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HISTORIA DE LA GRECIA ANTIGUA (19013)

Práctica 2. “Las colonizaciones y el comercio griego en el Mediterráneo


Occidental. Una aproximación a través de las fuentes escritas”

CÓMO HACER UN COMENTARIO DE TEXTO

1. Identificación del texto: Breve biografía del autor, breve descripción de la obra, tipo
de fuente (primaria o secundaria) y cronología en la que fue escrito.
2. Contextualización del texto: tema general del que trata el texto, breve descripción de
la época y el lugar geográfico a los que alude.
3. Análisis del texto: en orden de aparición e indicando las líneas en las que aparece la
oración a la que se esté haciendo referencia (se recomienda numerarlas), se analizará
la información contenida en el texto en base a la información impartida en clase y a
los extraídos de la bibliografía especializada.
4. Bibliografía: deberá especificarse al final del comentario la bibliografía utilizada
siguiendo el estilo APA.

*Instrucciones de presentación

1. Tienen que figurar nombre y apellidos del alumno


2. Extensión mínima del comentario: dos hojas de Word
3. Fuente y tamaño de la letra: Times New Roman 11
4. Interlineado: 1,5
5. Márgenes del texto justificados

- LA OTREDAD. EL COMERCIO Y LAS COLONIZACIONES DE LOS


FENICIOS

TEXTO 1. “El Pelida sacó otros premios para la velocidad en la carrera. Expuso primero una
crátera de plata labrada, que tenía seis medidas de capacidad y superaba en hermosura a todas las
de la tierra. Los sidonios, excelentes artífices, la fabricaron primorosa; los fenicios, después de
llevarla por el sombrío ponto de puerto a puerto se la regalaron a Toante; más tarde, Euneo
Jasónida la dio al héroe Patroclo para rescatar a Licaón, hijo de Príamo; y entonces Aquiles la
ofreció como premio, en honor al difunto amigo”. (Hom. Il. 23, 740-750)

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TEXTO 2. “Contestándole entonces Euríalo a Odiseo de frente: No parece, extranjero, que seas
varón entendido en los juegos que suelen tenerse entre hombres; te creo uno de esos, más bien,
que en las naves de múltiples remos con frecuencia nos llegan al frente de gentes que buscan la
ganancia en el mar, bien atento a la carga y los fletes y al goloso provecho: en verdad nada tienes
de atleta”. (Hom. Od. 8, 158-164)

TEXTO 3. “Llegaron un día por allá unos fenicios rapaces, famosos marinos con su negro bajel,
portadores de mil baratijas. Una sierva, fenicia también, en mi casa teníamos, alta, linda y experta
en preciosas labores. Tal moza se dejó seducir por aquellos taimados fenicios. […] “El secreto
guardad, embarcad vuestra carga y, una vez que la nave se encuentre provista de todo, enviadme
sin más, bien aprisa, un recado al palacio; os traeré todo el oro que encuentre a mi alcance y aun
quiero mi pasaje pagar con un don más precioso”. […] Tal diciendo volvió a retirarse al hermoso
palacio, pero ellos quedáronse allá por un año completo allegando gran suma de bienes al hueco
navío”. (Hom. Od. 14, 414 - 456)

TEXTO 4. “Tiro, ciudad insigne en el recuerdo de la posteridad tanto por la antigüedad de su


origen como por sus continuos cambios de fortuna, fue tomada a los siete meses de haber
comenzado su asedio. Fundada por Agenor, sometió a su dominio durante mucho tiempo no sólo
el mar de su entorno sino cualquiera al que llegaron sus naves; y, si se puede dar crédito a la fama,
este pueblo fue el primero en enseñar o en aprender el alfabeto. Lo que sí es cierto es que sus
colonias se extendieron poco menos que por todo el orbe: Cartago en África, Tebas en Beocia,
Gades en el Océano. Yo creo que, al navegar por un mar libre y al tener acceso una y otra vez a
tierras desconocidas por otros pueblos, pudieron elegir asentamiento para sus jóvenes, de los que
entonces Tiro tenía gran abundancia; según otra tradición, su expansión se debería a que sus
habitantes, cansados de soportar los continuos terremotos, se veían en la obligación de buscarse,
por medio de las armas, domicilios nuevos en el extranjero”. (Curt. 4, 4, 19-20)

TEXTO 5. “Durante este tiempo los fenicios fueron a habitar en algunas pequeñas islas allí
cercanas para tratar y negociar con los sicilianos; mas después, habiendo pasado muchos griegos
por mar a la isla, dejaron la navegación, avecindáronse en la isla, y fundaron tres ciudades en los
confines de los élimos, que fueron Motia, Solunte y Panormo, confiados de la amistad que tenían
con los élimos, y también porque por aquella parte hay muy poco trecho de mar para pasar de
Sicilia a Cartago”. (Thuc. 6, 2, 6)

