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Evaluación

neuropsicológica
PID_00259407

Margarita Álvarez Guerra


Anna Campabadal Delgado
Ramón Fernández de Bobadilla
Sol Fernández Gonzalo
Andrea Horta Barba
Mercè Jodar Vicente
Isabel Leiva Madueño
Marc Turón Viñas

Tiempo mínimo de dedicación recomendado: 4 horas


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Margarita Álvarez Guerra Anna Campabadal Delgado Ramón Fernández de


Bobadilla

Licenciada en Psicología y máster Neuropsicóloga clínica e investiga- Licenciado en Psicología por la Uni-
en Neuropsicología Clínica Infantil dora. Desempeña su labor asisten- versidad de Deusto, máster de Neu-
y de Adultos. Su experiencia profe- cial en la Asociación de Parkinson ropsicología: Diagnóstico y Rehabili-
sional está centrada, por un lado, en del Maresme, donde realiza valora- tación Neuropsicológica por la Uni-
la valoración y rehabilitación de pa- ciones neuropsicológicas y estimula- versidad Autónoma de Barcelona y
tologías del neurodesarrollo y enfer- ción cognitiva en personas afectadas doctor por la Facultad de Medicina
medades neurodegenerativas y, por y grupos de apoyo para familiares. de la misma universidad. Ha centra-
otro lado, en el trabajo que lleva a Lleva a cabo su actividad investiga- do su investigación en el estudio de
cabo en distintos centros sociosani- dora en el Institut d'Investigacions los aspectos cognitivos y funcionales
tarios dirigidos a mayores afectados Biomèdiques August Pi i Sunyer (IDI- relacionados con el deterioro cog-
por demencia, y a adultos y niños BAPS) y en el Departamento de Me- nitivo en la enfermedad de Parkin-
con discapacidad intelectual. Es pro- dicina (Unidad de Psicología Médi- son. Actualmente es responsable del
fesora del máster de Neuropsicolo- ca) de la Universidad de Barcelona y Área de Neuropsicología del Centro
gía Infantil y del Adulto de la Univer- es profesora colaboradora del más- Neurológico de Navarra y profesor
sidad Autónoma de Barcelona y pro- ter universitario de Neuropsicología colaborador del máster universita-
fesora colaboradora del máster uni- de la UOC. Su interés investigador rio de Neuropsicología de la UOC.
versitario de Neuropsicología de la se centra en el estudio de la afecta- Su trabajo se centra en la evaluación
UOC. En su actividad como investi- ción cognitiva y los cambios de co- neuropsicológica y el diseño, la apli-
gadora ha colaborado con el Servi- nectividad cerebral asociados a en- cación y la monitorización del trata-
cio de Reumatología de la Corpora- fermedades neurodegenerativas me- miento neurorrehabilitador enfoca-
ción Sanitaria Parc Taulí investigan- diante resonancia magnética cere- do a la cognición, la conducta y la
do la relación entre perfil cognitivo bral. funcionalidad de los pacientes con
y fibromialgia. afectación neurológica, tanto en po-
blación infantil como adulta, y a sus
familiares.

Sol Fernández Gonzalo Andrea Horta Barba Mercè Jodar Vicente

Licenciada en Psicología y docto- Licenciada en Psicología por la Uni- Licenciada en Psicología y doctora
ra en Psicología Clínica y de la Sa- versidad de Barcelona, máster de en Neuropsicología. Pertenece al
lud. Se formó como neuropsicólo- Neuropsicología por la Universidad Servicio de Neurología de la Corpo-
ga en la Universidad Autónoma de Autónoma de Barcelona y máster ración Sanitaria Parc Taulí, además
Barcelona. Actualmente trabaja co- de Psicopatología Legal, Forense y de ser profesora asociada de Neuro-
mo neuropsicológa en la Fundación Criminológica por la Universidad In- psicología Clínica en la Universidad
Parc Taulí de Sabadell y es colabo- ternacional de Catalunya. Su trayec- Autónoma de Barcelona. Dirige el
radora docente en varios másteres toria profesional se desarrolla en la máster de Neuropsicología Clínica
de la Universidad Autónoma de Bar- Unidad de Trastornos del Movimien- Infantil y Adultos en la misma uni-
celona y la UOC. Su interés clínico to del Hospital de la Santa Creu i versidad desde 1999. Durante años,
e investigador se ha centrado en la Sant Pau y en el Instituto Universi- su interés clínico e investigador se
comprensión y la rehabilitación de tario Dexeus. Cuenta con una am- ha centrado en los procesos relacio-
los déficits cognitivos en poblacio- plia experiencia en práctica clínica nados con el envejecimiento y las
nes clínicas de diferentes etiologías y de investigación en enfermedades demencias. También fue miembro
mediante programas de rehabilita- neurodegenerativas. Su trabajo se del comité de expertos para la ela-
ción y estimulación cognitiva basa- centra, principalmente, en la evalua- boración del Plan integral de las per-
dos en nuevas soluciones tecnológi- ción y el diagnóstico de pacientes sonas mayores en Cataluña y miem-
cas. con enfermedades de origen neuro- bro del Consejo Asesor en Psicoge-
lógico. Asimismo, como coordina- riatría de la Generalitat de Cataluña.
dora española de la red internacio- Ha participado en varios proyectos
nal European Huntington’s Disease de investigación relacionados con el
Network, participa activamente en ámbito de las demencias y es autora
varios ensayos clínicos y en proyec- de numerosas publicaciones en re-
tos de investigación públicos y pri- vistas científicas. Durante los últimos
vados, además de ser comunicado- años, ha centrado su interés investi-
ra en congresos nacionales e inter- gador en la aplicación de las nuevas
nacionales. Es profesora colaborado- tecnologías y la innovación en reha-
ra del máster universitario de Neuro- bilitación cognitiva. Actualmente es
psicología de la UOC. profesora colaboradora del área de
Neuropsicología de la UOC.

Isabel Leiva Madueño Marc Turón Viñas

Licenciada en Psicología, máster en Neuropsicólogo clínico y doctor en


Neuropsicología y máster en Pato- Psicología Clínica y de la Salud. Su
logía del Lenguaje por la Universi- trabajo actual se centra en el estudio
dad Autónoma de Barcelona. Ha de los mecanismos fisiopatológicos
desarrollado su actividad investi- de afectación cerebral en el caso de
gadora en el Instituto de Investiga- pacientes críticos y dirige varios pro-
ción del Hospital de Sant Pau, en el yectos de investigación sobre nue-
campo de la intervención en la afa- vas técnicas de estimulación cogni-
sia. Cuenta con experiencia docen- tiva en los pacientes ventilados me-
te en el ámbito de la patología del cánicamente en la unidad de cuida-
lenguaje en la Universidad Autóno- dos intensivos del Hospital Parc Tau-
ma de Barcelona. Actualmente com- lí (Sabadell). Cuenta con una amplia
pagina su actividad docente con experiencia en el campo de la eva-
la práctica clínica, tanto en el cam- luación y la rehabilitación cognitiva,
po de la patología del lenguaje co- tanto en población infantil como en
mo en el de los trastornos del mo- adultos con afectación neurológica.
vimiento, y con la investigación en Es profesor colaborador del máster
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el abordaje psicoterapéutico en los universitario de Neuropsicología de


trastornos del movimiento. Es pro- la UOC.
fesora colaboradora del máster uni-
versitario de Neuropsicología de la
UOC.

El encargo y la creación de este recurso de aprendizaje UOC han sido coordinados


por la profesora: Elena Muñoz Marrón (2018)

Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño general y la cubierta, puede ser copiada,
reproducida, almacenada o transmitida de ninguna forma, ni por ningún medio, sea éste eléctrico,
químico, mecánico, óptico, grabación, fotocopia, o cualquier otro, sin la previa autorización escrita
de los titulares del copyright.
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Índice

1. Introducción a la evaluación neuropsicológica......................... 7


1.1. La exploración neuropsicológica ................................................ 7
1.2. Objetivos de la evaluación neuropsicológica .............................. 8

2. Baterías de evaluación cognitiva................................................... 11


2.1. Baterías de cribado cognitivo ...................................................... 12
2.1.1. Mini-mental State Examination (MMSE) ...................... 13
2.1.2. Montreal Cognitive Assessment (MoCA) ...................... 15
2.1.3. Test breve para la evaluación del estado cognitivo
(BCSE) ............................................................................. 16
2.1.4. Screening del deterioro cognitivo en psiquiatría
(SCIP-S) ........................................................................... 18
2.1.5. Short-Portable Mental State Questionnarie (SPMSQ) .... 18
2.1.6. Batería neuropsicológica breve CAMCOG ..................... 19
2.2. Baterías neuropsicológicas .......................................................... 20
2.2.1. Escala de inteligencia de Wechsler para adultos – IV
(WAIS-IV) ....................................................................... 21
2.2.2. Test Barcelona ................................................................ 25
2.2.3. Addenbrooke’s Cognitive Examination-III (ACE-III) ..... 26
2.2.4. Escala para la Evaluación de la Enfermedad de
Alzheimer (ADAS-COG) ................................................. 28
2.2.5. La evaluación de la inteligencia premórbida ................. 29

3. Exploración neuropsicológica en cirugía.................................... 34


3.1. Valoración neuropsicológica de las secuelas posquirúrgicas ....... 35
3.2. Valoración neuropsicológica de los pacientes con
hidrocefalia crónica del adulto ................................................... 35
3.3. Valoración neuropsicológica en pacientes sometidos a
cirugía de la epilepsia ................................................................. 37
3.4. Monitorización en quirófano del paciente con tumores
frontotemporales ......................................................................... 40

Bibliografía................................................................................................. 43
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1. Introducción a la evaluación neuropsicológica

1.1. La exploración neuropsicológica

La exploración neuropsicológica es la herramienta que utiliza el neuropsicólo-


go clínico para la valoración de las funciones cognitivas y conductuales que se
derivan de la presencia de lesión o disfunción cerebral. Desde una perspectiva
clínica es recomendable utilizar el término exploración (cuya connotación va
más allá de la mera utilización de tests psicométricos), dado que la valoración
del estado cognitivo del paciente requiere de la utilización de tests específicos,
pero también de la valoración cualitativa y clínica de la conducta del paciente
y del estilo de respuesta durante la valoración. El significado de los déficits
observados en un paciente siempre está en relación con el contexto médico
específico en que este se encuentra situado, incluyendo la influencia que de-
terminados fármacos pueden ejercer sobre la cognición. La interpretación de
los resultados de los tests o pruebas neuropsicológicas solamente debería ser
realizada por un profesional especializado en neuropsicología clínica y cono-
cedor de la asociación que se establece entre unas funciones cognitivas con
otras, así como de las habilidades cognitivas que se ponen en juego durante
la ejecución de cada uno de los tests. El análisis cualitativo y global de toda la
exploración neuropsicológica realizada al paciente puede modificar la inter-
pretación de una prueba específica.

Un paciente que realiza incorrectamente un test, por ejemplo, para medir su habilidad
visuoconstructiva, puede que realmente presente un problema en la visuoconstrucción,
pero también puede ejecutarlo incorrectamente porque padece un grave déficit de aten-
ción, o porque ha ido demasiado lento para el tiempo que requiere la prueba, o por una
alteración en la visuopercepción, o incluso porque no sabe cómo empezar a organizarse
para realizarlo.

