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Ksenia Kameneva

Escuela Nacional de Danza Nellie y Gloria Campobello


Metodología de la investigación
Prof.: María del Carmen Aceves
Orientación: Danza contemporánea

Control de Lectura.
Cuerpo, sentidos y emociones: etnografía sensorial y su registro. Brenda Muñoz Santos

Ideas principales

1. Etnografía no es sólo una técnica que se define por la observación participante, sino toda una forma
de abordar la investigación, donde limitarse a la observación participante actualmente ya no es suficiente.

2. La etnografía sensorial es un método crítico que cuestiona el visualcentrismo en la investigación


etnográfica y propone usar registros de lo precibido, recibido y procesado por otros sentidos como parte del
bagaje instrumental del investigador durante del trabajo de campo, ya que puede llevar a ámbitos y respuestas
antes desconocidos.

3. Aplicar la etnografía sensorial implica reconstruir al sujeto del invstigador apelando a la subjetividad
de su cuerpo y todo lo que éste vivencia como una forma de construir nuevo conocimiento.

Resumen

1. Etnografía no es sólo una técnica que se define por la observación participante, sino toda una forma
de abordar la investigación, donde limitarse a la observación participante actualmente ya no es
suficiente.

«Un punto de partida para lograr lo anterior (crear nuevas metodologias), es problematizar la idea de un
cuerpo único a través de reconocer, explorar y criticar las múltiples perspectivas sobre la corporeidad».
(Pag.275)

«La etnografía tiene múltiples de nociones y conceptualizaciones; sin embargo, el presente capítulo más que
ser un instructivo que indique los pasos a seguir para elaborar una etnografía sensorial, tiene como objetivo
incentivar el interés y mencionar la importancia de concebir una etnografía sin limitarse al recurrir
únicamente a la observación participante, destacando la importancia de lo que como etnógrafos/as sentimos y
percibimos con todo nuestro cuerpo y sensorialidad al estar y pensar en el campo. Esto permite formular
nuevas propuestas metodológicas y construir conocimientos situados corporalmente». (Pag.276)

«Resignificar el papel de la sensorialidad en nuestro propio cuerpo y en el de las personas con las que
colaboramos, evidencia que la observación ya no es suficiente y que debemos aventurarnos a echar a volar la
imaginación antropológica en nuestra sensibilidad etnográfica al investigar in situ». (Pag.281)

«Probablemente si se nos enseñara en nuestros cursos de metodología que en el trabajo de campo los datos se
construyen a partir de las sensaciones de nuestro cuerpo, tal vez otras/os de mis colegas incluirían con mayor
frecuencia algunas reflexiones sobre la sensorialidad corporal que experimentan in situ». (Pag.286)

2. La etnografía sensorial es un método crítico que cuestiona el visualcentrismo en la investigación


etnográfica y propone usar registros de lo precibido, recibido y procesado por otros sentidos como
parte del bagaje instrumental del investigador durante del trabajo de campo, ya que puede llevar a
ámbitos y respuestas antes desconocidos.

«Durante mi proceso formativo, la mayoría de profesores/as me advirtieron que toda etnografía implica poner
el cuerpo y con ello un plano intersensorial. Estar en campo conlleva relacionarnos y comunicarnos con
nuestros/as inter- locutoras, al igual que con los espacios y objetos con los que interactuamos; es decir,
compartimos el ámbito de lo sensible. Desde mi perspectiva no nece- sariamente es así; si bien es evidente
que nuestro cuerpo es nuestro principal instrumento para realizar trabajo de campo, no todos los
investigadores/as le han otorgado el protagonismo al ámbito sensorial dentro de sus interpretacio- nes, ya sea
por una decisión personal o por la suposición de que al considerar las emociones y lo sensorial puede mermar
las pretensiones “científicas de objetividad”. La etnografía sensorial debe ser asumida como un método
crítico y reflexivo, invadido por nuestro ingenio y creatividad, lo cual no contraviene el rigor académico de
nuestras investigaciones, por lo que considero que más que establecer una dicotomía entre objetividad cientí
ca/subjetividad sensorial, deberíamos buscar la manera de relacionarlas». (Pag.280)

