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Textos de la Historia de España
cartagineses no podían atravesar el río Ebro con fines belicosos. Al mismo tiempo emprendían la guerra
en Italia contra los celtas.
POLIBIO, II, 13, 3-7
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Textos de la Historia de España
En cuanto a la comida, se alimentan de toda clase de carnes en gran abundancia. Como bebida utilizan
vino mezclado con miel, ya que la región produce gran cantidad de este producto, aunque, en cuanto al
vino, lo adquieren de los comerciantes que lo importan.
DIODORO SICULO, V, 33, 34
Sitio de Numancia
"De este modo, Escipión fue el primero, según creo, que cercó con un muro a una ciudad que no rehuía el
combate. El río Duero fluía a lo largo del cinturón de fortificaciones y resultaba de mucha utilidad a los
numantinos para el transporte de víveres y para la entrada y salida de sus hombres. Éstos, buceando o
navegando por él en pequeños botes, pasaban inadvertidos[…]. Como no podía unir sus orillas por ser
ancho y muy impetuoso, construyó dos torreones, en vez de un puente, uno en cada orilla y desde cada
uno colgó, con cuerdas, grandes tablones de madera que dejó flotar a lo ancho del río, y que llevaban
clavado numerosos dardos y espadas. Estos tablones, entrechocando continuamente, debido a la
corriente que se precipitaba contra las espadas y los dardos, no permitían pasar a ocultas ni a quienes lo
intentaban nadando, sumergidos o en botes. Y esto era lo que en especial deseaba Escipión que, al no
poder establecer contacto nadie con ellos ni tampoco entrar, no tuviesen conocimiento de lo que sucedía
en el exterior. De este modo, en efecto, llegarían a estar faltos de provisiones y de material de todo tipo."
[…]"Los numantinos, en muchas ocasiones, atacaron a las fuerzas que vigilaban la muralla por diferentes
lugares, y la aparición de los defensores era fugaz y sobrecogedora; las señales eran izadas en alto desde
todos los lugares, los mensajeros corrían de un lado a otro, los encargados de combatir desde los muros
saltaban hacia sus lugares en oleadas, las trompetas resonaban en cada torre de tal modo que el círculo
completo presentaba para todos el aspecto más temible a lo largo de sus cincuenta estadios de perímetro.
Y Escipión recorría este círculo para inspeccionarlo cada día y cada noche. Estaba firmemente convencido
de que los enemigos, así copados, no podrían resistir por mucho tiempo al no poder recibir ya armas ni
alimentos ni socorro.
APIANO: Historia de Roma. El sitio de Numancia-
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Textos de la Historia de España
Texto 2
Dice Isa ibn Ahmad Al-Razi que en tiempos de Anbasaibn Suhaim Al-Qalbi, se levantó en tierra de Galicia un
asno salvaje llamado Pelayo. Desde entonces empezaron los cristianos en Al-Andalus a defender contra los
musulmanes las tierras que aún quedaban en su poder, lo que no habían esperado lograr. Los islamitas,
luchando contra los politeístas y forzándoles a emigrar, se habían apoderado de su país hasta llegar a
Ariyula, de la tierra de los francos, y habían conquistado Pamplona en Galicia y no había quedado sino la
roca donde se refugió el rey llamado Pelayo con trescientos hombres. Los soldados no cesaron de atacarle
hasta que sus soldados murieron de hambre y no quedaron en su compañía sino treinta hombres y diez
mujeres. Y no tenían qué comer sino la miel que tomaban de la dejada por las abejas en las hendiduras de la
roca. La situación de los musulmanes llegó a ser penosa, y al cabo, los despreciaron diciendo:
"Treinta asnos salvajes qué daño pueden hacernos?". ¨
En el año 133 murió Pelayo y reinó su hijo Fáfila. El reinado de Pelayo duró diecinueve años y el de su hijo
dos. Después de ambos reinó Alfonso, hijo de Pedro, abuelo de los Banu Alfonso, que consiguieron
prolongar su reino hasta hoy y se apoderaron de lo que los musulmanes les habían tomado.
Tomado del Nafh al-Tib de Al-Maqqari. Trad. Lafuente Alcántara,. También en M. Antuña y C. Sánchez-
Albornoz: Fuentes de la Historia Hispano-musulmana, siglo VIII, p. 232.
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Textos de la Historia de España
Tomado de la Ihala fi-l-TarifGarnata de ibn Al-Jatib. Trad. de SIMONET: Historia de los mozárabes, p. 243.
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Textos de la Historia de España
dejarse perder una designación firme. Ordena, por tanto, al predicador de tu jurisdicción que emplee dicho
título y úsalo tú de ahora en adelante cuando nos escribas. Si Dios quiere.”
En consecuencia y conforme a estas órdenes el predicador de Córdoba comenzó a hacer la invocación
en favor de al-Nasir li-dinAllah, dándole el título de Príncipe de los Creyentes, el día 1 de du-l-hiyya de este
año [16 de enero de 929]. Fue este el primer sermón en que se le dio ese título, que empezó a llevar con
mejor derecho que los demás que se lo arrogaban y que luego siguieron usando. Dios concede su gracia a
quien los califas descendientes suyos quiere!
Tomado de LEVI-PROVENÇAL, E y E. GARCIA GOMEZ: Una Crónica anónima de Abd al-Rahman III al-
Nasir.
El condado de Castilla
Yo, Fernán Gonzalez, por la gracia de Dios conde de toda Castilla, junto con mi mujer la condesa Sancha,
para remisión de nuestros pecados y remedio de nuestras almas (...) en honor de San Millán (...) y de ti,
padre espiritual abad Fortunio, y de todos los clérigos sujetos a ti, que día y noche sirven allí a Cristo. Por
tanto, ofrecemos, damos y confirmamos en la villa de Salinas la cuarta parte, íntegra y libre, con salidas y
entradas, con comunidad de pasto, con los habitantes de aquella villa, pero libre e ingenua de todo servicio
real o de potestad y de entrada de sayón. Y no tengan homicidio ni fonsado según costumbre, y nadie sea
sometido por ningún crimen a la potestad de aquella villa. Y os concedemos las fuentes de sal al tercer
día, y de la alabara que deben al conde de la tierra, os concedemos que tengáis libres III de ellas por
semana y que tanto el monasterio como las decanías lleven sal cuando quieran. Y las eras de sal de San
Millán sean libres de autoridad del conde. Asimismo, os concedemos tal facultad, que todo lo que además
de esto podáis obtener por donación o por compras los poseáis libre y firmemente por todos los siglos,
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Textos de la Historia de España
amén. Esta donación, juntamente con nosotros, la prueban y confirman las villas de: Villanueva, Fuentes,
Olisares, Villacón y también terrazas y Villambrosa (...)
Hecha la carta en la era de DCCCCLXXXIIIª, V calendas de febrero.
Yo, pues, Fernando, conde, con mi compañera Sancha, que quisimos hacer este testamento, pusimos
nuestras señales y presentamos testigos (...)
UBIETO ARTETA, A., «Cartulario de San Millán de la Cogolla (759-1076)», Valencia, 1976, n.º 36,
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Textos de la Historia de España
del conde son Sancho [García], de sus términos y de sus juicios y de sus pleitos y de sus prendas y de sus
pobladores y de todos sus fueros que existieron antes, en el tiempo de mi abuelo y de los condes aquí
nombrados.
3. Yo el rey Alfonso otorgo y doy a los hombres de Sepúlveda este término: de Lozoya hasta aquí cuanto
tuvo Buitrago bajo su poder, les doy todo, lo corroboro y lo confirmo para siempre.
8. Y no paguen portazgo en ningún mercado.
10. Y si algún hombre de Sepúlveda matara a un hombre de otra parte de Castilla, pague la octava parte.
11. Y si algún hombre de Castilla matara a un hombre de Sepúlveda, pague cada uno según su fuero.
12. El que matare merino, el concejo no pague sino dos pieles de conejo.
13. Y si algún hombre de Sepúlveda matara a otro de Castilla y huyera más allá del Duero, ningún hombre
lo persiga.
16. Si alguna mujer abandona a su marido, pague 3000 sueldos; y si algún hombre abandona a su mujer,
pague arienzo.
17. Y su algún hombre trajera de otra parte mujer ajena, o hija ajena, o alguna cosa de sus correrías y las
introdujera en Sepúlveda, nadie se las reclame.
19. Todo infanzón que deshonre a un hombre de Sepúlveda, menos el rey o el señor, el mismo repare el
daño y si no sea declarado enemigo.
20. Quien encuentre algo enterrado, no entregue nada al rey o al señor.
21. Si el señor hiciera un agravio a alguien y el concejo no le ayudara a recuperar su derecho, lo pague el
concejo.
24. Alcalde ni merino ni arcipreste no sea sino de la villa, y el juez sea de la villa, anual y por las
parroquias, y de cada homicidio reciba 5 sueldos.
28. Todo hombre que habite en Sepúlveda no tenga mañería, y si no tuviera parientes que le herede el
concejo y que se den limosnas por su alma.
29. Y no hagan fonsadera a no ser por su propia voluntad.
30 Y al fonsado del rey, si quieren ir, que no vayan sino los caballeros a no ser que fuera a asedio del rey o
pelea campal, y a esto vayan caballeros y los vecinos peones.
34. Y cuando venga el rey de la ciudad, no se haga fuerza en las casas de los vecinos para tener posada,
si no es voluntad de éstos recibirles.
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Textos de la Historia de España
mas aun do fallaban sus mantos o sus escudos: et sin esto les facien otra honra, que do quier que los
homes se fallaban con ellos se les homillaban, et hoy en dia eso han aun por costumbre en España de
decir a los homes buenos et honrados homillamosnos. Et aun a otra honra el que es caballero, que
despues que lo fuese puede llegar a honra de emperador, o de rey, et ante non podriese ser, bien asi como
no podriese ser ningunt clérigo obispo, si primeramente non fuese ordenado de preste misacanto.
Las Siete Partidas o Libro de las Leyes de Alfonso X, Madrid, 1807, P. II, T. XXI, II, p. 23-24. Recoge
M.ARTOLA, "Textos fundamentales para la Historia", Madrid, 1968, p. 73-74.
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Textos de la Historia de España
en Aragón, las de Barcelona e Valencia, e otras muchas; e los que escaparon quedaron muy pobres,
dando muy grandes dádivas a los Señores por ser guardados de tan grand tribulación.»
Crónica del rey don Enrique III, Madrid, BAE, Atlas, 1953, p. 167.
"Esta materia se platicó entre ellos, e al fin se falló que según las leyes e la costumbre usada e
guardada en España, estos reynos debía heredar la reyna, como hija legítima del rey D. Juan II, aunque
fuese mujer, en cuanto era heredera por derecha línea descendente de los reyes de Castilla e de León, e
que no podía pertenecer a ningún otro heredero, aunque fuese varón, si era transversal. Ansi mesmo se
determinó, que a ella como propietaria le pertenecia la gobernación del reyno. (…) Fecha esta
determinación la reyna dixo al rey: "Señor no fuera necesario mover esta materia: porque do hay la
conformidad que por la gracia de Dios entre vos e mi es, ninguna diferencia puede haber. Lo cual, como
quier que se haya determinado, todavía vos como mi marido sois rey de Castilla, e se ha de facer en ella lo
que mandáredes; y estos reynos placiendo a la voluntad de Dios, después de nuestros días, a vuestros
fijos e míos han de quedar".
dio al conde de Tendilla, al qual, con el duque de Escalona, Marqués de Villena, e con otros muchos
caballeros e con tres mil de a caballo e dos mil espingarderos, envió entrar en el Alhambra e se apoderar
de ella, e fueron, e entraron, e mostraron en la más alta torre primeramente el estandarte de Cristo, que
fue la Santa Cruz, que el Rey traía siempre en la santa conquista consigo; e el Rey e la Reyna e el
Príncipe, e toda la hueste se humillaron a la Santa Cruz e dieron muchas gracias e loores a Nuestro
Señor; e los Arzobispos e clerecía dijeron Te Deum Laudamus...El rey moro Muley Baudili, con los
caballeros mayores de Granada, e con otros muchos, salieron de la ciudad e se fueron según condiciones
del partido; muchos se fueron allende, y otros a los lugares de los moros mudejares, ya ganados, y el rey
Muley Baudili se fue a vivir y a reinar al Val Purchena, que es en las tierras que el Rey había ganado
cuando ganó Vera, que era todo de mudejares, donde el Rey le dio señorío e renta en que viviese, e
muchos vasallos, e le alzó la pensión que de antes le debía, y le dio sus rehenes, que le tenía desque lo
soltó sobre rehenes.
BACHILLER BERNÁLDEZ, CURA DE LOS PALACIOS, Historia de los Reyes Católicos
comunicación con los judíos, los cuales se jactan de subvertir la fe católica, que los llevan a su dañada
creencia. . . procurando de circuncidar a sus hijos, dándoles libros para escribir y leer las historias de su
ley. . .persuadiéndoles de que guarden la ley de Moises, faciéndoles entender que no hay otra ley nin
verdad sino aquella; lo cual todo consta por confesiones de los mismos judíos y de quienes han sido
pervertidos, Lo cual ha redundado en oprobio de la Fe Católica. Por ende, Nos, en concejo e parescer de
algunos prelados, e grandes e caballeros, e de otras personas de ciencia e de conciencia, aviendo avido
sobrello mucha deliberación, acordamos de mandar salir a todos los judíos de nuestros reinos, que jamás
tornen; e sobrello mandamos dar esta carta por la cual mandamos. . . que fasta el fin del mes de julio que
viene salgan todos con sus fijos, de cualquier edad que sean, e non osen tornar. . . bajo pena de muerte. E
mandamos que nadie de nuestros reinos sea osado de recebir, acoger o defender pública o secretamente
a judío nin judía pasado el término de julio. . . so pena de confiscación de todos sus bienes. Y porque los
judíos puedan actuar como más les convenga en este plazo, les ponemos bajo nuestra protección, para
que puedan vender, enagenar o trocar sus bienes. Les autorizamos a sacar sus bienes por tierra y mar, en
tanto non seya oro nin plata, nin moneda nin las otras cosas vedadas.
Otrossí mandamos a nuestros alcaldes, corregidores que cumplan y hagan cumplir este nuestro
mandamiento. Y porque nadie pueda alegar ignorancia mandamos que esta Carta sea pregonada por
plazas e mercados. /
/ Dada en Granada, a treinta y uno de marzo de 1.492.
Fernando II de Aragón.
Tenemos en nuestros tiempos a Fernando de Aragón, actual rey de España. A éste se le puede llamar casi
príncipe nuevo, porque de rey débil que era se convirtió, guiado por la astucia y la fortuna más que por el
saber y la prudencia, en el primer rey de la cristiandad. Si consideramos sus acciones, las encontraremos
todas sumamente grandes y algunas extraordinarias. Al principio de su reinado, atacó Granada; y esta
empresa fue el fundamento de su Estado. La comenzó sin pelear y, sin miedo de hallar estorbo en ello,
tuvo ocupados en esta guerra los ánimos de los nobles de Castilla, los cuales, pensando en ella, no
pensaban en innovaciones; por este medio, él adquiría reputación y dominio sobre ellos sin que ellos lo
advirtieran. Con el dinero de la Iglesia y del pueblo pudo mantener ejércitos y formarse, mediante esta
larga guerra, sus tropas, que le atrajeron mucha gloria [...] Bajo esta misma capa de religión atacó África,
acometió la empresa de Italia, últimamente ha atacado Francia; […] Estas acciones han nacido de tal
modo una de otra que, entre una y otra, nunca han dado a los hombres espacio para poder urdir algo
tranquilamente contra él.
