TEMA 13: LA POLICIA LOCAL Y LA APLICACIÓN DE LAS

ORDENANZAS. BANDOS DE LA ALCALDÍA. ACTUACIÓN DE LA

POLICÍA LOCAL
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Actualizado a 11-04-2020

LA POLICÍA LOCAL Y LA APLICACIÓN DE LAS ORDENANZAS.

La Constitución Española en su artículo 97 atribuye al Gobierno la potestad reglamentaria

o facultad de dictar normas que, atendiendo a la distinción entre leyes formales y materiales, se
corresponden con las últimas. Reglamento es toda norma jurídica de carácter general y obligatoria,
con valor subordinado a la ley y dictada por la administración.

La potestad reglamentaria está atribuida a la Administración Pública en general, ya se

trate de la estatal, de la territorial (Comunidades Autónomas, Entidades Locales, etc.) o de la
institucional.

En concreto, la Constitución Española en sus artículos 137 y 140 establece la potestad

normativa de las entidades locales al atribuirles competencias para la gestión de sus respectivos
intereses; por tanto son titulares de un poder normativo general con efectos sobre cuantos se
encuentran en el territorio; este es el significado inicial de autonomía: capacidad de autonormarse.
Pero al carecer los entes locales de potestad legislativa, sus normas (de rango reglamentario
como se ha mencionado) quedan sujetas, no sólo al principio de competencia (deben ceñirse al
ámbito de las competencias municipales o provinciales) sino, además, al principio de jerarquía
(sujeción a lo establecido en la ley).

Atribución de la potestad reglamentaria

 En su calidad de Administraciones públicas de carácter territorial, la LRBRL atribuye a los

Municipios, Provincias e Islas las potestades reglamentarias y de autoorganización
(artículo 4.1.a).
 Respecto de los demás entes locales, la LRBRL (artículo 4.2) se remite a la legislación
autonómica que, al crearlos o reconocerlos, deberá atribuirles o no, dicha potestad.
 La Ley 39/2015 de 1-X, del Procedimiento Administrativo Común de las administraciones
públicas, dedica su TÍTULO VI a la iniciativa legislativa y la potestad para dictar
reglamentos y otras disposiciones.
Dentro de dicho título, el Artículo 128 dispone que el ejercicio de la potestad
reglamentaria corresponde también a los órganos de gobierno locales, de acuerdo con
lo previsto en la Constitución, los Estatutos de Autonomía y la Ley 7/1985, de 2 de abril,
reguladora de las Bases del Régimen Local.
 Normas ad intra y ad extra. Atribuida la potestad reglamentaria al ente local, éste,
cuando se trata de potestades domésticas o de autotutela, no necesita que su
Ordenanza, o mejor Reglamento, sea desarrollo de una ley, (pueden ser normas “praepter
legem”) , aunque no pueden contener preceptos contrarios a las leyes (normas “contra
legem”).
En cambio, cuando se trata de normas relacionadas (ad extra), y, en concreto, cuando
afectan al ejercicio de derechos fundamentales garantizados constitucionalmente
(principalmente, la libertad y propiedad) la Ordenanza Local necesita la habilitación
concreta de una ley (artículo 53 de la Constitución).

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 Existen unos límites o limitaciones a la potestad reglamentaria:

- Principio de RESERVA DE LEY, así como PRIMACÍA DE LA LEY sobre el reglamento

- Para la validez de un reglamento es que el órgano que lo dicta tenga COMPETENCIA 2
para ello. La CE atribuye al Gobierno en el art. 97 la potestad reglamentaria, es una
potestad originaria; pero también los órganos inferiores pueden dictar reglamentos, es lo
que llamamos potestad derivada.
- En su producción normativa el reglamento tiene que respetar el principio de JERARQUÍA
NORMATIVA, en función del cual los reglamentos se ordenan según la posición en la
organización administrativa del órgano que los dicta sin que en ningún caso el
reglamento dictado por el órgano inferior pueda contradecir al dictado por el superior.
- La adecuación a los hechos o, lo que es igual, el respeto por la realidad que trata de
regular, lo que se enmarca en el principio de INTERDICCIÓN DE LA ARBITRARIEDAD.
- Otro límite, es que se debe respetar la regla de la IRRETROACTIVIDAD que la Constitución
impone para toda clase de normas, en especial las sancionadoras o limitativas de
derechos individuales.
- La existencia de un PROCEDIMIENTO.

El complemento de la reglamentación de Policía es la coacción, que se concreta en la

ejecución forzosa en materia de Policía Administrativa.

El Artículo 129 de la Ley 39/2015 de 1 de Octubre, del Procedimiento Administrativo

Común de las Administraciones Públicas, señala unos Principios de buena regulación en el
ejercicio de la potestad reglamentaria de las Administraciones Publicas:

- Necesidad y Eficacia.
- Proporcionalidad.
- Seguridad jurídica.
- Eficiencia.