Los orígenes de la evaluación neuropsicológica los situamos en Estados Uni-


dos y en la antigua Unión Soviética hacia los años sesenta. Mientras la escuela
americana se esforzaba por intentar establecer conclusiones diagnósticas ba-
sadas en el desarrollo de tests estandarizados, Luria y la escuela rusa se cen-
traban únicamente en el desarrollo de un método de evaluación basado en la
observación cuidadosa de los pacientes.

En la actualidad, debe considerarse que la mejor forma de explorar a un pa-


ciente es utilizando una metodología flexible en la cual no pueden obviarse ni
la valoración cuantitativa ni la cualitativa. Los tests estandarizados proporcio-
nan objetividad a la valoración y también la posibilidad de establecer compa-
raciones más sutiles que la observación más cualitativa, pero estos no pueden
interpretarse sin el contexto del paciente y sin las apreciaciones que el exami-
nador añade de la observación durante la realización de los tests.
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Cada individuo es diferente y su contexto médico y psicológico también es


distinto. La exploración neuropsicológica, por tanto, debería basarse en el uso
flexible e imaginativo de los tests por parte del examinador.

Un buen evaluador de las habilidades neuropsicológicas debe saber rea-


lizar una entrevista clínica orientada al déficit cognitivo y conductual,
saber calibrar el valor de las variables socioculturales del paciente, tener
formación en el manejo y las cualidades de los tests estandarizados y
conocer el sistema nervioso central y sus patologías.

1.2. Objetivos de la evaluación neuropsicológica

La valoración de las funciones cognitivas no tiene un único objetivo. Podemos


diferenciar:

• Objetivo diagnóstico
• Objetivo orientado a la rehabilitación
• Objetivo orientado a la planificación u orientación
• Objetivo de investigación
• Objetivo pericial

1)�Objetivo�diagnóstico

Las nuevas técnicas de exploración por neuroimagen (TAC, RM, etc.) han res-
tado a la exploración neuropsicológica el valor localizacionista que tenía años
atrás, y el avance en el conocimiento de los circuitos o redes cerebrales rela-
cionados con las funciones cognitivas, antes atribuidas exclusivamente a áreas
funcionales, también ha contribuido a que su papel en la localización de áreas
concretas disfuncionales sea cada vez menos importante.

Sin embargo, existen algunas patologías en las que la exploración neuropsi-


cológica sigue proporcionando una información de gran valor en el proceso
diagnóstico. Es el caso de algunas enfermedades degenerativas, como la enfer-
medad de Alzheimer o la demencia frontotemporal, o del deterioro cogniti-
vo leve. En otros casos resulta también el instrumento que permite detectar
síntomas cognitivos asociados a los traumatismos craneoencefálicos leves, a
patologías como la hepatitis C, algunas enfermedades reumáticas o enferme-
dades psiquiátricas, por ejemplo.

Como disciplina clínica que es, el diagnóstico neuropsicológico no consiste


exclusivamente en una descripción de los déficits sino en el establecimiento de
lo que podemos denominar un diagnóstico de compatibilidad. El clínico bien
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formado debe ser capaz de establecer la relación que existe entre un determi-
nado perfil cognitivo y una patología que afecta al sistema nervioso central, y
el médico especialista es el encargado de establecer el diagnóstico definitivo.

2)�Objetivo�orientado�a�la�rehabilitación

La evaluación neuropsicológica puede tener una finalidad dirigida a poner en


marcha un programa específico de rehabilitación. Toda rehabilitación cogni-
tiva se basa en el resultado de una exploración exhaustiva, en la que no so-
lamente interesa conocer cuáles son las habilidades que están alteradas para
poder comenzar a trabajar en ellas, sino también todas aquellas que se man-
tienen intactas y que el clínico puede utilizar como herramienta para suplir o
compensar los déficits observados en otras funciones cognitivas alteradas. En
el diagnóstico orientado a la rehabilitación hay que tener especial cuidado en
valorar aspectos relacionados con la conciencia de déficit, la motivación y el
estado de ánimo, ya que influirán de forma directa y formarán parte al mismo
tiempo del proceso rehabilitador.

3)�Objetivo�orientado�a�la�planificación

Aunque en nuestro país no está muy extendida la práctica de exploraciones


neuropsicológicas para orientar el futuro profesional, el conocimiento del per-
fil de habilidades cognitivas de los individuos (más allá de los tests de perso-
nalidad y de las escalas que se incluyen en los tests de inteligencia) puede con-
tribuir a la orientación profesional de los individuos. En algunos países como
Estados Unidos esta práctica está más extendida, sobre todo en individuos que
buscan especializarse en el área para la que poseen mejores habilidades.

Más habitual en nuestro entorno es la exploración después de haber padecido


una lesión cerebral y tras el proceso de neurorrehabilitación. Se tratará en este
caso de valorar las secuelas definitivas con la finalidad de ayudar a organizar
el futuro en función de los déficits residuales.

4)�Objetivo�de�investigación

La valoración neuropsicológica ha sido ampliamente utilizada en el estudio


de la organización cerebral y de sus correlatos con el comportamiento y la
cognición, tanto en la patología como en individuos sanos. La sensibilidad y la
precisión con la que algunas pruebas estandarizadas permiten medir funciones
cognitivas son especialmente útiles en la detección de cambios sutiles en las
poblaciones de estudio tanto en la patología como en los individuos sanos.

Muchos de los tests estandarizados que se utilizan en la práctica clínica actual


fueron diseñados específicamente para llevar a cabo una investigación.

5)�Objetivo�pericial
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La evaluación neuropsicológica en el ámbito forense se basa en la valoración


detallada de las secuelas cognitivas y conductuales secundarias a una lesión
cerebral, y en el establecimiento de un pronóstico relacionado, la mayoría de
las veces, con la capacidad de volver a ocupar un puesto de trabajo.

Con fines periciales se realizan informes para incapacitaciones y tutelajes, pa-


ra valoración de daño en los traumatismos craneoencefálicos, informes para
contribuir a valorar el grado de discapacidad, o informes para determinar la
capacidad cognitiva en casos penales.

Un aspecto complejo, relacionado muchas veces con las demandas periciales,


en el que la exploración neuropsicológica es de especial relevancia es el rela-
cionado con la determinación de capacidad para la toma de decisiones de los
individuos que padecen lesiones o disfunciones en el sistema nervioso central.
La capacidad para la toma de decisiones requiere de la participación de diver-
sas funciones ejecutivas puesto que estas permiten la iniciación, supervisión,
control y evaluación del comportamiento; aspectos necesarios para tomar una
decisión. La elección entre diferentes opciones requiere del funcionamiento
conjunto de distintas habilidades cognitivas: atención suficiente para procesar
todos los estímulos que intervienen, memoria de experiencias previas y eva-
luación de las posibles consecuencias de las diferentes opciones de elección. La
impulsividad, la motivación o las emociones asociadas también son procesos
que intervienen.

La determinación de si un individuo tiene capacidad para tomar decisiones


relacionadas con la administración de sus bienes puede ser tarea fácil, si la al-
teración en la memoria y las funciones ejecutivas es muy grave, pero puede ser
tarea especialmente complicada si los déficits observados son leves. Todavía
no existe un consenso o un protocolo de valoración consensuado para valo-
rar la toma de decisiones. Aunque disponemos de pruebas que correlacionan
altamente con la capacidad de valorar la toma de decisiones, como el caso de
la más utilizada en nuestro país, la Iowa Gambling Task (Bechara, 2009), el
criterio del clínico es quién determina el conjunto de tests que más permiten
determinar la capacidad del individuo para tomar decisiones.
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2. Baterías de evaluación cognitiva

En la práctica clínica neuropsicológica se deben plantear una serie de criterios


generales a la hora de seleccionar los instrumentos de evaluación que se van
a utilizar.

Como expone el neuropsicólogo Javier Tirapu, conviene hacerse una serie de


preguntas antes de decidir qué instrumentos de evaluación van a ser adminis-
trados; en especial, cuando se trata de obtener información que pueda ser útil
para el diseño, la implementación y la valoración de los programas de trata-
miento.

¿Son�adecuados�los�contenidos�planteados�y�su�nivel�de�dificultad?

Cuando realizamos una evaluación neuropsicológica, tratamos con personas


que conservan un conjunto de habilidades muy diversas en función de sus ca-
racterísticas personales, de la topografía de las lesiones o del nivel de deterioro,
entre otras razones. Ello impide el uso de un protocolo rígido de evaluación
y de un conjunto de pruebas establecidas de antemano, y exige un nivel de
conocimiento que permita determinar en cada caso las pruebas de evaluación
más adecuadas.

Ejemplos:

Sujetos�con�un�nivel�de�inteligencia�previo�superior

Que en las fases iniciales del trastorno el nivel de ejecución esté dentro de los límites
normales en algunas pruebas no implica que no exista deterioro.

Sujetos�en�las�fases�más�avanzadas�de�la�enfermedad

Las puntuaciones en los tests cognitivos son mínimas. Se obtendrá una información mu-
cho más válida a partir de escalas funcionales que valoren el grado de capacidad de los
pacientes.

¿Ofrecen�información�sobre�los�mecanismos�cognitivos�subyacentes�alte-
rados?

Las pruebas empleadas han de ser capaces de proporcionar información que


nos permita explicar si ha habido cambios en el rendimiento de un determi-
nado paciente, en términos de alteración o mejoría, en una o más operaciones
cognitivas.

Los resultados numéricos por sí mismos son poco útiles para establecer las es-
trategias de rehabilitación más apropiadas para cada caso individual. Se hace
necesario un análisis minucioso de los errores cometidos y de la existencia de
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estrategias alternativas para resolver las tareas que se proponen, pues el cono-
cimiento de estos factores resulta de gran interés para el diseño del programa
de rehabilitación.

¿Cuál�es�la�validez�ecológica�de�las�pruebas?

Resulta necesario el uso de medidas que exploren el grado en que las funciones
evaluadas se generalizan en la vida real. Es decir, estudiar la relación entre el
rendimiento en el test y el funcionamiento en el día a día.

En ocasiones, las situaciones experimentales de algunas pruebas neuropsico-


lógicas son tan artificiales que los resultados obtenidos tienen muy poco valor
a la hora de predecir el nivel de funcionamiento del sujeto. Es posible encon-
trar déficits sutiles que no provocan dificultades en las tareas de la vida diaria
y viceversa.

De ahí que la tendencia actual sea la de diseñar nuevos instrumentos que ex-
ploren conductas y actividades similares a las características del medio natural
donde se desarrolla habitualmente la vida de los pacientes.

¿Son�estas�pruebas�sensibles�a�los�cambios�experimentados�por�los�pacien-
tes�en�la�situación�clínica?

Algunas de las medidas más utilizadas en la exploración neuropsicológica ape-


nas informan de la magnitud de los cambios de los sujetos ni de las áreas en
que estos se producen, y ambos aspectos son esenciales tanto para el proceso
de rehabilitación como para conocer la evolución de un trastorno.

