino que, además, en muchos casos debieron exiliarse (el cantante Piero, León
Gieco, Marie Helena Walsh, o bandas como Los Abuelos de la Nada, etc.). También hay
que tener en cuenta que personalidades de las ciencias sociales, como la historiadora
Reyna Pastor, debieron abandonar el país y un sinfín de personas que estaban en
desacuerdo, corrieron con la misma suerte.

9
https://dle.rae.es/democracia
Pero esto no debe obnubilar el hecho de que, en algunos casos, músicos conocidos del
rock, por dar un ejemplo, se han quedado en el país y han logrado resistir a la dictadura.
Esto puede verse en las letras de las canciones de Horacio Guaraní: “La Libertad se hace
novia de mi pañuelo, la Guerrillera tiene sangre en el alma!”. Uno de los ejemplos más
paradigmáticos de esto, es que, a finales de la dictadura, se da a conocer la canción de
Charly García, en diciembre de 1982: “los dinosaurios”, con su letra que nos dice: “todos
«pueden desaparecer... pero los dinosaurios van a desaparecer», por lo que la canción ha
sido masivamente considerada una metáfora de la última dictadura que gobernó en
Argentina y los miles de personas detenidas y desaparecidas.

Puntualmente, la vuelta a la Democracia hizo que muchos de estos artistas o


personalidades destacadas, regresaran al país. Con ellos, además de cierta esperanza por
un futuro mejor, regresó una nueva manera de hacer arte, que era exponiendo la condena
hacia el régimen. Con el paso del tiempo y junto a la conquista de la democracia, las
canciones prohibidas durante el gobierno de 1976 se fueron convirtiendo en himnos de
nuestra cultura que ampliaron el horizonte de la música nacional. Uno de estos ejemplos
es la canción Solo le Pido a dios, escrita por la guerra de Malvina que aconteció en 1982:

“Solo le pido a Dios/ Que la guerra no me sea indiferente/ Es un monstruo grande y pisa
fuerte/ Toda la pobre inocencia de la gente.”

“Solo le pido a Dios/ Que el futuro no me sea indiferente/Desahuciado está el que tiene que
marchar/A vivir una cultura diferente.”

En los meses de la transición de 1983, diarios y revistas jugaron un papel determinante


para sentar las bases de una opinión pública capaz de demostrar el hartazgo frente a la
censura y la euforia de volver al juego democrático. hubo diarios y revistas que nacieron
durante 1983 para cimentar la despedida del régimen militar y celebrar el regreso a la
Constitución. Tras el férreo control impuesto durante la dictadura, que colocó
interventores militares en los canales televisivos, en algunas radios y medios gráficos,
muchos medios volvieron a manos privadas durante el período de “transición democrática”
representado por la presidencia de Raúl Alfonsín (1983-1989). Hubo incluso intentos,
inéditos para nuestro país, de promover la existencia de una suerte de “medios públicos
10
no gubernamentales”, como fue el caso de Radio Belgrano.

Más adelante, durante el gobierno de “postransición” de Carlos Menem (1989-1999) se


produjeron cambios muy significativos. La política económica, que promovió la
concentración del capital también tuvo repercusiones en el sistema de medios. Muchos de
los pequeños y medianos emprendimientos del campo de la comunicación desaparecieron
o fueron absorbidos por las grandes empresas dominantes del sector. Los principales
diarios, revistas, radios y canales de televisión pasaron a ser controlados por pocos y
gigantescos grupos multinacionales. En 1984, apenas iniciado el gobierno democrático, el
10
ibid.
levantamiento del tabú informativo respecto de las violaciones a los derechos humanos dio
lugar al llamado “show del horror”, un “destape” noticioso que marchó paralelo a la
exhibición de cuerpos desnudos. Se caracterizó por el tratamiento macabro y
sensacionalista del descubrimiento de fosas anónimas y la exhumación de cadáveres NN.

El juicio a las Juntas Militares, celebrado en 1985, la población siguió con gran
expectativa, a través de los medios, el desarrollo de las audiencias, pero a través de una
disposición gubernamental, se argumentó la necesidad de impedir que un asunto tan serio
se convirtiese en un espectáculo, aunque esta justificación ocultaba la idea de no irritar al
frente militar11.

Desde 2003 y por el termino de más de una década, una nueva política cultural ha sido
caracterizada como un instrumento de construcción de hegemonía 12 en un contexto de
expansión de Internet a lo largo del país y de crecimiento del consumo de las industrias
culturales desde 2004, los medios audiovisuales incrementaron su capacidad de
generación económica y durante este período de gobierno las políticas de desarrollo federal
de las artes y de la producción cultural local serían limitadas. Su diversificación
burocrática y programática –incorporando, entre otros instrumentos, una renovada
política cultural en los medios de comunicación– estuvo fundamentalmente sostenida por
la Presidencia y el programa del Bicentenario.

Reflexiones finales:

Para finalizar, expondré algunas consideraciones de todo lo recopilado, que son desde
luego, consideraciones personales, pero buscando darle un sentido crítico a lo aportado.

