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DEFENSA DE CANARIAS

EL PLAN PILGRIM
JUAN JOSE DIAZ BENITEZ [ULPGC]

Nada más acabar la guerra civil se desmoviliza el ejército. Según la orden de 1 de Septiembre de
1939, Canarias se organiza en una Capitanía General, con sede en Santa Cruz de Tenerife y dos
gobiernos militares bajo su dependencia, Santa Cruz y Las Palmas de Gran Canaria.

La plantilla para el total de la Capitanía General según la orden de reorganización del Ejército para
tiempos de paz era de 5470 hombres, una cifra más bien corta, raquítica casi.

El 8 de Julio de 1940, el General Serrador, Capitán General, ordena la movilización parcial en el


archipiélago. Se movilizan 4 quintas más las que estaban en filas, llegándose a un total de 23500
hombres.

En el caso particular de la Isla de Tenerife, se pasó de una guarnición de 2200 hombres a cerca de
10000 con la movilización.

El motivo era la seria preocupación por que se produjera un ataque británico al archipiélago. En junio
de 1940, el Estado Mayor británico había preparado un estudio, denominado, Western Mediterrean
and Atlantic Island Project.

En este estudio preliminar se tanteaba la posibilidad y las consecuencias políticas y militares de un


ataque sobre Canarias o Azores. El principal punto estratégico de esta parte del Atlántico se
consideraba que era la Isla de Gran Canaria, con su Puerto de la Luz y el Aeródromo de Gando.

El ataque directo sobre el puerto de las Palmas se consideraba arriesgado, por lo que se proponía un
desembarco en Gando y avanzar hasta tomar Las Palmas y su Puerto.

Las fuerzas que consideraba necesarias este primer estudio eran:

 2 brigadas de Infantería
 1 Grupo de Artillería de Campaña
 2 baterías Antiaéreas

El componente naval:
 1 Portaviones con 1 escuadrón de cazas
 2 Cruceros
 Destructores, buques de apoyo
 4 transportes de tropas y lanchas de desembarco

La fuerza total era de unos 11.000 hombres. Los británicos calculaban la fuerza española en una
brigada, cuando solo había un regimiento. En aviación pensaban que existía una escuadrilla de
bombarderos, cuando eran transportes Junker Ju-52.
Lo cierto es que algo se debió oler el mando español o se pensó en lo indefensas que estaban las Islas y
el claro objetivo que representaban. El 29 de junio se ordena la formación de un Grupo Expedicionario
de cazas Fiat Cr-32 con destino el Aeródromo de Gando. El 8 de julio se decreta la movilización ya
comentada.

En 1940 este estudio no paso de eso, un simple estudio preliminar de tanteo, pero en 1941 y 1942, el
peligro de invasión británica fue muy serio.

La movilización trajo consigo el desdoblamiento de los regimientos y batallones de infantería y el


reforzamiento de las unidades de artillería e ingenieros.

Los batallones de infantería pasaron a ser de dos tipos:

o Batallones de defensa de costas. Contaban con 3 compañías de fusiles, 2 de ametralladoras, y


una de armas pesadas, con una sección de cañones contra-carro y otra de morteros de 81mm
o Batallones de defensa movil. Concebidos como reserva del mando, contaban con 4 compañías de
fusiles y 1 de ametralladoras.

Por su parte la Artillería fue reforzada con todo tipo de piezas, de variado calibre y prestaciones. Las
normalizadas y con reserva de munición se agruparon en Grupos de Campaña, el resto se desplego como
auxiliar de la artillería de costa de carácter fijo. Esta también fue reforzada con nuevas baterías
procedentes de piezas de la Armada y otras cedidas por Alemania.

La artillería AAA, inexistente hasta ese momento, conto con 6 baterías, 3 en Tenerife y 3 en Gran
Canaria, en total 22 piezas.

Durante el resto de 1940 y 1941 fueron llegando todos estos materiales, así como 2 Tabores de Ifni,
2 batallones de infantería y 2 grupos de Campaña procedentes de la Península.

Con esto se llega a los 26.000 hombres con el siguiente armamento:

 28.116 fusiles
 1.096 fusiles ametralladores
 700 ametralladoras
 73 morteros de 81mm
 210 morteros de 50mm
 80 ametralladoras antiaéreas
 34 cañones contra-carro

En Junio de 1940, el gobierno español felicita al alemán por los éxitos ante las fuerzas aliadas y
ofrece su ayuda, pero no va más allá.

Alemania se empezó a preocupar ese verano por la seguridad de las Islas Canarias. Si se producía un
ataque sobre Gibraltar, el siguiente paso británico se daba por descontado que sería lograr bases en
los archipiélagos Atlánticos. Este temor hizo pensar a Berlín la conveniencia de ocupar la isla de Gran
Canaria, a ceder de forma pacífica por España. Ni por asomo contemplaba el Gobierno de España la
perdida de territorio nacional a cambio de ayuda ni de nada.

Se pasó a discutir entonces por ambos gobiernos la necesidad de asegurar su defensa. Mientras los
españoles sostenían la tesis que bastaban fuerzas nacionales, los alemanes insistían en enviar fuerzas
propias. Serrano Suñer aseguro personalmente en Berlín a su homólogo de asuntos exteriores alemán
que España podía garantizar por sí mismas, con alguna ayuda claro está, su defensa.

El Ministro de Exteriores alemán no se debió de fiar mucho de su colega español y decidió contar con
información de primera mano. El Capitán de Fragata de la Armada Alemana Krauss, recibió el 2 de
diciembre de 1940 la orden de viajar hasta Canarias y elaborar un completo informe sobre la
capacidad defensiva del archipiélago. Krauss debía permanecer dos semanas en las islas, entrevistarse
con los mandos militares y analizar la situación militar de las islas.

El Capitán de Fragata Krauss, elabora a su vuelta a Alemania un informe de 19 páginas sobre el Estado
defensivo del archipiélago Canario.

