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clínica, mantiene un carácter enigmático e inconcluso, dado por la divergencia que existe
significado, además de las diversas formas en que el especialista aborda al sujeto delirante.
locura. Constituyendo las psicosis, el delirio es considerado junto con las alucinaciones y la
principio la psicosis es vivenciada como una realidad que resiste todo intento de captación
intelectual la cual se torna imposible de comprender, y que hace que el sujeto psicótico se
ininteligible, que resulta enigmático para los demás sujetos, incluso para algunos
considerarlo sin sentido, a lo que hay que considerar que: cuando el delirante habla de su
delirio se esta comunicando. Para López Ibor el delirio es un matiz de la condición humana,
del siglo XXI. Ya que consideran que hay que recalibrar los avances en neurociencias,
técnicas de imagen, con el lenguaje clínico, lo que en estos momentos esta desfasado. Este
grupo mantiene una actitud crítica ante el discurso psiquiátrico imperante en nuestros días,
ahistórica. Considerando que el quehacer psiquiátrico esta sostenido por unas premisas
lenguaje con que describimos los síntomas y enfermedades mentales dependen de las
debe reflexionar en un primer momento sobre los conceptos que informan el saber
psiquiátrico, para después hacerlo acerca de la situación social e histórica en el que este
tiene lugar. Dejando la utilización de los criterios diagnósticos para una reflexión de
…el clínico también es conciente del hecho de que la solución a este problema
no radica en realidad en mejorar la fiabilidad construyendo alocadamente más y
más escalas y sistemas diagnósticos “estandarizados”. La solución consiste en
mantener o mejorar la validez mediante la recalibración periódica de las
descripciones psicopatológicas y asegurarnos de que se correspondan con las
necesidades específicas de la neuroimagen y otras modernas técnicas de
investigación. Por esta y otras razones fácilmente imaginables, se necesitan
recalibraciones episódicas del lenguaje de la psicopatología. En la práctica esto
significaría que cada generación de psiquiatras debería participar en la
formulación de las distintas narrativas de la locura. (3)
“delirare”, que significa “salirse del surco”, “no arar derecho”, que se forma a partir del
prefijo de (fuera) y lirare (arar), vecino de lira (surco). Por lo que esta metáfora agrícola da
entender que el delirante, es aquel sujeto que se aparta de la colectividad. Siendo esta la
raíz común para el castellano, el italiano y el portugués. Para algunos autores entre ellos
diferentes ambos sentidos, en alemán se emplea Wahn para delirio y Delir para delirium, y
acuño el término delusión, pero no había tenido éxito en su uso, hasta hace poco que la
expresión delusión por delirio o idea delirante, por su mayor precisión nosológica. (5)
que considera a los delirios como el fenómeno fundamental de la locura. Afirmando que el
delirio es un fenómeno primario, y que el vivenciar dentro de el cual tiene lugar el delirio,
ideas delirantes como juicios patológicamente falseados. Diferencia entre las verdaderas
Ideas delirantes se llama incluso de modo vago a todos los juicios falseados que
tienen los siguientes caracteres externos: 1. la convicción extraordinaria con
que se afirma uno en ellas, la certeza subjetiva incomparable. 2. La condición
de no influibles por la experiencia y por las conclusiones irrefutables. 3. La
imposibilidad de contenido. Si tratamos de penetrar tras esos caracteres más
externos en la esencia psicológica de las ideas delirantes, tenemos que
distinguir primeramente entre las vivencias originarias y los juicios expresados
fundados en ellas, es decir entre los fenómenos vivientes de contenidos
delirantes y juicios rígidos, reproducidos, discutidos, disimulados en toda
ocasión favorable. Luego tenemos que distinguir, según el origen del delirio,
dos grandes clases: unos han surgido para nosotros comprensiblemente de
fenómenos afectivos, de acontecimientos conmocionantes, ofensivos, que
despiertan el sentimiento de culpa y otros, de percepciones engañosas o de la
vivencia de la extrañeza del mundo de la percepción en la conciencia alterada,
etc.; los otros no pueden ser seguidos psicológicamente más atrás, son
fenomenológicamente algo último. A los primeros les llamamos ideas
deliroides, a los últimos, auténticas ideas delirantes (6).