Es necesario escoger pruebas que sean capaces de reflejar los cambios que se
producen por el paso del tiempo, por la evolución de los procesos intrínsecos
a los trastornos o por los diferentes tratamientos, para ir incorporando nuevos
elementos o vigilar aquellos objetivos que no se están desarrollando de forma
satisfactoria.

2.1. Baterías de cribado cognitivo

La utilización de pruebas de cribado cognitivo forma parte del proceso de diag-


nóstico habitual de los trastornos neurocognitivos. Este proceso de evaluación
se basa en la administración de pruebas cognitivas cortas para detectar altera-
ciones en la cognición de manera rápida.

El uso del test de cribado se encuentra muy extendido en diversos campos


relacionados con la práctica clínica, en especial en el terreno de las demencias.
Las razones para ello parecen claras:
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• Por un lado, porque las alteraciones cognitivas constituyen el núcleo fun-


damental en el que se definen estos síndromes.

• Por otro, porque es de fácil aplicación dentro de un sistema saturado por


una enorme carga asistencial y social derivada de ellas.

Las pruebas de cribado cognitivo pueden detectar alteración en el rendimiento


de un sujeto, pero la presencia de esa alteración no garantiza la presencia de
una demencia (Peña-Casanova y Sánchez-Benavides, 2014).

La siguiente situación es muy habitual en la práctica clínica y puede ejempli-


ficar de manera clara cuándo la elección de este tipo de herramientas se con-
sidera una primera opción:

Paciente varón de setenta y tres años de edad que ingresa durante la noche en el
área de urgencias del hospital en un estado confuso y desorientado. Es atendido por
el neurólogo de guardia y se le realiza una evaluación cognitiva breve mediante un
test de cribado (MMSE); obtiene una puntuación de 14 sobre 30. Este valor está cla-
ramente por debajo de la puntuación de corte compatible con demencia.

Con estos resultados, resulta fácil concluir que estamos ante una alteración
del estado cognitivo. Sin embargo, no podemos garantizar que estemos frente
a un trastorno concreto solo con esta información; es necesario realizar más
pruebas para aclarar si se trata, por ejemplo, de un estado confusional tran-
sitorio o de una demencia (condición crónica). Por tanto, se debe ser cauto
con el uso de los términos y saber diferenciar claramente entre un resultado
positivo en un test de cribado cognitivo y el diagnóstico de demencia.

A continuación, se hará una breve descripción de las baterías de cribado que


se emplean con mayor frecuencia, tanto en la práctica clínica como en inves-
tigación.

2.1.1. Mini-mental State Examination (MMSE)

El Mini-mental State Examination (MMSE) es la batería cognitiva de cribado


por excelencia. Fue desarrollada por Folstein y colaboradores en 1975 con la
intención de crear un test que pudiera baremar el estado mental de un paciente
en un tiempo de cinco a diez minutos, ya que los tests existentes hasta la
fecha eran demasiado largos. Desde entonces, se ha establecido como el test
cognitivo abreviado de mayor difusión internacional y, prácticamente, como
una norma de medida del rendimiento cognitivo en el lenguaje diario entre
los profesionales de la salud mental (Bermejo-Pareja et al., 2014).
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Este test mide de manera breve cinco dominios cognitivos. La prueba se divide
en una primera parte formada solo por preguntas; y una segunda, en la que
se hace necesario el uso de lápiz y papel:

• Orientación temporal (5 puntos).


• Orientación espacial (5 puntos).
• Registro y aprendizaje de tres palabras (3 puntos).
• Atención y cálculo: restas sucesivas de siete números a partir de cien o
deletreo inverso de la palabra mundo (5 puntos).
• Recordar las tres palabras (3 puntos).
• Nombrar un lápiz y un reloj (2 puntos).
• Repetir una frase (1 punto).
• Realizar una orden de tres acciones (3 puntos).
• Leer y obedecer un escrito (1 punto).
• Escribir una frase de manera libre (1 punto).
• Copiar la figura de dos pentágonos entrelazados (1 punto).

Los dominios cognitivos evaluados son: orientación (proporciona informa-


ción acerca de la capacidad de orientación en espacio y tiempo de los sujetos);
memoria (tanto inmediata como el registro de memoria reciente); atención y
cálculo (se mide la capacidad de atención, concentración y abstracción que
tiene el sujeto); lenguaje (mide la capacidad de la persona para recibir órdenes
y expresarse de manera oral y escrita) y habilidades visuoespaciales (además
de medir la capacidad de percepción visuoespacial, evalúa la concentración,
organización y coordinación motora fina).

El MMSE tiene una puntuación máxima de 30 puntos y la nota de corte habi-


tualmente empleada para el cribado de demencias, aun con importantes ma-
tices, es de 23/24 sobre el total (Cummings, 1993).

Su interpretación suele ser la siguiente:

• 30 - 27: sin deterioro


• 26 - 25: dudoso o posible deterioro
• 24 - 10: demencia leve a moderada
• 9 - 6: demencia moderada a severa
• < 6: demencia severa

Pero como se ha comentado con anterioridad, este tipo de pruebas de cribado


no pueden definir un diagnóstico y deben acompañarse con una entrevista
clínica, una exploración física y otras pruebas complementarias.

Tabla 1. Ventajas e inconvenientes del uso del MMSE

Ventajas Inconvenientes

La más usada internacionalmente (gran canti- Problemas al intercambiar traducciones entre


dad de traducciones). diversas culturas.

Fuente: Versionado de Nieuwenhuis-Mark (2010)


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Ventajas Inconvenientes

Facilidad en su administración. Influencia del evaluador y del contexto en su


fiabilidad y validez.

Rapidez (< 10 minutos). En demencias avanzadas puede llevar entre


15-20 minutos su aplicación.

Varios dominios evaluados. Bastante comple- Presenta efecto suelo y techo.


ta.

Utilidad tanto de la puntuación total (puntos Difícil interpretación de los puntos de corte.
de corte) como de ítems aislados.

Aplicable a un público muy amplio (incluso Sensibilidad a edad, sexo, educación y cultura
personas de edad muy avanzada). (requiere ajustes en su aplicación).

Útil en el cribado y para establecer estadíos en No distingue entre subtipos de demencia.


demencia.

Aplicable en todas las poblaciones con dete- Diferencias entre su uso en el medio comuni-
rioro cognitivo. tario (más útil) y en deterioro cognitivo leve
(escasa utilidad).

Es la medida por excelencia en el ámbito mé- No explora la totalidad de los dominios cogni-
dico y para población anciana. tivos y su nivel de dificultad es escaso.

Bastante fácil de conseguir. Copyright desde 2001.

Disponibilidad de diferentes adaptaciones en Las diferentes versiones en español son discuti-


español (MMSE, MEC-Lobo, MMSE-37). das.

Fuente: Versionado de Nieuwenhuis-Mark (2010)

2.1.2. Montreal Cognitive Assessment (MoCA)

El Montreal Cognitive Assessment (MoCA) es un test de cribado creado en


1996 por el doctor Ziad Nasreddine en Montreal, Quebec. En su origen fue
diseñado para la detección del deterioro cognitivo leve, pero posteriormente
ha ido adoptando numerosos ajustes clínicos para su utilización en diferentes
contextos.

Al igual que el MMSE, la puntuación total máxima de esta escala es de 30


puntos, distribuidos de la siguiente manera:

• Funciones ejecutivas (4 puntos): TMT-B modificado (1 punto), fluencia


verbal (P) en 1 minuto (1 punto) y semejanzas (2 puntos).

• Atención, concentración y memoria de trabajo (6 puntos): dígitos en or-


den directo e inverso (2 puntos), restas [100-7] (3 puntos), identificación
de la letra a (1 punto).

• Memoria a corto plazo: recuerdo de cinco palabras (5 puntos).

• Función visuoespacial (4 puntos): dibujo de un reloj (3 puntos), copia de


un cubo (1 punto).
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• Lenguaje (5 puntos): denominación de tres animales (3 puntos), repetición


de frases complejas (2 puntos).

• Orientación temporal y espacial (6 puntos).

La realización de la prueba en su conjunto tarda entre 10 y 15 minutos.

En el estudio de validación inicial (Nasreddine, 2005) se utilizó una muestra


canadiense con un nivel educativo muy alto, lo que posibilitó que se obtuvie-
ran unos datos psicométricos de habilidad discriminativa muy buenos para
una nota de corte superior a 26 puntos (deterioro cognitivo leve: sensibilidad
90% y especificidad 87%; demencia tipo alzhéimer: sensibilidad 100% y espe-
cificidad 87%). Esto provocó que se recomendase su uso principalmente en
pacientes que presentasen quejas subjetivas de memoria, pero sin una afecta-
ción funcional destacable.

Además de en la enfermedad de Alzheimer, han ido apareciendo diferentes


estudios que avalan su uso como test de cribado en otras enfermedades como
la esclerosis múltiple (Dagenais, 2013), la patología cerebrovascular (Koski,
2013), la enfermedad de Parkinson (Gill, 2008) o la demencia frontotemporal
(Freitas, 2012).

Uno de los principales inconvenientes en el uso del MoCA es la enorme in- Ved también
fluencia del nivel cultural y la baja puntuación obtenida por los controles. La
Toda la información refe-
diferencia es tal que, por ejemplo, en un estudio de validación de población rente al MoCA (traduccio-
española (Lozano-Gallego, 2009), los resultados fueron sustancialmente dife- nes, estudios, versiones, ba-
remos...) se puede encon-
rentes (media controles canadienses = 27,4; media controles españoles = 19,8). trar en su página web: http://
www.mocatest.org
En este estudio se estableció una nota de corte mayor a 21 para el deterioro
cognitivo leve; y para la demencia, mayor a 14. En la validación original se
trató de corregir el efecto producido por el nivel de educación añadiendo un
punto a los que tenían menos de doce años de estudios cumplidos, pero esta
medida no fue suficiente.

El MoCA puede considerarse una escala de cribado muy interesante y es am-


pliamente utilizada en todo el mundo, tanto en el ámbito clínico como en el
de la investigación. No obstante, su uso en una población diferente a la de la
validación original seguirá siendo arriesgado hasta que no aparezcan nuevos
estudios que proporcionen datos psicométricos más consistentes.

2.1.3. Test breve para la evaluación del estado cognitivo (BCSE)

El Test� breve� para� la� evaluación� del� estado� cognitivo (BCSE) (Weschler,
2009) permite evaluar de manera rápida el funcionamiento cognitivo general
en personas adultas y adolescentes (a partir de los dieciséis años) con altera-
ciones psiquiátricas, trastornos neurológicos o sospecha de alteraciones cog-
nitivas.
© FUOC • PID_00259407 17 Evaluación neuropsicológica

La prueba puede adquirirse de manera individual, pero también se encuentra


incluida como prueba opcional dentro de la Escala de Memoria de Wechsler
para Adultos-IV (WMS-IV; Wechsler, 2013) para hacer un cribado cognitivo
inicial.

Las funciones cognitivas evaluadas en el BCSE, mediante doce ítems, pueden


dividirse en seis áreas, siendo la atención y las funciones ejecutivas los procesos
a los que se presta mayor atención:

• orientación temporal: día, mes, año, hora del día...