Lo primero que hace Krauss en entrevistarse con los mandos Militares y pulsar su actitud. Al Capitán
General, General de División Ricardo Serrador Sintes, lo califica de persona terca y poco inteligente,
aunque no cabía duda de su firme voluntad de defender el archipiélago por todos los medios. Al Jefe
del Estado Mayor de la Capitanía lo califica de persona abrumada y agotada, sin influencia practica
alguna. Lo contrario del Jefe de la Sección de Operaciones, calificado de muy eficiente pero también
muy anglófilo.

El Gobernador Militar de las Palmas, General Francisco García Escámez, es descrito como persona
enérgica, aguerrida e hiperactiva, muy preocupado por el estado de las defensas de su Provincia y muy
germanófilo, Krauss menciona que posee la Cruz Laureada por su actuación en la Guerra Civil, lo cierto
es que García Escámez obtuvo la Laureada en Cudia-Tahar durante la Guerra de Marruecos, para el
caso es lo mismo. Al Jefe de la Zona Marítima, Contralmirante Alfonso Arriaga y a su Jefe de E.M.,
Capitan de Fragata Suanzes, los califica de Marinos muy inteligentes y profesionales, sobre todo a
este último lo define como persona de gran voluntad a la vista de los medios con que cuenta la Armada
Española en las islas. Suanzes recibió la orden de acompañarlo durante su visita. Por su parte, el Jefe
de la Zona Aérea, Teniente Coronel Lorente, seria decidido partidario de resistir un ataque aliado. La
impresión general del Capitan Krauss es que la actitud hacia Alemania de la mayoría de los Mandos de
los 3 Ejércitos en Canarias es muy positiva.

Kraus pasa a analizar en su informe los diferentes planteamientos de la Defensa de las islas según las
también diferentes amenazas. En el caso de que una escuadra bombardease los principales puertos y
aeródromos para destruirlos e impedir su uso, el ataque se tendría que rechazar por medio de la
aviación, la artillería de costa y las fuerzas navales. Si el bombardeo era aeronaval era imprescindible
el contar con cazas y artillería antiaérea suficiente.

Otra posibilidad era que la escuadra enemiga se limitara a usar solo algunos de los fondeaderos de las
islas, pero sin llegar a ocuparlas. Se debia impedir por medio de la artillería de costa y la aviación,
contando con los medios de reconocimiento y bombardeo aéreo necesarios. Estos medios vendrían de
perilla para el caso que Krauss consideraba más factible, un desembarco anfibio para ocupar alguna de
las islas y usarla como Base Aeronaval en el Atlantico.

En este caso, la artillería de costa debía impedir que se ocuparan los puertos. En todos aquellos
lugares aptos para un desembarco habría una línea formada por bunkers armados con ametralladoras y
cañones para evitar que el enemigo pusiera el pie en las playas. En el caso que lo lograra, una segunda
línea le debería impedir el avance. Una tercera, formada por el grueso de la infantería y la artillería
de campaña y aun una de reserva para efectuar contrataques y expulsar al enemigo y obligarlo a
reembarcar. La defensa contra los desembarcos seria responsabilidad de Ejército de Tierra con el
apoyo de la Fuerza Aerea, Krauss consideraba que se debería completar por la Armada con lanchas
Torpederas y submarinos.

El Ejército Español no contaba con los medios necesarios para poner en marcha dichos planes, informa
Krauss. Contaba con 24.100 hombres, cifra muy cercana a la realidad, eran 26.800, distribuidos de la
siguiente forma:

o Tenerife 9.000
o Gran Canaria 8.500
o La Palma 2.000
o Fuerteventura 1.800
o Lanzarote 1.900
o La Gomera 500
o El Hierro 400

Krauss calcula que con la movilización total pueden llegar a 38.000, cifra bastante certera, esa fue la
cifra de efectivos que se alcanzó con la movilización de noviembre de 1942. El problema que veía Kruss
era que este aumento solo se daría en la infantería y no en las Armas Pesadas. El armamento de
reserva almacenado en los Parques estaba formado por solo fusiles y ni aun las unidades activas tenían
al completo su armamento pesado.

Pasa luego Krauss a enumerar de forma pormenorizada los Medios Defensivos y las Carencias
Españolas:

En artillería de campaña, comenta que se cuenta con 8 baterías ligeras y 4 medias. Las Baterías de
Campaña eran 19, no debe contar pues las 6 que estaban en La Palma, Fuerteventura y Lanzarote, islas
que Krauss no llega a visitar. Las considera anticuadas y muy poco homogéneas, no le falta razón al
marino germano, la artillería de campaña en Canarias estaba formada de 8 modelos de piezas distintas,
algunas muy gastadas, habían visto hasta dos guerras. La red de fortificaciones no estaba terminada y
la red de carreteras tenía que ser mejorada .Krauss hace notar la grave carencia de transporte
motorizado, que se suple usando gran número de animales de carga, camellos incluidos, cosa que le
sorprende muchísimo.

Se considera a la Refinería de Petróleos y sus Depósitos en Santa Cruz de Tenerife como totalmente
expuesta a un bombardeo aeronaval. La situación de la artillería de costa según Krauss esta hasta
peor. El despliegue se reduce a proteger los puertos de Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran
Canaria y poco más, en caso de desembarco en las playas nada se puede hacer. A la mayoría de las
baterías las describe como anticuadas, con alcances no superiores a 10 km, con baja cadencia de fuego
y proyectiles con pólvora negra. Junto a estas piezas, se refiere a las Sistema Ordoñez, se
encuentran otras tres de 150mm, las Munaiz-Argüelles, ya un poco anticuadas pero aun útiles.

Las mejores piezas son las 10 Vickers de 152,4mm procedentes de Cruceros de la Armada, dos
instaladas en Gran Canaria y dos en Tenerife. Estas 4 baterías aún no están acabadas (serian dadas de
alta en febrero de 1941), les faltan elementos de tiro y municionamiento (no se resolvió el problema
hasta bien entrado 1943) al ser piezas navales adaptadas a tiro terrestre. Aun así son pocas y solo
aptas para enfrentarse a Cruceros, pero no a buques con grandes calibres.

Aun peor es la situación de la Armada. Se limita a un minador, el Marte y un guardacostas, el Xauen.