delirante, que son aquellas en las que aparecen en los sujetos sensaciones primarias,
nefasto. Las vivencias primarias del delirio serian, el saber inmediato que se impone de
estas significaciones que han experimentado una transformación radical. Entonces tenemos
que esta vivencia primaria del delirio para Jaspers, esta dada por: percepciones delirantes,
pensamiento del objeto, dándole una cierta realidad, sin que hayan sido materializados por
vivencias del sujeto delirante, en la mayoría de los casos, se procede a aferrarse a esas ideas
como verdades, manteniéndolas en contra de todas las otras experiencias y contra todos los
siguiente:
En base a las vivencias primarias, que deben ser puestas en relación sin
contradicción con las percepciones reales y los conocimientos de los enfermos,
es hecha al mismo tiempo por el pensamiento una elaboración delirante, que a
veces insume toda la energía de una personalidad inteligente. Así surge el
sistema delirante, que es enteramente comprensible en su coherencia, a veces
eminentemente agudo y tan sólo se nos vuelve incomprensible en las últimas
fuentes de las vivencias primarias. (6)
compresiblemente de otros procesos psíquicos, derivados de: las emociones, los instintos,
Para Kurt Schneider los fenómenos delirantes primarios son de dos tipos: la
aviso o un mensaje de otro mundo. Este autor señala haciendo referencia a la percepción
delirante, lo siguiente:
La percepción delirante consta de dos partes o miembros. El primer miembro va
del sujeto que percibe al objeto percibido; el segundo, del objeto percibido a la
Para Henry Ey, el delirio es el tema central de la psicopatología. Siendo para él, una
alteración de la realidad, que supone una perturbación de toda la dinámica de las relaciones
John Cutting crítica la concepción jasperiana que distingue los delirios primarios
reconsiderar la homogeneidad del delirio como síntoma, diferente en cada entidad clínica.
Así tenemos que la intuición psicopatológica de Jaspers de que los delirios primarios son
incomprensibles y que estos eran característicos de la esquizofrenia, mientras que las ideas
diagnósticos que sostenían que mientras más extraños y menos comprensibles fueran los
delirios, a partir del estado emocional o la personalidad previa del sujeto, era más probable
o depresivas. Esto era sustentado, por que para esa época, la esquizofrenia era la entidad
clínica más misteriosa de la psiquiatría, mientras que las psicosis afectivas, eran
realizadas, no se han podido establecer las etiologías precisas de estas entidades clínicas,
solo se han identificado que todas tienen un componente genético, aspectos psicosociales y
son más misteriosas que antes. Por lo que por todo esto este autor plantea lo siguiente:
establecido por los manuales diagnostico, DSM y CIE, estableciendo que es una
contra, incluso ante toda prueba de realidad. El delirio posee una firmeza tal en el tema (o
fenómeno delirante; ya que el sujeto puede adoptar creencias, que condicionen su forma de
vida, como por ejemplo creencias religiosas que no se podrían catalogar como delirantes.
