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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.

QUEJOSO: **********.

MINISTRO PONENTE: HUMBERTO ROMÁN PALACIOS.


SECRETARIO: JOSÉ DE JESÚS BAÑALES SÁNCHEZ.

ÍNDICE

Págs
SÍNTESIS: I

AUTORIDAD RESPONSABLE Y 1
ACTO RECLAMADO:
TRÁMITE Y RESOLUTIVO DEL JUICIO: 2

CONSIDERACIONES DE LA
SENTENCIA: 3

TRÁMITE DE REVISIÓN: 14

COMPETENCIA DE LA SALA: 15

AGRAVIOS DEL QUEJOSO: 16

OPORTUNIDAD DEL RECURSO: 15

CONSIDERACIONES DEL PROYECTO: 17

PUNTOS RESOLUTIVOS: 44
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.
QUEJOSO: **********.

MINISTRO PONENTE: HUMBERTO ROMÁN PALACIOS.


SECRETARIO: JOSÉ DE JESÚS BAÑALES SÁNCHEZ.

SÍNTESIS

AUTORIDADES RESPONSABLES: Sala Penal Regional


de Texcoco del Tribunal Superior Judicial de Justicia del Estado
de México.

ACTO RECLAMADO: Sentencia dictada en el toca **********


el 6 de febrero de 2002.

TRIBUNAL COLEGIADO: Primer Tribunal Colegiado en


Materia Penal del Segundo Circuito.

RESOLVIÓ: Ampara (para el efecto de que la Sala


responsable individualice correctamente la pena de prisión por el
delito de fraude con base en el Código Penal vigente actualmente
por ser más benéfico que el que se encontraba en vigor en la
época de los hechos).

RECURRENTE: La parte quejosa.


AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.

EL PROYECTO CONSULTA:
En el proyecto se propone declarar inatendibles,
inoperantes, infundados y fundados los conceptos de agravio
hechos valer por el recurrente.

Inatendibles, los relativos a que los preceptos legales


impugnados son inconstitucionales por no definir lo que debe
entenderse por dolo civil y dolo penal, ya que este Alto Tribunal
ha sustentado el criterio de que una ley no puede ser
inconstitucional por los vicios en su redacción y precisión de los
términos en que el legislador ordinario puede incurrir, porque en la
propia Constitución no se establece que las leyes ordinarias se
definan los vocablos y locuciones ahí utilizados, además de que
no son diccionarios y la existencia de ese requisito tornaría
imposible la función legislativa.

Inoperantes, los agravios relacionados con aspectos de


legalidad como son la cuantificación del monto de lo defraudado y
las penas de prisión, multa y reparación del daño impuestas con
base en dicha cuantificación.

Infundados, los agravios relativos a que el Tribunal


Colegiado realizó un defectuoso análisis de los conceptos de
violación hechos valer por el quejoso en cuanto a que los
preceptos legales impugnados son violatorios de la garantía de
igualdad prevista en el artículo 1° de la Constitución Federal,
porque según se expone en el proyecto el Tribunal Colegiado no

II
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incurrió en la anomalía que se le atribuye, ya que expresamente


determinó que tales conceptos de violación eran inoperantes
porque el quejoso no confrontaba las normas legales impugnadas
con ningún precepto constitucional, y de manera oficiosa,
supliendo la deficiencia de la queja, realizó el estudio de la
constitucionalidad de los numerales impugnados en cuanto a la
garantía de igualdad, exponiendo esencialmente que las normas
legales impugnadas establecían una regulación abstracta y
general, sin determinar situaciones jurídicas referidas
individualmente a una persona o numéricamente a un grupo de
personas, además de que no podía estimarse que fuesen
desiguales, por el hecho de no prever para la imposición de la
pena, que la misma debía ser en atención al valor intrínseco del
objeto o cosa relacionada con el delito, como se preveía en el
Código Penal para el diverso delito de robo, porque eran delitos
diferentes con elementos propios y sanciones distintas.

Finalmente, se estiman fundados los agravios relativos a


que el Tribunal Colegiado no suplió el error en que incurrió la
parte quejosa al denominar la ley que impugnó, porque señaló
que impugnaba el Libro Segundo, Título Cuarto, Capítulo IV, del
Código Penal para el Estado de México en vigor, en lugar de
señalar que impugnaba el que se encontraba vigente en la época
de los hechos, actualmente abrogado, así como los artículos 305
a 307, en lugar del 316 a 318 que fueron los que se aplicaron en
su perjuicio en la sentencia reclamada, ya que esta Suprema
Corte de Justicia de la Nación ha sustentado el criterio reiterado
de que conforme a lo dispuesto por el artículo 79 de la Ley de

III
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.

Amparo, las autoridades que conozcan del juicio de garantías


deben corregir la denominación de la ley o reglamento
impugnado, así como los errores numéricos o de cualquier otro
tipo, de poca importancia, a fin de resolver la cuestión
efectivamente planteada y no dejar en estado de indefensión al
impetrante.

Por esos motivos, en el proyecto se procede a analizar los


agravios cuyo estudio omitió el Tribunal Colegiado a quo, los
cuales se estiman inoperantes, porque los mismos se encuentran
encaminados a demostrar que los preceptos legales impugnados
son inconstitucionales porque se apartan de la garantía de
igualdad, confrontándolos con otras normas del mismo
ordenamiento legal que prevén en forma distinta la valuación de
los objetos materiales del delito, específicamente con el delito de
robo por establecer que para la aplicación de la pena del mismo
se atenderá al valor intrínseco del objeto materia del delito, sin
confrontarlo directamente con ningún precepto constitucional.

EN LOS PUNTOS RESOLUTIVOS:

PRIMERO. Se confirma la sentencia recurrida.

SEGUNDO. La Justicia de la Unión ampara y protege a


**********, contra las autoridades y por el acto precisado en el
resultando primero de esta resolución, para los efectos indicados
en la última parte de la sentencia impugnada.

IV
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.

TESIS APLICADAS:

"LEYES. SU INCONSTITUCIONALIDAD NO
"DEPENDE DE LOS VICIOS EN LA REDACCIÓN Y
"PRECISIÓN DE TÉRMINOS EN QUE EL
"LEGISLADOR ORDINARIO PUEDA INCURRIR.

"LEYES. SU INCONSTITUCIONALIDAD NO
"DEPENDE DE LOS VICIOS EN LA REDACCIÓN Y
"PRECISIÓN DE TÉRMINOS EN QUE EL
"LEGISLADOR ORDINARIO PUEDA INCURRIR.

"DOLO PENAL Y DOLO CIVIL. SUS DIFERENCIAS.

"FRAUDE O DOLO CIVIL Y FRAUDE O DOLO


"PENAL, DISTINCIÓN ENTRE.

"DOLO.

"REVISIÓN EN AMPARO DIRECTO. LOS AGRAVIOS


"DE LEGALIDAD SON INOPERANTES.

"ERRORES NUMÉRICOS O CUALQUIER OTRO DE


"POCA IMPORTANCIA. DEBEN SER CORREGIDOS
"POR LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA, LOS
"TRIBUNALES COLEGIADOS DE CIRCUITO Y LOS
"JUECES DE DISTRITO, APLICANDO

V
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"ANALÓGICAMENTE EL ARTÍCULO 79 DE LA LEY


"DE AMPARO.

"DEMANDA DE AMPARO. SI SE ADVIERTE


"ERROR EN LA DENOMINACION DE LA LEY O
"REGLAMENTO RECLAMADOS DEBE
"CORREGIRSE.

“CONCEPTOS DE VIOLACIÓN EN DEMANDA DE


"AMPARO DIRECTO. LA IMPUGNACIÓN DE
"CONSTITUCIONALIDAD DE DISPOSICIONES
"LEGALES REQUIERE PREMISAS MÍNIMAS A
"SATISFACER.

ANEXOS:

I. Concepto de violación hechos valer por el quejoso.

II. Consideraciones en que se sustenta la sentencia recurrida.

III. Agravios expuestos por el recurrente.

VI
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.
QUEJOSO: **********.

MINISTRO PONENTE: HUMBERTO ROMÁN PALACIOS.


SECRETARIO: JOSÉ DE JESÚS BAÑALES SÁNCHEZ.

México, Distrito Federal. Acuerdo de la Primera Sala de la


Suprema Corte de Justicia de la Nación, correspondiente al once
de febrero de dos mil cuatro.

V I S T O S, para resolver, los autos del juicio de amparo


directo en revisión anotado al rubro; y,

RESULTANDO:

PRIMERO. Mediante escrito presentado el ocho de agosto


de dos mil dos, ante la Primera Sala Penal Regional de Texcoco
del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México, ********** y
**********, en representación de **********, acudieron en demanda
del amparo y protección de la Justicia Federal, contra las
autoridades y por los actos que a continuación se precisan:

“AUTORIDADES RESPONSABLES. - - -
"ORDENADORA. - - - H. SALA PENAL REGIONAL
"DEL TRIBUNAL SUPERIOR JUDICIAL (SIC) DE
“JUSTICIA DEL ESTADO DE MÉXICO, CON
"RESIDENCIA EN TEXCOCO. - - - EJECUTORAS. - -
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.

