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Her Bikers
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FoxRose
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BLUE
Hacía dos años que papá había muerto, y aunque había asumido el hecho de
que ya no estaba aquí, siempre era difícil estar delante de su tumba.
Me pasé unos treinta minutos allí de pie, mirando su nombre grabado en la
gran lápida y sonriendo al recordarlo.
-Te echo de menos, papá. Todos estamos bien. No tienes que preocuparte, -
susurré, y luego me besé las yemas de los dedos y las presioné contra su
nombre antes de alejarme.
Cuando levanté la vista, los vi a todos de pie. Estaban todos apoyados en sus
motocicletas con los brazos cruzados, y sus ojos me observaban atentamente
mientras caminaba hacia ellos.
Aunque papá ya no estaba, tenía a sus hermanos que habían estado cuidando
de mí. Incluso cuando todavía era pequeña, esos moteros eran mis
protectores.
Esbocé una sonrisa triste al llegar a Ink. Él era el presidente del Black Thunder
MC desde hacía más de diez años, y había sido el que acogió a papá cuando
nos mudamos a esta ciudad.
-Estás bien, cariño?, - me preguntó, dejando que sus ojos recorrieran toda mi
cara antes de volver a encontrarse con los míos.
-Sí, estoy bien. Lista para volver a casa, - le dije.
Asintió y alcanzó mi casco que había colocado en el asiento de su moto, y tras
ponérmelo, todos hicieron lo mismo antes de montar en sus motos.
Me subí detrás de Ink y le rodeé con mis brazos mientras dejaba rugir su
moto.
-Agárrate fuerte. - No hacía falta que me lo dijera, pero de todas formas
siempre lo hacía para asegurarse.
Me apoyé en su espalda y miré hacia la tumba de papá, y mientras nos 5
alejábamos, cerré los ojos para mantenerlo cerca de mí. Papá ya no estaba
aquí, pero incluso sin él, tenía a toda esa gente rodeándome y queriéndome.
Este club era mi familia, y tenía la suerte de llamar a la sede del club mi hogar.
***
INK
Estaba disfrutando.
Observé como Blue bailaba con unos dulces culos alrededor de la hoguera, y
cada vez que la oía reír, sentía algo en mi pecho que nunca había sentido.
Siempre he sido protector con los hijos de mis hermanos, pero Blue ocupaba
un lugar especial en mi corazón.
Di un largo sorbo a mi cerveza sin dejar de mirarla, preguntándome por qué
era más difícil apartar la vista de ella a medida que crecía.
Ahora tenía veinte años, y era una mujer joven y hermosa, pero seguía siendo
demasiado joven para todas las cosas que deseaba hacerle.
Yo era demasiado viejo para ella, ya que cumpliría cincuenta y nueve años en
un par de semanas, pero no podía dejar de pensar en ella desnuda y encima
de mí.
-Mantén tus ojos en ella de esa manera y los tendrás pegados a ella por el
resto de tu vida. Joder, tío... aparta la vista de una vez, - dijo Capone, con la
voz llena de diversión.
Le ignoré. Aunque no quería que pensara que tenía razón, no podía apartar
los ojos de Blue.
-Mierda, cómo cojones se ha convertido ese proteccionismo en admiración? -
Preguntó entonces Razor, con la misma diversión en su voz.
-Sigo siendo protector con ella, - murmuré.
-Y no niegas la admiración. -
Finalmente aparté mi mirada de Blue y miré a Razor fijamente a los ojos. -
Atrás, ¿quieres? Sólo me estoy asegurando de que está bien. Hoy hace dos
años que perdió a su padre. -
-Todos sabemos eso, Prez. Sólo que nunca te he visto mirar a una chica de esa
manera. Nunca. - Welder decidió añadir algo a la conversación.
Amaba a estos chicos, y nunca les haría daño de ninguna manera, pero ahora 7
mismo, todo lo que quería era golpearlos a los tres en la cara con mi puño.
-Que no haya mirado a una chica de esa manera antes no es cierto. - Todos
giramos la cabeza para mirar a María, un dulce trasero que a ninguno de
nosotros le gustaba. Era una zorra.
Verás, respetaba a las mujeres, especialmente a las de mi club porque sin ellas,
ninguno de los hombres valíamos una mierda, pero María era simple y
llanamente una zorra.
Todos levantamos una ceja hacia ella, esperando que se fuera de nuevo.
-Jesús, y así de fácil me olvidan? - Ella también tenía las cejas levantadas,
retándonos a responder.
Seguimos sin decir una palabra, y cuando por fin se dio cuenta, dio un pisotón
como una niña pequeña que no recibe su caramelo, y se marchó enfadada.
-Por qué sigue por aquí? - preguntó Razor, con las cejas rubias y casi blancas
fruncidas por la confusión.
-Ni puta idea. Lleva demasiados años entreteniendo a los prospectos, - dije, y
mis ojos volvieron a buscar a Blue para quitarme la idea de María de la cabeza.
-Está allí, - me dijo Capone, señalando con la cabeza la dirección de las mesas
que habíamos preparado para esta noche. -Parece que ha bebido demasiado.-
Cuando mis ojos se posaron en ella, pude ver lo verde que se veía desde aquí.
Tomando un sorbo más, dejé mi cerveza en la mesa alta que teníamos
alrededor, y luego me dirigí a Blue, que estaba a punto de vomitar sobre sus
malditos pies.
Nota para mí: La próxima vez que la observes toda la noche, cuenta las
malditas botellas de cerveza que se bebe.
CAPÍTULO 3 8
BLUE
WELDER
Se había hecho tarde, pero los cuatro solíamos ser los últimos en salir de la
casa club.
También éramos los que pasábamos las noches aquí, durmiendo arriba con
uno o dos culos dulces.
Hacía una hora que habíamos mandado a casa al último aspirante, y nosotros
mismos nos movimos al bar por cerveza.
No se hablaba mucho en torno a la cabina en la que estábamos sentados, pero
al vislumbrar a Blue bajando las escaleras, me aclaré la garganta para llamar
la atención de los demás.
Ink se giró para mirarla, y ella se detuvo al notar que todos la observábamos.
Eran casi las cuatro de la mañana, pero parecía más despierta que nosotros
probablemente.
-No puedes dormir? - preguntó Ink, y ella negó con la cabeza.
Cuando se acercó a nosotros, me acerqué a la pared para invitarla a sentarse
a mi lado.
Razor se había levantado minutos antes para ir al baño, y ahora estaba de pie
detrás de la barra para traernos otra ronda de cervezas.
-Tráele un poco de agua, - le dije mientras se sentaba a mi lado, y luego la miré
con una sonrisa amable. -Te sientes bien, niña? -
-Estoy bien. No me duele la cabeza y tampoco me siento mal ya. -
-Eso es bueno. - Rodeé su hombro con mi brazo y la acerqué para besar su
sien, luego miré a Ink para asegurarme de que no estaba cruzando una línea
que él no quería que hiciera.
La forma en que la había observado toda la noche era diferente. Pero parecía
que a Ink no le importaba lo cerca que la tenía mientras mantenía sus ojos en
ella.
-Tienes algo en mente, pequeña? - Preguntó entonces Capone, haciendo que 12
Blue apartara sus ojos de Ink durante una fracción de segundo.
-Nada de lo que quiero que se preocupén, - respondió ella con una sonrisa.
Todos queríamos que hablara, pero no queríamos presionarla. Si ella sentía la
necesidad de dejarnos entrar en su linda cabecita, entonces definitivamente
lo haría.
Pero no la instamos.
Razor volvió con cuatro botellas de cerveza y un vaso de agua, y se sentó al
otro lado de Blue, sonriéndole. -Nos vas a hacer compañía? -
Blue asintió. -Tienen intención de quedaros aquí hasta que salga el sol? -
-Normalmente lo que hacemos, - dije, frotando su hombro y luego alcanzando
mi cerveza para tomar un sorbo.
-No estás cansado? -
-No necesitas dormir cuando no has dormido en toda tu vida de todos modos,-
afirmó Capone, y aunque yo estaba de acuerdo, ninguno de nosotros estaba
rejuveneciendo y la falta de sueño se notaba en nuestras caras.
Puede que no nos sintiéramos viejos, pero definitivamente lo parecíamos.
Arrugas alrededor de los ojos, y nuestro pelo y barba estaban casi blancos.