El artículo 10.1 de la Ley 1/2018, de 22 de febrero, de Coordinación de Policías Locales

de la CM y el artículo 5 del Reglamento para el Cuerpo de Policía Municipal de Madrid,
aprobado por el Ayuntamiento en Pleno el 31 de marzo de 1995 señalan que el Cuerpo de Policía
Municipal deberá ejercer las funciones de Policía Administrativa en relación al cumplimiento de los
Reglamentos, Ordenanzas, Bandos y demás disposiciones municipales dentro del ámbito de su
competencia, así como de otras normas autonómicas y estatales, dentro del ámbito de sus
competencias.

Dentro de las actividades de los Ayuntamientos podemos encontrar una actividad de

estímulo o persuasión mediante la cual la Administración lo que hace es estimular al ciudadano
para que actúe de una manera determinada que se considere conveniente para el interés público
(acción de fomento). También puede la Administración satisfacer las necesidades públicas
actuando ella directamente o por medio de personas que actúan por su delegación (actividad de
prestación o de servicio público). Finalmente la Administración Local puede obligar a los
particulares a que ajusten su conducta o patrimonio al interés público municipal, provincial o
autonómico. Este tipo de actividad es el que aquí nos interesa, conociéndola como actividad de
policía.

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 La Policía es una de las formas de actuación de la Administración en general y de los
Ayuntamientos en particular. Se puede definir como el conjunto de medidas coactivas arbitradas
por el Derecho para que el particular ajuste su actividad a un fin de utilidad pública.
Los Ayuntamientos tienen tantas facultades de Policía como sean los sectores de su
actuación o competencia: se puede hablar de Policía urbanística, de construcción, de tráfico,
sanitaria, de abastos, rural, de educación, etc. 3
En este sentido el artículo 25 de la Ley 7/1985 Reguladora de las Bases de Régimen
Local, señala que “el municipio para la gestión de sus intereses y en el ámbito de sus
competencias, puede promover toda clase de actividades y prestar cuantos servicios públicos
contribuyan a satisfacer las necesidades y aspiraciones de la comunidad vecinal”.

Las facultades de Policía suponen intervenir en la actividad de los particulares limitando su

libertad en aras de los intereses generales y del bien común.

De modo general, el artículo 55 del Texto Refundido sobre las disposiciones vigentes
en materia de régimen local, aprobado por R.D.Leg 781/86, de 18-IV dispone que en la esfera de
sus competencias los ayuntamientos podrán elaborar ordenanzas y reglamentos, y los alcaldes
dictar bandos de general aplicación en el término municipal. Ni unos ni otros podrán contener
preceptos opuestos a las leyes o disposiciones generales.

Esto se ve ratificado por el art. 84.1 de la LRBRL, que establece que las Corporaciones
Locales pueden intervenir en las actividades de los ciudadanos a través de los siguientes medios:

a) Ordenanzas y bandos.
b) Sometimiento a previa licencia y otros actos de control preventivo.
c) Sometimiento a comunicación o a declaración responsable, de conformidad con lo
establecido en el artículo 69 de la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento
Administrativo Común de las Administraciones Públicas.
d) Sometimiento a control posterior al inicio de la actividad, a efectos de verificar el
cumplimiento de la normativa reguladora de la misma.
e) Órdenes individuales constitutivas de mandato para la ejecución de un acto o la
prohibición del mismo. (El mandato supone un requerimiento a un particular para que
cumpla una obligación y suele ir acompañado de una amenaza de sanción. La
prohibición, es un mandato negativo que deriva de una reglamentación limitativa)

La actividad de intervención de las Entidades locales se ajustará, en todo caso, a los

principios de igualdad de trato, necesidad y proporcionalidad con el objetivo que se persigue.

Ordenanzas y Reglamentos

Tradicionalmente se han configurado como expresiones de la potestad reglamentaria o de

ordenanza, los Reglamentos y Ordenanzas Municipales, por un lado, y los Bandos de la alcaldía,
por otro.

Las Ordenanzas y Reglamentos son disposiciones jurídicas de carácter general dictadas por
los Ayuntamientos, dentro de sus competencias, con valor subordinado a la Ley. Ni unas ni otras
contendrán preceptos opuestos a las Leyes o disposiciones generales en aplicación de los

Principios de Legalidad y Jerarquía de las normas.

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 Las Ordenanzas imponen determinadas obligaciones a los vecinos y a quienes
transitoriamente se encuentran en el término municipal.

Los Reglamentos tienen como finalidad la regulación interna de los servicios municipales,
aunque de ella resulten derechos y obligaciones para los administrados.
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Con la Ordenanza el Ayuntamiento impone algo; con el Reglamento el Ayuntamiento se
sujeta y limita a sí mismo.

