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UNIDAD 6 DERECHO DE SUCESIONES

UNIDAD 6: DERECHO DE SUCESIONES

6.1.- LA SUCESIÓN MORTIS CAUSA Y LA HERENCIA: LA SUCESIÓN UNIVERSAL


MORTIS CAUSA.- HERES, HEREDITAS Y BONORUM POSSESSIO.- LA DELACIÓN DE LA
HERENCIA.- LA ADQUISICIÓN DE LA HERENCIA.- FASE INTERMEDIA ENTRE LA
DELACIÓN Y LA ADQUISICIÓN: HEREDITAS IACENS.- USUCAPIO PRO HEREDE.-
EFECTOS DE LA ADQUISICIÓN DE LA HERENCIA: SEPARATIO BONORUM, IUS
ABSTINENDI, BENEFICIUM INVENTARII.- CONSECUENCIAS DE LA PLURALIDAD DE
HEREDEROS.- DERECHO DE ACRECER.- PARTICIÓN.- COLACIÓN.- REPUDIACIÓN DE
LA HERENCIA.- LA PROTECCIÓN PROCESAL DE LOS DERECHOS SUCESORIOS.

Con la expresión sucesión por causa de muerte, successio mortis causa, se hace
referencia a que el sucesor se sitúa en la posición jurídica del que fallece.

El derecho sucesorio romano sufrió una evolución muy profunda con el correr de los
siglos. Pueden distinguirse distintos períodos: una etapa arcaica dominada por el ius
civile, rígido y formalista, donde el derecho sucesorio gira en torno a la familia agnaticia
y al concepto de propiedad. Y una segunda etapa, que coincide con el período clásico en
el que si bien se mantiene la herencia agnaticia civil, el pretor comienza a dar cabida a la
familia unida por vínculos de sangre o cognaticia, al otorgar la posesión de los bienes
hereditarios a los unidos al difunto por dicho vínculo. Justiniano hace una profunda
reforma del derecho sucesorio, cuyos principios han pasado al derecho moderno y, en
concreto, al derecho civil español.

El derecho de sucesiones o derecho hereditario, desde un punto de vista objetivo, es la


sección de derecho privado constituida por el conjunto de normas que regulan el destino
que ha de darse a las relaciones jurídicas de una persona física cuando ésta muere (quién
recoge sus propiedades y créditos, qué suerte corren sus deudas, etc) rigiendo también
la creación de relaciones jurídicas nuevas, cuyo surgir estaba supeditado a la muerte de
dicha persona ( manumissio de un esclavo ordenada en un testamento, designación de un
tutor, constitución de un usufructo en un legado…).

La palabra sucessio tiene un sentido amplio equivalente a traspaso de derechos. De este


concepto general deriva la sucesión universal o a título universal y la sucesión a título
particular, según que se trate de la adquisición del conjunto de bienes o totalidad de
derechos correspondientes a una persona o del traspaso de derechos singulares,
determinados o separados. Tal fenómeno jurídico de traspaso puede ser debido al
fallecimiento del transmitente o por diversos modos y causas viviendo éste. Estamos ante
sucesión mortis causa o sucesión inter vivos.
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PROFESORA ASOCIADA DERECHO ROMANO
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SUCESIÓN UNIVERSAL MORTIS CAUSA

Concepto: Esta sucesión se da cuando, a la muerte de una persona, otra (heres) asume la
totalidad de las relaciones jurídicas del difunto, con excepción de algunas consideradas
intransmisibles (principio de universalidad de la herencia).

Son características o principios de derecho sucesorio :


• Principio de universalidad de la herencia. Al heres no pasan solamente los
derechos del difunto, sino también el patrimonio pasivo de éste, las obligaciones
y cargas.
• Principio de responsabilidad ultra vires hereditatis. El cumplimiento de las
obligaciones del difunto pesa sobre el heres, respondiendo incluso con su propio
patrimonio (ultra vires hereditatis, más allá de las posibilidades de la herencia)
• las relaciones jurídicas de las que era titular el difunto pasan con las mismas
características que en aquél presentaban.
• Imposibilidad de instituir heredero en cosa cierta y determinada. Cualquiera que
sea la diversa naturaleza de las propiedades, créditos, derechos reales,
obligaciones, estados de posesión, etc., que integraban el patrimonio del difunto y
la variedad de los modos ordinariamente adecuados para su adquisición, su
traspaso al heredero acaece en bloque, derivada de un único acto igualmente
eficaz para todos.
• Primacía de la sucesión testada sobre la intestada (desde las XII Tablas hasta
nuestros días). La sucesión está ligada al título de heres, cuya designación se
verifica o por voluntad del causante (sucesión testamentaria) o, en su defecto, por
la ley (sucesión abintestato). Ambas formas de designación de heredero son
incompatibles. Si alguien era designado heres para una parte del patrimonio del
testador, el resto no iba a los legítimos, sino que era asumido en su totalidad por
aquél.