-Dormir es importante, - nos dijo Blue, lo que nos hizo reír a todos.
-Sin embargo, estás aquí, bien despierta, - respondí, sonriendo.
Ella frunció los labios, tratando de ocultar una sonrisa. -Pero normalmente
duermo por la noche. -
-Qué coño hace ella aquí todavía? - murmuró Razor, y todos miramos en la
dirección en la que él miraba. María caminaba hacia nosotros, llevando sólo
un pequeño vestido negro que no cubría mucho.
-Con quién estabas? - preguntó Ink. Ni siquiera nuestro prez creía que alguno
de sus hermanos se llevara a María a la cama.
-Por qué quieres saber? -
Ink levantó una ceja y esperó a que ella respondiera a su pregunta, sin tomarse 13
la molestia.
Ella suspiró poniendo los ojos en blanco. -Con un prospecto. Dios, para un club
que acepta a cualquiera que necesite ayuda, seguro que me tratas como una
mierda. -
-Necesitas ayuda? - Pregunté.
-No, pero...-
-Entonces no hay ninguna jodida razón para que te quedes en este club y te
metas con nuestros prospectos y revuelvas la mierda innecesariamente. -
No nos importaba que todos los culos dulces anduvieran por aquí. Demonios,
a todos nos gustaba tenerlas cerca, especialmente por la noche. Pero María
armaba dramas cuando simplemente estaba aquí a disposición de los
hombres.
-No le gustas a nadie, - susurró Blue a mi lado, y aunque estaba de acuerdo
con ella, esperaba que María no la oyera.
Ella ya había sido motivo de peleas entre las mujeres de este club, y no quería
que arremetiera también contra Blue.
-Qué has dicho? -
Bueno, mierda.
-Deberías irte", le dijo Capone, con voz severa.
-No, quiero que lo repita. Quién te crees que eres? -
Para ser una treintañera, María sí que era inmadura por desafiar a una
veinteañera, cuando lo único que había dicho Blue era la verdad.
-He dicho que no le gustas a nadie. Eres grosera, arrogante e irrespetuosa con
los miembros de este club. Deberías entender la indirecta. -
María estaba a punto de explotar, y aunque quería proteger a Blue, Ink parecía
querer ver más de esta divertida disputa.
-Coger la indirecta?, - escupió una carcajada. -Y cuál es tu objetivo? ¿Salir con 14
alguno de estos hombres y convertirte en una old? Noticia de última hora,
todavía eres una niña. -
Divertidos. Eso es lo que éstabamos todos por las palabras de María.
-Y, sin embargo, soy mucho más madura que tú. -
Y esa era la verdad. Diablos, María había estado rondando el club durante
demasiados años. Incluso había estado aquí antes de que Razor llegara desde
otro grupo.
-Es hora de que te vayas, - le dijo Ink, con el rostro tan serio como siempre.
María volvió a mirar a Blue, dispuesta a atacarla verbalmente aún más, pero
antes de que pudiera, la detuve. -Prez ha sido muy claro, verdad? -
Ella me miró con furia en los ojos, y mientras se daba la vuelta para irse, Ink
se aseguró de que entendiera su orden. -Y no vuelvas nunca más. -
-Qué? ¡No puedes echarme! -
-Acabo de hacerlo, mujer. Vete, y si vuelvo a ver tu cara por aquí, la próxima
vez no estaré tan tranquilo. -
Volvió a dar un pisotón, tan inmadura como siempre, antes de abandonar la
casa club de una vez por todas.
CAPÍTULO 5 15
BLUE
RAZOR
BLUE
CAPONE
BLUE
INK
BLUE
Ink me había levantado para que volviera a estar a horcajadas sobre él, con su
polla aún enterrada en mi interior.
Le sonreí para hacerle saber que estaba bien, y que me encantaba estar en
esta situación.
Sabía que para ellos no era un gran problema tener una mujer entre si, pero
la mayoría de las veces era un dulce trasero y no la hija de uno de sus difuntos
hermanos.
-Crees que puedes soportar otra polla dentro de ti? - preguntó Ink, estudiando
mi cara mientras seguía moviendo sus caderas debajo de mí y mientras yo
seguía haciendo círculos con mis caderas encima de él.