En cuanto a la posible diferenciación entre Ordenanzas Municipales y Reglamentos Locales,

se debe afirmar que ambas normas jurídicas tienen la misma naturaleza, no obstante suele
emplearse el término de Ordenanzas para denominar aquéllas normas que regulan relaciones
“exteriores” entre Administración Local y administrados; así se habla de “Ordenanzas de Policía y
buen Gobierno”, asimismo imponen determinadas obligaciones a los vecinos y a quién
transitoriamente se encuentran en el término municipal; y por el contrario se utiliza la palabra
Reglamento en aquellas normas “internas” que estructuran, organizan y definen funciones de los
órganos e instituciones municipales, como por ejemplo: “Reglamento del Cuerpo de Policía
Municipal”, “Reglamento del régimen de sesiones”, etc. El más importante es el Reglamento
Orgánico de cada entidad, por el cual el Ente se autoorganiza. En cualquier supuesto, tal
diferenciación no es sustancial sino terminológica, con excepciones en la realidad práctica.

La elaboración de las Ordenanzas y Reglamentos Locales está sometida a un

procedimiento desarrollado en la LRBRL, artículo 49.

1. Aprobación inicial por el Pleno. El acuerdo de aprobación inicial deberá publicarse en el

Boletín Oficial de la Provincia.
2. Información pública y audiencia a los interesados por un plazo mínimo de 30 días para la
presentación de reclamaciones y sugerencias. Son interesados las personas físicas o
jurídicas que invoquen un interés en el asunto.
3. Resolución de todas las reclamaciones y sugerencias presentadas dentro del plazo y
aprobación definitiva por el Pleno. Estas serán resueltas por el Pleno del Ayuntamiento
que podrá aceptarlas en su totalidad, sólo en parte o rechazarlas. En el caso de que no
se hubiera presentado ninguna reclamación o sugerencia, se entenderá definitivamente
adoptado el acuerdo hasta entonces provisional.
Una vez resueltas las reclamaciones y sugerencias, la Ordenanza es aprobada
definitivamente por el Pleno.
4. Publicación en el Boletín Oficial de la Provincia (Comunidad, como es el caso de Madrid
al ser CCAA uniprovincial), no entrarán en vigor hasta que se haya publicado
completamente el texto y hayan transcurrido 15 días hábiles a partir de la recepción del
acuerdo por la Administración del Estado, o, en su caso, por la de la CCAA que para el
caso de Madrid será BOCM.
5. Recursos. La Ley (Art. 52.1 LRBRL) ha establecido "Contra los actos y acuerdos de las
Entidades Locales que pongan fin a la vía administrativa, los interesados podrán ejercer
las acciones que procedan ante la jurisdicción competente, pudiendo no obstante
interponer con carácter previo y potestativo recurso de reposición".

Complementariamente señalar:

a) El Pleno es competente en todo caso para aprobar el Reglamento Orgánico (del

Ayuntamiento) y las Ordenanzas Municipales (art. 22.2. LRBRL).
b) El Alcalde aprueba siempre los Bandos.

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 c) Como regla general las Ordenanzas se aprueban por mayoría simple de los miembros
presentes (los votos afirmativos son más que los negativos), sin olvidar que el Pleno se
constituye válidamente si concurren un tercio del número legal de miembros (art. 47 de
la LRBRL).
d) En el procedimiento de aprobación de las Ordenanzas Fiscales (RDL 2/2004 de 5 de
marzo) se establece la obligatoriedad de publicar en los Diarios de Mayor difusión el 5
acuerdo provisional en los municipios de más de 10.000 habitantes, así como
publicarlos dentro del primer cuatrimestre en los municipios que superen los 20.000
habitantes, teniendo en cuenta que entran en vigor en el momento de su publicación.
e) Se requiere el voto favorable de la mayoría absoluta del número legal de miembros de
las Corporaciones (art. 47 de la LRBRL) en los municipios comunes la aprobación y
modificación del reglamento orgánico propio de la Corporación.
f) Se requiere el voto favorable de la mayoría absoluta del número legal de miembros del
Pleno (art. 123.2 de la LRBRL) en los municipios de gran población del Título X la
aprobación y modificación de los reglamentos de naturaleza orgánica. Tendrán en todo
caso naturaleza orgánica:

a. La regulación del Pleno.

b. La regulación del Consejo Social de la ciudad.
c. La regulación de la Comisión Especial de Sugerencias y Reclamaciones.
d. La regulación de los órganos complementarios y de los procedimientos de
participación ciudadana.
e. La división del municipio en Distritos, y la determinación y regulación de los órganos
de los Distritos y de las competencias de sus órganos representativos y
participativos, sin perjuicio de las atribuciones del Alcalde para determinar la
organización y las competencias de su administración ejecutiva.
f. La determinación de los niveles esenciales de la Organización municipal,
entendiendo por tales las grandes Áreas de Gobierno, los Coordinadores Generales,
etc.
g. La regulación del órgano para la resolución de las reclamaciones económico-
administrativas.