religioso, o el de persecución, entre otros. Este autor considera que el deliro no es una
delirio sólo es posible relativamente, aunque se han logrado definir algunos aspectos del
La investigación del delirio puede aclarar lo que se entiende por tal, como un
hecho empírico, en la psicopatología clínica, pero no puede explicar lo que es el
delirio como problema vivido. Y esto significa que el carácter problemático del
fenómeno no hace perder el interés por él, sino que, al contrario, provoca una
constante fascinación y una renovación del debate. (13 )
este con la vida mental se difumina y dispersa; por una parte algunos psiquiatras estudiosos
del tema lo vinculan a las pasiones y a la afectividad, por otro lado lo relacionan con el
Breuler, considerando que el delirio es más una cuestión del creer que del saber. Para
Vamos a establecer los fundamentos que han hecho que prevalezca la concepción
del delirio como una creencia errónea, para ello tomaremos en consideración algunos
los trabajos de tres autores: Campbell, Luis Valenciano Gayá, y Fusswerk-Fursay. De estos
concepción del delirio, remitiéndonos también nosotros a estas fuentes, para la mejor
comprensión de este enfoque. Para el filósofo José Ortega y Gasset: “las ideas se tienen, en
las creencias se está”. Siguiendo a este autor se explicará que son las creencias, las ideas y
como las ideas se articulan a través de los huecos de las creencias, que aparecen cuando
Valenciano se limita al estudio del delirio esquizofrénico, para él, el punto clave es
establecer una relación comprensible entre las creencias en que se ha instalado el delirante
y la pérdida de las bases creenciales. Tomando como base del proceso un fallo en la
estructura de las creencias, siendo este fallo el que lleva al delirante de cargar a los
elementos de la realidad con significaciones nuevas, que no son compartidas por los demás,
y que son de carácter amenazador. Por otra parte, el psiquiatra Fusswerk-Fursay, de origen
inteligencia. Demostró que las creencias religiosas y las delirantes se apoyan en idénticas
de revelación. Pero sin embargo son fenómenos distintos, ya que a diferencia de las
ritos comunes y de los postulados de las creencias, las creencias de la alieneación mental
están dominadas por el aislamiento. Siendo el delirante un individuo que coloca mal su
palabra en la jerarquía de grados de la realidad (11). Considerando en base a lo establecido
por Fursay-Fusswerk que: “sin revisión del problema del creer no hay verdadera
vivencias afectivas intensas. Hay creencias absurdas, que no son delirios. Las
supersticiones se pueden confundir con los delirios, para diferenciarlas hay que tomar en
un significado válido para todo el genero humano o al menos para sectores amplios, y
por el ocultismo, el magnetismo, los fluidos, el espiritismo, la telepatía. También hay que
realiza un estado más perfecto de existencia, la experiencia religiosa surge como una
Una de las maneras más adecuadas de identificar las creencias es extraer inferencias
delirante. Las creencias se entretejen unas con otras formando un sistema de creencias. Lo
que se desconoce es que si antes de ser integradas, las creencias son sometidas a un control
Estados predelirantes
efímero y heteróclito aumenta su opacidad y la dificultad para la descripción, por lo que los
clínicos, a lo largo del tiempo, han recurrido al uso de metáforas para dar cuenta de ellos,
algunas de ellas serian las siguientes: “humor delirante” (Jaspers,1913)“experiencia del fin
importancia clínica, ya que, por una parte pueden ayudar a diferenciar subtipos de delirios y
por otra parte, podrían informarnos sobre aquellos nódulos cerebrales implicados en su
estudio del estado predelirante, una razón para esto puede ser, el hecho de que
observado el sujeto, una vez que el delirio ya está establecido. Además en los glosarios
diagnósticos actuales, no están descritos estos estados, por lo que quedan fuera de todo
patológico son a los delirios secundarios. Desde el siglo XIX el estado predelirante ha sido
componente primario del estado predelirante es una cognición intrínseca que contiene el
núcleo de una pregunta a la que el enfermo debe responder creando así el delirio; lo más
del afecto: este modelo considera que un afecto anormal podría interrumpir el proceso de
cual la formación del delirio tiene lugar. Como trastorno de la conciencia: se parte de que
ofreciendo un campo fértil para el desarrollo del estado predelirante; el déficit en alguna de
las dimensiones de la conciencia podría romper el procesamiento de la información-
captura, búsqueda y organización, acerca del mundo, el cuerpo o el yo. Como trastorno de