El OBJETO DE LA HERENCIA (hereditas) está integrado por el activo, constituido por el


conjunto de elementos patrimoniales (bienes y créditos), y el pasivo, integrado por
deudas y cargas de la herencia.

Pese a ello hay excepciones, no todos los créditos y deudas del causante se transmiten a
su heredero, algunos créditos son intransmisibles, tales como las obligaciones ex delicto
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derivadas de la comisión de un delito por el causante, o las derivadas de negocios


jurídicos basados en la relación de confianza con el causante, como el mandato, o los
derechos reales intransmisibles, como el usufructo, el uso o la habitación.

Por otro lado, dentro del objeto de la herencia, también hay que hacer mención a las
relaciones jurídicas que nacen de la successio mortis causa, como son los legados,
fideicomisos, etc…

La materia de sucesiones gira en torno a una idea fundamental: la herencia hereditas


constituye una unidad universitas por encima del conjunto de elementos que la integran.
El heredero se coloca, por tanto, en la posición jurídica que ostentaba el causante respecto
de la herencia. Se produce pues una successio in locum et in ius, es decir, una sucesión
en el lugar y en la posición jurídica del causante.

Para que se produzca la sucesión mortis causa es necesario que se den dos supuestos:
• la muerte de una persona (decuius, causante)
• existencia de otra persona capaz de ser heredero y designada como tal (heres)

Además es necesario que se den dos fases:

1. la caracterizada por el momento en que la herencia ya está a disposición del


heredero, le es ofrecida a éste (delatio hereditatis)
2. la adquisitio hereditatis, momento en que el heres se hace cargo de la herencia y
entra a funcionar como heredero.

CLASES DE SUCESIÓN MORTIS CAUSA

1. sucesión testamentaria: tiene lugar por voluntad del testador.


2. sucesión intestada(ab intestato): se produce por disposición de la ley
3. sucesión necesaria o forzosa: es en atención a personas que tiene derecho por
ley a ser instituidos herederos:
a. legítima formal: los herederos por derecho propio han de ser
necesariamente instituidos o desheredados expresamente.
b. legítima material, porcentaje de la herencia a la que tiene derecho los
herederos legítimos y otros parientes próximos del difunto, salvo justa
causa de desheredación.

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DELACIÓN DE LA HERENCIA: Es el llamamiento hecho a una o varias personas,


instituidas como herederos, para adquirir la herencia, es decir, es un ofrecimiento para
adquirir la herencia, mediante aceptación.

Tiene lugar con la muerte del causante, salvo que se trate de una institución de heredero
bajo condición, dado que entonces la delación tiene lugar cuando se cumple dicha
condición. La delación puede ser testamentaria, intestada y forzosa:
• La testamentaria la hace el causante en un negocio jurídico unilateral
(testamento)
• la intestada (abintestato y posteriormente legítima) la hace la ley atendiendo al
vínculo familiar que unía al heredero con el decuius
• la forzosa es por ley, pero no por falta de testamento, sino oponiéndose a lo que
en él se ordena respecto a la designación de heredero.

HERENCIA YACENTE: Es el período de tiempo transcurrido desde la delación hasta la


aceptación de la herencia. En este tiempo se produce un vacío en la titularidad de las
relaciones hereditarias, que hace necesario imputar a la propia herencia yacente
derechos y obligaciones, lo que acarreará un aumento o disminución del patrimonio de
la herencia. Distinta es la situación en la que no exista heredero.

ACEPTACIÓN y ADQUISICIÓN DE LA HERENCIA Una vez que un determinado sujeto ha


sido llamado a la herencia de otra persona, es necesario, para que se produzca la sucesión,
que el heres acepte la herencia. En este sentido, el Derecho Romano distingue varias
categorías de herederos:
• heres suus et necessarius: es el que está sometido a la patria potestad del
causante (filius, filia, uxor un manu, personas in mancipium…). Estos suceden ipso
iure al pater a la muerte de éste, es decir, respecto a ellos no se exige el requisito
de la aceptación, sino que se convierten en sucesores, lo quieran o no.
• heres necessarius: es el esclavo que en testamento es manumitido (manumissio
testamentaria) e instituido heredero. Al igual que ocurre con el suus et
necessarius, adquiere la herencia de forma inmediata, no siendo necesaria su
aceptación.
• heres extraneus: es el que no es suus et necessarius ni necessarius. Éstos sí tienen
que aceptar la herencia expresamente para llegar a suceder, pudiendo, por tanto,
renunciar a ella.

