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A Ñ O II. D O M I N G O 8 D E A B R I L D E ISOO. NÜM. 22.

Con arreglo á la leff \ic ¡irnj'ietlnil lilernnn y cont-enios e.rixteníes , queda pro/iibiila la reprodur.cioa de los griibnáot ij lii íraihiccinn de los urliculos de etle periódiro.

S T J M A R T O . Grabndo».—lísccnns (IP (•niiinainciitD.— aníHhilinruiilixlfl un ginflc '¡t/iírruu/ií.—ltafUon cogiiij i;ii l.i bal^illa T L ^ M O . 1,S Kin'rra ilc África.—í^rdnica itc la semina : exle-
fatiodol palnclo Ersini^en Ti'lunn.—El (¡vm-ral ("iimfii de IIL-IIS ili'H;i/;ilí]ulv¡r.—(lumia i'.iiRiila L'I ilt.i II i\c iiiaríft.-Cui'rno da rior É interior.—Isla de Kí/rnanilo l'ón.—I'i'rngrinadan S la Me-
ilnndo In BLLIHI al soliindo Anlcuío Mnnsíillnn.-Con'ltif.liír Av:\\ir ¡íe. ]i<ilv(ir¡i cdgiiln i'l iiiisiiiti clia.—InierlüT del paliuilela Mi'iqiiiía. na,—Afrira, ruinas 1 Icjcndusi—í-urlosidadcs,—Novela. — Cor-
i'amellií.—Ollcl.il fnnci^s cu IÍI cnmpamfinto dol Sliuli tie I'LTSÍ:I, rcKpDiiiIctiria parlicular.

Brig-.idicr D. Antonio Naviizo, con siele compafíias miento de las órdenes que llevaba, le pcg^ó fuego.
UGUERRIi DE ÁFRICA.
del rc^initcnlo de Toledo, so diri^'-ic) á im pucblccilo El mismo dia el General Prim, acompañado del
siUiLido ú la dei-t!cha del rio MarLiii, en uno do [os Gcnei'al D. Enrique 0-Donnell, con los batallones de
estribos del pequeño Alias, en el que sealbergiiíxin cazadores de Simancas, Fijíueras, Arapiles, Alba
los bandidos inonlañeses; en la .subida de la pen- de Tormos y Chiclana, los voluntarios catalanes y la
diente cspcrtmenLó alguna resistencia, y al llcíjar al brigada do coraceros, practicó un reconocimiento por
OS moros monlancscs no escariiicji- pueblo lo encoiUró dcsicilo, por lo que, en ciniipli- toda la vega al frente del campamento, siguiendo la
Ú '/'^^^'^—laron orilla izquierda del rio.
^€3^'iir- por la Aquella noche los mo-
sorpresa de los carros ros volvieron á hacer
de que hablamos en el fuego á nuestras avan-
arlícLilo anterior , y zadas, y al dia siguien-
siempre qne so les ¡trc- te volvieron á salir á
sentaba la ocasión fa- hacer nuevos recono-
vorable, sobre todo por cimientos tres batallo-
las noches, se entrega- nes de línea y algunos
bao á sus fechorías de escuadrones de caba-
robos y asesinatos; lo llería.
cual dio motivo á que Deseoso el General
el Ejército lomara, pa- en Jefe de no tener que
ra reprimirlos, alg-nnas emplear medidas de ri-
medidas de rigor. Un gor con los moros ha-
moro que fué cogido m- bitantes de las pobla-
fraganti, íué fusilado y ciones vecinas á Te-
colgado do un árbol tuan , el dia 28 do
con un cartel en el po- febrero dirigió ia s¡-
cho que en cspaHol y guienlo proclama á los
on ¡irabe decia: Por la- jcrifes de las Jíubilas de
drón. la sierra:
El día 22 do febrero aA ios haUianies de
so ordenó una batida tkudas y a^híares de
K s o e n a a d e c a m p t i i T i e n l o . — E l iiliinici'^ío o n In t i e n d r í ,
en mayor escafn. E! (nrmiriilfl porn.lt. W.)
nrucemelam.-'Vo^olTos
174 E L MUNDO MIL.TTAR.

liaccis fuego á la tropa que os he mandado para con ocho batallones de su cuerpo de Ejército, la ca- Las kabilas fronteras á Meliila, sabedoras de
proporcionaros el bien y la paz. El General en Jefe ballería afecta al mismo, tres baterias y algunas que en csla plaza habia un nuevo Gobernador y de
enviará tropas para quemar y destruir vuestras ca- compañías de ingenieros. El día 4 de marzo á las los triunibs de nuestro Ejército , tal voz para evitar
sas y hogares, si mañana á las diez Jio llegáis ó cinco do la mañana partieron estas fuerzas del Ser- el c;istigo de sus anteriores hechos, trataron de en-
mandáis una comisión compuesta de vuestros jefes, rallo, quedando el General Gasset con la división de trar en amistosos tratos con la nueva autoridad. El
para arreglar con ellos la seguridad y la tranquili- su mando encargado de la custodia de esta impor- primero que envió un emisario de paz fué el famoso
dad del país y do sus habitantes, quedándose algu- tante posición. Kabo de Boiiisidel, Jefe de la kabila mas guerrera.
nos de la comisión cu mi poder como fjarantía. El General Echagüe emprendió su marcha á las fanática y valiente de aquel campo; y el dia 5 se
sRepito que mandaré soldados que arruinen y cinco y media de la mañana, partiendo por la iz- presentó al Gobernador deMelilIa una comisión nu-
destruyan lodo cuanto encuentren á su paso sin res- quierda del reducto de Tetuan. Formaba la vanguar- merosa de la kabila de Bcnifullafa; á la cabeza de
petar los campos y plantas vegetales. dia el regimiento de Borbon mandado por el Briga- ella venia el segundo Jeic de la kabila, un morabito
sYa sabéis que la nación española en todas par- dier Caballero; á este cuerpo seguían la artillería Ó sanlon que hacia de secretario, un lector ó recita-
tes quiere y ama la humanidad y <á sus semejantes. de montaña, mandada por el Coronel Mas, un es- dor de la caria del Jefe de ]a Uabila, y varios caba-
Conservará cada uno sus bienes y hacienda, si son cuadrón del regimiento núm. 18 do caballería, y lleros del cíinipo moro: la comisión venia pi'ccedidu
gentes de bien y de paz. A los malhechores y mal- el regimiento de Granada mandado por el Briga- de un parlamentario.
vados se les impondrá el castigo á que se hagan dier Trillo, y los batallones do cazadores Madrid, El Sr. Brigadier Gobernador de Melilla se cons-
acreedores. Aviso á todos los habitantes de las cer- Cataluña y Alcántara cubriaala retaguardia. Nues- tituyó en su casa de Gobierno y allí le fué presen-
canías , que continúen viniendo á sus mercados para tros soldados, aunque iban cargados con racio- tada la comisión de Bcnifullafa por el Jefe de dia.
la compra y venta de sus frutas y mercancías. nes para ocho dias, dieron pruebas de una de las Recibidos los comisionados poi- el Sr. Brigadier con
sTetuan 28 de febrero de 1860.—El General en mas brillantes cualidades que adornan al soldado la amabilidad y finura que le son propias, después
Jefe, Leopoldo 0-DonnelL» español; su ligereza para andar y su valor para de las ceremonias acostumbradas en tales casos, to-
El General Ríos, con el mismo objeto, para pro- sufrir la fatiga. Antes de anochecer, y después de maron asiento, colocándose el -Tefe, á quien los mo-
curar atraerse á los moi'os belicosos y conocer bien atravesar un arenal muy penosa, donde sucumbie- ros llamaban el Kabo Chico, á la derecha del señor
las posiciones que ocupaban á la derecha del rio, ve- ron algunas acémilas, acampó la división sobre el Gobernador. El Kabo Chico ordenó á uno délos ca-
rifico una salida hasta el pueblo de Kitta. Una escol- rio Capitanes, á tres cuartos de legua del monte Ne- balleros moros que leyese la carta del Kabo princi-
la de húsares y tres conipañias de cazadores de Ta- gron, sin que ni un soldado se hubiese rezagado, pal de la kabila, de que ci-an poj'tadorcs. El lector
rifa era la única fuerza que llevaba, y le acompafia- ni se sintiese aspeado siquiera. Se estableció el fué escuchado con gra^•edad y atención, y la caria
bao un Jefe de Estado Mayor, sus Ayudantes, el servicio de Jioche, y á las cuatro de la mañana le- fué en seguida traducida por el intérprete do la pla-
Alcalde moro de Tctuan, algunos moros principales vantó el campo y emprendió la marcha á Tetuan. za. Estaba concebida en términos juny sublimes,
de la población y dos moros montañeses c|ue dcbiau Antes do llegar al uionle Kegron hay un inmenso con una larga y ampulosa introducción oh eslílo
ser los emisarios de paz para con sus amigos y con- arenal de tres cuartos de legua de cslensíon, y des- oi'iciit;d, y su contenido se reducía á manifesiar las
vecinos. Después de muchas vueltas por las frondo- pués una cuesta no muy pendiente de media legua; buenas noticias que la kabila tenia del carácter ama-
sidades de la vega, llegaron á una magnifica quinta en esta cuesta encontraron las avanzadas del regi- ble del nuevo Gobernador, y sus deseos de man-
do recreo; á 200 metros se veia á Kitta , santuario y miento de Borbon i siete moros, que hiiyerou ; dos tenerse en paz y en biicnas relaciones con la plaza.