“- C. JUEZ SEGUNDO PENAL DE PRIMERA


“INSTANCIA DEL DISTRITO JUDICIAL DE
“TEXCOCO, ESTADO DE MÉXICO. - - - C.
“DIRECTOR GENERAL DE APREHENSIONES EN EL
“ESTADO DE MÉXICO, CON RESIDENCIA EN
“TOLUCA DE LERDO. - - - ACTO RECLAMADO. Se
"hace consistir en la ejecutoria dictada en el toca
"**********, mediante la cual se modifica el fallo de
"primer grado emitido por el Juez Segundo Penal
"de Primera Instancia del Distrito Judicial de
"Texcoco, Estado de México, en la causa **********,
"el seis de febrero de esta anualidad, en donde se
"considera a nuestro defendido **********, como
responsable del delito de “fraude”. (Fojas 4 y 5 del
juicio de amparo).

SEGUNDO. Los promoventes señalaron como garantías


individuales violadas las previstas en los artículos 1, 13, 14 y 16
de la Constitución Federal y expusieron los antecedentes que
estimaron pertinentes e hicieron valer los conceptos de violación
que a su derecho convino, entre los cuales impugnaron la
constitucionalidad de los artículos 316 y 318 del Código Penal
para el Estado de México vigente en la época de los hechos (diez
de enero de mil novecientos noventa y cinco), actualmente
abrogado por decreto publicado en la Gaceta de Gobierno del
Estado de México el veinte de marzo de dos mil, así como los
artículos 305 a 307 del mismo ordenamiento legal pero vigente
actualmente.

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TERCERO. Por acuerdo de presidencia de once de


septiembre del dos mil dos, el Primer Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Segundo Circuito, al que por razón de turno
tocó conocer de la demanda, la admitió, registrándola con el
número A. D. ********** y seguidos los trámites de ley, con fecha
veintidós de noviembre de dos mil dos, el Tribunal Colegiado de
referencia, funcionando en Pleno, dictó sentencia, la que concluyó
con el siguiente punto resolutivo:

"ÚNICO. La Justicia de la Unión AMPARA Y


"PROTEGE a **********, en "contra de la resolución
pronunciada por la Primera "Sala Penal Regional de
Texcoco del Tribunal "Superior de Justicia del
Estado de México, "precisada en el resultando
primero de la presente "ejecutoria, para los efectos
indicados en el “considerando octavo de la
misma”. (Foja 130 ídem.).

Dicha resolución, en la parte relativa al problema de


constitucionalidad de leyes, se basa en las siguientes
consideraciones:

“SÉPTIMO. Son parcialmente fundados los


"conceptos de violación hechos valer por el
"peticionario de garantías. - - - Por razón de orden y
"de conformidad con lo establecido en los artículos
"158 último párrafo y 166 fracción IV, párrafo

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"segundo, de la Ley de Amparo, se analizarán en


"primer término los conceptos de violación que
"esgrime el quejoso, mediante el cual sostiene la
"inconstitucionalidad de los artículos 316 y 318
"fracción V, del Código Penal del Estado de México,
"vigente en la época de los hechos (diez de enero
"de mil novecientos noventa y cinco), así la
"inconstitucionalidad alegada del Capítulo IV, del
"Título Cuarto, Libro Segundo, artículos 305 a 307,
"que regulan el delito de FRAUDE, del Código
"Penal para el Estado de México, en vigor. - - - En la
"demanda de garantías, la parte quejosa argumentó
"como pretendido aspecto de constitucionalidad de
"normas legales, el argumento contenido en el
"primer párrafo del capítulo relativo a los
"conceptos de violación, en el que refiere: ‘En
"acatamiento a lo establecido en el artículo 166
"fracción IV, segundo párrafo de la Ley de Amparo,
"se impugna como inconstitucional el contenido de
"los artículos 316 y 318 fracción V del Código Penal
"del Estado de México abrogado, atento que un
"hecho de naturaleza civil se le da el tratamiento de
"punitivo no obstante que de autos está
"demostrado que lo que existió fue una operación
"mercantil-civil, y que esto se corrobora con las
"propias manifestaciones del sedicente ofendido e
"inclusive con las copias certificadas de lo actuado
"en el diverso expediente **********, radicado ante el

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"Juez Segundo de lo Civil de Primera Instancia de


"Otumba, con residencia en Tecámac, Estado de
"México, por lo tanto es dable establecer la
"inconstitucionalidad de dichos preceptos que de
"una conducta civil la recoge como penal’. - - -
"Asimismo, mediante escrito de fecha trece de
"agosto del dos mil dos, se incrementaron las
"argumentaciones de los conceptos de violación,
"en los siguientes términos: ‘PRIMERO. La
"inconstitucionalidad de leyes que se reclaman
"obedece a que el legislador mexiquense viola las
"garantías de igualdad, seguridad jurídica y
"legalidad inmersas en los artículos 1, 13, 14 y 16
"constitucionales, cuenta habida de que omite
"regular en el capítulo IV, del Título Cuarto, Libro
"Segundo, artículos 305 a 307, que regulan el delito
"de FRAUDE, del Código Penal en vigor, el tema
"relativo a la valuación de los bienes que sean
"objeto material del delito patrimonial en comento’.
"- - - En principio, debe decirse que los conceptos
"de violación relativos a la inconstitucionalidad del
"Capítulo IV, Título Cuarto, Libro Segundo, del
"Código Penal para el Estado de México, vigente,
"que regula el delito de FRAUDE, devienen
"inoperantes, porque en la sentencia reclamada no
"se aplicaron esas disposiciones legales. - - - En
"efecto, el segundo párrafo, fracción IV, del artículo
"166 de la Ley de Amparo, permite impugnar en

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"concepto de violación la inconstitucionalidad de


"un precepto legal al combatir una sentencia
"definitiva en un juicio de amparo directo, pero este
"derecho que se otorga a los gobernados exige
"como condición, precisamente que se aplique la
"norma a través de un acto concreto en la
"sentencia que se combate, pues sólo de esta
"manera puede existir un perjuicio jurídico que
"lesionó un derecho legalmente constituido a favor
"del quejoso, por lo que, en el caso concreto, el
"concepto de violación que se estudia resulta
"inoperante, toda vez que el ordenamiento que se
"reitera (sic), los preceptos que se tildan de
"inconstitucionales no se aplicaron en la sentencia
"reclamada. - - - Se afirma lo anterior, toda vez que
"el peticionario de garantías impugna la
"inconstitucionalidad del Capítulo IV, Título Cuarto,
"Libro Segundo, del Código Penal para el Estado
"de México, al estimar que ‘se omitió regular el
"tema relativo a la valuación de bienes que sean
"objeto material del delito patrimonial’.- - - Sin
"embargo, de la lectura integral de la sentencia
"reclamada es evidente que la Sala responsable, en
"forma alguna aplicó el Código Penal para el
"Estado de México, en vigor, sino que las normas
"sustantivas en que fundó su determinación
"corresponden al Código Penal de la misma
"entidad federativa, abrogado actualmente, pero

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"vigente en la época de los hechos (diez de enero


"de mil novecientos noventa y cinco).- - - En efecto,
"por decreto publicado en la Gaceta de Gobierno
"del Estado de México, de veinte de marzo del dos
"mil, se publicó el Código Penal para el Estado de
"México, que entró en vigor, cinco días después de
"su publicación, de acuerdo al artículo primero
"transitorio de la misma, y que abrogó en términos
"de su artículo transitorio tercero, el Código Penal
"para el Estado de México, publicado en la Gaceta
"de Gobierno el veintiséis de enero de mil
"novecientos ochenta y seis. - - - Este último
"ordenamiento fue el que se aplicó en la sentencia
"reclamada y no el actual Código Penal para el
"Estado de México, como incorrectamente lo afirma
"el ahora quejoso en el concepto de violación que
"se analiza, por lo cual se insiste, resulta
"inoperante, ante la ausencia de aplicación del
"mencionado capítulo que se tilda de
"inconstitucional.- - - Es aplicable en lo conducente
"la tesis 1ª.V/2000, sustentada por la Primera Sala
"de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
"publicada en la página 55, Tomo XI, Junio de 2000,
"del Semanario Judicial de la Federación y su
"Gaceta, del tenor siguiente: - - - ‘INOPERANCIA DE
"LOS CONCEPTOS DE VIOLACIÓN EN EL AMPARO
"DIRECTO’. (Se transcribe). - - - Por otra parte, de la
"demanda de garantías, se aprecia que el quejoso,

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"impugna de inconstitucionales los (sic) 316 y 318


"fracción V, del Código Penal para el Estado de
"México, abrogado, que le fueron aplicados en el
"acto reclamado, refiriendo que deben declararse
"inconstitucionales dichos ordenamientos legales,
"porque ‘un hecho de naturaleza civil se le da el
"tratamiento de punitivo’ y ‘que de una conducta
"civil la recoge como penal’; sin confrontarlo con
"alguna norma fundamental de la Constitución
"General de la República, con la que pudiera surgir
"alguna contradicción o rebasamiento a su marco
"específico; sin embargo, este Tribunal Colegiado,
"en suplencia de la queja, estima que no obstante
"la falta de invocación de la norma constitucional,
"sí precisó cuál es el derecho constitucional que se
"estima violado con los artículos del Código Penal
"que le fueron aplicados, en el caso, la contenida
"en el último párrafo del (sic) 17 de la Constitución
"Política de los Estados Unidos Mexicanos,
"consistente en que ‘nadie puede ser aprisionado
"por deudas de carácter puramente civil’; además
"de que al ampliar sus conceptos de violación
"refirió que la inconstitucionalidad de leyes
"obedecía a que el legislador violó las garantías de
"igualdad, seguridad jurídica y legalidad, previstas
"en los artículos 1, 13, 14 y 16 constitucionales. - - -
"Al respecto debe decirse que la garantía
"constitucional prevista en el tercer párrafo del

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"mencionado artículo 14 es invocada en los


"siguientes términos: - - - ‘En los juicios del orden
"criminal queda prohibido imponer, por simple
"analogía y aun por mayoría de razón, pena alguna
"que no esté decretada por una ley exactamente
"aplicable al delito de que se trata’. - - - El artículo
"17 constitucional último párrafo establece:
"‘...Nadie puede ser aprisionado por deudas de
"carácter puramente civil. - - - Por su parte los
"artículos 316 y 318 del Código Penal para el
"Estado de México, vigente en la época de los
"hechos, literalmente establece: - - - (Se
"transcriben). - - - De la transcripción anterior, se
"desprende que para que se acredite el cuerpo del
"delito de fraude genérico, tipificado en el artículo
"316 del Código Penal para el Estado de México,
"vigente en la época de los hechos, se deben reunir
"los siguientes elementos: a) que se engañe a uno
"o se haga aprovechamiento del error en que éste
"se halle, y b) que por ese medio se obtenga
"ilícitamente una cosa o se alcance un lucro
"indebido. - - - Ahora bien, la figura delictiva
"prevista por el citado numeral, es punible a título
"de delito tan sólo si se reúnen todos y cada uno
"de sus elementos, por tanto el activo deberá
"actuar con previo ánimo de lucro, también deberá
"engañar al pasivo o inducirlo al error, como
"consecuencia de lo cual éste realizará un acto de

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.

"disposición patrimonial, que debe trascender en


"lucro del activo. De estimar configurado ese delito
"en ausencia de estos elementos, que el tipo
"menciona, se estaría sancionando penalmente el
"simple incumplimiento de un contrato o una deuda
"de carácter meramente civil. - - - Por esas razones,
"un problema que de manera constante se presenta
"en torno al fraude, es el relativo a su ubicación en
"los ámbitos civil y penal, luego, es indispensable
"establecer su distinción; en el dolo civil, se otorga
"simplemente a la persona lesionada una acción de
"reparación del perjuicio, en cambio en el dolo
"penal, hace incurrir además, al que lo emplea en
"una pena pública. - - - Es indudable que al referirse
"la ley penal al elemento engaño o error, se refiere
"a la naturaleza penal, pues es sabido que existe
"una forma de error, de índole civil, que no da lugar
"al ejercicio de la acción penal, sino solamente a la
"rescisión del contrato, con resarcimiento de los
"daños y perjuicios causados; por lo que debe
"decirse que para que haya engaño o error de
"naturaleza penal, es necesario que exista en la
"mente del autor del delito, una dañada intención
"que tienda a la obtención ilícita de una cosa o el
"alcance de un lucro indebido. - - - Cabe señalar
"que el engaño requerido para el fraude penal, no
"es sólo aquél desprendido de la mentira o
"discurso, sino el que se acompaña de un artificio

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.

"proporcionando las condiciones objetivas del


"delito para apoyar la falacia, es decir, no basta el
"simple engaño o el aprovechamiento del error,
"sino que además se rige por un extremo psíquico
"que consiste en determinar a otro, mediante
"engaños a realizar un acto de disposición
"patrimonial o a aprovecharse de su error no
"rectificándolo oportunamente, lo que se puede
"llevar a cabo poniendo en juego maquinaciones o
"artificios engañosos al falsear la verdad en lo que
"se hace, dice o promete o por el aprovechamiento
"del error, que implica guardar silencio sobre las
"circunstancias de error en las que se encuentra la
"víctima, a fin de obtener un beneficio de carácter
"patrimonial.- - - Asimismo en el delito de fraude se
"manifiesta un acto de disposición, en el que el
"agente pasivo hace voluntaria entrega al agente
"del delito, de la cosa objeto del mismo, es decir, el
"engaño o aprovechamiento de error, conduce al
"agente pasivo a efectuar un acto de disposición
"patrimonial en beneficio del agente activo, que
"puede recaer sobre dinero, muebles, inmuebles,
"servicios, derechos, etc., o sea, el daño o lucro
"patrimonial presupone un daño o perjuicio para el
"titular del patrimonio afectado y se manifiesta
"mediante una disminución apreciable en dinero
"del conjunto de los valores económicos
"correspondientes a una persona. - - - Por todo ello,

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.

"el legislador ha considerado el interés de proteger


"a la sociedad de quienes atacan el patrimonio de
"las personas, aprovechándose del error en que se
"encuentran o engañándolas, y otorga la tutela
"penal estableciendo tipos de delito que protejan a
"la sociedad y repriman esas agresiones, aunque
"se utilicen sistemas contractuales como medios
"para enriquecerse ilegítimamente u obtener un
"lucro indebido. Por ello se ha expresado que si
"bien es verdad que la voluntad de las partes es
"soberana para regir las situaciones que han
"creado por virtud del contrato, la responsabilidad
"que de él derivan está limitada con relación a las
"exigencias del orden público, tal como la tutela
"penal a cargo del Estado. - - - Así, cabe distinguir:
"la represión penal se funda en el carácter
"perjudicial del acto desde el punto de vista social,
"su objeto es que se imponga una pena. La
"responsabilidad civil se funda en el daño causado
"a los particulares, y su objeto es la reparación de
"este daño en provecho de la persona lesionada,
"pudiendo un hecho engendrar tanto
"responsabilidad civil como penal. - - - En esas
"condiciones, el artículo 316 del Código Penal para
"el Estado de México, vigente en la época de los
"hechos, no viola lo dispuesto por el último párrafo
"del artículo 17 constitucional, el cual literalmente
"establece: ‘Nadie puede ser aprisionado por

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.

"deudas de carácter puramente civil’; pues en el


"caso específico no se trata de una deuda de
"carácter puramente civil, porque como se dijo,
"esas deudas de carácter civil pueden generar
"hechos delictuosos, los cuales al estar
"expresamente tipificados en el Código Penal
"deben ser punibles, por ser normas de carácter
"público. - - - De igual forma, de lo antes analizado,
"se advierte que los artículos 316 y 318, del Código
"Penal para el Estado de México, vigente en la
"época de los hechos, tampoco violan la garantía
"de la exacta aplicación contenida en el artículo 14
"constitucional, porque en el primero de los
"numerales, se establece de manera clara, precisa
"y exacta, la descripción de los elementos
"constitutivos del delito, los cuales ya fueron
"precisados en párrafos precedentes y en el
"segundo, se prevén en forma clara las sanciones
"que deben imponerse al responsable del delito de
"fraude; sin que la redacción de dichos preceptos
"pueda dar lugar a confusiones en su aplicación o
"demérito en la defensa del procesado;
"respetándose con ello la garantía constitucional
"en cita. - - - Asimismo, los citados preceptos de la
"legislación secundaria, no violan la garantía de
"igualdad prevista por el artículo 13 constitucional,
"pues de su lectura, se desprende que establecen
"una regulación abstracta y general, sin determinar

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.

"situaciones jurídicas referidas individualmente a


"una persona o numéricamente a un grupo de
"personas y no puede estimarse que sea desigual,
"por el hecho de que no prevea para la imposición
"de la pena, que la misma deba ser en atención al
"‘valor intrínseco del objeto o cosa relacionado con
"el delito’, como se prevé en el Código Penal para
"el diverso delito de robo, toda vez que son delitos
"diferentes con elementos propios y sanciones
"distintas.- - - Tiene aplicación al caso, la tesis que
"invoca el quejoso, con el número P.IX/95, del
"Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la
"Nación, publicada en el Semanario Judicial de la
"Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo I,
"mayo de 1995, página 82, de rubro: ‘EXACTA
"APLICACIÓN DE LA LEY EN MATERIA PENAL,
"GARANTÍA DE. SU CONTENIDO Y ALCANCE
"ABARCA TAMBIÉN A LA LEY MISMA…'".

Luego, el Tribunal Colegiado a quo procedió analizar


los aspectos de legalidad expuestos por los promoventes,
concediendo el amparo solicitado para el efecto de que la
Sala responsable "… deje insubsistente la sentencia
"reclamada y emita otra, en la que manteniendo
"intocado lo relativo a la comprobación del cuerpo de
"los delitos de FRAUDE y USO DE DOCUMENTO FALSO,
"la responsabilidad penal del quejoso demostrada en su
"comisión; el índice de punición denotado; las penas

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.

"impuestas por el delito de USO DE DOCUMENTO


"FALSO y siguiendo los lineamientos establecidos en
"esta resolución, imponga, por cuanto hace al delito de
"FRAUDE, las penas previstas en el artículo 307 fracción
"V, del Código Penal para el Estado de México, vigente,
"por ser más favorables al sentenciado, reiterando la
"aplicación de las reglas del concurso en la forma como
"lo había hecho y la condena al pago de la reparación
"del daño".

CUARTO. Inconforme con la anterior determinación, la parte


quejosa, interpuso en su contra recurso de revisión, el cual fue
admitido por el Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, por auto de diez de enero de dos mil tres, formándose el
toca 120/2003, ordenándose la notificación del mismo a las partes
y al Ministerio Público de la Federación adscrito para los efectos
legales conducentes.

El agente del Ministerio Público de la Federación de la


adscripción, no formuló pedimento.

Luego, por auto de treinta de enero del propio año, se


turnaron los autos al Ministro Juan Díaz Romero, para la
elaboración del proyecto respectivo, pero éste, mediante dictamen
de ocho de abril del citado año, determinó que el presente asunto
debía remitirse a esta Primera Sala para que se avoque a su
resolución, conforme a lo dispuesto en el punto único y
transitorios primero y segundo del Acuerdo General Plenario

15
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.

7/2003 en vigor a partir del primero de abril de ese año, lo cual fue
acordado favorablemente por el Presidente de esta Suprema
Corte de Justicia de la Nación, en proveído de diez de abril de dos
mil tres, por diverso auto del día quince siguiente, esta Primera
Sala se avocó al conocimiento del presente asunto, turnándose
los autos al señor Ministro Humberto Román Palacios, para la
elaboración del proyecto respectivo.

C O N S I D E R A N D O:

PRIMERO. Esta Primera Sala de la Suprema Corte de


Justicia de la Nación es competente para resolver el presente
recurso de revisión, de conformidad con lo dispuesto en los
artículos 107, fracción IX, de la Constitución Federal, reformado
mediante Decreto de diez de junio de mil novecientos noventa y
nueve; 84, fracción II, de la Ley de Amparo; y 21, fracción XI, de
la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, con apoyo
además en lo dispuesto por el punto Cuarto, en relación con el
punto Tercero, fracción II, del Acuerdo Plenario 5/2001, publicado
en el Diario Oficial de la Federación el veintinueve de junio de dos
mil uno, toda vez que se trata de un recurso de revisión
interpuesto en contra de una sentencia dictada por un Tribunal
Colegiado al resolver un juicio de amparo directo en materia
penal, en el cual se impugnó la constitucionalidad de diversos
preceptos legales del Código Penal del Estado de México y
subsiste el problema de constitucionalidad planteado.

16
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.

SEGUNDO. El presente recurso de revisión fue interpuesto


en tiempo, de conformidad a lo dispuesto por el artículo 86 de la
Ley de Amparo, al desprenderse de las constancias existentes,
que la sentencia recurrida fue dictada el veintidós de noviembre
de dos mil dos y notificada a las partes mediante lista publicada
el día veintinueve siguiente, por lo que el término de diez días de
que disponía la parte quejosa para interponer su recurso de
revisión transcurrió del día tres de diciembre de dos mil dos (día
siguiente al en que surtió efectos la notificación) al dos de enero
de dos mil tres, ya descontados los días inhábiles, como fueron
los sábados siete y catorce y los domingos ocho y quince, así
como del dieciséis al treinta y uno de diciembre de dos mil dos,
por corresponder al segundo período vacacional del Tribunal
Colegiado a quo y este Alto Tribunal y el uno de enero de dos mil
tres, por ser inhábil, mientras que el recurso de revisión a estudio
y el escrito de ampliación de agravios fueron presentados ante el
tribunal a quo el diez de diciembre de dos mil dos y el dos de
enero de dos mil tres, esto es, el sexto y el décimo día del término
de diez días de que disponía la quejosa para interponer el recurso
de revisión, según lo dispuesto por el citado artículo 86 de la Ley
de Amparo.

TERCERO. El recurrente, en su escrito de revisión, hizo


valer los agravios que a continuación se sintetizan:

a). Que en su demanda de amparo impugnó la


constitucionalidad del Libro Segundo, Título Cuarto, Capitulo IV,
que contiene los artículos 305 a 307 del Código Penal para el

17
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.

Estado de México en vigor, porque no contemplan una regla de


valuación de los bienes que son objeto material del delito de
fraude, desestimándose su alegato con el argumento de que esa
norma legal no le había sido aplicada en la sentencia reclamada,
ya que la misma se había dictado de conformidad con el Código
Penal para el Estado de México vigente en la época de los
hechos, actualmente abrogado.

Alega el impetrante, que esa determinación del Tribunal


Colegiado a quo, le causa agravio, porque si bien es cierto en su
demanda de amparo impugnó el Código Penal para el Estado de
México en vigor, en lugar de impugnar el vigente en la época de
los hechos, actualmente abrogado, también es verídico que tanto
el ordenamiento vigente actualmente como el abrogado, adolecen
del mismo vicio de inconstitucionalidad, porque en ninguno de
ellos se contempla una regla de valuación de los bienes que son
objeto material del delito de fraude, además de que dicho delito
se prevé en ambos códigos en el mismo Libro Segundo, Título
Cuarto, Capítulo IV, variando únicamente los artículos, por lo que
debió haberse corregido el error que cometió al señalar los
artículos y la denominación del ordenamiento legal impugnado, a
fin de analizar la cuestión de constitucionalidad planteada.

b). Que el Tribunal Colegiado a quo realizó un defectuoso


análisis del concepto de violación en el cual impugnó la
constitucionalidad de los artículos relativos al delito de fraude por
el cual fue sentenciado, por infringir la garantía de igualdad
prevista en el artículo 1º de la Constitución Federal, porque según

18
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.

alega, él no impugnó tales preceptos porque se le haya aplicado


la ley penal respecto del delito de fraude en forma especifica o
individual, respecto de otras personas también sancionadas por el
mismo delito, sino que los impugnó porque no establecen un igual
tratamiento y seguridad jurídica como se previene para el delito
de robo, no obstante que se trata de dos ilícitos patrimoniales que
participan de la misma naturaleza jurídica, que se encuentran
previstos en el mismo Título del Libro Segundo del Código Penal
abrogado para el Estado de México, de tal manera que las
garantías de igualdad y seguridad jurídica prevalezcan en iguales
condiciones para los sentenciados por uno u otro de dichos
delitos.

c). Que en la sentencia reclamada fue sentenciado a una


pena privativa de libertad del más alto nivel en la escala de
supuestos de punibilidad previstos para el delito de fraude, debido
a que se consideró como monto del lucro obtenido y perjuicio
patrimonial causado la cantidad de cuatrocientos mil pesos, que
fue el valor de cambio que la parte ofendida le asignó al inmueble
objeto material del delito, sin haberse practicado un peritaje en
materia de valuación que revelara el valor intrínseco o real del
citado inmueble, lo cual es violatorio de su garantía de seguridad
jurídica, porque no existe certeza probatoria y jurídica de que
dicho inmueble realmente tenga ese valor y que por ello las penas
que le fueron impuestas son violatorias de sus garantías
individuales.

19
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.

El impetrante, mediante escrito presentado ante el Tribunal


Colegiado a quo, el dos de enero de dos mil tres, amplió los
agravios que hizo valer en su escrito de revisión, alegando
esencialmente: que en sus conceptos de violación impugnó la
constitucionalidad de los preceptos legales que prevén el tipo
penal del delito de fraude, por el cual fue condenado, porque a un
hecho de naturaleza civil, se le da un tratamiento punitivo,
violándose la garantía de seguridad jurídica tutelada por el
artículo 17 constitucional, pero que sin embargo, el Tribunal
Colegiado a quo, al abordar el concepto de violación de
referencia, expuso que siempre había representado un problema
distinguir entre el dolo civil del penal, que el incumplimiento de un
contrato civil arrojaba consecuencias penales, cuando en la
mente del autor del incumplimiento existía una dañada intención a
la obtención ilícita de una cosa o al alcance de un lucro indebido,
consideraciones, que en concepto del impetrante, son la base de
la inconstitucionalidad planteada, porque precisamente esa
incertidumbre y dificultad en conocer la dañada intención del
sujeto activo es lo que hace que las normas legales sean
inconstitucionales, es decir, que mientras no se defina por el
legislador qué debe entenderse por dolo civil y dolo penal, los
preceptos legales impugnados son violatorios de la garantía de
certeza jurídica tutelada por el artículo 17 constitucional.

CUARTO. Son inatendibles en un aspecto, inoperantes en


otro, infundados en otro y fundados en otro sentido, los conceptos
de agravio hechos valer por el recurrente.

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.

Por cuestión de orden, en primer lugar se analizarán los


argumentos que se consideran inatendibles, luego los
inoperantes, posteriormente los infundados y finalmente los
fundados.

En efecto, resultan inatendibles los motivos de


inconformidad que el recurrente hace valer en su escrito de
ampliación de agravios, y que ya fue sintetizado en el
considerando anterior, porque el Tribunal Pleno de esta Suprema
Corte de Justicia de la Nación, en su actual integración, al
resolver por unanimidad de votos el amparo en revisión 36/99, en
el que figuraron como quejosos Oscar Cantú Garza y Hortencia
Garza Martínez viuda de Cantú, en sesión de dos de mayo de dos
mil, sostuvo el criterio de que no podía considerarse
inconstitucional el enunciado normativo de una ley secundaria por
impreciso y por no definir algunos términos empleados en su
texto, porque si bien, esos términos pudieran ser motivo de
interpretación, ello, en última instancia, venía a ser un problema
de legalidad y no de constitucionalidad.

Ciertamente, el Pleno de este Alto Tribunal, consideró que


de una lectura integral de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, se advertía que ninguno de los artículos que
la conformaban preveían como requisito, para el legislador
ordinario, establecer, en cada uno de los ordenamientos
secundarios, un catálogo que definiera los vocablos o locuciones
utilizados en los enunciados normativos, porque debía tenerse en
cuenta que las leyes no eran diccionarios, y el sentido que se

21
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.

atribuía a cada una de las palabras empleadas era motivo de


interpretación mediante los diferentes sistemas existentes.

Asimismo, señaló el Tribunal Pleno, que lo deseable era que


las leyes, incluso la propia Constitución General de la República,
con el propósito de evitar conflictos de interpretación, orientaran
sobre el significado de las expresiones que componían su
articulado; que lo anterior era una aspiración exigible en los foros
profesionales y académicos, mas desafortunadamente, al no ser
un imperativo constitucional, era incorrecto afirmar que cualquier
norma (lo que incluía a las legislaciones en materia penal) se
apartara del texto de la Ley Suprema al incurrir en una deficiencia
de definición o irregularidad en su redacción, en virtud de que la
contravención a ésta se basaba en aspectos objetivos que
generalmente eran los principios consagrados en ella, ya sea
prohibiendo una determinada acción de la autoridad en contra de
los particulares gobernados u ordenando la forma en que debían
conducirse en su función de gobierno.

Así pues, estimó el Tribunal Pleno, la claridad de las leyes


constituía uno de los imperativos apremiantes y necesarios para
evitar o disminuir su obscuridad, ambigüedad, confusión y
contradicción; tanto es así, que la propia Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos preveía la interpretación legislativa
y judicial de las normas, pero no condicionaba en ningún precepto
la constitucionalidad de éstas al hecho de que describieran
detalladamente el significado adecuado de los vocablos utilizados
en su redacción, en razón de que la exigencia de tal requisito

22
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.

tornaría imposible la función legislativa en vista de que, por


razones de simple lógica, la redacción de las leyes se traduciría
en una labor interminable y nada práctica, provocando que no se
cumpliera, de la manera oportuna que se requiere, con la finalidad
principal que busca con tal función el Estado, consistente en
regular, y en vía de consecuencia, armonizar las relaciones del
conglomerado social.

Que por esos motivos, expuso el Tribunal Pleno, en razón


del reconocimiento de la necesidad e imperativo de que las leyes
expedidas por el legislador ordinario fueran claras buscando su
sencilla interpretación y aplicación, y a la vez reconociendo los
vicios en la redacción y precisión de términos en que éstas podían
incurrir, la propia Carta Magna, si bien no exigía el requisito de
que las disposiciones legales definieran el total de los términos
que utilizaran, reconocía la interpretación judicial y legislativa
de las normas, siendo la primera la que se realizaba
cotidianamente por los órganos competentes del Poder Judicial
de la Federación; que así, en el párrafo séptimo del artículo 94 se
señalaba, lo siguiente:

“Artículo 94. Se deposita el ejercicio …


"(…)
"La Ley fijará los términos en que sea obligatoria la
"jurisprudencia que establezcan los tribunales del
"Poder Judicial de la Federación sobre
"interpretación de la Constitución, leyes y
"reglamentos federales o locales y tratados

23
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.

"internacionales celebrados por el Estado


"Mexicano, así como los requisitos para su
"interrupción y modificación.
"(…)”.

Que por otra parte, el inciso f ) del artículo 72, preveía:

“Artículo 72. Todo proyecto de ley o de decreto,


"cuya resolución no sea exclusiva de alguna de las
"Cámaras, se discutirá sucesivamente en ambas,
"observándose el reglamento de debates sobre la
"forma, intervalos y modo de proceder en las
"discusiones y votaciones:
"(…)
"f) En la interpretación, reforma o derogación de las
"leyes se observarán los trámites establecidos para
"su formación.
"(…)”.

Que así las cosas, expuso el Tribunal Pleno, tales


dispositivos evidenciaban la aceptación por parte de nuestro
sistema jurídico de la necesidad de que existieran métodos que,
con motivo de las imprecisiones y obscuridad que pudieran
afectar a las disposiciones legales, establecieran su sentido y
alcance, pero nunca condicionaba su validez al hecho de que
fueran claras en su redacción y en los términos que emplearan.

24
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.

También consideró el Tribunal Pleno, que convenía recordar


que el legislador ordinario al redactar las disposiciones jurídicas,
utilizaba varios tipos de vocablos, entre ellos los conocidos como
de uso común, entendidos como aquellos utilizados
cotidianamente en la sociedad y cuyo significado se
sobreentendía, que igualmente se empleaban palabras cuya
utilización se contraía a un determinado sector de la población,
por el grado de especificidad o tecnicismo que encerraban, pero
también ocurría, en algunos casos, que se utilizaba algún vocablo
de uso común otorgándole un significado diverso o más amplio al
que ordinariamente se le daba, e incluso modificando éste, pero
que en tales casos era el mismo legislador quien precisaba, en las
propias disposiciones que integraban la ley, el alcance del
término, por lo que, de no existir esa precisión, debía entenderse
que el vocablo empleado se utilizaba según su acepción común y
así debía interpretarse.

Conviene precisar que de la ejecutoria referida, derivó la


tesis, cuyos datos de identificación, rubro y texto, son del tenor
siguiente:

“Novena Época
"Instancia: Pleno
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
"Gaceta
"Tomo: XII, Agosto de 2000
"Tesis: P. CIV/2000
"Página: 145

25
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.

"LEYES. SU INCONSTITUCIONALIDAD NO
"DEPENDE DE LOS VICIOS EN LA REDACCIÓN Y
"PRECISIÓN DE TÉRMINOS EN QUE EL
"LEGISLADOR ORDINARIO PUEDA INCURRIR. Si
"bien la claridad de las leyes constituye uno de los
"imperativos apremiantes y necesarios para evitar
"o disminuir su oscuridad, ambigüedad, confusión
"y contradicción, de una lectura integral de la
"Constitución Federal, se aprecia que ninguno de
"los artículos que la componen establece, como un
"requisito para el legislador ordinario, el que en
"cada uno de los ordenamientos secundarios
"defina los vocablos o locuciones ahí utilizados.
"Ello es así, porque las leyes no son diccionarios y
"la exigencia del citado requisito tornaría imposible
"la función legislativa, en vista de que la redacción
"de las leyes se traduciría en una labor
"interminable y nada práctica, provocando que no
"se cumpliera, de manera oportuna, con la finalidad
"que se persigue con dicha función, consistente en
"regular y armonizar las relaciones humanas. De
"ahí que sea incorrecto afirmar que cualquier
"norma se aparte del texto de la Ley Suprema al
"incurrir en una deficiencia de definición o
"irregularidad en su redacción, pues la
"contravención a ésta se basa en aspectos
"objetivos que generalmente son los principios

26
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.

"consagrados en ella, ya sea prohibiendo una


"determinada acción de la autoridad en contra de
"los particulares gobernados u ordenando la forma
"en que deben conducirse en su función de
"gobierno. Además, del análisis de lo dispuesto por
"los artículos 94, párrafo séptimo y 72, inciso f), de
"la Carta Magna, se advierte el reconocimiento, por
"parte de nuestro sistema jurídico, de la necesidad
"de que existan métodos de interpretación jurídica
"que, con motivo de las imprecisiones y oscuridad
"que puedan afectar a las disposiciones legales,
"establezcan su sentido y alcance, pero no
"condiciona su validez al hecho de que sean claras
"en su redacción y en los términos que emplean”.
“Amparo en revisión 399/2001. **********, S.A. y otras. 3 de “mayo
de 2002. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Mariano “Azuela
Güitrón. Ponente: José Vicente Aguinaco Alemán. “Secretario:
Fernando Mendoza Rodríguez”.

Igual criterio sostuvo la Segunda Sala de este Alto Tribunal,


al sustentar la tesis que dice:

“Novena Época
"Instancia: Segunda Sala
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
"Gaceta
"Tomo: XV, Junio de 2002
"Tesis: 2a. LXIV/2002
"Página: 160

"LEYES. SU INCONSTITUCIONALIDAD NO
"DEPENDE DE LOS VICIOS EN LA REDACCIÓN Y

27
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.

"PRECISIÓN DE TÉRMINOS EN QUE EL


"LEGISLADOR ORDINARIO PUEDA INCURRIR. Si
"bien la claridad de las leyes constituye un
"imperativo para evitar su ambigüedad, confusión o
"contradicción, ninguno de los artículos
"constitucionales exige que el legislador defina los
"vocablos o locuciones utilizados en las leyes,
"pues tal exigencia tornaría imposible su función,
"en vista de que implicaría una labor interminable y
"nada práctica, provocando que no se cumpliera,
"de manera oportuna, con la finalidad de regular y
"armonizar las relaciones humanas. Por tanto, es
"incorrecto pretender que una ley sea
"inconstitucional sólo por incurrir en una
"deficiencia de definición o irregularidad en su
"redacción, pues la contravención a ésta se basa
"en aspectos objetivos que generalmente son los
"principios consagrados en ella, ya sea
"prohibiendo una determinada acción de la
"autoridad en contra de los particulares
"gobernados u ordenando la forma en que deben
"conducirse en su función de gobierno. Además,
"del análisis de lo dispuesto por los artículos 94,
"párrafo séptimo y 72, inciso f) de la Carta Magna,
"se advierte el reconocimiento, por parte de
"nuestro sistema jurídico, de la necesidad de que
"existan métodos de interpretación jurídica que,
"con motivo de las imprecisiones y oscuridades

28
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.

"que puedan afectar a las disposiciones legales,


"establezcan su sentido y alcance, pero no
"condiciona su validez al hecho de que sean claras
"en su redacción y en los términos que emplean”.
“Amparo en revisión 36/99. **********. 2 de mayo de 2000.
Unanimidad “de siete votos. Ausentes: Mariano Azuela Güitrón,
Juventino V. “Castro y Castro, Humberto Román Palacios y Juan
N. Silva “Meza. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García
Villegas. “Secretario: Joel Carranco Zúñiga.

“El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy once de


“julio en curso, aprobó, con el número CIV/2000, la tesis aislada
“que antecede; y determinó que la votación no es idónea para
“integrar tesis jurisprudencial. México, Distrito Federal, a once
“de julio de dos mil”.

Con base en las consideraciones previas, procede


desestimar, por inatendibles, los argumentos a estudio, porque de
acuerdo a lo sostenido por el Tribunal Pleno de este Máximo
Tribunal, no puede considerarse inconstitucional el enunciado
normativo que impugna (por no definir el dolo civil y dolo penal),
atento a que la propia Constitución General de la República no
exige en ninguno de sus preceptos el requisito de que la
redacción de los dispositivos que integran un ordenamiento legal
secundario sea la correcta según los lineamientos y expectativas
de los gobernados a los que se les aplique, satisfaciendo sus
intereses personales.

A mayor abundamiento, y en corroboración al criterio


sustentado por el Tribunal Pleno, en el sentido de que no puede
derivar la inconstitucionalidad de una ley, de su falta de definición
de los términos que utiliza, pues en ese caso debe acudirse a la
interpretación judicial de las normas, es decir, la que se realiza

29
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.

cotidianamente por los órganos competentes de este Poder


Judicial de la Federación; es de mencionarse que la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, en su momento, interpretó el
significado del dolo civil y dolo penal, en el sentido de que el
primero era aquél que sólo perseguía vencer la voluntad de una
persona para la celebración de un acto jurídico que de otra
manera no se concluiría, es decir, los artificios engañosos o
erráticos que una persona utiliza para vencer la voluntad de otra a
fin de celebrar un acto jurídico, que sin la utilización de los
mismos no se concluiría, mientras que el dolo penal, está formado
por el conocimiento de la naturaleza delictuosa del hecho, es
decir, por la intención dañada del sujeto activo de celebrar un
acto jurídico a sabiendas de que no lo cumplirá, obteniendo así un
lucro indebido.

Algunos criterios que sustentan lo anterior, a la letra dicen:

"Séptima Época
"Instancia: Sala Auxiliar
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación
"Tomo: 199-204 Séptima Parte
"Página: 415

"DOLO PENAL Y DOLO CIVIL. SUS DIFERENCIAS.


"En cuanto al problema que plantea el quejoso en
"el sentido de que se trata en el caso de una
"cuestión civil derivada de incumplimiento de
"contratos, cabe considerar que en los procesos
"penales que se caracterizan por tener como origen
"un contrato cuyo cumplimiento no realiza una de

30
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.

"las partes, la línea divisoria entre la esfera penal y


"la civil presenta una sutileza tal que puede dar
"lugar a la confusión de dichos ámbitos. La
"delimitación existe, sin embargo, y una conducta
"con naturaleza aparentemente civil puede tener,
"por el contrario, carácter penal. Para considerar
"que el contratante que no cumplió el contrato ha
"incurrido en una infracción de carácter penal, es
"preciso acreditar que dicha persona, desde que
"celebró el contrato había decidido dolosamente no
"cumplirlo; tiene que demostrarse, por lo tanto, que
"la operación aparentemente civil fue engendrada
"por el dolo penal de una de las partes. La prueba
"de ese dolo original sólo puede consolidarse por
"medio de aquellos elementos que, debidamente
"analizados en relación con el contrato de
"referencia, engendren en el juzgador la convicción
"plena de que el contratante pactó a sabiendas de
"que no llegaría a cumplir. Si los elementos de
"prueba sometidos a la consideración del Juez no
"poseen esa fuerza retroactiva, en cuanto que
"mediante ellos pueda establecerse la existencia de
"un engaño en el pretérito, es decir, en la época en
"que se celebró el contrato, el Juez no puede
"atribuir al simple incumplimiento, carácter penal.
"Pero, si por el contrario, aquellos elementos
"permiten establecer que el contratante, mediante
"el engaño o aprovechamiento del error produjo en

31
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.

"la otra parte la falsa creencia de que cumpliría con


"lo convenido, debe considerarse su conducta
"como penal. En tales casos, el incumplimiento no
"es otra cosa que la consumación de la conducta
"delictiva. Así pues, no todo incumplimiento de
"contrato constituye una mera conducta civil.
"Adoptar criterio distinto conduciría a la
"consideración de que basta que dos personas
"celebren una operación regulada en principio por
"el derecho privado para que su conducta, no
"obstante la falacia y mala fe de que esté viciada,
"no puede ser regulada por el derecho penal. Dicha
"postura desvirtuaría el derecho civil
"convirtiéndolo aberrantemente en un escudo para
"todos aquellos que con el pretexto de celebrar
"convenios civiles tratan de obtener en forma
"ilegítima y en perjuicio de otra persona algún lucro
"indebido, y que al amparo del derecho privado
"escaparían, con el consecuente perjuicio para la
"sociedad, a la represión del derecho penal,
"encargado de defenderla".
"Amparo directo 6288/84. **********. 14 de “noviembre de 1985.
Unanimidad de cuatro votos. Ponente: “Víctor Manuel Franco
Pérez. Secretario: José Benito Banda “Martínez".

"Sexta Época
"Instancia: Primera Sala
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación
"Tomo: Segunda Parte, CV
"Página: 70

32
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.

"FRAUDE O DOLO CIVIL Y FRAUDE O DOLO PENAL,


"DISTINCION ENTRE. Hay que distinguir el fraude o el
"dolo civiles, que otorgan simplemente a la persona
"lesionada una acción de reparación del perjuicio, del
"fraude penal o dolo penal, que hace incurrir, además,
"al que lo emplea, en una pena pública. Aun cuando se
"ha sostenido que la ley penal hace delito de todo
"atentado a la propiedad cometido por sustracción,
"engaño o deslealtad, y abandona al derecho civil la
"materia de las convenciones, cabe observar que el
"legislador también ha considerado el interés de
"proteger a la sociedad de quienes atacan el
"patrimonio de las personas, aprovechando la buena fe
"de éstas, su ignorancia o el error en que se
"encuentran, y otorga la tutela penal estableciendo
"tipos de delito que protejan a la sociedad y repriman
"esas agresiones, aunque se utilicen sistemas
"contractuales como medios para enriquecerse
"ilegítimamente u obtener un lucro indebido. Por ello
"se ha expresado que si bien es verdad que la voluntad
"de las partes es soberana para regir las situaciones
"que han creado por virtud del contrato, la
"responsabilidad que de él deriva está limitada con
"relación a las exigencias del orden público, tal como
"la tutela penal a cargo del Estado. Así, cabe distinguir:
"la represión penal se funda en el carácter perjudicial
"del acto desde el punto de vista social. Su objeto es
"que se imponga una pena. La responsabilidad civil se

33
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.

"funda en el daño causado a los particulares, y su


"objeto es la reparación de este daño en provecho de
"la persona lesionada, pudiendo un hecho engendrar
"tanto responsabilidad civil como penal".

"Amparo directo 1768/64. **********. 3 "de marzo de


1966. Cinco votos. Ponente: Manuel "Rivera Silva".

"Quinta Época
"Instancia: Primera Sala
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación
"Tomo: XXVIII
"Página: 137

"DOLO. El dolo penal está formado por el


"conocimiento de la naturaleza delictuosa del hecho,
"por la voluntad de consumar éste y por la de
"menoscabar el patrimonio; si el engaño o el error sólo
"persiguen el fin de inclinar la voluntad de una
"persona, induciéndola a celebrar un acto jurídico que
"de otro modo no concluiría, el dolo tendrá carácter
"civil, y, consecuentemente, no provocará persecución
"criminal, pues lo que la ley castiga es el atentado a la
"propiedad y no el contrato obtenido por engaño o por
"error, que, como vicios de consentimiento, se
"sancionan con nulidad, en su caso”.
"Amparo penal en revisión 1914/29. **********. 10 de enero de “1930.
Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Enrique Osorno “Aguilar. La
publicación no "menciona el nombre del ponente”.

34
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.

Por otra parte, resulta inoperante el agravio sintetizado con


anterioridad en el inciso c), en virtud de que lo alegado en el
mismo versa sobre puntos de legalidad de la sentencia recurrida,
lo cual es ajeno a la materia de estudio del presente recurso de
revisión, porque de conformidad con lo dispuesto por los artículos
107, fracción IX de la Constitución Federal y 83, fracción V, de la
Ley de Amparo, la materia de estudio del presente recurso de
revisión, se encuentra constreñida exclusivamente a la decisión
de las cuestiones propiamente constitucionales, sin poder
comprender otras, como en el caso lo es la legalidad de las penas
impuestas al impetrante, impuestas a virtud del monto de lo
defraudado, cuestión que, insístase no entraña una decisión de
constitucionalidad sino de legalidad.

Al respecto, tiene aplicación la tesis 2a./J. 53/98, sustentada por


la Segunda Sala, que esta Primera comparte, localizable en la página
326, Tomo VIII, Agosto de 1998, Novena Época del Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, que a la letra dice:
"REVISIÓN EN AMPARO DIRECTO. LOS AGRAVIOS
"DE LEGALIDAD SON INOPERANTES. Conforme a
"los artículos 107, fracción IX, constitucional y 83,
"fracción V, de la Ley de Amparo, que regulan el
"recurso de revisión en amparo directo, la Suprema
"Corte de Justicia de la Nación en esta instancia
"deberá examinar las cuestiones propiamente
"constitucionales; por consiguiente, si en el
"recurso se plantean, al lado de agravios sobre
"constitucionalidad de normas generales o de

35
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.

"interpretación directa de un precepto de la


"Constitución, argumentos de mera legalidad,
"éstos deben desestimarse por inoperantes".

Por otro lado, debe decirse que resulta infundado el agravio


sintetizado con anterioridad en el inciso b), porque esta Primera
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación advierte que el
Tribunal Colegiado a quo en ningún momento realizó un
defectuoso análisis de los conceptos de violación en los cuales
impugnó la constitucionalidad de los artículos relativos al delito de
fraude, por infringir la garantía de igualdad prevista en el artículo
1° de la Constitución Federal, ya que dicho Tribunal Colegiado al
respecto sostuvo que la parte quejosa no confrontaba los
preceptos legales impugnados con alguna norma fundamental de
la Constitución General, con la que pudiera surgir alguna
contradicción o rebasamiento a su marco específico, y de manera
oficiosa, supliendo la deficiencia de la queja, determinó que no
obstante la falta de invocación de la norma constitucional, sí
precisaba cuáles eran las garantías individuales que estimaba
violadas, entre ellas las de igualdad, seguridad jurídica y
legalidad, previstas en los artículos 1°, 13, 14, 16 y 17, de la
Constitución Federal, y en relación a la garantía de igualdad, que
es de la que se duele el impetrante, dicho Tribunal Colegiado
refirió que los preceptos legales impugnados establecían una
regulación abstracta y general, sin determinar situaciones
jurídicas referidas individualmente a una persona o
numéricamente a un grupo de personas, y que no podía
estimarse que fuesen desigual, por el hecho de que no

36
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.

establecieran para la imposición de la pena, que la misma debía


ser en atención al valor intrínseco del objeto o cosa relacionada
con el delito, como se prevé en el Código Penal para el diverso
delito de robo, porque eran delitos diferentes con elementos
propios y sanciones distintas, invocando al respecto la tesis de
rubro: "EXACTA APLICACIÓN DE LA LEY EN MATERIA
PENAL, GARANTÍA DE. SU CONTENIDO Y ALCANCE
ABARCA TAMBIÉN A LA LEY MISMA".
Finalmente, cabe precisar que asiste la razón al impetrante
al alegar en el agravio sintetizado con anterioridad en el inciso a),
que el Tribunal Colegiado a quo, debió haber corregido el error en
que incurrió el quejoso al denominar la ley que impugnó, ya que
señaló que impugnaba el Libro Segundo, Título Cuarto, Capítulo
IV, del Código Penal para el Estado de México en vigor, en lugar
se señalar que era el que se encontraba vigente en la época de
los hechos, actualmente abrogado, así como los artículos que se
encuentran comprendidos en dicho apartado, porque señalo los
números 305 a 307, en lugar del 316 a 318, que son los
correctos.

Ciertamente, este Alto Tribunal ha sustentado el criterio


reiterado de que conforme a lo dispuesto por el artículo 79 de la
Ley de Amparo, las autoridades que conozcan del juicio de
garantías deben corregir la denominación de la ley o reglamento
impugnado, así como los errores numéricos o de cualquier otro
tipo, de poca importancia, a fin de resolver la cuestión de
constitucionalidad realmente planteada y no dejar en estado de
indefensión al impetrante.

37
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.

Sobre el particular, tienen aplicación las tesis P.XLVIII/98 y


3ª.LIV/94, sustentadas por el Tribunal Pleno y por la extinta
Tercera Sala, que esta Primera comparte, localizables en las
páginas 69 y 41, Tomos VII, mayo de 1998 y XIV, noviembre de
1994, Novena y Octava Épocas del Semanario Judicial de la
Federación, que en su orden dicen:
“ERRORES NUMÉRICOS O CUALQUIER OTRO DE
"POCA IMPORTANCIA. DEBEN SER CORREGIDOS
"POR LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA, LOS
"TRIBUNALES COLEGIADOS DE CIRCUITO Y LOS
"JUECES DE DISTRITO, APLICANDO
"ANALÓGICAMENTE EL ARTÍCULO 79 DE LA LEY
"DE AMPARO. El artículo 79 de la Ley de Amparo
"establece, en su parte conducente, que la
"Suprema Corte de Justicia de la Nación, los
"Tribunales Colegiados de Circuito y los Juzgados
"de Distrito deberán corregir los errores que
"adviertan en la cita de los preceptos
"constitucionales y legales que se estimen
"violados, y que podrán examinar en su conjunto
"los agravios, los conceptos de violación y los
"demás razonamientos de las partes, a fin de
"resolver la cuestión efectivamente planteada, pero
"sin cambiar los hechos expuestos en la demanda.
"Aplicando el precepto en comento, por analogía y
"mayoría de razón, se estima que dichos órganos
"jurisdiccionales deben corregir también el error

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.

"en la cita del número del expediente de amparo en


"que se incurre en el escrito de agravios en la
"revisión, así como cualquier otro error numérico o
"mecanográfico, de poca importancia, que también
"a través de una corrección pueda permitir la
"procedencia del juicio de garantías o de los
"recursos previstos en la Ley de Amparo,
"evitándose en esa forma caer en rigorismos
"excesivos, que dejen en estado de indefensión al
"particular en aquellos casos en los que el juicio de
"garantías o el recurso correspondiente, se
"interponen en la forma y dentro de los plazos que
"establece la ley de la materia para cada caso
"concreto".
“Recurso de reclamación en el amparo en revisión 1980/97.
“**********, S.A. de C.V. 3 de marzo de 1998. “Unanimidad de diez
votos. Ausente: José Vicente Aguinaco “Alemán. Ponente:
Genaro David Góngora Pimentel. Secretaria: “Luz Delfina Abitia
Gutiérrez.

“Recurso de reclamación en el amparo en revisión 1931/97.


“**********, S.A. de C.V. 3 de marzo de 1998. “Unanimidad de diez
votos. Ausente: José Vicente Aguinaco “Alemán. Ponente:
Genaro David Góngora Pimentel. Secretaria: “Luz Delfina Abitia
Gutiérrez.

“El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el siete de


“mayo en curso, aprobó, con el número XLVIII/1998, la tesis
“aislada que antecede; y determinó que la votación es idónea
“para integrar tesis jurisprudencial. México, Distrito Federal, a
“siete de mayo de mil novecientos noventa y ocho”.

"DEMANDA DE AMPARO. SI SE ADVIERTE ERROR


"EN LA DENOMINACION DE LA LEY O
"REGLAMENTO RECLAMADOS DEBE
"CORREGIRSE. Dado que el artículo 79 de la Ley

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.

"de Amparo faculta a la Suprema Corte de Justicia


"de la Nación a corregir los errores que se
"adviertan en la cita de los preceptos
"constitucionales y legales, a fin de resolver la
"cuestión efectivamente planteada, sin cambiar los
"hechos expuestos en la demanda, a la misma
"regla ha de estarse cuando se advierta error en la
"denominación de la ley o reglamento impugnados,
"si la intención del recurrente plasmada en la
"demanda fue la de reclamar la ley o reglamento
"que le fue aplicada".
“Amparo en revisión 874/94. **********, S. A. de C. V. 9 de
“septiembre de 1994. cinco votos. ponente: Mariano Azuela
“Güitrón. Secretaria: Irma Rodríguez Franco.

En esas condiciones, corrigiéndose los errores en que


incurrió el impetrante al denominar la ley que realmente
impugnaba, así como al señalar los artículos que le fueron
aplicados en la sentencia reclamada, lo procedente es, con
fundamento en el artículo 91, fracción I de la Ley de Amparo,
analizar los conceptos de violación cuyo estudio omitió el Tribunal
Colegiado a quo.

En dicho motivo de inconformidad, el peticionario de


garantías esencialmente se duele de que en el Libro Segundo,
Capitulo IV, Título Cuarto, artículos 316 a 318 del Código Penal
para el Estado de México vigente en la época de los hechos,
actualmente abrogado (ya corregido el error), que regulan del
delito de fraude, no se establece ningún procedimiento relativo a

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.

la valuación de los bienes que sean objeto material del delito en


cuestión, a fin de determinar su valor intrínseco o real, como sí se
contempla en el delito de robo, lo cual, en su concepto, es
violatorio de los artículos 1º, 13, 14 y 16 de la Constitución
Federal.

Al respecto debe decirse, que el concepto de violación


anteriormente sintetizado es inoperante, porque según se advierte
de su lectura, está encaminado a demostrar que los preceptos
legales impugnados son inconstitucionales porque se apartan de
la garantía de igualdad pero confrontando su contenido con lo
dispuesto con otras normas del mismo ordenamiento legal, que
prevén en forma distinta la valuación de los objetos materiales del
delito.
Esto es así, porque de acuerdo con los criterios establecidos
por esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, para que sea
procedente el estudio de constitucionalidad de una norma legal,
deben satisfacerse premisas mínimas, como es su confrontación
directa con un precepto constitucional, y en la especie se intenta
en forma indirecta establecer la oposición de una norma con lo
dispuesto en el propio ordenamiento legal para otro tipo penal, es
decir, se confrontan las reglas de valuación de bienes previstas
para el delito de robo, con las de fraude, en lugar de que se
propongan argumentos relacionados con la norma impugnada
enfrentándola directamente con algún precepto constitucional.

Tiene aplicación al caso la tesis 1ª./J. 58/99, sustentada por


esta Primera Sala, localizable en la página 150, Tomo X,

41
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.

noviembre de 1999, Novena Época del Semanario Judicial de la


Federación, que dice:
“CONCEPTOS DE VIOLACIÓN EN DEMANDA DE
"AMPARO DIRECTO. LA IMPUGNACIÓN DE
"CONSTITUCIONALIDAD DE DISPOSICIONES
"LEGALES REQUIERE PREMISAS MÍNIMAS A
"SATISFACER. La impugnación suficiente de una
"norma legal, en función del aspecto de su
"constitucionalidad, requiere que se base en
"premisas esenciales mínimas a satisfacer en la
"demanda de amparo. Esto es, de conformidad
"con lo dispuesto en el artículo 166, fracciones IV
"y VII de la Ley de Amparo, se advierte la necesidad
"de que la norma legal señalada como reclamada,
"deba ser impugnada en confrontación expresa con
"una disposición específica de la Constitución
"Política de los Estados Unidos Mexicanos,
"mediante concepto de violación suficiente. El
"silogismo requerido en tal situación se apoya en
"las siguientes premisas imprescindibles: a)
"señalamiento de la norma de la Carta Magna; b)
"invocación de la disposición secundaria que se
"designe como reclamada y, c) conceptos de
"violación en los que se trate de demostrar,
"jurídicamente, que la ley impugnada resulte
"contraria a la hipótesis normativa de la norma
"constitucional, en cuanto al marco de su
"contenido y alcance. A partir del cumplimiento de

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.

"precisión de las premisas esenciales, surgirá la


"actualización de la pauta para la conclusión del
"silogismo y establecer, de esa manera, el
"problema constitucional, así como la procedencia
"de la declaración respectiva en torno a la ley
"secundaria. Si no se satisfacen las premisas
"medulares que se han indicado, el señalamiento
"de la ley reclamada y el concepto de violación que
"no indica el marco y la interpretación de una
"disposición constitucional que pueda transgredir
"aquélla, resultan motivos de insuficiencia, que
"desestiman la actualización de un verdadero
"problema de constitucionalidad de ley. En este
"orden, a la parte quejosa, dentro de la distribución
"procesal de la carga probatoria, incumbe la de
"demostrar la inconstitucionalidad de la ley o de un
"acto de autoridad, excepción hecha de los casos
"en que se trate de leyes que hayan sido
"declaradas inconstitucionales en las que exista
"jurisprudencia obligatoria sustentada por el Pleno
"de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, o
"cuando se esté en presencia de actos que sean
"inconstitucionales por sí mismos. Así la situación,
"deberá considerarse carente de la conformación
"de un verdadero concepto de violación, la simple
"enunciación como disposiciones constitucionales
"dejadas de aplicar, pues de ello no puede
"derivarse la eficiente impugnación de la

43
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.

"constitucionalidad de leyes secundarias, en tanto


"que no existe la confrontación entre éstas y un
"específico derecho tutelado por la norma
"constitucional en su texto y alcance
"correspondientes".

En las relatadas condiciones, lo procedente es confirmar la


sentencia recurrida, que concedió el amparo solicitado por un
aspecto de legalidad en las condiciones, términos y para los
efectos precisados en la propia sentencia impugnada.

Por lo expuesto y fundado, se resuelve:

PRIMERO. Se confirma la sentencia recurrida.

SEGUNDO. La Justicia de la Unión ampara y protege a


**********, contra las autoridades y por el acto precisado en el
resultando primero de esta resolución, para los efectos indicados
en la última parte de la sentencia impugnada.
Notifíquese; con testimonio de esta resolución, remítanse
los autos al lugar de su origen, y en su oportunidad, archívese
este expediente como asunto concluido.

Así lo resolvió la Primera Sala de la Suprema Corte de


Justicia de la Nación, por unanimidad de cuatro votos de los
señores Ministros: José de Jesús Gudiño Pelayo, Juan N. Silva
Meza, José Ramón Cossío Díaz y Presidenta Olga Sánchez
Cordero de García Villegas. Ausente el Ministro Humberto Román

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.

Palacios (ponente), e hizo suyo el asunto el Ministro José Ramón


Cossío Díaz.

Firman la Ministra Presidenta de la Sala y el Ministro


ponente, con el Secretario de Acuerdos que autoriza y da fe.

MINISTRA PRESIDENTA
DE LA PRIMERA SALA:

OLGA SÁNCHEZ CORDERO DE


GARCÍA VILLEGAS.

MINISTRO PONENTE:

JOSÉ RAMÓN COSSÍO DÍAZ.

EL SECRETARIO DE ACUERDOS
DE LA PRIMERA SALA:

MANUEL DE JESÚS SANTIZO RINCÓN.

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 120/2003.

JJBS/hm.

“En términos de lo previsto en los artículos 3, fracción II, 13, 14 y 18 de la Ley


Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, en
esta versión pública se suprime la información considerada legalmente como
reservada o confidencial que encuadra en esos supuestos normativos”.

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