EFECTOS DE LA ADQUISICIÓN DE LA HERENCIA:

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De entre las numerosas consecuencias derivadas de la adquisición de la herencia, dos son


especialmente importantes:
A. Confusión de los patrimonios del causante y heredero. Es decir, los
patrimonios de ambos se unen, teniendo ahora un sólo titular: el heredero. Ello
tiene, a su vez, una sabida consecuencia: no pudiendo subsistir en la misma
persona cualidades jurídicamente incompatibles (acreedor-deudor, nudo
propietario-usufructuario) se producirá la extinción de derechos por confusión.
B. Responsabilidad del heredero por las deudas del causante. La sucesión
hereditaria supone que el heredero ocupa la misma posición que antes ocupaba el
causante. Ello implica que se hace titular de todos los bienes y derechos que tenía
el causante, pero también se hace titular de sus débitos, es decir, de las
obligaciones que hubiese contraído frente a terceros, salvo las que sean
personalísimas. (ultra vires hereditatis).

Esto era especialmente grave para el heredero en caso de una herencia insolvente o
damnosa, es decir en los casos en que el pasivo superaba el activo de la herencia. Para
evitar esta situación, aparecieron varios remedios, de los que especialmente interesante
es el beneficio de inventario:

- El beneficio de inventario permite al heredero responder de las deudas del causante,


pero sólo hasta el límite del activo de la herencia. (Si el heredero redactaba con
intervención de un tabularius un inventario de la herencia, comenzando dentro de los 30
días siguientes a su conocimiento de la llamada a la misma y terminado en 60 días a partir
de este plazo, no quedaba obligado sino in quantum valere bona hereditatis).

-La separatio bonorum suponía la separación entre el caudal hereditario y el patrimonio


propio del heredero acordada por el pretor en beneficio de los acreedores del causante.
Éstos eran en muchos casos los más interesados en evitar la confusión de patrimonios
que la aceptación de la herencia llevaba consigo. Cualquier acreedor podía solicitar del
pretor o del gobernador de la provincia la separación de bienes, que era otorgada por
dichos magistrados causa cognita. Se cobraban del patrimonio hereditario como lo
hubieran hecho si el titular no hubiera muerto.

CONSECUENCIAS DE LA PLURALIDAD DE HEREDEROS. La designación de varios


herederos origina especiales disposiciones:

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- DERECHO DE ACRECER. Habiendo sido llamados varios herederos, alguno de ellos no


adquiría la herencia por haber premuerto, haberse hecho incapaz o haber renunciado.
Además se requiere que el decuius 1º no haya designado un sustituto para el heredero
en cuestión 2º que no se trate de uno de los casos en los que (y para el derecho avanzado)
era admisible la transmisión hereditaria y 3º si la sucesión es intestada, el heredero que
falta no pueda ser suplido por sus descendientes en virtud de la successio gradum.
Se daba siempre el ius acrescendi, tanto en la sucesión testada como en la intestada, aun
cuando se hubiera prohibido por el testador y prescindiendo en general de la voluntad de
los herederos que reciben la portio vacante, los cuales solo en contadas ocasiones- si el
heredero o herederos llamados con ellos se acogen a la restitutio in integrum o usan,
siendo sui, del beneficioum abstinendi- podían rechazar la parte acrecida.

- PARTICIÓN. La existencia de varios herederos hace que se constituya entre los mismos
una situación de comunidad de bienes, la participación en la misma está determinada por
las respectivas cuotas hereditarias. No se extendía a deudas y créditos. La comunidad de
bienes resultante se regía por las reglas aplicable a la copropiedad. Esta comunidad de
bienes cesaba en cuanto lo quisiera así uno de los herederos y se procedía entonces a la
partición, bien de mutuo acuerdo o bien por vía judicial, utilizando la actio familiae
erciscundae, que conferí al juez la facultad de hacer a cada heredero dominus de las cosas
que se le atribuían (adiudicatio) e iba acompañada de adecuadas y recíprocas
stipulationes por las que los demás herederos respondían de la evicción de la cosa
adjudicada a quien era atribuida.

- COLACIÓN. Es la obligación que tienen los herederos forzosos de aportar a la masa


hereditaria- o tener en cuenta en ella el valor- las donaciones que en vida les hubiera
hecho el causante. Su finalidad es impedir que las liberalidades de éste produzcan la
desigualdad injusta que se daría entre los herederos forzosos si los que de él hubiesen
recibido beneficios económicos mientras vivía, entrasen luego al reparto de su herencia
en la misma proporción que los demás.
Collatio emancipati y collatio dotis

LA PROTECCIÓN PROCESAL DE LOS DERECHOS SUCESORIOS.