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TEXTO 6. “Acerca de la fundación de Gádira recuerdan los gaditanos cierto oráculo que según
ellos les fue dado a los tirios ordenándoles enviar una colonia a las Columnas de Heracles; los
que fueron enviados para inspeccionar, […] se detuvieron en un lugar del lado de acá del Estrecho,
donde se encuentra ahora la ciudad de los saxitanos; y como quiera que, realizando un sacrificio
allí no les resultaron favorables las víctimas, se volvieron. Un tiempo después, los enviados
avanzaron unos mil quinientos estadios (277,5 kms) más allá del Estrecho hasta una isla
consagrada a Heracles situada junto a la ciudad de Onoba de Iberia, y creyendo que estaban allí
las Columnas hicieron un sacrificio al dios, pero como las víctimas volvieron a resultar
desfavorables, regresaron a la patria. Los que llegaron en la tercera expedición fundaron Gádira,
y levantaron el templo en la parte oriental de la isla y la ciudad en la parte occidental”. (Str. 3, 5,
5)

TEXTO 7. “Dado que los habitantes del lugar (Iberia) no sabían nada sobre el uso de la plata, los
fenicios, que se dedicaban al comercio y se enteraron de lo ocurrido, adquirieron la plata a cambio
de otras mercancías de escaso valor. Por esta razón, al transportar la plata a Grecia, a Asia y a
todos los otros pueblos, los fenicios acumularon grandes riquezas. A tal punto llegaba la codicia
de los comerciantes que, en los casos en que los barcos estaban sobrecargados y quedaba en tierra
mucha plata, eliminaban el plomo de las áncoras y lo sustituían por plata, Y así, gracias a este
comercio, los fenicios, con el pasar de los años, acrecentaron considerablemente su potencia y
enviaron muchas colonias, unas a Sicilia y a las islas vecinas, y otras a Libia, Cerdeña e Iberia”.
(Diod. Sic. 5, 35, 4-5)

- EMPORIA Y APOIKIAI. LOS GRIEGOS FUERA DE GRECIA

TEXTO 8. “Se cuenta que, habiendo sido los milesios los primeros fundadores de Heraclea,
obligaron a los mariandinos, los anteriores ocupantes del lugar, a servir como hilotas, hasta el
punto de que podían venderlos (aunque no fuera de las fronteras, pues se habían puesto de acuerdo
en estos términos), de igual forma que la comunidad llamada mnoía trabajaba para los cretenses
y los penéstai para los tesalios”. (Str. 12, 3, 4)

TEXTO 9. “[…] en todas sus tradiciones constaban pactos con los sicilianos. Acerca de estos
convenios los locros explicaban que en la época de su primera llegada los sicilianos dominaban
el país ocupado ahora por ellos. Los isleños, empavorecidos, los aceptaron por miedo y

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establecieron un tratado: los locros les serían amigos y poseerían, conjuntamente, sus tierras,
mientras pisaran su suelo y tuvieran sus cabezas sobre sus espaldas. Se cuenta que, mientras
prestaban el juramento, los locros se habían puesto tierra encima de las suelas de sus calzados y
que habían escondido en sus espaldas cabezas de ajo; era así como habían depuesto el juramento.
Al punto se sacudieron la tierra de sus zapatos y arrojaron las cabezas de ajo; no mucho más tarde,
a la primera oportunidad, echaron a los sicilianos de aquel país”. (Pol. 12, 6, 1-5)

TEXTO 10. “Y como amigo de los griegos que era, Amasis, entre otras muestras de cordialidad
que dispensó a algunos de ellos, concedió, a quienes acudían a Egipto, la ciudad de Náucratis para
que se establecieran en ella quienes no querían residir allí, pero llegaban navegando a su país, les
dio unos terrenos para que en ellos levantaran altares y recintos sagrados a sus dioses. Pues bien,
el mayor de esos recintos (que, al tiempo, es el más renombrado y frecuentado y que se llama
Helenio lo fundaron en común las siguientes ciudades: Quíos, Teos, Focea y Clazómenas, entre
las jonias; Rodas, Cnido, Halicarnaso y Fasélide, entre las dorias, y solamente Mitilene, entre las
eolias. A esas ciudades pertenece ese sagrado recinto y son ellas las que proporcionan los
intendentes del mercado; en cambio, todas las demás ciudades que se lo atribuyen, lo hacen sin
tener derecho alguno. Aparte de este santuario, los eginetas han erigido por su propia cuenta un
recinto consagrado a Zeus; los samios, otro a Hera, y los milesios, otro a Apolo.
Náucratis, por cierto, era antiguamente el único puerto comercial de Egipto; no había ningún otro.
Y si alguien arribaba a otra boca cualquiera del Nilo, debía jurar que no había llegado
intencionadamente y, tras el juramento, zarpar con su nave rumbo a la boca Canóbica (boca
occidental del Delta del Nilo); o bien — en caso de que, por la existencia de vientos contrarios,
no pudiera hacerse a la vela— tenía que transportar su cargamento en baris, atravesando el Delta,
hasta llegar a Náucratis”. (Hdt. 2, 178-179)