«El “yo estuve ahí” ha permitido que nuestras investigaciones y registros etnográficos asuman cierta validez a
través de lo que narramos y describimos mediante la observación participante. Además, está lo que sentimos,
escuchamos y degustamos interpretado a partir de si nos fue agradable o no, aunque regularmente esto ha sido
minimizado como dato etnográfico. El “estar ahí” involucra una narración en primera persona de lo que en
ese momento experimentamos en carne propia, más allá de cubrir los objetivos de la investigación. Algunas
veces, los aspectos íntimos y personales son clasificados como prejuicios o categorías valorativas hacia el
espacio y los actores/as con las que colaboramos. En su mayoría, lo anterior se asume como aspectos no
objetivos para el ámbito científico”. (Pag.280)
«Una manera de resolver la contradicción entre objetividad y subjetividad es registrar, por una parte, nuestros
sentires emanados del trabajo de campo con nuestras interpretaciones asociadas a los marcos conceptuales o
analíticos que guían la propuesta de investigación, por otra. Esto se puede efectuar en el diario de campo,
estableciendo una división entre lo interpretado y lo vivencial o explicitándolo en la narrativa mediante el uso
de marcadores». (Pag.280)

«La etnografía sensorial pondera tanto la percepción sensorial del etnógrafo/a, como de sus interlocutores,
considerando todos sus sentidos. Este enfoque recupera las experiencias multisensoriales experimentadas en
trabajo de campo. Además, busca replantear el papel de lo teórico al otorgar un rol central a la re flexividad.
El etnógrafo/a al estar en campo debe ser sensible y crítico al emplear su cuerpo como vehículo de obtención
e interpretación de la información. En este proceso, lo que antes era residual (los sentidos y las emociones),
es fundamental para generar conocimiento y nuevas propuestas metodológicas». (PP. 281-282)

«La etnografía sensorial es un método crítico que tiene su origen en los cuestionamientos del giro sensorial al
visualcentrismo. Las críticas a la centralidad de la vista en la producción de conocimientos han buscado
recuperar en las vivencias del campo otras cosmopercepciones que revaloran el papel del cuerpo, los sentidos
y las emociones en nuestras investigaciones. Por ello, es importante adentrarnos en los debates de la
antropología de los sentidos. La perspectiva sensorial hace referencia a una corriente epistemológica que ha
permitido e incentivado el interés hacia el estudio de los sentidos, lo sensorial y afectivo, teniendo como
objetivo estudiar la manera en que las distintas culturas o sociedades construyen su propia noción de lo que
son los sentidos». (Pag.282)

«La etnografía sensorial es un método crítico y reflexivo aplicable a cualquier temática de investigación. Este
enfoque de investigación ayuda a fomentar la creatividad e imaginación antropológica necesaria para
problematizar nuevas temáticas que, a su vez, requieren otras formas de abordarlas; es decir, más allá de la
aplicación de técnicas clásicas que le han dado protagonismo a la observación participante y al registro de
datos e información a partir de los textos. Reflexionar y problematizar el papel de nuestro cuerpo, sentidos y
emociones al estar en trabajo de campo, nos puede abrir caminos inexplorados que jamás se nos hubiesen
ocurrido». (Pag.287)

3. Aplicar la etnografía sensorial implica reconstruir al sujeto del invstigador apelando a la


subjetividad de su cuerpo y todo lo que éste vivencia como una forma de construir nuevo conocimiento.