En el informe no figuran otros medios ni infraestructuras navales, a no ser una compañía de infantería
de Marina. Del Arsenal de Las Palmas nada ve Krauss. Justo después de su marcha, la Armada se
incauta del Muelle Frutero del Pino para construir las instalaciones de la Base Naval. Para 1943 está ya
en condiciones, pero acabada, acabada, no estuvo hasta la década de los 50 por lo menos. Hasta 1946
la Base carece de sistema de defensa antisubmarina eficaz, redes, minas y torpedos. La compañía de
infantería de Marina pasa a Batallón, 3 compañías de fusiles y una de armas pesadas a principios de
1941, pero de Tercio no tiene nada, aunque despista totalmente al espionaje británico que piensa que
es una unidad tipo Regimiento de 3 Batallones.

En el aspecto aéreo señala Krauss que se dispone de 25 Cazas Fiat Cr-32 y 3 Transportes Junkers Ju-
52 (eran en realidad 6 y podían ser usados como Bombarderos) y dos aeródromos útiles en Gran
Canaria y Tenerife, uno auxiliar en Lanzarote y previsto otro en Fuerteventura.

El aeródromo de Gando estaba en condiciones operativas militares, pero carecía de depósitos de


combustible y otros servicios, aun en construcción. El de Tenerife no tenía ese problema, contaba con
un depósito de 500 Toneladas de combustible para aviación gracias a la Refinería de Petróleos. Aun así
señala Krauss que se nota que hay problemas con el combustible y la operatividad de los aviones.

El Capitán de Fragata Krauss, continua su informe afirmado que si bien el Gobierno Español había
puesto gran empeño en la defensa del archipiélago Canario, carecía de los medios humanos y
materiales para ello.

Krauss consideraba a las Fuerzas Armadas desplegadas en Canarias capaces de impedir la ocupación
de los puertos siempre que la fuerza enemiga no fuera demasiado fuerte, pero no de resistir durante
cierto tiempo a fuerzas considerables. Las autoridades Militares Canarias habían establecido una lista
de armamento terrestre, naval y aéreo, que consideraban necesario para oponerse con garantías de
éxito a un ataque. De esta lista se dio copia a Krauss para que la transmitiera al Gobierno alemán.

El Ejército de Tierra solicitaba el siguiente material:

 200 ametralladoras antiaéreas


 70 Cañones contra-carro
 24 Piezas de artillería de 150mm
 28 Cañones antiaéreos
 35 Cañones de Costa
 120 Camiones
 Material de Transmisiones
 Direcciones de Tiro para Baterías de Costa

Los Planes Españoles eran mandar 6 piezas de costa de 101mm procedentes de los destructores
Huesca y Teruel, 2 baterías antiaéreas, 6 de campaña ligeras y poco más. El principal problema que
advierte Krauss sobre las baterías de costa y que considera de extrema urgencia, es el contar con
direcciones de Tiro modernas. Ninguna Batería tenía control contra incendios y carecían de Grupos
Electrógenos para sus componentes eléctricos. Lo peor de todo es que algunos de estos componentes y
sistemas no se podían conseguir en España.

La Marina también solicitaba por su parte gran cantidad de medios para la Defensa. Submarinos,
Destructores, Patrulleros, Torpederos y Lanchas Rápidas, se consideraban imprescindibles para dicho
fin. Krauss tenía serias dudas de que el Gobierno Español pudiese atender estas necesidades. Lo más
que se había realizado era establecer fichas sobre Pesqueros y barcos de Cabotaje para
aprovecharlos como patrulleros y minadores en caso de necesidad. La carencia de sistemas de defensa
submarina era crítica, se programó trasladar parte de las redes submarinas de Palma de Mallorca a
Las Palmas para completar los medios antisubmarinos.

Las necesidades aéreas se cifraban como mínimo en el doble de los aviones de los que se disponía, 60
aparatos, 30 en Gando, 15 en los Rodeos y 15 en Lanzarote, aunque lo deseable era el doble, es decir 4
veces de lo que se disponía. También los aeródromos del A.O.E. podrían contribuir a la defensa aérea
del archipiélago. Los aeródromos en cuestión eran los de Cabo Juby, Ifni, y Villa Cisneros. Aunque bien
localizados, se los consideraba mal comunicados por mar con Canarias y poco defendidos, unos pocos
centenares en hombres para un territorio inmenso. El suministrarlos por mar era un suplicio para los
buques encargados de ello a causa de las pésimas condiciones, en toda la costa del Sahara hasta Ifni
solo eran aptos los fondeaderos de Villa Cisneros y La Guera.

Lo ideal sería contar con:

 Gando, 2 escuadrillas de caza, 3 de Bombardeo y 2 de reconocimiento.


 Los Rodeos, 2 escuadrillas de caza, 3 de Bombardeo y 2 de reconocimiento
 Lanzarote, 2 de reconocimiento, 1 de bombardeo
 África, 3 de Bombardeo.

El Total era de 20 Escuadrillas y 144 aviones de combate. La Zacao contaba con 4 Escuadrillas y 32
aparatos.

La cuestión de los depósitos de combustible la considera Krauss de una importancia vital. Todos los
Tanques situados en los puertos estaban totalmente desprotegidos ante un ataque. Krauss considera
que la mejor manera de solucionarlo es esconder las reservas por los numerosos barrancos y cuevas de
las islas. Propone conseguir 40.000 cubas de 200 litros cada una e instalarlas en depósitos
subterráneos, aunque las reservas de combustible españolas no llegaban ni por asomo para esa
cantidad. También ve insuficientes las instalaciones de los puertos para el desembarco de mercancías
pesadas. El Puerto de las Palmas solo poseía una Grúa Fija y el de Tenerife dos. En cambio la capacidad
de almacenamiento de ambos puertos la encuentra óptima.

El Capitán de Fragata Krauss considera necesario incluir en su informe sobre la defensa de las islas
Canarias, una valoración sobre la actitud de la población del archipiélago hacia la guerra y sus
simpatías hacia Alemania, tanto por sus propias observaciones como a partir de los testimonios de la
Colonia Alemana.