kabila que abraza una grande extensión de terreno. guardias civiles los pei'siguieron, é hicieron prisio- El Sr. Gobernador obsequió á los comisionados con
Llegados a Kitla vieron bastan te número de moroscon nero á uno que iba junto con otro; pero el compa- calé, dulces y licoi'cs , que tomaron en abundancia,
espingardas; en \'ano fué que los dos moros monla- ñero del prisionero, muchacho de 13 años, quitó la menos el morabito, que rehusó probar el licor. Des-
ñcscs se eslbrzaran en manifestarles que la pequeña espingarda al readido, y se encaró con uno do los do dicho dia las kabilas no hostilizan á la plaza, y
columna no iba con intenciones de hostilizarlos; no guardias civiles, á quien ijidudablemente hubiera llevan á ella con abundancia carnes frescas y ví-
quisieron acercarse, si bien manifestaron que ellos muerto, si el guardia, con la serenidad , y al mis- veres.
también estaban de paz; que no podían someterse á mo tiempo con la hunianidad que caracteriza á los Mientras que el horrible temporal que reinaba en
los españoles mientras las tropas de Mulcy-el-Abbas individuos de esc brillantísimo cuerpo, no se hubie- los mares tenia paralizadas las operaciones del Ejér-
estuviesen en el Fondak, y que no eran ellos, sino se arrojado sobre el joven moro, desarmándolo, cito, el partido que al parecer y contra las opinio-
una kabila de los alrededores la que robaba y ataca- (piitíindole dos espingardas y dos gumías y hacién- nes del Principe Mulcy-el-Abbas, estiiba pronunciado
ba ií los españoles que cogían solos ó indefensos en dolo prisionero también. El primero de los dos mo- en Marruecos por sostener la guerra á todo trance,
los alrededores de Tetuan. ros prisioneros tendría 30 anos, era moreno, de venció en los consejos del Sultán, y en su conse-
ojos negros y mirada esprcsiva, con barba negra y cuencia el Ejército del Príncipe africano recibió
El dia 29 comenzaron á desembarcar en Tetuan
clara; y el muchacho tenia, como hemos dicho, 13 grandes refuerzos de kabilas del interior, y con ellas
los tercios vascongados.
años, era bonito de cara, blanco, con ojos rasgados vino de Fez uno de los Generales de mas fama en
El dia 3 de marzo, á consecuencia de las fecho-
y menudas facciones. el Imperio, el General Cerid-Er-Jac. Las avanzadas
rías de los moros montañeses liabilantes de las pin-
torescas aldeas de la orilla derecha del rio , se dió Siguiendo su marcha la división del General del Ejército moro hostilizaban ysacjueaban á los pa-
una batida y se hizo una gran tala por muchos ba- Echagiie, llegó aquella lai'de á la Aduana de Te- cíficos habitantes del puoblecito de Samsa, los cua-
ti\llones del segundo cuerpo. A la señal de un caño- tuan, donde encontró un escuadrón de coraceros de les pidieron auxilio al General en Jefe, que dió or-
nazo comenzaron a talar y quemar cuanto encontra- Borbon, que la fué acompañando hasta media legua den al General Echagüc para que los protegiera.
ban en la inmensa zona que abrazaban desplegados de la ciudad. El Duque de Tetuan salió á recibir á El dia 10 de marzo, el General Echagüc salió
cu guerrilla; tres moros que fueron cogidos con las los héroes que hablan sido los primeros del Ejército con el regimiento de Granada y los batallones de
armas en la mano, y que despreciaron las insinua- en pisar el suelo africano :—¿ QÍÍCÍ tal, muchachos'/ cazadores do Barbaslro y Madrid á cumplir las ór-
ciones amistosas que se les hicieron, fueron fusila- preguntó á las guerrillas;—Bit;», mi General, le denes del General en Jefe. El General Lassausaye
dos. Un segundo cañonazo disparado dos horas des- contagiaron aciuellos sufridos soldados: poco después marchó directamente al pueblo de Samsa con cua-
pués del primero, fué la señal de retirada para las entró la división en Tetuan, atravesó loda la ciudad tro compañías del regimiento de Granada y el ba-
tropas encargadas do aquel doloroso pero justo es- y fué á acampar media legua mas allá , á vanguar- tallón cazadores de Madrid; el Jefe de Estado Ma-
ciirmiento. dia de todo el Ejército. Los valientes batallones del yor, Brigadier Souza con el batallón cazadores de
El horrible temporal que tantos dias ha reinado segundo cuerpo, formados en masa en sus respec- Barbaslro se dirigió por la derecha del pueblo, y el
en el estrecho de Gibraltar, retrasando las operacio- tivos campamculos, recibieron á sus compañeros Brigadier Trillo con ocho compañías del regimiento
nes de nuestro Ejército, fué causa de que al General saludándolos con ios marciales ecos de sus bandas de Granada de su mando, por la izquierda, para sa-
Echagüc se le ordenase marchar por tierra á Tetuan de música. lir al encuentro de los enemigos, si se retii'aban por
PANORAMA UNIVERSAL, 175

este flanco, como e n de snponer. Kl Gciicnil Eclia- dos qniídan perfecl.amento cubiertos hasta que el parlamento INTEIIIOK.
S'iie se colocó en un piinlo culiniíinnLe para acndir ratifique solemnemente los tratados de cesión. Un triste suceso de aquellos que por su enormidad dejan
Entre tanto en el campamento de Clialons van íi acumu- siempre dudas :'i la crítica histórica, y no son fácilmente
donde mas necesaria fuese su presencia.
larse grandes fuerzas uiilitareí;, Ires fuertes divisiones de in- creídos ni aun por parte de los mismos que los jiresencian,
El General LiissnuSLiyc entró en el pueblo, y lo fantería, una de caliallerta, y toda la guardia imperial con su ha ocupado csclusivamente la atención del público durante
encontró complclamcuLe saqueado y evacuado por correspondiente arlilleria. Estas fuerz-as est.iri\n á las órde- la semana que acaba de trascurrir.
sus liabiUmtes. El Brigadier Trillo encontró una nes del Duque de Magenta, y el Mariscal Niel tendrá el man-
¡ Qnéhorrible contraste I Este público á quien el Ejércilo
fuer/a enemiga de 400 ú 500 hombres. do del campamento de llerfaul.
de África babia mimado, permítasenos la esprcsion , hasta et
Mientras eslo sucedía por la derecha ú vang^iiar- punto de hacerle creer que no era ya posible recibir de nin-
guna parte noticias qne pudieran afectar penosamente su
ília del campamcalo del primer cuerpo, los moros, Las noticias de Suiza no son nada apropósilo para cal-
ánimo, este público qne contando con su propia sensatez , y
desde la orilla derecba del río, tirolcaban á nuestras mar los recelos. El espírilu piildico se maidllesta c.ntla dia
con las inconlrastables pruebas do ilustrado iiatriolismo da-
avanzadas de la orilla izquierda. Hacia esta parlo mas contrario íi la anexión francesa de la parte neutral de la
das ]ior los que rigen sns destinos, creia baber entrado ya
Saboya. La famosa sociedad de Hdvelia ha convocado una
mandó el General Ecluifjüü al Brigadier Bcrruczo reunión jiara concertar los medios de defensa del país, y
de lleno en el campo de la moralidad , y que se babia ya
con cuatro compañías del batallón cazadores de Ca- acostumbrado i no entretener su curiosidnd sino con batallas
mas de tres mil personas han resiiondido al llamamiento. Hoy
ganadas y dilicultades¡nsu[:H;rablcs vencidas, desi)ertó repen-
taluña, que sostuvieron el ftiego con el enemigo se confirma la nolicia de (]ue los 11,00[) lirmantes de la
linainentc de sus deliciosos sueños al rnmor de una perfidia
basta el anochecer teniendo dos heridos graves y uno protesta de Ginebra contra la anexión saboyana, son todos
lie las mas execrables, al rumor de una traición con la que
piamoiiteses ó subditos sardos y no suizos, como se dijo. Se
contuso. ni la del mismo Conde D. Julián se podría comparar.
espera con ansia la próxima rtíunion de la Asamblea federal
El Brigadier Trillo dio con las avanzadas del suii'.a. A las pavorosas consecuencias que en pos de ella podrían
Ejército marroquí, que por instantes se iban aumen- E! continf^ente ginclu'iuo (jueila puesto, por dis[iosicion haber venido, no hay pecho indiferente que no se llene de
del consejo federal, ;i las ónk'nes del Coronel Zicgler. estupor.
