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Universidad Central del Ecuador

Facultad de Ciencias Sociales y Humanas


Teorías del desarrollo

Estudiante: Paúl Amores Molina


Indicaciones: Reflexionar sobre la crisis del sistema capitalista: económica, social
(desigualdad, pobreza, concentración de la riqueza, desempleo e informalidad laboral),
política (avance del fascismo y autoritarismo con gobiernos de extrema derecha), nuevas
demandas: equidad de género, rechazo y combate todo tipo de violencia, reconocimiento de
la diversidad. Mínimo 4 páginas, formato ensayo

El largo y todavía en transformación proceso del sistema capitalista mundial nos lleva

a preguntarnos por las formas de dominación contemporáneas, sus crisis y resistencias,

donde, la trayectoria histórica no aparece como añadidura del presente, sino, y como clave de

interpretación, como una permanencia cambiante atravesada por relaciones de poder.

El capitalismo, como sistema predominante, se halla en una crisis multidimensional

que interrelaciona aspectos económicos, sociales, político, medioambientales que han venido

constituyéndose a la par del sistema patriarcal y el sistema colonial; en su conjunto,

repercuten directamente sobre nuestras vidas.

En primer lugar, la crisis del capitalismo se manifiesta en una creciente desigualdad

económica, acrecentada todavía más en la fase neoliberal. A medida que el capital se

concentra en manos de unos pocos, la brecha entre los ricos y los pobres se amplía,

generando tensiones sociales y económicas. Para 2015, el economista Joseph Stiglitz revelaba

que una pequeña élite posee una parte desproporcionada de la riqueza mundial (Fariza, 2015),

mientras que una gran parte de la población lucha por satisfacer sus necesidades básicas.

En su forma contemporánea, este fenómeno es detallado en el proceso de

acumulación por desposesión. Harvey (2005), autor de este planteamiento, contempla la


acumulación de riqueza y poder a expensas de otros grupos o comunidades a nivel mundial,

pues el mercado capitalista ha llegado a este punto de interconexión. Identifica varias

formas en la que se lleva este proceso de desposesión: 1) la financiarización como prácticas

financieras especulativas, muy presente desde los ochenta y con su punto crítico en la crisis

financiera internacional del 2008, donde explotaron las burbujas económicas hipotecarias con

consecuencias devastadoras para millones de personas; 2) el despojo de recursos naturales y

territorios de comunidades, con agendas extractivistas, las cuales han estado muy presentes

en territorio latinoamericano; 3) la privatización de los bienes públicos y la imposibilidad de

acceso a servicios como agua, educación, salud; 4) la precarización laboral donde las y los

trabajadores enfrentan salarios bajos, contratos temporales o la falta de protecciones

laborales. Estos eventos, aunque no únicos ni aislados, han socavado la confianza en el

sistema y han generado interrogantes sobre su funcionamiento contemporáneo, lo que ha

puesto en marcha toda una maquinaria ideológico-política como intento de cooptar esos

temores.

Es notorio al regresar la vista a los mandatos presidenciales de Donald Trump o Jair

Bolsonaro, de aquel fascismo abiertamente político que, con discursos de odio y el apoyo a

políticas que debilitan los derechos humanos, vistas, por ejemplo, en el rechazo a la

inmigración o el respaldo a grupos civiles armados, acentúan una política del miedo que no

son sino formas contemporáneas en que el poder llama a las masas desposeídas.

Aterrizándolo, no se trata de un fenómeno aislado, pues en palabras de Tzeiman (2021), la

administración estatal ha sido un espacio histórico de disputa, a lo que las extremas derechas

han reaccionado movilizándose en contra del desgaste del modelo imperante.

Adicionalmente, la crisis del capitalismo también se manifiesta en su impacto en el

medio ambiente. La búsqueda implacable de crecimiento económico y ganancias ha llevado a

la explotación desmedida de las tierras, recursos naturales y a la degradación del medio


ambiente. El cambio climático, la contaminación y la pérdida de biodiversidad son algunas de

las consecuencias de este modelo insostenible, que amenaza tanto nuestro bienestar presente

como el de las generaciones futuras.

Para situar esta crisis, tomamos como ejemplo la entrevista que realiza Noor Mahtani,

reportera del diario El País, a Óscar Bazoberry sociólogo y coordinador general del Instituto para

el Desarrollo Rural de Sudamérica (IPDRS). Aquí, aludiendo a Bazoberry, insiste que “Más que

una región productora, dice, esta es una región exportadora” (Mahtani, 2022). Latinoamérica

exporta históricamente materias primas y fuerza de trabajo hacia los centros de acumulación de

capital. Tampoco es menor lo que menciona más adelante: “Por eso nos hemos convertido en una

región importadora de estos alimentos” (Mahtani, 2022), refiriéndose finalmente a una economía

de mercado global con una lógica de funcionamiento.

Siguiendo esta línea, en nuestra región también se vive una gran contradicción

alimentaria: producimos grandes cantidades de alimento pero existe una profunda hambruna.

Además, esto se ha identificado como una iniciativa imperialista de las grandes potencias

para resguardar sus recursos naturales (especialmente la tierra y el agua) a futuro ( Mahtani,

2022).

Como habíamos mencionado, la pervivencia histórica colonial y patriarcal ha tenido

su embate. Ya no se trataba solo del movimiento obrero, sino también de movimientos con

demandas históricas: feminista, étnico, LGTBIQ+. Su despegue, quizás, tiene lugar en la

segunda mitad del siglo XX.

Para ello, quisiéramos tomar un caso práctico, concretamente el de la descolonización

interna que ha tenido lugar en Bolivia. El protagonismo indígena-campesino durante las

movilizaciones de los primeros años de este siglo, la llegada de Evo Morales a la presidencia

y la posterior transformación nacional de acuerdo con esta identidad, representaron una


ruptura simbólica a la colonialidad. Si bien no ha concluido, conjuga la disputa del estado y

cómo este ha canalizado estas demandas históricas.

En resumen, la crisis actual del capitalismo plantea desafíos significativos en términos

de desigualdad económica, falta de regulación, precarización laboral y deterioro

medioambiental. Estos problemas interrelacionados han generado un amplio debate y un

llamado a repensar y transformar el sistema económico actual.


Referencias:

Fariza, I. (2015). El 1% más rico tiene tanto patrimonio como todo el resto del mundo junto.

El País. Recuperado 31 de mayo de 2023, de

https://elpais.com/economia/2015/10/13/actualidad/1444760736_267255.html

Harvey, D. (2005). El “nuevo” imperialismo: acumulación por desposesión (R. Felder,

Trad.). Socialist register, 99-129.

http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/se/20130702120830/harvey.pdf

Mahtani, N. (2022, 5 noviembre). “Latinoamérica está pasando hambre y perdiendo su

biodiversidad mientras alimenta a China”. El País.

https://elpais.com/america-futura/2022-11-05/latinoamerica-esta-pasando-hambre-y-

perdiendo-su-biodiversidad-mientras-alimenta-a-china.html

Tzeiman, A. (2021). La fobia al Estado en América Latina. Reflexiones teórico-políticas

sobre la dependencia y el desarrollo. CLACSO. https://iigg.sociales.uba.ar/wp-

content/uploads/sites/22/2021/04/La-fobia-al-Estado.pdf

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