Como consecuencia del concepto de successio, el heredero civil podía ejercitar en defensa
de sus derechos cuantas acciones correspondían para ello al difunto. Pero además tienen
una acción específica, con la que el heredero podía reclamar la totalidad del haber
hereditario, partes p cosas concretas del mismo, obtener el cobro de créditos y, en
general, cualquier pretensión ligada a su cualidad de heredero, invocando su condición
de heres. Es la petitio hereditatis.

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En los derechos antiguo y clásico era una vindicatio generalis cuyo fundamental objeto es
la hereditas como conjunto con todas las derivaciones que ello implica y hace que pueda,
no obstante su carácter de vindicatio generalis, ejercitarse contra poseedores de cosas
concretas o particulares deudores.
En el derecho justinianeo es una acción mixta en consideración a las prestaciones y
responsabilidades del demandado, de buena fe.
Demandante: heredero civil, legítimo o testamentario y, más tarde, personas que se
hallaban en situación similar al heredero (fideicomisario universal).
Demandado: possessor pro heredade, es decir, el que poseyendo la herencia se niega a
entregarla por creer que el heredero es él. Posteriormente se amplió a poseedor de cosas
hereditarias que no alegase ser heredero.
Objeto de la hereditas petitio no es solamente la herencia, como patrimonio en su noción
global y abstracta, sino las cosas concretas, los créditos y todas aquellas pretensiones que
sean consecuencia de actividades o situaciones modificativas del patrimonio hereditario
como entidad viva y elástica.

El efecto primordial de la hereditatis petitio es pasar el patrimonio heredado o el objeto


o el derecho reclamado al demandante. En cuanto a responsabilidades exigibles al
demandado, antes del senadoconsulto Justinianeo, el possessor pro herede debía al
demandante cuantos aumentos se hubieran producido en los valores hereditarios y era
responsable de la merma de la hereditas achacable a su gestión. Posteriormente, el que
erróneamente se cree heredero sólo es responsable en la cuantía en que el se hubiera
enriquecido con los bienes hereditarios

6.2.- LA SUCESIÓN TESTAMENTARIA: CONCEPTO DEL TESTAMENTO ROMANO.-


CAPACIDAD PARA TESTAR.- HISTORIA DE LAS FORMAS DE TESTAMENTO.-
TESTAMENTOS ESPECIALES.- EL CODICILO.- CONTENIDO DEL TESTAMENTO: LA
INSTITUCIÓN DE HEREDERO: CAPACIDAD Y MODALIDADES.- LAS SUSTITUCIÓN:
CONCEPTO Y CLASES.- EL LEGADO: CONCEPTO, CLASES, SUJETOS Y OBJETO.-
ADQUISICIÓN DEL LEGADO.- LIMITACIÓN A LA FACULTAD DE LEGAR: LA QUARTA
FALCIDIA.- EL PRELEGADO.- EL FIDEICOMISO: CONCEPTO Y EVOLUCIÓN
HISTÓRICA.- EL FIDEICOMISO DE HERENCIA.- SUSTITUCIÓN FIDEICOMISARIA.-
FIDEICOMISO DE FAMILIA Y DE RESIDUO.- FIDECOMISO DE LIBERTAD.-
INTERPRETACIÓN, INEFICACIA Y REVOCACIÓN DE LAS DISPOSICIONES
TESTAMENTARIAS.

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El testamento es un negocio jurídico unilateral regulado por el ius civile, de carácter


formal, y mortis causa, personalísimo y revocable, por el que una persona instituye uno o
varios herederos.
Como características destacan que se trata de un negocio de ius civile (ciudadanos
romanos), donde no cabe la representación por su carácter personalísimo; es solemne,
en cuanto exige el cumplimiento de determinadas formalidades, incluyendo la de prever
la institución de heredero y es un acto de última voluntad, por lo que surte efectos
únicamente a la muerte del testador, por lo que puede modificarse mientras éste viva.

Requisito esencial es que contenga la designación de heredero (hereditatis institutio). En


los casos en que no se contenga o ésta no sea válida, pierde toda eficacia, no siendo
tampoco válidas las restantes disposiciones contenidas en él (por ejemplo legados,
designación de tutores…). Por ello, y para evitar que la institución de heredero resultara
ineficaz, era frecuente que el testador nombrase a varios herederos (es la denominada
sustitución vulgar), herederos que eran llamados en distintos grados y de forma
condicional, es decir, para que vayan sucediendo los posteriores en caso de no poder
hacerlo los anteriores.