tando y ocupando posiciones á su Ireiite. Para con-
La digna sucesora de las virtudes y del cetro de la he-
Irarestarlas las cargó á la bayoneta, é igualmente roica Isabel I, la mas cara prenda de amor de los españoles
cargó á los enemigos que se dirigían por su izquier- Sir Roberto Peel, según el discurso que pronunció en la iba i ser, realizándose aquel horrible proyecto, derrocada
da para cogerle por este flanco. Después de' estas Cíunara de los Comunes, cree que la cuestión suiza, al ver del trono; la guerra civil, y con ella todas sus infernales
dos cargas el luego se sostuvo |>or ambas partes, amenazada su neutralidad por la anexión de la Saboya. me- plagas, el escepticismo político, la desmoiali/acion , la
hasta que llegada la noche, el Brigadier Trillo dio á rece el apoyo de Europa. Esta opinión fué sostenida con ex- infamante inercia , el fratricidio, iban á volver á descalcar
tensas consideraciones, que coní^lnyeron censurando al Rey su azote de hierro sobre esta nación desventurada. ¡ Y cuán-
las compañias de su mando la orden de retirada. Al
de Cerdeña i)or liaber consentido en dicha cesión, y tinal- do ! Cuando mas sereno empezaba á mostrársele el porvenir;
enipi'cnderla, el enemigo cargó sobre ellas acosán- incnte, completó su discurso diciendo <]uo ((Inglaterra babia cuando ;i efecto del nuánime y generoso impulso comunicado
dolas por todas partes. El Brigadier Trillo mandó sido engañada por Franciaé y manifestando temores de que h la voluntad nacional por la guerra de África, parecían
suspender la opei'acíon; hizo de nuevo frente á los ni el mismo Napoleón ])ucda contener al [lueblo franciis si haberse dispersado ya al viento basta las cenizas do nuestras
llega á escitaise su afán de conquisLis. discordias pasadas.
moros y los rechazó con dos cargas consecutivas á
Horrible era el contraste: el estupor era parecido al de
la bayoneta; y ya no se ali'evicron i\ perseguirle, una madre al sorprender en los labios de nn múdico impru-
sino haciéndole Tuego desde lejos: á las ocho de la Reunidos ya los dos Ejércitos del Pinmonic y do la Italia dente la irrevocable sentencia de muerte de su hijo.
noche llegó con el mayor orden á su campamento. central, quedan distribuidos en la forma siguiente: el cuer- Pero á ese estupor siguió la reacción de una varonil TO-
po de Ejército del Pó, cuyo centro es Turin, mandado por el lunlad, y la energía de una recta conciencia.
En csLc pequeño combato luvimos un soldado Genevid Snnnaz; el cuerpo de Ejército del Mincio, mandado
muerto y 17 heridos y contusos, entre ellos dos Los autores del inicuo atentado iban á quedarse á solas
por el General l.iiuii'n'Tnura, con sn ceniro en Milán ; el cuer-
con sns romoi'dimíentos ; la universal abominación , embo-
Oficiales. Este combate fué también el preludio de po de Ejército de la Emilia , mandado por Oialdini , cmi su
taba el pufial cuyos filos habían envenenado con Infernal
la batalla que tuvo lug;»' el día 11, que por su ex- cuartel general en Uolotua, y el cuerpo de Ejército de la
sagacidad.
Etruria al mando del General Durando y con su centro on
tensión no insertamos en esto número, y con la que La mirada del Gobierno liabia penetrado ya en sus sub-
Florencia. Cada cuerpo de Ejército consta de tres divisiones
daremos principio al articulo del número siguiente. de :'i 10,0(10 liondires. Vn (]UÍnio cuerpo do Ejército llamado
terráneas maquinaciones; la es|iada de la ley iba á caer sobre
.Tosí': Sumo v SURCA. la fratricida diestra; sus pasos estaban conlados ; la ennr-
de rcserra y cniu|mesto de la brigada de granaderos y de la
midatl de su impío atentado debia quedar enteramente á
caballería de linea, ser-i mandudo por el General Larroca,
descubierto.
primer Edecán del Rey, y la caballería por el joven General
Afortunadamente no fué necesario para sofocarlo mas
Sonnaz, que tanto se distinguió en Montettello.
que el recto criterio de a<iuellos que el conspirador haliia
nNuostros deseos so bailan ya salisfecbos, dice e! hey Víc- conseguido atraerse por un criminal abuso de su autoridad.
CRÓNICA DE LA SEMANA. tor Manuel en una proclama qne acaba do dirigir A los pue- El engaño fué prontamente conocido , y al serlo se disiparon
blos lie la Italia central; ya estáis reunidos ñ mis demás pue- cual humo todos los tan temerarios como insensatos proyec-
blos en una sola monar)|aia. Tal es la recompensa merecida tos del conspirador.
EXTERIOR.
por vuestra conconlia y vuestra perseverancia.
De propósito hemos callado su nombro; pues siendo ya
Viva es la irritación, nos dice nuestro corresponsal de uGrande es el beneficio que de esa unión resulta para
tristemente conocido de todo el mundo , no conscgnirinmos
París, qiie en csln capital van proílnciemlo las iniinifcstario- nuestra patria y para la civilización ; mas para recoger sns
lu'onnnriándoh), sino manchar con un feo borrón , jiíiginas
nes do I-onl Jolni Russetl i'ii lii Cñmavii buja, Ins vioicntns pingües frutes, es preciso s(^nir pcrsi'veranílo en esas mis-
cuyo princi|)al mérito consiste en liabcr estampado en ellas
ataques dii'ijíiflos [mr mnctins de sus colegas contra la Fi-nn- mas virtmles de qne tan admiralde ejern|ilo habéis dado
ilustres nombres que son gloria del Ejército y orgullo de la
cia, y los ultrajes (juc la prensa inglesa prodiga contra el basta ahora, y sobn; todo es necesario la firme voluntad del
])atria.
Gobierno de Napoleón. sacrificio si» el cual no llegan ;i consumarse ó no se consoli-
El General Lamorieiere salió de lírnselas «I tí) de mnrzo dan las grandes empresas. I S L A D E FKRNvVNDO P Ó O .
con direiícion ú los Estados Pontificios y se ctnli.ircó en oTengo en vosotros la confianza que no en vano depost-
Trieste el 2S. tfíisteis en mí. El pacto que nos enlaza de un modo indisolu- III.
Dtcese (pie este fiuneral va solamente 4 inspeccionar el ble, es un pacto de honor en obsequio de la patria y de la ci- La única población que merezca el nombre de tal es la
estado del Ejército; pero no h encargarse de su mando, como vilización universal. llamada Santa ¡sabel por los españoles, y Clarencc por los
algunos Iialiian afirmado. jiKohn tenido en lo pasado otra ambición que la de con- ingleses; es la capital de la i.qla y en clia reside el Goberna-
Asegíiraso que on el caso de ser cierta la salida de las sagrar mi vida á la independencia de la Italia y dará los pue- dor. Se halla situada en la costa al N. de la isla, y en un ter-
tropas francesas de Hmna, cubrirán las tropas pontificias esta 1>103 el ejemplo de lealtad, merced á la cual al restablecer la reno elevado 100 pies sobre el nivel del mar; las brisas del
capitíd, y las naijolilanas las marcas de Aneona. moral pública, se da juntiimente con la libertad una base só- norte, refrescándola de continuo, la dan una lemperalnra en-
La retirada do Italia de las tropas francesas va prosi- lida ít los Estados. vidiable y benigna; su puerto es el mas frecuentado y el que
guiendo, pero con tal lentitud que hicn podría decirse que "Hoy ambiciono conciliarme y ganar para mi familia, de reúne condiciones mas ventajosas.
las Fuerzas puestas on marcha son tina guarnición permanen- parte délos puetdos nuevamente reunidos, al acendrado afec- Aunt[ue la isla pertenece hace muchos años si España,
te del i>ats por donde transitan. Diariamente pasa por Tnrín to que en todos tiempos ha distinguido á los pueblos snbal- como en otro articulo diremos, estando al>andonada y sin
unacomijañíaquo desdo Susa va á Cliambory. Cuando en pinos. Ambiciono robustecer e» los italianos esa unanimidad colonizar, una expedición de ingleses de los que residían en
este punto se halla ya completo el regimiento, es decir, á las de nobles sentimientos qne constituye el vigoroso tempera- Sierra Leona, mandada por el Capitán Owen, se establecie-
tres semanas, marcha para Clialons. En Niza se pone diaria- mento de los pueblos tan apropósito para saber sufrir la des- ron en ella en 1827 y fundaron la población de Simia Isabel.
mente en marcha uu batallón, pero luego hay qne esperar ¡i giracia, como para preparar el camino de la felicidad.» La hermosa balira que existe en aquella parte de la costa,
que Be forme brigada. Por consiguiente los países anexiona- formada por dos largas puntas de tierra con una elevación
P a t i o üeL palaoio E r ^ i n l , a o n ü e e s t u v o a l o j a d a ia E s - c m a . S r a . D u q u e s a d e T e i u a n . E l G e n e r a l C o n d e d e R e u s daiidu la m a n o al soldado A n i c e t o M a n c e l l a n , p o r s u b r i l l a n t e
c o m p o r t a m i e n t o en la - i c c i o n d e l 11 de marzo.