Su primera conclusión es que todos los grupos sociales rechazan la posible entrada de España en la
Guerra. Canarias dependían en gran medida de las importaciones y exportaciones al extranjero. El
comienzo del conflicto en 1939 ya había repercutido de forma muy negativa en su economía, sin que el
comercio con la Península hubiera sustituido por completo a las exportaciones a Europa. Las
exportaciones de tomates y plátanos, dirigidas a Gran Bretaña y Alemania antes de la Guerra, habían
caído en picado, así como las actividades Portuarias y el comercio y trueque derivado de ellas,
conocido como ¨¨ Cambullón¨¨, principales fuentes de riqueza del archipiélago. También se habían
encarecido todos los productos importados a causa de los elevados fletes motivados por la Guerra y la
practica desaparición de los Puertos Francos, no entraban buques. La entrada de España en Guerra
daría la puntilla final a la economía de las islas.

La inclinación de los Grupos sociales del archipiélago por uno u otro contendiente no era unánime, pero
la gran mayoría era proclive a Gran Bretaña. No era de extrañar, la clase acomodada de las Islas tenia
muchas conexiones comerciales y de todo tipo con los ingleses. Inglaterra era el mercado natural
tradicional de los productos Canarios. La mayor parte de las fortunas y capitales se habían establecido
a base del comercio con aquel país, primero con los vinos, la caña de azúcar y la cochinilla, y ahora con
plátanos y tomates, desde hacía casi 400 años. Comenta Krauss que las clases altas en lugar de mandar
a sus hijos a estudiar a Madrid lo hacían a Londres. Existía una importante colonia británica en
Canarias, su importancia no era solo comercial, también social al haber emparentado desde antiguo con
muchas familias del país.

Krauss afirma que la clase trabajadora es adicta a la Falange o está afiliada al partido, pero que su
mentalidad no se ajusta precisamente a los principios falangistas, con gente apuntada por muy
diversas causas pero sin compartir en el fondo los principios ideológicos del Movimiento Nacional. Ni
los intelectuales del archipiélago, ni el Clero, eran germanófilos precisamente. La influencia de este
último no contribuía a mejorar la imagen del III Reich.

Krauss comenta que la actuación de las autoridades deja mucho que desear, un comentario muy de ¨¨
alemán¨¨, pero no deja de tener algo de razón el agudo Marino Teutón.

Critica su apatía y dejadez, aunque reconoce que la situación económica que padece España tras salir
de una Guerra no es la más apropiada, dice que la incompetencia de las autoridades explica gran parte
de los problemas que padece el archipiélago.

En este sentido, Krauss cree necesario que las instituciones españolas ejerzan una continua labor de
propaganda para ganarse a las clases trabajadoras para la causa alemana.

Con respecto al personal de las Fuerzas Armadas, Krauss considera que son válidas las consideraciones
hechas sobre la población local ya que la mayoría había nacido en las islas. La mayoría de los altos
mandos eran germanófilos, pero según se iba descendiendo en el escalafón iban menguando los amigos
de Alemania. Esta germanofilia era más acusada también en los Oficiales procedentes de la Peninsula,
mientras que en los nacidos en las Islas, casados en ellas o con mucho tiempo de destino, se
encontraban muchos partidarios de los Aliados.

El abastecimiento de las Islas aunque era mejor que el de la Península, también tenía graves
deficiencias. En caso de conflicto casi no existían reservas de cereales para la población. Una solución
que ve Krauss para el tema del desabastecimiento, se la apunta el General García Escámez, era el
sustituir parte de los cultivos exportadores de tomates y plátanos, no se podían embarcar hacia
Inglaterra a causa de la guerra, por otros de cereales, lo cual permitirá que las islas se
autoabastecieran.

Krauss ve otros problemas en este campo, como la grave insuficiencia de agua en Fuerteventura y
Lanzarote, y las deficientes comunicaciones marítimas, no solo con la Península, muy menguadas por la
Guerra, sino incluso entre una Isla y otra.

Krauss acaba destacando la gran importancia para Alemania de las islas y el interés de que no cayeran
en manos del enemigo. Para su defensa quedaba muchísimo por hacer para garantizar su seguridad con
éxito, las posibilidades de las Fuerzas Armadas Españolas en este campo eran limitadas. Con una
adecuada presión por parte Alemana y con ayuda material, podían lograrlo.

Como primera medida Krauss propone el envió de 4 Baterías de Costa por parte de la Kriegsmarine, así
como direcciones de tiro modernas para el resto de las ya emplazadas. Cuando Krauss entrega su
informe a finales de Diciembre de 1940, este hubiera sido esencial para la Defensa de Canarias ante
un posible ataque aliado tras la captura de Gibraltar por fuerzas Germanas. La Operación ¨¨ Félix¨¨
se canceló y de momento nada se hizo por parte Alemana para mejorar los medios defensivos de
Canarias.

Solo a mediados de 1941, tras el ataque alemán a la U.R.S.S. y el envió de la División Azul a Rusia, es
cuando la Kriegsmarine envió las 4 baterías de costa, que tampoco eran de lo mejorcito que tenía en su
arsenal.

El informe de Krauss recoge fielmente el estado de las Fuerzas Armadas Españolas, no se le oculto
nada, y se saca la conclusión final que no están preparadas, confirmando la impresión que saco el
Almirante Canaris ese mismo mes tras una entrevista con Franco para acordar la fecha de entrada de
España en la Guerra. Franco le dice al Jefe de la Abwehr que no está listo aun para ser beligerante. La
confianza con la que se le dio a Krauss toda clase de datos sobre las defensas Españolas en el
Atlántico no hace más que reforzar esa tesis.

El gobierno español rechazó el ofrecimiento de tropas, pero redacto una lista de materiales a
suministrar por Alemania como ayuda en julio de 1941:

 2 Grupos de Artillería Antiaérea


 4 Baterías de Costa
 16 cañones contra-carro
 24 ametralladoras de 20mm
 8 baterías de campaña de calibre medio
 4 baterías de campaña pesadas
 Proyectores, vehículos, minas, material de comunicaciones, etc.
 una serie de obras de infraestructura

De todo esto solo llego a buen puerto algunas obras, como los hangares para aviación en los Rodeos y
Gando, aún existen o los polvorines subterráneos de Barranco seco en Gran Canaria, y las 4 baterías
de costa.

