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La homosexualidad no existe

Jorge Gumier Maier

...insiste "Anahí", uno de los más claros ideólogos de esta nueva etapa del movimiento gay. El
término homosexualidad fue creado en 1869 por el doctor Benkert. Hasta entonces, el
conjunto de las prácticas que se apartaban de la ecuación coito-reproducción eran englobadas
como prácticas antinaturales o sodomía. Inventada esta categoría, surgió el homosexual como
IDENTIDAD. Así como antes habían surgido el epiléptico y la histérica en el registro médico, o
las brujas en el registro ético-social.Si Virgilio fue un poeta que amaba a los muchachos, hoy
sería un poeta homosexual, con todo lo que esto sugiere de caracterológico. Pero,
aparentemente, existen los homosexuales. Ellos mismos dicen serlo. ¿Qué es entonces, ser
(un) homosexual?

La sexualidad humana no pertenece al orden de lo natural. La diferencia con la sexualidad


animal, imposible de desarrollar aquí, queda de manifiesto al comparar lo diverso de su
organización en diferentes culturas, como muestran los estudios antropológicos de Mead,
Ford, Beach, etc. Culturas, por ejemplo, donde el 100% tiene acceso a prácticas homosexuales,
donde, por ser generalizada no existe la FIGURA del homosexual, ni, a menudo, nombre para
dichas relaciones. Entre nosotros, el estudio Kinsey sigue siendo el más ilustrativo. Creando 6
categorías, de acuerdo al "grado" de homosexualidad presente en cada uno, su cuadro es
prueba del continuum que lleva de un heterosexual exclusivo, a un homosexual exclusivo,
derogando la idea de dos identidades sexuales, o modos de la sexualidad. Como dato
significativo, un 50% de los hombres tienen algún tipo de relación homosexual. Como enseña
el psicoanálisis, el deseo no tiene objeto. Vale decir, no está "destinado" a ningún género, ni
objeto jerarquizado con respecto a otro. Un hombre, una mujer, un animal, etc. son
igualmente válidos, posibles, equivalentes. El impulso sexual es una tendencia neutra que lo
social, la socialización del individuo, irá modelando en formas preestablecidas.
Homosexualidad y heterosexualidad, para nosotros, son el producto de,- (y los campos en que
se constituye), la organización social de la sexualidad.

Preguntarse por las causas de la homosexualidad, y no de la heterosexualidad, es una trampa.


Una existe PORQUE existe la otra. No es una familia la que "falla" (metáfora geológica: la
naturaleza de lo psicológico) y crea homosexuales, sino la sociedad, a través de ésta y demás
instituciones. Todo sistema precisa, garantizar que una mayoría cumpla con la NORMA,
reforzándolo y reproduciéndolo. El nuestro se basa en la familia nuclear y monogámica. Para
lograr varones y hembras adecuados a ésta, las posibilidades de práctica homosexual de cada
uno, deben ser reprimidas. Y lo reprimido, para no perturbar, debe encontrar su
MANIFESTACION. Esta capacidad universal es depositada en bloque y con exclusividad en un
sector social obligado a asumirlas de forma, insisto, manifiesta. El miedo que suelen desatar,
es a la propia y permanente posibilidad de tales prácticas, que es vivida culposamente.

La concepción, ideológica, de la homosexualidad como pecado, enfermedad y delito (o acceso


al) es indisociable de la norma interiorizada. La existencia de homosexuales, individuos que se
harían cargo de toda la homosexualidad, de manera nítida y visible, es NECESARIA como
garantía de la represión a LA homosexualidad. Si no lo crease y mantuviese como OTRO
diferenciado, portador de la excepción, y bórraselos tabiques que separan homo de
heterosexuales, también tenderían a borrarse dentro de cada uno. Esta visibilidad se produce
de distintas maneras: Normando la marginalidad a través de conductas
estereotipadas,vestimenta, maneras de comportamiento especiales (pues el poder
inevitablemente, y en un solo proceso, fija la norma y –practica también la excepción a la
norma); la prohibición de publicidad de las conductas homosexuales, obligando al ghetto; y
MARCANDO lugares (actividades) como femeninos, o sea sensibles y creativos, logrando asi
alejar a los varones de los mismos, satisfaciendo las características que de su rol se exige.

Esta LOCALIZACION (de la homosexualidad en los homosexuales, y de éstos en la sociedad)


permite ilusionar con la diferencia, creer que nada los une, por lo distinto que APARECE. Lo
que reafirma la cuestión de la homosexualidad como CONFIGURACION social. Cuando se habla
de la homosexualidad como LUGAR, se está evitando hablar de otra cosa de la represión a la
sexualidad. Y así, para evitar su DESBORDE hacia el resto, para evitar que la homosexualidad
vuelva a ser posibilidad no exclusiva, y de todos; los lugares sufren la dialéctica de la
marginación. Rechazados e integrados. Corrosivos y funcionales.

Perseguidos, reprimidos, y vendidos como seguros. (Pues quien acepta ser homosexual, como
cualquier otro rol social, sabe cuáles son las reglas de juego, y qué se espera de él). Así desfilan
los travestís que "les llevan regalos a los chicos, los hacen dibujar, y son muy hacendosos"
(suerte de tía solterona en quien la sexualidad no aparece, o se traviste de hacienda), o las
sagradas figuras del "panteón gay", al que hace referencia la carta de un lector, y que
redimirían, con su celebridad y brillantez su sexualidad no travestida.

La salida es convertir la homosexualidad, como tematizable en disparo al centro, que la


PRODUCE, PAUTA y MANTIENE para hacerla SOSTEN de la organización represiva de la sexuali
dad mientras la veamos como "accidente" de una minoría. No es cuestión de respeto y
tolerancia sino de liberación sexual. O como dice "Anahí": "El lugar de la homosexualidad es
ideológico".

86- El Porteño. Agosto 1984

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