• control mental: atención y manipulación mental de secuencias

• planificación y organización visoperceptiva: dibujo del reloj

• recuerdo incidental: recuerdo de imágenes sin aviso previo de que debían


ser recordadas

• inhibición: inhibición de respuestas predominantes

• producción verbal: producción de palabras dentro de una categoría semán-


tica en treinta segundos

EL BCSE permite, con una aplicación de tiempo muy breve (diez minutos)
obtener un rápido cribado, puesto que ofrece cinco posibles niveles de rendi-
miento cognitivo (normal, normal bajo, límite, bajo y muy bajo) que se ob-
tienen teniendo en cuenta la edad (16-29, 30-44, 45-69 y 70-89) y el nivel de
escolaridad de la persona evaluada (sin estudios, primer grado, segundo gra-
do y tercer grado). Además, se incluyen recomendaciones específicas para la
evaluación en pacientes con necesidades especiales (físicas, sensoriales o del
lenguaje), haciendo hincapié en la adecuada interpretación de los resultados
que se obtengan fuera del procedimiento estándar establecido en la prueba.

Los materiales de la prueba están muy bien elaborados, son atractivos y senci-
llos de utilizar, incluido el manual de aplicación, en el que se recoge de manera
clara toda la información necesaria para su correcta aplicación y corrección.

La adaptación española (Pearson Educación, 2013) posee baremos muy ade-


cuados, elaborados a partir de una muestra amplia y bien estratificada. Ade-
más, aporta información acerca de la fiabilidad de la prueba, tanto en lo que
se refiere a estabilidad temporal como en la fiabilidad interjueces.
© FUOC • PID_00259407 18 Evaluación neuropsicológica

2.1.4. Screening del deterioro cognitivo en psiquiatría (SCIP-S)

El Screening�del�deterioro�cognitivo�en�psiquiatría (SCIP-S) (Pino et al., 2014)


es una prueba de cribado del funcionamiento cognitivo desarrollada para de-
tectar los posibles déficits cognitivos que pueden aparecen en personas adul-
tas con alteraciones psiquiátricas y enfermedades mentales o sin ningún tipo
de alteración.

El test, con un tiempo de aplicación de quince minutos, permite la evalua-


ción de la atención, la memoria, la función ejecutiva y la velocidad de proce-
samiento mediante cinco pruebas:

• aprendizaje verbal inmediato


• memoria de trabajo
• fluidez verbal
• aprendizaje verbal diferido
• velocidad de procesamiento

Un aspecto positivo de la prueba es que dispone de tres formas paralelas, lo


que permite hacer de manera fiable un seguimiento de la evolución de los
pacientes, puesto que se elimina el posible efecto de aprendizaje.

La prueba ha sido baremada tanto en población clínica como en población


general, ofreciendo baremos para adultos sanos en función de la edad (18-39,
40-55, 56 o más) y del nivel educativo (primaria, secundaria, superiores), ade-
más de baremos específicos para pacientes con alteraciones psiquiátricas (es-
quizofrenia y trastorno bipolar I). Tanto la puntuación total como las puntua-
ciones de cada una de las pruebas ofrecen puntos de corte para facilitar el es-
tablecimiento del perfil de alteración cognitiva del paciente.

2.1.5. Short-Portable Mental State Questionnarie (SPMSQ)

El Cuestionario�portátil�del�estado�mental (Pfeiffer, 1975), en inglés Short-


Portable Mental State Questionnarie (SPMSQ), es una prueba muy breve que,
mediante diez ítems evalúa la siguiente orientación, la memoria de evocación,
la concentración y el cálculo, permitiendo una valoración general del estado
cognitivo global del paciente.

A cada ítem contestado incorrectamente se le asigna un punto, y cero a los


ítems correctos. A partir de la suma total se obtiene un perfil cognitivo normal
(entre cero y dos puntos), deterioro cognitivo leve (entre tres y cuatro puntos),
deterioro moderado (entre cinco y siete) y deterioro severo (a partir de ocho
puntos). Además, se permite un error adicional si el paciente no ha recibido
educación primaria y un error menos si tiene estudios superiores.

El test consta de las siguientes preguntas:


© FUOC • PID_00259407 19 Evaluación neuropsicológica

• ¿Qué día es hoy (mes, día y año)?


• ¿Qué día de la semana es?
• ¿Dónde estamos ahora?
• ¿Cuál es su número de teléfono? o ¿Cuál es su dirección (si no tiene telé-
fono)?
• ¿Qué edad tiene?
• ¿Cuál es su fecha de nacimiento?
• ¿Quién es el presidente del Gobierno?
• ¿Quién fue el presidente anterior?
• ¿Cuál es (o era) el nombre de sus padres?
• Reste de tres en tres a partir de venite.

2.1.6. Batería neuropsicológica breve CAMCOG

El CAMCOG (Roth et al., 1988) es una breve batería neuropsicológica diseña-


da para evaluar el deterioro cognitivo incluida en la Prueba de exploración
cambridge revisada para la valoración de los trastornos mentales en la vejez
(CAMDEX-R) (validada en español por Vialta y sus colaboradores (Vilalta et
al., 1991).

La administración de esta prueba, compuesta por sesenta ítems (sesenta y tres


en la versión española), está estructurada en nueve subescalas, con distinto
número de ítems cada una de ellas y con un peso diferente en la puntuación
global. Mediante la suma directa de las puntuaciones que proporcionan los
aciertos en las diferentes subescalas se obtiene una puntuación global con un
mínimo de 0 y un máximo de 107, estableciéndose en 60/70 el punto de corte
para el diagnóstico de demencia.

En la tabla que se muestra a continuación se reflejan las diferentes subescalas


del CAMCOG, el número de ítems que las componen y la puntuación máxima
que permiten obtener.

Tabla 2. Subescalas del CAMCOG

Subescalas N.° de ítems Puntuación máxima

Orientación 10 10

Temporal 5 5

Espacial 5 5

Lenguaje 17 30

Expresivo 8 21

Comprensivo 9 9

Memoria 13 27

Reciente 4 4

Remota 6 6
© FUOC • PID_00259407 20 Evaluación neuropsicológica

Subescalas N.° de ítems Puntuación máxima

Aprendizaje 3 17

Atención 2 7

Praxis 8 12

Cálculo 2 2

Pensamiento 4 8
abstracto

Percepción 4 11

Total 60 107

El CAMCOG parece ser la escala de cribado más adecuada para detectar los
signos tempranos de la demencia y, además, no tiene un efecto techo tan mar-
cado como el MMSE.

2.2. Baterías neuropsicológicas

Genéricamente, se puede definir una batería de evaluación neuropsicológica


como un conjunto de pruebas o elementos que exploran las principales fun-
ciones cognitivas de forma sistematizada, con el objeto de detectar y tipificar
la existencia de un daño cerebral.

En la literatura especializada, existe una fuerte controversia acerca de las uti-


lidades y limitaciones de la aplicación de este tipo de procedimientos en la
evaluación de los pacientes con lesión o posible disfunción cerebral.

Las ventajas más reconocidas sobre su uso radican en la posibilidad de estu-


diar los principales síndromes y alteraciones neuropsicológicas en un tiempo
relativamente breve, así como en la oportunidad de disponer de una amplia
base de datos que facilita, por un lado, la obtención de perfiles característicos
para las diferentes lesiones cerebrales y, por otro, un mayor control sobre el
conjunto de variables (edad, nivel educativo, etc.) que afectan al rendimiento
de los individuos en estas pruebas. Finalmente, al realizar una evaluación glo-
bal del funcionamiento cognitivo, permiten identificar no solo los principales
déficits, sino también las habilidades preservadas en cada paciente.

Entre los inconvenientes, cabe señalar la falta de fundamentación teórica, ya


que, en general, constituyen una agrupación de pruebas con mayor o menor
sensibilidad a los efectos de las diferentes lesiones cerebrales, pero carecen de
un marco conceptual que explique dicha selección de instrumentos. En el ám-
bito clínico, su diseño permite más la comparación de resultados entre indivi-
duos y grupos que el análisis específico de los errores que comete cada pacien-
te, lo cual resulta esencial para el establecimiento de un posterior programa
de rehabilitación neuropsicológica personalizado.
© FUOC • PID_00259407 21 Evaluación neuropsicológica

A continuación, se presentan, de forma breve, las principales baterías de eva-


luación cognitiva global que se emplean en el actual contexto de la clínica
neuropsicológica.

2.2.1. Escala de inteligencia de Wechsler para adultos – IV (WAIS-


IV)

La escala de inteligencia de Wechsler para adultos (WAIS) es una prueba


de evaluación dirigida a valorar la capacidad cognitiva en adolescentes
y adultos de 16 a 90 años.

Diseñado por David Wechsler, el WAIS ha sido revisado en diferentes ocasiones


para mejorar la prueba y adaptar los baremos a diferentes poblaciones. La pri-
mera versión era del año 1939 y la versión actual, el WAIS-IV, fue adaptada al
español en 2012 (De la Guía, et al., 2012). Esta última modificación incorpora
una serie de mejoras respecto a las anteriores: las estructuras de la prueba, la
reducción del tiempo de aplicación, la adaptación de los ítems a las personas
más mayores, el aumento de su utilidad clínica y el perfeccionamiento de sus
capacidades psicométricas.

Fuente: https://www.pearsonclinical.com/psychology/products/100000392/wechsler-adult-intelligence-scalefourth-edition-
wais-iv.html

De aplicación individual y con un tiempo de entre sesenta y noventa minutos,


el WAIS-IV está compuesto por quince subpruebas: doce pruebas, comunes con
la versión anterior (WAIS-III), y tres pruebas nuevas, adaptadas de la escala de
Wechsler para niños (WISC-IV; Wechsler, 2003). Dichas pruebas se organizan
formando una puntuación global (CI Total) y cuatro índices diferenciados:
comprensión verbal (ICV), razonamiento perceptivo (IRP), memoria de trabajo
(IMT) y velocidad de procesamiento (IVP).
© FUOC • PID_00259407 22 Evaluación neuropsicológica

El ICV refleja la capacidad de razonamiento verbal, de formación de concep-


tos y el nivel de conocimientos adquiridos. Por su parte, el IRP evalúa la ca-
pacidad de procesamiento visuoespacial y la integración visuomotora. El IMT
muestra la capacidad para mantener una información determinada activa en
la memoria de manera temporal operando y trabajando con ella. Por último,
el IVP refleja la capacidad de operar con información visual de forma rápida.

Estructura del WAIS-IV con los índices y las subpruebas correspondientes.

Fuente: Adaptado de https://www.pearsonclinical.com/psychology/products/100000392/wechsler-adult-intelligence-


scalefourth-edition-wais-iv.html

La tabla 6 muestra, en orden de aplicación, una breve descripción de cada


prueba, además de su categoría y del índice en el que se integra:

Tabla 6. Descripción de las subpruebas que componen el WAIS-IV

Nombre de la prueba Orden de Descripción Índice Categoría


aplicación

Semejanzas 2 Extracción de semejanzas entre dos palabras o ICV Principal


conceptos presentados

Vocabulario 5 Denominación de dibujos y definición de con- Principal


ceptos

Información 9 Respuesta a preguntas de conocimiento general Principal

Comprensión 13 Respuesta a preguntas en base a principios bási- Opcional


cos y normas sociales

Cubos 1 Reproducción de diseños de dificultad creciente IRP Principal


con cubos coloreados en rojo y blanco

Figuras incompletas 15 Identificación del elemento clave ausente en di- Opcional


ferentes dibujos

Balanzas* 12 Selección del peso adecuado que mantiene equi- Opcional


(figura 2b) librada una balanza

Puzles visuales* (figura 2a) 8 Elección de las tres piezas que completan un Principal
puzle que se presenta completo

*Nuevas pruebas incorporadas en la última versión (WAIS-IV).