(Itemitido por nuestro corresponsal D. H. Landa.) (RemUliio por Ü. J. M. C.)
PANOHAMA UNIVERSAL. 171

de cerca de ÍOO piíís que la resguiirdün mu- ques que llegan á la isla á hacer aguada y le-
clio de los vientos , su buen Ibndeadcro y el ña y á repostarse de carbón en ios almacenes
)ener á la m;iiio dos riacliuolos de excelente establecidos en la misma ciudad; todos los
•mua, debieron iuHuir miiclio puraqiie los in- artículos se veilden á precios muy subidos,
gleses escüjjíer.in cslo sillo parn eslabiccerse asi es que casi lodas las tiendas despachan
en é l ; lúcierou primero cusas de madera, de diariamente por valor de cerca de í,000 rs. La
laa cuales existen lodaviii gran número de causa de oslar tan caros los comestibles y de-
ollas; j'fnndai'oii algunoscslablecimienLos [lii- mas olüjetos mencionados, es porque se lle-
Jdicos , una cjiruel j ' un Iicw|>ilal muy Imeno, van de Europa y solamente do.*! ó ires comer-
edificios de que oii ol dia solo queda la muino- cianles los reciben y los venden al precio que
ria; pues l:t cárcel se des|>lomü y el liospiLal les acomoda.
I'uá ievanlado por la misma expedición iuaie- Hay en Santa Isabel un cerrajero, tres xa-
sa cuando abandonó la isla. pateros, tres sastres, seis carpinteros y unos
Los primeros españoles que llegaron á doce toneleros. El puerto de Santa Isaliel es
l'^ernando i'óo en el año de ITÍJÜ á Loinar po- muy concurrido y aun lo seria mucho mas sí
sesión de esla isla y de la de Annobon, vinie- los buques pudiesen lomar en Ja población
ron parle de Monievideo y parte de las islas carnes frescas y otros víveres con la misma
Canarias , y se establecieron en la Ijabia del facilidad con que encuentran excelente agua.
O. llamada por los ingleses Itai/ Georges y por El dia 22 de cada mes salen de Plimaclh {In-
jjüsolros San iUirh)^. glaterra) vapores para Fernando Póo á donde
Sania Isabel lione una jjlaza de iguales di- llegan después de haber hecho doce escalas,
mensiones á la de Madrid; en ella desemboca una de ellas en Santa Cruz de Tenerife el
la subida del |)uerLo. Esla iila/.a divide en dos dia 20 del siguiente mes. Cada din-va siendo
mitades casi iguales la calle llamada UiUUtrcet mayor el interés del comercio en frecuentar
que se extiende íi lo largo de la eostaí en A Fernando Póo, y en Inglaterra hay ya esta-
esla calle liay ocho casas de muy buena coiis- blecidas tres líneas de vapores.
iruccion, todas ellas con piso |>r¡ncipalf y J. S.
algunas con emj)Iümades y pararayos. En es
las casas viven los blancos eurojicos y dos fa-
milias de color de las mas ricas del país, La LA PEREGRINACIÓN A LA MECA.
cusa del Gobernador Ibrina uaa de las esqui-
nas de esla calle con la pluza. La calle de
<jne bablanios, aunque será tan lari^a como la Uno de los cuatro mandamientos que el
lie llorlaleza de filaürid, no tiene, sin embar- fundador del mahometismo impuso como ab-
go, mas qnu 13 casas, porqne lodas esLín solutamente obligatorio á Iodo buen creyenie,
aisladas y separadas cnU'e si [lor grandes jar- es la peregrinación á la Meca; pero no se en-
ilines, La misma plu/.a corla en el I adt> opuesto tienda ipie Mahoma l\Jé el invenlor de esa pia-
otra jjran calle que tambioEi lleva nombres in- 4losa correría, cnyo origen se pierde en la no-
gleses. Llámase Gaoilllicfi Síreet en su parle che de los tiempos.
orienliil ó High S¡i'iíel en la occidental; esta En efecto, los indígenas idólatras de la
calle, asi como lodas las de la población, tiene península arábiga acoslumhraltan ir á visitar
de ancho W pies, £n la parte oriental de esta devotamente el templo de la Caaba, y estaba
calle los protestantes ba])l!Stas liencn su ca- tan arraigada en ellos esa tradicional cosltini-
pilla y escuela. Sania Isabel tiene 10 culles brc, que Mahoma, no pudiendo combatirla,
todas recias y anclias y unas con otras se cor- procuró utilizarla en bencíicio de sus nuevos
lan en ángulos rectos; 138 casas.se cnentan dogmas.
entre todas ellas, pero las mas no merecen C o n d u c t o r á r a b e d e cnniello. El templo objelo de esas supersticiosas pe-
semejante nombre; sola- {IleniiEiLlo por U, J. M. c:.) regrinaciones , fue, según
mente -12 casas son vorda- dicen los musulmanes, edi-
derameide tales y tienen ficado por el mismo Adán
piso principal, y unas U con permiso de Dios. Des-
aunque no lo tienen, es- pués de la muerte del pri-
tAn elevadas sobre el piso mer hombre, su hijo Selh
de la calle á una altura co- construyó otro templo se-
ma de vara y media, sin mejante de cal y canto, que
durla [tara evitar mejor la habiendo sido arrasado (wr
Immedad del suelo y que las aguas del <Íiluvio uni-
sean mas sanas. versal, se vio {losterior-
mentc levantado, por or-
Diez tiencbís ó almace- den de Dios, por Abraham
nes bay en la población, y su hijo Ismael. Entonce.':
en los cuales se venden fué cuando el Arcángel Ga-
indislintamenle de todos briel trajo al Patriarca la
los giineros que se consu- famosa piedra negra que
men en la isla: tocino fres- cayó del cielo con el pri-
co y salado, telas de algo- mer hombre, y que quedó
don y de sella, clavos, lla- sellada en uno de los ángu-
ves y candados; pantalo- los del nuevo templo.
nes , paraguas y cerveza;
Según el historiador
büo , agujas , vinagre y
Aboul-Feda, este ediliclo,
champagne; aíücar, café,
restaurado muchas veces,
té, aceito, sombreros y
fué construido de nneva
zapatos; |)ai)cl para escri-
planta pocos años antes de'
bir, pólvora, tabaco, jabón
nacimienlode Mahoma por
y objetos de cacharrería; y
los Coraíciías, irihu í que
á veces también carne fres-
perteneció la familia del
ca y pescado. Estas lien-
falso profeta. Posterior-
diis tienen mucho despa-
mente Abdallah-Sbn-Zo-
cho, siéndolos principa-
beir, Califa de la Meca, lo
les consumidores los bu- Oficial ft-anoésen el o o m p a m s n t o del S h a l i de PorsEa, a c o m p a ñ a d o d e u n fflnete quareguae.
118 E L MUNDO MILITAR.

restauró el afio 7.i cíe hi ejifa^ y poi' úUimo, El-ll;idjucij- Suponen que los padres del linaje humano , al ser lanza- por la cresta radiante de la Mahouna , cuya depresión bace
Slm-Yüus-scr, lünienU; del Califa Abil-ol-M¡ilek, al apode- dos del paraíso, descendieron á la tierra: Eva en este mon- creer á los árabes que la yegua ttorak del profeta b:i dejado
rarse de la Meca, ilió al lemplo la forma , que no obstante te y Adán en la isla de Ceylan. Desjiues de recorrer este úl- sobre ese elevado monte la huella de su montura.
algunas restauraciones, presenta en la actualidad. timo todo el mundo en Imscade su compañera , la encontró oLa villa de lleliópoliscon sus casas ocultas entre la ver-
Todo buea creyente, después de haber visitado este fa- al pié del monte Arafat y erigió en aquel sitio un templo. dura de sus enredaderas está situada como un oasis en
moso templo, tiene cjue hacer otra devota romería á la luin- Allí es á donde solia también retirarse Malmma á predicar y medio del dcsiei'to. Un rico colono de Ilcliópolis ha reunido
ba del Prorela, situada, como todos sahcn , en Medina; pe- iiacer oración. en su csplolaeion hombres de todas las raxas: negros, ára-
ro esla segunda visita no es de obligación divina como se Durante las |n-ácl¡cas piadosas (juo estamos ilcsnribiendo bes, italianos y malteses. Los negros lo han creado un jardín
supoae en el Coran (cap. n, vcrs. 192 y 1Ü3), sino mera- se coloca wnKhntib (predicador) á la iz([uierda del [iiinto magm'fico capaz de avergonzar al del iiaraiso Icrreslro.
mente caaúuicu, una piadosa costumbre consagrada por la en que suponen existió el oratorio de Adán, y un poco mas Hemos visto bajo sus njoiipas á esos originarios ile Tom-
tradición. Para no verificar la primera de las dos pero^írina- adelante del sitio en que Mahoma solia arrodillarse. La in- buctú y de Te?:zan , que resarcen su fealdad física con una
cioncs, solo puede servir de escusa la imposibilidad física ó la mensa multitud de peregrinos acam|iados en el valle y en valentía y una arlhesíon á toda [irueba, y una bondad ine[|ui-
niisei'ia absoluta , al paso que para dis[ietisar do la secunda, los líancüs del monte, escuchan por de [ironlo con religioso voca , (inalidad en que han degenerado hace tiempo los
después de visitada la Meca, hastacualíjuicra inconveniente. silencio la interminable pf^rorata, basta tiue rompiendo por blancos.