(Maquiavelo, El Príncipe, XXI, 1. http://www.mcnbiografias.com/).
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Y de ende a pocos días quemaron tres de los principales de la ciudad y de los más ricos, los cuales
eran Diego de Susan, que decían que valía lo suyo diez quentos, y era gran rabí y, según pareció, murió
como christiano, e el otro era Manuel Sauli, e el otro Bartholome de Torralba. E prendieron a Pedro
Fernández Benadeva, que era mayordomo de la Iglesia, de los señores Dean e Cabildo, que era de los
más principales de ellos, e tenía en su casa armas para armar cien hombres, y a Juan Fernández
Albolasia, que había sido muchos tiempos alcalde de la justicia e era gran letrado, e a otros muchos e muy
principales e muy ricos, a los cuales también quemaron, e nunca les valieron los favores ni las riquezas. E
con esto todos los confesos fueron muy espantados e habían muy gran miedo e fuían de la ciudad e del
arzobispado, e pusiéronles en Sevilla pena que non fuyesen so pena de muerte, e pusieron guardas a las
puertas de la ciudad, e prendieron tantos que no había donde los tuviesen. E muchos huyeron a las tierras
de los señores, e a Portugal e a tierra de moros.
ANDRÉS BERNALDEZ. Memorias del reinado de los Reyes Católicos, cap. XLIV.
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Textos de la Historia de España
otros muchos e buenos efectos, y para los Grandes, y Cavalleros destos Reynos por remedio de muchas
vexaciones que suelen causar por las ausencias de los Príncipes.»
Cortes de los antiguos reinos de León y Castilla, Real Academia de la Historia, Madrid, 1861-1903, vol. 5.
La Noche Triste
Cortés tomó de nuevo el camino hacia Tenochtitlán. Al día siguiente, la tormenta estallaba en toda su
violencia y el pueblo en armas, entabló terrible combate en torno al templo de Huitzilipochtli. Los españoles
consiguieron apoderarse del edificio, pero Cortés se percató en el acto de que su Única esperanza estaba
en abandonar la dudad.
Un suceso inesperado, acontecimiento capital en aquellos momentos, había trastornado la situación: la
muerte de Moctezuma.
El soberano había exhortado a sus súbditos a cesar las hostilidades, pues todo lo que había sucedido
respondía a la voluntad de los dioses. Sus palabras causaron efectos contraproducentes; el silencio
respetuoso de la multitud se trocó de súbito en rabiosa cólera y sobre el tejado llovieron flechas y piedras.
Herido en la cabeza, Moctezuma perdió el conocimiento y pocos días después murió. Sobrevino la “noche
triste”, uno de los episodios más dramáticos de la historia de la conquista. Los españoles abandonaron el
palacio en que se habían atrincherado. Llegados al dique, los españoles oyeron una señal concertada de
antemano y, en el acto, el sordo estruendo de los tambores de guerra.
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Textos de la Historia de España
El enemigo iniciaba la ofensiva: los aztecas atacaban a los españoles por la espalda y por ambos flancos
los hostigaban guerreros embarcados en canoas. A la mañana que siguió a aquella noche terrible
comprobó, al pasar revista a sus tropas, que más de la mitad de los efectivos habían caído ante el
enemigo o fueron hechos prisioneros. Los reveses sufridos durante la “noche triste" señalan un hito en la
carrera del conquistador y en la historia de la colonización española en América.
Cortés se había percatado de que el único modo de reducir la capital azteca a la capitulación era aislarla
completamente de las orillas del lago, y así, decidió apoderarse de las ciudades situadas en las riberas del
Texcoco, y primero construir luego embarcaciones que permitieran una ofensiva directa a la ciudad; en
tercer lugar, proyectó cortar el acueducto que llevaba agua potable a Tenochtitlán.
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Textos de la Historia de España
Que cualquiera de los dichos moriscos que, publicado este bando, y cumplidos los tres días, fuese hallado
fuera de su propio lugar, pueda cualquier persona, sin incurrir en pena alguna, prenderle y desvalijarle,
entregándole al Justicia del lugar mas cercano, y si se defendiere lo pueda matar.
Que cualquiera de los dichos moriscos que escondiere o enterrase alguna de la hacienda que tuviere o no
la poder llevar consigo o pusiese fuego a las casas, sembrados, huertas o arboledas, incurran en la dicha
pena de muerte los vecinos del lugar donde esto sucediere, por cuando S.M. ha tenido por bien de hacer
merced de estas haciendas que no pueden llevar consigo a los señores cuyos vasallos fueren...”
(Bando general de expulsión de los moriscos, 22 de septiembre de 1609, CODOIN, tomo 18, p. 5 Y ss.
(cfr. Gérard Walter, El memorial de los siglos. La Revolución Inglesa, Barcelona, Grijalbo, 1971, pp. 499-
500)
padecen tantas necesidades(…) porque falta el cultivo de los campos, el ejercicio de la artes mecánicas,
el trato y el comercio a que no se aplica esta nación.
SAAVEDRA FAJARDO. Idea de un príncipe político cristiano representada en cien empresas. 1640.
El testamento de Carlos II
Reconociendo [...] que la razón, en que se funda la renuncia de las Señoras Doña Ana y Doña María
Teresa, Reinas de Francia, mi tía y hermana, a la sucesión de estos Reinos, fue evitar el perjuicio de
unirse a la Corona de Francia, y, reconociendo que, viniendo a cesar este motivo fundamental, subsiste el
derecho de sucesión en el pariente más inmediato, conforme a las leyes de estos Reinos, y que hoy se
verifica este caso en el hijo segundo del Delfín de Francia, por tanto, arreglándome a dichas leyes, declaro
ser mi sucesor (en caso que Dios me lleve sin dejar hijos) al Duque de Anjou, hijo segundo del Delfín y
como a tal le llamo a la sucesión de todos mis Reinos y Dominios, sin excepción de ninguna parte de ellos,
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Textos de la Historia de España
y mando y ordeno a todos mis súbditos y vasallos, de todos mi Reino y Señoríos, que, en el caso referido,
de que Dios me lleve sin sucesión legítima, le tengan y reconozcan por su Rey y Señor natural, y se le dé
luego, y sin la menor dilación, la posesión actual, precediendo el juramento, que debe hacer, de observar
las leyes, fueros y costumbres de dichos mis Reinos y Señoríos. [...]
Y, en el caso de faltar yo sin sucesión, ha de suceder el dicho Duque de Anjou en todos mis Reinos y
Señoríos, así los pertenecientes a la Corona de Castilla, como la de Aragón y Navarra y todos los que
tengo dentro y fuera de España; señaladamente, en quanto a la Corona de Castilla, Castilla, León, Toledo,
Galicia, Sevilla, Granada, Córdoba, Murcia, Jaén, Algarves de Algeciras, Gibraltar, Islas de Canaria, Indias,
Islas y tierra firme del Mar Océano, del de el Norte, y del Sur, de las Filipinas, y otras cualesquiera Islas y
Tierras descubiertas, y que se descubrieren de aquí adelante; y todo lo demás en qualquiera manera,
tocante a la Corona de Castilla; y, por lo que toca á la de Aragón, en mis Reynos y Estados de Aragón,
Valencia, Cataluña, Nápoles, Sicilia, Mallorca, Menorca, Cerdeña y todos los otros Señoríos, y derechos,
como quiera que sean, pertenecientes a la Corona Real de él; y así mismo en mi Estado de Milán,
Ducados de Bravante, Limburg, Luxembourgh, Geldres, Flandes, y todas las demás Provincias, Estados,
Dominios y Señoríos, que me pertenezcan, y puedan pertenecer en los Países Bajos, derechos, y demás
acciones, que, por la sucesión de ellos, en mí han recaído.
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Textos de la Historia de España
40. Han de cesar las prohibiciones de extranjería porque mi Real Intención es que en mis Reynos las
dignidades y honores se confieran recíprocamente a mis vasallos por el mérito, y no por el nacimiento en
una u otra provincia de ellos [...].
42. En todo lo demás que no está prevenido en los capítulos antecedentes de este Decreto, mando, se
observen las constituciones que antes había en Cataluña [...].
43. Y lo mismo es mi voluntad se execute respecto del Consulado de la mar, que ha e permanecer, para
que florezca el comercio y logre el mayor beneficio el país.”
(Establecimiento y Nueva Planta de la Real Audiencia de Cataluña, Real Decreto de 16 de enero de 1716
(cfr. Novísima Recopilación de Leyes de España, Madrid, 1805, Libro V, Título IX, Ley 1).
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forma o concederles algunas no gravosas facultades, se les franquearán, reconocida la utilidad que podrá
seguirse de su práctica, en caso de no haber vecinos de caudal competente para establecerlas, haciendo
compañía entre algunos de los más acomodados, o de no sufragar los propios del Común [...].»
Cfr. Geronymo de Uztariz.Theórica y Práctica de Comercio y Marina, Madrid, 1742.
Dígnese, pues, Vuestra Alteza a derogar de un golpe las bárbaras leyes que condenan a perpetua
esterilidad tantas tierras comunes; las que exponen la propiedad particular al cebo de la codicia; las que
prefiriendo a las ovejas a los hombres, han cuidado más de las lanas que los visten que de los granos que
los alimentan; las que estancando la propiedad privada en la eterna manos de pocos cuerpos y familias
poderosas, encarecen la propiedad libre y sus productos, y las que alejan de ella los capitales y la industria
de la Nación; las que obran el mismo efecto encadenando la libre contratación de los frutos, y las que
gravándonos directamente en su consumo, reúnen todos los grados de funesta influencia. Instruya Vuestra
Alteza a la clase propietaria en aquellos útiles conocimientos sobre la prosperidad de los Estados y
perfeccione en la clase laboriosa el instrumento de la instrucción. Por último, luche Vuestra Alteza con la
naturaleza y, si puede decirse así, oblíguela a ayudar los esfuerzos del interés individual o, por lo menos, a
no frustrarlos.
Informe sobre la Ley Agraria de Jovellanos (1874).
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Textos de la Historia de España
pues, en las primeras letras y refundid en ellas toda la educación que conviene a su clase (...). Abridle así
la entrada a las profesiones industriosas y ponedle en los senderos de la virtud y de la fortuna.
Gaspar Melchor de Jovellanos, Memoria sobre la Educación Pública, 1811
El motín de Aranjuez
«A eso de la una de la noche, se dispara una pistola dentro del Palacio Real. Al punto salió el
príncipe de Asturias [esto es, el futuro Fernando VII] con una luz de su cuarto, y acompañado de algunos
guardias diciendo: “¡Traición, traición!”. Le siguen otros muchos, toma todas las puertas de palacio y,
dejándolas bien custodiadas, para no dejar salir persona alguna, se vuelve a su cuarto. Los paisanos y
tropa que de la parte de fuera estaban, al oír el tiro, acudieron prontamente, cercan el palacio y doblan las
guardias en sus puertas». El hermano de Godoy quiere hacerles frente con la guardia real, pero los
soldados no le obedecen, «le dan dos fuertes culatazos, lo tiran en tierra y lo llevan». Se iniciará entonces
la búsqueda de Godoy, que parece haber desaparecido, hasta que en la mañana del 19 lo encuentran en
un desván envuelto en una alfombra.
Escarnecido y golpeado, con la frente sangrando, será conducido a presencia de Fernando.
«Aquella rara escena [nos cuenta el propio Godoy] comenzó con un silencio indefinible, suspensos,
atendiendo y alargando el cuello los que llenaban, agolpados, la escalera y las entradas. Después lo
rompió el príncipe y me dijo:
─ Yo te perdono la vida.
Yo le hice esta pregunta:
─ Vuestra Alteza ¿es ya rey?
─ Todavía no ─me respondió─, pero lo seré muy pronto»
En efecto, aquella misma tarde Carlos IV abdicaba en su hijo.
de la Paz, como también a los servidores suyos, que quieran seguirle, los cuales gozarán en Francia de un
rango equivalente al que tenían en España.
Art. 4º El palacio imperial de Compiègne, con los cotos y bosques de su dependencia quedan a la
disposición M rey Carlos mientras viviere.
Art. 5º S.M. el Emperador da y afianza a S.M. el rey Carlos una lista civil de 30.000.000 de reales, que
S.M. el emperador Napoleón le hará pagar directamente todos los meses por el tesoro de la Corona. A la
muerte M rey Carlos, 2.000.000 de renta formarán la viudedad de la Reina.
Art. 6º El Emperador Napoleón se obliga a conceder a todos los infantes de España una renta anual de
400.000 francos, para gozar de ella perpetuamente, así ellos como sus descendientes, y, en caso de
extinguirse una rama recaerá la dicha renta en la existente a quien corresponda, según las leyes civiles.
[...]
Art. 8º S.M. el emperador Napoleón da en cambio a S.M. el rey Carlos el sitio de Chambord, con los cotos,
bosques y haciendas de que se compone, para gozar de él en toda propiedad y después de él como le
parezca.
Art. 9º En consecuencia S.M. el rey Carlos renuncia en favor de S.M. el emperador Napoleón todos los
bienes alodiales y particulares no pertenecientes a la corona de España, de su propiedad privada en aquel
reino.
Los infantes de España seguirán gozando de las rentas de las encomiendas que tuvieran en España.
Bayona, 5 de mayo de 1808.
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Textos de la Historia de España
de Madrid y demás pueblos y alentándonos, pues no hay fuerzas que prevalezcan contra quien es leal y
valiente, como los Españoles lo son.
Dios guarde a Ustedes muchos años. Móstoles, 2 de mayo de 1808. Firmado: Andrés Torrejón y
Simón Hernández,
LA CONSTITUCIÓN DE CÁDIZ.
En el nombre de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, autor y supremo legislador de la
sociedad. Las Cortes generales y extraordinarias de la Nación española [...] decretan la siguiente
constitución política para el buen gobierno y recta administración del Estado:
Título I De la nación española y de los españoles.
Capítulo 1 De la Nación Española
Art. 1º La Nación española es la reunión de todos los españoles de ambos hemisferios.
Art. 2º La Nación española es libre e independiente, y no es ni puede ser patrimonio de ninguna familia ni
persona.
Art. 3º La soberanía reside esencialmente en la Nación y por lo mismo pertenece a ésta exclusivamente
el derecho de establecer sus leyes fundamentales.
Art. 4. La Nación está obligada a conservar y proteger por leyes sabias y justas la libertad civil, la
propiedad y los demás derechos legítimos de todos los individuos que la componen (…)
Capítulo 2 De la religión
Art. 12º La religión de la nación española es y será perpetuamente la católica, apostólica, romana, única
verdadera. La Nación la protege por leyes sabias y justas, y prohíbe el ejercicio de cualquier otra. [...]
Capítulo III Del gobierno
Art. 14º El gobierno de la Nación española es una monarquía moderada hereditaria.
Art. 15º La potestad de hacer las leyes reside en las Cortes con el Rey.
Art. 16º La potestad de hacer ejecutar las leyes reside en el Rey.
Art. 17º La potestad de aplicar las leyes en las causas civiles y criminales reside en los tribunales
establecidos por la ley.
Título III: de las Cortes
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Textos de la Historia de España
Art. 27. Las Cortes son la reunión de todos los diputados que representan la Nación, nombrados por los
ciudadanos en la forma que se dirá.
Art. 28. La base para la representación nacional es la misma en ambos hemisferios.
Art. 29. Esta base es la población compuesta de los naturales que por ambas líneas sean originarios de
los dominios españoles, y de aquellos que hayan obtenido en las Cortes carta de ciudadano, como
también de los comprendidos en el artículo 21.
Título IV Del Rey [...]
Art. 172º Las restricciones de la autoridad del Rey son las siguientes:
Primera: No puede el rey impedir, bajo ningún pretexto, la celebración de las Cortes en épocas y casos
señalados en la Constitución ni suspendería ni disolverlas, ni en manera alguna embarazar sus sesiones
y deliberaciones. Los que le aconsejasen o auxiliasen en cualquier tentativa para esos actos, son
declarados traidores, y perseguidos como tales.
Pero mientras yo meditaba maduramente con la solicitud propia de mi paternal corazón las
variaciones de nuestro régimen fundamental, que parecían más adaptables al carácter nacional y al estado
presente de las diversas porciones de la monarquía española, así corno más análogas a la organización
de los pueblos ilustrados, me habéis hecho entender vuestro anhelo de que se restableciese aquella
Constitución que entre el estruendo de armas hostiles fue promulgada en Cádiz el año de 1812, al propio
tiempo que con asombro del mundo combatíais por la libertad de la patria. He oído vuestros votos, y cual
tierno Padre, he condescendido a lo que mis hijos reputan conducente a su felicidad. He jurado esa
Constitución por la cual suspirabais, y seré siempre su más firme apoyo. Ya he tomado las medidas
oportunas para la propia convocatoria de las Cortes. En ellas, reunido a vuestros Representantes me
gozaré de concurrir a la grande obra de la prosperidad nacional.
Españoles: vuestra gloria es la única que mi corazón ambiciona. Mi alma no apetece sino veros en
torno a mi Trono unidos, pacíficos y dichosos. Confiad, pues, en vuestro REY, que os habla con la efusión
sincera que le inspiran las circunstancias en que os halláis, y el sentimiento íntimo de los altos deberes
que le impuso la Providencia. Vuestra ventura desde hoy en adelante dependerá en gran parte de vosotros
mismos. Guardaos de dejaros seducir por las falaces apariencias de un bien ideal, que frecuentemente
impiden alcanzar el bien efectivo. Evitad la exaltación de pasiones, que suele transformar en enemigos a
los que solo deben ser hermanos acordes en afectos como lo son en religión, idioma y costumbre.
Repeled las pérfidas insinuaciones halagüeñamente disfrazadas, de vuestros émulos. Marchemos
francamente, y Yo el primero, por la senda constitucional; y mostrando a la Europa un modelo de
sabiduría, orden y perfecta moderación en una crisis que en otras naciones ha sido acompañada de
lágrimas y desgracias, hagamos admirar y reverenciar el nombre Español, al mismo tiempo que ¡abramos
por siglos nuestra felicidad y nuestra gloria.
Palacio de Madrid, 10-11-1820. Fernando.
Gaceta extraordinaria de Madrid, 12 de marzo de 1820.
Los infrascritos Plenipotenciarios, autorizados especialmente por sus Soberanos para hacer algunas
adiciones al tratado de la Santa Alianza, habiendo canjeado antes sus respectivos plenos poderes, han
convenido en los artículos siguientes:
Art. 1º Las Altas Partes Contratantes, plenamente convencidas de que el sistema de gobierno
representativo es tan incompatible con el principio monárquico como de la máxima de que la Soberanía del
Pueblo es opuesta al principio de derecho divino, se obligan del modo más solemne a emplear todos sus
medios, y unir todos sus esfuerzos, para destruir el sistema de gobierno representativo de cualquier
Estado de Europa donde exista, y para evitar que se introduzca en los Estados donde no se conoce. [...]
Art. 4º Como la situación de España y Portugal reúne, por desgracia, todas las circunstancias a que hace
referencia este tratado, las Altas Partes Contratantes, confiando a Francia el cargo de destruirlas, le
aseguran auxiliarle del modo que menos pueda comprometerles con sus pueblos, y con el pueblo francés,
por medio de un subsidio de veinte millones de francos anuales cada uno, desde el día de la ratificación de
este tratado, y por todo el tiempo de la guerra.
Art. 5º Para restablecer en la Península el estado de cosas que existía antes de la revolución de Cádiz y
asegurar el entero cumplimiento del objeto que expresan las estipulaciones de este tratado, las Altas
Partes Contratantes se obligan mutuamente, y hasta que sus fines queden cumplidos, a que se expidan,
desechando cualquiera otra idea de utilidad o de conveniencia, las órdenes más terminantes a todas las
Autoridades de sus Estados, y a todos sus agentes en otros países, para que se establezca la más
perfecta armonía entre las cuatro Potencias contratantes, relativo al objeto de este tratado [...]
Acuerdo entre Austria, Francia, Prusia y Rusia del 22 de noviembre de 1822
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Textos de la Historia de España
Habitantes del campo de Tarragona: Ya va serenándose la atmósfera que estos días atrás tenía en
zozobra a todos vosotros, y que movió a muchos a esconderse en sus casas, a otros en las de sus
vecinos y a muchos a ausentarse de sus pueblos; creído acaso que mi levantamiento sería para hacer
derramar sangre y extender el luto y el llanto en todo este vasto y delicioso país. No, amados
compatriotas, no ha sido éste mi intento. Ha sido, sí, unirme con la mayor y más sana parte de la provincia
para sostener y defender con la vida los dulces y sagrados nombres de la Religión, Rey e Inquisición:
arrollar y exterminar a cuantos masones, carbonarios, comuneros y demás nombres inventados por los
maquiavelistas [...]
restablecer la sucesión regular en la Corona de España. La turbación y congoja de un estado, en que por
instantes se me iba acabando la vida, indicarían sobradamente la indeliberación de aquel acto, si no la
manifestasen su naturaleza y sus efectos. Ni como Rey pudiera yo destruir las leyes fundamentales del
reino, cuyo restablecimiento había publicado, ni como padre pudiera con voluntad libre despojar de tan
augustos y legítimos derechos a mi descendencia.
Hombres desleales o ilusos cercaron mi lecho, y abusando de mi amor y del de mi muy cara
esposa a los españoles, aumentaron su aflicción y la amargura de mi estado, asegurando que el reino
entero estaba contra la observancia de la pragmática, y ponderando los torrentes de sangre y desolación
universal que habría de producir si no quedase derogada. Este anuncio atroz (…) absorbió lo que me
restaba de inteligencia, para no pensar en otra cosa que en la paz y conservación de mis pueblos,
haciendo en cuanto dependía de mí este gran sacrificio (…)
Instruido ahora de la falsedad con que se calumnió la lealtad de mis amados españoles, fieles
siempre a la descendencia de sus Reyes: bien persuadido de que no está en mi poder, ni en mis deseos,
derogar la inmemorial costumbre de la sucesión establecida por los siglos, sancionada por la ley, afianzada
por las ilustres heroínas que me precedieron en el trono, y solicitada por el voto unánime de los reinos; y
libre en este día de la influencia y coacción de aquellas funestas circunstancias, declaro solemnemente de
plena voluntad y propio movimiento, que el decreto firmado en las angustias de mi enfermedad fue
arrancado de mi por sorpresa que fue un efecto de los falsos terrores con que sobrecogieron mi ánimo; y
que es nulo y de ningún valor siendo opuesto a las leyes fundamentales de la Monarquía, y a las
obligaciones que como Rey y como padre, debo a mi Augusta Descendencia.
En mi Palacio de Madrid a 31 de diciembre de 1832. Fernando
conocer por si mismos todas las necesidades y los medios de socorrerlas [...] y conformándome con lo que
en su vista me habéis propuesto de acuerdo con el expresado Consejo, y oído el dictamen del de
Gobierno, he venido. en nombre de mi muy cara y excelsa Hija la Reina Doña Isabel II. en mandar lo
siguiente:
Art. 1. El territorio español en la Península e islas adyacentes queda desde ahora dividido en cuarenta y
nueve provincias, que tomarán el nombre de sus capitales respectivas, excepto las de Navarra, Álava,
Guipúzcoa y Vizcaya, que conservarán sus actuales denominaciones,
Art. 2. La Andalucía, que comprende los reinos de Córdoba, Granada, Jaén y Sevilla, se divide en las ocho
provincias siguientes: Córdoba, Jaén, Granada, Almería, Málaga, Sevilla, Cádiz y Huelva. El Aragón se
divide en tres provincias, a saber: Zaragoza, Huesca y Teruel. El principado de Asturias forma la provincia
de Oviedo. Castilla la Nueva continúa dividida en las cinco provincias de Madrid, Toledo, Ciudad Real,
Cuenca y Guadalajara. Castilla la Vieja se divide en ocho provincias, a saber: Burgos, Valladolid, Palencia,
Ávila, Segovia, Soria, Logroño y Santander. Cataluña se divide en cuatro provincias, a saber: Barcelona,
Tarragona. Lérida y Gerona, Extremadura se divide en las de Badajoz y Cáceres. Galicia en las de Coruña,
Lugo, Orense y Pontevedra. El reino de León en las de León, Salamanca y Zamora. El de Murcia en las de
Murcia y Albacete. El de Valencia en las de Valencia, Alicante, y Castellón de la Plana. Pamplona, Vitoria,
Bilbao y San Sebastián son las capitales de las provincias de Navarra, Álava, Vizcaya y Guipúzcoa. Palma
la de las islas Baleares: Santa Cruz de Tenerife la de las Islas Canarias. [...]
Art. 4. Esta división de provincias no se entenderá limitada al orden administrativo, sino que se arreglarán
a ella las demarcaciones militares, judiciales y de Hacienda. [...]
Art. 7. Entre tanto los dichos Subdelegados cuidarán de hacer levantar planos topográficos exactos de sus
provincias respectivas, con presencia de los cuales haréis levantar una nueva carta general del reino.
Tendréislo entendido, dispondréis lo necesario a su más pronto y puntual cumplimiento, y lo haréis imprimir
publicar y circular, comunicándolo desde luego a todos los demás Ministerios - Está rubricado de la Real
mano de S. M,
Palacio 30 de noviembre de 1833.- A don Javier de Burgos.
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renombre y celebridad, con tal que disfruten una renta anual de sesenta mil reales, ya provengan de
bienes propios, ya de sueldo cobrado del Erario [...]
Art. 6º La dignidad de Prócer del Reino es hereditaria en los Grandes de España.
Art. 7º- El Rey elige y nombra los demás próceres del Reino, cuya dignidad es vitalicia [...].
Art. 9º- El número de próceres del Reino es ilimitado [...].
LA CONSTITUCIÓN DE 1837.
Siendo la voluntad de la Nación revisar en uso de su Soberanía, la Constitución política promulgada en
Cádiz el 19 de marzo de 1812, las Cortes Generales congregadas a este fin, decretan y sancionan la
siguiente Constitución:
Artículo 12.- La potestad de hacer las leyes reside en las Cortes con el Rey.
Artículo 13.- Las Cortes se componen de dos cuerpos colegisladores, iguales en facultades: el Senado y el
Congreso de los Diputados. […] * Bicameralismo.
Artículo 17. Para ser Senador se requiere ser español, mayor de 40 años y tener los medios de
subsistencia y las demás circunstancias que determine la ley electoral.
Artículo 23. Para ser Diputado se requiere ser español, del estado seglar, haber cumplido 25 años y tener
las demás circunstancias que determine la ley electoral.
* Ciudadanos y electores propietarios. Ley electoral de 1837.
CONSTITUCIÓN DE 1845
DOÑA ISABEL II, por la gracia de Dios y la Constitución de la Monarquía española, Reina de las Españas;
a todos los que la presente vieren y entendieren, sabed: Que siendo nuestra voluntad y la de las Cortes
del Reino regularizar y poner en consonancia con las necesidades actuales del Estado los antiguos fueros
y libertades de estos Reinos, y la intervención que sus Cortes han tenido en todos los tiempos en los
negocios graves de la Monarquía, modificando al efecto la Constitución promulgada en 18 de junio de
1837, hemos venido, en unión y de acuerdo con las Cortes actualmente reunidas, en decretar y sancionar
la siguiente: CONSTITUCIÓN DE LA MONARQUIA ESPAÑOLA (...)
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Textos de la Historia de España
Art, 22. Para ser Diputado se requiere ser español del estado seglar, haber cumplido veinticinco años,
disfrutar la renta procedente de bienes raíces, o pagar por contribuciones directas la cantidad que la ley
electoral exija […]
Concordato de 1851.
Art. 1º. La religión católica, apostólica y romana, que con exclusión de cualquiera otro culto continúa siendo
la única de la nación española, se conservará siempre en los dominios de S.M. católica con todos los
derechos y prerrogativas de que debe gozar según la ley de Dios y lo dispuesto por los sagrados cánones.
Art. 2º. En su consecuencia la instrucción en las Universidades, Colegios, Seminarios y Escuelas
públicas o privadas de cualquiera clase, será en todo conforme a la doctrina de la misma religión
católica: y a este fin no se pondrá impedimento alguno a los obispos y demás prelados diocesanos
encargados por su ministerio de velar sobre la pureza de la doctrina de la fe y de las costumbres, y sobre
la educación religiosa de la juventud en el ejercicio de este cargo, aún en las escuelas públicas.
Art. 3º. Tampoco se pondrá impedimento alguno a dichos prelados ni a los demás sagrados ministros en el
ejercicio de sus funciones, ni los molestará nadie bajo ningún pretexto en cuanto se refiera al cumplimiento
de los deberes de su cargo; antes bien cuidarán todas las autoridades, del reino de guardarle y de que se
les guarde el respeto y consideración debidos, según los divinos preceptos, y de que no se haga cosa
alguna que pueda causarles desdoro o menosprecio, S.M. y su real gobierno dispensarán asimismo su
poderoso patrocinio y apoyo a los obispos en los casos que le pidan, principalmente cuando hayan de
oponerse a la malignidad de los hombres que intenten pervertir los ánimos de los fieles y corromper las
costumbres, o cuando hubiere de impedirse la publicación, introducción o circulación de libros malos y
nocivos.
Art. 4º. En todas las demás cosas que pertenecen al derecho ejercicio de la autoridad eclesiástica y al
ministerio de las órdenes sagradas, los obispos y el clero dependiente de ellos gozarán de la plena libertad
que establecen los sagrados cánones.
Art. 5º. En atención a las poderosas razones de necesidad y conveniencia que así lo persuade para
mayor comodidad y utilidad espiritual de los fieles, se hará una nueva división y circunscripción de diócesis
en toda la península e islas adyacentes [...]
Art. 4º. Además, la Iglesia tendrá el derecho de adquirir por cualquier título legítimo, y su propiedad en
todo lo que posee ahora o adquiera en adelante será solemnemente respetada. […]
Art. 42º. A este supuesto, atendida la utilidad que ha de resultar a la religión de este convenio, el Santo
Padre, a instancia de S.M. católica, y para proveer a la tranquilidad pública, decreta y declara que los que
durante las pasadas circunstancias hubiesen comprado en los dominios de España bienes eclesiásticos, al
tenor de las disposiciones antes a la sazón vigentes, y estén en posesión de ellos, y los que hayan
sucedido o sucedan en sus derechos a dichos compradores, serán no molestados en ningún tiempo ni
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Textos de la Historia de España
manera por Su Santidad ni por los Sumos Pontífices sus sucesores antes bien, así ellos como sus causa-
habientes, disfrutarán segura y pacíficamente la propiedad de dichos bienes y sus emolumentos y
productos [...].
En Madrid a 1851
Manifiesto de la "Vicalvarada".
Señora: Los generales, brigadieres, coroneles y demás jefes que suscriben, fieles súbditos de V.
M., llegan a los pies del trono y con profunda veneración exponen: que defendieron siempre el augusto
trono de V. M. a costa de su sangre, y ven hoy con dolor que vuestros ministros responsables, exentos de
moralidad y de espíritu de justicia, huellan las leyes y aniquilan una nación harto empobrecida, creando al
propio tiempo con el ejemplo de sus actos una funesta escuela de corrupción para todas las clases del
Estado.
Tiempo ha, Señora, que los pueblos gimen bajo la más dura administración, sin que se respete por
los consejeros responsables de V. M. un solo artículo de la Constitución; lejos de esto, se les ve
persiguiendo con crueldad a los hombres que mayores servicios han prestado a la causa de V. M. y las
leyes solo por haber emitido su voto con lealtad y franqueza en los cuerpos colegisladores.
La prensa, esa institución encargada de discutir los actos administrativos y derramar luz en todas
clases, se halla encadenada, y sus más ilustres representantes ahogan su voz en el destierro los unos, y
los otros, protegidos por alguna mano amiga, viven ocultos y llenos de privaciones, para librarse de la
bárbara persecución que esos hombres improvisados han resuelto contra todos.
Los gastos públicos, que tantas lágrimas y tanto sudor cuestan al infeliz contribuyente, se
aumentan cada día y a cada hora, sin que nada baste para saciar la sed de oro que a esos hombres
domina; así, mientras ellos aseguran su porvenir con tantas y tan repetidas exacciones, los contribuyentes
ven desaparecer el resto de sus modestas fortunas.
Mas no para aquí, Señora, la rapacidad y desbordamiento de los ministros responsables; llevan
aún más allá la venalidad y la ambición. No han concedido ninguna línea de ferrocarril algo importante sin
que hayan percibido antes alguna crecida subvención; no han despachado ningún expediente, sea éste de
interés general o privado, sin que hayan tomado para sí alguna suma, y hasta los destinos públicos se han
vendido de la manera más vergonzosa.
No ha sido tampoco el ejército el que menos humillaciones ha recibido: generales de todas
graduaciones, hombres envanecidos en la honrosa carrera de las armas, que tantas veces han peleado en
favor de su Reina, viven en destierros injustificables, haciéndoles apurar allí hasta el último resto del
sufrimiento, y presentándoles a los ojos de V. M. como enemigos de su trono.
Tantos desmanes, Señora, tanta arbitrariedad, tan inauditos abusos, tanta dilapidación, era
imposible que a leales españoles se hiciera soportable por más tiempo, y por eso hemos saltado a
defender incólumes el trono de V. M., la Constitución de la Monarquía que hemos jurado guardar, y los
intereses de la nación en fin [...]
Guarde Dios dilatados años la importante vida de V. M.
Alcalá de Henares, 28 de junio de 1854. Domingo Dulce, Leopoldo O'Donnell, Antonio Ros de Olano, Félix
María de Messina, Rafael de Echagüe, etc., etc.
Manifiesto de Manzanares.
Españoles: La entusiasta acogida que va encontrando en los pueblos del Ejército liberal; el esfuerzo
de los soldados que le componen, tan heroicamente mostrado en los campos de Vicálvaro; el aplauso con
que en todas partes ha sido recibida la noticia de nuestro patriótico alzamiento, aseguran desde ahora el
triunfo de la libertad y de las leyes que hemos jurado defender.
Dentro de pocos días, la mayor parte de las provincias habrán sacudido el yugo de los tiranos; el
Ejército entero habrá venido a ponerse bajo nuestras banderas, que son las leales; la nación disfrutará los
beneficios del régimen representativo, por el cual ha derramado hasta ahora tanta sangre inútil y ha
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Textos de la Historia de España
soportado tan costosos sacrificios. Día es, pues, de decir lo que estamos resueltos a hacer en el de la
victoria.
Nosotros queremos la conservación del trono, pero sin camarilla que lo deshonre; queremos la
práctica rigurosa de las leyes fundamentales, mejorándolas, sobre todo la electoral y la de imprenta;
queremos la rebaja de los impuestos, fundada en una estricta economía; queremos que se respeten en los
empleos militares y civiles la antigüedad y los merecimientos; queremos arrancar los pueblos a la
centralización que los devora, dándoles la independencia local necesaria para que conserven y aumenten
sus intereses propios, y como garantía de todo esto queremos y plantearemos, bajo sólidas bases, la
Milicia Nacional. Tales son nuestros intentos, que expresamos francamente, sin imponerlos por eso a la
nación.
Las Juntas de gobierno que deben irse constituyendo en las provincias libres; las Cortes generales
que luego se reúnan; la misma nación, en fin, fijará las bases definitivas de la regeneración liberal a que
aspiramos. Nosotros tenemos consagradas a la voluntad nacional nuestras espadas, y no las
envainaremos hasta que ella esté cumplida.
Cuartel general de Manzanares, a 6 de julio de 1854.
El general en jefe del Ejército constitucional, Leopoldo O'Donnell, conde de Lucena.
FUENTE RIBOT Y FONTSERRE, Antonio. La revolución de Julio en Madrid. Madrid: Universidad Alfonso
X El Sabio, 1854.
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Textos de la Historia de España
Acudid a las armas, no con el impulso ni encono, siempre funesto; no con la furia de la ira, siempre débil,
sino con la solemne y poderosa serenidad con que la justicia empuña su espada.
¡Viva España con honra!
Cádiz, 19 de septiembre de 1868.
Duque de la Torre, Juan Prim, Domingo Dulce, Francisco Serrano Bedoya, Ramón Nouvilas, Rafael Primo
de Rivera, Antonio Caballero de Rodas, Juan Topete.
septiembre de 1868
Art. 15º. Nadie está obligado a pagar contribución que no haya sido votada en Cortes, o por las
corporaciones populares legalmente autorizadas para imponerla, y cuya cobranza no se haga en la forma
prescrita por la ley [...]
Art. 16º Ningún español que se halle en el pleno goce de sus derechos civiles podrá ser privado del
derecho de votar en las elecciones de senadores, diputados a Cortes, diputados provinciales y concejales.
Art. 17º Tampoco podrá ser privado ningún español de:
Del derecho de emitir libremente sus ideas y opiniones, ya de palabra, ya por escrito, valiéndose de la
imprenta o de otro procedimiento semejante.
Del derecho a reunirse pacíficamente [...]
Art. 21º La Nación se obliga a mantener el culto y los ministros de la religión católica.
El ejercicio público o privado de cualquiera otro culto queda garantizado a todos los extranjeros residentes
en España, sin más limitaciones que las reglas universales de la moral y del derecho.
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Textos de la Historia de España
TITULO PRELIMINAR
Toda persona encuentra asegurados en la República, sin que ningún poder tenga facultades para
cohibirlos, ni ley ninguna autoridad para mermarlos, todos los derechos naturales.
1º El derecho a la vida, a la seguridad, y a la dignidad de la vida.
2º El derecho al libre ejercicio de su pensamiento y a la libre expresión de su conciencia.
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TITULO IV
Art. 45º. El poder de la Federación se divide en Poder Legislativo, Poder Ejecutivo, Poder Judicial y Poder
de relación entre estos Poderes.
Art. 46º. El poder legislativo será ejercido exclusivamente por las Cortes.
Art. 47º. El Poder ejecutivo será ejercido por los ministros.
Art. 48º. El Poder judicial será ejercido por jurados y jueces, cuyo nombramiento no dependerá jamás de
los otros Poderes públicos.
Art. 49º. El poder de relación será ejercido por el Presidente de la República
TÍTULO VI.- "DEL PODER LEGISLATIVO"
Art. 50º. Las Cortes se compondrán de dos Cuerpos: Congreso y Senado.
Art. 51º. El Congreso se compondrá de diputados, debiendo haber uno por cada 50.000 almas, y siendo
todos elegidos por sufragio universal directo.
Art. 52º. Los senadores serán elegidos por las Cortes de sus respectivos Estados, que enviarán cuatro por
cada Estado, sea cualquiera su importancia y el número de sus habitantes.
Art. 53º. Las Cortes se renovarán en su totalidad cada dos años [...]
Manifiesto de Sandhurst
Cuantos me han escrito muestran igual convicción de que sólo el restablecimiento de la monarquía
constitucional puede poner término a la opresión, a la incertidumbre y a las crueles perturbaciones que
experimenta España […]
Por virtud de la espontánea y solemne abdicación de mi augusta madre, tan generosa como
infortunada, soy único representante yo del derecho monárquico en España. Arranca este de una
legislación secular, confirmada por todos los precedentes históricos, y está indudablemente unida a todas
las instituciones representativas, que nunca dejaron de funcionar legalmente durante los treinta y cinco
años transcurridos desde que comenzó el reinado de mi madre hasta que, niño aún, pisé yo con todos los
míos el suelo extranjero.
Huérfana la nación ahora de todo derecho público e indefinidamente privada de sus libertades,
natural es que vuelva los ojos a su acostumbrado derecho constitucional y a aquellas libres instituciones
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Textos de la Historia de España
que ni en 1812 le impidieron defender su independencia ni acabar en 1840 otra empeñada guerra civil.
Debióles, además, muchos años de progreso constante, de prosperidad, de crédito y aun de alguna gloria;
años que no es fácil borrar del recuerdo cuando tantos son todavía los que los han conocido.
Por todo esto, sin duda, lo único que inspira ya confianza en España es una monarquía hereditaria
y representativa, mirándola como irremplazable garantía de sus derechos e intereses desde las clases
obreras hasta las más elevadas.
En el intretanto, no sólo está hoy por tierra todo lo que en 1868 existía, sino cuanto se ha
pretendido desde entonces crear. Si de hecho se halla abolida la Constitución de 1845, hállase también
abolida la que en 1869 se formó sobre la base inexistente de la monarquía. […]
Afortunadamente la monarquía hereditaria y constitucional posee en sus principios la necesaria
flexibilidad y cuantas condiciones de acierto hacen falta para que todos los problemas que traiga su
restablecimiento consigo sean resueltos de conformidad con los votos y la convivencia de la nación. […]
Nada deseo tanto como que nuestra patria lo sea de verdad. A ello ha de contribuir poderosamente
la dura lección de estos últimos tiempos que, si para nadie puede ser perdida, todavía lo será menos para
las hornadas y laboriosas clases populares, víctimas de sofismas pérfidos o de absurdas ilusiones. […]
Suyo, afmo., Alfonso de Borbón. Nork-Town (Sandhurst), 1 de diciembre de 1874
LA CONSTITUCIÓN DE 1876.
Art. 11º. La religión Católica, Apostólica, Romana, es la del Estado. La Nación se obliga a mantener el culto
y sus ministros. Nadie será molestado en territorio español por sus opiniones religiosas, ni por el ejercicio
de su respectivo culto, salvo el respeto debido a la moral cristiana. No se permitirán, sin embargo, otras
ceremonias ni manifestaciones públicas que las de la religión del Estado.(...)
Art. 13º. Todo español tiene derecho: De emitir libremente sus ideas y opiniones, ya de palabra, ya por
escrito, valiéndose de la imprenta o de otro procedimiento semejante, sin sujeción a la censura previa. De
reunirse pacíficamente. De asociarse para los fines de la vida humana. De dirigir peticiones individual o
colectivamente al Rey, a las Cortes y a las autoridades. El derecho de petición no podrá ejercerse por
ninguna clase de fuerza armada.
Art. 18º. La potestad de hacer las leyes reside en las Cortes con el Rey.
Art. 19º. Las Cortes se componen de dos Cuerpos Colegisladores, iguales en facultades: el Senado y el
Congreso de los Diputados.
Art. 20º. El Senado se compone: 1º) De senadores por derecho propio, 2º) De senadores vitalicios
nombrados por la Corona; 3º) de senadores elegidos por las corporaciones del Estado y mayores
contribuyentes en la forma que determina la ley. El número de senadores por derecho propio y vitalicio no
podrá exceder de 180. (...)
Art. 27º. El Congreso de los Diputados se compondrá de los que nombren las Juntas electorales, en la
forma que determine la ley. Se nombrará un Diputado a lo menos por cada ciento cincuenta mil almas de
población.
Art. 28º. Los Diputados se elegirán y podrán ser elegidos indefinidamente por el método que determine la
ley. (...)
Art. 50º. La potestad de hacer ejecutar las leyes reside en el Rey, y su autoridad se extiende a todo cuanto
conduce a la conservación del orden público en el interior y a la seguridad del Estado en la exterior,
conforme a la Constitución y a las leyes.
Art. 51º. El Rey sanciona y promulga las leyes. (...)
Art. 75º. Unos mismos Códigos regirán en toda la Monarquía, sin perjuicio de las variaciones que por
particulares circunstancias determinen las leyes. En ellos no se establecerá más que un solo fuero para
todos los españoles en los juicios civiles y criminales (...)
Madrid, 30 de junio de 1876.
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Textos de la Historia de España
“El pucherazo”.
En España las elecciones no son más que una farsa. Lo mismo si el sufragio es universal que
restringido, nunca hay más que un solo y único elector: el ministro de la Gobernación. Éste con sus
gobernadores de provincia y el innumerable ejército de empleados de todas clases […] prepara, ejecuta y
consuma las elecciones, de cualquier especie que sean, desde el fondo de su despacho, situado en el
centro de Madrid.
Para hacer las listas de electores se ponen en ellas algunos nombres verdaderos perdidos entre
una multitud de imaginarios, y sobre todo de difuntos. La representación de estos últimos se da siempre a
agentes disfrazados de paisano para ir a votar. El autor de estas líneas ha visto repetidas veces que su
padre, fallecido ya algunos años, iba a depositar su voto en la urna bajo la figura de un barrendero, o de un
policía.
Los individuos que componen las mesas de los colegios electorales presencian muy a menudo
semejantes transmigraciones de las almas de sus propios padres. Este sistema de elecciones por medio
de la resurrección de los muertos y los agentes de policía vestidos de paisano no es, sin embargo, lo peor
de los medios empleados para falsear el sufragio por nuestros pretendidos defensores del
parlamentarismo y del sistema representativo. Apresurémonos a decir que ordinariamente no se detienen
en esas apariencias de humano respeto, y que lo que hacen es pura y sencillamente aumentar el número
de votos hasta tener asegurada la elección del candidato adicto.
V. Almirall: “España tal como es”, 1889.
Oligarquía y caciquismo.
No es nuestra forma de gobierno un régimen parlamentario, viciado por corruptelas y abusos, según
es uso entender, sino, al contrario, un régimen oligárquico, servido, que no moderado, por instituciones
aparentemente parlamentarias. O, dicho de otro modo, no es el régimen parlamentario la regla, y
excepción de ella los vicios y las corruptelas denunciadas en la prensa y en el Parlamento mismo durante
sesenta años; al revés, eso que llamamos desviaciones y corruptelas constituyen el régimen, son la misma
regla (...)
Oligarcas y caciques constituyen lo que solemos denominar clase directora o gobernante,
distribuida o encasillada en "partidos". Pero aunque se lo llamemos, no lo es; si lo fuese, formaría parte
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Textos de la Historia de España
integrante de la Nación, sería orgánica por representación de ella, y no es sino un cuerpo extraño, como
pudiera serlo una facción de extranjeros apoderados por la fuerza de los Ministerios, Capitanías,
telégrafos, ferrocarriles, baterías y fortalezas para imponer tributos y cobrarlos.
Joaquín Costa. 1901.
Base 3.a La lengua catalana será la Única que con carácter oficial podrá usarse en Cataluña y en las
relaciones de esta región con el poder central.
Base 4." Únicamente los catalanes, ya lo sean por nacimiento o bien por naturalización, podrán
desempeñar cargos públicos en Cataluña, aun tratándose de los gubernativos y administrativos que
dependan del poder central. También deberán ser desempeñados por catalanes los cargos militares
que supongan jurisdicción. [...]
Base 6." Cataluña será la única soberana; de su gobierno interior; por tanto, dictará libremente sus
leyes orgánicas; cuidará de su legislación civil, penal, mercantil. [ .. .]
Base 7. a El poder legislativo regional radicará en las .Cortes catalanas, que deberán reunirse todos
los años en una época determinada y en un lugar distinto.
Las Cortes sé formarán mediante sufragio de todos los cabezas de familia, agrupados en clases
basadas en el trabajo manual. [ ... ]
Base 8.a El poder judicial se organizará restableciendo la antigua Audiencia de Cataluña. [ ... ]
El bizkaino no vale para servir, ha nacido para ser señor ("etxejaun"); el español no ha nacido más
que para ser vasallo y siervo (pulsad la empleomanía dentro de España, y si vais fuera de ella le veréis
ejerciendo los oficios más humildes). […]
El aseo del bizkaino es proverbial (recordad que, cuando en la última guerra andaban hasta por
Nabarra, ninguna semana les faltaba la muda interior completa que sus madres hermanas les llevaban
recorriendo a pie la distancia); el español apenas se lava una vez en su vida y se muda una vez al año.
La familia bizkaina atiende más a la alimentación que al vestido, que aunque limpio siempre es
modesto; id a España y veréis familias cuyas hijas no comen en casa más que cebolla, pimientos y tomate
crudo, pero que en la calle visten sombrero, si bien su ropa interior es "peor menealla".
El bizkaino que vive en las montañas, que es el verdadero bizkaino es, por natural carácter,
religioso (asistid a una misa por aldea apartada y quedareis edificados); el español que habita lejos de las
poblaciones, o es fanático o es impío (ejemplos de los primero en cualquier región española; de los
segundo entre los bandidos andaluces, que usan escapulario, y de lo tercero, aquí en Bizkaya, en Sestao
donde todos los españoles, que no son pocos son librepensadores). […]
El bizkaino es amante de su familia y su hogar (cuanto a lo primero, sabido es que el adulterio es
muy raro en familias no inficionadas de la influencia maketa, esto es, en las familias genuinamente
bizkainas; y cuanto a lo segundo, si el bizkaino por su carácter emprendedor se ausenta de su hogar no le
pasa día en que no suspire por volver a él); entre los españoles, el adulterio es frecuente así en las clases
elevadas como en las humildes, y la afección al hogar es en estas últimas nula porque no la tienen.
Por último, según la estadística, el noventa y cinco por ciento de los crímenes que se perpetran en
Bizkaya se deben a mano española, y de cuatro de los cinco restantes son autores bizkaino
españolizados.
Decid, pues, ahora si el bizkaino es español por su tipo, carácter y costumbres.
Sabino Arana, "¿Qué somos?". Obras Completas. Editorial Sabindiar-Batza. Buenos Aires. 1965.
Páginas 627 y 628
45
Textos de la Historia de España
algún interés en que este cuerpo nacional viva, es fuerza se alarmen y preocupen con tal suceso (...) La
guerra con los ingratos hijos de Cuba no movió una sola fibra del sentimiento popular.
Hablaban con elocuencia los oradores en las Cámaras de sacrificar la última peseta y derramar la
postrer gota de sangre... de los demás; obsequiaban los ayuntamientos a los soldados, que saludaban y
marchaban sumisos trayendo a la memoria el Ave Cesar de los gladiadores romanos; sonaba la marcha de
Cádiz; aplaudía la prensa, y el país inerte, dejaba hacer (...) Se descubre más tarde nuestro verdadero
enemigo: lanza un reto brutal; vamos a la guerra extranjera; se acumulan en pocos días, en breves horas;
las excitaciones más vivas de la esperanza, de la ilusión, de la victoria, de las decepciones crueles de los
desencantos más amargos (...).
Se hace la paz, la razón la aconseja, los hombres de sereno juicio no la discuten; pero ella significa
nuestro vencimiento, la expulsión de nuestra bandera de las tierras que descubrimos y conquistamos (...).
Todos esperaban o temían un estremecimiento de la conciencia popular; sólo se advierte una nube general
de silenciosa tristeza que presta como un fondo gris al cuadro, pero sin alterar vidas pero, ni costumbres,
ni diversiones, ni sumisión al que, sin saber por qué ni para qué, le toque ocupar el gobierno (...)
FRANCISCO SILVELA, España sin pulso, El tiempo, 16 de agosto de 1898.
Art. 1º. Se declaran en estado de venta [...] todos los predios rústicos y urbanos pertenecientes: al Estado,
al clero, a las órdenes militares de Santiago, Alcántara, Calatrava, Montesa y San Juan de Jerusalén, a
cofradías, obras pías y santuarios, al secuestro del ex infante don Carlos, a los propios y comunes de los
pueblos, a la Beneficencia [...] y cualesquiera otros pertenecientes a manos muertas, ya estén mandados o
no vender por leyes anteriores. [...]
Art. 3º. Se procederá a la enajenación de todos y cada uno de los bienes mandados vender por esta Ley,
sacando a pública licitación las fincas o suertes a medida que los reclamen los compradores [...]
Art. 10º. Los fondos que se recauden a consecuencia de las ventas realizadas en virtud de la presente ley,
exceptuando el 80 por 100 procedente de los bienes de propios, y el total de los que produzcan los del
clero [...] se destinarán a los siguientes objetos, a saber:
1º. A que el gobierno cubra, por medio de una operación de crédito, el déficit del presupuesto del Estado, si
lo hubiese en el año corriente.
2º. El 50 por 100 de lo restante, y en años sucesivos del total de los ingresos, a la amortización de la
Deuda Pública [...]
3º. El 50 por 100 restante a obras públicas de interés y utilidad generales [...]
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Textos de la Historia de España
“En esta fábrica trabajan mil quinientas personas, y más de la mitad tienen menos de quince años.
La mayoría de los niños están descalzos. El trabajo comienza a las cinco y media de la mañana y termina
a las siete de las tarde, con altos de media hora para el desayuno y una hora para la comida. Los
mecánicos tienen media hora para la merienda, pero no los niños ni los otros obreros (...). Cuando estuve
en Oxford Road, Manchester, observé la salida de los trabajadores cuando abandonaban la fábrica a las
doce de la mañana. Los niños, en su casi totalidad, tenían aspecto enfermizo; eran pequeños, enclenques
e iban descalzos. Muchos parecían no tener más de siete años. Los hombres en su mayoría de dieciséis a
veinticuatro años, estaban casi tan pálidos y delgados como los niños. Las mujeres eran las de apariencia
más saludable, aunque no vi ninguna de aspecto lozano (...). Aquí vi, o creí ver, una raza degenerada,
seres humanos achaparrados, debilitados y depravados, hombres y mujeres que no llegarán a ancianos,
niños que nunca serán adultos sanos. Era un espectáculo lúgubre (...)”
que se llene de gloria regenerando a la patria, cuyo nombre pase a la Historia (…), pero también puedo ser
un rey que no gobierne, que sea gobernado por sus ministros y por fin puesto en la frontera. (...) Yo espero
reinar en España como Rey justo. Espero al mismo tiempo regenerar la patria y hacerla, si no poderosa, al
menos buscada, o sea, que la busquen como aliada”.
Diario de Alfonso XIII, 1 de enero de 1902
El regeneracionismo.
“Después de medio siglo de (…) pronunciamientos, manifiestos, revoluciones (…) cambios de
régimen y de dinastía, proclamación de Constituciones (…), tenemos lo que se pedía, constitución liberal,
(…) sufragio universal, derechos individuales, y, sin embargo, seguimos los mismo que estábamos: el
pueblo gime en la misma servidumbre que antes, (…) su mísera suerte no ha cambiado en lo más mínimo,
(…).
¿Y sabéis por qué? Porque esa libertad no se cuidaron más que de escribirla en la “Gaceta”, (…)
porque no se cuidaron de afianzarla dándole cuerpo y raíz en el cerebro y en el estómago; en el cerebro,
mejorando y universalizando la instrucción, en el estómago, promoviendo una transformación honda de la
agricultura, que la haga producir doble que al presente y disminuya el precio de las subsistencias, y,
mediante la difusión de la propiedad territorial, elevando a los braceros a la condición de terratenientes.
(…) No vieron que la libertad sin garbanzos no es libertad. No vieron que por encima de todas las
Constituciones y de todos los derechos individuales (…) el que tiene la llave del estómago tiene la llave de
la conciencia, y, por tanto, que el que tiene el estómago dependiente de ajenas despensas no puede ir a
donde quiere; no puede hacer lo que quiere, no puede pensar como quiere; no puede el día de las
elecciones votar a quien quiere (…)”
Joaquín Costa. “La tierra y la cuestión social”.
“Uno de los primeros y más importantes orígenes del mal que aqueja a la patria consiste en el
indiferentismo de la clase neutra. Yo no sé si su egoísmo es legítimo, aunque sí sobran causas históricas
para explicarlo. Lo que digo es que no se ha hecho un ensayo para llamarlos con obras, que es el único
lenguaje a que ellos pueden responder; llamarlos con obras vibrantes, para despertarlos y conmoverlos,
para arrancarlos de su inanición y de su egoísmo, para traerlos por la fuerza a la vida pública. Por eso he
dicho y repito que España entera necesita una revolución en el gobierno radicalmente, rápidamente,
brutalmente; tan brutalmente que baste para que los que estén distraídos se enteren, para que nadie
pueda ser indiferente y tengan que pelear hasta aquellos mismos que asisten con resolución de
permanecer alejados (…).
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Textos de la Historia de España
No; más que nunca es ahora necesario restablecer aquella ya casi olvidada, de tiempo que ha que
fue perdida, confianza entre gobernantes y gobernados; y ya no hay más que un camino, que es la
revolución audaz, la revolución temeraria desde el Gobierno, porque la temeridad es, no obra de nuestro
albedrío, sino imposición histórica de los ajenos desaciertos. Nunca habría sido fácil la revolución desde el
Gobierno, nunca habría sido recomendable, si hubiera podido dividirse la facultad y esparcirse la obra en
el curso del tiempo; pero cada día que pasa, desde 1898, es mucho más escabrosa, mucho más difícil, y
el éxito feliz mucho más incierto; y no está lejano el día en que ya no quede ni ese remedio (…).
Ahora es menester oponer a las izquierdas que actúan en la vida pública todas las derechas y
traerlas con plenitud de sus fuerzas sociales a la vida y a la influencia del Estado. La política conservadora
tiene que adoptar los procedimientos democráticos y las garantías constitucionales y los derechos
individuales, que son ahora la fuerza conservadora, la única que puede salvar a la sociedad; por eso no
hay ni siquiera un solo acto mío que no esté inspirado en esa convicción, y por eso creo que la política
conservadora consiste en traer íntegramente todo el fondo social a la influencia y a la acción del Estado,
de modo que la democracia comprenda absolutamente la acción íntegra de las fuerzas de toda la nación,
asistiendo al Gobierno”.
MAURA, A. Treinta y cinco años de vida pública, 1902-1913. Madrid, Biblioteca Nueva, 1917. En
GARCÍA NIETO, M. C. e YLLÁN, E.: Historia de España1808-1978. 3. Teoría y práctica del
parlamentarismo, 1874-1914, pp. 132-134
“Como domingo la aglomeración de gentes en muelles y alrededores era enorme. Desde el primer
momento advertí la presencia de grupos radicales que denotaban el plan preconcebido de provocar alguna
situación de fuerza por mi parte. Por esto mismo me esforcé en no darles gusto y el Cuerpo de Seguridad
ha dado hoy prueba admirable de paciencia despejando los muelles por milímetros y logrando el normal
embarque aunque teniendo que aguantar multitud de inconvenientes. El terreno estaba hoy abonado para
que prendiera cualquier chispazo, pues la circunstancia de ser casados muchos de los expedicionarios
colocaba a las esposas en situación desesperada y conmovían a la gente con su llanto...Una vez
embarcada a la fuerza, los soldados que llenaban la parte de popa gritaban con entusiasmo “Muera la
policía, Muera Maura, Muera Romanones, muera la guerra”, gritos a los que contestaba el público con
aplausos y gritos de que vaya Comillas y vayan los hijos de Güell.”
Telegrama del Gobernador Civil de Barcelona (julio de 1909)
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Textos de la Historia de España
"Y no sé cómo se harán las revoluciones, cuando se hagan, en Zamora, Orense o Lérida. Presumo
que se reunirán unos hombres terribles en alguna rebotica misteriosa; que irán rec1utando adeptos con
gran sigilo; que los iniciados se comunicarán entre sí, valiéndose de frases misteriosas y un tanto
extrañas; que disfrazarán medrosamente sus ideas y hasta sus personas; y, en casos tales, será
explicable discutir hasta la saciedad si la Autoridad pudo o no pudo descubrir a los conjurados o si los
conjurados fueron más listos que la Autoridad.
¡Pero en Barcelona! El que hable que una Autoridad fue poco perspicaz para descubrir una
revolución que se preparaba, o no sabe lo que dice, o habla con absoluta ausencia de buena fe. En
Barcelona, la revolución no se prepara, por la sencilla razón de que está preparada siempre. Asoma a la
calle todos los días; si no hay ambiente para su desarrollo, retrocede; si hay ambiente, cuaja. Hacía mucho
tiempo que la revolución no disponía de aire respirable; encontró el de la protesta contra la campaña del
Riff y respiró a sus anchas.
El motín se fragua a la luz del día, a presencia de gobernadores y jueces. No hay que conspirar ni
que confabularse. Para destruir en España a un pueblo, moral y materialmente, basta con la hábil
utilización de la ley de Imprenta, la de Asociación y la de Reuniones públicas.
Por eso sostengo que en los tristes sucesos de julio hay que distinguir dos cosas: la huelga
general, cosa preparada y conocida y el movimiento anárquico revolucionario, de carácter político, cosa
que surgió sin preparación.
Quizá yo me equivoque, y lealmente confesaré mi yerro el día que me sea demostrado. Pero los
hechos me van aferrando a mi idea. Los procesos se han fallado por centenares. Los jueces han actuado
por docenas. Se han encontrado pruebas de inducción histórica, como las que, entre otras muchas,
pesaban sobre Ferrer, y cargos de intervención material en la sedición. Pero de conjura, de plan, de
concierto previo, de recluta de gentes, de distribución de papeles, de pago de revoltosos, de suministro de
armas, de instrucciones concretas, todo ello con fecha anterior al 26 de julio, no he oído hablar una
palabra.
Es inocente y deplorable a la vez que, cuando problemas terribles como los apuntados gravitan
tradicionalmente sobre Barcelona, enrareciendo su ambiente y acumulándose en el polvorín por el
concurso suicida de tantos hombres y de tantas ideas, haya quien se empeñe en achacar las culpas a un
Ministerio o un Gobernador. ¡Espíritus amplios!...”
(OSSORIO, Ángel: Barcelona, julio 1909, págs. 13-15).
“Don Alfonso XIII, por la gracia de Dios y la Constitución, Rey de España. A todos los que la
presente vieren y entendieren, sabed que las Cortes han decretado y Nos sancionado lo siguiente:
ARTÍCULO ÚNICO: No se establecerán nuevas Asociaciones pertenecientes a Órdenes o
Congregaciones religiosas canónicamente reconocidas, sin la autorización del Ministerio de Gracia y
Justicia consignada en Real Decreto, que se publicará en la ‘Gaceta de Madrid’, mientras no se regule
definitivamente la condición jurídica de las mismas.
No se concederá dicha autorización cuando más de la tercera parte de los individuos que hayan de
formar la nueva Asociación sean extranjeros.
Si en el plazo de dos años no se publica la nueva ley de Asociaciones, quedará sin efecto la
presente ley.
Por tanto: Mandamos a todos los Tribunales, justicias, jefes, Gobernadores y demás autoridades,
así civiles como militares y eclesiásticas, de cualquier clase y dignidad, que guarden y hagan guardar,
cumplir y ejecutar la presente Ley en todas sus partes.
Yo El Rey El Presidente del consejo de Ministros, José Canalejas “ Gaceta de Madrid, nº 362, 28 de
diciembre de 1910.
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Textos de la Historia de España
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Textos de la Historia de España
esa Asamblea de numerosos ayuntamientos, que dan público testimonio de las ansias de renovación que
existen en todo el país. Durante los días fabulosos en los cuales se han producido todos estos
acontecimientos, el proletariado español ha dado pruebas de serenidad y reflexión, que tal vez hayan sido
interpretadas por las oligarquías que detentan el poder como manifestaciones de falta de energía y de
incomprensión de la gravedad de las circunstancias actuales.
[…] Pedimos la constitución de un Gobierno provisional que asuma los poderes ejecutivo y
moderador, y prepare, previas las modificaciones imprescindibles en una legislación viciada, la celebración
de unas elecciones sinceras, de unas Cortes Constituyentes que aborden en plena libertad los problemas
fundamentales de la constitución política del país. Mientras no se haya conseguido ese objetivo, la
organización obrera se halla absolutamente decidida a mantenerse en su actitud de huelga.
Ciudadanos: No somos instrumentos de desorden, como en su impudicia nos llaman con
frecuencia los gobernantes que padecemos. Aceptamos una misión de sacrificio por el bien de todos, por
la salvación del pueblo español, y solicitamos vuestro concurso.
¡Viva España!
Madrid, 12 de agosto de 1917. por el Comité Nacional de UGT, Francisco Largo Caballero,
vicepresidente, Daniel Anguiano, vicesecretarios. Por el Comité nacional del PSOE, Julián Besteiro,
vicepresidente, Andrés Saborit, vicesecretario”.
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Textos de la Historia de España
Tercero: Declarar que el Parlamento español debe reunirse cuanto antes para dar efectividad legal
a las anteriores conclusiones y resolver los demás problemas planteados actualmente. En consecuencia,
esperan que el Gobierno, compenetrado con este deseo, hará la convocatoria en el momento que a su
juicio las circunstancias lo consientan”.
ABC, Madrid, 7 de julio de 1917. En LACOMBA, J. A. La crisis española de 1917. Madrid, Ciencia
Nueva, 1970, pp. 450-451).
El “expediente Picasso”.
«... la desmesurada extensión de las diversas líneas militares tendidas en el territorio [...] la
existencia de las cabilas armadas dejadas a retaguardia; pretender en tales condiciones adelantar
temerariamente en el territorio insumiso y foco de la rebeldía sin medios adecuados ni preparación política,
fiando en el azar y contando con la estrella, en demanda de la bahía de Alhucemas fiar la seguridad del
territorio de retaguardia, al cúmulo de posiciones dispersas, deficientemente organizadas, mal abastecidas
y guarnecidas, con disgregación de las fuerzas y constituyendo en sí mismas grave cuidado y
compromiso; la falta de líneas escalonadas de apoyo para el caso de un obligado repliegue, eventualidad
descartada de los cálculos del mando; y una vez provocados los sucesos, la acumulación apremiada en el
frente, amenazado de todas las fuerzas disponibles de la región, con desguarnecimiento de la retaguardia
y de la plaza, haciendo irreparable, por el fatal concierto de todas dichas circunstancias, las consecuencias
del descalabro y de la desastrosa retirada, sobrevenida impensadamente para el Mando, pero ante el
temor si no en la previsión de los que serenamente consideraban la situación del territorio”. Información
gubernativa instruida para esclarecer los antecedentes y circunstancias que concurrieron en el abandono
de las posiciones del territorio de la Comandancia General de Melilla en julio de 1921.
(Expediente Picasso), pp. 295 y ss., (cit. en Fernando DÍAZ-PLAJA, La España política del siglo XX
en fotografías y documentos, vol 1. «Del arranque del siglo a la Dictadura, 1900-1923; Plaza y Janés,
Barcelona, 1971, pp. 428-429).
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Textos de la Historia de España
1910: Segundo teniente al terminar sus estudios en la academia militar de Toledo, con el número 251 de
una promoción de 312 oficiales. Tiene 18 años.
1912: Con el grado de teniente, es destinado a Marruecos
1915: alcanza el grado de capitán
1917: Recibe el grado de comandante. En 1920, junto con Millán Astray, funda la Legión.
1923: recibe el grado de Teniente Coronel.
1925 recibe el grado de Coronel y participará en el desembarco de Alhucemas.
1926: Es nombrado General, tan sólo con 33 años de edad.
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Textos de la Historia de España
«En el domicilio social de la Unión Republicana, bajo la presidencia de don Fernando Sasiain, se
reunieron esta tarde don Alejandro Lerroux y don Manuel Azaña, por La Alianza Republicana; don
Marcelino Domingo, don Álvaro Albornoz y don Ángel Galarza, por el Partido Republicano Radical
Socialista, y don Niceto Alcalá Zamora y don Miguel Maura, por la Derecha Liberal Republicana; don
Manuel Carrasco Formiguera, por Acció Catalana; don Matías Mallol Bosch, por Acción Republicana de
Catalunya; don Jaime Aiguader, por Estat Catalá, y don Santiago Casares Quiroga, por la Federación
Republicano Gallega, entidades que, juntamente con el Partido Federal Español, el cual, en espera de
acuerdo de su próximo congreso, no puede enviar ninguna delegación, integran la totalidad de los
elementos republicanos del país.
A esta reunión asistieron, invitados con carácter personal, don Felipe Sánchez Román, don
Eduardo Ortega y Gasset y don Indalecio Prieto, no habiendo podido concurrir don Gregorio Marañón por
hallarse ausente en Francia, y de quien se leyó una entusiasta carta de adhesión en respuesta a la
indicación que con el mismo carácter se le hizo. Examinada la actual situación política, todos los
representantes concurrentes a la reunión llegaron en la exposición de sus peculiares puntos de vista, a
una perfecta coincidencia, la cual quedó inequívocamente confirmada en la unanimidad con que se
tomaron las diversas resoluciones adoptadas. La misma absoluta unanimidad hubo al apreciarse la
conveniencia de gestionar rápidamente y con ahínco la adhesión de las demás organizaciones políticas y
obreras, que en el acto previo de hoy no estuvieron representadas, para la finalidad concreta de sumar su
poderoso auxilio a la acción que sin desmayos pretenden emprender conjuntamente las fuerzas adversas
al actual régimen político».
Ampliando la nota interior, podemos decir que la cuestión batallona de la reunión fue el criterio
mantenido por la representación catalana, expuesto claramente por el señor Carrasco Formiguera en el
sentido de que para tomar parte en el hecho revolucionario necesitan ellos el reconocimiento de la
personalidad catalana, pues no pueden prescindir de ser catalanes, aunque sean republicanos.
Unánimemente se mantuvo entre los reunidos el criterio de que Cataluña redacte libremente el
Estatuto Catalán, sometiéndolo en su día al refrendo de las Cortes Constituyentes.
En este espíritu federalista de la asamblea se dijo también que el mismo criterio habría de seguirse
por lo que respecta a otras regiones con personalidad definida, como son las Vascongadas, Galicia, etc.,
dentro de la unión perfecta de todas ellas.
Se convino ampliar las gestiones de todos los elementos antidinásticos, como el Partido Socialista,
la Unión General de Trabajadores, la Confederación General del Trabajo, etcétera.
Se examinó el actual momento político, manifestándose también unánimes los criterios de los
reunidos.
Se dio de lado a la cuestión de las elecciones y se convino en la necesidad de realizar un amplio
movimiento para la consecución de la finalidad que se persigue.
Hoy lunes, por la noche, los prohombres republicanos asisten a un banquete organizado por el
Centro Republicano de Irún en homenaje al veterano republicano de la vecina ciudad don León
Iruretagoyena.-Díaz”.
(Suelto de Información Nacional, La Vanguardia, Barcelona, 19 de agosto de 1930, p. 21)
El error Berenguer
No, no es una errata. Es probable que en los libros futuros de historia de España se encuentre un
capítulo con el mismo título que este artículo. El buen lector, que es el cauteloso y alerta, habrá advertido
que en esa expresión el señor Berenguer no es el sujeto del error, sino el objeto. No se dice que el error
sea de Berenguer, sino más bien lo contrario (…). Son otros, pues, quienes lo han cometido y cometen;
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Textos de la Historia de España
otros toda una porción de España, aunque, a mi juicio, no muy grande. Por ello trasciende ese error los
límites de la equivocación individual y quedará inscrito en la historia de nuestro país. (…)
La Dictadura ha sido un poder omnímodo y sin límites, que no sólo ha operado sin ley ni
responsabilidad, sin norma no ya establecida, pero ni aun conocida, sino que no se ha circunscrito a la
órbita de lo público, antes bien ha penetrado en el orden privadísimo brutal y soezmente. Colmo de todo
ello es que no se ha contentado con mandar a pleno y frenético arbitrio, «sino que aún le ha sobrado
holgura de Poder para insultar líricamente a personas y cosas colectivas e individuales. No hay punto de la
vida española en que la Dictadura no haya puesto su innoble mano de sayón. (…)
Desde Sagunto, la Monarquía no ha hecho más que especular sobre los vicios españoles, y su
política ha consistido en aprovecharlos para su exclusiva comodidad. La frase que en los edificios del
Estado español se ha repetido más veces ésta: «¡En España no pasa nada!» La cosa es repugnante,
repugnante como para vomitar entera la historia española de los últimos sesenta años; pero nadie
honradamente podrá negar que la frecuencia de esa frase es un hecho.
He aquí los motivos por los cuales el Régimen ha creído posible también en esta ocasión
superlativa responder, no más que decretando esta ficción: Aquí no ha pasado nada. Esta ficción es el
Gobierno Berenguer.
Pero esta vez se ha equivocado. Se trataba de dar largas. Se contaba con que pocos meses de
gobierno emoliente bastarían para hacer olvidar a la amnesia celtíbera de los siete años de Dictadura. (…)
Este es el error Berenguer de que la historia hablará. Y como es irremediablemente un error, somos
nosotros, y no el Régimen mismo; nosotros gente de la calle, de tres al cuarto y nada revolucionarios,
quienes tenemos que decir a nuestros conciudadanos: ¡Españoles, vuestro Estado no existe!
¡Reconstruidlo! Delenda est Monarchia.- José Ortega y Gasset.
ORTEGA Y GASSET, J.: “Delenda est Monarchia”, publicado en el diario “El Sol”, 15-11-1930
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Textos de la Historia de España
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Textos de la Historia de España
Los Sindicatos y Asociaciones están obligados a Inscribirse en el Registro público correspondiente, con
arreglo a la ley.
Selección de articulado a partir de TIERNO GALVÁN, E.: Leyes políticas españolas fundamentales. ( 1.808
. 1.936 )
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Textos de la Historia de España
La cuestión autonómica
Es probable que el primer Borbón de España creyese resuelto para siempre la divergencia
peninsular del lado de allá del Ebro, con las medidas políticas que tomó...La Dictadura quiso tratar, y trató
el sentimiento nacionalista catalán por la violencia, por la opresión, por la persecución... y, al mismo tiempo
que hacía esto en Cataluña con el sentimiento o la política nacionalista y autonomista, hacía lo propio con
las libertades públicas españolas y las apetencias autonomistas catalanas. ¿Tiene algo de notable o de
extraordinario que hayan renacido juntas?... No puede admitirse por parte de los teorizantes autonomistas
el concepto de que Castilla... de que esta parte de España ha confiscado las libertades de nadie...Quien
ha confiscado y humillado los derechos o las libertades de más o menos valor de cada región, ha sido la
monarquía, la antigua Corona, en provecho propio, no en provecho de Castilla, que la primera confiscada y
esclavizada fue precisamente la región castellana.
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Textos de la Historia de España
También hay que combatir el prejuicio de las dispersión... no se puede entender la autonomía... si
no nos libramos de una preocupación: que las regiones autónomas...no son el extranjero; son España, tan
España como lo son hoy; quizá más, porque estarán más contentas... votadas las autonomías... son una
parte del Estado español, no es un organismo rival, ni defensivo, ni agresivo, sino una parte integrante de
la organización del Estado de la República española. Y mientras esto no se entienda así, señores
diputados, no entenderá nadie lo que es la autonomía.
Discurso de Azaña en las Cortes. 12 de Mayo de 1932. Reelaborado
No aceptan los partidos republicano las medidas de nacionalización de la Banca propuesta por los
partidos obreros; conocen, sin embargo, que nuestro sistema bancario requiere ciertos
perfeccionamientos...
No aceptan los partidos republicanos el control obrero solicitado por la representación del partido
socialista. Convienen en: restablecer la legislación social en la pureza de sus principios... rectificar el
proceso de derrumbamiento de los salarios del campo, fijar salarios mínimos...
Impulsaran, con el ritmo de los primeros años de la República, la creación de escuelas de primera
enseñanza, estableciendo cantinas, roperos, colonias escolares y demás instituciones complementarias...
15 de enero de 1936
Radicalización política
Nuestra aspiración es la conquista del poder político. ¿Procedimiento? ¿El que podamos
emplear! ... Y nosotros, los trabajadores, entendemos que la República burguesa hay que transformarla en
una República socialista, socializando los medios de producción...
Discurso de Largo Caballero. Enero de 1936
Frente a ese Estado estéril, yo levanto el concepto de Estado integrador, que administre la justicia
económica y que pueda mandar con plena autoridad...A este estado le llaman muchos Estado Fascista,
pues si ese es el Estado Fascista, yo, me declaro Estado fascista...Aunque también sería un loco el militar
que no estuviera dispuesto a sublevarse en favor de España y contra de la anarquía, si ésta se produjera
Discurso de Calvo Sotelo en el Parlamento. 16 de junio de 1936
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Textos de la Historia de España
Proclama de Franco.