Es obligatoria la publicación de las Ordenanzas Municipales, que no entrarán en vigor hasta

15 días después de su íntegra publicación en el Boletín Oficial de la Provincia.

Los Bandos tienen un procedimiento de elaboración y aprobación menos complicado que

las Ordenanzas y Reglamentos, siendo competencia del Alcalde, quién en la esfera de sus
competencias podrá dictar Bandos de aplicación general en el término municipal, los cuales habrán
de ajustarse a las Leyes y disposiciones generales. Los Bandos podrán ser autónomos (dictados
dentro de las competencias propias de los Alcaldes) y de ejecución de acuerdos corporativos.

No obstante, hay que tener en cuenta que de acuerdo con la Ley 22/2006, de 4 de Julio de
Capitalidad y Régimen Especial de la Villa de Madrid, en su artículo 48, regula el procedimiento de
aprobación de las normas de competencia del Pleno:

1. La elaboración y aprobación de las ordenanzas y reglamentos y de los estatutos de los

Organismos autónomos y Entidades públicas empresariales, con excepción del
Planeamiento urbanístico que se regirá por su normativa específica, se ajustará al
procedimiento establecido en el presente artículo.
2. La iniciativa para la aprobación de las normas de competencia del Pleno corresponde a:

a. La Junta de Gobierno, mediante remisión del correspondiente proyecto.

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 b. Los Grupos políticos y los Concejales.
c. Un número de ciudadanos igual o superior al 10 % de los vecinos de la ciudad, de
conformidad con lo establecido en la normativa básica aplicable.

Se excluye de la iniciativa ciudadana en todo caso la materia tributaria local.

6
3. En el caso de los proyectos, se aplicará el procedimiento siguiente:

I. La Junta de Gobierno aprobará el proyecto inicial, y lo someterá al trámite de

alegaciones si afecta a los derechos e intereses legítimos de los ciudadanos, durante un
plazo no inferior a treinta días naturales.
II. Examinadas las alegaciones, el proyecto definitivo será aprobado por la Junta de
Gobierno y remitido al Pleno, para su tramitación conforme a lo dispuesto por su
Reglamento Orgánico. En la remisión, el proyecto irá acompañado de todas las
alegaciones recibidas y de la memoria que recoja su valoración.
III. La Comisión competente dictaminará el proyecto.
IV. El Pleno, en acto único, aprobará la norma.
V. La norma aprobada por el Pleno se publicará íntegramente en el Boletín Oficial de la
Comunidad de Madrid y entrará en vigor al día siguiente de su publicación, salvo que la
propia norma disponga otra cosa, todo ello sin perjuicio de su publicación en el Boletín de
la Ciudad de Madrid.

Sin perjuicio de lo anterior, la aprobación de la norma se comunicará a la Administración

General del Estado y a la Administración de la Comunidad de Madrid.

4. En el caso de las proposiciones de los Grupos políticos y de los Concejales, se

observará el procedimiento establecido en el apartado anterior, con las siguientes
especialidades:

I. La proposición, acompañada de una memoria suscrita por su autor, se remitirá a la

Comisión correspondiente, para su dictamen.
II. Una vez dictaminada por la Comisión, si la proposición afecta a los derechos e
intereses legítimos de los ciudadanos se someterá al trámite de alegaciones durante
un plazo no inferior a treinta días naturales.
III. La Comisión competente propondrá al Pleno la resolución de las alegaciones
presentadas y la aprobación en acto único de la norma resultante.

5. La presentación de enmiendas por parte de los Concejales, así como su tramitación en

Comisión y Pleno, se ajustará a lo que disponga el Reglamento Orgánico del Pleno.
6. Toda proposición o enmienda que suponga aumento de los créditos o disminución de los
ingresos presupuestarios del ejercicio económico en curso requerirá la conformidad de la
Junta de Gobierno para su tramitación.

Artículo 49 Procedimiento de aprobación del Presupuesto

1. La iniciativa para la aprobación del Presupuesto general del Ayuntamiento de Madrid

corresponde en exclusiva a la Junta de gobierno local.
2. El Presupuesto general del Ayuntamiento de Madrid se tramitará conforme al procedimiento
común establecido en el artículo anterior para los proyectos normativos, con las
especialidades que se establecen en el presente artículo, que serán desarrolladas por el
Reglamento Orgánico del Pleno.

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 3. El Proyecto de Presupuesto se expondrá al público, previo anuncio en el Boletín Oficial de
la Comunidad de Madrid, por quince días naturales, durante los cuales los interesados
podrán examinarlo y presentar alegaciones.

A estos efectos, tendrán la consideración de interesados:

7
a) Los vecinos de Madrid.
b) Los que resulten directamente afectados, aunque no residan en el municipio de Madrid.
c) Los colegios profesionales, cámaras oficiales, sindicatos, asociaciones y demás
entidades legalmente constituidas para velar por intereses profesionales o económicos y
vecinales, cuando actúen en defensa de los que les son propios.