-Puedo intentarlo. -
-Alguna vez te ha follado más de un tío? - preguntó, con la ceja levantada.
-No, no lo he hecho. Pero quiero esto. Quiero saber qué se siente, - le dije en
voz baja.
Me asintió rápidamente, y luego miró detrás de mí a los demás antes de
recostarse en la cama y arrastrarme con él.
-Tienes que relajarte para esto, - me dijo, notando cómo mi cuerpo empezaba
a tensarse.
No estaba asustada, pero tener a Ink dentro de mí era suficiente para
estirarme hasta el punto de arder, y sólo podía imaginar lo que se sentiría al
tener a dos penetrándome al mismo tiempo.
-Vale, - susurré.
Me acomodé encima de él, colocando una mano en la cama junto a su cabeza
y la otra en su pecho para estabilizarme.
Oí a los chicos que estaban detrás de mí moviéndose, y luego sentí que dos 30
manos me acariciaban el culo y lo apretaban mientras una polla se deslizaba
por mis mejillas.
Cuando giré la cabeza para ver quién estaba detrás de mí, vi a Capone, cuyos
ojos estaban llenos de deseo.
Deseaba esto tanto como todos nosotros, y le sonreí para hacerle saber que
estaba preparada.
-Voy a tener que estirarte un poco antes de poder follar ese apretado culo,
nena. ¿Te parece bien? -
Asentí con la cabeza, y entonces sentí las yemas de sus dedos rozando mi piel
antes de rodear mi culo.
Giré la cabeza para mirar de nuevo a Ink, que ahora empujaba sus caderas
dentro de mí un poco más rápido que antes.
-Tan malditamente apretado, - siseó Capone mientras deslizaba un dedo
dentro, y aunque sólo fuera un dedo, ya me sentía abrumada por la sensación.
-Oh, Dios, - gemí, apoyando mi frente contra la de Ink y cerrando los ojos. - ¡Se
siente tan bien! -
-Sí? Se va a sentir aún mejor con los dos dentro de ti, cariño. Mírame, - exigió,
y abrí los ojos para encontrarme con los suyos de nuevo. -Buena chica. Mantén
esos ojos en mí mientras te follamos. Quiero verte cuando te hagamos venir.-
Sí.
Eso.
Era una promesa, y sólo era cuestión de tiempo hasta que ese orgasmo me
golpeara.
CAPÍTULO 12 31
CAPONE
Le metí los dedos en su apretado culo hasta que la estiré lo suficiente para
que mi polla cupiera, pero antes de follarla, me llevé los dedos a los labios y me
los metí en la boca para saborearla.
-Tan jodidamente dulce, - murmuré, luego envolví mi mano alrededor de mi
base y me posicioné detrás de ella con mi punta apuntando directamente a su
culo.
Los gemidos de Blue hicieron que mi polla palpitara tanto que estaba seguro
de que no podría contenerme para no correrme durante mucho tiempo.
-Te deseo, - gimió, volviendo a mirar para encontrar mis ojos mientras la
estiraba lentamente con mi punta. -Por favor, Cap, te necesito dentro de mí.-
- ¡Joooder! - Un gemido bajo me abandonó, y para no hacerla esperar más,
finalmente ,e movi dentro de ella con un rápido empujón.
Blue contuvo la respiración y mantuvo sus ojos en los míos mientras me
ajustaba dentro de ella. Sentí que el eje de Ink entraba y salía de su coño, y
empecé a moverme al mismo ritmo constante.
-Puede aguantar más de lo que habíamos pensado, - dijo Razor detrás de mí.
Sí, la dulce Blue nos sorprendió, pero en el fondo todos sabíamos que era capaz
de esto.
Perdónanos, hermano, pensé, pensando en su padre.
-Tienes que respirar, cariño, - le dijo Ink al notar que efectivamente no había
respirado desde que la empujé.
Volvió a girar la cabeza hacia él y por fin la oí respirar profundamente.
-Tienes que hacernos saber si te duele, ¿de acuerdo? -
-Estoy bien. Me haces sentir muy bien, - le dijo, y luego volvió a mirarme. -No
tienes que contenerte. -
Y eso era todo lo que necesitaba oír. Le cogí el culo con las dos manos y hundí 32
los dedos en su piel.