Don Francisco Franco Bahamonde, General de División, Jefe Superior de las Fuerzas Militares de
Marruecos y Alto Comisario
Hago saber:
Una vez más el Ejército, unido a las demás fuerzas de la Nación, se ve obligado a recoger el
anhelo de la gran mayoría de los españoles que veía con amargura infinita desaparecer lo que a todos
puede unimos en un ideal común: España.
Artículo 1°. Queda declarado el estado de guerra en todo el territorio de Marruecos español y, como
primera consecuencia, militarizadas todas las fuerzas armadas sea cualquiera la autoridad de quien
dependían anteriormente, con los deberes y atribuciones que competen a las del Ejército y sujetas
igualmente al Código de Justicia Militar.
Artículo 5°. Quedan totalmente prohibidos los <dock-out» y huelgas. Se considerará como sedición el
abandono del trabajo y serán principalmente responsables los dirigentes de las Asociaciones o Sindicatos
a que pertenezcan los huelguistas, aun cuando simplemente adopten la actitud de brazos caídos.
Artículo 14°. Ante el bien supremo de la Patria quedan en suspenso todas las garantías individuales
establecidas en la Constitución, aun cuando no se hayan consignado especialmente en este bando.
Por último, espero la colaboración activa de todas las personas patrióticas, amantes del orden y de la paz
que suspiraban por este movimiento, sin necesidad de que sean requeridas especialmente para ello...
Por esto termino con un solo clamor que deseo sea sentido por todos los corazones y repetido por todas
las voluntades:
¡Viva España!
Tetuán, 18 de julio de 1936.
Todo ello determina al Gobierno a crear los Batallones de Voluntarios, cuya organización se
concretará primeramente a Madrid y se extenderá más tarde a otras provincias, si así se estimase
conveniente.
Por lo expuesto, de acuerdo con el Consejo de Ministros y a propuesta de su Presidente, vengo en
decretar:
Artículo primero.- Se crean en Madrid los Batallones de Voluntarios, cuya recluta se hará entre los actuales
milicianos cuya edad esté comprendida entre los veinte y los treinta años. Los Batallones irán mandados
por oficiales y clases del Ejército Guardia civil, Asalto o Carabineros. Los voluntarios estarán uniformados,
llevarán un distintivo especial y su compromiso abarcará a todo el tiempo que dure la campaña y como
mínimo, a dos meses.
Artículo segundo.- […] Los que presten sus servicios a la República en los Batallones de Voluntarios
creados a virtud de este decreto: Tendrán derecho preferente para el ingreso en Asalto, Guardia civil y
Cuerpos subalterno o auxiliares del Estado, provincia o Municipio.
Dado en Madrid a dos de agosto de mil novecientos treinta y seis.- Manuel Azaña.- El presidente del
Consejo de ministros, José Giral Pereira”.
Artículo 3. Dicha proclamación será revestida de forma solemne, ante representación adecuada de todos
los elementos nacionales que integran este movimiento liberador, y de ella se hará la oportuna
comunicación a los Gobiernos extranjeros.
Artículo 4. En el breve lapso que transcurra hasta la transmisión de poderes, la Junta de Defensa Nacional
seguirá asumiendo cuantos actualmente ejerce.
Artículo 5. Quedan derogadas y sin vigor cuantas disposiciones se opongan a este Decreto. Dado en
Burgos a veintinueve de septiembre de mil novecientos treinta y seis.
Miguel Cabanellas
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Textos de la Historia de España
El Decreto de Unificación
Llegada la guerra a un punto muy avanzado y próxima la hora victoriosa, urge ya acometer la gran
tarea de la paz, cristalizando en el estado nuevo el pensamiento y el estilo de nuestra Revolución
Nacional. Unidos por un pensamiento y una disciplina común, los españoles todos han de ocupar su
puesto en la gran tarea. Esta unificación (...) precisa tener en cuenta que (...) Falange Española y
Requetés han sido los dos exponentes auténticos del espíritu del alzamiento nacional iniciado por nuestro
glorioso Ejército el diecisiete de julio. Como en otros países de régimen totalitario, la fuerza tradicional
viene ahora en España a integrarse en la fuerza nueva. Falange Española aportó con su programa masas
juveniles, (...) los Requetés [aportaron], junto a su ímpetu guerrero, el sagrado depósito de la tradición
española (...). Por todo lo expuesto, DISPONGO:
Artículo 1º. Falange Española y Requetés, con sus actuales servicios y elementos, se integran, bajo Mi
Jefatura, en una sola entidad política de carácter nacional, que de momento se denominará Falange
Española Tradicionalista y de las J.O.N.S. Esta organización, intermedia entre la sociedad y el Estado,
tiene la misión principal de comunicar al Estado el aliento del pueblo y de llevar a éste el pensamiento de
aquél a través de las virtudes político-morales, de servicio, jerarquía y hermandad (...). Quedan disueltas
las demás organizaciones y partidos políticos.
Artículo 2º. Serán órganos rectores de la nueva entidad política el Jefe del Estado, un Secretariado o Junta
Política y el Consejo Nacional (...)
Artículo 3º Quedan fundidas en una sola Milicia Nacional las de Falange Española y de Requetés,
conservando sus emblemas y signos exteriores (...). La Milicia Nacional es auxiliar del Ejército. El Jefe del
Estado es el Jefe Supremo de la Milicia (...).
Dado en Salamanca a diecinueve de abril de mil novecientos treinta y siete.-
FRANCISCO FRANCO, Boletín Oficial del Estado (Burgos), 20 de Abril de 1937
Versión nacionalista.
“Salamanca 29, 2 madrugada. Queremos decirle al mundo, muy alto y muy claro, unas palabras
sobre el incendio de Guernica. Guernica está destruida por el fuego y la gasolina. La han incendiado y la
han convertido en ruinas las hordas rojas al servicio criminal de Aguirre, presidente de la República de
Euzkadi- El incendio se produjo ayer, y Aguirre ha lanzado la mentira infame, porque es un delincuente
común, de atribuir a la noble y heroica Aviación de nuestro Ejército nacional ese crimen.
Se puede probar en todo momento que la Aviación nacional no voló ayer, a causa de la niebla, ni
sobre Guernica ni sobre ningún otro punto del frente de Vizcaya. Hoy sí ha volado la Aviación nacional
sobre Guernica. Ha volado y ha tomado fotografías del incendio de Guernica, que aparece casi totalmente
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Textos de la Historia de España
La posición de la Iglesia.
Carta colectiva del episcopado. (l de julio de 1937)
El 27 de febrero de 1936, a raíz del triunfo del Frente Popular, el Komintern ruso decretaba la
revolución española y la financiaba con exorbitantes cantidades. El 1 de mayo siguiente, centenares de
jóvenes postulaban públicamente en Madrid "para bombas y pistolas, pólvora y dinamita para la próxima
revolución", hasta el punto de que, al estallar la guerra, contaban con 150.000 soldados de asalto y
100.000 de resistencia. (...)
La guerra es, pues, como un plebiscito armado. La lucha blanca de los comicios de febrero de
1936, en que la falta de conciencia política del gobierno nacional dio arbitrariamente a las fuerzas
revolucionarias un triunfo que no habían logrado en las urnas, se transformó, por la conciencia cívico-
militar, en la lucha cruenta de un pueblo partido en dos tendencias: la espiritual, del lado de los
sublevados, que salió a la defensa del orden, la paz social, la civilización tradicional y la patria, y muy
ostensiblemente, en un gran sector, para la defensa de la religión; y de la otra parte, la materialista,
llámese marxista, comunista o anarquista, que quiso sustituir la vieja civilización de España, con todos sus
factores, por la novísima "civilización" de los soviets rusos
“Yo no creo, no puedo creer que la mujer sea un peligro para la República, porque yo he visto a la
mujer reaccionar frente a la Dictadura y con la República (…)
Resolved lo que queráis, pero afrontando la responsabilidad de dar entrada a esa mitad del género
humano en la política para que la política sea cosa de dos, porque solo hay una cosa que haga un sexo
sólo: alumbrar. Las demás, las hacemos todos en común, y no podéis aquí vosotros venir a legislar, a votar
impuestos, a decir deberes, a legislar sobre la raza humana, sobre la mujer y sobre el hijo, aislados, fuera
de nosotras”.
Clara Campoamor, diputada del partido radical, discurso Parlamentario de agosto de 1931
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Textos de la Historia de España
“El verdadero deber de las mujeres para con la patria es formar familias (…) en donde se fomente
todo lo tradicional, en donde se canten villancicos el día de Navidad alrededor de un nacimiento (…)
Así pues, junto con la educación deportiva y universitaria, irá esa cosa que las prepare para que
sean el verdadero complemento del hombre. Lo que no haremos nunca es ponerlas en competencia con
ellos, porque jamás llegarán a igualarlos y en cambio pierden toda su elegancia y toda gracia (…) Y ya
veréis cómo estas mujeres, formadas así con la doctrina cristiana y el estilo nacionalista, son útiles en la
familia, en el Municipio y en el Sindicato”
Pilar Primo de Rivera, 1938
ella se asienta el edificio de la nueva España. Yo no puedo ocultaros en este día los peligros que todavía
acechan a nuestra Patria. Terminó el frente de la guerra pero sigue la lucha en otro campo.
La Victoria se malograría si no continuásemos con la tensión y la inquietud de los días heroicos, si
dejásemos en libertad de acción a los eternos disidentes, a los rencorosos, a los egoístas, a los
defensores de una economía liberal que facilitaba la explotación de los débiles por los mejor dotados.
No nos hagamos ilusiones: el espíritu judaico que permitía la alianza del gran capital con el
marxismo, que sabe tanto de pactos con la revolución antiespañola, no se extirpa en un día, y aletea en el
fondo de muchas conciencias.
Mucha ha sido la sangre derramada y mucho ha costado a las madres españolas nuestra Santa
Cruzada para que permitamos que la Victoria pueda malograrse por los agentes extranjeros infiltrados en
las Empresas o por el torpe murmurar de gentes mezquinas y sin horizontes.
Hacemos una España para todos: vengan a nuestro campo los que arrepentidos de corazón
quieran colaborar a su grandeza; pero si ayer pecaron, no esperen les demos el espaldarazo mientras no
se hayan redimido con sus obras.
Para esta gran etapa de la reconstrucción de España necesitamos que nadie piense volver a la
normalidad anterior; nuestra normalidad no son los casinos ni los pequeños grupos, ni los afanes
parciales. Nuestra normalidad es el trabajo abnegado y duro de cada día para hacer una Patria nueva y
grande de verdad. (...)
Pero para coronar nuestra gran obra necesitamos que a la Victoria militar acompañe la política; no
basta ordenar la unidad sagrada, hace falta trabajarla, llevar la doctrina y las nuevas consignas a todos los
lugares, que vosotros seáis los colaboradores de la nueva empresa, de la que son fuerzas de choque la
juventud heroica que en los frentes de batalla y en las cárceles sombrías recogieron de labios de tantos
héroes su último
¡ARRIBA ESPAÑA!
Esta es la misión de nuestro Movimiento."
Madrid, 19 de mayo de 1939
Con motivo de la gloriosa Cruzada en que España tuvo que superar la crisis más grave de su
historia, se puso de relieve la capital importancia que para la vida de la Nación tiene el contar en el
territorio patrio con las industrias necesarias a la guerra y las primeras materias indispensables a su vida.
La situación de nuestra economía exige, por otra parte, esfuerzos considerables para redimir a España de
la importación de productos exóticos, capaces de producirse o manufacturarse en el área de nuestra
Nación.
El no haber logrado hasta hoy (…) el que la iniciativa particular satisfaga esas necesidades,
aconseja el estimular la implantación de tales industrias (…) concediéndoles ciertas garantías y beneficios
que las aseguren un normal desenvolvimiento.
En su virtud, DISPONGO:
Art. 1°. Cuando las necesidades de la defensa o de la economía nacionales aconsejen el establecimiento
en España de una industria y se haga preciso estimular la iniciativa particular para su implantación, podrá
ser declarada, previos los informes técnicos y económicos correspondientes, “de interés nacional”.
(…) Art. 3°. A cambio de estos beneficios, el Estado intervendrá en la implantación y marcha de la industria
con la designación de un Interventor y de un Consejero delegado, con facultades suspensivas, así como
se reserva la valoración por sus técnicos de las instalaciones.
Boletín Oficial del Estado, 25 de octubre de 1939″
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Textos de la Historia de España
Próxima la total liberación de España, el Gobierno, consciente de los deberes que le incumben
respecto a la reconstrucción espiritual y material de nuestra Patria, considera llegado; el momento de
dictar una Ley de Responsabilidades Políticas, que sirva para liquidar las culpas de este orden contraídas
por quienes contribuyeron con actos u omisiones graves a forjar la subversión roja,(…) La magnitud
intencional y las consecuencias materiales de los agravios inferidos a España son tales, que impiden que
el castigo y la reparación alcancen unas dimensiones proporcionadas, pues éstas repugnarían al hondo
sentido de nuestra Revolución Nacional, que no quiere ni penar con crueldad, ni llevar la miseria a los
hogares. Y, por ello, esta Ley, que no es vindicadora, sino constructiva, atenúa, por una parte, el rigor
sancionador, y, por otra, busca, dentro de la equidad fórmulas que permitan armonizar los intereses
sagrados de la Patria con el deseo de no quebrar la vida económica de los particulares. (…) Los
Tribunales encargados de imponer las sanciones estarán compuestos por representantes del Ejército, de
la Magistratura y de la Falange Española Tradicionalista y de las J. O. N. S., que darán a su actuación
conjunta el tono que inspira al Movimiento Nacional. (…). Los elevados propósitos en que ésta [ley] se
inspira, la madura reflexión que. ha puesto el Gobierno en redactarla y el patriótico y sereno espíritu de
justicia de los Tribunales y organismos que la han de aplicar conducirán seguramente, a hacer de ella uno
de los más firmes cimientos de la reconstrucción de España. Y, por ello. DISPONGO:
Artículo primero. Constituye figura de delito, castigado conforme a las disposiciones de la presente
Ley, el pertenecer a la masonería, al comunismo y demás sociedades clandestinas a que se refieren los
artículos siguientes. El Gobierno podrá añadir a dichas organizaciones las ramas o núcleos auxiliares que
juzgue necesario y aplicarles entonces las mismas disposiciones de esta Ley debidamente adaptadas.
Artículo segundo. Disueltas las indicadas organizaciones, que quedan prohibidas y fuera de la Ley,
sus bienes se declaran confiscados y se entienden puestos a disposición de la jurisdicción de
responsabilidades políticas.
Artículo tercero. Toda propaganda que exalte los principios o los pretendidos beneficios de la
masonería o del comunismo o siembre ideas disolventes contra la Religión, la Patria y sus instituciones
fundamentales y contra la armonía social, será castigada con la supresión de los periódicos o entidades
que la patrocinasen e incautación de sus bienes, y con pena de reclusión mayor para el principal o
principales culpables, y de reclusión menor para los cooperadores (...)”