«Hacer etnografía sensorial implica un posicionamiento crítico y reflexivo sobre la importancia del cuerpo,
sus sensaciones, percepciones y emociones. Más allá de pensarlos como aspectos subjetivos para la
investigación, estos elementos pueden asumirse como temáticas de investigación innovadoras o poco
convencionales». (Pag.276)

«Fue así como decidí que sería buena idea trabajar con personas con discapacidad visual. Esto me llevó a
preguntarme la manera en que se construye y percibe el cuerpo ante la ausencia de un sentido; me percaté de
que en mi vida yo no había concebido la presencia de la gran diversidad de cuerpos existentes y que muchas
veces la sociedad negaba su existencia a lo largo de la historia». (Pag.278)

«Considerando lo anterior, vale la pena preguntarse: ¿es posible ser etnógrafo/a si no se puede ver? La salida
a esta interrogante la podemos encontrar en la adjetivación metodológica de la observación como
participante, porque el hecho de participar involucra el poner el cuerpo e interactuar con todos nuestros
sentidos, no sólo con la vista. Más que decir que somos una suma de sentidos y trasladar el predominio de lo
visual a lo auditivo o viceversa, hay que entender la importancia de cada uno según los procesos estudiados.
Al realizar una investigación podríamos un día enfocarnos únicamente en lo que nuestros ojos observen y al
siguiente dedicarnos a solamente escuchar; obviamente nuestros registros serán distintos, pero puede que
encontremos puntos de interconexión que los articulen, permitiendo así un análisis más profundo». (Pag.283)

«Cualquier día, estemos haciendo etnografía o no, podemos llevar a cabo el ejercicio de registrar e interpretar
articuladamente lo que observamos y escuchamos, al mismo tiempo que percibimos los olores, las texturas y
los sabores que nos rodean en cualquier lugar que estemos. En ese momento pueden surgir preguntas
antropológicas que necesitan ser respondidas. Ahora, si eres alguien que ya tiene una problemática de
investigación de nida, el ejercicio te puede servir para revalorar el papel que tienen los sentidos en la labor
etnográfica”. (Pag.286)

Síntesis

El texto de Brenda Muñoz Santos forma parte del libro publicado por un grupo de antropólogos y etnógrafos
quienes cuestionan, problematizan y buscan renovar las metodologías etnográficas. El presente articulo es
una serie de reflexiones de la autora acerca del involucramiento corporeo y sensorial del investigador con su
contexto y sus sujetos del estudio durante del trabajo de campo, que hace posteriormente de realizar su
investigación acerca de las percepciones y vivencias de la maternidad entre las mujeres cis con ceguera.

Para Muñoz Santos la observación participante –método fundamental de la antropología clásica– ya no es


suficiente, ya que limita al investigador en cuanto en su acercamiento a la problemática que le interesa, a las
preguntas que puede hacer y posteriormente contestar. Ella insiste en tomar la etnografía como un abordaje
complejo del estudio, donde la observación participante es una parte de lo que llama ella la etnografía
sensorial. A su vez la etnografía sensorial la define como un método crítico que cuestiona el visualcentrismo
en la investigación etnográfica y propone usar registros de lo precibido, recibido y procesado por otros
sentidos como parte del bagaje instrumental del investigador durante del trabajo de campo. Su propuesta
consiste en realizar las descripciones detalladas no sólo de aquello que se observe en el trabajo de campo,
sino también de lo que se oye, se olfatea, se siente a nivel de tacto, etc. Una aproximación desde la etnografía
sensorial, según la investigadora, permite desarrollar la imaginación, cambiar el enfoque de las preguntas y a
mediano y largo plazo ampliar el conocimiento acerca de las realidades que nos rodean y que queremos
estudiar y comprender mejor.

Las ideas de este texto me parecen importantes y aplicables al ámbito de la educación y creación dancística,
ya que permite definir el rol, las funciones, las maneras de relacionarse del educador y/o creador escénico con
su ámbito profesional, los agentes con quienes interactúa e incluso con su oficio. Creo que un acercamiento a
la etnografía sensorial desde la danza podría dar pie para encontrar conexiones entre este método que
promueve Brenda Muñoz Santos y los conceptos que se trabajan en la danza desde las prácticas somáticas e
ideokineses para formar propuestas metodológicas enriquecedoras de forma integral y sistemática.

Bibliografía

Muñoz Santos, B. (2021). Cuerpo, sentidos y emociones: etnografía sensorial y su registro. Etnografías
desde el reflejo: prácticas-aprendizaje. Universidad Nacional Autónoma de México. PP. 275-291.

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