4. Los interesados podrán presentar alegaciones, en los siguientes supuestos:

a) Por omitir el crédito necesario para el cumplimiento de obligaciones exigibles al municipio,

en virtud de precepto legal o de cualquier otro título legítimo.
b) Por ser de manifiesta insuficiencia los ingresos con relación a los gastos presupuestados, o
bien éstos respecto a las necesidades para las que estén previstos.

5. El Proyecto de Presupuesto se remitirá al Pleno antes del día 1 de noviembre.

6. Las enmiendas que supongan modificación de ingresos requerirán, para su tramitación, la
conformidad de la Junta de gobierno.
7. Las enmiendas que afecten a los créditos para gastos deberán presentarse compensando
los incrementos y minoraciones de créditos en el seno de la Sección Presupuestaria a la
que se refieran.

Artículo 51 Boletín de la Ciudad de Madrid y tablón de edictos

1. Sin perjuicio de la obligación contenida en las leyes y reglamentos respecto a la publicación

de actos y disposiciones en los diarios oficiales correspondientes, el Ayuntamiento de la
Ciudad de Madrid podrá dotarse de un Boletín propio con formato electrónico o informático.
2. Asimismo, el tablón de edictos del Ayuntamiento de la Ciudad de Madrid podrá realizarse a
través de medios electrónicos o informáticos. En este supuesto, deberá garantizarse el libre
acceso de los ciudadanos al mismo, mediante la instalación de terminales con acceso al
tablón de edictos en todas las Juntas de Distrito y dependencias municipales.

Tipificación de las infracciones y sanciones por las entidades locales en

determinadas materias

El Título XI, de la Ley 7/1985 LRB, añadido por Ley 57/2003, de 16 de diciembre, establece
que las infracciones a las ordenanzas locales se clasifican en muy graves, graves y leves.

Salvo previsión legal distinta, las multas por infracción de Ordenanzas locales deberán
respetar las siguientes cuantías:

- Infracciones muy graves: hasta 3.000 euros.

- Infracciones graves: hasta 1.500 euros.
- Infracciones leves: hasta 750 euros.

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El control de los actos o acuerdos de las Entidades Locales

Las Entidades Locales tienen el deber de remitir a las Administraciones del Estado y de las
CCAA, en el plazo de 6 días posteriores a su adopción, una copia o extracto de sus actos y
acuerdos. Los Presidentes y, de forma inmediata los Secretarios de las Corporaciones serán
responsables del cumplimiento de este deber. 8
La Ley de Administración Local de la CAM, Ley 2/2003, de 11 de marzo, añade, en este
sentido, que las Entidades Locales remitirán a la Consejería competente de la CAM copia o
extracto de los Acuerdos y actos que adopten sus órganos de gobierno en el plazo de los quince
días posteriores a su adopción. Los Presidentes y, de forma inmediata, los Secretarios de las
Entidades serán directamente responsables del cumplimiento de este deber.

Impugnación de actos y acuerdos y ejercicios de acciones

- Ejercicio de acciones

Contra los actos y acuerdos de las Entidades locales que pongan fin a la vía administrativa,
los interesados podrán ejercer las acciones que procedan ante la jurisdicción competente,
pudiendo no obstante interponer con carácter previo y potestativo recurso de reposición. Ponen fin
a la vía administrativa las resoluciones de los siguientes órganos y autoridades:

a) Las del Pleno, los Alcaldes o Presidentes y las Juntas de Gobierno, salvo en los casos
excepcionales en que una Ley Sectorial requiera la aprobación ulterior de la
Administración del Estado o de la Comunidad Autónoma.
b) Las de autoridades y órganos inferiores en los casos que resuelvan por delegación del
Alcalde, del Presidente o de otro órgano cuyas resoluciones pongan fin a la vía
administrativa.
c) Las de cualquier otra autoridad u órgano cuando lo establezca una disposición legal.

- Legitimación para efectuar la impugnación. La LRBRL, establece en artículo 63:

1. Junto a los sujetos legitimados en el régimen general del proceso contencioso-

administrativo, podrán impugnar los actos y acuerdos de las Entidades locales que
incurran en infracción del ordenamiento jurídico:

a) La Administración del Estado y la de las Comunidades Autónomas.

b) Los miembros de las Corporaciones que hubieran votado en contra de tales actos y
acuerdos.

2. Están igualmente legitimadas en todo caso las Entidades locales territoriales para la
impugnación de las disposiciones y actos de las Administraciones del Estado y de las
CCAA que lesionen su autonomía, tal como ésta resulta garantizada por la CE y esta
Ley.
3. Asimismo, las Entidades locales territoriales estarán legitimadas para promover la
impugnación ante el TC de Leyes del Estado o de las CCAA, cuando se estime que son
éstas las que lesionan la autonomía constitucionalmente garantizada.