• Capacidad para testar es la testamenti factio activa, por la que sólo pueden
otorgar testamento los ciudadanos romanos en posesión dl triple status
(libertatis, civitatis y familiae). La capacidad para testar se exige tanto en el
momento de hacer testamento, como en el de la muerte, además se exige que sea
mantenida ininterrumpidamente durante todo ese tiempo. Si falta en algún
momento es nulo por el ius civile, aunque el pretor concede la bonorium possesio.
No tienen capacidad para otorgar testamento: a) el menor de edad impúber, b) el enfermo
mental, c) los sordos y mudos, d) los pródigos, e) los herejes y apóstatas.
• Capacidad para suceder en testamento es la testamenti factio pasiva, que hace
referencia a la capacidad para ser instituido heredero, legatario o nombrado tutor
en un testamento. No pueden serlo las personas inciertas. De otro lado aparece la
indignidad para suceder. Son causas de indignidad haber matado al causante, la
falta de gratitud o la enajenación de la herencia o de parte de ella en vida del
causante, ignorándolo éste.

HISTORIA DE LAS FORMAS DE TESTAMENTO

1. testamentum calatis comitiis: Es el que se otorga ante los comicios curiados, presididos por el
Pontifex maximus. Esta forma de testamento, cuyo contenido se hacía conocer a toda la comunidad,
responde a una concepción primitiva de la herencia en la que ésta más que la sucesión en los bienes

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determinaba la sucesión en la soberanía familiar. Puesto que el testamento determinaba quién


sería el nuevo pater familias, era lógico que tuvieran los restantes miembros de la comunidad
interés en conocer su contenido. Dejó de utilizarse en el siglo II a. C.
2. testamentum in procinctu: es una forma también muy antigua que se hacía en época de guerra.
Consistía en una declaración de voluntad hecha ante el ejército en pie de guerra. Tenía el carácter
de ij testamento militar, pues de havia ante los camaradas más próximos. Dejó de utilizarse a
finales de la República.
3. testamentum per aes et libram: originariamente no fue un verdadero testamento sino un
negocio fiduciario, en virtud del cual el testador transmitía- mediante mancipatio- la propiedad de
todos sus bienes a una persona de su confianza (familiae emptor) que no tenía la consideración de
heres, con el encargo de que diese a esos bienes un determinado destino)(normalmente
entregárselo al que quería instituir como heredero). Aun no siendo un verdadero testamento, con
él se obtenía la misma finalidad. Con el paso del tiempo la jurisprudencia lo asimiló a un verdadero
testamento. La única misión de los intervinientes (5 testigos, el libripens y el familiae emptor) era
ser testigos de la voluntad declarada del testador.
En época postclasica aparecen dos nuevas formas de testamento:
4. testamentum per scripturam: en el que por escrito se otorga ante 7 testigos designados a tal
efecto. No es necesaria ya la solemnidad de la mancipatio, sino que basta con que el testador
declare que en dicho documento se contiene su última voluntad
5. testamentum per nuncupationem. Es un testamento oral quem al igual que el anterior se hace
ate 7 testigos.
En época justinianea aparecieron nuevas formas, menos solemnes, como los realizados ante la autoridad
judicial, ante el emperador o el depositado en un archivo público designado a tal fin.

TESTAMENTOS ESPECIALES

• Testamento militar: el origen se debe a concesiones realizadas por Julio César.


Tiene mucha libertad a la hora de testar: pueden instituir a extranjero, no está
sujeto a forma, no importa el número de testigos, pueden coexistir distintos
testamentos realizados por un mismo militar en distintas épocas… En definitiva
basta que conste claramente la última voluntad del testador y que pueda probarse
su realización.
• Testamento del ciego. Se hace en presencia de 7 testigos y un notario que redacta
el testamento y a continuación lo lee. A falta de notario, 8 testigos.
• Testamento del analfabeto. En época clásica oral, pero posteriormente con 7
testigos, notario y el testigo número 8 firma por el disponente.
• Testamento en zona rural. 5 testigos.
• Testamento en tiempo de epidemia. No necesario los 7 testigos
simultáneamente.
• Disposición mortis causa de padre en favor de hijos
• Mortis causa a favor de la Iglesia

EL CODICILIO
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Surge en la época de Augusto como documento o anexo al testamento en el que se


establecen fideicomisos encargados a la buena fe de una persona y a favor de otra y que
no contenía la institución de heredero. La capacidad para otorgar codicilio es la misma
que la para otorgar testamento y su validez está condicionada a la del testamento al que
acompaña (ficción codiciliar) no así al contrario.