Dieese que Malioma , á (in de ponderar la importancia de último en obligados sollozos y lamentos sofocan del todo la uLa villa de Cnelma , la Calania de los romanos, se halla
la peregrinación á la Meca, se expresó en estos términos; vo'A del orador, implorando el perdón de sus culpas. colocada en el centro de un anchuroso llano eti medio del
«Mas os valiera morir siendo judíos ó cristianos que no haber 7.^ Al dia siguiente los [leregrinos, después de haber pa- cual aparece de lejos como un blanco mausoleo. Las casas
por vuestra culpa cumplido por lo menos una vez en la vida sado la noche en oracio[i cerca del oratorio de Hozílalífa, á francesas nuevamente edificadas sobre el caduco suelo afri-
con ese auto religioso, n poca distancia del monte Arafat, van por sejíunda vez al va- cano, desarninnizan el paisaje.
Itcferiremos sumariamente los principales detalles con lle del Mouna, distante nna legua. Pasan en columnas cer- íiAntes de penetrar en Guebna visité un circo romano á
que sueleu verilicarse las ceremonias de la visita. radas á lo largo del valle, y al pasar por enfrente de los la entrada, el mas conservado que he visto en Argelia. En
La peregrinación debe haeerse en los primeros dias del tres pilares llamados áel Diablo, arroja cada cual tres piedre- Guelma abundan las ruinas romanas: próximas se hallan las
último mes del año musulmán, durante el mes Zou-'I-IIed- cilas t[ue el dia antes han tenido buen cuidado de recoger otras (le Luthnl. Allí fué, al decir de Salustio , donde Yu-
jah, consagrado a esta solemnidad como su nombre lo in- eu el campo que rodea el oratorio de Mondalifa. Tiene esta gurta enccri'ó torios sus tesoros. Partí de Guelma jiara
dica. (Coran, cap. ii, vers. 193.) ceremonia por objeto el recordar las pedradas con que su- Meskonline at'nm[iañado de dos amigos, [irovislos, erra! yo,
El día 10 quedan compleUis las ceremonias religiosas por ponen que el Patriarca Abraham ahuyentó á Satanás en el rlc buenos fusiles, siguiendo el consejo que no.s dier-on
la celebración de la fiesta de los sacrificios, liesta llamada en acto en que Iba á sacriiicar ;i su Injo. viirios naturales del pais cuando se nos refirió la siguiente
(Se eontinuará.J historia.
árabe Áiti-e¡-Corban y en turco Corban-fíeijram.
El territorio de la Meca com|)rende á lo largo del litoral
ir.
del mar Rojo al Noreste la población de Itabafi, y al Sudeste ÁFRICA.
la Je Leil. Si partiendo desde esta última se pi'olonga una yVn médico procedente de París que vino á África con el
línea al Norte cortando la cordillera llamada Djeheí-el-Ko- laudable propósito de estudiar la organizaciorr pj'oycelada
RUINAS Y LEYENDAS.
rah hasta el pueblo de El-Mahlia^ol, y Inego se la oblicua de nn cuerpo de sanidad francés, para ser sus mienrbrog
(ñeproduciiia á ruego licl autor ¡
hacia el Nordeste; concluyendo por dirigirla al Nordeste has- distribuidos después entre varias tribus árabes diflzm;idas
ta cerca de Rabak, se formará una especie de triángulo en I. á coirsecuencia de terribles errfermedades , viajaba mas iillá
el que estará enteramente comprendido el territorio sagrado Según cierto célebre escritor no existe espectáculo mas de Mjez-Ainar, en com[iañía de uno de sus colegas de liona,
que los árabes llaman Beledou-Uoiionú-el-tíaram. interesante que se pueda evocar, como el genio del pasado y de algunos soldados de los escuadrones llamados Safys,
Al entrar un musulmán en ese terreno se des[ioja entera- al recorrer las llanuras y las montañas del África ; esa patria cuando se errcabritaron los caballos al [lasai' jrrrrlo á un mag-
mente de los vestidos que lleva para tomar el traje de pere- nacida de ruinas ; esc suelo tan trabajado; ese vasto cemen- nifico león negro tendido al larlo [lül camino. Los caballos
grino, llamado Ihram, y que consiste en dos piezas de tela terio de todas las razas ; esc país tan maltratado por los bár- empujados por sus gineles pasaron con velocidad: empero
blanca, con una de las cuales se cubre las es[ialdas dejando baros , y que parece doblegar su iirru[5;ida fi-enle liajo el facultativo [larisiensc emitió el parecer', algo temerario
descubierto el brazo tlereclio, y con la otra se envuelvo la grandes y tristes recuerdos. por cierto, de volveí' grujja á fin de cerciorarse si el león no
cintura y cubre hasta inedia pierna. La cabeza permanece uMi primera escurslon, dice un viajero extranjero, la era de [ijedra como el que hay en el palacio de las TuUerias,
descubierta y los pies simplemente calzados con sandalias; verifiqué ü las ruinas de llaman-Meseontine {üüño de los con- ó bien si en realidad era do carne y hueso: pues señor, dicho
hay muchos devotos (¡ue caminan enteramente descalzos. En (/tvírtf^(j.íj, celebres termales en que las Icgioties romanas y hecho. Los Safys cai'garon sus fósiles y la comitiva vino á
tanto que visten este traje [le [lenítencia les está proliiJiida i'cndidas de cansancio jior marcliaseltictuadas bajo un sol de platrtarse írerite á fr'cnte de la for-mrdable lícr'a ; esta , irrter-
la caza , y observan coii tanta puntualidad esc precepto , que niego , y no interrui-npidos combates , vcnian á refrigerarse rumpida en sus meditaciones, se sentó como un ¡leri'O y ein-
ni á los insectos que alorinenlan su cuerpo se atreven á dar y repai'ar sus agotadas fuerzas; y gracias á la eficacia de I)ezó á contemplar con la misma curiosidad á los viajeros in-
muerte. Adejnas, durante lodo el periodo de la peregrina- dichas aguas, el soldado mutilado cicatrizaba sus liei'idas, y discretos. El Icón atisbaba con predilección á cierto magní-
ción deben ser muy moderados en sus palabras, evitar cui- se curaba , ó por lo menos encontraba alivio. De este modo fico macho de la comitiva, el cual á no dudar hubiese
dadosamente loda dispula, y ^ibstenerse de relaciones era como Roma entretenía el vigor y la salud de sus robustos lardirdti poco en esperimentar toda su sim|ralia, si no hu.
se\uales. hijos. hieran nuestros esjjcctírdores teñirlo por conveniente volver
Al llegar á la Meca los peregrinos, dirigidos por un guia, »Las termales de Meseootino seencuentraa entre Dona ¡iforlnnadamcrrte las espaldas al león, el cual, aun no bien
dan princ¡i)io á la serie de ceremonias que rápidamente va- y Conslantina. Salí de Bona con dirección á Guebna. Nada satisfecha su curiosidad fué siguiéndolos por espacio todavía
mos á enumerar. tan pintoresco como ese camino que atraviesa la llanura iii- de tres kilómetros , y visto que nuestros viajeros eran incan-
1.'' Visitar el templo; dar siete vueltas partiendo desde mensa de Dréan , cuyos limites no alcanzan á descubrirlos sables en su precipitada fuga , desistió en su persecución y
el ángulo en que está sellada la jjícdi'a negra, al rededor de ojos y costean las rugosas lomas de los montes de Edougli des:qia recio.
laCaaba, unas veces andando al paso y otras corriendo, y hasta el lago Tetzara, donde las vertientes del Atlas vienen j>A pesar de las siniestras predicciones, no Iricimos nin-
siempre besando ó tocando con la mano á cada vuelta dicLa á sucumbir cual dromedario derribado bajo bario pesado gún otro siniestro encuentro, y pudimos ab.^nllonarnos coa
piedra. fardo. entera seguridad á gozar del encanto de la naturaleza africa-
2." Deber agua de ¡os pozos de Zcm-Zem, cuyos rauda- uDespues de traspasar el arrabal de Penliiievre , se sube na; pues puedo asegurar no haberla visto jamás en mia
les brotaron milagrosamente, según la tradición niusuimana, por el camino abierto á ])ico del cerro de Tedjouje f|ue hirgas peregrinaciones, mas osplérrdida , ni mas grarrdiosa,
bajo los pies de Agar cuando andaba errante con su hijo Is- atraviesa una de las mas altas cadenas del Atlas , y se des- ni seductora como en el trayecto de Guelma á Meseotttine.