AYUDA ALEMANA PARA LA DEFENSA DE CANARIAS

Una de las consecuencias del informe del Capitán de Fragata Krauss fue que el
Oberkommando der Kriegsmarine Alemán se mostrara dispuesto a colaborar en la defensa de
costas del archipiélago. Después de muchas gestiones del Ministerio de Marina Español, la
Marina Alemana cedió 4 baterías de costa a mediados de 1941. La artillería de costa en
Alemania era competencia de la Marina de Guerra, a diferencia de en España que
corresponde al Ejercito de Tierra.

A finales de julio de ese año se recibieron en la frontera de Irún y trasladadas por tren, las
4 baterías, dos con piezas de 150mm y dos con piezas de 170mm. Cada Batería estaba
compuesta por 3 piezas con todos sus accesorios y repuestos, Telemetro de 3 metros de
base, proyector, grupo electrógeno, una pieza antiaérea de 20mm y dotación de munición
correspondiente.

La Dirección General de Material del Ministerio del Ejercito recibió el armamento en Irún, lo
traslado a Canarias e interpreto que las baterías eran una donación del III Reich al Ejército
Español para ayudar en la defensa del archipiélago.

Los cañones eran piezas navales de la 1ªGM empleadas en numerosos barcos de la Marina
Alemana y también en las defensas costeras desde 1917. La pieza de 150mm SK L/40, [SK =
Schiffskanone (Carga Rápida)], tenía las siguientes características:
 Calibre: 149,1 mm
 Longitud: 6010mm
 Giro: 360 grados
 Elevación: - 10 a 30 grados
 Velocidad Inicial: 840 m/s
 Alcance: 20.000 metros
 Peso de la granada: 45,5 kg.

La pieza de 170mm SK L/40, era de la misma época y sus características eran estas:

 Calibre: 172, 6mm


 Longitud: 6900 mm
 Giro: 360 grados
 Elevación: -5 a 45 grados
 Velocidad inicial: 875/ms
 Alcance: 27.200 metros
 Peso granada: 62,8 kg.

En cada una de las islas de Tenerife y Gran Canaria se emplazó una batería de cada modelo.
En Tenerife las piezas de 150mm formaron la 6ª Batería de Costa del Regimiento Mixto de
Artillería nº 7. Cada una de las piezas contaba con un armazón sujeto al escudo para colocar
una red de camuflaje. La dirección de tiro se componía de aparato corrector de derivas,
reloj avisador de impactos, y aparato calculador de velocidad, además de un Telemetro
marza Zeiss de 3 metros de base.

Las piezas de 170 formaron la 8ª Batería del RAMIX 7. Se instaló esta batería a 188 metros
de cota sobre el nivel del mar. La dirección de tiro se componía de Telemetro Zeiss de 4
metros de base, reloj de distancias, predictores de alcance, deriva y dirección y correctores
de deriva y distancia.

En Gran Canaria se instalaron la 11ª Batería, con los cañones de 150 mm y la 12ª con las
piezas de 170 mm. Las baterías fueron dadas de alta después de hacer sus pruebas de tiro
en Febrero de 1942.

En Febrero de 1944, el Agregado Naval Español en Berlín se lleva una sorpresa mayúscula al
recibir una factura por parte de la Marina Alemana por importe de 5.398.500 Marcos, cerca
de 24 millones de pesetas de la época, por las baterías de Canarias, de la que nada sabía. Le
pasa el asunto al Agregado Militar, Coronel Carlos Marín, que se pone en contacto con Madrid
y pide instrucciones sobre el caso. Después de casi 3 años, la Marina Alemana pretendía
cobrar a un precio que les parecía abusivo a las autoridades Españolas unos cañones que
habían venido como supuesto¨¨ regalo ¨¨. Encima pretendían cobrar en efectivo, a la mayor
brevedad y en divisas.

La respuesta de Madrid fue que había que ganar tiempo, hacerse los suecos y discutir el
precio en todo caso. Las piezas no eran nuevas ni mucho menos y estaban algo desgastadas,
sobre todo las de 170mm, lo que les hacía perder precisión y alcance. El asunto se fue
dilatando en el tiempo y las baterías no se pagaron, llego antes el fin de la Guerra.

Aun en una fecha tan cercana a la capitulación Alemana como el 3 de Mayo de 1945, la Marina
Alemana seguía insistiendo en cobrar estas piezas.

Las baterías de 170mm, muy deterioradas, se dieron de baja en 1959. Las de 150mm por su
parte en 1965.
El Plan defensivo Español consideraba la defensa isla por isla, sin prever en principio refuerzos de la
Península ni de una isla a otra. El dominio del mar por parte del posible enemigo era un factor
determinante para adoptar este plan. Una vez iniciadas las hostilidades cada isla se debía valer de sus
propios recursos para su defensa.

Las islas de Tenerife y Gran Canaria se dividieron en 3 sectores defensivos, a su vez divididos en 2
subsectores y una reserva general. Cada subsector a cargo de un batallón de defensa de costas, la
reserva la componían batallones de defensa móvil, uno de cada sector más los adscritos a la Reserva
General.

En cada sector los cañones de costa o de campaña auxiliar, debían disparar sobre las lanchas de
desembarco a 1000 metros de la costa, mientras las ametralladoras batirían por los flancos a las
fuerzas que pretendieran desembarcar. Los nidos de ametralladoras estaban instalados en bunkers
capaces de resistir el impacto de piezas de 150mm

La artillería auxiliar de costas se instalaría en pozos de poca altura y cerca de la playa, de poder ser
en cuevas.

Si el enemigo lograba poner el pie en la playa y trataba de avanzar se encontraría con obras
defensivas de entidad pelotón con emplazamiento para arma automática y pozos de tirador para 2
hombres aislados, todo protegido por alambrada y trincheras con ramales.

En una segunda línea, en los lugares previstos por donde podía progresar el enemigo, se levantaría una
segunda posición, apoyada en los accidentes del terreno y cubierta por la reserva del sector y los
restos de la primera línea de defensas.

