Exposición de historicidad

El parto en posición de decúbito dorsal (litotomía).

La posición de litotomía, se denomina también posición ginecológica o posición supina.

Esta posición se originó en la antigüedad para tratar cálculos renales y de la vesícula biliar.

Proviene del término “litotomía” significa “el que corta piedras”, pues antiguamente consistía
en técnicas de cirugías para acceder al perineo donde se localizada los cálculos renales para ser
cortados.

Esta posición se introdujo en la obstetricia por la influencia de los cirujanos y se popularizo en

el siglo VXIII ya que facilitaba el uso del fórceps, hasta el siglo XX se convirtió en una de las
posiciones más usada en los partos realizados en los hospitales o en los domicilios y después
recayó por las críticas.

Ya en la actualidad se utiliza para realizar ciertos procedimientos quirúrgicos y obstétricos.

En el parto esta posición consiste en acostar a la mujer boca arriba en un camilla o mesa
quirúrgica con el peso de su cuerpo sobre su espalda, con sus piernas dobladas y separadas, y
los pies extendidos sobre la superficie, o colocados sobre el estribo o sostenidos por un
asistente durante el proceso del parto. Esta posición permite una mejor visualización del área
vaginal, pues se puede monitorear la frecuencia cardíaca fetal, medir la dilatación cervical y
realizar otras intervenciones médicas si es necesario como: episiotomías o el uso de
instrumentos como fórceps o ventosas para facilitar el trabajo de los obstetras asistiendo el
parto.

Sin embargo esta posición también presenta desventaja y riesgos durante el proceso del parto.

Entre ellas:

Aumenta el riesgo de intervenciones como la episiotomía, la cesárea o el uso de fórceps

durante el parto.

Reduce el flujo sanguíneo al útero y al feto, lo que puede afectar su bienestar.

Causa compresión de los nervios periféricos, lo que puede provocar problemas neurológicos
en las piernas.

Produce lesiones en la piel, los músculos, los tendones o las articulaciones por la presión o la
fricción de los estribos.

Por estas razones, se recomienda que la mujer pueda elegir la posición que más le convenga y
que pueda moverse libremente durante el parto.

La posición horizontal neutraliza o entorpece la mecánica del parto, y no permite que la

cabeza fetal ejerza una presión sostenida sobre el periné, dificultando la distensión eficaz y
pausada del mismo.

También, la posición de litotomía con las piernas colgando, estira en demasía el periné,
pudiendo favorecer los desgarros.