© FUOC • PID_00259407 23 Evaluación neuropsicológica

Nombre de la prueba Orden de Descripción Índice Categoría


aplicación

Matrices 4 Elección del elemento ausente en una matriz que Principal


sigue un razonamiento lógico

Dígitos 3 Dígitos directos: repetición de series de dígitos, MT Principal


presentados oralmente, en el mismo orden en
que se presentan.
Dígitos inversos: repetición de series de dígitos
en orden inverso al presentado.
Dígitos en orden creciente: repetición de manera
ascendente de series de números.

Letras y números 11 Repetición de los números en orden ascenden- Principal


te y de las letras en orden alfabético de una serie
presentada de letras y números mezclados

Aritmética 6 Resolución mental de problemas aritméticos Opcional

Búsqueda de símbolos 7 Determinación de la presencia o ausencia de al- IVP Principal


guno de los símbolos diana dentro de una serie
de símbolos presentada

Clave de números 10 Copia de los símbolos adecuados que se corres- Principal


ponden con un número determinado que tienen
asociado

Cancelación* 14 Tachado de figuras geométricas de la misma for- Opcional


(figura 2c) ma y color que las proporcionadas como ejem-
plos

*Nuevas pruebas incorporadas en la última versión (WAIS-IV).

En estas figuras se pueden ver las nuevas pruebas del WAIS-IV:

1) Rompecabezas visuales
© FUOC • PID_00259407 24 Evaluación neuropsicológica

2) Balanzas

3) Cancelación

A partir de las puntuaciones directas obtenidas en cada una de las subpruebas,


se calculan las puntuaciones escalares (con un máximo de 10 y una desviación
típica de 3) mediante una tabla de conversión ajustada a la edad de la perso-
na evaluada. Con la ayuda de dichas calificaciones, se extraen puntuaciones
compuestas para cada uno de los índices (ICV, IRP, IMT e IVP) y una puntua-
ción de CI Total.

Las correspondientes a los índices son puntuaciones típicas calculadas a partir


de la suma de las puntuaciones escalares de varias subpruebas de cada com-
ponente (la escala métrica es de 100 y su desviación típica es 15). Existe una
tabla de equivalencia entre dichas puntuaciones compuestas y la puntuación
© FUOC • PID_00259407 25 Evaluación neuropsicológica

percentil correspondiente que permite conocer si la persona evaluada está en


la media de su referente poblacional, por encima o por debajo de esta. Del
mismo modo, el resultado global de la prueba se calcula mediante la suma de
las calificaciones de las cuatro puntuaciones compuestas.

Mediante las puntuaciones de cada subprueba y las puntuaciones compuestas


obtenidas para cada índice es posible trazar un gráfico del perfil cognitivo de
la persona evaluada, a fin de extraer una presentación visual gráfica y sencilla
para detectar los puntos fuertes y los puntos débiles de la persona.

2.2.2. Test Barcelona

El Test Barcelona (TB), diseñado por Jordi Peña-Casanova en 1990, es el primer


instrumento de exploración neuropsicológica desarrollado en España para la
evaluación del estado cognitivo. Es un instrumento válido y ampliamente uti-
lizado en nuestro medio, que explora diversas funciones cognitivas implicadas
en los procesos neurodegenerativos.

Su desarrollo estaba incluido en el Programa integrado de exploración neuro-


psicológica (PIEN), que, según su director, tenía como principal objetivo «di-
señar, proponer y discutir un instrumento original de exploración de las acti-
vidades mentales superiores que permitiera avanzar en el conocimiento clíni-
co de los pacientes neuropsicológicos».

El TB parte de la neurología tradicional y tiene una base teórica neuroluriatista


(conceptos de sistema funcional complejo y de bloques cerebrales). Pretende
que cada subtest tenga un valor específico y un valor contextual dentro del
conjunto de pruebas. De esta manera, se establece, mediante los resultados,
un perfil clínico capaz de definir las capacidades preservadas y alteradas de
cada paciente.

En cuanto a su estructura, las pruebas se agrupan en áreas funcionales, se tie- Ved también
ne en cuenta el tiempo de ejecución en algunos subtests y los resultados se
Toda la información referente
expresan en percentiles. Posee una versión completa, una abreviada y una es- al test Barcelona se puede en-
pecífica para sujetos que cumplan un perfil de afasias. Se aplica a individuos contrar en su página web:
http://www.neuro-cog.com/
a partir de los veinte años y se hace de manera individual. es/test-barcelona.html

El TB incluye un gran número de funciones cognitivas: lenguaje, orientación,


atención-concentración, lectura, escritura, praxis, reconocimiento visual, me-
moria y abstracción. La versión completa presenta un total de ciento seis sub-
tests en cuarenta y dos apartados. Además, en cuarenta y un casos se considera
una puntuación doble que incluye el efecto del tiempo de respuesta, y se llega
a un total de ciento cuarenta y siete variables.

El TB requiere de aproximadamente tres horas para su administración; por


este motivo, se configuró un perfil abreviado y con un tiempo de ejecución
reducido que facilitara una aproximación clínica más práctica; se trata del test
© FUOC • PID_00259407 26 Evaluación neuropsicológica

Barcelona abreviado (TB-A). Esta versión tiene un tiempo de administración


de cuarenta y cinco minutos, consta de cuarenta y un subtests que contienen,
a su vez, cincuenta y cinco subpruebas y que evalúan los siguientes ámbitos
cognitivos:

• Lenguaje
• Orientación
• Dígitos directos e inversos
• Series verbales y control mental
• Repetición
• Denominación de imágenes
• Evocación categorial (animales)
• Comprensión verbal
• Lectura
• Escritura
• Praxis (ideomotora, melocinética y visuoconstructiva)
• Funciones visuoperceptivas
• Memoria verbal de textos
• Memoria visual
• Problemas aritméticos
• Semejanzas
• Clave de números
• Cubos

Exiten dos tipos de puntuaciones: dicotómicas (correcto-incorrecto) y de tiem-


po de ejecución. Posee buena correlación con la escala ADAS-Cog, y distingue
cinco grupos normativos en función de la edad y escolaridad del sujeto. La
puntuación de corte es de 85.

La valoración clínica previa es vital a la hora de dar valor diagnóstico a los


hallazgos derivados de la prueba.

En el año 2005, se publicó el test Barcelona revisado (TB-R) (Peña-Casanova,


2005), donde se modificaron ciertos contenidos (por ejemplo, no se incluyó
el subtest de emparejamiento de caras) y se presentaron nuevos perfiles abre-
viados y de afasia. También se ampliaron los datos normativos iniciales pa-
ra una serie de subtests específicos en el contexto del Proyecto Neuronorma,
desarrollado en el Hospital del Mar (Barcelona). En dicho proyecto la muestra
estaba compuesta por doscientos setenta sujetos y se normalizaron diversos
tests cognitivos. En cuanto al diseño, se mejoraron los materiales.

2.2.3. Addenbrooke’s Cognitive Examination-III (ACE-III)

La Addenbrooke’s Cognitive Examination (ACE), creada por el grupo de J. R.


Hodges (2000), se desarrolló inicialmente como una modificación del MMSE
que añadía más pruebas de memoria, lenguaje, praxis constructiva y fluencia
verbal para hacerla más robusta. En los últimos años, se han realizado varios
© FUOC • PID_00259407 27 Evaluación neuropsicológica

estudios de validación (en diversos países y múltiples idiomas) tanto para la


versión original como para la revisada (ACE-R) enfocados a determinar su ren-
dimiento ante diferentes tipos de demencias (enfermedad de Alzheimer, de-
mencia asociada a la enfermedad de Parkinson, demencia vascular...) y dete-
rioro cognitivo leve. Además, se ha demostrado su eficacia en estudios de se-
guimiento de pacientes a lo largo del tiempo.

La tercera versión (ACE-III) se creó con la intención de mejorar algunas limi-


taciones de las versiones anteriores (Hsieh et al., 2013). Además, por motivos
relacionados con los derechos del MMSE, se modificaron algunos ítems idén-
ticos. Con la administración del test se obtiene una puntuación total sobre
100 puntos, a partir de los cinco apartados o dominios en que está dividido
el test: atención (máximo 18 puntos), memoria (máximo 26 puntos), fluencia
(máximo 14 puntos), lenguaje (máximo 26 puntos) y función visuoespacial
(máximo 16 puntos).

• Atención y concentración (18 puntos):


– Orientación temporal (5)
– Orientación espacial (5)
– Registro de tres palabras (3)
– Resta seriada [100-7] (3)

• Memoria (26 puntos):


– Recuerdo de las tres palabras anteriores (3)
– Registro del nombre y la dirección (7)
– Memoria retrógrada (4)
– Recuerdo del nombre y la dirección (7)
– Reconocimiento del nombre y la dirección (5)

• Fluencia verbal (14 puntos):


– Fluencia fonética [palabras que empiecen con p en 1 minuto] (7)
– Fluencia semántica [nombres de animales en 1 minuto] (7)

• Lenguaje (26 puntos):


– Comprensión de órdenes complejas (3)
– Escritura de dos oraciones (2)
– Repetición de palabras (2)
– Repetición de frases (2)
– Denominación por confrontación (12)
– Reconocimiento semántico (4)
– Lectura de palabras extranjeras de uso común (1)

• Visuoespacial (16 puntos)


– Copia de figuras (3)
– Dibujo de un reloj (5)
– Contabilización de puntos (4)
© FUOC • PID_00259407 28 Evaluación neuropsicológica

– Identificación de letras incompletas (4)

La ACE-III ha sido recientemente validada y traducida al español (J. A. Ma-


tías-Güiu, 2014), y ha obtenido unos valores de sensibilidad y especificidad
mayores a los del MMSE.

Algunas de las principales ventajas de este test son su brevedad (aproximada-


mente 15 minutos) y la buena tolerancia que tiene por parte de los pacientes.
Además de ser un test muy completo, con una cabal valoración de la memoria,
el lenguaje, la praxis constructiva y la función visuoespacial, se correlaciona
con los tests estándar más específicos para evaluar estas funciones en el campo
de la neuropsicología.

Una limitación que cabe tener en cuenta es la fuerte influencia que tiene la
escolaridad sobre la puntuación total en el estudio de validación español; de
manera que resulta menos útil en sujetos con estudios básicos.