El plan de fuegos de la artillería preveía dejar los objetivos lejanos a la artillería de costa, mientras
los grupos de campaña debían formar barreras de fuego sobre las playas, machacándolas en todo
momento. Las piezas fijas y contra-carro abrirían fuego a 1 kilómetro tratando de destruir las
barcazas de desembarco. La infantería crearía barreas de fuego sobre la orilla de las playas, debiendo
ser continua en los puntos de posible desembarco y solo una cortina en los demás.

Este plan de fuegos se basaba en la idea de resistir todo lo posible y seguir disparando, sin repliegues,
aunque fueran desbordadas o flanqueadas las líneas y quedaran islotes de resistencia.

Los escalones más atrasados debían asegurar a toda costa la continuidad de fuego sobre las playas y
tratar de realizar contrataques inmediatos, mientras la reserva del sector cargaría contra el enemigo
o bien ocuparía la segunda línea defensiva. Los contrataques de conjunto los llevaría a cabo la reserva
general, dependiente del Gobernador Militar

El 20 de Septiembre de 1941 se firmó la orden que ponía en marcha el Plan Pilgrim, la invasión de las
Islas Canarias por parte de las fuerzas Armadas Británicas. La fuerza tenía que estar disponible y
preparada, la orden final podía llegar en cualquier momento.

Se señalaba como objetivo prioritario la captura de la isla de Gran Canaria, en especial de la ciudad de
las Palmas, de su puerto y del aeródromo de Gando.

El desembarco se realizaría en Gando, avanzando hacia el norte de la isla hasta llegar a Las Palmas. Si
en 48 horas no se habían conseguido progresos significativos o se opusiera mucha resistencia por
parte española, se proponían 2 alternativas.
La primera consista en bombardear por la flota las ciudades de Las Palmas, y el puerto de Santa Cruz,
con su refinería de petróleos, y un bombardeo aéreo sobre el aeródromo de los Rodeos en la isla de
Tenerife, a continuación exigir la capitulación.

La segunda era un asalto nocturno al puerto de las Palmas basado en el factor sorpresa y la rapidez.

El asalto inicial a Gando iría precedido por los fuegos de apoyo de un Acorazado, encargado de
silenciar las baterías de costa de Arinaga y Gando. 6 Dragaminas limpiarían un canal en la bahía de
Gando, que se suponía minada, por donde entrarían los transportes y 4 destructores para el apoyo de
fuegos cercano bajo la protección de cortinas de humo.

El desembarco lo realizaría una Brigada de Royal Marines, precedidos por el Comando 9, encargado de
tomar la base aérea y las baterías de costa.

Esta brigada debía avanzar hacia Las Palmas, mientras otra brigada desembarcaba en la bahía de
Arinaga, unos kilómetros más al sur, para coger a las fuerzas del sector de Gando por la retaguardia.
Este segundo desembarco seria apoyado por un crucero pesado y varios destructores.

Por ultimo una tercera brigada quedaría como reserva, o para ser utilizada en caso necesario en el
asalto al puerto de las Palmas.

En junio del 41 se formó en Inveray, Escocia, la Fuerza 110 que debía tomar parte en este plan. Quedo
al mando del General de la IM, Sturges.

La Fuerza estaba compuesta por 3 brigadas del Ejército, 2 de la Infantería de Marina, un comando
también de ese cuerpo y unidades de apoyo de artillería y acorazadas, unos 25.000 hombres en total.
La falta de buques de transporte y desembarco en esta época hacia que fuera imposible emplearla
completa, solo existiendo medios de desembarco anfibio para 2 brigadas y siendo limitados muy
seriamente los medios de apoyo.

El concepto de medios anfibios, operaciones combinadas, LCT/LCA, era totalmente nuevo en la Royal
Navy en 1941.

En enero de ese año, la Marina Británica solo contaba con 3 buques de asalto de tropas, clase Glen, su
primera actuación fue en Grecia, donde ayudaron a evacuar a las tropas británicas tras el ataque
alemán.

Durante julio y agosto, las fuerzas británicas realizaron ejercicios de desembarco en las costas de
Escocia, que por otra parte –gracias a Dios- no se parecen nada a las Canarias. En agosto se realizó un
simulacro de asalto y forzamiento de un puerto, en la base de Scapa Flow, que acabo en total
desastre, uno de los transportes de tropa hasta encallo.

Durante todo el resto de 1941 y 1942 se mantiene el estado de movilización y alerta en la Capitanía
General de Canarias, en una larga duermevela de armas esperando un posible ataque.

En enero de 1942 se realizó un ejercicio conjunto de fuerzas de tierra, mar y aire, un supuesto
táctico por parte de las fuerzas españolas en la zona de Gando y Arinaga, que es donde precisamente
tenían planeado desembarcar los británicos.
Las Fuerzas participantes fueron:

o Las de infantería del sector, compuesta por 2 batallones que guarnecían los diversos nidos de
ametralladoras, bunkers y centros de resistencia de la zona.
o El Tabor de Tiradores de Ifni, como fuerza de reserva
o 2 baterías de costa del sector
o 7 baterías de artillería de campaña
o 2 baterías antiaéreas
o El minador Marte de la Armada
o 6 cazas Fiat Cr-32
o 2 Junkers Ju-52

Aunque en este supuesto no se decía expresamente quien se suponía que era en realidad el bando
atacante, descontado que se daba por hecho que era Gran Bretaña, el siguiente párrafo es de lo más
revelador:

¨´Rotas las hostilidades entre el país dueño del archipiélago Canario y otro que
tiene el total dominio del mar, el Mando propio tiene el conocimiento que
intentará un desembarco en estas islas´¨

En la primera fase de estos ejercicios se partía de la base que los bombarderos de la aviación enemiga
serian rechazados por la caza propia y la artillería antiaérea.

Tras esto, en una segunda fase, los transportes enemigos serian batidos por la artillería de costa,
sufriendo graves pérdidas. Sin embargo en la tercera fase se suponía que el enemigo lograba
desembarcar, siendo atacado por los cañones fijos, las ametralladoras, la artillería de campaña y la
infantería, también con graves pérdidas.

La última fase era un ataque con las reservas del sector que obligaría al enemigo a reembarcar, siendo
atacado por la aviación propia.