mael por este desierto. envuelve paralelamente con la antigua vía romana que con- >iLa Seihaus que costeábamos, rrrdaha sus aguas cubierta
o." Detenerse y orar en la estación de Abraham. i\si se ducía do Hippona á Cirta , (Constantina.J Algunos árabes de laureles de rosa, por uu verde vallo plantado de olivos.
llama una piedra sobre la cual suponen que el Patriarca so- liacian pacer su ganado en los escai'pados llancos del Ain- En cuanto nuestros corceles hubieron vadeado el rio , cam-
lia permanecer durante la reedificación del templo. Aun se Chouga. bió de aspecto la naturaleza y nos hallamos cual hormigas
imaginan ver la liuella de sus pies en la piedra. oLa naturaleza es encantadora siempre en aquellos si- eslraviados en un montón labei'íntico de montoncitos de
i." Dütuaei'se y orar en el sitio llamado Eí-Mníljen , don- tios ; Invista descnbrc el deleitoso espectáculo que ofrece tierra. Ni un álamo habia que allí conlribtiyera á la anima-
de cuenta la tradición que Abraliam ó Ismael amasaron el el lago Tetzara reflejando el azul de la celeste bóveda , y en ción de esas soledades selváticas antiguamerrte frecuentadas
mortero f[ue se empleó en la construcción del templo, cuyas aguas parecen estarse bañando los pies del Edougb. por los Ejércitos romanos cubiertos de acero, y también pop
ij." Correr siete veces entre los montes Safa y Mí'rwa, Por otra depresión de la cadena de las montañas so descu- los númidas de Yugni'ia, y deTacfarinas.
comprendidos en el radio de la ciudad , en conmemoración bre en último término un rincón azul del Mediterráneo; :iDes])ues de andar vagairdo duratrte mucho tiempo , uno
de la desolada carrera de Agar buscando agua para apagar la asemejándose el todo al infinito del cielo, de la mar, y de gr'itó/il/í',v//(íjfíííi.'.'coD el mismo eirlusiasmo con que debió
sed de su hijo Ismael. los montes. Cristóbal Colon dar la voz de / tierra !! al descubrir las pla-
8." ir el día 9 del citado mes al monte Arafat, á unas uMasaUá del Tedjonjc también es l)ella la perspectiva yas de Améi'ica. Apenas llegamos á pisar el suelo mismo de
doce millas al Esle^de la Meca, después de haber rezado Al franquear la eminencia del collado dilátasela mirada al los baños thermales, nos detuvimos asombrados al ver como
la oración de la mañana. Llámase este tnoale DJebel-er-liah- infinito sobre inmensos espacios y solo se detienen al Sur eit nnas enormes pilas y ollas [talurales hervian bulltciusa-
Via, esloes, monte de fa misericordia. por las crestas del monte Tala, y hacia el lado del Guebna menteá 08grados de calor las aguas úüHanimim-Meskontim
PANORAMA UNIVERSAL. 179

las cuales se estieiuicii como silbarías sobre anchurosas g o - colores , tendidas en el llano por los esclavos de lirahin, qne como otros adornos, fueron dorados en su primitivo tiempo.
das petrificaclus, ele colores miilti[>li!s y vnriados. cuidan de entretener fogatas y preparar festines opíparos. El Existe actualmente esla preciosidad histórica en el con-
KLOH i'irüliCK, sk'Tnpre f;inl:islicos; esos eLonios niirradores Kuüiiliiissü hierve en inmensas vasijas ; corderos y bueyes venio de monjas de San Juan de la Penitencia de Alcalá de
de liis Mi!!/ una noches, prelondcn (jue (lidias peti'ificiicio- enteros se asan sobre las brasas. Los jóvenes mezclan sus Henares, fun(ia<:ion también del ilustre Cardenal; pues si
hes rti[)['cstíiitati al hcrmaito que, cnnlraviiiienclo á 1;IH luyes cantinelas al ruido de las fmUaalíix; el relinchar de los fogosos bien fué, según lo hemos dicho, legado íi la Universidad,
humanas y divinas por ruioret" düs|iosíirse con la lierinaiía, corceles, y la gritería de la turba-mulla útiense á los agu- pasó sin duda al convento de religiosas entre los otros va-
Qst como los lesLigos de scrnejíinle incestuoso muLi-imonio, dos sones del Ihonl y de la sifrbtioha. rios objetos con ([uc fueron distinguidas á su vez en el tes-
fueron lodos heridos por el rayo, y petrificados poi la cólera u¡ Silencio ; llega el conejo ! tamento.
divina: ni el ciiniellü(segnn ellos) (¡ue llevaba los iircscntcs M¡Contemplad oh! ¡Cuan bella es la novia, y como eclipsa
de la boda escapó h esla [loLrilicacion, y íiijuellos árabes ^ - la hermosura de ese coro de doncellas que la circundan y la
persliciosoR os iniIicíLtL muy rurnialnieiito la cantera que re- estrechan prendidas con sus mejores aderezos de ámbar y
présenla dieho camello. Do alii la rleuominiícion ([iie dan ti coral I I Escuchad por un momento esos gritos de amor y de
diclias aguas en su lengua, de Uamtnmi-Meakouün, f[uc, tomo regocijo ! i Quién osa hablar aquí de crímenes, ni de inces-
ya digimos, signiliea: ¡iaíiorfe¡OK cmtÍi:naílo.s, A mayor aluin- tos ? i Mirad ! i Estuvo alguna vez el cielo ni mas puro, ni los
damieiilo In; a(|iii la verdadera leyeuda árabe lal como la rayos del sol lloraron de un modo mas hecbicei'o la cumbre
reljore ÜL sabio Mac-Garty. de los colladns, la cima de los bosques , ni el verde césped
délos lloridos ¡irados? ¡Dios mismo, se conoce, ([uc per-
III. dona esa unión tan Inusitada I
wRratnn y Taima tenían dos bijos que se llevaban muy —ulProfanos! ¡No! ¡Dios no perdona!.... ¡Ahora veréis!..
poca edad. Ali-, el primogénilo era á los 15 años olmas ¿ Qué acontece ? be pronto oscurécese el puro azul del ciclo
lioi'mo.so y apnoüLo caballero du su tribu. Nadie doiiiaba me- airado, el rayo ilumina con siniestro fulgor la iiegra nube
jor (¡ue éi un potro; sobresalía en el arle de arrojar un al rasgarla ; rcbí'ama el trueno; y líembla la tierra, ama- Representamos en un grabado el acto en qae el soldado
dardo, h viva carrera , contra la hiena, ó la pantera ; y ese gando abrirse. Los circunstantes se declaran en preci¡úlada del batallón do cazadores de Alba de Tormos , Aniceto Man-
ardimiento no disminuía en lo mas minimo las candorosas fuga ; azorados, en el mayor desorden , se oprimen, se tro- cellan , llamado por su heroico comporlamienlo en la acción
gracias de la jiiventnd en él. Aiiridu sn berinana , ora helli- piezan , se em[iujan; solo los dos amantes no olvidan su del 11 de marzo á la tienda del Excmo. Sr. D. Juan Prim,
sima como la llor cuyo nombre poseia, puesto queAurida en amor en esos momentos supremos ; y Alí, como si desaliase tuvo la honra de sentir estrechada su mano por la de aquel
Árabe si^iiilica ¡losa : fresca como el generoso rocío matinal; la cólera divina, estrecha en sus braxos con fervor á su ilustre Oenei'al, y oir de sus labios el ofrecimiento de que
BU9 pies enanos eran veloces como los de la yacela; sus ma- Aurkiii. interpondría su valimiento para qne se le nombrase caballero
nos suaves y torneadas eran blancas como la k'clie;ysus V \ Mirad ! ¿Los veis aun besándose en un postrimer abi'a- de la orden de San Fernando. Las palabras del Sr. Conde de
ojos Tnlfínraban como dos estrellas aisladascn el ürraamento zo'í ¡Pues bien ! ¡Loscuerpos que anles animaban tanta lo- líeus fueron las siguientes: iVenga lu mano, que yo me
de oscura noche. zanía , tanta juventud, y tan culpable amor, no son mas ya honro de estrechar la de un valiente.»
nAmbos se qnerian con un amor puro y tierno: en vano que dos piedras colosales, inertes, y eternos monumentos
ñileularon algunas gallardas doncellas de la tribu provoi^r k del castigo del cielo !