TEXTO 11. “[...]los samios partieron de la isla y se hicieron a la mar ansiosos por llegar a Egipto,
pero se vieron desviados de su ruta por causa del viento de levante. Y como el aire no amainó,
atravesaron las Columnas de Heracles y, bajo el amparo divino, llegaron a Tarteso, Por aquel
entonces ese emporio comercial estaba sin explotar, de manera que, a su regreso a la patria, los
samios, con el producto de su flete, obtuvieron, que nosotros sepamos positivamente, muchos
más beneficios que cualquier otro griego [...]”. (Hdt.4, 152)

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TEXTO 12. “Estos foceos fueron los primeros griegos que hicieron largas travesías por mar, y
fueron ellos los que descubrieron el Adriático, Tirrenia, Iberia y Tartessos. Y navegaban, no en
naves de carga, sino en naves de guerra de cincuenta remos. Una vez llegados a Tartessos se
ganaron la amistad del rey de los tartesios, cuyo nombre era Argantonio, que ejerció el poder
durante ochenta años, y vivió en total ciento cincuenta años”. (Hdt. 1, 163)

TEXTO 13. “[…] los focenses, constreñidos por la pequeñez y escasez de sus tierras, eran más
aficionados al mar que a la tierra: se ganaban la vida con la pesca y el comercio, a menudo incluso
con la piratería, que estaba a la orden del día en aquella época. Por eso, habiéndose atrevido a
aventurarse hacia la última orilla del Océano, llegaron al golfo Galo, en la desembocadura del
Ródano, y cautivados por el encanto del lugar, una vez de vuelta en casa atrajeron a más gente
contando lo que habían visto. Los comandantes de la flota eran Simos y Protis. Fueron a buscar
al rey de los segobrigenses, llamado Nano, para solicitar su amistad, pues en su territorio pensaban
fundar una ciudad. Sucedió que aquel día el rey estaba ocupado en los preparativos de la boda de
su hija Gyptis, a la que se disponía a dar en matrimonio a un yerno elegido durante el banquete,
según la costumbre nacional. Y así, mientras todos los pretendientes habían sido invitados a la
boda, los invitados griegos también fueron invitados. Entonces, cuando la joven llegó y su padre
le pidió que ofreciera agua al hombre que había elegido como esposo, se dirigió a los griegos,
haciendo caso omiso de todos los pretendientes, y ofreció agua a Protis, quien, convertido en
yerno, recibió de su suegro un solar para fundar la ciudad […]. Como consecuencia, los galos
aprendieron de ellos a vivir de forma más civilizada, tras ablandar y abandonar sus costumbres
bárbaras; aprendieron a cultivar los campos y a rodear sus ciudades de murallas; también se
acostumbraron a vivir bajo las leyes y no bajo las armas, a podar la vid y a plantar el olivo […]”.
(Just. Epit. 43, 3.8 - 4.2)

TEXTO 14. “Todo el litoral que va desde las Columnas hasta aquí (sc.Tarraco) escasea en
puertos, pero de aquí la costa que sigue tiene buenos puertos y es fértil la tierra de los leetanos,
de los lartolayetas, y otros pueblos similares hasta Emporion. Es ésta una fundación de los
masaliotas […] Este territorio es fértil en todos los aspectos y de buenos puertos. Allí se encuentra
también Rhodos, poblado perteneciente a los emporitanos, aunque algunos afirman que es
fundación de los rodios. Tanto allí como en Emporion se venera a la diosa Ártemis Efesia, pero
la causa la expondré cuando trate de Massalia. Los emporitanos ocupaban primero un islote
cercano a la costa, y que actualmente recibe el nombre de Palaiapolis, pero ahora viven en tierra
firme. La ciudad es doble dividida por una muralla, por haber tenido anteriormente como vecinos

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a algunos indicetes, los cuales, aunque se regían por sus leyes propias, quisieron por motivos de
seguridad compartir el recinto amurallado con los griegos; y este fue doble, dividido por un muro
medianero. Pero con el tiempo, convergieron hacia una misma constitución política, mezcla de
usos y costumbres bárbaros y griegos, cosa que sucedió también en otros muchos lugares”. (Str.
3, 4, 8)

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