(Todo muy bonito, pero la realidad, vistas las defensas y los medios con los que contábamos, casi con toda
probabilidad, hubiera sido otra.

Aunque ¿Que hubiera sucedido en realidad? Es imposible precisar cómo se desarrollarían los acontecimientos
en el caso hipotético de que se hubiera producido el ataque, todo es pura especulación, pero siguiendo el hilo
lógico de las cosas, podría haber pasado más o menos lo siguiente, todo desde un punto de vista personal.

Los británicos no pensaban utilizar bombarderos, sino cazas Huracane, muy superiores a los Fiat Cr-32 de
Gando, el dominio del aire quedaría desde los primeros momentos de parte británica, el naval lo tenían por
descontado. Toda la fuerza naval española en Canarias se reducía a un par de cañoneros y minadores.

Solo se contaba con 2 baterías en la zona, la de Gando solo tenía 2 piezas Vickers de 152,4 y la de Arinaga 3
Munaiz-Argüelles de 1906 con un alcance máximo de 13.000 metros. Lo lógico es que fueran acalladas por la
artillería gruesa inglesa y/o atacadas por la aviación, si no habían sido antes tomadas al asalto por sorpresa por
los comandos ingleses. Los británicos conseguirían desembarcar teniendo muchas menos bajas que las previstas
por el mando español, mientras las líneas de defensa propias soportarían el ataque aeronaval sin poder hacer
prácticamente nada.

Una vez en tierra, el superior poder de fuego británico conseguiría reducir uno a uno los centros de resistencia
españoles. La artillería de campaña vería muy seriamente reducido su despliegue y movilidad por la aviación
enemiga que la atacaría a conciencia.
Una vez logrado esto se les abría a los británicos el camino hacia Las Palmas, sin contar que el segundo
desembarco en Arinaga cogería a las fuerzas de Gando por la retaguardia partiéndolas en dos.

Aún en el caso que de que se lograra establecer un frente en la segunda línea con las reservas, y los restos de
la primera línea de defensa, los británicos tenían previsto en ese caso un ataque directo al puerto de las Palmas.
En las Palmas capital solo se contaba con 1 batallón de infantería, estando el resto disperso por las costas de la
isla.

Los dragaminas entrarían en el puerto de noche, limpiando un canal ya que se suponía que el puerto contaba con
defensas submarinas, no era esa la realidad, seguidos de los destructores con las tropas de los Royal Marines.
Una vez ya en el puerto y lograda la sorpresa inicial, la flota inglesa empezaría a bombardear los objetivos
militares, seguida por la aviación enemiga.

La artillería antiaérea en toda la isla estaba formada por 8 piezas de 75mm Flak-14 ex-alemanas y 3 de
76,2/55 modelo 31 rusas, con dirección de tiro BECT III, ambas provenientes de la guerra civil, y unas 24
ametralladoras de 20mm y sobre 10 de 7,92mm. Nada del otro mundo como se puede comprobar. De estas, 7 de
las piezas defendían Las Palmas y el puerto y 4 el aeródromo de Gando.

Los británicos calculaban que el puerto era defendido por 15 baterías de costa, eran 11 en realidad, 8 de ellas
sistema Ordoñez, eran piezas con 50 años de servicio, totalmente obsoletas a estas alturas. Las otras eran, una
con piezas italianas de 102mm, otra Munaiz-Argüelles de 150mm corta de alcance, y la otra con Vickers de
152,4. Esta batería de solo 2 piezas era la única moderna, pero poco podía contra la artillería pesada de un
Acorazado.

Comentar que estas piezas de 152,4 eran las del Miguel de Cervantes y del Almirante Cervera. Mientras
duraban las obras de modernización de ambos cruceros había sido cedidas al ejército de Tierra, que instalo 4
en Tenerife y 4 en Gran Canaria.

La defensa se completaba con las defensas submarinas a cargo de la armada y con la Infantería de Marina.

El Servicio de torpedos y armas submarinas de la Base Naval de Canarias se encargaba de los torpedos fijos,
rastras, paravanes, minas, y obstrucciones submarinas. En 1942 no tenía ni el personal ni los medios adecuados
para cumplir ni remotamente su misión.

Había minas y torpedos. Las minas eran de modelo anticuado y estaban en deficiente estado de conservación y
los torpedos no se podían usar ya que la base carecía de compresor de aire, quedando los torpedos durante toda
la guerra guardaditos en su almacén. En realidad hasta 1946 este servicio no empezaría a funcionar
medianamente bien.

En cuanto a la Infantería de Marina, los británicos creían que existía un regimiento de 3 batallones, lo del
Tercio de I.M. los debió despistar bastante. En realidad por esa época el Tercio de Canarias contaba con solo 4
compañías, 3 de fusiles y una de armas pesadas. Un error de los servicios secretos ingleses, que casi con toda
seguridad dirigía el Gerente de una firma inglesa en Las Palmas, la Casa Miller, con oficinas en el mismo puerto
y muy cerca de la base naval. La misma base naval estaba es construcción, no se acabó hasta bien entrado 1943,
sirviendo el viejo cañonero Laurie como cuartel-pontón flotante)

Las fuerzas británicas previstas para Pilgrim acabaron atacando el Madagascar leal a Vichy. Los
británicos tampoco estaban precisamente sobrados de tropas ni medios anfibios para una operación de
este tipo.
FUERZAS Y MEDIOS ESPAÑOLES:

ORBAT CAPITANIA GENERAL DE CANARIAS 1942.


Cuartel General: Santa Cruz de Tenerife

General Jefe: General de División Ricardo Serrador Sintes


Jefe de EM: Coronel Francisco Sanguino López
Jefe de Ingenieros: Coronel Jaime Nadal y Fernández Arroyo

La Capitanía se organizaba en 2 Gobiernos Militares que tácticamente formaban una División. La


División Canarias nº 1 radicaba en las Islas Orientales con Mando en Las Palmas de Gran Canaria y la
División Canarias nº 2 en las Occidentales con Mando en Santa Cruz de Tenerife.

GOBIERNO MILITAR DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA.DIVISION Nº 1

Con Jurisdicción en la provincia de Las Palmas. Islas de Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote
Mando: General de Brigada Emilio Sanz de Lerín.