2.2.4. Escala para la Evaluación de la Enfermedad de Alzheimer


(ADAS-COG)

La Escala de Evaluación para la Enfermedad de Alzheimer (ADAS), publicada


por primera vez en 1984 por W. G. Rosen y colaboradores, es un instrumento
breve que se diseñó especialmente para evaluar el deterioro cognitivo en la
enfermedad de Alzheimer. Procura medir puntualmente sus principales sínto-
mas y también su progresión, incluso en los estadios más avanzados. Se reco-
mienda su uso para evaluaciones más detalladas y para protocolos de investi-
gación particulares, pero no para aplicarla en entornos de atención rutinaria.

Para su aplicación se necesitan entre 30 y 45 minutos. Consta de veintiún


ítems divididos en dos subescalas: cognitiva (ADAS-Cog) y conductual (ADAS-
Noncog), de once y diez ítems respectivamente.

En la práctica se ha hecho muy popular la administración del ADAS-Cog,


mientras que el ADAS-Noncog ha sido relegado por otras escalas conductuales
más amplias como el Inventario Neuropsiquiátrico (NPI) (Cummings et al.,
1994).

En el ADAS-Cog, el rango de puntuación varía entre 0 (sin deterioro) y 70 (de-


mencia severa). No presenta un efecto techo importante, ya que los sujetos
sanos suelen rendir en puntuaciones que oscilan entre los 5 y los 10 puntos.
La evaluación de las funciones cognitivas está formada por los siguientes ele-
mentos:

• 3 ítems de memoria (27 puntos):


– Recuerdo de palabras
– Reconocimiento de palabras
© FUOC • PID_00259407 29 Evaluación neuropsicológica

– Recuerdo de las instrucciones de la prueba de memoria

• 1 ítem de orientación (8 puntos)


• 5 ítems de lenguaje (25 puntos):
– Órdenes verbales
– Denominación de objetos y dedos
– Capacidad en el lenguaje hablado
– Comprensión del lenguaje hablado
– Dificultad para encontrar las palabras adecuadas

• 2 ítems de praxis (10 puntos):


– Praxis constructivas
– Praxis ideatorias

Debido a su excelente sensibilidad (obtenida mediante estudios longitudina-


les de monitorización del cambio en pacientes no tratados y con un nivel de
cambio, en un año, de aproximadamente nueve puntos en la subescala cog-
nitiva), el ADAS-Cog se ha convertido en la herramienta principal para valo-
rar la influencia de medicación experimental en la evolución de la demencia
producida por alzhéimer.

El nivel de cambio parece depender en gran medida del grado de deterioro en


el momento de la primera evaluación; por tanto, se debe ser cauto a la hora
de utilizarlo en el diagnóstico.

El ADAS-Cog goza de gran aceptación por sus características psicométricas (fa-


cilidad en la aplicación, fiabilidad test-retest), pero también ha recibido críti-
cas por el exceso de puntos condicionados por la necesidad de dominio de la
lectura.

2.2.5. La evaluación de la inteligencia premórbida

La forma de cuantificar el deterioro cognitivo después de daño cerebral resulta


especialmente problemática por el hecho de que la variabilidad en los resulta-
dos de la ejecución de un test cognitivo puede llegar a ser considerable en la
población general. De esta manera, no siempre resulta satisfactorio comparar
el resultado del rendimiento de un individuo en un test con el resultado de la
población general. Lo ideal sería poder disponer de exploraciones previas de
los pacientes que han padecido lesiones cerebrales, pero eso es algo difícil en
la gran mayoría de las personas sin antecedentes de enfermedad neurológica.

Según Lezak y para la neuropsicología clínica, una valoración correcta de los


cambios cognitivos en una persona que ha padecido una lesión cerebral re-
quiere de la comparación entre su rendimiento actual, con su propio rendi-
miento previo a la lesión. Puesto que la mayoría de las veces no disponemos
de esa información del funcionamiento cognitivo previo, una forma de cono-
© FUOC • PID_00259407 30 Evaluación neuropsicológica

cerlo es realizando una estimación de su nivel de inteligencia premórbida. Ello


nos ayudará tanto a interpretar los resultados de las pruebas obtenidas como
a planificar correctamente un determinado programa de rehabilitación, o in-
cluso como apoyo a la hora de establecer un determinado pronóstico.

No todos los tests de función cognitiva se alteran después de una lesión cere-
bral. Algunos aspectos de la cognición, como el vocabulario, la información
general o algunas otras habilidades directamente relacionadas con la educa-
ción previa, no se modifican a no ser que nos hallemos ante una afectación
grave y muy extensa de la corteza cerebral. En los casos de lesión cerebral más
leve, incluso el cociente intelectual (CI) total obtenido con las escalas de inte-
ligencia habituales puede no verse modificado.

Se han establecido diferentes formas de valorar la inteligencia premórbida en


pacientes que padecen alteraciones cognitivas secundarias a lesión cerebral.

La mejor puntuación en una subescala del test de inteligencia de


Wechsler

M. Lezak (2005) propuso valorar la inteligencia premórbida del paciente valo-


rando la mejor puntuación obtenida en las diferentes subescalas de la escala
de inteligencia de Wechsler (WAIS). Esta forma de obtener una estimación se
basa en el conocimiento de que las puntuaciones de los diferentes subtests de
las escala WAIS correlacionan entre sí, y a su vez, correlacionan con el cociente
intelectual total de la escala (excepto los subtests de dígitos, clave de números
y rompecabezas). En un individuo con un cociente intelectual medio de 100, y
sin afectación cerebral de ningún tipo, es esperable que las puntuaciones obte-
nidas en los diferentes subtests sean homogéneas, con puntuaciones escalares
cercanas a esa misma puntuación. En pacientes con daño cerebral, en cambio,
es probable que, en función de si predomina un trastorno atencional, un dé-
ficit visuoespacial o un enlentecimiento en la velocidad de procesamiento de
la información, puntúen de forma poco homogénea en los distintos subtests,
pudiendo obtener caídas muy significativas en subtests concretos. Es por tanto
lógico pensar que, en estos pacientes, la puntuación más alta en un subtest será
la que esté menos o nada reducida y la que más correlacionará con el cociente
intelectual total previo al daño cerebral. En las imágenes siguientes podéis ver
dos ejemplos de puntuaciones en un individuo normal y en un individuo con
una lesión en el lóbulo parietal derecho.
© FUOC • PID_00259407 31 Evaluación neuropsicológica

Resumen de las puntuaciones escalares


obtenidas por un individuo normal

Puede observarse la homogeneidad entre las puntuaciones


escalares.

Resumen de las puntuaciones escalares


obtenidas por un individuo que tiene una lesión
de gran tamaño en su lóbulo parietal derecho

Se observa una diferencia muy marcada en aquellos subtests


que implican habilidad visuoespacial, visuoconstructiva y
visuoperceptiva.

Subtests muy resistentes al daño cerebral

Otra opción, para estimar la inteligencia premórbida, consiste en escoger aque-


llos subtests de una escala de inteligencia que son más resistentes al efecto de
una lesión cerebral, como es el caso del subtest de vocabulario de la escala de
inteligencia Wais (Wechsler, 2012). En efecto, la información almacenada per-
manentemente en el córtex cerebral suele estar bien preservada en el caso de
las lesiones focales o del daño cerebral subcortical, y solamente se ve afectada
ante procesos degenerativos, en los cuales se produce una pérdida progresiva
de neuronas corticales, o bien en lesiones corticales masivas, en cuyo caso las
secuelas cognitivas y neurológicas de los pacientes son muy graves.
© FUOC • PID_00259407 32 Evaluación neuropsicológica

El subtest de vocabulario se ha venido utilizando ampliamente en investiga-


ción como medida rápida para inferir la inteligencia premórbida de los pacien-
tes y para agrupar a pacientes y controles en estudios que valoran funciones
cognitivas.

Pruebas específicas diseñadas para valorar el cociente intelectual


premórbido

Nelson, en 1982, diseñó un test específico para la valoración de la inteligen-


cia premórbida: el National Adult Reading Test (NART). Se trata de un test de
lectura que contiene 50 ítems consistentes en palabras que el paciente debe
leer con la acentuación correcta. El éxito en la lectura correcta depende de la
familiaridad del paciente con las palabras, y diversos estudios han demostra-
do su alta correlación con el cociente intelectual valorado con otras pruebas
estandarizadas como la escala de inteligencia de Wechsler.

La estandarización del test se llevó a cabo con 120 personas sanas y se estable-
cieron ecuaciones de regresión que permiten predecir el cociente intelectual
que se obtendría en el test de Wais, a partir de la puntuación del NART. Aunque
este test es de amplio uso en Estados Unidos y está especialmente extendido
en el ámbito forense, todavía no se utiliza como test de elección para valorar
la inteligencia premórbida en nuestro entorno.

Tabla 3. Algunos ejemplos de los ítems del National Adult Reading Test

ACULLA ABOGACIA
RABI APATRIDA
DIAMETRO MOARE
CANON ACME
POLIGAMO PIFANO
DISCOLO BULGARO

Algunos ejemplos de los ítems del National Adult Reading Test, en su


versión española («Test de acentuación de palabras: TAP» de Moltó
y otros, 1997). El paciente debe leer cada palabra en voz alta, de
modo que el examinador anota si en la pronunciación el paciente
coloca el acento en la sílaba correcta.

Estimación a través de variables demográficas

Mattarazzo, hacia los años setenta, fue el primero en establecer que algunas
variables demográficas correlacionaban con el cociente intelectual medido a
través de pruebas estandarizadas.

En este sentido, puede resultar lícito tomar información del nivel educacio-
nal y del tipo de profesión que desempeña el individuo, por ejemplo. Diver-
sos autores han intentado objetivar y sistematizar los datos sociodemográficos
más adecuados, estableciendo también ecuaciones y regresiones para prede-
cir el cociente intelectual, pero la controversia en este terreno es el resultado
más habitual. En un estudio que llevaron a cabo Crawford y colaboradores
en 1989, observaron que el cociente intelectual inferido a través de variables
demográficas coincidía, efectivamente, con el cociente intelectual verbal de la
escala de Wechsler, pero no con el cociente intelectual manipulativo. De entre
© FUOC • PID_00259407 33 Evaluación neuropsicológica

todas las variables sociodemográficas tomadas como medidas indirectas del


nivel de inteligencia premórbido, la más relacionada y también más utilizada
es el nivel educacional.

La valoración de la inteligencia premórbida adquiere especial relevancia en las


valoraciones forenses, en las cuales es de importancia analizar detalladamente
el cambio que una determinada lesión cerebral ha producido en el paciente. En
los casos en que las secuelas cognitivas son graves, o evidentes tanto para los
clínicos como para las compañías de seguros, o incluso para los jueces, la evi-
dencia de cambio cognitivo respecto al estado previo no requiere demasiado
esfuerzo de justificación. Sin embargo, la valoración del cociente intelectual
premórbido adquiere relevancia cuando nos encontramos ante alteraciones
que para el individuo son significativas, pero no destacan si pueden incluirse
dentro de los rangos de normalidad. Es el caso, por ejemplo, de individuos
cuyo cociente intelectual previo es muy elevado y su elevado rendimiento in-
telectual los ha llevado a ocupar cargos profesionales de mucha responsabili-
dad, pero que después de una lesión cerebral muestran un rendimiento signi-
ficativamente inferior al previo. Este peor rendimiento intelectual les va a im-
pedir desarrollar con eficacia su misma tarea profesional, pero si analizamos
las puntaciones obtenidas en los tests utilizados, estas pueden situarse simple-
mente en un nivel bajo dentro de los límites de la normalidad.