CONTENIDO DEL TESTAMENTO

En época clásica el testamento debía redactarse conforme a una estructura determinada,


de acuerdo con la praxis notarial romana (nombre del testador testamentum facit y el
siguiente orden: institución de heredero, desheredación, sustituciones, legados,
fideicomisos, nombramiento tutores, nombramiento de administradores de herencia,
lugar, fecha, sellos). Sin embargo a partir de Constantino hay libertad de forma siempre
que conste claramente la voluntad del testador.

LA INSTITUCIÓN DE HEREDERO.CAPACIDAD Y MODALIDADES

La institución de heredero es condición necesaria y suficiente para la validez del


testamento. Sin embargo, en el Derecho Justinianeo se establece que si no contiene
institución de heredero el testamento puede valer como codicilio y si la institución de
heredero es nula valen las cláusulas, conforme al principio del favor testamenti.

El heredero puede ser uno, o varios, en cuyo caso se habla de coherederos.


Entre los varios coherederos se distribuye la herencia por cuotas. Si no hay asignación de
cuotas los herederos los son por partes iguales.
No cabe la institución de heredero en cosa cierta, pero en época clásica por aplicación del
principio del favor testamenti, el testamento se considera válido y la cláusula se tiene por
no puesta.

EL LEGADO Y OTRAS INSTITUCIONES TESTAMENTARIAS

Legado es una disposición mortis causa atributiva de derechos a una persona sin
conferirle el título de heres.
Interviene tres sujetos: el que ordena el legado (causante o disponente), aquel a quien se
ordena el cumplimiento del legado (gravado) y aquel a cuyo favor se impone el legado
(legatario).
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El objeto del legado puede ser cualquier cosa, tanto corporal como incorporal, así como
derechos reales o de crédito.

Tipos de legados:
• Legado real: el testador transfería directamente al legatario la propiedad de la
cosa legada o un derecho real sobre la cosa dejada al heredero.
• Legado obligacional, por el cual el testador gravaba al heredero con la obligación
de realizar una determinada prestación a favor del legatario.
• Legado por el cual el testador ordena al heredero que permita tomar al legatario
un objeto determinado del patrimonio hereditario
• Legado por el cual el testador autoriza a uno de sus herederos a detraer para sí la
cosa legada, sustrayéndola previamente de la participación hereditaria.

En el caso de que haya pluralidad de legatarios beneficiado con un mismo legado, el objeto
del mismo se divide entre ellos por partes iguales salvo que sea otra la voluntad del
disponente.

El prelegado es el legado hecho a favor de uno o varios de los coherederos, su satisfacción


corresponde conjuntamente a los restantes coherederos en la proporción de sus
respectivas cuotas hereditarias.

Con la Regula Catoniana, formulada por Catón hijo, los legados que eran ineficaces en el
momento de su constitución, por defecto de forma o por cualquier otra cosa, continuaban
siendo ineficaces, aún cuando fallecido el testador los obstáculos que se oponían a su
validez hubiesen desaparecido.

FIDEICOMISOS

Son disposiciones de última voluntad confiadas por el testador (fideicomitente) a la


buena fe y lealtad de una persona de confianza (heredero fiduciario) para que éste realice
un encargo a favor de un tercero (fideicomisario)

Se trata de encargos de confianza (fideicommittere) para disponer de todo o parte de la


herencia o de bienes determinados de la misma. Por ello se hacía en términos de petición
o ruego y no se requerían palabras ni formas especiales. Se podía hacer el encargo en el
testamento o en cualquier codicilio.
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En principio los fideicomisos, basados en la bona fides, carecían de tutela jurídica.


Augusto confió a los cónsules la exigibilidad de cumplimiento de los fideicomisos por el
procedimiento extraordinem. Justiniano establece la equiparación entre legados y
fideicomisos.
El fideicomiso universal (fideicomiso de herencia) servía para la transmisión de todo o
parte de la herencia. El heredero fiduciario recibía el encargo del testador de que
transmitiese la herencia al fideicomisario. Con el senadoconsulto Pegasiano, el fiduciario
tiene derecho a quedarse con la cuarta parte de la herencia para fomentar así la
aceptación de la herencia del testador fideicomitente por parte de dicho fiduciario.
En el mismo sentido se establece que los herederos testamentarios se les debe en todo
caso reservar una cuarta parte del activo neto del patrimonio hereditario, denominada
quarta falcida (Lex Falcidia de legatis).

INTERPRETACIÓN, INEFICACIA Y REVOCACIÓN DEL TESTAMENTO

El testamento se fundamenta en la voluntad del testador, que debe expresarse con la


mayor claridad. En caso de duda, el intérprete deberá averiguar cuál fue la verdadera
voluntad del testador, y tenerse en cuenta el principio del favor testamenti.