La impugnación de acuerdos se regula en la Ley 7/1985, de conformidad con lo

establecido en su art. 65:

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 1. Cuando la Administración del Estado o de las CCAA considere, en el ámbito de sus
respectivas competencias, que un acto o acuerdo de alguna Entidad local infringe el
ordenamiento jurídico, podrá requerirla, invocando expresamente el presente artículo, para
que anule dicho acto en el plazo de un mes.
2. El requerimiento deberá ser motivado y expresar la normativa que se estime vulnerada. Se
formulará en el plazo de quince días hábiles a partir de la recepción de la comunicación del 9
acuerdo.
3. La Administración del Estado o, en su caso, la de la CCAA, podrá impugnar el acto o
acuerdo ante la jurisdicción contencioso-administrativa dentro del plazo señalado para la
interposición del recurso de tal naturaleza señalado en la Ley Reguladora de dicha
jurisdicción contado desde el día siguiente a aquel en que venza el requerimiento dirigido a
la Entidad Local, o al de la recepción de la comunicación de la misma rechazando el
requerimiento, si se produce dentro del plazo señalado para ello.
4. La Administración del Estado o, en su caso, la de la CCAA, podrá también impugnar
directamente el acto o acuerdo ante la jurisdicción contencioso-administrativa, sin necesidad
de formular requerimiento, en el plazo señalado en la Ley Reguladora de dicha Jurisdicción.

El art. 66 LRBRL, según su nueva redacción, dispone que los actos o acuerdos de las
Entidades Locales que menoscaben competencias del Estado o de las CCAA, interfieran su
ejercicio o excedan de la competencia de dichas Entidades, podrán ser impugnados por
cualquiera de los procedimientos previstos en el artículo anterior.

La impugnación deberá precisar la lesión o, en su caso, extralimitación competencial que la

motiva y las normas legales vulneradas en que se funda. En el caso de que, además, contuviera
petición expresa de suspensión del acto o acuerdo impugnado, razonada en la integridad y
efectividad del interés general o comunitario afectado, el Tribunal, si la estima fundada, acordará
dicha suspensión en el primer trámite subsiguiente a la presentación de la impugnación. No
obstante, a instancia de la entidad local y oyendo a la Administración demandante, podrá alzar en
cualquier momento, en todo o en parte, la suspensión decretada, en caso de que de ella hubiera de
derivarse perjuicio al interés local no justificado por las exigencias del interés general o comunitario
hecho valer en la impugnación.

La suspensión de acuerdos se contempla en el art. 67 de la Ley 7/1985, que según su

modificación última establece:

1. Si una Entidad Local adoptara actos o acuerdos que atenten gravemente el interés general
de España, el Delegado del Gobierno, previo requerimiento para su anulación al Presidente
de la Corporación efectuado dentro de los diez días siguientes al de la recepción de
aquellos, podrá suspenderlos y adoptar las medidas pertinentes para la protección de dicho
interés.
2. El plazo concedido al Presidente de la Corporación en el requerimiento de anulación, no
podrá ser superior a cinco días. El del ejercicio de la facultad de suspensión será de diez
días, contados a partir del siguiente al de la finalización del plazo del requerimiento o al de
la respuesta del presidente de la Corporación, si fuese anterior.
3. Acordada la suspensión de un acto o acuerdo, el Delegado del Gobierno deberá impugnarlo
en el plazo de diez días desde la suspensión ante la Jurisdicción Contencioso-
Administrativa.

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LOS BANDOS DE LA ALCALDÍA
El Bando es una manifestación solemne de la Autoridad para hacer oír su mandato de forma
ostensible ante los ciudadanos que lo deben acatar y cumplir. ABELLÁN define el Bando como el
edicto que autoriza el Alcalde de una población sobre materias que son de su competencia y 10
atribución propias, o de ejecución de los órganos corporativos del Ayuntamiento.

Recogidos en el artículo 21.1 e) de la LRB y en el artículo 41.8 del Reglamento de

Organización, funcionamiento y Régimen Jurídico de las Entidades Locales, R.D. 2568/86 de
28-XI. Son disposiciones de carácter general, dictadas y aprobadas por el Alcalde para el
desarrollo de sus competencias, no siendo delegable esta facultad en persona o institución alguna.
(Artículo 21 de la LRB). Igualmente para los municipios de las grandes ciudades, según la Ley
57/2003 de medidas para la modernización de las grandes ciudades, en su artículo 124.5 establece
que es competencia indelegable la de dictar Bandos, así como también el Art. 14.3 e) de la Ley
22/2006 de 4 de julio de Capitalidad y Régimen Especial de Madrid.

Según dispone el art. 5 del Reglamento de Servicios de las Corporaciones Locales, el

Bando es un medio de intervención de las Corporaciones Locales en la actividad de sus
administrados.