acto de habla o conducta, que puede ser interpretado por el clínico como un síntoma. Para
este modelo los síntomas son indicadores de un cambio estructural, definiendo el concepto
magma primordial es conceptualizado como delirio síntoma. La formación del delirio está
correspondiente del locus cerebral que promovió su formación, por lo que estos autores lo
denominan “actos de habla vacíos”, por lo que su contenido está ubicado en un universo de
Pino:
La elección del tema del delirio es un proceso complejo para cada caso, que puede
estar influenciado por diversos factores, señalando Alonso Fernández que este proceso
puede estar influenciado por factores de las cuatro series que presentaremos a continuación:
- La situación personal y la biografía. Señalaba esquirol que el delirio era una caricatura
trágica del individuo. Por otra parte Castilla del Pino considera, que en la biografía del
delirante está la clave de por qué ha de adoptar una visión delirada de la realidad y porqué
sujeto influye sobre sus funciones mentales, se sabe que en las culturas primitivas
son frecuentes los delirios relacionados con los espíritus del bien y del mal, la
no toma en consideración estos aspectos, que son esenciales par entender el proceso
aceptar sin reserva la perspectiva canónica, es decir, la idea de que los delirios no son sino
creencias equivocadas y no pueden ser ninguna otra cosa. El segundo consiste en estudiar
la historia de la perspectiva canónica para ver si la visión actual se justifica según las
decisiones, las teorías y el contexto en que fueron construidas. Un tercer enfoque consiste
en formular una serie de preguntas a la espera de que se logre romper la tela de araña y
exponer el camino en el que las decisiones cognitivas fueron tomadas en el pasado, con
vistas a compararlas con las nuevas que se puedan tomar en el futuro. Siguiendo los
es posible mantener otros fenómenos falsos, equivocados o impropios tales como las
pueden ser conceptualizados como creencias. Abriendo la posibilidad a que una emoción
no seria una creencia equivocada las que las origine. La psicopatológica estudia esto
fenómenos, como entidades diferentes, a las emociones mixtas las llama emociones
incongruentes o resultantes de una incontinencia emocional, y a las voliciones mixta suele
denominarlas impulsos.
La cuestión fundamental, sin embargo, sigue siendo cuáles son las razones
conceptuales (uno querría hablar de pruebas empíricas) que sirven de base para
que los delirios, las emociones incongruentes y los impulsos sean considerados
tres síntomas diferentes (característicos de tres enfermedades diferentes, en vez
de variaciones en el comportamiento del mismo fenómeno clínico. Con vistas a
dejar abierta esta última opción sería mejor decir que los delirios son miembros
de la amplia clase de los “actos mentales”. (3)
SEGUNDA PREGUNTA: ¿Debería uno aceptar como delirios solamente los delirios
delirios (los no verbalizados)?. Llevado esto al límite, según el modelo actual de creencias
podría admitir la posibilidad de considerar la existencia de delirios que nunca han sido
nos haría regresar a la idea de los delirios como actos mentales, que los delirios se
convierten en delirios una vez que un acto mental se pone en marcha, es decir, un
Epistemología
¿Como reconocemos que estamos ante un delirio? No resulta fácil decir cómo
sabemos que una expresión verbal es un delirio. Algunos sujetos tienen creencias
equivocadas que cumplirían los criterios establecidos en los manuales diagnostico, para
Ontología
CUARTA PREGUNTA
QUINTA PREGUNTA
biografía y yo, todavía está por decir la última palabra y el debate está abierto sobre si
los delirios están o no vacíos desde la perspectiva de proporcionar información sobre
el yo.
Los enfoques que sostienen que el delirio mantiene un vínculo con la biografía, tienen
¿Son los delirios informativos sobre ellos mismos, es decir, dice algo el
contenido de un delirio sobre la génesis y la etiología de los delirios en general
y de qué lugar del cerebro podrían proceder?. Además de ser un acto de habla,
¿qué más es un acto de habla que expresa un delirio?. Se trata de un misterio…
Por tanto, si uno no acepta la opinión de que los delirios son ideas o creencias
y hace las preguntas sobre si expresan alguna información relativa a ellos
mismos, específicamente sobre su naturaleza, su génesis y su relación con el
cerebro, la respuesta debería ser que es poco probable, es decir, nada en el
contenido del delirio parece ayudarnos a responder ninguna de estas preguntas.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS