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MATRIZ DE DE VESTER

La matriz de Vester es una serie de filas y columnas que muestran tanto horizontal (filas)
como verticalmente (columnas) las posibles causas (variables) de una situación
problemática.
Lo que hacemos básicamente es enfrentar los problemas (variables) entre sí basándonos en
los siguientes criterios de calificación: 0, 1, 2 y 3
0: No lo causa
1: Lo causa indirectamente o tiene una relación de causalidad muy débil
2: Lo causa de forma semidirecta o tiene una relación de causalidad media
3: Lo causa directamente o tiene una relación de causalidad fuerte.

BENEFICIOS DE UTILIZAR UNA MATRIZ DE VESTER


Cuando surgen imprevistos o situaciones problemáticas de última hora en nuestros
proyectos, es conveniente pararse, analizar la situación y determinar las posibles soluciones.
En este proceso nos puede ayudar mucho saber cómo hacer una matriz de priorización, una
actividad que deberíamos incluir en el proceso de planificación.
En la gestión de proyectos, son muchas las ventajas que podemos aplicar con esta
herramienta. Identificamos todo lo que puedes ganar si aplicar esta matriz de priorización
en situaciones de crisis o momentos de bloqueo en la toma de decisiones. Identificamos
todo lo que puedes ganar si utilizas la matriz de priorización de problemas en las gestión de
procesos y proyectos.
Soluciones eficaces
Valoración de expectativas
Identificación de criterios de selección
Exploración de diferentes alternativas
Soluciones contrastadas bajo los mismos criterios
Identificación de riesgos
Posibilidad de aplicar simulaciones de proyecto guardadas en tu aplicación
Planificaciones flexibles y orientadas a los requerimientos reales
¿CÓMO HACER UNA MATRIZ DE PRIORIZACIÓN?

Muchas empresas utilizan esta matriz de priorización, cuando necesitan solucionar


problemas complejos. Convocan a todo su equipo para ello y utilizan la agenda de
actividades diarias online para informar a todos los colaborares. Estos son los pasos para
conocer cómo hacer una matriz de priorización:
Identificar los principales problemas de manera genérica.
Formular en una frase el problema central. Este punto es fundamental pues describimos
con claridad el objetivo que perseguimos al realizar.
¿Cuáles son las causas del problema central? Esto nos ayudará a definir las distintas
opciones para dar una solución más precisa al problema.
¿Cuáles son los efectos provocados por el problema central? Esto también nos permitirá
elaborar un listado de soluciones precisas.
Identificar las opciones o soluciones resultantes. Hacemos una lista con las distintas
alternativas que barajamos sobre la mesa. Puede ser que ya la tengamos y este paso sólo
nos ayude a decantarnos por una. Si no es así, es recomendable trabajar en equipo para
proponer alternativas creativas y enriquecidas entre todos los colaboradores.
Elaboración de criterios de selección. Es momento de establecer la conexión con
fundamentos que relacionen todas las opciones listadas anteriormente. ¿Qué es importante
que cada solución cumpla? Estos criterios deben estar definidos de manera muy clara y sin
lugar a malentendidos. Todos los miembros del equipo deben saber a qué se refiere cada
uno.
Ponderar los criterios. Momento de darle una valoración imparcial a cada criterio.
Utilizaremos para ello una matriz tipo-L, Partimos de un eje vertical, en el que se sitúan los
distintos criterios. Cada vez que demos una valoración numérica a cada criterio, vamos
rellenando el mismo criterio para cada solución. En el proceso vamos comparando cada
valor con los demás.

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