En cuanto a su naturaleza jurídica, muy cuestionada, se han considerado por un sector

doctrinal como manifestación de la potestad reglamentaria, si bien de tono menor o carácter
instrumental (STS de 24 de octubre de 1986); pero, para otro sector doctrinal, los Bandos son
actos generales no normativos. Esta última posición parece la correcta, a la vista de que la LRB,
aunque alude a los Bandos, no los incluye entre las normas sujetas a un procedimiento especial de
aprobación (artículo 49) ni de publicación (artículo 70). Según esto, los Bandos no tendrían
capacidad de innovar el ordenamiento jurídico

Los Bandos pueden obedecer a alguna de las siguientes causas:

1. Recordatorios de obligaciones legales o reglamentarias, o de la concreción de los

lugares de su aplicación (SsTS de 4-12-72, 28-12-77 y 3-3-82).
2. Dar a conocer situaciones de interés que si bien no encierran mandatos jurídicos,
pueden repercutir en sus intereses si no se adoptan determinadas medidas.
3. Dar a conocer situaciones prácticas que se derivan de sus obligaciones.
4. Solicitar la cooperación del vecindario para conmemoraciones, fiestas, recepciones,
etc.
5. Ejecución de Ordenanzas con habilitación suficiente

En cuanto a las clases de bandos una forma de clasificarlos sería:

a) Bandos de Urgencia. Obedecen a circunstancias extraordinarias o imprevistas.

b) Bandos Administrativos. Mediante ellos se convoca y cita a los particulares para un
acto determinado.
c) Bandos de Policía. Son los que se dictan imponiendo a los vecinos determinadas
obligaciones o limitando el ejercicio de determinadas actividades, principalmente por
razón de orden público.
d) Bandos de Transcripción. Se utilizan para comunicar a los vecinos alguna noticia o
acontecimiento, invitándoles o no, según los casos, a adoptar una determinada
conducta.

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 e) Bandos Periódicos o recordatorios. Se limitan a recordar el cumplimiento de
disposiciones vigentes.

ACTUACIÓN DE LA POLICÍA MUNICIPAL

LA POLICÍA MUNICIPAL Y LA APLICACIÓN DE LAS ORDENANZAS 11

El concepto de Policía Administrativa, de acuerdo con Garrido Falla, es “el conjunto de

medidas coactivas que utiliza la Administración para que los particulares ajusten su actividad a un
fin de utilidad pública”. El término Policía Administrativa hace referencia a las diversas
manifestaciones en las que la Administración limita la iniciativa particular, mediante una actuación
administrativa de reglamentación, control e intervención en el ámbito de la esfera privada de las
personas por un interés público.

Este concepto difiere del término de Policía como Institución o Cuerpo Policial, donde se
hace referencia a un servicio público dirigido a la protección de la comunidad, mediante la defensa
del orden democrático, teniendo su razón de ser en garantizar al ciudadano el libre y pacífico
ejercicio de los derechos y libertades que la Constitución le reconoce.

La vigilancia y control del cumplimiento de las disposiciones administrativas municipales se

encomienda a las Policías Locales. En el artículo 53 de la Ley Orgánica de Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad se establece “la función de Policía Administrativa en lo relativo a Ordenanzas,
Reglamentos, Bandos y demás disposiciones municipales dentro del ámbito de su competencia”,
además de asumir también las competencias dimanantes de disposiciones estatales y autonómicas
en determinados supuestos. En este mismo sentido se pronuncia la Ley 1/2018, de Coordinación
de Policías Locales de la Comunidad de Madrid.

La intervención de los Cuerpos de Policía Local podríamos desglosarla en los siguientes

aspectos:

1. Informar a los ciudadanos de la obligación de respetar, obedecer y acatar las

Ordenanzas vigentes.
2. Velar por el exacto cumplimiento de todas las disposiciones.
3. Corregir los incumplimientos de las mismas.
4. Denunciar cuantas anomalías observen.
5. Colaborar con los diferentes servicios municipales, cuando así se disponga, en
materia de inspección relacionado con el cumplimiento de Ordenanzas, Bandos y
Reglamentos.

a) Licencias.

Según el Reglamento de Servicios de las Corporaciones Locales, estará sujeta a licencia la

apertura de establecimientos industriales y mercantiles.

La intervención municipal tenderá a verificar si los locales e instalaciones reúnen las

condiciones de tranquilidad, seguridad y salubridad y las que, en su caso, estuvieren dispuestas en
los planes de urbanismo debidamente aprobados.

Probablemente, la comprobación de autorizaciones y tenencia de licencias es una de las

misiones de policía administrativa que con mayor frecuencia suele desempeñar la Policía
Municipal.

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 En el caso de Madrid, el 8 de enero de 2005 entró en vigor la nueva Ordenanza Municipal
de Tramitación de Licencias Urbanísticas (OMTLU). Esta norma tiene, como características
principales:

- La simplificación de las tramitaciones, reduciendo los plazos de respuesta a las

solicitudes. 12
- Creación de una licencia urbanística única que autorice todos los actos de edificación y
uso del suelo que se puedan producir en una misma actuación: se sustituyen así los siete
tipos de licencia de la anterior regulación.

b) Venta ambulante.