Me moví más rápido, ignorando los movimientos lentos de Ink y follando a
Blue a mi propio ritmo.
Sus gemidos se hicieron más fuertes, y le di una palmada en el culo para oírla
gritar mi nombre una y otra vez.
- ¡Oh, Cap! Sí. -
Cuando Ink por fin se dio cuenta de que no la estábamos lastimando sino
complaciendo, siguió follando más rápido y empujando dentro de ella con más
fuerza.
Si seguíamos así, y si ella seguía apretando mi polla con esas apretadas
paredes, definitivamente no duraría mucho, por mucho que lo intentara.
-Mierda, hermanos, no la agotén, - dijo Razor desde detrás de nosotros.
En lugar de esperar su turno, Welder aprovechó la oportunidad para que Blue
le chupara la polla, y así se subió a la cama, arrodillándose junto a nosotros
mientras ella giraba la cabeza para mirarle.
Ella sabía exactamente qué hacer, agarrando su polla con una mano y
metiéndola dentro de su boca.
Observé como Welder ahuecaba la parte posterior de su cabeza con su mano,
manteniéndola allí mismo mientras empezaba a mover sus caderas hacia
adelante y hacia atrás.
-Hermoso, nena. Tan malditamente hermosa, - siseó entre sus dientes.
Sólo se oían gemidos ahogados de ella, y era uno de los jodidos sonidos más
eróticos que jamás había oído.
CAPÍTULO 13 33
BLUE
WELDER
BLUE
BLUE
Un año después
-Seguro que lo es. - Sus manos se dirigieron a mis muslos y, tras empujarme
ligeramente hacia atrás, tiró de mi pierna hacia su otro lado para que me
sentara a horcajadas sobre él. -Te amo, cariño. Y quiero pasar un rato contigo
a solas. Es raro que te tenga para mí solo. Es casi injusto. -
No tenía nada en contra de eso, así que me acerqué y lo besé de nuevo para
hacerle saber que podía hacer lo que quisiera conmigo.
Un gruñido profundo lo abandonó, y con sus manos en mi trasero, apretó mi
cuerpo contra el suyo.
-Te duele? - me preguntó, sabiendo que después de una noche como aquella
solía sentir las secuelas de haber tenido sexo con cuatro hombres.
Negué con la cabeza y continué besándole. Aunque estuviera dolorida, querría
esto.
Me levantó con un rápido movimiento, colocándome sobre el escritorio y
situándose frente a mí y entre mis piernas.
Cuando Ink estaba a punto de desabrocharme los pantalones, unos pasos se
acercaron al despacho.
-Mierda, ¿sin nosotros? Eso no es justo, - anunció Razor, y no pude evitar
reírme dentro del beso.
Ink murmuró una maldición. -Pensé en tenerte para mí un rato. -
Me incliné hacia atrás y lo miré, rozando su pecho para aliviarlo. -Tal vez
podamos convencerlos de que sólo miren, y no participen. -
A Ink le gustó claramente la idea, y sonrió a los otros tres. -Oyeron eso?
Pueden mirar. La compartí toda la noche. Necesito tenerla para mí ahora. -
No hubo protestas por parte de ellos, y mientras Ink seguía deshaciéndose de
mis pantalones, los otros se movieron alrededor del escritorio para tener una
mejor vista.
Cuando estuve desnuda, sacaron sus pollas y empezaron a masturbarse.
Mi clítoris palpitaba mientras los miraba, e Ink finalmente se introdujo en mí 44
con una fuerza que me hizo echar la cabeza hacia atrás.
Hacía un año que no me sinceraba sobre mis sentimientos. Sobre los
pensamientos negativos que tenía por haberme acostado con los mejores
amigos de mi padre. Pero Ink y los demás me habían quitado todas las
preocupaciones.
Nadie en Black Thunder MC nos había juzgado por tener esta relación especial
entre nosotros, pero había algunas chicas a las que no les gustaba la idea de
que no fueran ellas las que compartieran cuatro hombres increíbles.
Los celos son una mierda.
Sin embargo, no les di nada de mi tiempo.
Viví mi vida como quería, y como papá hubiera querido.
Era feliz y estaba enamorado.
Pero lo más importante es que era amada.
THE END