Boletín Oficial del Estado, 13 de febrero de 1939
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Textos de la Historia de España
Queremos libertad, pero con orden; y consideramos delictuoso cuanto vaya contra Dios o la moral
cristiana, contra la Patria y contra lo social, ya que Dios, Patria y Justicia son los tres principios
inconmovibles sobre los que se basa nuestro Movimiento. (17 de marzo de 1943)
“Frente al peligro que amenaza al Mundo Occidental, los gobiernos de los Estados Unidos y de
España, deseosos de contribuir al mantenimiento de la Paz y de la Seguridad Internacional […]
Han acordado lo siguiente:
Art. 1ª. […] Esta política comprenderá lo siguiente:
1. Por parte de los Estados Unidos, el apoyo del esfuerzo defensivo español, para los fines
convenidos, mediante la concesión de asistencia a España en forma de suministro de material de guerra…
tal apoyo estará condicionado, como en el caso de las demás naciones amigas, por las prioridades y
limitaciones derivadas de los compromisos internacionales de los Estados Unidos y de las exigencias de la
situación internacional, y supeditado a las concesiones de crédito por el congreso.
2. Como consecuencia de las premisas anteriores, y a los mismos fines convenidos, el Gobierno de
España autoriza al Gobierno de los Estados Unidos, con sujeción a los términos y condiciones que se
acuerden, a desarrollar, mantener y utilizar para fines militares, juntamente con el Gobierno de España,
aquellas zonas e instalaciones en territorio bajo jurisdicción española que se convenga por las Autoridades
competentes de ambos gobiernos como necesarias para los fines de este Convenio. […]
71
Textos de la Historia de España
Art. 2º. A los fines de este Convenio, y de conformidad con los acuerdos técnicos que sean
concertados entre las autoridades competentes de ambos gobiernos, se autoriza a los Estados Unidos a
preparar y mejorar las zonas e instalaciones convenidas para uso militar y realizar, en cooperación con el
gobierno de España, las construcciones necesarias a tal fin, para acuartelar y alojar el personal civil y
militar indispensable en las mismas y atender a su seguridad, disciplina y bienestar; a almacenar y
custodiar provisiones, abastecimientos, equipo y material y a mantener las instalaciones y servicios
necesarios en apoyo de dichas zonas y de su personal.
Art. 3º. Las zonas que en virtud de este Convenio se preparen para su utilización conjunta,
quedarán siempre bajo pabellón y mando español […]. Sin embargo, los Estados Unidos podrán, en todo
caso, ejercer la necesaria vigilancia sobre el personal, instalaciones y equipo estadounidenses.
Hecho en Madrid el día 26 de septiembre de 1953, en doble ejemplar, en lengua inglesa y
española, siendo ambos textos fehacientes.”
“El Congreso del Movimiento Europeo, reunido en Múnich los días 7 y 8 de junio de 1962, estima que la
integración, ya en forma de adhesión, ya de asociación de todo país a Europa, exige de cada uno de ellos
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Textos de la Historia de España
instituciones democráticas, lo que significa en el caso de España, de acuerdo con la Convención Europea
de los Derechos del Hombre y la Carta Social Europea, lo siguiente:
1. La instauración de instituciones auténticamente representativas y democráticas que garanticen que el
gobierno se basa en el consentimiento de los gobernados.
2. La efectiva garantía de todos los derechos de la persona humana, en especial los de libertad personal
y de expresión, con supresión de la censura gubernativa.
4. El ejercicio de las libertades sindicales sobre bases democráticas y de la defensa por los trabajadores
de sus derechos fundamentales, entre otros medios por el de la huelga.
5. La posibilidad de organización de corrientes de opinión y de partidos políticos con el reconocimiento de
los derechos de la oposición”.
Resolución del Congreso del Movimiento Europeo. Múnich, 8 de junio de 1962.
Proclamación del príncipe Juan Carlos como sucesor en la Jefatura Del Estado
EL VII de los Principios del Movimiento Nacional establece que la forma política del Estado español
es (...) la Monarquía tradicional, católica, social y representativa.
La Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado de veintiséis de julio de mil novecientos cuarenta y
siete (...) modificada en algunos de sus aspectos por la Ley Orgánica del Estado, de diez de enero de mil
novecientos sesenta y siete (...) establece en su artículo sexto un procedimiento directo e inmediato de
proveer a la sucesión en la Jefatura del Estado, confiriendo al Caudillo de España y Generalísimo de los
Ejércitos la prerrogativa de proponer a las Cortes a persona que estime deba ser llamada en su día a
sucederle, a título de Rey o de Regente (...).
Por todo ello, estimo llegado el momento de proponer a las Cortes Españolas como persona
llamada en su día a sucederme, a título de Rey, al Príncipe Don Juan Carlos de Borbón y Borbón, quien,
tras haber recibido la adecuada formación para su alta misión y formar parte de los tres Ejércitos, ha dado
pruebas fehacientes de su acendrado patriotismo y de su total identificación con los Principios del
Movimiento y Leyes Fundamentales del Reino, y en el que concurren las demás condiciones establecidas
en el artículo noveno de la Ley de Sucesión.
En su virtud, y de conformidad con la Ley aprobada por las Cortes Españolas, vengo en sancionar:
Artículo primero. Al producirse la vacante en la Jefatura del Estado, se instaurará la Corona en la
persona del Príncipe Don Juan Carlos de Borbón y Borbón, que la transmitirá según el orden regular de
sucesión establecido en el artículo once de la Ley Fundamental de veintiséis de julio de mil novecientos
cuarenta y siete, modificada par la Ley Orgánica del Estado de diez de enero de mil novecientos sesenta y
siete”.
Francisco Franco. BOE, 23 de julio de 1969
Españoles: Al llegar para mí la hora de rendir la vida ante el Altísimo y comparecer ante su
inapelable juicio pido a Dios que me acoja benigno a su presencia, pues quise vivir y morir como católico.
En el nombre de Cristo me honro, y ha sido mi voluntad constante ser hijo fiel de la Iglesia, en cuyo seno
voy a morir. Pido perdón a todos, como de todo corazón perdono a cuantos se declararon mis enemigos,
sin que yo los tuviera como tales. Creo y deseo no haber tenido otros que aquellos que lo fueron de
España, a la que amo hasta el último momento y a la que prometí servir hasta el último aliento de mi vida,
que ya sé próximo.
Quiero agradecer a cuantos han colaborado con entusiasmo, entrega y abnegación, en la gran
empresa de hacer una España unida, grande y libre. Por el amor que siento por nuestra patria os pido que
perseveréis en la unidad y en la paz y que rodeéis al futuro Rey de España, don Juan Carlos de Borbón,
73
Textos de la Historia de España
del mismo afecto y lealtad que a mí me habéis brindado y le prestéis, en todo momento, el mismo apoyo
de colaboración que de vosotros he tenido. No olvidéis que los enemigos de España y de la civilización
cristiana están alerta. Velad también vosotros y para ello deponed frente a los supremos intereses de la
patria y del pueblo español toda mira personal. No cejéis en alcanzar la justicia social y la cultura para
todos los hombres de España y haced de ello vuestro primordial objetivo. Mantened la unidad de las tierras
de España, exaltando la rica multiplicidad de sus regiones como fuente de la fortaleza de la unidad de la
patria.
Quisiera, en mi último momento, unir los nombres de Dios y de España y abrazaros a todos para
gritar juntos, por última vez, en los umbrales de mi muerte,
"¡Arriba España! ¡Viva España!".»
BLOQUE 12: NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN
EN EUROPA (1975)
El final de la Dictadura.
El último año de la dictadura [...] fue convulso. El sistema resistía dando manotazos a diestro y
siniestro. La oposición democrática unida le disputaba al régimen sus plataformas internacionales; las
universidades fueron cerradas; Hassan II de Marruecos iniciaba su exitosa ofensiva sobre el Sahara
español; el Ejército y la sociedad sufrían el impacto de las primeras detenciones de un grupo de oficiales
democráticos, la UMD; se declaraba el estado de excepción en Guipúzcoa y Vizcaya; no había una
semana sin una publicación sancionada o clausurada; los conflictos con la Iglesia bordeaban la crisis de
Estado, y ante la radicalización de algunos grupos políticos que se inclinaban hacia el terrorismo
indiscriminado (ETA y FRAP) el sistema respondía a la brava, con procesos políticos que terminarían con
el fusilamiento de cinco militantes. Por si esto fuera poco habían de pasar dos crisis gubernamentales
provocadas por la dimisión del ministro de Trabajo, Licinio de la Fuente, y por la muerte en accidente de
Herrero de Tejedor, ministro secretario del Movimiento Nacional.
Morán, Gregorio (1991): El precio de la transición, Barcelona, Planeta, p. 44.
En estos momentos en que asumo la Jefatura de las Fuerzas Armadas, me dirijo a todos vosotros
con profunda ilusión y fundadas esperanzas.
Sois los depositarios de los más altos ideales de la patria y la salvaguardia y garantía del
cumplimiento de cuanto está establecido en nuestras Leyes Fundamentales, fiel reflejo de la voluntad de
nuestro pueblo.
Expreso mi reconocimiento y gratitud a nuestro Generalísimo Franco, que con tanta dedicación y
entrega os ha mandado hasta ahora, dándonos un ejemplo único de amor a España y sentido de la
responsabilidad.
Mi recuerdo emocionado se dirige hoy a las Fuerzas destinadas en África, las que por su
patriotismo, disciplina y entrega, están haciéndose acreedoras del agradecimiento de todos los españoles.
Debemos mirar el futuro con serena tranquilidad, pues hemos adquirido un alto grado de madurez
política y se ha cumplido lo que nuestro pueblo y sólo él desea.
España confía plenamente en sus Fuerzas Armadas.
Sé que tenéis un alto concepto del amor a la Patria, y que no escatimaréis vuestro esfuerzo para
lograr una España cada vez mejor.
Quiero renovar hoy el juramento de fidelidad a nuestra bandera, símbolo de las virtudes de nuestra
raza, y prometeros una vez más servirlas y defenderlas a cualquier precio de los enemigos de la patria.
Mandar es servir, y quiero estar en el mando muy unido a vosotros.
Sé que cumpliréis con vuestro deber como siempre lo habéis hecho.
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Textos de la Historia de España
Como español, como soldado y como Rey me siento orgulloso de contar con vuestra adhesión y
lealtad. Estoy seguro de que trabajando todos unidos alcanzaremos lo que España se merece por
imperativo de la historia y su papel en el mundo de hoy.
¡Viva España!
Madrid, 22 de noviembre de 1975
LA CONSTITUCIÓN DE 1978.
“La Nación española, deseando establecer la justicia, la libertad y la seguridad y promover el bien
de cuantos la integran, en uso de su soberanía, proclama su voluntad de garantizar la convivencia
democrática dentro de la Constitución y de las leyes (…). En consecuencia, las Cortes aprueban y el
pueblo español ratifica la siguiente Constitución.
Artículo 1:
1. España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores
superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.
2. La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.
3. La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria.
Artículo 2. La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e
indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades
y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas.
Artículo 16. Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin
más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público
protegido por la ley. Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las
creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación
con la Iglesia Católica y las demás confesiones.
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Textos de la Historia de España
Artículo 35: Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de
profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus
necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo.
La ley regulará un estatuto de los trabajadores.
Artículo 36. Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de
profesión u oficio, (…).
Artículo 56. El Rey es el Jefe del Estado (…). La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a
responsabilidad.
Artículo 57. La Corona de España es hereditaria en los sucesores de S.M. Don Juan Carlos I de Borbón
(…). La sucesión en el trono seguirá el orden regular de primogenitura, siendo preferida siempre (…), en el
mismo grado, el varón a la mujer (…)
Artículo 66. Las Cortes Generales representan al pueblo español y están formadas por el Congreso de los
Diputados y el Senado” (…)
Artículo 137: El Estado se organiza territorialmente en municipios, en provincias y en las Comunidades
Autónomas que se constituyan. Todas estas entidades gozan de autonomía para la gestión de sus
respectivos intereses.
Madrid, 29 de diciembre de 1978.
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Textos de la Historia de España
[...] Cuando dimitió Suárez como presidente del Gobierno y de la UCD, muchos ultras lo
interpretaron como el final del sistema democrático. Según ellos, se había producido un vacío de poder
que debía llenar la Corona [...]
La reunión del Gobierno y de los diputados en el palacio del Congreso era la ocasión esperada por
los golpistas, que decidieron llevar a cabo su operación el día 23 de febrero.
Cardona, G. (1995): «La España del 23-F», Cuadernos del Mundo Actual, núm. 83, p. 10-14
Al dirigirme a todos los españoles, con brevedad y concisión, en las circunstancias extraordinarias
que en estos momentos estamos viviendo, pido a todos la mayor serenidad y confianza y les hago saber
que he cursado a los Capitanes Generales de las Regiones Militares, Zonas Marítimas y Regiones Aéreas
la orden siguiente:
«Ante la situación creada por los sucesos desarrollados en el Palacio del Congreso y para evitar
cualquier posible confusión, confirmo que he ordenado a las Autoridades Civiles y a la Junta de Jefes de
Estado Mayor que tomen todas las medidas necesarias para mantener el orden constitucional dentro de la
legalidad vigente.
Cualquier medida de carácter militar que en su caso hubiera de tomarse deberá contar con la
aprobación de la Junta de Jefes de Estado Mayor.»
La Corona, símbolo de la permanencia y unidad de la patria, no puede tolerar en forma alguna,
acciones o actitudes de personas que pretendan interrumpir por la fuerza el proceso democrático que la
Constitución votada por el pueblo español determinó en su día a través de referéndum.
Madrid, noche del 23 al 24 de febrero de 1981
El terrorismo
El terrorismo ha sido, en muchos momentos de este decisivo lustro [1975-1980], el principal
problema que España ha tenido que afrontar. En muchas ocasiones ha sido la preocupación más
agobiante para nuestros gobernantes. Ha ocupado demasiadas veces los titulares más destacados de
nuestros medios informativos. Y ha sido, desde que alborea aquí la democracia, el arma y el pretexto
predilectos de los que han intentado el fracaso de este enésimo intento de convivencia pluralista en
libertad.
Los últimos años del franquismo están ya marcados por la presencia del terrorismo y, en concreto,
por el terrorismo de ETA. La organización vasca [...] ha optado por la «lucha armada». ETA publica en
junio de 1964 un folleto que lleva como título La Insurrección en Euskadi [...] Siguiendo las ideas
expuestas por Federico Krutwig en Vasconia [...] ETA adopta una línea «tercermundista» que tiene como
eje una «guerra revolucionaria» entendida como «un conjunto de acciones de toda naturaleza (políticas,
sociales, económicas, psicológicas, armadas, etc.) que tiende al derrocamiento del poder.[ ... ]
El terrorismo en España, por otra parte, no se limita a ETA [...] en 1974 se proclama el FRAP
(Frente Revolucionario Antifascista Patriótico) en el que se integran varios grupos marxistas-leninistas [...]
sus acciones no son cuidadosamente preparadas ni están relacionadas con determinados elementos de
las FOP, sino que van dirigidas contra cualquier persona uniformada [...]
Los Grupos de Resistencia Antifascistas Primero de Octubre o GRAPO [I de octubre de 1975] se
convirtieron en uno de los más extraños enigmas de la España democrática. Sus atentados siempre
coincidieron [...] con momentos de progreso en la vía de la democratización.
[...] La policía, por otra parte, anunció varías veces la total desarticulación del GRAPO, pero una y
otra vez renacía de sus cenizas.
Muñoz Alonso, Alejandro (1982): El terrorismo en España, Barcelona, Planeta, p. 9, 14, 34, 65.
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