En este sentido cabe destacar la causa curiana (siglo I a.C.). Se confrontó al respecto entre
una interpretación formalista y literl de las cláusulas testamentarias (verba) y una
interpretación lógica dirigida a tratar de determinar cuál era en el fondo la voluntad del
testador (voluntas)

REVOCABILIDAD DEL TESTAMENTO

El testamento romano es esencialmente revocable:


En el ius civile sólo podía revocarse mediante el otorgamiento de un nuevo testamento
válido. Así en caso de que una persona fallezca, si tiene varios testamentos solo vale el
último. El ius honorarium estableció que si el testador destruye el testamento, rompe los
sellos o tacha el nombre del testador, el pretor concederá la bonorum possessio al
heredero ab intestato. Si ningún heredero ab intestato solicita la bonorum possesio la
herencia se atribuía al Fisco.
Justiniano sistematiza esta materia:
• revocación por el otorgamiento de un testamento nuevo.
• Revocación por destrucción voluntaria del documento en que consta el
testamento
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• Revocación por declaración de la voluntad de revocar el testamento ante tres


testigos o ante el juez.

6.3.- LA SUCESIÓN INTESTADA: LA SUCESIÓN AB INTESTATO EN GENERAL.- LA


SUCESIÓN INTESTADA EN LA LEY DE LA XII TABLAS.- LA SUCESIÓN INTESTADA EN
EL DERECHO DEL PRETOR.- LAS REFORMAS DEL DERECHO IMPERIAL.- LA
SUCESIÓN INTESTADA EN EL DERECHO JUSTINIANEO.

Es la que tiene lugar por disposición de la ley, ya sea porque el testador muere sin dejar
testamento, o porque éste es nulo o porque el heredero premuere, no acepta la herencia
o es incapaz de aceptar.
Evolución histórica:
• en el antiguo ius civile, se fundamenta en la familia agnaticia, relegando a los
herederos cognaticios o de sangre. El orden es: herederos legítimos (hijos
sometidos a patria potestad en el momento del fallecimiento), pariente agnado
más próximo y gentiles.
• Derecho pretorio: reconoce relevancia al vínculo de sangre estableciendo cuatro
clases de herederos sucesivos: hijos legítimos, pariente colateral agnado más
próximo, consanguíneo hasta el 6º grado, cónyuge viudo.
• Derecho imperial: reconoce el derecho de las madres a heredar de sus hijos y el
de los hijos a heredar de la madre (sean legítimos o naturales)
• Justiniano: equipara entre hombres y mujeres
• Hijos legítimos, legitimados, adoptivos y naturales.
• En su defecto, ascendientes, hermanos y hermanas y sus hijos
• En su defecto los medio hermanos y sus hijos por representación
• En su defecto, los cónyuges entre sí.
Si la herencia no es aceptada, la ocupa el Fisco .

6.4.- LA SUCESIÓN FORZOSA: LA LLAMADA SUCESIÓN NECESARIA FORMAL EN EL


IUS CIVILE.- LA EXHEREDATIO.- LA PRAETERITIO.- LAS REFORMAS PRETORIAS.- EL
TESTAMENTO INOFICIOSO Y LA LEGÍTIMA.- REFORMAS DEL DERECHO
JUSTINIANEO.

El romano que otorgaba el testamento no tenía en todos los casos un libertad ilimitada
para asignar el título de heres a quien él quisiera, ni para disponer de su patrimonio en
cualquier forma y a favor de quien le pareciese. La ley imponía determinadas
limitaciones, y cuando el testador no se había atenido a ellas, la herencia se defería en
contra de lo dispuesto en el testamento. Aquí la sucesión regulada por la ley no es que
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supliese la falta de expresión de la voluntad del decuius, es que se sobreponía a la voluntad


expresada y daba a la herencia un destino opuesto a los deseos manifestados por el
testador.

Las restricciones impuestas a la libertad de testar fueron de dos tipos:

• de un lado, la ley señalaba ciertas personas a las cuales el testador no podía dejar
de mencionar en testamento, bien para instituirlas heredero o bien para
desheredarlas. No estaba permitido pasarlas por alto, preterirlas.
• De otro lado, el testador no puede disponer de su patrimonio de tal manera que
una porción del mismo, que l ley determina, no sea asignada a ciertos parientes
señalados también por la ley. El testador tenía que atribuir obligatoriamente a
éstos una cuota de su caudal (en el Derecho Moderno la legítima).
Sucesión necesaria formal: En el ius civile el testador que tiene heredes sui (herederos
legítimos) no puede hacer testamento válido sin mencionarlos, ya sea para decir que sean
sus herederos, bien para desheredarlos.

Las desheredaciones deben figurar en el testamento y deben referirse a toda su herencia


y ser formulada con las expresiones exheres esto o exheredes sunto. Se hace a
continuación de la designación de heredero.

Efectos de la preterición de un heredero legítimo:

3. si el preterido es un hijo varón se produce la nulidad del testamento. El pretor


extendió este efecto también al caso de ser nieto varón el preterido.
4. Si la preterición es de hijas o nietos, el testamento no se anula y a los preteridos
les corresponde la cuota que se les atribuiría si fuesen herederos ab intestato. Si
los preteridos son póstumos, varones o mujeres, se produce la nulidad del
testamento, siempre que efectivamente nazcan.
El pretor extiende la necesidad de instituir o desheredar a todos los hijos, hijas nietas,
nietos, tanto si están sujetos a la potestad del padre como si hubiesen sido emancipados
por éste.

Cumplido el deber formal de la desheredación, el testador tenía total libertad para


desheredar , sin necesidad de justificación alguna, a su parientes más próximos, a favor
de extraños.

En caso de preterición, es decir, si la persona con derecho a ello no era ni instituida ni


desheredada de forma expresa, el pretor otorga a la persona preterida la bonorum
possessio contra tabulas, es decir, la posesión de los bienes hereditarios contra lo
dispuesto en el testamento, si se solicita dentro del lazo de un año desde el fallecimiento
del causante.

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Justiniano suprimió la discriminación por razón de sexo entre hijos e hijas y nietos y
nietas estableciendo que todos deben ser desheredados nominativamente.

Sucesión necesaria real o sustancial: Llegó una época en la que se vio con repugnancia
el proceder de paterfamilias, que, a ciertas personas ligadas a él por lazos íntimos, no las
dejaba, en cualquier forma, una parte del patrimonio hereditario. Este sentimiento social
determinó el nacimiento de la limitación a la libertad de testar llamada “sucesión
testamentaria sustancial o real” (antecedente romano de las legítimas) porciones de la
herencia de las cuales el testador no puede disponer libremente por destinarlas la ley a
determinados herederos llamados forzosos o legítimos.

En atención al officum pietatis, entendido como el deber moral de afecto hacia los
familiares más próximos, se exigió desde finales de a República que el testador debía
instituir como herederos a los mencionados parientes al menos en parte de la herencia,
salvo que mediase una causa justificada para su desheredación.

La desheredación de los parientes más próximos sin una causa justificada se consideró
como una manifestación de que el testador no estaba en su sano juicio, por lo que el
testamento podía ser impugnado ante el Juez como contrario a la piedad y al afecto, al
officium pietatis, que caracteriza las relaciones entre los familiares más legados.

Así se fue abriendo en la praxis la posibilidad de ejercitar por los parientes más próximos,
conforme a la previsión legal, una acción llamada querella inofficiosi testamenti, en un
plazo de cinco años desde la desheredación sin causa justificada. Las personas que podían
entablarla eran los descendientes del decuius, los ascendientes y los hermanos y
hermanas consanguíneos.

La cuota legitimaria se fijó en la cuarta parte del haber hereditario correspondiente. Es lo


que se conoce como portio legítima, y se calcula sobre el activo de la herencia una vez
deducido el pasivo.

Las Novellae Leges de Justiniano dan una nueva regulación que se aproxima a lo que
contiene el Código Civil.

Así se dispone que no puede darse la desheredación entre descendientes y ascendientes


si no es por una de las justas causas enumeradas por la ley. Se prevén catorce causas de
exclusión por las que un ascendiente puede desheredar a un descendiente, y ocho causas
por las que un descendiente puede excluir un ascendiente.

Además la portio legítima la elevó a un tercio o un medio, según que los legitimarios no
pasasen o pasasen de cuatro. Además si un pariente ejercita con éxito la querella
inofficiosi no se rescinde todo el testamento sino sólo la institución de heredero, de modo
que mantienen plena eficcia los legados, donaciones, nombramientos de tutores,

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fideicomisos etc. Previstos y en relación con la institución de heredero se abre la sucesión


intestada.

Si hay varios herederos instituidos y el legitimario ejercita la acción sólo contra uno de
ellos, el testamento se considera válido respecto de los demás.

En el supuesto de que la cuota de la herencia recibida por un legitimario fuese inferior a


la cuota legítima que le correspondería, puede ejercitar una acción supletoria- actio
supplendam legitima- para completar la diferencia. Sería injusto (entiende Juliano) anular
un testamento en el que por error del testador un pariente legítimo no ha recibido lo que
le correspondería como cuota legítima.

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