Retomando algunas cuestiones mencionadas, como el concepto de Democracia, se puede


observar que en términos institucionales, por decirlo de alguna manera, en cuanto a la
posibilidad de voto, movilizaciones y reclamos de justicia, claramente este sistema no solo
ha sido útil, sino que no se ha visto interrumpido por ninguna otra circunstancias: desde
el año 1983 hasta la actualidad, se han respetado estos marcos institucionales y hasta
hubo mejoras en cuanto a la participación ciudadana o las leyes sancionadas.

Ahora bien, esto no impidió que, en algunos casos, se cometieran errores, como fueron las
mencionadas leyes de impunidad y que hayan sido errores graves, poniendo en libertad
(una de las palabras que define a la democracia) a genocidas y represores. Tampoco

11
Discurso de Raúl Alfonsín en el cierre de la campaña electoral - Buenos Aires, Plaza de la República - 27 de octubre de
1983. https://www.alfonsin.org/wp-content/uploads/2018/12/Discurso_de_cierre_de_campana_en_el_Obelisco-1-
1.pdf.
12
LA EDUCACIÓN EN LA POSTDICTADURA (1983-1989). EL PROYECTO EDUCATIVO DEMOCRÁTICO: UNA PEDAGOGÍA DE
LA HEGEMONÍA. https://www.hum.unrc.edu.ar/publicaciones/contextos/contextos%2015/articulos/vol13/pdfs/01-
wanschelbaum.pdf
impidió que, pese a que las decisiones económicas se estuviesen tomando bajo estos
criterios democráticos, los errores hayan sido tales, que terminó decantando en una de las
mayores crisis institucionales y sociales, como lo fue la crisis de diciembre del 2001.

Acá es donde me quiero detener un momento: si bien se salvaguardaron los mecanismos


institucionales, una vez que el gobierno de Fernando De La Rúa decide dar un paso al
costado y que todo lo que se hizo fue para preservar el bien democrático de la nación, no
podemos dejar de lado, que esta crisis social y económica, que generó que personas con
distintas necesidades e intereses, salieran a reclamar por sus derechos, se encontrasen
con un Estado que en muchos casos (en nombre del orden) decidió reprimirlos
brutamente con las fuerzas de seguridad, lo cual a su vez, generó fallecidos.

Este contraste me hace pensar que, aunque el sistema puede ser denominado
“Democrático”, ya sea por la forma de gobierno, por las libertades, igualdades, etc., en
muchos casos, nuestros gobernantes eligen, toman decisiones y las ejecutan desde lógicas
totalmente distintas y opuestas a lo que el sistema marca. Mas allá de los discursos de
cualquier gobernante de turno, de la posibilidad de participar activamente del sistema con
el voto o, incluso, para reclamar por derechos (otra de las acepciones de la palabra
Democracia) hay que tener presente que no deja de ser un sistema vulnerable y que, en
muchos casos, es por el compromiso social que se mantiene vigente y no tanto por esos
“gobernantes”.

Ese compromiso social que luchó cuando todavía estaban los militares en el poder es el
que quizás hoy nos está faltando, para salir a pelear por lo que realmente necesitamos,
pero no lo hacemos porque en la conciencia colectiva, todavía “podemos ir a votar”, como
si eso solo fuese la democracia y con esto únicamente, dependiese el sostenimiento de la
misma. Se podrá destacar que esas conquistas han sido muchas en cuanto a derechos y
libertades y que, vivimos en una sociedad donde los medios de comunicación son un actor
social en sí mismo, con poder de inclinar balanza, donde todo se viraliza a velocidades
inusitadas y la información está al alcance la mano (o al menos lo que quieren que
sepamos), pero es importante sentarse a pensar un momento qué se hizo durante estos
últimos 40 años en nombre de la democracia.

Acaso: ¿se puede hablar de un Estado Democrático, cuando este es corrupto, ineficiente,
obsoleto y represivo, siempre que “la situación lo amerite”; que con sus políticas en estos
40 años (más allá del partido de turno) al día de hoy haya pobreza, delincuencia (como
producto y resultado de esta), problemas en la educación, sindicatos que ya no luchan por
los trabajadores (sino que están del lado de las corporaciones y que tratan de sostener sus
negociados) una enorme crisis sanitaria a nivel país (que ya no tiene que ver con la
pandemia sino con desmejorarles la calidad de vida a los profesionales de la salud en pro
de recaudar más), que sea el mercado (con la anuencia del Estado) el que dicta la norma a
la hora de incorporar trabajadores? ¿esto es también la Democracia? ¿se piensa en esto
cuando se habla de Democracia o nos seguiremos conformando en ir a votar cada cuatro
años?

Para terminar, quiero traer a colación una de las frases más conocidas, tomada de título
del informe de la CONADEP y que mejor muestran el espíritu de la nación desde el retorno
de la democracia, para reprochar y condenar lo que hicieron las Juntas Militares, pero que
a mí me gustaría hacerla extensiva a todo lo relatado en el párrafo anterior: “NUNCA
MAS”.13

13
http://www.juan23.edu.ar/delcol/pdf/Educacion_Publica.pdf.

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