Una mujer de 41 años había tenido un accidente como consecuencia de un andamio


mal colocado, cuando caminaba por la acera. Padeció un traumatismo craneoencefálico
leve-moderado con un hematoma frontal derecho. Cuando le dieron el alta médica, los
informes realizados por su neurólogo concluían que la recuperación había sido total.
También se realizó una valoración cognitiva global, en la que todos los resultados estaban
dentro de los límites de la normalidad, excepto en una prueba que valoraba memoria de
trabajo, en la que sus rendimiento se situaba muy ligeramente por debajo de la media. Se
determinó que su exploración era normal, y que podría retomar el trabajo. Sin embargo,
a los 15 meses de comenzar a trabajar, la paciente fue destituida de su cargo porque no
era capaz de realizar correctamente su trabajo y no había cumplido los objetivos marcado
por la empresa. Por lo visto, había perdido eficacia y la ubicaron en un departamento
diferente con menor responsabilidad.

A petición de la paciente, se realizó entonces una nueva exploración neuropsicológica en


la que se estimó un cociente intelectual premórbido de 139, correspondiente a un nivel
superior al resto de la población. En cambio, las puntuaciones que la paciente obtuvo en
las diferentes subescalas del test de inteligencia Wais y el cociente intelectual total poste-
rior a la lesión correspondieron a un rendimiento medio-bajo, excepto en vocabulario e
información, en donde las puntuaciones son muy superiores a la media de la población, y
que justamente, son muy resistentes a las lesiones cerebrales. La estimación del cociente
intelectual premórbido en esta paciente permitió, por tanto, valorar y explicar el porqué
de su fracaso laboral, a pesar de que sus rendimientos tras el traumatismo craneoencefá-
lico se hallen dentro de los límites de la normalidad.
© FUOC • PID_00259407 34 Evaluación neuropsicológica

3. Exploración neuropsicológica en cirugía

La relación de la neuropsicología con la neurocirugía se remonta a los propios Referencia bibliográfica


orígenes de la disciplina. En efecto, los primeros pasos de la evaluación neuro-
C. Junqué y M. Mataró
psicológica en clínica nacieron del interés de los neurocirujanos por conocer (2000). «La simbiosis neuro-
las consecuencias cognitivas de las exéresis realizadas en pacientes con tumo- cirugía-psicología en el ori-
gen de la nueropsicología clí-
res, epilepsia u otras patologías que requerían de intervención quirúrgica. Asi- nica». Neurocirugía (núm. 11,
págs. 82-88).
mismo, la necesidad de profundizar en las secuelas cognitivas de la neuroci-
rugía promovió la creación de múltiples pruebas de valoración neuropsicoló-
gica. Las primeras valoraciones y los primeros estudios se realizaron en torno
a la cirugía de la epilepsia hacia los años cincuenta.

En la tabla 4 se resumen algunos de los personajes y aportaciones clínicas de


los años cincuenta que han contribuido al desarrollo de la evaluación neuro-
psicológica y a la neuropsicología clínica en sí misma.

Tabla 4. Principales aportaciones a la evaluación neuropsicológica en relación con la neurociru-


gía entre los años 1950 y 1960

B.�Milner Evaluación y descripción de las funciones cognitivas alteradas


tras las exéresis en el lóbulo temporal realizadas a pacientes con
epilepsia.

B.�Milner�y�W.�Penfield Evaluación y publicaciones sobre los efectos sobre la memoria re-


ciente de las lesiones en el hipocampo en pacientes sometidos a
cirugía de la epilepsia.
Estudios con el paciente HM.

J.�Wada Introduce la técnica consistente en anestesiar el cerebro de for-


ma unilateral (test de Wada). La exploración cognitiva breve del
lenguaje durante la anestesia de un hemisferio permitirá conocer
las secuelas de las exéresis posteriores.

B.�Milner Primeros estudios utilizando la audición dicótica para determinar


la lateralidad del lenguaje.

D.�Kimura Incorporó la audición dicótica al estudio de las consecuencias de


las lesiones temporales provocadas por la resección de los lóbu-
los temporales.

H.�L.�Teuber Evaluación de las consecuencias cognitivas de las lesiones fronta-


les y parietales.

A.�S.�Smith Exploración y estudio de las consecuencias cognitivas de las he-


misferectomías en cerebros inmaduros.

M.�Gazzaniga Primeras valoraciones de las consecuencias cognitivas de las ca-


llosotomías.
Introduce el taquistoscopio en la valoración de estos pacientes.

En la actualidad, la relación del neuropsicólogo con la neurocirugía sigue sien-


do fundamental y, en términos de evaluación, se lleva a cabo sobre todo en
los siguientes ámbitos:

1) Valoración neuropsicológica de las secuelas posquirúrgicas.


© FUOC • PID_00259407 35 Evaluación neuropsicológica

2) Valoración neuropsicológica en los pacientes con hidrocefalia crónica del


adulto.
3) Estudios de lateralidad, valoración neuropsicológica en pacientes sometidos
a cirugía de la epilepsia.
4) Monitorización en quirófano de pacientes con tumores frontotemporales.

3.1. Valoración neuropsicológica de las secuelas posquirúrgicas

La evaluación neuropsicológica del paciente quirúrgico tiene como objetivo


la valoración de las secuelas producidas tanto por la lesión en sí, que ha mo-
tivado la intervención quirúrgica, como por la propia cirugía. En los casos de
intervención programada, se podrá disponer de una valoración precirugía y
otra poscirugía, para valorar el cambio producido tras la cirugía. Pero no ocu-
rre así siempre, dado que muchos pacientes son intervenidos de urgencia y
no es posible disponer de una valoración previa, con la que poder comparar
los cambios.

El objetivo fundamental de la evaluación neuropsicológica consiste en la va-


loración de las secuelas con fines rehabilitadores, es decir, con el fin de decidir
la necesidad y el tipo de rehabilitación cognitiva y conductual adecuada para
cada paciente. Por otro lado, no debe perderse de vista la finalidad informa-
dora u orientadora a los familiares, que frecuentemente no saben cómo han
de actuar ante las alteraciones cognitivas o los cambios de conducta que han
aparecido como consecuencia del daño cerebral.

3.2. Valoración neuropsicológica de los pacientes con


hidrocefalia crónica del adulto

La hidrocefalia crónica del adulto (HCA) consiste en la acumulación de líqui-


do cefalorraquídeo dentro de las cavidades ventriculares, como consecuencia
de un desequilibrio en el balance entre su producción y su reabsorción. Ha-
bitualmente la presión intracraneal es normal, por lo que se ha venido deno-
minando también hidrocefalia normotensiva o a presión normal. El líquido
cefalorraquídeo se acumula sobre todo en los ventrículos laterales, y suele ob-
servarse un mayor aumento en las astas anteriores. El resultado es una tríada
de síntomas característica consistente en alteración de la memoria, alteración
de la marcha e incontinencia urinaria.
Hidrocefalia
Fuente: imagen propia.

Diversos estudios han puesto de manifiesto que la alteración de la memoria no


es la única alteración cognitiva que se observa en estos pacientes al inicio de
los síntomas, sino que las funciones ejecutivas pueden incluso alterarse antes
que la propia memoria episódica.

Si la hidrocefalia va aumentando, los déficits cognitivos también son cada vez


mayores y llegan a producir demencia.
© FUOC • PID_00259407 36 Evaluación neuropsicológica

El trastorno cognitivo de la hidrocefalia consiste en una afectación cuyo per-


fil fue descrito por Albert en 1975, y al que se ha denominado perfil subcorti-
cal, o frontosubcortical. Es el conjunto de déficits cognitivos que se observan
(con peculiaridades y variaciones en función de las patologías) cuando la dis-
función cerebral afecta a estructuras subcorticales. Sería el caso de la enferme-
dad de Parkinson, la esclerosis múltiple, la enfermedad vascular subcortical o
también la hidrocefalia crónica del adulto. El perfil subcortical se caracteriza
por una alteración de la memoria episódica (que afecta más a la recuperación
espontánea de la información aprendida que al reconocimiento), enlenteci-
miento en el procesamiento de la información y alteración de las funciones
prefrontales. Estos déficits se producen en ausencia de afasia, apraxia y agno-
sia. Suele acompañarse de apatía y síntomas depresivos.

La solución a la acumulación de LCR intraventricular y al consecuente daño


cerebral, que se produce por compresión de las estructuras subcorticales conti-
guas, consiste en la inserción de una válvula de drenaje ventrículo peritoneal,
que deriva el líquido directamente fuera del sistema nervioso central. Muchos
estudios han demostrado que el éxito de esta cirugía depende del estado cog-
nitivo basal de los pacientes. Y dado que la mayoría de estos son personas de
edad avanzada, la�exploración�neuropsicológica�prequirúrgica�proporcio-
na� información� fundamental� para� la� decisión� de� si� el� paciente� es� o� no
candidato�a�someterse�a�cirugía. En este sentido, la evaluación neuropsico-
lógica deberá descartar la presencia de alteraciones cognitivas que vayan más
allá de las esperables en el cuadro clínico de la hidrocefalia crónica del adulto,
descartando, sobre todo, la presencia de otras posibles demencias añadidas.

En los casos en que el diagnóstico médico no es del todo certero, los hallaz-
gos de la exploración neuropsicológica pueden contribuir a apoyar la hipóte-
sis diagnóstica de hidrocefalia crónica del adulto. En este caso es de especial
relevancia, además de realizar una exploración neuropsicológica que descarte
la presencia de alteraciones no explicables por afectación de los circuitos sub-
corticales, deberá completarse con la utilización de una técnica de audición
dicótica.

La audición dicótica es una técnica experimental que consiste en la pre-


sentación simultánea y biaural de dos estímulos breves simultáneos, ha-
bitualmente verbales (monosílabos: sol-cal). El paciente debe repetir los
monosílabos que oye. Cuando esto ocurre, es decir, cuando dos estímu-
los son presentados exactamente al mismo tiempo y uno por cada oído,
se produce un colapso de las vías ipsilaterales de forma que la informa-
ción auditiva llega a las áreas primarias a través de las vías contralate-
rales.
© FUOC • PID_00259407 37 Evaluación neuropsicológica

En los pacientes con hidrocefalia crónica del adulto, es posible que la com-
presión de las astas anteriores de los ventrículos laterales ejerza presión sobre
el cuerpo calloso, llegando a producir una interrupción del paso de la infor-
mación callosa interhemisférica. Si esto ocurre, cuando sometemos al pacien-
te a una prueba de audición dicótica, observaremos que este puede repetir la
información que escucha a través del oído derecho, puesto que por vía con-
tralateral llega directamente a las áreas de procesamiento verbal en el hemis-
ferio izquierdo. Sin embargo, ignorará los estímulos que se presentan en el
oído izquierdo, porque estos llegan al hemisferio derecho, y deben atravesar
el cuerpo calloso para llegar a las áreas lingüísticas en el hemisferio izquierdo
necesarias para procesar y repetir el estímulo. El resultado de la valoración será
una extinción de los estímulos que se presentan por el oído izquierdo.