Comandancia Militar de Lanzarote:


Mando: Coronel Isidro Armendáriz Vidaurrieta. Arrecife

Agrupación de Batallones de Infantería nº 33. Teniente Coronel Juan Villalón Dombriz. Arrecife
 Batallón de infantería nº 33
 Batallón de infantería n.º133
 Batallón expedicionario del 12 regimiento de infantería

Artillería:
Grupo de Campaña del RAMIX nº 7. Arrecife.
 3 Baterías de piezas 105,4/22 Vickers
 Batería de Costa del Rio. 2 obuses Ordoñez de 210mm. Alcance 8.400 metros.

Artillería de campaña en función de auxiliar de costas:


 4 piezas Arisaka de 107mm
 3 piezas Putilov de 152mm

Artillería Antiaérea:
 4 ametralladoras de 20mm. Aeródromo.

Destacamentos de zapadores y transmisiones del 4 grupo mixto de Ingenieros.

Destacamentos de Sanidad e Intendencia del Grupo Regional de Canarias.

Comandancia Militar de Fuerteventura:


Mando: Coronel Valeriano Rubio Losada. Puerto Cabras
Agrupación de batallones de infantería nº 32. Teniente coronel Alejandro Rodríguez Rivero. Puerto
Cabras.
 Batallón de infantería nº 32.Comandante Luciano Cervera Zanón. Gran Tarajal.
 Batallón de infantería nº 132.Comandante Juan Gandía Navarro. La Oliva
 Batallón de infantería expedicionario del 73 regimiento de infantería. Puerto Cabras.

Artillería:
 Grupo de Campaña del 7 RAMIX. Puerto Cabras
 3 Baterías de piezas Krupp-Ansaldo de 77mm.

Artillería auxiliar de costas:


 4 piezas Skoda de 76,2mm
Artillería Antiaérea:
 4 ametralladoras de 20mm. Aeródromo.

Destacamentos de zapadores y transmisiones del 4 grupo mixto de ingenieros.

Destacamentos de Sanidad e Intendencia de los Grupos regionales de Canarias.

Comandancia Militar de Gran Canaria:


Mando: El mismo que el del Gobierno Militar y Jefatura de la 1ª División, General Sanz de Lerín

Infantería:
 Regimientos de Infantería 39 y Táctico 139. 6 batallones de Infantería. Coronel José Duarte
Iturzeta. Las Palmas de Gran Canaria.
 Batallones en Telde, Guía, Las Palmas, Maspalomas, Gando y Arguineguín.
o 3 batallones en cuadro de la serie 200, formando el táctico 239. A activar en caso de
ataque por movilización.
 IV Tabor del Grupo de Tiradores de Ifni. Reserva táctica.
 Batallón expedicionario del 12 de infantería. Reserva táctica

Artillería:
Regimiento mixto de Artillería nº 8. Coronel Luis Elorriaga Sartorius. Las Palmas.

Agrupación de Campaña. La Isleta.


 I Grupo de Campaña. Galdar
o 1 batería de 155/13 Schneider
o 1 batería de 105/22 Vickers
o 1 batería de 105/11 Schneider
 II Grupo de Campaña. El Carrizal
o 3 baterías de Krupp-Ansaldo de 77mm
 III Grupo de Campaña, expedicionario del regimiento de artillería nº 46 de Vitoria. La Isleta.
o 3 baterías de 75/28 Schneider
 -Agrupación de Artillería de Costa. La Isleta.

Grupo Norte:
 Batería Roque Ceniciento. 4 piezas Ordoñez de 210/35. Alcance 8.400 metros
 Batería de la Esfinge. 3 piezas Munaiz-Argüelles de 150mm. Alcance 13.700 metros
 Batería de El Vigía. 4 piezas de 152,40 Vickers. Alcance 21.000 metros

Grupo Centro:
 Batería de Guanarteme. 3 piezas Arisaka de 107mm
 Batería de Arenales. 3 piezas de 150mm Ordoñez mod. 1885. Alcance 8.000 metros
 Batería de San Francisco. 4 piezas de 150mm Ordoñez mod. 1885. Alcance 8.000 metros
 Batería de Santa Isabel. 4 piezas de 150mm Ordoñez mod. 1885 Ordoñez. Alcance 8.000
metros
 Batería de San Juan. 4 obuses de 210/35 Ordoñez. Alcance 8.400 metros
 Batería de las Mesas. 3 cañones Krupp 150/40 mod. 1913. Alcance 14.400 metros

Grupo Sur:
 Batería de Melenara. 3 cañones Krupp de 170/40. Alcance 19.800 metros
 Batería de Gando. 2 piezas de 152,4 Vickers. Alcance 21.000 metros
 Batería de Arinaga. 3 cañones Munaiz-Argüelles de 150mm. Alcance 13.700 metros
 Batería de Punta Camellos. 2 piezas 240mm Ordoñez. Alcance 11.000 metros

Piezas de Campaña en función de artillería auxiliar de costas móvil:


 El Carrizal, 4 obuses Skoda de 149/12
 El Carrizal, 6 cañones Skoda de 76,2

Piezas fijas en defensa de playas:


 5 St,Chamond de 76/35
 4 cañones Putilov de 152mm
 17 cañones Skoda de 76,2mm

Artillería Antiaérea: 3 baterías del Grupo de artillería antiaérea independiente de Canarias.


 2 baterías de 75/14, 8 piezas
 1 batería de 76/55, 3 piezas.
 16 ametralladoras de 20mm, Breda y Oerlkon
 12 ametralladoras de 7,92mm Maxim

Ingenieros:
Grupo mixto de Ingenieros nº 4. Las Palmas
 2 compañías de zapadores
 1 compañía de transmisiones

Compañía expedicionaria de transmisiones del batallón de transmisiones de la IV Región Militar.


Servicios:
 Compañía de Intendencia del Grupo de Canarias
 Compañía de Sanidad del Grupo de Canarias
 Compañía del Grupo de Automovilismo de Canarias
 Destacamento de parques y talleres de la base de Canarias
 Sección de la compañía de defensa química de Canarias.
 Veterinaria
 Farmacia

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