Alfcon sus bcchicoras miradas y soni'isas, encendiendo den- uConiíguo'Aaíjuel grupo, esa piedra mas elevada fu(! el
tro de su corazoj) la hoguera del amor; en vano también era Cadí, víctima de su culpable indulgencia; aun se le reconoce
que en medio de la /nmbra de las fantasías, se viese Aurida por el turbante que usiiba. FPISODIO DE U GUERB/i DE BRETMlft,
rodeada de agnercjilos y solícitos donceles, amigos ile su «Detrás está el camello que conducía los presentes de
iiermano; el cora/.on de entrambos permanecía indiferente boda. V la muchedumbre aniquilada , los músicos cuyos ins- escrito DQ fraacís
1^ toda clase du homenajes. trumentos hizo trizas [a tem[icstad ; esos siervos , esas vír-
uPara Alí, ninguna joven igualaba en belleza á Aurida y genes inmóviles, esas tiendas [letriiicadas. ¡ T o d o , en Qn, P O R MR. OCTAVE FEU1L.L.ET.
esta se decía por lo ha,io, (¡ue no encontraba ningún hombre atestigua á la par la enormidad del crimen, como la mag-
comparable á su Iiormarm. Yá esesnnlími<;nlolan liertm que nitud del castigo!
íniprcg[iaba sus almas, llegó ya á mezclarse una misteriosa >iY á lili, sin duda , de ([ue los hombres jamás pierdan el DE D. I F. S\E?iZ DE m U í L
lurbacion. Aurida se soni'ojaba bajo la impresión de los fra- i'ccuerdo de tan solemne castigo, y A lin do que la cólera ce-
ternales besos de Ali, y este se estremecía involuntariamente leste se ostente siemiJrc [lerenne, ¡Dios ]iermite que las IIL
de gozo a! eslrecliar en la suya la abrasadora maim de su hogueras de! malhadado festín ardan elernameute, que «n
IContÍjiuaelOH.)
hermana. humo espeso de las bírvíenles aguas emane constantemente
uLa revelación de tal misterio no tardó cu llegar á ser sus vapores de las entrañas de la tierra y que cubra el suelo Después de liaber ocultado su tesoro con el mismo as-
Cüm[deta ; [loniue ese amor iiasla entonces tan conmovedor, como blancas mieses parecidas al Knsskussú!» pecto receloso con que se encubre una mala acción, el Co-
tan noble y tan pui'o, degeneró por !in en U[ia pasión vio- P. DE PHADO V TORIIES. mandante ITervé , viendo que el reposo y el silencio parecían
lenta , culijable, incestuosa. reinar en la estancia de las jóvenes lo mismo que en todas
«Lomas increihle no esesto, sino que sus padres cono- las demás partes del ruinoso edificio, pudo dirigirse híicia el
ciéndola , no in-ocurasen estinguir ni poner el menor estorbo zaguán, en donde Erancis había buscado un abrigo para
ú tan sacrilegos fuegos. G URIOSIDADES. guarecerse de! fresco de la noche. El joven Comandante
MES que lirahin era rico ; poseía numerosos rebaños que subía ya por la escalinata que conducía al zaguán , con un
poblaban las riberas de Chadakva cuando cu dicho río venían movimiento pttsirero de prudencia (pie le liízo volver la vista
á la caída de la tarde á satisfacer su sed antes de recogerse Debemos á la ilustrada atención del Sr. D. Benigno García liácia el lienzo de muralla aislado junto al cual liafHa termi-
en el recinlo del íff/j(flr; y calculaba (¡ue uníeindose sus hijos Ancliuelo del curi<)So dibujo (pie reproducimos del bastón nado de un modo tan enigmático la caía que diera 6 las
en himeneo iuecstnoso , ni sus líeriLlas, ni sus esclavos, ni r[ue el Cardenal (^¡sueros legó á la rtiíversidad de Alcalá de lavanderas, Ilervé había escogido por sí mismo al soldado que
áus riipiczas ueceHitarian ser desmembrados ni divididos. llenares , y acerca del cual se leen en la Crtinica de ia reii- acababa de relevar a] primer centinela colocado en aquel
"Consullúse al Cadi Amar, hombre Justo, virtuoso y tiel ¡jion lieSati Francisco las siguientes noticias. punto importante: era un granadero joven, llamado Roberto,
obsérvame de la Ley divina, <]uien opuso invencible resis- «Después de la conquista de .Mazalquivir arribaron ¡i Es- cuyo valor é inteligencia le eran muy conocidos. No le dis-
tencia \i los delincuentes intentos de Hraliin, como ^ las sú- paña Diego de Vera y Gon/.alo de Ayora y llevaron al Santo tinguió; pero , en el sitio en qne sus ojos le buscaban, YÍÓ
plicas de Ali, y :'i las lágrimas de Aurida. Cardenal, como en homenaje , una porción del bolín ó des- salir de entre los escombros un lienzo blanco que pareciaa
>i¡ líl Cadi amaneciú una uiañana imierlo b;iJo su tienda, pojo lie la victoria entre cuyas alhajas se hizo distinguirun agitar con el objeto de llamar su atención.
sin que fuese posiblíí averiguar el pcr[M!lrailor de tan horri- bastón de ébano de esquisita hermosura que había servido á Ilervé se apresuró á bajar de nuevo , y se dirigió rápida-
ble atentado! uno (le los prineíiiales Allaquis de los moros. Itecíbióle el mente , aunque con precaución, bacía hi poterna. Cnando
NEI virtuoso Amar tuvo por sucesor á un hombre poderoso Santo Prelado con incomparables demostraciones de agasajo, solo se halló á unos diez pasos de distancia, pudo ver al
y considerado, eslrcehamcnte relacionado con Itraliin desde y le envió á Alcalá para que se conservase en su Universidad centinela, quien habiéndole conocido, quitaba el pañuelo
muchos años, y entre ambos se manejó el asunto, de modo como monumento de esla victoria y singular prenda de amis- que había [tuesto en la punta dp la bayoneta y se contentaba
([ucíipoco fué pública y oliciaímenle anunciado el prí'iximo tad que los cabos habían tenido con él.y ya con hacerle señas con la mano, como para indicarle qne
casamiento do Aurida con Ali, y el Cadí no presentó dili- El buslon tiene desde el puño hasla la cxiremidad infe- se acercase con actividad y misterio. Dos segundos después
cultad en Interponer su cooperación A la realización del cul- rior un alma ó varilla de hierro, cual lo permiten ver en al- estaba Hervé cerca de la pared , en frente del soldado.
pable enlace. gunas partes las faltas de madera que cuidadosamente Ikcmos —Veamos, Roberto: ¿que bay'í—dijo en voz baja rlespiics
»Efectíianse con pompa los preparativos de la boda, y an- copiado del original. de haberse cerciorado de que so hallaban comidetamente
te el fausto desplegado por el viejo ltr;dnn , apaciguase y La leyenda que también acon)[iañamos en caracteres cú- solos.
enmudece la conciencia píiblíca, ficos , ó sea anteriores al siglo iv de la ejira y que existe en —Loque hay, mi Comandante,—contestó el soldado ha-
wFíJasc el dia ; de todas partes acuden caballeros en trajo el puño, dice, segnn el orientalista Sr. Gayangos; No haif blando mny quedo . con una especie de terror y de alegría á
de gala; íilzause hospitalarias licndaa de brillantes y variados mas vencedor que Alá. Es de creer que lanío estos caracteres la vez ,—es que de nosotros depende cojer al pájaro en el
180 KI. MUNDO M T I J I T A R .

Daría mi ojo izquierdo por habérmelas durante un cuarto


de hora con la bribona lavandera que ha hecho este dispa-
ro!.... Es inútil deciros, ciudadanos, quo no se trata de
dejar aquí k nuestro compiiñero tendido como una polaina
vieja. Tendrá su lecho de seis pies de tierra , lo niismo que
si hubiese nacido Duque ú Par bajo el anlíguo régimen.
jDiantre! quería yo á este muchacho, hijos míos ; era un
valiente. Le sucedía lo mismo que á mf, que no habia en él
madera para Ijacer un General en Jefe ; pero al rededor de
la olla del rancho, lo mismo que en frente de una linea ene-
mifía daba gusto estar á su, lado : era un compañero exce-
lente ¡ Mil bombas! ciudadanos, una lágrima puede caer
en un bigote gris sin deshonrarle , cuando se trata de despe-
dirse de un amigo ¡Pobre diablo de Roberto, ciudada-
nos concluyó!
Así acal)ó su [leroruGÍon i?l poco académico Bruidoux,
pasándose la vuelta de la manga por loy ojo.?. Lo solemne de
la hora y del lilio, la [u'csoncia del cadáver , á cnyus faccio-
nes parecía prestar una vida fanlásticji el vacilante reflejo
de las hachas de viento, y por último el carácter rcs[ietado
del orador, habían prestado poderoso apoyo al efecto moral
de su fímebre improvisación: los granaderos que formaban
el sencillo y candido auditorio de líruidoux se miraron unos
á otros moviendo la cabeza con airo satisfecho, como para
decirse que un soldado no podía desear |iara su memoria un
panegirista mas discreto que su viejo sargento.
C u e r n o de p ó l v o r a cogido el 11
d» m a r z o . Durante este tiempo, Francis habia logrado hacer que
su amigo volviese en sí; pero la debilidad de Hervé no le
permitía que contestase todavía á las solicitas preguntas del
G u m í a c o g i d a el din H d e m a r z o . joven Tenienle. Algunos soldados, bajo la dirección de Brui-
—No tiene lesión alguna, según creo ,—dijo con una voz doux, so ocuparon en abrir con sus sables una sepultura en
nido , y al Rey en s» Trono, y
de notable dalzura. la cual fueron depositados los restos mortales de su desgra-
á los cortesanos y íi toda la
—El disparo les fia despertado,—dijo el otro.—Todos van ciado com[iañei'0. Otros, formando con sus l'usües una espe-
antigua grey. Querían liacerle
á acudir aquí. Esto nos favorece ]ior el otro lado. cie de camilla, se prepararon á trasportar á su Comandante
i Vd. comulgar con ruedas de
al castillo. Hallábanse próximamente á las dos terceras par-
molino. Le liaceij á VU. trai- Al acal)arde pronunciar estas [lalabras, se deslinú con su
tes del camino, cuando les detuvo súbitamente el ruido
ción. compañero por una anclia abertura practicada al pió de la
bastante cercano de una nueva detonación. Hervé hizo un
—¿Traición? ¿cómo? ¿quién? (Kired, y que se cerró en seguida sobre ellos, de manera que
movimiento ])ara levanlarse, pero volvió á caer, aniquilado
¡Habí;» pronto! exclamó Herví', no dejó buella alguna de su paso.
por aquel esfuerzo inútil. Trancis , dejando á su lado á dos
—jMas bajo, mi Capitán,
IV. granaderos, se lanzó con el resto do la tropa en dirección al
mas bajo! Verá Vd. lo que su-
Al estrépito de la detonación lodos los soldados, guia- castillo, detrás del cual parecía haber sonado el tiro.
cede : me estaba paseando pa-
cffieamente con la visto fija en dos por Francis, se lia]}ia[t precipitado en desorden liñcia el El centinela colocado en aquel sitio de las ruinas estaba
el bosque de abetos, según sitio de donde parecia haber salido la seüal de alarma. El en su puesto, cargando de nuevo su fusil. Interrogado por
consífnia; pero ¡quiá! noesta- joven Teniente lanzó un gemido doloroso al ver tendido en Fnujcis acerca de los motivos de aquella alarma, contestó
l}a alli el busilis. De pronto oí el suelo el cuerpo inmóvil de su amigo; pero se calmó su que de pronto habia visto salir del ])ié de la cuesta sobre la
ruido detrás ó debajo de mí; desesperación cuando A la claridad de una hacha de viento cual se lialiaba colocado el castillo por aquella parte, una
no sabia á [>unto fijo lo qne pudo cerciorarse de que Hervé no tenia en todo su cuerpo procesión de fantasmas blancos y negros; que después de
era un gi-an rumor de vo- apariencia alguna de herida. haberles echado el « \ quién vive ! M sin recibir contestación,
ces , como si fuese una discu- —El puño que lia dado este golpe,—dijo gravemente había hecho fuego. El soldado añadió con voz algo conmo-
sión de abogados. Yo, que gus- Druidoux cogiendo el sombrero del Comandante, en el que vida que habían desaparecido en seguida, cual si la tierra se
to naturalmente de instruirme: se veia la señal de una presión terrible ;—la mano que lia íiuf>íese abierto bajo sus plantas. Una niebla espesa que se
[íí vueltas íi un lado y á otro, tieclio esta tortilla de seguro no pertenece al brazo Oe una alzaba de un riachuelo situado al pié del castillo, esplícaha
señorita. á Francis de un modo mas natural la nueva desaparición do
y concluí por descubrir
su astuto enemigo. No pudo contener un movimiento de
El soldado se inteminipíó —Todavía hay que dar gracias al miserable, sea quien
despecho; luego, recomendando al centinela ([ue toviesc la
y quedó con la boca abierta fuere,—contestó Francis,—pues al menos no ha querido
mas esquisita vigilancia, corrió á buscar á Pelvcu, quien
haciendo un gesto de supremo derramar sangre.
repuesto ya por completo de su aturdimiento , le salió al en-
terror, Luego Ilcrv¿ vio al des- —Opino [lor el contrario, mi Teniente, ha derramado mas
cuentro, Ambos jóvenes, después de haljerse enterado reci-
dichado joven dar un s,iUo (la- de un cántaro. No sabia yo lo que sonaba aqui debajo de
procamente de los sucesos que hablan presenciado, permi-
cia atrás y caer desplomado al mis pies
tieron á los granaderos que fuesen á disfrutar de nuevo su
suelo, AI propio tiempo oyó —i Desgraciado de mi!—exclamó Francia volviendo ¡i caer
interrumpido sueño.
junto á su oído laesplosion de de rodillas junto al cuerpo de Hervé; preciso es que baya
un arma de fuego, y sintiendo mirado mal: [ esto anuncia una herida horrible I [Se coníinuará.)
en la cabeza una conmoción —liorrihle, en efecto,—dijo rtruidoux con un tono serio -i>-i"-~*e-<>-^0-o-^^.,i,„. -. . .
violenta , cayó íi su vez, priva- y triste ípie no le era habitual;—pero no la busca Vd. don- c:onni!:5[>oríi)iíNc:[.\ CARTICÜLAH.
do de sentido .'i pocos pasos del de está. lié aquí el herido , ó mas bien el difunto, poi'que el
granadero. muchacho me parece que las ha liado S i , ha heclio su
Sr. i). » . TI —Pampla?ia.—fíeci- Sr. b , J. C. —Santa Crus da To-
Entonces un liombre de es- última guardia. Mila flii reiiicMi. nerife. —Ilccll>l<t.i su rcmcKa.
Sr. D. A. V. —Alcalá do Henares. Sr. D. A. n .~¡ilem.—lá.
tatura colosal, el mismo que El sargento, mientras hablaba asi, con el auxilio de los —Id. Sr. D. F. 1'.. \-).—i,iñm.—lA.
acababa de cometer aquel do- soldados procuraba levantar el cadáver de Roberto , que un Sr. D.J. A- •Ciwiaiieia.—Id. Sr. IJ. J. M. M.—(.'yVjn.—Id.
Sr. I). B, 1!. —Sitn/iago.—lñ. Sr. I). T. .<..—flrVi'ju/).—1(1.
ble acto de violencia, se separó montón de escombros les habia ocultado hasta entonces. Sr. 1). J, A. •í'ampínuit.—Id. Sr. D. V. S .—fíarcelnna.—lA.
Sr. 0. C. A.- -Cúrffoi.—1(1. Sr. I). U. I> •—yer¡}'ira.—\d.
del pitó de la pared , de donde —¿Huei'lo? ¿está Vd. seguro de f[ue ha muerto, Bruidoux? Sr. I). C. B. -Pamplona.—Id. Sr, D. M. 1) • ^-—Ihslalrich.—Xd.
¡Nada se le puede hacer? Sr. D. F. i].. Vergara.—hl. Sr. D. J. M. V.—íieiiHlii.—lá.
parecía liaber salido, y dirigió Sr. D, F. V. —EUzondo..
S r . D . T . A. -Granada.—\d. -Id.
Sr. [>. V.V. Tt,—W«nííí;awíe.—Id.
al castillo una mirada de curio- —Nada, mas que rezarle una oración si todavía se estilase Sr. D. H. C- •fíadajoz.—Id. ElAdm., i. nuriAMi^ÁsuGCi.
sidad. Entretanto, un indivi- hacerlo, ciudadano Teniente. La bala lia escoi{ido el mejor
Püv tud'> Cv n.ifirmada,el Sccrílarin, rBANuistii MEDIKA-VEYTIA .
duo de apariencia mas delicada sitio, corao una verdadera aristócrata: ha ido á introducirse
se inclinaba sobre el cuerpo en tíi corazón. Es una lüslima,—prosiguió Bruidoux diri- üircctDr ¡r príipietario, I), M. PunEz DK t;ASTn9.
inanimado del Comandante re- giéndose á los soldados qne le rodeaban,—es una listíma lídllor respnnsable, 0. Jacinto Rodrlgaes.
B a s t ó n cosfido en In b a -
t a l l a do M a z a l q u i v í r . publicano , y le palpaba la ca- ver una pelotilla de plomo, arrojada por un picaro cobarde,
MADltlü; ISCO.-imí). yl.it. del ATLAS, fi rarfo del. RaArízwt,
beza coii interés. entrar tan fácilmente en el pecho de un hombre honrado. ealle df. SÍTII UrnianHun, uim. 7.
Remitido por el Sr. Ancliuclo.)
E l MUlíDO MILITAH.
Tanorama "Onivorsal. ' I]oniin9Q,13JelreroJ

^ -^ÍIÍ-AL..

Tfdro l'eres lie Caslro, lit.' Iií.BKtar,SÍ£rnardino7.

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Hmilik por-Tiueí^lro [orresponsalJ.E.leras.
I Tfcai'ilo. S Caslillgos. 3 Casa-íbuca. í_IaEaya. •

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