La venta ambulante en el municipio de Madrid, se someterá, fundamentalmente, a lo

dispuesto en la Ordenanza Municipal Reguladora de la Venta Ambulante, de 17 de marzo de 2003,
así como en:

1- Ley 1/1997, de 8 de enero, Reguladora de la Venta Ambulante en la Comunidad de

Madrid y el Reglamento que la desarrolla aprobado por Decreto 17/1998 de 5 de
febrero.
2- Ley 14/1986 de 25 de abril, General de Sanidad.
3- Ley 11/1998, de 9 de julio, de Protección de los Consumidores y Usuarios de la
Comunidad de Madrid y el Reglamento que la desarrolla, aprobado por Decreto
152/2001, de 13 de septiembre.
4- Ley 16/1999, de 29 de abril, de Comercio interior de la Comunidad de Madrid y el
Decreto 130/2002, que la desarrolla.

La actuación policial en esta materia se puede concretar en:

- Comprobar que la persona que ejerce la venta cuenta con la preceptiva autorización
municipal.
- Verificar que la venta se realiza en los lugares autorizados.
- Inspeccionar los productos de manera que se cumplan las condiciones higiénico-
sanitarias y la legislación sobre consumidores y usuarios.
- Detectar si la venta ejercida se corresponde con los productos autorizados.

c) Urbanismo.

- Colaborar con los técnicos del Ayuntamiento en los Planes de Ordenación Urbana y
Ordenanzas de Urbanismo.
- Detectar señales externas que evidencien la realización de actividades que precisen de
licencia.
- Comprobar que la licencia se ajusta a la actividad realizada.
- Exigir el cumplimiento de las Ordenanzas, sobre todo, en aquellas actividades que
afecten a la seguridad de los ciudadanos, entorpezcan la circulación vial o causen
deterioro a la vía pública.

d) Medio ambiente.

Según la Ley 1/2018, de Coordinación de las Policías Locales de la Comunidad de Madrid,

son funciones de los Cuerpos de Policía Local, además de ejercer la Policía Administrativa en
relación al cumplimiento de las Ordenanzas, Bandos y demás disposiciones municipales, velar por

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el cumplimiento de las disposiciones dictadas en materia de protección del medio ambiente cuando
las funciones de vigilancia sean competencia municipal, bien originaria o delegada.

En Madrid, velar por el cumplimiento de la Ordenanza General de Protección del Medio

Ambiente Urbano, de 24 de julio de 1985.
13
e) Espectáculos públicos.

La vigilancia policial se referirá, tanto a las condiciones físicas de los locales, como a los
horarios de celebración, condiciones de las personas que intervengan y edad de los espectadores,
con especial atención a la relación de los menores y el alcohol y/o las drogas.

La Policía Municipal vigila y denuncia las infracciones que se cometan a las disposiciones
anteriores poniendo en marcha el procedimiento sancionador que, previo los trámites legales
oportunos, terminará con la imposición por el órgano competente de la sanción correspondiente a
quienes transgredan la norma jurídica municipal. Para ello resulta de vital importancia que el Policía
actuante tenga en cuenta los siguientes aspectos a la hora de proceder a denunciar los hechos:

- Identidad completa del infractor y domicilio del mismo a efecto de notificaciones.

- Día, lugar y hora de la infracción.
- Cuantos otros datos puedan aportarse que coadyuven a la mejor identificación y
traslado de información al órgano decisor.
- Hechos realizados por el supuesto infractor y que, en principio, aparecen como
conductas contrarias a lo previsto en la Ordenanza, Reglamento o Bando.
- Intervención cautelar de efectos y pruebas y cuantas medidas preventivas sean
precisas en orden a ilustrar el expediente y a garantizar la seguridad y salubridad de la
ciudadanía. Adecuada cadena de custodia y responsabilidad al efecto.

La Policía Municipal, al informar sobre las normas jurídicas municipales y denunciar los
incumplimientos que de ellas se produzcan, contribuye al interés público del Municipio y a la mayor
seguridad del vecindario, fomentando la convivencia pacífica entre todos.

El Policía Municipal, a través de sus Mandos jerárquicos, ha de poner en conocimiento del

órgano competente a la hora de sancionar la existencia de la supuesta infracción y todos los datos
mencionados. Esta puesta en conocimiento ha de realizarse con la mayor celeridad al objeto de
evitar la prescripción de los hechos denunciados por el transcurso del plazo máximo legalmente
establecido.

La labor del Policía Municipal es fundamental al objeto de que se cumplan las normas
jurídicas específicamente municipales y, por lo tanto, al ser las Ordenanzas un medio de desarrollo
de las competencias municipales, indirectamente la Policía Municipal contribuye con su labor a la
consecución de los fines del Municipio y por ello a la satisfacción de los intereses municipales que
son los de sus vecinos.

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