La audición dicótica, junto con el resultado del resto de la exploración neu-


ropsicológica, resulta una técnica fácil y económica para apoyar la hipótesis
de que el sistema ventricular está ejerciendo presión sobre las estructuras cer-
canas.

En algunos casos, cuando el cerebro de una persona de edad avanzada ha per- Audición�dicótica
Fuente: materiales de la UOC.
dido mucho tejido cortical o subcortical, como sucede en las demencias, los
ventrículos laterales también aumentan considerablemente de tamaño. En es-
tos casos, hablamos de una hidrocefalia ex vacuo, en la que no se ejerce com-
presión sobre las estructuras colindantes y por lo tanto no se detectaran ano-
malías en la técnica de audición dicótica. En estos pacientes, la evaluación
neuropsicológica suele indicar la presencia de alteraciones como afasia, apra-
xia o agnosia.

3.3. Valoración neuropsicológica en pacientes sometidos a


cirugía de la epilepsia

Algunos pacientes epilépticos son resistentes a los tratamientos farmacológi-


cos, con la consecuencia de la no paliación de sus crisis. La mayoría de estos
pacientes padece de epilepsia del lóbulo temporal y, en los casos en que el fo-
co epileptógeno está bien localizado, pueden someterse a una extirpación del
área del lóbulo temporal que desencadena las crisis.

Dado que el lóbulo temporal medial acoge circuitos y regiones relacio-


nadas con el aprendizaje y el almacenamiento de la información, la ex-
ploración neuropsicológica, aunque debe incluir una exploración am-
plia de todas las funciones cognitivas, se centrará de forma muy cuida-
dosa en la valoración de la memoria declarativa de tipo episódico.
© FUOC • PID_00259407 38 Evaluación neuropsicológica

La exploración neuropsicológica se ha utilizado para la valoración de la late- Web recomendada


ralidad y como procedimiento predictivo del déficit posquirúrgico, conjunta-
http://www.dailymotion.com
mente con otras técnicas como el test de Wada. /video/x89ngk_test-de-
wada_school.

La ubicación cerebral del lenguaje y la memoria verbal así como su estado


previo a la cirugía permiten pronosticar la dimensión del trastorno mnésico
que presentará el paciente después de la cirugía.

Durante los últimos años, la resonancia magnética funcional (RMf) ha ido


progresivamente sustituyendo al test de Wada en la valoración de la laterali-
dad, pero las exploraciones neuropsicológicas con protocolos amplios de ex-
ploración siguen proporcionando una información valiosa tanto pre quirúrgi-
ca como posquirúrgica. Por otro lado, la valoración cognitiva en los pacientes
epilépticos no solo se contempla en los casos de cirugía, sino que proporciona
datos de la evolución de la enfermedad y su posible alteración de la memoria,
o bien como control de la influencia de un determinado tratamiento sobre la
cognición.

Desde que nacieron las primeras unidades de epilepsia en nuestro país, el equi-
po clínico suele contar con un profesional de la neuropsicología.

Webs recomendadas

Podéis ver algún ejemplo de los servicios que se ofertan en las unidades de epilepsia de
algunas clínicas en las siguientes páginas web:

http://www.teknon.es/unidad-de-la-epilepsia

http://www.hospitalclinic.org/es/asistencia/atencion-
hospitalaria/neurociencias/neurologia/unidad-de-epilepsia.

En las unidades específicas de cirugía de la epilepsia, la valoración neuropsi-


cológica se realizará con los siguientes fines:

• Describir la lateralidad del lenguaje. En los casos en que se realiza un test


de Wada, el neuropsicólogo tiene que realizar una sesión previa de entre-
namiento al paciente en la valoración rápida que se realiza en quirófano,
y también una valoración para obtener la línea base prequirúrgica de esta
valoración. Posteriormente, se encargará de realizar la misma valoración
una vez el paciente esté en quirófano y con el efecto activo de la anestesia
en uno de los dos hemisferios; para finalmente, una vez trascurrido el efec-
to de la anestesia, valorar algunos aspectos de la memoria verbal reciente.

• Explorar el estado cognitivo del paciente previo a la intervención, lo que,


junto con la lateralidad del lenguaje, permite establecer un perfil de pa-
ciente con alto o bajo riesgo de deterioro cognitivo después de la cirugía.

• Valorar las secuelas posquirúrgicas a corto plazo.


© FUOC • PID_00259407 39 Evaluación neuropsicológica

• Valorar los efectos de la cirugía al cabo de unos meses (frecuentemente seis


meses y doce meses).

Tabla 5. Propuesta de áreas cognitivas que deben valorarse en un paciente que va a ser someti-
do a cirugía de la epilepsia y alguna de las pruebas más utilizadas para valorarlas

DOMINANCIA Manual Test de Olfield (Olfield, 1987), test de Annet (Annet…)

Visual Test de Harris (Harris, 1993)

Auditiva Escucha dicótica (Kimura, 1973)

Capacidad�intelec- Escala de inteligencia de Wechler, 2013.


tual

Orientación Orientación MMSE (Folstein, 1975), Orientación Christensen (Christensen, 1987)

Memoria DE TRABAJO Dígitos inversos de la WMS, Wechsler, 2… Control


mental de la WMS, subtests de aritmética (WAIS)
(Wechsler, 2013)

EPISÓDICA Lista de palabras de Rey (Rey…)


Test de aprendizaje verbal de California (Delis y otros,
1987)
Test de memoria visual 10/36 (…)
Retención a largo plazo, figura compleja de Rey (Rey
Osterrieth, 1975)
Test de memoria de Rivermead (Wilson y otros, 1985)

SEMÁNTICA Test de vocabulario de Boston


Subtest de vocabulario WAIS (Wechsler, 2013)
Emparejamiento palabra-dibujo (Wilson, Jaichenco y
Ferreres, 2005)
Personajes o lugares famosos

Atención SELECTIVA ….

SOSTENIDA Continuous Performance Test

ALTERNANTE …

Lenguaje ESPONTÁNEO Descripción de la Lámina del test de Boston (Goodglass


y Kaplan, 1986)

DENOMINACIÓN Test de vocabulario de Boston (Goodglass y Kaplan,


1986)

COMPRENSIÓN Token test (De Renzi y Faglioni…)


Comprensión del test de Boston (Goodglass y Kaplan,
1986)

LECTOESCRITURA Lectura escritura del test de Boston (Goodglass y Ka-


plan, 1986)

Praxias Batería Luria-Cristensen


Subtest de cubos Wais (Wechsler, 2013)
Copia figura de Rey (Rey Osterrieth, 1975)
Copia de dibujos (Strub y Black, 1988)

Gnosias VISUAL Test de Poppelreuter


VOSP (Warrington, 1994)
Percepción de imágenes (Luria…)

SOMATOSENSORIAL (Christensen, 1987)

AUDITIVA Test de discriminación auditiva


Test de Seashore (Seashore, 1993)
© FUOC • PID_00259407 40 Evaluación neuropsicológica

Funciones�ejecutivas Test de clasificación de cartas de Wisconsin (Heaon, 1993)


Test de Stroop (Golden, 1975)
Trail Making Test (Davies, 1968)
Torre de Londres (...)

3.4. Monitorización en quirófano del paciente con tumores


frontotemporales

El tratamiento de los tumores cada vez requiere una intervención más multi-
disciplinaria en la que, además del neurocirujano, intervienen neurorradiólo-
gos, neurofisiólogos, neuropsicólogos y anestesistas entrenados.

Durante los últimos años, se ha comenzado a extender en los quirófanos hos-


pitalarios la monitorización del lenguaje durante las intervenciones quirúrgi-
cas de pacientes con tumores cerebrales en regiones cercanas a las áreas del
lenguaje. Conjuntamente con el neurofisiólogo, que monitoriza los aspectos
motores o sensoriales, el neuropsicólogo realiza exploraciones de cribado a lo
largo de la intervención, con el fin de evitar graves alteraciones del lenguaje
posquirúrgicas, y de contribuir a orientar al cirujano sobre las zonas que son
silentes o no, en relación al lenguaje.

Este tipo de monitorización requiere que el paciente esté despierto durante


toda la intervención, de manera que pueda responder a las valoraciones inter-
mitentes que el neuropsicólogo realiza. El neurocirujano estimula una zona
cerebral, antes de extirpar el tejido, al tiempo que el neuropsicólogo realiza su
valoración rápida del lenguaje, con el fin de valorar las posibles consecuencias
de la exéresis de esa zona estimulada. Si durante una de las valoraciones el
paciente bloquea su capacidad para expresar, muestra un lenguaje parafásico
o deja de comprender instrucciones verbales, por ejemplo, el neurocirujano es
alertado de las consecuencias cognitivas de la extirpación de esa área.

En la actualidad, se dispone de neuroimagen en quirófano que dispone de un El neuronavegador


sistema de neuronavegación que permite orientar al neurocirujano del lugar
El neuronavegador es un siste-
exacto donde está trabajando en cada momento y orientar su intervención, ma de neuroimagen quirúrgi-
combinando las imágenes visuales con las monitorizaciones continuadas del ca que sirve para guiar en to-
do momento al cirujano en su
neurofisiólogo y el neuropsicólogo. exéresis quirúrgica respetando
los bordes del tejido lesionado
y garantizando una resección
completa pero al mismo tiem-
La evaluación neuropsicológica de estos pacientes requiere diversas fases: po respetuosa o necesaria.

1)�Una�evaluación�pretratamiento. Consiste en una exploración exhaustiva


de las habilidades cognitivas del paciente, en donde no solamente se explora
el lenguaje, sino todas las funciones que pueden estar alteradas como conse-
cuencia de la localización del tumor. De esta forma, será posible valorar las
consecuencias cognitivas de la intervención quirúrgica de cara a orientar una
Neuronavegador
posible rehabilitación. Esta será la exploración de base. Fuente: imagen propia.
© FUOC • PID_00259407 41 Evaluación neuropsicológica

2)�Una�valoración�de�control�pretratamiento. Antes de entrar en el quiró-


fano, en donde se le realiza al paciente una rápida valoración de los diferentes
aspectos de su lenguaje, con el mismo material y la misma forma en que se
realizará posteriormente durante la intervención. Esta valoración servirá para
eliminar aquellos ítems que pueden generar confusión (porque el paciente no
los conoce, o no los nombra correctamente, por ejemplo). Al mismo tiempo,
esta valoración ha de servir para entrenar al paciente en la forma rápida en que
se realizará la valoración una vez dentro del quirófano y para familiarizarse
con ella.

3)� Valoraciones� ágiles� y� rápidas� a� lo� largo� de� la� intervención. Cada vez
que la posible exéresis se acerca a áreas cercanas a los circuitos lingüísticos. El
número de valoraciones dependerá de la extensión y localización del tumor
cerebral.

4)�Valoración�postratamiento. Consiste en volver a realizar una exploración


neuropsicológica amplia y detallada, cuando el paciente se encuentre física-
mente estable. Esta valoración neuropsicológica exhaustiva permitirá conocer
cuáles han sido las secuelas posquirúrgicas y orientar su posible rehabilitación.
© FUOC • PID_00259407 43 Evaluación neuropsicológica

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